Articulo 5 Constitucional Trabaj Final
Articulo 5 Constitucional Trabaj Final
Articulo 5 Constitucional Trabaj Final
Artículo 5°
Constitucional.
Antecedentes
El proyecto de Constitución que presentó el Primer Jefe del Ejército para su discusión por el
Congreso de Querétaro, Don Venustiano Carranza expuso en su Decreto del 16 de diciembre
de 1915 sus ideas fundamentales sobre las reformas que debería implantar el gobierno
revolucionario para conseguir resultados y, al convocar al Congreso Constituyente, dejó a los
diputados el campo abierto para que desarrollaran esta importante tarea, con los lineamientos
generales que había marcado; en lo referente al trabajo y a los derechos de la clase obrera,
hizo pública la declaración de esos propósitos en el informe o exposición de motivos que
precedió a su proyecto de Constitución Política que fue presentado al Congreso en la sesión el
1 de diciembre de 1916.
La discusión del dictamen iba a verificarse en la sesión del día 19 de diciembre; pero
algunos diputados hicieron una moción suspensiva con el propósito de que fueran incluidas
en el artículo algunas modificaciones que habían sido sometidas a la consideración de la
comisión que, decían, tomaría en cuenta si se le daba el tiempo necesario para ello. La
única iniciativa que se había presentado antes para modificar y ampliar el artículo 5° con
los fines de garantizar al trabajador, fue la de los diputados veracruzanos, generales
Cándido Aguilar y Heriberto Jara e ingeniero Victorio E. Góngora, que fue el primer esbozo
del futuro artículo 123, pues dicha iniciativa proponía para el artículo quinto la siguiente
redacción:
Todo mexicano tiene el deber de trabajar, pero nadie podrá ser obligado a prestar
trabajos personales sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el trabajo
impuesto —como pena— por la autoridad judicial. La jornada máxima de trabajo será de
ocho horas diarias, aun cuando se trate de pena impuesta por la citada autoridad.
En cuanto a los servicios públicos, sólo podrán ser obligatorios, en los términos que
establezcan las leyes respectivas, el de las armas, los de jurado y los de elección popular
obligatorias y gratuitas las funciones electorales.
El Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o convenio
que tenga por objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad del
hombre, ya sea por causa de trabajo, de educación o de voto religioso. La ley, en
consecuencia, no tolera la existencia de órdenes monásticas, ni puede permitir su
establecimiento, cualquiera que sea la denominación u objeto con que pretendan erigirse.
Tampoco puede admitirse convenio en el que el hombre pacte su destierro, o en que
renuncie temporal o permanentemente a ejercer determinada profesión, industria o
comercio.
El contrato de trabajo sólo obligará a prestar el servicio convenido por un período
que no exceda de un año, y no podrá extenderse en ningún caso a la renuncia, pérdida o
menoscabo de cualquiera de los derechos políticos y civiles.
Los conflictos del trabajo serán resueltos por comités de mediación, conciliación y
arbitraje, cuyo funcionamiento se sujetará a las leyes reglamentarias respectivas.
Queda prohibido el trabajo nocturno en las industrias a los niños menores de catorce años
y a la mujer.
El descanso dominical es obligatorio. En los servicios públicos, que por su
naturaleza no deben interrumpirse, la ley reglamentaria determinará el día de descanso
que semanariamente corresponderá a los trabajadores. A trabajo igual debe corresponder
salario igual para los trabajadores de ambos sexos. Se establece el derecho a la huelga y
a las indemnizaciones por accidentes del trabajo y enfermedades profesionales. El largo
debate del artículo 5°, dio nacimiento al Título Sexto de la Constitución Política de la
Nación Mexicana, sobre el Trabajo y la Previsión Social.
Artículo 5° Ariadne Ramos|4
Constitucional
El Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o convenio que
tenga por objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad de la
persona, ya sea por causa de trabajo, de educación o de voto religioso. la ley en
consecuencia no permite el establecimiento de órdenes monásticas, cualquiera que sea la
denominación u objeto con que pretendan erigirse.
El contrato de trabajo sólo obligará a prestar el servicio convenido por el tiempo que fije la
ley, sin poder exceder de un año en perjuicio del trabajador, y no podrá extenderse en
ningún caso, a la renuncia, pérdida o menoscabo de cualquiera de los derechos políticos o
civiles.
La falta de cumplimiento de dicho contrato, por lo que respecta al trabajador, sólo obligará
a éste a la correspondiente responsabilidad civil, sin que en ningún caso pueda hacerse
coacción sobre su persona.
El trabajo es un derecho que tienen todos los individuos; lo que hace la Constitución es,
por un lado, reconocerles ese derecho y, por otro, establecer los supuestos en que deberá
ser restringido y mediado.
En cuarto lugar, la libertad es asegurada al prohibirse los convenios por los que una
persona pacte su proscripción o destierro, o que renuncie temporal o permanentemente al
ejercicio de una profesión, una industria o un comercio determinados. La última seguridad
se refiere a que un contrato laboral sólo obligará a prestar el servicio convenido durante el
tiempo fijado por la ley, sin que tal tiempo exceda de un año en perjuicio del trabajador; del
mismo modo, el contenido del contrato no podrá extenderse a la renuncia, pérdida o
menoscabo de los derechos políticos o civiles.
Las normas internacionales del trabajo son instrumentos jurídicos elaborados por los
mandantes de la OIT (gobiernos, empleadores y trabajadores) con objeto de enunciar los
principios y derechos fundamentales en el trabajo y de reglamentar otros ámbitos del
mundo laboral.
La Oficina del Consejero Jurídico desempeña una función esencial en las distintas etapas
del proceso normativo, entre ellas la elaboración, la adopción y la interpretación de los
convenios y recomendaciones internacionales del trabajo.
Las normas internacionales del trabajo son instrumentos jurídicos elaborados por los
mandantes de la OIT (gobiernos, empleadores y trabajadores) con objeto de enunciar los
principios y derechos fundamentales en el trabajo y de reglamentar otros ámbitos del
mundo laboral. Aunque estas normas revisten principalmente la forma de convenios y
recomendaciones , la OIT también adopta otros instrumentos jurídicos,
como declaraciones y resoluciones que contienen manifiestos oficiales y solemnes en
que se reafirma la importancia que los mandantes tripartitos otorgan a determinados
principios y valores.
Para tal fin, estudia todos los informes de la Oficina que han de fundamentar las discusiones
de la Conferencia destinadas a la adopción de nuevas normas internacionales del trabajo;
presta servicio a las comisiones técnicas de la Conferencia encargadas de examinar los
correspondientes proyectos normativos; coordina el Comité de redacción de comisión ,
encargado de garantizar la buena redacción de los instrumentos en francés y en inglés; y
el Comité de Redacción de la Conferencia que prepara los textos definitivos y auténticos
de los instrumentos adoptados por la Conferencia Internacional del Trabajo.