Streit, Jakob - 03 Construyamos El Templo
Streit, Jakob - 03 Construyamos El Templo
Streit, Jakob - 03 Construyamos El Templo
Jakob Streit
Construyamos
índice
Salomón 1
1 Salomón es nombrado rey 1 • 2 el ofertorio y la oración de
Salomón 2 • 3 la sentencia de Salomón 3 • 4 la fortuna y mag-
el templo
El camino de Israel desde el
nificencia de Salomón 5 • 5 la construcción del templo 6 • 6 la
03
lar 85 • 35 Juan en el país esenio 88 • 36 junto al Mar Muerto 89
• 37 el orador en el desierto 89 • 38 el bautismo de Jesús 91 •
(se incluyen los
textos bíblicos)
39 el fallecimiento del Bautista 92
epílogo 94
elprofanador
el profanador de
de textos textos primera pedeeficación:
junio 15, 2012
confesiones de invierno con respecto a este libro
(¡siempre charly garcía debe estar presente!) actualizaciones:
Título: ‘Construyamos el templo. El camino de Israel desde agregado de textos
quiero a los libros —esos seres impresos en árboles muertos el rey Salomón hasta Juan Bautista‘ bíblicos
(o debería decir ‘asesinados’)— con ‘sagrado’ respeto, Autor: Jakob Streit noviembre 11, 2014
profanador, ra. pero resulta que muchas veces son inhallables… o hallables
(Del lat. profanãtor, -ōris). Ilustraciones: Assja Turgenieff
1. adj. Que profana. U. t. c. s. a un precio inalcanzable. Traducción: Ana María Rauh. (Tomado de una fotocopia
manuscritas.)
profanar. por eso me convierto en ‘profanador’: ‘deshonro,’ ‘prostitu- Título original: ‘Lasstuns den Tempel Bauen. Der Weg Israels
(Del lat. profanãre). yo’ la belleza del papel y transfiero la sabiduría a este nuevo von König Salomo bis zu Johannes dem Täufer’
1. tr. Tratar algo sagrado sin ser electrónico. Editorial: Verlag Freies-Geistesleben
el debido respeto, o aplicarlo
a usos profanos.
2. tr. Deslucir, desdorar, des- es verdad: dejo sin pan a quien lo creó. pero completo su
honrar, prostituir, hacer uso más profundo deseo: difundir su conocimiento. para colaborar
indigno de cosas respetables. (a mi tampoco me convencen estas ‘razones,’ son puro bla,
bla, bla.) Correcciones: para aportar correcciones a los textos, por favor, enviar un email a elprofa-
Real Academia Española © [email protected], poniendo en el ‘Asunto:’ el nombre de la publicación y
Todos los derechos reservados el diseño apaisado es para que sea fácil leerlo en el monitor en el cuerpo, el texto equivocado y el nuevo, con referencia de página. Gracias.
de la computadora o impreso en hoja A4, simple o doble faz. Dactilografiado: hay mucho material traducido en forma manuscrita que ‘desea’ ser public-
a fin de cuentas, millones de libros han sido leidos ‘fotoco- cado. Si quieren aportar el tiempo de datilografiado, por favor, enviar un email a elprofa-
piados’ en ese formato. (en realidad, los más beneficiados [email protected], poniendo en el ‘Asunto: Tipear.’ Gracias.
son los que venden recargas truchas de cartuchos.)
GA BM párrafos
Los libros y conferencias de Los Boletines de Meto- Para facilitar las referencias
Rudolf Steiner se catalogan dología para los presentes y cruzadas, los párrafos son
según el ‘GA,’ ‘Gesamtausgabe’ futuros maestros Waldorf’ fueron identificados con un número (02)
[‘Edición Completa’]. En todas publicados por Juan Berlín desde o un número y una letra (02c) al
las citas se ha intentado referir México. inicio de los mismos.
al número de GA para evitar Los artículos son identificados En todos los casos, el número
confusiones por las diferencias en con el número de boletín y una indica el número de párrafo
las traducciones de los títulos. letra según el orden de aparición correspondiente a la edición
Se traduce el título al castellano en el mismo. La cita ‘[BM024c]’ alemana.
para referencia, pero no significa significa ‘el tercer artículo La letra representa una subdivi-
que el libro esté traducido. La (letra c)’ del ‘boletín 24.’ sión de dicho párrafo, en caso
cita ‘[GAnnn:cc:pp]’ significa En el caso de suplementos, se que ayude a la mejor identifica-
‘párrafo pp’ de la ‘conferencia usa directamente la letra ‘s’: ción de los temas.
cc’ del GA ‘nnn.’ [bm011s].
Jakob Streit [03] ii Construyamos el templo
el profanador de textos
el por qué de este proyecto
una nota de el profanador de textos
Salomón 1 Salomón es nombrado rey
2 Cuando se acercaron los días de la muerte de en la Ciudad de David. Cierta vez, el rey Salomón se fue a Gabaón para
1
3 Salomón fue yerno de Faraón, rey de Egipto; para saber juzgar, 12 cumplo tu ruego y te doy un Al trono de Salomón se acercó un siervo diciendo:
1
tomó la hija de Faraón y la llevó a la Ciudad de corazón sabio e inteligente como no lo hubo antes —Afuera están dos mujeres. Piden ser
David, mientras terminaba de construir su casa, la de ti ni lo habrá después. escuchadas.
casa de Yahveh y la muralla en torno a Jerusalén. 13
También te concedo lo que no has pedido, Salomón respondió:
2
Con todo, el pueblo ofrecía sacrificios en los riquezas y gloria, como no tuvo nadie entre los reyes. —¡Son bienvenidas! Hazlas entrar.
altos, porque en aquellos días no había sido aún 14
Si andas por mis caminos, guardando mis pre- Las dos mujeres cayeron sobre sus rodillas frente
construida una casa para el Nombre de Yahveh. ceptos y mis mandamientos, como anduvo David tu al trono. Una de ellas llevaba un niño en brazos, la
3
Salomón amaba a Yahveh y andaba según los padre, yo prolongaré tus días.” otra, una pañoleta vacía. El rey se dirigió a la mujer
preceptos de David su padre, pero ofrecía sacrificios 15
Se despertó Salomón y era un sueño. Entró en sin niño:
y quemaba incienso en los altos. Jerusalén y se puso delante del arca de la alianza del —Dime tu queja. ¿Qué deseas? Si tienes razón,
4
Fue el rey a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, Señor; ofreció holocaustos y sacrificios de comunión ¡se te concederá!
porque aquel es el alto principal. Salomón ofreció y dio un banquete a todos sus servidores. La mujer respondió, y la voz surgió de su corazón
mil holocaustos en aquel altar. conmovido:
5
En Gabaón Yahveh se apareció a Salomón en —Esta mujer y yo vivimos en casas contiguas. Yo
sueños por la noche. Dijo Dios: “Pídeme lo que me acosté por la noche con mi hijo. Al despertar por
quieras que te dé.” la mañana, encontré su hijo muerto en mi habita-
6
Salomón dijo: “Tú has tenido gran amor a tu ción. ¡Mi hijo había desaparecido!
siervo David mi padre, porque él ha caminado en tu Con lengua aguda gritó la segunda mujer:
presencia con fidelidad, con justicia y rectitud de co- —¡No es verdad! ¡Mientes! ¡Estás engañando
razón contigo. Tú le has conservado este gran amor al rey! Tu hijo está muerto y el mío vive. ¡Oh, rey,
y le has concedido que hoy se siente en su trono un imparte tu sentencia! ¡Brinda tu consentimiento a
hijo suyo. mis palabras!
creció. Sus naves cruzaron los mares, trayendo a su Río hasta el país de los filisteos y hasta la fronte- hasta el hisopo que brota en el muro; habló de los cua-
país las mercancías de otros pueblos. El rey de Tiro ra de Egipto. Pagaban tributo y servían a Salomón drúpedos, de las aves, de los reptiles y de los peces.
le envió madera de cedro del Líbano y gente conoce- todos los días de su vida. 14
Venían de todos los pueblos para oír la sabidu-
dora de muchos oficios. Estos le habían construido 2
Los víveres de Salomón eran treinta cargas de ría de Salomón, y de parte de todos los reyes de la
un hermoso palacio. flor de harina y sesenta cargas de harina cada día, tierra que tuvieron noticia de su sabiduría.
Ahora, empero, quería levantar un templo con la 3
diez bueyes cebados y veinte bueyes de pasto, cien 15
Jiram, rey de Tiro, envió sus servidores a
ayuda de los ingeniosos arquitectos y constructores cabezas de ganado menor, aparte los ciervos y gace- Salomón, porque oyó que había sido ungido rey en lu-
como lugar de recogimiento en Jerusalén. Su padre, las, gamos y las aves cebadas. gar de su padre, y Jiram fue siempre amigo de David.
el rey David, antes de su muerte le había encomen- 4
Porque dominaba en toda la Transeufratina, 16
Salomón envió a decir a Jiram:
dado esa misión. El templo “…debería asemejarse a desde Tafsaj hasta Gaza, sobre todos los reyes de 17
“Sabes bien que mi padre David no pudo edifi-
la tienda sagrada ubicada en lo alto del Gabaón. Desde más acá del Río; tuvo paz en torno a todas sus car una Casa al Nombre de Yahveh su Dios a causa
la época de Moisés era el único lugar en el cual los fronteras. de las guerras en que sus enemigos le envolvieron
sacerdotes celebraban sus oficios. Ahora el edificio había 5
Judá e Israel vivieron en seguridad, cada uno hasta que Yahveh los puso bajo la planta de sus pies.
envejecido y debía ser reemplazado por el nuevo tem- bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta 18
Al presente, Yahveh mi Dios me ha concedido
plo, ubicado en el centro de Jerusalén. Seria de doble Berseba, todos los días de Salomón. paz por todos lados. No hay adversario ni maldad.
tamaño, sólidamente construido de madera y piedra, 6
Tenía Salomón 4.000 establos de caballos para 19
Ahora me he propuesto edificar una Casa al
semejante al templo revelado a Moisés por Dios, sobre el sus carros y 12.000 caballos. Nombre de Yahveh mi Dios según lo que Yahveh dijo
monte Sinaí.” 7
Los gobernadores proveían un mes cada uno al a David mi padre: ‘El hijo tuyo que yo colocaré en tu
En el lugar sacrosanto se guardaría nuevamente el rey Salomón y a todos los que se acercaban a la mesa lugar sobre tu trono edificará una Casa a mi Nombre.’
Arca de la Santa Alianza, con las tablas de los man- de Salomón, de modo que nada les faltara. 20
Así pues, ordena que se corten para mí cedros
damientos. Moisés las había traído del monte Sinaí, 8
Llevaban la cebada y la paja para los caballos y del Líbano. Mis servidores estarán con tus servido-
como Tablas de la Ley. los animales de tiro al lugar donde él estaba, cada res: te pagaré como salario de tus servidores todo
uno según su turno. lo que me digas, pues tú sabes que no hay nadie
Llevado a cabo todo esto, Salomón, conjun- del templo, día y noche, a través de los siglos. la tierra de Egipto, el año cuarto del reinado de
tamente con los sacerdotes, se encaminó hacia el Salomón sobre Israel, en el mes de Ziv,1 que es el
elevado altar en el patio interior. Las trompetas hi- segundo mes, emprendió la construcción de la Casa
cieron escuchar un himno de alabanza. Los atrios del de Yahveh.
templo se encontraban colmados de fieles. Toda la 2
La Casa que edificó el rey Salomón a Yahveh
actividad de la ciudad se plegó a ese silencio devoto. tenía sesenta codos de largo, veinte de ancho y vein-
Salomón cayó frente al altar elevando su plegaria ticinco de alto.
a Dios, pidiendo su bendición. Y así lo hicieron los 3
El Ulam2 delante del Hekal3 de la Casa tenía
sacerdotes y el pueblo allí reunido. Una vez pronun- veinte codos de largo en el sentido del ancho de la
ciada el ‘Amén,’ cayó un rayo del cielo, internándose Casa y diez codos de ancho en el sentido de largo de
en la leña acumulada sobre el altar, encendiendo así la Casa.
el fuego del ofertorio. El rugir del trueno conmovió 4
Hizo en la Casa ventanas con celosías.
al pueblo. Todas las miradas se elevaron al cielo. 5
Edificó junto al muro de la Casa una galería
Desde las alturas bajó una nube y se detuvo, encen- en torno al Hekal y al Debir,4 e hizo habitaciones
dida, sobre el templo. Un murmullo se hizo escu- laterales en derredor.
char de la boca de los allí reunidos:
—La magnificencia del Señor colma al templo, y
lo santifica. 1 Mes de Iyyar o Ziv o Daisios, el segundo, corresponde a
Salomón anunció, elevando su voz: abril/mayo. [n. del pr.]
—De ahora en más, son únicamente los sacerdo- 2 Ulam: vestíbulo. [n. del pr.]
tes los que pueden entrar al interior del templo. El 3 Hekal: sala del culto. [n. del pr.]
fuego del altar empero, que fuera prendido por el 4 Debir: recámara. [n. del pr.]
8 Entonces congregó Salomón a los ancianos de metiste y por tu mano lo has cumplido este día.
1 6 El mes de Tisri o Etanim, el séptimo, corresponde a sep-
Israel en Jerusalén para hacer subir el arca de la tiembre/octubre. [n. del pr.]
12 Roboam se fue a Siquem, porque todo Israel pero yo os azotaré con escorpiones.” vuelto, enviaron a llamarle a la asamblea y le hicie-
1
había ido a Siquem para proclamarle rey. ron rey sobre todo Israel; no hubo quien siguiera a la
2
Lo supo Jeroboam, hijo de Nebat, que estaba 12
Vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam casa de David, aparte sólo la tribu de Judá.
todavía en Egipto, adonde había ido huyendo del al tercer día, según lo había dicho el rey: “Volved a 21
En llegando a Jerusalén reunió Roboam a toda
rey Salomón y se volvió Jeroboam de Egipto. mí al tercer día.” la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, 180.000
3
Enviaron a llamarle y llegó Jeroboam con toda 13
El rey respondió al pueblo con dureza, abando- hombres guerreros escogidos, para combatir contra
la asamblea de Israel y hablaron a Roboam diciendo: nando el consejo que los ancianos le aconsejaron, la casa de Israel y devolver el reino a Roboam, hijo
4
“Tu padre ha hecho pesado nuestro yugo; ahora 14
y hablándoles según el consejo de los jóvenes de Salomón.
tú aligera la dura servidumbre de tu padre y el pesa- diciendo: 22
Pero fue dirigida la palabra de Dios a Semaías,
do yugo que puso sobre nosotros, y te serviremos.” hombre de Dios, diciendo:
5
El les dijo: “Id, y dentro de tres días volved a “Mi padre hizo pesado vuestro yugo, 23
“Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de
mí,” y el pueblo se fue. yo lo haré más pesado todavía. Judá, y a toda la casa de Judá, a Benjamín y al resto
6
El rey Roboam pidió consejo a los ancianos que Mi padre os ha azotado con azotes, del pueblo y diles:
habían servido a su padre Salomón en vida de éste, mas yo os azotaré con escorpiones.” 24
Así habla Yahveh: No subáis a combatir con
diciendo: “¿ Qué me aconsejáis que responda a este vuestros hermanos los israelitas. Que cada uno se
pueblo?” 15
No escuchó el rey al pueblo, pues se trataba de vuelva a su casa porque esto es cosa mía.” Ellos
7
Ellos le respondieron: “Si tú te haces hoy una intervención de Yahveh para cumplimiento de escucharon la palabra de Yahveh, y se volvieron para
servidor de este pueblo y les sirves y les das la palabra que Yahveh había anunciado a Jeroboam, ir conforme a la palabra de Yahveh.
buenas palabras, ellos serán siervos tuyos para hijo de Nebat, por medio de Ajías de Silo. 25
Jeroboam fortificó Siquem, en la montaña
siempre.” 16
Viendo todo Israel que el rey no le oía, replicó de Efraím, y habitó en ella. Salió de ella y fortificó
8
Pero él abandonó el consejo que los ancianos el pueblo al rey diciendo: Penuel.
le aconsejaron y pidió consejo a los jóvenes que se 26
Jeroboam se dijo en su corazón: “En esta situa-
habían criado con él y estaban a su servicio. “¿Qué parte tenemos nosotros con David? ción el reino acabará por volver a la casa de David.
17 Elías tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: ‘No se acabará la harina en la tinaja,
1
18 Pasado mucho tiempo, fue dirigida la pala- ñor lo que hice cuando Jezabel mató a los profetas de no pongáis fuego.”
1
bra de Yahveh a Elías, al tercer año, diciendo: Yahveh, que oculté a cien de los profetas de Yahveh, 26
Tomaron el novillo que les dieron, lo prepara-
“Vete a presentarte a Ajab, pues voy a hacer llover de cincuenta en cincuenta, en una cueva, y les ali- ron e invocaron el nombre de Baal desde la mañana
sobre la superficie de la tierra.” menté con pan y agua? 14 Y ahora tú me dices: ‘Vete a hasta el mediodía, diciendo: “¡Baal, respóndenos!”
2
Fue Elías a presentarse a Ajab. El hambre se decir a tu señor: Ahí está Elías.’ ¡Me matará!” Pero no hubo voz ni respuesta. Danzaban cojeando
había apoderado de Samaría. 15
Respondió Elías: “¡Vive Yahveh Sebaot a quien junto al altar que habían hecho.
3
Ajab llamó a Abdías, que estaba al frente de la sirvo! Hoy me presentaré a él.” 27
Llegado el mediodía, Elías se burlaba de
casa —Abdías era muy temeroso de Yahveh. 16
Abdías fue al encuentro de Ajab y le avisó, y ellos y decía: “¡Gritad más alto, porque es un
4
Cuando Jezabel exterminó a los profetas de Ajab partió al encuentro de Elías. dios; tendrá algún negocio, le habrá ocurrido
Yahveh, Abdías había tomado cien profetas y los 17
Cuando Ajab vio a Elías le dijo: “¿Eres tú, azote algo, estará en camino; tal vez esté dormido y se
había ocultado, de cincuenta en cincuenta, en una de Israel?” despertará!”
cueva, dándoles de comer pan y agua. 18
El respondió: “No soy yo el azote de Israel, sino 28
Gritaron más alto, sajándose, según su costum-
5
Dijo Ajab a Abdías: “Ven, vamos a recorrer tú y la casa de tu padre, por haber abandonado a bre, con cuchillos y lancetas hasta chorrear la sangre
el país por todas sus fuentes y todos sus torren- Yahveh y haber seguido a los Baales. sobre ellos.
tes; acaso encontremos hierba para mantener los 19
Pero ahora, envía a reunir junto a mí a todo 29
Cuando pasó el mediodía, se pusieron en trance
caballos y mulos y no tengamos que suprimir el Israel en el monte Carmelo, y a los 450 profetas de hasta la hora de hacer la ofrenda, pero no hubo voz,
ganado.” Baal que comen a la mesa de Jezabel.” ni quien escuchara ni quien respondiera.
6
Se repartieron el país para recorrerlo: “Ajab se 20
Ajab envió a todos los israelitas y reunió a los 30
Entonces Elías dijo a todo el pueblo: “Acercaos
fue solo por un camino y Abdías se fue solo por profetas en el monte Carmelo. a mí.” Todo el pueblo se acercó a él. Reparó el altar
otro. 21
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: “¿Hasta de Yahveh que había sido demolido.
7
Estando Abdías en camino, le salió Elías al en- cuándo vais a estar cojeando con los dos pies? Si 31
Tomó Elías doce piedras según el número de
cuentro. Le reconoció y cayó sobre su rostro y dijo: Yahveh es Dios, seguidle; si Baal, seguid a éste.” Pero las tribus de los hijos de Jacob, al que fue dirigida la
¿Eres tú Elías, mi señor?” el pueblo no le respondió nada. palabra de Yahveh diciendo: “Israel será tu nombre.”
debía acompañar al profeta. Llegados a la orilla Elías y cómo había pasado a cuchillo a todos
opuesta dijo Elías: los profetas.
—Pídeme lo que quieres que haga por tí antes de 2
Envió Jezabel un mensajero a Elías diciendo:
que sea llevado de tu lado. “Que los dioses me hagan esto y me añaden esto
Eliseo dijo: otro si mañana a estas horas no he puesto tu alma
—Ruego que tu espíritu me acompañe en todos igual que el alma de uno de ellos.”
los momentos difíciles. 3
El tuvo miedo, se levantó y se fue para salvar
Mientras así estaban hablando, se pronto se su vida. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su
aproximó un carruaje tirado por fogosos corceles criado.
alados. Elías subió y así se elevó hacia las alturas 4
El caminó por el desierto una jornada de ca-
celestiales. Había dejado caer su manto a los pies mino, y fue a sentarse bajo una retama. Se deseó
de Eliseo. Éste lo levantó y se aproximó a la orilla la muerte y dijo: “¡Basta ya, Yahveh! ¡Toma mi
del Jordán. Tomó el manto y golpeó el agua; ésta se vida, porque no soy mejor que mis padres!”
abrió y lo dejó pasar. 5
Se acostó y se durmió bajo una retama,
Eliseo tuvo certeza entonces: La fuerza y la firme- pero un ángel le tocó y le dijo: “Levántate y
za del profeta me acompañarán. Los discípulos del come.”
profeta estaban aguardando en la orilla opuesta. Al 6
Miró y vio a su cabecera una torta cocida sobre
ver a Eliseo atravesando el río se inclinaron reveren- piedras calientes y un jarro de agua. Comió y bebió
tes diciendo: y se volvió a acostar.
—¡El espíritu de Elías yace sobre Eliseo! 7
Volvió segunda vez el ángel de Yahveh, le tocó
Eliseo llevó a cabo muchos milagros. Purificó el y le dijo: “Levántate y come, porque el camino es
agua contaminada. Curó a los enfermos y leprosos. demasiado largo para ti.”
Así lo hizo Tobías. Lo trozó y lo asó para la cena. Ananiel, hijo de Aduel, hijo de Gabael, del linaje israelitas; se lo llevaba y entregaba cada tres años,
El joven le dijo: de Asiel, de la tribu de Neftalí, 2 que en tiempo de celebrando una comida con ellos conforme a lo que
—No tires la vesícula del pez, llévala contigo y Salmanasar, rey de Asiria, fue deportado de Tibé, se prescribe en la Ley de Moisés y conforme a los
guárdala cuidadosamente. que queda al sur de Cadés de Neftalí, en la Galilea preceptos que me dio Débora, madre de nuestro
Preguntó Tobías: superior, por encima de Jasor, detrás del camino del padre Ananiel, pues mi padre había muerto deján-
—Dime, ¿qué haré con esa vesícula? oeste y al norte de Sefat. dome huérfano.
El joven respondió: 3
Yo, Tobit, he andado por caminos de verdad y 9
En llegando a edad adulta, me casé con Ana,
—Es medicina para ojos enfermos. Llévala para en justicia todos los días de mi vida y he repartido mujer de nuestra parentela; y ella dio a luz a Tobías.
tu padre. muchas limosnas entre mis hermanos y compatrio- 10
Cuando la deportación de Asiria, yo también
tas, deportados conmigo a Nínive, al país de los fui deportado y me trasladé a Nínive. Todos mis her-
asirios. manos y los de mi linaje comían los manjares de los
4
Siendo yo joven todavía y estando en mi país, gentiles, 11 más yo me guardé bien de comerlos.
en la tierra de Israel, toda la tribu de mi padre 12
Como yo me acordaba de Dios con toda mi
Neftalí se apartó de la casa de David y de Jerusalén, alma, 13 me concedió el Altísimo gracia y favor ante
la ciudad elegida entre todas las tribus de Israel para Salmanasar, y llegué a ser procurador suyo.
ofrecer allí sacrificios y en la que había sido edificado 14
Me trasladé a Media y administré allí sus
y consagrado, para todas las generaciones venideras, negocios hasta su muerte; y deposité en Ragués de
el Templo de la Morada del Altísimo. Media, en casa de Gabael, hermano de Gabrí, unos
5
Todos mis hermanos y la casa de mi padre sacos de plata por valor de diez talentos.
Neftalí ofrecían sacrificios al becerro que Jeroboam, 15
Muerto Salmanasar, le sucedió en el trono
rey de Israel, había hecho en Dan, en los montes de su hijo Senaquerib; en su reinado, los caminos de
Galilea. Media se hicieron inseguros y no pude volver allí.
le confirmó en los cargos. Era sobrino mío y de mi escapar y ya vuelve a sepultar a los muertos.” y justas son todas tus obras.
propia parentela. 9
Aquella misma noche, después de bañarme, salí Misericordia y verdad
al patio y me recosté contra la tapia, con el rostro son todos tus caminos.
2 En el reinado de Asarjaddón pude regresar a mi cubierto a causa del calor. Tú eres el Juez del Universo.
1
delante de ti. hacia la ventana, oró así: había dejado en depósito a Gabael, en Ragués
6
Haz conmigo ahora según lo que te plazca de Media, 2 y se dijo para sí: “Yo, ya estoy deseando
y ordena que reciban mi vida “Bendito seas tú, Dios de misericordias, morirme. Así que voy a llamar a mi hijo Tobías y le
para que yo me disuelva sobre la faz de la tierra, y bendito sea tu Nombre por los siglos, voy a hablar de este dinero antes de morirme.”
porque más me vale morir que vivir. y que todas tus obras te bendigan por siempre. 3
Llamó, pues, Tobit a su hijo, que se presentó
Tengo que aguantar injustos reproches 12
Vuelvo ahora mi rostro ante él. Tobit le dijo: “Cuando yo muera, me darás
y me anega la tristeza. y alzo mi ojos hacia ti. una digna sepultura; honra a tu madre y no le des
Manda, Señor, que sea liberado 13
Manda que yo sea librada de la tierra, un disgusto en todos los días de su vida; haz lo que
de esta aflicción para no escuchar ultrajes. le agrade y no le causes tristeza por ningún motivo.
y déjame partir al lugar eterno, 14
Tú sabes, Señor, que yo estoy pura 4
Acuérdate, hijo, de que ella pasó muchos trabajos
y no apartes, Señor, tu rostro de mí, de todo contacto de varón; por ti cuando te llevaba en su seno. Y cuando ella
pues prefiero morir 15
que no he mancillado mi nombre muera, sepúltala junto a mí, en el mismo sepulcro.
a pasar tanta aflicción durante la vida ni el nombre de mi padre 5
“Acuérdate, hijo, del Señor todos los días y no
y tener que seguir oyendo injurias.” en la tierra de mi cautividad. quieras pecar ni transgredir sus mandamientos; prac-
Soy la única hija de mi padre; tica la justicia todos los días de tu vida y no andes
Sucedió aquel mismo día, que también Sarra, hija
7
no tiene otros hijos que le hereden, por caminos de injusticia, 6 pues si te portas según
de Ragüel, el de Ecbátana de Media, fue injuriada por no tiene junto a sí ningún hermano verdad, tendrás éxito en todas tus cosas, 7 como
una de las esclavas de su padre, 8 porque había sido ni pariente a quien me deba por mujer. todos los que practican la justicia. “Haz limosna con
dada en matrimonio a siete hombres, pero el malvado Ya perdí siete maridos: tus bienes; y al hacerlo, que tu ojo no tenga renci-
demonio Asmodeo los había matado antes de que se ¿para qué quiero la vida?
ti mujer de entre ellos; pues la soberbia acarrea la “Haré cuanto me has mandado, padre. confianza para que te acompañe, hijo.” Salió Tobías,
ruina y prolija inquietud; y la ociosidad, bajeza y 2
Pero ¿cómo podré recuperar el depósito? Ni él le llamó y le dijo: “Joven, mi padre te llama.”
extrema penuria; porque la ociosidad es madre de la me conoce a mí ni yo a él. ¿Qué señal debo darle 10
Entró el ángel y Tobit se adelantó a saludarle;
indigencia. para que me reconozca, me crea y me devuelva el el ángel contestó: “Que disfrutes de mucha alegría.”
14
“No retengas el salario de los que trabajan para dinero? Por otra parte, desconozco la ruta que con- Replicó Tobit: “¿Qué alegría puedo disfrutar ya?
ti; dáselo al momento. Si sirves a Dios serás recom- duce a Media.” Estoy ciego y no puedo ver la luz del cielo; yazgo
pensado. Pon cuidado, hijo, en todas tus acciones y 3
Tobit, entonces, respondió a su hijo Tobías: en tinieblas como los muertos, que no contemplan
muéstrate educado en toda tu conducta. “El me dio un recibo y yo a él otro; lo partí en dos, la luz; vivo como un muerto; oigo la voz de los
15
No hagas a nadie lo que no quieras que te ha- tomé una parte y dejé la otra con el dinero. ¡Ya va hombres, pero no los veo.” Le dijo el ángel: “Ten
gan. No bebas vino hasta emborracharte y no hagas para veinte años que deposité esta suma! Ahora, hijo, confianza, que Dios te curará dentro de poco. Ten
de la embriaguez tu compañera de camino. busca un hombre de confianza que vaya contigo, y le confianza.” Tobit le dijo: “Mi hijo Tobías quiere ir
16
“Da de tu pan al hambriento y de tus vesti- tomaremos a sueldo hasta tu vuelta, y vete a recupe- a Media. ¿Puedes ir con él y servirle de guía? Yo te
dos al desnudo. Haz limosna de todo cuanto te rar esta plata.” daría tu salario, hermano.” El respondió: “Puedo
sobra; y no tenga rencilla tu ojo cuando hagas 4
Salió Tobías a buscar un hombre que conociera ir con él, pues conozco al detalle todos los caminos
limosna. la ruta y fuera con él a Media. En saliendo, encontró y he viajado a Media con frecuencia; he recorrido
do para anuncia la llegada de su amo. Y luego llegó “Hermano Azarías, guíame en derechura a casa
él mismo, el joven Tobías trayendo no sólo la plata, de Ragüel, nuestro hermano.” Le condujo, pues a
sino su joven y adorable esposa. casa de Ragüel y le encontraron sentado a la puerta
En el momento del encuentro Azarías se man- del patio. Le saludaron ellos primero y él les contes-
tuvo un poco alejado, dejando que todos pudiesen tó: “Mucha dicha os deseo, hermanos, y en buena
expresar su alegría. Luego, sin embargo, se acercó a salud vengáis.” Los llevó a su casa 2 y dijo a su mujer
Tobías diciéndole en voz baja: Edna: “¡Cómo se parece este muchacho a mi herma-
—Unta los ojos de tu padre con la hiel del pesca- no Tobit!”
do, y volverá a ver. 3
Edna les preguntó: “¿De dónde sois, hermanos?”
Tobit se acostó y Tobías untó sus ojos. Y después Respondieron: “Somos de los hijos de Neftalí, de los
de permanecer acostado por un rato, se desprendió deportados de Nínive.”
una membrana blanca y, poco a poco, la clara luz 4
Les dijo: “¿Conocéis a Tobit, nuestro herma-
retornó a sus ojos. no?” Ellos contestaron: “Sí, le conocemos.” - “¿Está
El padre vió a Sara con Tobías, vió a Azarías y le bien?”
dió gracias al cielo por ese milagro y todos los bene- 5
“Vive y está bien.” Y Tobías añadió: “Es mi
ficios recibidos. padre.”
En ese momento, se acerco Azarías y comenzó a 6
Ragüel se puso en pie de un salto, le besó, lloró
hablar: y le dijo: “¡Bendito seas, hijo! Tienes un padre hon-
—En ocasiones, los destinos humanos pueden ser rado y bueno. ¡Qué gran desgracia, haberse queda-
guiados por los ángeles. Os diré ahora toda la verdad do ciego un hombre tan justo y tan limosnero!” Y
acerca de mi procedencia: ¡Soy Rafael, el ángel echándose al cuello de su hermano Tobías, rompió a
sanador! llorar.
franqueza, muchacho. ron acostarse, y tomando al joven le llevaron al Y dijeron a coro: “Amén, amén.”
8
11
Ya la he dado a siete maridos, de nuestros aposento. Y se acostaron para pasar la noche. Se levantó
9
21
Luego, tomarás la mitad de todo cuanto aquí por uno, de los días de ida y vuelta. Cuando vestidos, plata y utensilios, 11 y les dejó partir gozo-
poseo y te volverás con felicidad a casa de tu padre. se cumplió el plazo sin que el hijo hubiera regresado, sos. Al despedirse de Tobías le dijo: “¡Salud, hijo, y
Cuando mi mujer y yo hayamos muerto, también 2
pensó: “¿Habrá algo que le retenga allí? ¡Acaso haya buen viaje! El Señor del Cielo os guíe a vosotros y a
será para vosotros la otra mitad. Ten confianza, hijo; muerto Gabael y no haya nadie que le entregue el tu mujer Sarra por buen camino y que pueda yo ver
yo soy tu padre y Edna tu madre; junto a ti estare- dinero!” vuestros hijos antes de morir.”
mos y junto a tu hermana desde ahora en adelante. 3
Y empezó a ponerse triste. 12
A su hija Sarra le dijo: “Vas al lado de tu sue-
Ten confianza, hijo.” 4
Ana, su mujer, decía: “Mi hijo ha muerto y ya gro, pues desde ahora ellos son padres tuyos igual
no se cuenta entre los vivos.” Y rompió a llorar y a que los que te han engendrado. Vete en paz, hija.
9 Entonces Tobías llamó a Rafael y le dijo: lamentarse por su hijo, diciendo: Que tenga buenas noticias de ti, mientras yo viva.”
1
2
“Hermano Azarías, toma contigo cuatro 5
“¡Ay de mí, hijo mío! ¡Que te dejé marchar a ti, Y saludándoles, se despidió de ellos.
criados y dos camellos y vete a Ragués. 3 Dirígete luz de mis ojos!” 13
Edna dijo a Tobías: “Hijo y hermano queridí-
a Gabael, dale el recibo y hazte cargo del dinero; 6
Tobit le dijo: “Calla, hermana, no pienses eso. simo: Que el Señor te devuelva y que yo viva hasta
invítale también a que se venga contigo a la boda. El está bien. Habrán tenido algún contratiempo allí, ver tus hijos y de mi hija Sarra antes de morir. En
4
Tú sabes que mi padre lleva cuenta de los días, y pero su compañero es hombre de fiar y uno de los presencia del Señor te entrego a mi hija en custodia;
uno solo que demore, le doy un gran disgusto; 5 ya nuestros; no te inquietes por él, que debe estar cerca.” no le causes tristeza en todos los días de tu vida. Vete
ves que Ragüel me ha conjurado, y que no puedo 7
Ella le replicó: “Déjame, no intentes engañarme. en paz, hijo. A partir de ahora, yo soy tu madre y
desatender su deseo.” Rafael se puso en camino para Mi hijo ha muerto.” Y todos los días se iba a mirar el Sarra es tu hermana. ¡Ojalá pudiéramos vivir juntos
los dejó partir llenos de gozo. nos le quitó las escamas de la comisura de los ojos. su hijo Tobías y le dijo: “Hijo, ya es tiempo
14
Tobías salió de casa de Ragüel contento y go- 13
Entonces él se arrojó a su cuello, lloró y le dijo: de pagar el salario al hombre que te acompañó. Y le
zoso, y bendiciendo al Señor del Cielo y de la tierra, “¡Ahora te veo, hijo, luz de mis ojos!” añadirás un sobresueldo.”
rey de todas las cosas, porque había llevado a buen 14
Y añadió: 2
Respondió Tobías: “Padre, ¿qué salario puedo
término su viaje. Bendijo a Ragüel y a su mujer darle? Aun entregándole la mitad de la hacienda que
Edna y les dijo: “Que pueda yo honraros todos los “¡Bendito sea Dios! traje conmigo, no salgo perdiendo.
días de mi vida.” ¡Bendito su gran Nombre! 3
Me ha guiado incólume, ha cuidado de mi mu-
¡Bendito todos sus santos ángeles! jer, me ha traído el dinero y te ha curado a ti. ¿Qué
11 Cuando llegaron cerca de Kaserín, que está ¡Bendito su gran Nombre salario voy a darle?”
1
frente a Nínive, 2 dijo Rafael: “Tú sabes bien por todos los siglos! 4
Díjole Tobit: “Hijo, bien merece que tome la
en qué situación dejamos a tu padre; 3 vamos a ade- 15
Porque me había azotado, mitad de cuanto trajo.”
lantarnos nosotros a tu mujer para preparar la casa, pero me tiene piedad 5
Le llamó, pues, Tobías y le dijo: “Toma como
mientras llegan los demás.” y ahora veo a mi hijo Tobías.” salario la mitad de todo cuanto trajiste y vete en
4
Prosiguieron, pues, los dos juntos; el ángel le paz.”
dijo: “Toma contigo la hiel.” El perro seguía detrás Tobías entró en casa lleno de gozo y bendiciendo 6
Entonces Rafael llevó aparte a los dos y les dijo:
de ellos. a Dios con toda su voz; luego contó a su padre el “Bendecid a Dios y proclamad ante todos los vivien-
5
Estaba Ana sentada, con la mirada fija en el éxito de su viaje, cómo traía el dinero y cómo se ha- tes los bienes que os ha concedido, para bendecir y
camino de su hijo. bía casado con Sarra, la hija de Ragüel, y que venía cantar su Nombre. Manifestad a todos los hombres
6
Tuvo la corazonada de que él venía y dijo al ella con él y estaba ya a las puertas de Nínive. las acciones de Dios, dignas de honra, y no seáis
padre: “Mira, ya viene tu hijo y el hombre que le 16
Tobit salió al encuentro de su nuera hasta las remisos en confesarle.
acompañaba.” puertas de Nínive, bendiciendo a Dios, lleno de gozo. 7
Bueno es mantener oculto el secreto del rey y
7
Rafael iba diciendo a Tobías, mientras se acerca- Cuando los de Nínive le vieron caminar, avanzando también es bueno proclamar y publicar las obras
ban al padre: “Tengo por seguro que se abrirán los con su antigua firmeza, sin necesidad de lazarillo, se gloriosas de Dios. Practicad el bien y no tropezaréis
ojos de tu padre. 8 Úntale los ojos con la hiel del pez, maravillaron. Tobit proclamó delante de ellos que Dios con el mal.
y el remedio hará que las manchas blancas se con- se había compadecido de él y le había abierto los ojos. 8
“Buena es la oración con ayuno; y mejor es la
traigan y se le caerán como escamos de los ojos. Y así 17
Se acercó Tobit a Sarra, la mujer de su hijo, y la limosna con justicia que la riqueza con iniquidad.
tu padre podrá mirar y ver la luz.” bendijo diciendo: “¡Bienvenida seas, hija! Y bendito Mejor es hacer limosna que atesorar oro.
9
Corrió Ana y se echó al cuello de su hijo, di- sea tu Dios, hija, que te ha traído hasta nosotros. 9
La limosna libra de la muerte y purifica de todo
ciendo: “¡Ya te he visto, hijo! ¡Ya puedo morir!” Y Bendito sea tu padre, y bendito Tobías, mi hijo, y pecado. Los limosneros tendrán larga vida.
rompió a llorar. bendita tú misma, hija. Bienvenida seas, entra en tu 10
Los pecadores e inicuos son enemigos de su
10
Tobit se levantó y trompicando salió a la puerta casa con gozo y bendición.” propia vida.
del patio. 18
Todos los judíos de Nínive celebraron fiesta 11
“Os voy a decir toda la verdad, sin ocultaros
11
Corrió hacia él Tobías, llevando en la mano aquel día. nada. Ya os he manifestado que es bueno mantener
la hiel del pez; le sopló en los ojos y abrazándole 19
También Ajikar y Nabad, primos de Tobit, oculto el secreto del rey y que también es bueno
estrechamente le dijo: “¡Ten confianza, padre!” Y le vinieron a congratularle. publicar las obras gloriosas de Dios.
11 Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un éste mantuvo una relación amistosa con el faraón
1
retoño de sus raíces brotará. egipcio. Yoyaquim buscaba tan sólo aumentar la
2
Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíri- suntuosidad de sus palacios, asemejándola a aquella
tu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y de los egipcios. En muchos montes y valles había
fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh. cundido nuevamente la idolatría.
3
Y le inspirará en el temor de Yahveh. No juzgará A ello se opuso el profeta Jeremías diciendo:
por las apariencias, ni sentenciará de oídas. —¡Pueblo enceguecido! ¡Qué sentido tiene servir
4
Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará a imágenes de ídolos foráneos! El Señor del Universo
con rectitud a los pobres de la tierra. Herirá al hom- es contigo, si sirves al auténtico Dios. Las imágenes
bre cruel con la vara de su boca, con el soplo de sus de los ídolos se preparan con el hacha, usando la
labios matará al malvado. madero de los bosques. Se la engalana con plata y
5
Justicia será el ceñidor de su cintura, verdad el con oro, se las fija con clavos y martillo, para que
cinturón de sus flancos. no se muevan. Se asemejan al espantapájaros en el
6
Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopar- campo, no pueden hablar. Se las debe transportar,
do se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro puesto que no pueden andar. ¡El Señor, empero, es
pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. un Dios pleno de vida! Frente a su ira, la tierra se
7
La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus pone a temblar. La tierra ha sido creada por Él, con
crías, el león, como los bueyes, comerá paja. sabiduría.
8
Hurgará el niño de pecho en el agujero del En el valle Ben Hinnom hubo un lugar de ido-
áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado latría especialmente grave. Allí estaban situados los
meterá la mano. altares del Tófet. Sobre estos altares eran sacrificados
hasta niños pequeños. Sangre humana tenían las pie-
dras de los altares. Cierta vez, y cuando justamente
ofertorio. Del mismo modo como esta vasija ahora rece malo —oráculo de Yahveh—: han puesto
se despedazará en mil piezas, así quedará Jerusalén al sus Monstruos abominables en la Casa que llaman
cabo de su destrucción. por mi Nombre profanándola, 31 y han construi-
Tomó Jeremías la vasija de barro y la arrojó con- do los altos de Tófet —que está en el valle de Ben
tra el altar de Tófet, donde se destrozó. Hinnom— para quemar a sus hijos e hijas en el
La multitud fue presa de una inmensa excitación. fuego, cosa que nos les mandé ni me pasó por las
Pero nadie se atrevió a atacar al profeta. mientes.
Luego de este hecho, Jeremías se fue a la ciudad
de Jerusalén. Se hizo presente en el atrio del templo
19 Entonces Yahveh dijo a Jeremías: Ve y com-
1
y reiteró la profecía del ocaso de Jerusalén. Un cus- pras un jarro de cerámica; tomas contigo a
todio superior del templo, que escuchó las palabras, algunos ancianos del pueblo y algunos sacerdotes,
estalló en ira. Hizo apresar a Jeremías. 2
sales al valle de Ben Hinnom, a la entrada de la
Jeremías fue atado a un poste junto a uno de los puerta de las Tejoletas, y pregonas allí las palabras
portales de la ciudad como burla de la gente. que voy a decirte.
Una vez liberado, al día siguiente, se recluyó en 3
Dirás: Oíd la palabra de Yahveh, reyes de Judá
la soledad. Baruc, su amigo, anotó en un libro la y habitantes de Jerusalén. Así dice Yahveh Sebaot,
profecía divina que Jeremías le dictó. el Dios de Israel: “He aquí que yo traigo sobre este
Baruc se presentó al pueblo de Jerusalén leyéndo- lugar una desgracia, que a todo el que la oyere le
le en voz alta las profecías contenidas en el pergami- zumbarán los oídos.
no. Un siervo del rey le quitó el libro para llevárselo 4
Porque me han dejado, han hecho extraño este
al rey Yoyaquim. Éste estaba sentado delante de un lugar y han incensado en él a otros dioses que ni
brasero, puesto que era época invernal. El canciller ellos ni sus padres conocían. Los reyes de Judá han
Matanza.” inspector jefe de la Casa de Yahveh, oyó a Las leyó ante toda la gente.
7
Vaciaré la prudencia de Judá y Jerusalén a Jeremías profetizar dichas palabras. 11
Cuando Miqueas, hijo de Guemarías, hijo de
causa de este lugar: les haré caer a espada ante sus 2
Pasjur hizo dar una paliza al profeta Jeremías Safán, oyó todas las palabras de Yahvé escritas en el
enemigos por mano de los que busquen su muerte; y le hizo meter en el calabozo de la Puerta Alta de libro, 12 bajó al palacio real, al cuarto del escriba, y se
daré sus cadáveres por comida a las aves del cielo y Benjamín — la que está en la Casa de Yahveh —. encontró allí con todos los dignatarios: el escribano
a las bestias de la tierra, 8 y convertiré esta ciudad 3
Al día siguiente sacó Pasjur a Jeremías del cala- Elisamá, Delaías, hijo de Semaías, Elnatán, hijo de
en desolación y en rechifla: todo el que pase a su bozo. Díjole Jeremías: No es Pasjur el nombre que te Acbor, Guemarías, hijo de Safán, Sedecías, hijo de
vera se quedará atónito y silbará en vista de sus ha puesto Yahveh, sino “Terror en torno.” Jananías, y todos los demás.
heridas. 13
Entonces les transmitió Miqueas todas las pala-
Les haré comer la carne de sus hijos y la carne de
36 Llamó, pues, Jeremías a Baruc, hijo de bras del libro que había oído leer a Baruc delante de
9 4
sus hijas, y comerán cada uno la carne de su próji- Nerías, y apuntó Baruc al dictado de Jeremías toda la gente.
mo, en el aprieto y la estrechez con que les estrecha- todas las palabras que Yahvé le había hablado, en un 14
Entonces los dignatarios enviaron a donde
rán sus enemigos y los que busquen su muerte.” rollo de escribir. Baruc a Yehudí, hijo de Natanías, hijo de Selemías,
10
Luego rompes el jarro a la vista de los hombres 5
Dio Jeremías a Baruc estas instrucciones: “Yo hijo de Cusí, para que le dijese: “Toma el rollo que
que vayan contigo 11 y les dices: Así dice Yahveh estoy detenido y no puedo ir al templo de Yahvé. has leído en voz alta ante la gente y tráelo personal-
Sebaot: “Asimismo quebrantaré yo a este pueblo y a 6
Así que ve tú y lee en voz alta las palabras de Yahvé mente.” Baruc, hijo de Nerías, tomó el rollo y se
esta ciudad, como quien rompe un cacharro de al- que yo te he dictado y que has apuntado en el rollo. dirigió adonde estaban ellos.
farería, que ya no tiene arreglo. “Y se harán enterra- Léelas en público, en el templo de Yahvé, aprove- 15
Le dijeron: “Ven, siéntate y ten a bien leérnoslo
mientos en Tófet, hasta que falte sitio para enterrar. chando un día de ayuno. Y las lees también ante to- a nosotros.” Y Baruc se lo leyó.
12
Así haré con este lugar —oráculo de Yahveh— dos los de Judá que vienen de sus ciudades. 7 A ver si 16
En cuanto oyeron todas aquellas palabras, se
y con sus habitantes, hasta dejar a esta ciudad lo presentan sus súplicas a Yahvé y abandona cada cual asustaron y se dijeron unos a otros: “Anunciemos
mismo que Tófet, 13 y que sean las casas de Jerusalén su mal camino, porque grande es la ira y la cólera sin falta al rey todas estas palabras.” 17 Y a Baruc le
y las de los reyes de Judá como el lugar de Tófet: una con las que ha hablado Yahvé a este pueblo.” pidieron: “Explícanos cómo has escrito todas estas
inmundicia; todas las casas en cuyas azoteas incensa- 8
Baruc, hijo de Nerías, hizo todo lo que le había palabras.”
ron a toda la tropa celeste y libaron libación a otros mandado el profeta Jeremías: leyó en el templo de 18
Les dijo Baruc: “Al dictado. Él me recitaba to-
dioses.” Yahvé las palabras de Yahvé que estaban escritas en das estas palabras y yo las iba escribiendo en el libro
14
Partió Jeremías de Tófet a donde le había envia- el libro. con tinta.”
do Yahveh a profetizar y, parándose en el atrio de la 9
Precisamente en el año quinto de Yoyaquim, 19
Dijeron los jefes a Baruc: “Vete, escondeos tú y
Casa de Yahveh, dijo a todo el pueblo: hijo de Josías, rey de Judá, el mes noveno, se procla- Jeremías, y que nadie sepa dónde estáis.”
38 Oyeron Sefatías, hijo de Mattán, Guedalías, entrando en la casa del rey, al vestuario del tesoro, trado Yahveh.
1
hijo de Pasjur, hijo de Malkiyías, las palabras tomó allí deshechos de paños y telas, y con sogas los 22
Mira que todas las mujeres que han permane-
que Jeremías hablaba a todo el pueblo: descolgó por la cisterna hasta Jeremías. cido en la casa del rey de Judá serán sacadas adonde
2
“Así dice Yahveh: Quien se quede en esta ciu- 12
Dijo Ebed Mélek el cusita a Jeremías: “Hala, los jefes del rey de Babilonia, e irán diciendo: Te
dad, morirá de espada, de hambre y de peste, mas ponte los deshechos de paños y telas entre los soba- empujaron y pudieron contigo aquellos con quienes
el que se entregue a los caldeos vivirá, y eso saldrá cos y las sogas.” Así lo hizo Jeremías, 13 y halando a te saludabas. Se hundieron en el lodo tus pies, se
ganando. Jeremías con las sogas le subieron de la cisterna. Y hicieron atrás.
3
Así dice Yahveh: Sin remisión será entregada esta Jeremías se quedó en el patio de la guardia. 23
Y a todas tus mujeres y tus hijos irán sacando
ciudad en mano de las tropas del rey de Babilonia, 14
Entonces el rey Sedecías mandó traer al profeta adonde los caldeos, y tú no escaparás de ellos, sino
que la tomará.” Jeremías a la entrada tercera que había en la Casa de que en manos del rey de Babilonia serás puesto, y
4
Y dijeron aquellos jefes al rey: “Ea, hágase morir Yahveh, y dijo el rey a Jeremías: “Yo te pregunto una esta ciudad será incendiada.”
a ese hombre, porque con eso desmoraliza a los gue- cosa: no me ocultes nada.” 24
Entonces dijo Sedecías a Jeremías: “Que nadie
rreros que quedan en esta ciudad y a toda la plebe, 15
Dijo Jeremías a Sedecías: “Si te soy sincero, sepa nada de esto, y no morirás.
diciéndoles tales cosas. Porque este hombre no pro- seguro que me matarás; y aunque te aconseje, no me 25
Aunque se enteren los jefes de que he esta-
cura en absoluto el bien del pueblo, sino su daño.” escucharás.” do hablando contigo, y viniendo a ti te digan:
5
Dijo el rey Sedecías: “Ahí le tenéis en vuestras 16
El rey Sedecías juró a Jeremías en secreto: “Por “Decláranos qué has dicho al rey sin ocultárnoslo,
manos, pues nada podría el rey contra vosotros.” vida de Yahveh, y por la vida que nos ha dado, que y así no te mataremos, como también lo que el rey
6
Ellos se apoderaron de Jeremías, y lo echaron a no te haré morir ni te entregaré en manos de estos te ha hablado,” 26 tú les dirás: “He pedido al rey la
la cisterna de Malkiyías, hijo del rey, que había en el hombres que andan buscando tu muerte.” gracia de que no se me devuelva a casa de Jonatán a
patio de la guardia, descolgando a Jeremías con so- 17
Dijo Jeremías a Sedecías: “Así dice Yahveh, el morirme allí.””
gas. En el pozo no había agua, sino fango, y Jeremías Dios Sebaot, el Dios de Israel: Si sales a entregarte a 27
En efecto, vinieron todos los jefes a Jeremías, le
se hundió en el fango. los jefes del rey de Babilonia, vivirás tú mismo y esta interrogaron, y él les respondió conforme a lo que
7
Pero Ebed Mélek el cusita —un eunuco de la ciudad no será incendiada: tanto tú como los tuyos queda dicho que le había mandado el rey: y ellos
casa del rey— oyó que habían metido a Jeremías viviréis.
—que aquí dejamos— estas en libertad de hacerlo. el décimo mes, vino Nabucodonosor, rey de respecto a Jeremías en este sentido:
Jeremías respondió: Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la 12
“Préndele y tenle a la vista; y no le hagas daño
—¡Permitidme quedarme aquí, con mi pueblo! sitiaron. alguno, antes harás con él lo que él mismo te diga.”
Y fue así que Jeremías no fue llevado prisionero 2
En el año once de Sedecías, el cuarto mes, el 13
Entonces (Nebuzaradán, jefe de la guardia)
a Caldea. Permaneció con los labradores y la gente nueve del mes, se abrió una brecha en la ciudad, 3 y Nebusazbán, jefe superior, Nergal Sareser, oficial
pobre, a los que se dejó en el país. Y Jeremías les entraron todos los jefes del rey de Babilonia y se ins- superior, y todos los grandes del rey de Babilonia
brindó consuelo. talaron en la Puerta Central: Nergal Sareser, Samgar 14
enviaron en busca de Jeremías, y lo confiaron a
Nebo, Sar Sekim, jefe superior, Nergal Sareser, Godolías, hijo de Ajicam, hijo de Safán, para que le
alto funcionario y todos los demás jefes del rey de hiciese salir a casa, y permaneció entre la gente.
Babilonia. 15
Estando Jeremías detenido en el patio de la
4
Al verles Sedecías, rey de Judá, y todos los gue- guardia, le había sido dirigida la palabra de Yahveh
rreros, huyeron de la ciudad salieron de noche cami- en estos términos:
no del parque del rey por la puerta que está entre los 16
Vete y dices a Ebed Mélek el cusita: Así dice
dos muros, y se fueron por el camino de la Arabá. Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Mira que yo hago
5
Las tropas caldeas les persiguieron y dando llegar mis palabras a esta ciudad para su daño, que
alcance a Sedecías en los llanos de Jericó, le prendie- no para su bien, y tú serás testigo en aquel día,
ron y le subieron a Riblá, en tierra de Jamat, adonde 17
pero yo te salvaré a ti aquel día —oráculo de
Nabucodonosor, rey de Babilonia, que lo sometió a Yahveh— y no serás puesto en manos de aquellos
juicio. cuya presencia evitas temeroso, 18 antes bien te libra-
6
Y el rey de Babilonia degolló a los hijos de ré, y no caerás a espada. Saldrás ganando la propia
Sedecías en Riblá a la vista de éste; luego el rey de vida, porque confiaste en mí —oráculo de Yahveh.
Contestó Daniel: todos ellos se destacaron Daniel y sus amigos, tanto Judá, Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a
—¡Os cantaré una canción de mi patria! en belleza como en conocimientos. Los cuatro entra- Jerusalén y la sitió.
Y de inmediato Daniel entonó una canción, ron al servicio en el palacio y tenían un buen pasar. 2
El Señor entregó en sus manos a Yoyaquim rey
mientras que sus compañeros palmearon el compás. de Judá, así como parte de los objetos de la Casa de
Nunca antes había tenido el cocinero una vivencia Dios. El los llevó al país de Senaar y depositó los
semejante. Pensó: ¡Qué muchachos tan agradables! objetos en la casa del tesoro de sus dioses.
Daniel se aproximó a él, tomó su mano, y la 3
El rey mandó a Aspenaz, jefe de sus eunucos,
besó. Le dijo: tomar de entre los israelitas de estirpe real o de
—Maestro, usted nos podría hacer felices. familia noble, 4 algunos jóvenes, sin defecto corporal,
Venimos de Judea y tenemos otros hábitos que de buen parecer, instruidos en toda sabiduría, cultos
vosotros los babilonios. ¿Nos concederías el favor e inteligentes, idóneos para servir en la corte del rey,
de poder beber agua en lugar de vino? ¿Podríamos con el fin de enseñarles la escritura y la lengua de los
comer cereales y verduras, en lugar de carne de caldeos.
animales de engorde? Esa fue nuestra costumbre en 5
El rey les asignó una ración diaria de los man-
Jerusalén. jares del rey y del vino de su mesa. Deberían ser edu-
El cocinero titubeó. Al cabo de pensarlo cados durante tres años, después de lo cual entrarían
respondió: al servicio del rey.
—Si adelgazáis, mi superior me castigará. 6
Entre ellos se encontraban Daniel, Ananías,
Daniel le pidió al cocinero: Misael y Azarías, que eran judíos.
—¡Inténtalo, seguro que no adelgazaremos! 7
El jefe de los eunucos les puso nombres nuevos:
¡Inténtalo por diez días! Daniel se llamaría Beltsassar, Ananías Sadrak, Misael
El cocinero contestó: Mesak y Azarías Abed Negó.
se levantó, pálido su rostro; pero exclamó aliviado: El rey fue generoso y accedió a esos pedidos. A Nabucodonosor tuvo sueños, y su espíritu se
—¡Sí, así fue! ¡Así fue! partir de entonces, Daniel, Ananías, Misael y Azarías turbó hasta el punto de no poder dormir.
Le hizo señas a Daniel, a que se aproximara a su fueron amigos inseparables. 2
El rey mandó llamar a los magos y adivinos,
lado, diciéndole ansioso: encantadores y caldeos para que manifestaran al rey
—Y bien Daniel, ¡interprétame la imagen! sus sueños. Vinieron ellos y se presentaron al rey.
Y Daniel respondió: 3
El rey les dijo: “He tenido un sueño y mi espí-
—A tí, oh rey, se te ha otorgado gran poder. ritu se ha turbado por el deseo de comprender este
Tú eres la cabeza dorada. Después de tí se ge- sueño.”
nerará un imperio menor, el de plata. Después 4
Los caldeos respondieron al rey: (Arameo)
vendrá un tercero de bronce —emprenderá mu- “¡Viva el rey eternamente! Cuenta el sueño a tus sier-
chas guerras, extendiéndose lejos sobre la Tierra. vos, y nosotros te daremos su interpretación.”
A ese le sigue un impero inmensamente oscuro, 5
Respondió el rey y dijo a los caldeos: “Tened
con gobernantes de hierro, y por doquier estallará bien presente mi decisión: si no me dais a conocer el
la contienda bélica. Y surgirá un quinto imperio, sueño y su interpretación, seréis cortados en pedazos
que es poderoso como el hierro, pero sí también y vuestras casas serán reducidas a escombros.
frágil como la arcilla. Está destinado al ocaso. 6
Pero si me dais a conocer el sueño y su interpre-
La piedra, empero, procedente de la cima de la tación, recibiréis de mí regalos, obsequios y grandes
montaña divina, aniquilará los reinos terrenales. honores. Así pues, dadme a conocer el sueño y su
Luego se generará un reino divino sobre la Tierra, interpretación.”
y será eterno e indestructible.. 7
Respondieron ellos por segunda vez: “Cuente el
—Un Dios le ha revelado al rey Nabucodonosor, rey el sueño a sus siervos, que nosotros le daremos su
en un sueño, lo que ha de suceder en el futuro. interpretación.”
3 El rey Nabucodonosor hizo una estatua de música, se postre y adore la estatua de oro, 11 y que
1
oro, de sesenta codos de alta por seis de ancha, aquél que no se postre para adorarla sea arrojado en
y la erigió en el llano de Dura, en la provincia de el horno de fuego ardiente.
Babilonia. 12
Pues hay algunos judíos a quienes has encarga-
2
El rey Nabucodonosor mandó a los sátrapas, do de la administración de la provincia de Babilonia:
prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, ju- Sadrak, Mesak y Abed Negó,8 que no te hacen caso,
ristas y jueces y a todas las autoridades provinciales, oh rey; no sirven a tu dios ni adoran la estatua de
que se reunieran y asistieran a la dedicación de la oro que has erigido.”
estatua erigida por el rey Nabucodonosor. 13
Ebrio de cólera, Nabucodonosor mandó llamar
3
Se reunieron, pues, los sátrapas, prefectos, a Sadrak, Mesak y Abed Negó, que fueron introdu-
gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas y jueces cidos ante el rey.
y todas las autoridades provinciales para la dedica- 14
Nabucodonosor tomó la palabra y dijo: “¿Es
ción de la estatua erigida por el rey Nabucodonosor; verdad, Sadrak, Mesak y Abed Negó, que no servís
todos estaban en pie ante la estatua erigida por el rey a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que yo he
Nabucodonosor. erigido?
4
El heraldo pregonó con fuerza: “A vosotros, 15
¿Estáis dispuestos ahora, cuando oigáis sonar el
pueblos, naciones y lenguas, se os hace saber: cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la
5
En el momento en que oigáis el cuerno, el zampoña y toda clase de música, a postraros y adorar
pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zam-
poña y toda clase de música, os postraréis y 8 En [Dn 1:7] dice: ‘7 El jefe de los eunucos les puso nom-
adoraréis la estatua de oro que ha erigido el rey bres nuevos: Daniel se llamaría Beltsassar, Ananías Sadrak,
Nabucodonosor. Misael Mesak y Azarías Abed Negó.’ [n. del pr.]
inmediatamente arrojados en el horno de fuego de los dioses.” Nabucodonosor reino, grandeza, gloria y
ardiente; y ¿qué dios os podrá librar de mis manos?” 26
Y Nabucodonosor se acercó a la boca del horno majestad.
16
Sadrak, Mesak y Abed Negó tomaron la palabra de fuego ardiente y dijo: “Sadrak, Mesak y Abed 19
Y por esta grandeza que le dio, todos los pue-
y dijeron al rey Nabucodonosor: “No necesitamos Negó, servidores del Dios Altísimo, salid y venid blos, naciones y lenguas temblaban de miedo en
darte una respuesta sobre este particular. aquí.” Entonces Sadrak, Mesak y Abed Negó salie- su presencia: mataba él a quien quería, dejaba vivir
17
Si nuestro Dios, a quien servimos, es capaz de ron de en medio del fuego. a quien quería, exaltaba a quien quería y a quien
librarnos, nos librará del horno de fuego ardiente y 27
Los sátrapas, prefectos, gobernadores y conse- quería humillaba.
de tu mano, oh rey; 18 y si no lo hace, has de saber, jeros del rey se reunieron para ver a estos hombres: 20
Pero habiéndose engreído su corazón y obstina-
oh rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni el fuego no había tenido ningún poder sobre su do su espíritu hasta la arrogancia, fue depuesto de su
adoraremos la estatua de oro que has erigido.” cuerpo, los cabellos de su cabeza no estaban chamus- trono real, y se le quitó su gloria.
19
Entonces el rey Nabucodonosor, lleno de cólera cados, sus mantos no se habían alterado, y ni el olor 21
Fue expulsado de entre los hombres y su
y demudada la expresión de su rostro contra Sadrak, del fuego se les había pegado. corazón se hizo semejante al de las bestias; estuvo
Mesak y Abed Negó, dio orden de que se encendiese 28
Nabucodonosor exclamó: “Bendito sea el Dios conviviendo con los onagros; se alimentó de hierba
el horno siete veces más de lo corriente, 20 y mandó de Sadrak, Mesak y Abed Negó, que ha enviado como los bueyes, y su cuerpo fue bañado del rocío
a los hombres más fuertes de su ejército que ataran a a su ángel a librar a sus siervos que, confiando en del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo
Sadrak, Mesak y Abed Negó y los arrojaran al horno él, quebrantaron la orden del rey y entregaron su domina sobre el reino de los hombres y pone en él a
de fuego ardiente. cuerpo antes que servir y adorar a ningún otro fuera quien le place.
21
Fueron, pues, atados estos hombres, con sus de su Dios. 22
Pero tú, Baltasar, hijo suyo, no has humillado
zaragüelles, túnicas, gorros y vestidos, y arrojados al 29
Y yo promulgo este edicto: Pueblos, naciones y tu corazón, a pesar de que sabías todo esto; 23 te has
horno de fuego ardiente. lenguas, todo aquel que hable ligeramente del Dios engreído contra el Señor del Cielo, se han traído a tu
22
Como la orden del rey era perentoria y el horno de Sadrak, Mesak y Abed Negó, será cortado en presencia los vasos de su Casa, y tú, tus dignatarios,
estaba excesivamente encendido, la llamarada mató a pedazos y su casa será reducida a escombros, porque tus mujeres y tus concubinas, habéis bebido vino en
los hombres que habían llevado allá a Sadrak, Mesak no hay otro dios que pueda salvar de este modo.” ellos. Habéis celebrado a los dioses de plata y oro, de
y Abed Negó. 30
Y el rey hizo prosperar a Sadrak, Mesak y Abed bronce y hierro, de madera y piedra, que no ven ni
23
Y los tres hombres, Sadrak, Mesak y Abed Negó en la provincia de Babilonia. oyen ni entienden, pero no has glorificado al Dios
Negó, cayeron, atados, en medio del horno de fuego 31
Nabucodonosor, Rey, a todos los pueblos, na- que tiene en sus manos tu propio aliento y de quien
ardiente. ciones y lenguas de toda la tierra: ¡Sea grande vuestra dependen todos tus caminos.
24
Entonces el rey Nabucodonosor, estupefac- paz!
to, se levantó a toda prisa y preguntó a sus con- 32
Me ha parecido bien daros a conocer las señales
sejeros: “¿No hemos echado nosotros al fuego a y milagros que ha hecho el Dios Altísimo.
estos tres hombres atados?” Respondieron ellos: 33
¡Que grandes sus prodigios, qué poderosos sus
“Indudablemente, oh rey.” milagros! ¡Reino eterno es su reino, su imperio de
25
Dijo el rey: “Pero yo estoy viendo cuatro hom- generación en generación!
bres que se pasean libremente por el fuego sin sufrir
5 El rey Baltasar dio un gran festín en honor de turben tus pensamientos ni tu semblante cambie Y por esta grandeza que le dio, todos los pue-
1 19
sus mil dignatarios, y, en presencia de estos mil, de color. blos, naciones y lenguas temblaban de miedo en
bebió vino. 11
Hay en tu reino un hombre en quien reside su presencia: mataba él a quien quería, dejaba vivir
2
Bajo el efecto del vino, Baltasar mandó traer los el espíritu de los dioses santos. Ya en tiempo de a quien quería, exaltaba a quien quería y a quien
vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor tu padre se halló en él luz, inteligencia y sabiduría quería humillaba.
se había llevado del Templo de Jerusalén, para que semejante a la sabiduría de los dioses, y tu padre, el 20
Pero habiéndose engreído su corazón y obstina-
bebieran en ellos el rey, sus dignatarios, sus mujeres rey Nabucodonosor, le nombró jefe de los magos, do su espíritu hasta la arrogancia, fue depuesto de su
y sus concubinas. adivinos, caldeos y astrólogos. trono real, y se le quitó su gloria.
3
Se trajeron, pues, los vasos de oro y plata to- 12
Por tanto, ya que en este Daniel, a quien el rey 21
Fue expulsado de entre los hombres y su
mados de la Casa de Dios en Jerusalén, y en ellos puso por sobrenombre Beltsassar, se encontró un corazón se hizo semejante al de las bestias; estuvo
bebieron el rey, sus dignatarios, sus mujeres y sus espíritu extraordinario, ciencia, inteligencia y arte de conviviendo con los onagros; se alimentó de hierba
concubinas. interpretar sueños, de descifrar enigmas y de resolver como los bueyes, y su cuerpo fue bañado del rocío
4
Bebieron vino y alabaron a sus dioses de oro y dificultades, sea llamado Daniel y él dará a conocer del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo
plata, de bronce y hierro, de madera y piedra. la interpretación.” domina sobre el reino de los hombres y pone en él a
5
De pronto aparecieron los dedos de una mano 13
En seguida fue introducido Daniel a la presen- quien le place.
humana que se pusieron a escribir, detrás del cande- cia del rey, y el rey dijo a Daniel: “¿Eres tú Daniel, 22
Pero tú, Baltasar, hijo suyo, no has humillado
labro, en la cal de la pared del palacio real, y el rey uno de los judíos deportados, que mi padre el rey tu corazón, a pesar de que sabías todo esto; 23 te has
vio la palma de la mano que escribía. trajo de Judá? engreído contra el Señor del Cielo, se han traído a tu
6
Entonces el rey cambió de color, sus pensamien- 14
He oído decir que en ti reside el espíritu de los presencia los vasos de su Casa, y tú, tus dignatarios,
tos le turbaron, las articulaciones de sus caderas se le dioses y que hay en ti luz, inteligencia y sabiduría tus mujeres y tus concubinas, habéis bebido vino en
relajaron y sus rodillas se pusieron a castañetear. extraordinarias. ellos. Habéis celebrado a los dioses de plata y oro, de
7
Y el rey mandó a buscar a gritos a los adivinos, 15
Han sido introducidos ahora en mi presencia bronce y hierro, de madera y piedra, que no ven ni
caldeos y astrólogos. Tomó el rey la palabra y dijo los sabios y adivinos para que leyeran este escrito y oyen ni entienden, pero no has glorificado al Dios
—¡Mirad el piso, Señor! Se ven muchas pisadas y le sucedió Ciro el Persa. comida y el vino mezclado; luego cierra la puerta y
de los zapatos de los sacerdotes. 2 Daniel era comensal del rey y más honrado que séllala con tu anillo; si mañana por la mañana, cuan-
Una gran ira se apoderó del rey. Hizo traer a los ningún otro de sus amigos. do vuelvas, no encuentras que Bel se lo ha comido
sacerdotes y tuvieron que mostrarle el acceso secreto 3
Tenían los babilonios un ídolo, llamado Bel, con todo, moriremos nosotros; en caso contrario, morirá
a través del cual habían ido y venido, para comer el que se gastaban cada día doce artabas9 de flor de Daniel que nos ha calumniado.”
ellos mismos todo los alimentos. harina, cuarenta ovejas y seis medidas10 de vino. 12
Estaban ellos tranquilos, porque se habían he-
Impulsado por su ira, el rey ordenó su muerte 4
El rey también le veneraba y todos los días iba a cho una entrada secreta debajo de la mesa y por allí
y le otorgó a Daniel poder sobre Bel. Daniel hizo adorarle. Daniel, en cambio, adoraba a su Dios. entraban normalmente a llevarse las ofrendas.
destrozar al ídolo y al templo de la farsa. 5
El rey le dijo: “¿Por qué no adoras a Bel?” El 13
En cuanto salieron y el rey depositó la comida
respondió: “Porque yo no venero a ídolos hechos ante Bel, 14 Daniel mandó a sus criados que trajeran
por mano humana, sino solamente al Dios vivo que ceniza y la esparcieran por todo el suelo del templo,
hizo el cielo y la tierra y que tiene poder sobre toda sin más testigo que el rey. Luego salieron, cerraron la
carne.” puerta, la sellaron con el anillo real, y se fueron.
6
Díjole el rey: ¿Crees que Bel no es un dios vivo? 15
Los sacerdotes vinieron por la noche, como
¿No ves todo lo que come y bebe a diario?” de costumbre, con sus mujeres y sus hijos, y se lo
comieron y bebieron todo.
16
El rey se levantó muy temprano y Daniel con él.
17
El rey le preguntó: “Daniel, ¿están intactos los
9 artaba. Medida persa de volumen, de aproximadamente sellos?” —“Intactos, oh rey,” respondió él.
56 litros. [n. del pr.] 18
Nada más abierta la puerta, el rey echó una
10 medida o efá. Medida de volumen, de aproximadamente mirada a la mesa y gritó en alta voz: “¡Grande eres,
45 litros. [n. del pr.] Bel, y no hay en ti engaño alguno!”
6 Y recibió el reino Darío el Medo, que contaba Ante esto, el rey Darío firmó el edicto de el anillo de sus dignatarios, para que no se pudiese
1 10
milagros en los cielos y en la tierra; el que ha salvado reveló mediante grandiosos vaticinios y videncias el Daniel tuvo un sueño y visiones de su cabeza,
a Daniel del poder de los leones.” futuro de la humanidad. En visión espiritual obser- mientras se hallaba en su lecho. En seguida puso el
29
Y este mismo Daniel floreció en el reinado de vó cómo, en el curso del tiempo, cuatro animales sueño por escrito. Comienzo del relato:
Darío y en el reinado de Ciro el Persa. surgían del mar: el león alado, el monstruo con se- 2
Daniel tomó la palabra y dijo: Contemplaba
mejanza al oso, la pantera alada con cuatro cabezas. yo en mi visión durante la noche lo siguiente: los
El animal más terrible, empero, era el cuarto, que se cuatro vientos del cielo agitaron el mar grande, 3 y
levantaba del abismo. Tenía grandes dientes de hie- cuatro bestias enormes, diferentes todas entre sí,
rro y diez cuernos y destruía todo lo que encontraba salieron del mar.
a su paso. Los animales eran vencidos, sin embargo, 4
La primera era como un león con alas de águila.
por los seres celestiales, y su poder les fue quitado. Mientras yo la miraba, le fueron arrancadas las alas,
Sobre las nubes se aproximó uno, que se aseme- fue levantada de la tierra, se incorporó sobre sus patas
jaba al Hijo del Hombre. A él le fue dado poder como un hombre, y se le dio un corazón de hombre.
por el Supremo de levantar un reino de luz eterna. 5
A continuación, otra segunda bestia, semejante a
Antes, empero, sería la época del apremio por el un oso, levantada de un costado, con tres costillas en
acoso de los animales, y los hombres debían pasar las fauces, entre los dientes. Y se le decía: “Levántate,
pruebas nunca antes conocidas. Entonces se levan- devora mucha carne.”
taría Miguel, para conformarse en protector de los 6
Después, yo seguía mirando y vi otra bestia
hombres, asistiéndolos en su lucha contra los anima- como un leopardo con cuatro alas de ave en su
les del abismo. dorso; la bestia tenía cuatro cabezas, y se le dio el
Y Daniel anotó todo, y selló el libro. dominio.
7
Después seguí mirando, en mis visiones noc-
turnas, y vi una cuarta bestia, terrible, espantosa,
1 Palabras de Nehemías, hijo de Jakalías. En el de tu siervo, a la oración de tus servidores, que de- me había hecho escoltar por oficiales del ejército y
1
mes de Kisléu, el año veinte del rey Artajerjes, sean venerar tu Nombre! Concede ahora, te suplico, gente de a caballo.
estando yo en la ciudadela de Susa, 2 Jananí, uno gracia a tu siervo y haz que encuentre favor ante ese
de mis hermanos, llegó con algunos hombres ve- hombre.” Era yo entonces copero del rey.
nidos de Judá. Yo les pregunté por los judíos — el
Resto que se había salvado del cautiverio — y por
2 En el mes de Nisán, el año veinte del rey
1
conmigo más que la cabalgadura en que iba montado. sacerdotes se encargaron de construir la puerta 12
A continuación de éstos reparó, con sus hijos,
13
Saliendo, pues, de noche por la puerta del de las Ovejas: la armaron, fijaron sus hojas, barras Sallum, hijo de Hallojés, jefe de la mitad del distrito
Valle, me dirigí hacia la Fuente del Dragón y hacia y goznes, y continuaron hasta la torre de los Cien y de Jerusalén.
la puerta del Muladar: inspeccioné la muralla de hasta la torre de Jananel. 13
Repararon la puerta del Valle, Hanún y los
Jerusalén por donde tenía brechas, y las puertas que 2
Al lado de ellos construyeron los de Jericó; a su habitantes de Zanóaj: la construyeron, fijaron sus
habían sido devoradas por el fuego. lado construyó Zakkur, hijo de Imrí. hojas, barras y goznes, e hicieron mil codos de muro,
14
Continué luego hacia la puerta de la Fuente 3
Los hijos de Hassenáa construyeron la puerta hasta la puerta del Muladar.
y la alberca del Rey, pero no había paso para mi de los Peces: la armaron y fijaron sus hojas, barras y 14
La puerta del Muladar la reparó Malkiyías, hijo
cabalgadura. goznes. de Rekab, jefe del distrito de Bet Hakkérem, con sus
15
Volví a subir, pues, de noche, por el Torrente, 4
A su lado reparó Meremot, hijo de Urías, hijo hijos: fijó sus hojas, barras y goznes.
inspeccionando la muralla, y volví a entrar por la de Haqcós; a continuación reparó Mesullam, hijo de 15
La puerta de la Fuente la reparó Sallum, hijo de
puerta del Valle. Así regresé a casa. Berekías, hijo de Mesezabel; a su lado reparó Sadoq, Kol Jozé, jefe del distrito de Mispá: la construyó, la
16
Los consejeros no supieron dónde había ido ni hijo de Baaná. cubrió y fijó sus hojas, barras y goznes. También res-
lo que había hecho. Hasta entonces no había dicho 5
Junto a él repararon los de Técoa, pero sus no- tauró el muro de la alberca del canal, que está junto
nada a los judíos: ni a los sacerdotes ni a los notables tables se negaron a poner su cuello al servicio de sus al huerto del rey, hasta las escaleras que bajan de la
ni a los consejeros ni a los funcionarios; señores. Ciudad de David.
28
Desde la puerta de los Caballos repararon los ammonitas y los asdoditas se enteraron de que la la cintura su espada mientras trabajaba. Había un
sacerdotes, cada uno frente a su casa. reparación de la muralla de Jerusalén adelantaba — corneta junto a mí para sonar el cuerno.
16
Dije también entonces al pueblo: “Todos la obra.” Pero, por el contrario, yo me reafirmé más. fijado las hojas de las puertas, se colocaron guar-
pasarán la noche en Jerusalén con sus criados, y así 10
Había ido yo a casa de Semaías, hijo de Delaías, dias en las puertas (cantores y levitas).
haremos guardia de noche y trabajaremos de día.” hijo Mehetabel, que se encontraba detenido. Dijo él: 2
Puse al frente de Jerusalén a mi hermano Jananí
17
Pero ni yo ni mis hermanos ni mis gentes mi “Démonos cita en la Casa de Dios, en el interior del y a Jananías, jefe de la ciudadela, porque era un
los hombres de guardia que me seguían nos quitába- santuario; cerremos las puertas del santuario; porque hombre fiel y temeroso de Dios como pocos; 3 y les
mos la ropa; todos nosotros teníamos el arma en la van a venir a matarte, esta misma noche vienen a dije: “No se abrirán las puertas de Jerusalén hasta
mano. matarte.” que el sol comience a calentar; y cuando todavía esté
11
Pero yo respondí: “¿Un hombre como yo va a alto, se cerrarán y se echarán las barras a las puertas;
6 Cuando Samballat, Tobías, Guésem el árabe, huir? ¿Qué hombre que sea como yo entraría en el y se establecerán puestos de guardia de entre los
1
y los demás enemigos nuestros se enteraron de santuario para salvar su vida? No iré.” habitantes de Jerusalén, unos en su puesto y otros
que yo había reconstruido la muralla y de que ya no 12
Pues comprendí que él no había sido enviado delante de su casa.”
quedaba en ella brecha alguna —aunque en aquel por Dios, sino que había dicho esta profecía sobre 4
La ciudad era espaciosa y grande, pero tenía
tiempo no estaban colocadas las hojas de las puer- mí porque Tobías le había comprado, muy poca población y no se fundaban nuevas
tas— 2 Samballat y Guésem mandaron a decirme: 13
para que yo, llevado del miedo, lo hiciera así y familias.
“Ven a entrevistarte con nosotros en Hakkefirim, en pecase; y esto me diera mala fama y pudieran burlar-
el valle de Onó.” Pero ellos tramaban hacerme mal.
3
Por eso les envié mensajeros para decirles:
“Estoy ocupado en una obra importante y no puedo
se de mí.
14
Acuérdate, Dios mío, de Tobías, por lo que ha
hecho; y también de Noadía, la profetisa, y de los
8 [Llegado el mes séptimo,] 1 todo el pueblo se
congregó como un solo hombre en la plaza que
está delante de la puerta del Agua. Dijeron al escriba
bajar; ¿por qué voy a dejar que la obra se pare aban- demás profetas que trataron de asustarme. Esdras que trajera el libro de la Ley de Moisés que
donándola para bajar donde vosotros?” 15
La muralla quedó terminada el día veinticinco Yahveh había prescrito a Israel.
4
Cuatro veces me enviaron el mismo recado, y yo de Elul, en 52 días. 2
Trajo el sacerdote Esdras la Ley ante la asamblea,
di la misma respuesta. 16
Cuando se enteraron todos nuestros enemigos y integrada por hombres, mujeres y todos los que
5
Entonces Samballat me envió a decir por quinta todas las naciones de alrededor lo vieron, les pareció tenían uso de razón. Era el día uno del mes séptimo.
vez lo mismo por un criado suyo que traía una carta una gran maravilla y reconocieron que esta obra 3
Leyó una parte en la plaza que está delante de la
abierta 6 en la que estaba escrito: “Se oye entre las había sido realizada por nuestro Dios. puerta del Agua, desde el alba hasta el mediodía, en
naciones, y así lo afirma Gasmu, el rumor de que 17
En aquellos mismos días, los notables de Judá presencia de los hombres, las mujeres y todos los que
tú y los judíos estáis pensando sublevaros; que para multiplicaron sus cartas dirigidas a Tobías y recibían tenían uso de razón; y los oídos del pueblo estaban
ello reconstruyes la muralla y tratas de hacerte su las de éste; 18 porque tenía en Judá muchos aliados, atentos al libro de la Ley.
aparecer como ‘un profeta mentiroso’ a que se haya de Amittay, en estos términos: 12
Les respondió: “Agarradme y tiradme al mar, y
destruido toda la ciudad. 2
“Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y el mar se os calmará, pues sé que es por mi culpa por
Y alabó la misericordia divina. proclama contra ella que su maldad ha subido hasta lo que os ha sobrevenido esta gran borrasca.”
mí.” 13
Los hombres se pusieron a remar con ánimo de
3
Jonás se levantó para huir a Tarsis, lejos de alcanzar la costa, pero no pudieron, porque el mar
Yahveh, y bajó a Joppe, donde encontró un barco seguía encrespándose en torno a ellos.
que salía para Tarsis: pagó su pasaje y se embarcó 14
Entonces clamaron a Yahveh, diciendo:
para ir con ellos a Tarsis, lejos de Yahveh. “¡Ah, Yahveh, no nos hagas perecer a causa de este
4
Pero Yahveh desencadenó un gran viento sobre hombre, ni pongas sobre nosotros sangre inocen-
el mar, y hubo en el mar una borrasca tan violenta te, ya que tú, Yahveh, has obrado conforme a tu
que el barco amenazaba romperse. beneplácito!”
5
Los marineros tuvieron miedo y se pusieron a 15
Y, agarrando a Jonás, le tiraron al mar; y el mar
invocar cada uno a su dios; luego echaron al mar la calmó su furia.
carga del barco para aligerarlo. Jonás, mientras tan- 16
Y aquellos hombres temieron mucho a Yahveh;
to, había bajado al fondo del barco, se había acosta- ofrecieron un sacrificio a Yahveh y le hicieron votos.
do y dormía profundamente.
El jefe de la tripulación se acercó a él y le dijo:
2 Dispuso Yahveh un gran pez que se tragase a
6 1
“¿Qué haces aquí dormido? ¡Levántate e invoca a Jonás, y Jonás estuvo en el vientre del pez tres
tu Dios! Quizás Dios se preocupe de nosotros y no días y tres noches.
perezcamos.” 2
Jonás oró a Yahveh su Dios desde el vientre del pez.
7
Luego se dijeron unos a otros: “Ea, echemos a 3
Dijo: Desde mi angustia clamé a Yahveh y él me
suertes para saber por culpa de quién nos ha veni- respondió; desde el seno del seol grité, y tú oíste mi voz.
3 Por segunda vez fue dirigida la palabra de vida, porque mejor me es la muerte que la vida.”
1
3 Mientras la ciudad santa era habitada en com- posición y, contra lo que había calumniado el impío
1
pleta paz y las leyes guardadas a la perfección, Simón, que el total era de cuatrocientos talentos de
gracias a la piedad y al aborrecimiento de mal del plata y doscientos de oro; 12 que de ningún modo se
sumo sacerdote Onías, 2 sucedía que hasta los reyes podía perjudicar a los que tenían puesta su confianza
veneraban el Lugar Santo y honraban el Templo en la santidad del Lugar, y en la majestad inviolable
con magníficos presentes, 3 hasta el punto de que de aquel Templo venerado en todo el mundo.
Seleuco, rey de Asia, proveía con sus propias rentas 13
Pero Heliodoro, en virtud de las órdenes del
a todos los gastos necesarios para el servicio de los rey, mantenía de forma terminante que los bienes
sacrificios. debían pasar al tesoro real.
4
Pero un tal Simón, de la tribu de Bilgá, cons- 14
En la fecha fijada hacía su entrada para realizar
tituido administrador del Templo, tuvo diferencias el inventario de los bienes. No era pequeña la angus-
con el sumo sacerdote sobre la reglamentación del tia en toda la ciudad: 15 los sacerdotes, postrados ante
mercado de la ciudad. el altar con sus vestiduras sacerdotales, suplicaban
5
No pudiendo vencer a Onías, se fue donde al Cielo, el que había dado la ley sobre los bienes en
Apolonio, hijo de Traseo, estratega por entonces de depósito, que los guardara intactos para quienes los
Celesiria y Fenicia, 6 y le comunicó que el tesoro de habían depositado.
Jerusalén, estaba repleto de riquezas incontables, 16
El ver la figura del sumo sacerdote llegaba a
hasta el punto de ser incalculable la cantidad de partir el alma, pues su aspecto y su color demudado
dinero, sin equivalencia con los gastos de los sacrifi- manifestaban la angustia de su alma. 17 Aquel hom-
cios, y que era posible que cayeran en poder del rey. bre estaba embargado de miedo y temblor en su
7
Apolonio en conversación con el rey le habló de cuerpo, con lo que mostraba a los que le contempla-
las riquezas de que había tenido noticia y entonces el ban el dolor que había en su corazón. 18 De las casas
rey designó a Heliodoro, el encargado de sus nego- salía en tropel la gente a una rogativa pública porque
1 Había una vez en el país de Us un hombre lla- Yahveh. ¿Cómo hombre alguno puede considerarse justo
1
mado Job: hombre cabal, recto, que temía a Dios frente a Tí, Todopoderoso?
y se apartaba del mal. Tú sacudes la tierra de modo que sus
2
Le habían nacido siete hijos y tres hijas. columnas tiemblan.
3
Tenía también 7.000 ovejas, 3.000 camellos, Eres tú quien ordena la salida y el ocaso del
quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y sol.
una servidumbre muy numerosa. Este hombre Extiendes cual tapiz el cielo que nos cubre, y
era, pues, el más grande de todos los hijos de mueves las masas del mar en grandes olas.
Oriente. Has creado las imágenes estelares del
4
Solían sus hijos celebrar banquetes en casa de cielo, la luz de Orión, y todas las demás luces
cada uno de ellos, por turno, e invitaban también a resplandecientes.
sus tres hermanas a comer y beber con ellos. Sobre mi cabeza siento tu luz, tu bondad, oh
5
Al terminar los días de estos convites, Job les Todopoderoso.
mandaba a llamar para purificarlos; luego se levan- Me permites caminar, por Tí protegido.
taba de madrugada y ofrecía holocaustos por cada Y Tu misericordia me acompaña por doquier.
uno de ellos. Porque se decía: “Acaso mis hijos hayan Apenas hubiese concluido su oración, un mensa-
pecado y maldecido a Dios en su corazón.” Así hacía jero se acercó corriendo a su casa. Se presentó frente
Job siempre. a Job diciendo:
6
El día que los Hijos de Dios venían a presentarse —Oh, Señor, perdona que altere el silencio de tu
ante Yahveh, vino también entre ellos el Satán. recogimiento.
7
Yahveh dijo al Satán: “¿De dónde vienes?” El Job no halló tiempo para saludar al men-
Satán respondió a Yahveh: “De recorrer la tierra y sajero puesto que éste continuó hablando
pasearme por ella.” precipitadamente.
Job 1:13-2:10 nombre de Yahveh!”22 En todo esto no pecó Job, ni “Un varón ha sido concebido!”
profirió la menor insensatez contra Dios.
2 El día en que los Hijos de Dios venían a pre- amigos; y aumentó Yahveh al doble todos los bienes
1
ídolos forasteros, a la par que luchaban valientemen- hecho un botín considerable de oro y plata. el proyecto de reinar sobre el país de Egipto para
te contra los paganos. A la hora de prender el fuego sagrado en el altar ser rey de ambos reinos.
Judas Macabeo manejaba su espada con la valen- delante del templo, retornaron del desierto, de las 17
Con un fuerte ejército, con carros, elefantes,
tía de un león. Simeón impartía sus sabios consejos. cavernas y de las montañas, los israelitas que habían (jinetes) y numerosa flota, entró en Egipto 18 y trabó
Los hermanos Macabeos luchaban siempre a la huido. La festividad de la alegría y del ofertorio de batalla con el rey de Egipto, Tolomeo. Tolomeo re-
cabeza; donde aparecían, el enemigo tenía que huir. agradecimiento duró seis días. huyó su presencia y huyó; muchos cayeron heridos.
La fuerza de Dios los acompañaba. Su valentía, su Mensajeros veloces informaron al rey Antíoco 19
Ocuparon las ciudades fuertes de Egipto y
coraje, inspiraba gran temor a los asirios. Epífanes de la derrota de su ejército. El sobresalto Antíoco se alzó con los despojos del país.
Al enterarse Antíoco Epífanes, el rey, de todos es- que le produjo la noticia le cortó el hilo de su vida 20
El año 143, después de vencer a Egipto, em-
tos sucesos, sintió un gran enojo. Reunió un enorme y murió del mismo modo que un mosquito que se prendió el camino de regreso. Subió contra Israel y
ejército y lo ordenó a su capitán, Lisias: aproxima al fuego. llegó a Jerusalén con un fuerte ejército.
—Marcharás contra los israelitas para aniquilar a Judas Macabeo y sus hermanos tuvieron que 21
Entró con insolencia en el santuario y se llevó
ese pueblo insurrecto. defenderse aún de diversos ataques de los pueblos el altar de oro, el candelabro de la luz con todos sus
Y partieron hacia Palestina, elefantes entrenados paganos vecinos. accesorios, 22 la mesa de la proposición, los vasos de
para el combate, caballería y un inmenso ejército. En Jerusalén ardía, empero, el fuego sagrado en las libaciones, las copas, los incensarios de oro, la
Al observar Judas Macabeo, desde una cima, la su templo, que no se apagaba ni de día ni de noche. cortina, las coronas, y arrancó todo el decorado de
potencia enemiga que se estaba aproximando, diri- oro que recubría la fachada del Templo.
gió su plegaria a Dios: 23
Se apropió también de la plata, oro, objetos de
—Alabado seas, Señor, quien a través de la mano valor y de cuantos tesoros ocultos pudo encontrar.
de David ha vencido al gigante Goliath. ¡Te rogamos 24
Tomándolo todo, partió para su tierra después de
que no permitas que sucumbamos en esta lucha por derramar mucha sangre y de hablar con gran insolencia.
la causa justa! 25
En todo el país hubo gran duelo por Israel.
16
Muchos israelitas acudieron donde ellos. mantenga la alianza, que me siga.” Macabeo.
También Matatías y sus hijos fueron convocados. 28
Y dejando en la ciudad cuanto poseían, huye- 2
Todos sus hermanos y los que habían seguido a
17
Tomando entonces la palabra los enviados del ron él y sus hijos a las montañas. su padre le ofrecieron apoyo y sostuvieron con entu-
rey, se dirigieron a Matatías y le dijeron: “Tú eres 45
Matatías y sus amigos hicieron correrías destru- siasmo la guerra de Israel.
jefe ilustre y poderoso en esta ciudad y estás bien yendo altares, 46 obligando a circuncidar cuantos ni- 3
El dilató la gloria de su pueblo; como gigan-
apoyado de hijos y hermanos. ños incircuncisos hallaron en el territorio de Israel 47 y te revistió la coraza y se ciñó sus armas de guerra.
18
Acércate, pues, el primero y cumple la orden persiguiendo a los insolentes. La empresa prosperó en Empeñó batallas, protegiendo al ejército con su
del rey, como la han cumplido todas las naciones, sus manos: 48 arrancaron la Ley de mano de gentiles y espada, 4 semejante al león en sus hazañas, como
los notables de Judá y los que han quedado en reyes, y no consintieron que el pecador se impusiera. cachorro que ruge sobre su presa.
Jerusalén. Entonces tú y tus hijos seréis contados 49
Los días de Matatías se acercaban a su fin. Dijo 5
Persiguió a los impíos hasta sus rincones, dio a
entre los amigos del rey, y os veréis honrados, tú y entonces a sus hijos: “Ahora reina la insolencia y las llamas a los perturbadores de su pueblo.
tus hijos, con plata, oro y muchas dádivas.” la reprobación, es tiempo de ruina y de violenta 6
Por el miedo que les infundía, se apocaron los
19
Matatías contestó con fuerte voz: “Aunque Cólera. impíos, se sobresaltaron todos los que obraban la
todas las naciones que forman el imperio del rey le 50
Ahora, hijos, mostrad vuestro celo por la Ley; iniquidad; la liberación en su mano alcanzó feliz
obedezcan hasta abandonar cada uno el culto de dad vuestra vida por la alianza de nuestros padres. éxito.
sus padres y acaten sus órdenes, 20 yo, mis hijos y 51
Recordad las gestas que en su tiempo nuestros pa- 7
Amargó a muchos reyes, regocijó a Jacob con sus
mis hermanos nos mantendremos en la alianza de dres realizaron; alcanzaréis inmensa gloria, inmortal hazañas; su recuerdo será eternamente bendecido.
nuestros padres. nombre. 8
Recorrió las ciudades de Judá, exterminó de ellas
21
El Cielo nos guarde de abandonar la Ley y los 64
Hijos, sed fuertes y manteneos firmes en la Ley, a los impíos y apartó de Israel la Cólera.
preceptos. que en ella hallaréis gloria. 9
Su nombre llegó a los confines de la tierra y
22
No obedeceremos las órdenes del rey para 65
Ahí tenéis a Simeón, vuestro hermano. Sé que reunió a los que estaban perdidos.
desviarnos de nuestro culto ni a la derecha ni a la es hombre sensato; escuchadle siempre: él será vues- 27
El rey Antíoco, al oír esto, se encendió en vio-
izquierda.” tro padre. lenta ira; mandó juntar las fuerzas todas de su reino,
38
Lisias eligió a Tolomeo, hijo de Dorimeno, a en él lo que los gentiles consultan a las imágenes tes escogidos, partió con ellos de noche 2 para
Nicanor y a Gorgias, hombres poderosos entre los de sus ídolos. caer sobre el campamento de los judíos y vencerles
amigos del rey, 39 y les envió con 40.000 infantes y 49
Trajeron los ornamentos sacerdotales, las por sorpresa. La gente de la Ciudadela los guiaba.
7.000 de a caballo a invadir el país de Judá y arrasar- primicias y los diezmos, e hicieron comparecer a los 3
Pero lo supo Judas y salió él a su vez con sus
lo, como lo había mandado el rey. nazireos que habían cumplido el tiempo de su voto. guerreros con intención de batir al ejército real
Los persiguieron hasta Gázara y hasta las llanuras ron que había sido reconstruido el altar y
de Idumea, Azoto y Yamnia. Cayeron de ellos al restaurado como antes el santuario, se irritaron
pie de 3.000 hombres. sobremanera.
16
Judas, al volver con su ejército de la persecu- 2
Decidieron acabar con los descendientes de
ción, 17 dijo a su gente: “Contened vuestros deseos Jacob que entre ellos vivían y comenzaron a matar
de botín, que otra batalla nos amenaza; 18 Gorgias y exterminar gente del pueblo.
constituido en el imperio más poderoso de la Tierra. Decían que eran poderosos, se mostraban be-
Poderosos los ejércitos romanos en tierra y sus naves névolos con todos los que se les unían, establecían
en los mares. Muchos reinos mayores y menores amistad con cuantos acudían a ellos
fueron conquistados por los romanos, que luego 2
(y eran poderosos). Le contaron sus guerras y las
quedaron bajo su protección. No ordenaban a nin- proezas que habían realizado entre los galos, cómo
gún pueblo qué dios adorar. El emperador romano les habían dominado y sometido a tributo; 3 todo
permite a todos los pueblos el libre ejercicio de su fe cuanto habían hecho en la región de España para
y los protege contra ataques enemigos. hacerse con las minas de plata y oro de allí, 4 cómo
Judas Macabeo pensó entonces que, para los se habían hecho dueños de todo el país gracias a su
israelitas, Roma sería la mejor de las protecciones prudencia y perseverancia (a pesar de hallarse aquel
contra los asirios. país a larga distancia del suyo); a los reyes venidos
Eligió dos de sus amigos, capaces para llevar contra ellos desde los confines de la tierra, los habían
adelante tal empresa: Eupólemo y Jasón, y los envió derrotado e inferido fuerte descalabro, y los demás
como embajadores a Roma. Debían establecer una les pagaban tributo cada año; 5 habían vencido en
alianza amistosa con los romanos. la guerra a Filipo, a Perseo, rey de los Kittim, y a
A los romanos les fue grato el hecho de que cuantos se habían alzado contra ellos, y los habían
alguien les pidiera su protección. Hicieron grabar sometido; 6 Antíoco el Grande, rey de Asia, había
la alianza sobre una placa de metal. Enviaron un ido a hacerles la guerra con 120 elefantes, caballería,
representante a Jerusalén, junto con sus siervos y carros y tropas muy numerosas, y fue derrotado, 7 le
custodios, para confirmar la amistad. apresaron vivo y le obligaron, a él y a sus sucesores
En una guerra, Roma ya había aplacado a los en el trono, a pagarles un gran tributo, a entregar
asirios. rehenes y a ceder 8 algunas de sus mejores provincias:
Juan
33 Juan el Bautista de tu hijo, para que ya no dudes de los magníficos
caminos de Dios.
El ángel desapareció. Afuera, el pueblo estaba
aguardando la bendición al cabo del ofertorio. Al
el
salir finalmente del templo había perdido la facultad
del habla. Sin pronunciar palabra y a través de los
gestos de sus manos le impartió la bendición al pue-
blo. Hombres y mujeres se preguntaron asombrados:
Bautista
—¿Qué fue lo que ha vivenciado Zacarías en el
templo para perder la voz? ¿Tuvo una visión?
Al no recobrar el habla al cabo de varios días, este
En la época de Herodes, rey judío, vivía un sacerdo- suceso fue comentado por toda la gente a los largo
te llamado Zacarías. Isabel, su esposa, tenía una gran de todo el país.
pena, había llegado a la vejez sin haber tenido un
hijo. Entonces sucedió algo extraño.
Según la usanza sacerdotal, su marido Zacarías
fue elegido por sorteo a preparar el ofertorio de
incienso del templo. Afuera estaba aguardando la
multitud del pueblo sumido en oración, a que im-
partiese la bendición.
Al iniciar Zacarías el servicio del ofertorio en el
interior del templo, apareció un resplandor lumino-
so junto al altar. Y un ángel elevó su voz:
—¡Zacarías, vuestra oración ha sido escucha-
da! Tu mujer dará a luz un hijo. Y su nombre será
Juan. En él vivirá el Espíritu Santo y la fuerza del
profeta Elías. Y será Juan quien preparará el cami-
no al Señor, para bendición de todos los hombres.
¡Alegraos pues!
Zacarías estaba conmovido en lo más profundo
de su alma; preguntó empero:
—¿Cómo puede suceder esto? Soy viejo y tam-
bién mi mujer es avanzada en edad.
El ángel respondió:
—¡Soy Gabriel, enviado de Dios, a traerte este
mensaje! Y estarás mudo hasta el día del nacimiento
1 Puesto que muchos han intentado narrar orde- volver los corazones de los padres a los hijos, y a los su hijo Juan, el ángel Gabriel se apareció también
1
nadamente las cosas que se han verificado entre rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al a María en Nazaret. Le anunció un nacimiento su-
nosotros, 2 tal como nos las han transmitido los que Señor un pueblo bien dispuesto.” blime. Al cabo de poco tiempo de suceder esto, una
desde el principio fueron testigos oculares y servido- 18
Zacarías dijo al ángel: “¿En qué lo conoceré? voz interior le dijo:
res de la Palabra, 3 he decidido yo también, después Porque yo soy viejo y mi mujer avanzada en edad.” —¡Vete a ver a Isabel y Zacarías! Permanece allí
de haber investigado diligentemente todo desde los 19
El ángel le respondió: “Yo soy Gabriel, el que hasta el nacimiento de su hijo.
orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, está delante de Dios, y he sido enviado para hablar- Por lo tanto, María se encaminó hacia la región
4
para que conozcas la solidez de las enseñanzas que te y anunciarte esta buena nueva. 20 Mira, te vas a montañosa de Judea, hacia la ciudad donde ambos
has recibido. quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que vivían. Entró a su casa, saludó a Isabel a viva voz y
5
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis la abrazó. Entonces, el niño en el vientre de Isabel
sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.” dió un brinco de alegría. Ella misma, empero, estuvo
casado con una mujer descendiente de Aarón, que 21
El pueblo estaba esperando a Zacarías y se embargada por el Espíritu Santo, pronunciando las
se llamaba Isabel; 6 los dos eran justos ante Dios, y extrañaban de su demora en el Santuario. 22 Cuando siguientes palabras:
caminaban sin tacha en todos los mandamientos y salió, no podía hablarles, y comprendieron que —¡Bendita seas, también tú, María, y el niño que
preceptos del Señor. había tenido una visión en el Santuario; les hablaba traerás al mundo! Al llegar a mis oídos el sonido de
7
No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los por señas, y permaneció mudo. tu saludo, el niño en mi vientre dió un brinco de
dos de avanzada edad. 23
Y sucedió que cuando se cumplieron los días de alegría.
8
Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, su servicio, se fue a su casa. María permaneció al lado de Isabel durante aproxi-
en el turno de su grupo, 9 le tocó en suerte, según el 24
Días después, concibió su mujer Isabel; y se madamente tres meses. La calidez del amor y la dulce
uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del mantuvo oculta durante cinco meses 25 diciendo: espera la acompañaban. A menudo se decían:
Señor para quemar el incienso. “Esto es lo que ha hecho por mí el Señor en los —¿Qué será aquello que nuestros hijos traerán al
10
Toda la multitud del pueblo estaba fuera en días en que se dignó quitar mi oprobio entre los mundo? Ambos fueron enviados a la Tierra bajo el
oración, a la hora del incienso. hombres.” signo de Gabriel.
hablaba primero de la luz que penetra dentro de siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y
la oscuridad, pero que no es aceptada. De pronto, Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, te-
empero, se dirigió a los sacerdotes y a los fariseos y trarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca
les dijo: de Abilene; 2 en el pontificado de Anás y Caifás, fue
—¡Vuestra sabiduría se ha tornado opaca! La dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías,
ambición de dominio colma vuestro corazón. ¡Os en el desierto.
habéis conformado en engendros de serpientes y 3
Y se fue por toda la región del Jordán procla-
alimañas! Los sacerdotes y fariseos se alejaron iracun- mando un bautismo de conversión para perdón de
dos. A partir de ese día aumentó su enemistad con- los pecados, 4 como está escrito en el libro de los
tra el profeta del Jordán. Diseminaron la difamación oráculos del profeta Isaías: Voz del que clama en el
que Juan estaba incitando al pueblo a la sublevación desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad
contra el rey Herodes. Algunos, empero, se dirigie- sus sendas; 5 todo barranco será rellenado, todo
ron a Juan preguntándole: monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará
—¿Eres tú aquel Mesías cuyo llegada nos ha sido recto y las asperezas serán caminos llanos.
anunciada? 6
Y todos verán la salvación de Dios.
Juan les respondió: 7
Decía, pues, a la gente que acudía para ser bauti-
—¡No lo soy! Yo preparo su camino. Vendrá des- zada por él: “Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado
pués de mí. Yo os bautizo con agua. Él, empero, os a huir de la ira inminente?
bautizará con el fuego del Espíritu Santo. Yo no soy 8
Dad, pues, frutos dignos de conversión, y no
digno de atar los cordones de su sandalias. andéis diciendo en vuestro interior: “Tenemos por
A Juan lo rodeaba un pequeño grupo de discípulos padre a Abraham”; porque os digo que puede Dios
a los cuales instruía en los caminos interiores del alma. de estas piedras dar hijos a Abraham.
7 Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que
12
sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su visten magníficamente y viven con molicie están en
madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha los palacios.
gente de la ciudad. 26
Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí,
13
Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le os digo, y más que un profeta.
dijo: “No llores.” 27
Este es de quien está escrito: He aquí que
14
Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por
llevaban se pararon, y él dijo: “Joven, a ti te digo: delante tu camino. 28 “Os digo: Entre los nacidos de
Levántate.” mujer no hay ninguno mayor que Juan; sin embargo
15
El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él.
se lo dio a su madre. 29
Todo el pueblo que le escuchó, incluso los
16
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a publicanos, reconocieron la justicia de Dios, hacién-
Dios, diciendo: “Un gran profeta se ha levantado en- dose bautizar con el bautismo de Juan.
tre nosotros,” y “Dios ha visitado a su pueblo.”
17
Y lo que se decía de él, se propagó por toda
Judea y por toda la región circunvecina.
18
Sus discípulos llevaron a Juan todas estas
noticias. Entonces él, llamando a dos de ellos,19 los
envió a decir al Señor: “¿Eres tú el que ha de venir, o
debemos esperar a otro?”
20
Llegando donde él aquellos hombres, dijeron:
“Juan el Bautista nos ha enviado a decirte: ¿Eres tú
el que ha de venir o debemos esperar a otro?”