Ensayo Argumentativo Paramos en Colombia

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TRABAJO DE AMBIENTAL II

ENSAYO ARGUMENTATIVO
(Estrategias implementadas por el Sistema Nacional
de Áreas Protegidas de Colombia para conservar los
páramos)

NOMBRE: JEFFERSON ANDRES RODRIGUEZ


CC:1059047442

PROFEROSA: MARY LUCERO VALENCIA

UNIVERSIDAD DEL PACIFICO


BUENAVENTURA (VALLE)
08/05/2021
INTRODUCCIÓN
El páramo es un ecosistema presente en regiones tropicales de alta montaña, por
debajo de las nieves perpetuas y encima de los bosques, localizado en
Sudamérica, Costa Rica, Asia (Indonesia), África (Papúa y Nueva Guinea) y
Oceanía, entre los 3.000 y 4.000 (msnm). El 99 % de los páramos del mundo se
encuentra en la cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Colombia
pasando por Ecuador, y en la Sierra Nevada de Santa Marta y Costa Rica. En
estas regiones, se observa como margen superior del páramo (superpáramo) en
donde la vegetación no existe, mientras en el límite inferior (subpáramo o franja
altoandina) existe una zona de transición entre el bosque y la región paramuna,
considerada como la zona con la mayor diversidad y los más altos niveles de
endemismo vegetal. Estos límites presentan dificultades en su definición, como
consecuencia de la variabilidad de la cobertura vegetal, a causa de la actividad
antrópica, como plantaciones forestales o cultivos agrícolas o por la invasión del
ecosistema paramuno.
En Colombia, el páramo se localiza en las tres cordilleras y en la Sierra Nevada de
Santa Marta, cubriendo un área de 14.434 km2, equivalente al 49 % de los
páramos del mundo y al 1,3 % de la extensión continental del país. El
departamento con mayor extensión es Boyacá, con un 16 % de los páramos del
mundo. Actualmente se han delimitado 34 páramos, de los cuales solo 709.849 ha
se encuentran en áreas del Sistema Nacional Parques Naturales protegidos,
lugares que proveen agua al 70 % de la población del país.
¿Porque son importantes los páramos y que normativas ambientales lo acogen?
Las políticas ambientales de la región altoandina, en relación a los ecosistemas de
páramos, según la Estrategia Mundial de Conservación en su segunda versión, se
debe promover su conservación y los declara áreas vulnerables que demandan de
un manejo y cuidado especial por sus características de regulación hídrica,
ecológicas, biológicas, sociales, culturales y económicas. La conservación
(preservación, uso sostenible y/o restauración) de los recursos naturales y la
sostenibilidad de la biodiversidad de los páramos depende de la generación de
políticas que regulen las actividades productivas en donde estas deben ser
enmarcadas en la subsistencia y el ecoturismo. La Constitución Política
colombiana de 1991 se caracterizó por incluir numerosos avances en diferentes
materias. Dentro de ello destaca la protección del medioambiente como entorno
esencial para el desarrollo de la vida digna. En este sentido, la Sentencia C-595
señaló que “La Constitución de 1991 modificó profundamente la relación normativa
de la sociedad colombiana con la naturaleza. Por ello esta Corporación ha
señalado […] que la protección del medioambiente ocupa un lugar tan
trascendental en el ordenamiento jurídico que la Carta contiene una verdadera
Constitución ecológica, conformada por todas aquellas disposiciones que regulan
la relación de la sociedad con la naturaleza y que buscan proteger el
medioambiente”. A ello se suma un marco de normatividad internacional incluido
en el ordenamiento jurídico colombiano mediante la figura del Bloque de
Constitucionalidad. De dicha constitución ecológica en la que resaltan los artículos
8, 58, 79, 80, 333 y 334 se desprende el derecho al medioambiente sano del que
son titulares las personas y que en virtud de ello se encuentran legitimadas para
participar en las decisiones que se relacionen con su conservación. De manera
correlativa entendió la Corte Constitucional colombiana que, en consecuencia, el
Estado asume como obligaciones “i) proteger su diversidad e integridad, ii)
salvaguardar las riquezas naturales de la Nación, iii) conservar las áreas de
especial importancia ecológica, iv) fomentar la educación ambiental, v) planificar el
manejo y aprovechamiento de los recursos naturales para así garantizar su
desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución, vi) prevenir y
controlar los factores de deterioro ambiental, vii) imponer las sanciones legales y
exigir la reparación de los daños causados al ambiente, y viii) cooperar con otras
Naciones en la protección de los ecosistemas situados en las zonas de frontera.
En suma, el medio ambiente es un bien jurídico constitucionalmente protegido
cuya preservación debe procurarse no solo a través de acciones aisladas del
Estado, sino con la concurrencia de los individuos, la sociedad, la empresa y
demás autoridades”.
En lo relacionado con los páramos encontramos la Ley 99 de 1993, por la cual se
crea el Ministerio del Medio Ambiente (hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible), se reordena el Sector Público encargado de la gestión y conservación
del medioambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema
Nacional Ambiental, SINA, y se dictan otras disposiciones. En el artículo 1°,
numeral cuarto, de esta ley se señala como principio general ambiental que “Las
zonas de páramos, subpáramos, los nacimientos de agua y las zonas de recarga
de acuíferos serán objeto de protección especial”. Este ha permitido el desarrollo
de un marco jurídico de protección en el que la Corte Constitucional colombiana
ha tenido una influencia constante.
En el 2002 se diseñó y promovió el “Programa para el manejo sostenible y
restauración de ecosistemas de alta montaña colombiana: Páramos”, por el
Ministerio de Ambiente, con el principal objetivo de orientar la gestión ambiental
nacional, regional y local en ecosistemas de páramo, y de adelantar acciones para
su manejo sostenible y restauración, mediante la generación de conocimiento y
socialización de su estructura y función. Luego, por medio de la Resolución 839 de
2003: “Por la cual se establecen los términos de referencia para la elaboración del
Estudio sobre el Estado Actual de Páramos y del Plan de Manejo Ambiental de los
Páramos”, se comienzan los trabajos en conjunto con otras entidades como el
Instituto Geográfico Agustín Codazzi – IGAC; el Instituto de investigación de
recursos biológicos Alexander von Humboldt – IAVH; el Instituto de Hidrología,
Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM, para la elaboración de dichos
insumos y productos.
Los páramos colombianos se distinguen por su oferta de servicios ecosistémicos,
como la conservación de la biodiversidad, la provisión de hábitats para distintas
especies, la regulación hídrica, la absorción de carbono. Sin embargo, en
diferentes ocasiones se han dado alertas sobre la afectación al ser uno de los
ecosistemas más degradados. Por otra parte, la disponibilidad del agua está
afectada por los procesos de degradación, con la disminución progresiva de la
regulación natural del régimen hidrológico que hace más prolongados los periodos
de estiaje y mayores las crecientes. Muchos de los sistemas hídricos que
actualmente abastecen a la población colombiana evidencian una vulnerabilidad
alta para mantener su disponibilidad de agua, por causa de la intensificación de la
agricultura (principalmente cultivo de papa y amapola), la ganadería, la explotación
minera, la tala indiscriminada, el aprovechamiento descontrolado de flora y fauna
silvestre, la erosión por escorrentía, la eliminación de la capacidad de retención
hídrica del páramo, la extinción de especies endémicas, la contaminación con
residuos sólidos y líquidos por abonos y herbicidas, el deterioro del suelo y la
pérdida de biodiversidad y el acelerado calentamiento global retroalimenta la
degradación, haciendo muy difícil distinguir los efectos de uno u otros. A pesar de
que en nuestro país existe normatividad que regula y protege las áreas de
páramos, actualmente más del 50 % de estos territorios es intervenido por el
hombre de manera inadecuada
CONCLUSIÓN
De este marco jurídico se desprende la necesidad de consolidar mecanismos
políticos reales para la conservación del medioambiente y de los páramos como
eje esencial del agua como recurso fundamental. Sin embargo, a esta necesidad
se ha opuesto la priorización de la actividad económica y de los recursos mineros
como “locomotoras” del desarrollo. Surge así una tensión entre la consolidación de
una economía estable a partir de la explotación de dicho recurso y la proyección
de un desarrollo sostenible respetuosos del medioambiente. Dicha tensión solo
puede ser inclinada a favor del desarrollo sostenible con la existencia de una
voluntad política ambiental y económica real. De ser así, podrían potenciarse
medios alternativos de desarrollo económico más respetuosos del medioambiente
y que no releguen el ejercicio económico a la simple extracción de recursos
naturales. Se debe recordar la importancia de los páramos como reguladores
hídricos, debido a que, durante la época seca, cuando hay escasez de lluvias, el
páramo continúa escurriendo poco a poco el agua absorbida en la época húmeda
y los ríos pueden mantener una gran parte de su caudal, mostrando la afectación
en la disminución de los caudales durante la época seca como causa de la
variación de la cobertura vegetal. Haciendo prioritario un control en el uso del
suelo que se le da a los predios localizados sobre el piso térmico de páramo, por
medio de la formulación de políticas de uso de suelo más estrictas, en especial en
lo relacionado a plantaciones de papa y cebolla, que son las principales causas de
degradación de los ecosistemas de páramos. Esto, dado que, aunque existen
normas sobre el uso potencial del suelo, la población rural no conoce de estas
políticas y como medida de sustento desarrolla la agricultura y ganadería en estos
predios. Así mismo, esto permite analizar qué tan adecuado es manejar un uso
sostenible de los recursos naturales, para mantener la conservación de los
ecosistemas estratégicos de páramos, dada su vulnerabilidad. Lo planteado
genera una controversia social, dado que la población que habita en estos
ecosistemas o sus límites, tiene como sustento las actividades agrícolas y
mineras, lo cual no se detendrá para asegurar la conservación de los ecosistemas
de páramos.
REFERENCIAS

Aldana, J., Montes, C., Martínez, M., Medina, N., Hahn, J. y Duque, M. (2017).
Biodiversity and Ecosystem Services Knowledge in the Colombian Caribbean.
Tropical Conservation Science, 10, 1-41.
https://doi.org/10.1177/1940082917714229
Bermudez, M. y Avci, D. (2015). Environmental Struggles Cultivating Democracy in
the Steep Terrains of Colombian Highlands. Development, 58(1), 13-20.
https://doi.org/10.1057/ dev.2015.20
Borrelli, P., Armenteras, D., Panagos, P., Modugno, S. y Schütt, B. (2015). The
Implications of Fire Management in the Andean Paramo: A Preliminary
Assessment Using Satellite Remote Sensing. Remote Sensing, 7(9), 11061-11082.
https://doi.org/10.3390/rs70911061

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