4.2 Lenguaje No Sexista
4.2 Lenguaje No Sexista
4.2 Lenguaje No Sexista
2 LENGUAJE NO SEXISTA
Si pretendemos que la utilizaci�n de nuestra lengua se adecue a los cambios que
demanda la sociedad actual, no podemos olvidar que a�n existe un uso sexista del
lenguaje que impide que hombres y mujeres se encuentren representados en �l de
manera igualitaria.
Cierto, el lenguaje nos sirve para transmitir ideas, sentimientos, modos de pensar,
valoraciones, usos y costumbres, etc. Sin embargo, tambi�n puede transmitir
estereotipos, ep�tetos ofensivos y un trato desigual entre grupos.
Subordinaci�n
Se relaciona con manifestaciones en donde las mujeres aparecen sometidas a los
designios de un var�n.
P�rdida del control de la mujer sobre diversos aspectos de su vida, tales como: su
sexualidad, su capacidad reproductiva, su capacidad de trabajo.
Desvalorizaci�n
Se quita valor, consideraci�n o prestigio a las mujeres.
�� a las mujeres se las menciona como inferiores o como ejemplo de inferioridad
cuando se trata de una comparaci�n� (Sau, 2001, citado por Guichard, 2015, p. 92).
Hacer uso de un lenguaje no sexista implica: nombrar a las mujeres en sus
diferentes roles, en diferentes �mbitos, con la intenci�n de incluir su presencia y
reconocer que son protagonistas de su propia historia y de la Historia misma,
reconociendo que por el simple hecho de ser personas tienen derechos y merecen
igualdad de oportunidades. De esta manera se evitar� la discriminaci�n.
8. Significados sexistas
Una de las dimensiones en las que el sexismo se cristaliza es a trav�s del
significado que le atribuimos a ciertas palabras o expresiones, cuyo sentido
expl�cita o impl�citamente refuerza concepciones que como se ha indicado son
androc�ntricas, porque ocultan la presencia de lo femenino e institucionaliza lo
masculino, como referente principal. El sexismo en el l�xico se produce
espec�ficamente cuando se utilizan palabras cuyos significados califican los
atributos f�sicos y morales seg�n se trate de mujeres u hombres, reforzando
estereotipos de g�nero.
Sirva de muestra el siguiente listado de palabras que expresan creencias o
estereotipos sexistas que suelen utilizarse en la familia, la escuela, los centros
de trabajo, los medios de comunicaci�n, anuncios publicitarios, canciones, chistes,
frases hechas, refranes o dichos, cuentos, etc�tera.
De igual manera, el lenguaje sexista discrimina a los grupos que no cumplen con los
atributos asignados al hombre como representaci�n de la humanidad, tales como
grupos �tnicos, personas con preferencia sexual distinta a la heterosexual,
personas que viven con VIH sida, adultos mayores, migrantes, grupos religiosos y
personas con discapacidad.
Mujeres: Aventurera: prostituta
Hombres: Aventurero: osado, valiente, arriesgado
Mujerzuela: prostituta
Hombrezuelo: hombrecillo
Mujer p�blica: prostituta
Hombre p�blico: el que interviene en los negocios, la pol�tica
Soltera: anda buscando, quedada
Soltero: codiciado
Es importante erradicar los t�rminos peyorativos que se usan en el lenguaje com�n
para estigmatizar a estos grupos, refiri�ndolos con el respeto que merecen.
Uso incorrecto: Minor�as �tnicas Los ind�genas, Las marimachas Los desviados Las
tortilleras, Las vestidas, Los enfermos de sida Los sidosos, Los viejitos, Los
mojados Los braceros, Las sectas religiosas, Los discapacitados, Los minusv�lidos.
Alternativa no sexista: Las y los ind�genas, Las comunidades ind�genas, Los pueblos
ind�genas , personas con preferencia sexual distinta a la heterosexual Lesbianas,
personas travestis personas transg�nero, personas que viven con VIH sida personas
con VIH sida, Los ancianos, Las personas de la tercera edad personas adultas
mayores, personas migrantes , Grupos religiosos, personas con capacidades
diferentes, personas con discapacidad
9. Uso de im�genes no sexistas
Las im�genes tambi�n son parte del lenguaje y reproducen o ampl�an la carga sexista
en el uso del mismo. En la mayor�a de los casos, las im�genes que se utilizan en
las instituciones, p�blicas y privadas, muestran:
� Una divisi�n del trabajo entre hombres y mujeres: aquellos en la econom�a, los
deportes, la pol�tica y las mujeres en la casa o en empleos subordinados, cuidando
a los dem�s.
� Un modelo f�sico de mujer donde las protagonistas son j�venes, blancas, delgadas
y ricas, preocupadas s�lo por su aspecto f�sico y desvalorizadas en sus capacidades
intelectuales.
� Mujeres como objetos sexuales asociadas a la publicidad de todo tipo de
productos.
� Mujeres que compiten con otras mujeres por la seducci�n y aprobaci�n masculina.
� Mujeres como las �nicas responsables de la salud sexual y reproductiva, as� como
del cuidado de ni�as, ni�os y otros integrantes de la familia.
� Mujeres re-victimizadas en situaciones de violencia o procuraci�n de justicia.
Como se observa, de forma reiterada, se reproducen estereotipos que en la mayor�a
de los casos refuerzan relaciones desiguales y sesgos sexistas en las concepciones
de lo humano. Algunos criterios que nos pueden orientar en el uso no
discriminatorio del material visual con el que trabajamos pueden ser:
� Presentar a mujeres y hombres participando en actividades de manera libre de
estereotipos y de manera equitativa.
� Presentar a los hombres en tareas dom�sticas, cuidando a las ni�as, ni�os u otros
integrantes de la familia.
� Presentar a mujeres y hombres realizando trabajo dom�stico o utilizando productos
asociados a esta actividad.
� Desasociar a las mujeres de los papeles dom�sticos y de las estrategias de
consumo de todo tipo de productos o estrategias de marketing.
� Presentar a las mujeres en el mundo p�blico, la vida econ�mica y la participaci�n
pol�tica. � Incluir de forma equitativa a las mujeres y a los hombres en espacios
profesionales prestigiados social y econ�micamente.
� Mostrar a la mujer con deseos y voluntad propia.
� Eliminar la presentaci�n de las mujeres como recompensas del �xito masculino o de
sus pr�cticas de consumo.
� Mostrar la diversidad de mujeres que existe.