Error Judicial

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REITERACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA / ERROR JUDICIAL / FUENTE DEL

DAÑO / CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE REPARACIÓN DIRECTA /


CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE REPARACIÓN DIRECTA POR
ERROR JURISDICCIONAL / TÉRMINO DE CADUCIDAD DEL MEDIO DE
CONTROL DE REPARACIÓN DIRECTA / CÓMPUTO DEL TÉRMINO DE
CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE REPARACIÓN DIRECTA /
CONFIGURACIÓN DEL TÉRMINO DE CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL
DE REPARACIÓN DIRECTA / EJECUTORIA DE LA PROVIDENCIA /
EJECUTORIA DE LA PROVIDENCIA JUDICIAL

La Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo de esta


Corporación ha indicado que, cuando se invoca como fuente del daño un error
judicial, el término de caducidad se computa a partir de la ejecutoria de la
providencia de la cual se predica el error. Observa la Sala que la providencia de
(…) proferida por el Tribunal Administrativo (…) por medio de la cual se confirmó
la sentencia de (…) del Juzgado (…) Administrativo del Circuito de (…) quedó
ejecutoriada el (…) Así pues, se tendría que el término de 2 años de caducidad de
la acción de reparación directa transcurrió desde el (…) hasta el (…) La parte
actora presentó la demanda el (…) es decir, que la acción de reparación directa se
ejerció de manera oportuna.

NOTA DE RELATORÍA: Al respecto, consultar, Consejo de Estado, Sección


Tercera, Subsección B. C.P.: Ramiro de Jesús Pazos Guerrero, radicación
número: 08001-23-31-000-2009-00193-01(38833) del 26 de noviembre de 2015,
reiterada en sentencia del Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A,
radicación: 50001-23-31-000-2005-00274-01(39435), 30 de agosto de 2017, entre
muchas otras.

SOCIEDAD CONCESIONARIA / CESIÓN DE DERECHO LITIGIOSO /


LITISCONSORCIO / SUCESIÓN PROCESAL / CANON DE ARRENDAMIENTO /
PAGO DEL CANON DE ARRENDAMIENTO / LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA
POR ACTIVA / FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR ACTIVA /
EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR ACTIVA /
REITERACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA

[En el caso concreto] [D]e acuerdo con el artículo 60 del C.P.C., norma aplicable
para la época, la cesionaria podía actuar en aquel proceso [cesión de derechos
litigiosos] en calidad de litisconsorte, toda vez que la contraparte guardó silencio
frente a la cesión de derechos litigiosos y no operó la sucesión procesal. No
obstante, advierte la Sala que el acuerdo de voluntades entre el cedente y la
cesionaria de los derechos litigiosos estaba circunscrito al resultado de las
demandas de carácter contractual radicadas por el señor (…) por el
incumplimiento del (…) en el pago de los cánones de arrendamiento, que
finalmente se acumularon en un solo expediente. Bajo ese entendido, la señora
(…) no tendría legitimación en la causa por activa para reclamar por el supuesto
daño derivado del error judicial mediante la acción de reparación directa, en tanto
el interés jurídico aún estaba radicado en el demandante (…) y no existe un
documento adicional que facultara a la hoy accionante reclamar en su nombre.(…)
En criterio de la Sala, por todo lo anterior, deberá ser modificada la decisión
emitida en primera instancia por el Tribunal Administrativo (…) para declarar la
falta de legitimación en la causa por activa.

FUENTE FORMAL: CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL – ARTÍCULO 60


NOTA DE RELATORÍA: Atinente al asunto, consultar, Consejo de Estado, Sala de
lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia de 12 de
octubre de 2017, exp. 25000-23-26-000-2009-00432-01(39074), C.P. Marta Nubia
Velásquez Rico (E): auto del 6 de agosto de 2009, exp. 17526, C.P. Mauricio
Fajardo Gómez; auto de 7 de febrero de 2007, exp. 25000-23-26-000-1998-00324-
01(22043), C.P. Alier Hernández Enríquez y sentencia de 18 de octubre de 2018,
exp. 25000-23-26-000-2006-00357-01(42297), C.P. Marta Nubia Velásquez Rico
(E):

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN A

Consejera ponente: MARTA NUBIA VELÁSQUEZ RICO

Bogotá D.C., dos (2) de julio de dos mil veintiuno (2021)

Radicación número: 20001-23-33-000-2014-00249 01(65425)

Actor: SONIA MORALES MORALES

Demandado: NACIÓN - RAMA JUDICIAL - CONSEJO SUPERIOR DE LA


JUDICATURA

Referencia: MEDIO DE CONTROL DE REPARACIÓN DIRECTA (APELACIÓN


SENTENCIA)

Temas: MEDIO DE CONTROL DE REPARACIÓN DIRECTA / DAÑO CAUSADO


POR LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA – error jurisdiccional – providencia de
otros despachos judiciales / LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR ACTIVA – cesión
de derechos litigiosos.

Corresponde a la Sala resolver el recurso de apelación interpuesto por la parte


demandante contra la sentencia del 29 de agosto de 2019, proferida por el Tribunal
Administrativo del Cesar, por medio de la cual se negaron las pretensiones de la
demanda.

I. SÍNTESIS DEL CASO


Luis Fernando Guerra Bonilla arrendó un inmueble de su propiedad al Instituto de
Seguros Sociales, Seccional Cesar, ubicado en la ciudad de Valledupar. Debido a lo
que consideró el incumplimiento de las obligaciones del contrato, interpuso acción
contractual ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa. El Juzgado Sexto
Administrativo de Valledupar, en primera instancia, negó las pretensiones, decisión
que fue confirmada por el Tribunal Administrativo del Cesar.

La ahora demandante actuó como cesionaria de los derechos litigiosos de Luis


Fernando Guerra en el proceso de controversias contractuales y alega en esta
ocasión un error judicial cometido por las autoridades judiciales que conocieron el
asunto.

II. ANTECEDENTES

1. La demanda

El 7 de julio de 2014, Sonia Morales Morales, a través de abogado, presentó


demanda en ejercicio del medio de control de reparación directa contra la Nación-
Dirección Nacional Administración Judicial-Rama Jurisdiccional-Consejo Superior de
la Judicatura1, con el fin de que se hicieran las siguientes declaraciones y
condenas (se trascribe de forma literal, incluidos posibles errores):

Primera: Que declare que la Nación (Dirección Nacional de


Administración Rama Jurisdiccional-Consejo Superior de la Judicatura),
es responsable administrativamente de los perjuicios y daños
materiales sufridos y causados a Sonia Morales Morales, originado por
la causal de errores judiciales repetidos y reiterados en las decisiones
judiciales mediante providencias que ha dictado el Tribunal
Administrativo del Cesar y el Juzgado Sexto Administrativo del Circuito
de Valledupar tal como se discernirá, apreciará y enjuiciará en los
hechos de esta acción de Reparación Directa que aquí se promueve
oportunamente.

Segunda: Que como consecuencia de lo anterior, se condene a la


Nación (Dirección Nacional de Administración Rama Jurisdiccional) a
pagar a la solicitante de esta diligencia Sonia Morales Morales la suma
de Mil Setecientos Trece Millones Ciento Setenta y Dos Mil Trescientos
Setenta Pesos ($1.713.172.370.00) más los intereses y frutos causados
a partir de la fecha primero (1°) de noviembre de dos mil doce (2012),
que reafirme el auto admisorio de esta demanda, hasta la fecha de
decisión y fallo definitivo de este pleito judicial durante esta
controversia, en virtud de los errores judiciales que se denuncian.

Tercero: Que como consecuencia de lo anterior se condene a la Nación


(Dirección Nacional Administración Rama Jurisdiccional) a pagar a la
1
Fls. 1.304 a 1.322 del cuaderno 5.
parte activa o demandante los perjuicios materiales ocasionados en
virtud del aludido error judicial.

Cuarto: Que se condene que la suma de Mil Setecientos Trece Millones


Ciento Setenta y Dos Mil Trescientos Setenta Pesos
($1.713.172.370.00), más los intereses y frutos que se causen durante
la controversia, en virtud del error judicial que se denuncia, y la que
surjan de la condena por perjuicios se deberán pagar actualizada a la
fecha en que quede ejecutoriado el fallo que desata el proceso, de
conformidad con las variaciones porcentuales del índice de precio del
consumidor o al por mayor, de acuerdo a la certificación por el DANE,
más los intereses moratorios.
(…)

Sexta: Que se condene en costa y agencias en derecho a la


demandada Nación (Dirección Nacional Administrativa Jurisdiccional).

De manera subsidiaria solicitó que se declarara administrativamente responsable


a la Nación-Rama Jurisdiccional, por el anormal funcionamiento de la
administración de justicia “dimanado o proveniente de una serie de actos dolosos
desplegados en el proceso contractual con pretensiones debidamente
acumuladas por parte de decisiones erróneas dictadas por H. Tribunal
Administrativo del Cesar y el Juzgado Sexto Administrativo del Circuito de
Valledupar” y se condenara en la suma de $1.713’172.370.

2. Fundamentos fácticos de la demanda

Según la demanda, el señor Luis Fernando Guerra Bonilla, en calidad de propietario,


arrendó al Instituto de Seguros Sociales el inmueble ubicado en la carrera 19 16A-
34, edificio Rosa María, en la ciudad de Valledupar, el cual constaba de dos bloques
de dos pisos cada uno, con zonas comunes.

Las partes suscribieron dos contratos con el mismo objeto, así: i) contrato 340 de 1
de julio de 1996, mediante el cual “se le entregó formal y materialmente el
mencionado inmueble o Edificio Rosa María, a la entidad arrendataria”, destinado al
desarrollo de actividades asistenciales, por valor de $2’000.000 mensuales, y ii)
contrato 178 de 1 de marzo de 1997, en el que se prolongó el anterior por 6 meses.

Ante el incumplimiento en el pago de los cánones de arrendamiento, el arrendador


inició proceso ejecutivo ante el Tribunal Administrativo del Cesar, en el que se
ordenó seguir adelante con la ejecución en primera instancia; no obstante, en
segunda instancia, el Consejo de Estado revocó la sentencia.
El propietario del inmueble tenía unas obligaciones hipotecarias con la Corporación
Popular de Ahorro y Vivienda “Corpavi”, que fueron cedidas a Colpatria Valledupar,
entidad que instauró una acción hipotecaria contra Luis Fernando Guerra Bonilla,
tramitada en el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Valledupar y que finalizó con el
remate del bien.

Al vencimiento del término del contrato, el arrendador se acercó el 5, 6 y 7 de


septiembre de 1997 a recibir su inmueble, pero todavía permanecía ocupado. En
reiteradas oportunidades, Luis Fernando Guerra Bonilla notificó al I.S.S. sobre el
cobro de las sumas adeudadas, sin obtener respuesta alguna.

Así las cosas, para la demandante, el I.S.S. Seccional Cesar incumplió su deber de
pago oportuno del valor del arriendo mensual y no restituyó el inmueble ni dio cuenta
de él, razón por la cual el arrendador tuvo que presentar una acción contractual, que
se tramitó ante el Juzgado Sexto Administrativo del Circuito de Valledupar, con
radicado 2002-01415, acumulado con el expediente 2006-00108.

En el referido proceso, Luis Fernando Guerra Bonilla cedió los derechos litigiosos a
Sonia Morales Morales.

Contrario a lo esperado, los jueces le endilgaron la responsabilidad a Luis


Fernando Guerra (se trascribe de forma literal, incluidos posibles errores):

[P]or haber sido negligente para obtener en restitución el inmueble,


relevando y marginando a la entidad Instituto de Seguros Sociales ISS
EPS Seccional del Cesar, de la obligación y responsabilidad de
restituir y entregar el inmueble en el mismo estado físico que le fue
entregado en calidad de arriendo a paz y salvo en lo referente a los
cánones de arriendo y los servicios públicos.

Para la demandante, con las sentencias se desconocieron los derechos sustanciales


y las disposiciones del Código Civil, Código de Comercio y la Ley 80 de 1993 que
regían la controversia. Adicionalmente, no se tuvo en cuenta que se hizo un
supuesto pago por valor de $2’000.000 en febrero de 1998 a la señora Josefa
Gómez Brito, sin autorización del arrendador.

El Juzgado Sexto Administrativo y el Tribunal Administrativo del Cesar


desconocieron el parágrafo segundo del artículo 424 del C.P.C., pues el I.S.S. no
acreditó el pago ni consignó en depósitos judiciales los cánones de arrendamiento
adeudados, ni mucho menos realizó entrega material y formal del inmueble al
arrendador.
Agregó la actora que (se trascribe de forma literal, incluidos posibles errores):

(...) la sentencia dictada por el honorable Tribunal Administrativo del


Cesar al fallar la acción o proceso contractual desconoció
ostensiblemente, de mala fe y dolosamente la obligaciones
plasmadas en las cláusulas estipuladas en el contrato de arriendo
celebrado entre Luis Guerra Bonilla en calidad de arrendador y la
entidad Instituto de Seguros Sociales (ISS-EPS), seccional Cesar, en
su calidad de arrendataria, al imponer que las obligaciones a cumplir
en el contrato de marras, eran unilateralmente de incumbencia del
arrendador y nada más, actos y decisiones que conculcan, vulneran
normas de los Código Civil, Comercial, Estatuto Contractual y
administrativo, como está consignado en las cláusulas del contrato.

Finalmente, las pérdidas ascendieron a la suma de $1.713’172.370,


correspondientes a los meses de arriendo dejados de cancelar más el avalúo del
inmueble.

3. Trámite procesal

Mediante auto de 9 de octubre de 2014, el Tribunal Administrativo del Cesar admitió


la demanda2 y se notificó a la demandada, al Ministerio Público y a la Agencia
Nacional de Defensa Jurídica del Estado en debida forma3.

4. Contestación de la demanda

La parte demandada no contestó la demanda.

5. La audiencia inicial

El despacho sustanciador fijó fecha para efectuar la audiencia inicial prevista en el


artículo 180 de la Ley 1437 de 20114. La diligencia se llevó a cabo el 18 de
noviembre de 2015, oportunidad en la cual se agotaron las etapas previstas en la
ley5. El Tribunal a quo fijó en litigio en los siguientes términos (se trascribe de forma
literal, incluidos posibles errores):

(…) el litigio en el presente caso se concreta en establecer si la Nación-


Dirección Nacional de Administración Judicial-Rama Judicial-Consejo
Superior de la Judicatura, es responsable de todos los daños materiales
sufridos por la señora SONIA MORALES MORALES, en razón de los
errores judiciales en los que incurrieron el Juzgado Sexto Administrativo
del Circuito de Valledupar y el Tribunal Administrativo del Cesar, al
2
Fls. 1.337 del cuaderno 5.
3
Fls. 1.342 a 1.348 del cuaderno 5.
4
Fl. 1.367 del cuaderno 5.
5
Fls. 1.372 a 1.374 del cuaderno 5.
desatar los procesos contractuales acumulados radicados bajo los
números 2002-1415 y 2006-00108, incoados por el señor LUIS
FERNANDO GUERRA BONILLA en contra del Instituto de Seguros
Sociales (ISS-EPS) Seccional Cesar, a fin de obtener la restitución y
entrega del bien inmueble “Edificio Rosa María”, en el mismo estado
físico que le fue entregado en calidad de arriendo, a paz y salvo en lo
referente a los cánones de arriendo y servicios públicos.

Al respecto, las partes no manifestaron reparo alguno. Seguidamente, el a quo


decretó las pruebas que estimó necesarias para el esclarecimiento de los hechos
objeto de la demanda y fijó fecha para la respectiva audiencia.

6. Audiencia de pruebas y alegatos de conclusión

El 11 de abril de 2018 se adelantó la audiencia de pruebas de que trata el artículo


181 de la Ley 1437 de 2011, en desarrollo de la cual se incorporaron los
documentos remitidos por las entidades oficiadas 6. El despacho sustanciador
consideró innecesaria la audiencia de alegaciones y juzgamiento, por lo cual ordenó
que las partes presentaran sus alegatos por escrito.

La parte actora presentó sus alegaciones finales en similares términos a la


demanda7. La Rama Judicial manifestó que las decisiones sobre las cuales se
predicaba el error judicial se ajustaron a las normas vigentes para la época y el
hecho de que no se acogieran las pretensiones del demandante no configuraba un
error8.

7. La sentencia apelada

El Tribunal Administrativo del Cesar, mediante sentencia del 29 de agosto de 2019,


negó las pretensiones de la demanda9. Consideró que las decisiones proferidas por
el Juzgado Sexto Administrativo de Valledupar y el Tribunal Administrativo del Cesar
estaban dotadas de legalidad y se acompasaban con la interpretación de la
normatividad aplicable al caso, pues el contrato de arrendamiento suscrito entre el
señor Luis Fernando Guerra y el I.S.S. no se podía prorrogar de manera automática
y estaba acreditado que el propietario suscribió una transacción con la entidad para
el pago de los meses de arriendo adeudados, en la que además se reconoció que no
debía entregar formalmente el inmueble, que fue desocupado. Así las cosas, le
correspondía al arrendador asumir la posesión del bien.

6
Fls. 1.610 a 1.612 del cuaderno 6.
7
Fls. 1.615 a 1.631 del cuaderno 6.
8
Fls. 1.632 a 1.638 del cuaderno 6.
9
Fls. 1.657 a 1.664 del cuaderno del Consejo de Estado.
Aunque la parte demandante manifestó que la firma del señor Luis Fernando Guerra
Bonilla en la transacción fue alterada, esto no se acreditó, pues no fue posible
practicar la prueba grafológica.

A partir de lo anterior, el tribunal concluyó que “no están demostrados dentro del
proceso los hechos generadores del error judicial, dentro del cual está la existencia
de una sentencia abiertamente contraria a la ley, situación que por sí sola implica
que se deban negar las pretensiones de la demanda, en tanto ello tiene incidencia
en la acreditación de los otros requisitos”.

8. El recurso de apelación

La parte actora interpuso oportunamente recurso de apelación contra la anterior


providencia, con el fin de que se revocara 10. Sostuvo que indudablemente las
sentencias contenían un error, porque nunca se acreditó el pago de los arriendos
que debía cancelar el I.S.S. al propietario Luis Fernando Guerra, ni la entrega del
inmueble. Agregó que en el documento correspondiente a la transacción fue
falsificada la firma de Luis Fernando Guerra Bonilla, por lo que nunca se cumplió
con las obligaciones del contrato inicial.

Afirmó la recurrente que no se valoraron las pruebas y se desconoció el derecho al


debido proceso, pues las normas aplicables de los Códigos Civil y de Comercio
señalaban las obligaciones de las partes en un contrato de esta naturaleza.

9. Trámite en segunda instancia

El recurso interpuesto fue concedido a través de auto del 10 de octubre de 201911 y


admitido por esta Corporación el 15 de enero de 202012. Posteriormente, mediante
auto de 10 de marzo de 202113, se corrió traslado a las partes para que alegaran de
conclusión y al Ministerio Público para que, si lo consideraba pertinente, rindiera
concepto de fondo. Lo anterior, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 247 de la

10
Fls. 1.668 a 1.673 del cuaderno del Consejo de Estado.
11
Fl. 1.687 del cuaderno del Consejo de Estado.
12
Fl. 1.696 del cuaderno del Consejo de Estado.
13
Índice 20 Samai.
Ley 1437 de 201114, pues se consideró innecesario llevar a cabo la audiencia de
alegaciones y juzgamiento prevista en la normativa en comento.

La parte actora solicitó que se revocara la sentencia de primera instancia 15. La parte
demandada y el Ministerio Público guardaron silencio.

III. CONSIDERACIONES

1. Presupuestos de procedibilidad de la acción de reparación directa en el


caso sub examine

1.1. Competencia

El artículo 150 de la Ley 1437 de 2011, modificado por el artículo 615 del Código
General del Proceso, establece que el Consejo de Estado es competente para
conocer, en segunda instancia, de “las apelaciones de las sentencias dictadas en
primera instancia por los tribunales administrativos y de las apelaciones de autos
susceptibles de este medio de impugnación”.

Por su parte, el numeral 6 del artículo 152 del C.P.A.C.A. dispone que los
Tribunales Administrativos conocerán en primera instancia, entre otros asuntos, de
“los de reparación directa, inclusive aquellos provenientes de la acción u omisión
de los agentes judiciales, cuando la cuantía exceda de quinientos (500) salarios
mínimos legales mensuales vigentes”.

En el caso bajo estudio se advierte que la pretensión mayor superó la cuantía


señalada en la mencionada disposición 16, razón por la cual se concluye que esta
Corporación es competente para conocer del recurso de apelación interpuesto por
la parte actora contra la sentencia de primera instancia emitida por el Tribunal
Administrativo del Cesar.

1.2. El ejercicio oportuno de la acción

14
“4. Admitido el recurso o vencido el término probatorio si a él hubiere lugar, el superior señalará
fecha y hora para la audiencia de alegaciones y juzgamiento, que deberá llevarse a cabo en un
término no mayor a veinte (20) días. Si el Magistrado Ponente considera innecesaria la celebración
de audiencia ordenará, mediante auto que no admite recurso alguno, la presentación de los
alegatos por escrito dentro de los diez (10) días siguientes, caso en el cual dictará sentencia en el
término de los veinte (20) días siguientes. Vencido el término que tienen las partes para alegar, se
surtirá traslado al Ministerio Público por el término de diez (10) días, sin retiro del expediente”.
15
Índice 23 Samai.
16
La pretensión mayor ascendió a $1.713’172.370, monto que excedió los 500 s.m.l.m.v. para la
fecha de presentación de la demanda -7 de julio de 2014-.
La Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo de esta
Corporación17 ha indicado que, cuando se invoca como fuente del daño un error
judicial, el término de caducidad se computa a partir de la ejecutoria de la
providencia de la cual se predica el error.

Observa la Sala que la providencia de 6 de septiembre de 2012, proferida por el


Tribunal Administrativo del Cesar, por medio de la cual se confirmó la sentencia de
15 de octubre de 2010 del Juzgado Sexto Administrativo del Circuito de Valledupar
quedó ejecutoriada el 19 de octubre de 2012 18.

Así pues, se tendría que el término de 2 años de caducidad de la acción de


reparación directa transcurrió desde el 20 de octubre de 2012 hasta el 20 de
octubre de 2014. La parte actora presentó la demanda el 7 de julio de 2014, es
decir, que la acción de reparación directa se ejerció de manera oportuna 19.

1.3. Legitimación en la causa

1.3.1. La legitimación en la causa de la demandante

En el presente asunto se tiene que Sonia Morales Morales es la demandante, en


cuanto fue la persona que promovió el proceso de la referencia, de ahí que se
encuentre probada su legitimación en la causa de hecho.

Respecto de la legitimación material, encuentra la Sala que se invoca como fuente


del error judicial la providencia del 6 de septiembre de 2012, proferida por el
Tribunal Administrativo del Cesar, que confirmó la sentencia de 15 de octubre de
2010 del Juzgado Sexto Administrativo del Circuito de Valledupar

De conformidad con el material probatorio que reposa en el expediente, se


advierte que Luis Fernando Guerra Bonilla, como propietario del bien inmueble
arrendado al Instituto de Seguros Sociales, Seccional Cesar, inició acción de
controversias contractuales contra dicha entidad, con el fin de que se declarara la
terminación del contrato de arrendamiento N° 178 de 5 de marzo de 1997,
celebrado entre ellos sobre el inmueble ubicado en la carrera 19 16A-34 de
17
Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección B. C.P.: Ramiro de Jesús Pazos Guerrero,
radicación número: 08001-23-31-000-2009-00193-01(38833) del 26 de noviembre de 2015,
reiterada en sentencia del Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, radicación: 50001-
23-31-000-2005-00274-01(39435), 30 de agosto de 2017, entre muchas otras.
18
Fl. 1.328 del cuaderno 5.
19
La demandante radicó solicitud de conciliación el 15 de noviembre de 2013, con lo cual
suspendió la caducidad hasta el 11 de febrero de 2014, cuando se expidió el acta de no
conciliación - Fls. 1.254 a 1.255 del cuaderno 5
Valledupar, por el incumplimiento de los pagos de los cánones de arriendo y,
como consecuencia de lo anterior, se condenara a la accionada al pago de las
sumas adeudadas por concepto de lucro cesante y daño emergente y a la
respectiva entrega formal y material del inmueble.

El proceso se tramitó bajo el radicado 20001311500020020141500, al que se le


acumuló el expediente 20001313300620060010800, mediante auto de 17 de
enero de 2008.

En escrito radicado el 2 de febrero de 2009 ante el juzgado de conocimiento,


suscrito por Luis Fernando Guerra Bonilla, demandante dentro del referido asunto,
y Sonia Morales Morales, se informó al juez de la cesión de derechos litigiosos a
favor de esta última20, como se describe a continuación (se trascribe de forma
literal, incluidos posibles errores):

Asunto: Acción Contractual que le formula el Arquitecto Luis Fernando


Guerra Bonilla al Instituto de Seguros Sociales (I.S.S.-E.P.S.),
Seccional Cesar, Valledupar.
Radicación: 1415-2.002 acumulado al proceso No. 0108-2006
Yo, Luis Fernando Guerra Bonilla, varón mayor de edad, obrando como
parte activa en este asunto, conocido de autos, ante Ud, con debido
respeto, mediante el presente escrito cesiono los derechos litigiosos
que tengo a mi favor en la persona de Sonia Morales Morales (…).
Sírvase, con todo respeto, Señor Juez, con fundamento en el artículo
1.091 del Código Civil, notificar a la Entidad demandada para presente
cesión de derechos litigiosos y aceptar como cesionaria de tales
derechos a la señora Sonia Morales (…).

Mediante auto de 20 de mayo de 2009, la autoridad judicial dispuso la notificación


a la accionada, sin que esta se pronunciara al respecto 21. En relación con esta
figura, la Subsección ha sostenido que22:

En efecto, el contrato de cesión de derechos litigiosos es una figura


sustancial cuya regulación se encuentra prevista en los artículos 1969 a
1972 del Código Civil; dicha normatividad lo define como un contrato
aleatorio, a través del cual una de las partes de un proceso judicial –
cedente–, transmite a un tercero –cesionario–, en virtud de un contrato, a
título oneroso o gratuito, el derecho sobre el cual recae el interés de las
partes del proceso23, cesión que bien puede ser celebrada por ambas
20
Fl. 919 del cuaderno 3.
21
Fls. 922 a 924 del cuaderno 3.
22
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A,
sentencia de 12 de octubre de 2017, radicación número: 25000-23-26-000-2009-00432-
01(39074).
23
“Cesión de derecho litigioso es el acto jurídico en virtud del cual una persona transfiere a otra, a
título oneroso o gratuito, los derechos personales o reales que se controvierten en juicio. Esta
cesión se hace efectiva por medio de la entrega del título que contenga la cesión. Este título
consiste en un documento privado, aun en el caso en que la controversia trate sobre inmuebles.”
En Bonivento Fernández, José Alejandro “Los principales contratos civiles y su paralelo con los
partes del proceso, puesto que cualquiera de ellas es titular del evento
incierto de la litis y, por ende, la normatividad sustancial y procesal, sin
distingo alguno, les permite negociar tal condición, sea como parte
demandante -ejecutante- o como parte demandada -ejecutada-.

En la celebración de la cesión de derechos litigiosos intervienen sólo dos


partes, a saber: la parte procesal CEDENTE (tradente), quien transmite el
evento incierto de la litis del cual hace parte el derecho material o
sustancial debatido en el proceso, quien debe responder tan solo de la
existencia del proceso más no de la suerte que pueda correr la relación
jurídica que se debate y el CESIONARIO (adquirente), quien obtiene el
evento incierto o derecho aleatorio, a título oneroso o gratuito (vgr. venta,
permuta, donación, dación en pago, etc.).

En cuanto a los requisitos de perfeccionamiento del contrato de cesión de


derechos litigiosos, de conformidad con lo previsto en el artículo 761 del
Código Civil, cabe mencionar que dicho negocio jurídico se concluye con
la sola entrega del título (documento privado o público) hecha por el
cedente al cesionario; no obstante, la Jurisprudencia tanto de la Corte
Suprema de Justicia como del Consejo de Estado, ha sostenido que para
que la cesión de derechos litigiosos produzca efectos jurídicos
procesales, resulta necesario que el cesionario comparezca ante el juez
de la causa con el fin de que reconozca dicho negocio jurídico y dé
traslado del mismo a la parte cedida, con el fin de que ésta última se
pronuncie respecto de la eventual sucesión procesal que en virtud
de la cesión de derechos litigiosos se pudiere presentar.

(…).

Así pues, para el perfeccionamiento del contrato de cesión de derechos


litigiosos, de conformidad con el Código Civil, basta con la entrega del
título contentivo de la cesión, hecha por el cedente al cesionario. Sin
embargo, para que dicha cesión de derechos litigiosos produzca efectos
respecto de terceros y de la contraparte cedida, la jurisprudencia de esta
Sección del Consejo de Estado antes citada exige que el cesionario se
presente al proceso con el documento que acredite tal negocio jurídico,
con el fin de que el juez de la causa notifique a la parte cedida, a efectos
de que ésta manifieste si acepta o, no, la eventual sucesión procesal que
llegare a presentarse, en virtud de la cesión de derechos litigiosos, pero
no para que manifieste si acepta o no la cesión, pues dicho
pronunciamiento no constituye requisito alguno de validez y/o eficacia del
negocio jurídico en mención.

En conclusión, una vez perfeccionado el contrato de cesión con el


consentimiento de las partes y verificada la tradición con la entrega del
título de acuerdo, (art. 761 del C. Civil), puede el cesionario intervenir en
el proceso del cual hace parte el evento incierto de la litis que adquirió,
bien como litisconsorte de la parte cedente –caso en el cual no
habrá sucesión procesal- o, bien sustituirlo dentro en el proceso,
siempre y cuando el juez admita la cesión y la contraparte cedida
acepte liberar al cedente24 (resaltado del texto).

comerciales”, Ed. Librería del Profesional, Edición No. 13, Tomo I, Pág. 328 y 329.
24
“Consejo de Estado, Sección Tercera, auto del 6 de agosto de 2009, Exp. 17.526, M.P. Mauricio
Fajardo Gómez”.
Así las cosas, de acuerdo con el artículo 60 del C.P.C. 25, norma aplicable para la
época, la cesionaria podía actuar en aquel proceso en calidad de litisconsorte,
toda vez que la contraparte guardó silencio frente a la cesión de derechos
litigiosos y no operó la sucesión procesal26.

No obstante, advierte la Sala que el acuerdo de voluntades entre el cedente y la


cesionaria de los derechos litigiosos estaba circunscrito al resultado de las
demandas de carácter contractual radicadas por el señor Luis Fernando Guerra
por el incumplimiento del I.S.S. en el pago de los cánones de arrendamiento, que
finalmente se acumularon en un solo expediente.

Bajo ese entendido, la señora Sonia Morales Morales no tendría legitimación en la


causa por activa para reclamar por el supuesto daño derivado del error judicial
mediante la acción de reparación directa, en tanto el interés jurídico aún estaba
radicado en el demandante Luis Fernando Guerra y no existe un documento
adicional que facultara a la hoy accionante reclamar en su nombre. En anterior
oportunidad, esta Corporación sustentó dicha tesis así 27:

De lo anterior se puede afirmar que la cesión de los derechos litigiosos


entre la sociedad Frontier de Colombia S.A., en calidad de cedente y la
sociedad Grupo Logístico Integrado S.A., en calidad de cesionaria, solo
operó en relación con las indemnizaciones esperadas en los litigios
promovidos en sede de nulidad y restablecimiento del derecho.

Es decir que, las nuevas pretensiones planteadas en la demanda de


reparación directa no hacen parte del objeto del contrato de cesión de
derechos litigiosos, máxime cuando este último versaba sobre unos
procesos judiciales ya en curso iniciados en febrero de 2001 y la
demanda de reparación directa se radicó el 16 de diciembre de 2005,
es decir, casi 5 años después.

De modo que, la sociedad Grupo Logístico Integrado S.A. no es la


titular del daño y los perjuicios que ahora reclama en sede de
reparación directa y que tuvieron como origen la diligencia de

25
“(…).
El adquirente a cualquier título de la cosa o del derecho litigioso, podrá intervenir como litisconsorte
del anterior titular. También podrá sustituirlo en el proceso, siempre que la parte contraria lo acepte
expresamente”.
26
“Como se aprecia, la cesión de derechos litigiosos no implica per se, el hecho de que opere el
fenómeno de la sustitución procesal, por ende, ante el silencio de la parte cedida en la relación
jurídico procesal, es perfectamente posible afirmar que el negocio jurídico mantiene sus
condiciones de eficacia y validez, sólo que cedente y cedido permanecen vinculados al proceso;
contrario sensu, cuando el cedido acepta expresamente la cesión opera el fenómeno de la
sustitución procesal, motivo por el cual el cedente es reemplazado integralmente por el cesionario,
quien ocupará la posición del primero”. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo,
Sección Tercera, auto de 7 de febrero de 2007, radicado: 250002326000199800324 01 (22043),
C.P. Alier Hernández Enríquez.
27
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección B,
sentencia de 18 de octubre de 2018, radicado: 25000-23-26-000-2006-00357-01(42297).
allanamiento y decomiso de los bienes decomisados, sino que lo es
Frontier de Colombia S.A.

(…).

Lo anterior significa que Grupo Logístico Integrado S.A., al pretender


perseguir el daño cuya fuente es la operación administrativa
mencionada, debió suscribir previamente un nuevo acuerdo con la
sociedad Frontier S.A. en el que esta última cediera los derechos
litigiosos respecto de una pretensión que sería ventilada en un proceso
judicial de distinta naturaleza que aquellos procesos cobijados con la
cesión de derechos litigiosos suscrita el 3 de mayo de 2001.

Pero como no lo hizo, la real afectada por el daño y los perjuicios


ocasionados con la diligencia de registro e incautación llevada a cabo
por la DIAN fue la sociedad Frontier S.A., única legitimada para
reclamar dichas indemnizaciones.

En conclusión, la sociedad actora no es la titular del derecho que


reclama, razón por la cual se declarará la falta de legitimación en la
causa por activa.

En criterio de la Sala, por todo lo anterior, deberá ser modificada la decisión


emitida en primera instancia por el Tribunal Administrativo del Cesar, el 29 de
agosto de 2019, para declarar la falta de legitimación en la causa por activa.

2. Costas

En atención a lo señalado en el artículo 188 de la Ley 1437 de 2011 y en el literal


b del artículo 625 del C.G.P., en la sentencia se decidirá sobre la condena en
costas, con aplicación de las normas previstas en el último de los estatutos
mencionados, el cual, en el numeral 1 de su artículo 365, dispone que se
condenará en costas a quien se le resuelva desfavorablemente el recurso de
apelación28.

La condena depende de un factor objetivo, del hecho de ser vencido en el


proceso, y no de la conducta desplegada por las partes. De manera consecuente,
en el caso concreto se debe modificar la decisión adoptada por el Tribunal
Administrativo del Cesar y se impondrá la condena en costas correspondiente a la
segunda instancia, en cuanto el recurso de apelación interpuesto por la
demandante en contra del fallo del a quo fue resuelto de manera desfavorable.
 

28
Artículo 365 C.G.P.: “En los procesos y en las actuaciones posteriores aquellos en que haya
controversia la condena en costas se sujetará a las siguientes reglas: 1. Se condenará en costas a
la parte vencida en el proceso, o a quien se le resuelva desfavorablemente el recurso de apelación ,
casación, queja, súplica, anulación o revisión que haya propuesto (…) (subrayas de la Sala).
Pues bien, el artículo 361 ejusdem prevé que las costas están integradas por la
totalidad de las expensas sufragadas durante el trámite de la controversia, así
como por las agencias en derecho, las cuales, en virtud del numeral 4 del artículo
366 de la misma normativa, se fijan con observancia de las tarifas establecidas por
el Consejo Superior de la Judicatura en el artículo 5 del Acuerdo No. 1887 de
200329, regulación que resulta aplicable al caso concreto, en consideración a la
fecha de radicación de la demanda (7 de julio de 2014).

En aplicación de lo anterior, por tratarse de un proceso de segunda instancia con


cuantía, que duró más de un año en esta Corporación e implicó que las partes
tuvieran un abogado que ejerciera la defensa judicial de sus intereses, la Sala fija
las agencias en derecho de segunda instancia en suma equivalente al 1% del
valor de las pretensiones de la demanda estimadas en $1.713'172.370, lo que
corresponde a $17'131.723 a favor de la demandada.

Finalmente, de conformidad con el artículo 366 del C.G.P. 30, la Secretaría del
Tribunal Administrativo del Cesar liquidará las costas, para lo cual incluirá los
gastos judiciales en los que incurrió la demandada, siempre que se encuentren
probados y provengan de actuaciones autorizadas por la ley; además, tomará en
consideración las agencias en derecho fijadas en cada instancia.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley, 

RESUELVE

PRIMERO: MODIFICAR la sentencia apelada, proferida por el Tribunal


Administrativo del Cesar, el 29 de agosto de 2019, de acuerdo con la parte motiva
de esta sentencia, la cual quedará así:

29
“Artículo sexto. Tarifas. Fijar las siguientes tarifas de agencias en derecho:
“(…).
“III. CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.
“(…).
“3.1.3. Segunda instancia.
“Sin cuantía: Hasta siete (7) salarios mínimos mensuales legales vigentes.
“Con cuantía: Hasta el cinco por ciento (5%) del valor de las pretensiones reconocidas o negadas
en la sentencia (…)”. (se destaca).
30
A cuyo tenor: “Las costas y agencias en derecho serán liquidadas de manera concentrada en el
juzgado que haya conocido del proceso en primera o única instancia, inmediatamente quede
ejecutoriada la providencia que le ponga fin al proceso o notificado el auto de obedecimiento a lo
dispuesto por el superior, con sujeción a las siguientes reglas (…)”.
PRIMERO: DECLARAR la falta de legitimación en la causa por activa
de Sonia Morales Morales, de acuerdo con lo expuesto en la parte
motiva de esta providencia.

SEGUNDO. Negar las pretensiones de la demanda.

SEGUNDO: CONDENAR en costas de segunda instancia a la parte demandante,


incluido, por agencias en derecho, un monto equivalente a $17'131.723 a favor de
la demandada. El Tribunal de origen deberá dar cumplimiento a lo dispuesto por el
artículo 366 del Código General del Proceso.

TERCERO: Ejecutoriada esta providencia devuélvase el expediente al Tribunal de


origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

JOSÉ ROBERTO SÁCHICA MÉNDEZ

FIRMADO ELECTRÓNICAMENTE

FIRMADO ELECTRÓNICAMENTE
MARÍA ADRIANA MARÍN

FIRMADO ELECTRÓNICAMENTE
MARTA NUBIA VELÁSQUEZ RICO

Nota: esta providencia fue suscrita en forma electrónica


mediante el aplicativo SAMAI, de manera que el certificado
digital que arroja el sistema permite validar la integridad y
autenticidad del presente documento en el
link https://relatoria.consejodeestado.gov.co:8080/Vistas/docum
entos/evalidador. Igualmente puede acceder al aplicativo de
validación escaneando con su teléfono celular el código QR
que aparece a la derecha.
VF

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