Guía Del Estudiante
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LATINOAMERICANO
CURSO:
DE NUTRICIÓN NUTRICIÓN APLICADA EN PATOLOGÍAS CRÓNICAS
1. Conocimientos ofertados
1.1. Introducción
La desnutrición produce consecuencias fisiológicas de pérdida celular y deterioro funcional, que clínicamente se
manifiestan como disminución de la inmunocompetencia que genera complicaciones infecciosas, ulceras de pre-
sión y retardo en la cicatrización, marcha inestable, caídas y fracturas, pobre calidad de vida, aumento del tiempo
de estancia hospitalaria y readmisiones, aumento de la morbilidad y la mortalidad (1,2).
El pobre estado nutricional afecta negativamente los desenlaces clínicos, pero también el sistema de salud, ya
que incrementa el costo de atención entre un 30 y un 70%, debido a que estos pacientes usualmente requieren
más recursos representados en tiempo de hospitalización, medicamentos, consultas, pruebas diagnósticas e in-
tervenciones médicas y quirúrgicas (2).
La prevalencia de desnutrición relacionada con la enfermedad afecta entre el 20 y 60% de los pacientes; el am-
plio rango depende del país, las características nosocomiales, el diagnóstico, los aspectos socio-demográficos,
pero sobre todo de los criterios usados para definir desnutrición (2,3).
La confusión y la dificultad para unificar los diagnósticos nutricionales ha resultado del uso de criterios de diag-
nóstico que tienen limitaciones en sensibilidad, especificidad y confiabilidad interobservador. Existe un nuevo
enfoque para definir los síndromes de malnutrición que se basa en los conocimientos actuales sobre las con-
tribuciones de la respuesta inflamatoria, debido a que la inflamación aguda y crónica son factores etiológicos
importantes en la patogénesis de la desnutrición en estados de enfermedad o lesión a causa de alteraciones
metabólicas asociadas y anorexia (3).
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Parenteral (ASPEN), desde 1995; por la Asociación Británica de Nutrición Enteral y Parenteral (BAPEN), desde
2000; por la Asociación Europea de Nutrición Enteral y Parenteral (ESPEN), desde 2003, con el objetivo de rea-
lizar una detección temprana de los pacientes a riesgo y/o desnutridos, priorizar su atención, hacer intervención
oportuna y, de esta forma, reducir las complicaciones asociadas a la desnutrición. Adicionalmente, la tamización
permite optimizar el uso del recurso de nutrición (3–5).
Existen muchas herramientas para tamización nutricional, las cuales deben tener una vali-
dez aceptable, ser sencillas de usar, tener amplia aplicabilidad en múltiples escenarios clí-
nicos y condiciones de los pacientes. Las más usadas se presentan a continuación (tabla 1).
Preguntas Puntaje
• Sí 1
• No 0
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Reducción de Puntuación
IMC Puntuación
Peso 3-6 meses Enfermedad aguda grave y que se
>20 = 0 prevé que no comerá en >5 días.
<5% = 0
18.5-20 = 1
5-10% = 1 Puntuación 2
<18.5 = 2
>10% = 2
Ausente Ausente
Estado nutricional normal Requerimientos nutricionales normales
0 puntos 0 puntos
3
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Puntuación total = suma puntos del deterioro estado nutricional + severidad enfermedad + ajuste edad
Puntuación ≥ 3: el paciente se encuentra en riesgo nutricional y es necesario iniciar un plan de soporte nutricional.
Puntuación < 3: se debe realizar una tamización semanal. En caso de que el paciente tenga programada una in-
tervención nutricional quirúrgica mayor, se debe considerar un aporte nutricional preventivo, con el fin de evitar
cualquier condición de riesgo asociada.
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1 Historia y diagnóstico clínico: en esta se debe identificar condiciones médicas, quirúrgicas o patologías cró-
nicas que puedan generar un riesgo nutricional secundario al aumento de los requerimientos, disminución de
ingesta o de la absorción de nutrientes.
Identificar la presencia de respuesta inflamatoria es importante, ya que es un factor clave en la fisiopatología
de la desnutrición asociada a la enfermedad, debido a que incrementa los requerimientos y cambia las rutas
metabólicas de los macronutrientes.
• Fibrosis quística
• Pancreatitis crónica
• Lupus eritematoso sistémico
(LES)
• Artritis reumatoidea
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los marcadores son los mismos que en inflamación aguda (ejemplo leucocitosis,
fiebre, elevación de la proteína C reactiva), pero en menor grado y por un periodo
de tiempo más prolongado (6).
Áreas por examinar en la evaluación de la reserva muscular y grasa: la clave es familiarizarse con las regio-
nes y los puntos donde los músculos y la grasa son accesibles para la valoración.
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Evalúa región torácica y lumbar: costillas, espalda baja, línea axilar media y cresta iliaca.
Posición para la evaluación: pídale al paciente que extienda los brazos hacia adelante o hacia fuera a los
lados de su cuerpo y empuje contra objetos sólidos. Si no puede pararse, el paciente puede acostarse de
espaldas (esto puede no ser óptimo para evaluar, debido a factores de interferencia en el posicionamiento).
➞ Normal: no se muestran las costillas, ligera protrusión o sin protrusión de la cresta iliaca.
➞ Depleción leve a moderada: costillas más aparentes, depresiones no muy pronunciadas, cresta iliaca algo
prominente.
➞ Depleción severa: depresión entre las costillas muy aparente, la cresta iliaca es muy prominente.
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Evalúa región del brazo superior: área de grasa externa al músculo del tríceps.
Posición para la evaluación: con el brazo doblado en un ángulo de 90 grados, use un suave movimiento de
balanceo entre el pulgar y los dedos hacia abajo del tríceps para separar el músculo y evaluar la grasa. Una
vez que el dedo haya pellizcado el área debajo del tríceps, tome nota de la cantidad de grasa entre los dedos.
➞ Normal: amplio tejido graso.
➞ Depleción leve a moderada: un poco de profundidad, pero no es suficiente para que los dedos se toquen.
➞ Depleción severa: muy poco espacio entre pliegues, dedos prácticamente tocando.
Posición para la evaluación: con la mano extendida, unir el índice y el pulgar. Observar las almohadillas mus-
culares. Ver y palpar el lado dorsal y palmar de la mano.
• Palmar: evalúa oponente del pulgar, abductor del pulgar y primer interóseo dorsal.
➞ Normal: protuberancias musculares, podrían ser planas en algunos individuos bien nutridos.
➞ Depleción leve a moderada: ligeramente deprimido.
➞ Depleción severa: áreas deprimidas, particularmente entre el pulgar y el índice.
• Dorsal: evalúa músculos interóseos.
➞ Normal: protuberancia plana o suave entre los huesos dorsales, músculo abultado o plano entre el
dedo índice y el pulgar.
➞ Depleción leve a moderada: ligera depresión entre los huesos dorsales.
➞ Depleción severa: áreas deprimidas entre los huesos dorsales, particularmente entre el índice y el
pulgar; huesos muy prominentes.
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Posición para la evaluación: pedir al paciente que se siente con la pierna en ángulo de 90 grados y apoyada.
Si el paciente es incapaz de sentarse, doblar la rodilla y apoyar los pies (mientras está acostado), para que la
pantorrilla y el cuádriceps se levanten de la cama.
• Región anterior del muslo: evalúa cuádriceps.
➞ Normal: bien redondeado, bien desarrollado.
➞ Depleción leve a moderada: depresión leve en la parte interna del muslo.
➞ Depleción severa: Depresión / línea en el muslo, no bien desarrollada.
• Región patelar: evalúa cuádriceps.
➞ Normal: los músculos sobresalen, la rótula no es prominente.
➞ Depleción leve a moderada: rótula más prominente.
➞ Depleción severa: rótula prominente, pequeña señal de músculo alrededor de la rodilla.
• Región posterior de la pantorrilla: evalúa gastrocnemio.
➞ Normal: bulbo del músculo bien desarrollado.
➞ Depleción leve a moderada: no bien desarrollado.
➞ Depleción severa: delgado, mínima o no definición muscular.
Piel
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Piel
Xerosis Agua, ácidos grasos esenciales Edad, factores ambientales y/o higiene
y/o vitamina A
Palidez Hierro, folato y/o vitamina B12 Estados de bajo volumen, baja perfusión
Uñas
Línea transversal de Beau Proteína, hipercalcemia* Trauma, oclusión coronaria, enfermedad en la piel.
Cabello
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Orofacial
Conjuntiva pálida Hierro, folato y/o B12 Estados de bajo gasto cardíaco
Estomatitis angular (grietas Vitamina B2, B3, B6 y/o hierro Irritación por dentaduras mal ajustadas,
bilaterales y enrojecidas) herpes, agrietamiento por el clima
Glositis (inflamación de la Vitamina B2, B3, B6, B12, folato Enfermedad de Crohn, uremia, infección,
lengua, color magenta) y/o hierro cáncer, tratamiento para el cáncer,
trauma
3 Antropometría: el peso, la talla, los pliegues cutáneos, los perímetros y otras evaluaciones de la composición
corporal son útiles, pero la aplicación de rutina en entornos de atención al paciente ha sido limitada porque se
necesita entrenamiento para lograr confiabilidad en las medidas.
a. Talla: cuando el paciente no se puede poner de pie, se puede estimar la talla por alguno de los siguientes
métodos:
Fórmula altura rodilla-talón de Chumlea
Para la talla del hombre = (2.02 * altura rodilla) - (0.04 * edad) + 64.19
Para la talla de la mujer = (1.83 * altura rodilla) - (0.24 * edad) + 84.88
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Fórmula rodilla–maléolo
Para la talla del hombre (cm) = (LRM * 1.121) – (0.117 * edad años) + 119.6
Para la talla de la mujer (cm) = (LRM * 1.263) – (0.159 * edad años) * 107.7
LRM = Longitud rodilla-maléolo
b. Peso: la pérdida de peso y el bajo peso son indicadores bien validados de desnutrición.
El porcentaje de cambio de peso se calcula de la siguiente forma:
% Cambio peso = ((peso usual – peso actual) /peso usual) *100
c. Pliegues de grasa y circunferencias: estas mediciones se hacen para evaluar músculo y tejido adiposo, pero
es importante tener en cuenta que pueden sufrir interferencia por obesidad y edema, adicionalmente de
los errores interobservador e intraobservador que pueden existir (ver técnica para la toma de medidas an-
tropométricas y tablas de referencia en los siguientes enlaces):
https://wwwn.cdc.gov/nchs/nhanes/nhanes3/anthropometricvideos.aspx
https://www.cdc.gov/nchs/data/series/sr_11/sr11_252.pdf
d. Índice de Masa Corporal (IMC): es la herramienta de diagnóstico más frecuentemente utilizada para la
obesidad. Para su cálculo utiliza la talla y el peso que son mediciones fáciles y económicas. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso como un IMC entre 25.0 y 29.9 kg/m2, y la obesidad como
un IMC igual o mayor de 30.0 kg/m2. Estos puntos de corte son muy útiles en estudios epidemiológicos,
pero a pesar de su amplio uso, el IMC es solo una medida sustituta de la grasa corporal y no proporciona
una medida precisa de la composición corporal (tabla 2).
IMC = Peso (Kg)/Talla (mts)2
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En Estados Unidos, los aseguradores en su sistema de indicadores de calidad definieron un rango de IMC
más alto como deseable para personas mayores de 65 años de edad (IMC ≥23 y <30)(6). También la Na-
tional Health and Nutrition Examination Surveys (NHANES) tiene valores de referencia para adulto mayor
que están en promedio en los mismos rangos, ver tablas en el siguiente vínculo https://www.cdc.gov/nchs/
data/nhsr/nhsr010.pdf
4 Bioquímicos: los laboratorios útiles para evaluar inflamación pueden ser proteína C reactiva, leucocitosis e hi-
perglucemia; el balance negativo de nitrógeno también puede respaldar la presencia de respuesta inflamatoria
sistémica.
Los laboratorios que indican respuesta inflamatoria y posible desnutrición proteica deben ser interpretados con
precaución, debido a que marcadores bioquímicos hepáticos, como albúmina sérica, transferrina, proteína liga-
da a retinol y prealbúmina son reactantes de fase aguda y/o se pueden afectar por diferentes factores como:
• El nivel de albúmina sérica representa un equilibrio entre la síntesis hepática, la degradación sérica y las pér-
didas del cuerpo. En total se sintetizan y degradan entre 10.5 y 14.0 gramos de albúmina sérica diariamente,
en estado estable(5). Por lo tanto, un deficiente estado nutricional impedirá la producción de albúmina séri-
ca como consecuencia de la deficiencia de nutrientes esenciales para su síntesis. Sin embargo, en desnutri-
ción crónica, la concentración plasmática es frecuentemente normal debido al efecto compensatorio (menor
degradación y un cambio del compartimiento extracelular al intracelular). Por otro lado, en situaciones de
estrés agudo, como las relacionadas con infección, cirugía y politrauma, los niveles de albúmina sérica son
generalmente muy bajos, como consecuencia de la disminución de la síntesis, el aumento de la degradación,
pérdidas transcapilares y reemplazo de volumen(5).
• El nivel de albúmina sérica refleja el equilibrio entre los compartimentos intravasculares / extravasculares y
la distribución de agua. Dos tercios de la albúmina sérica se encuentran en el compartimento extravascular
y un tercio en el intravascular, por lo tanto, se ve afectada por el grado de hidratación(5).
• La vida media de la albúmina sérica es de aproximadamente 21 días, siendo un mal indicador de cambios
agudos.
Por lo tanto, el nivel de albúmina sérica puede alterarse debido a otros factores, además de la desnutrición,
como los trastornos hepáticos, pérdidas proteicas aumentadas (fístula, peritonitis, síndromes nefróticos, etc.)
e infección aguda o inflamación (que también son factores de riesgo para desnutrición)(5).
Los niveles bajos de albúmina sérica se han asociado con una mayor morbilidad y mortalidad.
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Respuesta inflamatoria
Sin respuesta Respuesta inflamatoria de
de bajo a moderado
Criterios inflamatoria alto grado (ENFERMEDAD
grado (ENFERMEDAD
(INANICIÓN) AGUDA)
CRÓNICA)
Moderado Severo Moderado Severo Moderado Severo
Ingesta calórica <75%* <50%* <75%* <75%* <75%* ≤50%*
≥3 meses ≥3 meses ≥1 mes ≥1 mes >7 días ≥5 días
1-2% >2%
Pérdida de peso (1 semana) (1 semana)
1 mes 5% >5% 5% >5% 5% >5%
3 meses 7.5% >7.5% 7.5% >7.5% 7.5% >7.5%
6 meses 10% >10% 10% >10%
1 año 20% >20% 20% >20%
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El diagnóstico de desnutrición se hace con 2 criterios positivos, la severidad se clasifica según el número de cri-
terios que tenga cada grado.
En el caso de tomar medidas antropométricas para la interpretación de las tablas de referencia, puede utilizar los
criterios de Frisancho (11).
Percentil Interpretación
<5 Déficit severo
5-10 Déficit moderado
10-15 Déficit leve
15-85 Normal
>85 Exceso
Cuando se define que el paciente requiere soporte nutricional enteral (sea por vía oral o por sonda), se procede a
definir la fórmula nutricional para cubrir los requerimientos, bien sea una fórmula completa, una fórmula modular
o ambas.
Los criterios sugeridos para la selección de la fórmula son:
• Fórmula completa: si el paciente consume en general menos del 75% de los alimentos.
• Módulo de proteína: si el consumo general de alimentos es mayor del 75%, pero el paciente tiene un au-
mento en el requerimiento de proteína (patología con respuesta inflamatoria) o una baja ingesta (menos de 3
porciones de proteína al día o porciones pequeñas).
• Fórmula completa más módulo de proteína: consumo general de alimentos menor del 75% e insuficiente
ingesta proteica.
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2. Recursos complementarios
• Vídeo para la toma de medidas antropométricas.
https://wwwn.cdc.gov/nchs/nhanes/nhanes3/anthropometricvideos.aspx
• http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0148607112440284
• http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0148607113492338
• http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0148607112440285
3. Bibliografía
1. Argilés J, Campos N, López-Pedrosa J, Rueda R, Rodriguez-Mañas L. Skeletal Muscle Regulates Metabolism
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2. Souza T, Sturion C, Faintuch J. Is the skeleton still in the hospital? A review of hospital malnutrition emphasi-
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3. Jensen G, Compher C, Sullivan D, Mullin G. Recognizing malnutrition in adults: definitions and characteristics,
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assessment, and intervention in adults. JPEN J Parenter Enteral Nutr. 2011;35(1):16-24.
5. Correia M. Nutrition Screening vs Nutrition Assessment: What’s the Difference? Jul. 2017;
6. Jensen G, Ying P, Wheeler D. Adult Nutrition Assessment Tutorial. May. 2012;36(3).
7. Soeters P, Reijven P, de van der Schueren M, Schols J, Halfens R, Meijers J, et al. A rational approach to nu-
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8. White J, Guenter P, Jensen G, Malone A, Schofield M. Consensus Statement of the Academy of Nutrition and
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10. Alvarez J, Burgos R, Planas M. Consenso multidisciplinar sobre el abordaje de la desnutricion hospitalaria
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PE_Consenso_Multidisciplinar_Abordaje_Desnutricion_ESP.pdf
11. Frisancho A. New norms of upper limb fat and muscle areas for assessment of nutritional status. Nov.
1981;34:2540-5.
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