Cuadernillo Jurisprudencial CoIDH
Cuadernillo Jurisprudencial CoIDH
Cuadernillo Jurisprudencial CoIDH
de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos
14
2021
IGUALDAD
DERECHOS
MUJERES
Y NO
HUMANOS
YDISCRIMINACIÓN
Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Cuadernillos de Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
No. 14 : Igualdad y no discriminación / Corte Interamericana de Derechos Humanos. -- San
José, C.R. : Corte IDH, 2021.
175 p. : 28 x 22 cm.
ISBN 978-9977-36-280-9
Los títulos y subtítulos de cada capítulo solo buscan facilitar la lectura y no corresponden,
necesariamente, a los usados en las decisiones del Tribunal. Por su parte, las referencias que
se hacen en este texto a otras decisiones de la Corte IDH tienen como objetivo brindar algunos
ejemplos de casos contenciosos u opiniones consultivas relacionados con la temática, pero no
son una enumeración exhaustiva de aquellas. Asimismo, en los Cuadernillos de Jurisprudencia,
generalmente, se eliminan las notas a pie de página de los párrafos incluidos, las cuales pueden
ser consultadas en los textos originales de las sentencias u opiniones consultivas de la Corte
Interamericana.
PRESENTACIÓN
Para abordar este tema, se han extractado los párrafos más relevantes de los casos
contenciosos y opiniones consultivas en que la Corte IDH ha tratado esta temática. En una
primera parte de este Cuadernillo, se exponen aspectos generales vinculados al principio
de igualdad y no discriminación, tanto a su alcance, diferencias entre la protección de los
artículos 1.1 y 24 convencionales, distinción entre una diferencia objetiva y razonable y la
discriminación, categorías especialmente protegidas, prohibiciones de discriminación
directa e indirecta y las discriminaciones múltiples, estructural e interseccional. En
segundo lugar, se recopilan las llamadas “categorías sospechosas”. Seguidamente, se
aborda la utilización de estereotipos como forma de discriminación. Luego, en el cuarto
apartado, se tratan los grupos en situación de vulnerabilidad atendida la situación de
discriminación en la cual se encuentran. En quinto lugar, se reseñan las medidas para
erradicar la discriminación y los mecanismos de garantía del derecho a la igualdad y no
discriminación. Finalmente, se concluye con medidas de reparación que se han dictado
específicamente respecto del principio de igualdad y no discriminación.
La Corte IDH agradece al Dr. Claudio Nash por su trabajo como editor de esta publicación
que integra la serie de Cuadernillos de Jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, así como la generosa contribución de la cooperación alemana
implementada por GIZ y su Programa DIRAJus basado en Costa Rica.
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14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
En este primer apartado se tratan los aspectos generales relativos al alcance del principio
de igualdad y no discriminación en la jurisprudencia de la Corte IDH, el que es considerado
un principio básico y general de la protección de los derechos humanos, alcanzando el
carácter de ius cogens.
83. La no discriminación, junto con la igualdad ante la ley y la igual protección de la ley a
favor de todas las personas, son elementos constitutivos de un principio básico y general
relacionado con la protección de los derechos humanos. El elemento de la igualdad es
difícil de desligar de la no discriminación. Incluso, los instrumentos ya citados […], al
hablar de igualdad ante la ley, señalan que este principio debe garantizarse sin
discriminación alguna. Este Tribunal ha indicado que “[e]n función del reconocimiento de
la igualdad ante la ley se prohíbe todo tratamiento discriminatorio”.
1
La Opinión Consultiva OC-4/84 se relaciona con la compatibilidad de la propuesta de modificación a la Constitución
Política de Costa Rica, relacionada con la naturalización de personas, con la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Al respecto, Costa Rica solicitó que la Corte determine, entre otros, si tal modificación afecta en alguna
forma el derecho de toda persona a tener una nacionalidad estipulado en el artículo 20 de la Convención, y si es
compatible con el artículo 17 de la Convención, en cuanto a igualdad entre los cónyuges. Puede consultar el texto de
la Opinión Consultiva en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/seriea_04_esp.pdf
2
La Opinión Consultiva OC-18/03 se relaciona, entre otros, con la privación del goce y ejercicio de ciertos derechos
laborales a los trabajadores migrantes, y su compatibilidad con la obligación de los Estados americanos de garantizar
los principios de igualdad jurídica, no discriminación y protección igualitaria y efectiva de la ley consagrados en
instrumentos internacionales de protección a los derechos humanos. Puede consultar el texto de la Opinión Consultiva
en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/seriea_18_esp.pdf
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14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
101. En concordancia con ello, este Tribunal considera que el principio de igualdad ante la
ley, igual protección ante la ley y no discriminación, pertenece al jus cogens, puesto que
sobre él descansa todo el andamiaje jurídico del orden público nacional e internacional y
es un principio fundamental que permea todo ordenamiento jurídico. Hoy día no se admite
ningún acto jurídico que entre en conflicto con dicho principio fundamental, no se admiten
tratos discriminatorios en perjuicio de ninguna persona, por motivos de género, raza,
color, idioma, religión o convicción, opinión política o de otra índole, origen nacional, étnico
o social, nacionalidad, edad, situación económica, patrimonio, estado civil, nacimiento o
cualquier otra condición. Este principio (igualdad y no discriminación) forma parte del
derecho internacional general. En la actual etapa de la evolución del derecho internacional,
el principio fundamental de igualdad y no discriminación ha ingresado en el dominio del
jus cogens.
3
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la exclusión de la organización indígena YATAMA
de participar en las elecciones municipales de 2000. La Corte concluyó que el Estado había incumplido, entre otros,
su deber de garantizar los derechos políticos y el derecho a la igualdad en relación con su obligación de respetar los
derechos y su deber de adoptar disposiciones de derecho interno, según lo establecido en la Convención Americana
de Derechos Humanos. Puede consultar los detalles de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/ver_ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=268
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14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
otros: Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de agosto de 2010. Serie C No. 214, párr. 269; Caso Granier y
otros (Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de junio de 2015. Serie C No. 293, párr. 215; Caso
Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016. Serie C No. 318, párr. 416.)
185. Ese principio posee un carácter fundamental para la salvaguardia de los derechos
humanos tanto en el derecho internacional como en el interno; se trata de un principio de
derecho imperativo. Por consiguiente, los Estados tienen la obligación de no introducir en
su ordenamiento jurídico regulaciones discriminatorias, eliminar las regulaciones de
carácter discriminatorio, combatir las prácticas de este carácter y establecer normas y
otras medidas que reconozcan y aseguren la efectiva igualdad ante la ley de todas las
personas. Es discriminatoria una distinción que carezca de justificación objetiva y
razonable.
Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de agosto de 2010. Serie C No. 214 4
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239 5
4
El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por la afectación de los derechos de una comunidad
indígena de la región del Chaco paraguayo. La Corte declaró vulnerados, entre otros, los derechos a la propiedad
comunitaria, vida, integridad personal, reconocimiento de la personalidad jurídica, derechos del niño y el
incumplimiento del deber de no discriminar, en perjuicio de los miembros de la Comunidad Indígena Xákmok Kásek.
Resumen oficial de la sentencia: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_214_esp.pdf
5
Este caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por el alegado trato discriminatorio y la
interferencia arbitraria en la vida privada y familiar que habría sufrido la señora Atala debido a su orientación sexual
en el proceso judicial que resultó en el retiro del cuidado y custodia de sus hijas. La Corte determinó que el Estado
violó, entre otros, el derecho a la igualdad y la no discriminación, así como el derecho a la vida privada. Puede
consultar el resumen oficial en este enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_239_esp.pdf
5
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
conduzca a tratarlo con privilegio; o que, a la inversa, por considerarlo inferior, lo trate
con hostilidad o de cualquier forma lo discrimine del goce de derechos que sí se reconocen
a quienes no se consideran incursos en tal situación. La jurisprudencia de la Corte también
ha indicado que en la actual etapa de la evolución del derecho internacional, el principio
fundamental de igualdad y no discriminación ha ingresado en el dominio del jus cogens.
Sobre él descansa el andamiaje jurídico del orden público nacional e internacional y
permean todo el ordenamiento jurídico. (En similar sentido, ver entre otros: Caso Norín
Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del Pueblo Indígena Mapuche) Vs.
Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279,
párr. 197; Caso Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2016. Serie C No. 315, párr. 109; Caso Trabajadores
de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016. Serie C No. 318, párr. 415.)
6
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la falta de respuesta oportuna por parte de las
autoridades judiciales argentinas, quienes incurrieron en una demora excesiva en la resolución de un proceso civil
por daños y perjuicios en contra del Estado, de cuya respuesta dependía el tratamiento médico de un niño y,
posteriormente, adulto con discapacidad. La Corte declaró violados, entre otros, los derechos a las garantías judiciales
y los derechos del niño. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_246_esp.pdf
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14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Norín Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del
Pueblo Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279 7
Corte IDH. Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C
No. 307 8
7
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado chileno por la detención de ocho miembros de la
comunidad mapuches en el contexto de protesta social por parte de esta población. La Corte declaró vulnerados,
entre otros, el principio de legalidad y el derecho a la presunción de inocencia, el principio de igualdad y no
discriminación y el derecho a la igual protección de la ley. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el
siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/ver_ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=403&lang=es
8
El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por la violación a los derechos de Claudina Isabel
Velásquez Paiz, quien desapareció y posteriormente fue hallada sin vida. La Corte determinó que el Estado violó,
entre otros, el deber de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos a la vida e integridad personal. Puede
consultar el resumen oficial en este enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_307_esp.pdf
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14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
63. En este sentido, la Corte ha establecido que el artículo 1.1 de la Convención es una
norma de carácter general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones del
tratado, y dispone la obligación de los Estados Parte de respetar y garantizar el pleno y
libre ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidos “sin discriminación alguna”. Es
decir, cualquiera sea el origen o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda ser
considerado discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los derechos
garantizados en la Convención es, per se, incompatible con la misma. El incumplimiento
por el Estado de la obligación general de respetar y garantizar los derechos humanos,
9
La Opinión Consultiva OC-24/17 titulada ‘‘identidad de género, e igualdad y no discriminación a parejas del mismo
sexo’’ versa sobre el reconocimiento del derecho a la identidad de género y en particular sobre los procedimientos
para tramitar las solicitudes de cambio de nombre en razón de la identidad de género. El segundo tema se refiere a
los derechos patrimoniales de las parejas constituidas por personas del mismo sexo. Resumen oficial de la Opinión
Consultiva: https://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/resumen_seriea_24_esp.pdf
8
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
mediante cualquier trato diferente que pueda resultar discriminatorio, es decir, que no
persiga finalidades legítimas, sea innecesario y/o desproporcionado, le genera
responsabilidad internacional. Es por ello que existe un vínculo indisoluble entre la
obligación de respetar y garantizar los derechos humanos y el principio de igualdad y no
discriminación.
65. Los Estados están obligados a adoptar medidas positivas para revertir o cambiar
situaciones discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio de determinado
grupo de personas. Esto implica el deber especial de protección que el Estado debe ejercer
con respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su tolerancia o aquiescencia,
creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias.
66. Ahora bien, la Corte recuerda que no toda diferencia de trato será reputada
discriminatoria, sino sólo aquella que se base en criterios que no puedan ser racionalmente
apreciados como objetivos y razonables, es decir, cuando no persigue un fin legítimo y no
existe una relación razonable de proporcionalidad entre los medios utilizados y el fin
perseguido. Asimismo, en casos de tratos diferentes desfavorables, cuando el criterio
diferenciador se corresponde con uno de aquellos protegidos por el artículo 1.1 de la
Convención que aluden a: i) rasgos permanentes de las personas de los cuales éstas no
pueden prescindir sin perder su identidad; ii) grupos tradicionalmente marginados,
excluidos o subordinados, y iii) criterios irrelevantes para una distribución equitativa de
bienes, derechos o cargas sociales, la Corte se encuentra ante un indicio de que el Estado
ha obrado con arbitrariedad.
67. La Corte ha establecido, además, que los criterios específicos en virtud de los cuales
está prohibido discriminar, según el artículo 1.1 de la Convención Americana, no
constituyen un listado taxativo o limitativo sino meramente enunciativo. De este modo, la
Corte estima que la redacción de dicho artículo deja abiertos los criterios con la inclusión
del término “otra condición social” para incorporar así a otras categorías que no hubiesen
sido explícitamente indicadas, pero que tengan una entidad asimilable. En tal virtud, al
momento de interpretar dicho término, corresponde escoger la alternativa hermenéutica
más favorable a la tutela de los derechos de la persona humana, conforme a la aplicación
del principio pro persona.
Corte IDH. Caso Cuscul Pivaral y otros Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de agosto de 2018. Serie C No.
359 10
10
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por las violaciones a diversos derechos cometidos
en perjuicio de 49 personas que viven o vivieron con el VIH y de sus familiares, tales como omisiones en el
tratamiento médico de las víctimas, de garantizar una atención médica adecuada a mujeres embarazadas y la
inacción estatal en materia de protección al derecho a la salud de la población que vive con el VIH. La Corte IDH
declaró violados, entre otros, el derecho a la salud, la prohibición de discriminación en relación con la obligación de
garantizar el derecho a la salud, y el principio de progresividad. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia
en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_359_esp.pdf
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14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
enunciativo. Por el contrario, la redacción de dicho artículo deja abiertos los criterios con
la inclusión del término “otra condición social” para incorporar así a otras categorías que
no hubiesen sido explícitamente indicadas.
Corte IDH. Caso Azul Rojas Marín y otra Vs. Perú. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 12 de marzo de 2020. Serie C No.
402 11
86. El artículo 1.1 de la Convención establece que “los Estados Partes en esta Convención
se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar
su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas
o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social”.
87. La Corte recuerda que el deber de respetar los derechos humanos reconocidos en la
Convención, concierne a todos los que actúen a nombre del Estado, especialmente si
proceden en la condición de órganos estatales, por lo que la eventual violación de aquellos
le es atribuible directamente. Igualmente, hace presente que la obligación de garantizar
el libre y pleno ejercicio de dichos derechos, significa que es responsable de la violación
de éstos por parte de terceros en el evento de que no haya adoptado las medidas
indispensables para impedir su trasgresión o para hacerla cesar, reparando el daño
causado. Y todo ello respecto de cualquier persona que se encuentre, por cualquier causa,
circunstancia o motivo, bajo su jurisdicción.
88. Asimismo, la Corte advierte que el efectivo respeto de los derechos humanos implica
que su eventual violación constituye, per se, un hecho ilícito internacional, cualquiera sea
la condición de la presunta víctima, circunstancia de que en modo alguno puede ser
esgrimida para justificar aquella. De modo, pues, que la detención arbitraria o la tortura
de una persona, cualquiera sea su condición, es siempre contraria al Derecho Internacional
y, especialmente, al Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
89. Por ello, esto es, teniendo en cuenta lo anterior, es que, en virtud de la obligación de
no discriminar, los Estados están obligados, además, a adoptar medidas positivas para
revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio
de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial de protección que el
Estado debe ejercer con respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su
tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias.
En este sentido, la discriminación efectuada en razón de una de las categorías señaladas
a título ilustrativo en el artículo 1.1 de la Convención, amerita una particular o peculiar
consideración, habida cuenta que el respectivo hecho ilícito que su ejercicio significa, tiene
lugar en razón de lo que la presunta víctima específicamente representa o parece ser y
que es lo que la distingue de las demás personas.
11
El caso se relaciona con la privación de libertad ilegal, arbitraria y discriminatoria de Azul Rojas Marín, el 25 de
febrero de 2008, supuestamente con fines de identificación. Puede consultar el resumen oficial en este enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_402_esp.pdf
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14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
153. Este Tribunal ha definido la discriminación como toda distinción, exclusión, restricción
o preferencia que se basen en determinados motivos, como la raza, el color, el sexo, el
idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social, la
propiedad, el nacimiento o cualquier otra condición social, y que tengan por objeto o por
resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de
igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas.
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La Opinión Consultiva OC-27/21 versa sobre “el alcance de las obligaciones de los estados, bajo el sistema
interamericano, sobre las garantías a la libertad sindical, su relación con otros derechos y aplicación desde una
perspectiva de género”. Puede consultar el resumen oficial de la Opinión Consultiva en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/resumen_seriea_27_esp.pdf
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El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por las violaciones a diversos derechos en perjuicio
de 60 personas fallecidas y seis heridas en la explosión en una fábrica de fuegos artificiales, así como de 100
familiares de las personas fallecidas y sobrevivientes a la explosión. La Corte declaró vulnerados, entre otros, los
derechos a la vida, integridad personal, y los derechos de la niña y el niño. Puede consultar el resumen oficial de la
sentencia en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_407_esp.pdf
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14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
establecida en el artículo 1.1, se refiere al deber del Estado de respetar y garantizar “sin
discriminación” los derechos contenidos en la Convención, mientras que en el artículo 24
protege el derecho a “igual protección de la ley”. Es decir, el artículo 1.1 garantiza que
todos los derechos convencionales sean garantizados sin discriminación, mientras que el
24 ordena que no se otorguen tratos desiguales en las leyes internas de cada Estado o en
su aplicación. De modo que, si un Estado discrimina en el respeto o garantía de un derecho
convencional, incumpliría la obligación establecida en el artículo 1.1 y el derecho
sustantivo en cuestión. En cambio, si la discriminación se refiere a una protección desigual
de la ley interna o de su aplicación, el hecho debe analizarse a la luz del artículo 24 de la
Convención Americana. (En similar sentido, ver entre otros: Corte IDH. Caso Barbosa de
Souza y otros Vs. Brasil. Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 7 de septiembre de 2021. Serie C No. 435, párr. 139.)
53. El artículo 1.1 de la Convención, que es una norma de carácter general cuyo contenido
se extiende a todas las disposiciones del tratado, dispone la obligación de los Estados
Partes de respetar y garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos y libertades allí
reconocidos "sin discriminación alguna". Es decir, cualquiera sea el origen o la forma que
asuma, todo tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio respecto del ejercicio
de cualquiera de los derechos garantizados en la Convención es per se incompatible con
la misma. (En similar sentido, ver entre otros: Corte IDH. Condición jurídica y derechos
humanos del niño. Opinión Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17,
párr. 43.)
Aunque las nociones no son idénticas y quizás la Corte tendrá en el futuro la oportunidad
de precisar las diferencias, dicha disposición reitera en cierta forma el principio establecido
en el artículo 1.1. En función del reconocimiento de la igualdad ante la ley se prohíbe todo
tratamiento discriminatorio de origen legal. De este modo la prohibición de discriminación
ampliamente contenida en el artículo 1.1 respecto de los derechos y garantías estipulados
por la Convención, se extiende al derecho interno de los Estados Partes, de tal manera
que es posible concluir que, con base en esas disposiciones, éstos se han comprometido,
en virtud de la Convención, a no introducir en su ordenamiento jurídico regulaciones
discriminatorias referentes a la protección de la ley. (En similar sentido, ver entre otros:
Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva OC-17/02
de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17, párr. 44.)
12
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
22. La parte final del artículo 1.1 prohibe al Estado discriminar por diversas razones, entre
ellas la posición económica. El sentido de la expresión discriminación que menciona el
artículo 24 debe ser interpretado, entonces, a la luz de lo que menciona el artículo 1.1. Si
una persona que busca la protección de la ley para hacer valer los derechos que la
Convención le garantiza, encuentra que su posición económica (en este caso, su
indigencia) le impide hacerlo porque no puede pagar la asistencia legal necesaria o cubrir
los costos del proceso, queda discriminada por motivo de su posición económica y colocada
en condiciones de desigualdad ante la ley.
23. La protección de la ley la constituyen, básicamente, los recursos que ésta dispone
para la protección de los derechos garantizados por la Convención, los cuales, a la luz de
la obligación positiva que el artículo 1.1 contempla para los Estados de respetarlos y
garantizarlos, implica, como ya lo dijo la Corte el deber de los Estados Partes de organizar
todo el aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a través de las cuales
se manifiesta el ejercicio del poder público, de manera tal que sean capaces de asegurar
jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos (Caso Velásquez
Rodríguez, Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4, párr. 166; Caso Godínez Cruz,
Sentencia de 20 de enero de 1989. Serie C No. 5, párr. 175).
209. Al respecto, la Corte considera que los alegatos del representante no deben
analizarse bajo la óptica del artículo 24 convencional, sino bajo la obligación general de
no discriminación contenida en el artículo 1.1 de la Convención. La diferencia entre los
dos artículos radica en que la obligación general del artículo 1.1 se refiere al deber del
14
En la Opinión Consultiva OC-11/90, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos consultó a la Corte IDH
sobre el requisito de agotar los recursos jurídicos internos y sus excepciones en relación con la falta de recursos
económicos de las víctimas para acceder a los recursos jurídicos estatales. Puede consultar el texto de la Opinión
Consultiva en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/seriea_11_esp.pdf
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El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por la destitución de los jueces de la Corte Primera
de lo Contencioso Administrativo sin un debido proceso. La Corte declaró violados, entre otros, los derechos a ser
juzgados por un tribunal independiente y el deber de motivación, en perjuicio de las víctimas. Puede consultar los
detalles de la sentencia en https://www.corteidh.or.cr/ver_ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=295&lang=es
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14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239
82. La Corte reitera que, mientras la obligación general del artículo 1.1 se refiere al deber
del Estado de respetar y garantizar “sin discriminación” los derechos contenidos en la
Convención Americana, el artículo 24 protege el derecho a “igual protección de la ley”. Es
decir, el artículo 24 de la Convención Americana prohíbe la discriminación de derecho o
de hecho, no sólo en cuanto a los derechos consagrados en dicho tratado, sino en lo que
respecta a todas las leyes que apruebe el Estado y a su aplicación. En otras palabras, si
un Estado discrimina en el respeto o garantía de un derecho convencional, incumpliría la
obligación establecida en el artículo 1.1 y el derecho sustantivo en cuestión. Si, por el
contrario, la discriminación se refiere a una protección desigual de la ley interna o su
aplicación, el hecho debe analizarse a la luz del artículo 24 de la Convención Americana.
(En similar sentido, ver entre otros: Caso de las comunidades afrodescendientes
desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica (Operación Génesis) Vs. Colombia. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2013. Serie
C No. 270, párr. 333; Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289, párr.
217.)
Corte IDH. Caso Norín Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del
Pueblo Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279
14
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
262. La Corte ha sostenido que el artículo 1.1 de la Convención Americana, que establece
la obligación de los Estados de respetar y garantizar el pleno y libre ejercicio de los
derechos y libertades allí reconocidos “sin discriminación alguna”, es una norma de
carácter general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones del tratado. Es decir,
cualquiera sea el origen o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda ser
considerado discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los derechos
garantizados en la Convención es per se incompatible con la misma. Por otro lado, el
artículo 24 consagra el derecho de igual protección de la ley, y es aplicable en el caso de
que la discriminación se refiera a una protección desigual de la ley interna o su aplicación.
Corte IDH. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289 17
218. La Corte ha establecido que el artículo 1.1 de la Convención “es una norma de
carácter general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones del tratado, y
dispone la obligación de los Estados Partes de respetar y garantizar el pleno y libre
ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidos sin discriminación alguna”. Es decir,
cualquiera sea el origen o la forma que asuma, todo trato que pueda ser considerado
discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los derechos garantizados en la
Convención es per se incompatible con la misma. Por ende, el incumplimiento por el
Estado, mediante cualquier trato discriminatorio, de la obligación general de respetar y
garantizar los derechos humanos, le genera responsabilidad internacional. Es por ello que
la Corte ha sostenido que existe un vínculo indisoluble entre la obligación de respetar y
garantizar los derechos humanos y el principio de igualdad y no discriminación. El artículo
24 de la Convención consagra un derecho que también acarrea obligaciones al Estado de
respetar y garantizar el principio de igualdad y no discriminación en la salvaguardia de
otros derechos y en toda la legislación interna que apruebe, pues protege el derecho a
“igual protección de la ley”, de modo que veda también la discriminación derivada de una
desigualdad proveniente de la ley interna o de su aplicación. (En similar sentido, ver entre
otros: Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C No. 307, párr. 174.
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar y otros Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 9 de marzo de 2018. Serie C No. 351 18
16
En este caso, la Corte IDH declaró al Estado internacionalmente responsable por la violación, entre otros, de los
derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la libertad personal, protección a la familia, así como por la
violación de los derechos del niño en perjuicio de las víctimas que al momento de los hechos eran niñas o niños. El
resumen del caso se encuentra disponible en https://corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_282_esp.pdf
17
El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por la detención arbitraria y posterior tortura y
reclusión de una mujer acusada de ser miembro de un grupo terrorista. La Corte declaró que el Estado vulneró, entre
otros, sus derechos a la integridad personal y libertad personal, así como al debido proceso. Puede consultar el
resumen oficial en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_289_esp.pdf
18
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la separación arbitraria de la familia, que finalizó
en la adopción de los hijos de Gustavo Tobar Fajardo y Flor de María Ramírez Escobar. La Corte IDH determinó que
el Estado violó, entre otros, el derecho a la protección familiar y la prohibición de discriminación. Puede consultar el
resumen oficial en este enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_351_esp.pdf
15
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
271. El artículo 1.1 de la Convención es una norma de carácter general cuyo contenido se
extiende a todas las disposiciones del tratado, y dispone la obligación de los Estados Parte
de respetar y garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos y libertades allí
reconocidos “sin discriminación alguna”. Es decir, cualquiera sea el origen o la forma que
asuma, todo tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio respecto del ejercicio
de cualquiera de los derechos garantizados en la Convención es per se incompatible con
la misma. El incumplimiento por el Estado, mediante cualquier tratamiento
discriminatorio, de la obligación general de respetar y garantizar los derechos humanos,
le genera responsabilidad internacional. Es por ello que existe un vínculo indisoluble entre
la obligación de respetar y garantizar los derechos humanos y el principio de igualdad y
no discriminación.
272. Mientras que la obligación general del artículo 1.1 se refiere al deber del Estado de
respetar y garantizar “sin discriminación” los derechos contenidos en la Convención
Americana, el artículo 24 protege el derecho a “igual protección de la ley”. Es decir, el
artículo 24 de la Convención Americana prohíbe la discriminación de derecho, no solo en
cuanto a los derechos contenidos en dicho tratado, sino en lo que respecta a todas las
leyes que apruebe el Estado y a su aplicación. En otras palabras, si un Estado discrimina
en el respeto o garantía de un derecho convencional, incumpliría la obligación establecida
en el artículo 1.1 y el derecho sustantivo en cuestión. Si, por el contrario, la discriminación
se refiere a una protección desigual de la ley interna o su aplicación, el hecho debe
analizarse a la luz del artículo 24 de la Convención Americana en relación con las
categorías protegidas por el artículo 1.1 de la Convención. (En similar sentido, ver entre
otros: Corte IDH. Identidad de género, e igualdad y no discriminación a parejas del mismo
sexo. Obligaciones estatales en relación con el cambio de nombre, la identidad de género,
y los derechos derivados de un vínculo entre parejas del mismo sexo (interpretación y
alcance de los artículos 1.1, 3, 7, 11.2, 13, 17, 18 y 24, en relación con el artículo 1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-24/17 de 24 de
noviembre de 2017. Serie A No. 24, párr. 64.)
16
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
303. Teniendo en cuenta todas las consideraciones anteriores, la Corte concluye que la
decisión de separar a los hermanos Ramírez de su familia biológica se fundamentó en
argumentaciones relativas a la posición económica de sus familiares, estereotipos de
género sobre la atribución de diferentes roles parentales a la madre y al padre, así como
la orientación sexual de su abuela materna. Este Tribunal considera que estas
constituyeron justificaciones discriminatorias que se utilizaron como base de la separación
familiar. En consecuencia, concluye que el Estado es responsable por la violación de la
prohibición de discriminación en relación con la obligación de respetar y garantizar los
derechos a la vida familiar y la protección de la familia, consagrados en los artículos 11.2
y 17.1 de la Convención, en relación con el artículo 1.1, en perjuicio de Flor de María
Ramírez Escobar, Gustavo Tobar Fajardo y Osmín Tobar Ramírez, así como en relación
con el artículo 19 de la Convención en perjuicio de este último.
199. Por otra parte, la Corte encuentra que del artículo 24 de la Convención se desprende
un mandato orientado a garantizar la igualdad material, lo que no sucedió en el presente
caso. En ese sentido, el derecho a la igualdad garantizado por el artículo 24 convencional
tiene dos dimensiones, la primera una dimensión formal, que establece la igualdad ante
la ley. La segunda, una dimensión material o sustancial, que ordena la adopción de
medidas positivas de promoción a favor de grupos históricamente discriminados o
marginados en razón de los factores a los que hace referencia el artículo 1.1 de la
Convención Americana. Lo anterior quiere decir que el derecho a la igualdad implica la
obligación de adoptar medidas para garantizar que la igualdad sea real y efectiva, esto
es, corregir las desigualdades existentes, promover la inclusión y la participación de los
grupos históricamente marginados, garantizar a las personas o grupos en desventaja el
goce efectivo de sus derechos, en suma, brindar a las personas posibilidades concretas de
ver realizada, en sus propios casos, la igualdad material. Para ello, los Estados deben
enfrentar activamente situaciones de exclusión y marginación.
17
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
200. En el caso concreto, este Tribunal ha determinado que las empleadas de la fábrica
de fuegos hacían parte de un grupo discriminado o marginado porque se encontraban en
una situación de pobreza estructural y eran, en una amplísima mayoría, mujeres y niñas
afrodescendientes. Sin embargo, el Estado no adoptó ninguna medida que pueda ser
valorada por la Corte como una forma de enfrentar o de buscar revertir la situación de
pobreza y marginación estructural de las trabajadoras de la fábrica de fuegos, con atención
a los factores de discriminación que confluían en el caso concreto.
201. Además, en este caso la Corte encuentra que el Estado tenía conocimiento de la
situación de especial vulnerabilidad de las presuntas víctimas, pues según los datos
divulgados por órganos del mismo Estado, una cifra significativa de la población del
municipio de Santo Antônio de Jesus, para la fecha de los hechos, vivía en situación de
pobreza. También, de acuerdo con bases de datos estatales, era de conocimiento del
Estado que las mujeres afrodescendientes se encontraban en particular situación de
vulnerabilidad toda vez que, entre otros factores, tenían menor acceso a trabajos
formales. En este sentido, al permitir la instalación y funcionamiento de la fábrica de
fuegos en una zona en la que una parte sustancial de la población es vulnerable, el Estado
tenía una obligación reforzada de fiscalizar las condiciones de funcionamiento de las
instalaciones y de garantizar que efectivamente se adoptaran medidas para la protección
de la vida y la salud de las trabajadoras y para garantizar su derecho a la igualdad
material. Por ello, al no haber fiscalizado las condiciones de higiene, salud y seguridad del
trabajo en la fábrica, ni la actividad de fabricación de fuegos artificiales para,
especialmente, evitar accidentes de trabajo, el Estado de Brasil no solo dejó de garantizar
el derecho a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo de las presuntas víctimas,
sino también contribuyó a agravar las condiciones de discriminación estructural en que se
encontraban.
203. En suma, la Corte encuentra que la situación de pobreza de las presuntas víctimas,
aunada a los factores interseccionales de discriminación ya mencionados, que agravaban
la condición de vulnerabilidad, (i) facilitó la instalación y funcionamiento de una fábrica
dedicada a una actividad especialmente peligrosa, sin fiscalización ni de la actividad
peligrosa, ni de las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo por parte del Estado;
y (ii) llevó a las presuntas víctimas a aceptar un trabajo que ponía en riesgo su vida e
integridad y la de sus hijas e hijos menores de edad. Además, (iii) el Estado no adoptó
medidas dirigidas a garantizar la igualdad material en el derecho al trabajo respecto de
un grupo de mujeres en situación de marginación y discriminación. Esta situación implica
que, en el presente caso, no se garantizó el derecho a condiciones de trabajo equitativas
y satisfactorias sin discriminación, así como el derecho a la igualdad previstos en los
artículos 24 y 26, en relación con el artículo 1.1 de la Convención.
18
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Vicky Hernández y otras Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de marzo de 2021. Serie C No. 422 19
64. La Corte ha señalado que los Estados deben abstenerse de realizar acciones que de
cualquier manera vayan dirigidas, directa o indirectamente, a crear situaciones de
discriminación de jure o de facto. En este sentido, ha establecido que el artículo 1.1 de la
Convención es una norma de carácter general cuyo contenido se extiende a todas las
disposiciones del tratado, y dispone la obligación de los Estados Parte de respetar y
garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidos “sin
discriminación alguna”. Es decir, cualquiera sea el origen o la forma que asuma, todo
tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera
de los derechos garantizados en la Convención es, per se, incompatible con la misma. El
incumplimiento por el Estado de la obligación general de respetar y garantizar los derechos
humanos, mediante cualquier trato diferente que pueda resultar discriminatorio, es decir,
que no persiga finalidades legítimas, sea innecesario y/o desproporcionado, le genera
responsabilidad internacional. Es por ello que existe un vínculo indisoluble entre la
obligación de respetar y garantizar los derechos humanos y el principio de igualdad y no
discriminación.
65. Por otra parte, mientras que la obligación general del artículo 1.1 se refiere al deber
del Estado de respetar y garantizar “sin discriminación” los derechos contenidos en la
Convención Americana, el artículo 24 protege el derecho a “igual protección de la ley”. Es
decir, el artículo 24 de la Convención Americana prohíbe la discriminación de derecho, no
sólo en cuanto a los derechos contenidos en dicho tratado, sino en lo que respecta a todas
las leyes que apruebe el Estado y a su aplicación. En otras palabras, si un Estado
discrimina en el respeto o garantía de un derecho convencional, incumpliría la obligación
establecida en el artículo 1.1 y el derecho sustantivo en cuestión. Si, por el contrario, la
discriminación se refiere a una protección desigual de la ley interna o su aplicación, el
hecho debe analizarse a la luz del artículo 24 de la Convención Americana, en relación con
las categorías protegidas por el artículo 1.1 del mismo instrumento90.
66. Por ello es que, en virtud de la obligación de no discriminar, los Estados están
obligados, además, a adoptar medidas positivas para revertir o cambiar situaciones
discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio de determinado grupo de
personas. Esto implica el deber especial de protección que el Estado debe ejercer con
respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su tolerancia o aquiescencia,
creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias. En este sentido, la
discriminación efectuada en razón de una de las categorías señaladas a título ilustrativo
en el artículo 1.1 de la Convención, amerita una particular o peculiar consideración, habida
cuenta que el respectivo hecho ilícito que su ejercicio significa, tiene lugar en razón de lo
que la presunta víctima específicamente representa o parece ser y que es lo que la
distingue de las demás personas.
19
El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por la violación de los derechos de Vicky Hernández,
mujer trans-género. La responsabilidad del Estado se configuró toda vez que existen varios indicios de la participación
de agentes estatales en los hechos que habrían llevado a su muerte, ocurrida en San Pedro Sula, Honduras, el 28 de
junio de 2009. La Corte declaró violados, entre otros, los derechos a la vida, integridad personal y al reconocimiento
a la personalidad jurídica. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_422_esp.pdf
19
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Guachalá Chimbo y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de marzo de 2021. Serie C No. 423 20
166. La Corte recuerda que, como condición transversal de la accesibilidad a los servicios
de salud, el Estado está obligado a garantizar un trato igualitario a todas las personas. De
esta forma, de conformidad con el artículo 1.1 de la Convención Americana, no son
permitidos tratos discriminatorios por motivos de discapacidad [...].
167. Por otra parte, la Corte ha señalado que el derecho a la igualdad garantizado por el
artículo 24 convencional tiene dos dimensiones; la primera, una dimensión formal, que
establece la igualdad ante la ley. La segunda, una dimensión material o sustancial, que
ordena la adopción de medidas positivas de promoción a favor de grupos históricamente
discriminados o marginados en razón de los factores a los que hace referencia el artículo
1.1 de la Convención Americana. Lo anterior quiere decir que el derecho a la igualdad
implica la obligación de adoptar medidas para garantizar que la igualdad sea real y
efectiva, esto es, corregir las desigualdades existentes, promover la inclusión y la
participación de los grupos históricamente marginados, garantizar a las personas o grupos
en desventaja el goce efectivo de sus derechos, en suma, brindar a las personas
posibilidades concretas de ver realizada, en sus propios casos, la igualdad material. Para
ello, los Estados deben enfrentar activamente situaciones de exclusión y marginación.
1. Los Estados Partes reconocen que todas las personas son iguales ante la ley y en virtud de
ella y que tienen derecho a igual protección legal y a beneficiarse de la ley en igual medida sin
discriminación alguna.
2. Los Estados Partes prohibirán toda discriminación por motivos de discapacidad y garantizarán
a todas las personas con discapacidad protección legal igual y efectiva contra la discriminación
por cualquier motivo.
3. A fin de promover la igualdad y eliminar la discriminación, los Estados Partes adoptarán todas
las medidas pertinentes para asegurar la realización de ajustes razonables.
4. No se considerarán discriminatorias, en virtud de la presente Convención, las medidas
específicas que sean necesarias para acelerar o lograr la igualdad de hecho de las personas con
discapacidad.
169. Dicha obligación además es retomada por la CDPD en su artículo de derecho a la
salud al establecer que “[l]os Estados Partes reconocen que las personas con discapacidad
tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud sin discriminación por motivos
de discapacidad”.
170. Asimismo, la CIADDIS establece que los Estados parte se comprometen a “[a]doptar
las medidas de carácter legislativo, social, educativo, laboral o de cualquier otra índole,
necesarias para eliminar la discriminación contra las personas con discapacidad y propiciar
su plena integración en la sociedad”. En el mismo sentido, la CDPD establece que la
discriminación por motivos de discapacidad también ocurre cuando se deniegan los ajustes
razonables. Al respecto, el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
ha señalado que “[l]os ajustes razonables son una parte intrínseca de la obligación, de
cumplimiento inmediato, de no discriminar en el contexto de la discapacidad”. En este
20
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la desaparición de Luis Eduardo Guachalá
mientras se encontraba en un hospital público psiquiátrico, así como con la ausencia de consentimiento informado
para su internación y tratamiento. La Corte determinó que el Estado violó, entre otros, los derechos al reconocimiento
de la personalidad jurídica, vida e integridad personal. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el
siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_423_esp.pdf
20
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
sentido, explicó que “un ajuste es razonable si logra el objetivo (o los objetivos) para el
que se realiza y si está diseñado para satisfacer los requerimientos de la persona con
discapacidad”.
171. Específicamente, para la toma de decisiones médicas, los Estados tienen la obligación
de brindar el apoyo necesario para que este tome una decisión propia e informada. En ese
sentido, se reitera que, de acuerdo a la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad, “[e]l acceso a un apoyo adecuado es, sin
lugar a dudas, una condición necesaria para que las personas con discapacidad puedan
ejercer efectivamente sus derechos humanos en igualdad de condiciones con las demás
y, de ese modo, vivir con dignidad y autonomía en la comunidad.
172. En el caso concreto, la Corte resalta que el Estado no tomó medidas para apoyar al
señor Guachalá en el proceso de decisión relativo a su internación y tratamiento a seguir.
Por el contrario, el Estado sustituyó la voluntad del señor Guachalá, directamente
solicitando el consentimiento de su madre. En su peritaje, el señor Christian Courtis señaló
que:
174. Adicionalmente, se advierte que el Estado no adoptó medidas para enfrentar o buscar
modificar el modelo de sustitución de voluntad utilizado en el presente caso, el cual impide
la igualdad material de las personas con discapacidad, como la presunta víctima. Sobre
este punto se advierte que la legislación aplicable al momento de los hechos relativa al
consentimiento informado no menciona la necesidad de brindar medidas de apoyo a las
personas con discapacidad. Además, la normativa del Hospital Julio Endara asumía que
siempre serían los familiares quienes darían la autorización para la internación y que los
pacientes solo tenían derecho a recibir información, cuando el médico tratante lo
considerara pertinente. Al respecto, la Corte nota que el Comité sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad en sus Observaciones finales sobre Ecuador en 2014 resaltó
que:
Preocupa al Comité que la legislación civil del Estado parte prevea el modelo de sustitución de
la voluntad mediante la incorporación de figuras como la tutela y la curatela y que no exista
un programa inmediato para reformar el Código Civil y el Código de Procedimientos Civiles a
efecto de incorporar el modelo de toma de decisiones con apoyo, tal como lo recomienda la
Observación general N.o 1 (2014) sobre igual reconocimiento como persona ante la ley.
175. En el mismo sentido, en sus Observaciones finales sobre Ecuador en 2010 recomendó
al Estado, entre otros:
Reemplace los sistemas de toma de decisiones sustituida, incluidas la tutela y curatela, con
sistemas de apoyo para la toma de decisiones; tome todas las medidas apropiadas para el
apoyo individualizado; informe adecuadamente a las personas con discapacidad sobre tales
21
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
176. Por otra parte, la Ley sobre Discapacidades, establecía que: “El Estado a través de
sus organismos y entidades garantiza el pleno ejercicio de los derechos que la Constitución
y las leyes reconocen a todas las personas con discapacidad, mediante [... la] eliminación
de barreras físicas, psicológicas, sociales y comunicacionales”, entre otras acciones. Sin
embargo, no queda claro si la eliminación de dichas barreras incluiría la necesidad de
brindar apoyos al momento de solicitar un consentimiento informado.
177. Adicionalmente, esta Corte advierte que, tomando en cuenta las circunstancias
particulares del presente caso [...], los ajustes razonables necesarios para lograr la
igualdad material requerían una atención preferente al señor Guachalá mediante el
proveimiento gratuito de los medicamentos prescritos para su tratamiento médico y el
seguimiento médico adecuado. Al no otorgarle dichos medicamentos, no se tomaron las
medidas necesarias para prevenir la aparición de discapacidades y reducir las posibilidades
del aumento de las mismas.
154. En este sentido, la Corte ha establecido que el artículo 1.1 de la Convención es una
norma de carácter general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones del
tratado, y dispone la obligación de los Estados Parte de respetar y garantizar el pleno y
libre ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidos “sin discriminación alguna”. Es
decir, cualquiera sea el origen o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda ser
considerado discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los derechos
garantizados en la Convención es, per se, incompatible con la misma. El incumplimiento
por el Estado de la obligación general de respetar y garantizar los derechos humanos,
mediante cualquier trato diferente que pueda resultar discriminatorio, es decir, que no
persiga finalidades legítimas, sea innecesario y/o desproporcionado, le genera
responsabilidad internacional. Es por ello que existe un vínculo indisoluble entre la
obligación de respetar y garantizar los derechos humanos y el principio de igualdad y no
discriminación.
22
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
156. Por otra parte, mientras que la obligación general del artículo 1.1 se refiere al deber
del Estado de respetar y garantizar “sin discriminación” los derechos contenidos en la
Convención Americana, el artículo 24 protege el derecho a “igual protección de la ley”. Es
decir, el artículo 24 de la Convención Americana prohíbe la discriminación de derecho, no
sólo en cuanto a los derechos contenidos en dicho tratado, sino en lo que respecta a todas
las leyes que apruebe el Estado y a su aplicación. En otras palabras, si un Estado
discrimina en el respeto o garantía de un derecho convencional, incumpliría la obligación
establecida en el artículo 1.1 y el derecho sustantivo en cuestión. Si, por el contrario, la
discriminación se refiere a una protección desigual de la ley interna o su aplicación, el
hecho debe analizarse a la luz del artículo 24 de la Convención Americana en relación con
las categorías protegidas por el artículo 1.1 de la Convención. Por otra parte, la Corte ha
señalado que del artículo 24 de la Convención se desprende un mandato orientado a
garantizar la igualdad material. (En similar sentido, ver entre otros: Corte IDH. Caso
Barbosa de Souza y otros Vs. Brasil. Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 7 de septiembre de 2021. Serie C No. 435, párr. 140.)
159. Respecto de la primera concepción, la Corte advierte que no toda diferencia de trato
será reputada discriminatoria, sino solo aquella que se base en criterios que no puedan
ser racionalmente apreciados como objetivos y razonables, es decir, cuando no persigue
un fin legítimo y no existe una relación razonable de proporcionalidad entre los medios
utilizados y el fin perseguido. Asimismo, en casos de tratos diferentes desfavorables,
cuando el criterio diferenciador se corresponde con uno de aquellos protegidos por el
artículo 1.1 de la Convención, que aluden a: i) rasgos permanentes de las personas de los
cuales éstas no pueden prescindir sin perder su identidad; ii) grupos tradicionalmente
marginados, excluidos o subordinados, y iii) criterios irrelevantes para una distribución
equitativa de bienes, derechos o cargas sociales, la Corte se encuentra ante un indicio de
que el Estado ha obrado con arbitrariedad.
160. Respecto a la segunda, los Estados están obligados a adoptar medidas positivas para
revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio
de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial de protección que el
Estado debe ejercer con respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su
tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias.
En ese sentido, este Tribunal destaca que en los Objetivos de Desarrollo Sostenible se
23
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
afirma que “[l]a igualdad de género no es solo un derecho fundamental, sino que es uno
de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible”.
58. Si bien no puede desconocerse que las circunstancias de hecho pueden hacer más o
menos difícil apreciar si se está o no en presencia de una situación como la descrita en el
párrafo anterior, es también cierto que, partiendo de la base de la esencial unidad de la
dignidad del ser humano, es posible apreciar circunstancias en que los imperativos del
bien común puedan justificar un mayor o menor grado de distinciones que no se aparten
de las consideraciones precedentes. Se trata de valores que adquieren dimensiones
concretas a la luz de la realidad en que están llamados a materializarse y que dejan un
cierto margen de apreciación para la expresión que deben asumir en cada caso.
24
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva
OC-17/02 de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17 21
46. Ahora bien, al examinar las implicaciones del trato diferenciado que algunas normas
pueden dar a sus destinatarios, la Corte ha establecido que “no toda distinción de trato
puede considerarse ofensiva, por sí misma, de la dignidad humana”. En este mismo
sentido, la Corte Europea de Derechos Humanos, basándose en “los principios que pueden
deducirse de la práctica jurídica de un gran número de Estados democráticos”, advirtió
que sólo es discriminatoria una distinción cuando “carece de justificación objetiva y
razonable”. Existen ciertas desigualdades de hecho que pueden traducirse, legítimamente,
en desigualdades de tratamiento jurídico, sin que esto contraríe la justicia. Más aún, tales
distinciones pueden ser un instrumento para la protección de quienes deban ser
protegidos, considerando la situación de mayor o menor debilidad o desvalimiento en que
se encuentran.
84. […] El término distinción se empleará para lo admisible, en virtud de ser razonable,
proporcional y objetivo. La discriminación se utilizará para hacer referencia a lo
inadmisible, por violar los derechos humanos. Por tanto, se utilizará el término
discriminación para hacer referencia a toda exclusión, restricción o privilegio que no sea
objetivo y razonable, que redunde en detrimento de los derechos humanos.
89. Ahora bien, al examinar las implicaciones del trato diferenciado que algunas normas
pueden dar a sus destinatarios, es importante hacer referencia a lo señalado por este
Tribunal en el sentido de que “no toda distinción de trato puede considerarse ofensiva,
por sí misma, de la dignidad humana”. En este mismo sentido, la Corte Europea de
Derechos Humanos, basándose en “los principios que pueden deducirse de la práctica
jurídica de un gran número de Estados democráticos”, advirtió que sólo es discriminatoria
una distinción cuando “carece de justificación objetiva y razonable”. Pueden establecerse
distinciones, basadas en desigualdades de hecho, que constituyen un instrumento para la
protección de quienes deban ser protegidos, considerando la situación de mayor o menor
debilidad o desvalimiento en que se encuentran. Por ejemplo, una desigualdad sancionada
por la ley se refleja en el hecho de que los menores de edad que se encuentran detenidos
en un centro carcelario no pueden ser recluidos conjuntamente con las personas mayores
de edad que se encuentran también detenidas. Otro ejemplo de estas desigualdades es la
limitación en el ejercicio de determinados derechos políticos en atención a la nacionalidad
o ciudadanía.
21
La Opinión Consultiva OC-17/02 trata sobre la compatibilidad de ciertas medidas especiales adoptadas por algunos
Estados en relación con los niños y las niñas con la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y al interés
superior de éstos. Puede consultar los detalles de la opinión consultiva en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/ver_ficha_tecnica_opinion.cfm?nId_Ficha=17&lang=es
25
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
191. Los cinco magistrados que integraban la Corte Primera fueron sometidos a
procedimiento disciplinario por haber adoptado de forma unánime una sentencia por la
cual se declaró la existencia de un error judicial inexcusable.
195. La Corte observa que existió una diferencia de trato entre los tres magistrados
víctimas que fueron destituidos y las magistradas Marrero y Morales, cuya sanción, en el
primer caso nunca se impuso y, en el segundo, fue revocada. Para ello la CFRSJ invocó
como fundamento una “doctrina vinculante” de la Sala Constitucional del TSJ, cuya
consecuencia era la no imposición de la sanción correspondiente al ilícito disciplinario
cuando los jueces cumplieran con los requisitos para acceder a jubilación con anterioridad
a la comisión de la falta.
196. La Corte constata que las víctimas de este caso no cumplían con las exigencias de
edad y años de servicio requeridos para acceder a la jubilación. En este sentido, podría
pensarse que las víctimas, respecto de las magistradas Morales y Marrero -que sí cumplían
con dichos requisitos objetivos-, no se encontraban en una situación de igualdad que
justificara que se las tratara de forma similar.
197. Sin embargo, la conducta de los cinco magistrados se ajustó al supuesto de hecho
de la norma contenida en el artículo 40 No. 4 citado, pues habían concurrido de forma
unánime a la adopción de la sentencia que fue declarada como constitutiva de un error
judicial inexcusable. La cuestión que se plantea entonces es si el cumplimiento de los
requisitos de jubilación introducía una diferencia razonable entre dos grupos de personas
de acuerdo a los fines de la norma disciplinaria aplicada, esto es, salvaguardar la idoneidad
de los jueces. La Corte considera que la jubilación es un derecho ajeno a la condición de
idoneidad para el ejercicio de funciones públicas, como también a la constatación,
calificación e imputación de los hechos que causaron el proceso de destitución. La Corte
constata que los cinco jueces tenían un grado idéntico de responsabilidad disciplinaria, y
el hecho de que algunos de ellos cumplieran con los requisitos para jubilarse no desvirtuó
en sentido alguno dicha constatación.
200. La Corte entiende que los cinco magistrados debían considerarse como idénticamente
situados frente al proceso disciplinario. Sin embargo, el Tribunal no tiene competencia
para decidir si procedía la mencionada sanción y a quiénes tendría que aplicarse. En
efecto, la Corte no tiene facultad para decidir que las magistradas Marrero y Morales
debieron haber sido sancionadas tal y como lo fueron las víctimas. Así, no es posible
afirmar que el derecho consagrado en el artículo 24 de la Convención otorga a las víctimas
la facultad de exigir una sanción idéntica a la propia en contra de dichas magistradas. En
conclusión, en este caso no procede decretar una violación al derecho consagrado en el
artículo 24 de la Convención.
26
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros ("Fecundación in vitro") Vs. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28
noviembre de 2012. Serie C No. 257 22
Corte IDH. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289
Corte IDH. Caso Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2016. Serie C No. 315 23
22
La Corte IDH declaró la responsabilidad internacional del Estado por la vulneración, entre otros, del derecho a la
vida privada y familiar, así como el derecho a la integridad personal en relación con la autonomía personal, y a la
salud sexual. El caso se relaciona con los efectos de una sentencia emitida por la Sala Constitucional de la Corte
Suprema de Costa Rica, mediante la cual se declaró́ inconstitucional el Decreto Ejecutivo que regulaba la técnica de
Fecundación In Vitro (FIV) en el país. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_257_esp.pdf
23
El caso se relaciona con un proceso disciplinario militar en contra del señor Homero Flor Freire, quien fue separado
de la Fuerza Terrestre ecuatoriana por supuestamente haber cometido actos sexuales homosexuales dentro de las
instalaciones militares. La Corte concluyó que la separación del señor Freire de las Fuerzas Armadas, por estos
motivos, constituyó un acto discriminatorio que se basó en la aplicación de normas internas que sancionaban más
gravemente los “actos de homosexualismo” que los actos sexuales no homosexuales. El resumen del caso se
encuentra disponible en https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_315_esp.pdf
27
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
127. Este Tribunal destaca que, con el propósito de preservar la disciplina militar, podría
resultar razonable y admisible la imposición de restricciones a las relaciones sexuales al
interior de las instalaciones militares o durante el servicio. No obstante, la ausencia de
una justificación adecuada para la mayor gravedad de la sanción asignada a los actos
sexuales homosexuales, genera una presunción sobre el carácter discriminatorio de esta
medida. Asimismo, resalta que la diferencia de regulación existente en el presente caso
frente a los actos homosexuales tenía como efecto excluir la participación de personas
homosexuales en las fuerzas armadas. En este sentido, la Corte recuerda que la
prohibición de discriminación con base en la orientación sexual de una persona incluye la
protección de la expresión de dicha orientación sexual […]. Al sancionar los “actos de
homosexualidad” dentro o fuera del servicio, el artículo 117 del Reglamento de Disciplina
Militar castigaba toda forma de expresión de esta orientación sexual, restringiendo la
participación de personas homosexuales en las fuerzas armadas ecuatorianas.
128. La Corte resalta que la prohibición de discriminación por orientación sexual en las
fuerzas armadas ha sido reconocida en instrumentos internacionales, así como por
órganos de derechos humanos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
129. En el marco de la Organización de los Estados Americanos (en adelante “la OEA”), si
bien no se cuenta con pronunciamientos específicos sobre la tutela de los derechos de las
personas con orientación sexual diversa dentro de las fuerzas armadas, sí se han emitido
resoluciones de los cuales se desprende una prohibición general de discriminación con
base en la orientación sexual de las personas, lo cual abarcaría la participación en las
fuerzas armadas. Dichas resoluciones condenan:
[L]a discriminación contra personas por motivos de orientación sexual e identidad o expresión
de género, e insta[n] a los Estados dentro de los parámetros de las instituciones jurídicas de
sus sistemas a eliminar, allí donde existan, las barreras que enfrentan las lesbianas, los gays y
las personas bisexuales, trans e intersex (LGBTI) en el acceso a la participación política y otros
ámbitos de la vida pública, así como evitar interferencias en su vida privada.
130. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha señalado que una baja del Ejército por
el hecho de ser homosexual constituye una interferencia en los derechos de una persona
contraria al Convenio Europeo de Derechos Humanos. Por ello, el Estado debe proveer
razones convincentes y de peso para justificar una política en contra de homosexuales en
el ejército y de la decisión de dar de baja a un militar con base a dicha política. El Comité
Europeo de Derechos Sociales, el Comité de Ministros del Consejo de Europa y el Comité
Directivo de Derechos Humanos del Consejo de Europa también se han pronunciado en
contra de la discriminación por orientación sexual en las fuerzas armadas. Asimismo, la
Unión Europea emitió una directiva para combatir la discriminación por orientación sexual
en los empleos en el sector privado y público, aplicable a las fuerzas armadas. Por su
parte, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) opera bajo una “Política de
igualdad de oportunidades y diversidad en el Personal Internacional y Personal Militar
Internacional”, en la cual expresa su intención de “mantener un ambiente laboral que sea
libre de discriminación o acoso y ofreciera igualdad de oportunidades sin importar el sexo,
raza, origen étnico, religión, nacionalidad, discapacidad, edad u orientación sexual”.
137. En el presente caso, la Corte constató que existía una clara diferencia entre la
regulación aplicable a los “actos sexuales ilegítimos” y los “actos de homosexualismo”,
28
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
debido a la disparidad de las sanciones aplicables a ambos tipos de actos, así como por el
hecho que los “actos de homosexualismo” eran sancionados incluso si eran cometidos
fuera del servicio. En virtud del presunto carácter homosexual de los actos por los cuales
fue disciplinado el señor Flor Freire, este fue víctima de esta diferencia de trato. La
comisión de actos sexuales no homosexuales, al interior de las instalaciones militares, no
hubiera acarreado la baja del señor Flor Freire. De ser el caso, hubiera recibido como pena
máxima un arresto de 15 días o una suspensión de 30 días […]. No obstante, en virtud de
la orientación sexual que le fue imputada, el señor Flor Freire fue separado de las fuerzas
armadas ecuatorianas, sin que el Estado haya cumplido con su carga argumentativa y
probatoria presentando una justificación objetiva y razonable que sustente dicha
diferencia de trato.
138. Por tanto, este Tribunal considera que la mayor sanción para los actos sexuales
homosexuales, que fue aplicada al señor Flor Freire y el hecho que estos se sancionaran
aun fuera del servicio constituyen distinciones discriminatorias y denotan el objetivo de
excluir de las fuerzas armadas a las personas homosexuales.
139. Por otra parte, el artículo 2 de la Convención obliga a los Estados Partes a adoptar,
con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de la Convención,
las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los
derechos y libertades protegidos por la Convención. La Corte toma nota que el 15 de
diciembre de 2008 Ecuador adoptó un nuevo Reglamento de Disciplina Militar que eliminó
la distinción entre las relaciones sexuales homosexuales y las relaciones sexuales no
homosexuales. Sin embargo, advierte que al momento de los hechos se encontraba
vigente el Reglamento de Disciplina Militar de 1998, el cual fue aplicado al señor Flor Freire
y sí establecía dicha distinción, como fue analizado previamente. Aun cuando este Tribunal
valora los cambios normativos realizados por Ecuador, considera que no corresponde
analizar la norma posterior a efectos de determinar la responsabilidad internacional del
Estado en el presente caso, pues dicha modificación no tuvo efectos sobre el caso concreto
del señor Flor Freire. Debido a que el trato discriminatorio en el presente caso se produjo
como consecuencia de la aplicación del artículo 117 del Reglamento de Disciplina Militar
de 1998, vigente al momento de los hechos, la Corte considera que el Estado
adicionalmente incumplió con su obligación de adecuar la normativa como una forma de
garantizar la igualdad ante la ley.
Corte IDH. Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 30 de noviembre de 2016. Serie C No. 329 24
240. Ahora bien, la Corte recuerda que no toda diferencia de trato será reputada
discriminatoria, sino sólo aquella que se base en criterios que no puedan ser racionalmente
apreciados como objetivos y razonables. Cuando el criterio diferenciador se corresponde
con uno de aquellos protegidos por el artículo 1.1 de la Convención que aluden a: i) rasgos
permanentes de las personas de los cuales éstas no pueden prescindir sin perder su
identidad; ii) grupos tradicionalmente marginados, excluidos o subordinados, y iii)
criterios irrelevantes para una distribución equitativa de bienes, derechos o cargas
sociales, la Corte se encuentra ante un indicio de que el Estado ha obrado con
arbitrariedad. La Corte ha establecido, además, que los criterios específicos en virtud de
24
El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por los daños sufridos por la señora I.V. como
consecuencia de una cirugía de ligadura de trompas de Falopio a la que fue sometida sin que hubiera otorgado su
consentimiento informado. La Corte declaró violados, entre otros, los derechos a la integridad personal, dignidad,
vida privada y familiar, y acceso a la información. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente
enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_329_esp.pdf
29
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
los cuales está prohibido discriminar, según el artículo 1.1 de la Convención Americana,
no constituyen un listado taxativo o limitativo sino meramente enunciativo. De este modo,
la Corte estima que la redacción de dicho artículo deja abiertos los criterios con la inclusión
del término “otra condición social” para incorporar así a otras categorías que no hubiesen
sido explícitamente indicadas, pero que tengan una entidad asimilable, como las personas
con estatuto de refugiadas.
241. En razón de lo anterior, la Corte considera que los criterios de análisis para
determinar si existió una violación al principio de igualdad y no discriminación en un caso
en concreto pueden tener distinta intensidad, dependiendo de los motivos bajo los cuales
existe una diferencia de trato. En este sentido, la Corte estima que, cuando se trata de
una medida que establece un trato diferenciado en que está de por medio una de estas
categorías, la Corte debe aplicar un escrutinio estricto que incorpora elementos
especialmente exigentes en el análisis, esto es, que el trato diferente debe constituir una
medida necesaria para alcanzar un objetivo convencionalmente imperioso. Así, en este
tipo de examen, para analizar la idoneidad de la medida diferenciadora se exige que el fin
que persigue no sólo sea legítimo en el marco de la Convención, sino además imperioso.
El medio escogido debe ser no sólo adecuado y efectivamente conducente, sino también
necesario, es decir, que no pueda ser reemplazado por un medio alternativo menos lesivo.
Adicionalmente, se incluye la aplicación de un juicio de proporcionalidad en sentido
estricto, conforme al cual los beneficios de adoptar la medida enjuiciada deben ser
claramente superiores a las restricciones que ella impone a los principios convencionales
afectados con la misma.
Corte IDH. Caso de los Buzos Miskitos (Lemoth Morris y otros) Vs. Honduras.
Sentencia de 31 de agosto de 2021. Serie C No. 432 25
25
En este caso la Corte declaró la responsabilidad internatioanl del Estado por la violación, entre otros, de los
derechos a la vida, a la integridad personal, a los derechos del niño, y a la igualdad y la prohibición de discriminación,
en perjuicio de 42 miskitos que sufrieron accidentes de buceo mientras trabajaban para empresas privadas, y por la
violación al derecho a la integridad personal en perjuicio de sus familiares. Puede consultar el resumen oficial de la
sentencia en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_432_esp.pdf
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14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239
94. El Tribunal resalta que para comprobar que una diferenciación de trato ha sido utilizada
en una decisión particular, no es necesario que la totalidad de dicha decisión esté basada
“fundamental y únicamente” en la orientación sexual de la persona, pues basta con
constatar que de manera explícita o implícita se tuvo en cuenta hasta cierto grado la
orientación sexual de la persona para adoptar una determinada decisión.
109. Igualmente, la Corte constata que la determinación del interés superior del niño, en
casos de cuidado y custodia de menores de edad se debe hacer a partir de la evaluación
de los comportamientos parentales específicos y su impacto negativo en el bienestar y
desarrollo del niño según el caso, los daños o riesgos reales y probados, y no especulativos
o imaginarios. Por tanto, no pueden ser admisibles las especulaciones, presunciones,
estereotipos o consideraciones generalizadas sobre características personales de los
padres o preferencias culturales respecto a ciertos conceptos tradicionales de la familia.
119. La Corte considera que, para justificar una diferencia de trato y la restricción de un
derecho, no puede servir de sustento jurídico la alegada posibilidad de discriminación
social, probada o no, a la que se podrían enfrentar los menores de edad por condiciones
de la madre o el padre. Si bien es cierto que ciertas sociedades pueden ser intolerantes a
condiciones como la raza, el sexo, la nacionalidad o la orientación sexual de una persona,
los Estados no pueden utilizar esto como justificación para perpetuar tratos
31
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
121. Por otro lado, en cuanto al argumento de que el principio del interés superior del
niño puede verse afectado por el riesgo de un rechazo por la sociedad, la Corte considera
que un posible estigma social debido a la orientación sexual de la madre o el padre no
puede considerarse un "daño" valido a los efectos de la determinación del interés superior
del niño. Si los jueces que analizan casos como el presente constatan la existencia de
discriminación social es totalmente inadmisible legitimar esa discriminación con el
argumento de proteger el interés superior del menor de edad. En el presente caso, el
Tribunal resalta que, además, la señora Atala no tenía porque sufrir las consecuencias de
que en su comunidad presuntamente las niñas podrían haber sido discriminadas debido a
su orientación sexual.
122. Por tanto, la Corte concluye que el argumento de la posible discriminación social no
era adecuado para cumplir con la finalidad declarada de proteger el interés superior de las
niñas M., V. y R.
125. En efecto, es el Estado el que tiene la carga de la prueba para mostrar que la decisión
judicial objeto del debate se ha basado en la existencia de un daño concreto, específico y
real en el desarrollo de las niñas. Para ello es necesario que en las decisiones judiciales
sobre estos temas se definan de manera específica y concreta los elementos de conexidad
y causalidad entre la conducta de la madre o el padre y el supuesto impacto en el
desarrollo del niño. De lo contrario, se corre el riesgo de fundamentar la decisión en un
estereotipo […] vinculado exclusivamente a la pre-concepción, no sustentada, de que los
niños criados por parejas homosexuales necesariamente tendrían dificultades para definir
roles de género o sexuales.
130. El Tribunal observa que, en el presente caso, la Corte Suprema de Justicia de Chile
no falló con base en un análisis in abstracto del alegado impacto de la orientación sexual
de la madre en el desarrollo de las niñas, sino que invocó la supuesta existencia de pruebas
concretas. Sin embargo, se limitó en sus consideraciones a la aplicación de un test de
daño especulativo limitándose a hacer referencia, respecto al supuesto daño, a la
32
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
131. La Corte Interamericana concluye que la Corte Suprema de Justicia no cumplió con
los requisitos de un test estricto de análisis y sustentación de un daño concreto y específico
supuestamente sufrido por las tres niñas a causa de la convivencia de su madre con una
pareja del mismo sexo. Además, el Tribunal considera que, en el caso concreto, el hecho
de vivir con su madre y su pareja no privaba a las niñas del rol paterno, por cuanto el
objeto del proceso de tuición no implicaba que el padre hubiera perdido el contacto con
ellas.
Corte IDH. Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C No. 251 26
229. Al respecto, esta Corte reconoce la dificultad de demostrar casos de perjuicio racial
por parte de quienes son objeto de discriminación, por lo que coincide con el Tribunal
Europeo en el sentido que, en ciertos casos de violaciones a derechos humanos motivados
por discriminación, la carga de la prueba también recae en el Estado, quien tiene el control
de los medios para aclarar hechos ocurridos dentro de su territorio.
26
El caso se relaciona con la responsabilidad internacional del Estado por el uso excesivo de la fuerza por agentes
militares dominicanos en contra de un grupo de haitianos en el que perdieron la vida siete personas y varias más
resultaron heridas. Adicionalmente, algunos migrantes haitianos involucrados fueron expulsados sin las garantías
debidas. La Corte declaró la responsabilidad internacional del Estado por la violación de los derechos, entre otros, a
la vida e integridad personal. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_251_esp.pdf
33
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
junio de 2015. Serie C No. 293 27
228. La Corte resalta que tratándose de la prohibición de discriminación por una de las
categorías protegidas contempladas en el artículo 1.1 de la Convención, la eventual
restricción de un derecho exige una fundamentación rigurosa y de mucho peso,
invirtiéndose, además, la carga de la prueba, lo que significa que corresponde a la
autoridad demostrar que su decisión no tenía un propósito ni un efecto discriminatorio. En
el presente caso, ante la comprobación de que el trato diferenciado hacia RCTV estaba
basado en una de las categorías prohibidas, el Estado tenía la obligación de demostrar
que la decisión de reservarse el espectro no tenía una finalidad o efecto discriminatorio.
Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C
No. 298 28
258. Es por lo anterior que, si se estipula una diferencia de trato en razón de la condición
médica o enfermedad, dicha diferencia de trato debe hacerse en base a criterios médicos
y la condición real de salud tomando en cuenta cada caso concreto, evaluando los daños
o riesgos reales y probados, y no especulativos o imaginarios. Por tanto, no pueden ser
admisibles las especulaciones, presunciones, estereotipos o consideraciones generalizadas
sobre las personas con VIH/SIDA o cualquier otro tipo de enfermedad, aun si estos
prejuicios se escudan en razones aparentemente legítimas como la protección del derecho
a la vida o la salud pública.
27
El caso se relaciona con la violación a ciertos derechos, como consecuencia del cierre del canal de televisión “Radio
Caracas Televisión” ocurrido el 27 de mayo de 2007, a raíz de la decisión del Estado de reservarse la porción del
espectro eléctrico que anteriormente había sido asignado a RCTV y, por tanto, impedir la participación en los
procedimientos administrativos a un medio de comunicación que expresaba voces críticas contra el gobierno. La
Corte estableció la responsabilidad internacional del Estado entre otras, por la violación al derecho a la libertad de
expresión en relación con el deber de no discriminación, así como a los derechos a un debido proceso, al plazo
razonable y a ser oído. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_293_esp.pdf
28
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado violaciones de derechos humanos cometidas por el
contagio con VIH a Talía Gabriela Gonzales Lluy cuando tenía tres años de edad. La Corte encontró́ que el Estado era
responsable por la violación, entre otros, de los derechos a la vida e integridad personal, a la educación, y a la
garantía judicial del plazo en el proceso penal. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente
enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_298_esp.pdf
34
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
259. Al respecto, en el caso Kiyutin v. Rusia, el Tribunal Europeo consideró como trato
discriminatorio el hecho que no se hubiese hecho una adecuada fundamentación a la
restricción del derecho a ser residente por el hecho que la víctima tuviese VIH. Además,
el Tribunal observó que en ningún momento las autoridades tuvieron en cuenta el estado
real de salud de la víctima y los vínculos familiares que pudiesen ligarle a Rusia. Así pues,
estableció la condición de vulnerabilidad que enfrentan las personas con VIH/SIDA y los
prejuicios de los que han sido víctimas a lo largo de las últimas tres décadas. Este caso es
significativo en tanto resalta que la adopción de medidas relativas a personas con
VIH/SIDA debe tener como punto de partida su estado de salud real.
104. Además, los Estados están obligados a adoptar medidas positivas para revertir o
cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio de
determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial de protección que el Estado
debe ejercer con respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su tolerancia o
aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias.
Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de agosto de 2010. Serie C No. 214 29
271. Además, el Tribunal ha señalado que “los Estados deben abstenerse de realizar
acciones que de cualquier manera vayan dirigidas, directa o indirectamente, a crear
situaciones de discriminación de jure o de facto”(OC-18/03, párr. 103). Los Estados están
obligados “a adoptar medidas positivas para revertir o cambiar situaciones
discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio de determinado grupo de
personas. Esto implica el deber especial de protección que el Estado debe ejercer con
respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su tolerancia o aquiescencia,
creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias” (OC-18/03, párr. 104).
(En similar sentido, ver entre otros: Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República
Dominicana. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C
No. 251, párr. 236; Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016. Serie C
No. 318, párr. 336; Caso de personas dominicanas y haitianas expulsadas Vs. República
29
El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por la afectación de los derechos de una comunidad
indígena de la región del Chaco paraguayo. La Corte declaró vulnerados, entre otros, los derechos a la propiedad
comunitaria, vida, integridad personal, reconocimiento de la personalidad jurídica, derechos del niño y el
incumplimiento del deber de no discriminar, en perjuicio de los miembros de la Comunidad Indígena Xákmok Kásek.
Resumen oficial de la sentencia https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_214_esp.pdf
35
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C No. 251
234. En este sentido, la Corte recuerda que el derecho internacional de los derechos
humanos no sólo prohíbe políticas y prácticas deliberadamente discriminatorias, sino
también aquellas cuyo impacto sea discriminatorio contra ciertas categorías de personas,
aun cuando no se pueda probar la intención discriminatoria. (En similar sentido, ver entre
otros: Caso de personas dominicanas y haitianas expulsadas Vs. República Dominicana.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de
2014. Serie C No. 282, párr. 263.)
235. La Corte estima que una violación del derecho a la igualdad y no discriminación se
produce también ante situaciones y casos de discriminación indirecta reflejada en el
impacto desproporcionado de normas, acciones, políticas o en otras medidas que, aún
cuando sean o parezcan ser neutrales en su formulación, o tengan un alcance general y
no diferenciado, produzcan efectos negativos para ciertos grupos vulnerables. Tal
concepto de discriminación indirecta también ha sido reconocido, entre otros órganos, por
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el cual ha establecido que cuando una política
general o medida tiene un efecto desproporcionado perjudicial en un grupo particular
puede ser considerada discriminatoria aún si no fue dirigida específicamente a ese grupo.
(En similar sentido, ver entre otros: Caso de personas dominicanas y haitianas expulsadas
Vs. República Dominicana. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 28 de agosto de 2014. Serie C No. 282, párr. 263.)
Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros ("Fecundación in vitro") Vs. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28
noviembre de 2012. Serie C No. 257
36
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C
No. 298
285. La Corte constata que la discriminación contra Talía ha estado asociada a factores
como ser mujer, persona con VIH, persona con discapacidad, ser menor de edad, y su
estatus socio económico. Estos aspectos la hicieron más vulnerable y agravaron los daños
que sufrió.
288. La Corte nota que ciertos grupos de mujeres padecen discriminación a lo largo de su
vida con base en más de un factor combinado con su sexo, lo que aumenta su riesgo de
sufrir actos de violencia y otras violaciones de sus derechos humanos. En ese sentido, la
Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias ha
establecido que “la discriminación basada en la raza, el origen étnico, el origen nacional,
la capacidad, la clase socioeconómica, la orientación sexual, la identidad de género, la
religión, la cultura, la tradición y otras realidades intensifica a menudo los actos de
violencia contra las mujeres”. En el caso de las mujeres con VIH/SIDA la perspectiva de
género exige entender la convivencia con la enfermedad en el marco de los roles y las
expectativas que afectan a la vida de las personas, sus opciones e interacciones (sobre
todo en relación a su sexualidad, deseos y comportamientos).
290. La Corte nota que en el caso de Talía confluyeron en forma interseccional múltiples
factores de vulnerabilidad y riesgo de discriminación asociados a su condición de niña,
mujer, persona en situación de pobreza y persona con VIH. La discriminación que vivió
Talía no sólo fue ocasionada por múltiples factores, sino que derivó en una forma específica
de discriminación que resultó de la intersección de dichos factores, es decir, si alguno de
dichos factores no hubiese existido, la discriminación habría tenido una naturaleza
diferente. En efecto, la pobreza impactó en el acceso inicial a una atención en salud que
no fue de calidad y que, por el contrario, generó el contagio con VIH. La situación de
pobreza impactó también en las dificultades para encontrar un mejor acceso al sistema
educativo y tener una vivienda digna. Posteriormente, siendo una niña con VIH, los
obstáculos que sufrió Talía en el acceso a la educación tuvieron un impacto negativo para
su desarrollo integral, que es también un impacto diferenciado teniendo en cuenta el rol
de la educación para superar los estereotipos de género. Como niña con VIH necesitaba
mayor apoyo del Estado para impulsar su proyecto vida. Como mujer, Talía ha señalado
37
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
291. Teniendo en cuenta todo lo anterior, este Tribunal concluye que Talía Gonzales Lluy
sufrió una discriminación derivada de su condición de persona con VIH, niña, mujer, y
viviendo en condición de pobreza. Por todo lo anterior, la Corte considera que el Estado
ecuatoriano violó el derecho a la educación contenido en el artículo 13 del Protocolo de
San Salvador, en relación con los artículos 19 y 1.1 de la Convención Americana en
perjuicio de Talía Gonzales Lluy.
Corte IDH. Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016.
Serie C No. 318 30
335. Por otro lado, en relación con el artículo 1.1 de la Convención, la Corte ha establecido
que es una norma de carácter general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones
del tratado, y dispone la obligación de los Estados Parte de respetar y garantizar el pleno
y libre ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidas “sin discriminación alguna”.
Es decir, cualquiera que sea el origen o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda
ser considerado discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los derechos
garantizados en la Convención es per se incompatible con la misma. El incumplimiento
por el Estado, mediante cualquier tratamiento discriminatorio, de la obligación general de
respetar y garantizar los derechos humanos, le genera responsabilidad internacional. Es
por ello que existe un vínculo indisoluble entre la obligación de respetar y garantizar los
derechos humanos y el principio de igualdad y no discriminación. Al respecto, la Corte
destaca que a diferencia de otros tratados de derechos humanos, la “posición económica”
de la persona es una de las causales de discriminación prohibidas por el artículo 1.1 de la
Convención Americana.
30
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la violación, entre otros, del derecho a no ser
sometido a esclavitud y trata de personas, en perjuicio de 85 trabajadores rescatados en la Hacienda Brasil Verde,
ubicada en el estado de Pará, en Brasil. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_318_esp.pdf
38
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
336. La Corte ha señalado que “los Estados deben abstenerse de realizar acciones que de
cualquier manera vayan dirigidas, directa o indirectamente, a crear situaciones de
discriminación de jure o de facto”. Los Estados están obligados “a adoptar medidas
positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus
sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial
de protección que el Estado debe ejercer con respecto de actuaciones y prácticas de
terceros que, bajo su tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las
situaciones discriminatorias”.
341. Una vez constatada la situación anterior, la Corte estima que el Estado no consideró
la vulnerabilidad de los 85 trabajadores rescatados el 15 de marzo de 2000, en virtud de
la discriminación en razón de la posición económica a la que estaban sometidos. Lo
anterior constituye una violación al artículo 6.1 de la Convención Americana, en relación
con el artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio de ellos.
39
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
342. Por todo lo anterior, Brasil no demostró haber adoptado, respecto del presente caso
y al momento de los hechos, las medidas específicas, conforme a las circunstancias ya
conocidas de trabajadores en situación de esclavitud y de denuncias concretas contra la
Hacienda Brasil Verde, para prevenir la ocurrencia de la violación al artículo 6.1 constatada
en el presente caso. El Estado no actuó con prontitud dentro de las primeras horas y días
luego de la denuncia de esclavitud y violencia realizada por Gonçalo Luiz Furtado y Antônio
Francisco da Silva, con gran sacrificio y riesgo personal, dejando perder horas y días
valiosos. En el período entre la denuncia y la inspección, el Estado no logró coordinar la
participación de la Policía Federal activamente en la referida inspección, más allá de la
función de protección del equipo del Ministerio del Trabajo. Todo esto demuestra que el
Estado no actuó con la debida diligencia requerida para prevenir adecuadamente la forma
contemporánea de esclavitud constatada en el presente caso y que no actuó como
razonablemente era de esperarse de acuerdo a las circunstancias del caso para poner fin
a ese tipo de violación. Este incumplimiento del deber de garantía es particularmente serio
debido al contexto conocido por el Estado y a las obligaciones impuestas en virtud del
artículo 6.1 de la Convención Americana y específicamente derivadas del carácter de jus
cogens de esta prohibición.
343. En razón de todo lo expuesto, el Tribunal considera que el Estado violó el derecho a
no ser sometido a esclavitud y trata de personas, en violación del artículo 6.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, en relación con los artículos 1.1, 3, 5,
7, 11 y 22 del mismo instrumento, en perjuicio de los 85 trabajadores rescatados el 15
de marzo de 2000 en la Hacienda Brasil Verde, listados en el párrafo 206 de la presente
Sentencia. Adicionalmente, respecto del señor Antônio Francisco da Silva esa violación
ocurrió también en relación con el artículo 19 de la Convención Americana, por ser niño al
momento de los hechos. Finalmente, Brasil es responsable por la violación del artículo 6.1
de la Convención Americana, en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento,
producida en el marco de una situación de discriminación estructural histórica en razón de
la posición económica de los 85 trabajadores identificados en el párrafo 206 de la presente
Sentencia.
Corte IDH. Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 30 de noviembre de 2016. Serie C No. 329
248. En el presente caso, la Corte nota que la señora I.V. tuvo acceso a los servicios
públicos de salud del Estado […], aunque la atención en salud brindada desconoció los
elementos de accesibilidad y aceptabilidad […]. A pesar de ello, no se desprende de los
hechos de este caso que la decisión de practicar la ligadura de las trompas de Falopio a la
señora I.V. haya obedecido a su origen nacional, condición de refugiada o posición socio-
económica. No obstante, la Corte considera que estos aspectos incidieron sobre la
magnitud de los daños que sufrió I.V. en la esfera de su integridad personal. Lo anterior
40
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
sin perjuicio de lo que más adelante se establezca en relación con la búsqueda de justicia
[…].
Corte IDH. Caso V.R.P., V.P.C. y otros Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No.
350 31
154. Para casos de violencia y violación sexual en contra de mujeres adultas, la Corte ha
establecido una serie de criterios que los Estados deben seguir para que las
investigaciones y procesos penales incoados sean sustanciados con la debida diligencia.
En el presente caso, la Corte tiene la oportunidad de referirse a la obligación que tiene un
Estado cuando las investigaciones y proceso penal se dan en el marco de un caso de
violación sexual cometida en contra de una niña. Por ende, la Corte adoptará un enfoque
interseccional que tenga en cuenta la condición de género y edad de la niña.
156. Las medidas especiales de protección que el Estado debe adoptar se basan en el
hecho de que las niñas, niños y adolescentes se consideran más vulnerables a violaciones
de derechos humanos, lo que además estará determinado por distintos factores, como la
edad, las condiciones particulares de cada uno, su grado de desarrollo y madurez, entre
otros. En el caso de las niñas, dicha vulnerabilidad a violaciones de derechos humanos
puede verse enmarcada y potenciada, debido a factores de discriminación histórica que
han contribuido a que las mujeres y niñas sufran mayores índices de violencia sexual,
especialmente en la esfera familiar. En lo que se refiere a la respuesta institucional con
miras a garantizar el acceso a la justicia para víctimas de violencia sexual, este Tribunal
nota que las niñas, niños y adolescentes pueden enfrentarse a diversos obstáculos y
barreras de índole jurídico y económico que menoscaban el principio de su autonomía
progresiva, como sujetos de derechos, o que no garantizan una asistencia técnica jurídica
que permita hacer valer sus derechos e intereses en los procesos que los conciernen. Estos
obstáculos no solo contribuyen a la denegación de justicia, sino que resultan
discriminatorios, puesto que no permiten que se ejerza el derecho de acceso a la justicia
en condiciones de igualdad. De lo anterior se colige que el deber de garantía adquiere
especial intensidad cuando las niñas son víctimas de un delito de violencia sexual y
participan en las investigaciones y procesos penales, como en el presente caso.
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar y otros Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 9 de marzo de 2018. Serie C No. 351
276. Sin perjuicio de lo anterior, este Tribunal advierte que, de verificarse los distintos
motivos de discriminación alegados en este caso, particularmente en el supuesto de la
señora Flor de María Ramírez Escobar habrían confluido en forma interseccional distintos
factores de vulnerabilidad o fuentes de discriminación asociados a su condición de madre
soltera en situación de pobreza, con una madre lesbiana, ya que la discriminación
experimentada por la señora Ramírez Escobar sería el resultado del actuar entrecruzado
de todos las razones por las que habría sido discriminada. Al respecto, el Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer ha destacado que:
La interseccionalidad es un concepto básico para comprender el alcance de las obligaciones
generales de los Estados partes en virtud del artículo 2. La discriminación de la mujer por
31
El caso se relaciona con la responsabilidad internacional del Estado por haber faltado al deber de debida diligencia
protección especial, en el caso de una niña quien fue víctima de violación sexual cometida por parte de un autor no
estatal. La Corte declaró violados, entre otros, los derechos a la integridad personal y prohibición de tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_350_esp.pdf
41
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
motivos de sexo y género está unida de manera indivisible a otros factores que afectan a la
mujer […]. La discriminación por motivos de sexo o género puede afectar a las mujeres de
algunos grupos en diferente medida o forma que a los hombres. Los Estados partes deben
reconocer y prohibir en sus instrumentos jurídicos estas formas entrecruzadas de
discriminación y su impacto negativo combinado en las mujeres afectadas [, así como] aprobar
y poner en práctica políticas y programas para eliminar estas situaciones.
277. A efectos del análisis jurídico que debe realizar este Tribunal y teniendo en cuenta
que en este caso se alega que varias personas fueron víctimas de discriminación por
motivos coincidentes, este Tribunal realizará un análisis de cada uno de los motivos
presuntamente discriminatorios de manera separada. Lo anterior sin perjuicio de que la
Corte comprende que la confluencia de factores de discriminación de manera
interseccional resulta en una experiencia discriminatoria que se diferencia de la simple
acumulación en contra de una persona de distintas causas discriminación.
304. Además, la Corte recuerda que estos factores confluyeron de manera interseccional
en la señora Flor de María Ramírez Escobar, quien por ser madre soltera en situación de
pobreza, formaba parte de los grupos más vulnerables a ser víctima de una separación
ilegal o arbitraria de sus hijos, en el marco del contexto de adopciones irregulares en que
sucedieron los hechos de este caso. La discriminación de la señora Ramírez Escobar es
interseccional porque fue el producto de varios factores que interaccionan y que se
condicionan entre sí.
Corte IDH. Caso Guzmán Albarracín y otras Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de junio de 2020. Serie C No. 405 32
142. Ahora bien, en virtud de la obligación de no discriminar, los Estados están “obligados
[...] a adoptar medidas positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias
existentes en sus sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas”. Por eso,
“[l]os Estados deben invertir en medidas proactivas que promuevan el empoderamiento
de las niñas e impugnen las normas y los estereotipos patriarcales y otras normas y
estereotipos de género perjudiciales, así como en reformas jurídicas, para hacer frente a
la discriminación directa e indirecta contra las niñas”. Este deber tiene vinculación con los
artículos 19 de la Convención Americana y 7.c de la Convención de Belém do Pará. Pese
a ello, no consta que antes de diciembre de 2002 el Estado adoptara políticas, que tuvieran
un impacto efectivo en el ámbito educativo de Paola y que procuraran prevenir o revertir
situaciones de violencia de género contra niñas en el marco de la enseñanza. Por lo
expuesto, los actos de acoso y abuso sexual cometidos contra Paola no solo constituyeron,
en sí mismos, actos de violencia y discriminación en que confluyeron, de modo
interseccional, distintos factores de vulnerabilidad y riesgo de discriminación, como la
edad y la condición de mujer. Esos actos de violencia y discriminación se enmarcaron,
además, en una situación estructural, en la que pese a ser la violencia sexual en el ámbito
educativo un problema existente y conocido, el Estado no había adoptado medidas
efectivas para revertirlo [...]. Por ello, en relación con los derechos humanos afectados
por la violencia sexual que sufrió Paola [...], el Estado incumplió sus obligaciones de
respetarlos y garantizarlos sin discriminación.
32
El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por la violencia sexual sufrida por la adolescente
Paola Guzmán Albarracín en el ámbito educativo estatal, cometida por el Vicerrector del colegio al que asistía, que
tuvo relación con el suicidio de la niña. La Corte declaró violados, entre otros, los derechos a la vida, integridad
personal y los derechos del niño. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_405_esp.pdf
42
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
188. En el presente caso, la Comisión sostuvo que hay un nexo entre el incumplimiento
de las obligaciones del Estado y la situación de pobreza que se vivía en el municipio de
Santo Antônio de Jesus, de modo que las condiciones de pobreza de las trabajadoras de
la fábrica de fuegos artificiales habrían llevado a la violación de su derecho a condiciones
equitativas y satisfactorias de trabajo sin discriminación. Lo anterior indica que este caso
se trata de una alegada discriminación estructural en razón de la pobreza. Sobre el
particular, la Corte constata que las presuntas víctimas eran personas que, por cuenta de
la discriminación estructural por su condición de pobreza, no podían acceder a otra de
fuente de ingresos y debían exponerse al aceptar un trabajo en condiciones de
vulnerabilidad, que desconocía los mandatos de la Convención Americana y que las expuso
a los hechos victimizantes.
191. Ahora bien, la intersección de factores de discriminación en este caso incrementó las
desventajas comparativas de las presuntas víctimas. De modo que las presuntas víctimas
comparten factores específicos de discriminación que sufren las personas en situación de
pobreza, las mujeres y las y los afrodescendientes, pero, además, padecen una forma
específica de discriminación por cuenta de la confluencia de todos estos factores y, en
algunos casos, por estar embarazadas, por ser niñas, o por ser niñas y estar embarazadas.
Sobre este asunto es importante destacar que esta Corte ha establecido que el estado de
embarazo puede constituir una condición de particular vulnerabilidad y que, en algunos
casos de victimización, puede existir una afectación diferenciada por cuenta del embarazo.
192. En relación con la discriminación padecida por las mujeres, el Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de Naciones Unidas, en un informe de
2012, señaló que la igualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral es un
problema en Brasil y que “le preocupa[ba] que los estereotipos relacionados con el género
y la raza contribuyan a la segregación de mujeres afrodescendientes e indígenas en los
empleos de menor calidad”.
193. Por su parte, la discriminación contra la población negra en Brasil ha sido una
constante histórica. De acuerdo con el Comité de los Derechos del Niño, según datos de
2006, “[e]n el Brasil entre el 10% más rico de la población, únicamente el 18% son
personas de descendencia africana (mestizos o negros); entre el 10% más pobre, el 71%
son negros o mestizos”. Por su parte, el Comité para la Eliminación de la Discriminación
Racial le ha reiterado al Estado, en diversas oportunidades, su preocupación por
desigualdad que afecta a las comunidades negras y mestizas y por su impacto en el
ejercicio de otros derechos.
194. En relación con la situación de las niñas y niños, la Comisión Interamericana encontró
que en Brasil, para 1997, un año antes de la explosión, el ausentismo escolar de los niños
y niñas afrodescendientes se debía a su necesidad de contribuir con el ingreso familiar y
que era común que las niñas y los niños trabajaran en la industria, con productos tóxicos
43
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
195. Ahora bien, las desventajas económicas y sociales, cuando se relacionan con las
referidas a grupos poblacionales pueden imponer mayores desventajas. Así, por ejemplo
“[e]n muchos países, el sector más pobre de la población coincide con los grupos sociales
y étnicos que son objeto de discriminación”. En el mismo sentido, el Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, en su dictamen sobre la Comunicación
No. 17 de 2008 y en referencia a sus observaciones finales sobre Brasil del 15 de agosto
de 2007, destacó que la discriminación contra las mujeres en ese país es “exacerbada por
las disparidades regionales, económicas y sociales” y recordó “que la discriminación contra
la mujer basada en el sexo y el género está indisolublemente vinculada a otros factores
que afectan a la mujer, como la raza, el origen étnico, la religión o las creencias, la salud,
la condición jurídica y social, la edad, la clase, la casta y la orientación sexual y la identidad
de género”.
197. En este caso, la Corte pudo constatar que las presuntas víctimas estaban inmersas
en patrones de discriminación estructural e interseccional. Las presuntas víctimas se
encontraban en una situación de pobreza estructural y eran, en una amplísima mayoría,
mujeres y niñas afrodescendientes, cuatro de ellas estaban embarazadas y no contaban
con ninguna otra alternativa económica más que aceptar un trabajo peligroso en
condiciones de explotación. La confluencia de estos factores hizo posible que una fábrica
como la que se describe en este proceso haya podida instalarse y operar en la zona y que
las mujeres, niñas y niños presuntas víctimas se hayan visto compelidos a trabajar allí.
198. Sobre este asunto, es necesario destacar que el hecho de que las presuntas víctimas
pertenecieran a un grupo en especial situación de vulnerabilidad acentuaba los deberes
de respeto y garantía a cargo del Estado. Sin embargo, conforme se desprende del acervo
probatorio del caso, el Estado no adoptó medidas orientadas a garantizar el ejercicio del
derecho a condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias sin discriminación, y la
intersección de desventajas comparativas hizo que la experiencia de victimización en este
caso fuese agravada.
Corte IDH. Caso de los Buzos Miskitos (Lemoth Morris y otros) Vs. Honduras.
Sentencia de 31 de agosto de 2021. Serie C No. 432
107. En este sentido, el Tribunal advierte que las víctimas se encontraban inmersas en
patrones de discriminación estructural e interseccional, pues eran personas pertenecientes
a un pueblo indígena y se encontraban en una situación de pobreza, una de ellas era un
44
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Opinión políticas
Corte IDH. Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
junio de 2015. Serie C No. 293
222. La Corte evaluará la razón del posible trato diferenciado y la alegada aplicación de
una categoría prohibida de discriminación contemplada en el artículo 1.1 de la Convención.
A este respecto, la Corte nota lo argumentado por la Comisión con relación a la existencia
de un indicio razonable respecto a que el trato diferenciado hacia RCTV habría estado
basado en una categoría prohibida de discriminación contenida en el artículo 1.1, es decir,
las opiniones políticas expresadas por los directivos y trabajadores de RCTV.
223. Al respecto, la Corte recuerda que el artículo 1.1 de la Convención contempla que
“los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y
libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que
esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. Por ello, la Corte
analizará si la línea editorial de un canal de televisión se encuentra dentro de la categoría
de “opiniones políticas”, enunciada en el artículo 1.1 de la Convención. Posteriormente,
evaluará si existen elementos que permitan considerar que la aplicación de dicha categoría
prohibida de discriminación fue la razón en la cual se habría fundamentado el trato
diferenciado.
224. […] En este sentido, este Tribunal considera que la línea editorial de un canal de
televisión puede ser considerada como un reflejo de las opiniones políticas de sus
45
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
226. Sobre este punto, la Corte destaca la necesidad de proteger la expresión de las
opiniones políticas de las personas en una sociedad democrática y recuerda lo asentado
anteriormente en el sentido de que “[e]l control democrático, por parte de la sociedad a
través de la opinión pública, fomenta la transparencia de las actividades estatales y
promueve la responsabilidad de los funcionarios sobre su gestión pública”. En ese sentido,
este Tribunal reafirma la importancia de la prohibición de discriminación basada en las
opiniones políticas de una persona o un grupo de personas, y el consiguiente deber de los
Estados de respetar y garantizar los derechos contenidos en la Convención Americana sin
discriminación alguna por este motivo.
227. Por lo anterior, la Corte concluye que es posible afirmar que la línea editorial de un
canal de televisión es el reflejo de la expresión de las personas involucradas con el diseño
de dicha línea, por lo que pueden ser objeto de un trato discriminatorio en razón de sus
opiniones políticas. Una vez establecido esto, el Tribunal procederá a analizar la inversión
de la carga de la prueba que deriva de la presunción de existencia de un trato
discriminatorio basado en una categoría prohibida de discriminación establecida en el
artículo 1.1 de la Convención, en este caso las opiniones políticas de los directivos y
empleados de RCTV.
231. De otro lado, la Corte ya dio por probado que la línea editorial y la postura política
transmitida en RCTV eran unos de los motivos principales detrás de las decisiones tomadas
en la Comunicación N° 0424 o en la Resolución Nº 002 […]. Lo anterior quedó demostrado
con las múltiples declaraciones citadas de diversos funcionarios estatales, en las cuales
fueron expuestos argumentos respecto al contenido de las transmisiones de RCTV […].
234. Al respecto, este Tribunal resalta que al realizar el gobierno un trato diferenciado
basado en el agrado o disgusto que le causaba la línea editorial de un canal, esto conlleva
que se genere un efecto disuasivo, atemorizador e inhibidor sobre todos los que ejercen
el derecho a la libertad de expresión […], ya que envía un mensaje amedrentador para
los otros medios de comunicación respecto a lo que les podría llegar a ocurrir en caso de
seguir una línea editorial como la de RCTV. Como se mencionó anteriormente, no permitir
el ejercicio del derecho a la libertad de expresión en condiciones de igualdad, impide el
46
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
debate público sobre temas de interés de la sociedad que es esencial para la protección
de la democracia y el pluralismo de medios.
235. Por lo anterior, la Corte concluye que en el presente caso existen elementos para
determinar que la decisión de reservarse la porción del espectro asignado a RCTV implicó
un trato discriminatorio en el ejercicio del derecho a la libertad de expresión que tuvo
como base la aplicación de una de las categorías prohibidas de discriminación
contempladas en el artículo 1.1 de la Convención Americana. En consecuencia, la Corte
considera que el Estado es responsable de la violación del derecho a la libertad de
expresión establecido en el artículo 13 en relación con el deber de no discriminación
contenido en el artículo 1.1 de la Convención Americana, en perjuicio de Marcel Granier,
Peter Bottome, Jaime Nestares, Inés Bacalao, Eladio Lárez, Eduardo Sapene, Daniela
Bergami, Miguel Ángel Rodríguez, Soraya Castellano, María Arriaga y Larissa Patiño.
Corte IDH. Caso San Miguel Sosa y otras Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 8 de febrero de 2018. Serie C No. 348 33
116. En este caso se alega que las señoras San Miguel, Chang y Coromoto fueron
discriminadas, mediante la terminación de sus contratos de servicios con una entidad
estatal, precisamente por haber firmado dicha solicitud de referendo. Este Tribunal ha
considerado que, al analizar un caso, se presume la existencia de un trato discriminatorio
cuando éste se basa en una categoría prohibida de trato diferenciado establecida en el
artículo 1.1 de la Convención.
118. En este caso lo que se ha alegado es que las presuntas víctimas fueron objeto de
represalia y discriminación porque las autoridades del CNF que decidieron o justificaron la
terminación de sus contratos consideraron la referida firma como un acto de deslealtad
hacia el gobierno o como un “gesto de desconfianza”, al enterarse de ello luego de la
publicación de la lista Tascón. Es decir, independientemente de alguna opinión política
desfavorable hacia el gobierno efectivamente manifestada, lo que se alega es que tales
autoridades lo asumieron o percibieron así por el hecho mismo de haber firmado. En una
sociedad democrática, la oposición política es consustancial y funcional a su existencia
misma, por lo cual el haber sido percibidas como opositoras políticas por el hecho de la
firma de la solicitud no debe ser considerado, en sí mismo, un problema bajo la
Convención. Lo que sí sería incompatible con ésta es utilizar tal percepción para
discriminarlas y eso es lo que corresponde a este Tribunal examinar.
121. En este sentido, este Tribunal estima que, en razón de las circunstancias en que
ocurrieron los hechos, no corresponde analizar este caso como un supuesto de restricción
directa de derechos –en que se analizaría la justificación de la restricción en los términos
de la Convención–, ni como un caso de diferencia de trato directa –en que se evaluaría la
objetividad y razonabilidad de la justificación aportada por el Estado-. En la medida en
que se alega un acto de persecución, discriminación o represalia encubiertos o una
interferencia arbitraria o indirecta en el ejercicio de un derecho, es relevante tomar en
cuenta que el motivo o propósito de un determinado acto de las autoridades estatales
cobra significación para el análisis jurídico de un caso, por cuanto una motivación o un
propósito distinto al de la norma que otorga las potestades a la autoridad estatal para
33
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la terminación arbitraria de los contratos
laborales que las víctimas tenían con el Consejo Nacional de Fronteras, organismo adscrito al Ministerio de Relaciones
Exteriores de Venezuela. La Corte determinó que el Estado violó, entre otros, los derechos a la participación política
y libertad de pensamiento y expresión, en perjuicio de las víctimas. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia
en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_348_esp.pdf
47
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
actuar, puede llegar a demostrar si la acción puede ser considerada como actuación
arbitraria o una desviación de poder.
122. En relación con lo anterior, el Tribunal toma como punto de partida que las
actuaciones de las autoridades estatales están cubiertas por una presunción de
comportamiento conforme a derecho, por lo cual, para desvirtuar esta presunción de
buena fe, una actuación irregular por parte de aquéllas tiene que aparecer probada. Para
tales efectos, la Corte ha procedido a realizar un recuento de la prueba obrante en el
expediente sobre la alegada finalidad no declarada y a examinar dicha prueba.
148. Los elementos anteriores permiten al Tribunal considerar que la terminación de los
contratos de las presuntas víctimas se dio en un contexto de alta inestabilidad,
polarización política e intolerancia a la disidencia, el cual pudo propiciar formas de
persecución o discriminación contra opositores políticos del gobierno de entonces o de
quienes fueran percibidos como tales, así como contra ciudadanos y funcionarios públicos
que firmaron la solicitud de referendo. Asimismo, el hecho de que lo anterior fuera posible
mediante actos y declaraciones de miembros de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, así
como de la autoridad electoral competente que debía velar por la correcta realización del
referendo revocatorio, podrían indicar formas de coordinación entre miembros de poderes
del Estado o de subordinación de miembros de éstos o de ciertas instituciones al Poder
Ejecutivo de entonces.
149. Más allá de la naturaleza del vínculo de las presuntas víctimas con la administración
pública, o de la necesidad de determinar si –en virtud de una cláusula en su contrato– la
autoridad respectiva tenía o no una facultad discrecional para darlo por terminado en
cualquier momento, incluso sin motivación, en el caso, el Estado no ha dado una
explicación circunstanciada y precisa acerca de los motivos de su decisión. En casos como
el presente no basta la mera invocación de conveniencia o reorganización, sin aportar más
explicaciones, pues la debilidad de precisiones en cuanto a las motivaciones refuerza la
verosimilitud de los indicios contrarios.
150. Por ello, la Corte concluye que la terminación de los contratos constituyó una forma
de desviación de poder, utilizando dicha cláusula como velo de legalidad para encubrir la
verdadera motivación o finalidad real, a saber: una represalia en su contra por haber
ejercido legítimamente un derecho de carácter político constitucionalmente previsto, al
firmar a favor de la convocatoria al referendo revocatorio presidencial. Ello fue percibido
por los funcionarios superiores como un acto de deslealtad política y como la manifestación
de una opinión u orientación política opositora o disidente, que motivó un trato
diferenciado hacia ellas, como en efecto fue el hecho de dar por terminada arbitrariamente
la relación laboral.
151. En conclusión, la Corte declara que el Estado es responsable por la violación del
derecho a la participación política, reconocido en el artículo 23.1.b) y c) de la Convención
Americana, en relación con el principio de no discriminación contenido en el artículo 1.1
de la misma, en perjuicio de las señoras Rocío San Miguel Sosa, Magally Chang Girón y
Thais Coromoto Peña.
48
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
como factor ejemplarizante para que otras personas que ejercieron esa misma libertad se
vieran amedrentadas de participar políticamente y eventualmente motivadas de manera
ilegítima a retirar o “reparar” sus firmas en el procedimiento establecido por el Consejo
Nacional Electoral al efecto.
159. Según fue considerado, las situaciones analizadas pudieron generar impedimentos
en el libre debate público sobre temas de interés de la sociedad, lo que es esencial para
el sano funcionamiento de una sociedad democrática y, por ende, efectos disuasivos,
atemorizadores e inhibidores en la dimensión colectiva de la libertad de expresión.
160. Por las razones anteriores, la Corte declara que el Estado es responsable por la
violación de la libertad de pensamiento y expresión, reconocida en el artículo 13.1 de la
Convención Americana, en relación con el principio de no discriminación contenido en el
artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de las señoras Rocío San Miguel Sosa, Magally Chang
Girón y Thais Coromoto Peña.
Corte IDH. Caso Isaza Uribe y otros Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2018. Serie C No. 363 34
34
El caso se relaciona con la desaparición forzada del señor Víctor Manuel Isaza Uribe cuando se encontraba en la
cárcel del municipio en detención preventiva. La Corte consideró responsable al Estado entre otras, por la violación
de los derechos a la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la libertad personal y a la libertad
sindical por ese hecho, así como de los derechos a las garantías judiciales, a la protección judicial y a conocer la
verdad y del derecho a la integridad personal de los familiares. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en
el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_363_esp.pdf
49
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C
No. 298
252. Teniendo en cuenta estos elementos, la Corte constata que la decisión adoptada a
nivel interno tuvo como fundamento principal la situación médica de Talía asociada tanto
a la púrpura trombocitopénica idiopática como al VIH; por lo cual este Tribunal concluye
que se realizó una diferencia de trato basada en la condición de salud de Talía. Para
determinar si dicha diferencia de trato constituyó discriminación, a continuación se
analizará la justificación que hizo el Estado para efectuarla, es decir, la alegada protección
de la seguridad de los demás niños.
255. En el marco de este corpus iuris en la materia, la Corte considera que el VIH es un
motivo por el cual está prohibida la discriminación en el marco del término “otra condición
social” establecido en el artículo 1.1 de la Convención Americana. En esta protección
contra la discriminación bajo “otra condición social” se encuentra asimismo la condición
50
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
256. La Corte resalta que el efecto jurídico directo de que una condición o característica
de una persona se enmarque dentro de las categorías del artículo 1.1 de la Convención es
que el escrutinio judicial debe ser más estricto al valorar diferencias de trato basadas en
dichas categorías. La capacidad de diferenciación de las autoridades con base en esos
criterios sospechosos se encuentra limitada, y solo en casos en donde las autoridades
demuestren que se está en presencia de necesidades imperiosas, y que recurrir a esa
diferenciación es el único método para alcanzar esa necesidad imperiosa, podría
eventualmente admitirse el uso de esa categoría. Como ejemplo del juicio estricto de
igualdad se pueden señalar algunas decisiones adoptadas por la Corte Suprema de Justicia
de Estados Unidos, la Corte Constitucional de Colombia, la Corte Suprema de Argentina y
la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica.
Corte IDH. Caso Cuscul Pivaral y otros Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de agosto de 2018. Serie C No.
359
131. De esta forma, la obligación de los Estados en el respeto y garantía del derecho a la
salud adquiere una dimensión especial en materia de protección a personas en situación
de vulnerabilidad. La Corte reconoce que las personas que viven en una situación de
pobreza a menudo tienen un acceso inequitativo a los servicios e información en materia
de salud, lo que los expone a un mayor riesgo de infección y de recibir una atención
médica inadecuada o incompleta. El Tribunal también advierte la situación de
vulnerabilidad en la que se encuentran mujeres que viven con el VIH, sobre todo aquellas
que se encuentran en edad reproductiva.
51
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
138. Además, el Tribunal considera que las condiciones de mujeres que viven con el VIH,
y en situación de embarazo, confluyeron de manera interseccional en las señoras Zepeda
Herrera y Jesús Mérida, quienes por sus condiciones formaban parte de un grupo
vulnerable por lo que su discriminación fue el producto de varios factores que
interseccionaron y que se condicionaron entre sí. En ese sentido, la Corte recuerda que la
discriminación interseccional es resultado de la confluencia de distintos factores de
vulnerabilidad o fuentes de discriminación asociados a ciertas condiciones de una persona.
En ese sentido, tal y como lo ha señalado el Tribunal, la discriminación de la mujer por
motivos de sexo y género está unida de manera indivisible a otros factores que afectan a
la mujer, y que este tipo de discriminación puede afectar a las mujeres de algunos grupos
de diferente medida o forma que a los hombres. De esta forma, los Estados deben
reconocer y prohibir en sus instrumentos jurídicos estas formas entrecruzadas de
discriminación y su impacto negativo combinado en las mujeres afectadas, así como
aprobar y poner en práctica políticas y programas para eliminar estas situaciones.
Origen étnico
Corte IDH. Caso Norín Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del
Pueblo Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279
52
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
204. La Corte toma en cuenta que la etnia se refiere a comunidades de personas que
comparten, entre otras, características de naturaleza socio cultural, tales como afinidades
culturales, lingüísticas, espirituales y orígenes históricos y tradicionales. Dentro de esta
categoría se encuentran los pueblos indígenas, respecto de los cuales la Corte ha
reconocido que tienen características propias que conforman su identidad cultural, tales
como su derecho consuetudinario, sus características económicas, sociales, sus valores,
usos y costumbres.
Corte IDH. Caso de los Buzos Miskitos (Lemoth Morris y otros) Vs. Honduras.
Sentencia de 31 de agosto de 2021. Serie C No. 432
101. En relación con lo anterior, este Tribunal ha señalado que el origen étnico de las
personas es una categoría protegida por el artículo 1.1 de la Convención, por lo que
ninguna norma, decisión o práctica de derecho interno, sea por parte de autoridades
estatales o por particulares, pueden disminuir o restringir, de modo alguno, los derechos
de una persona a partir de su origen étnico. La Corte ha tomado en cuenta que la etnia
se refiere a comunidades de personas que comparten, entre otras, características de
naturaleza socio- cultural, tales como afinidades culturales, lingüísticas, espirituales y
orígenes históricos y tradicionales. Dentro de esta categoría se encuentran los pueblos
indígenas, respecto de los cuales la Corte ha reconocido que tienen características propias
que conforman su identidad cultural, tales como su derecho consuetudinario, sus
características económicas, sociales, sus valores, usos y costumbres.
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239
84. En este sentido, al interpretar la expresión "cualquier otra condición social" del artículo
1.1. de la Convención, debe siempre elegirse la alternativa más favorable para la tutela
de los derechos protegidos por dicho tratado, según el principio de la norma más favorable
al ser humano. (En similar sentido, ver entre otros: Caso Norín Catrimán y otros
(Dirigentes, miembros y activista del Pueblo Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279, párr. 202.)
85. Los criterios específicos en virtud de los cuales está prohibido discriminar, según el
artículo 1.1 de la Convención Americana, no son un listado taxativo o limitativo sino
53
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
meramente enunciativo. Por el contrario, la redacción de dicho artículo deja abiertos los
criterios con la inclusión del término “otra condición social” para incorporar así a otras
categorías que no hubiesen sido explícitamente indicadas. La expresión “cualquier otra
condición social” del artículo 1.1. de la Convención debe ser interpretada por la Corte, en
consecuencia, en la perspectiva de la opción más favorable a la persona y de la evolución
de los derechos fundamentales en el derecho internacional contemporáneo.
89. Por su parte, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales determinó que
la orientación sexual puede ser enmarcada bajo “otra condición social”. Asimismo, el
Comité de los Derechos del Niño, el Comité contra la Tortura y el Comité para la
Eliminación de la Discriminación contra la Mujer han realizado referencias en el marco de
sus observaciones generales y recomendaciones, respecto a la inclusión de la orientación
sexual como una de las categorías prohibidas de discriminación.
54
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
92. En lo que respecta al argumento del Estado de que para la fecha de emisión de la
sentencia de la Corte Suprema no habría existido un consenso respecto a la orientación
sexual como categoría prohibida de discriminación, la Corte resalta que la presunta falta
de un consenso al interior de algunos países sobre el respeto pleno por los derechos de
las minorías sexuales no puede ser considerado como un argumento válido para negarles
o restringirles sus derechos humanos o para perpetuar y reproducir la discriminación
histórica y estructural que estas minorías han sufrido. El hecho de que ésta pudiera ser
materia controversial en algunos sectores y países, y que no sea necesariamente materia
de consenso no puede conducir al Tribunal a abstenerse de decidir, pues al hacerlo debe
remitirse única y exclusivamente a las estipulaciones de las obligaciones internacionales
contraídas por decisión soberana de los Estados a través de la Convención Americana.
93. Un derecho que le está reconocido a las personas no puede ser negado o restringido
a nadie y bajo ninguna circunstancia con base en su orientación sexual. Ello violaría el
artículo 1.1. de la Convención Americana. El instrumento interamericano proscribe la
discriminación, en general, incluyendo en ello categorías como las de la orientación sexual
la que no puede servir de sustento para negar o restringir ninguno de los derechos
establecidos en la Convención.
133. La Corte Interamericana considera necesario recalcar que el alcance del derecho a la
no discriminación por orientación sexual no se limita a la condición de ser homosexual, en
sí misma, sino que incluye su expresión y las consecuencias necesarias en el proyecto de
vida de las personas. Al respecto, en el Caso Laskey, Jaggard y Brown Vs. Reino Unido, el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos estableció que tanto la orientación sexual como
su ejercicio son un aspecto relevante de la vida privada.
140. En consecuencia, la Corte considera que exigirle a la madre que condicionara sus
opciones de vida implica utilizar una concepción “tradicional” sobre el rol social de las
mujeres como madres, según la cual se espera socialmente que las mujeres lleven la
responsabilidad principal en la crianza de sus hijos e hijas y que en pos de esto hubiera
debido privilegiar la crianza de los niños y niñas renunciando a un aspecto esencial de su
identidad. Por tanto, la Corte considera que bajo esta motivación del supuesto privilegio
de los intereses personales de la señora Atala tampoco se cumplía con el objetivo de
proteger el interés superior de las tres niñas.
55
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
144. Asimismo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos señaló en el Caso Karner Vs.
Austria, que:
El objetivo de proteger la familia en el sentido tradicional es más bien abstracto y una amplia
variedad de medidas concretas pueden utilizarse para implementarlo […] como es el caso cuando
hay una diferencia de trato basada en el sexo o en la orientación sexual, el principio de
proporcionalidad no solamente requiere que la medida escogida sea, en principio, adecuada para
el cumplimiento del objetivo buscado. También se debe demostrar que era necesario excluir a
ciertas categorías de personas para lograr ese objetivo.
220. El Estado alegó que, finalmente, el “llamado de atención” de la Corte de Temuco se
basó “exclusivamente” en “la utilización de elementos y personal para cumplir diligencias
decretadas” por el Juzgado a cargo del proceso de tuición, por lo cual la señora Atala no
habría sido sancionada, según ese alegato, por un hecho relacionado con su orientación
sexual. No obstante, el Tribunal constata que en el informe realizado por el ministro
visitador, el cual fue posteriormente aprobado por la Corte Apelaciones de Temuco y con
base en el cual se formularon cargos en contra de la señora Atala, se manifestó que “no
se puede soslayar el hecho de que su peculiar relación afectiva ha trascendido el ámbito
privado al aparecer las publicaciones señaladas precedentemente, lo que claramente daña
la imagen tanto de la [señora] Atala como del Poder Judicial. Todo lo anterior reviste una
gravedad que merece ser observada por el […] Tribunal”. Por tanto, si bien la señora Atala
no fue sancionada expresamente por la Corte de Temuco por su orientación sexual, ese
aspecto fue parte de las consideraciones incorporadas en el informe del ministro visitador,
las que no fueron desautorizadas ni cuestionadas por la Corte de Temuco.
221. Ahora bien, respecto al fin legítimo que se perseguía con dicha investigación, en el
informe presentado no fue precisado con claridad cuál era el fin de la visita respecto a la
indagación de la orientación sexual, por cuanto sólo se hizo referencia a las noticias de
prensa que se habían publicado. En este sentido, si bien el fin legítimo no fue explicitado
en el reporte, de lo expresado en el informe se podría llegar a inferir que mediante la
indagación respecto a la orientación sexual de la señora Atala se buscaba proteger la
“imagen del poder judicial”. Sin embargo, la alegada protección de la “imagen del poder
judicial” no puede justificar una diferencia de trato basada en la orientación sexual.
Además, el fin que se invoque al efectuar una diferencia de trato de este tipo debe ser
concreto y no abstracto. En el caso concreto, el Tribunal no observa relación alguna entre
un deseo de proteger la “imagen del poder judicial” y la orientación sexual de la señora
Atala. La orientación sexual o su ejercicio no pueden constituir, bajo ninguna
circunstancia, fundamento para llevar a cabo un proceso disciplinario, pues no existe
relación alguna entre el correcto desempeño de la labor profesional de la persona y su
orientación sexual.
222. Por tanto, al ser discriminatoria una diferenciación en una indagación disciplinaria
relacionada con su orientación sexual, la Corte concluye que el Estado vulneró el artículo
24 en relación con el artículo 1.1 de la Convención Americana en perjuicio de Karen Atala
Riffo.
56
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
106. Con respecto a lo anterior, la Corte ha determinado que una diferencia de trato es
discriminatoria cuando la misma no tiene una justificación objetiva y razonable, es decir,
cuando no persigue un fin legítimo y no existe una relación razonable de proporcionalidad
entre los medios utilizados y el fin perseguido. Asimismo, este Tribunal estableció que
tratándose de la prohibición de discriminación por una de las categorías protegidas
contempladas en el artículo 1.1 de la Convención, la eventual restricción de un derecho
exige una fundamentación rigurosa, lo cual implica que las razones utilizadas por el Estado
para realizar la diferenciación de trato deben ser particularmente serias y estar
sustentadas en una argumentación exhaustiva.
107. En el presente caso, el Estado no brindó una explicación sobre la necesidad social
imperiosa o la finalidad de la diferencia de trato, ni sobre por qué el hecho de recurrir a
esa diferenciación es el único método para alcanzar esa finalidad.
124. En el presente caso, se puede concluir que el Estado no presentó una justificación
objetiva y razonable para que exista una restricción en el acceso a una pensión de
sobrevivencia basada en la orientación sexual. En consecuencia, la Corte encuentra que
la diferenciación establecida en los artículos 1 de la Ley 54 de 1990 y 10 del decreto 1889
de 1994 con fundamento en la orientación sexual para el acceso a las pensiones de
sobrevivencia es discriminatoria y viola lo establecido en el artículo 24 de la Convención
Americana.
125. Por tanto, la Corte encuentra que la existencia de una normatividad interna vigente
en el año 2002 que no permitía el pago de pensiones a parejas del mismo sexo, era una
diferencia de trato que vulneraba el derecho a la igualdad y no discriminación, por lo que
constituyó efectivamente un hecho ilícito internacional. Adicionalmente a lo anterior, ese
hecho ilícito internacional afectó al señor Duque, en la medida que esas normas internas
le fueron aplicadas por medio de la respuesta del COLFONDOS a su gestión al respecto y
por la sentencia de tutela del Juzgado Décimo Civil Municipal de Bogotá y la sentencia del
Juzgado Doce Civil del Circuito de Bogotá […].
35
El caso se relaciona con la responsabilidad internacional del Estado de Colombia por la violación del derecho a la
igualdad ante la ley y a la no discriminación en perjuicio de Ángel Alberto Duque, por no haberle permitido acceder
en condiciones de igualdad a la pensión de sobrevivencia, luego de la defunción de su pareja, con base en el hecho
de que se trataba de una pareja del mismo sexo. Puede consultar el resumen oficial en este enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_310_esp.pdf
57
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
159. El artículo 8.1 de la Convención garantiza que las decisiones en las cuales se
determinen derechos de las personas deben ser adoptadas por las autoridades
competentes que la ley interna determine y bajo el procedimiento dispuesto para ello.
161. Al respecto, el Estado alegó que los jueces aplicaron la normativa vigente al momento
de los hechos, sin que existiera en ese momento jurisprudencia nacional o internacional
que estableciera la obligación de reconocer pensiones de sobrevivientes a las parejas del
mismo sexo.
162. La Corte reitera que el derecho a ser juzgado por un juez o tribunal imparcial es una
garantía fundamental del debido proceso, debiéndose garantizar que el juez o tribunal en
el ejercicio de su función como juzgador cuente con la mayor objetividad para enfrentar
el juicio. Este Tribunal ha establecido que la imparcialidad exige que el juez que interviene
en una contienda particular se aproxime a los hechos de la causa careciendo, de manera
subjetiva, de todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo garantías suficientes de índole
objetiva que inspiren la confianza necesaria a las partes en el caso, así como a los
ciudadanos en una sociedad democrática. La imparcialidad del tribunal implica que sus
integrantes no tengan un interés directo, una posición tomada, una preferencia por alguna
de las partes y que no se encuentren involucrados en la controversia. Ello puesto que el
juez debe aparecer como actuando sin estar sujeto a influencia, aliciente, presión,
amenaza o intromisión, directa o indirecta, sino única y exclusivamente conforme a -y
movido por- el Derecho.
163. La Corte reitera que la imparcialidad personal de un juez debe ser presumida, salvo
prueba en contrario. Para el análisis de la imparcialidad subjetiva, el Tribunal debe intentar
averiguar los intereses o motivaciones personales del juez en un determinado caso. En
cuanto al tipo de evidencia que se necesita para probar la imparcialidad subjetiva, el
Tribunal Europeo ha indicado que se debe tratar de determinar si el juez ha manifestado
hostilidad o si ha hecho que el caso sea asignado a él por razones personales.
58
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
165. La Corte resalta que una violación del artículo 8.1 de la Convención por la presunta
falta de imparcialidad judicial de los jueces debe establecerse a partir de elementos
probatorios específicos y concretos que indiquen que se está efectivamente ante un caso
en el que los jueces claramente se han dejado influenciar por aspectos o criterios ajenos
a las normas legales. En el presente caso, el Tribunal considera que no es posible concluir
que las autoridades hayan actuado esencialmente y de forma principal con fundamento
en otros aspectos más allá de lo expresamente establecido en leyes colombianas. Además,
la Corte no cuenta con elementos que le permitan considerar que las autoridades judiciales
actuaron con ausencia de imparcialidad o conforme a prejuicios o estereotipos
relacionados con la orientación sexual del señor Duque que habrían influenciado de
manera central y decisiva su decisión.
Corte IDH. Caso Flor Freire Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2016. Serie C No. 315
103. La Corte advierte que el señor Flor Freire niega la ocurrencia del acto sexual con otro
hombre y ha afirmado de manera consistente que no se identifica como homosexual. Al
respecto, este Tribunal recuerda que la orientación sexual de una persona se encuentra
ligada al concepto de libertad y la posibilidad de toda persona de autodeterminarse y
escoger libremente las circunstancias que le dan sentido a su existencia, conforme a sus
propias opciones y convicciones. En este sentido, la orientación sexual de una persona
dependerá de cómo esta se autoidentifique. Por tanto, para esta Corte, la manera como
el señor Flor Freire se identifica es lo único relevante al momento de definir su orientación
sexual. No obstante, la Corte advierte que, a efectos de la decisión en el presente caso,
es necesario dilucidar si hubo discriminación contra la presunta víctima en el proceso de
separación de las fuerzas armadas en virtud de una orientación sexual diversa, fuera esta
real o percibida. Lo que corresponde es determinar si las medidas y acciones del Estado
frente a estos hechos comprometen la responsabilidad internacional del Estado, en virtud
del alegado carácter discriminatorio de la norma aplicada al señor Flor Freire.
110. Además, este Tribunal ha establecido que los Estados deben abstenerse de realizar
acciones que de cualquier manera vayan dirigidas, directa o indirectamente, a crear
situaciones de discriminación de jure o de facto. Los Estados están obligados a adoptar
medidas positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus
sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial
de protección que el Estado debe ejercer con respecto a actuaciones y prácticas de
terceros que, bajo su tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las
situaciones discriminatorias.
59
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
orientación sexual de la persona, por lo que se encuentran protegidos dentro del mismo
derecho a la no discriminación por orientación sexual.
120. La Corte advierte que la discriminación puede tener fundamento en una orientación
sexual real o percibida. Este Tribunal ya ha señalado que “[e]s posible que una persona
resulte discriminada con motivo de la percepción que otras tengan acerca de su relación
con un grupo o sector social, independientemente de que ello corresponda con la realidad
o con la auto-identificación de la víctima”. La discriminación por percepción tiene el efecto
o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos
humanos y libertades fundamentales de la persona objeto de dicha discriminación,
independientemente de si dicha persona se autoidentifica o no con una determinada
categoría. Al igual que otras formas de discriminación, la persona es reducida a la única
característica que se le imputa, sin que importen otras condiciones personales. Esta
disminución de la identidad se concreta en un trato diferenciado y así, en la vulneración
de los derechos de quien lo sufre.
123. Por otra parte, el reconocimiento internacional del derecho a la no discriminación por
orientación sexual real o aparente ha estado además acompañado con la progresiva
prohibición de la criminalización de actos sexuales consentidos entre adultos del mismo
sexo. Desde 1981 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha considerado que la
criminalización de la homosexualidad no es proporcional a los fines que intenta conseguir.
Lo mismo fue considerado por el Comité de Derechos Humanos desde 1994.
Recientemente, en el año 2015, doce entidades de Naciones Unidas publicaron una
declaración conjunta llamando a poner fin a la violencia y discriminación en contra de las
personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales por medio de leyes
que criminalizan conductas homosexuales entre adultos con consentimiento y entre
personas transgénero sobre la base de su expresión de género, así como otras leyes
usadas para arrestar, castigar o discriminar en contra de personas por su orientación
sexual, identidad de género o expresión de género. De acuerdo al Alto Comisionado de
Derechos Humanos de Naciones Unidas, “[l]o que estas leyes tienen en común es su
utilización para acosar y procesar a personas por su sexualidad o identidad de género real
o supuesta”.
124. El Estado ha alegado que para la fecha de los hechos no existía una obligación
internacional de considerar a la orientación sexual como una categoría prohibida de
60
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
78. De conformidad con todo lo anterior, teniendo en cuenta las obligaciones generales
de respeto y garantía establecidas en el artículo 1.1 de la Convención Americana, los
criterios de interpretación fijados en el artículo 29 de dicha Convención, lo estipulado en
la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, las Resoluciones de la Asamblea
General de la OEA, y los organismos de Naciones Unidas [...], la Corte Interamericana
deja establecido que la orientación sexual y la identidad de género, así como la expresión
de género son categorías protegidas por la Convención. Por ello está proscrita por la
Convención cualquier norma, acto o práctica discriminatoria basada en la orientación
sexual, identidad de género o expresión de género de la persona. En consecuencia,
ninguna norma, decisión o práctica de derecho interno, sea por parte de autoridades
estatales o por particulares, pueden disminuir o restringir, de modo alguno, los derechos
de una persona a partir de su orientación sexual, su identidad de género y/o su expresión
de género.
79. En lo que respecta la expresión de género, este Tribunal ya ha señalado que es posible
que una persona resulte discriminada con motivo de la percepción que otras tengan acerca
de su relación con un grupo o sector social, independientemente de que ello corresponda
con la realidad o con la auto-identificación de la víctima. La discriminación por percepción
tiene el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los
61
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
80. Por último, es relevante señalar que varios Estados de la región han reconocido en
sus ordenamientos jurídicos internos, sea por disposición constitucional, sea por vía legal,
por decretos o por decisiones de sus tribunales, que la orientación sexual y la identidad
de género constituyen categorías protegidas contra los tratos diferentes discriminatorios.
81. Asimismo, la Corte considera que los criterios de análisis para determinar si existió
una violación al principio de igualdad y no discriminación en un caso en concreto pueden
tener distinta intensidad, dependiendo de los motivos bajo los cuales existe una diferencia
de trato. En este sentido, la Corte estima que, cuando se trata de una medida que
establece un trato diferenciado en que está de por medio una de estas categorías, la Corte
debe aplicar un escrutinio estricto que incorpora elementos especialmente exigentes en el
análisis, esto es, que el trato diferente debe constituir una medida necesaria para alcanzar
un objetivo convencionalmente imperioso. Así, en este tipo de examen, para analizar la
idoneidad de la medida diferenciadora se exige que el fin que persigue no sólo sea legítimo
en el marco de la Convención, sino además imperioso. El medio escogido debe ser no sólo
adecuado y efectivamente conducente, sino también necesario, es decir, que no pueda
ser reemplazado por un medio alternativo menos lesivo. Adicionalmente, se incluye la
aplicación de un juicio de proporcionalidad en sentido estricto, conforme al cual los
beneficios de adoptar la medida enjuiciada deben ser claramente superiores a las
restricciones que ella impone a los principios convencionales afectados con la misma.
82. En otro orden de ideas, específicamente con respecto al alcance del derecho a la no
discriminación por orientación sexual, esta Corte indicó que ésta no se limita a la condición
de homosexual en sí misma, sino que incluye su expresión y las consecuencias necesarias
en el proyecto de vida de las personas. En este sentido, por ejemplo, los actos sexuales
son una manera de expresar la orientación sexual de la persona, por lo que se encuentran
protegidos dentro del mismo derecho a la no discriminación por orientación sexual.
83. Por último, resulta importante recordar que la falta de un consenso al interior de
algunos países sobre el respeto pleno por los derechos de ciertos grupos o personas que
se distinguen por su orientación sexual, su identidad de género o su expresión de género,
reales o percibidas, no puede ser considerado como un argumento válido para negarles o
restringirles sus derechos humanos o para perpetuar y reproducir la discriminación
histórica y estructural que estos grupos o personas han sufrido. El hecho de que ésta
pudiera ser materia controversial en algunos sectores y países, y que no sea
necesariamente materia de consenso no puede conducir al Tribunal a abstenerse de
decidir, pues al hacerlo debe remitirse única y exclusivamente a las estipulaciones de las
obligaciones internacionales contraídas por decisión soberana de los Estados a través de
la Convención Americana.
84. Un derecho que le está reconocido a las personas no puede ser negado o restringido
a nadie, y bajo ninguna circunstancia, con base en su orientación sexual, identidad de
género o expresión de género. Lo anterior violaría el artículo 1.1. de la Convención
62
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
85. La Corte recuerda que la Convención Americana protege uno de los valores más
fundamentales de la persona humana entendida como ser racional, esto es, el
reconocimiento de su dignidad. Es así como este Tribunal ha señalado en otras
oportunidades que ese valor es consustancial a los atributos de la persona, y es, en
consecuencia, un derecho humano fundamental oponible erga omnes como expresión de
un interés colectivo de la comunidad internacional en su conjunto, que no admite
derogación ni suspensión en los casos previstos por la Convención Americana sobre
Derechos Humanos. Además, debe entenderse que esa protección se encuentra
establecida de forma transversal en todos los derechos reconocidos en la Convención
Americana.
90. Respecto al derecho a la identidad, esta Corte ha indicado que puede ser
conceptualizado, en general, como el conjunto de atributos y características que permiten
la individualización de la persona en sociedad y que, en tal sentido, comprende varios
derechos según el sujeto de derechos de que se trate y las circunstancias del caso. El
derecho a la identidad puede verse afectado por un sinnúmero de situaciones o contextos
que pueden ocurrir desde la niñez hasta la adultez. Si bien la Convención Americana no
se refiere de manera particular al derecho a la identidad bajo ese nombre expresamente,
incluye sin embargo otros derechos que lo componen. De esta forma, la Corte recuerda
que la Convención Americana protege estos elementos como derechos en sí mismos, no
obstante, no todos estos derechos se verán necesariamente involucrados en todos los
casos que se encuentren ligados al derecho a la identidad. Además, el derecho a la
identidad no puede reducirse, confundirse, ni estar subordinado a uno u otro de los
derechos que incluye, ni a la sumatoria de los mismos. Ciertamente el nombre, por
ejemplo, es parte del derecho a la identidad, pero no es su único componente. Por otra
parte, este Tribunal ha indicado que el derecho a la identidad se encuentra estrechamente
relacionado con la dignidad humana, con el derecho a la vida privada y con el principio de
autonomía de la persona (artículos 7 y 11 de la Convención Americana).
98. [...], esta Corte entiende que la identidad de género es un elemento constitutivo y
constituyente de la identidad de las personas, en consecuencia, su reconocimiento por
parte del Estado resulta de vital importancia para garantizar el pleno goce de los derechos
humanos de las personas transgénero, incluyendo la protección contra la violencia,
tortura, malos tratos, derecho a la salud, a la educación, empleo, vivienda, acceso a la
seguridad social, así como el derecho a la libertad de expresión, y de asociación. Sobre
63
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
este punto, esta Corte señaló, en los mismos términos que la Asamblea General de la
Organización de Estados Americanos, “que el reconocimiento de la identidad de las
personas es uno de los medios [que] facilita el ejercicio de los derechos a la personalidad
jurídica, al nombre, a la nacionalidad, a la inscripción en el registro civil, a las relaciones
familiares, entre otros derechos reconocidos en instrumentos internacionales como la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención
Americana”. Por tanto, la falta de reconocimiento de la identidad puede implicar que la
persona no cuente con constancia legal de su existencia, dificultando el pleno ejercicio de
sus derechos.
99. En ese mismo sentido, esta Corte comparte lo señalado por el Comité Jurídico
Interamericano el cual sostuvo que el derecho a la identidad posee “un valor instrumental
para el ejercicio de determinados derechos civiles, políticos, económicos, sociales y
culturales, de tal manera que su plena vigencia fortalece la democracia y el ejercicio de
los derechos y libertades fundamentales”. Por consiguiente, el mismo se constituye en “un
medio para el ejercicio de derechos en una sociedad democrática, comprometida con el
ejercicio efectivo de la ciudadanía y los valores de la democracia representativa, facilitando
así la inclusión social, la participación ciudadana y la igualdad de oportunidades”. Además,
la privación del derecho a la identidad o las carencias legales en la legislación interna para
la realización del mismo, colocan a las personas en situaciones que dificultan o impiden el
goce o el acceso a los derechos fundamentales, creándose así diferencias de tratamiento
y oportunidades que afectan los principios de igualdad ante la ley y de no discriminación,
además de ser un obstáculo frente al derecho que tiene toda persona al reconocimiento
pleno de su personalidad jurídica.
64
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar y otros Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 9 de marzo de 2018. Serie C No. 351
65
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
explícita, para adoptar la decisión de declarar a los niños Ramírez en estado de abandono
y separarlos de su familia biológica, este Tribunal considera que ello constituyó un
elemento adicional de discriminación en el presente caso.
302. La Corte nota que la abuela materna de los hermanos Ramírez no es presunta víctima
en este caso. No obstante, recuerda que la prohibición de discriminación en perjuicio de
los niños se extiende a las condiciones de sus padres y representantes legales y, en este
caso, de otras personas que hubieran podido ejercer su cuidado como su abuela, en tanto
la discriminación en perjuicio de la señora Escobar Carrera privó a Osmín Tobar Ramírez
de la posibilidad de crecer y desarrollarse en su medio familiar y dentro de su cultura [...].
En consecuencia, la discriminación basada en la orientación sexual de la abuela materna
también constituyó una forma de discriminación en perjuicio de Osmín Tobar Ramírez.
Corte IDH. Caso Azul Rojas Marín y otra Vs. Perú. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 12 de marzo de 2020. Serie C No.
402
90. La Corte Interamericana ha reconocido que las personas LGBTI han sido
históricamente víctimas de discriminación estructural, estigmatización, diversas formas
de violencia y violaciones a sus derechos fundamentales. En este sentido, ya ha
establecido que la orientación sexual, identidad de género o expresión de género de la
persona son categorías protegidas por la Convención. En consecuencia, el Estado no puede
actuar en contra de una persona por motivo de su orientación sexual, su identidad de
género y/o su expresión de género. (En similar sentido, ver entre otros: Corte IDH. Caso
Vicky Hernández y otras Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de
marzo de 2021. Serie C No. 422, párr. 67.)
66
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
155. Si bien la consulta realizada por la Comisión Interamericana tiene por objeto la
interpretación de un conjunto de normas, con enfoque de género, que tenga en cuenta
principalmente la situación de las mujeres, esta Corte advierte que esa perspectiva puede
ser inclusiva de otros grupos de personas en situación de vulnerabilidad, como son las
personas LGBTI. Así, teniendo en cuenta las obligaciones generales de respeto y garantía
establecidas en el artículo 1.1 de la Convención Americana, y los criterios de interpretación
fijados en el artículo 29 de dicha Convención, este Tribunal ha dejado establecido que la
orientación sexual y la identidad de género, así como la expresión de género, son
categorías protegidas por la Convención. Por ello está proscrita por este instrumento
interamericano cualquier norma, acto o práctica discriminatoria basada en la orientación
sexual, identidad de género o expresión de género de la persona. En consecuencia,
ninguna norma, decisión o práctica de derecho interno, sea por parte de autoridades
estatales o por particulares, pueden disminuir o restringir, de modo alguno, los derechos
de una persona a partir de su orientación sexual, su identidad de género y/o su expresión
de género.
Corte IDH. Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016.
Serie C No. 318
335. Por otro lado, en relación con el artículo 1.1 de la Convención, la Corte ha establecido
que es una norma de carácter general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones
del tratado, y dispone la obligación de los Estados Parte de respetar y garantizar el pleno
y libre ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidas “sin discriminación alguna”.
Es decir, cualquiera que sea el origen o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda
ser considerado discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los derechos
garantizados en la Convención es per se incompatible con la misma. El incumplimiento
por el Estado, mediante cualquier tratamiento discriminatorio, de la obligación general de
respetar y garantizar los derechos humanos, le genera responsabilidad internacional. Es
por ello que existe un vínculo indisoluble entre la obligación de respetar y garantizar los
derechos humanos y el principio de igualdad y no discriminación. Al respecto, la Corte
destaca que a diferencia de otros tratados de derechos humanos, la “posición económica”
de la persona es una de las causales de discriminación prohibidas por el artículo 1.1 de la
Convención Americana.
417. En el presente caso la Corte nota que existía una afectación desproporcional en contra
de una parte de la población que compartía características relativas a su condición de
exclusión, pobreza y falta de estudios. Se constató que las víctimas de la inspección del
año 2000 compartían estas características, las cuales los colocaban en una particular
situación de vulnerabilidad […].
418. La Corte nota que del análisis de los procesos que se promovieron respecto de los
hechos que ocurrían en la Hacienda Brasil Verde puede observarse que las autoridades no
otorgaron a los hechos denunciados la extrema gravedad que los mismos representaban,
67
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
y como consecuencia de ello no actuaron con la debida diligencia necesaria para garantizar
los derechos de las víctimas. La falta de actuación, así como la poca severidad de los
acuerdos generados y las recomendaciones emitidas reflejaron una falta de condena a los
hechos que ocurrían en la Hacienda Brasil Verde. La Corte considera que la falta de acción
y de sanción de estos hechos puede explicarse a través de una normalización de las
condiciones a las que continuamente eran sometidas personas con determinadas
características en los estados más pobres de Brasil.
419. Es así, que es razonable concluir que la falta de debida diligencia y de sanción por
los hechos de sometimiento a condición análoga a la de esclavo estaba relacionada a una
preconcepción de las condiciones a las que podía ser normal que fueran sometidos los
trabajadores de las haciendas del norte y noreste de Brasil. Esta preconcepción resultó
discriminatoria en relación a las víctimas del caso e impactó la actuación de las autoridades
obstaculizando la posibilidad de conducir procesos que sancionaran a los responsables.
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar y otros Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 9 de marzo de 2018. Serie C No. 351
279. La Corte ha sido clara en que la carencia de recursos materiales no puede ser el único
fundamento para una decisión judicial o administrativa que suponga la separación del niño
con respecto a su familia, y la consecuente privación de otros derechos consagrados en la
Convención. De manera similar, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha destacado
que la pobreza nunca puede ser la única razón para separar a las niñas o niños de sus
familias, y resaltó la obligación positiva de los Estados de crear condiciones que permitan
el desarrollo del vínculo entre los padres y niñas y niños. Con respecto a la separación de
niñas o niños que provengan de familias en situación de pobreza, el Tribunal Europeo ha
enfatizado que el mero hecho que la niña o el niño podría ser colocado en un ambiente
más favorable para su crianza o la mera referencia a la situación de los padres no justifica
per se una medida obligatoria de separación, ya que la última puede ser abordada con
medios menos drásticos que la separación de la familia, tales como la asistencia financiera
específica o el asesoramiento social.
68
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
283. Este Tribunal ya concluyó que la decisión de declaratoria de abandono que separó a
los hermanos Ramírez de su familia biológica carecía de una motivación adecuada. Por
tanto, la Corte tomará en cuenta las consideraciones de los estudios sociales y dictámenes
citados en dicha decisión, con el fin de determinar si la decisión de separación de la familia
Ramírez constituyó una diferencia de trato fundamentada, entre otras razones, en la
posición económica de los miembros de la familia Ramírez.
69
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
287. Este Tribunal reitera que la eventual restricción de un derecho, con base en algunas
de las categorías prohibidas por el artículo 1.1 de la Convención, exige una
fundamentación rigurosa y con razones sustentadas en una argumentación exhaustiva.
Asimismo, reitera que la decisión de declarar a los hermanos Ramírez en abandono carecía
de una motivación adecuada. Por tanto, el Estado no ha ofrecido una justificación
adecuada sobre la utilización de la posición económica de los distintos miembros de la
familia como fundamento para declarar a los niños Ramírez en estado de abandono y
posteriormente autorizar su adopción internacional.
288. Este Tribunal reconoce que la falta de recursos puede tener un impacto en la crianza
de niñas y niños, sobre todo cuando ello compromete la satisfacción de sus necesidades
más básicas como la alimentación y la salud. Sin embargo, la carencia de recursos
materiales no puede ser el único fundamento para una decisión que suponga la separación
del niño con respecto a su familia. El interés superior del niño, así como los derechos de
los niños a preservar sus relaciones familiares y a no ser objeto de interferencias
arbitrarias en las mismas, exige que la posición económica de una familia solo pueda ser
utilizada para la separación de la niña o niño de su familia cuando además se invoca otra
razón de más peso que por sí misma justificaría esa medida.
290. Por tanto, la Corte considera que el Estado no ha ofrecido una justificación adecuada
ni medianamente fundamentada de la utilización de la posición económica de la familia en
su decisión de separar a los hermanos Ramírez de su familia biológica, teniendo en cuenta
el contexto de adopciones irregulares en la época de los hechos, en el cual la pobreza de
las familias guatemaltecas influía en varias etapas de la separación de niñas y niños de su
familia, y que en este caso concreto la posición económica de distintos miembros de la
familia fue un motivo predominante para justificar la separación, negativa de entrega o
devolución de los niños. En consecuencia, esta Corte concluye que estas decisiones
discriminaron a la familia Ramírez por su posición económica.
291. En adición a lo anterior, se resalta que el recurso de revisión en este caso se archivó
también por la falta de recursos económicos de la familia Ramírez. Al respecto, este
Tribunal destaca que, en este caso, una familia fue arbitrariamente separada, en parte,
por la carencia de recursos económicos, y luego el Estado hizo depender su acceso a un
recurso efectivo para reparar o subsanar dicha separación arbitraria, nuevamente, en la
capacidad económica de las víctimas. De esta manera, Guatemala hizo doblemente
depender la protección de los derechos a la familia y a la vida familiar de la capacidad
económica de sus titulares.
292. Este Tribunal recuerda que un proceso, para alcanzar sus objetivos, debe reconocer
y resolver los factores de desigualdad real de quienes son llevados ante la justicia para
70
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
186. Al respecto, la Corte recuerda que los Estados están obligados “a adoptar medidas
positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus
sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial
de protección que el Estado debe ejercer respecto de actuaciones y prácticas de terceros
que, bajo su tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones
discriminatorias” y, además, que los Estados están obligados a adoptar medidas positivas,
determinables en función de las particulares necesidades de protección del sujeto de
derecho, ya sea por su condición personal o por la situación específica en que se
encuentre, como la extrema pobreza o marginación.
188. En el presente caso, la Comisión sostuvo que hay un nexo entre el incumplimiento
de las obligaciones del Estado y la situación de pobreza que se vivía en el municipio de
Santo Antônio de Jesus, de modo que las condiciones de pobreza de las trabajadoras de
la fábrica de fuegos artificiales habrían llevado a la violación de su derecho a condiciones
equitativas y satisfactorias de trabajo sin discriminación. Lo anterior indica que este caso
se trata de una alegada discriminación estructural en razón de la pobreza. Sobre el
71
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
particular, la Corte constata que las presuntas víctimas eran personas que, por cuenta de
la discriminación estructural por su condición de pobreza, no podían acceder a otra de
fuente de ingresos y debían exponerse al aceptar un trabajo en condiciones de
vulnerabilidad, que desconocía los mandatos de la Convención Americana y que las expuso
a los hechos victimizantes.
189. Así, el hecho de que una actividad económica especialmente riesgosa se haya
instalado en la zona está relacionado con la pobreza y marginación de la población que
allí residía y reside. Para los habitantes de los barrios de origen de las trabajadoras de la
fábrica de fuegos, el trabajo que allí les ofrecían era la principal, sino la única opción
laboral, pues se trataba de personas con muy bajo nivel de escolaridad y alfabetización,
que además eran perfiladas como poco confiables y, por estas razones, no podían acceder
a otro empleo. Al respecto, los Principios Rectores sobre Extrema Pobreza y Derechos
Humanos reconocen que “las personas que viven en la pobreza se ven enfrentadas al
desempleo o el subempleo y al trabajo ocasional sin garantías, con bajos salarios y
condiciones de trabajo inseguras y degradantes”.
72
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
40. Por su parte, la Carta Democrática Interamericana reconoce que “la solidaridad y la
cooperación de los Estados americanos requieren la organización política de los mismos
sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia representativa y que el crecimiento
económico y el desarrollo social basados en la justicia y la equidad y la democracia son
interdependientes y se refuerzan mutuamente”. En particular, dicho instrumento señala,
en sus artículos 1, 10 y 13, que:
Artículo 1
Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de
promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y
económico de los pueblos de las Américas.
Artículo 10
La promoción y el fortalecimiento de la democracia requieren el ejercicio pleno y eficaz de los
derechos de los trabajadores y la aplicación de normas laborales básicas, tal como están
consagradas en la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativa a los
Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y su Seguimiento, adoptada en 1998, así
como en otras convenciones básicas afines de la OIT. La democracia se fortalece con el
mejoramiento de las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores del
Hemisferio.
Artículo 13
La promoción y observancia de los derechos económicos, sociales y culturales son
consustanciales al desarrollo integral, al crecimiento económico con equidad y a la consolidación
de la democracia en los Estados del Hemisferio.
41. La Carta Democrática Interamericana hace entonces referencia al derecho de los
pueblos a la democracia, destaca su importancia para el desarrollo social, político y
económico de los mismos, y señala que la democracia se fortalece con el mejoramiento
de las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores. En ese sentido, el
Tribunal destaca que la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo relativa
a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y su Seguimiento, la cual fue
reconocida en el artículo 10 de la Carta Democrática como fuente de obligaciones,
establece que todos los Estados que pertenecen a la Organización Internacional del
Trabajo (en adelante “OIT”) deben respetar, promover y cumplir con sus obligaciones
relativas a: “a) la libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo
del derecho de negociación colectiva”; “b) la eliminación de todas las formas de trabajo
forzoso u obligatorio”; “c) la abolición efectiva del trabajo infantil”; y “d) la eliminación de
la discriminación en materia de empleo y ocupación”.
42. En relación con lo anterior, la Corte resalta que la protección de los derechos humanos
resulta de particular importancia debido a las graves consecuencias que ha tenido para
las personas y las familias la pandemia global causada por el coronavirus COVID-19. En
este sentido, la Corte reitera que, dada la naturaleza de la pandemia, los Estados deben
garantizar los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales a toda persona
bajo la jurisdicción del Estado, sin discriminación. La pandemia ha impactado
desproporcionadamente a los grupos que se encuentran en situación de vulnerabilidad, y
en esa medida los Estados deben adoptar medidas especiales de protección. Lo anterior
debe ser tomado en cuenta en relación con todos los derechos –es decir tanto los derechos
civiles y políticos, como los DESCA- pero, en el marco de la presente opinión consultiva,
resulta pertinente enfatizar la necesidad de que los Estados realicen el máximo de sus
esfuerzos disponibles para que se preserven las fuentes de trabajo, y se respeten los
derechos laborales y sindicales de todos los trabajadores y trabajadoras. La obligación de
los Estados de garantizar los derechos antes mencionados mantiene su vigencia una vez
73
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
que la crisis provocada por el COVID-19 desaparezca o disminuya, y en relación con otros
fenómenos que pudieran generar efectos similares.
161. En relación con lo anterior, este Tribunal ha señalado que aun cuando la pobreza no
es considerada una categoría especial de protección al tenor literal del artículo 1.1 de la
Convención Americana, ello no es un obstáculo para considerar que la discriminación por
esta razón está prohibida por las normas convencionales. Esto es así por dos razones:
primero, porque el listado contenido en el artículo 1.1 de la Convención no es taxativo
sino enunciativo; segundo, porque la pobreza bien puede entenderse dentro de la
categoría de “posición económica” a la que se refiere expresamente el referido artículo, o
en relación con otras categorías de protección como el “origen […] social” u “otra condición
social”237, en función de su carácter multidimensional.
Corte IDH. Caso Guerrero, Molina y otros Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 3 de junio de 2021. Serie C No. 424 36
91. La Corte nota que la Convención Americana, en su artículo 1.1, manda a los Estados
a respetar los derechos y libertades que reconoce, y a garantizar su pleno ejercicio a “toda
persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional
o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”. Se trata de
una norma de carácter general, cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones del
tratado. De ese modo, como ya ha advertido este Tribunal, “[c]ualquiera que sea el origen
o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio
respecto del ejercicio de los derechos garantizados en la Convención, es per se
incompatible con la misma”. Por ello, la inobservancia del Estado de las obligaciones
previstas en el artículo 1.1 citado, por medio de cualquier tratamiento discriminatorio,
genera la responsabilidad estatal.
92. La Corte ha señalado que resultan discriminatorias las lesiones a derechos basadas en
la pertenencia, real o supuesta, de una persona a un grupo con características
determinadas. En este sentido, conforme ha expresado este Tribunal, “la discriminación
efectuada en razón de una de las categorías señaladas a título ilustrativo en el artículo 1.1
36
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la ejecución extrajudicial o sin proceso de Jimmy
Guerrero y de Ramón Molina, cometidas el 30 de marzo de 2003 por personal policial en el Estado Falcón, así como
por actos de hostigamiento, detenciones ilegales y arbitrarias y torturas cometidas contra Jimmy Guerrero por fuerzas
policiales. La Corte determinó que el Estado violó, entre otros, los derechos a la vida, integridad personal y libertad
personal. Resumen oficial de la sentencia en: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_424_esp.pdf
74
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
93. En relación con lo anterior, la pobreza es una condición que adquiere protección contra
la discriminación a través del artículo 1.1 de la Convención Americana. En ese sentido, se
vincula a la “posición económica”, señalada en forma expresa por la disposición normativa,
así como a otras categorías de protección aludidas por la misma, como el “origen [...]
social” u “otra condición social”. Del mismo modo, la edad configura también una
“condición social” y, por tanto, una categoría protegida por la disposición indicada. En este
sentido, la prohibición de discriminación relacionada con personas jóvenes, se encuentra
tutelada por la Convención Americana. Al respecto, la Corte advierte que los hechos del
caso, vinculados al contexto establecido de violencia policial contra hombres jóvenes en
situación de pobreza, muestran que las violaciones a derechos humanos cometidas contra
Jimmy Guerrero tuvieron por base la percepción de que él pertenecía al grupo poblacional
determinado por esas características.
94. Resulta pertinente en el caso, por otra parte, recordar que este Tribunal ha advertido
que “[e]l empleo de razonamientos estereotipados por parte de las fuerzas de seguridad
puede dar lugar a actuaciones discriminatorias”. En ese sentido, que tales fuerzas
sustenten de hecho su actuación en “perfiles” de las personas basados en estereotipos,
tal como puede ser atribuir a alguien la sospecha de un comportamiento ilícito por ser
joven o pobre, puede dar lugar a acciones discriminatorias lesivas de los derechos de la
persona afectada. Las mismas pueden implicar el irrespeto directo de los derechos o
también su falta de garantía, inclusive en el marco de procesos judiciales, por ejemplo,
cuando la falta de actuación respecto a violaciones a derechos humanos sufridas por
ciertas personas se debe a una normalización o naturalización de las condiciones o actos
discriminatorios a los que frecuentemente se ven sometidas.
95. En línea con lo anterior, el perito Alston explicó que “la brutalidad policial afecta en
gran medida a l[as personas] pobres” debido a “varios factores”, entre ellos, “el hecho de
que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley suelen utilizar la ‘pobreza’, la ‘falta
de vivienda’ o la ‘desventaja’ como indicador de delincuencia”. El perito agregó que
[e]n varios informes se ha documentado [cómo] violaciones graves de los derechos humanos,
como la tortura, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas, afectan mucho
más drásticamente a los grupos de bajos ingresos y a [quienes] viven en la pobreza. Es más
probable que las personas en situación de pobreza sean el blanco de estas violaciones dado que
tienen menos posibilidades de defenderse, menos posibilidades de obtener apoyo en esas
situaciones[...] Esto también disminuye la posibilidad de que las víctimas en situación de
pobreza presenten denuncias y asegura que cuando lo hacen, es mucho menos probable que
sus alegaciones sean tomadas en serio. [...] Por otra parte, aunque la policía suele ser
excesivamente activa en la aplicación de la ley contra [las personas] pobres, en general es poco
activa en la prevención e investigación de las violaciones del derecho a la seguridad de las
personas que viven en zonas de gran pobreza.
96. Como se ha referido, y ha sido aceptado por el Estado [...], el presente caso se inserta
en un contexto de violencia policial contra hombres jóvenes en situación de pobreza, y de
altos índices de impunidad de la misma.
97. La Corte entiende que los actos cometidos contra Jimmy Guerrero se vincularon con
ese contexto. En ese marco, la serie de actuaciones policiales que se analizan en esta
75
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Sentencia involucran hechos carentes de sustento legal, respecto a los cuales, por tal
razón y por el modo en que se produjeron, resulta razonable asumir que estuvieron
motivados en la percepción de los funcionarios policiales de que el señor Guerrero podría
presentar algún peligro o merecía ser castigado o maltratado. Así, como ha quedado
expuesto [...], el señor Guerrero fue detenido en múltiples oportunidades por la policía,
que en distintas ocasiones lo interrogó por hechos ilícitos, y sufrió amenazas y agresiones
por parte de personal policial. De las circunstancias del caso surge, entonces, que la
conducta policial contra Jimmy Guerrero, que resultó lesiva de sus derechos, conforme se
precisa más adelante, tuvo por base concepciones estereotipadas, que resultaban de
atribuir a hombres jóvenes en situación de pobreza una supuesta peligrosidad, o la
probable realización de conductas ilícitas.
Corte IDH. Caso de los Buzos Miskitos (Lemoth Morris y otros) Vs. Honduras.
Sentencia de 31 de agosto de 2021. Serie C No. 432
76
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
101. En relación con lo anterior, este Tribunal ha señalado que el origen étnico de las
personas es una categoría protegida por el artículo 1.1 de la Convención, por lo que
ninguna norma, decisión o práctica de derecho interno, sea por parte de autoridades
estatales o por particulares, pueden disminuir o restringir, de modo alguno, los derechos
de una persona a partir de su origen étnico. La Corte ha tomado en cuenta que la etnia
se refiere a comunidades de personas que comparten, entre otras, características de
naturaleza socio- cultural, tales como afinidades culturales, lingüísticas, espirituales y
orígenes históricos y tradicionales. Dentro de esta categoría se encuentran los pueblos
indígenas, respecto de los cuales la Corte ha reconocido que tienen características propias
que conforman su identidad cultural, tales como su derecho consuetudinario, sus
características económicas, sociales, sus valores, usos y costumbres.
103. Al respecto, la Corte recuerda que los Estados están obligados a adoptar medidas
positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus
sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial
de protección que el Estado debe ejercer respecto de actuaciones y prácticas de terceros
que, bajo su tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones
discriminatorias y, además, que los Estados están obligados a adoptar medidas positivas,
determinables en función de las particulares necesidades de protección del sujeto de
derecho, ya sea por su condición personal o por la situación específica en que se
encuentre, como la extrema pobreza o marginación.
104. En relación con lo anterior, el Tribunal advierte que las víctimas del presente caso
son personas pertenecientes a un pueblo indígena que no podían acceder a otra de fuente
de ingresos y debían exponerse a aceptar el trabajo de pesca submarina en condiciones
de vulnerabilidad, lo cual los expuso a los hechos victimizantes que han sido referidos en
la presente sentencia. Para las personas que habitan en el Departamento de Gracias a
Dios, y en particular la región de la Moskitia, el trabajo de buceo que les ofrecían era la
principal, sino la única opción laboral, pues dicha zona es conocida por la falta de opciones
laborales. El Estado reconoció que las víctimas vivían en una situación general de
abandono, indiferencia y falta de presencia por parte del Estado, y que tenía conocimiento
de la situación del pueblo indígena miskito y de abusos realizados por las empresas que
desarrollan actividades de pesca en la zona. En este contexto, la omisión estatal de
adoptar medidas dirigidas a cambiar las situaciones que constituían violaciones a los
derechos humanos de las víctimas, las cuales pertenecen a un grupo vulnerable, en tanto
miembros de un pueblo indígena, constituyó un acto de discriminación.
77
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
105. En relación con lo anterior, la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, en su informe de 2019 sobre la situación de los derechos
humanos en Honduras, señaló cómo los proyectos de desarrollo e inversión en tierras y
territorios indígenas miskito tienen lugar en contextos de profunda marginación y pobreza.
En ese sentido, expresó que “en el departamento de Gracias a Dios, el 78 % de los hogares
son indígenas, y alrededor del 90 % viven en situación de pobreza multidimensional. Las
graves brechas en el disfrute de derechos humanos fundamentales tienden a producir una
presión indebida sobre las comunidades indígenas para que acepten proyectos a cambio
de promesas de empresas privadas de proporcionar servicios tales como salud y
educación”. En esa línea, recomendó al gobierno “[a]doptar una política o plan para guiar
a las empresas respecto de sus responsabilidades en materia de derechos humanos, para
garantizar que el sector privado ejerza la diligencia debida y evalúe el impacto de las
actividades empresariales en los derechos humanos, y que se diseñen remedios para
mitigar cualquier impacto en los derechos humanos generado por dichas actividades”.
106. De igual forma, este Tribunal constata que, en un estudio del Banco Mundial del año
2001, se reconoció la falta de infraestructura y la negligencia de los gobiernos respecto
de la zona de la Moskitia. Se advirtió la necesidad imperante de lograr el desarrollo rural
y el alivio de la pobreza a través del fortalecimiento de la economía local, de crear nuevas
fuentes de empleo, y de reducir la dependencia de la pesca de langosta y tortugas. Dicha
institución señaló que el desarrollo de fuentes de empleo alternativas contribuiría a la
reducción de los accidentes de los buzos, pues la población miskito no se vería obligada a
realizar continuas inmersiones para obtener ingresos para su subsistencia.
107. En este sentido, el Tribunal advierte que las víctimas se encontraban inmersas en
patrones de discriminación estructural e interseccional, pues eran personas pertenecientes
a un pueblo indígena y se encontraban en una situación de pobreza, una de ellas era un
niño, algunas de ellas adquirieron discapacidades y no recibieron tratamiento médico, y
no contaban con ninguna otra alternativa económica más que aceptar un trabajo peligroso
que ponía en riesgo su salud, su integridad personal y su vida. La confluencia de estos
factores hizo posible que una actividad riesgosa, como lo es la pesca submarina que
implica grandes riesgos [...], haya podido realizarse sin una efectiva implementación de
la regulación en la zona de la Moskitia, y que las víctimas del caso se hayan visto
compelidos a trabajar allí en condiciones insalubres, y sin protección de seguridad social.
En ese sentido, es necesario destacar que el hecho de que las víctimas pertenecieran a un
grupo en especial situación de vulnerabilidad acentuaba los deberes de respeto y garantía
a cargo del Estado. Sin embargo, el Estado no adoptó medidas orientadas a garantizar el
ejercicio de sus derechos sin discriminación, y la intersección de desventajas comparativas
hizo que la experiencia de victimización en este caso fuese agravada.
108. Por otra parte, la Corte recuerda que del artículo 24 de la Convención se desprende
un mandato orientado a garantizar la igualdad material, lo que no sucedió en el presente
caso. En ese sentido, la Corte recuerda que el derecho a la igualdad garantizado por el
artículo 24 convencional tiene dos dimensiones, la primera una dimensión formal, que
establece la igualdad ante la ley. La segunda, una dimensión material o sustancial, que
ordena la adopción de medidas positivas de promoción a favor de grupos históricamente
discriminados o marginados en razón de los factores a los que hace referencia el artículo
1.1 de la Convención Americana. Lo anterior quiere decir que el derecho a la igualdad
implica la obligación de adoptar medidas para garantizar que la igualdad sea real y
efectiva, esto es, corregir las desigualdades existentes, promover la inclusión y la
participación de los grupos históricamente marginados, garantizar a las personas o grupos
en desventaja el goce efectivo de sus derechos, en suma, brindar a las personas
78
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
posibilidades concretas de ver realizada, en sus propios casos, la igualdad material. Para
ello, los Estados deben enfrentar activamente situaciones de exclusión y marginación149.
109. En el caso concreto, este Tribunal advierte que el Estado no adoptó ninguna medida
que pueda ser valorada por la Corte como una forma efectiva de enfrentar o de buscar
revertir la situación de pobreza y marginación estructural de las víctimas, con atención a
los factores de discriminación que confluían. Además, el Estado tenía conocimiento de la
situación de especial vulnerabilidad de las víctimas, pues tal como fue reconocido por el
Estado, en agosto de 2002 la Secretaría del Trabajo, de Gobernación y Justicia se reunió
con la organización Handicap International y la AMHBLI para acordar compromisos
respecto de la solución “al problema de los buzos lisiados de la Moskitia” Asimismo, según
informes del Banco Mundial y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, para
el año 2003, el departamento de Gracias a Dios presentaba altos índices de pobreza,
analfabetismo, desempleo, y desnutrición crónica, entre otros aspectos. En este sentido,
al permitir la operación de empresas privadas sin una adecuada fiscalización y supervisión,
en una zona en la que una parte sustancial de la población es vulnerable, el Estado
incumplió con su obligación de garantizar que efectivamente se adoptaran medidas para
la protección de la vida y la salud de los buzos y para garantizar su derecho a la igualdad
material.
110. En suma, la Corte encuentra que el origen étnico de las víctimas del caso y los
factores interseccionales de discriminación ya mencionados agravaron la condición de
vulnerabilidad de las víctimas, lo que: a) facilitó la operación de la de pesca submarina
sin fiscalización de la actividad peligrosa, de las condiciones de higiene y seguridad en el
trabajo, o de la seguridad social, por parte del Estado; b) llevó a las víctimas a aceptar un
trabajo que ponía en riesgo su vida e integridad personal; c) no les permitió el acceso a
servicios de salud para la atención inmediata o para el tratamiento de rehabilitación.
Además, el Estado no adoptó medidas dirigidas a garantizar la igualdad material en el
derecho al trabajo respecto de un grupo de personas en situación de marginación y
discriminación. Esta situación implica que no se garantizaron los derechos analizados en
el presente caso sin discriminación, así como el derecho a la igualdad previsto en el artículo
24 de la Convención.
Sexo y género
Corte IDH. Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 30 de noviembre de 2016. Serie C No. 329
242. La Comisión sostuvo que “el presente caso es un ejemplo de las múltiples formas de
discriminación que afectan el goce y ejercicio de derechos humanos por parte de algunos
grupos de mujeres, como I.V., en base a la intersección de diversos factores como su
sexo, condición de migrantes y posición económica”. Por su parte, la representante de la
señora I.V. alegó ante esta Corte que, al ser sometida a una esterilización sin su
consentimiento, fue discriminada con base en su condición de i) mujer, ii) pobre, iii)
peruana y iv) refugiada.
243. La Corte reconoce que la libertad y autonomía de las mujeres en materia de salud
sexual y reproductiva ha sido históricamente limitada, restringida o anulada con base en
estereotipos de género negativos y perjudiciales, tal como lo describió el propio médico
durante la audiencia. Ello se ha debido a que se ha asignado social y culturalmente a los
hombres un rol preponderante en la adopción de decisiones sobre el cuerpo de las mujeres
y a que las mujeres son vistas como el ente reproductivo por excelencia. En particular, la
79
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte advierte que el fenómeno de la esterilización no consentida está marcado por estas
secuelas de las relaciones históricamente desiguales entre las mujeres y los hombres.
Aunque la esterilización es un método utilizado como anticonceptivo tanto por mujeres
como hombres, las esterilizaciones no consentidas afectan de forma desproporcionada a
las mujeres exclusivamente por esta condición en razón que se les asigna socialmente la
función reproductora y de planificación familiar. Por otra parte, el hecho de que las
mujeres son el sexo con la capacidad biológica de embarazo y parto, las expone a que
durante una cesárea sea frecuente la ocurrencia de esterilizaciones sin consentimiento al
excluirlas del proceso de adopción de decisiones informadas sobre su cuerpo y salud
reproductiva bajo el estereotipo perjudicial de que son incapaces de tomar tales decisiones
de forma responsable. En razón de lo anterior, la Corte considera que opera la protección
estricta del artículo 1.1 de la Convención por motivos de sexo y género, pues las mujeres
tradicionalmente han sido marginadas y discriminadas en esta materia. Por lo anterior, la
Corte examinará el caso bajo un escrutinio estricto.
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar y otros Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 9 de marzo de 2018. Serie C No. 351
294. La Corte ha destacado que los estereotipos de género se refieren a una pre-
concepción de atributos, conductas o características poseídas o papeles que son o deberían
ser ejecutados por hombres y mujeres respectivamente, cuya creación y uso es
particularmente grave cuando se reflejan, implícita o explícitamente, en políticas y
prácticas, particularmente en el razonamiento y el lenguaje de las autoridades estatales.
296. En el presente caso, la Corte constata que, en distintos informes, así como en las
propias decisiones de las autoridades judiciales, se evidencia el uso de estereotipos en
cuanto a los roles de género asignados a la madre y padre de los niños. En este sentido,
por un lado, distintos informes estudiaron si la señora Ramírez Escobar podía o no asumir
su “rol maternal” o “rol de madre”, sin que quede claro qué características le atribuyen a
ese rol; analizaron si “aceptaba su rol femenino” y “el modelo sexual” que atribuyen a
dicho rol ; basaron sus consideraciones en testimonios según los cuales la señora Ramírez
Escobar era una madre irresponsable porque, inter alia, “abandona[ba] a [sus hijos]
cuando se va a trabajar”, y que por estas razones, entre otras, “observaba una conducta
irregular” [...].
297. Por otra parte, a lo largo de todo el proceso de declaratoria de abandono en ningún
momento se trató de localizar al señor Gustavo Tobar Fajardo, padre de Osmín, o a la
persona que aparecía como padre de J.R. en su partida de nacimiento. Toda la
80
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
298. Ahora bien, esta asignación de roles no solo actuó en perjuicio de la señora Ramírez
Escobar sino también del señor Tobar Fajardo. Nunca se intentó ni consideró ubicar a
Gustavo Tobar Fajardo, padre de Osmín Tobar Ramírez, para investigar la posibilidad de
concederle el cuidado de su hijo. Como mencionó el señor Tobar Fajardo, si bien vivía en
otro país, él mantenía una relación familiar con su hijo y no había desatendido sus
responsabilidades con respecto a Osmín Tobar Ramírez. Una vez enterado de lo sucedido,
el señor Tobar Fajardo se apersonó en el expediente y presentó un recurso de revisión
contra la declaratoria de abandono, posteriormente unió su recurso al de la señora
Ramírez Escobar y en últimas, asumió la representación de ambos padres en el proceso.
Gustavo Tobar Fajardo intentó por todos los medios legales a su alcance recuperar a su
hijo y al hermano de éste, a pesar de que las diferentes autoridades estatales que
intervinieron en el caso jamás lo consideraron al separar a su hijo de su familia, entregarlo
en adopción internacional y removerlo del país. Por tanto, en este caso los estereotipos
sobre la distribución de roles parentales no solo se basaron en una idea preconcebida
sobre el rol de la madre, sino también en un estereotipo machista sobre el rol del padre
que asignó nulo valor al afecto y cuidado que el señor Tobar Fajardo podía ofrecer a Osmín
Tobar Ramírez como su padre. De esta manera, se privó al señor Tobar Fajardo de sus
derechos parentales, en cierta medida presumiendo e insinuando que un padre no tiene
las mismas obligaciones o derechos que una madre, ni el mismo interés, amor y capacidad
para bridar cuidado y protección a sus hijos.
299. Por tanto, en el presente caso se encuentra demostrado que las actuaciones y
decisiones de las autoridades que intervinieron en el proceso de abandono de los
hermanos Ramírez se basaron en estereotipos de género sobre la distribución de
responsabilidades parentales e ideas preconcebidas sobre la conducta de una madre o de
un padre en relación con el cuidado de sus hijos. La Corte considera que esto constituyó
una forma de discriminación basada en el género, en perjuicio de Flor de María Ramírez
Escobar, Gustavo Tobar Fajardo y Osmín Tobar Ramírez.
Corte IDH. Caso López Soto y otros Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C No. 362 37
127. Los atroces y ultrajantes actos de violencia física, verbal, psicológica y sexual sufridos
por Linda Loaiza López Soto, los cuales provocaron afectaciones a sus derechos a la
integridad personal, a la libertad personal, a la dignidad, autonomía y vida privada, así
como a vivir una vida libre de violencia, no fueron puestos en duda en este proceso.
Tampoco se cuestionó que estos hechos configuran actos de violencia contra la mujer, así
como una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre
mujeres y hombres en los términos dispuestos en la Convención de Belém do Pará. En
37
El caso se relaciona con la responsabilidad internacional del Estado por la violación de los derechos de Linda Loaiza
López Soto, quien fue privada de libertad por un particular y sometida a diversos actos de violencia contra la mujer
durante el lapso de casi cuatro meses. La Corte determinó que el Estado violó, entre otros, la prohibición de la tortura
y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, y la prohibición de esclavitud, al no haber actuado con la debida
diligencia para prevenir e interrumpir el curso de los acontecimientos. Puede consultar el resumen oficial de la
sentencia en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_362_esp.pdf
81
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
135. El deber de debida diligencia para prevenir en casos de violencia contra las mujeres
ha sido desarrollado también mediante instrumentos distintos a la Convención de Belém
do Pará desde antes de 2001. Asimismo, la Corte se ha referido a los lineamientos
desarrollados por la Relatoría Especial sobre la violencia contra la mujer de las Naciones
Unidas, en los cuales se enlista una serie de medidas conducentes a cumplir con sus
obligaciones internacionales de debida diligencia en cuanto a prevención, a saber:
ratificación de los instrumentos internacionales de derechos humanos; garantías
constitucionales sobre la igualdad de la mujer; existencia de leyes nacionales y sanciones
administrativas que proporcionen reparación adecuada a las mujeres víctimas de la
violencia; políticas o planes de acción que se ocupen de la cuestión de la violencia contra
la mujer; sensibilización del sistema de justicia penal y la policía en cuanto a cuestiones
de género, accesibilidad y disponibilidad de servicios de apoyo; existencia de medidas
para aumentar la sensibilización y modificar las políticas discriminatorias en la esfera de
la educación y en los medios de información, y reunión de datos y elaboración de
estadísticas sobre la violencia contra la mujer.
82
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
146. Para determinar si el Estado tuvo o debió haber tenido conocimiento del riesgo para
una persona o grupo de personas determinado, la Corte ha tenido en cuenta distintos
elementos e indicios, de acuerdo a las circunstancias del caso y el contexto en que éste
se inscribía. En lo que se refiere a los casos de violencia contra la mujer, la Corte analizó
las circunstancias particulares de cada asunto, en cuanto al modo en que el Estado tuvo
noticia de los hechos, incluyendo el contexto relevante y centrándose en las denuncias
hechas o en la posibilidad de interponer denuncias por parte de personas vinculadas con
las víctimas. Así, en el Caso González y Otras (“Campo Algodonero”), la Corte entendió
que el Estado había conocido el riesgo específico para las víctimas a partir de las denuncias
de su desaparición ante las autoridades estatales, a lo que se sumaba el contexto conocido
por el Estado de violencia y discriminación contra la mujer. En el Caso Véliz Franco, la
Corte estableció el conocimiento estatal desde la interposición de la denuncia formalizada
por parte de la madre, en la cual si bien no indicaba explícitamente que María Isabel había
sido víctima de un acto ilícito, resultaba razonable desprender que se encontraba en
riesgo. La Corte señaló que un elemento adicional que reforzaba el conocimiento estatal
estaba constituido por la impunidad generalizada existente en el país. Finalmente, en el
Caso Velázquez Paiz, la Corte consideró suficiente prueba la llamada telefónica realizada
por los padres de Claudina a la Policía Nacional Civil y la información proporcionada a la
patrulla que se acercó en respuesta. Aunado a ello, la Corte tuvo en cuenta el contexto de
aumento de la violencia homicida contra las mujeres en Guatemala y agravamiento del
grado de violencia y ensañamiento ejercidos contra los cuerpos de muchas de las víctimas.
168. Así, la Corte considera que, debido al conocimiento del riesgo por parte del Estado a
partir de que Ana Secilia denunciara la situación de su hermana, se generó para Venezuela
una obligación de actuar con la debida diligencia, en el entendido de que, como ya fue
expuesto, se trataba de la desaparición o el secuestro de una mujer, lo que podía conllevar
a la comisión de actos de todo tipo de violencia y, en particular, de naturaleza sexual. Ello
se ve, además, corroborado en el caso concreto con la existencia de otros elementos,
como por ejemplo que su hermana estaba denunciando amenazas de muerte por parte de
la misma persona que se individualizó como el autor de la desaparición o el secuestro, lo
que podía demostrar que se encontraba frente a una persona con un perfil violento.
170. En el caso en concreto, la Corte considera que la falla en el deber de debida diligencia
fue manifiesta, dado que el Estado conocía la identidad del agresor y pudo tomar medidas
concretas y direccionadas para desactivar el riesgo. Así, los agentes policiales debieron
haber efectuado medidas investigativas tendientes a confirmar con los registros públicos
los datos personales del denunciado, determinar su domicilio, corroborar la titularidad del
abonado telefónico aportado al momento de la denuncia y el domicilio de facturación, así
como obtener listados de llamadas entrantes y salientes, todo ello con el propósito de
83
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
183. La Corte comprueba que en el presente caso, desde el momento en que el agresor
privó de libertad a Linda Loaiza hasta su rescate, existió un control total de su parte sobre
los movimientos y la autonomía de ella. En particular, ha quedado establecido que la
mantuvo amarrada o esposada y encerrada en los diversos lugares a los que la fue
trasladando. Tanto es así que, al momento de su rescate, el personal policial y de los
bomberos debieron entrar escalando hasta el apartamento; luego fue necesario pedir la
llave al dueño para poder ingresar, y se encontraron esposas en el lugar. Además del
control físico, la Corte constata que el agresor constantemente la amenazaba y resaltaba
su poder relativo tanto por su posición social como política. El ejercicio del dominio por
parte del agresor se tradujo no sólo en un control sobre su movimiento, sino sobre cada
aspecto de su vida, incluida su alimentación, ida al baño para hacer sus necesidades
fisiológicas y sexualidad, lo que la condujo a un estado de indefensión absoluto. Asimismo,
la utilización de una violencia extrema y, en particular, de actos de violencia de carácter
sexual de forma reiterada denota un especial ensañamiento del agresor, lo que provocó
la anulación de la autonomía de la víctima, tanto en el aspecto general como en el de la
sexualidad. La violencia de carácter sexual abarcó agresiones físicas, verbales y
psicológicas dirigidas a las características sexuales de Linda Loaiza, tales como obligarla
a que estuviera desnuda o quemar sus pezones, así como actos de grave humillación
dirigidos a que mirara pornografía y recreara las escenas junto al agresor.
184. En conclusión, en el presente caso se dan los dos elementos expuestos, lo que lleva
a la Corte a la convicción de que, efectivamente, el agresor no solo ejerció los atributos
del derecho de propiedad sobre Linda Loaiza, sino que ello se combinó con la ejecución de
diversos actos de violencia sexual constantes y de dimensiones pavorosas. De acuerdo a
lo expuesto, este Tribunal considera necesario visibilizar el carácter “sexual” de la
esclavitud ejercida en este caso, y así reconocer esta modalidad más específica que afecta
desproporcionadamente a las mujeres, en tanto exacerba las relaciones de subordinación
y dominación históricamente persistentes entre hombres y mujeres. Es por ello que
constituye una manifestación de la discriminación contra la mujer, en contravención de la
protección estricta que opera en virtud del artículo 1.1 de la Convención por motivos de
sexo y género.
191. Por otra parte, de la prueba recibida se desprende que el propósito del agresor era
intimidarla, anular su personalidad y subyugarla. En definitiva, afirmar una posición de
subordinación de la mujer, así como su relación de poder y dominio patriarcal sobre la
víctima, lo cual evidencia el propósito discriminatorio. En esta línea, la Corte ha resaltado
el rol trascendental que ocupa la discriminación al analizar las violaciones de los derechos
humanos de las mujeres y su adecuación a la figura de la tortura y los malos tratos desde
una perspectiva de género. Por ende, la Corte determina que Linda Loaiza fue sometida a
84
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
actos de tortura física, sexual y psicológica, de conformidad con los tres elementos que
esta Corte ha enlistado y en los términos del artículo 5.2 de la Convención Americana.
241. En casos de violencia sexual, la Corte ha destacado que la investigación debe intentar
evitar en lo posible la revictimización o re-experimentación de la profunda experiencia
traumática a la víctima. A tal fin, en casos de violencia contra la mujer, resulta necesario
que durante las investigaciones y la sustanciación de los procesos de enjuiciamiento, se
tomen ciertos resguardos al momento de las declaraciones de las víctimas, como así
también en ocasión de realizarse experticias médicas o psicológicas, especialmente
cuando se tratan de víctimas de violencia sexual.
245. La Corte concluye que las circunstancias que rodearon las distintas declaraciones
prestadas por Linda Loaiza en el proceso interno, especialmente la primera de ellas, y el
hecho de que las autoridades encargadas de la investigación tampoco garantizaran la
intervención y acompañamiento de profesionales de sexo femenino en las experticias
médicas realizadas a Linda Loaiza, constituyeron actos de revictimización que lesionaron
su integridad personal.
Personas mayores
Corte IDH. Caso Poblete Vilches y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 349 38
38
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por no garantizar al señor Vinicio Antonio Poblete
Vilches su derecho a la salud sin discriminación, mediante servicios necesarios básicos y urgentes en atención a su
situación especial de vulnerabilidad como persona adulta mayor, lo cual derivó en su muerte. La Corte declaró
vulnerados, entre otros, los derechos a la salud, a obtener un consentimiento informado y acceso a la información
en materia de salud, a la vida y a la integridad personal. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el
siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_349_esp.pdf
85
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
128. Por su parte, la Observación General N°6 del Comité de DESC de la ONU, resalta el
deber de los Estados Partes del Pacto (PIDESC) de tener presente que mantener medidas
de prevención, mediante controles periódicos, adaptados a las necesidades de las mujeres
y de los hombres de edad, cumple un papel decisivo; y también la rehabilitación,
conservando la funcionalidad de las personas mayores, con la consiguiente disminución
de costos en las inversiones dedicadas a la asistencia sanitaria y a los servicios sociales.
Al respecto, en la Observación General Nº 14 del Comité DESC se detallan las cuestiones
sustantivas que se derivan de la aplicación del derecho a la salud y se tratan cuestiones
concretas relacionadas con las personas mayores, incluida “la prevención, la curación y la
rehabilitación […] destinadas a mantener la funcionalidad y la autonomía de las personas
mayores […] [y] la prestación de atenciones y cuidados a los enfermos crónicos y en fase
terminal, ahorrándoles dolores evitables y permitiéndoles morir con dignidad”. Asimismo,
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (en adelante TEDH) se ha referido también
respecto a la protección de los derechos de las personas mayores.
86
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
130. En este sentido, esta Corte destaca como un hecho ineludible que la población está
envejeciendo de manera constante y considerable. El cambio vertiginoso del escenario
demográfico en los países de la región presenta retos y desafíos, por lo cual este impacto
en los derechos humanos hace necesario que los Estados se involucren para dar respuesta
de manera integral, a fin de que las personas mayores sean reconocidas como sujetos de
derechos especiales desde la prevención y promoción de salud. Para ello, resulta necesario
también el involucramiento por parte de la sociedad a fin de brindar a las personas adultas
mayores de calidad de vida. Al respecto, el perito Dr. Javier Santos, precisó en audiencia
que:
“[El] adulto mayor es un paciente vulnerable en general; es un paciente que va a necesitar no
solamente del médico sino de la sociedad para llevarlo adelante. Ya no se habla más de
expectativa de vida […] [s]e habla de años de vida libre de enfermedad […] por eso es que
necesita el apoyo de todo el Estado. Nos tenemos que involucrar todos para que tengamos la
mayor cantidad de años de vida [de calidad] […] [t]odos vamos a envejecer si tenemos suerte
[…]. Lo que tenemos que hacer es formar gente y formar el medio, la sociedad para que
tengamos el lugar correcto para ser tratados”.
131. La Corte nota que, en muchas situaciones, se presenta una particular vulnerabilidad
de las personas mayores frente al acceso a la salud. Sobre el particular, resalta la
existencia de diversos factores como las limitaciones físicas, de movilidad, la condición
económica o la gravedad de la enfermedad y posibilidades de recuperación. Asimismo, en
determinadas situaciones, dicha vulnerabilidad se encuentra incrementada en razón del
desequilibrio de poder que existe en la relación médico - paciente, por lo que resulta
indispensable que se garantice al paciente, de manera clara y accesible, la información
necesaria y el entendimiento de su diagnóstico o situación particular, así como de las
medidas o tratamientos para enfrentar tal situación [...].
Corte IDH. Caso Guzmán Albarracín y otras Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de junio de 2020. Serie C No. 405
87
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
violencia sexual contra niñas no sólo expresa una discriminación prohibida en razón del
género, sino que también puede resultar discriminatoria en función de la edad. Si bien
este elemento no está comprendido en el artículo 1.1 de la Convención Americana en
forma explícita, dicha norma señala la prohibición de discriminación basada en “otra[s]
condici[ones] social[es]” distintas de las que lista, las que, en forma general, se evidencian
respecto a grupos que se encuentran en especiales situaciones de vulnerabilidad. Este es
el caso de niñas y niños, quienes pueden verse afectados en forma desproporcionada y
particularmente grave por actos de discriminación y violencia de género. Al respecto, el
Comité de los Derechos del Niño ha expresado que la discriminación basada en diversos
motivos, incluso el “sexo”, “bien sea de forma manifiesta o larvada, atenta contra la
dignidad humana del niño”, y puede “debilitar”, e incluso destruir su capacidad “de
beneficiarse de las oportunidades de la educación”. En ese sentido, la Corte ha señalado
que el “impacto” de la “violencia sexual” en “las niñas, niños y adolescentes víctimas”,
puede “verse severamente agravado, por lo que podrían sufrir un trauma emocional
diferenciado de los adultos, y un impacto sumamente profundo, en particular cuando el
agresor mantiene un vínculo de confianza y autoridad con la víctima”.
Discapacidad
Corte IDH. Caso Guachalá Chimbo y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de marzo de 2021. Serie C No. 423
67. El artículo 1.1 de la Convención establece que “los Estados Partes en esta Convención
se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar
su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas
o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social”.
68. La Corte ha establecido que el artículo 1.1 de la Convención es una norma de carácter
general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones del tratado, y dispone la
obligación de los Estados Parte de respetar y garantizar el pleno y libre ejercicio de los
derechos y libertades allí reconocidos “sin discriminación alguna”. Es decir, cualquiera sea
el origen o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda ser considerado
discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los derechos garantizados en la
Convención es per se incompatible con la misma.
70. La Corte ha establecido que los tratados de derechos humanos son instrumentos vivos,
cuya interpretación tiene que acompañar la evolución de los tiempos y las condiciones de
vida actuales. Tal interpretación evolutiva es consecuente con las reglas generales de
interpretación consagradas en el artículo 29 de la Convención Americana, así como las
establecidas por la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.
71. Los criterios específicos en virtud de los cuales está prohibido discriminar, según el
artículo 1.1 de la Convención Americana, no son un listado taxativo o limitativo sino
meramente enunciativo. La redacción de dicho artículo deja abiertos los criterios con la
inclusión del término “otra condición social” para incorporar así a otras categorías que no
hubiesen sido explícitamente indicadas.
72. En este sentido, al interpretar la expresión “cualquier otra condición social” del artículo
1.1. de la Convención, debe siempre elegirse la alternativa más favorable para la tutela
88
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
de los derechos protegidos por dicho tratado, según el principio de la norma más favorable
al ser humano.
77. La Convención sobre los Derechos del Niño, que entró en vigor el 2 de septiembre de
1990, fue el primer tratado del sistema universal en incluir expresamente la discapacidad
como una de las categorías protegidas dentro de su artículo que prohíbe la discriminación.
Posteriormente, el 3 de mayo de 2008, entró en vigor la Convención sobre los Derechos
de las Personas con Discapacidad (en adelante “CDPD”) la cual establece la no
discriminación como uno de sus principios generales y prohíbe toda discriminación por
motivos de discapacidad.
89
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Vera Rojas y otros Vs. Chile. Excepciones preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de octubre de 2021. Serie C No. 439 39
101. En ese sentido, el Tribunal recuerda que las personas con discapacidad son titulares
de los derechos establecidos en la Convención Americana. La Corte ha establecido que la
discapacidad es una categoría protegida en términos del artículo 1.1 de la Convención
Americana, por lo que está proscrita cualquier norma, acto o práctica discriminatoria
basada en la discapacidad real o percibida de la persona. En consecuencia, ninguna norma,
decisión o práctica de derecho interno, sea por parte de autoridades estatales o por
particulares, pueden disminuir o restringir de manera discriminatoria los derechos de una
persona a partir de su discapacidad. Asimismo, la Corte ha señalado que los Estados deben
proporcionar los servicios de salud necesarios para prevenir posibles discapacidades, así
como prevenir y reducir al máximo la aparición de nuevas discapacidades.
En este tercer apartado se exponen los párrafos de la jurisprudencia de la Corte IDH que
tratan sobre la utilización de estereotipos.
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205 40
401. En similar forma, el Tribunal considera que el estereotipo de género se refiere a una
pre-concepción de atributos o características poseídas o papeles que son o deberían ser
ejecutados por hombres y mujeres respectivamente. Teniendo en cuenta las
manifestaciones efectuadas por el Estado […], es posible asociar la subordinación de la
mujer a prácticas basadas en estereotipos de género socialmente dominantes y
socialmente persistentes, condiciones que se agravan cuando los estereotipos se reflejan,
implícita o explícitamente, en políticas y prácticas, particularmente en el razonamiento y
el lenguaje de las autoridades de policía judicial, como ocurrió en el presente caso. La
39
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por el incumplimiento de su deber de regulación de
los servicios de salud, como consecuencia de la decisión de una aseguradora privada en virtud de la cual se determinó
el retiro de la hospitalización domiciliaria de Martina Vera, la cual era necesaria para su adecuado tratamiento médico.
La Corte declaró la responsabilidad internacional del Estado por la violación de los derechos, entre otros, a la vida e
integridad personal. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_439_esp.pdf
40
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la falta de diligencia en las investigaciones
relacionadas con la desaparición y muerte de tres mujeres. La Corte declaró vulnerados, entre otros, los derechos a
la vida, integridad personal y libertad personal de las víctimas. Puede consultar los detalles de la sentencia en el
siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/ver_ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=347&lang=es
90
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros ("Fecundación in vitro") Vs. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28
noviembre de 2012. Serie C No. 257
294. La Corte considera que la prohibición de la FIV puede afectar tanto a hombres como
a mujeres y les puede producir impactos desproporcionados diferenciados por la existencia
de estereotipos y prejuicios en la sociedad.
296. La Corte observa que la OMS ha señalado que si bien el papel y la condición de la
mujer en la sociedad no deberían ser definidos únicamente por su capacidad reproductiva,
la feminidad es definida muchas veces a través de la maternidad. En estas situaciones el
sufrimiento personal de la mujer infecunda es exacerbado y puede conducir a la
inestabilidad del matrimonio, a la violencia domestica, la estigmatización e incluso el
ostracismo. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, existe una brecha
de género con respecto a la salud sexual y reproductiva, por cuanto las enfermedades
relacionadas con la salud sexual y reproductiva tienen el impacto en aproximadamente el
20% entre las mujeres y el 14% de los hombres.
298. Por otra parte, la perita Neuburger explicó que “[e]l modelo de identidad de género
es definido socialmente y moldeado por la cultura; su posterior naturalización obedece a
determinantes socioeconómicos, políticos, culturales e históricos. Según estos
determinantes, las mujeres son criadas y socializadas para ser esposas y madres, para
cuidar y atender el mundo íntimo de los afectos. El ideal de mujer aún en nuestros días
se encarna en la entrega y el sacrificio, y como culminación de estos valores, se concreta
en la maternidad y en su capacidad de dar a luz. […] La capacidad fértil de la mujer es
considerada todavía hoy, por una buena parte de la sociedad, como algo natural, que no
admite dudas. Cuando una mujer tiene dificultades fértiles o no puede embarazarse, la
reacción social suele ser de desconfianza, de descalificación y en ocasiones hasta de
maltrato. […] El impacto de la incapacidad fértil en las mujeres suele ser mayor que en
los hombres, porque […] la maternidad le[s] ha sido asignada como una parte fundante
de su identidad de género y transformada en su destino. El peso de su autoculpabilización
aumenta en un grado extremo cuando surge la prohibición de la FIV […]. Las presiones
familiares y sociales constituyen una carga adicional que incrementa la
autoculpabilización”.
299. Por otra parte, si bien la infertilidad puede afectar a hombres y mujeres, la utilización
de las tecnologías de reproducción asistida se relaciona especialmente con el cuerpo de
las mujeres. Aunque la prohibición de la FIV no está expresamente dirigida hacia las
mujeres, y por lo tanto aparece neutral, tiene un impacto negativo desproporcional sobre
ellas.
91
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
302. La Corte resalta que estos estereotipos de género son incompatibles con el derecho
internacional de los derechos humanos y se deben tomar medidas para erradicarlos. El
Tribunal no está validando dichos estereotipos y tan sólo los reconoce y visibiliza para
precisar el impacto desproporcionado de la interferencia generada por la sentencia de la
Sala Constitucional.
Corte IDH. Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No.
277 41
213. En el presente caso, los estereotipos de género tuvieron una influencia negativa en
la investigación del caso, en la medida en que trasladaron la culpa de lo acontecido a la
víctima y a sus familiares, cerrando otras líneas posibles de investigación sobre las
circunstancias del caso e identificación de los autores. Al respecto, la Corte ya ha tenido
ocasión de señalar que la creación y uso de estereotipos se convierte en una de las causas
y consecuencias de la violencia de género en contra de la mujer.
41
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la falta de diligencia debida en la investigación
de la desaparición y posterior muerte de María Isabel Véliz Franco, quien era menor de edad, así como la vulneración
del derecho al debido proceso por la demora injustificada en el procesamiento del caso. La Corte IDH declaró que el
Estado vulneró, entre otros, el deber de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos a la vida e integridad
personal, en relación con los derechos del niño y con la obligación de actuar con debida diligencia para prevenir e
investigar la violencia contra la mujer. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_277_esp.pdf
92
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C
No. 298
258. Es por lo anterior que, si se estipula una diferencia de trato en razón de la condición
médica o enfermedad, dicha diferencia de trato debe hacerse en base a criterios médicos
y la condición real de salud tomando en cuenta cada caso concreto, evaluando los daños
o riesgos reales y probados, y no especulativos o imaginarios. Por tanto, no pueden ser
admisibles las especulaciones, presunciones, estereotipos o consideraciones generalizadas
sobre las personas con VIH/SIDA o cualquier otro tipo de enfermedad, aun si estos
prejuicios se escudan en razones aparentemente legítimas como la protección del derecho
a la vida o la salud pública.
259. Al respecto, en el caso Kiyutin v. Rusia, el Tribunal Europeo consideró como trato
discriminatorio el hecho que no se hubiese hecho una adecuada fundamentación a la
restricción del derecho a ser residente por el hecho que la víctima tuviese VIH. Además,
el Tribunal observó que en ningún momento las autoridades tuvieron en cuenta el estado
real de salud de la víctima y los vínculos familiares que pudiesen ligarle a Rusia. Así pues,
estableció la condición de vulnerabilidad que enfrentan las personas con VIH/SIDA y los
prejuicios de los que han sido víctimas a lo largo de las últimas tres décadas. Este caso es
significativo en tanto resalta que la adopción de medidas relativas a personas con
VIH/SIDA debe tener como punto de partida su estado de salud real.
262. En el presente caso la Corte observa que Talía asistía normalmente a la escuela hasta
el momento en que su profesora se enteró de su condición de niña con VIH. Las
autoridades del colegio: su profesora, el director de la escuela y el Subsecretario de
Educación, en lugar de darle una atención especializada dada su condición de
vulnerabilidad, asumieron el caso como un riesgo para los otros niños y la suspendieron
para luego expulsarla. Al respecto, el interés superior de los niños y niñas, tanto de Talía
como de sus compañeros de clase, exigía adaptabilidad del entorno educativo a su
condición de niña con VIH. Tal como se ha mencionado […] para el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, “la educación ha de tener la flexibilidad necesaria para
adaptarse a las necesidades de sociedades y comunidades en transformación y responder
a las necesidades de los alumnos en contextos culturales y sociales variados”. Por su
parte, el Comité de los Derechos del Niño, en su Observación General No. 1 sobre los
Propósitos de la Educación, ha señalado que “los métodos pedagógicos deben adaptarse
a las distintas necesidades de los distintos niños”.
93
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
263. La Corte observa que las autoridades educativas no tomaron medidas para combatir
los prejuicios en torno a la enfermedad de Talía. En lo relativo al derecho a disponer de
información oportuna y libre prejuicios, la antigua Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas indicó la necesidad que los Estados tomen las medidas necesarias de
educación, capacitación y programas mediáticos a fin de evitar la discriminación, el
prejuicio y el estigma en todos los ámbitos contra las personas que padecen VIH/SIDA.
284. Como se observa, en diversos escenarios del ámbito educativo tanto Talía como su
familia fueron objeto de un entorno hostil a la enfermedad. Al respecto, teniendo en cuenta
que bajo la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, la discapacidad es una manifestación de la inagotable diversidad humana,
era obligación de las instituciones educativas proporcionar un entorno educativo que
aceptara y celebrara esa diversidad. La Corte considera que la necesidad que tuvo Talía
Gonzales Lluy, su familia y algunas de sus profesoras de ocultar el hecho de que Talía
vivía con VIH o esconderse para poder acceder y permanecer en el sistema educativo
constituyó un desconocimiento al valor de la diversidad humana. El sistema educativo
estaba llamado a contribuir a que Talía y su familia pudieran hablar del VIH sin necesidad
de ocultarlo, procurando que ella mantuviera la mayor autoestima posible gracias a su
entorno y en gran medida a partir de una educación de los demás estudiantes y profesores
a la luz de lo que implica la riqueza de la diversidad y la necesidad de salvaguardar el
principio de no discriminación en todo ámbito.
94
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C
No. 307
177. Las declaraciones del señor Jorge Rolando Velásquez Durán y la señora Elsa Claudina
Paiz Vidal, padre y madre de Claudina Velásquez, son consistentes en cuanto a que el día
que la agente de la PNC Carolina Elizabeth Ruiz se constituyó en su domicilio para
entrevistarlos, hizo de su conocimiento que la escena del crimen no fue trabajada
profesionalmente debido a que hubo un prejuzgamiento con respecto al origen y condición
de la víctima, siendo que se le había clasificado “como una cualquiera”, debido a: i) el
lugar en que apareció su cuerpo; ii) porque usaba una gargantilla en el cuello y un arete
en el ombligo; y iii) porque calzaba sandalias. Sin embargo, indicó que al observar con
más detalle las características de Claudina Velásquez, se dieron cuenta que estaban
prejuzgando mal y estudiaron un poco mejor la escena del crimen.
183. La Corte reconoce, visibiliza y rechaza el estereotipo de género por el cual en los
casos de violencia contra la mujer las víctimas son asimiladas al perfil de una pandillera
y/o una prostituta y/o una “cualquiera”, y no se consideran lo suficientemente importantes
como para ser investigados, haciendo además a la mujer responsable o merecedora de
haber sido atacada. En este sentido, rechaza toda práctica estatal mediante la cual se
justifica la violencia contra la mujer y se le culpabiliza de esta, toda vez que valoraciones
de esta naturaleza muestran un criterio discrecional y discriminatorio con base en el
origen, condición y/o comportamiento de la víctima por el solo hecho de ser mujer.
Consecuentemente, la Corte considera que estos estereotipos de género son
incompatibles con el derecho internacional de los derechos humanos y se deben tomar
medidas para erradicarlos donde se presenten. (En similar sentido, ver entre otros: Corte
IDH. Caso Barbosa de Souza y otros Vs. Brasil. Excepciones preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de septiembre de 2021. Serie C No. 435, párr. 145.)
190. La Corte advierte que las actitudes que asumieron las autoridades en la investigación
de la muerte de Claudina Velásquez no es un hecho aislado, pues coincide con el contexto
sobre la “tendencia de los investigadores a desacreditar a las víctimas y culpabilizarlas por
su estilo de vida, o ropa”, y la indagación de aspectos relativos a las relaciones personales
y sexualidad de las víctimas, así como la impunidad de los actos violentos que conllevan
la muerte de mujeres […]. Coincide además con las actitudes que tuvieron los funcionarios
a cargo de la investigación en el caso Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala, en el cual
la Corte constató que omitieron pruebas pertinentes para determinar la violencia sexual,
o las realizaron tardíamente y cuando los elementos de prueba estaban contaminados; la
ausencia de una investigación profunda y efectiva sobre el incidente violento que causó la
muerte de la víctima, así como de sus posibles causas y motivaciones; efectuaron
declaraciones que denotaban la existencia de estereotipos y prejuicios sobre el rol social
de las mujeres, con influencia negativa en la investigación, en la medida en que
trasladaron la culpa de lo acontecido a la víctima y a sus familiares, cerrando otras líneas
posibles de investigación sobre las circunstancias del caso e identificación de los autores.
95
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Azul Rojas Marín y otra Vs. Perú. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 12 de marzo de 2020. Serie C No.
402
198. La Corte recuerda que el estereotipo por la orientación sexual se refiere a una pre-
concepción de atributos, conductas o características poseídas por una persona en base a
su orientación sexual, en este caso en particular, por hombres homosexuales o percibidos
como tales.
199. En particular, la Corte ha reconocido que los prejuicios personales y los estereotipos
de género afectan la objetividad de los funcionarios estatales encargados de investigar las
denuncias que se les presentan, influyendo en su percepción para determinar si ocurrió́ o
no un hecho de violencia, en su evaluación de la credibilidad de los testigos y de la propia
víctima. Los estereotipos “distorsionan las percepciones y dan lugar a decisiones basadas
en creencias preconcebidas y mitos, en lugar de hechos”, lo que a su vez puede dar lugar
a la denegación de justicia, incluida la revictimización de las denunciantes. La Corte
considera que lo mismo puede ocurrir en casos de estereotipos por la orientación sexual.
(En similar sentido, ver entre otros: Corte IDH. Caso Barbosa de Souza y otros Vs. Brasil.
Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de septiembre
de 2021. Serie C No. 435, párr. 144.)
146. En el caso sub judice, la Corte verifica que existió una intención de devaluar a la
víctima por la neutralización de valores. En efecto, durante toda la investigación y el
proceso penal, el comportamiento y la sexualidad de Márcia Barbosa pasaron a ser un
tema de especial atención, provocando la construcción de una imagen de Márcia como
generadora o merecedora de lo ocurrido y desviando el foco de las investigaciones a través
de estereotipos relacionados con aspectos de la vida personal de Márcia Barbosa, que a
su vez fueron utilizados como hechos relevantes para el propio proceso. El hecho de que
era una mujer representó un factor facilitador de que “el significado de lo ocurrido se
construy[era] sobre estereotipos culturales generales, en lugar de centrarse en el contexto
de lo ocurrido y en los resultados objetivos que arroje la investigación”.
42
El caso se relaciona con la responsabilidad internacional del Estado como consecuencia de la aplicación indebida
de la inmunidad parlamentaria en beneficio del principal responsable del homicidio de la señora Barbosa de Souza.
La Corte determinó que el Estado violó, entre otros, los derechos a la integridad personal, garantías judiciales y
protección judicial. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_435_esp.pdf.
96
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
148. Según la perita Soraia Mendes, la repetición de pruebas testimoniales buscó construir
una imagen de Márcia Babosa para generar dudas respecto a la responsabilidad penal del
entonces diputado por su homicidio. La perita Mendes recalcó que no solo se inquirió a los
testigos sobre los hechos, sino también sobre la conducta social, la personalidad y la
sexualidad de Márcia Barbosa, lo cual indicaría una “investigación sobre la víctima, su
comportamiento, su reputación. Algo que toma las páginas de los periódicos y se proyecta
para el expediente del proceso judicial aún con más fuerza”.
149. Asimismo, durante la tramitación del proceso penal contra Aércio Pereira de Lima
ante el Tribunal de Jurados, el abogado de la defensa solicitó la incorporación al expediente
del proceso de más de 150 páginas de artículos de periódicos que se referían a la
prostitución, sobredosis y pretendido suicidio [...], para ligarlos a Márcia Barbosa con la
intención de afectar su imagen. Adicionalmente, el defensor realizó diversas menciones
en el curso del proceso sobre la orientación sexual de la víctima, una supuesta
drogadicción, comportamientos suicidas y depresiones258. Igualmente, describió a Márcia
como una “prostituta” y a Aércio como “el padre de familia” que “se dejó llevar por los
encantos de una joven" y que, en un momento de rabia, habría "cometido un error”.
133. Por otra parte, este Tribunal ha señalado que el estereotipo de género se refiere a
una pre-concepción de atributos, conductas o características poseídas o papeles que son
o deberían ser ejecutados por hombres y mujeres respectivamente. La Corte ha señalado
que es posible asociar la subordinación de la mujer a prácticas basadas en estereotipos
de género socialmente dominantes y socialmente persistentes. En este sentido, su
43
El caso se relaciona con la responsabilidad internacional del Estado por la violación a diversos derechos humanos
en perjuicio de la señora Manuela, quien fue detenida, juzgada y condenada por homicidio agravado tras una
emergencia obstétrica. La Corte declaró que el Estado vulneró, entre otros, los derechos a la libertad personal,
integridad personal y vida. Puede consultar los detalles de la sentencia en el siguiente enlace:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_441_esp.pdf
97
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
139. La Corte advierte que dicho médico no examinó a Manuela, sino solo al recién nacido,
y no tomó en cuenta el estado de salud de Manuela al momento de responder la pregunta
realizada.
140. Por tanto, no se desvirtuó la posibilidad de que la muerte del recién nacido haya
ocurrido por la emergencia obstétrica sufrida por Manuela u otra circunstancia que no
fuera atribuible a esta. Por el contario, la conclusión de la autopsia de que el recién nacido
nació vivo bastó para que las autoridades asumiesen que había ocurrido un delito. En este
sentido, se incumplió con la obligación de seguir todas las líneas lógicas de investigación,
incluyendo la posibilidad de que la muerte del recién nacido no haya sido causada por
Manuela.
141. Por otra parte, la Corte ha reconocido que los prejuicios personales y los estereotipos
de género pueden afectar la objetividad de los funcionarios estatales encargados de
investigar las denuncias que se les presentan, influyendo en su percepción para
determinar si ocurrió́ o no un hecho de violencia, en su evaluación de la credibilidad de
los testigos y de la propia víctima.
142. En el presente caso, la investigadora a cargo del caso señaló en el acta donde
resumen los hechos que:
[N]o omito manifestar que como investigadora y mujer, opino que lo que hizo la señora
[Manuela] no lo [h]ubiera hecho, si es que no quería a su hijo, le [h]ubiera dado la oportunidad
de vivir, hay personas que ni pueden tener hijos y los desean con todo su corazón, el bebé
encontrado muerto y lleno de gusanos, era un varoncito, bien formado, piel moreno claro [...]
y físicamente bien bonito, que cualquier mujer o madre le [h]ubiera crecido con amor [...].
144. La Corte advierte, en primer lugar, que estas consideraciones parten del supuesto
de que Manuela era responsable del delito que se le acusaba, ya que exteriorizaban un
claro prejuicio sobre la culpabilidad de Manuela, lo que a su vez genera dudas sobre la
objetividad de la investigación. Adicionalmente, constituyeron un juicio de valoración
personal por parte de la investigadora, basándose en ideas preconcebidas sobre el rol de
las mujeres y la maternidad. Se trata de nociones basadas en estereotipos que
condicionan el valor de una mujer a ser madre y, por tanto, asumen que las mujeres que
deciden no ser madres tienen menos valía que otras, o son personas indeseables. En este
98
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
sentido, además, se impone a las mujeres la responsabilidad de, sin importar las
circunstancias, priorizar el bienestar de sus hijos, incluso sobre su bienestar propio.
145. Al respecto, este Tribunal resalta que estos estereotipos de género son incompatibles
con el derecho internacional de los derechos humanos. Además, el Tribunal reitera que la
utilización de estereotipos por parte de autoridades estatales es particularmente
alarmante, y por ende, se deben tomar medidas inmediatas para erradicarlo.
146. En razón de todo lo anterior, la Corte considera que desde las primeras etapas de la
investigación se presumió la culpabilidad de Manuela, se eludió determinar la verdad de
lo ocurrido y tomar en cuenta los elementos probatorios que podían desvirtuar la tesis de
culpabilidad de la presunta víctima. Este actuar, además, se vio impulsado por los
prejuicios de los investigadores en contra de las mujeres que no cumplen el rol de madres
abnegadas que deben siempre lograr la protección de sus hijos. En efecto, los prejuicios
y estereotipos negativos de género afectaron la objetividad de los agentes encargados de
las investigaciones, cerrando líneas posibles de investigación sobre las circunstancias
fácticas. La Corte advierte además que las falencias de la investigación en este caso,
concuerdan con el contexto ya determinado por la Corte [...], en el cual es frecuente que
no se investigue la posibilidad de que la madre no sea responsable de haber causado la
muerte que se le imputa.
158. La Corte ha determinado que puede haber una aplicación discriminatoria de la ley
penal si el juez o tribunal condena a una persona basándose en un razonamiento fundado
en estereotipos negativos para determinar alguno de los elementos de la responsabilidad
penal.
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239
125. En efecto, es el Estado el que tiene la carga de la prueba para mostrar que la decisión
judicial objeto del debate se ha basado en la existencia de un daño concreto, específico y
real en el desarrollo de las niñas. Para ello es necesario que en las decisiones judiciales
sobre estos temas se definan de manera específica y concreta los elementos de conexidad
y causalidad entre la conducta de la madre o el padre y el supuesto impacto en el
desarrollo del niño. De lo contrario, se corre el riesgo de fundamentar la decisión en un
estereotipo […] vinculado exclusivamente a la pre-concepción, no sustentada, de que los
99
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
niños criados por parejas homosexuales necesariamente tendrían dificultades para definir
roles de género o sexuales.
127. Por otra parte, diversas sentencias de tribunales internacionales permiten concluir
que en decisiones judiciales respecto a la custodia de menores de edad, la consideración
de la conducta parental, sólo es admisible cuando existen pruebas específicas que
demuestren en concreto el impacto directo negativo de la conducta parental en el
bienestar y desarrollo del niño o la niña. Esto en aras de la necesidad de aplicar un
escrutinio mayor cuando la decisión judicial se relacione con el derecho a la igualdad de
grupos poblacionales tradicionalmente discriminados como es el caso de los homosexuales
[…].
145. En el presente caso, este Tribunal constata que el lenguaje utilizado por la Corte
Suprema de Chile relacionado con la supuesta necesidad de las niñas de crecer en una
“familia estructurada normalmente y apreciada en su medio social”, y no en una “familia
excepcional”, refleja una percepción limitada y estereotipada del concepto de familia que
no tiene base en la Convención al no existir un modelo específico de familia (la “familia
tradicional”).
146. Teniendo en cuenta todo lo anterior, este Tribunal concluye que si bien la sentencia
de la Corte Suprema y la decisión de tuición provisoria pretendían la protección del interés
superior de las niñas M., V. y R., no se probó que la motivación esgrimida en las decisiones
fuera adecuada para alcanzar dicho fin, dado que la Corte Suprema de Justicia y el Juzgado
de Menores de Villarrica no comprobaron en el caso concreto que la convivencia de la
señora Atala con su pareja afectó de manera negativa el interés superior de las menores
de edad […] y, por el contrario, utilizaron argumentos abstractos, estereotipados y/o
discriminatorios para fundamentar la decisión […], por lo que dichas decisiones
constituyen un trato discriminatorio en contra de la señora Atala. Por tanto, la Corte
declara que el Estado vulneró el derecho a la igualdad consagrado en el artículo 24 en
relación con el artículo 1.1. de la Convención Americana, en perjuicio de Karen Atala Riffo.
Corte IDH. Caso Norín Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del
Pueblo Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279
223. Puede haber una aplicación discriminatoria de la ley penal si el juez o tribunal
condena a una persona basándose en un razonamiento fundado en estereotipos negativos
que asocien a un grupo étnico con el terrorismo para determinar alguno de los elementos
de la responsabilidad penal. Incumbe al juez penal verificar que todos los elementos del
tipo penal hayan sido probados por la parte acusadora, puesto que, como ha expresado
esta Corte, la demostración fehaciente de la culpabilidad constituye un requisito
indispensable para la sanción penal, de modo que la carga de la prueba recaiga, como
corresponde, en la parte acusadora y no en el acusado.
225. Varios de los peritos hicieron importantes aportes a este respecto. El perito
Stavenhagen, propuesto por la Comisión y la FIDH, señaló que “[l]a aplicación
discriminatoria de una norma puede derivarse del sustento mismo de su aplicación o de
si las razones invocadas para su aplicación son objetivas o contienen algún elemento
discriminatorio”. El perito Carlos del Valle Rojas, propuesto por la FIDH, hizo un análisis
del “discurso jurídico-judicial” con el fin de determinar la eventual “existencia de
estereotipos, prejuicios y discriminación en las sentencias penales” de las presuntas
víctimas de este caso. Al respecto, el perito concluyó que las sentencias “utilizan
expresiones discursivas cuya carga valorativa, moral y/o política, denota la aceptación y
100
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
226. Para establecer si una diferencia de trato se fundamentó en una categoría sospechosa
y determinar si constituyó discriminación, es necesario analizar los argumentos expuestos
por las autoridades judiciales nacionales, sus conductas, el lenguaje utilizado y el contexto
en que se produjeron las decisiones judiciales.
101
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
tierras que parte del pueblo perteneciente a la etnia mapuche desarrolla en las regiones octava
y novena del país; los antecedentes contenidos en el informe de la Sesión de la Comisión
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Honorable Senado de la República, realizada
el 1 de julio del 2002 que concluyó en la constatación de la falta de servicio por parte del Estado;
las informaciones no desvirtuadas y contenidas en el cuerpo C, páginas 10 y 11 de la edición
del diario El Mercurio del 10 de marzo de 2002 relativa a la cantidad de conflictos causados por
grupos de mapuches en actos terroristas, publicaciones de la Tercera en Internet, [l]a Segunda
en Internet y El Mercurio electrónico, publicadas los días 26 de marzo de 1999, 15 de diciembre
de 2001, 15 de marzo de 2002 y 15 de junio de 2002, respectivamente, y tres cuadros gráficos
extraídas de las páginas Web de la Comisión Nacional de Inversión Extranjera en Chile, dividido
en sectores y por regiones, de acuerdo a la división político administrativa del país, que permite
hacer comparaciones de dólares efectivamente invertidos en las demás regiones y la Novena, y
demuestran que la inversión privada en la región ha disminuido.
***
[…] Respecto a la participación de ambos enjuiciados es preciso considerar lo siguiente:
1.- Como antecedentes generales y de acuerdo a la prueba aportada durante el juicio por el
Ministerio Público y los querellantes particulares, es un hecho público y notorio que en la zona,
desde hace un tiempo a la fecha, están actuando organizaciones de hecho que usando como
argumento reivindicaciones territoriales, realizan actos de violencia o incitan a ellos. Entre sus
métodos de acción se emplea la realización de diversos actos de fuerza que se dirigen contra
empresas forestales, pequeños y medianos agricultores, todos los cuales tienen en común ser
propietarios de terrenos contiguos, aledaños o cercanos a comunidades indígenas que pretenden
derechos históricos sobre las mismas. Tales acciones apuntan a la reivindicación de tierras
estimadas como ancestrales, siendo la ocupación ilegal un medio para alcanzar el fin más
ambicioso, a través de ellas se irán recuperando parte de los espacios territoriales ancestrales
y se fortalecerá la identidad territorial del Pueblo Mapuche. Así se desprende del testimonio
conteste de los ofendidos Juan y Julio Sagredo Marin, Juan Agustin Figueroa Elgueta y Juan
Agustin Figueroa Yávar, sustentados por el atestado de Armin Stappung Schwarzlose, Gerardo
Jequier Salí, Jorge Pablo Luchsinger Villiger, Antonio Arnaldo Boisier cruces y Osvaldo Moisés
Carvajal Rondanelli, analizadas.
2.- No se encuentra suficientemente acreditado que estos hechos fueron provocados por
personas extrañas a las comunidades mapuches, debido a que obedecen al propósito de crear
un clima de total hostigamiento a los propietarios del sector, con el objeto de infundirles temor
y lograr así que accedan a sus demandas, y que respondan a una lógica relacionada con la
llamada "Problemática Mapuche", porque sus autores conocían las áreas reclamadas o por el
hecho de que ninguna comunidad o propiedad mapuche ha resultado perjudicada.
3.- Se encuentra probado que el acusado Pascual Pichún es Lonko de la Comunidad "Antonio
Ñirripil" y Segundo Norín lo es de la Comunidad "Lorenzo Norín", lo que importa jerarquía en su
interior y determinada capacidad de mando y liderazgo sobre ellas.
4.- Asimismo, es preciso resaltar que los imputados Pichún y Norín se encuentran condenados
por otros delitos relativos a ocupaciones de tierras cometidos con anterioridad a estos hechos
en contra de predios forestales, ubicados en lugares aledaños a las respectivas comunidades,
según consta de la causa Rol N° 22.530 y acumuladas por la cual se condenó a Pascual Pichún
a la pena de 4 años de presidio menor en su grado máximo y a Segundo Norín a una pena de
800 días de presidio menor en su grado medio, en ambos casos, a las accesorias legales y costas
por el delito de. [sic] Además, Pichún Paillalao fue condenado a la pena de 41 días de prisión en
su grado máximo y al pago de una multa de 10 unidades tributarias mensuales como autor del
delito de manejo en estado de ebriedad; así consta de sus respectivos extractos de filiación y
antecedentes y de las copias de las sentencias definitiva debidamente certificada e incorporadas.
5. Las Comunidades mapuches de Didaico y Temulemu son colindantes con el predio Nancahue,
y
6.- Ambos acusados pertenecerían, según lo declarado por Osvaldo Carvajal, a la Coordinadora
Arauco Malleco C.A.M, organización de hecho — según reitero - y de carácter violentista.
***
102
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Que los hechos descritos en el considerando precedente son constitutivos del delito terrorista
contemplado en el artículo 2º N° 4 de la Ley N° 18.314, en relación con el artículo 1º del mismo
texto legal, desde que de ellos aparece que se realizaron acciones tendientes a producir en parte
de la población temor justificado a ser víctima de delitos, teniendo presente las circunstancias y
la naturaleza y efectos de los medios empleados, como por la evidencia de que ellos obedecen
a un plan premeditado de atentar contra bienes de terceros que se encuentran realizando
labores para la construcción de la Central Ralco del Alto Bío Bío, todo con el objeto de arrancar
resoluciones de la autoridad que tiendan a impedir la construcción de estas obras.
***
19. -Que los elementos de juicios referidos en los fundamentos primero, séptimo y
decimotercero, del fallo de primera instancia, constituyen presunciones judiciales, que
apreciadas en conciencia, acreditan que los incendios de los camiones y retroexcavadora se
encuentran circunscritos dentro del conflicto Pehuenche, en la Octava Región, Provincia de Bio
Bio, comuna de Santa Bárbara, sector cordillerano denominado Alto Bio Bio, lo que se relaciona
con la oposición a la construcción de la Central Hidroeléctrica Ralco, donde además, es de público
conocimiento que las hermanas Berta y Nicolasa Quintremán Calpán son las que se oponen al
proyecto de Endesa, porque sus terrenos serán inundados con la construcción de la Central y en
los cuales se encuentran sus ancestros, sus orígenes, su cultura y sus tradiciones.
En este contexto han acontecidos los hechos, como una manera de exigir a las autoridades
resoluciones o imponer exigencias para revertir la situación existente en la construcción de la
Central.
20. -Que para ello, el 29 de septiembre de 2001, 03 y 17 de marzo de 2002, se incendiaron dos
camiones y una retroexcavadora y posteriormente dos camiones, vehículos que trabajaban para
Endesa. La primera vez actuaron varios individuos encapuchados, excepto uno, utilizando un
arma de fuego, lesionando al conductor del camión con un palo. La segunda vez participaron a
lo menos dos individuos, con rostro cubierto, premunido uno de ellos con escopeta, efectuando
dos disparos al aire, y en la tercera oportunidad fue un grupo de personas encapuchadas, uno
de los cuales portaba un arma de fuego, haciendo disparos al aire. En todos estos actos usaron
combustible inflamable, como bencina u otro semejante.
Las acciones ilícitas antes referidas se han llevado a efecto por vías de hecho, sin observar la
institucionalidad y legalidad vigente, recurriendo a acciones de fuerza previamente planificadas,
concertadas de acuerdo como acontecieron los hechos, lugar y modus operandi, con la finalidad
de crear situaciones de inseguridad, inestabilidad y temor, infundiendo miedo para la
formulación, bajo presión delictual de peticiones a las autoridades imponiéndole exigencias para
lograr sus fines.
228. La Corte considera que la sola utilización de esos razonamientos que denotan
estereotipos y prejuicios en la fundamentación de las sentencias configuraron una
violación del principio de igualdad y no discriminación y el derecho a la igual protección
de la ley, consagrados en el artículo 24 de la Convención Americana, en relación con el
artículo 1.1 del mismo instrumento.
229. Las alegaciones de violación del derecho a un juez o tribunal imparcial, consagrado
en el artículo 8.1 de la Convención Americana, están estrechamente relacionadas con la
presunción de la intención terrorista de “producir […] temor en la población en general”
(elemento subjetivo del tipo), que según ya se ha declarado […] vulnera el principio de
legalidad y la garantía de presunción de inocencia previstos, respectivamente, en los
artículos 9 y 8.2 de la Convención. La alegada violación del artículo 8.1 debe considerarse
subsumida en la ya declarada violación de los artículos 9 y 8.2. En consecuencia, la Corte
considera que no es necesario pronunciarse a su respecto.
103
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Patricio Marileo Saravia, Florencio Jaime Marileo Saravia, José Benicio Huenchunao
Mariñán, Juan Ciriaco Millacheo Licán, Patricia Roxana Troncoso Robles y Víctor Manuel
Ancalaf Llaupe.
Corte IDH. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289
267. En relación a este punto, según los representantes, durante el proceso llevado a cabo
en contra de Gladys Espinoza en el año 2004, la Sala Nacional de Terrorismo y la Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia que conocieron del mismo aplicaron un
estereotipo de género al valorar sus declaraciones de que había sufrido torturas y otros
maltratos dentro en la DIVISE y la DINCOTE, descalificándolas y, en consecuencia,
omitiendo ordenar una investigación en relación a dichos hechos.
277. Más aún, la Corte recuerda que en el Perú existió un patrón de tortura y de violencia
sexual aplicada discriminatoriamente en perjuicio de las mujeres en el marco de
investigaciones por razón de terrorismo y traición a la patria en la época de los hechos
[…]. Además, tal como se señaló previamente, para la fecha en que se emitió la sentencia
de la Sala Penal, en casos de violencia sexual, los tribunales del Perú sobrevaloraban las
pruebas médicas, incurriendo además en valoraciones estereotipadas y limitadas a la
verificación de la integridad del himen, la pérdida de la virginidad, y las huellas físicas de
la violencia […].
278. En este sentido, la Corte considera pertinente resaltar que una garantía para el
acceso a la justicia de las mujeres víctimas de violencia sexual debe ser la previsión de
reglas para la valoración de la prueba que evite afirmaciones, insinuaciones y alusiones
estereotipadas. Al respecto, la Corte observa que, en el Acuerdo Plenario N° 1-2011/CJ-
116 de 6 de diciembre de 2011 de la Corte Suprema de Justicia, en donde se
“establec[ieron] como doctrina legal” los criterios para la apreciación de la prueba de
delitos sexuales en el Perú a partir de dicha fecha, se afirma que “algunos sectores de la
comunidad asumen que esta apreciación probatoria está gobernada por estereotipos de
género en los Policías, Fiscales y Jueces” y se reconoce la necesidad de “que se lleve a
cabo una adecuada apreciación y selección de la prueba a fin de neutralizar la posibilidad
de que se produzca algún defecto que lesione la dignidad humana y sea fuente de
impunidad”. Así, la Corte considera que en el presente caso la ausencia de normas que
regularan, en el año 2004, la especial valoración de la prueba requerida en casos de
violencia sexual favoreció el uso de estereotipos de género en la valoración de la Sala
Penal Permanente de los indicios de que Gladys Espinoza había sido víctima de tortura y
violencia sexual.
279. En vista de todo lo anterior, la Corte considera que la aseveración de la Sala Penal
Permanente de la Corte Suprema de que Gladys Espinoza manipulaba la realidad a su
conveniencia es consistente con lo señalado por la perita Dador, en sentido que, en casos
de violencia sexual, las autoridades judiciales en el Perú incurrían en estereotipación por
razón de género en la valoración de la prueba, restando valor a las declaraciones de
mujeres víctimas de estos hechos. Sumado a ello, la Corte considera que los siguientes
elementos demuestran que dicho tribunal eligió selectivamente la prueba en perjuicio de
Gladys Espinoza: i) el hecho de que el juez descartó el alegato de la posible existencia de
tortura al señalar que ella es una persona que manipulaba la realidad; ii) la existencia de
peritajes médicos que no negaban la posibilidad de que Gladys Espinoza hubiese sido
víctima de torturas, y iii) la falta de análisis de los demás elementos contenidos en el
expediente judicial, tales como los exámenes médicos practicados a ésta, de donde se
desprendían elementos que razonablemente configuraban indicios de tortura. Asimismo,
104
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C
No. 298
268. Al respecto, la Corte resalta que el objetivo general de proteger la vida e integridad
personal de las niñas y los niños que compartían su estancia con Talía en la escuela
constituye, en sí mismo, un fin legítimo y es, además, imperioso. En relación al interés
superior del niño, la Corte reitera que este principio regulador de la normativa de los
derechos de las niñas y los niños se funda en la dignidad misma del ser humano, en las
características propias de los niños y las niñas, y en la necesidad de propiciar el desarrollo
de éstos, con pleno aprovechamiento de sus potencialidades. En el mismo sentido,
conviene observar que para asegurar, en la mayor medida posible, la prevalencia del
interés superior del niño, el preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño
establece que éste requiere “cuidados especiales”, y el artículo 19 de la Convención
Americana señala que debe recibir “medidas especiales de protección”.
270. La Corte considera que la valoración de la prueba en relación al presente caso, para
efectos de establecer la inminencia del supuesto riesgo, no tuvo en cuenta los aspectos
médicos aportados y privilegió, a partir de prejuicios sobre la enfermedad, los testimonios
genéricos referidos a las hemorragias. En efecto, la Corte observa que constaba un
informe médico que aseguraba que Talía se encontraba en buenas condiciones
hematológicas. Asimismo, la institución tuvo conocimiento del diagnóstico de la púrpura
trombocitopénica idiopática mediante una entrevista con Teresa Lluy, momento en el cual
se precisó que Talía padecía VIH aunque para ese momento fuese una paciente
asintomática.
271. En esa línea, en la decisión del juez interno no se evidencia un juicio estricto sobre
la necesidad de la medida, en orden a determinar si no existían otras medidas diferentes
a las del retiro del centro educativo y el confinamiento a “una instrucción particularizada
y a distancia”. La argumentación respecto a las pruebas aportadas está guiada en torno a
105
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
272. Atendiendo a que el criterio utilizado para determinar si Talía constituía un riesgo a
la salud de los otros estudiantes de la escuela era su situación de salud, se evidencia que
el juez debía tener una carga argumentativa mayor, relativa a la determinación de razones
objetivas y razonables que pudiesen generar una restricción al derecho a la educación de
Talía. Dichas razones, amparadas en el sustento probatorio obtenido, debían
fundamentarse en criterios médicos atendiendo a lo especializado del análisis para
establecer el peligro o riesgo supuesto que se cernía sobre los estudiantes de la escuela.
273. La carga que tuvo que asumir Talía como consecuencia del estigma y los estereotipos
en torno al VIH la acompañó en diversos momentos. Según las declaraciones de la familia
Lluy y de Talía, no controvertidas por el Estado, tenían que ocultar el VIH y la expulsión
de la escuela para poder ser aceptados en otras instituciones. Talía estuvo matriculada en
el jardín infantil “El Cebollar”, la escuela “Brumel”, la escuela “12 de Abril” y “Ángel Polibio
Chávez”. Según la declaración de Teresa Lluy, “cada vez que se enteraban quienes
[e]ra[n], en algunos establecimientos educativos fue relegada [su] hija […] alegando que
no podían tener una niña con VIH, pues era un riesgo para todos los otros estudiantes.
Tanto los profesores como los padres de familia, [l]os discriminaban, [l]os aislaban, [l]os
insultaban”.
274. La Corte concluye que el riesgo real y significativo de contagio que pusiese en riesgo
la salud de las niñas y niños compañeros de Talía era sumamente reducido. En el marco
de un juicio de necesidad y estricta proporcionalidad de la medida, este Tribunal resalta
que el medio escogido constituía la alternativa más lesiva y desproporcionada de las
disponibles para cumplir con la finalidad de proteger la integridad de los demás niños del
colegio. Si bien la sentencia del tribunal interno pretendía la protección de los compañeros
de clase de Talía, no se probó que la motivación esgrimida en la decisión fuera adecuada
para alcanzar dicho fin. En este sentido, en la valoración de la autoridad interna debía
existir suficiente prueba de que las razones que justificaban la diferencia de trato no
estaban fundadas en estereotipos y suposiciones. En el presente caso la decisión utilizó
argumentos abstractos y estereotipados para fundamentar una decisión que resultó
extrema e innecesaria por lo que dichas decisiones constituyen un trato discriminatorio en
contra de Talía. Este trato evidencia además que no existió adaptabilidad del entorno
educativo a la situación de Talía, a través de medidas de bioseguridad o similares que
deben existir en todo establecimiento educativo para la prevención general de la
transmisión de enfermedades.
Corte IDH. Caso López Soto y otros Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C No. 362
106
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
236. En particular, la Corte ha reconocido que los prejuicios personales y los estereotipos
de género afectan la objetividad de los funcionarios estatales encargados de investigar las
denuncias que se les presentan, influyendo en su percepción para determinar si ocurrió́ o
no un hecho de violencia, en su evaluación de la credibilidad de los testigos y de la propia
víctima. Los estereotipos “distorsionan las percepciones y dan lugar a decisiones basadas
en creencias preconcebidas y mitos, en lugar de hechos”, lo que a su vez puede dar lugar
a la denegación de justicia, incluida la revictimización de las denunciantes. Cuando se
utilizan estereotipos en las investigaciones de violencia contra la mujer se afecta el
derecho a una vida libre de violencia, más aún en los casos en que su empleo por parte
de los operadores jurídicos impide el desarrollo de investigaciones apropiadas,
denegándose, además, el derecho de acceso a la justicia de las mujeres. A su vez, cuando
el Estado no desarrolla acciones concretas para erradicarlos, los refuerza e institucionaliza,
lo cual genera y reproduce la violencia contra la mujer.
237. En este caso, la Corte comprueba que el hecho de que en reiteradas ocasiones se
hiciera alusión a que Linda Loaiza se encontraba en una relación de pareja con su agresor,
implicó que en la práctica las autoridades no dieran una respuesta oportuna e inmediata,
minimizaran institucionalmente la gravedad de la situación y de las afectaciones en su
integridad personal, y no trataran el caso en sus etapas iniciales con la exhaustividad que
requería. No pasa inadvertido para la Corte que tradicionalmente el ámbito de las parejas
y la familia se consideraba exento del escrutinio público, es decir, que se circunscribía a
la esfera privada y era, por tanto, menos serio o no merecía la atención de las autoridades.
Por el otro lado, debido a la normativa penal discriminatoria existente, durante la
investigación y enjuiciamiento de este caso se vertieron expresiones relativas a la
supuesta promiscuidad de la víctima que la culpabilizaban de lo acontecido.
238. En este sentido, la Corte advierte que las autoridades judiciales en la primera
sentencia, que determinó que no había pruebas suficientes para concluir que el acusado
era responsable por los delitos que se le imputaban, incluyendo la tortura y violencia
sexual, así como en la segunda sentencia, que también lo absolvió del delito de violación
por falta de pruebas, desacreditando el valor probatorio de la declaración de Linda Loaiza,
requirieron que lo dicho por la víctima fuera corroborado por pruebas adicionales o se
valoró supuestos antecedentes de la vida sexual de la víctima, en contravención con los
parámetros internacionales. La Corte recuerda que una garantía para el acceso a la justicia
de las mujeres víctimas de violencia sexual debe ser la previsión de reglas para la
valoración de la prueba que evite afirmaciones, insinuaciones y alusiones estereotipadas.
239. La Corte reafirma que prácticas como las señaladas, tendentes a devaluar a la víctima
en función de cualquier estereotipo negativo y neutralizar la desvaloración de eventuales
responsables, deben ser rechazadas y calificadas como incompatibles con el derecho
internacional de los derechos humanos. En este sentido, el Tribunal rechaza toda práctica
estatal mediante la cual se justifica la violencia contra la mujer y se le culpabiliza de ésta,
toda vez que valoraciones de esta naturaleza muestran un criterio discrecional y
discriminatorio con base en el comportamiento de la víctima por el solo hecho de ser
mujer.
240. En consecuencia, la Corte establece que, tanto en la etapa inicial como durante el
proceso, diversos funcionarios públicos recurrieron a estereotipos, los que influyeron
negativamente y se erigieron en obstáculos para el acceso a la justicia y la efectiva
investigación y juzgamiento de los hechos de este caso.
107
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
En relación con el derecho a la igualdad y no discriminación, hay grupos que han sido
tratados en forma individual en Cuadernillos particulares, tales como, personas en
situación de migración (Nº 2), mujeres (Nº 4), niños, niñas y adolescentes (Nº 5),
personas privadas de libertad (Nº 9), pueblos indígenas (Nº 11), personas LGTBI (Nº 19).
En el caso de personas en situación de discapacidad y afrodescendiente, no hay un
Cuadernillo especial para estos grupos históricamente discriminados, por lo que los
tratamos en particular en esta sección.
Corte IDH. Caso Ximenes Lopes Vs. Brasil. Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie
C No. 149 44
104. En tal sentido, los Estados deben tomar en cuenta que los grupos de personas que
viven en circunstancias adversas y con menos recursos, tales como las personas que viven
en condiciones de extrema pobreza; niños y adolescentes en situación de riesgo, y
poblaciones indígenas, enfrentan un incremento del riesgo para padecer discapacidades
mentales, como era el caso del señor Damião Ximenes Lopes. Es directo y significativo el
vínculo existente entre la discapacidad, por un lado, y la pobreza y la exclusión social, por
otro. En razón de lo anterior, entre las medidas positivas a cargo de los Estados se
encuentran aquellas necesarias para prevenir todas las formas de discapacidad
prevenibles, y dar a las personas que padecen de discapacidades mentales el tratamiento
preferencial apropiado a su condición.
105. Las personas con discapacidad a menudo son objeto de discriminación a raíz de su
condición, por lo que los Estados deben adoptar las medidas de carácter legislativo, social,
educativo, laboral o de cualquier otra índole, necesarias para que toda discriminación
asociada con las discapacidades mentales sea eliminada, y para propiciar la plena
integración de esas personas en la sociedad.
44
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la muerte y maltratos a los que fue sometido
Ximenes Lopes en una institución mental, así como por la falta de investigación y sanción de los responsables. La
Corte estableció la violación entre otros al derecho a la vida, integridad personal, garantías judiciales y protección
judicial. Detalles de la sentencia: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/Seriec_149_esp.pdf
108
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
108. Todas las anteriores circunstancias exigen que se ejerza una estricta vigilancia sobre
dichos establecimientos. Los Estados tienen el deber de supervisar y garantizar que en
toda institución psiquiátrica, pública o privada, sea preservado el derecho de los pacientes
de recibir un tratamiento digno, humano y profesional, y de ser protegidos contra la
explotación, el abuso y la degradación.
109. La atención de salud mental debe estar disponible a toda persona que lo necesite.
Todo tratamiento de personas que padecen de discapacidades mentales debe estar
dirigido al mejor interés del paciente, debe tener como objetivo preservar su dignidad y
su autonomía, reducir el impacto de la enfermedad, y mejorar su calidad de vida […].
134. En este sentido, la Corte Interamericana reitera que toda persona que se encuentre
en una situación de vulnerabilidad es titular de una protección especial, en razón de los
deberes especiales cuyo cumplimiento por parte del Estado es necesario para satisfacer
las obligaciones generales de respeto y garantía de los derechos humanos. El Tribunal
recuerda que no basta con que los Estados se abstengan de violar los derechos, sino que
es imperativa la adopción de medidas positivas, determinables en función de las
particulares necesidades de protección del sujeto de derecho, ya sea por su condición
personal o por la situación específica en que se encuentre, como la discapacidad. En este
109
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
sentido, es obligación de los Estados propender por la inclusión de las personas con
discapacidad por medio de la igualdad de condiciones, oportunidades y participación en
todas las esferas de la sociedad, con el fin de garantizar que las limitaciones anteriormente
descritas sean desmanteladas. Por tanto, es necesario que los Estados promuevan
prácticas de inclusión social y adopten medidas de diferenciación positiva para remover
dichas barreras. (En similar sentido, ver entre otros: Caso Artavia Murillo y otros
("Fecundación in vitro") Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas Sentencia de 28 noviembre de 2012. Serie C No. 257, párr. 292; Caso Chinchilla
Sandoval y otros Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 29 de febrero de 2016. Serie C No. 312, párr. 208.)
135. Asimismo, la Corte considera que las personas con discapacidad a menudo son objeto
de discriminación a raíz de su condición, por lo que los Estados deben adoptar las medidas
de carácter legislativo, social, educativo, laboral o de cualquier otra índole, necesarias
para que toda discriminación asociada con las discapacidades sea eliminada, y para
propiciar la plena integración de esas personas en la sociedad. El debido acceso a la justicia
juega un rol fundamental para enfrentar dichas formas de discriminación.
136. Respecto a las obligaciones reforzadas que ostentan los Estados con los niños y las
niñas con discapacidad, la CDPD establece que : i) “[l]os Estados Partes tomarán todas
las medidas necesarias para asegurar que todos los niños y las niñas con discapacidad
gocen plenamente de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en igualdad
de condiciones con los demás niños y niñas”; ii) “[e]n todas las actividades relacionadas
con los niños y las niñas con discapacidad, una consideración primordial será la protección
del interés superior del niño”, y iii) “que los niños y las niñas con discapacidad tienen
derecho a expresar su opinión libremente sobre todas las cuestiones que les afecten,
opinión que recibirá la debida consideración teniendo en cuenta su edad y madurez, en
igualdad de condiciones con los demás niños y niñas, y a recibir asistencia apropiada con
arreglo a su discapacidad y edad para poder ejercer ese derecho”. Por su parte, en la
Observación General No. 9, el Comité sobre los Derechos del Niño indicó que “el principio
rector para la aplicación de la Convención con respecto a los niños con discapacidad [es]
el disfrute de una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, le
permitan llegar a bastarse a sí mismo y faciliten la participación activa del niño en la
comunidad”.
137. Asimismo, la CDPD contiene un artículo específico sobre los alcances del derecho al
acceso a la justicia y las obligaciones que los Estados deben asumir frente a personas con
discapacidad. En particular, se indica que : i) los Estados Partes asegurarán que las
personas con discapacidad tengan acceso a la justicia en igualdad de condiciones con las
demás, incluso mediante ajustes de procedimiento y adecuados a la edad, para facilitar el
desempeño de las funciones efectivas de esas personas como participantes directos e
indirectos, incluida la declaración como testigos, en todos los procedimientos judiciales,
con inclusión de la etapa de investigación y otras etapas preliminares, y ii) los Estados
Partes promoverán la capacitación adecuada de los que trabajan en la administración de
justicia, incluido el personal policial y penitenciario.
138. Asimismo, la Convención sobre los Derechos del Niño obliga a los Estados a la
adopción de medidas especiales de protección en materia de salud y seguridad social, que
incluso deben ser mayores en casos de niños con discapacidad. Respecto de los niños con
discapacidad, el Comité sobre los Derechos del Niño señaló que:
[e]l logro del mejor posible estado de salud, así como el acceso y la asequibilidad de la atención
de la salud de calidad es un derecho inherente para todos los niños. Los niños con discapacidad
muchas veces se quedan al margen de todo ello debido a múltiples problemas, en particular
110
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
139. Una vez establecidos estos estándares generales, la Corte considera que al haber
sido Sebastián Furlan un niño y, actualmente, ser un adulto con discapacidad, es necesario
analizar la controversia entre las partes a partir de una interpretación de los derechos de
la Convención Americana y las obligaciones que de estos se deprenden, a la luz de las
medidas especiales de protección que se derivan de dichos estándares. Dicho marco
brinda mecanismos para garantizar y proteger de manera adecuada los derechos de las
personas con discapacidad, en igualdad de condiciones y teniendo en cuenta sus
necesidades concretas.
268. En el presente caso la Corte resalta que los menores de edad y las personas con
discapacidad deben disfrutar de un verdadero acceso a la justicia y ser beneficiarios de un
debido proceso legal en condiciones de igualdad con quienes no afrontan esas
desventajas. Para alcanzar sus objetivos, el proceso debe reconocer y resolver los factores
de desigualdad real de quienes son llevados ante la justicia. La presencia de condiciones
de desigualdad real obliga a adoptar medidas de compensación que contribuyan a reducir
o eliminar los obstáculos y deficiencias que impidan o reduzcan la defensa eficaz de los
propios intereses.
Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros ("Fecundación in vitro") Vs. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28
noviembre de 2012. Serie C No. 257
111
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Chinchilla Sandoval y otros Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de febrero de 2016. Serie C No.
312 45
202. No ha sido controvertido que, tal como indicó el Estado, desde entonces ella se
movilizaba en silla de ruedas y fue trasladada a una celda en el hogar de maternidad del
COF, la cual contaba con suficiente luz natural y artificial y ventilación adecuada, así como
un servicio sanitario y lava manos que fueron adaptados en atención a sus necesidades.
La controversia se mantiene en cuanto a la alegada falta de ajustes razonables dentro de
su celda y para su desplazamiento dentro del centro de reclusión o para su traslado hacia
los hospitales para atender citas médicas, entre otras dificultades. Por ello, corresponde
determinar si el Estado es responsable por no haber respondido adecuada y efectivamente
a las necesidades de la presunta víctima, para lo cual debe observarse cómo se ven
particularizadas las obligaciones de los Estados frente a las personas con discapacidades
cuando éstas se encuentran privadas de libertad.
203. La Corte Interamericana ha destacado que, desde los inicios y evolución del Sistema
Interamericano se han reivindicado los derechos de las personas con discapacidades. Así,
desde 1948 tal preocupación fue expresada en la Declaración Americana de los Derechos
y Deberes del Hombre. Luego, el Protocolo Adicional a la Convención Americana en
materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ("Protocolo de San Salvador"), en
su artículo 18, señala que “[t]oda persona afectada por una disminución de sus
capacidades físicas o mentales tiene derecho a recibir una atención especial con el fin de
alcanzar el máximo desarrollo de su personalidad”.
205. Por otra parte, el 3 de mayo de 2008 entró en vigor, en el sistema universal, la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (en adelante “CDPD”),
que establece los siguientes principios rectores en la materia : i) el respeto de la dignidad
inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y
45
El caso se relaciona con diversas violaciones a los derechos humanos de la señora María Inés Chinchilla Sandoval
como resultado de una multiplicidad de acciones y omisiones que terminaron con su muerte, todo mientras se
encontraba privada de libertad cumpliendo una condena penal. El resumen oficial de la sentencia está disponible en
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_312_esp.pdf
112
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
206. LA CIADDIS define el término “discapacidad” como “una deficiencia física, mental o
sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer
una o más actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por
el entorno económico y social”. Por su parte, la CDPD establece que las personas con
discapacidad “incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales
o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su
participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
212. En dicho caso, el Tribunal Europeo observó que la víctima se quejaba sobre la falta
de una silla de ruedas propias, las insuficientes rampas de acceso en la prisión así como
la ausencia de facilidades en el baño, como el hecho de que el vehículo en que era
trasladada no había sido adaptado. Ese Tribunal consideró que las circunstancias de
detención que la víctima tuvo que soportar, en su conjunto, por más de dos años, le causó
sufrimiento físico y mental innecesario y evitable, lo que disminuye su dignidad humana
y constituye trato inhumano. Por otro lado, en el caso Price v. Reino Unido, relacionado
con una persona con discapacidad detenida, el Tribunal Europeo encontró que aunque no
había intención de humillar o degradar a la víctima, la detención de una persona con una
discapacidad severa en condiciones de riesgo tales como frío, heridas causadas por la
dureza de su cama o que esta sea inalcanzable, así como la incapacidad de ir al sanitario
113
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
o mantenerse limpio con gran dificultad, constituían un trato inhumano contrario al artículo
3 del Convenio Europeo.
213. Por su parte, el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad consideró el caso de una persona que alegaba que su habitación-celda era
inadecuada para alguien con discapacidad y que los ajustes realizados por las autoridades
penitenciarias no resultaron suficientes, toda vez que las dimensiones del baño no estaban
adaptadas al uso de una silla de ruedas, con medidas de seguridad indispensables y no
podía desplazarse por sus propios medios para acceder al sanitario y a la ducha, por lo
que dependía de la asistencia del enfermero u otra persona, entre otras razones. El Comité
tomó en cuenta que el Estado había realizado trabajos y modificaciones necesarias para
eliminar el escalón que impedía el acceso al cuarto de baño y ducha de manera
independiente y que las autoridades verificaron in situ la existencia y funcionamiento de
ascensores, la existencia de una puerta de acceso al patio de recreación habilitada
especialmente para dicha persona, y la existencia y funcionamiento de un timbre de
llamado al enfermero, quien prestaba asistencia las 24 horas del día. A la vez, el Comité
hizo las siguientes consideraciones:
8.5 El Comité recuerda que conforme al artículo 14, párrafo 2 de la Convención, las personas
con discapacidad que se vean privadas de su libertad tienen derecho a ser tratadas de
conformidad con los objetivos y principios de la Convención, incluida la realización de ajustes
razonables. Asimismo, también recuerda que la accesibilidad es un principio general de la
Convención y, en tal sentido, se aplica también a aquellas situaciones en las que las personas
con discapacidad son privadas de su libertad. El Estado parte tiene la obligación de garantizar
que sus centros penitenciarios permitan la accesibilidad de todas las personas con discapacidad
que lleguen a ser privadas de su libertad. Así pues, los Estados partes deben adoptar todas las
medidas pertinentes, incluyendo la identificación y eliminación de obstáculos y barreras de
acceso, a fin de que las personas con discapacidad privadas de libertad puedan vivir en forma
independiente y participar plenamente en todos los aspectos de la vida diaria del lugar de
detención, entre otras, asegurando su acceso, en igualdad de condiciones con las demás
personas privadas de libertad, a los diversos ambientes físicos y servicios, tales como baños,
patios, bibliotecas, talleres de estudio o trabajo, servicios médico, psicológico, social y legal. En
el presente caso, el Comité reconoce los ajustes realizados por el Estado parte para eliminar las
barreras de acceso en el entorno físico del autor en el centro penitenciario. Sin embargo,
considera que el Estado parte no ha probado fehacientemente que las medidas de ajuste
tomadas en el complejo penitenciario sean suficientes para garantizar el acceso del autor [de la
comunicación] al cuarto de baño y ducha, al patio y al servicio de enfermería, de la manera más
independiente posible. En este sentido el Comité observa que el Estado no ha alegado la
existencia de obstáculos que le impidan tomar todas las medidas necesarias para facilitar la
movilidad del autor en su entorno y tampoco ha desvirtuado las alegaciones del autor sobre la
persistencia de barreras arquitectónicas. Por consiguiente, el Comité considera que, en ausencia
de suficientes explicaciones, el Estado parte ha incumplido sus obligaciones en relación con el
artículo 9, párrafo 1, apartados a) y b) y el artículo 14, párrafo 2 de la Convención.
8.6 Habiendo arribado a la anterior conclusión, en las circunstancias del presente caso, el Comité
considera que como resultado de la falta de accesibilidad y ajustes razonables suficientes se
colocó al autor en unas condiciones de detención precarias incompatibles con el derecho
consagrado en el artículo 17 de la Convención.
8.7 El Comité recuerda que la falta de medidas pertinentes y ajustes razonables suficientes,
cuando estos sean requeridos, para personas con discapacidad privadas de libertad, puede llegar
a constituir un trato contrario al artículo 15, párrafo 2 de la Convención. Ahora bien, en el
presente caso, el Comité considera que no cuenta con elementos suficientes que le permitan
concluir a la existencia de una violación del artículo 15, párrafo 2 de la Convención.
114
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
todos los aspectos de la vida en igualdad de condiciones con las demás. En el caso de
personas con dificultades de movilidad física, el contenido del derecho a la libertad de
desplazamiento implica el deber de los Estados de identificar los obstáculos y las barreras
de acceso y, en consecuencia, proceder a eliminarlos o adecuarlos, asegurando con ello
la accesibilidad de las personas con discapacidad a las instalaciones o servicios para que
gocen de movilidad personal con la mayor independencia posible.
215. En atención a los criterios anteriores, la Corte considera que el Estado tenía la
obligación de garantizar accesibilidad a las personas con discapacidad que se vean
privadas de su libertad, en este caso a la presunta víctima, de conformidad con el principio
de no discriminación y con los elementos interrelacionados de la protección a la salud, a
saber, disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad, incluida la realización de
ajustes razonables necesarios en el centro penitenciario, para permitir que pudiera vivir
con la mayor independencia posible y en igualdad de condiciones con otras personas en
situación de privación de libertad.
216. Asimismo, el Estado debió facilitar que pudiera acceder, conforme al principio de
equivalencia, a medios a los cuales razonablemente hubiera podido acceder para lograr
su rehabilitación si no hubiera estado bajo custodia estatal, así como para prevenir la
adquisición de nuevas discapacidades. En este sentido, el perito Carlos Ríos Espinosa,
miembro del Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, se refirió a la importancia de que el Estado hubiese tomado determinadas
medidas, tales como otorgarle una prótesis o asegurar que ella contara con apoyo de
profesionales que le permitieran comprender y aceptar su nueva condición. Además,
señaló que los Estados tienen la carga de acreditar que adoptaron las medidas necesarias
para eliminar las barreras que enfrentan y garantizar igualdad de condiciones en el goce
de sus derechos.
217. En este caso, la señora Chinchilla se movilizaba en una silla de ruedas y, según el
referido informe socioeconómico, tenía problemas “por los espacios tan reducidos del
lugar” de detención (COF), es decir, por las barreras o limitaciones físicas o arquitectónicas
del lugar. En esta situación, era razonable que el Estado adaptara, mínimamente, las
instalaciones del centro penitenciario a su situación de discapacidad. En cuanto a las
medidas para facilitar su higiene personal, la Corte valora que el Estado adecuara un
sanitario y lavamanos dentro de la celda individual en que fue ubicada dentro del área de
maternidad. Sin embargo, en este sentido la señora Marta Maria Gatenbein Chinchilla, hija
de la señora Chinchilla Sandoval, manifestó que la silla de ruedas no entraba en la ducha,
por lo que ella y su esposo debieron colocar tubos dentro de la ducha para evitar que se
cayera y que debían pagar trescientos quetzales mensualmente como “colaboración” para
que ella pudiera permanecer en el área de maternal, más cien quetzales por el uso de
televisión, refrigeradora y luz eléctrica. El Estado no desvirtuó lo anterior, por lo que la
mayoría de los ajustes realizados no son atribuibles al Estado ni resultaron suficientes
para paliar sus condiciones de detención como persona en situación de discapacidad. En
este sentido, no existía una infraestructura adecuada, pues el área de maternidad era
reducido (aunque sí permitía la movilización en silla de ruedas) y ella dependía de otras
internas y de personal penitenciario para poder trasladarse a las áreas comunes. Su caída
se dio en las gradas que comunicaban a los hogares C y D del COF al tratar de bajar del
lugar donde se encontraba y no tener quién la desplazara (la celda se encontraba en lo
alto de varias gradas, por lo que dependía de otras reclusas para moverse dentro del
centro de maternidad).
218. Por otro lado, respecto de las facilidades prácticas y procedimientos que debían
seguirse para permitir las salidas de la señora Chinchilla del COF y su asistencia a las citas
médicas en hospitales, se daban múltiples dificultades de accesibilidad física al transporte
115
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
219. Por las razones anteriores es posible concluir que, como resultado de la falta de
accesibilidad y ajustes razonables suficientes, se colocó a la presunta víctima en situación
de discriminación y en condiciones de detención incompatibles con el derecho de toda
persona con discapacidad a que se respete su derecho a la integridad física y mental en
igualdad de condiciones con las demás personas, en los términos de los artículos 5.1 y 1.1
de la Convención, en perjuicio de la señora Chinchilla Sandoval.
Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C
No. 298
236. Ahora bien, la Corte nota que las personas con VIH han sido históricamente
discriminadas debido a las diferentes creencias sociales y culturales que han creado un
estigma alrededor de la enfermedad. De este modo, que una persona viva con VIH/SIDA,
o incluso la sola suposición de que lo tiene, puede crear barreras sociales y actitudinales
para que ésta acceda en igualdad de condiciones a todos sus derechos. La relación entre
este tipo de barreras y la condición de salud de las personas justifica el uso del modelo
social de la discapacidad como enfoque relevante para valorar el alcance de algunos
derechos involucrados en el presente caso.
238. En este sentido, el convivir con el VIH no es per se una situación de discapacidad.
Sin embargo, en algunas circunstancias, las barreras actitudinales que enfrente una
persona por convivir con el VIH generan que las circunstancias de su entorno le coloquen
en una situación de discapacidad. En otras palabras, la situación médica de vivir con VIH
puede, potencialmente, ser generadora de discapacidad por las barreras actitudinales y
sociales. Así pues, la determinación de si alguien puede considerarse una persona con
discapacidad depende de su relación con el entorno y no responde únicamente a una lista
de diagnósticos. Por tanto, en algunas situaciones, las personas viviendo con VIH/SIDA
pueden ser consideradas personas con discapacidad bajo la conceptualización de la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
116
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
239. La Corte nota que diversos organismos internacionales se han manifestado acerca
de la estrecha relación que existe entre el VIH/SIDA y la discapacidad en razón de los
diversos padecimientos físicos que se pueden presentar en razón de la enfermedad, así
como por las barreras sociales derivadas de la misma. ONUSIDA ha precisado que una de
esas percepciones erradas sobre el VIH/SIDA es la de considerar que las personas con
VIH son una amenaza a la salud pública. Además, el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos en el caso Kiyutin Vs. Rusia consideró que una distinción hecha con base en el
estado de salud de una persona, incluyendo escenarios como la infección por VIH, debería
estar cubierta por el término de discapacidad o paralelamente por el término “otra
situación” en el texto del artículo 14 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Asimismo, la Corte destaca que algunos Estados y tribunales constitucionales han
reconocido la condición de convivir con VIH como una forma de discapacidad.
Corte IDH. Caso Poblete Vilches y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 349
117
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
tiene que tener en cuenta las capacidades evolutivas del paciente, y su condición actual
para brindar el consentimiento. Esta Corte considera que entre los elementos necesarios
para otorgar el consentimiento informado por parte de sus familiares, este también debe
de ser previo, libre, pleno e informado, a menos que se trate de una situación de
emergencia, en donde la Corte ya ha reconocido que existen excepciones donde es posible
que el personal de salud actúe sin la exigencia del consentimiento, en casos en los que
éste no pueda ser brindado por la persona y que sea necesario un tratamiento médico o
quirúrgico inmediato, de urgencia o de emergencia, ante un grave riesgo contra la vida o
la salud del paciente.
173. Con base en lo anterior, este Tribunal concluye que el Estado incumplió con su
obligación internacional de obtener, a través de su personal de salud, el consentimiento
informado por parte de los familiares del señor Poblete Vilches, para la práctica de los
actos médicos realizados durante su primer ingreso en el Hospital Sótero del Río.
Adicionalmente, el Estado vulneró el derecho de acceso a la información de los familiares,
debido a que no se les otorgó información clara y precisa sobre el alta al paciente y sus
cuidados necesarios. Asimismo, se vulneró éste derecho debido a que durante el segundo
ingreso, no se proporcionó información clara y accesible respecto del diagnóstico y
atención médica otorgada al señor Poblete Vilches. Por ende, la Corte considera que se
violó el derecho a obtener un consentimiento informado y acceso a la información en
materia de salud, de conformidad con los artículos 26, 13, 11 y 7 de la Convención
Americana, en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento, en perjuicio del señor
Poblete Vilches y sus familiares.
Corte IDH. Caso Guachalá Chimbo y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de marzo de 2021. Serie C No. 423
80. Las personas con discapacidad son titulares de los derechos establecidos en la
Convención Americana. El deber de respetar los derechos humanos reconocidos en la
Convención, concierne a todos los que actúen a nombre del Estado, especialmente si
proceden en la condición de órganos estatales, por lo que la eventual violación de aquellos
le es atribuible directamente. La obligación de garantizar el libre y pleno ejercicio de dichos
derechos, significa que es responsable de la violación de éstos por parte de terceros en el
evento de que no haya adoptado las medidas indispensables para impedir su trasgresión
o para hacerla cesar, reparando el daño causado. Y todo ello respecto de cualquier persona
que se encuentre, por cualquier causa, circunstancia o motivo, bajo su jurisdicción.
82. La CIADDIS consagró un catálogo de obligaciones que los Estados deben cumplir con
el objetivo de alcanzar “la prevención y eliminación de todas las formas de discriminación
contra las personas con discapacidad y propiciar su plena integración en la sociedad”. Esta
Convención fue ratificada por Ecuador el 18 de marzo de 2004.
83. Por otra parte, la CDPD establece los siguientes principios rectores en la materia: i) el
respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las
propias decisiones, y la independencia de las personas; ii) la no discriminación; iii) la
participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad; iv) el respeto por la diferencia
118
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
84. La CIADDIS define el término “discapacidad” como “una deficiencia física, mental o
sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer
una o más actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por
el entorno económico y social”. Por su parte, la CDPD establece que las personas con
discapacidad “incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales
o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su
participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
86. En cumplimiento de los deberes de protección especiales del Estado respecto de toda
persona que se encuentre en una situación de vulnerabilidad, es imperativa la adopción
de medidas positivas, determinables en función de las particulares necesidades de
protección del sujeto de derecho, ya sea por su condición personal o por la situación
específica en que se encuentre, como la discapacidad. En este sentido, es obligación de
los Estados propender por la inclusión de las personas con discapacidad por medio de la
igualdad de condiciones, oportunidades y participación en todas las esferas de la sociedad,
con el fin de garantizar que las limitaciones normativas o de facto sean desmanteladas.
Por tanto, es necesario que los Estados promuevan prácticas de inclusión social y adopten
medidas de diferenciación positiva para remover dichas barreras.
87. La Corte considera que las personas con discapacidad a menudo son objeto de
discriminación a raíz de su condición, por lo que los Estados deben adoptar las medidas
de carácter legislativo, social, educativo, laboral o de cualquier otra índole, necesarias
para que toda discriminación asociada con las discapacidades sea eliminada, y para
propiciar la plena integración de esas personas en la sociedad. En este sentido, el Comité
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha resaltado la obligación de tomar
medidas especiales, “en toda la medida que se lo permitan los recursos disponibles, para
lograr que [las personas con discapacidad] procuren superar los inconvenientes, en
términos del disfrute de los derechos especificados en el Pacto, derivados de su
discapacidad”.
88. Sobre este punto, la CDPD establece que la discriminación por motivos de discapacidad
también ocurre cuando se deniegan los ajustes razonables. Dicha Convención definió como
ajustes razonables:
[L]as modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga
desproporcionada o indebida, cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las
personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás, de
todos los derechos humanos y libertades fundamentales.
119
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
90. Por otra parte, esta Corte advierte que los hechos del presente caso ocurrieron
mientras el señor Guachalá Chimbo se encontraba institucionalizado en un hospital
psiquiátrico. Al respecto, este Tribunal resalta que, en los entornos institucionales, ya sea
en hospitales públicos o privados, el personal médico encargado del cuidado de los
pacientes, ejerce un fuerte control o dominio sobre las personas que se encuentran sujetas
a su custodia. Este desequilibrio intrínseco de poder entre una persona internada y las
personas que tienen la autoridad, se multiplica muchas veces en las instituciones
psiquiátricas. Lo anterior exige que, en caso de que existan hospitales psiquiátricos, los
Estados deben ejercer una estricta vigilancia sobre dichos establecimientos. Los Estados
tienen el deber de supervisar y garantizar que en toda institución psiquiátrica, pública o
privada, sea preservado el derecho de los pacientes de recibir un tratamiento digno,
humano y profesional, y de ser protegidos contra la explotación, el abuso y la degradación.
91. Adicionalmente, se advierte que un peritaje del entorno social realizado por la Fiscalía
de Pichincha determinó que la familia del señor Guachalá Chimbo “no tiene ingresos
suficientes que les permita cubrir sus necesidades básicas, como manutención, salud,
vivienda [y] recreación”. Además, la falta de recursos económico impedía que la presunta
víctima tuviese acceso a las medicinas que necesitaba para tratar la epilepsia. En este
sentido, la Corte considera que en el caso de Luis Eduardo Guachalá Chimbó, de verificarse
los distintos motivos de discriminación alegados en este caso, habrían confluido en forma
interseccional distintos factores de vulnerabilidad o fuentes de discriminación asociados a
su condición de persona con discapacidad y la posición económica por la situación de
pobreza extrema en la que vivía. Al respecto, la Corte resalta que, la falta de recursos
económicos puede dificultar o imposibilitar el acceso a la atención médica necesaria para
prevenir posibles discapacidades o para la prevención y reducción de la aparición de
nuevas discapacidades. En razón de lo anterior, este Tribunal ha señalado que entre las
medidas positivas a cargo de los Estados para las personas con discapacidad que viven en
situación de pobreza se encuentran aquellas necesarias para prevenir todas las formas de
discapacidad prevenibles, y otorgar a las personas con discapacidad el tratamiento
preferencial apropiado a su condición.
Consentimiento informado
120
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
117. La capacidad jurídica adquiere una importancia especial para las personas con
discapacidad cuando tienen que tomar decisiones fundamentales en lo que respecta a su
salud. En este sentido, someter a una persona con discapacidad a un tratamiento de salud
sin su consentimiento informado puede constituir una negación de su personalidad
jurídica.
118. El consentimiento informado del paciente es una condición sine qua non para la
práctica médica, el cual se basa en el respeto a su autonomía y su libertad para tomar sus
propias decisiones de acuerdo a su plan de existencia. En otras palabras, el consentimiento
informado asegura el efecto útil de la norma que reconoce la autonomía como elemento
indisoluble de la dignidad de la persona.
120. Como regla general, el consentimiento es personal, en tanto debe ser brindado por
quien se someterá al procedimiento. Este Tribunal resalta que la discapacidad real o
percibida no debe ser entendida como una incapacidad para determinarse, y debe
aplicarse la presunción de que las personas que padecen de discapacidades son capaces
de expresar su voluntad, la que debe ser respetada por el personal médico y las
autoridades. En efecto, la discapacidad de un paciente no debe utilizarse como justificación
para no solicitar su consentimiento y acudir a un consentimiento por representación.
El carácter universal de los derechos humanos obliga a los Estados a promover la plena
efectividad de los derechos de todas las personas. Las personas con discapacidad deben gozar
121
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
de todos los derechos humanos y todas las libertades fundamentales en igualdad de condiciones
con las demás. El acceso a un apoyo adecuado es, sin lugar a dudas, una condición necesaria
para que las personas con discapacidad puedan ejercer efectivamente sus derechos humanos
en igualdad de condiciones con las demás y, de ese modo, vivir con dignidad y autonomía en la
comunidad.
122. El Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ha indicado que el
apoyo que se debe otorgar a las personas con discapacidad “debe respetar los derechos,
la voluntad y las preferencias de las personas con discapacidad y nunca debe consistir en
decidir por ellas”. En este sentido, explicó que:
‘Apoyo’ es un término amplio que engloba arreglos oficiales y oficiosos, de distintos tipos e
intensidades. Por ejemplo, las personas con discapacidad pueden escoger a una o más personas
de apoyo en las que confíen que les ayuden a ejercer su capacidad jurídica para determinados
tipos de decisiones, o pueden recurrir a otras formas de apoyo, como la ayuda mutua, la
promoción (incluido el apoyo a la autopromoción) o la asistencia para comunicarse.
123. En el caso de que sea una persona la encargada de prestar el apoyo, el personal
médico y sanitario “debe velar por que se efectúe la consulta apropiada directamente con
la persona con discapacidad y garantizar, en la medida de sus posibilidades, que los
asistentes o personas encargadas de prestar apoyo no sustituyan a las personas con
discapacidad en sus decisiones ni ejerzan una influencia indebida sobre ellas”.
124. Adicionalmente, los Estados deben brindar a las personas con discapacidad la
posibilidad de planificar anticipadamente su propio apoyo, especificando quien prestaría
dicho apoyo y su funcionamiento. Esta planificación debe ser respetada cuando la persona
con discapacidad llegara “a encontrarse en la imposibilidad de comunicar sus deseos a los
demás”.
127. Esta Corte advierte que la Ley de Derechos del Paciente establecía el derecho de todo
paciente de recibir información y decidir si aceptaba o declinaba el tratamiento médico.
No obstante, la normativa del Hospital Julio Endara, vigente al momento de la internación
del señor Guachalá Chimbo, no reconocía este derecho, sino que utilizaba un modelo de
sustitución de voluntad, exigiendo el consentimiento del familiar o representante del
paciente, y no del propio paciente. En efecto, la normativa no incluía la obligación de
obtener el consentimiento informado del paciente, sino que establecía que este tenía
derecho a ser informado “en términos razonables para su cabal comprensión, en el
momento que el médico tratante lo considere prudente”. En este sentido, la propia
normativa del hospital asumía un modelo de sustitución de voluntad, priorizando informar
al familiar y no al paciente propiamente.
128. Esta lógica paternalista del trato al paciente también se ve reflejada en el acta de
autorización de internamiento empleada por el Hospital Julio Endara, la cual está
redactada asumiendo que será un tercero quien autorizará la internación del paciente y
establece “autorizamos a los médicos del hospital realizar los tratamientos que creyeren
convenientes”, sin especificar siquiera cuáles serán los tratamientos a los que será
sometida la persona.
122
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
132. Esta Corte ha establecido que existen excepciones donde es posible que el personal
de salud actúe sin la exigencia del consentimiento, en casos en los que éste no pueda ser
brindado por la persona y que sea necesario un tratamiento médico o quirúrgico
inmediato, de urgencia o de emergencia, ante un grave riesgo contra la vida o la salud
del paciente. El Tribunal ha considerado que la urgencia o emergencia se refiere a la
inminencia de un riesgo y, por ende, a una situación en que la intervención es necesaria
ya que no puede ser pospuesta, excluyendo aquellos casos en los que se puede esperar
para obtener el consentimiento.
134. Sobre este punto, el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ha
indicado que, incluso en situaciones de crisis, se debe prestar apoyo a las personas con
discapacidad, proporcionándose información exacta y accesible sobre las opciones de
servicios disponibles y se ofreciéndose alternativas no médicas. Solo en caso de ausencia
de medidas de planeación anticipada [...], y que después de realizar “un esfuerzo
considerable” por obtener el consentimiento no sea posible determinar la voluntad y las
preferencias de una persona, es permisible la determinación de la “mejor interpretación
posible de la voluntad y las preferencias”. Este último recurso “implica determinar lo que
la persona habría deseado”, tomando en “las preferencias, los valores, las actitudes, los
argumentos y los hechos anteriores, incluidas las formas de comunicación verbales o no
verbales, de la persona concernida”. No constituye una determinación en función de su
“interés superior”, ya que este no es una salvaguardia que cumpla con el respeto del
derecho a la capacidad jurídica en relación con los adultos. Asimismo, de acuerdo al
peritaje del señor Christian Courtis, en estos casos, “las autoridades tienen la obligación
de dirigir su acción al restablecimiento de la capacidad de consentir, esta puede también
considerarse una medida de apoyo”.
135. Tomando en cuenta la normativa aplicada por el Hospital Julio Endara al momento
de los hechos, la redacción del acta de autorización y demás pruebas sobre el momento
del internamiento de la presunta víctima, es claro para la Corte que en el presente caso
el Estado no tomó ninguna medida para apoyar al señor Guachalá Chimbo para que
123
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
136. Por otra parte, la Corte no puede dejar de hacer notar que a la señora Chimbo
tampoco se le explicó el diagnóstico de su hijo, cuál sería el tratamiento, su objetivo, el
método, ni los posibles riesgos del mismo. Tampoco fueron señaladas otras alternativas
al tratamiento propuesto. Por el contrario, la hoja de autorización simplemente señala que
autorizaba “a los médicos del hospital realizar los tratamientos que creyeren
convenientes”. Por tanto, la madre no consintió de forma informada al tratamiento al que
fue sometido el señor Guachalá Chimbo.
137. Adicionalmente, esta Corte recuerda que el artículo 2 de la Convención obliga a los
Estados Partes a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las
disposiciones de la Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren
necesarias para hacer efectivos los derechos y libertades protegidos por la Convención.
Dicho deber implica la adopción de medidas en dos vertientes. Por una parte, la
supresiónde las normas y prácticas de cualquier naturaleza que entrañen violación a las
garantías previstas en la Convención, ya sea porque desconozcan esos derechos o
libertades u obstaculicen su ejercicio. Por otra, la expedición de normas y el desarrollo de
prácticas conducentes a la efectiva observancia de dichas garantías.
143. La Corte resalta que los Estados deben proporcionar los servicios de salud necesarios
para prevenir posibles discapacidades, así como prevenir y reducir al máximo la aparición
de nuevas discapacidades. Dicha obligación también se encontraba incluida en el artículo
53 de la Constitución ecuatoriana vigente al momento de los hechos. De forma similar, el
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha establecido que respecto a las
personas con discapacidad:
[E]n la medida en que se requiera un tratamiento especial, los Estados Partes han de adoptar
medidas apropiadas, en toda la medida que se lo permitan los recursos disponibles, para lograr
que dichas personas procuren superar los inconvenientes, en términos del disfrute de los
derechos especificados en el Pacto, derivados de su discapacidad.
144. Adicionalmente, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
establece, dentro de las obligaciones incluidas en el derecho a la salud, que los Estados
“[p]roporcionarán los servicios de salud que necesiten las personas con discapacidad
específicamente como consecuencia de su discapacidad, incluidas la pronta detección e
124
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
145. Lo anterior se relaciona con el derecho de las personas con discapacidad a vivir de
forma independiente y a ser incluidas en la comunidad. En este sentido, los Estados deben
de tomar medidas “para que las personas con discapacidad puedan lograr y mantener la
máxima independencia, capacidad física, mental, social y vocacional, y la inclusión y
participación plena en todos los aspectos de la vida”.
148. Este Tribunal recuerda que el cumplimiento de la obligación del Estado de respetar y
garantizar el derecho a la salud deberá dar especial cuidado a las personas en situación
de pobreza. En este sentido, los Estados deberán tomar medidas para que los tratamientos
necesarios para prevenir discapacidades no sean una carga desproporcionada para los
hogares más pobres.
150. En virtud de lo anterior, la Corte considera que la falta de acceso a las medicinas
requeridas por el señor Guachalá Chimbo constituyó un incumplimiento de la obligación
de asegurar que los servicios de salud sean accesibles, y, por ende, una violación del
derecho a la salud.
151. El derecho a la salud requiere que los servicios prestados sean aceptables, es decir
“concebidos para mejorar el estado de salud de las personas que se trate”, así como
“apropiados desde el punto de vista científico y médico y ser de buena calidad”. Por otra
125
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Vera Rojas y otros Vs. Chile. Excepciones preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de octubre de 2021. Serie C No. 439
125. En el presente caso, de conformidad con los alegatos planteados por la Comisión y
las representantes, el Tribunal procederá a analizar si el Estado cumplió con su deber de
regular los servicios de las aseguradoras. En ese sentido, en primer lugar, la Corte
considera que la disposición de la Circular No. 7, la cual permitía la exclusión de
enfermedades catastróficas del RHD cuando éstas eran calificadas como “enfermedades
crónicas”, carecía de elementos objetivos que permitieran distinguir con claridad aquellas
enfermedades que se encontraban cubiertas en esta causal. Esto es así puesto que la
determinación sobre la naturaleza “crónica” de una enfermedad es una categoría que hace
referencia a su duración y progresión, lo cual permite una amplia discrecionalidad respecto
a las enfermedades que se califican como tales, y que, por lo tanto, pueden ser excluidas
de la cobertura. La ambigüedad de la disposición plantea un problema de previsibilidad y
claridad para los contratantes del CAEC respecto de la atención de sus enfermedades,
además de producir inseguridad jurídica respecto al alcance de sus prestaciones en
materia de salud.
126. Adicionalmente, esta Corte considera que el contenido sustantivo de la Circular No.
7, al establecer la exclusión de la hospitalización domiciliaria respecto de tratamientos de
enfermedades crónicas, permitía que, con independencia de la gravedad de la enfermedad
del paciente y los posibles riesgos que conlleva el retiro del RHD, y atendiendo a un criterio
de la duración y progresión de la enfermedad, la aseguradora pudiera retirar la cobertura
de servicios de atención médica que podían resultar esenciales para la preservación de la
126
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
salud, la integridad personal y la vida de las personas. La Corte advierte que esta
disposición, al no establecer ningún requisito adicional para el retiro del RHD, más allá de
la consideración acerca de la naturaleza “crónica” de la enfermedad, constituía un riesgo
para los derechos humanos, pues podía restringir el acceso a un tratamiento médico que
podía ser fundamental para preservar la salud, integridad y vida de las personas, y
particularmente de niñas y niños que tuvieran enfermedades como la de Martina, y que
tenían alguna discapacidad que los hacía especialmente vulnerables. En ese sentido, el
Tribunal es de la posición que las disposiciones que permiten la modificación o el retiro de
las condiciones de atención médica, deben permitir contemplar adecuadamente los riesgos
que conllevan a los derechos de las personas en las situaciones concretas, así como las
condiciones especiales de vulnerabilidad que enfrenten los pacientes.
127. Asimismo, el Tribunal advierte que la disposición antes mencionada permitía que las
aseguradoras distinguieran entre personas que podían recibir el RHD sobre la base de la
duración y progresión de la enfermedad, aun cuando el CAEC tiene como objetivo permitir
que los asegurados tengan acceso a la cobertura de los gastos de la atención médica de
enfermedades graves y de alto costo necesaria para su salud. De esta forma, la distinción
que planteaba la norma, que permitía la exclusión del RHD a las enfermedades crónicas,
resulta arbitraria, pues desde una perspectiva médica, la duración y progresividad de la
enfermedad no es un elemento determinante respecto de la pertinencia de un tratamiento
médico que requiere hospitalización domiciliaria. Así, la existencia de la causal prevista
por la Circular No. 7 que se discute, tenía el efecto práctico de que personas que tenían
contratado el CAEC, y que se encontraban en la misma circunstancia, es decir que
requerían una atención médica conforme al RHD, para preservar su salud, su integridad
personal y su vida, fueran excluidas de dicho beneficio por el hecho de que su enfermedad
era crónica. Esta distinción, basada en un criterio temporal, y que no tomaba en cuenta
las necesidades de atención médica de personas que tienen enfermedades graves, como
fue el caso de Martina, que además es una niña con una discapacidad, resulta en una
norma discriminatoria en relación con la garantía de los derechos a la salud, la niñez, la
integridad personal, y la vida.
128. En segundo lugar, en el caso concreto, el Tribunal advierte que los problemas
regulatorios de la Circular No. 7 permitieron que la Isapre MasVida, mediante la carta
enviada el 13 de octubre de 2010 al señor Vera Luza, retirara el RHD sin otra consideración
excepto que el estado de Martina Vera era “progresivo e irrecuperable” y, por lo tanto,
que se encontraba excluida por tratarse de una enfermedad “crónica”. El Tribunal constata
que la decisión de la Isapre se basó en el peritaje médico del Dr. Rodrigo Vargas Saavedra,
quien calificó el estado de la enfermedad como “progresivo e irrecuperable”, más nunca
se calificó como “crónica”. Posteriormente, el Dr. Oscar Darrigrande señaló que constituye
un error conceptual equiparar una enfermedad progresiva con una enfermedad crónica,
pues la progresividad implica una variación de la enfermedad que requería una atención
médica domiciliaria. En este sentido, la Corte considera que la ambigüedad de la norma,
y la ausencia de previsión de otras condiciones regulatorias que permitieran mantener el
RHD, como lo son las consecuencias que tendría su suspensión en la salud, la integridad
personal y la vida, así como las condiciones especiales de vulnerabilidad, permitió el
equiparamiento de una enfermedad progresiva con una enfermedad crónica, y la
subsecuente exclusión del RHD para el tratamiento médico de Martina, quien es una niña
que sufre una discapacidad.
129. Respecto a este último punto, el Tribunal recuerda que la decisión tomada por la
Isapre fue adoptada aun cuando la aseguradora tenía conocimiento de la necesidad de
Martina de mantener la continuidad de su tratamiento médico en su domicilio. En este
sentido, la Corte considera que se encuentra plenamente probado que la aseguradora
127
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
conocía del riesgo que existía para Martina si se retiraba el RHD cuando tenía la
enfermedad de Leigh. En particular, el peritaje médico del Doctor Vargas Saavedra, en el
cual se basó el retiro del RHD, claramente estableció que “la terapia de soporte clínico en
domicilio es fundamental para el bienestar de la menor”. Esta conclusión fue igualmente
adoptada por la Corte de Apelaciones de Concepción en la resolución de 26 de enero de
2011, en el marco del recurso de protección intentado por los padres de Martina (...), y
por la decisión arbitral de 19 de abril de 2012, confirmada el 23 de agosto de 2012 (...).
Asimismo, durante la audiencia pública, el perito Oscar Darrigrande, aseguró que en caso
de que se hubiera retirado la atención hospitalaria domiciliaria para Martina, sus
expectativas y condiciones de vida se habrían visto gravemente afectadas, puesto que
habría estado expuesta a otras enfermedades respiratorias dado que tiene una
traqueostomía y una gastrostomía.
130. En ese sentido, la Corte advierte que los problemas regulatorios de la Circular No. 7
permitieron que la aseguradora adoptara una decisión que, además de excluir el RHD a
favor de Martina, lo cual conllevaba un riesgo para su salud, su integridad personal y su
vida, obligaba a Martina a continuar con su tratamiento médico en condiciones que no
eran adecuadas para su estado de salud, y las necesidades especiales que surgían en
virtud de su condición como niña con discapacidad, afectando así las posibilidades de una
existencia digna. El cese de la hospitalización domiciliaria hubiera puesto en peligro la
accesibilidad de la atención de la salud. Esto es así ya que los centros de salud de Arica,
que eran aquellos a los que tendría acceso geográfico para continuar con su tratamiento
tras la decisión de la Isapre, no ofrecían las condiciones necesarias para su atención
médica, por lo que la familia tendría que desplazarse a otro hospital a gran distancia,
además de que los gastos aparejados a la falta de cobertura del RHD afectarían las
posibilidades de su familia para poder acceder a dicha atención. En este sentido, la Corte
recuerda que, conforme al requisito de accesibilidad, los tratamientos de rehabilitación y
cuidados paliativos pediátricos deben privilegiar, en la medida de lo posible, la atención
domiciliaria, o en un lugar cercano al domicilio de la niña o el niño (...).
128
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
133. Por otro lado, el Tribunal recuerda que el derecho a la salud se encuentra
estrechamente relacionado con el derecho a la seguridad social. Los Estados se encuentran
obligados a organizar su sistema de salud de forma tal que permita a las personas acceder
a servicios de salud adecuados, los cuales además deben incluir el acceso a medidas
preventivas y curativas, y el apoyo suficiente a las personas con discapacidad192. Por
esta razón, la Corte considera que las deficiencias normativas de la Circular No. 7
produjeron una afectación del derecho a la seguridad social, en tanto permitieron que la
decisión de la Isapre estableciera una limitación arbitraria y discriminatoria del acceso a
Martina a los servicios de salud necesarios para atención de su enfermedad, y que se
encontraban previstos en el sistema de atención a la salud chileno. Lo anterior ocurrió
como resultado del incumplimiento del Estado de regular adecuadamente la prestación de
servicios por parte de la aseguradora, lo que tuvo como resultado que el Estado
incumpliera su deber de prevenir que los actos de terceros pusieran en riesgo la posibilidad
de que Martina gozara plenamente del RHD, el cual estaba incluido en el CAEC, y por
consiguiente constituía una de las prestaciones de salud que ofrece el sistema de
seguridad social.
134. Por otro lado, el Tribunal advierte que el presente caso plantea una cuestión de
regresividad en términos del artículo 26 de la Convención. La Corte constata que, previo
a la adopción de la Circular No. 7, la CAEC se encontraba regulada por la Circular No. 059
de 29 de febrero de 2000193. Esta circular no excluía el tratamiento de enfermedades
crónicas de la cobertura del CAEC. Sin embargo, con la adopción de la Circular No. 7 se
introdujo dicha causal de exclusión de cobertura. En ese sentido, en tanto dicha causal
estableció una distinción arbitraria y discriminatoria, cuestión que fue señalada por el
propio Estado en la introducción de la Circular No. IF/282 de 26 de enero de 2017 (...),
que implicó una restricción a los derechos a la salud y la seguridad social, el Tribunal
considera que se trata de una medida deliberadamente regresiva que no encuentra
justificación en el contexto de las obligaciones internacionales del Estado respecto de sus
obligaciones de desarrollo progresivo de los derechos económicos, sociales, culturales y
ambientales.
135. En consideración con todo lo anterior, este Tribunal concluye que el Estado incumplió
con su deber de regulación de los servicios de salud a través de la disposición de la Circular
No. 7 de 1 de julio de 2005 y, por ende, sus obligaciones de protección de los derechos.
Esta disposición permitió la exclusión de la cobertura del RHD de Martina Vera mediante
la decisión de la Isapre MasVida, la cual era necesaria para su adecuado tratamiento
médico, más aún considerando su condición de niña con discapacidad. La decisión de la
aseguradora privada, resultado del incumplimiento del deber de regulación del Estado,
puso en riesgo los derechos a la vida, la vida digna, la integridad personal, la niñez, la
salud y la seguridad social, en relación con la obligación de garantizar los derechos sin
discriminación y el deber de adoptar disposiciones de derecho interno, en perjuicio de
Martina Vera, protegidos por los artículos 4, 5, 19 y 26 de la Convención Americana, en
relación con los artículos 1.1 y 2 del mismo instrumento. Asimismo, la existencia de dicha
norma constituyó un incumplimiento de las obligaciones de desarrollo progresivo del
Estado en términos del artículo 26 de la Convención Americana.
129
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Acosta Martínez y otros Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2020. Serie C No. 410 46
94. A la hora de analizar las motivaciones del arresto y privación de libertad del señor
Acosta Martínez, se debe tomar en cuenta el contexto de discriminación racial y
persecución policial que vivían las personas afrodescendientes en Argentina, tal y como
fue referida en los párrafos 31 a 40 de la presente Sentencia.
95. De la misma manera, la amplitud de las normas que facultan a la policía a privar de
libertad sobre la base de edictos que sancionan características más que conductas,
terminan siendo utilizadas arbitrariamente y con base en prejuicios y estereotipos de
ciertos grupos que coinciden con aquellos históricamente discriminados. En efecto, tal
como lo subraya el Informe del 2015 del Relator Especial sobre las formas
contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas:
Los agentes de policía y de inmigración y los funcionarios de prisiones a menudo actúan
basándose en perfiles raciales y étnicos, en muchas formas distintas y perniciosas. También
puede suceder que las políticas oficiales faciliten prácticas discrecionales que permiten que las
autoridades encargadas de hacer cumplir la ley dirijan selectivamente sus actuaciones hacia
grupos o personas basándose en el color de su piel, en su vestimenta, en su vello facial o en el
idioma que hablan. A veces también existe un sesgo implícito que motiva la utilización de
criterios raciales y étnicos en la actuación de las fuerzas del orden. Aunque algunos estudios
han demostrado la ineficacia de la utilización de perfiles raciales y étnica, los funcionarios siguen
recurriendo a esa práctica.
96. El programa de acción de Durban define los perfiles raciales como “la práctica de los
agentes de policía y otros funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de basarse, en
uno u otro grado, en la raza, el color, la ascendencia o el origen nacional o étnico como
motivo para someter a las personas a actividades de investigación o para determinar si
una persona realiza actividades delictivas”. El Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial ha hecho referencia a estas prácticas definiéndolas como “los
interrogatorios, las detenciones y los cacheos basados de facto exclusivamente en el
aspecto físico del individuo, su color, sus rasgos faciales, su pertenencia a un grupo racial
o étnico, o cualquier otra categorización que pueda hacerle particularmente sospechoso”.
97. En su sexto período de sesiones, el Grupo de Trabajo de Expertos sobre las Personas
de Ascendencia Africana examinó el tema de la elaboración de perfiles raciales. El Grupo
de Trabajo reconoció que elaborarlos viola el derecho a la no discriminación y recordó que
las normas internacionales y regionales dejan sentado que la discriminación racial en la
administración de justicia es ilícita. El Grupo de Trabajo destacó, además, que se ha
admitido que los perfiles raciales son un problema específico debido a que sistemática e
históricamente han estado dirigidos contra las personas de ascendencia africana, lo que
tiene consecuencias graves puesto que se crean y perpetúan una estigmatización y
estereotipos profundamente negativos de los afrodescendientes como criminales en
potencia. Asimismo, consideró que en la mayoría de los casos en que se han utilizado
perfiles raciales, no se ha logrado mejorar la situación de seguridad y se ha perjudicado
mucho a la población de ascendencia africana y otros grupos vulnerables.
46
Este caso trata sobre la responsabilidad del Estado por la afectación a la integridad personal y posterior muerte de
José Delfín Acosta Martínez mientras se encontraba bajo custodia de autoridades estatales. La Corte concluyó que el
Estado violó, entre otros, el derecho a la vida, integridad personal, libertad personal, igualdad ante la ley. Puede
consultar el resumen de la sentencia en https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_410_esp.pdf
130
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
98. Las manifestaciones de la utilización de perfiles raciales también pueden estar ligadas
a la normativa o la práctica interna. En efecto, como lo señaló el Relator Especial sobre
las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas
de intolerancia, “puede suceder que las políticas oficiales faciliten prácticas discrecionales
que permiten a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley dirijan selectivamente
sus actuaciones hacia grupos o personas basándose en el color de su piel, en su
vestimenta, en su vello facial o en el idioma en que hablan”.
99. El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria ha señalado que una privación de
libertad tiene motivos discriminatorios “cuando resultaba evidente que se había privado a
las personas de su libertad específicamente en función de las características distintivas
reales o aparentes, o a causa de su pertenencia real o presunta a un grupo diferenciado
(y a menudo minoritario)”. El Grupo de Trabajo considera como uno de los factores a
tomar en cuenta para determinar la existencia de motivos discriminatorios, si “[l]as
autoridades han hecho afirmaciones a la persona detenida o se han comportado con ella
de manera que indique una actitud discriminatoria”. De esta forma, una detención basada
en el uso de perfiles raciales sería claramente discriminatoria.
100. En el caso concreto los agentes policiales justificaron la detención del señor Acosta
Martínez en su supuesto estado de ebriedad. De esta forma, al utilizar una normativa tan
amplia como los Edictos contra la ebriedad, en realidad se encubrió la utilización de un
perfil racial como motivo principal para su detención y, por consiguiente, se puso de
manifiesto la arbitrariedad de su privación de libertad. En efecto, este Tribunal ha señalado
que las detenciones realizadas por razones discriminatorias son, por consiguiente,
arbitrarias.
101. De esta forma, y tomando en cuenta que el propio Estado reconoce y subraya que el
arresto y la detención de José Delfín Acosta Martínez estuvieron motivados por motivos
discriminatorios, esta Corte considera que se violaron los artículos 7.1, 7.3 y 24 en relación
con el artículo 1.1 de la Convención, en perjuicio del señor Acosta Martínez.
102. Tomando en cuenta el reconocimiento de responsabilidad por parte del Estado y las
consideraciones anteriores, la Corte concluye que el arresto y privación de libertad del
señor Acosta Martínez fue realizado amparándose en una normativa que no cumple con
los requisitos convencionales. Asimismo, la amplitud de la normativa que regulaba las
facultades policiales para detener personas por la comisión de contravenciones, permitió
la aplicación de perfiles raciales y de detenciones basadas en prácticas discriminatorias,
por lo que la detención fue, además, arbitraria y discriminatoria.
131
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso del Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2006. Serie C No. 160 47
394. […] Por ello, el Estado debe adoptar todas las medidas que sean necesarias para
cumplir la obligación de investigar todos los hechos constitutivos de las violaciones a los
derechos humanos declaradas en esta Sentencia y para ello debe tomar en cuenta lo
resuelto por esta Corte en la presente Sentencia, incluyendo las consideraciones realizadas
sobre las víctimas de los hechos, los derechos que se declararon violados y la
determinación de la gravedad y magnitud de los mismos. Ello implica también que el
Estado tome en consideración la gravedad de los hechos constitutivos de violencia contra
la mujer, teniendo en consideración las obligaciones que le imponen los tratados que ha
ratificado en esa materia.
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205
253. La Convención Belém do Pará define la violencia contra la mujer […] y en su artículo
7.b obliga a los Estados Partes a utilizar la debida diligencia para prevenir, sancionar y
erradicar dicha violencia.
254. Desde 1992 el CEDAW estableció que “los Estados también pueden ser responsables
de actos privados si no adoptan medidas con la diligencia debida para impedir la violación
de los derechos o para investigar y castigar los actos de violencia e indemnizar a las
víctimas”. En 1993 la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer de
la Asamblea General de las Naciones Unidas instó a los Estados a “[p]roceder con la debida
diligencia a fin de prevenir, investigar y, conforme a la legislación nacional, castigar todo
47
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la utilización excesiva de la fuerza que resultó
en la muerte de decenas de presos, así como de numerosos heridos en el marco de un operativo en el centro
penitenciario Miguel Castro Castro. La Corte determinó la violación entre otros, los derechos a la vida, integridad
personal, libertad personal, hora y dignidad, libertad de conciencia y religión libertad de pensamiento y expresión,
garantías judiciales y protección judicial. En el siguiente enlace podrá consultar la Sentencia del caso:
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_160_esp.pdf
132
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
acto de violencia contra la mujer, ya se trate de actos perpetrados por el Estado o por
particulares” y lo mismo hizo la Plataforma de Acción de la Conferencia Mundial sobre la
Mujer de Beijing. En el 2006 la Relatora Especial sobre violencia contra la mujer de la ONU
señaló que “[t]omando como base la práctica y la opinio juris […] se puede concluir que
hay una norma del derecho internacional consuetudinario que obliga a los Estados a
prevenir y responder con la debida diligencia a los actos de violencia contra la mujer”.
255. En el caso Maria Da Penha Vs. Brasil (2000), presentado por una víctima de violencia
doméstica, la Comisión Interamericana aplicó por primera vez la Convención Belém do
Pará y decidió que el Estado había menoscabado su obligación de ejercer la debida
diligencia para prevenir, sancionar y erradicar la violencia doméstica, al no condenar y
sancionar al victimario durante quince años pese a las reclamaciones oportunamente
efectuadas. La Comisión concluyó que dado que la violación forma parte de un “patrón
general de negligencia y falta de efectividad del Estado”, no sólo se violaba la obligación
de procesar y condenar, sino también la de prevenir estas prácticas degradantes.
256. De otra parte, la Relatoría Especial sobre la violencia contra la mujer de la ONU ha
proporcionado directrices sobre qué medidas deben tomar los Estados para cumplir con
sus obligaciones internacionales de debida diligencia en cuanto a prevención, a saber:
ratificación de los instrumentos internacionales de derechos humanos; garantías
constitucionales sobre la igualdad de la mujer; existencia de leyes nacionales y sanciones
administrativas que proporcionen reparación adecuada a las mujeres víctimas de la
violencia; políticas o planes de acción que se ocupen de la cuestión de la violencia contra
la mujer; sensibilización del sistema de justicia penal y la policía en cuanto a cuestiones
de género, accesibilidad y disponibilidad de servicios de apoyo; existencia de medidas
para aumentar la sensibilización y modificar las políticas discriminatorias en la esfera de
la educación y en los medios de información, y reunión de datos y elaboración de
estadísticas sobre la violencia contra la mujer.
258. De todo lo anterior, se desprende que los Estados deben adoptar medidas integrales
para cumplir con la debida diligencia en casos de violencia contra las mujeres. En
particular, deben contar con un adecuado marco jurídico de protección, con una aplicación
efectiva del mismo y con políticas de prevención y prácticas que permitan actuar de una
manera eficaz ante las denuncias. La estrategia de prevención debe ser integral, es decir,
debe prevenir los factores de riesgo y a la vez fortalecer las instituciones para que puedan
proporcionar una respuesta efectiva a los casos de violencia contra la mujer. Asimismo,
los Estados deben adoptar medidas preventivas en casos específicos en los que es
evidente que determinadas mujeres y niñas pueden ser víctimas de violencia. Todo esto
debe tomar en cuenta que en casos de violencia contra la mujer, los Estados tienen,
además de las obligaciones genéricas contenidas en la Convención Americana, una
obligación reforzada a partir de la Convención Belém do Pará. La Corte pasará ahora a
analizar las medidas adoptadas por el Estado hasta la fecha de los hechos del presente
caso para cumplir con su deber de prevención.
133
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
279. A pesar de que el Estado tenía pleno conocimiento del riesgo que corrían las mujeres
de ser objeto de violencia, no demostró haber adoptado medidas efectivas de prevención
antes de noviembre de 2001 que redujeran los factores de riesgo para las mujeres.
Aunque el deber de prevención sea uno de medio y no de resultado […], el Estado no ha
demostrado que la creación de la FEIHM y algunas adiciones a su marco legislativo, por
más que fueran necesarias y demuestren un compromiso estatal, fueran suficientes y
efectivas para prevenir las graves manifestaciones de la violencia contra la mujer que se
vivía en Ciudad Juárez en la época del presente caso.
283. En cuanto al segundo momento –antes del hallazgo de los cuerpos- el Estado, dado
el contexto del caso, tuvo conocimiento de que existía un riesgo real e inmediato de que
las víctimas fueran agredidas sexualmente, sometidas a vejámenes y asesinadas. La Corte
considera que ante tal contexto surge un deber de debida diligencia estricta frente a
denuncias de desaparición de mujeres, respecto a su búsqueda durante las primeras horas
y los primeros días. Esta obligación de medio, al ser más estricta, exige la realización
exhaustiva de actividades de búsqueda. En particular, es imprescindible la actuación
pronta e inmediata de las autoridades policiales, fiscales y judiciales ordenando medidas
oportunas y necesarias dirigidas a la determinación del paradero de las víctimas o el lugar
donde puedan encontrarse privadas de libertad. Deben existir procedimientos adecuados
para las denuncias y que éstas conlleven una investigación efectiva desde las primeras
horas. Las autoridades deben presumir que la persona desaparecida está privada de
libertad y sigue con vida hasta que se ponga fin a la incertidumbre sobre la suerte que ha
corrido.
284. México no demostró haber adoptado las medidas razonables, conforme a las
circunstancias que rodeaban a los casos, para encontrar a las víctimas con vida. El Estado
no actuó con prontitud dentro de las primeras horas y días luego de las denuncias de
desaparición, dejando perder horas valiosas. En el período entre las denuncias y el
hallazgo de los cuerpos de las víctimas, el Estado se limitó a realizar formalidades y a
tomar declaraciones que, aunque importantes, perdieron su valor una vez éstas no
repercutieron en acciones de búsqueda específicas. Además, las actitudes y declaraciones
de los funcionarios hacia los familiares de las víctimas que daban a entender que las
denuncias de desaparición no debían ser tratadas con urgencia e inmediatez llevan al
Tribunal razonablemente a concluir que hubo demoras injustificadas luego de las
presentaciones de las denuncias de desaparición. Todo esto demuestra que el Estado no
actuó con la debida diligencia requerida para prevenir adecuadamente las muertes y
agresiones sufridas por las víctimas y que no actuó como razonablemente era de esperarse
de acuerdo a las circunstancias del caso para poner fin a su privación de libertad. Este
incumplimiento del deber de garantía es particularmente serio debido al contexto conocido
134
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
por el Estado -el cual ponía a las mujeres en una situación especial de vulnerabilidad- y a
las obligaciones reforzadas impuestas en casos de violencia contra la mujer por el artículo
7.b de la Convención Belém do Pará.
285. Además, la Corte considera que el Estado no demostró haber adoptado normas o
implementado las medidas necesarias, conforme al artículo 2 de la Convención Americana
y al artículo 7.c de la Convención Belém do Pará, que permitieran a las autoridades ofrecer
una respuesta inmediata y eficaz ante las denuncias de desaparición y prevenir
adecuadamente la violencia contra la mujer. Tampoco demostró haber adoptado normas
o tomado medidas para que los funcionarios responsables de recibir las denuncias tuvieran
la capacidad y la sensibilidad para entender la gravedad del fenómeno de la violencia
contra la mujer y la voluntad para actuar de inmediato.
286. En razón de todo lo expuesto, el Tribunal considera que el Estado violó los derechos
a la vida, integridad personal y libertad personal reconocidos en los artículos 4.1, 5.1, 5.2
y 7.1 de la Convención Americana, en relación con la obligación general de garantía
contemplada en el artículo 1.1 y la obligación de adoptar disposiciones de derecho interno
contemplada en el artículo 2 de la misma, así como con las obligaciones contempladas en
el artículo 7.b y 7.c de la Convención Belém do Pará, en perjuicio de Claudia Ivette
González, Laura Berenice Ramos Monárrez y Esmeralda Herrera Monreal.
Corte IDH. Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277
211. Adicionalmente, las dificultades para establecer si María Isabel Veliz Franco fue
víctima de violencia contra la mujer según la Convención de Belém do Pará deriva en parte
de la ausencia de una investigación profunda y efectiva por parte de las autoridades
estatales sobre el incidente violento que causó la muerte de la víctima, así como de sus
posibles causas y motivaciones. La Corte ya ha señalado que en el momento de los hechos
ocurridos en el 2001, existía en Guatemala un contexto de incremento de homicidios que
involucraba actos contra mujeres […], a lo que se une que en el presente caso había
135
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
indicios suficientes para sospechar que el homicidio de la víctima pudo tener un móvil
discriminatorio, por el odio o desprecio por su condición de mujer, o que fue perpetrado
con algún tipo de violencia sexual […]. Además, según se desprende del expediente
judicial, la señora Rosa Elvira Franco Sandoval comunicó mediante escrito al Fiscal General
y Jefe del Ministerio Público que cuando tuvo que ir a la morgue a reconocer a su hija, el
forense “le indicó que su hija había sido violada” […].
104. Además, los Estados están obligados a adoptar medidas positivas para revertir o
cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio de
determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial de protección que el Estado
debe ejercer con respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su tolerancia o
aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias. (En similar
sentido, ver entre otros: Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de agosto de 2010. Serie C No. 214, párr. 271;
Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016. Serie C No. 318, párr.
336; Caso de personas dominicanas y haitianas expulsadas Vs. República Dominicana.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de
2014. Serie C No. 282, párr. 263.)
105. En razón de los efectos derivados de esta obligación general, los Estados sólo podrán
establecer distinciones objetivas y razonables, cuando éstas se realicen con el debido
respeto a los derechos humanos y de conformidad con el principio de la aplicación de la
norma que mejor proteja a la persona humana.
332. Con respecto a la obligación de garantizar los derechos sin discriminación, la Corte
ha establecido que el artículo 1.1 de la Convención es una norma de carácter general cuyo
contenido se extiende a todas las disposiciones del tratado, y dispone la obligación de los
Estados Parte de respetar y garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos y libertades
allí reconocidos “sin discriminación alguna”. Es decir, cualquiera sea el origen o la forma
que asuma, todo tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio respecto del
ejercicio de cualquiera de los derechos garantizados en la Convención es per se
incompatible con la misma. Los Estados están obligados a adoptar medidas positivas para
revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus sociedades, en perjuicio
de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial de protección que el
48
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por las violaciones de derechos humanos cometidas
en el marco de la “Operación Génesis”, una operación militar llevada a cabo entre el 24 y 27 de febrero de 1997 para
capturar y/o destruir integrantes del grupo guerrillero de las FARC. La Corte declaró violados, entre otros, los
derechos a la vida, integridad personal y los derechos del niño. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en
el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_270_esp.pdf
136
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Estado debe ejercer con respecto a actuaciones y prácticas de terceros que, bajo su
tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias.
Corte IDH. Caso Poblete Vilches y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 349
Corte IDH. Caso Guzmán Albarracín y otras Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 24 de junio de 2020. Serie C No. 405
142. Ahora bien, en virtud de la obligación de no discriminar, los Estados están “obligados
[...] a adoptar medidas positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias
existentes en sus sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas”. Por eso,
“[l]os Estados deben invertir en medidas proactivas que promuevan el empoderamiento
de las niñas e impugnen las normas y los estereotipos patriarcales y otras normas y
estereotipos de género perjudiciales, así como en reformas jurídicas, para hacer frente a
la discriminación directa e indirecta contra las niñas”. Este deber tiene vinculación con los
artículos 19 de la Convención Americana y 7.c de la Convención de Belém do Pará. Pese
a ello, no consta que antes de diciembre de 2002 el Estado adoptara políticas, que tuvieran
un impacto efectivo en el ámbito educativo de Paola y que procuraran prevenir o revertir
situaciones de violencia de género contra niñas en el marco de la enseñanza. Por lo
expuesto, los actos de acoso y abuso sexual cometidos contra Paola no solo constituyeron,
en sí mismos, actos de violencia y discriminación en que confluyeron, de modo
interseccional, distintos factores de vulnerabilidad y riesgo de discriminación, como la
edad y la condición de mujer. Esos actos de violencia y discriminación se enmarcaron,
además, en una situación estructural, en la que pese a ser la violencia sexual en el ámbito
educativo un problema existente y conocido, el Estado no había adoptado medidas
efectivas para revertirlo [...]. Por ello, en relación con los derechos humanos afectados
por la violencia sexual que sufrió Paola [...], el Estado incumplió sus obligaciones de
respetarlos y garantizarlos sin discriminación.
137
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
186. Al respecto, la Corte recuerda que los Estados están obligados “a adoptar medidas
positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus
sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial
de protección que el Estado debe ejercer respecto de actuaciones y prácticas de terceros
que, bajo su tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones
discriminatorias” y, además, que los Estados están obligados a adoptar medidas positivas,
determinables en función de las particulares necesidades de protección del sujeto de
derecho, ya sea por su condición personal o por la situación específica en que se
encuentre, como la extrema pobreza o marginación.
162. Al respecto, la Corte recuerda que los Estados están obligados a adoptar medidas
positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes en sus
sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial
de protección que el Estado debe ejercer respecto de actuaciones y prácticas de terceros
que, bajo su tolerancia o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones
discriminatorias y, además, que los Estados están obligados a adoptar medidas positivas,
determinables en función de las particulares necesidades de protección del sujeto de
derecho, ya sea por su condición personal o por la situación específica en que se
encuentre, como la extrema pobreza o marginación.
Corte IDH. Caso de los Buzos Miskitos (Lemoth Morris y otros) Vs. Honduras.
Sentencia de 31 de agosto de 2021. Serie C No. 432
108. Por otra parte, la Corte recuerda que del artículo 24 de la Convención se desprende
un mandato orientado a garantizar la igualdad material, lo que no sucedió en el presente
caso. En ese sentido, la Corte recuerda que el derecho a la igualdad garantizado por el
artículo 24 convencional tiene dos dimensiones, la primera una dimensión formal, que
establece la igualdad ante la ley. La segunda, una dimensión material o sustancial, que
ordena la adopción de medidas positivas de promoción a favor de grupos históricamente
discriminados o marginados en razón de los factores a los que hace referencia el artículo
1.1 de la Convención Americana. Lo anterior quiere decir que el derecho a la igualdad
implica la obligación de adoptar medidas para garantizar que la igualdad sea real y
efectiva, esto es, corregir las desigualdades existentes, promover la inclusión y la
participación de los grupos históricamente marginados, garantizar a las personas o grupos
en desventaja el goce efectivo de sus derechos, en suma, brindar a las personas
posibilidades concretas de ver realizada, en sus propios casos, la igualdad material. Para
ello, los Estados deben enfrentar activamente situaciones de exclusión y marginación.
138
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
109. En el caso concreto, este Tribunal advierte que el Estado no adoptó ninguna medida
que pueda ser valorada por la Corte como una forma efectiva de enfrentar o de buscar
revertir la situación de pobreza y marginación estructural de las víctimas, con atención a
los factores de discriminación que confluían. Además, el Estado tenía conocimiento de la
situación de especial vulnerabilidad de las víctimas, pues tal como fue reconocido por el
Estado, en agosto de 2002 la Secretaría del Trabajo, de Gobernación y Justicia se reunió
con la organización Handicap International y la AMHBLI para acordar compromisos
respecto de la solución “al problema de los buzos lisiados de la Moskitia” Asimismo, según
informes del Banco Mundial y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, para
el año 2003, el departamento de Gracias a Dios presentaba altos índices de pobreza,
analfabetismo, desempleo, y desnutrición crónica, entre otros aspectos. En este sentido,
al permitir la operación de empresas privadas sin una adecuada fiscalización y supervisión,
en una zona en la que una parte sustancial de la población es vulnerable, el Estado
incumplió con su obligación de garantizar que efectivamente se adoptaran medidas para
la protección de la vida y la salud de los buzos y para garantizar su derecho a la igualdad
material.
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205
310. La Corte resalta que las autopsias tienen como objetivo recolectar, como mínimo,
información para identificar a la persona muerta, la hora, fecha, causa y forma de la
muerte. Estas deben respetar ciertas formalidades básicas, como indicar la fecha y hora
de inicio y finalización, así como el lugar donde se realiza y el nombre del funcionario que
la ejecuta. Asimismo, se debe, inter alia, fotografiar adecuadamente el cuerpo; tomar
radiografías del cadáver, de su bolsa o envoltorio y después de desvestirlo, documentar
toda lesión. Se debe documentar la ausencia, soltura o daño de los dientes, así como
cualquier trabajo dental, y examinar cuidadosamente las áreas genital y para-genital en
búsqueda de señales de abuso sexual. En casos de sospecha de violencia o abuso sexual,
se debe preservar líquido oral, vaginal y rectal, y vello externo y púbico de la víctima.
139
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Asimismo, el Manual de Naciones Unidas indica que en los protocolos de autopsia se debe
anotar la posición del cuerpo y sus condiciones, incluyendo si está tibio o frío, ligero o
rígido; proteger las manos del cadáver; registrar la temperatura del ambiente y recoger
cualquier insecto.
140
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275 49
Corte IDH. Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277
208. La Corte reitera que la ineficacia judicial frente a casos individuales de violencia
contra las mujeres propicia un ambiente de impunidad que facilita y promueve la
repetición de los hechos de violencia en general y envía un mensaje según el cual la
violencia contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que favorece su
perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de
inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de estas en el sistema
de administración de justicia. Dicha ineficacia o indiferencia constituye en sí misma una
discriminación [de la mujer] en el acceso a la justicia. Por ello, cuando existan indicios o
sospechas concretas de violencia de género, la falta de investigación por parte de las
autoridades de los posibles móviles discriminatorios que tuvo un acto de violencia contra
la mujer, puede constituir en sí misma una forma de discriminación basada en el género.
(En similar sentido, ver entre otros: Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie
C No. 289, párr. 280; Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie
C No. 307, párr. 176.)
215. Los hechos del presente caso comprenden ambas modalidades de discriminación y
por lo tanto no se hace necesario realizar una distinción, por lo cual la Corte considera
que se ha violado tanto el derecho a la igual protección de la ley (artículo 24) como el
deber de respetar y garantizar sin discriminación los derechos contenidos en la Convención
Americana (artículo 1.1).
49
El caso se refiere la responsabilidad internacional del Estado por la detención, enjuiciamiento y extradición de la
señora J. por la supuesta comisión de los delitos de apología y terrorismo. La Corte declaró violados, entre otros, los
derechos a la integridad personal y al debido proceso. Puede consultar el resumen oficial de la sentencia en el
siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_275_esp.pdf
141
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
216. En consecuencia, la Corte estima que la investigación del homicidio de María Isabel
no ha sido conducida con una perspectiva de género de acuerdo a las obligaciones
especiales impuestas por la Convención de Belém do Pará. Por ello, en el marco de la
investigación, en el presente caso el Estado violó el derecho a la igual protección de la ley
contenido en el artículo 24 de la Convención Americana, en relación con el deber de no
discriminación contenido en el artículo 1.1 del tratado.
225. Por lo expuesto, la Corte colige que pese a indicios de que el homicidio de María
Isabel podría haberse cometido por razones de género, la investigación no fue conducida
con una perspectiva de género y se demostró que hubo faltas a la debida diligencia y actos
de sesgo discriminatorio en la misma. La investigación, ha sobrepasado excesivamente el
plazo razonable y aún continúa en su fase investigativa inicial. Además, la falta de
diligencia en el caso, como reconoció el Estado, se vinculó a la inexistencia de normas y
protocolos para la investigación de este tipo de hechos. Por todo lo dicho, esta Corte
concluye que la investigación abierta a nivel interno no ha garantizado el acceso a la
justicia de los familiares de María Isabel Veliz Franco, lo cual constituye una violación de
los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial consagrados en los artículos
8.1 y 25.1 de la Convención Americana, y el derecho a la igualdad ante ley consagrado en
el artículo 24 de la Convención, en relación con las obligaciones generales contenidas en
los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana, y con los artículos 7.b y 7.c de la
Convención de Belém do Pará, en perjuicio la señora Rosa Elvira Franco Sandoval, Leonel
Enrique Veliz Franco, José Roberto Franco, y de los abuelos ya fallecidos Cruz Elvira
Sandoval Polanco y Roberto Franco Pérez.
Corte IDH. Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C
No. 307
191. En el presente caso, la Corte constató que la escena del crimen no fue trabajada
como es debido ni con la exhaustividad requerida para lograr resultados positivos en la
investigación; hubo una falta en la recaudación, documentación y preservación de
evidencia, e irregularidades en el reconocimiento médico forense, en la práctica de la
necropsia y en su documentación respectiva. Además, las diligencias de investigación han
sido tardías, repetitivas y se han prolongado a través del tiempo, y algunas otras no se
tiene claridad sobre las razones por las cuales se han practicado […]. Dichas falencias
investigativas no son un hecho casual ni colateral a la investigación; son una consecuencia
directa de una práctica común de las autoridades que investigan de realizar una valoración
estereotipada de la víctima, aunado a la ausencia de controles administrativos sobre la
actividad de los agentes estatales que intervinieron y actuaron en la investigación con
base en estos estereotipos y prejuicios. Todo lo cual derivó en que el caso no se investigara
de manera diligente ni con rigor, manteniéndose en la impunidad hasta el día de hoy, lo
cual constituyó una forma de discriminación en el acceso a la justicia por razones de
género.
192. Ahora bien, es posible asumir que la muerte violenta de Claudina Velásquez Paiz fue
una manifestación de violencia de género a los efectos de la aplicación al caso del artículo
7 de la Convención de Belém do Pará, teniendo en cuenta:
a) los indicios de una probable violación sexual. El brasier no lo tenía puesto sino
colocado entre el pantalón y la cadera, el zipper del pantalón estaba abajo, el cincho
estaba removido, la blusa estaba puesta al revés y se documentó la presencia de
semen en la cavidad vaginal de la víctima […];
142
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
b) las lesiones que presentaba el cuerpo. Una lesión a nivel peri orbital y al lado
izquierdo de la mejilla causada antes de su muerte, y excoriaciones en la rodilla
izquierda y a nivel flanco, aparentemente causadas con posterioridad a la muerte […],
y
c) el contexto de aumento de la violencia homicida contra las mujeres en Guatemala,
agravamiento del grado de violencia contra aquellas y el ensañamiento ejercidos
contra los cuerpos de muchas de las víctimas, lo cual ocurre en un entorno de diversas
formas de violencia contra la mujer […].
196. En definitiva, la existencia de indicios sobre posible violencia de género en contra de
Claudina Velásquez fue de conocimiento de las autoridades encargadas de la investigación
a partir de los primeros momentos en que se inició la investigación. Adicionalmente, dichos
indicios fueron referidos reiteradamente en el transcurso de la misma. No obstante, a
causa de los prejuicios y las manifestaciones discriminatorias basadas en estereotipos de
género de los agentes estatales que intervinieron en la investigación, se omitió conducir
la investigación desde un enfoque de género y la muerte de Claudina Velásquez fue
conducida como un homicidio más.
197. Para la Corte tres aspectos son fundamentales en cuanto a las consecuencias
derivadas de la falta de un enfoque de género en la investigación penal. Primero, la
invisibilización de las circunstancias previas a la muerte, siendo que los indicios indican la
existencia de un acto de violencia ocurrido previo a la muerte. Segundo, la invisibilización
de la forma en que ocurrió la muerte, a pesar que de los indicios se desprende la presunta
comisión de un acto de violencia ocurrido con posterioridad a la muerte. Tercero, la
invisibilización de la posible violencia sexual. Estos tres aspectos se presentan como una
posible reiteración de la violencia ejercida en contra de la víctima ocurrida durante el
tiempo de su desaparición, y adicionales al hecho de darle muerte.
143
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
investigara de manera diligente ni con rigor. Todo lo anterior, constituyó violencia contra
la mujer y una forma de discriminación en el acceso a la justicia por razones de género.
201. En el presente caso, la Corte constató que la escena del crimen no fue trabajada
como es debido ni con la exhaustividad requerida para lograr resultados positivos en la
investigación; hubo una falta en la recaudación, documentación y preservación de
evidencia; y hubo irregularidades en el reconocimiento médico forense y en la práctica de
la necropsia, así como en su documentación respectiva. La presencia de estas falencias
en las primeras diligencias de la investigación difícilmente pueden ser subsanadas, aunado
a la pérdida de evidencia que deviene en irreparable. Además, las diligencias de
investigación han sido tardías, repetitivas y se han prolongado a través del tiempo, y
algunas otras no se tiene claridad sobre las razones por las cuales se han practicado. A su
vez, no se siguieron líneas de investigación adecuadas. Dichas falencias investigativas son
una consecuencia directa de la valoración estereotipada que las autoridades que
investigan hicieron de la víctima y de la falta de un enfoque de género sobre la misma. Es
así que, transcurridos más de 10 años de los hechos del caso y desde que se inició la
investigación, la muerte de Claudina Velásquez aún se encuentra en la más absoluta
impunidad, fuera de todo plazo razonable.
202. Por lo anterior, el Estado violó los derechos a las garantías judiciales y a la protección
judicial, reconocidos en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, y el derecho a la igualdad ante la ley reconocido en el artículo 24 de
la Convención, en relación con las obligaciones generales contenidas en los artículos 1.1
y 2 de la misma, y con el artículo 7 de la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, en perjuicio de Jorge Rolando Velásquez
Durán, Elsa Claudina Paiz Vidal y Pablo Andrés Velásquez Paiz, todos ellos familiares de
Claudina Isabel Velásquez Paiz.
Corte IDH. Caso Azul Rojas Marín y otra Vs. Perú. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 12 de marzo de 2020. Serie C No.
402
196. Adicionalmente, este Tribunal considera que cuando se investigan actos violentos,
como la tortura, las autoridades estatales tienen el deber de tomar todas las medidas que
sean razonables para develar si existen posibles motivos discriminatorios. Esta obligación
implica que cuando existan indicios o sospechas concretas de violencia por motivos
discriminatorios, el Estado debe hacer lo que sea razonable de acuerdo con las
circunstancias, en aras de recolectar y asegurar las pruebas, explorar todos los medios
prácticos para descubrir la verdad y emitir decisiones completamente razonadas,
imparciales y objetivas, sin omitir hechos sospechosos que puedan ser indicativos de
violencia motivada por discriminación. La falta de investigación por parte de las
autoridades de los posibles móviles discriminatorios, puede constituir en sí misma una
forma de discriminación, contraria a la prohibición establecida en el artículo 1.1 de la
Convención.
144
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Medidas de restitución
Corte IDH. Caso Norín Catrimán y otros (Dirigentes, miembros y activista del
Pueblo Indígena Mapuche) Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de mayo de 2014. Serie C No. 279
422. Por lo tanto, dadas las características del presente caso, y tal como lo ha hecho esta
Corte en ocasiones anteriores, dispone que el Estado debe adoptar, en el plazo de seis
meses a partir de la notificación de la presente Sentencia, todas las medidas judiciales,
administrativas o de cualquier otra índole necesarias para dejar sin efecto en todos sus
extremos las sentencias penales condenatorias emitidas en contra de los señores Segundo
Aniceto Norín Catrimán, Pascual Huentequeo Pichún Paillalao, Víctor Manuel Ancalaf
Llaupe, Florencio Jaime Marileo Saravia, Juan Patricio Marileo Saravia, Juan Ciriaco
Millacheo Licán, José Benicio Huenchunao Mariñán y la señora Patricia Roxana Troncoso
Robles sobre las cuales la Corte se pronunció en esta Sentencia. Ello comprende: i) dejar
sin efecto la declaración de las ocho víctimas de este caso como autores de delitos de
carácter terrorista; ii) dejar sin efecto las penas privativas de libertad y penas accesorias,
consecuencias y registros, a la mayor brevedad posible, así como las condenas civiles que
se hayan impuesto a las víctimas; y iii) disponer la libertad personal de las víctimas que
aún se encuentren sujetas a libertad condicional. Asimismo, el Estado deberá, en el plazo
de seis meses a partir de la notificación de la presente Sentencia, suprimir los
antecedentes judiciales, administrativos, penales o policiales que existan en contra de las
ocho víctimas en relación con las referidas sentencias, así como la anulación de su
145
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
inscripción en cualquier tipo de registro nacional e internacional que los vincule con actos
de carácter terrorista.
Devolución de concesión
Corte IDH. Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
junio de 2015. Serie C No. 293
380. Es por ello que en virtud de la naturaleza de las violaciones antes referidas y sin que
ello implique un reconocimiento de la propiedad de la concesión por parte de RCTV, como
medida necesaria para garantizar el goce y ejercicio de los derechos conculcados en el
presente caso de conformidad con el artículo 63.1 de la Convención Americana, la Corte
ordena que se restablezca la concesión de la frecuencia del espectro radioeléctrico
correspondiente al canal 2 de televisión, hasta tanto se otorgue de manera definitiva como
consecuencia del proceso establecido en el párrafo 382 de la presente Sentencia. Esta
medida no implica la protección o reparación de la persona jurídica (RCTV C.A), sino que
constituye el medio idóneo para reparar los derechos que se declararon vulnerados de los
accionistas y trabajadores, aun si actualmente no hacen parte o trabajan para la empresa.
381. Para que la anterior medida no sea ilusoria y sin que esto suponga un
pronunciamiento sobre el derecho a la propiedad, este Tribunal ordena la devolución de
los bienes objeto de las medidas cautelares, por cuanto son elementos indispensables
para la efectiva operación de la concesión. Además, esta medida repara las violaciones
declaradas en relación con las garantías judiciales al derecho a ser oído y a un plazo
razonable en los procesos judiciales respecto al trámite de la demanda por intereses
difusos y colectivos […].
146
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Medidas de satisfacción
Traducción de la sentencia
102. La Corte estima que el Estado debe traducir al idioma maya achí la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en el caso de que no se hubiere hecho, la sentencia
de fondo dictada por la Corte el 29 de abril de 2004, así como la presente Sentencia.
Asimismo, Guatemala debe disponer de los recursos necesarios para facilitar la divulgación
de dichos textos en el Municipio de Rabinal y hacer entrega de los mismos a las víctimas
del presente caso. Para tal efecto, el Estado cuenta con un plazo de un año, contado a
partir de la notificación de la presente Sentencia.
Creación de monumento
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205
471. A criterio del Tribunal, en el presente caso es pertinente que el Estado levante un
monumento en memoria de las mujeres víctimas de homicidio por razones de género en
Ciudad Juárez, entre ellas las víctimas de este caso, como forma de dignificarlas y como
recuerdo del contexto de violencia que padecieron y que el Estado se compromete a evitar
en el futuro. El monumento se develará en la misma ceremonia en la que el Estado
reconozca públicamente su responsabilidad internacional […] y deberá ser construido en
el campo algodonero en el que fueron encontradas las víctimas de este caso.
472. En vista de que el monumento se refiere a más personas que las consideradas
víctimas en este caso, la decisión del tipo de monumento corresponderá a las autoridades
públicas, quienes consultarán el parecer de las organizaciones de la sociedad civil a través
de un procedimiento público y abierto, en el que se incluirá a las organizaciones que
representaron a las víctimas del presente caso.
50
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la masacre de 268 personas en Plan de Sánchez,
así como por la falta de investigación y sanción de los responsables. La Corte determinó la violación, entre otros, del
derecho a la honra y dignidad, a la libertad de pensamiento y expresión, y a la igualdad ante la ley. Resumen oficial
de la sentencia: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_292_esp.pdf
147
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Garantías de no repetición
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205
506. La Corte considera que el Protocolo Alba, o cualquier otro dispositivo análogo en
Chihuahua, debe seguir, entre otros, los siguientes parámetros: i) implementar búsquedas
de oficio y sin dilación alguna, cuando se presenten casos de desaparición, como una
medida tendiente a proteger la vida, libertad personal y la integridad personal de la
persona desaparecida; ii) establecer un trabajo coordinado entre diferentes cuerpos de
seguridad para dar con el paradero de la persona; iii) eliminar cualquier obstáculo de
hecho o de derecho que le reste efectividad a la búsqueda o que haga imposible su inicio
como exigir investigaciones o procedimientos preliminares; iv) asignar los recursos
humanos, económicos, logísticos, científicos o de cualquier índole que sean necesarios
para el éxito de la búsqueda; v) confrontar el reporte de desaparición con la base de datos
de personas desaparecidas […] priorizar las búsquedas en áreas donde razonablemente
sea más probable encontrar a la persona desaparecida sin descartar arbitrariamente otras
posibilidades o áreas de búsqueda. Todo lo anterior deberá ser aún más urgente y riguroso
cuando la desaparecida sea un niña. Al respecto, se deberá rendir un informe anual
durante tres años.
508. Al respecto, y teniendo en cuenta que una red informática en la que cualquier persona
pueda suministrar información sobre una mujer o niña desaparecida puede ser útil para
localizarla, la Corte, como lo ha dispuesto en otras ocasiones, ordena la creación de una
página electrónica que contendrá la información personal necesaria de todas las mujeres,
jóvenes y niñas que desaparecieron en Chihuahua desde 1993 y que continúan
desaparecidas. Dicha página electrónica deberá permitir que cualquier individuo se
comunique por cualquier medio con las autoridades, inclusive de manera anónima, a
efectos de proporcionar información relevante sobre el paradero de la mujer o niña
desaparecida o, en su caso, de sus restos. La información contenida en la página
electrónica deberá actualizarse permanentemente.
512. La Corte estima que la racionalidad de crear una base de datos de mujeres y niñas
desaparecidas a nivel nacional y la actualización y confrontación de la información genética
proveniente de familiares de personas desaparecidas y de cuerpos no identificados
responde a la posibilidad de que los cuerpos de algunas mujeres o niñas encontradas en
Chihuahua pertenezcan a personas desaparecidas en otras entidades federativas, incluso,
otros países. Por ello, como lo ha dispuesto en otros casos, la Corte ordena: i) la creación
o actualización de una base de datos que contenga la información personal disponible de
mujeres y niñas desaparecidas a nivel nacional; ii) la creación o actualización de una base
de datos con la información personal que sea necesaria, principalmente genética y
muestras celulares, de los familiares de las personas desaparecidas que consientan –o
que así lo ordene un juez- para que el Estado almacene dicha información personal
únicamente con objeto de localizar a la persona desaparecida, y iii) la creación o
actualización de una base de datos con la información genética y muestras celulares
proveniente de los cuerpos de cualquier mujer o niña no identificada que fuera privada de
la vida en el estado de Chihuahua. El Estado en todo momento deberá proteger los datos
personales contenidos en dichas bases de datos.
148
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C
No. 307
263. El Tribunal valora las diversas medidas adoptadas por el Estado, inclusive la creación
de diversos organismos, dirigidos a la prevención de la violencia contra la mujer y la
erradicación de patrones socioculturales discriminatorios.
264. Sin perjuicio de ello, en este caso la Corte estableció que, según los informes de
diversas organizaciones internacionales y nacionales, así como la perita Karen Musalo, las
medidas implementadas por el Estado dirigidas a abordar la problemática de la violencia
contra las mujeres hasta el momento en que acontecieron los hechos del caso fueron
insuficientes para solucionar el problema debido a la carencia de recursos asignados, la
falta de coordinación entre las diversas instituciones y de una estrategia integral de
protección. Además, la Corte constató que, en su último Informe nacional presentado al
Grupo de Trabajo sobre el Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos
de la ONU, de 7 de agosto 2012, el Estado reconoció que dentro de los desafíos que
enfrentaba estaba el de “[o]perativizar una estrategia interinstitucional articulada para
atender la prevención de la violencia contra la mujer en todos los ámbitos”. Para efectos
del presente caso, la Corte también estableció de manera particular que el Estado no
demostró haber implementado las medidas necesarias a fin de que los funcionarios
responsables de recibir denuncias de desaparición tuvieran la capacidad y la sensibilidad
para entender la gravedad de las mismas frente al contexto de violencia contra la mujer,
así como la voluntad y entrenamiento para actuar de inmediato y de forma eficaz […].
Ahora bien, en su contestación, el Estado mencionó la creación del “sistema de alerta de
la Ley Alba-Ke[n]eth”, coordinado por la Procuraduría General de la Nación (PGN) […], el
cual “busca proteger de mejor manera a los niños, niñas y adolescentes contra el
secuestro, el tráfico, la venta y la trata […]”. Sin embargo, no indicó si en su ordenamiento
interno existe algún sistema análogo que abarque la situación de mujeres adultas
reportadas como desaparecidas dentro en el contexto del presente caso.
149
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso López Soto y otros Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C No. 362
Corte IDH. Caso V.R.P., V.P.C. y otros Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 350
150
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
también al personal de apoyo social y familiar que de forma integral brindan atención a
las víctimas, por lo que deberá incluir los mecanismos de apoyo con los que cuentan dichas
víctimas y sus familiares. El protocolo deberá, asimismo, establecer claramente las
acciones de coordinación entre distintas instancias estatales que brindan asistencia a las
niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual en Nicaragua.
290. A efectos del cumplimiento de esta medida, deben tenerse en cuenta las principales
actividades económicas de la región, la eventual necesidad de incentivar otras actividades
económicas, la necesidad de garantizar una adecuada formación de los trabajadores para
el desempeño de ciertas actividades profesionales y la obligación de erradicar el trabajo
infantil de acuerdo los estándares del derecho internacional.
151
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Acosta Martínez y otros Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2020. Serie C No. 410
121. Este Tribunal tuvo por demostrado que José Delfín Acosta Martínez fue víctima de
discriminación racial. La Corte valora positivamente las medidas que ha tomado el Estado
argentino para reconocer el problema sistémico de discriminación racial. No obstante, este
Tribunal considera que es necesario tomar medidas que visibilicen y permitan prevenir la
violencia policial motivada por perfiles raciales. En virtud de ello, estima pertinente
requerir al Estado implementar: i) un mecanismo que registre las denuncias de las
personas que aleguen haber sido detenidas de manera arbitraria, con base en perfiles
raciales, de forma que se logre un registro de estas situaciones y se pueda actuar en
atención a dichas denuncias, y ii) un sistema de registro y estadísticas sobre la población
afrodescendiente en el país, así como sobre las detenciones indicadas en el punto i)
anterior, de manera que se puedan observar las detenciones llevadas a cabo contra
personas afrodescendientes y las denuncias interpuestas por éstas, en relación con el total
de la población. Esta información deberá ser difundida anualmente por el Estado, a través
de un informe, garantizando su acceso a toda la población en general, así como la reserva
de identidad de las víctimas. A tal efecto, el Estado deberá presentar a la Corte un informe
anual durante tres años a partir de la implementación de los sistemas de registro, en el
que indique las acciones que se han realizado para tal fin.
Corte IDH. Caso Guachalá Chimbo y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de marzo de 2021. Serie C No. 423
152
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 30 de noviembre de 2016. Serie C No. 329
311. En suma, la Corte considera que existe un reconocimiento cada vez mayor de que
las prácticas de esterilización no consentida, involuntaria, forzada o coercitiva no pueden
quedar impunes, ya que lo anterior conduciría a perpetuar desde lo institucional
estereotipos discriminatorios en el ámbito de la salud reproductiva que se basan en la
creencia de que las mujeres no son personas competentes para la toma de decisiones
sobre su cuerpo y salud. Ello no implica necesariamente que la vía penal sea exigible en
todos los casos, pero que el Estado debe disponer de mecanismos accesibles para
presentar reclamos, que sean adecuados y eficaces para el establecimiento de
responsabilidades individuales, ya sea en el ámbito disciplinario, administrativo o judicial,
según corresponda, a fin de reparar a la víctima de forma adecuada.
317. La Corte reitera que la ineficacia judicial frente a casos individuales de violencia
contra las mujeres propicia un ambiente de impunidad que facilita y promueve la
repetición de los hechos de violencia en general y envía un mensaje según el cual la
violencia contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que favorece su
perpetuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de
inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de estas en el sistema
de administración de justicia. Dicha ineficacia o indiferencia constituye en sí misma una
discriminación de la mujer en el acceso a la justicia.
Corte IDH. Caso López Soto y otros Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C No. 362
327. Por lo expuesto, teniendo en cuenta lo normado por la Ley Orgánica sobre el Derecho
de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la Corte considera pertinente ordenar al
Estado que, en un plazo razonable, ponga en funcionamiento adecuadamente los
Tribunales de Violencia contra la Mujer en cada capital de estado.
Corte IDH. Caso de las niñas Yean y Bosico Vs. República Dominicana. Sentencia
de 8 de septiembre de 2005. Serie C No. 130 51
51
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la negación de la emisión de las actas de
nacimiento a favor de Dilcia Oliven Yean y Violeta Bosico Cofi a través de las autoridades del Registro Civil, y las
perjudiciales consecuencias que dicha situación generó en ellas. La Corte declaró violados, entre otros, los derechos
a la integridad personal, a la nacionalidad y al nombre. Puede consultar los detalles de la sentencia en el siguiente
enlace: https://www.corteidh.or.cr/ver_ficha_tecnica.cfm?nId_Ficha=289&lang=es
153
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205
542. Los programas y cursos estarán destinados a policías, fiscales, jueces, militares,
funcionarios encargados de la atención y asistencia legal a víctimas del delito y a cualquier
funcionario público, tanto a nivel local como federal, que participe directa o indirectamente
en la prevención, investigación, procesamiento, sanción y reparación. Dentro de dichos
programas permanentes deberá hacerse una especial mención a la presente Sentencia y
a los instrumentos internacionales de derechos humanos, específicamente, a los relativos
a violencia por razones de género, entre ellos la Convención Belém do Pará y la CEDAW,
tomando en cuenta cómo ciertas normas o prácticas en el derecho interno, sea
intencionalmente o por sus resultados, tienen efectos discriminatorios en la vida cotidiana
de las mujeres. Los programas deberán también incluir estudios sobre el Protocolo de
Estambul y el Manual sobre la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones
Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias de Naciones Unidas. El Estado deberá informar
anualmente, durante tres años, sobre la implementación de los cursos y capacitaciones.
308. El Tribunal toma nota de las actividades desarrolladas por el Estado en materia de
capacitación a funcionarios, campañas de divulgación y cooperación interinstitucional,
tendientes a potencializar los servicios a favor de las personas con discapacidad. No
obstante, teniendo en cuenta las violaciones que fueron declaradas, en perjuicio de una
persona con discapacidad, respecto a la duración del proceso […] y la ejecución del mismo
[…], la Corte entiende necesario que el Estado continúe realizando los cursos de
capacitación a funcionarios de la rama ejecutiva y judicial y las campañas informativas
públicas en materia de la protección de los derechos de personas con discapacidad. Los
programas de capacitación y formación deben reflejar debidamente el principio de la plena
participación e igualdad, y realizarse en consulta con las organizaciones de personas con
discapacidad. Además, la Corte valora que el Estado continúe fortaleciendo la cooperación
entre instituciones estatales y organizaciones no gubernamentales, con el objetivo de
brindar una mejor atención a las personas con discapacidad y sus familiares. Para esto,
se debe garantizar que las organizaciones de personas con discapacidad puedan ejercer
un rol fundamental, a fin de asegurar que sus preocupaciones sean consideradas y
tramitadas debidamente.
154
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C No. 251
Corte IDH. Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277
465. En consideración de los hechos y las violaciones declaradas en el caso sub judice,
este Tribunal considera relevante fortalecer el respeto y garantía de los derechos de la
población dominicana de ascendencia haitiana y haitiana, mediante la capacitación de
155
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289
326. La Corte valora positivamente las medidas adoptadas por el Estado respecto a la
formación en derechos humanos en diversas instituciones del Estado. Sin embargo,
recuerda que la capacitación, como sistema de formación continua, se debe extender
durante un lapso importante para cumplir sus objetivos. De igual modo y a la luz de la
jurisprudencia de este Tribunal, advierte que una capacitación con perspectiva de género
implica no solo un aprendizaje de las normas, sino debe generar que todos los funcionarios
reconozcan la existencia de discriminación contra la mujer y las afectaciones que generan
en éstas las ideas y valoraciones estereotipadas en lo que respecta al alcance y contenido
de los derechos humanos.
Corte IDH. Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C
No. 307
247. La Corte constató que los hechos del presente caso ocurrieron dentro de un contexto
de aumento de la violencia homicida contra las mujeres en Guatemala, que los niveles de
dicha violencia continúan siendo elevados, y que incluso existe un agravamiento en el
grado de violencia contra las mujeres y el ensañamiento ejercido contra los cuerpos de
muchas de las víctimas […]. Ante este tipo de situaciones, esta Corte ha ordenado la
implementación de programas de educación destinados a la población en general a fin de
superar situaciones de discriminación en contra de la mujer.
248. Si bien Guatemala ha indicado que ya cuenta con programas educativos dirigidos a
promover el respeto de los derechos de las mujeres, la Corte nota que, de los programas
descritos por Guatemala, solo uno estaría dirigido a la prevención de la violencia contra la
mujer: la “estrategia” de “Prevención de la Violencia” presuntamente realizado por las
Direcciones Generales y Departamentales con apoyo y acompañamiento de la Unidad de
Equidad de Género con Pertinencia Étnica adscrita a la Dirección de Planificación
156
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
313. En el presente caso, el Estado informó sobre los cursos que estarían recibiendo
miembros del Ejército de Guatemala; sin embargo, no presentó documentación que
sustente lo informado, que establezca la permanencia de los cursos mencionados o que
indique cuántos integrantes de sus fuerzas reciben dicha capacitación. Por tanto, la Corte
ordena al Estado incluir formación en derechos humanos y derecho internacional
humanitario de forma permanente en el pensum de los diferencies centros de formación,
profesionalización vocacional y capacitación de todas las ramas del Ejército de Guatemala.
Dicha capacitación debe ser implementada en el plazo de un año y dirigida a todos los
niveles jerárquicos del Ejército de Guatemala e incorporar la necesidad de erradicar la
discriminación racial y étnica, los estereotipos raciales y étnicos, y la violencia contra los
pueblos indígenas, a la luz de la normativa internacional en la materia y la jurisprudencia
de la Corte sobre graves violaciones a los derechos humanos, particularmente en casos
guatemaltecos.
319. La Comisión solicitó de manera general a la Corte que adopte las medidas necesarias
para evitar que en el futuro se produzcan hechos similares conforme al deber de
prevención y garantía de los derechos humanos reconocidos en la Convención Americana.
La Corte considera necesario ordenar, como garantía de no repetición, que, en un plazo
razonable, el Estado incorpore al currículo del Sistema Educativo Nacional, en todos sus
niveles, un programa de educación cuyo contenido refleje la naturaleza pluricultural y
multilingüe de la sociedad guatemalteca, impulsando el respeto y el conocimiento de las
diversas culturas indígenas, incluyendo sus cosmovisiones, historias, lenguas,
conocimientos, valores, culturas, prácticas y formas de vida. Dicho programa deberá hacer
énfasis en la necesidad de erradicar la discriminación racial y étnica, los estereotipos
raciales y étnicos, y la violencia contra los pueblos indígenas, a la luz de la normativa
internacional en la materia y la jurisprudencia de este Tribunal.
52
El caso se relaciona con la responsabilidad estatal de Guatemala por una masacre en la aldea Chichupac ocurrida
en 1982, y por diversas violaciones a los derechos humanos de los indígenas maya achí de dicha aldea y comunidades
vecinas del municipio de Rabinal entre 1981 y 1986. La Corte determinó que el Estado violó, entre otros, los derechos
a la vida, a la integridad personal, y al reconocimiento de la identidad jurídica. Puede consultar el resumen oficial de
la sentencia en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_328_esp.pdf
157
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 30 de noviembre de 2016. Serie C No. 329
341. Por consiguiente, este Tribunal dispone que el Estado debe adoptar e implementar
capacitaciones y cursos, de carácter permanente y obligatorio, para funcionarios públicos
que, con motivo de su rol dentro del sistema de administración de justicia, estén en
contacto, trabajen o intervengan en casos de violencia contra las mujeres. Dichas
capacitaciones y cursos deberán abordar los estándares de debida diligencia en la
investigación y enjuiciamiento de estos casos desarrollados en la presente Sentencia y,
especialmente en casos de violencia sexual contra las mujeres, así como la cuestión
relativa a las medidas de protección a la víctima durante la sustanciación de estos
procesos. Además, las capacitaciones deberán impartirse desde una perspectiva de género
y de protección de los derechos de las mujeres, para deconstruir los estereotipos de
género negativos o perjudiciales y así asegurar que las investigaciones y enjuiciamientos
de este tipo de hechos se realicen de acuerdo a los más estrictos estándares de debida
diligencia, a los protocolos ordenados por esta Corte [...], y a los instrumentos
internacionales de derechos humanos en la materia.
Corte IDH. Caso López Soto y otros Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C No. 362
342. De igual forma, la Corte ordena al Estado que adopte e implemente capacitaciones y
cursos, de carácter permanente y obligatorio, dirigidos a los profesionales de la salud que
conforman el sistema de salud pública y que intervengan en el diagnóstico, tratamiento o
acompañamiento de mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia. Las capacitaciones y
cursos deberán versar sobre los métodos de investigación y tratamiento de casos de
violencia contra la mujer, especialmente en casos de violencia sexual, de modo tal de
brindar a las víctimas un trato adecuado durante la realización de los exámenes médicos
y con miras a que los mismos se ajusten a los protocolos estandarizados ordenados por
esta Corte [...] como así también a los instrumentos internacionales de derechos humanos
relativos a la protección de los derechos de las mujeres.
158
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Mujeres Víctimas de Tortura Sexual en Atenco Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de
noviembre de 2018. Serie C No. 371 53
355. Como la Corte constató en el capítulo IX-1 de esta Sentencia, el uso ilegítimo y
excesivo de la fuerza por parte del Estado en el contexto de los hechos acaecidos el 3 y 4
de mayo de 2006 en Texcoco y San Salvador de Atenco conllevó violaciones a distintos
derechos consagrados en la Convención. Este Tribunal valora de manera positiva los
esfuerzos llevados a cabo por el Estado, tanto a nivel federal como estadual para
establecer límites al uso de la fuerza en contextos de protesta social y para fiscalizar a los
cuerpos de policía. Sin embargo, estima pertinente ordenar al Estado la creación e
implementación, en el plazo de dos años, de un plan de capacitación de oficiales de la
Policía Federal y del estado de México orientado a: (i) sensibilizar a los miembros de los
cuerpos de policía en abordar con perspectiva de género los operativos policiales, el
carácter discriminatorio de los estereotipos de género como los empleados en este caso y
el absoluto deber de respeto y protección de la población civil con la que entran en
contacto en el marco de sus labores orden público, así como a (ii) capacitar a los agentes
de policía sobre los estándares en materia del uso de la fuerza en contextos de protesta
social establecidos en esta Sentencia y en la jurisprudencia de esta Corte. Este plan de
capacitación debe ser incorporado en el curso de formación regular de los miembros del
cuerpo de policía federal y estadual.
356. De igual manera, la Corte dispone que el Estado deberá establecer al nivel federal
un observatorio independiente que permita dar seguimiento a la implementación de las
políticas en materia de rendición de cuentas y monitoreo del uso de la fuerza de la Policía
Federal y la policía del estado de México, dentro del cual se permita la participación de
miembros de la sociedad civil. Asimismo, dicho observatorio deberá generar información
que permita realizar mejoras institucionales en la materia. Para tales efectos, el Estado
deberá generar sistemas de información que permitan: (i) evaluar la efectividad de los
mecanismos existentes de supervisión y fiscalización de los operativos policiales antes,
durante y después del uso de la fuerza, y (ii) brindar retroalimentación sobre las mejoras
institucionales que correspondan de acuerdo con la información obtenida por medio del
observatorio. Para el cumplimiento de esta medida el Estado deberá acreditar la creación
del observatorio, con las características especificadas, así como su puesta en
funcionamiento. Sin embargo, la Corte no supervisará su implementación.
Corte IDH. Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C No. 251
53
El caso trata sobre la responsabilidad internacional del Estado por una serie de diversas formas de tortura física,
psicológica y sexual en el marco de la detención, traslados y llegada al centro de detención de once mujeres, así
como por incumplir su obligación de investigar con la debida diligencia y en un plazo razonable estos hechos, en el
marco de las detenciones y traslados realizados en los operativos policiacos que tuvieron lugar en los en los
municipios de Texcoco y San Salvador Atenco los días 3 y 4 de mayo de 2006, respectivamente. La Corte declaró
violados, entre otros, los derechos a la integridad personal y libertad personal. Puede consultar el resumen oficial de
la sentencia en el siguiente enlace: https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/resumen_371_esp.pdf
159
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205
494. El Tribunal valora los esfuerzos del Estado mexicano para adecuar formalmente su
legislación, otros actos jurídicos e instituciones y para realizar diversas acciones
orientadas a combatir la violencia por razón de género, tanto en el estado de Chihuahua
como a nivel federal, así como su esfuerzo por adecuar su sistema judicial en materia
penal a nivel local y federal. Estos avances constituyen indicadores estructurales
relacionados con la adopción de normas que, en principio, tienen como objetivo enfrentar
la violencia y discriminación contra la mujer en un contexto como el que ha sido probado
en el presente caso.
495. Sin embargo, la Corte no cuenta con información suficiente y actualizada para poder
evaluar si a través de dichos actos jurídicos, instituciones y acciones: i) se ha generado
una efectiva prevención e investigación de los casos de violencia contra la mujer y
homicidios por razones de género; ii) los responsables han sido procesados y sancionados,
y iii) las víctimas han sido reparadas; todo ello en el marco del contexto que ha sido
probado en el presente caso. Así, por ejemplo, ninguna de las partes ofreció información
precisa sobre la ocurrencia de crímenes similares a los del presente caso entre los años
2006 a 2009. En particular, el Tribunal no puede pronunciarse sobre la existencia de una
política integral para superar la situación de violencia contra la mujer, discriminación e
impunidad, sin información sobre las fallas estructurales que atraviesan estas políticas,
los problemas en sus procesos de implementación y sus resultados sobre el goce efectivo
de derechos por parte de las víctimas de dicha violencia. Además, la Corte no cuenta con
indicadores de resultado respecto a cómo las políticas implementadas por el Estado
puedan constituir reparaciones con perspectiva de género, en tanto: i) cuestionen y estén
en capacidad de modificar, a través de medidas especiales el status quo que causa y
mantiene la violencia contra la mujer y los homicidios por razones de género; ii) hayan
constituido claramente un avance en la superación de las desigualdades jurídicas, políticas
y sociales, formales o de facto, que sean injustificadas por causar, fomentar o reproducir
los factores de discriminación por razón de género, y iii) sensibilicen a los funcionarios
públicos y la sociedad sobre el impacto de los factores de discriminación contra las mujeres
en los ámbitos público y privado.
160
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Corte IDH. Caso Granier y otros (Radio Caracas Televisión) Vs. Venezuela.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
junio de 2015. Serie C No. 293
394. La Corte dispone que el Estado tome las medidas necesarias a fin de garantizar que
todos los futuros procesos de asignación y renovación de frecuencias de radio y televisión
que se lleven a cabo, sean conducidos de manera abierta, independiente y transparente.
Todos estos procesos deberán conducirse sin que existan criterios discriminatorios que
busquen limitar el otorgamiento de concesiones, y deberán estar encaminados a fortalecer
el pluralismo informativo y el respeto a las garantías judiciales.
Corte IDH. Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre de 2015. Serie C
No. 307
252. Al igual que en el Caso Veliz Franco y otros, el Tribunal valora los esfuerzos del
Estado para adoptar legislación, otros actos jurídicos, instituciones y políticas públicas
orientadas a combatir la violencia por razón de género, así como su esfuerzo por adecuar
su sistema en materia de investigación penal. Estos avances constituyen indicadores
estructurales relacionados con la adopción de medidas que, en principio, tienen como
objetivo enfrentar la violencia y discriminación contra la mujer, o que su aplicación
coadyuva a ello.
253. Sin perjuicio de ello y tal como ha sido señalado por este Tribunal […], los hechos
del presente caso se enmarcan dentro de un contexto en que los niveles de impunidad
respecto a actos violentos contra mujeres en Guatemala permanecen elevados. Al
respecto, los representantes hicieron referencia a que el sistema de justicia guatemalteco
sigue adoleciendo de problemas serios y estructurales para la investigación efectiva de
hechos de violencia contra la mujer. En relación a este punto, la perita Karen Musalo
señaló la necesidad de llevar a cabo inmediatamente las siguientes medidas: a)
mejoramientos en las investigaciones; b) creación de tribunales especializados; c)
capacitación, monitoreo y disciplina de funcionarios públicos; d) asignación de fondos
adecuados para estas actividades, y e) recopilación de datos confiables.
254. Al respecto, la Corte nota, primeramente, que en el Caso Veliz Franco y otros ordenó
al Estado que elabore un plan de fortalecimiento calendarizado del Instituto Nacional de
Ciencias Forenses (INACIF). En dicho caso, la Corte estableció que el funcionamiento
adecuado de esta entidad resulta relevante a fin de que los casos de atentados contra
mujeres puedan ser debidamente investigados. Asimismo, encontró acreditados datos de
2012 que indicaban la necesidad de que el INACIF cuente con mayores recursos, y ello
habría sido expresado también, en 2010, por autoridades de la entidad. En el presente
caso y tal como ocurrió en el caso Veliz Franco y otros, el Estado no ha hecho llegar a la
Corte información que demuestre que ha habido una alteración en la situación referida.
Por tanto, el Tribunal considera pertinente ordenar nuevamente que, en un plazo
razonable, elabore un plan de fortalecimiento calendarizado del Instituto Nacional de
Ciencias Forenses (INACIF), que incluya una asignación adecuada de recursos para
ampliar sus actividades en el territorio nacional y el cumplimiento de sus funciones.
257. En el presente caso, el Estado ha informado que “cuenta con” la Fiscalía de la Mujer,
encargada de la persecución penal para abordar la violencia intrafamiliar y la violencia
contra las mujeres, así como de 12 fiscalías especializadas en siete Departamentos que
conocen exclusivamente los delitos de femicidio. Sin embargo, la Corte no cuenta con
información respecto del eventual establecimiento de la Fiscalía de Delitos contra la Vida
161
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
258. Finalmente y en tercer lugar, si bien en el presente caso el Estado se refirió a las
capacitaciones en materia de prevención y erradicación de la violencia contra la mujer
presuntamente realizadas por el Organismo Judicial, el Organismo Legislativo, el Ministerio
de Gobernación, la Policía Nacional Civil (PNC), el Ministerio Público y la Comisión
Presidencial de Derechos Humanos (COPREDEH), no aportó documentación alguna que
permita al Tribunal valorar su idoneidad y permanencia. Por tanto y teniendo en cuenta lo
ordenado por este Tribunal en el Caso Veliz Franco y otros, la Corte dispone que el Estado
debe, en un plazo razonable, implementar programas y cursos permanentes para
funcionarios públicos pertenecientes al Poder Judicial, Ministerio Público y Policía Nacional
Civil, que estén vinculados a la investigación de actos de homicidio de mujeres, sobre
estándares en materia de prevención, eventual sanción y erradicación de homicidios de
mujeres y capacitarlos sobre la debida aplicación de la normativa internacional y
jurisprudencia de este Tribunal en la materia.
320. La Comisión solicitó a la Corte adoptar las medidas necesarias para evitar que en el
futuro se produzcan hechos similares conforme al deber de prevención y garantía de los
derechos humanos reconocidos en la Convención Americana. La Corte dispone, como
garantía de no repetición y dados los gravísimos hechos contra indígenas maya achí
descritos en la presente Sentencia, y ante la posibilidad de que persistan en la sociedad
actitudes y sentimientos discriminatorios, que en un plazo razonable, el Estado perfeccione
y refuerce la lucha contra toda forma de discriminación y, en particular, contra la
discriminación racial y étnica, fortaleciendo los organismos existentes o los que vaya a
crear con ese objetivo. Esos organismos deberán contar con la participación directa de
personas de los grupos vulnerables y se ocuparán también de promover la revaloración
de las culturas originarias, difundiendo su historia y riqueza. Lo anterior, en aras de que
las políticas públicas y acciones orientadas a erradicar los actos de discriminación racial
sean efectivas y se garantice así, la igualdad, el reconocimiento, respeto y promoción de
los derechos de los pueblos indígenas, desalentando de esta forma, las manifestaciones
de discriminación racial y étnica en la sociedad guatemalteca.
Protocolos de actuación
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205
162
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Tribunal estima que en el presente caso el Estado debe, en un plazo razonable, continuar
con la estandarización de todos sus protocolos, manuales, criterios ministeriales de
investigación, servicios periciales y de impartición de justicia, utilizados para investigar
todos los delitos que se relacionen con desapariciones, violencia sexual y homicidios de
mujeres, conforme al Protocolo de Estambul, el Manual sobre la Prevención e Investigación
Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias de Naciones Unidas y los
estándares internacionales de búsqueda de personas desaparecidas, con base en una
perspectiva de género. Al respecto, se deberá rendir un informe anual durante tres años.
Corte IDH. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289
322. La Corte valora los esfuerzos del Estado para combatir la violencia por razón de
género. Estos avances, en especial los judiciales, constituyen indicadores estructurales
relacionados con la adopción de normas que, en principio, tienen como objetivo enfrentar
la violencia y discriminación contra la mujer. Sin embargo, el Perú no aportó información
a la Corte sobre la efectividad de las medidas adoptadas. De igual modo, es menester que
se incluyan en los protocolos de investigación en el Perú los estándares establecidos en
esta Sentencia. En virtud de lo anterior, la Corte ordena al Estado del Perú, en un plazo
razonable, desarrollar protocolos de investigación para que los casos de tortura, violación
sexual y otras formas de violencia sexual sean debidamente investigados y juzgados de
conformidad con los estándares indicados en los párrafos 248, 249, 251, 252, 255 y 256
de esta Sentencia, los cuales se refieren a la recaudación de prueba en casos de tortura y
violencia sexual, y en particular, a la recopilación de declaraciones y la realización de
evaluaciones médicas y psicológicas.
Corte IDH. Caso López Soto y otros Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de septiembre de 2018. Serie C No. 362
Corte IDH. Caso de las niñas Yean y Bosico Vs. República Dominicana. Sentencia
de 8 de septiembre de 2005. Serie C No. 130
239. Esta Corte considera que la República Dominicana debe adoptar en su derecho
interno, dentro de un plazo razonable, de acuerdo con el artículo 2 de la Convención
Americana, las medidas legislativas, administrativas y de cualquier otra índole que sean
163
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
240. Este Tribunal considera que el Estado, al fijar los requisitos para la inscripción tardía
de nacimiento, deberá tomar en cuenta la situación especialmente vulnerable de los niños
dominicanos de ascendencia haitiana. Los requisitos exigidos no deben constituir un
obstáculo para obtener la nacionalidad dominicana y deben ser solamente los
indispensables para establecer que el nacimiento ocurrió en la República Dominicana. Al
respecto, la identificación del padre o de la madre del niño no puede estar limitada a la
presentación de la cédula de identidad y electoral, sino que el Estado debe aceptar, para
tal fin, otro documento público apropiado, ya que la referida cédula es exclusiva de los
ciudadanos dominicanos. Asimismo, los requisitos deben estar claramente determinados,
ser uniformes y no dejar su aplicación sujeta a la discrecionalidad de los funcionarios del
Estado, garantizándose así la seguridad jurídica de las personas que recurran a este
procedimiento, y para una efectiva garantía de los derechos consagrados en la Convención
Americana, de conformidad con el artículo 1.1 de la Convención.
241. Asimismo, el Estado debe adoptar las medidas necesarias y permanentes que
faciliten la inscripción temprana y oportuna de los menores, independientemente de su
ascendencia u origen, con el propósito de reducir el número de personas que recurran al
trámite de inscripción tardía de nacimiento.
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239
279. La Corte recuerda que el artículo 2 de la Convención obliga a los Estados Parte a
adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de la
Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer
efectivos los derechos y libertades protegidos por la Convención. Es decir, los Estados no
sólo tienen la obligación positiva de adoptar las medidas legislativas necesarias para
garantizar el ejercicio de los derechos en ella consagrados, sino que también deben evitar
promulgar aquellas leyes que impidan el libre ejercicio de estos derechos, y evitar que se
supriman o modifiquen las leyes que los protegen.
278. La Corte resalta que las violaciones declaradas en capítulos anteriores fueron
cometidas en perjuicio de un niño y, posteriormente, adulto con discapacidad, lo cual
164
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
implica que las reparaciones otorgadas, en el presente caso, deben seguir el modelo social
para abordar la discapacidad consagrado en los diversos tratados internacionales sobre la
materia […]. Lo anterior implica que las medidas de reparación no se centran
exclusivamente en medidas de rehabilitación de tipo médico, sino que se incluyen medidas
que ayuden a la persona con discapacidad a afrontar las barreras o limitaciones impuestas,
con el fin de que dicha persona pueda “lograr y mantener la máxima independencia,
capacidad física, mental, social y vocacional, y la inclusión y participación plena en todos
los aspectos de la vida”.
300. La Corte recuerda que el artículo 2 de la Convención obliga a los Estados Parte a
adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de la
Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer
efectivos los derechos y libertades protegidos por la Convención. Es decir, los Estados no
sólo tienen la obligación positiva de adoptar las medidas legislativas necesarias para
garantizar el ejercicio de los derechos en ella consagrados, sino que también deben evitar
promulgar aquellas leyes que impidan el libre ejercicio de estos derechos, y evitar que se
supriman o modifiquen las leyes que los protegen. Por tanto, la Corte recuerda que en el
marco de las obligaciones derivadas de los artículos 1.1 y 2 de la Convención, y según los
estándares desarrollados en la presente Sentencia […], los Estados deben adoptar
medidas para reducir las limitaciones o barreras y para dar el trato preferente apropiado
a las personas con discapacidad, a fin de conseguir los objetivos de la plena participación
e igualdad dentro de la sociedad para todas ellas.
Corte IDH. Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 30 de noviembre de 2016. Serie C No. 329
165
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Corte IDH. Caso Cuscul Pivaral y otros Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de agosto de 2018. Serie C No.
359
225. En primer lugar, la Corte considera que el Estado debe implementar mecanismos
efectivos de fiscalización y supervisión periódica de los hospitales públicos a fin de
asegurar que se brinde una atención integral en materia de salud para personas que viven
con el VIH, acorde a la legislación interna y a lo establecido en la presente sentencia [...].
Para ello, el Estado deberá instaurar un sistema de información sobre el alcance de la
epidemia del VIH en el país, el cual deberá contener información estadística de las
personas atendidas por el sistema de salud público, así como información estadística sobre
el sexo, edad, etnia, lengua y condición socioeconómica de los pacientes. Igualmente debe
instaurar un sistema que le permita hacer un diagnóstico de la atención prestada a la
población que vive con el VIH, para lo cual deberá establecer el número de
establecimientos que atienden a esta población, su ubicación geográfica e infraestructura.
Este diagnóstico servirá de base para la elaboración del mecanismo de mejoramiento de
accesibilidad, disponibilidad y calidad de las prestaciones en materia de salud para la
población que vive con el VIH a que se refiere el párrafo siguiente.
166
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
228. En tercer lugar, el Estado deberá garantizar que las mujeres embarazadas tengan
acceso a una prueba de VIH, y que les sea practicada si así lo desean. El Estado deberá
dar seguimiento periódico a aquellas mujeres embarazadas que viven con el VIH, y deberá
proveer el tratamiento médico adecuado para evitar la transmisión vertical del virus, sin
perjuicio de lo establecido en el párrafo 226 de la presente Sentencia. Para este fin, como
lo ha hecho en otros casos, la Corte ordena al Estado diseñar una publicación o cartilla en
forma sintética, clara y accesible sobre los medios de prevención de la transimisión del
VIH y sobre el riesgo de transmisión vertical de éste, así como los recursos disponibles
para minimizar ese riesgo. Dicha publicación deberá estar disponible en todos los
hospitales públicos y privados de Guatemala, tanto para los pacientes como para el
personal médico. Asimismo, debe darse acceso a dicha cartilla o publicación a través de
los organismos de la sociedad civil vinculados al tema.
229. En cuarto lugar, como una forma de contribuir a que hechos como los del presente
caso no se repitan, la Corte estima conveniente ordenar al Estado la realización de una
campaña nacional de concientización y sensibilización, dirigida a personas que viven con
el VIH, funcionarios públicos, y la población general, sobre los derechos de las personas
que viven con el VIH, sobre las obligaciones que las autoridades tienen en su atención, y
sobre la necesidad de respetar a las personas que viven con esta condición. Esta campaña
deberá estar dirigida a combatir el estigma y la falta de información sobre las causas y
consecuencias para la salud de las personas que viven con el VIH. Asimismo, la campaña
deberá tener perspectiva de género y deberá ser comprensible para toda la población.
230. El Estado deberá informar anualmente sobre los avances de las garantías de no
repetición antes mencionadas [...] por un periodo de tres años. La Corte valorará esta
información en su supervisión y se pronunciará al respecto.
Corte IDH. Caso Poblete Vilches y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 349
167
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
responsabilidad civil y penal de los servidores de salud en estos casos, el Tribunal toma
nota de la existencia del “Instituto Nacional de Geriatría” en el mejoramiento de la
atención médica a las personas adultas mayores en Chile, por lo que insta al Estado
fortalecer esta institución y su incidencia en la red hospitalaria tanto pública como privada,
vinculándose también en la capacitación dispuesta en el párrafo 237. En razón de las
particularidades de esta medida, la Corte no supervisará el cumplimiento de este punto.
240. Como lo ha hecho en otro caso, estima pertinente ordenar al Estado que diseñe una
publicación o cartilla que desarrolle en forma sintética, clara y accesible los derechos de
las personas mayores en relación con la salud, contemplados en los estándares
establecidos en esta Sentencia, así como las obligaciones del personal médico al proveer
la atención médica. Dicha publicación (impresa y/o digital) deberá estar disponible en
todos los hospitales públicos y privados de Chile, tanto para los y las pacientes como para
el personal médico, así como en el sitio web del Ministerio de Salud. El Estado deberá
informar anualmente sobre la implementación de esta medida por un período de tres años,
una vez se inicie la implementación de dicho mecanismo.
241. Finalmente, la Corte dispone que el Estado adopte las medidas necesarias, a fin de
diseñar una política general de protección integral a las personas mayores, de conformidad
con los estándares en la materia. Para ello, el Estado deberá implementar la misma
durante el plazo de tres años, a partir de la notificación de la Sentencia.
Corte IDH. Caso Vera Rojas y otros Vs. Chile. Excepciones preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de octubre de 2021. Serie C No. 439
164. Este Tribunal concluyó que el Estado es responsable por la violación de los derechos
a la vida, la vida digna, la integridad personal, la niñez, la salud y la seguridad social, en
relación con la obligación de garantizar los derechos sin discriminación, y el deber de
adoptar disposiciones de derecho interno, en perjuicio de Martina Vera Rojas. Asimismo,
determinó que los padres de Martina sufrieron efectos psicológicos y físicos, afectando así
a todo el núcleo familiar, y en esa medida constituyeron violaciones al derecho a su
integridad personal. En este punto, el Tribunal destaca que los efectos físicos sufridos por
el señor Vera Luza, quien es el sustento económico de la familia Vera Rojas, le produjeron
una discapacidad visual que incluso ha afectado su posibilidad de acudir a trabajar.
165. Por lo anterior, este Tribunal considera que, ante la delicada situación de salud de
Martina Vera, y las afectaciones a la salud que sufrieron sus padres ante el retiro del RHD,
lo que podría comprometer su posibilidad futura de cubrir los costos del CAEC, como
medida de restitución, el Estado debe asegurar la vigencia del tratamiento médico de
Martina Vera, en las condiciones que se encuentran actualmente, así como aquellos
tratamientos que pudiera necesitar en el futuro con motivo de su enfermedad. El Estado
deberá asegurar este tratamiento en caso de fallecimiento de sus padres, o porque se
vean imposibilitados de cotizar en el plan de salud de la Isapre, o pagar el deducible de
cobertura del CAEC, por motivos de enfermedad, vejez, o condiciones salariales. En el
cumplimiento de este compromiso, el Estado deberá suscribir, en un plazo de seis meses
contado a partir de la notificación de la presente Sentencia, un acto jurídico que brinde
seguridad jurídica sobre el cumplimiento de esta obligación.
166. Por otro lado, la Corte recuerda que Martina se encuentra en una situación de
extrema vulnerabilidad que requiere de un entorno adecuado para preservar su salud, su
168
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
vida, su integridad personal, y gozar de una vida digna. Asimismo, este Tribunal advierte
que han existido problemas en los servicios de salud que son prestados por los
proveedores de salud de Martina, y que debido a su condición de salud puede ser necesario
que deba trasladarse a un hospital para recibir tratamientos médicos especializados. En
ese sentido, el Tribunal considera pertinente ordenar que el Estado entregue a Martina,
en un plazo de seis meses, una silla de ruedas neurológica que le permita realizar los
traslados al hospital cuando esto sea necesario. Esta silla deberá cumplir con los
requerimientos médicos y tecnológicos necesarios para su traslado seguro a un centro
hospitalario, previniendo posibles riesgos derivados del mismo.
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239
282. Los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles
están en la obligación de ejercer ex officio un “control de convencionalidad” entre las
normas internas y la Convención Americana, en el marco de sus respectivas competencias
y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, los jueces y órganos
vinculados a la administración de justicia deben tener en cuenta no solamente el tratado,
sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete
última de la Convención Americana.
283. Así, por ejemplo, tribunales de la más alta jerarquía en la región, tales como la Sala
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, el Tribunal Constitucional
de Bolivia, la Suprema Corte de Justicia de República Dominicana, el Tribunal
Constitucional del Perú, la Corte Suprema de Justicia de la Nación de Argentina, la Corte
Constitucional de Colombia, la Suprema Corte de la Nación de México y la Corte Suprema
de Panamá se han referido y han aplicado el control de convencionalidad teniendo en
cuenta interpretaciones efectuadas por la Corte Interamericana.
169
14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
303. Los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles
están en la obligación de ejercer ex officio un “control de convencionalidad” entre las
normas internas y la Convención Americana, en el marco de sus respectivas competencias
y de las regulaciones procesales correspondientes. En esta tarea, los jueces y órganos
vinculados a la administración de justicia deben tener en cuenta no solamente el tratado,
sino también la interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete
última de la Convención Americana.
304. Así, por ejemplo, tribunales de la más alta jerarquía en la región, tales como la Sala
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, el Tribunal Constitucional
de Bolivia, la Suprema Corte de Justicia de República Dominicana, el Tribunal
Constitucional del Perú, la Corte Suprema de Justicia de la Nación de Argentina, la Corte
Constitucional de Colombia, la Suprema Corte de la Nación de México y la Corte Suprema
de Panamá se han referido y han aplicado el control de convencionalidad teniendo en
cuenta interpretaciones efectuadas por la Corte Interamericana.
170
14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Obligación de investigar
Corte IDH. Caso del Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2006. Serie C No. 160
436. La Corte ha establecido en esta Sentencia que los procedimientos internos abiertos
en el presente caso no han constituido recursos efectivos para garantizar un verdadero
acceso a la justicia por parte de las víctimas, dentro de un plazo razonable, que abarque
el esclarecimiento de los hechos, la investigación y sanción de los responsables y la
reparación de las violaciones a la vida e integridad personal. Por ello, el Tribunal declaró
al Estado responsable de la violación de los artículos 8.1 y 25 de la Convención, en relación
con el artículo 1.1 de la misma, en conexión con los artículos 7.b de Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, y 1, 6 y
8 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de
2009. Serie C No. 205
454. La Corte considera que el Estado está obligado a combatir dicha situación de
impunidad por todos los medios disponibles, ya que ésta propicia la repetición crónica de
las violaciones de derechos humanos. La ausencia de una investigación completa y
efectiva sobre los hechos constituye una fuente de sufrimiento y angustia adicional para
las víctimas, quienes tienen el derecho a conocer la verdad de lo ocurrido. Dicho derecho
a la verdad exige la determinación de la más completa verdad histórica posible, lo cual
incluye la determinación de los patrones de actuación conjunta y de todas las personas
que de diversas formas participaron en dichas violaciones.
455. Por ello, la Corte dispone que el Estado debe conducir eficazmente el proceso penal
en curso y, de ser el caso, los que se llegasen a abrir, para identificar, procesar y sancionar
a los responsables materiales e intelectuales de la desaparición, maltratos y privación de
la vida de las jóvenes González, Herrera y Ramos, conforme a las siguientes directrices:
i) se deberá remover todos los obstáculos de jure o de facto que impidan la debida
investigación de los hechos y el desarrollo de los respectivos procesos judiciales, y
usar todos los medios disponibles para hacer que las investigaciones y procesos
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14 IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
460. El Tribunal considera que como forma de combatir la impunidad, el Estado deberá,
dentro de un plazo razonable, investigar, por intermedio de las instituciones públicas
competentes, a los funcionarios acusados de irregularidades y, luego de un debido
proceso, aplicará las sanciones administrativas, disciplinarias o penales correspondientes
a quienes fueran encontrados responsables.
Corte IDH. Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289
307. La Corte declaró en la presente Sentencia, inter alia, que el Estado incumplió, durante
los años 1993 a 2012, con su deber de investigar los actos de tortura sufridos por Gladys
Espinoza, la cual incluyó la violación sexual y otras formas de violencia sexual. Ello debido
al retardo injustificado de aproximadamente 19 años con relación a los hechos ocurridos
en el momento de la detención, así como en las instalaciones de la DIVISE y DINCOTE en
1993, y de aproximadamente 13 años con relación a los hechos ocurridos en el Penal
Yanamayo en 1999. Además, la Corte determinó que la valoración estereotipada de la
prueba por parte de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia que derivó en que
declarara que la señora Espinoza no fue víctima de tortura y, por tanto, en que no se
ordenara la investigación de los hechos denunciados, constituyó discriminación en el
acceso a la justicia por razones de género […].
308. Por ello, la Corte dispone que el Estado debe, en un plazo razonable, abrir, impulsar,
dirigir, continuar y concluir, según corresponda y con la mayor diligencia, las
investigaciones y procesos penales pertinentes, a fin de identificar, procesar y, en su caso,
sancionar a los responsables de las graves afectaciones a la integridad personal
ocasionadas a Gladys Espinoza. La investigación y proceso penal deben ser, según
corresponda, por los actos de tortura, violencia sexual y violación sexual de los que fue
víctima Gladys Carol Espinoza Gonzáles en los primeros momentos de su detención el 17
de abril de 1993, durante el tiempo que permaneció en las instalaciones de la DIVISE y
DINCOTE entre abril y mayo de 1993, así como durante los hechos ocurridos el 5 de agosto
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14 CUADERNILLOS DE JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
309. Tal como se ha dispuesto en otras oportunidades relacionadas con este tipo de casos,
tanto la investigación como el proceso penal consiguiente deberán incluir una perspectiva
de género, emprender líneas de investigación específicas respecto de la violencia sexual,
a fin de evitar omisiones en la recolección de prueba, así como posibilitar a la víctima
información sobre los avances en la investigación y proceso penal, de conformidad con la
legislación interna, y en su caso, la participación adecuada durante la investigación y el
juzgamiento en todas las etapas. Asimismo, la investigación debe realizarse por
funcionarios capacitados en casos similares y en atención a víctimas de discriminación y
violencia por razón de género. Además, deberá asegurarse que las personas encargadas
de la investigación y del proceso penal, así como, de ser el caso, otras personas
involucradas, como testigos, peritos, o familiares de la víctima, cuenten con las debidas
garantías de seguridad. De igual modo, por tratarse de una violación grave de derechos
humanos, ya que los actos de tortura fueron una práctica generalizada en el contexto del
conflicto en el Perú, el Estado debe abstenerse de recurrir a figuras como la amnistía en
beneficio de los autores, así como ninguna otra disposición análoga, la prescripción,
irretroactividad de la ley penal, cosa juzgada, ne bis in idem o cualquier eximente similar
de responsabilidad, para excusarse de esta obligación.
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