Ley Tribunales de Familia

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LEY NUM. 19.

968

CREA LOS TRIBUNALES DE FAMILIA

TITULO I

DE LOS JUZGADOS DE FAMILIA Y SU ORGANIZACION

Párrafo Primero

De los Juzgados de Familia

Artículo 1º.- Judicatura especializada. Créanse los juzgados de familia, encargados de conocer los
asuntos de que trata esta ley y los que les encomienden otras leyes generales y especiales, de juzgarlos
y hacer ejecutar lo juzgado.

Estos juzgados formarán parte del Poder Judicial y tendrán la estructura, organización y competencia
que la presente ley establece.

En lo no previsto en ella se regirán por las disposiciones del Código Orgánico de Tribunales y las leyes
que lo complementan.

Artículo 2º.- Conformación. Los juzgados de familia tendrán el número de jueces que para cada caso
señalan los artículos 4º y 4º bis. Contarán, además, con un consejo técnico, un administrador y una planta
de empleados de secretaría y se organizarán en unidades administrativas para el cumplimiento eficaz y
eficiente de las siguientes funciones:

1º. Sala, que consistirá en la organización y asistencia a la realización de las audiencias.

2º. Atención de público y mediación, destinada a otorgar una adecuada atención, orientación e
información al público que concurra al juzgado, especialmente a los niños, niñas y adolescentes, a
manejar la correspondencia del tribunal y a desarrollar las gestiones necesarias para la adecuada y
cabal ejecución de las acciones de información y derivación a mediación.

3º. Servicios, que reunirá las labores de soporte técnico de la red computacional del juzgado, de
contabilidad y de apoyo a la actividad administrativa, y la coordinación y abastecimiento de todas las
necesidades físicas y materiales para la realización de las audiencias.

4º. Administración de causas, que consistirá en desarrollar toda la labor relativa al manejo de causas
y registros de los procesos en el juzgado, incluidas las relativas a las notificaciones; al manejo de las
fechas y salas para las audiencias; al archivo judicial básico, al ingreso y al número de rol de las
causas nuevas; a la actualización diaria de la base de datos que contenga las causas del juzgado, y a
las estadísticas básicas del mismo.

5°. Cumplimiento, que, dada la particular naturaleza de los procedimientos establecidos en esta ley,
desarrollará las gestiones necesarias para la adecuada y cabal ejecución de las resoluciones
judiciales en el ámbito familiar, particularmente de aquellas que requieren de cumplimiento sostenido
en el tiempo.

La Corte Suprema, por intermedio de la Corporación Administrativa del Poder Judicial, velará por el
eficiente y eficaz cumplimiento de las funciones a que se refiere este artículo en los tribunales de letras
con competencia en familia. Será aplicable lo dispuesto en el artículo 26 del Código Orgánico de
Tribunales.

Artículo 3°.- Potestad jurisdiccional. Cada juez ejercerá unipersonalmente la potestad jurisdiccional
respecto de los asuntos que las leyes encomiendan a los juzgados de familia.

Artículo 4°.- Creación de nuevos juzgados. Créanse juzgados de familia, con asiento en cada una de las
siguientes comunas del territorio de la República, con el número de jueces y con la competencia que en
cada caso se señala:
Párrafo Segundo

Del consejo técnico

Artículo 5°.- Funciones. La función de los profesionales del consejo técnico será la de asesorar, individual
o colectivamente, a los jueces en el análisis y mejor comprensión de los asuntos sometidos a su
conocimiento, en el ámbito de su especialidad.

En particular, tendrán las siguientes atribuciones:

a) Asistir a las audiencias de juicio a que sean citados con el objetivo de emitir las opiniones técnicas
que le sean solicitadas;

b) Asesorar al juez para la adecuada comparecencia y declaración del niño, niña o adolescente;

c) Evaluar, a requerimiento del juez, la pertinencia de derivar a mediación o aconsejar conciliación


entre las partes, y sugerir los términos en que esta última pudiere llevarse a cabo, y

d) Asesorar al juez, a requerimiento de éste, en la evaluación del riesgo a que se refiere el artículo 7º
de la ley Nº20.066, sobre Violencia Intrafamiliar, y

e) Asesorar al juez en todas las materias relacionadas con su especialidad.

Artículo 6°.- Integración. En cada juzgado de familia habrá un consejo técnico interdisciplinario integrado
por profesionales especializados en asuntos de familia e infancia.

Los miembros del consejo técnico son auxiliares de la administración de justicia.

Artículo 7º.- Requisitos para integrar el consejo técnico. Para ser miembro del consejo técnico, se
requerirá poseer título profesional de una carrera que tenga al menos ocho semestres de duración,
otorgado por alguna universidad o instituto profesional del Estado o reconocido por éste.

Además, se deberá acreditar experiencia profesional idónea y formación especializada en materias de


familia o de infancia de a lo menos dos semestres de duración, impartida por alguna universidad o
instituto de reconocido prestigio que desarrollen docencia, capacitación o investigación en dichas
materias.
TITULO II

DE LA COMPETENCIA DE LOS JUZGADOS DE FAMILIA

Artículo 8°.- Competencia de los juzgados de familia. Corresponderá a los juzgados de familia conocer y
resolver las siguientes materias:

1) Las causas relativas al derecho de cuidado personal de los niños, niñas o adolescentes;

2) Las causas relativas al derecho y el deber del padre o de la madre que no tenga el cuidado personal
del hijo, a mantener con éste una relación directa y regular;

3) Las causas relativas al ejercicio, suspensión o pérdida de la patria potestad; a la emancipación y a


las autorizaciones a que se refieren los Párrafos 2º y 3º del Título X del Libro I del Código Civil;

4) Las causas relativas al derecho de alimentos;

5) Los disensos para contraer matrimonio;

6) Las guardas, con excepción de aquellas relativas a pupilos mayores de edad, y aquellas que digan
relación con la curaduría de la herencia yacente, sin perjuicio de lo establecido en el inciso segundo
del artículo 494 del Código Civil;

7) Todos los asuntos en que aparezcan niños, niñas o adolescentes gravemente vulnerados o
amenazados en sus derechos, respecto de los cuales se requiera adoptar una medida de protección
conforme al artículo 30 de la Ley de Menores;

8) Las acciones de filiación y todas aquellas que digan relación con la constitución o modificación del
estado civil de las personas;

9) Todos los asuntos en que se impute la comisión de cualquier falta a adolescentes mayores de
catorce y menores de dieciséis años de edad, y las que se imputen a adolescentes mayores de
dieciséis y menores de dieciocho años, que no se encuentren contempladas en el inciso tercero del
artículo 1° de la ley N° 20.084.

Tratándose de hechos punibles cometidos por un niño o niña, el juez de familia procederá de
acuerdo a lo prescrito en el artículo 102 N;

10) La autorización para la salida de niños, niñas o adolescentes del país, en los casos en que
corresponda de acuerdo con la ley;

11) Las causas relativas al maltrato de niños, niñas o adolescentes de acuerdo a lo dispuesto en el
inciso segundo del artículo 62 de la ley Nº 16.618;

12) Los procedimientos previos a la adopción, de que trata el Título II de la ley Nº 19.620;

13) El procedimiento de adopción a que se refiere el Título III de la ley Nº 19.620;

14) Los siguientes asuntos que se susciten entre cónyuges, relativos al régimen patrimonial del
matrimonio y los bienes familiares:

a) Separación judicial de bienes;

b) Las causas sobre declaración y desafectación de bienes familiares y la constitución de derechos


de usufructo, uso o habitación sobre los mismos;

15) Las acciones de separación, nulidad y divorcio reguladas en la Ley de Matrimonio Civil;

16) Los actos de violencia intrafamiliar;

17) Toda otra materia que la ley les encomiende.


TITULO III

DEL PROCEDIMIENTO

Párrafo primero

De los principios del procedimiento

Artículo 9°.- Principios del procedimiento. El procedimiento que aplicarán los juzgados de familia será
oral, concentrado y desformalizado. En él primarán los principios de la inmediación, actuación de oficio
y búsqueda de soluciones colaborativas entre partes.

Artículo 10.- Oralidad. Todas las actuaciones procesales serán orales, salvo las excepciones
expresamente contenidas en esta ley.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso anterior, el juzgado deberá llevar un sistema de registro de las
actuaciones orales. Dicho registro se efectuará por cualquier medio apto para producir fe, que permita
garantizar la conservación y reproducción de su contenido.

Asimismo, la conciliación que pudiere producirse en las audiencias orales deberá consignarse en
extracto, manteniendo fielmente los términos del acuerdo que contengan.

Artículo 11.- Concentración. El procedimiento se desarrollará en audiencias continuas y podrá


prolongarse en sesiones sucesivas, hasta su conclusión. El tribunal sólo podrá reprogramar una
audiencia, en casos excepcionales y hasta por dos veces durante todo el juicio, si no está disponible
prueba relevante decretada por el juez. La nueva audiencia deberá celebrarse dentro de los 60 días
siguientes a la fecha de la anterior.

Asimismo, el tribunal podrá suspender una audiencia durante su desarrollo, hasta por dos veces
solamente y por el tiempo mínimo necesario de acuerdo con la causa invocada, por motivos fundados
diversos del señalado en el inciso precedente, lo que se hará constar en la resolución respectiva.

La reprogramación se notificará conforme a lo dispuesto en el inciso final del artículo 23, cuando
corresponda, con a lo menos tres días hábiles de anticipación. La resolución que suspenda una audiencia
fijará la fecha y hora de su continuación, la que deberá verificarse dentro de los treinta días siguientes, y
su comunicación por el juez en la audiencia que se suspende se tendrá como citación y notificación
suficientes.

Artículo 12.- Inmediación. Las audiencias y las diligencias de prueba se realizarán siempre con la
presencia del juez, quedando prohibida, bajo sanción de nulidad, la delegación de funciones. El juez
formará su convicción sobre la base de las alegaciones y pruebas que personalmente haya recibido y
con las que se reciban conforme a lo dispuesto en el numeral 9) del artículo 61.

Artículo 13.- Actuación de oficio. Promovido el proceso y en cualquier estado del mismo, el juez deberá
adoptar de oficio todas las medidas necesarias para llevarlo a término con la mayor celeridad. Este
principio deberá observarse especialmente respecto de medidas destinadas a otorgar protección a los
niños, niñas y adolescentes y a las víctimas de violencia intrafamiliar.

Asimismo, el juez deberá dar curso progresivo al procedimiento, salvando los errores formales y
omisiones susceptibles de ser subsanados, pudiendo también solicitar a las partes los antecedentes
necesarios para la debida tramitación y fallo de la causa.

Artículo 14.- Colaboración. Durante el procedimiento y en la resolución del conflicto, se buscarán


alternativas orientadas a mitigar la confrontación entre las partes, privilegiando las soluciones acordadas
por ellas.

Artículo 15.- Publicidad. Todas las actuaciones jurisdiccionales y procedimientos administrativos del
tribunal son públicos. Excepcionalmente y a petición de parte, cuando exista un peligro grave de
afectación del derecho a la privacidad de las partes, especialmente niños, niñas y adolescentes, el juez
podrá disponer una o más de las siguientes medidas:

a) Impedir el acceso u ordenar la salida de personas determinadas de la sala donde se efectúa la


audiencia.
b) Impedir el acceso del público en general u ordenar su salida para la práctica de diligencias
específicas.

Artículo 16.- Interés superior del niño, niña o adolescente y derecho a ser oído. Esta ley tiene por objetivo
garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes que se encuentren en el territorio nacional, el ejercicio
y goce pleno y efectivo de sus derechos y garantías.

El interés superior del niño, niña o adolescente, y su derecho a ser oído, son principios rectores que el
juez de familia debe tener siempre como consideración principal en la resolución del asunto sometido a
su conocimiento.

Para los efectos de esta ley, se considera niño o niña a todo ser humano que no ha cumplido los catorce
años y, adolescente, desde los catorce años hasta que cumpla los dieciocho años de edad.

Párrafo segundo

De las reglas generales

Artículo 17.- Acumulación necesaria. Los jueces de familia conocerán conjuntamente, en un solo proceso,
los distintos asuntos que una o ambas partes sometan a su consideración, siempre que se sustancien
conforme al mismo procedimiento. La acumulación y desacumulación procederán sólo hasta el inicio de
la audiencia preparatoria y serán resueltas por el juez que corresponda, teniendo especialmente en
cuenta el interés superior del niño, niña o adolescente. La acumulación procederá incluso entre asuntos
no sometidos al mismo procedimiento, si se trata de la situación regulada por el inciso final del artículo
9º de la ley Nº 20.066, sobre Violencia Intrafamiliar, y de las materias previstas en los números 1), 2) y 7)
del artículo 8º.

Artículo 18.- Comparecencia en juicio. En los procedimientos que se sigan ante los juzgados de familia,
las partes deberán comparecer patrocinadas por abogado habilitado para el ejercicio de la profesión y
representadas por persona legalmente habilitada para actuar en juicio, a menos que el juez en caso
necesario las exceptúe expresamente, por motivos fundados en resolución que deberá dictar de
inmediato.

Ambas partes podrán ser patrocinadas y representadas en juicio por las Corporaciones de Asistencia
Judicial. La modalidad con que los abogados de las Corporaciones de Asistencia Judicial asuman la
representación en dichas causas será regulada por el reglamento que dictará para estos efectos el
Ministerio de Justicia.

La renuncia formal del abogado patrocinante o del apoderado no los liberará de su deber de realizar todos
los actos inmediatos y urgentes que sean necesarios para impedir la indefensión de su representado.

En caso de renuncia del abogado patrocinante o de abandono de hecho de la defensa, el tribunal deberá
designar de oficio a otro que la asuma, a menos que el representado se procure antes un abogado de su
confianza. Tan pronto éste acepte el cargo, cesará en sus funciones el designado por el tribunal.

La obligación señalada en el inciso primero no regirá tratándose de los procedimientos establecidos en


el Título IV. En estos casos, las partes podrán comparecer y actuar sin necesidad de mandatario judicial
ni de abogado patrocinante, salvo que el juez lo estime necesario.

Artículo 19.- Representación. En todos los asuntos de competencia de los juzgados de familia en que
aparezcan involucrados intereses de niños, niñas, adolescentes, o incapaces, el juez deberá velar porque
éstos se encuentren debidamente representados.

El juez designará a un abogado perteneciente a la respectiva Corporación de Asistencia Judicial o a


cualquier institución pública o privada que se dedique a la defensa, promoción o protección de sus
derechos, en los casos en que carezcan de representante legal o cuando, por motivos fundados, el juez
estime que sus intereses son independientes o contradictorios con los de aquél a quien corresponda
legalmente su representación.

La persona así designada será el curador ad litem del niño, niña, adolescente o incapaz, por el solo
ministerio de la ley, y su representación se extenderá a todas las actuaciones judiciales, incluyendo el
ejercicio de la acción penal prevista como un derecho de la víctima en el artículo 109 letra b) del Código
Procesal Penal.
De la falta de designación del representante de que trata este artículo, podrán reclamar las instituciones
mencionadas en el inciso segundo o cualquier persona que tenga interés en ello.

En los casos del inciso segundo del artículo 332 del Código Civil, aquél de los padres en cuyo hogar vive
el alimentario mayor de edad se entenderá legitimado, por el solo ministerio de la ley, para demandar,
cobrar y percibir alimentos de quien corresponda, en interés del alimentario, sin perjuicio del derecho de
éste para actuar personalmente, si lo estima conveniente. Si el alimentario no actúa personalmente se
entenderá que acepta la legitimación activa del padre o madre junto a quien vive.

Artículo 20.- Suspensión de la audiencia. Las partes, de común acuerdo y previa autorización del juez,
podrán suspender hasta por dos veces la audiencia que haya sido citada.

Artículo 21.- Abandono del procedimiento. Si llegado el día de la celebración de las audiencias fijadas, no
concurriere ninguna de las partes que figuren en el proceso, y el demandante o solicitante no pidiere una
nueva citación dentro de quinto día, el juez de familia procederá a declarar el abandono del procedimiento
y ordenará el archivo de los antecedentes.

No obstante, en los asuntos a que se refieren los números 7), 8), 9), 11) y 12) del artículo 8º, el juez citará
a las partes, en forma inmediata, a una nueva audiencia bajo apercibimiento de continuar el
procedimiento y resolver de oficio.

En las causas sobre violencia intrafamiliar, de verificarse las circunstancias previstas en el inciso primero,
el juez ordenará el archivo provisional de los antecedentes, pudiendo el denunciante o demandante
solicitar, en cualquier momento, la reapertura del procedimiento. Transcurridos un año desde que se
decrete el archivo provisional sin haberse requerido la reanudación del procedimiento, se declarará, de
oficio o a petición de parte, el abandono del procedimiento, debiendo el juez dejar sin efecto las medidas
cautelares que haya fijado.

Artículo 22.- Potestad cautelar. Sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales, en cualquier etapa del
procedimiento, o antes de su inicio, el juez, de oficio o a petición de parte, teniendo en cuenta la
verosimilitud del derecho invocado y el peligro en la demora que implica la tramitación, podrá decretar
las medidas cautelares conservativas o innovativas que estime procedentes. Estas últimas sólo podrán
disponerse en situaciones urgentes y cuando lo exija el interés superior del niño, niña o adolescente, o
cuando lo aconseje la inminencia del daño que se trata de evitar.

Las medidas cautelares podrán llevarse a efecto aun antes de notificarse a la persona contra quien se
dicten, siempre que existan razones graves para ello y el tribunal así lo ordene expresamente.
Transcurridos cinco días sin que la notificación se efectúe, quedarán sin valor las diligencias practicadas.
El juez de familia podrá ampliar este plazo por motivos fundados.

En todo lo demás, resultarán aplicables las normas contenidas en los Títulos IV y V del Libro II del Código
de Procedimiento Civil.

Sin perjuicio de lo anterior, tratándose del procedimiento previsto en el Párrafo primero del Título IV de
esta ley, sólo podrán adoptarse las medidas señaladas en el artículo 71.

Artículo 23.- Notificaciones. La primera notificación a la demandada se efectuará personalmente por un


funcionario que haya sido designado para cumplir esta función por el juez presidente del comité de
jueces, a propuesta del administrador del tribunal. Dicho funcionario tendrá el carácter de ministro de fe
para estos efectos. La parte interesada podrá siempre encargar, a su costa, la práctica de la notificación
a un receptor judicial.

En los casos en que no resulte posible practicar la primera notificación personalmente, por no ser habida
la persona a quien se debe notificar, y siempre que el ministro de fe encargado de la diligencia establezca
cual es su habitación o el lugar donde habitualmente ejerce su industria, profesión o empleo y que se
encuentra en el lugar del juicio, de lo que dejará constancia, se procederá a su notificación en el mismo
acto y sin necesidad de nueva orden del tribunal, en la forma señalada en los incisos segundo y tercero
del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil.

El ministro de fe dará aviso de esta notificación a ambas partes el mismo día en que se efectúe o a más
tardar el día hábil siguiente, dirigiéndoles carta certificada. La omisión en el envío de la carta no invalidará
la notificación, pero hará responsable al infractor de los daños y perjuicios que se originen y el tribunal,
previa audiencia del afectado, deberá imponerle alguna de las medidas que se señalan en los números
2, 3 y 4 del inciso tercero del artículo 532 del Código Orgánico de Tribunales.
Cuando la demanda deba notificarse a persona cuya individualización o domicilio sean difíciles de
determinar, el juez dispondrá que se practique por cualquier medio idóneo que garantice la debida
información del notificado, para el adecuado ejercicio de sus derechos.

Las restantes notificaciones se practicarán por el estado diario, salvo que se trate de las sentencias
definitivas y de las resoluciones en que se ordene la comparecencia personal de las partes que no hayan
sido expedidas en el curso de alguna de las audiencias, las que serán notificadas por carta certificada.

Las notificaciones por carta certificada se entenderán practicadas desde el tercer día siguiente a aquél
en que fueron expedidas.

Excepcionalmente, y por resolución fundada, el juez podrá ordenar que la notificación se practique por
personal de Carabineros o de la Policía de Investigaciones.

Los patrocinantes de las partes, en la primera actuación que realicen en el proceso, deberán indicar otra
forma de notificación que elijan para sí, que el juez califique como expedita y eficaz, bajo apercibimiento
de serles notificadas por el estado diario todas las resoluciones que se dicten en lo sucesivo en el
proceso.

Artículo 24.- Extensión de la competencia territorial. Los juzgados de familia que dependan de una misma
Corte de Apelaciones podrán decretar diligencias para cumplirse directamente en cualquier comuna
ubicada dentro del territorio jurisdiccional de dicha Corte.

Lo dispuesto en el inciso anterior se aplicará a los juzgados dependientes de la Corte de Apelaciones de


Santiago, respecto de las actuaciones que deban practicarse en el territorio de la Corte de Apelaciones
de San Miguel y a los dependientes de esta última, respecto de las actuaciones que deban practicarse en
el territorio jurisdiccional de la primera.

Artículo 25.- Nulidad procesal. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 12, sólo podrá declararse la
nulidad procesal cuando se invocare un vicio que hubiere ocasionado efectivo perjuicio a quien solicitare
la declaración. En la solicitud correspondiente el interesado deberá señalar con precisión los derechos
que no pudo ejercer como consecuencia de la infracción que denuncia.

La parte que ha originado el vicio o concurrido a su materialización no podrá solicitar la declaración de


nulidad.

Se entenderá que existe perjuicio cuando el vicio hubiere impedido el ejercicio de derechos por el litigante
que reclama.

Toda nulidad queda subsanada si la parte perjudicada no reclama del vicio oportunamente; si ella ha
aceptado tácitamente los efectos del acto y si, no obstante el vicio de que adolezca, el acto ha conseguido
su fin respecto de todos los interesados.

Los tribunales no podrán declarar de oficio las nulidades convalidadas.

Artículo 26.- Acerca de los incidentes. Los incidentes serán promovidos durante el transcurso de las
audiencias en que se originen y se resolverán inmediatamente por el tribunal, previo debate. Con todo,
cuando para la resolución del incidente resulte indispensable producir prueba que no hubiere sido posible
prever con anterioridad, el juez determinará la forma y oportunidad de su rendición, antes de resolver.
Las decisiones que recayeren sobre estos incidentes no serán susceptibles de recurso alguno.

Excepcionalmente, y por motivos fundados, se podrán interponer incidentes fuera de audiencia, los que
deberán ser presentados por escrito y resueltos por el juez de plano, a menos que considere necesario
oír a los demás interesados. En este último caso, citará, a más tardar dentro de tercero día, a una
audiencia especial, a la que concurrirán los interesados con todos sus medios de prueba, a fin de resolver
en ella la incidencia planteada. Con todo, si se hubiere fijado la audiencia preparatoria o de juicio para
una fecha no posterior al quinto día de interpuesto el incidente, se resolverá en ésta.

Si el incidente se origina en un hecho anterior a una audiencia sólo podrá interponerse hasta la conclusión
de la misma.

Artículo 26 bis.- Facultades del juez en la audiencia. El juez que preside la audiencia dirigirá el debate,
ordenará la rendición de las pruebas y moderará la discusión. Podrá impedir que las alegaciones se
desvíen hacia aspectos no pertinentes o inadmisibles, pero sin coartar el ejercicio de los litigantes para
defender sus respectivas posiciones.
También podrá limitar el tiempo de uso de la palabra a las partes que deban intervenir durante el juicio,
fijando límites máximos igualitarios para todas ellas o interrumpiendo a quien haga uso manifiestamente
abusivo de su facultad.

Además, ejercerá las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante el debate
y, en general, a garantizar la eficaz realización del mismo.

Quienes asistan a la audiencia deberán guardar respeto y silencio mientras no estén autorizados para
exponer o deban responder a las preguntas que se les formulen. No podrán llevar armas ni ningún
elemento que pueda perturbar el orden de la audiencia. No podrán adoptar un comportamiento
intimidatorio, provocativo o contrario al decoro.

Artículo 26 ter.- Sanciones. Quienes infrinjan las medidas sobre publicidad previstas en el artículo 15 o lo
dispuesto en el artículo 26 bis, podrán ser sancionados de conformidad con los artículos 530 ó 532 del
Código Orgánico de Tribunales, según corresponda.

Sin perjuicio de lo anterior, el tribunal podrá expulsar a los infractores de la sala.

Artículo 27.- Normas supletorias. En todo lo no regulado por esta ley, serán aplicables las disposiciones
comunes a todo procedimiento establecidas en el Código de Procedimiento Civil, a menos que ellas
resulten incompatibles con la naturaleza de los procedimientos que esta ley establece, particularmente
en lo relativo a la exigencia de oralidad. En dicho caso, el juez dispondrá la forma en que se practicará la
actuación.

Párrafo tercero

De la prueba

1. Disposiciones generales acerca de la prueba

Artículo 28.- Libertad de prueba. Todos los hechos que resulten pertinentes para la adecuada resolución
del conflicto familiar sometido al conocimiento del juez podrán ser probados por cualquier medio
producido en conformidad a la ley.

Artículo 29.- Ofrecimiento de prueba. Las partes podrán, en consecuencia, ofrecer todos los medios de
prueba de que dispongan, pudiendo solicitar al juez de familia que ordene, además, la generación de otros
de que tengan conocimiento y que no dependan de ellas, sino de un órgano o servicio público o de
terceras personas, tales como pericias, documentos, certificaciones u otros medios aptos para producir
fe sobre un hecho determinado.

Las partes tendrán plenas facultades para solicitar a los órganos, servicios públicos, o terceras personas,
la respuesta a los oficios solicitados en la audiencia preparatoria y que hayan sido admitidos por el
tribunal, a fin de que puedan ser presentados como medios de prueba en la audiencia del juicio.

El juez, de oficio, podrá asimismo ordenar que se acompañen todos aquellos medios de prueba de que
tome conocimiento o que, a su juicio, resulte necesario producir en atención al conflicto familiar de que
se trate.

Artículo 30.- Convenciones probatorias. Durante la audiencia preparatoria, las partes podrán solicitar, en
conjunto, al juez de familia que dé por acreditados ciertos hechos, que no podrán ser discutidos en la
audiencia de juicio. El juez de familia podrá formular proposiciones a las partes sobre la materia, teniendo
para ello a la vista las argumentaciones de hecho contenidas en la demanda y en la contestación.

El juez aprobará sólo aquellas convenciones probatorias que no sean contrarias a derecho, teniendo
particularmente en vista los intereses de los niños, niñas o adolescentes involucrados en el conflicto.
Asimismo, el juez verificará que el consentimiento ha sido prestado en forma libre y voluntaria, con pleno
conocimiento de los efectos de la convención.

Artículo 31.- Exclusión de prueba. El juez de familia, luego de estudiar la admisibilidad de las pruebas
ofrecidas, de resolver las convenciones probatorias y de escuchar a las partes que hubieren comparecido
a la audiencia preparatoria, ordenará fundadamente que se excluyan de ser rendidas en el juicio aquellas
que fueren manifiestamente impertinentes, tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios,
resulten sobreabundantes o hayan sido obtenidas con infracción de garantías fundamentales. Las demás
serán admitidas y se ordenará su rendición en la audiencia de juicio respectiva.

Artículo 32.- Valoración de la prueba. Los jueces apreciarán la prueba de acuerdo a las reglas de la sana
crítica. En consecuencia, no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia
y los conocimientos científicamente afianzados. La sentencia deberá hacerse cargo en su
fundamentación de toda la prueba rendida, incluso de aquella que hubiere desestimado, indicando en tal
caso las razones tenidas en cuenta para hacerlo.

La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento de los medios de prueba mediante


los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos, de modo de contener el razonamiento
utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia.

2. De la prueba testimonial

Artículo 33.- Deber de comparecer y declarar. Toda persona que no se encontrare legalmente exceptuada
tendrá la obligación de concurrir al llamamiento judicial practicado, con el fin de prestar declaración
testimonial, de declarar la verdad sobre lo que se le preguntare y de no ocultar hechos, circunstancias o
elementos acerca del contenido de su declaración.

En casos urgentes, los testigos podrán ser citados por cualquier medio, haciéndose constar el motivo de
la urgencia.

Artículo 34.- Renuencia a comparecer o a declarar. Si el testigo legalmente citado no compareciere sin
justa causa, se procederá a apercibirlo con arresto por falta de comparecencia. Además, podrá
imponérsele el pago de las costas provocadas por su inasistencia.

El testigo que se negare a declarar, sin justa causa, será sancionado con las penas que establece el inciso
segundo del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil.

Artículo 35.- Excepciones a la obligación de comparecencia. No estarán obligados a concurrir al


llamamiento judicial de que tratan los artículos precedentes, y podrán declarar en la forma señalada en
el artículo siguiente:

a) El Presidente de la República y los ex Presidentes; los Ministros de Estado; los Senadores y


Diputados; los miembros de la Corte Suprema; los integrantes del Tribunal Constitucional; el Contralor
General de la República y el Fiscal Nacional;

b) Los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el General Director de Carabineros de Chile y el
Director General de la Policía de Investigaciones de Chile;

c) Los chilenos o extranjeros que gozaren en el país de inmunidad diplomática, en conformidad a los
tratados vigentes sobre la materia, y

d) Los que, por enfermedad grave u otro impedimento, calificado por el tribunal, se hallaren en
imposibilidad de hacerlo.

Con todo, si las personas enumeradas en las letras a), b) y d) renunciaren a su derecho a no comparecer,
deberán prestar declaración conforme a las reglas generales.

Artículo 36.- Declaración de personas exceptuadas. Las personas comprendidas en las letras a), b) y d)
del artículo anterior serán interrogadas en el lugar en que ejercieren sus funciones o en su domicilio. A
tal efecto, propondrán oportunamente la fecha y el lugar correspondientes. Si así no lo hicieren, los fijará
el juez. En caso de inasistencia del testigo, se aplicarán las normas generales. A la audiencia ante el juez
tendrán siempre derecho a asistir las partes. El juez podrá calificar las preguntas que se dirigieren al
testigo, teniendo en cuenta su pertinencia con los hechos y la investidura o estado del deponente.

Las personas comprendidas en la letra c) del artículo precedente declararán por informe, si consintieren
a ello voluntariamente. Al efecto se les dirigirá un oficio respetuoso, por medio del ministerio respectivo.

Artículo 37.- Principio de no autoincriminación. Todo testigo tendrá el derecho de negarse a responder
aquellas preguntas cuya respuesta pudiere acarrearle peligro de persecución penal por un delito.
Asimismo, el testigo podrá ejercer el mismo derecho cuando, por su declaración, pudiere incriminar a su
cónyuge, a su conviviente, a sus ascendientes o descendientes, a sus parientes colaterales hasta el
segundo grado de consanguinidad o afinidad, a su pupilo o a su guardador, a su adoptante o su adoptado.

Artículo 38.- Juramento o promesa. Todo testigo, antes de comenzar su declaración, prestará juramento
o promesa de decir verdad sobre lo que se le preguntare, sin ocultar nada de lo que pudiere conducir al
esclarecimiento de los hechos.

No se tomará juramento o promesa a los testigos menores de dieciocho años. Se hará constar en el
registro la omisión del juramento o promesa. El juez, si lo estimare necesario, instruirá al testigo acerca
del sentido del juramento o promesa y de su obligación de ser veraz, así como de las penas con las cuales
la ley castiga el delito de falso testimonio.

Artículo 39.- Individualización del testigo. La declaración del testigo comenzará por el señalamiento de
los antecedentes relativos a su persona, en especial sus nombres y apellidos, edad, lugar de nacimiento,
estado, profesión, industria o empleo y residencia o domicilio, todo ello sin perjuicio de las excepciones
contenidas en leyes especiales.

Artículo 40.- Declaración de testigos. En el procedimiento de familia no existirán testigos inhábiles. Sin
perjuicio de ello, las partes podrán dirigir al testigo preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o
falta de ella, la existencia de vínculos con alguna de las partes que afectaren o pudieren afectar su
imparcialidad, o algún otro defecto de idoneidad.

Todo testigo dará razón circunstanciada de los hechos sobre los cuales declarare, expresando si los
hubiere presenciado, si los dedujere de antecedentes que le fueren conocidos o si los hubiere oído referir
a otras personas.

Artículo 41.- Testigos niños, niñas o adolescentes. El testigo niño, niña o adolescente sólo será
interrogado por el juez, debiendo las partes dirigir las preguntas por su intermedio. Excepcionalmente, el
juez podrá autorizar el interrogatorio directo del niño, niña o adolescente, cuando por su grado de
madurez se estime que ello no afectará su persona.

Artículo 42.- Testigos sordos, mudos o sordomudos. Si el testigo fuere sordo, las preguntas le serán
dirigidas por escrito; y si fuere mudo, dará por escrito sus contestaciones. En caso de que no pudieren
darse a entender por escrito, se aplicará lo dispuesto en el inciso siguiente.

Si el testigo fuere sordomudo, su declaración será recibida por intermedio de una o más personas que
pudieren entenderse con él. Estas personas prestarán previamente el juramento o promesa prescritos
para los testigos.

Artículo 43.- De la necesidad de intérprete. Si el testigo no supiere el idioma castellano, será examinado
por medio de un intérprete mayor de dieciocho años, quien prestará juramento o promesa de desempeñar
bien y fielmente el cargo, y por cuyo conducto se interrogará al testigo y se recibirán sus contestaciones.

Artículo 44.- Efectos de la comparecencia respecto de otras obligaciones similares. La comparecencia


del testigo a la audiencia a que debiere concurrir, constituirá siempre suficiente justificación cuando su
presencia fuere requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones laborales, educativas
o de otra naturaleza y no le ocasionará consecuencias jurídicas adversas bajo circunstancia alguna.

3. Prueba pericial

Artículo 45.- Procedencia de la prueba pericial. Las partes podrán recabar informes elaborados por
peritos de su confianza y solicitar que éstos sean citados a declarar a la audiencia de juicio,
acompañando los antecedentes que acreditaren la idoneidad profesional del perito.

Procederá la prueba pericial en los casos determinados por la ley y siempre que, para apreciar algún
hecho o circunstancia relevante para la causa, fueren necesarios o convenientes conocimientos
especiales de una ciencia, arte u oficio.

Los informes deberán emitirse con objetividad, ateniéndose a los principios de la ciencia o a las reglas
del arte u oficio que profesare el perito. Asimismo, el juez, de oficio o a petición de parte, podrá solicitar
la elaboración de un informe de peritos a algún órgano público u organismo acreditado ante el Servicio
Nacional de Menores que reciba aportes del Estado y que desarrolle la línea de acción a que se refiere el
artículo 4°, N° 3.4, de la ley N° 20.032, cuando lo estime indispensable para la adecuada resolución del
conflicto.

Artículo 46.- Contenido del informe de peritos. A petición de parte, los peritos deberán concurrir a declarar
ante el juez acerca de su informe. Sin perjuicio de lo anterior, deberán entregarlo por escrito, con tantas
copias como partes figuren en el proceso, con la finalidad de ponerlo en conocimiento de aquéllas, con
cinco días de anticipación a la audiencia de juicio, a lo menos.

Será aplicable a los informes periciales lo dispuesto en el artículo 315 del Código Procesal Penal.

Artículo 47.- Admisibilidad de la prueba pericial y remuneración de los peritos. El juez admitirá la prueba
pericial cuando, además de los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba,
considerare que los peritos otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo. Con todo, el
tribunal podrá limitar el número de peritos, cuando resultaren excesivos o pudieren entorpecer la
realización del juicio.

Los honorarios y demás gastos derivados de la intervención de los peritos mencionados en este artículo
corresponderán a la parte que los presente.

Artículo 48.- Improcedencia de inhabilitación de los peritos. Los peritos no podrán ser inhabilitados. No
obstante, durante la audiencia podrán dirigírseles preguntas orientadas a determinar su objetividad e
idoneidad, así como el rigor técnico o científico de sus conclusiones. Las partes o el juez podrán requerir
al perito información acerca de su remuneración y la adecuación de ésta a los montos usuales para el
tipo de trabajo realizado.

Artículo 49.- Declaración de peritos. La declaración de los peritos en la audiencia se regirá por las normas
establecidas para los testigos, con las modificaciones que expresamente se señalan en el acápite
siguiente.

Si el perito se negare a prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los testigos en el artículo 34.

Excepcionalmente, el juez podrá, con acuerdo de las partes, eximir al perito de la obligación de concurrir
a prestar declaración, admitiendo en dicho caso el informe pericial como prueba.

4. Declaración de las partes

Artículo 50.- Procedencia de la declaración de las partes. Cada parte podrá solicitar del juez la declaración
de las demás sobre hechos y circunstancias de los que tengan noticia y que guarden relación con el
objeto del juicio.

Artículo 51.- Contenido de la declaración y admisibilidad de las preguntas. Las preguntas de la


declaración se formularán afirmativamente o en forma interrogativa, pero con la debida precisión y
claridad, sin incorporar valoraciones ni calificaciones, de manera que puedan ser entendidas sin
dificultad.

El juez resolverá las objeciones que se formulen, previo debate, referidas a la debida claridad y precisión
de las preguntas y a la pertinencia de los hechos por los cuales la parte haya sido requerida para declarar.

Artículo 52.- Sanción por la incomparecencia. Si la parte, debidamente citada, no comparece a la


audiencia de juicio, o compareciendo se negase a declarar o diese respuestas evasivas, el juez podrá
considerar reconocidos como ciertos los hechos contenidos en las afirmaciones de la parte que solicitó
la declaración. En la citación se apercibirá al interesado acerca de los efectos que producirá su
incomparecencia, su negativa a declarar o si diere respuestas evasivas.

Artículo 53.- Facultades del tribunal. Una vez concluida la declaración de las partes, el tribunal podrá
dirigir todas aquellas preguntas destinadas a obtener aclaraciones o adiciones a sus dichos.

Asimismo, cuando no sea obligatoria la intervención de abogados, las partes, con la autorización del juez,
podrán efectuarse recíprocamente preguntas y observaciones que sean pertinentes para la
determinación de los hechos relevantes del proceso.

El juez podrá rechazar, de oficio, las preguntas que considere impertinentes o inútiles.
5. Otros medios de prueba

Artículo 54.- Medios de prueba no regulados expresamente. Podrán admitirse como pruebas: películas
cinematográficas, fotografías, fonografías, video grabaciones y otros sistemas de reproducción de la
imagen o del sonido, versiones taquigráficas y, en general, cualquier medio apto para producir fe.

El juez determinará la forma de su incorporación al procedimiento, adecuándola, en lo posible, al medio


de prueba más análogo.

5. Admisibilidad y etapa de recepción

Artículo 54-1.- Control de admisibilidad. Uno o más jueces de los que componen el juzgado, realizarán un
control de admisibilidad de las demandas, denuncias y requerimientos que se presenten al tribunal.

Si en dicho control se advirtiese que la demanda presentada no cumple con los requisitos formales
previstos en el artículo 57, el tribunal ordenará se subsanen sus defectos en el plazo que el mismo fije,
bajo sanción de tenerla por no presentada.

Con excepción de los numerales 8) y 16) del artículo 8°, si se estimare que la presentación es
manifiestamente improcedente, la rechazará de plano, expresando los fundamentos de su decisión. La
resolución que la rechace será apelable en conformidad a las reglas generales.

El juez deberá declarar de oficio su incompetencia.

Artículo 54-2.- Facultades del juez en la etapa de recepción. Una vez admitida la demanda, denuncia o
requerimiento a tramitación, el juez procederá de oficio o a petición de parte, a decretar las medidas
cautelares que procedan, incluyendo la fijación de alimentos provisorios cuando corresponda. Luego de
ello, citará a las partes a la audiencia correspondiente.

El tribunal conocerá también en esta etapa de los avenimientos y transacciones celebrados directamente
por las partes y los aprobará en cuanto no sean contrarios a derecho.

Si en el acta de mediación consta que el proceso de mediación resultó frustrado, dispondrá la


continuación del procedimiento judicial, cuando corresponda.

Párrafo cuarto

Del procedimiento ordinario ante los juzgados de familia

Artículo 55.- Procedimiento ordinario. El procedimiento de que trata este Párrafo será aplicable a todos
los asuntos contenciosos cuyo conocimiento corresponda a los juzgados de familia y que no tengan
señalado otro distinto en ésta u otras leyes. Respecto de estos últimos, las reglas del presente Párrafo
tendrán carácter supletorio.

Artículo 56.- Inicio del procedimiento. El procedimiento comenzará por demanda escrita.

En casos calificados, el juez, por resolución fundada, podrá autorizar al demandante a interponer su
demanda oralmente, de todo lo cual se levantará acta de inmediato.

Artículo 57.- Requisitos de la demanda. La demanda deberá cumplir los requisitos del artículo 254 del
Código de Procedimiento Civil. Asimismo, podrán acompañarse los documentos que digan relación con
la causa, cuando la naturaleza y oportunidad de las peticiones así lo requiera.

En las causas de mediación previa se deberá acompañar un certificado que acredite que se dio
cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 106.

Artículo 58.- Contestación de la demanda y demanda reconvencional. El demandado deberá contestar la


demanda por escrito, con al menos cinco días de anticipación a la fecha de realización de la audiencia
preparatoria. Si desea reconvenir, deberá hacerlo de la misma forma, conjuntamente con la contestación
de la demanda y cumpliendo con los requisitos establecidos en el artículo anterior. Deducida la
reconvención, el tribunal conferirá traslado al actor, quien podrá contestarla por escrito, u oralmente, en
la audiencia preparatoria.

En casos calificados, el juez, por resolución fundada, podrá autorizar al demandado a contestar y
reconvenir oralmente, de todo lo cual se levantará acta de inmediato, asegurando que la actuación se
cumpla dentro del plazo legal y llegue oportunamente a conocimiento de la otra parte.

La reconvención continuará su tramitación conjuntamente con la cuestión principal.

Artículo 59.- Citación a audiencia preparatoria. Admitida la demanda, el tribunal citará a las partes a una
audiencia preparatoria, la que deberá realizarse en el más breve plazo posible.

En todo caso, la notificación de la resolución que cita a la audiencia preparatoria deberá practicarse
siempre con una antelación mínima de quince días.

En la resolución se hará constar que la audiencia se celebrará con las partes que asistan, afectándole a
la que no concurra todas las resoluciones que se dicten en ella, sin necesidad de ulterior notificación.

Artículo 60.- Comparecencia a las audiencias. Las partes deberán concurrir personalmente a la audiencia
preparatoria y a la audiencia de juicio, patrocinadas por abogado habilitado para el ejercicio de la
profesión y representadas por persona legalmente habilitada para actuar en juicio, a menos que el juez
en caso necesario las exceptúe expresamente, por motivos fundados, en resolución que deberá dictar de
inmediato.

El juez podrá eximir a la parte de comparecer personalmente, lo que deberá hacer por resolución fundada.

Del mismo modo, el demandado que tuviere su domicilio en un territorio jurisdiccional distinto de aquél
en que se presentó la demanda, podrá contestarla y demandar reconvencionalmente, por escrito, ante el
juez con competencia en materias de familia de su domicilio, sin perjuicio de la designación de un
representante para que comparezca en su nombre en las audiencias respectivas.

Artículo 61.- Audiencia preparatoria. En la audiencia preparatoria se procederá a:

1) Oír la relación breve y sintética, que harán las partes ante el juez, del contenido de la demanda, de
la contestación y de la reconvención que se haya deducido, y de la contestación a la reconvención, si
ha sido hecha por escrito.

2) Contestar la demanda reconvencional, en su caso.

Las excepciones que se hayan opuesto se tramitarán conjuntamente y se fallarán en la sentencia


definitiva. No obstante, el juez se pronunciará inmediatamente de evacuado el traslado respecto de
las de incompetencia, falta de capacidad o de personería, de las que se refieran a la corrección del
procedimiento y de prescripción, siempre que su fallo pueda fundarse en antecedentes que consten
en el proceso o que sean de pública notoriedad.

3) Decretar las medidas cautelares que procedan, de oficio o a petición de parte, a menos que se
hubieren decretado con anterioridad, evento en el cual el tribunal resolverá si las mantiene.

4) Promover, a iniciativa del tribunal o a petición de parte, la sujeción del conflicto a la mediación
familiar a que se refiere el Título V, suspendiéndose el procedimiento judicial en caso de que se dé
lugar a ésta.

5) Promover, por parte del tribunal, la conciliación total o parcial, conforme a las bases que éste
proponga a las partes.

6) Determinar el objeto del juicio.

7) Fijar los hechos que deben ser probados, así como las convenciones probatorias que las partes
hayan acordado.

8) Determinar las pruebas que deberán rendirse al tenor de la propuesta de las partes y disponer la
práctica de las otras que estime necesarias.

9) Excepcionalmente, y por motivos justificados, recibir la prueba que deba rendirse en ese momento.
La documental que se rinda en esta oportunidad no radicará la causa en la persona del juez que la
reciba.
10) Fijar la fecha de la audiencia de juicio, la que deberá llevarse a efecto en un plazo no superior a
treinta días de realizada la preparatoria. Sin perjuicio de ello, el juez podrá, previo acuerdo de las
partes, desarrollar la audiencia de juicio inmediatamente de finalizada la preparatoria.

Las partes se entenderán citadas a la audiencia de juicio por el solo ministerio de la ley y les será aplicable
lo dispuesto en el artículo 59, inciso tercero.

Para el desarrollo de la audiencia regirán, en cuanto resulten aplicables, las reglas establecidas para la
audiencia de juicio.

En caso de advertir la existencia de hechos comprendidos en el número 7) del artículo 8º, el juez, de oficio
o a petición de parte, podrá decretar la apertura del procedimiento especial previsto en el artículo 68 y
citar a la audiencia respectiva, o incluir estos hechos para los efectos de los números 5), 6), 7) y 8) de
este artículo, procediendo a la acumulación necesaria del artículo 17 y pudiendo decretar medidas
cautelares de las previstas en el artículo 71.

Artículo 62.- Contenido de la resolución que cita a juicio. Al término de la audiencia preparatoria, no
habiéndose producido una solución alternativa del conflicto, el juez dictará una resolución, que contendrá
las menciones siguientes:

a) La o las demandas que deban ser conocidas en el juicio, así como las contestaciones que hubieren
sido presentadas, fijando el objeto del juicio.

b) Los hechos que se dieren por acreditados, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 30.

c) Las pruebas que deberán rendirse en el juicio, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 63 bis.

d) La individualización de quienes deberán ser citados a la audiencia respectiva.

Con todo, en los procedimientos de que trata esta ley tendrá lugar lo dispuesto en el artículo 336 del
Código Procesal Penal.

Artículo 63.- Audiencia de juicio. La audiencia se llevará a efecto en un solo acto, pudiendo prolongarse
en sesiones sucesivas si fuere necesario, y tendrá por objetivo recibir la prueba admitida por el tribunal y
la decretada por éste.

El día y hora fijados, el juez de familia se constituirá, con la asistencia del demandante y el demandado,
asistidos por letrados cuando corresponda.

Durante la audiencia, el juez procederá a:

1) Verificar la presencia de las personas que hubieren sido citadas a la audiencia y declarar iniciado
el juicio.

2) Señalar el objetivo de la audiencia, advirtiendo a las partes que deben estar atentas a todo lo que
se expondrá en el juicio.

3) Disponer que los testigos y peritos que hubieren comparecido hagan abandono de la sala de
audiencia.

4) Adoptar las medidas necesarias para garantizar su adecuado desarrollo, pudiendo disponer la
presencia en ellas de uno o más miembros del consejo técnico.

Podrá asimismo ordenar, en interés superior del niño, niña o adolescente, que éste u otro miembro del
grupo familiar se ausente durante determinadas actuaciones.

Artículo 63 bis.- Prueba no solicitada oportunamente. A petición de alguna de las partes, el juez podrá
ordenar la recepción de pruebas que ellas no hayan ofrecido oportunamente, cuando justifiquen no haber
sabido de su existencia sino hasta ese momento y siempre que el juez considere que resultan esenciales
para la resolución del asunto.

Si con ocasión de la rendición de una prueba surge una controversia relacionada exclusivamente con su
veracidad, autenticidad o integridad, el juez podrá autorizar la presentación de nuevas pruebas
destinadas a esclarecer esos puntos, aunque ellas no hayan sido ofrecidas oportunamente y siempre que
no haya sido posible prever su necesidad.

Artículo 64.- Producción de la prueba. La prueba se rendirá de acuerdo al orden que fijen las partes,
comenzando por la del demandante. Al final, se rendirá la prueba ordenada por el juez.
Durante la audiencia, los testigos y peritos serán identificados por el juez, quien les tomará el juramento
o promesa de decir verdad. A continuación, serán interrogados por las partes, comenzando por la que los
presenta. Los peritos deberán exponer brevemente el contenido y las conclusiones de su informe y luego
se autorizará su interrogatorio por las partes.

El juez podrá efectuar preguntas al testigo o perito, así como a las partes que declaren, una vez que
fueren interrogadas por los litigantes, con la finalidad de pedir aclaraciones o adiciones a sus
testimonios.

Los documentos, así como el informe de peritos en su caso, serán exhibidos y leídos en el debate, con
indicación de su origen.

Las grabaciones, los elementos de prueba audiovisuales, computacionales o cualquier otro de carácter
electrónico apto para producir fe, se reproducirán en la audiencia por cualquier medio idóneo para su
percepción por los asistentes. El juez podrá autorizar, con acuerdo de las partes, la lectura o reproducción
parcial o resumida de los medios de prueba mencionados, cuando ello pareciere conveniente y se
asegurare el conocimiento de su contenido. Todos estos medios podrán ser exhibidos a los declarantes
durante sus testimonios, para que los reconozcan o se refieran a su conocimiento.

Practicada la prueba, el juez podrá solicitar a un miembro del consejo técnico que emita su opinión
respecto de la prueba rendida, en el ámbito de su especialidad.

Finalmente, las partes formularán, oralmente y en forma breve, las observaciones que les merezca la
prueba y la opinión del miembro del consejo técnico, así como sus conclusiones, de un modo preciso y
concreto, con derecho a replicar respecto de las conclusiones argumentadas por las demás.

Artículo 65.- Sentencia. Una vez concluido el debate, el juez comunicará de inmediato su resolución,
indicando los fundamentos principales tomados en consideración para dictarla. Excepcionalmente,
cuando la audiencia de juicio se hubiere prolongado por más de dos días, podrá postergar la decisión del
caso hasta el día siguiente hábil, lo que se indicará a las partes al término de la audiencia, fijándose de
inmediato la oportunidad en que la decisión será comunicada.

El juez podrá diferir la redacción del fallo hasta por un plazo de cinco días, ampliables por otros cinco por
razones fundadas, fijando la fecha en que tendrá lugar la lectura de la sentencia, la que podrá efectuarse
de manera resumida.

Artículo 66.- Contenido de la sentencia. La sentencia definitiva deberá contener:

1) El lugar y fecha en que se dicta;

2) La individualización completa de las partes litigantes;

3) Una síntesis de los hechos y de las alegaciones de las partes;

4) El análisis de la prueba rendida, los hechos que estime probados y el razonamiento que conduce a
esa conclusión;

5) Las razones legales y doctrinarias que sirvieren para fundar el fallo;

6) La resolución de las cuestiones sometidas a la decisión del juzgado, y

7) El pronunciamiento sobre pago de costas y, en su caso, los motivos que tuviere el juzgado para
absolver de su pago a la parte vencida.

Artículo 66 bis.- Celebración de nueva audiencia. Si el juez ante el cual se desarrolló la audiencia de juicio
no pudiera dictar sentencia por causa legal sobreviniente, aquélla deberá celebrarse nuevamente.

En caso de nombramiento, promoción, destinación, traslado o comisión del juez ante el cual se desarrolló
la audiencia del juicio, éste sólo podrá asumir su nueva función luego de haber dictado sentencia
definitiva en las causas que tuviese pendientes.

Artículo 67.- Recursos. Las resoluciones serán impugnables a través de los recursos y en las formas que
establece el Código de Procedimiento Civil, siempre que ello no resulte incompatible con los principios
del procedimiento que establece la presente ley, y sin perjuicio de las siguientes modificaciones:

1) La solicitud de reposición deberá presentarse dentro de tercero día de notificada la resolución, a


menos que dentro de dicho término tenga lugar una audiencia, en cuyo caso deberá interponerse y
resolverse durante la misma. Tratándose de una resolución pronunciada en audiencia, se interpondrá
y resolverá en el acto.
2) Sólo serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia, las resoluciones que ponen
término al procedimiento o hacen imposible su continuación, y las que se pronuncien sobre medidas
cautelares.

3) La apelación, que deberá entablarse por escrito, se concederá en el solo efecto devolutivo, con
excepción de las sentencias definitivas referidas a los asuntos comprendidos en los numerales 8),
10), 13) y 15) del artículo 8º.

4) El tribunal de alzada conocerá y fallará la apelación sin esperar la comparecencia de las partes, las
que se entenderán citadas por el ministerio de la ley a la audiencia en que se conozca y falle el recurso.

5) Efectuada la relación, los abogados de las partes podrán dividir el tiempo de sus alegatos para
replicar al de la otra parte.

6) Procederá el recurso de casación en la forma, establecido en los artículos 766 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil, con las siguientes modificaciones:

a) Procederá sólo en contra de las sentencias definitivas de primera instancia y de las interlocutorias
de primera instancia que pongan término al juicio o hagan imposible su continuación.

b) Sólo podrá fundarse en alguna de las causales expresadas en los números 1º, 2º, 4º, 6º, 7º, y 9º
del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, o en haber sido pronunciada la sentencia definitiva
con omisión de cualquiera de los requisitos enumerados en el artículo 66 de la presente ley.

7) Se entenderá cumplida la exigencia de patrocinio de los recursos de casación, prevista en el inciso


final del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil, por la sola circunstancia de interponerlos el
abogado que patrocine la causa.
TITULO IV

PROCEDIMIENTOS ESPECIALES

Párrafo primero

De la aplicación judicial de medidas de protección de los

derechos de los niños, niñas o adolescentes

Artículo 68.- Procedimiento de aplicación de medidas de protección. En los casos en que la ley exige o
autoriza la intervención judicial para adoptar las medidas de protección jurisdiccionales establecidas en
la ley, tendientes a la protección de los derechos de los niños, niñas o adolescentes cuando éstos se
encontraren amenazados o vulnerados, se aplicará el procedimiento contenido en el presente Párrafo.
En lo no previsto por éste, se aplicarán las normas del Título III.

La intervención judicial será siempre necesaria cuando se trate de la adopción de medidas que importen
separar al niño, niña o adolescente de uno o ambos padres o de quienes lo tengan legalmente bajo su
cuidado.

Artículo 69.- Comparecencia del niño, niña o adolescente. En este procedimiento, el juez tendrá
debidamente en cuenta las opiniones de los niños, niñas o adolescentes, considerando su edad y
madurez.

Para este efecto podrá escucharlos en las audiencias a que se refieren los artículos 72 y 73, o en otra
especial fijada al efecto, en un ambiente adecuado y cautelando su salud física y psíquica.

Artículo 70.- Inicio del procedimiento. El procedimiento podrá iniciarse de oficio o a requerimiento del
niño, niña o adolescente, de sus padres, de las personas que lo tengan bajo su cuidado, de los profesores
o del director del establecimiento educacional al que asista, de los profesionales de la salud que trabajen
en los servicios en que se atienda, del Servicio Nacional de Menores o de cualquier persona que tenga
interés en ello.

El requerimiento presentado por alguna de las personas señaladas en el inciso anterior no necesitará
cumplir formalidad alguna, bastando con la sola petición de protección para dar por iniciado el
procedimiento.

Artículo 71.- Medidas cautelares especiales. En cualquier momento del procedimiento, y aun antes de su
inicio, de oficio, a solicitud de la autoridad pública o de cualquier persona, cuando ello sea necesario para
proteger los derechos del niño, niña o adolescente, el juez podrá adoptar las siguientes medidas
cautelares:

a) Su entrega inmediata a los padres o a quienes tengan legalmente su cuidado;

b) Confiarlo al cuidado de una persona o familia en casos de urgencia. El juez preferirá, para que
asuman provisoriamente el cuidado, a sus parientes consanguíneos o a otras personas con las que
tenga relación de confianza;

c) El ingreso a un programa de familias de acogida o centro de diagnóstico o residencia, por el tiempo


que sea estrictamente indispensable. En este caso, de adoptarse la medida sin la comparecencia del
niño, niña o adolescente ante el juez, deberá asegurarse que ésta se verifique a primera hora de la
audiencia más próxima;

d) Disponer la concurrencia de niños, niñas o adolescentes, sus padres, o las personas que los tengan
bajo su cuidado, a programas o acciones de apoyo, reparación u orientación, para enfrentar y superar
las situaciones de crisis en que pudieren encontrarse, e impartir las instrucciones pertinentes;

e) Suspender el derecho de una o más personas determinadas a mantener relaciones directas o


regulares con el niño, niña o adolescente, ya sea que éstas hayan sido establecidas por resolución
judicial o no lo hayan sido;

f) Prohibir o limitar la presencia del ofensor en el hogar común;


g) Prohibir o limitar la concurrencia del ofensor al lugar de estudio del niño, niña o adolescente, así
como a cualquier otro lugar donde éste o ésta permanezca, visite o concurra habitualmente. En caso
de que concurran al mismo establecimiento, el juez adoptará medidas específicas tendientes a
resguardar los derechos de aquéllos.

h) La internación en un establecimiento hospitalario, psiquiátrico o de tratamiento especializado,


según corresponda, en la medida que se requiera de los servicios que éstos ofrecen y ello sea
indispensable frente a una amenaza a su vida o salud, e

i) La prohibición de salir del país para el niño, niña o adolescente sujeto de la petición de protección.

En ningún caso, podrá ordenarse como medida de protección el ingreso de un niño, niña o adolescente a
un establecimiento penitenciario para adultos.

La resolución que determine la imposición de una medida cautelar deberá fundarse en antecedentes que
sean calificados como suficientes para ameritar su adopción, de los que se dejará expresa constancia
en la misma.

Para el cumplimiento de las medidas decretadas, el juez podrá requerir el auxilio de Carabineros de Chile.

Cuando la adopción de cualquier medida cautelar tenga lugar antes del inicio del procedimiento, el juez
fijará desde luego la fecha en que deberá llevarse a cabo la audiencia preparatoria, para dentro de los
cinco días siguientes contados desde la adopción de la medida.

En ningún caso la medida cautelar decretada de conformidad a este artículo podrá durar más de noventa
días.

Artículo 72.- Audiencia preparatoria. Iniciado el procedimiento, el juez fijará una audiencia para dentro de
los cinco días siguientes, a la que citará al niño, niña o adolescente, a sus padres, a las personas a cuyo
cuidado esté, y a todos quienes puedan aportar antecedentes para una acertada resolución del asunto.

Durante la audiencia, el juez informará a las partes acerca del motivo de su comparecencia, sus derechos
y deberes, y responderá a las dudas e inquietudes que les surjan. Los niños, niñas o adolescentes serán
informados en un lenguaje que les resulte comprensible.

El juez indagará sobre la situación que ha motivado el inicio del proceso, la forma en que afecta al niño,
niña o adolescente y sobre la identidad de las personas que se encuentren involucradas en la afectación
de sus derechos.

Los citados expondrán lo que consideren conveniente y, una vez oídos, el juez, si contare con todos los
elementos probatorios dictará sentencia, a menos que estime procedente la aplicación de la medida
contenida en el numeral 2) del artículo 30 de la ley N° 16.618, caso en el cual citará a audiencia de juicio.

Artículo 73.- Audiencia de juicio. De conformidad a lo dispuesto en el artículo precedente, esta audiencia
tendrá por objetivo recibir la prueba y decidir el asunto sometido a conocimiento del juez. En ella podrán
objetarse los informes periciales que se hayan evacuado, pudiendo el juez hacerse asesorar por el
consejo técnico.

Artículo 74.- Medida de separación del niño, niña o adolescente de sus padres. Sólo cuando sea
estrictamente necesario para salvaguardar los derechos del niño, niña o adolescente y siempre que no
exista otra más adecuada, se podrá adoptar una medida que implique separarlo de uno o de ambos
padres o de las personas que lo tengan bajo su cuidado. En este caso, el juez preferirá a sus parientes
consanguíneos o a otras personas con las que aquél tenga una relación de confianza y, sólo en defecto
de los anteriores, lo confiará a un establecimiento de protección. La resolución que disponga la medida
deberá ser fundada.

Artículo 75.- Sentencia. Antes de pronunciar sentencia, el juez procurará que las partes acuerden la forma
más conducente a la resolución de la situación que afecta al niño, niña o adolescente. Si ello no fuere
posible, en la sentencia fundamentará la necesidad y conveniencia de la medida adoptada, indicará los
objetivos que se pretenden cumplir con ella y determinará el tiempo de su duración.

La sentencia será pronunciada oralmente una vez terminada la audiencia que corresponda, según sea el
caso. El juez deberá explicar claramente a las partes la naturaleza y objetivos de la medida adoptada, sus
fundamentos y su duración.

Artículo 76.- Obligación de informar acerca del cumplimiento de las medidas adoptadas. El director del
establecimiento, o el responsable del programa, en que se cumpla la medida adoptada tendrá la
obligación de informar acerca del desarrollo de la misma, de la situación en que se encuentra el niño,
niña o adolescente y de los avances alcanzados en la consecución de los objetivos establecidos en la
sentencia. Ese informe se evacuará cada tres meses, a menos que el juez señale un plazo mayor, con un
máximo de seis meses, mediante resolución fundada.

En la ponderación de dichos informes, el juez se asesorará por uno o más miembros del consejo técnico.

Artículo 77.- Incumplimiento de las medidas adoptadas. Cuando los padres, personas responsables o
cualquier otra persona impidan la ejecución de la medida acordada, el organismo responsable de su
ejecución o seguimiento comunicará al tribunal la situación para que éste adopte las medidas que estime
conducentes y propondrá, si fuera el caso, la sustitución por otra medida que permita alcanzar los
objetivos fijados. El tribunal determinará la sustitución de la medida u ordenará los apremios pertinentes
para su cumplimiento forzado.

Artículo 78.- Obligación de visita de establecimientos residenciales. Los jueces de familia deberán visitar
personalmente los establecimientos residenciales, existentes en su territorio jurisdiccional, en que se
cumplan medidas de protección. El director del establecimiento deberá facilitar al juez el acceso a todas
sus dependencias y la revisión de los antecedentes individuales de cada niño, niña o adolescente
atendido en él. Asimismo, deberá facilitar las condiciones que garanticen la independencia y libertad de
ellos para prestar libremente su opinión.

Las visitas de que trata el inciso anterior podrán efectuarse en cualquier momento, dentro de lapsos que
no excedan de seis meses entre una y otra, considerándose el incumplimiento de esta obligación como
una falta disciplinaria grave para todos los efectos legales.

Después de cada visita, el juez evacuará un informe que contendrá las conclusiones derivadas de la
misma, el que será remitido al Servicio Nacional de Menores y al Ministerio de Justicia.

Existiendo más de un juez en el territorio jurisdiccional, las visitas deberán hacerse por turno, de acuerdo
con el orden que determine el juez presidente del comité de jueces del juzgado de familia.

Sin perjuicio de las obligaciones señaladas en los incisos anteriores, los jueces de familia podrán siempre
visitar los centros, programas y proyectos de carácter ambulatorio existentes en su territorio
jurisdiccional, y en que se cumplan medidas de protección.

Artículo 79.- Derecho de audiencia con el juez. Los niños, niñas y adolescentes respecto de los cuales se
encuentre vigente una medida de protección judicial, tendrán derecho a que el juez los reciba
personalmente, cuando lo soliciten por sí mismos o a través de las personas señaladas en el artículo
siguiente.

Artículo 80.- Suspensión, modificación y cesación de medidas. En cualquier momento en que las
circunstancias lo justifiquen, el juez podrá suspender, modificar o dejar sin efecto la medida adoptada,
de oficio, a solicitud del niño, niña o adolescente, de uno o de ambos padres, de las personas que lo
tengan bajo su cuidado o del director del establecimiento o responsable del programa en que se cumple
la medida.

Si el tribunal lo considera necesario para resolver, podrá solicitar un informe psicosocial actualizado del
niño, niña o adolescente. Asimismo, podrá citar a una única audiencia destinada a escuchar a las partes,
recibir los antecedentes y, si corresponde, la declaración del perito que haya elaborado el informe
respectivo, el que deberá ser entregado con la anticipación a que se refiere el artículo 46.

Con todo, la medida cesará una vez que el niño, niña o adolescente alcance la mayoría de edad, sea
adoptado o transcurra el plazo por el que se decretó sin que haya sido modificada o renovada.

Artículo 80 bis.- Deber de información del Servicio Nacional de Menores. Para efectos de la aplicación de
las medidas a que se refiere el artículo 71, así como las que se impongan en virtud de sentencia definitiva,
el Servicio Nacional de Menores, a través de sus Directores Regionales, informará periódicamente y en
forma detallada a cada juzgado de familia la oferta programática vigente en la respectiva región de
acuerdo a las líneas de acción desarrolladas, su modalidad de intervención y la cobertura existente en
ellas, sea en sus centros de administración directa o bien en los proyectos ejecutados por sus
organismos colaboradores acreditados.

Si el juez estima necesario decretar una medida respecto de la cual no existe en la Región oferta de las
líneas de acción indicadas en la ley N° 20.032, comunicará tal situación al Director Nacional del Servicio
Nacional de Menores, quien deberá adoptar las medidas tendientes a generar tal oferta en el menor
tiempo posible. Entretanto, el juez decretará alguna de las restantes medidas del artículo 71. Pero, si la
cautelar dispuesta es la de la letra h) de dicho artículo, el Servicio Nacional de Menores deberá darle
cumplimiento de inmediato y sin más trámite.

Párrafo segundo

Del procedimiento relativo a los actos de violencia Intrafamiliar

Artículo 81.- Competencia. Corresponderá el conocimiento de los conflictos a que dé origen la comisión
de actos de violencia intrafamiliar, regulados en la ley Nº 20.066, al juzgado de familia dentro de cuyo
territorio jurisdiccional tenga residencia o domicilio el afectado.

En todo caso, cualquier tribunal que ejerza jurisdicción en asuntos de familia, fiscal del Ministerio Público
o juez de garantía según corresponda, que tome conocimiento de una demanda o denuncia por actos de
violencia intrafamiliar, deberá, de inmediato, adoptar las medidas cautelares del caso, aun cuando no sea
competente para conocer de ellas.

En caso de concurrir conjuntamente como víctimas de violencia intrafamiliar personas mayores y niños,
niñas o adolescentes, el juez podrá siempre adoptar las medidas de protección en conformidad a la ley.

El procedimiento por actos de violencia intrafamiliar se regirá por las normas contenidas en este Párrafo
y, en lo no previsto en ellas, por el Título III de esta ley.

Artículo 82.- Inicio del procedimiento. El procedimiento por actos de violencia intrafamiliar podrá iniciarse
por demanda o por denuncia.

La demanda o denuncia podrá ser deducida por la víctima, sus ascendientes, descendientes, guardadores
o personas que la tengan a su cuidado. La denuncia, además, podrá hacerse por cualquier persona que
tenga conocimiento directo de los hechos que la motiven, a quien le será aplicable lo establecido en el
artículo 178 del Código Procesal Penal. No obstante, la denuncia de la víctima le otorgará la calidad de
parte en el proceso.

Artículo 83.- Actuación de la policía. En caso de violencia intrafamiliar que se esté cometiendo
actualmente, o ante llamadas de auxilio de personas que se encontraren al interior de un lugar cerrado u
otros signos evidentes que indicaren que se está cometiendo violencia intrafamiliar, los funcionarios de
Carabineros o de la Policía de Investigaciones deberán entrar al lugar en que estén ocurriendo los hechos,
practicar la detención del agresor, si procediere, e incautar del lugar las armas u objetos que pudieren ser
utilizados para agredir a la víctima. Deberán, además, ocuparse en forma preferente de prestar ayuda
inmediata y directa a esta última.

El detenido será presentado inmediatamente al tribunal competente, o al día siguiente si no fuere hora
de despacho, considerándose el parte policial como denuncia. Si no fuere día hábil, el detenido deberá
ser conducido, dentro del plazo máximo de 24 horas, ante el juez de garantía del lugar, a fin de que éste
controle la detención y disponga las medidas cautelares que resulten procedentes, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 92 de esta ley.

Artículo 84.- Obligación de denunciar. Las personas señaladas en el artículo 175 del Código Procesal
Penal estarán obligadas a denunciar los hechos que pudieren constituir violencia intrafamiliar de que
tomen conocimiento en razón de sus cargos, lo que deberán efectuar en conformidad a dicha norma.

Igual obligación recae sobre quienes ejercen el cuidado personal de aquellos que en razón de su edad,
incapacidad u otra condición similar, no pudieren formular por sí mismos la respectiva denuncia.

El incumplimiento de las obligaciones establecidas en el presente artículo será sancionado con la pena
prevista en el artículo 494 del Código Penal.

Artículo 85.- Exámenes y reconocimientos médicos. Los profesionales de la salud que se desempeñen
en hospitales, clínicas u otros establecimientos del ramo, al realizar los procedimientos y prestaciones
médicas que hubieren sido solicitados, deberán practicar los reconocimientos y exámenes conducentes
a acreditar el daño físico o psíquico ocasionado a la víctima, debiendo además conservar las pruebas
correspondientes. A estos efectos se levantará acta, en duplicado, del reconocimiento y de los exámenes
realizados, la que será suscrita por el jefe del establecimiento o de la respectiva sección y por los
profesionales que los hayan practicado. Una copia se entregará a la víctima, o a quien la tuviere bajo su
cuidado y la otra, así como los resultados de los exámenes practicados, se remitirá al tribunal
competente, si lo requiriese.

Artículo 86.- Contenido de la demanda. La demanda contendrá la designación del tribunal ante el cual se
presenta, la identificación del demandante, de la víctima y de las personas que componen el grupo
familiar, la narración circunstanciada de los hechos y la designación de quien o quienes pudieren haberlos
cometido, si ello fuere conocido.

Artículo 87.- Contenido de la denuncia. La denuncia contendrá siempre una narración de los hechos y, si
al denunciante le constare, las demás menciones indicadas en el artículo anterior.

Artículo 88.- Identificación del ofensor. Si la denuncia se formulare en una institución policial y no
señalare la identidad del presunto autor, ésta deberá practicar, de inmediato, las siguientes diligencias
para determinarla:

1.- Procurar la identificación conforme a las facultades descritas en el artículo 85 del Código Procesal
Penal, o

2.- Recabar las declaraciones que al efecto presten quienes conozcan su identidad.

Tratándose de denuncias o demandas interpuestas ante el tribunal, éste decretará las diligencias
conducentes a determinar la identidad del presunto autor, si ésta no constare. Igual procedimiento
seguirá el Ministerio Público respecto de las denuncias por violencia intrafamiliar de que tome
conocimiento.

En las diligencias que la policía practique conforme a este artículo, mantendrá en reserva la identidad del
denunciante o demandante.

Artículo 89.- Solicitud de extracto de filiación del denunciado o demandado. El juez requerirá al Servicio
de Registro Civil e Identificación, por la vía que estime más rápida y efectiva, el extracto de filiación del
denunciado o demandado y un informe sobre las anotaciones que éste tuviere en el registro especial que
establece el artículo 12 de la ley N° 20.066.

Artículo 90.- Remisión de antecedentes si el hecho denunciado reviste caracteres de delito. En caso que
los hechos en que se fundamenta la denuncia o la demanda sean constitutivos de delito, el juez deberá
enviar de inmediato los antecedentes al Ministerio Público.

Si de los antecedentes examinados en la audiencia preparatoria o en la del juicio aparece que el


denunciado o demandado ha ejercido violencia en los términos establecidos en el artículo 14 de la Ley
sobre Violencia Intrafamiliar, el tribunal los remitirá al Ministerio Público.

Previo a remitir una causa al Ministerio Público, el juez de familia adoptará las medidas cautelares que
correspondan, las que se mantendrán vigentes en tanto el fiscal no solicite su modificación o cese.

Si se plantea una contienda de competencia relacionada a un asunto de violencia intrafamiliar entre un


juez de familia y el Ministerio Público o un juez de garantía, el juez de familia involucrado podrá adoptar
las medidas cautelares que sean procedentes, las que se mantendrán vigentes hasta que la contienda
de competencia sea resuelta.

Artículo 91.- Actuaciones judiciales ante demanda o denuncia de terceros. Iniciado un proceso por
denuncia o demanda de un tercero, previamente a la realización de la audiencia preparatoria, el juez la
pondrá en conocimiento de la víctima por el medio más idóneo, directo y seguro para su integridad.

Asimismo, el juez podrá recoger el testimonio del demandante o denunciante, antes de la citada
audiencia.

Artículo 92.- Medidas cautelares en protección de la víctima. El juez de familia deberá dar protección a la
víctima y al grupo familiar. Cautelará, además, su subsistencia económica e integridad patrimonial. Para
tal efecto, en el ejercicio de su potestad cautelar y sin perjuicio de otras medidas que estime pertinentes,
podrá adoptar una o más de las siguientes:

1. Prohibir al ofensor acercarse a la víctima y prohibir o restringir la presencia de aquél en el hogar


común y en el domicilio, lugar de estudios o de trabajo de ésta, así como en cualquier otro lugar en
que la víctima permanezca, concurra o visite habitualmente. Si ambos trabajan o estudian en el mismo
lugar, se oficiará al empleador o director del establecimiento para que adopte las medidas de
resguardo necesarias.
2. Asegurar la entrega material de los efectos personales de la víctima que optare por no regresar al
hogar común.

3. Fijar alimentos provisorios.

4. Determinar un régimen provisorio de cuidado personal de los niños, niñas o adolescentes en


conformidad al artículo 225 del Código Civil, y establecer la forma en que se mantendrá una relación
directa y regular entre los progenitores y sus hijos.

5. Decretar la prohibición de celebrar actos o contratos.

6.- Prohibir el porte y tenencia de cualquier arma de fuego, municiones y cartuchos; disponer la
retención de los mismos, y prohibir la adquisición o almacenaje de los objetos singularizados en el
artículo 2º de la ley Nº17.798, sobre Control de Armas. De ello se informará, según corresponda, a la
Dirección General de Movilización, a la Comandancia de Guarnición o al Director del Servicio
respectivo para los fines legales y reglamentarios pertinentes. Con todo, el imputado podrá solicitar
ser excluido de estas medidas en caso de demostrar que sus actividades industriales, comerciales o
mineras requieren de alguno de esos elementos.

7. Decretar la reserva de la identidad del tercero denunciante.

8. Establecer medidas de protección para adultos mayores o personas afectadas por alguna
incapacidad o discapacidad.

Las medidas cautelares podrán decretarse por un período que no exceda de los 180 días hábiles,
renovables, por una sola vez, hasta por igual plazo y podrán, asimismo, ampliarse, limitarse, modificarse,
sustituirse o dejarse sin efecto, de oficio o a petición de parte, en cualquier momento del juicio.

El juez, para dar protección a niños, niñas o adolescentes, podrá, además, adoptar las medidas cautelares
contempladas en el artículo 71, cumpliendo con los requisitos y condiciones previstas en la misma
disposición.

Tratándose de adultos mayores en situación de abandono, el tribunal podrá decretar la internación del
afectado en alguno de los hogares o instituciones reconocidos por la autoridad competente.

Para estos efectos, se entenderá por situación de abandono el desamparo que afecte a un adulto mayor
que requiera de cuidados.

Artículo 93.- Comunicación y ejecución de las medidas cautelares. El juez, en la forma y por los medios
más expeditos posibles, pondrá en conocimiento de la víctima las medidas cautelares decretadas,
otorgándole la certificación correspondiente.

Asimismo, el juez podrá requerir el auxilio de la fuerza pública, disponer su intervención con facultades
de allanamiento y descerrajamiento y ejercer, sin más trámite, los demás medios de acción conducentes
para el cumplimiento de las medidas cautelares decretadas.

Artículo 94.- Incumplimiento de medidas cautelares. En caso de incumplimiento de las medidas


cautelares, el juez pondrá en conocimiento del Ministerio Público los antecedentes para los efectos de lo
previsto en el inciso segundo del artículo 240 del Código de Procedimiento Civil. Sin perjuicio de ello,
impondrá al infractor, como medida de apremio, arresto hasta por quince días.

Artículo 95.- Citación a audiencia preparatoria. Recibida la demanda o denuncia, el juez citará a las partes
a la audiencia preparatoria, la que deberá efectuarse dentro de los diez días siguientes.

En todo caso, el denunciado o demandado deberá comparecer personalmente, debiendo para estos
efectos citarlo el tribunal bajo apercibimiento de arresto.

Artículo 96.- Suspensión condicional de la dictación de la sentencia. Si el denunciado o demandado


reconoce ante el tribunal los hechos sobre los que versa la demanda o denuncia y existen antecedentes
que permiten presumir fundadamente que no ejecutará actos similares en lo sucesivo, el juez podrá
suspender condicionalmente la dictación de la sentencia, siempre y cuando se cumpla cualquiera de las
siguientes condiciones:

a) Que se hayan establecido y aceptado por las partes obligaciones específicas y determinadas
respecto de sus relaciones de familia y aquellas de carácter reparatorio a satisfacción de la víctima;
b) Que se haya adquirido por el demandado o denunciado, con el acuerdo de la víctima, el compromiso
de observancia de una o más de las medidas cautelares previstas en esta ley por un lapso no inferior
a seis meses ni superior a un año.

En todo caso, el tribunal, previo acuerdo de las partes y en conformidad a lo dispuesto en el inciso
primero, podrá someter a mediación el conflicto para los efectos de la letra a). Aprobada el acta de
mediación, el juez suspenderá condicionalmente la dictación de la sentencia. Para efectos de lo
dispuesto en este artículo, el juez deberá ser asesorado por uno o más miembros del consejo técnico,
asegurándose que las partes estén en capacidad para negociar libremente y en un plano de igualdad.

La resolución que apruebe la suspensión de la sentencia será inscrita en el registro especial que para
estos procesos mantiene el Servicio de Registro Civil e Identificación, en los mismos términos que la
sentencia.

Artículo 97.- Improcedencia de la suspensión condicional de la dictación de la sentencia. La facultad


prevista en el artículo anterior no será procedente en los siguientes casos:

a) Si el juez estimare conveniente la continuación del proceso;

b) Si ha habido denuncia o demanda previa sobre la comisión de actos de violencia intrafamiliar en


contra del denunciado o demandado, cualquiera que haya sido la víctima de éstos, y

c) Si el demandado o denunciado hubiere sido condenado previamente por la comisión de algún


crimen o simple delito contra las personas, o por alguno de los delitos previstos en los artículos 361
a 375 del Código Penal.

Artículo 98.- Efectos de la suspensión condicional de la dictación de la sentencia. Si transcurrido un año


desde que se hubiese suspendido condicionalmente la dictación de la sentencia, el denunciado o
demandado ha dado cumplimiento satisfactorio a las condiciones impuestas, el tribunal dictará una
resolución declarando tal circunstancia, ordenará el archivo de los antecedentes y dispondrá la omisión
en el certificado respectivo de la inscripción practicada, de conformidad con lo dispuesto en el inciso
final del artículo 96.

En caso de incumplimiento del denunciado o demandado de las obligaciones acordadas en conformidad


a la letra a) del inciso primero del artículo 96, el juez dictará sentencia y, atendida su naturaleza, decretará
su ejecución.

Si el denunciado o demandado no cumpliere con alguna de las medidas impuestas en conformidad a la


letra b) del mismo inciso, el tribunal establecerá tal hecho y dictará sentencia.

Artículo 99.- Revocación. Si la persona denunciada o demandada incurre en nuevos actos de violencia
intrafamiliar en el período de condicionalidad, se acumularán los antecedentes al nuevo proceso,
debiendo el tribunal dictar sentencia conjuntamente respecto de ambos.

Artículo 100.- Término del proceso. El proceso regulado en este Párrafo podrá terminar por sentencia
ejecutoriada o en conformidad a lo dispuesto en el inciso primero del artículo 98. Podrá, además, terminar
por archivo, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 21, inciso tercero.

Asimismo, cuando el proceso se hubiere iniciado por demanda o denuncia de un tercero, el juez de
familia, durante la audiencia preparatoria y previo informe del consejo técnico, podrá poner término al
proceso a requerimiento de la víctima si su voluntad fuere manifestada en forma libre y espontánea.

Artículo 101.- Sentencia. La sentencia contendrá un pronunciamiento sobre la existencia de hechos


constitutivos de violencia intrafamiliar, establecerá la responsabilidad del denunciado o demandado y, en
su caso, la sanción aplicable.

En caso de concurrir conjuntamente como víctimas de violencia intrafamiliar personas mayores y niños,
niñas o adolescentes, el juez podrá siempre adoptar medidas de protección en conformidad a la ley.

Párrafo tercero

De los actos judiciales no contenciosos

Artículo 102.- Del procedimiento aplicable. Los actos judiciales no contenciosos cuyo conocimiento
corresponda a los jueces de familia se regirán por las normas de la presente ley y, en lo no previsto en
ellas, por el Libro IV del Código de Procedimiento Civil, a menos que resulten incompatibles con la
naturaleza de los procedimientos que esta ley establece, particularmente en lo relativo a la exigencia de
oralidad.

La solicitud podrá ser presentada por escrito y el juez podrá resolverla de plano, a menos que considere
necesario oír a los interesados. En este último caso, citará a una audiencia, a la que concurrirán con todos
sus antecedentes, a fin de resolver en ella la cuestión no contenciosa sometida a su conocimiento.

Párrafo 4º

Procedimiento Contravencional ante los Tribunales de Familia

Artículo 102 A.- Las faltas contenidas en la legislación vigente que sean cometidas por adolescentes,
constituirán contravenciones de carácter administrativo para todos los efectos legales y su juzgamiento
se sujetará al procedimiento regulado en este Párrafo.

Se exceptúan de lo dispuesto en el inciso anterior únicamente las faltas tipificadas en los artículos 494,
Nºs. 1, 4, 5, y 19, este último en lo que dice relación con el artículo 477; en el artículo 494 bis, en el artículo
495, Nº 21 y en el artículo 496, Nºs. 5 y 26, todos del Código Penal, y aquellas contempladas en la ley Nº
20.000 o en los cuerpos normativos que la sustituyan, cometidas por adolescentes mayores de 16 años,
cuyo conocimiento estará sujeto a lo preceptuado por la ley que regula la responsabilidad penal de los
adolescentes.

Artículo 102 B.- Será aplicable al proceso contravencional lo dispuesto en los Párrafos 1º, 2º y 3º del
Título III de esta ley, en lo que no sea incompatible con lo dispuesto en el presente Título y con la
naturaleza infraccional de las faltas a juzgar.

Artículo 102 C.- Será competente para el conocimiento de los asuntos a que se refiere el inciso primero
del artículo 102 A el tribunal del lugar en que se hubiere ejecutado el hecho. Tratándose de los asuntos a
que se refiere el numeral 9 del artículo 8º, será competente el tribunal del domicilio del menor, sin
perjuicio de la potestad cautelar que pudiere corresponder al tribunal que inicialmente conozca del asunto
en razón del lugar donde se cometió el hecho.

Artículo 102 D.- El procedimiento podrá iniciarse con el solo mérito del parte policial que dé cuenta de la
denuncia interpuesta por un particular o de la falta flagrante en que se haya sorprendido a un adolescente.
En ambos casos la policía procederá a citar al adolescente para que concurra a primera audiencia ante
el tribunal, lo que deberá quedar consignado en el parte respectivo.

Los particulares también podrán formular la denuncia directamente al tribunal.

Artículo 102 E.- De la realización de la primera audiencia a que deba comparecer el imputado deberá
notificarse también a sus padres o a la persona que lo tenga bajo su cuidado, y al denunciante o al
afectado, según corresponda.

Todos quienes sean citados deberán concurrir a la audiencia con sus medios de prueba.

Artículo 102 F.- Si el adolescente no concurriere a la primera citación, el tribunal podrá ordenar que sea
conducido a su presencia por medio de la fuerza pública. En este caso se procurará que la detención se
practique en el tiempo más próximo posible al horario de audiencias del tribunal.

Artículo 102 G.- El adolescente tendrá derecho a guardar silencio.

Artículo 102 H.- Al inicio de la audiencia, el juez explicará al adolescente sus derechos y, sin perjuicio de
lo dispuesto en el artículo anterior, lo interrogará sobre la veracidad de los hechos imputados por el
requerimiento. En caso de que el adolescente reconozca los hechos, el juez dictará sentencia de
inmediato, la que no será susceptible de recurso alguno.

En la sentencia se podrá imponer la sanción de amonestación si ésta resulta proporcionada a la gravedad


de los hechos y a la edad del adolescente para responsabilizarlo por la contravención, a menos que
mediare reiteración, en cuyo caso deberá imponerse alguna de las restantes sanciones previstas en el
artículo 102 J.

Artículo 102 I.- Si el adolescente negare los hechos o guardare silencio, se realizará el juzgamiento de
inmediato, procediéndose a oír a los comparecientes y a recibir la prueba, tras lo cual se preguntará al
adolescente si tiene algo que agregar. Con su declaración o sin ella, el juez pronunciará sentencia de
absolución o condena.

Artículo 102 J.- El juez podrá imponer al adolescente únicamente alguna de las siguientes sanciones
contravencionales:

a) Amonestación;

b) Reparación material del daño;

c) Petición de disculpas al ofendido o afectado;

d) Multa de hasta 2 Unidades Tributarias Mensuales;

e) Servicios en beneficio de la comunidad, de ejecución instantánea o por un máximo de tres horas, y

f) Prohibición temporal de asistir a determinados espectáculos, hasta por tres meses.

El tribunal podrá aplicar conjuntamente más de una de las sanciones contempladas en este artículo, lo
que deberá fundamentarse en la sentencia.

Artículo 102 K.- Las sentencias definitivas dictadas en procesos por infracciones cometidas por
adolescentes serán inapelables.

Artículo 102 L.- A solicitud de parte, el juez podrá sustituir una sanción por otra durante el cumplimiento
de la misma.

Artículo 102 M.- En caso de incumplimiento de la sanción impuesta, el tribunal remitirá los antecedentes
al Ministerio Público para los efectos previstos en el inciso segundo del artículo 240 del Código de
Procedimiento Civil.

Artículo 102 N.- En los casos en que un niño, niña o adolescente inimputable incurra en una conducta
ilícita, el juez de familia deberá citar a su padre, madre o a quien lo tenga a su cuidado a una audiencia,
para los fines del artículo 234 del Código Civil.
TITULO V

DE LA MEDIACION FAMILIAR

Artículo 103.- Mediación. Para los efectos de esta ley, se entiende por mediación aquel sistema de
resolución de conflictos en el que un tercero imparcial, sin poder decisorio, llamado mediador, ayuda a
las partes a buscar por sí mismas una solución al conflicto y sus efectos, mediante acuerdos.

Artículo 104.- Avenimientos obtenidos fuera de un procedimiento de mediación. Sin perjuicio de lo


dispuesto en este Título, las partes podrán designar de común acuerdo una persona que ejerza entre
ellas sus buenos oficios para alcanzar avenimientos en las materias en que sea procedente de acuerdo
a la ley.

Artículo 105.- Principios de la mediación. Durante todo el proceso de mediación, el mediador deberá velar
por que se cumplan los siguientes principios en los términos que a continuación se señalan:

a) Igualdad: en virtud del cual el mediador se cerciorará de que los participantes se encuentren en
igualdad de condiciones para adoptar acuerdos. Si no fuese así, propondrá o adoptará, en su caso, las
medidas necesarias para que se obtenga ese equilibrio. De no ser ello posible, declarará terminada la
mediación.

b) Voluntariedad: por el que los participantes podrán retirarse de la mediación en cualquier momento. Si
en la primera sesión, o en cualquier otro momento durante el procedimiento, alguno de los participantes
manifiesta su intención de no seguir adelante con la mediación, ésta se tendrá por terminada.

c) Confidencialidad: por el cual el mediador deberá guardar reserva de todo lo escuchado o visto durante
el proceso de mediación y estará amparado por el secreto profesional. La violación de dicha reserva será
sancionada con la pena prevista en el artículo 247 del Código Penal.

Nada de lo dicho por cualquiera de los participantes durante el desarrollo de la mediación podrá invocarse
en el subsiguiente procedimiento judicial, en caso de haberlo.

Con todo, el mediador quedará exento del deber de confidencialidad en aquellos casos en que tome
conocimiento de la existencia de situaciones de maltrato o abuso en contra de niños, niñas, adolescentes
o discapacitados. En todo caso, deberá dar a conocer previamente a las partes el sentido de esta
exención.

d) Imparcialidad: lo que implica que los mediadores serán imparciales en relación con los participantes,
debiendo abstenerse de promover actuaciones que comprometan dicha condición. Si tal imparcialidad
se viere afectada por cualquier causa, deberán rechazar el caso, justificándose ante el juzgado que
corresponda.

Los involucrados podrán también solicitar al juzgado la designación de un nuevo mediador, cuando
justifiquen que la imparcialidad del inicialmente designado se encuentra comprometida.

e) Interés superior del niño: por el cual, en el curso de la mediación, el mediador velará siempre para que
se tome en consideración el interés superior del niño, niña o adolescente, en su caso, pudiendo citarlos
sólo si su presencia es estrictamente indispensable para el desarrollo de la mediación.

f) Opiniones de terceros: en virtud del cual, el mediador velará para que se consideren las opiniones de
los terceros que no hubieren sido citados a la audiencia, a quienes también podrá citar.

Artículo 106.- Mediación previa, voluntaria y prohibida. Las causas relativas al derecho de alimentos,
cuidado personal y al derecho de los padres e hijos e hijas que vivan separados a mantener una relación
directa y regular, aun cuando se deban tratar en el marco de una acción de divorcio o separación judicial,
deberán someterse a un procedimiento de mediación previo a la interposición de la demanda, el que se
regirá por las normas de esta ley y su reglamento.

Lo dispuesto en el inciso anterior no se aplicará a los casos del artículo 54 de la ley N° 19.947.

Las partes quedarán exentas del cumplimiento de este requisito, si acreditaren que antes del inicio de la
causa, sometieron el mismo conflicto a mediación ante mediadores inscritos en el registro a que se
refiere el artículo 112 o si hubieren alcanzado un acuerdo privado sobre estas materias.

Las restantes materias de competencia de los juzgados de familia, exceptuadas las señaladas en el
inciso siguiente, podrán ser sometidas a mediación si así lo acuerdan o lo aceptan las partes.
No se someterán a mediación los asuntos relativos al estado civil de las personas, salvo en los casos
contemplados por la Ley de Matrimonio Civil; la declaración de interdicción; las causas sobre maltrato de
niños, niñas o adolescentes, y los procedimientos regulados en la ley N° 19.620, sobre adopción.

En los asuntos a que dé lugar la aplicación de la ley N°20.066, sobre Violencia Intrafamiliar, la mediación
procederá en los términos y condiciones establecidos en los artículos 96 y 97 de esta ley.

Artículo 107.- Derivación a mediación y designación del mediador. Cuando se trate de algunas de las
materias que de acuerdo al artículo 106 son de mediación previa, las partes, de común acuerdo,
comunicarán al tribunal el nombre del mediador que elijan de entre los mediadores contratados en
conformidad a lo dispuesto en los incisos tercero y cuarto del artículo 114, mediante una presentación
que contenga la individualización de los involucrados y la mención de la o las materias incluidas. A falta
de acuerdo en la persona del mediador o si las partes manifiestan su decisión de dejar entregada la
designación a la resolución del juez, éste procederá a nombrar al mediador mediante un procedimiento
objetivo y general, que garantice una distribución equitativa entre los contratados para prestar servicios
en ese territorio jurisdiccional y un adecuado acceso a los solicitantes. En todo caso, siempre se hará
presente al requirente la posibilidad de recurrir, a su costa, a un mediador de los inscritos en el registro
señalado en el artículo 112. Estas actuaciones podrán llevarse a cabo ante cualquier tribunal de familia
y para ellas no se requiere patrocinio de abogado.

Si la acción judicial versa sobre alguna de las materias de mediación voluntaria, el juez ordenará que, al
presentarse la demanda, un funcionario especialmente calificado instruya al actor sobre la alternativa de
concurrir a ella, quien podrá aceptarla o rechazarla. Del mismo modo, ambas partes podrán solicitar la
mediación o aceptar la que les propone el juez, durante el curso de la causa, hasta el quinto día anterior
a la audiencia del juicio y podrán, en este caso, designar al mediador de común acuerdo. Si no se
alcanzare acuerdo, el juez procederá a designarlo, de inmediato, de entre quienes figuren en el Registro
de Mediadores, mediante un procedimiento que garantice una distribución equitativa de trabajo entre los
registrados.

La designación efectuada por el tribunal no será susceptible de recurso alguno. Con todo, deberá
revocarse y procederse a una nueva designación si el mediador fuere curador o pariente, por
consanguinidad o afinidad en toda la línea recta y hasta el cuarto grado en la línea colateral, de cualquiera
de las partes, o hubiere prestado servicios profesionales a cualquiera de ellas con anterioridad, a menos
que los hubiese prestado a ambas en calidad de mediador.

La solicitud a que se refiere la letra d) del artículo 105, así como la revocación y nueva designación a que
se refiere el inciso anterior, serán tramitadas en audiencia especial citada al efecto por el tribunal
competente.

Una vez realizadas las actuaciones a que se refieren los artículos precedentes, se comunicará al
mediador su designación por la vía más expedita posible. Dicha comunicación incluirá, además, la
individualización de las partes y las materias sobre las que versa el conflicto.

Artículo 108.- Citación a la sesión inicial de mediación. El mediador designado fijará una sesión inicial de
mediación. A ésta citará, conjunta o separadamente, a los adultos involucrados en el conflicto, quienes
deberán concurrir personalmente, sin perjuicio de la comparecencia de sus abogados.

La primera sesión comenzará con la información a los participantes acerca de la naturaleza y objetivos
de la mediación, los principios que la informan y el valor jurídico de los acuerdos a que puedan llegar.

Artículo 109.- Reglas especiales sobre la mediación en causas relativas al derecho de alimentos.
Tratándose de casos que versen, en todo o parte, sobre el derecho de alimentos, el mediador, en la
primera sesión, deberá informar al alimentario de su derecho de recurrir en cualquier momento al tribunal
para la fijación de alimentos provisorios, de acuerdo al artículo 54-2. De esta actuación deberá dejarse
constancia escrita firmada por el mediador y las partes. Sin perjuicio de lo cual, las partes podrán adoptar
directamente un acuerdo sobre la materia.

Si el requerido, citado por una sola vez, no acude a la primera sesión de mediación y no justifica su
ausencia, el requirente quedará habilitado para iniciar el procedimiento judicial.

Artículo 110.- Duración de la mediación. El proceso de mediación no podrá durar más de sesenta días,
contados desde que se comunica al mediador su designación por parte del juzgado de familia.

Con todo, los participantes, de común acuerdo, podrán solicitar la ampliación de este plazo hasta por
sesenta días más.
Durante ese plazo, podrán celebrarse todas las sesiones que el mediador y las partes estimen necesarias,
en las fechas que de común acuerdo se determinen. Podrá citarse a los participantes por separado.

Artículo 111.- Acta de mediación. En caso de llegar a acuerdo sobre todos o algunos de los puntos
sometidos a mediación, se dejará constancia de ello en un acta de mediación, la que, luego de ser leída
por los participantes, será firmada por ellos y por el mediador, quedando una copia en poder de cada una
de las partes.

El acta deberá ser remitida por el mediador al tribunal para su aprobación en todo aquello que no fuere
contrario a derecho, pudiendo el juez en todo caso, subsanar los defectos formales que tuviera,
respetando en todo momento la voluntad de las partes expresada en dicha acta. Aprobada por el juez,
tendrá valor de sentencia ejecutoriada.

Si la mediación se frustrare, también se levantará un acta en la que se dejará constancia del término de
la mediación, sin agregar otros antecedentes. En lo posible, dicha acta será firmada por los participantes,
se entregará copia de la misma a aquella parte que la solicite y se remitirá al tribunal correspondiente,
con lo cual terminará la suspensión del procedimiento judicial o, en su caso, el demandante quedará
habilitado para iniciarlo.

Se entenderá que la mediación se frustra si alguno de los participantes, citado por dos veces, no
concurriere a la sesión inicial, ni justificare causa; si, habiendo concurrido a las sesiones, manifiesta su
voluntad de no perseverar en la mediación, y, en general, en cualquier momento en que el mediador
adquiera la convicción de que no se alcanzará acuerdos.

Artículo 112.- Registro de mediadores. La mediación que regula el presente Título sólo podrá ser
conducida por las personas inscritas en el Registro de Mediadores que mantendrá, permanentemente
actualizado, el Ministerio de Justicia a través de las Secretarías Regionales Ministeriales, con las
formalidades establecidas en el reglamento.

En dicho Registro, deberá individualizarse a todos los mediadores inscritos y consignarse el ámbito
territorial en que prestarán servicios. Éste deberá corresponder, a lo más, al territorio jurisdiccional de
una Corte de Apelaciones o de varias, siempre que se encuentren en una misma región y a lo menos, a
todo el territorio jurisdiccional de un tribunal de primera instancia con competencia en asuntos de familia.
Además, si corresponde, se señalará su pertenencia a una institución o persona jurídica.

El Ministerio de Justicia proporcionará a las Cortes de Apelaciones la nómina de los mediadores


habilitados en su respectivo territorio jurisdiccional. Asimismo, deberá mantener en su página web dicha
nómina, la cual deberá ordenar a los mediadores por comunas y contener los datos básicos de cada uno
de ellos.

Para inscribirse en el Registro de Mediadores se requiere poseer título profesional de una carrera que
tenga al menos ocho semestres de duración, otorgado por una institución de educación superior del
Estado o reconocida por éste; acreditar formación especializada en mediación y en materias de familia
o infancia, impartida por alguna universidad o instituto que desarrolle docencia, capacitación o
investigación en dichas materias, y no haber sido condenado por delito que merezca pena aflictiva, por
alguno de los delitos contemplados en los artículos 361 a 375 del Código Penal, ni por actos constitutivos
de violencia intrafamiliar.

Además, deberá disponer de un lugar adecuado para desarrollar la mediación en cualquier comuna donde
tenga jurisdicción el juzgado ante el cual se acuerde la respectiva mediación.

Artículo 113.- Eliminación del Registro y sanciones. Los mediadores inscritos serán eliminados del
Registro, por el Ministerio de Justicia, en caso de fallecimiento o renuncia. Asimismo, serán eliminados
del Registro en caso de pérdida de los requisitos exigidos para la inscripción o por la cancelación de la
misma, decretadas por la Corte de Apelaciones competente.

En caso de incumplimiento de sus obligaciones o abuso en el desempeño de sus funciones, el mediador


inscrito podrá ser amonestado o suspendido en el ejercicio de la actividad por un período no superior a
los seis meses. Asimismo, en casos graves, podrá decretarse la cancelación de la inscripción. Impuesta
esta última, no podrá volver a solicitarse la inscripción.

Las sanciones serán ordenadas por cualquiera de las Cortes de Apelaciones dentro de cuyo territorio
ejerciere funciones el mediador, a petición del interesado que reclamare contra los servicios prestados,
de la institución o persona jurídica a que pertenezca el mediador, de cualquier juez con competencia en
materias de familia del territorio jurisdiccional de la Corte, o de la respectiva Secretaría Regional
Ministerial de Justicia.
La Corte resolverá con audiencia de los interesados y la agregación de los medios de prueba que estimare
conducentes para formar su convicción.

Las medidas que en ejercicio de estas facultades adoptaren las Cortes de Apelaciones, serán apelables,
sin perjuicio del derecho del mediador para pedir reposición. La tramitación del recurso se sujetará a lo
dispuesto en los incisos segundo y tercero del artículo 551 del Código Orgánico de Tribunales.

La resolución será comunicada a la correspondiente Secretaría Regional Ministerial de Justicia para su


cumplimiento, el que se hará extensivo a todo el territorio de la República.

Impuesta la cancelación, el mediador quedará inhabilitado para actuar, debiendo proveerse una nueva
designación respecto de los asuntos que tuviere pendientes. Por su parte, impuesta una suspensión, el
mediador deberá continuar, hasta su término, con aquellos asuntos que se le hubieren encomendado en
forma previa.

En caso de pérdida de los requisitos, la Corte de Apelaciones respectiva seguirá el mismo procedimiento
señalado en los incisos precedentes.

Artículo 114.- Costo de la mediación. Los servicios de mediación respecto de las materias a que se refiere
el inciso primero del artículo 106 serán gratuitos para las partes. Excepcionalmente, podrá cobrarse por
el servicio, total o parcialmente, cuando se preste a usuarios que dispongan de recursos para financiarlo
privadamente. Para estos efectos se considerará, al menos, su nivel de ingresos, capacidad de pago y el
número de personas del grupo familiar que de ellos dependan, en conformidad con lo que señale el
reglamento.

Para las restantes materias, los servicios de mediación serán de costo de las partes y tendrán como
valores máximos los que contemple el arancel que anualmente se determinará mediante decreto del
Ministerio de Justicia. Con todo, quienes cuenten con privilegio de pobreza o sean patrocinados por las
corporaciones de asistencia judicial o alguna de las entidades públicas o privadas destinadas a prestar
asistencia jurídica gratuita, tendrán derecho a recibir el servicio gratuitamente.

Para proveer los servicios de mediación sin costo para las partes, el Ministerio de Justicia velará por la
existencia de una adecuada oferta de mediadores en las diversas jurisdicciones de los tribunales con
competencia en asuntos de familia, contratando al efecto los servicios de personas jurídicas o naturales,
a fin de que sean ejecutados por quienes se encuentren inscritos en el Registro de Mediadores.

Las contrataciones a que se refiere el inciso precedente, se harán a nivel regional, de conformidad a lo
dispuesto en la ley N° 19.886, de Bases sobre Contratos Administrativos de Suministro y Prestación de
Servicios, y su reglamento. En todo caso, de contratarse mediadores mediante trato directo, los términos
del mismo deberán ajustarse a iguales condiciones que las establecidas para la contratación de
mediadores licitados, en lo que sea pertinente.
TITULO VI

PLANTA DE PERSONAL

Artículo 115. Composición de la planta de los juzgados de familia. Los juzgados de familia que se crean
en esta ley tendrán la siguiente planta de personal, en relación con el número de jueces determinado para
cada uno de ellos en el artículo 4°:

1) Juzgados con un juez: un juez, un administrador, dos miembros del consejo técnico, un jefe de
unidad, dos administrativos jefes, un administrativo contable, dos administrativos 1º, cuatro
administrativos 2º y un auxiliar.

2) Juzgados con dos jueces: dos jueces, un administrador, dos miembros del consejo técnico, un jefe
de unidad, dos administrativos jefes, un administrativo contable, tres administrativos 1º, cuatro
administrativos 2º, dos administrativos 3º y un auxiliar.

3) Juzgados con tres jueces: tres jueces, un administrador, tres miembros del consejo técnico, un jefe
de unidad, dos administrativos jefes, un administrativo contable, cuatro administrativos 1º, cuatro
administrativos 2º, cuatro administrativos 3º y un auxiliar.

4) Juzgados con cuatro jueces: cuatro jueces, un administrador, cuatro miembros del consejo técnico,
un jefe de unidad, dos administrativos jefes, un administrativo contable, seis administrativos 1º,
cuatro administrativos 2º, cinco administrativos 3º y un auxiliar.

5) Juzgados con cinco jueces: cinco jueces, un administrador, cinco miembros del consejo técnico,
un jefe de unidad, dos administrativos jefes, un administrativo contable, siete administrativos 1º,
cuatro administrativos 2º, seis administrativos 3º y un auxiliar.

6) Juzgados con seis jueces: seis jueces, un administrador, seis miembros del consejo técnico, dos
jefes de unidad, dos administrativos jefes, un administrativo contable, ocho administrativos 1º, cuatro
administrativos 2º, seis administrativos 3º y un auxiliar.

7) Juzgados con siete jueces: siete jueces, un administrador, siete miembros del consejo técnico, tres
jefes de unidad, tres administrativos jefes, un administrativo contable, ocho administrativos 1º, cuatro
administrativos 2º, seis administrativos 3º y dos auxiliares.

8) Juzgados con ocho jueces: ocho jueces, un administrador, ocho miembros del consejo técnico,
tres jefes de unidad, tres administrativos jefes, un administrativo contable, nueve administrativos 1º,
cinco administrativos 2º, ocho administrativos 3º y dos auxiliares.

9) Juzgados con nueve jueces: nueve jueces, un administrador, nueve miembros del consejo técnico,
tres jefes de unidad, tres administrativos jefes, un administrativo contable, diez administrativos 1º,
cinco administrativos 2º, ocho administrativos 3º y dos auxiliares.

10) Juzgados con diez jueces: diez jueces, un administrador, diez miembros del consejo técnico,
cuatro jefes de unidad, cuatro administrativos jefes, un administrativo contable, once administrativos
1º, cinco administrativos 2º, ocho administrativos 3º y dos auxiliares.

11) Juzgados con doce jueces: doce jueces, un administrador, doce miembros del consejo técnico,
cuatro jefes de unidad, cuatro administrativos jefes, un administrativo contable, trece administrativos
1º, seis administrativos 2º, nueve administrativos 3º y dos auxiliares.

12) Juzgados con trece jueces: trece jueces, un administrador, doce miembros del consejo técnico,
cuatro jefes de unidad, cuatro administrativos jefes, un administrativo contable, trece administrativos
1º, seis administrativos 2º, nueve administrativos 3º y dos auxiliares.

13) Juzgados con catorce jueces: catorce jueces, un administrador, trece miembros del consejo
técnico, cuatro jefes de unidad, cuatro administrativos jefe, un administrativo contable, trece
administrativos 1º, siete administrativos 2º, diez administrativos 3º y tres auxiliares.

14) Juzgados con quince jueces: quince jueces, un administrador, catorce miembros del consejo
técnico, cuatro jefes de unidad, cuatro administrativos jefe, un administrativo contable, trece
administrativos 1º, ocho administrativos 2º, once administrativos 3º y tres auxiliares.

Artículo 116.- Grados de la planta de profesionales. Los jueces, personal directivo y auxiliares de la
administración de justicia de los juzgados de familia que se crean por esta ley y, en lo pertinente, de los
juzgados de letras, tendrán los grados de la Escala de Sueldos Bases Mensuales del Poder Judicial que
a continuación se indican:

1) Los jueces, el grado correspondiente según asiento del tribunal.

2) Los administradores de juzgados de familia de ciudad asiento de Corte, capital de provincia y de


comunas o de agrupación de comunas, grados VII, VIII y IX, del Escalafón Superior del Poder Judicial,
respectivamente.

3) Los miembros de consejos técnicos de juzgados de familia o de juzgados de letras, de ciudad


asiento de Corte y capital de provincia, grado IX, y de comunas o agrupación de comunas, grado X,
del Escalafón de Miembros del Consejo Técnico.

4) Los jefes de unidad de juzgados de familia de ciudad asiento de Corte, capital de provincia y de
comunas o de agrupación de comunas, grados IX, X y XI del Escalafón Superior del Poder Judicial,
respectivamente.

Artículo 117.- Grados de la planta de empleados. El personal de empleados de los juzgados de familia
que se crean por esta ley, tendrá los grados de la Escala de Sueldos Bases Mensuales del Personal del
Poder Judicial, que a continuación se indican:

1) administrativo jefe de juzgado de familia de asiento de Corte, grado XI.

2) administrativo jefe de juzgado de familia de capital de provincia; administrativo contable,


administrativo 1° de juzgado de familia de asiento de Corte, grado XII.

3) administrativo jefe de juzgado de familia de asiento de comuna; administrativo contable y


administrativo 1° de juzgado de familia de capital de provincia; y administrativo 2° de juzgado de
familia de asiento de Corte, grado XIII.

4) administrativo 1° y administrativo contable de juzgado de familia de asiento de comuna;


administrativo 2° de juzgado de familia de capital de provincia; y administrativo 3° de juzgado de
familia de asiento de Corte, grado XIV.

5) administrativo 2° de juzgado de familia de asiento de comuna; y administrativo 3° de juzgado de


familia de capital de provincia, grado XV.

6) administrativo 3° de juzgado de familia de asiento de comuna, grado XVI.

7) auxiliar de juzgado de familia de asiento de Corte, grado XVII.

8) auxiliar de juzgado de familia de capital de provincia y de asiento de comuna, grado XVIII.

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