Tarea #3 Ensayo

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Nombre: Paola Tatiana Rodríguez Zambrano

Facultad: Ciencias Administrativas y Económicas


Carrera: Administración de Empresas
Docente: Macías Zambrano Nimia María Auxiliadora
Paralelo: “C”

ENSAYO
Introducción
La planificación estrategica cumple con las siguientes etapas: Formulación, implementación y evaluación
de la estrategia.
Formulación de la estrategia
La formulación estratégica es la fase previa a la de implementación estratégica, en la cual se procede a
ejecutar o poner en marcha la estrategia seleccionada o formulada. Además, es un proceso de reflexión
y análisis que se basa en las capacidades intuitivas y analíticas y persigue la eficacia, es decir, los
resultados deseados.
Se inicia con el análisis del ambiente externo que rodea a la empresa, esto es oportunidades y
amenazas. Este análisis involucra a fuerzas económicas, políticas, socioculturales, tecnológicas,
ambientales, legales y demográficas, así como a los clientes, proveedores y la competencia.
De la misma manera al realizar un análisis de las condiciones internas de la empresa, permite examinar
los recursos administrativos, financieros tecnológicos, talento humano, mercadotecnia, investigación y
desarrollo para definir las fortalezas y debilidades. Dado a que ninguna empresa cuenta con recursos
ilimitados, se debe elegir y seleccionar las estrategias que vayan a beneficiar a la empresa. Las
estrategias determinan las ventajas competitivas a largo plazo.
Implementación de la estrategia
La implementación de la estrategia es el proceso de convertir el plan estratégico en acción. Ya sea que
estés ejecutando un nuevo plan de marketing para aumentar las ventas o introduciendo un nuevo
software de gestión del trabajo para mejorar la eficiencia, tu plan es tan importante como la
implementación.
Con frecuencia la etapa de la implementación de la estrategia suele ser la de mayor complejidad y a la
vez activa. “implementar significa poner los planes en acción. Es la fase del “hacer que ocurra” en la
administración”, el administrador debe tener la capacidad de motivar a sus empleados a realizar los
planes establecidos para obtener los beneficios que se esperaban.
La planeación estratégica se refiere a decisiones amplias y globales. Para poner en práctica en todos los
niveles de la empresa, es necesario llevar a cabo planes tácticos o concretos tanto a nivel funcional o
intermedio (departamental), como a nivel operacional relacionados con las tareas y operaciones que
deben ejecutarse. No tiene ningún sentido formular estrategias para no implementarlas.
Evaluación de la estrategia
La evaluación estrategica indica cuando no están funcionando bien determinadas estrategias. Todas las
estrategias en su momento se modifican, ya que los factores internos y externos cambian
permanentemente. Las actividades para evaluar estrategias son:
- Revisión de los factores internos y externos que son la base de todo el proceso de la planificación
estratégica.
- Medir el desempeño de los mismos.
- Aplicar medidas correctivas.
Las actividades de formular, implantar y evaluar estrategias se presentan en los tres niveles
anteriormente descritos: corporativo, funcional y operacional.
En la práctica los administradores descubren que no necesariamente deben seguir un orden exacto,
puede haber un orden diferente del que se ha mencionado anteriormente.
Todo depende de la creatividad al diseñar y operar el proceso de planeación estrategica y han de tener
la flexibilidad suficiente para adaptar esos sistemas tanto a pequeñas y medianas empresas como a las
grandes compañías.
Desarrollo
Formulación de la estrategia
Luego de definir las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de una empresa asociativa y
analizar las interrelaciones entre ellas, formular la estrategia implica tomar decisiones sobre las
actividades a largo plazo para atender de manera eficaz las oportunidades y amenazas tomando como
base las fortalezas y debilidades actuales. Incluye definir la misión y la visión, los objetivos estratégicos
y las líneas de acción prioritarias de la organización.
Misión, visión y valores
La misión y visión tienen como fundamento los valores de la organización. Los valores son aquellas
concepciones compartidas sobre lo que es importante para los socios y que, al ser aceptados por ellos,
influyen en su comportamiento y orientan sus decisiones. Algunos ejemplos son la confianza, el
compromiso, la innovación, la rentabilidad y el respeto.
La visión es una declaración concreta y práctica que expresa un conjunto de aspiraciones que se
desean alcanzar en el futuro. Su construcción se realiza tomando como base los valores (aspecto socio-
organizativo) y las oportunidades observadas en el entorno externo (aspecto empresarial). Está
orientada hacia el interior de la organización (socios y trabajadores) y debe responder preguntas como:
¿Dónde queremos estar en el futuro?, ¿Qué queremos ser o hacer en el futuro?, ¿Cómo seremos en el
futuro?, ¿Cómo queremos ser vistos en el futuro?
La misión es una declaración que muestra la identidad organizacional actual por ese motivo su propósito
central es definir el carácter distintivo de sus productos o servicios, sus clientes y sus valores. Su
mensaje se dirige al exterior (clientes, comunidad y grupos de interés) y responde a las preguntas:
¿Quiénes somos?, ¿qué hacemos?, ¿por qué existimos?, ¿quién es el cliente?, ¿qué buscamos?, ¿qué
necesidades satisfacemos?, ¿qué nos hace diferentes?
La visión y misión, por lo general, se abordan después del FODA en caso de que no estén ya
declaradas por la organización; sin embargo, aun cuando existieran, es pertinente revisarlas una vez
concluido dicho instrumento.
Objetivos estratégicos
Los objetivos de una empresa responden a la misión, a la visión y al FODA. Indican lo que se desea
modificar o cambiar de lo actual para lograr algo en el mediano o largo plazo. Se enfocan en aspectos
externos e internos de la organización. De acuerdo con Wheelen y Hunger, algunas de las áreas o
temas en los que una empresa podría establecer sus objetivos son los siguientes:
- Rentabilidad (incrementar las utilidades netas).
- Eficiencia (reducir los costos, mejorar la productividad).
- Crecimiento (aumento de los activos totales, ventas, etc.).
- Riqueza y contribuciones a los socios (ampliar los dividendos, la seguridad, o la cantidad de
puestos de trabajo).
- Reputación (ser considerada una de las mejores empresas).
- Contribuciones a la sociedad (pago de impuestos, participaciones en organizaciones de
beneficencia, provisión de una necesidad, producto o servicio).
- Liderazgo de mercado (participación en el mercado).
- Liderazgo tecnológico (innovaciones, creatividad).
- Supervivencia (evitar la quiebra).
- Necesidades personales de la organización (proporcionar empleos a familiares).
- Aprovechar oportunidades (desarrollo de nuevos productos, nuevos mercados).
De igual manera, se pueden plantear objetivos estratégicos que se propongan reducir las debilidades de
la organización o asuntos que son de interés para los asociados (por ejemplo, fortalecimiento de las
capacidades agroempresariales o socio-organizativas; así como otros relacionados con el desarrollo
humano y social).
Tipologías de estrategias
Los factores externos e internos determinan cuál o cuáles estrategias pueden ser adoptadas por una
empresa para sostener su ventaja competitiva a través del tiempo. Existen diferentes tipologías de
estrategias que una organización puede aplicar, entre ellas, se encuentran las genéricas, las intensivas,
la de integración y las de diversificación.
Estrategias genéricas (posicionamiento estratégico)
La estrategia general se refiere al posicionamiento estratégico que una agroempresa asumirá en el
sector al que pertenece; está relacionada con la forma en la que entregará valor a sus clientes y en
cómo enfrentará a sus competidores: puede ofrecer productos diferenciados o vender productos a un
menor precio que la competencia. Esto último implica tener costos más bajos que los competidores.
Estrategias Intensivas
Se les denomina estrategias intensivas porque exigen esfuerzos intensivos para mejorar la posición
competitiva de una empresa en relación con los productos existentes. Algunas de estas son las
estrategias de penetración en el mercado, desarrollo de productos y desarrollo de mercados.
- Penetración en el mercado: intenta aumentar las ventas de los productos o servicios presentes
en los mercados actuales a través de mayores esfuerzos de mercadotecnia, sea mediante la
inversión en mayores gastos publicitarios, el desarrollo de promociones de ventas y ofertas, la
implementación de programas de fidelización de clientes, el desarrollo de fuerza de ventas u otros
mecanismos de impulsión de estas.
- Desarrollo de productos: se propone aumentar las ventas en los mercados actuales al mejorar
o modificar los productos o servicios que hoy se producen.
- Desarrollo de mercados: implica introducir los productos o servicios presentes en nuevas áreas
geográficas o en nuevos canales de venta.
Estrategias de diversificación
Las estrategias de diversificación suponen un crecimiento en la actividad económica de la agroempresa
al participar en negocios nuevos o similares. Tres estrategias de diversificación diferentes:
- Diversificación concéntrica: la estrategia consiste en la adición de productos o servicios
nuevos, pero relacionados, para consumidores actuales o nuevos.
- Diversificación horizontal: la estrategia implica la adición de productos o servicios nuevos, pero
no relacionados, para consumidores actuales o nuevos.
- Diversificación de Conglomerados: la estrategia hace referencia a la adición de productos o
servicios nuevos, pero no relacionados, para nuevos consumidores.
Estrategias de integración
Las estrategias de integración tienen como finalidad disminuir amenazas y aprovechar oportunidades de
los entornos externos; aumentan su poder de negociación ante proveedores, distribuidores y
competidores. Dentro de esta tipología se encuentran las estrategias de integración vertical y horizontal;
así como las de coordinación contractual.
- Las estrategias de integración vertical se orientan a lograr que la empresa obtenga la propiedad o
aumente el control sobre acopiadores, distribuidores o intermediarios que venden los productos a
minoristas (integración hacia adelante) o sobre proveedores de insumos (integración hacia atrás).
- Las estrategias de integración horizontal se formulan para controlar o adquirir una empresa por
parte de otra del mismo rubro y que apunta al mismo mercado, con el fin de aumentar el poder de
mercado.
- Las estrategias de coordinación contractual consisten en contratos de compra y venta entre dos o
más empresas, sobre la base de ciertas condiciones relacionadas con el abastecimiento y
características del producto.
Plan de acción
El plan de acción es la última fase de la formulación de la estrategia; se integra por líneas de acción
prioritarias que deben realizarse, como parte de la gestión estratégica, para cumplir los objetivos
estratégicos y alcanzar las metas trazadas; responden a la pregunta ¿cómo se logrará el cambio o
resultado esperado? Para determinar las líneas de acción a definir, se recomienda que los objetivos
estratégicos sean vistos como los “efectos” deseados y las líneas de acción como las “causas” que
podrían generarlos.
Implementación de la estrategia
El plan estratégico o la implementación describe los pasos que el equipo u organización debe seguir
para lograr una meta u objetivo. Una implementación exitosa de la estrategia debe incluir los siguientes
pasos:
- Definir los objetivos
- Realizar una investigación adecuada
- Identificar todos los riesgos
- Programar todos los hitos
- Asignar tareas
- Asignar recursos útiles

1. Establecer y comunicar objetivos estratégicos claros


Para implementar una estrategia nueva, primero debes identificar metas claras y alcanzables. Estas
deben incluir tus declaraciones de visión y misión, objetivos a largo plazo y KPI. Cuanto más claro
sea el panorama, más fácil será el resto del proceso para el equipo y la organización, simplemente
porque todos trabajarán para alcanzar los mismos objetivos. Como en cualquier otro proceso, la
comunicación es clave.
2. Involucrar al equipo
Para implementar la estrategia de manera efectiva y eficiente, necesitas aumentar el interés y
motivar la participación. Existen diferentes métodos para mantener al equipo comprometido durante
todo el proceso.
- Determina los roles y responsabilidades desde el principio: usa una matriz RACI para definir
claramente las funciones de tus compañeros de equipo y asegurarte de que no haya brechas de
responsabilidad.
- Delega tareas de forma eficaz: si bien puede ser tentador abarcar todo, la microgestión solo
detendrá el progreso. Una vez que hayas definido los roles y responsabilidades de todos, confía
en que tu equipo realizará las tareas de acuerdo con el plan de implementación.
- Comunícate con el equipo y asegúrate de que todos sepan cómo su trabajo individual
contribuye al proyecto. Esto mantendrá a todos motivados y encaminados.

3. Ejecutar el plan estratégico


Asigna los recursos necesarios, como los fondos para presupuestos estratégicos u operativos, para que
el equipo pueda poner en acción el plan estratégico. Si no cuentas con los recursos adecuados, no
podrás hacer realidad el plan, por lo que esta debería ser una de las principales prioridades. A
continuación, descubre cómo puedes asegurarte de que el equipo tenga los recursos que necesita:
- Desde el comienzo, ten presente el final para alinear de manera eficaz los objetivos, los
entregables claves, los hitos y el cronograma del proyecto.
- Identifica los recursos disponibles, como la capacidad del equipo, el presupuesto, las
herramientas o habilidades necesarias y cualquier otro recurso no convencional.
- Define un alcance del proyecto claro, así podrás saber exactamente qué se necesita para el
proyecto y cuándo.
- Comparte tu plan del proyecto con todas las personas involucradas en el proceso de
implementación mediante una herramienta de gestión del trabajo.

4. Mantener un enfoque ágil


Inevitablemente, te encontrarás con problemas cuando comiences a implementar la estrategia. Cuando
esto suceda, modifica los objetivos o el enfoque para solucionarlos. Define un cronograma para
actualizar con frecuencia el estado de los objetivos o los cambios en la estrategia de implementación.
En función de la estrategia, puedes crear informes de estado del proyecto semanales, mensuales o
trimestrales. Comparte estas actualizaciones con los colaboradores externos, así como con el equipo
interno, para mantener a todos informados. Contar con una fuente central de información donde todos
puedan consultar los datos del proyecto en tiempo real te ayudará a agilizar el proceso.
5. Dar un cierre
Una vez que implementes la estrategia, ponte en contacto con todas las personas involucradas para
confirmar que el trabajo se ha finalizado. Implementar una estrategia no es como un rompecabezas que
se termina cuando se coloca la última pieza, sino más bien como plantar un jardín que sigue creciendo y
cambiando incluso cuando crees que has terminado con tu trabajo.
Organizar un cierre con el equipo será el penúltimo hito de la implementación de la estrategia y es un
paso crucial para su finalización.
6. Reflexionar
Realiza una reunión post mortem o análisis retrospectivo para reflexionar sobre la estrategia
implementada, así como para evaluar el éxito del proceso de implementación y la estrategia en sí. Este
paso es una oportunidad para descubrir las lecciones aprendidas para los próximos proyectos y
estrategias que te permitirán evitar posibles errores y aprovechar oportunidades nuevas en el futuro.
No importa cuán detallada o compleja sea tu estrategia, necesitarás estos cinco componentes clave
para implementarla con éxito.
Personas, Sistemas, Recursos, Cultura, Organización.
Personas: Necesitarás un equipo que no solo comprenda la estrategia que deseas implementar, sino
que también tenga las habilidades y la disponibilidad para ayudarte. Designa, contrata y capacita a las
personas adecuadas para el trabajo y asegúrate de que los miembros del equipo del proyecto tengan las
competencias necesarias para tener éxito.
Recursos: La asignación eficaz de recursos es uno de los aspectos más importantes en la
implementación de la estrategia. Estos pueden ser tanto financieros (por ejemplo, el costo de mano de
obra) como no financieros (por ejemplo, el tiempo para implementar la estrategia).
Organización: Todos en la organización deben saber cuáles son sus responsabilidades para poder
hacerse cargo de sus tareas en la implementación de la estrategia. Esto también significa que se debe
definir y compartir la cadena de mando para que todos sepan a quién consultar durante el proceso de
implementación.
Sistemas: Las herramientas, capacidades y sistemas de la empresa son otro componente clave. Debes
saber cuáles son las funciones de cada uno de estos sistemas y cómo respaldarán el proceso de
gestión estratégica durante y después de la implementación.
Cultura: El último componente clave es la cultura corporativa de la empresa. Implementar estrategias
nuevas puede resultar confuso y estresante para los equipos. Asegurarte de que todos tengan la
información que necesitan y se sientan valorados e incluidos es fundamental para una implementación
exitosa y eficaz.
Una de las fases del proceso de la dirección estratégica cuya finalidad es ejecutar o poner en marcha la
estrategia que va a seguir la empresa durante los próximos años. La implementación estratégica es la
fase posterior a la de formulación estratégica, en la cual se procede a diseñar la estrategia que se va a
ejecutar.

Evaluación de la estrategia
La evaluación es un proceso sistemático e integral que se implementa para verificar el progreso en el
cumplimiento de metas de los objetivos estratégicos y líneas de acción prioritarias. Al comparar el
rendimiento real con los resultados esperados se logra la retroalimentación necesaria para que la
empresa evalúe y tome medidas correctivas, según se necesite.
Proceso a través del cual la empresa analiza las diferentes alternativas u opciones estratégicas que
tiene con el objeto de elegir finalmente la mejor. La evaluación corresponde a la última etapa del
proceso de la formulación estratégica, cuyo objetivo primordial es formular una estrategia.
Para realizar la evaluación de la estrategia, la empresa utilizará diferentes tipos de técnicas a través de
un análisis racional y sistemático. No obstante, a la hora de tomar la decisión final, también será
importante la capacidad intuitiva, creativa y emocional de quienes evalúan.
Análisis
Para evaluar las diferentes alternativas estratégicas posibles y seleccionar finalmente una, la empresa
deberá realizar un triple análisis: análisis de la oportunidad o conveniencia (ajuste estratégico), análisis
de la aceptabilidad (aceptabilidad estratégica) y análisis de la factibilidad (factibilidad estratégica).
Análisis de la oportunidad o conveniencia o ajuste estratégico
La empresa seleccionará aquellas alternativas estratégicas que se ajusten a las condiciones de su
diagnóstico estratégico (fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas) y a los objetivos (misión y
objetivos generales) formulados por la empresa.
Análisis de la aceptabilidad
Entre las alternativas que son oportunas o convenientes, la empresa seleccionará aquellas que puedan
ser aceptadas por los grupos de interés o stakeholders de la empresa en función del rendimiento y del
riesgo asociados a la estrategia. El análisis de los stakeholders servirá para conocer los apoyos o las
oposiciones con las que se va a encontrar la empresa a la hora de implementar su estrategia.
Análisis de la factibilidad
Entre las alternativas que son aceptables, la empresa seleccionará aquella que sea factible, es decir,
aquella estrategia que pueda ser ejecutada por la empresa por disponer de los recursos y capacidades
necesarios. Es importante tener en cuenta, a la hora de ver la posibilidad de ejecutar la estrategia, no
solo los recursos y capacidades actuales, sino también los recursos y capacidades potenciales, es decir,
aquellos que, aunque no se poseen, se pueden conseguir en un futuro próximo.
Evaluación estratégica de alternativas
Para evaluar que estamos escogiendo la estrategia adecuada, es deseable tener más de una opción. El
análisis realizado previamente nos debería de ayudar a entender cuál alternativa es la más apropiada. Si
no ver mucha relación entre el análisis y las alternativas mejor no implementes esa estrategia.
Calidad de las recomendaciones
Para que las recomendaciones sean de calidad hay que valorar que la propuesta final esté muy bien
justificada y razonada. Además es importante evaluar si su implementación es realista para tu empresa.
Otro tema a valorar es que sea una solución creativa y audaz. Finalmente, para que la recomendación
sea redonda es bueno que den también solución a los problemas secundarios anteriormente
identificados.
Planificación estratégica
Finalmente un buen consultor te debería de decir cómo implementar la estrategia que propone con un
plan de acción concreto. Para evaluar el plan de acción tienes que asegurarte de que encaja dentro de
la visión de tu empresa. El coste financiero de su implementación debe estar adecuadamente detallado
y con sus planes de contingencia correspondientes. Además debería indicar los principales hitos en la
implementación y quien se debería de encargar en cada momento.
Comunicación de la estrategia
Para que todos estos pasos se puedan evaluar positivamente hay una máxima: deben de comunicarse
adecuadamente. El estilo comunicativo debe ser el adecuado para la audiencia, ofreciendo un lenguaje
claro y profesional. De lo contrario aceptar la estrategia propuesta sería un acto de fe. Como si vamos al
médico y nos habla con tecnicismos que no alcanzamos a entender.
Como nota final, para realizar una evaluación estrategica positiva una de las principales cosas a tener
en cuenta es la coherencia. La coherencia del análisis con la recomendación. Y la coherencia de la
recomendación con tu empresa. Si no te encaja, quizás no es una buena estrategia para ti.
Conclusión
El análisis y formulación estratégica, dentro de un modelo de planteamiento estratégico, integra la
técnica y herramientas descriptivas que permiten la previsión y la identificación de elementos de juicio
para la toma de decisiones directiva. Permite ejercitar el criterio y es importante para sistematizar las
decisiones relevantes, para educar a los altos ejecutivos en la toma de decisiones a largo plazo, para
mejorar la comunicación corporativa.
Por último podremos observar que las estrategias son herramientas que nos proporcionan un apoyo, en
todas las áreas de la organización. Al final las empresas dispuestas a ganar la ventaja competitiva
requerida adoptarán el enfoque estratégico de gestión de proyectos con el que establecerán el que
hacer, cómo hacerlo y cómo lograr los objetivos de negocio a través de los resultados de un proyecto
que estará alineado a la estrategia de la empresa.
Como conclusión, se considera que uno de los principales propósitos de la planificación estrategica, es
que las organizaciones dispongan de un soporte que les permita asumir los procesos de cambio de
manera eficiente, así como también que se encuentren dispuestas para gestionar transformaciones,
obtener beneficios y permanecer en el mercado con niveles de competitividad, dado la alta movilización
generada en el proceso de negociaciones de las empresas.
El cambio no es fácil, pero para que el equipo crezca, es fundamental que la organización también lo
haga.

Bibliografía
Formulación, ejecución y evaluación de la estrategia por IICA se encuentra bajo una Licencia Creative
Commons. Reconocimiento-Compartir igual 3.0 IGO (CC-BY-SA 3.0
IGO)(http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/igo/) Creado a partir de la obra en www.iica.int
Wheelen, T; Hunger, D. 2012. Administración estratégica y políticas de negocios: Conceptos y casos.
Naucalpan de Juárez, México, Pearson Educación.
Fred, David, Conceptos de Administración Estratégica.

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