Nehemías 11
Nehemías 11
Nehemías 11
A todo esto, Nehemías no detuvo la obra. Cuando fue del caso solamente
oró y respondió con energía al adversario. Cuando fue necesario, oró y
puso una guardia armada. A toda la oposición exterior, Nehemías
respondió de una manera adecuada y cosa importante, jamás pensó en
detener la obra. Desistir de continuar con la obra hubiera sido equivalente
a conceder una gran victoria al enemigo y esto estaba lejos de ser
aceptado por Nehemías.
Nehemías 4:10-12 dicen "Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se
han debilitado y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro. Y
nuestros enemigos dijeron: no sepan, ni vean, hasta que entremos en
medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la obra. Pero sucedió que
cuando venían los judíos que habitaban entre ellos, nos decían hasta diez
veces: De todos los lugares de donde volviereis, ellos caerán sobre
vosotros"
Es interesante ver el papel que jugaron algunos judíos para que las
amenazas terminen por desanimar al pueblo. Dice el texto que estos judíos
vinieron hasta 10 veces con sus noticias alarmistas sobre un inminente
desastre. Que triste es ver que a veces los propios miembros de la familia
se prestan para aliarse al enemigo y así desanimar la obra del Señor.
Los cambios que introdujo Nehemías fueron tan creativos que lograron el
objetivo deseado; que; el desánimo desaparezca y todos vuelvan a
trabajar. Muchas veces cuando nos encontramos desanimados, un cambio
creativo puede devolvernos el animo para trabajar.
Cuarto, diseño un plan de defensa. Nehemías 4:19-20 dice: "Y dije a los
nobles, y a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y
extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos unos de otros. En
el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reunios allí con nosotros;
nuestro Dios peleará por nosotros"
Quinto, buscó maneras para servir a los demás. Nehemías 4:21-23 dice:
"Nosotros, pues, trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas
desde la subida del alba hasta que salía las estrellas. También dije
entonces al pueblo: cada uno con su criado permanezca dentro de
Jerusalén y de noche sirvan de centinela y de día en la obra. Y ni yo ni mis
hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos
quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse"