20.000 Leguas de Viaje Submarino
20.000 Leguas de Viaje Submarino
20.000 Leguas de Viaje Submarino
Se
había tornado muy preocupante la desaparición de numerosas embarcaciones sin
una razón aparente.
Había indicios que señalaban como responsable a un monstruo marino, de
proporciones enormes, dotado de una extraordinaria velocidad y gran potencia,
mucho más grande que una ballena... y que por momentos se tornaba
fosforescente... Todos los accidentes marítimos sin causa conocida se le atribuían a
la criatura.
Con la imperiosa necesidad de develar la enigmática situación, una expedición que
incluia a un naturalista, el profesor Arronax, partió hacía la inmensidad de los
óceanos. No había transcurrido mucho tiempo cuando fueron atacados por «la
cosa enorme» de la cual los que lograron sobrevivir, no hubieran admitido su
existencia, a menos de haberla visto con sus propios ojos.
El profesor Aronnax, su acompañante Conseil y el arponero canadiense Ned Land
son los que lograron sobrevivir después de que su embarcación impactara contra
la bestia. Los tres creyeron estar a salvo en una isla, cuando descubrieron que no se
encuentraban realmente en tierra, sino sobre la estructura metálica de un
submarino. Y fue así que estos tres hombres que ambicionaban la hazaña de
atrapar a una criatura que aterrorizaba a los mares del mundo entero, pasaron a ser
presa de un loco que viaja por los mares en un submarino –el Nautilus– después de
haber renegado del mundo y de sus habitantes.
Ya a bordo de la extraordinaria embarcación submarina del peculiar capitán Nemo,
descubrirán distintos escenarios hasta entonces ocultos a la observación humana,
especímenes increíbles que habitaban los abismos marinos y sortearán grandes
dificultades a cada paso de esta formidable aventura.
20.000 Leguas de Viaje Submarino, nos muestra, una vez más, el enorme talento de
Julio Verne para transportarnos a otros universos de misterios y aventuras por
medio de una magnífica descripción y una inagotable imaginación. También nos
revela su capacidad increíble para adelantarse a los desarrollos científicos, y así
poder entregarnos, entre otras cosas, el asombroso «Nautilus» del capitán Nemo.