Actividad Aplicativa 3
Actividad Aplicativa 3
Actividad Aplicativa 3
Actividad aplicativa 3
2ª Convocatoria
La familia y la escuela constituyen para el niño dos contextos de aprendizaje que sientan
las bases de su desarrollo personal. Ambos son ambientes complementarios y
superpuestos que afectan de forma vital al desarrollo y evolución del alumno. Son
numerosos los estudios e investigaciones a lo largo del tiempo que tratan la influencia
de la familia en el rendimiento escolar, en la resolución de conflictos, pero es casi
imposible sintetizar los resultados que se obtienen. Hay un grave factor influyente en
los resultados académicos y los conflictos en el aula, estudios sociológicos arrojan datos
como que la relación entre el nivel socioeconómico y educativo de las familias y el
rendimiento y conflictos de los niños es un factor determinante. Es por este motivo que
profundizar entre las relaciones familia escuela, es muy probable que se obtengan
resultados positivos en los alumnos.
Establecer una relación de confianza entre los alumnos-padres-escuela hace que exista
un hilo conductor de la evolución y desarrollo del alumno, y que exista una relación lo
más ágil posible.
Para un niño o niña que se encuentra en fase de desarrollo social, crea vínculos afectivos
con compañeros, y comienza a tener una “vida social”, por consiguiente comienzan
también los conflictos, tanto externos como internos en el aula. La familia educa al hijo
y en la escuela se le enseña, por lo que los valores deben ir intrínsecos en la educación
del hijo o hija. Los núcleos familiares aportan confianza, seguridad, apoyo, comprensión,
ayuda, pero también deben de aconsejar a los hijos a como resolver posibles situaciones
de tensión, problemas, conflictos con otros compañeros. Para estos contextos, lo
positivo es que los padres ejercen el mayor modelo del que los hijos toman referencias
por lo que es imprescindible mostrar una actitud de comprensión, paciencia,
comportamiento asertivo, buena conducta y sobre todo, saber comunicarse
adecuadamente. Si todos estos factores el alumno los toma como ejemplo, en el
momento que pueda darse un conflicto en el aula, podrá saber como desarrollar y
desenvolver su comportamiento ante la situación.
La sociedad evoluciona a pasos agigantados, por lo que es lógico que el clima del aula y
los métodos de enseñanza que se aplicaban en el contexto educativo de nuestros padres
no es el mismo que a día de hoy se pone en desarrollo. Este factor de la evolución es
uno de los principales en cuanto a situaciones me refiero. Hoy en día en las aulas hay
niños y niñas mucho mas diversos que hace tres o cuatro décadas, por lo que los niños
de hoy están en continuo contacto con nuevas situaciones (gustos, orientaciones,
formas de vestir, etc.), esto provoca que los padres algo mas reticentes se vean
obligados a que su hijo o hija tenga que relacionarse con ellos, y de forma inconsciente
se familiariza, como consecuencia de que este niño o niña sea infinitamente mas
respetuoso y tolerante que el adulto que lo vea como una persona “rara”.
Situaciones de conflicto en el aula pueden surgir desde no dejar un lápiz a un compañero
en tercer curso de educación primaria, hasta una agresión física en cuarto curso de
educación secundaria. Para con estos ejemplos extremos, los compañeros externos al
conflicto deben saber las normas básicas para intervenir de la manera adecuada en estas
situaciones, que deben venir en la educación de los propios alumnos. Las familias
siempre pueden aconsejar y ayudar a sus hijos en como deben comportarse ante
situaciones adversas que se pueden desarrollar en cualquier momento del día, y esto es
un motivo para que crezcan psicológicamente, aprendan modales y hábitos de
conducta.
Para favorecer que los hijos tomen como referentes y ejemplos a sus padres, es
primordial que exista un buen clima en el núcleo familiar, independientemente de la
situación o dificultades que hay en cada casa. Que los hijos sientan el apoyo de sus
padres, el agrado por su buen hacer en el colegio, tareas del hogar, ayuda en casa, hace
que se estrechen los lazos y vínculos de apoyo, favoreciendo una buena sintonía entre
todos los miembros.
Esta pregunta que se nos ha realizado para escribir este trabajo viene a reflejar la
propuesta de transformación educativa de las comunidades de aprendizaje, en la que la
participación activa en la educación de los hijos forma un culeo solido entre la
convivencia de todos los estudiantes y sus familias. A través de siete actuaciones se logra
llegar un desarrollo integral de los alumnos: participación educativa de la comunidad
(familias), modelo de dialogo de resoluciones de conflictos, biblioteca tutorizada en el
centro educativo, formación pedagógica dialógica, y la formación de familiares. Con el
cumplimiento de estas premisas, los alumnos consiguen un desarrollo académico muy
alto y una evolución personal notable.