Kant, Immanuel, Crítica de la razón pura.
(Introducción a la segunda
edición)
Tópicos:
• Conocimiento a priori y conocimiento a posteriori
• Rasgos característicos del conocimiento a priori
• Los elementos a priori del conocimiento humano
• Clasificación de los juicios
Conocimiento a priori y conocimiento empírico
No hay duda de que todo nuestro conocimiento
comienza por la experiencia; pues si no fuese así,
¿que despertaría a nuestra facultad cognoscitiva,
para que se pusiera en ejercicio, si no aconteciera
esto por medio de objetos que mueven nuestros
sentidos, y en parte producen por sí mismos
En este párrafo Kant establece que la
representaciones, y en parte ponen en movimiento
experiencia es una condición necesaria
la actividad de nuestro entendimiento para
para nuestro conocimiento. No hay
compararlas a estas, conectarlas o separarlas, y
conocimientos en nosotros que
elaborar así la materia bruta de las impresiones
precedan a la experiencia, y todo
sensibles y hacer de ella un conocimiento de
conocimiento comienza con ella.
objetos, que se llama experiencia? Según el
tiempo, pues, ningún conocimiento precede en
nosotros a la experiencia, y con ésta comienza
todo [conocimiento].
(Kant, I., Crítica de la razón pura. Introducción [B1])
Conocimiento a priori y conocimiento empírico
Pero aunque todo nuestro conocimiento comience
con la experiencia, no por eso surge todo él de la
experiencia. Pues bien podría ser que nuestro Sin embargo, si bien la experiencia es
conocimiento de experiencia fuese, él mismo, un condición necesaria para el
compuesto formado por lo que recibimos mediante conocimiento, no es una condición
impresiones, y lo que nuestra propia facultad suficiente. Al material bruto de las
cognoscitiva (tomando de las impresiones sensibles impresiones, nuestra propia facultad
solo la ocasión para ello) produce por si misma; y cognoscitiva añade un elemento que
este añadido no lo distinguimos de aquella materia ella produce por sí misma (a priori). El
fundamental sino cuando un prolongado ejercicio conocimiento es el resultado de la
nos ha llamado la atención sobre él, y nos ha dado la combinación de ambos elementos, y de
habilidad para separarlo. ninguno de ellos por separado.
(Kant, I., Crítica de la razón pura. Introducción [B2])
Conocimiento a priori y conocimiento empírico
Por consiguiente, es una cuestión que por lo menos requiere
todavía una investigación mas precisa, y que no se puede
despachar en seguida según la primera apariencia, la [cuestión]
de si hay tal conocimiento independiente de la experiencia y aun
de todas las impresiones de los sentidos. Tales conocimientos se
llaman a priori, y se distinguen de los empíricos, que tienen sus
fuentes a posteriori, a saber, en la experiencia.
(Kant, I., Crítica de la razón pura. Introducción [B2])
Conocimiento a priori y conocimiento empírico
Precisemos el sentido de la palabra “a priori”. Kant reconoce que utilizamos esa expresión, en
ocasiones, en un sentido laxo. Así, decimos “de alguien que socavase los cimientos de su casa,
[…] que pudo haber sabido a priori que ella se vendría abajo; es decir, no precisaba esperar la
experiencia de que efectivamente cayera”. Sin embargo, no queremos decir que pudiera
saberlo con total independencia de la experiencia, pues en todo caso, debería haber derivado
ese conocimiento del conocimiento de que los cuerpos son pesados y caen cuando se les quita
el apoyo. Pero este último es un conocimiento empírico.
Kant pretende utilizar la expresión “a priori” en el sentido estricto de aquel conocimiento (o
elemento constitutivo del conocimiento) que no depende en absoluto de ninguna experiencia.
Y a estos opone los conocimientos empíricos (o que dependen de la experiencia).
Los rasgos característicos del conocimiento a priori
Kant afirma que estamos en posesión de ciertos conocimientos a priori, y sugiere dos rasgos que, a su
juicio permiten distinguir a un conocimiento como a priori: la necesidad y la universalidad estricta.
si se encuentra, en primer lugar, una proposición que sea pensada a la vez con su
necesidad, ella es un juicio a priori, si además no es derivada sino de alguna que a su vez
es válida como proposición necesaria, entonces es [una proposición] absolutamente a
priori.
(Kant, I., Crítica de la razón pura. Introducción [B3])
En segundo lugar, la experiencia nunca les da a sus juicios universalidad verdadera, o
estricta, sino sólo supuesta o comparativa (por inducción); de modo que propiamente debe
decirse: en lo que hemos percibido hasta ahora, no se encuentra excepción alguna de esta o
aquella regla. Por tanto, si un juicio es pensado con universalidad estricta, es decir, de tal
manera que no se admita como posible ninguna excepción, entonces no es derivado de la
experiencia, sino que es válido absolutamente a priori.
(Kant, I., Crítica de la razón pura. Introducción [B4])
Los elementos a priori del conocimiento humano – El aporte de la sensibilidad (intuiciones puras)
Eliminad poco a poco, de vuestro concepto empírico de un cuerpo, todo lo que en él es
empírico: el color, la dureza o blandura, el peso, incluso la impenetrabilidad; queda, sin
embargo, el espacio que él (que ahora ha desaparecido por completo) ocupaba; y a este no
lo podéis eliminar.
(Kant, I., Crítica de la razón pura. Introducción [B5])
En este pasaje Kant señala uno de los elementos puros que la sensibilidad (una de nuestras facultades
cognitivas) aporta, a priori, para la constitución del conocimiento: la representación del espacio. El
otro elemento a priori que aporta la sensibilidad es la representación del tiempo. Kant argumenta a
favor del carácter a la a priori de las representaciones de espacio y tiempo (a las que denomina
“intuiciones puras”), partiendo del hecho de que el espacio y el tiempo son inextricables, en el
sentido de que no podemos eliminarlas de nuestra experiencia:
• Podemos representarnos un espacio que no contenga objetos, un espacio vacío; pero no
podemos representarnos un objeto sin representárnoslo en el espacio.
• Podemos representarnos un tiempo en el que no acontece nada, un tiempo vacío de
acontecimientos; pero no podemos representarnos un acontecimiento sin representárnoslo
en el tiempo.
Los elementos a priori del conocimiento humano – El aporte del entendimiento (conceptos puros)
De la misma manera, si elimináis de vuestro concepto empírico de cualquier objeto,
corpóreo o no corpóreo, todas las propiedades que la experiencia os enseña, no podéis
quitarle, sin embargo, aquellas por las cuales lo pensáis como substancia o como inherente
a una substancia […]. Así, constreñidos por la necesidad con la cual este concepto se os
impone, debéis admitir que el tiene a priori su sede en vuestra facultad cognoscitiva
(Kant, I., Crítica de la razón pura. Introducción [B6])
El entendimiento también aporta, a priori, ciertas representaciones para la constitución del
conocimiento. No se trata, sin embargo, de intuiciones puras, como en el caso de la sensibilidad, sino
de conceptos puros. No importa cuan indeterminado sea nuestro pensamiento acerca de un objeto,
no podremos dejar de pensarlo desde la perspectiva de los conceptos puros del entendimiento. Por
esta razón Kant afirma que también ellos se originan, a priori, en nuestra facultad cognoscitiva, y no
son derivados de la experiencia.
De la diferencia entre los juicios analíticos y los sintéticos
En todos los juicios en los que se piensa la relación de un sujeto con el predicado […] esta
relación es posible de dos maneras. O bien el predicado B pertenece al sujeto A como algo
que está contenido (ocultamente) en ese concepto A; o bien B reside enteramente fuera del
concepto A, aunque está en conexión con el. En el primer caso, llamo analítico al juicio; en
el otro, sintético.
(Kant, I., Crítica de la razón pura. Introducción [B10])
Kant concibe a los juicios (o enunciados) como el tipo de representación capaz de contener y expresar
un conocimiento (y de ser verdaderos o falsos). Para Kant los juicios son el resultado de la actividad
del entendimiento, que los produce a partir del enlace de conceptos. Así, en los juicios de la forma
sujeto-predicado, el enlace entre el concepto que oficia de sujeto gramatical y el concepto que oficia
de predicado gramatical, puede darse de dos modos diferentes mutuamente excluyentes: todo juicio
es o bien analítico (el concepto predicado es un constituyente del concepto sujeto), o bien sintético
(el concepto predicado no es un constituyente del concepto sujeto). Los juicios analíticos también son
denominados, por Kant, “juicios de explicación”, porque en ellos, el predicado no hace más que
explicitar un concepto que forma parte ya del concepto sujeto, sin aumentar nuestro conocimiento; y
los sintéticos, “juicios de ensanchamiento”, pues en estos juicios el predicado añade un contenido que
no estaba ya pensado en el concepto sujeto, constituyendo un genuino avance de nuestro
conocimiento (en el caso de que el juicio sea verdadero, claro está).
Clasificación kantiana de los juicios
Independiente Dependiente de
de la experiencia la experiencia
Sintéticos Sintéticos
A
A priori Juicios
posteriori
Analíticos
Necesidad y
Contingencia y
universalidad
particularidad
estricta
Clasificación kantiana de los juicios
El concepto El concepto
predicado está predicado no está
contenido en el contenido en el
concepto sujeto concepto sujeto
A priori A priori
Analíticos Juicios Sintéticos
A
posteriori
“juicios de ensanchamiento”. El
“juicios de explicación”. El predicado predicado agrega un concepto que no
desarrolla o explicita el contenido del está contenido en el concepto sujeto,
concepto sujeto. y constituye una verdadera ampliación
de nuestro conocimiento.
Clasificación kantiana de los juicios
Perspectiva semántica
Analítico (el concepto Sintético (el concepto
predicado está contenido en el predicado no está contenido
concepto sujeto) en el concepto sujeto)
A priori (conocimiento Todos los juicios analíticos son Algunos juicios sintéticos son a
independiente de la a priori priori
experiencia)
Todxs lxs solterxs son personas no 7+5=12
Perspectiva casadas
epistémica
A posteriori (conocimiento No hay juicios analíticos a Algunos juicios sintéticos son a
dependiente de la posteriori posteriori
experiencia)
Algunos felinos son agresivos
Kant caracteriza a todo juicio desde esta doble perspectiva, de lo cual resultan los tres tipos de juicios que él distingue.
Las facultades cognitivas y sus representaciones correspondientes
Representaciones a priori: no
Espacio se derivan de la experiencia,
Intuiciones puras pero son constitutivas de la
Tiempo
Sensibilidad experiencia.
Intuiciones empíricas
Representaciones a posteriori:
Conceptos puros se derivan de la experiencia.
Entendimiento Las ideas no son
Conceptos empíricos representaciones derivadas
de la experiencia. Tampoco
son constitutivas de la
misma. Los objetos de las
Razón Ideas ideas no satisfacen las
condiciones formales de
nuestra sensibilidad y por
ello no es posible arribar a
un conocimiento teórico a
partir de ellas.