Caso Garzón Guzmán y Otros vs. Ecuador

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DERECHO INTERNACIONAL

PUBLICO

ALUMNO:

CARLOS JARA MUÑOZ

DOCENTE:

DR. RICARDO ALARCON

TAREA:

ANALISIS DE SENTENCIA DE LA
CORTE INTERAMERICANA

2022
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

CASO GARZÓN GUZMÁN Y OTROS VS. ECUADOR

SENTENCIA DE 1 DE SEPTIEMBRE DE 2021

La Corte, como lo ha hecho en otros casos, valora el reconocimiento de responsabilidad


internacional hecho por el Estado de Ecuador, el cual constituye una contribución positiva al
desarrollo de este proceso, a la vigencia de los principios que inspiran la Convención y a la
satisfacción de las necesidades de reparación de las víctimas de violaciones de derechos
humanos. El reconocimiento de responsabilidad internacional produce plenos efectos
jurídicos de acuerdo con los artículos 62 y 64 del Reglamento, y tiene un alto valor simbólico
en relación con la no repetición de hechos similares y en atención al tiempo que ha
transcurrido desde la desaparición del señor Garzón Guzmán. En esa medida el Tribunal
encuentra que ha cesado la controversia del caso respecto de los hechos, el derecho y la
necesidad de adoptar medidas de reparación. No obstante, en atención a las violaciones
reconocidas por el Estado y a las solicitudes del representante y de la Comisión, la Corte
estima necesario dictar una sentencia en la cual se determinen los hechos ocurridos de
acuerdo a la prueba recabada en este proceso y a la luz del reconocimiento de
responsabilidad internacional realizado por el Estado. Ello contribuye a la reparación de las
víctimas, a evitar que se repitan hechos similares y a satisfacer, en suma, los fines de la
jurisdicción interamericana.

Además, la Corte estima necesario analizar los alcances de la responsabilidad internacional


del Estado por la violación de los derechos reconocidos en la Convención Americana y en la
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas. Asimismo, el Tribunal
se pronunciará sobre las reparaciones que correspondan.

Por último, la Corte nota que el representante de las presuntas víctimas alegó la violación del
artículo 2 de la Convención Americana, en relación con los artículos I y II de la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas. Esta violación no fue alegada por
la Comisión y respecto de ella el Estado no reconoció responsabilidad internacional, por esa
razón la Corte se pronunciará al respecto en el apartado de Fondo de esta sentencia.

ANTECEDENTES

La Comisión identificó como presuntas víctimas en este caso al señor Cesar Gustavo Garzón
Guzmán; a su padre, Julio Garzón; a su madre, Clorinda Guzmán de Garzón; a sus hermanos,
Luis Alberto Garzón Guzmán y Rodrigo Garzón Guzmán, y a su cuñado Luis Lascano. La
Comisión también señaló que, durante el trámite del caso, el representante mencionó a una
hermana y a una sobrina del señor Garzón Guzmán, cuyos nombres no constan en el
expediente.

El representante, por su parte, identificó como presuntas víctimas, además del señor César
Gustavo Garzón Guzmán, a las señoras (i) María Clorinda Guzmán y (ii) Ana Julia Lascano,
y a los señores (iii) Luis Alberto Garzón Guzmán; (iv) Carlos Eduardo Garzón Guzmán; (v)
Byron Gonzalo Garzón Guzmán, e (vi) Iván Rodrigo Garzón Guzmán. Además, indicó que el
señor Julio Garzón, padre del señor César Gustavo Garzón Guzmán falleció y que el señor
Luis Lascano “fue cuñado de la víctima que al inicio de los hechos apoyó a la familia en la
búsqueda de César Gustavo Garzón Guzmán”. En relación con la señora Ana Julia Lascano
Garzón, indicó que es sobrina del señor Garzón Guzmán y “durante años junto a la mamá de
la víctima todo[s] los miércoles acudía a la Plaza Grande para exigir que el Gobierno
investigue los hechos”. Finalmente, sobre los señores Byron Gonzalo Garzón y Carlos
Eduardo Garzón Guzmán, señaló que son hermanos de César Gustavo Garzón Guzmán y
que, junto a sus demás hermanos y madre han exigido al Estado investigar los hechos e
identificar a los responsables para que sean adecuadamente sancionados.

En su escrito de contestación, el Estado sostuvo que, en virtud del artículo 35.1 del
Reglamento de la Corte, las presuntas víctimas deben ser identificadas durante el trámite
ante la Comisión, sin que exista la posibilidad de añadir beneficiarios después de remitido el
Informe de Fondo, salvo que se trate de las circunstancias excepcionales de las que habla el
artículo 35.2 del Reglamento, las cuales, de acuerdo con el Estado, no se configuran en el
presente caso. Posteriormente, durante la Audiencia Pública realizada el 28 de enero de
2021, al referirse al reconocimiento de responsabilidad internacional, indicó que su
allanamiento se circunscribía a lo indicado en el Informe de Fondo respecto de la
determinación de las víctimas.

Sobre este asunto la Corte reitera que, de conformidad con el artículo 35.1 del Reglamento y
la jurisprudencia constante de este Tribunal, las presuntas víctimas deben estar identificadas
en el Informe de Fondo emitido conforme al artículo 50 de la Convención.

En algunas oportunidades, de acuerdo a lo establecido en el artículo 35.2 del Reglamento,


atendiendo a las particularidades del caso y a la magnitud de la violación, la Corte ha admitido
como víctimas a personas no relacionadas en ese documento, siempre que se justifique que
no fue posible identificarlas oportunamente por tratarse de violaciones masivas o colectivas.

No obstante, el Tribunal encuentra que este caso no reúne las características definidas en el
artículo 35.2 del Reglamento, por esa razón, entenderá como víctimas a aquellas personas
identificadas en el Informe de Fondo de la Comisión Interamericana.
Por lo anterior, la Corte no considerará como víctimas de este caso a los señores Carlos
Eduardo Garzón Guzmán y Byron Gonzalo Garzón Guzmán, en la medida en que no fueron
identificados como tales por la Comisión. En el mismo sentido, debido a que esta última
manifestó en su Informe de Fondo que durante el trámite del caso se habría mencionado a
una sobrina del señor Garzón Guzmán como una de sus familiares, a que esta última fue
identificada adecuadamente por el representante como Ana Julia Lascano Garzón y a que el
Estado manifestó que el reconocimiento de responsabilidad en este caso se circunscribe a lo
determinado en el Informe de Fondo, la señora Ana Julia Lascano Garzón será considerada
como víctima.

ALEGACIONES

Este caso se relaciona con las violaciones a los derechos convencionales del señor César
Gustavo Garzón Guzmán y sus familiares, ocurridas como consecuencia de la desaparición
forzada del primero en la madrugada del 10 de noviembre de 1990. La desaparición del señor
Garzón Guzmán, sucedió en un contexto de desapariciones forzadas cometidas por agentes
estatales contra personas identificadas como subversivas, en particular, como integrantes de
los grupos “Alfaro Vive Carajo” y “Montoneras Patria Libre”. En este caso, luego de más de
treinta años de ocurridos los hechos, las investigaciones no reportan ningún avance
significativo.

A continuación, la Corte procederá a detallar algunos de los hechos del caso, a la luz del
reconocimiento de responsabilidad internacional del Estado y de la prueba que obra en el
expediente. Para ello, se hará referencia (A) al contexto de desapariciones forzadas ocurridas
en Ecuador; (B) la desaparición forzada del señor César Gustavo Garzón Guzmán, y, (C) los
procesos internos.

El Tribunal recibió diversos documentos presentados como prueba por la Comisión, el


representante y el Estado, adjuntos a sus escritos principales (supra párrs. 3, 6 y 7). Como
en otros casos, este Tribunal admite aquellos documentos presentados oportunamente
(artículo 57 del Reglamento) por las partes y la Comisión, cuya admisibilidad no fue
controvertida ni objetada, y cuya autenticidad no fue puesta en duda.

La Corte también recibió documentos adjuntos a los alegatos finales escritos presentados por
el Estado. El representante de las presuntas víctimas remitió algunas consideraciones sobre
dichos anexos y la Comisión no se pronunció sobre el particular. La Corte encuentra que,
dentro de los anexos aportados por el Estado, se encuentran cuatro documentos emitidos por
autoridades nacionales luego de vencido el término para aportar pruebas definido en el
reglamento de la Corte. En ese sentido, la Corte considera que se trata de pruebas
supervinientes y por esa razón las admitirá como tales. Respecto de los documentos
restantes, la Corte nota que no fueron ofrecidos dentro del término fijado en el reglamento de
este Tribunal, esto es, junto con el escrito de contestación del Estado y que, en este caso, no
se configura ninguna de las excepciones definidas en el reglamento para la admisión
extemporánea de la prueba. Por esa razón, dichos documentos no serán admitidos.

ANALISIS

Entre 1984 y 1988 Raúl Febres Cordero ejerció como Presidente de Ecuador. Su gobierno
estuvo marcado por un contexto de represión para enfrentar a los denominados “grupos
subversivos”, en particular “Alfaro Vive Carajo” y “Montoneras Patria Libre”, bajo la idea de
que estaban integrados por personas peligrosas para la seguridad de la comunidad y del país
. En ese contexto comenzó a funcionar el SIC-10, una estructura policial represiva que surgió
del Servicio de Investigación Criminal (SIC) y que, de forma clandestina, se ocupaba de
“reprimir y aniquilar” a miembros de “Alfaro Vive Carajo” y otras organizaciones.

Posteriormente, durante la presidencia de Rodrigo Borja (1988-1992), si bien hubo mayor


respeto de las libertades políticas y de expresión, continuaron vigentes las políticas de
seguridad y represión. Durante ese período, no se desmantelaron los grupos de la Policía y
de las Fuerzas Armadas acusados de violaciones a los derechos humanos, ni se adoptaron
medidas en relación con los responsables de las violaciones cometidas durante el gobierno
de Febres Cordero.

En relación con las desapariciones forzadas en Ecuador, de acuerdo con el Informe de la


Comisión de la Verdad, durante el periodo 1985 - 2004 ocurrieron 1726. De estas, tres
víctimas fueron reconocidas como integrantes de “Alfaro Vive Carajo” y una fue relacionada
con “Montoneras Patria Libre”. En los casos que fueron conocidos por la Comisión de la
Verdad, las desapariciones forzadas habrían empezado con la detención de las víctimas por
parte de agentes estatales en el marco de acciones represivas o de rutina en las que
“abusaron de su autoridad e hicieron uso injustificado y excesivo de la fuerza”. Además, la
Comisión de la Verdad indicó que el modus operandi se caracterizó por un pacto de silencio
entre los miembros de las instituciones de la Fuerza Pública que participaron en las
violaciones a los derechos humanos y otro entre quienes tenían o podían tener información,
así como por la eliminación de registros y documentos incriminatorios, desinformación y
negativa a conocer los acontecimientos informados por los familiares y la opinión pública.

Otras fuentes también se refieren a las cifras de desapariciones forzadas en Ecuador. Así, de
acuerdo con el “Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Ecuador” de 1997,
elaborado por la Comisión Interamericana, entre 1985 y 1995 ocurrieron en Ecuador entre 25
y 30 desapariciones forzadas29. Por su parte, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones
Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas informó sobre 17 casos de desapariciones
ocurridas en Ecuador entre 1985 y 1992, e indicó que la mayoría se referían a personas que
habrían sido arrestadas por miembros del Servicio de Investigación Criminal de la Policía
Nacional.

El 9 de noviembre de 1990 en horas de la tarde, César Gustavo Garzón Guzmán fue a la


Editorial “El Conejo” a cobrar un cheque. A las 17:30 se encontró con una amiga y se dirigieron
al Centro de Exposiciones de Quito donde los recogió otro amigo. Luego, las tres personas
fueron a la Cámara de la Construcción y recogieron a una cuarta persona. El grupo se dirigió
al “Bar Tropical”. A las 22:00 se trasladaron a la discoteca “Son Candela” donde se
encontraron con dos amigos más. La discoteca fue el último lugar donde fue visto el señor
Garzón Guzmán.

La familia de César Gustavo Garzón Guzmán, al notar que no llegó a su casa, consultó con
amigos y familiares y, al día siguiente, se dirigió a clínicas, hospitales, cárceles y a la morgue
para ubicar su paradero. También acudieron al Servicio de Investigación Criminal de
Pichincha (SIC-P) a denunciar la desaparición, donde se negaron a recibir la denuncia porque
no habían transcurrido 48 horas.

El 16 de noviembre de 1990, una amiga del señor Garzón Guzmán presentó una denuncia
por su desaparición ante la Policía Nacional36. Ese mismo día, el Inspector General de la
Policía solicitó a las autoridades correspondientes proceder a su búsqueda. Un mes más
tarde, el 17 de diciembre de 1990, insistió en el requerimiento. El Estado envío memorandos
policiales en los que solicitó la investigación de los hechos; tomó declaraciones de familiares
y amigos del señor Garzón Guzmán, así como de dueños y trabajadores de los sitios a los
que acudió el día de su desaparición; procedió a hacer verificaciones en clínicas, centros de
detención y en la morgue y a la verificación de movimientos migratorios. Sin embargo,
ninguna de esas acciones produjo resultados.

El 3 de diciembre de 1990, una de las amigas que acompañó al señor Garzón Guzmán a la
discoteca fue llamada a declarar al Departamento de Homicidios del Servicio de Investigación
Criminal de Pichincha. Allí, fue “tildada de miembro activo del grupo Montoneras Patria Libre”,
relacionada afectivamente con el señor Garzón Guzmán y amenazada.

Adicionalmente, su documento de identidad fue confiscado hasta el 4 de diciembre de 1990.

Desde el momento en que ocurrieron los hechos, la madre del señor Garzón Guzmán, en
compañía de familiares de víctimas de violaciones a los derechos humanos, acudió a la plaza
frente a la Presidencia de la República para exigir justicia, su derecho a conocer la verdad y
que le entregaran el cuerpo de su hijo.
Más de diez años después de la desaparición, el 4 de mayo de 2003, se publicó en la prensa
un reportaje sobre el General Edgar Vaca en el que se informó que un “[e]x Oficial de
inteligencia del Ejército” aseguró “que el general Vaca conoce donde están los restos del
escritor Gustavo Garzón y cómo murió Arturo Jarrín, dirigente de AVC [Alfaro Vive Carajo] en
los 80”. Ante los señalamientos de que era el cerebro de un grupo de policías que torturó y
asesinó a miembros de “Alfaro Vive Carajo”, el general Vaca respondió: “en ese entonces
tenía un grado jerárquico y sobre mi existía toda la estructura institucional. No era una política
de Edgar Vaca contra los delincuentes, sino de la entidad en cumplimiento de su misión
institucional”.

CONCLUCIÓN

La Corte Interamericana encuentra que el Estado de Ecuador: incumplió su deber de iniciar


de oficio y llevar a cabo, con la debida diligencia, las investigaciones por la desaparición
forzada del señor Garzón Guzmán; incumplió su deber de debida diligencia en las labores de
búsqueda del señor Garzón Guzmán, e incumplió su deber de garantizar un plazo razonable
en el trámite de los procesos judiciales y el derecho a conocer la verdad. Por lo anterior, la
Corte concluye que el Estado es responsable de la violación de los artículos 8.1 y 25.1 de la
Convención, en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento y del artículo I. b) de la
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada, este último a partir del 26 de agosto
de 2006, en perjuicio del señor César Gustavo Garzón Guzmán y de sus familiares Julio
Garzón, Clorinda Guzmán, Luis Alberto Garzón Guzmán, Rodrigo Garzón Guzmán, Luis
Lascano y Ana Julia Lascano.

REPARACIONES

La Corte estableció que su sentencia constituye, por sí misma, una forma de reparación.
Además, ordenó las siguientes medidas de reparación integral:

A) Obligación de investigar: el Estado deberá continuar eficazmente y con la mayor diligencia


las investigaciones y el proceso penal en curso, con el fin de identificar, juzgar y, en su caso,
sancionar a los responsables de la desaparición forzada de César Gustavo Garzón Guzmán
en un plazo razonable, y con el fin de establecer la verdad de los hechos.

B) Determinación del paradero de la víctima: el Estado deberá realizar una búsqueda rigurosa
por la vía judicial y administrativa pertinente, orientada a determinar, a la mayor brevedad, el
paradero de César Gustavo Garzón Guzmán. En caso de que se establezca que la víctima
falleció, los restos mortales deben ser entregados a sus familiares, previa comprobación
fehaciente de identidad, a la mayor brevedad posible y sin costo alguno para ellos.
C) Medidas de rehabilitación: el Estado deberá brindar gratuitamente, a través de sus
instituciones de salud especializadas y de forma inmediata, adecuada y efectiva, el
tratamiento psicológico y psiquiátrico que requieran las víctimas, previo consentimiento
informado y por el tiempo que sea necesario, incluyendo la provisión gratuita de los
medicamentos que eventualmente se requieran, tomando en cuenta los padecimientos de
cada beneficiario.

D) Medidas de satisfacción: el Estado deberá publicar el resumen oficial de la Sentencia en


el diario oficial y en un diario de amplia circulación nacional y la integridad de la Sentencia en
un sitio web oficial del Gobierno Nacional. Además, el Estado deberá realizar un acto de
reconocimiento de responsabilidad internacional en relación con los hechos del presente
caso.

E) Indemnizaciones compensatorias: el Estado deberá pagar las cantidades fijadas en la


Sentencia por concepto de indemnizaciones por daños materiales e inmateriales, así como
el pago de costas y gastos.

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