José María Arguedas. Biografia.
José María Arguedas. Biografia.
José María Arguedas. Biografia.
Sus padres fueron el abogado cuzqueño Víctor Manuel Arguedas Arellano, que se
desempeñaba como juez en diversos pueblos de la región, y Victoria Altamirano
Navarro. En 1917 su padre se casó en segundas nupcias (la madre había muerto tres
años antes), y la familia se trasladó al pueblo de Puquio y luego a San Juan de
Lucanas. Al poco tiempo el padre fue cesado como juez por razones políticas y hubo
de trabajar como abogado itinerante, dejando a su hijo al cuidado de la madrastra y el
hijo de ésta, quienes le daban tratamiento de sirviente.
Director del Museo Nacional de Historia (1964-1966), desde los cuales editaría las
revistas Cultura y Pueblo e Historia y Cultura. También fue profesor de etnología y
quechua en el Instituto Pedagógico Nacional de Varones (1950-53), catedrático del
Departamento de Etnología de la Universidad de San Marcos (1958-68) y profesor en
la Universidad Nacional Agraria de la Molina desde 1964 hasta su muerte, ocurrida a
consecuencia de un balazo que se disparó en la sien y que ocasionaría su
fallecimiento cuatro días después. Fue galardonado con el Premio Fomento a la
Cultura en las áreas de Ciencias Sociales (1958) y Literatura (1959, 1962) y con el
Premio Inca Garcilaso de la Vega (1968).
Por otro lado, en Arguedas la labor del literato y la del etnólogo no están nunca
totalmente disociadas, e incluso en sus estudios más académicos encontramos el
mismo lenguaje lírico que en sus narraciones. Y aunque no era diestro en el manejo
de las técnicas narrativas modernas, su literatura (basada especialmente en las
descripciones) supo comunicar con gran intensidad la esencia de la cultura y el paisaje
andinos.
Ya desde sus primeros relatos se advierte la problemática que terminaría por presidir
toda su escritura: la vida, los azares y los sufrimientos de los indios en las haciendas y
aldeas de la sierra del Perú. Allí también se presenta esa escisión esencial de dos
grupos, señores e indios, que será una constante en su obra narrativa. El espacio en
que se desarrollan sus relatos es limitado, lo que permite a esta oposición social y
cultural mostrarse en sus aspectos más dramáticos y dolorosos. El derrotero de
Arguedas ya está trazado; aunque en su fuero interno vive intensamente la
ambigüedad de pertenecer a dos mundos.
Su primer libro reúne tres cuentos con el título de Agua (1935), que describen
aspectos de la vida en una aldea de los Andes peruanos. En estos relatos se advierte
el primer problema al que se tuvo que enfrentar en su narrativa, que es el de encontrar
un lenguaje que permitiera que sus personajes indígenas se pudieran expresar en
idioma español sin que sonara falso. En Agua los conflictos sociales y culturales del
mundo andino se observan a través de los ojos de un niño. El mundo indígena
aparece como depositario de valores de solidaridad y ternura, en oposición a la
violencia del mundo de los blancos.
Con Todas las sangres, de 1964, Arguedas reanudó, sobre bases más amplias, la
representación del mundo andino. Del relato autobiográfico se pasa a un cuadro
general que comprende las transformaciones económicas, sociales y culturales que
suceden en la sierra peruana. A través de la historia de una familia de grandes
latifundistas, el autor afronta las consecuencias del proceso de modernización que
avanza sobre un mundo todavía feudal.