Manual de Castor 602 Enfe Enge
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FECHA DE ENTREGA
Indice
Hoja de presentación.......................................................................................2
Índice.................................................................................................................3
Introducción.....................................................................................................6
Objetivo.............................................................................................................7
Adulto mayor....................................................................................................8
El envejecimiento.............................................................................................9
Dificultades cotidianas de los adultos mayores.........................................10
Inteligencia y memoria del adulto mayor.....................................................11
Trastornos del adulto mayor.........................................................................12
Tipos de adulto mayor...................................................................................13
Factores para que un adulto mayor reciba atención de un cuidador......14
Cuídador.........................................................................................................16
ADULTO MAYOR
ANA CECILIA MORALES MATEOS
De acuerdo con la Organización Mundial de la
Salud (OMS) se considera adulto mayor a
cualquier persona mayor de 60 años. Algunos
de ellos se consideran adultos mayores
disfuncionales debido a que, a causa de los
problemas naturales que conlleva el
envejecimiento, necesitan ayuda para llevar a
cabo sus actividades cotidianas. Además, las
personas de la tercera edad son más
vulnerables a diversas enfermedades y por lo
tanto requieren una constante observación y
atención médica.
Por otra parte, debido al aumento en la esperanza de vida, al proceso natural de
envejecimiento y a la vulnerabilidad física, social y psicológica se ha incrementado
el número de padecimientos y sus complicaciones, con predominio de las
enfermedades crónico-degenerativas, aunado a una vida más prolongada se
presenta un detrimento de la calidad de esta. Es importante considerar que es
posible ser un adulto mayor saludable, ya que el envejecimiento es un proceso de
cambios que tiene el organismo a través del tiempo y puede ser negativo o
positivo, según nuestro estilo de vida.
El envejecimiento
Antes que nada, debemos tener en mente que el
envejecimiento es un proceso absolutamente natural
e irremediable por el que atraviesa toda persona con
el paso del tiempo. Lo anterior resulta evidente, no
obstante, en los cuidadores de adultos mayores es
común que se sienta una especie de frustración
acompañada de tristeza, sobre todo en el caso de
que el cuidador sea un familiar cercano, que puede
no tener la comprensión total del estado de vejez.
Por otra parte, la concepción que se tiene de las
personas de edad avanzada no es muy positiva: se
asocia al adulto mayor con ideas como una etapa
productiva concluida, incapacidad y soledad.
Es común que nos olvidemos de que aún son
personas con capacidades, intereses e
inquietudes muy particulares. Nuestra labor a
nivel social es ayudarlos a redescubrir sus
capacidades y habilidades, enriquecer su
autoestima y hacerlos parte activa de un
grupo, principalmente su familia. Muchas de
las enfermedades crónico-degenerativas no
surgen propiamente durante la vejez, sino
que aparecen con anterioridad, pero se diagnostican hasta después.
Frecuentemente se cree que los padecimientos de la tercera edad son originados
por la vejez en sí misma, pero hay que considerar que el envejecimiento del
organismo no es uniforme, sino que algunos órganos envejecen más rápido que
otros. Ahora, otros puntos que debemos considerar sobre la vejez son:
Depresión
Trastornos del ánimo
Alteraciones de la memoria
Factores sociales que tienen que ver con:
La adaptación al
envejecimiento no es tarea fácil
para los adultos mayores y requiere que las
personas que participan en su cuidado se
caractericen por una muy especial vocación y amor al trabajo con este grupo de
personas, lo que significa que será necesaria una actitud que implique valores
como el respeto por el otro, la autonomía y la compasión para brindar cuidados
humanitarios al adulto mayor.
El propósito de este trabajo es ayudar al adulto mayor y a sus cuidadores a
enfrentar el envejecimiento, entendiéndolo como un proceso natural y adaptativo e
interviniendo en el favorecimiento de sus fuentes de poder. Estas últimas son la
fuerza física, la reserva psicológica y social, el concepto de sí mismo y su
autoestima, la energía, el conocimiento, la motivación y las creencias.
Para lograr lo anterior, se requiere de personas que se destaquen por sus
actitudes, habilidades y valores en el campo de la ética, la actitud humanitaria, la
sensibilidad, el respeto y el amor al adulto mayor y el interés por el desarrollo
personal.
El cuidador debe mantener una actitud positiva hacia los adultos mayores y la
adaptación a todos los cambios que experimentan, favoreciendo la integración y la
satisfacción personal con lo que han vivido.
En la identificación de la fragilidad real y de la dependencia del adulto mayor,
radica la posibilidad de hacer bien a otro. Esto puede construirse y experimentarse
en quien se empeñe en ser cuidador. Con la experiencia de un adulto mayor
necesitado de salud, nace la posibilidad de hacer bien a otro.
Podemos ser responsables de otro, cuando descubrimos que no estamos solos en
el mundo y que es posible estar con nuestros semejantes cuidándolos y
cuidándonos.
Hay que considerar que en muchos casos ser
adulto mayor es ser vulnerable cuando se está
expuesto a un mayor desgaste o a la soledad.
Los cuidadores deben saber que toda
atención del adulto mayor debe hacerse
desde una visión integral. Según ésta, el
adulto mayor será atendido con base en
su situación médica general, su
capacidad funcional y el entorno en el
que se desenvuelve. En este sentido,
existe una importante labor de educación
sanitaria, que puede mejorar claramente
la calidad asistencial del adulto mayor dependiente o disfuncional.
En primer lugar, es importante saber en qué condiciones se encuentra el adulto
mayor: cuál es su estado de salud y qué tan dependiente es. Después de obtener
la información de la situación funcional de base, habrá que seguir de cerca
cualquier deterioro de esta, para programar a tiempo la necesidad de apoyo social.
Hay que alentar al adulto mayor para que mantenga el máximo tiempo posible su
participación en las actividades de autocuidado y tareas domésticas, pese a que
las realice con esfuerzo y de forma inadecuada. Así al menos se conseguirá frenar
en parte la pérdida funcional.
Entre las habilidades que son necesarias para el cuidado del adulto mayor,
enunciamos las más destacadas, a partir de las cuáles será más fácil el trabajo del
cuidador, éstas son: la comunicación, el manejo de conductas problemáticas
(deambulación, agresividad, incontinencia), la resolución de problemas de otra
índole, como la higiene, etcétera.
En lo que se refiere al entrenamiento en habilidades básicas para el cuidador,
resalta que no sólo se abordan a nivel de cuidado del adulto mayor, sino que se
destacan las referidas al autocuidado.
Los cuidadores deberán estar al tanto de que el envejecimiento es un proceso
normal, como la relación de la vejez con las enfermedades e incapacidades del
adulto mayor, así como la forma en que pueden presentarse las enfermedades.
CARACTERISTICAS DE ORDEN
GENERAL DEL CUIDADOR
Sexo: Mujeres / Hombres
Estado Civil: Indistinto
Nivel Educativo Mínimo: Educación
Primaria (que
pueda entender, por ejemplo, una Instrucción médica escrita o una receta)
Psicológicamente y en las relaciones con otros:
Psicológicamente estable
Poseer capacidad para relacionarse fácilmente con otras personas, que
establezca lazos de buena calidad.
Poseer capacidad de empatía, es decir, que tenga comprensión hacia el
adulto mayor (de sus problemas de salud y su estado anímico).
Sentir satisfacción por servir y ayudar a otro adulto mayor.
Saber la importancia que tiene su quehacer con el paciente adulto mayor.
Hay que considerar que los factores que causan estrés y sobrecarga entre
los familiares pueden ir cambiando en las diferentes etapas del proceso de
atención y cuidado.
Anticipar su posible aparición y adoptar las medidas de prevención
necesarias.
Tomar en consideración el periodo de tiempo transcurrido desde el inicio de
la atención y cuidados hasta el momento actual. Las demandas y motivos
de preocupación serán distintos en cada momento.
Las estrategias de cuidado y atención no pueden ser consideradas como un
conjunto de acciones puntuales durante un periodo determinado, hay que
plantear un seguimiento que permita prestar atención a nuevas demandas o
necesidades que vayan apareciendo.
Ayudar a el cuidador:
El cuidado de las personas mayores
dependientes no es sólo un problema familiar. Es
también un problema social, económico, político,
sanitario, etcétera, y es importante que la
persona responsable tome conciencia de ello. La
forma de afrontar los cuidados tiene gran
importancia para la supervivencia del cuidador
sin agotarse en el largo recorrido que se le
presenta por delante. Lo primero que nos gustaría sugerir para mantener su salud
es que busque ayuda, se deje ayudar y no abandone, al menos totalmente, otras
actividades de su vida como el trabajo, aficiones, relaciones sociales, etcétera.
Las ayudas pueden estar en la propia familia, en el apoyo informal, en las
asociaciones de afectados, etcétera. Mantener sus relaciones sociales, y no
desconectarse de su actividad laboral, va a ser un elemento importante para su
equilibrio psicológico y su salud física y mental. Por tanto, desde aquí animamos a
quien esté en esta situación a hacerlo sin complejos, por encima del ¿qué dirán?
Por ello, nos permitimos sugerir la necesidad e importancia de que el cuidador se
cuide a sí mismo, porque así, el paciente estará mejor atendido, pero si está
agotado, es imposible que pueda dar correcta atención.
En principio, para proteger al adulto mayor y facilitar las tareas del cuidador,
debemos tratar, en la medida de lo posible y siempre que existan las condiciones
para hacerlo, quitar cualquier peligro ambiental y simplificarlo al máximo; es decir,
cuantos menos obstáculos haya en su entorno, mayor seguridad tendrá. Los
adultos mayores suelen ser más sensibles a los cambios, además que son
fácilmente notados por ellos. Es por eso por lo que en el entorno general
debemos:
Promover un trato digno para el adulto mayor. Hacer que se sienta seguro.
Proveerlo de actividades y tareas apropiadas, siempre dentro de un
ambiente conocido y hogareño. Proporcionarle control individual y
privacidad
Darle la oportunidad de socializarse.
Ser flexible para apoyar sus necesidades
físicas y de conducta.
Si el adulto mayor se siente en un lugar
seguro, aumentará también su nivel de
autoestima, ya que se sentirá con mayor
independencia para llevar a cabo actividades
cotidianas sin la ayuda de un tercero.
Cambios de la estructura de la casa
Otro aspecto de suma importancia en relación con el cuidado del adulto mayor
disfuncional o dependiente radica en la adecuación del hogar para las exigencias
de la vejez. Es por ello por lo que nuestra prioridad será establecer un entorno
adecuado para la seguridad y recreación de nuestro adulto mayor.
La adaptación del entorno debe partir de tres aspectos fundamentales: comodidad,
seguridad y movilidad. Es importante no pasar por alto que estas adaptaciones en
el hogar respetarán las necesidades individuales del adulto mayor teniendo en
cuenta aspectos funcionales, sanitarios y de seguridad. Y es que si llevamos a
cabo con éxito todo lo anterior estaremos asegurando una mejora en la
autoestima, la dignidad y la independencia del adulto mayor.
Las modificaciones en las distintas habitaciones de la casa deben hacerse de
acuerdo con la situación de cada adulto mayor, ya que éstas pueden variar
considerablemente en cada caso. No obstante, en general:
Mínimo, un sillón cómodo poco profundo, de poca altura para que los pies
no queden colgando; con asientos y respaldos firmes, así como apoya-
brazos largos.
Gimnasio y sala de terapia ocupacional.
Usar colores contrastantes y cálidos con el fin de diferenciar los objetos
dentro del espacio.
El comedor
En el comedor, será necesario contar con:
El dormitorio
En el caso del dormitorio será de gran utilidad:
Decorar con objetos del agrado del adulto mayor en cuestión: fotos, libros,
pinturas, objetos personales, etc.
Timbre al alcance de la cama para que
lo puedan accionar con facilidad en
caso de ser necesario.
La cama debe ser cómoda, de fácil
entrada y salida, sin dificultades para
ser tendida y alejada de la pared.
Deben usarse camas articuladas y de
baja estatura por fines de comodidad.
El cuarto de baño
A medida que el deterioro avanza, el adulto mayor puede presentar torpeza y
confusión en el
camino al baño; a veces es posible que se presente la necesidad de ayuda, pero
le da vergüenza pedirla; en otras ocasiones puede suceder que no encuentra el
baño a tiempo, de modo que él no sabe qué hacer; puede aparecer dificultad para
usar el equipo, como la regadera, el lavabo, y cuesta trabajo llevar a cabo todos
los mecanismos de rutina que son necesarios en el cuarto de baño, como
bañarse, lavarse, y el debido uso del retrete
Las siguientes medidas pueden ser de utilidad según sean las necesidades
particulares de cada adulto mayor:
Cerciórese de que el adulto mayor use ropa fácil de quitar, por ejemplo,
pantalones con elástico en la cintura en vez de botones, broches o
cremalleras, preferentemente juegos de dos piezas como la ropa deportiva.
La puerta del baño y el cancel se deben poder abrir
desde afuera.
La puerta del baño contará con un ancho de 80
centímetros como mínimo para posibilitar la entrada
de sillas de ruedas. Asimismo, el espacio para
moverse cómodamente dentro del baño con la silla
de ruedas debe ser de 1.50 metros por 1.50 metros.
Colocar barras de apoyo donde se requieran, por
ejemplo, en la regadera o en el excusado si es que al
adulto mayor se le dificulta sentarse o pararse de un asiento demasiado
bajo.
Colocar un asiento suave sobre el excusado, de
color llamativo
Quitarle la tapa del asiento al retrete.
Vigilar que haya buena iluminación y
ventilación.
Se debe contar con un timbre para
emergencias.
Finalmente, si contamos con todas estas
adaptaciones en nuestro hogar contribuiremos a
que el adulto mayor se desenvuelva de manera plena y satisfactoria lo
mismo para él como para nosotros, sus cuidadore
CUIDADOS
DEL ADULTO
MAYOR
XIMENA E IVAN
El adulto mayor puede necesitar ayuda para acostarse o levantarse de la cama,
para el aseo y limpieza personal, incluso algunos haya que darles de comer. El
cuidador debe procurar hablar al adulto mayor con voz suave y de frente, llamarle
por su nombre, despacio, y ser paciente con él. Expresar claramente lo que debe
hacer, sin dejar lugar a incertidumbre. Las preguntas que hagamos deben ser
sencillas y sin regañar. No debemos dejar que el adulto mayor duerma todo el día
si no lo ameritan las atenciones médicas.
Para que la comunicación con el adulto mayor se vea
facilitada, habrá que tomar en cuenta, que, además:
CUIDADOS PERSONALES
Los cuidados personales para el adulto mayor son muy importantes para su
desarrollo cotidiano, es por ello que debemos someter regularmente al adulto
mayor a un chequeo médico y nunca permitir que asista a consulta solo; revisar y
vigilar qué tipo de medicinas toma y dárselas personalmente; analizar en forma
detallada lo que le está sucediendo día tras día para informarle a su médico
tratante; buscar signos de fiebre, enfriamiento o infección.
Así mismo debemos:
Aseo personal
El cuidado personal relacionado con el maquillaje para las mujeres, cepillado del
cabello, la higiene bucal, el cuidado de las uñas y la acción de afeitarse, en
algunos casos requerirá de la ayuda del cuidador, ya que el adulto mayor quizá
carece de las habilidades motoras o de memoria para hacerlas por sí mismo, o
tenga confusión en cuanto a los pasos a seguir. Por ello:
PROBLEMAS AL VESTIRSE Y
DESVERTIRSE
Es probable que el adulto mayor haya perdido o esté perdiendo gradualmente
habilidades motoras y de coordinación, olvide la manera de vestirse y desvestirse
y pierda paulatinamente su autoestima. En ocasiones también insiste siempre en
ponerse la misma ropa o se la pone al revés Por ello:
Variada + Equilibrada
+Agradable + Repartida
Variada
Esto es, si contiene fruta, verduras, carnes, pescados, huevo, leche.
Equilibrada
Si contiene una cantidad de 15 % de proteínas, 30% de grasas y 55% de azúcares
llamadas también hidratos de carbono.
Desayuno
Colación o refrigerio (matutino)
Comida
Colación o refrigerio (vespertino)
Merienda o cena.
1/2 taza de pasta cocida = una cuchara para servir nieve o helado
1/2 taza de vegetales cocidos = un foco
1 fruta mediana = una pelota de tenis
1/2 taza de fruta picada = 15 canicas
1 1/2 onzas de queso natural = 3 piezas de dominós
3 onzas de carne, aves o pescado cocido = el tamaño de una baraja de
cartas
2 cucharadas de crema, margarina y mantequilla = una pelota de ping-pong
Frutas
Mantiene el alimento en
la boca y no se lo traga.
Rechaza el comer o
tomar líquidos.
Tose o se ahoga la pasar
el alimento.
Se queja de que la comida se atora en la garganta.
Presenta una voz ronca al tragar los alimentos.
Presenta babeo constante.
Hay dificultad para pasarse las pastillas.
MEDICINAS Y
MONITOREO DE
SALUD
SARA Y ARTURO
Con el avance de la edad la integridad física se torna más frágil. Por ello, la
administración de medicinas y el monitoreo de las condiciones de salud son
indispensables dentro del cuidado de los adultos mayores disfuncionales o
dependientes.
Administración de medicinas
De entrada, debemos considerar que los adultos mayores son un sector
poblacional con un alto riesgo de sufrir reacciones adversas a los medicamentos
debido a que generalmente padecen más de una enfermedad y por esto
mismo se ven obligados a someterse a múltiples tratamientos.
De ahí que sus reacciones dependan del fármaco
administrado y de los efectos propios del envejecimiento. Es
por esto por lo que la administración de medicamentos se
dificulta en estos casos, pues el cuerpo de los adultos mayores, en ocasiones, ya
no es capaz de procesarlos correctamente.
Por ejemplo, la absorción intestinal y las funciones de la circulación sistémica se
ven deterioradas con la llegada de la vejez, por lo cual una gran cantidad de
medicamentos pierden efectividad o incluso pueden llegar a convertirse en tóxicos.
Esto ocasiona que se acumulen sustancias químicas nocivas para la salud. A esto
hay que sumar el deterioro de las funciones hepática y renal.
A continuación, revisaremos algunos factores de la vejez que determinan la
respuesta a los fármacos en los adultos mayores:
En cuanto a factores no farmacológicos tenemos
Hay que decir, en este sentido, que pese a que las dosis son similares (que no
iguales) entre personas jóvenes y ancianos, los medicamentos operan de una
manera distinta en estos últimos. Por ello, será común encontrarnos con
reacciones adversas. Los adultos mayores más propensos a sufrir de este tipo de
reacciones son aquellos que han rebasado los 80 años y/o que están sometidos a
múltiples tratamientos.
Los trastornos más comunes inducidos por fármacos son:
Por otra parte, sugerimos los siguientes puntos para orientar el uso de
psicofármacos en adultos mayores:
Monitoreo de salud
El monitoreo de salud consiste en brindar la atención y los cuidados necesarios
para que los adultos mayores disfuncionales puedan llevar una vida íntegra dentro
de su sociedad.
A continuación, enlistamos los aspectos más relevantes dentro del cuidado del
adulto mayor para después pasar a revisar los más indispensables:
Por otra parte, las normas higiénicas que debe cumplir el adulto mayor para
dormir bien son:
Por otra parte, ofrecemos una serie de ejercicios y técnicas para restablecer
un vaciamiento normal de la vejiga:
Ejercicios del suelo pélvico: de manera repetida contraiga los músculos del
suelo pélvico (que puje) de 25 a 30 veces entre 3 o 4 veces al día.
Establecimiento de un horario fijo para orinar, así como llevar una hoja de
registro y un reloj despertador programado para que suene cada 30, 60 ó
90 minutos, según el horario establecido.
De forma programada se irá extendiendo el tiempo
entre micciones programadas hasta lograr periodos
que oscilen entre las 2 y 3 horas.
Al momento de caer la noche, el objetivo es que vayan más de dos veces
al baño antes de dormir.
Reconocer los logros alcanzados por medio de estas técnicas para que el
adulto mayor las adopte como parte esencial de su vida y vaya poco a
poco recuperando su integridad moral y física como individuo.
De igual manera, si con estas medidas se reduce el uso de pañales absorbentes
estaremos contribuyendo a que otros problemas como úlceras o irritación se vean
disminuidos. Pero si a pesar de las anteriores recomendaciones el problema
persiste, será mejor acudir al médico por si se llegara a tratar de una infección en
las vías urinarias.
Incontinencia fecal
Es la incapacidad en el control de la salida de gases y materia
fecal que puede traer como consecuencia aislamiento social y
deterioro en la calidad de vida.
Algunos datos que indican incontinencia fecal son:
Ahora bien, en caso de que estas medidas no logren una mejoría o el cuadro
empeore, acudir con un gastroenterólogo para que se establezca el tratamiento
farmacológico específico o para descartar enfermedades o alteraciones
anatómicas que pudieran estar provocando la incontinencia.
Inmovilidad
La inmovilidad se define como la imposibilidad de realizar las
acciones diarias debido a un deterioro en las funciones
relacionadas con el sistema neuro-musculoesquelético.
Algunas causas del deterioro de la movilidad son las
reacciones a los fármacos, la nutrición deficiente, la
depresión, la falta de motivación y el temor a las caídas
después de un rato de reposo prolongado. Como
consecuencia de la inmovilidad puede presentarse fracturas, limitación del flujo
aéreo pulmonar, disminución de la presión arterial, enfermedad arterial coronaria,
úlceras en la piel, infección de vías urinarias, desnutrición, etc.
A continuación, presentamos algunos puntos útiles para la prevención de
este mal:
Depresión
La característica esencial de un adulto mayor deprimido es la
pérdida de interés y emoción en la realización de las actividades y
pasatiempos habituales. Los síntomas depresivos, hay que decirlo, se acentúan
en una edad avanzada; sin embargo, hay que remarcar también que la depresión
es un estado de ánimo tratable, por ello se desprende de las demás fluctuaciones
anímicas.
El adulto mayor deprimido puede presentar su depresión de formas muy distintas
entre sí, es por esto por lo que habrá enormes diferencias de un caso a otro. En el
aspecto funcional se pueden presentar abatimiento, tristeza, miedo, llanto,
irritabilidad, aislamiento propio, etc. En cuanto al aspecto cognoscitivo se pueden
presentar alucinaciones, falta de autoestima, pesimismo, ideas delirantes e incluso
tentativas suicidas.
La depresión es uno de los factores más peligrosos que afectan a los adultos
mayores. Asimismo, está claro que su aparición obedece a múltiples causas, por
lo cual en el tratamiento orientado a combatirla deben intervenir todas aquellas
personas, profesionales o no, que estén en contacto con el adulto mayor. La
terapia, por tanto, debe tener una fuerza de acción multidisciplinaria.
A continuación, en listamos las terapias posibles más recomendables:
Psicoterapia
Terapia ocupacional
Terapia familiar y comunitaria
Ejercicio físico
Alimentación y nutrición
Terapia farmacológica
Para la higiene de los pies de un adulto mayor se debe tomar en cuenta todo
lo siguiente:
De tal suerte, en el cuidado diario de los pies se debe prestar especial atención a
los casos de pie diabético debido a los trastornos circulatorios que trae consigo
esta enfermedad. En cuanto al cuidado de las uñas, será necesario sumergirlas en
agua caliente para que se ablanden antes de ser cortadas de forma recta, ya que
si se hace de forma curveada estarán propensas a encarnarse.
Por otra parte, los zapatos adecuados para los adultos mayores son aquellos que
pueden calzarse de manera sencilla y suave, que no terminan en punta y nunca
abiertos. Los calcetines siempre deben estar limpios y secos, gruesos si es que
hace frío. No es recomendable usar medias con costuras.
Vacunación
La vacunación es muy importante en los adultos mayores para prevenir
enfermedades graves como la neumonía y el tétanos. El esquema de vacunación
del adulto mayor cuenta con tres vacunas: la neumocócica polisacárida, la de
tétanos-difteria, así como la de influenza estacional.
Vacuna neumocócica polisacárida
Esta vacuna evita la neumonía por una bacteria
conocida como neumococo, que es una infección
aguda y capaz de causar la muerte en el adulto
mayor. La vacuna se debe aplicar a partir de los 65
años de edad en adultos sanos que no se han
vacunado, con una revacunación a los 5 años por
única vez. La vacuna también se puede aplicar desde
los 60 años de edad, siempre y cuando sea indicada por el médico especialista en
personas con factores de riesgo.
Toxoide tetánico diftérico (Td)
Esta vacuna protege contra el tétanos y la difteria. El tétanos
es una infección causada por una bacteria que penetra a
través de las heridas y la difteria es una enfermedad aguda
que afecta al sistema respiratorio, provocando dificultad para
respirar; ambas enfermedades pueden causar la muerte,
gracias a la vacunación, cada vez es menos frecuente.
ANDREA E EMILIANO
Habilidades diarias
Habilidades dentro de la cotidianeidad
Destreza gráfica (adaptaciones
para la escritura)
Destrezas finas (coordinación y
movimiento)
Transferencias funcionales
(cama, tocador, tina)
Habilidades en silla de ruedas
Simplificación del trabajo
Educación paciente / familia
Evaluación / tratamiento
domiciliario
Entrenamiento cognitivo y del
desarrollo motor
Ejercicio para realizar en el hogar
Entrenamiento visual
Desarrollo de la fuerza y la resistencia
Estimulación sensorial
Grupos pertenecientes
Los grupos de pertenencia, como bien lo indica su nombre, son espacios que
unifican y legitiman a los individuos que los integran. En este caso, el vínculo
radica en la vejez. Se dice que las personas recurren a un grupo por una
determinada temática, por una propuesta interesante, ya sea para mantener una
pasión o para cumplir con un anhelo nunca satisfecho.
Es por esto que las actividades deben ser significativas para el adulto mayor que
recién se integra, ya que de otra manera no se lograría un real compromiso y sólo
estaríamos ante una manera más de mantener a alguien ocupado; dicho de otro
modo, se seguirá siendo pasivo creyendo que se es activo, No obstante, con el
tiempo, parece no ser tan Importante la actividad o la razón por la que se origina el
grupo, sino más bien el hecho de sentirse apoyado a la vez que es posible brindar
apoyo a gente en la misma condición. En otras palabras, se pasa a ser parte de un
espacio continente y a su vez contenedor. Las actividades del grupo no se
reducen a sólo matar el tiempo libre.
Por el contrario, tienen como fin primordial crear nuevos lazos humanos entre las
personas con el fin de reactivar la capacidad creativa de los adultos mayores.
Por esta razón, cualquier espacio de tiempo libre debe habilitar un espacio de
reflexión en el cual los participantes puedan poner en palabras las vivencias que
se manifiestan en estos espacios y en la vida cotidiana. Este espacio debe ser
manejado con riguroso cuidado, teniendo en cuenta la individualidad y la historia
de vida de cada participante. Todas las experiencias vividas se ven desde una
perspectiva diferente, se piensan y se sienten de otra manera. Es como releer un
libro luego de veinte años. Esto es lo que posibilita un grupo de reflexión: habilita,
apoya, sostiene el trabajo de reelaborar vivencias desde otra perspectiva. y esto, a
su vez, permite prepararse mejor, posicionarse mejor, para afrontar vivencias
novedosas y específicas que se suscitan únicamente en la vejez.
El modelo teórico de la ocupación humana posee dos premisas fundamentales:
primero, plantea que para mantener y restaurar la salud es esencial participar en
actividades (ocupaciones); segundo, afirma que la persona tiene la necesidad de
explorar, dominar el medio y ser competente.
Por ello, el coordinador de un espacio de reflexión debe poseer la habilidad de
facilitar esta exploración, para que el adulto mayor logre dominar el ambiente y así
se generen sentimientos de competencia y se promueva la autonomía, teniendo
siempre en cuenta las capacidades de los integrantes. Por medio de las
actividades de tiempo libre que se efectúan en grupo, como por ejemplo los
grupos de reflexión o los talleres de memoria, literatura, cuentos, plástica, entre
otros, se fomenta el mantenimiento de la autonomía de los participantes, objetivo
primordial de la terapia ocupacional gerontológica.
Desde el enfoque de la psicogerontología, por
medio del grupo se fomentan los valores y las
convicciones que es necesario que los mayores
aprendan para poder enfrentar las vicisitudes
inherentes al periodo de la vejez. Por todo lo
anterior, pertenecer a un grupo de pares ayuda a
compartir las pérdidas y a pensar colectivamente
las alternativas o soluciones a conflictos
cotidianos.
En los espacios terapéuticos surge la memoria
como un tema para debatir. En estos casos, el rol del coordinador es explicar el
funcionamiento normal de la memoria, para luego escuchar las experiencias
cotidianas de los participantes y reflexionar sobre las mismas. De esta manera el
grupo posibilita poner las angustias en palabras, permitiendo no cargar con todo
solo y compartir aquello que se hace muy difícil de sobrellevar. Al mismo tiempo,
cuando cualquier dispositivo actúa como un disparador para amplificar el contexto
en que se moviliza el individuo, para conectarse y relacionarse con los otros, con
otros dispositivos y con acciones saludables, se pasa a utilizar el tiempo libre
como un espacio de prevención del envejecimiento patológico.
• Movilización y transferencias
• Higiene personal y vestido
• Alimentación
• Funcionalidad a nivel físico
• Inteligencia emocional
• Técnicas para manejo de estrés
• Terapia y estimulación cognitiva
• Atención de emergencias
• Acompañamiento y apoyo emocional
• Técnicas de relajación
Otros aspectos que deben considerarse en este campo son: el por qué se cuida, a
quién se cuida, la relación previa con la persona cuidada, la causa y el grado de
dependencia del familiar, la ayuda que prestan otros miembros de la familia, las
autoexigencias que se imponen los cuidadores, la importancia del autocuidado del
cuidador, los factores económicos, así como las perspectivas del cuidado que la
población demandará en los próximos años.