005 El Mundo Militar (Madrid. 1859) - 11-12-1859
005 El Mundo Militar (Madrid. 1859) - 11-12-1859
005 El Mundo Militar (Madrid. 1859) - 11-12-1859
anorama universal
Airo I. Ü O M I K G O 11 D E D I C I E M B R E D E 1 8 5 9 . N Ü M . 5.
S U M A R I O . G r a b a d o s . —Rntrníb en Míbga do los Cuerpo.— Un episodio itc la acción del día ^ de novicmbro.— cion del 2t de noviembre.
lieridos del día 2B de noviembre—Tlano del terreno ocuiiado Itelrutn de un moro natural de OrAn, llamado Salil-Yadi, que so T o s i t o , Ln (,'uerra de África.—Crdoieade Is semaoB.-Tra-
pnr las tropas d c l l . ' , 2.' y -i." Cuerpo de líjórcilo.—Ejcrticlos prescntd al íleneral del -í.' Eiiirciiii como intérprete.—Moneda de gos y cnsiumbrcs riel imperio de Marruecos.—Anécdotas y curio-
(le armar y desarmar tiendas, ejenitailos jior el tercer Cuerpo en cobre coglila en la accloo del día 51) de noviembre {remitido por don sidades.—Criinica interior.—llomance,—Novela.—Corresponden-
Miilaea.—Descmbarqac de la artillería do Montaría üol primer l'\ Uorioac).—Carga dada por dos compaDías de Barbastro, en la ac- cia con nuestros suscritores.—Condiciones de la suscricicn.
que desdo lo alio todo lo dirig-e, y que nos ha des- de un fuerte aguacero que duró lodn aquella Uirde. lir de las entrañas de la líerra (lan espeso es el bos-
tinado lili vez á ser ag-enlcs en el siglo xix del hecho Nuestras pérdidas consistieron en aquel dia en 8 que en que se abrigaban), liatando de envolver por
mas grande y memorable y que mas poderosamen- muei'los y 31 heridos y contusos; las del enemigo derecha é izquierda á Jos dos mencionados balallo-
te ¡ufluya para arrancar á la bnrbárie, á la idola- fueron mayores; en todos los grupos en que se pre- nés, que, á pesar de la muchedumbre de enemigos
tría y á los errores del mahometismo, e! cslenso, sentaron dejaron muertos y retiraron heridos, ha- que los atacaba y de las considerables pérdidas que
mag-nífico y desconocido coulincnte arricano. biendo jugado la artillej-ia del reducto con LanLn bul'rlan , defendían valerosamente sus posiciones sin
Pero estas reflexiones que sallan á nuosU-a ima- acierto, que hizo caer la mayor parle de sus proyec- perder una pulgada de terreno. En este estado, y
ginación al meditar por un momento sobre ios suce- liles en medio de los pelotones de los moros. El Ge- como á la tma de la tai'de, recibió ói'den el balallon
sos de ia guerra en que tan gloriosamente nos ve- neral Gassel termina su parle elogiando por su bri- de Alcántara, que acalcaba de llegar al campamen-
nios empeñados, nos habia hecho olvidar nuestro llante comportamiento á sus Ayudantes y Oficiales to, de volver á ocupar la izquierda de cazadores de
humilde popel de verídicos cronistas. Lejos del cam- á sus órdenes, al Jefe y Oficiales del Estado Mayor Madrid, que era el punto mas comprometido, lo
po de IjaUíUa, á cuya gloria la divina Providencia que le acompañaron y secundaron sus disposiciones que verificó á la mayor brevedad , llegando á üem-
no nos ha destinado; después de hiiber recogido con con pronlitud y acierto, y á los Jefes y Oficiales de po de'contener al enemigo , que estaba á punto de
incesante anhelo cuantas noticias llegan del otro lado los cuerpos que tomaron pnrle en la acción ; espre- coger el flanco izquierdo de dicho batallón.
del mar, procuramos en la oscuridad de nuestro ga- sañdó que muchos, tanto de los primeros como de Al mismo tiempo se dirigieron por la derecha
binete recopilarlas, coordinarlas, una y otra sema- los segundos, é individuos de Iropa, se habían he- del reducto para reforzar al balallon cazadores de
na , para poder dar al público, con el mayor orden cho acreedores á las gracias de la Real munificen- Cataluña, algunas compañias del regimiento de Bor-
y claridad, como desde un principio lo venimos ha- cia , según la propuesta que oportunimienlc remi- bon y de los balallones de cazadores Mérida y Tala-
ciendo, lodos los sucesos de la gti(>rra, ;í fin de con- tiria, y que ya ha sido elevada á la Real aproba- vera. Entonces la acción se hizo general, y el ene-
tribuir asi, siquiera con el mas diminuto grano de ción de S. M. migo ya no trató de flanquear la posición, si no de
arena, á elevar el magnifico edificio de nuestras atacar de frente en masas, si bien en desordenada
Muchas son las cartas que se han recibido de
glorias. formación, con inti'epidez y estreniado ari'ojo, po-
África ocupándose de la reñidísima acción del día
En esta revista vamos á ocuparnos estensamen- 25; pero la mayor parte de ellas se refieren sola- niendo el mayor empeño en apoderarse do la batería
te, y como no hemos podido hacerlo por falla de mente á hechos aislados, á rasgos de valor heroico apostada en el reduelo, cuya construcción no estaba
datos en las semanas anteriores, de los gloriosos y á la parte que tomaron en la jornada de aquel dia terminada aun. La giitería infernal con que los mo-
combales que sostuvieron nuestras tropas contra los los cuerpos del Ejércilo á que pertenecen cada uno ros acom|iañaban sus acometidas, y sus denuestos
marroquíes los dias 24, 20 y 30 del mes de novieni- de los comunicantes. A falla del parle oficial deta- de «perros crJslianos,» se estrellaban en ia incon-
bi*e que acaba de finar. Hasta ahora , solo del pri- llado de tan brillante hecho de armas, para poder trastable firmeza de nuestros soldados, que aposta-
mero de dichos u-cs combales se ha publicado el desempeñar con el mayor acierto posible nuestra dos conven ien tomen le, dirigían sus certeros tiros en
parte oficial dcUiIIado; de los otros dos tenemos es- misión de cronistas, hemos examinado con la ma- el mayor silencio; en nuestras tropas solo se oían
tensas noticias, pero hubiésemos deseado los pnrlcs yor escrupulosidad y cotejado unas con otras cuan- los gritos de los heridos que decían al caer: «; Viva
oficiales para poder dar á nueslra narración un con- tas cartas han sido dirigidas á nueslra redacción ó España! \ viva la Reina! ¡á la bayonein !» Vi esto
junlo mas completo, mayor orden y verdad. publicadas por los periódicos do la coi'te, y con ellas estado indeciso se mantuvo la acción por es|j,tcio de
hemos podido formar la siguiente relación que, si tres horas, hasta que el Genera! Echagüe, viendo
Según el parle oficial del comliate del 24, los
la encontramos inexacta cuando se publiquen los los ai'díenles deseos de nuestros valientes soldados,
moros se presentaron á las dos de la tórdede aquel
partes oficiales, nos apresuraremos ii rectificar. dio la señal de nlíique ¡entonces las tropas empeña-
dia en grandes grupos, amcnaziindopor la derecha
das en la acción se lanzan á la bayonela sobre el
del campaiiienlo envolver el reduelo en cunstruccion El dia 24 de noviembre se noló que al pié de
enemigo, que las cspei-ó un momento haciendo so-
sobi'c el camino de Anghera, que se hallaba guar- Sierra Bullones se aumentaba el número de moros,
bre ellas su última descarga, y huyendo después á
necido por el segundo batallón del Rey, al mando y por la noche se observó desde el reducto cons-
ocultarse vergonzosamente en los escarpados picos
de su Coronel y una batería de monlañn. Cuatro truido á la derecha del Serrallo, que era mayor el
de la sierra de don<le habla salido, dejando en e!
compañias del primor batallón del mismo regimien- número de fogatas que en las anteriores. Amaneció
campo mas de 600 muertos y llevándose gran nú-
to, al mando del segundo Comandante D. Manuel el dia 25 mas claro y despejado que ios que le ha-
mero de heridos.
Andia, cubrían el camino de Anghera. EsUis fuer- bían precedido; el batallón cazadores de Calaluña
zas defendieron sus puestos con \alor y decisión, y relevó al de cazadores de Alcánlara, que guarnecía La ai-tilloría jugó en esle combate con un acierto
por disposición del General de la división á que per- el reducto, y este bajó al campamento ; en la mis- y actividad admirables. Entre los moros que mas
tenecen , Sr. Gassel, las dos compañías restantes ma hora, cuatro compañías del balallon cazadores interés mostraron en apoderarse de las piezas de
del primer batallón del Rey fueron á reforzará las de Madrid se silunron como de observación á la montaña de la batería, fueron los Humados de Rey,
cuatro mencionadas. Empeñado el combate, fué falda izquierda de la montaña donde está el re- los cuales mejoi' uniformados y arnmcios que los de
preciso reforaar aun mas el primer batallón del Rey ducto. las liabilas, abandonaron sus armas de fuego y ar-
con el de cazadores de Barbaslro, del cual dos A las once de la mañana comenzai-on los moros rrniclicion empuñando las gumías hasta tocar las
compañias lanzadas á la bayonela lograron rechazar á ponerse en movimiento, disparando algunos tiros bocas de los cañones, y apoderarse de las ollas de
sobre su derecha al enemigo. al aire, que es la señal que hacen para reunirse. En rancho de los ingenieros; fué tal el íuror con que
Avanzando en su ataque los cuerpos espresa- aquellos momentos el vigía del Hacho dio aviso de dieron el asalto, que no fueron suficientes para con-
dos , marcharon en su apoyo los batallones de ca- que venían como 2,0( O moros de Rey por el cami- tener su ímpetu 60 disparos de metralla; y llegan-
zadores las Navas y Simancas con el Bi-igadier Elio no de Teluan. A las doce un grupo de 500 moros do al punto donde estaban situados los objetos de su
á la cabeza. En aquel momento el General llegó al se puso frente ó frtnle de las cuatro compañias an- codicia, los mas osados Irabaron una lucha feroz,
lugar de la acción, y dando las disposiciones con- tes citadas de cazadores de Madrid, las que ¡nnie- cuerpo á cuerpo con los artilleros, que, con los má-
venientes, y que fueron perfcclamenle cumplidas diatamenle desplegaron sus guen-Illas y rompieron cheles, los escobillones, las palancas, y los Oficia-
por los cuerpos que sostenían el combate, los moros el fuego contra el enemigo , siendo la primera luer- les con sus espodas y revolvers, defendieron las pie-
íUeron rechazados en todas direcciones á sus guari- za que entró en acción. Acto ctnlinuo las cuatro zas matando muchos de aquellos lanáticos. La lle-
das de Sierra Bullones. En los úllimos momentos compañias resínales del mismo batallón de cazado- gada de nuevas fuerzas puso término á aquella lucha
de la acción mostraron alguna tenacidad en la re- res corrieron á reforzar las posiciones ocupadas por que iba siendo muy desigual, y en la que hemos
sistencia , con objeto de recoger sus muertos, lo las primeras, y aumentándose el fuego por la parte tenido que lamentar la pérdida de algunos artílle-
que no pudieron conseguir á la vista de nuestras del reduelo que defendía el batallón cazadores de j-os, siendo muchos hasla mordidos y arañados por
tropas. Cataluña, el enemigo comenzó el combale aumen- los salvajes moros.
tando aceleradamente sus fuerzas, que parecían sa- Nuestros cazadores, dice una de las correspon-
El combate duró hasta el anochecer, en medio
PANORAMA UNIVERSAL -S6
denci!is que tenemos ¡I la vista i'üFefenlos á csLa ac- dia de la Líirde comenzó á formalizarse ia accíon, to- gincte berberisco embistió á un soldado de infante-
ción, dirigiaii parliciilanncnlc la puntería á ciertos mando parte en ella los batiillones de cazadores Ma- ría y de una terrible cuchillada le derribó en tierra
figurones vestidos de negro y con gorro encarnado, drid, Barbastro, las Navas, y los de linea Rey y muerto; otro soldado, cuyo nombre y regimiento
que por sus gestos y ademanes parecian ser los cau- Borbon : en algunas correspondencias hemos visto creemos poder citar en el número siguiente , corre
dillos de los grupos marroquíes; momentos hubo en que se mencionan Uambien los batallones de cazado- al encuentro del bárbaro, le detiene, para con su-
que nuestras tropas hicieron fuego sobre el enemi- res Simancas y Mérida, y el regimiento de línea mo valor y destreza el golpe que el ginete árabe le
go á 15 pasos de distancia causándole pérdidas hor- Granada. En cuanto comenzó el cañoneo, el Gene- dirige, le coge el alfanje con la mano izi|uiei'da y
ribles. Acorcii de los figurones vestidos do negro, ral en Jefe montó á caballo, y seguido de su Estado ¡ con la derecha le asesta un bayonetazo en el vientre
algunas cor res pon llénelas dicen que entre los cadá- Mayor y Ayudantes se situó en el reducto Isabel II, y le hace caer exánime á sus pies.
veres de los enemigos se han encontrado algunos desde cuyo punto estuvo dirigiendo la batalla. El También es digno de mencionarse el noble com-
que por el color de su tez y caliello y el asco do sus fuego fué muy vivo por ambas partes y sostenido portamiento del pobre presidario Pedro Grau , que
personas, no tenían trazas de rifcños; y que en la con igual tenacidad; pero al fin la superioridad de habiendo arrancado á un herido de las manos de los
acción del 25 los moros se condujeron con mas or- la disciplina aventajó á la numérica, y los moros, enemigos, se negó á aceptar el premio pecuniario y
den del que ordinariamente suelen guardar en los en cuyos grupos la metralla habia causado grandes rebaja de su condena, que se le ofrecía por su vale-
combates. estragos, temiendo á las bayonetas, empezaron á roso hecho, manifestando que Utnto este servicio co-
Todos los batallones que tomaron parte en la ac- replegarse hacia el monte, cediendo, pero no preci- mo los demás que pudiera prestar, son los que de
ción del 25 rivalizaron en valor y disciplina, comba- pitadamente , el terreno. Nuestros soldados avanza- derecho debe á su patria en estas circunstancias lo-
tiendo contra fuerzas triplicadas , pues las del ene- ron, teniendo gran cuidado los Jefes y Oficiales en do buen español. Este rasgo sublime de un infeliz á
migo no b:\jarian de 8,000 hombres. Los batallones ir moderando su fogosidad, cumpliendo con las ór- quien su desgraciada suerte ha conducidn á sufrir
de Madrid y de Alcántara tuvieron mas de 250 denes del General en Jefe; pero al llegar á la encru- una de las penas aflictivas más graves de nuestro
hombres fuera de combate, y él resto hasta 400, los cijada del c;imino de Anghera , los batallones de ca- Código penal, patentiza toda la grandeza y nobleza
do Cataluña, Borbon, Talaveray Múrida; el de Ma- zadores de Madrid y las Navas cargaron con tanta del carácter español.
drid tuvo el Teniente coronel, un Capitán y un Te- destreza y tan impetuosamente sobre los moros, que
Muchos son los moros que se han presentado á
niente muertos, y heridos el segundo Comandmte un grupo de estos, como de 400 hombres, se vio
nuestros Generales ofreciéndose á servir de guias y
y tres Oficial ,'s; el tic Alcántara tuvo un Teniente tan acosado que no le quedó mas remedio que gua-
de intérpretes y hasta á descubrir ricos tesoros es-
muerto, y un Capitán y dos Tenientes heridos; el recerse en un barranco ó estrecha cañada cuya úni-
condidos; entre todos estos oficiosos servidores, el
de Cataluña un Subteniente muerto y un Capitán y ca salida daba al mar. Aquellos 400 marroquíes,
que mas ha llamado la atención ha sido Said-Yadi,
dos Tenientes heridos; el de Borbon un Capitán viendo que no tenían ninguna esperanza de salva-
natural de Gran, cuyo retrato acompaña á esto nú-
muerto y otro contuso; el de Talavera un Teniente clon, decayeron en su rasistencla ; pero á la inti-
mero , el cual se presentó en Cádiz al General Jefe
herido; el de Mérida un CapiUn herido; el Estado mación de que se rindiesen contestaron con terribles
del segundo Cuerpo ofreciéndose á servir de intér-
Mayor un Jefe herido, y el General Echagüc á quien alaridos y blandiendo de nuevo las armas. Enton-
prete y á descubrir dentro de Tánger un tesoro de
durante la acción se le vio siempre en los sitios de ces nuestros soldados se vieron en la dura pero im-
dos millones de duros: sus servicios no fueron ad-
mayor peligro, una bala le ha llevado la primera fa- prescindible necesidad de dejar caer sobre ellos to-
mitidos.
lanje del dedo índice de la mano derecha. do el rigor inexorable de la guerm; los que no mu-
rieron á manos de nuestros soldados , se arrojaron El dia 3 , el General Jefe del segundo Cuerpo,
Nuestras tropas cogieron en esUi acción un nú- con cuatro batallones, reconoció el camino deTetuan
al mar y perecieron ahogados. Los marroquíes, que
mero considerable de armas y municiones de los hasta daV vista á esta ciudad, cuyos edificios vistos
en su salvaje ferocidad degüellan a nuestros heri-
marroquíes. en lontananza, y los fértiles campos que la rodean,
dos y sacrifican inhumanamente á los prisioneros
El cuerpo de Ingenieros se conduce en la pre- que caen en sus manos , no creyeron que los solda- inflamaron el ardor de nuestros soldados.
sente guerra con la inteligencia y bizarría que tanto dos cristianos usaran con ellos de mas generosÍd;id, El segundo Cuerpo debe ya haber desembarcado
le distinguen, líl reilucto que ha construido sobre el Al anochecer del dia 30 terminó el combate. En 130 en su totalidad; y el tercero , desde el dia 4, esta-
camino de Tánger, reducto Isabel II, sufriendo du- bajas se cíilculan las pérdidas de nueslivis tropas en ba pronto á embarcarse. El tiempo ha mejorado y
rante las obras el fuego incesante del enemigo, es este dia , entre muertos y heridos, siendo de 25 á lu mar ha calmado su furia ; no es de esperar que
una defensa inexpugnable. El ilia 25, el mismo 30 el número de los primeros. se retarden las operaciones ofensivas.
cuerpo construyó una balería en el Serrallo, que Las últimas noticias nos dicen que nuestros za-
fué artillada con cañones rayados de la primera bri- Desde el dia 30 los moros no han vuelto á i'cno- padores y operarios se ocupan en poner espedlto el
gada ó regimiento montado. var sus ataques. En la orden general del dia 1.° del camino de TcLuan, cuyas obras protege el Cuerpo
Sobre la acción del dia 30 no tenemos mas que mes actual, el General en Jefe manifestó lo com- del General Prim. Esperamos que nuestro articulo
multitud de cartas, que si bien no la espHcan en to- placido y satisfecho que estaba del brillante compor- de la próxima semana será por demás interesante.
do su conjunto y militarmente, están c informes to- tamiento del primer cuerpo del Ejército , que es á JOSÉ SI[>RO Y SÜRGA.
das en el acierto con que fué dirigida por el General quien ha cabido la gloria de inaugurar la cíimpaña.
en Jefe del Ejército de Afi'lca, y en las horribles pér- Muchos Oficiales é individuos de tropa de este cuer-
didas que tuvieron los moros, cuyo número, mas po han sido ascendidos y premiados en el mismo
bien que menos, escederia de 2,000 hombros fuera cíunpo de batalla.
CltONlCA DE LA m W U ,
de combate entre muertos y heridos. Hé aquí loque Son muchos los rasgos de heroico valor que se
hasta ahora sacamos en claro, de cómo sucedió este citan y que nosotros nos abstenemos por ahora de El último dia de noviembre se expidieron de Pa-
brillante hecho de armas; y si cuando se publiquen insertar en esta crónica, porque no sabemos con exac- rís las convocatorias para el Congreso, y las de Aus-
los partes oficiales, vemos que en la concisa narra- titud los nombres ni los cuerpos á «lue pertenecen los tria, aunque rcdaetixdas en Viena, partieron tam-
ción que vamos á hacer de él, hemos cometido al- que tan bizarramente han sabido distinguirse; sin bién con la misma fecha de la capitjil del vecino Im-
gunas omisiones ó inexactitudes, nos apresuraremos embargo, á este número acompañan dos grabados perio. Las convocíilorias francesas son diez y llevan
á rectificarlas. que representan dos de estos heroicos hechos; la bri- la firma del Conde Walewski, no diferenciándose en
El dia 29 el enemigo no hizo ITJ:IS que presenUirse llante carga dada por dos compañías de cazadores de cuanto á su contenido de las austríacas, sino en la
y quedó acampado en Sierra Bullones, á tres cuartos Barbastro en laaccion del dia 24, y el siguiente rasgo mención que estas últimas hacen de que el punto de
de legua de nuestro campo. El dia 30 iior la maña- de valor individual, que fué uno de los muchos que reunión ha de ser París.
na comenzó á ponerse en movimiento. El General en tuvieron lugar el dia 25. El hecho fué el siguiente: El Congreso se reunirá durante la primera quin-
Jefe tomó sus disposiciones para recibirlo, colocan- Acometida nuestra primera línea por los moros con cena de enero, y es probable que solo las grandes
do la artillería con el mayor acierto. A la una y me- terrible furia, fueron contenidos y rechazados : un potencias serán representadas cada una por dos pie-
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Plano del lerrtmo OGÜIIÍILIQ I»!- jas ti-opas del 1,', '2.' y 4.' Cuerpo de Ejército íramilldo el día 1.* da dlciüflnbro por D. J. B).
PANORAMA T ; X I V E U S A 1 . . VJ
establecer un furo cu In isla de las Serpientes antes del ilt'los liombres; y ili! jnisn, rüfiriémlnnos íi l;is niisinas, hay b;\rbara mano que >^e atreva íi estampar de un modo in-
indicamos que en ninguna otra parte del mundo podían con- deleble un signo exótico, una estrella, una flor, un ave, una
gue sé hubiera decidido que esta roca formaba par-
siderarse como mas sujetas á la esclnviiud. letra que tanto mas resalta, y tanto mas afea cuanto mas
te del territorio cedido por aquel Imperio á las bo- Cándida es la nieve, y mas puro el carmín sobre que la pro-
Dispénsesenos una libera digresión ;i lin de esplanar esta
c ^ del Danubio. La Inglaterra se ha apoderado de idea. fanación ha sido cometida? lilsta sAlvaje costumbre se Umi-
Perim en virtud de órdenes'dadas por el Goberna- La amable compañera del hombre, al somcier-íc h la pro- ta en algunas á estampar ese abominable dibujo únicamen-
dor de Aden, otra posesión que la Gran-Bretaña tección de esle, donde quiera ha tenido que sacrificar mas 6 te en el antebrazo, y entonces contribuye tal vez á fijar la
menos parte de sn libertad individual, de aquella libertad atención en la morbidez tie sns elegantes contornos.
ocupa en el mar Rojo con títulos no menos les;ales
que en la exaltación de su fantasía hubiera deseado gozar. A esas costumbres, propias como todos silbemos de los
que. los de la isla de Perim: tomó posesión de esta
La mas liberal protección cnesta algún ligero tríbulo, pueblos salvajes, y que en su mas ó menos extravagante
isla para esUiblecer un faro, que desde luego se asi lo comprendo la misma mujer cuando, al atraernos al uso puede casi encontrarse signo de su cultura, hay que
comprendo que seria de escasa importancia para la terreno en que ejerce la omnipotencia de sus encantos, im- añadir otro recurso de que la coqiieterla femenina sabe
navegación, cuando desde entonces han pasado tres pone vasallaRP al que vehiimillado ft sns pies. sacar partirlo aun en medio de las socieihnles civilizadas,
años y está todavía muy lejos de hallarse construi- Pero esa restricción de una libertad que por la íntima pero usándola en el sentido mas análogo al orden de la na-
naturale/.a de la mujer vendría íi ser uu don fnnesto;ese pe- turaleza , de -Hondo resulta meims repugnante y ridicula su
do. Sesenta hombres sostienen para la Inglaterra la
queño amago de esclavitud que en los países civilizados des- aplicación. Hablamos del color artificial que tal vez aun en
posesión de aquella roca encerrada en un fuerte, y aparece casi por completo al sentarse la mujer en el trono nuestra sociedad suele dar matinal frescura á rosas com-
harán de ella lo que quieran, sobre todo si la cana- de la familia, es un yugo insoportable, es una odiosa servi- pletamente ya marchitas por el ardor ile los rayos solares.
lización del islino de Suez franquea el mar Roju al dumbre en las salvajes tribus de que nos estamos ocupando. Las riffeñas em|ilean también ese recurso, mas no para imi-
tránsito de todas las naciones marítimas, y da de No goza íi(|ui la mujer aquel recíproco cambio de servidum- tar la admirable combinación de la grana y la rdeve sobre
bre y de imperio que en otros países la constituye, no reina, el aterciopelado culis del rostro femenino, sino para formar
este modo á Perim y á Aden, que son las llaves de
no esclava, sino dulce compañera del hombre; no se con- un circulo Ifvido que remeda ridicula é imperfectamente
aquel mar, estremada importancia para todas aque- suela la mnjer de la tiranía que sufre lecorJando la escla- aquella aureola que suele dejar la febril agitación del in-
llas naciones. vitud que en algún i¡eni[i() impuso ai tiraní), ni considerandosomnio en torno de unos ojos brillantes que no han podido
que el mutuo enlace de interés garantiza su bienestar y ase- rendirse S la plácida dulzura del sueño. Cierto es que de
El Times, y con él todos los periódicos que aquel fondooscuro se destaca con singular viveza el res-
gura sn independencia di> un modu incontrastable.
han reproducido esas csplicacioncs, creen sin dudn
Ni siquiera son dorados los hierros de la triste prisión á plandor de la ardiente pupila, pero mal se aviene ese ex-
que nada hay que añadir sobre el particular. Si se que vive condenada la mnjer cu Marruecos; ni siquiera pue- presivo signo de apasionada sensibilidad, con el rústico
ha do dar crédito á lo que ellos dicen , Perim está de halagarla eu sus iniserias el estimulante placer de la ven- aspecto de una mujer cuyas demás facciones , y cuyo trage
muy lejos de ser un nuevo Gibraltar"; todavía no ganza. revelan el asqueroso abandono de una vida salv.aje y el de-,
caimiento de la servidumbre.
tiene esas terribles fortificaciones de que se ha ha- Comprendemos que en los países privados de la divina
blado : no amenaza a l a libertad del mar Rojo, ni luz del Evangelio, y donde el grosero materialismo predo- ¡Son estas mujeres el tipo original con quien suelen
mina sobre todas las nobles areceiones del espíritu, sea la compararse las donosas hijas del Détís, ó las qne allá en
en ningún tiempo impondrá trabas al comercio ó al
mujer una especie de joya que la codiciosa vanidad del po- las playas de Cádiz reúnen á los simpáticos dones de la cul-
tránsito, de que piicJe llegar á ser intermediario. seedor procure conservar encerrada, como parte que cons- tura el mágico prestigio de la belleza? No existe hoy en
Todo eso es muy posible , según dice el Consti- tituye un tesoro material. Pero á lo menns la triste esclava África tipo con quien sin desventaja se puedan comparar.
tutionel, pero también es contrario á todas las tra- puede soñar que es reina en medio de un oscuro aparta- Mujeres escuálidas, de formas angulosas, de ingrato as-
miento; el oro, las perlas, tos aromas, los manjares e;íquisi- pecto y rudos modales son las qne aparecen en las campi-
diciones y á la política observada hasta el presen-
tos, la opulencia, halagan su vanidad mujeril, y la común ñas del Itiff y en las poblaciones de Marruecos, como para
te por la potencia que se ha apoderado de aquel suerte de las compañeras de esclavitud la persuadirá sin dar testimonio con su decaída belleza del ínUnjo que hasta
punto. duda de que esa lamentable coudiciou es consecuencia de en las condiciones físicas ejerce el predominio de la .'ivi-
El rimes, que tan cuidadosamente procura cal- su belleza, como lo es de la piedra preciosa el estar engas- Mzaclon.
mar el temor que esas tradiciones inspiran, no aca- tada en el apreciado metal.
{Se conlinuará.)
ba de comprender que, aun disipándolo, queda- En el Hiff no hay harenes; la miseria asquerosa, repug- F. MRDISA-VKYTIA.
nante; la miseria del avaro predomina por todas partes y en
ría en pié otra cuestión, y es la del derecho, la
medio de ella habita la mujer sujeta sin embargo á la mis-
de la buena fé internacional. Perim, simple roca ma degradación mural, á la misma denegación de todo afec-
ANÉCDOTAS Y GURIOSIDADES.N ,
sin importancia si se quiere, se convierte en una to, que la que sueña lelicidades eu los voluptuosos aposen-
posición capital en manos de una potencia que sa- tos del harén en Turquía.
brá sacar partido de olla para dominar el paso del Su trage , igual casi al de los hombres, ofrece alguna va- Al reconocer un cirujano la atroz herida que un joven
mar Rojo ; Perim, de todos modos, es una isla oto- riación en el modo de ajustarlo al cuerpo; sus delicados pies Capitán de los tercios de Glandes había recibido en la ca-
pisan constantemente la dura tierra, y el único aduriio (|ue beza , no pudo abstenerse de esclaniar: ¡ Dícs mío, se le ven
mana, y la Gran-Bretaña no la lia adquirido ni por
distingue los mas ó menos recursos del dueño á quien perte- los sesos! Eso no es posible, replicó el moribundo : no
medio de tratados, ni por medio de conquista, sino necen, son algunos dijes de plata que en forma de anillo puede verse lo que nunca be tenido.
conculcando los derechos de su aliado. Será ó no de llevan en la pierna, ó en pulseras del mismo metal. Un collar
importancia aquella roca; la empleará ó no la In- generalmente de coral, del cual penden monedas de plata,
Un famoso ladrón era llevado al lugar del suplicio; pa-
glaterra en acrecentamiento esclusivo de sus in- unus enormes aretes con el mísnio a|ié[idice muuetario. y
saba por del.iiite de una taberna , y h ibiendo manifestado al
unos broches de plata para sujetar el jaique, completaii el
tereses, pero siempre será evidente que su pose- jefe de la escolta que su conciencia le obligaba á hacer una
ex|)lúndidoadorno de lasque en nuestro lengmije podrían
sión se ha consumado á despecho de los soberanos revelación importante al dueño de aquel establecimiento
llamarse señoras de la alta sociedad.
se di-spuso que este se acercara á oír lo que el reo quería
derechos de la Turquía, á despecho de la disposi- Nada hay ([ue decir respecto h la formí artística de tales decirle. El ladrón preguntó si era cierto que hacia algunos
ción principal del tratado de París, y con violación joyas: el martillo lia siilo el iiuici) instrum>!nti) ((ue ha con- años le habían robado unas vinajeras y cubiertos de plata.
del derecho público europeo. sumado aquellos prodigios; superficie plana, furnia circu- El tabernero contestó allrmativamente. Dadme de beber
lar; si algo se distingue de mérito artístico tm es mas que afiadió el ladrón, y osdiré dónde podréis liallar la plata que
Si Perim no es restituida á la Puerta Otomana, las monedas europeas que, como ya lo hemos dicho, penden contenían, Ilizolo asi el tabernero , el criminal apuró el vaso
la integridad territorial de la Turquía y las decisio- en excesivo número de sus aretes, ó de los peJa/.os de co- de vino , y luego esclamó: La plata de vuestras vinajeras y
nes europeas no serán mas que un vano juego de ral que ii manera de ctillar ciñen su cuello. ' vuestros cubiertos la encontrareis en las monedas falsas que
palabras , y aida Estado podrá eu lo sucesivo turnar La hermosa caiiellera, adorno el mas explúnJido en el circulan , pues yo hice una pasta de todas aquellas alhajas y
que el arte ejecuta verdaderas maravillas , que tal vez re- la vendf íí unos monederos falsos.
lo que quiera de aquellas posesiones tan irrisoria-
median ó disimulan naturales defectos; esa corona que os-
mente garantizadas por el tratado de 30 de marzo. tenta la nmjer europea, como reina de la hermosura, es en
las africanas del Iliff un t.-soru perdido (JUU SOID sirve para 131 Coronel Tírche, que mundaba un regimiento de suizos
denotar su condición de casadas ó solteras, llevándola en tiempo de Luis XIV , fué á pedir á este Soberano la vís-
TRAJES y COSTUMBRES aquellas caída en dos trenzus pur delante suhre los hom- pera de la batalla de Dreiix las pagas que se debían al regi-
bros, y estas también eu trenzas con añadidos do lana so- miento. El Hey , cuyos recursos pecuniarios estaban entera-
DEL IMPEHIO DE MARRUECOS, bre la espalda. mente agotados, se ofendió nmcho de la indiscreción de
Otro rasgo caracteristioo de la in.is absoluta falla de to- aquel veterano y lo trató de cobarde.
Concluimos uuesU'o utilerior iirticulo diciendo que el do buen gusto distingue i¡ la mujer de esa parte del África. AI día siguiente, al recorrer la linea de batalla , pasó el
traje de las mujeres de Marruecos se direrenciaba muy poco ¿Podría creerse ciue en medio del carmín de las mejillas' Uey por delante del regimiento, y complaciéndose de su
PANORAMA UNIVERSAL. 59
ni;irci:il ¡iRppcto deseó ilar iinns;ilisraccÍoii :il Coronel. Ayer, loria de la nación , porque nadie nos gana A bupnos espa- n u e s t r o Ejórcilo espedlcíonario. De.sde la señora q u e por su
mi q u e r i d o T i r c h e , le dijo, e s t u v e snl)nid;inieiile severo ñoles. B belleza y elegancia e s , por ilecirlo a s i , ta reguladora d e la
contigo : tiie es liieu conocido lu v;ilor personal y el de lu lié aqui ahora el r o m a n c e : sociedad en que v i v e , hasta la doncella q u e a s p i r a n d o A
r e g i m i e i i l o , y asi que los apuros de mi tesoro lo permilün, UurO la lucba un Instante perfección ma."; completa vive aislada en el mortal silencio
Grllacl soliladu;..¡;i las armas!"
salisraré v u e s t r a s j u s t a s pretensiones. El Coronel liesó la Entre la madro y la Iteina. d e la celda ; d e s d e el propietario para quien los campos se
Y cuii üiirestos de guerra
mano d e Luis X I V , y des|nies de Iial)ei'lo ¡iconipañrido por Lcvaula el pueblo la rrenle, Sus vasallos son sus hijos, c u b r e n de dorada."! e s p i g a s , hasta el q u e con su diario s u -
lodo el frente de su rcgitiiiento, se volvió íi sus (ifii;i;ilcs y La noble patria despierta. Y ¡I Dios por sus hijos ruega, d o r adquiere el diario a l i m e n t o , todos it una v o z , todos d e
les d i j o : « La bondad del Itey acaha de lei-rnos la sentencia Almas libres con su cauto Que i la guerra ya se marchan, consuno se envanecen d e ser a m i g o s , parientes . ó siquiera
d e m u e r t e , n ABÍ fué en efecto : aquel intrépido regimiento El iunieiiso espacio llenan, Y íí muerte será la guerra. paisanos de los que no han n^-cesilado q u e m a r sus naves
Y un sus eternos inurniullos Mucha ib tiene en el Condo p a r a e s t a b l e c e r s e ini.|.eab es en medio de un pais salvaje,
se Ian7,ó con su Coronel h la cal)e/.a h lu mas recio d e la pe-
1^1 innr los ecos remella, Porque es grande su nobleza;
l e a , y decidió del onniliate tt costa de la vida de casi todos teniendo por enemigos el cielo con sus t e m p e s t a d e s , la
Cuaiiilo eiifureelilo bate l'ero aprendid desde ñifla
sus i n d i v i d u o s , incluso el Coronel. tierra con sus malezas . y los h a b i t a n t e s con su reconocida
Lus al'i'icuuas arenas, Ue San l''eruando la niela,
Que si del cirio no vienen ferocidad. Ese último pa^o de los veier-inos, p r i m e r o d e
Y aUa su espuiua LeilIJa
n u e s t r o s biíoñus, es con justicia el objeto d e todas las con-
/ l^üu sangre de nuestra afrenta. Nunca bay glorias en la tierra.
versaciones, y el r e f l i j o m a s ó menos directo de todos tos
Cóitjlires son las c u e n t a s del Gran Capitán , pero no actoü.
lísus (¡rUusde entusiasmo ••I'urlld, Ccneral! esclaina,
c r e e m o s q u e merezcan serlo menos las s i g u i e n i e s d e un Y el aeeiilu del poeta, Id al campo, eiiliuraliueiia ; I'ji la Reul capilla se ha celebrado con la solemnidad d e
artista. Y los ecos de au lira t)¡. s y la patria os lieiidicen, c ü s l u n i b r e fi que asistieron S S . MM. y \ ^ . la festividad d e
J a i m e T a s p o u r , restaurador de c u a d r o s , que vívia ¡^ Üuc cou el rumor su meiclun Y vuestros Iteyes esperan , la Inmaculada Virgen , iiilrniii de estos r e i n o s , y hasta en
principios del siglo pasado , Itabieudo estallo traliajando en Ue las aüilailas olas Que iirmaa benditas de Dios esa festividad relÍKÍosa se ha r e p r o d u c i d o un eco s u b l i m e
la iglesia de uu c o n v e n i o , presentó su cuenta :il P . Piior. Une van piegoiuiulu tjiiejas, Cuusigu los trluulus llevau. de la pran cuesticn uel dia , pues poco antes de dar princi-
Este, viendo que pedia 78 llorines y 10 sueldos de Bral)anie, l'oilii paljiílaiile dice —Si iiecesilais mi espada ,
pio á la Celebración de la Misa , se presentaron y beadijeroD
I'ara i^ue el mundo lo sepa , Uice el l'.ey, contad cou ella;
se negó A patjarla y exigió que pusiese las partidas bien e s - dus b a n d e r a s (|ue deiJtro de poco flotarán de s e g u r o s o b r e
líuu auu hay patria ([Uu porliérucs Si un solu iauro consigue
pecilicadas. IC[ pintor le llevó la c u e n t a siguiente, q u e p u e d e algunas de las raniilicacioties del Atlas. La de 5 . M. la Rei-
Los (¡ueridua tiijDa cuenta, Y en el peligro os alieuia,
apostarlas con las del p r e c i t a d o , a u n q u e por otro estilo. bujulu los l'ulayos viveu, na tiei e por un lado la in..'igi'n (!e la Purísima Concepción;
Eu mi tendréis un suldudu
tJoude (.uzmaue^ alluuLau. líscluvu de sU bandera." p o r el otro las arm,js líenles ; y la d e S. M. el He» , por un
lado tas venerandas i m á g e n e s de nuestra Señora del Olvido,
Vuill ya solo la sei'ial Con la voz del sentimiento del Triunfo y de la Misericordia , y por el otro un Crucifijo.
Aguardan uuealras bauderas t:i caudillo tes coméala, El Ubisjjo de Cuba atrajo la bi-ndiciun del cielo sobre esas
Por c o r r e g i r , r e t o c a r y b a r n i z a r l o s diez iiianda-
l'aia desplegarse al viento Y el rustru del nlilo Principe insignias niílitares, que d n r a n i e el acto fueron tenidas eu
luienlos de U ley d e Dios 13
Y Volar a la pelea. Absoito it la par contempla. mano por el Ti-iiieiite iírtii-r.l D, J >sé L e m e r y , Jefe del
P o r afeitar íi Pilatos y echarle un galón .juevo en su Loa peulius en i¡uu se apoyan Con noble orgullo du madro cuarto d e S. M.
gítrro i 17 Lutiendu eslan de iiupacieiiuia, IsADKLse le presenta,
Por a r r e g l a r la cuta al gallo de la Pasión y ponerlo Y la jiiullilud aurece, Y él.... Clin añílelo acercindose,
la creslii 22 4 Y las luirud.is imiuietas l.a pura frente le besa.
Por a r r e g l a r los d e d o s al buen ladrón y sujeUirlo e n ün loniu gii'aii y buscau —iMiiu del alma I dormías EPISODIO DE LA G'JEriñA DE BRETLlH,
lu cruz ^ 8 Al <jue, cu llura >a suprema, En brazos du la inucencia.... escrito en francés
Por d o r a r l e j á s a l a s al Atcíingel San GaOrieL."."..*! 15 18 Cuiar ilcbe a sus bcrmaiius Qué pruiito las desventuras
P O a MH. OGTAVK FEUILLET.
Por comi.ouer el c i e l o , hacer dos estrellas nuevas, X lu terrible eontieiid.i. Uu la patria te despiertan 1
TR A 0110010.1
d o r a r el ao| j plaluar la luna a 13
Por l a v a r l a cara á la criada d e Caifas ti 13 ¡t^ailad; el es... el caudülu ! I Olí! Leupoldu.... Tú juraste DEfi. J. F.Mlii\ZDElltR.ia
Por limpiar lus bordados de la bala d e Heredes, po- Cruza cuu Irenle sereua ; La venganza de la ofensa,
tirilla eu sus OJOS un rayo Y cun un beso, la fe I.
nerle dos dientes y a t u s a r l e la peluca 3
Uu uspcruuza... Ya lo cerca Ue tu juramento sellas. {Continuación.)
Por r e m e n d a r . e ü David unos calzones a n t e a d o s y
La inucUeduinbre eulusiasla Virtudes de los Alfonso.* Solo el sargento Urnidoux se había <|updado lejos d e allí,
p o n e r l e cualro bolones q u e lu faltaban eu la ropa. 2 Urillun en la trente egregia
Y le JIIIJUJU y victorea. echado de espaldas en la arena , sii^uiendo con la vista eu
Por unos botines d e viaje para Tubias el j o v e n y — I'aso al üaiupeou! — i lió va De aquel niilu, y al besarla el espacio el vuelo d e las gaviotas y p r o t e s t a n d o con su d e s -
ecli..rle correa iiuuva en el morral •2 (i Con pluuta Urme y resuella Ü tú lias aspirado su esencia, deñosa |)05lura contra la escena de protocolo ([ne a m e n a z a -
I'or lini|iiarle las orejas a la b u r r a d e Ualaa» y r e - í\lai¡ busca? —1^1 últimoaUlus. l''uego sagrado que enciendo
ba d a r un m e n t i s i su ciencia profética. Cuando la lancha
pasarle el pelaje i 7 — iUúiiile? —Ln la morada regla. 'l'u eoraiun y le eleva,
e s t u v o á pocos \>\és de distancia de las r o c a s , los r e m e r o s
Pur ponerle fi Sara unos pendientes en las o r e j a s . '¿ 3 — i Uli! «lUc IsAtwL lu bendiga. l'orqne pur la patria lidies,
l'orquu cou la patria venzas. la detuvieron b r u s c a m e n t e : al .propio t i e m p o , el joven
Por cinnponur la lionda <le üavitl, a u m e n t a r la Ca- Noble Londe de Lucena.
midsliipman (i) que la mandaba saltúal banco d e proa , y sa-
beza a Coliatli y e n g o r d a r l e las paiitorrillas 4 1 ludando con l l n u r a , mientras q u e Hervé se llevaba la mano
Por ecbar dus dientes a la quijada de Sansón 1 Al alcázar llega el Conde, Ya inclina la frente el Cunde;
al s o m b r e r o , dijo:
P u r r e t o c a r el arca d e Muó y hacer eu ella una v e n - Y abismado en su alta idea Va Is.iiiBi., con mano trémula,
Aguarda en ricu aposento Sobre el cuello lu coloca —Caballero Oficial. si es Vd. quien s u p o n g o , no llevará
tana nueva 7
Ue sus Iteyes la presencia. La milaerosa cadena. á m a l le p r e g u n t e sus títulos a n t e s de entregarle el p r e c i o -
Pur r e m e n d a r la camisa del liijo pródigo , lavar los Cada cruz, cada medalla,
Y admirando, alü en su mente, so depósito q u e me ha sido conllado.
puercus y ecliarles agua un una charca 3 Es un tesoro que encierra
l.as batnfias de utvas épocas. —Pero caballero ,—-esclamó una voz femenina en la lan-
Por poner un asa nu^^va al cubu d e la S a i n a r i u i n a . . 1 Invoca suiubras ilustres Liia lágrima de madre c h a , interrunqiiéiidole con viveza ,—aseguro á Vd. q u e es
Uue apoyo den i s u s f u e r u s , V una bendición de Dcina. mi b e n n a n o !
— Parle á la guerra, buen Conde,
TOTAL 78
w Uue el alma de mejor templo
UUi'u Cunde , parte a la yuerra,
Ilervé hizo con la mano un gesto amistoso 6 la linda j o -
No resislu algunas prutbas, ven que acababa de baldar ; luego , sacando del bolsillo UD
Y i su pesar, la del Conde Y en el calurdel combate
papel le clavó en la punta del subte y se le p r e s e n t ó al
Bu aquel momento tiembla. Tan rica joya no pierdas.
midshipman. E s t e leyó eutonces en alta vos el d o c u m e n t o ,
q u e estaba concebido en tos términos siguientes: «En vlr-
mmuük iiHfiKiailOE, Los iiuü la cspaQola sangro Pero al musulmán no traigas,
Cuando vlcluriuso vuelvas,
» tu d de los p o d e r e s que me están conferidos por la Conven-
Sentís arder en las venas...
í c i o n n a c i o n a l , aulorizo para que r e g r e s e n y residan l i b r e -
Decid sl uu ailuellas buras rcso con los eslabones
imtMiie en el territorio de la llepública las ciudadanas
Algo santo no revela De la Itcal y santa ofrenda....
En la noche del ft se dignaron SS. MM. la Iteina y el Itey itLeonur K e r g a n t , soltera , mayor de e d s d , antigua cunone-
La madi'o que con sus bi]os Que es el alma de ISAUC^L
recibir en audiencia particular al joven poeta S r . U. E d u a r d o «sa ; Ileltab Kergant y Andrea I). Pclveu , solieras , uienores
Y Hu espuso se presenta, Un mauantial de clemencia,
Bustillo, da quien conservaban grato r e c u e r d o coa motivo »útí e d a d , acompañadas de l a s e udadatias Alix Küdo j Mac-
Y dice con una Ligrima Y el pueblo españul perdona
(te u n bellísimo cauto con q u e los saludó en Asturias. El sc- Coma perdona su Iteina. •Gregor , sus doméslicas olicitisus.—Firmado: HocfiE.» Des-
Lu que mil frases no espresan.
üor Uustillu tuvo la h o n r a d o leer un sentido romance q u e — Parte a la guerra, buen Conde, p u é s d e haber t e r m i n a d o esta l e c t u r a , d u r a n t e la cual Mad.
Ved que también llora el Conde,
lleva el titulo de La dcs¡iediila del Caudillo, y tiene por objeto Y lágrimas que consuelan. Unen Conde, parle á la guerra, d e K e i n ü n t f t e j ó debei e n c o g e r s e de h o m l r o s varias veces
Cantar la despedida de S S . MM. del General eu jefe d e n u e s - Que el llanto del amor patrio Y del beso no te olvides el mi-ishipman entrejgó el papel á la canonesa y la lanclia atra-
tro Ejército. Nuestros a u g u s t o s Soberanos oyeron con el m a - Fecundiza cuanto riega. Ni la rica joya pierdas. có á las rocas. La caiiiuu-ba , burlando el apreburamiento de
yor i n t e r é s , y hasta emoción, la obra poética del S r . Bustillo, I l e i j é , saltó á la plaia íiacitiido una cortesía á lo Pom-
-^yWVPJWv»-
y encareciendo luego la Ileina lo mucho q u e su corazón se p a d o n r ; en seguida se volvió ton rapidez y ofreció a l t e r n a -
iaieresa en la noble causa que n u e s t r o s h e r m a n o s delienden Nada nos ha comunicado el c o r r e o de provincias no l l v a m e n l e la mano á caiia una de sus con pañeras de i m i -
con su sangre a l l e n d e e l Estrecho, a ñ a d i ó : «Dios sabecu.'mto hiendo tas simpáticas manifestaciones q u e en todas partes y
mi esposo y j o d e s e a m o s q u e tan santa empresa sea parg en todas tus clases d e la sociedad se hacen en obsequio de II) Guardia marina de la armada inRlesn. [N. del T.)
•IP r.lj M U N D O M I L - T T A H .
^Pación. Yn fncsc oasualidad, ó preiiieclil¡iiJ;i cruoldnci de á no serque quiera poner en parangnn el mal humor de una
Mud. de Kerganl, Andrea fué la última (|ue desemharcó. cabeza nevada y anciana con el espansivo cariño de ese án-
—¡Hermano mió!—esclamó arrojándose it los brazos de gel á quien tiene Vd. por hermana.
Hervé y enjugando son sus hermosos cnliellos rublos las li- —No por cierto ; pero ahora que ha visto Vd. pop si mis--
lípimas que corrían por su scinblunle,—¡por fin estás íi mi mo h Mlle. deKergant, l-Vancís, ¿qué tal le parece?
lado! ;DioB mío! eslás lo mismo que le dejó....¿No es SÍORU- —Es agradable, comandante Hervé.
lar, Belhih? ¡Y yo que temia encontrarte con el pelo —¡De veras! ¿agradable, Teniente Franels? Está Vd. mo-
Rris! derado en sus esprestones, ¿Y el recibimiento que me ha
—Pero, querida mía,—dijo Herví riendo,—len en cuen- hecho, tiene Vd. la bondad de encontrarle agradable,
ta que solo liace dos años que no nos vemo.s. también?
—¡Solo dos años, dices!—repuso la joven,—pues á mi —Ni le califico de agradable, ni de nada, la verdad , por-
me parece Iiastanie tiempo. que no ha dicho una palabra, ni ha hecho un gesto; pero la
—Seguramente, y aun es demasiado , pero no obstante, hermana da Vd., Pelveu, su encantadora hermana...,
MUerida miu , para hacer que un hombre llegue á la decre- {Se continuará.)
piíud.
—e^TsEge^^fe^—
—¡En fin, mejor , me alcgrol pero j o lo crei así,—dijo
Andrea haciendo un gestecito, en seguida soltó una carca- Correspondencia particular.
jada', volvió á ahr,-)zar á su hermano, y se apoyó en su bra- Sr. D. V. C.^Chafarinai.—Hi- Sr. D. A. I- G.—Cangax da Onií.
zo para subir por la playa hasta el pueblo. clliidn eu rcmcg». —Iterlhlrln RM nmu'Hn.
Sr. I). J. n. G —V.eiita,—\A. Sr. n. \.h.—Fcrro¿.—iú.
La canonesa, por su parte, se había apotlerado con pre- •Sr. n. A. F.—San llOf/ue.—W. Sr. \K A.C.—S'ií/er.—ld.
cipitación del brazo de Bellab , como para frustrar toda ten- Sr, II. J, H. c —San Fernán- Sr. II. A. S. i.—Palma dñ Ua-
do.-l<\. Uorea.—\i\.
tativa de galantería , cuya idea liuliiese podido concebir Sr. D.J. A.~Pampíona.—\á. Sr. D. V.i\.-Sñoilíii.—\A.
Sr. II. II. Ü.-Ouícííf).—Id. Sr. h.tt. C. V.-Ouiedo.-U\.
temerariamente el Oficial republicano. Sr. I). G. H. \. — San Fernan- Sr. I). n. (; —Comillas.—.\A.
do.—\á. Sr. D.J. II.—rru/j/a.—Iil.
A pocos pasos ile allí estaba el guía bretón sentado en
la obra muerta dw una barca, teniendo en sus manos las
Et Administrador, J. GAIÍDÁESGOI.
do SU hija , y hablAniIola con uravedad en la antigua y pri-
luitiva lengua de sus abuelas. A la belleza en cierto modo
judaica de Alix le prestaba particular enllanto la elegancia
lie su traje particular. La magesluosa regularidad de sus Tiic-
ciones y el brillo de sus grandes ojos negros, estaban R e t r a t o de u n m o r o n a t u r a l .le O r ü n , l l a m a d o S a i d -
realzados por UUM cofia bretona cuyas blancas alas, levanta- Y a d i , q u e so p r e s e n t ó a l S r . G e n e r a l del 2.* E j ú r c i t o OOITDI3Í0IISS _^.,^
(las hacía atr.ÍH, ilian á atarse en la parte superior de la ca- como intúrprele. í>c l a eHsi;i-Íciim. ¿^'a^c (^
lieza. En las posturas y en el modo de andar de Alix , nada
revelaba ese embarazo que suele entorpecer los movimientos
de las mujeres de condición inferirir.
Hervé no pudo menos de observar que la mas humilde
distinción de formas mas esquisila. Bellah parecía ser el se-
gundo ejemplar de una obra divirní, heclio con mas cuidado /' V t T \^
de sus cnmpiífieras de. infancia habia cumplido con e.sceso en los detalles que el primero , y avenlajaudo en perfección
todas las promesas de su bellez.i nacientv' : pero esta belle- lo que pudiera haber perdido en fuerza primitiva. ^ rl
za sostenía mal la comparación con la de BeHah , quien Mientras que el Comandante Hervé continuaba caminan- ¡ EL MUNDO MIÜTAP.,
sin embargo olVi'cia próximamente el mismo tipo, suaviza- do por la playa, escuchando con delicia la voz de su herma- ¿ BÁUORk TOtios LOS noiii»<:üs.
do por una inteligencia y una educación mas delicada ; era na, eco tan dulce de sus pasados años, el joven edecán se V
la misma dignidad , con menos perfuine salvaje y con una alejaba con paso lento, con el corazón oprimido por esa j, 1*IIKBÍ:€B4»S.
tristeza que nos inspira una fiesta de familia cuando no le- % PARA LOS SUSCIIITOIII'S A LA (¡ACETA MiLITAIl.
nemos derecho para lomar parle fn ella. ¡
EN ESPAÑA.
H. Üaclenila la iiiKcrldon
álrtctíiinenie,
Tur medio
Sr<KAnBI.LE. de tot carreiponiiileí,'
\ Ali! cnhalliTo , es un espectro, é I mei. . . . 8 rL-alut. 1 mp». . . . U realeí
Le cdilui'.rü fn i'l niniln de anilar, ^ 3 fil. . . . SI 3 iil. . . . IC
C lil. . . . ill B jil. , . . fiO
(MoLiEiii;.—£/ Coiiviilailo tic piedra). | I afiü U 1 Dlln.. . . IIG
fñemUiéin o yor
viemfl.b F.
r e . Uorleuc.) .salió de la aUlea precedido por el guarda-hüs(|ue ICado. Uer- ^
vé, con arreglo A las disposiciones del General y para evitar g, PARA LOS NO SUSCRíTOHES.
en cuanto fuera posible el l"
EN ESPAÑA.
dar mártten á conjeturas, s I mes, . . . 19 reate*. I mu.i.... (3 r e u l r i .
debía cuidar de no alrave- | 5 id. . . .
6 Id. . . . UO
3Q 3 iil. . . . ..H
0 il. . . . TU
sar los sitios habitados, y éi 1 ano. . . . lio 1 nn<>. . . . n i
por to tanto, la reducida ( EN LA HABANA Y PUEUTO-UICn.
S mr'iei III renlts.
tropa, siguiendo los pasos i 1 IIÑD It)(
del guia, se aventuró muy y EN Í'MLIPINAS Y EL EXTBANJIÍIU).
luego en senderos apenas ^ 0 ini'!e« I J i rcalat.
no
¡
IrÜIadoK, que cruzaban por ^ 1 illlu
V.n provincia nu te oiliiiUi' auscrltlon |inr iiíniím i\v tres moíct.
llanuras pantanosas ó -por í No sp si'rrlrfi tiisürklnn ulyuria , liluii aen ln'du d'rei:lumiiiiti>, blnn
(I >r Hiladla de loi Gorrusjiaiiiiiluí, & cuya avliu iiu «u acoiniiaflu i'i Im'
íiiidos matorrales. Herré, ¿ [iirli!.
^ t,us iidincros tuoltot >e vimdvrAiifl1 ruiilos.
separándose con pesar de ?*i l.iu Bortorcí üiiinrllnrca ([iio no i[iiluiaii utiierlmcntur rotruso en n)
I i'MvIodcl ]ir'iliiilko,iiu burvlríiii ruiiuvnr lu lui^urJclim illuidiui ante* Jul
su hermana , íi quien la ca- ¿t 'jiic lermlnu lu r|Uu iHiiKun liccha.
G l.oi «i'n'iri.'n '¡iiE^ 10 Biiscrllinii en liii mciti-i i\3 nnvli-iiiliru y dlulamlira
nonesa acal)al)a de dirigir 'QÍ
I
ri'i'lliiiVín [le rüRiilii un mnifi'lli^n mii|in de |[ri<n tuiíint^o iltil Jinjierlo da
Jlarria-uii» , >^1Lllll{ladu en ii¡i|ii-1 de sii|>(;iliir •ildte.
una pregunta imiicriosa , a - j Su >Uii;rll)''aii \l;idrld un hi Admiiibtraduu de lo ÜicKTA MILITIH,
i'altudfSnii Iturnardiiii), iiUiii. T: un luilllirerlaado lluro, l'uerl» dal
cercó su caballo al del ede- .^ tial; do üuraii, valle itxU Vlulorta , y ila llailty-Uailieri!, l>rlnci|iD
cán , que caminaba á la ca-
beza de la columna.
—Vamos, Krancifi,—le por lodo lo no flrmaiío, el BerrolDrlo D. Joíd Siono i Snno»,
dijo, —¿me equivocaba al
Director y propiciarlo, D. M. PEREÍ OB CASTRO.
vrmíLi augurar mal de esla entre-
vista? Editor rcspon^nble , D. Jacinto Uodrifinci.
Car^'a d a d a p o r d o s comiinílifis d e B a r b a s L r o , e n la DCcion del 24
de n o v i e m b r e . —Se equivoca Vd. por Imprrnla y l.itocriilia mililanlul ATLAS, A cargo ilc J. Valli,
completo, mí Cumaiulante, mlte lie San Bernardina , nltm. T.
EL ¥UNT]Q MILITAR,