LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS – Nehemías 8:1-12 – Presbítero Cristian Espinoza

Esdras lee la ley al pueblo

Venido el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades;
8 1 y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la
puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la
cual Jehová había dado a Israel. 2 Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la
congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el
primer día del mes séptimo. 3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la
puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y
de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de
la ley. 4 Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello,
y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a
su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y
Mesulam. 5 Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto
que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. 6 Bendijo entonces
Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus
manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. 7 Y los levitas Jesúa, Bani,
Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía,
hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. 8 Y leían en el libro
de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.
9 Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían
entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os
entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la
ley. 10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que
no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque
el gozo de Jehová es vuestra fuerza. 11 Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo,
diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis. 12 Y todo el pueblo se fue a
comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían
entendido las palabras que les habían enseñado.

Un poco de Contexto

Nehemías, siendo el copero del rey Persa Artajerjes. Donde apenado

por la devastación de su pueblo, muy triste por la situación de la
destrucción de las murallas de Jerusalén y la invasión, destrucción y
muerte de muchos compatriotas. Se presenta, como de costumbre,
ante el rey para servir y realizar su trabajo de copero, pero el rey
nota la tristeza y le pregunta ¿Qué le sucede? Y Nehemías le cuenta
lo sucedido. Tal era el testimonio de Nehemías (además era hijo de
un judío miembro de la corte del rey persa), que el rey y la reina

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dejan que vaya a Jerusalén a ir en ayuda de sus hermanos judíos,

dándole carta y autorización real para que no lo maten en el camino
los pueblos aledaños. ¿Podríamos tener nosotros tal testimonio
hacia nuestros superiores? ¿tenemos el compromiso de ir en
ayuda hacia nuestros hermanos?

Nehemías, luego de ver toda la desolación, es que se pone manos a

la obra y convence a un grupo, luego a otro y así se corre la voz de
este líder que viene a reconstruir los muros de la ciudad con el
objetivo de alabar a Dios. La protección, en tiempos de violencia, es
primordial; incluso, uno mismo sin vivir en un estado de violencia
tiene un perímetro en su propia casa. Por ello, y considerando la
época lo que significaba una ciudad establecida y constituida, las
murallas eran un motivo de preocupación esencial, y no solo de
preocupación también de ocupación. Razón por la cual Nehemías se
pasea por el territorio he identifica todo lo que ocurre y busca darle
una solución. No sería muy provechoso intentar reconstruir la ciudad
o el templo si no hay cómo proteger dichas construcciones y a los
habitantes. Son varios los motivos para construir las murallas:
Seguridad, una ciudad establecida, limitar el perímetro de la tierra
propia.

LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS

1.- CON ATENCIÓN

2.- EN ADORACIÓN
3.- CON EMOCIÓN

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LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS

1.- CON ATENCIÓN

Venido el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades;

Neh 8:1 y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza
que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el
escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová
había dado a Israel.
Neh 8:2 Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la
congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los
que podían entender, el primer día del mes séptimo.
Neh 8:3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la
puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en
presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían
entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro
de la ley.
Neh 8:4 Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que
habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema,
Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano
izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana,
Zacarías y Mesulam.

A esta altura, los muros ya se reconstruyen y hay un cierto orden

ciudadano, las personas estaban en sus ciudades, ya que antes
estaban desoladamente divididos producto de las invasiones, es que
se agrupan como un solo hombre en la plaza delante de la puerta de
las Aguas, probablemente se encontraban cercanos a un río. Dato no
menor es que están en un lugar donde “todos” pueden estar. No
están en un lugar donde solamente los hombres pueden estar, por
ejemplo el templo, sino que las mujeres y tal vez niños y
adolescentes también se encontraban en ese lugar. Donde el primer

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día del mes Séptimo (septiembre-octubre para nosotros) por

ordenanza debían ofrecer sacrificios y sería día de descanso.

Lev 23:23 Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

Lev 23:24 Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al
primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al
son de trompetas, y una santa convocación.
Lev 23:25 Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda
encendida a Jehová.

Los sacrificios tenían que ofrecerse sólo en la puerta del Templo,

pero la oración y la predicación eran servicios religiosos tan
aceptablemente realizados en un lugar como en otro. Los jefes de
familia deben llevar consigo a sus familias a la adoración de Dios en
público. Los ministros deben llevar consigo sus Biblias cuando van al
púlpito; Esdras así lo hizo. De ahí deben ellos sacar su conocimiento;
deben hablar conforme a esa regla y deben mostrar que así lo hacen.
Leer las Escrituras en las asambleas religiosas es una ordenanza de
Dios por la cual se le honra, y se edifica su iglesia.

Ilustración

¿Le ha pasado que en ciertas ocasiones quiere que se termine luego

el sermón? La vida cotidiana, en ocasiones, tiende a absorber
nuestro tiempo, tanto así que cuando estamos en la iglesia pensamos
¿cuánto le faltará al hermano predicador? porque me dio hambre,
porque tengo que ir donde un familiar, porque tengo compromisos,
porque, porque, porque. Y ponemos excusas que lo único que hacen
es dejar de ver lo especial y esencial en este día, que es adorar a
Dios, escuchar su palabra y seguir alabando a Dios.

Algo que me llama la atención es la descripción que se hace sobre la

unidad del pueblo luego de la reconstrucción de los muros: “se juntó

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todo el pueblo como un solo hombre en la plaza...” Esto es

tremendo hermanos, le ha pasado que pasa mucho tiempo con
alguien (esposo, esposa, amigo, amiga, hermano, etc.) y luego de un
tiempo, se visten parecidos, hablan parecidos, dicen cosas
parecidas, etc. Eso es unidad, pero acá la manera de unidad es
“...como un solo hombre”. Es todos juntos pensando y haciendo una
labor de manera coordinada y sistemática. ¿estamos siendo igual
como iglesia?

El Señor cumple su promesa, porque es bueno. Por siempre es su

misericordia, independiente del tiempo y de las generaciones,
siempre su verdad perdurará. No debemos perder la emoción de
escuchar la Palabra de Dios, la emoción de saber que Él es nuestro
salvador. La emoción y la atención de escuchar y entender su
Palabra.

LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS

2.- EN ADORACIÓN

Neh 8:5 Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo,

porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió,
todo el pueblo estuvo atento.
Neh 8:6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el
pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se
humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.
Neh 8:7 Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai,
Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía,
hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su
lugar.
Neh 8:8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían
el sentido, de modo que entendiesen la lectura.

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LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS – Nehemías 8:1-12 – Presbítero Cristian Espinoza

Acá vemos lo primero que hay que hacer al leer las escrituras:
Esdras bendijo a Dios. La palabra en hebreo acá es barak raíz
primaria; arrodillarse; por implicación bendecir a Dios (como acto
de adoración) Lo especial de todo esto es que el pueblo entiende y
unánimes responden Amén, así sea. Y luego “adoraron a Jehová” El
término ocupado acá es shakjá Esto es postrarse, adorar,
arrodillarse, dar culto, encorvar, Y por implicancia humillarse. Acá
enfatizan el acto de postración, la acción de reverencia. De una
forma visible y física es que demuestran toda la adoración hacia
Dios. Levantan sus manos, se encorvan con la cabeza hacia el suelo.
Ellos entienden y sabes que la adoración es debida solamente a Dios
Exo 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

Mientras leía este texto, trataba de imaginar la escena. Era para la

mayoría, la primera vez que escuchaban la Palabra de Dios, todo lo
que sabían era parte de la tradición oral. Claramente ellos al
escuchar toda su historia, todo el sufrimiento de sus antepasados,
pero a la vez todas las promesas de Dios reflejadas en el hecho que
ellos eran quienes pueden estar en el lugar que Dios prometió a
Moisés. Me imagino que todo lo que ellos mismos pasaron hasta
llegar a ese punto los hizo humillarse, los hizo bajar sus cabezas a
tierra y los hizo adorar a Dios.

Escuchar desde la creación, la historia de Abraham, José en Egipto,

la esclavitud del pueblo y luego su liberación con Moisés. Escuchar
todos los hechos extraordinarios que Dios hizo, y que sigue haciendo
en el el pueblo, es que los hace identificarse, los hace volver a sus
raíces, les devuelve su identidad.

¿Tenemos esa emoción, esa adoración al escuchar la Palabra? ¿Cuál

es nuestra identidad como cristianos?

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LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS – Nehemías 8:1-12 – Presbítero Cristian Espinoza

Nosotros ya tenemos el escenario revelado y por decirlo de algún

modo “el escenario completo”. Sabemos del plan maravilloso de
Dios, que desde antes del mundo ya escogió a los suyos por
Jesucristo. La pregunta acá es ¿estamos yendo a Dios en Adoración,
en unidad como un solo hombre, con atención escuchando y
entendiendo su Palabra?

Eph 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,

para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
Eph 1:5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su
voluntad,
Eph 1:6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo
aceptos en el Amado.

¿Nos emocionamos, vamos a Dios en Adoración al escuchar estas

palabras? ¿Qué hacemos de nosotros con esta información? ¿la
compartimos a quienes no la conocen?

Cuando Esdras leía y los líderes levitas ayudaban al pueblo a

entender la Palabra de Dios, es que se produce un efecto de
concentración tan alta que podían entender lo que se transmitía, a
tal punto de la humillación y adoración hacia Dios. Esto básicamente
entendemos que es obra del Espíritu Santo actuando en el corazón,
mente y ser por completo de las personas que escuchan y entienden.

Más adelante en el capítulo 9 de Nehemías, nos relata algo similar.

Y nos dice que los levitas están alabando a Dios junto al pueblo y
hacen un repaso de cómo Dios libró al pueblo de los Egipcios y cómo
Dios proveyó todo lo necesario al pueblo por el desierto. Donde se
menciona y se reconoce que es Dios mismo, con su Espíritu, dando
sabiduría al pueblo.

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LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS – Nehemías 8:1-12 – Presbítero Cristian Espinoza

Neh 9:20 Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no

retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed.

Quienes oyen la palabra deben entenderla, de lo contrario es para

ellos sólo un sonido hueco de palabras. Por tanto se requiere que
haya maestros para que expliquen la palabra y entreguen su sentido.
Ellos oyeron con disposición y sopesaron cada palabra. La palabra de
Dios exige atención en adoración. “Si por negligencia dejamos que
mucho se deslice en el oír, existe el peligro de que por el olvido
dejemos que todo se deslice luego de oírlo”. O sea, me entra por
un oído y me sale por el otro. O dicho de otra manera: me resbala
todo lo que me dices.

LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS

3.- CON EMOCIÓN

Hay cierto debate por este libro de Nehemías, ya que históricamente

en un comienzo formaba todo parte del libro de Esdras, y es un libro
que relata en primera persona los hechos que vivió Nehemías
(excepto los capítulos 8 al 10) y luego pasó a ser un libro por
separado. Toda esta sección, capítulos 8 al 10, es objeto de
discusión. Para algunos, este relato está relacionado con Esd 8 o con
Esd 10, ya que se refiere nuevamente a la obra de Esdras; para
otros, toda la sección debe colocarse después de Neh 13, pues puede
entenderse como una continuación de las reformas finales de
Nehemías. Para otros no calzan cronológicamente los tiempos de uno
con el otro y dicen que hay ciertos detalles en el relato de Esdras
versus los de Nehemías que no los posicionan en el mismo momento.

En fin, como sea, entendemos que es Dios mismo actuando en la

historia, y que el propósito del relato es que veamos que el centro
de todo es Dios. Es Dios el centro de la historia que se nos relata, es

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LA UNIDAD DE ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS – Nehemías 8:1-12 – Presbítero Cristian Espinoza

Dios ayudando al pueblo a conformarse como nación, es Dios

cumpliendo sus promesas, porque cuando leamos las Escrituras
debemos leerlas también con “emoción”.

Neh 8:9 Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba,

y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el
pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis,
ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la
ley.
Neh 8:10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce,
y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque
día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo
de Jehová es vuestra fuerza.
Neh 8:11 Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo,
diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis.
Neh 8:12 Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar
porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido
las palabras que les habían enseñado.

Seguramente el “hacer entender al pueblo” no fue tarea fácil. Por

una parte debían explicar el contexto histórico, explicar los grandes
milagros que sucedían, hacer interpretación, además la barrera
idiomática (me imagino) fue un tema. Las escrituras estaban escritas
en hebreo, pero en este tiempo muchos habían adoptado el arameo.
En fin, una serie de factores que hacían más complejo el tema, pero
gracias a Dios, el fin se logró.

Se nos relata que comienzan a llorar, no se nos dice el por qué

lloran. Tal vez fue el impacto de escuchar su historia y entender el
propósito de Dios hasta ese momento en sus vidas. Tal vez fue un
impacto moral, espiritual y racional de lo que la ley les decía de
cómo debían vivir, algo así como un espejo que les mostraba su
actual vivir versus lo que Dios exige de su pueblo. Pero lo que

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podemos deducir de ese llanto es que fue un llanto de “emoción”.

Emocionados quizás por poder vivir en carne propia el reencuentro
de su propia historia, rescatando así su identidad. Emocionados
porque al fin, pueden escuchar y entender las escrituras.

¿Cuál es tu identidad como hijo de Dios? ¿Leemos la Biblia con

“emoción”?

Luego en tres ocasiones se les remarca que no se pongan tristes,

porque es día santo, es día de estar contento, de alabar a Dios. Así
que Esdras les dice que vayan a comer en abundancia, cosas
deliciosas, cosas con un alto contenido calórico, el término es
“grosuras” (mashmán) que literalmente es grasa, pero se refiere a cosas
contundentes, un plato rico. En definitiva les dice que celebren
comiendo, y que tomen vino dulce. En otras palabras, hagan
banquete y que aparten o sirvan porciones para los que no tienen
nada preparado o en definitiva que no tienen para comer. Lo que acá
se está dando es el compartir. Compartir todos unidos, en alegría, en
emoción por todo el esfuerzo desbordado en escudriñar, en atender,
en comprender y en emocionarse con las Escrituras.

Fue buena señal que sus corazones estuvieran tiernos cuando oyeron
las palabras de la ley. —El pueblo tenía que enviar porciones para
quienes nada tenían preparado.

Haciendo una comparación: con la abundancia que Dios nos da,

debería hacernos generosos para con nuestro prójimo. Y teniendo el
conocimiento adquirido de su palabra, deberíamos estar
emocionadísimos, alegres y felices por saber que es Dios mismo
ayudándonos en el conocimiento de su Palabra.

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Conclusión

Sea Dios ayudándonos a seguir fieles en la lectura de su palabra. Sea

Dios ayudándonos a estar unidos escuchando su palabra con
“atención”, unidos en la “adoración” y unidos con “emoción” hacia
Dios.

Como les decía, ahora tenemos el acceso libre a la totalidad de la

escritura, tenemos el panorama completo. Y entendemos y sabemos
que Dios cumple sus promesas y es la promesa del pacto, es en Jesús
el punto alto de toda la obra Divina. En Jesús alcanzamos salvación.

2Ti 3:15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las
cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en
Cristo Jesús.
2Ti 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
2Ti 3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra.

A pesar de las dificultades que tengamos, Dios es quien nos afirma y

nos da el entendimiento sobre su Palabra, Él es quién sostiene esta
iglesia, Él es quien dispone de líderes, Él es quien dispone de
vitalidad para seguir predicando su palabra. Es por eso que en esta
hora es el Señor desafiándonos, es el Señor alentándonos y es el
Señor mostrándonos que a pesar de las dificultades que tengamos,
siempre y por siempre es nuestro guía, ayuda y sustento.

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