Arte Moderno
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PINTURA BARROCA
Enmarcada en el contexto de la Contrarreforma, la pintura barroca fue
particularmente fecunda al auspicio de los países católicos, tales como
Italia y España. Pero también fue alentada por las diversas monarquías
europeas y los sectores privados protestantes que procuraban distinción
social.
Puede decirse que en el barroco, la pintura fue una puesta en escena de
recursos plásticos que exaltaban el efectismo, el dinamismo, y los
conceptos complejos. Fue también, sin duda, un período glorioso para esta
disciplina artística.
Características de la pintura del barroco:
Lo primero que debemos comprender sobre la pintura del período barroco
es que tuvo expresiones diversas. Cada país desarrolló características
particulares, conforme a los intereses políticos y sociales, y conforme
también a los gustos y sensibilidades.
Tenebrismo y clasicismo: La pintura del período barroco se expresó en dos
grandes corrientes plásticas: el tenebrismo y el clasicismo. La mayoría de
las producciones del período pueden ser enmarcadas dentro de estas dos
tendencias.
El tenebrismo es un estilo caracterizado por el contraste dramático entre
luces y sombras. La atmósfera dominante suele ser oscura, y es
puntualmente invadida por focos de luz intensa orientados en función del
simbolismo de la escena. Al tenebrismo le interesa también representar las
escenas con el mayor naturalismo posible, sin esconder ni lo grotesco ni lo
desagradable. La técnica pictórica puede acudir a pinceladas gruesas o
inacabadas cuando la expresión así lo requiere. Su máximo exponente fue
Caravaggio.
El clasicismo se acoge a un estilo más depurado e idealizado, que procura
representar el deber ser de las cosas. A diferencia del tenebrismo, la
iluminación es clara y uniforme, en lo que se percibe la influencia del
manierismo de Miguel Ángel y Rafael. Idealiza las escenas y deja por fuera
la representación de los aspectos grotescos o desagradables. Prefiere el
dibujo bien delimitado, el tratamiento delicado de las superficies pictóricas
y una paleta de colores más diversa y luminosa. Su máximo exponente fue
Annibale Carraci.
Importancia del color: El color es un valor dominante en la pintura del barroco,
ya que a través de él se persigue transmitir efectos, sensaciones y conceptos
de diversa índole. En el caso del barroco temprano, predomina el uso de
una paleta basada en colores tierra, ocres y rojizos. Más adelante se amplía
la gama a colores más luminosos.
Dinamismo: Buena parte de la pintura barroca se caracteriza por el
dinamismo de las composiciones. En el caso de la pintura italiana y
flamenca, por ejemplo, predomina el interés por el movimiento dramático
de los personajes y la tensión entre ellos. No es el caso de la pintura
española, algo más reposada.
Trampantojo: El barroco empleó una
técnica conocida como trampantojo, que
consiste en disimular el soporte físico
para crear un efecto de continuidad
espacial. Con esta técnica, se buscaba
sumergir al espectador en la ilusión de
pertenecer a la representación.
Aunque usado también en la pintura de
caballete, el trampantojo fue clave en la
arquitectura, donde sirvió para esconder las líneas de la estructura y
transmitir la percepción de un espacio continuo y dinámico. Por ejemplo, el
decorado interior de bóvedas y cúpulas.
Los pintores más conocidos y las obras más representativas de la pintura
barroca.
Diego de Velázquez
Caravaggio
Pedro Pablo Rubens
Gian Lorenzo Bernini
José de Ribera
Rembrandt
Johannes Vermeer
ARQUITECTURA BARROCA
La arquitectura barroca es un estilo de construcción que nació en Europa.
Se desarrolló a mediados del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Sus
comienzos se dieron en Italia y Francia. Luego, con el paso del tiempo, se
dispersó por toda Europa, hasta llegar a Portugal y más tarde a las colonias
americanas.
En la arquitectura barroca podemos destacar tres variantes:
En primer lugar, se encuentra el Barroco Católico, el cual hace una
demostración del triunfo de la Iglesia Católica, repleta de lujo y riquezas.
Busca demostrar que el catolicismo es un representante de la Fe verdadera,
no olvidemos que la religión católica estaba fuertemente enfrentada a la
religión protestante.
En segundo lugar, hallamos el Barroco Absolutista, el mismo tiene su lugar
en Francia. Siguiendo con los regímenes de las monarquías absolutistas,
este expresa el poder del Estado.
En tercer lugar, encontramos Barroco Burgués, una variante del barroco en
la que triunfa la religión protestante.
Las características principales o generales del mismo. En este sentido, este
estilo arquitectónico está caracterizado por:
Todas las obras realizadas bajo este estilo están cargadas de detalles y
complejas. No se deja de lado la presencia de las formas clásicas
(columnas, arcos, frontones, frisos), pero se les agrega un toque de fantasía.
En algunas ocasiones, los edificios dan la ilusión de ser una gran escultura.
Se adopta una gran variedad de formas, principalmente la ovalada. Las
paredes de las obras son cóncavas y convexas, es decir siempre onduladas.
Por lo que en lo general, no existe la presencia de líneas rectas o de
superficies planas.
Las plantas están diseñadas de tal manera que brinda una sensación de
movimiento (espacios dinámicos), en la más estática de las artes. De una
misma manera, la arquitectura del Barroco tiende a dejar a relucir el
”infinito”, es decir, sus interiores en las construcciones parecen no tener un
fin.
Con el fin de proporcionar diferentes perspectivas, el estilo arquitectónico
del Barroco emplea juegos de luces, siendo el punto más importante y
característico del mismo. En un mismo sentido, se podría alegar que posee
un gusto por lo dramático, escenográfico y teatral.
En lo que respecta a la decoración, la arquitectura del Barroco se
caracteriza por ser exuberante tanto en los espacios interiores como al
exterior, aunque más recatado.
Edificios más importantes
Una vez expuestos los tipos de construcciones realizadas bajo la
arquitectura del Barroco, nos resulta importante hacer mención de los
edificios más destacados por este estilo arquitectónicos. A continuación
expondremos de forma detallada las obras más importantes del movimiento
artístico del Barroco.
IGLESIA DE SAN CARLO ALLE QUATTRO FONTANE
Esta iglesia fue dedicada a San Carlos Borromeo
y a la Santísima Trinidad, la construcción de esta
obra fue el primer mandato del rey Borromini.
Los trabajos de edificación fueron largos, y gran
parte de ella fue finalizada tras la muerte de
Borromini.
La iglesia fue encargada por la orden trinitaria
española de monjes descalzos, esta orden tuvo la
labor de recolectar dinero para el rescate de
cristianos cautivos. Borromini había diseñado el
monasterio adyacente cuatro años antes de los trabajos iniciales de la
Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane.
El nombre que posee la misma es atribuido por el lugar en donde se
encuentra posicionada con cuatro fuentes, una en cada esquina.
La fuente preexistente, que se instala en la esquina de la iglesia, es una
representación del dios Neptuno (conocido como Poseidón en la mitología
Griega).
La fachada principal posee tres bahías, una de ellas se encuentra frente a la
calle. La segunda fachada posee su bahía en una torre. Ambas fachadas
fueron diseñadas años mas tardes, luego de que se realizara por completo el
interior de la iglesia. La fachada está dividida en dos niveles. Tal como
parece, la fachada había alcanzado el nivel de la cornisa principal cuando
falleció el rey Borromini.
El piso inferior posee tres bahías, dos de las cuales son cóncavas exteriores
y un centro convexo, mientras que el piso superior tiene bahías cóncavas.
Teniendo en cuenta que las bahías interiores están unidas por el
entablamento continuo, las bahías superiores poseen un entablamento en
secciones, el central está impuesto con el medallón ovalado balanceándose
hacia adelante.
BASÍLICA DE SAN PEDRO
La basílica ocupa aproximadamente 22,000 metros cuadrados de área total,
teniendo 42 metros de diámetro de la cúpula (realizada por Miguel Ángel),
la altura total de la obra es de 136 metros y posee 330 escalones que
terminan en la cúpula en donde se tiene un buena vista de la plaza, así
como de toda roma.
En un mismo sentido, en la Basílica de San Pedro están las estatuas de
Cristo y los doce apóstoles que se posicionan en la entrada que dan acceso
al interior de la Basílica por medio de cinco puertas puestas en la fachada.
La cúpula de la Basílica de San Pedro es considerada como la más grande
de todo el mundo teniendo unas medidas de 42 m de diámetro y 138 m de
alto. En la parte interna de la construcción se pueden encontrar 45 altares.
La fachada principal consta de 114 metros de ancho y 47 metros de alto,
teniendo además una superficie de 21.477 metros cuadrados cubiertos.
La Basílica de San Pedro posee una capacidad de 20.000 personas. Siendo
de 190 metros de largo, el grosor de las tres naves es de 58 metros, la nave
principal tiene 45,50 metros de altura, hasta la sección más alta de la
bóveda. Por otro lado, la cúpula alcanza unos 136 metros de altura que
llega hasta la cruz.
De una misma manera, la parte interna de la construcción posee
decoraciones de mosaico, lo que constituye el precioso joyero que
resguarda algunas de las más célebres obras de arte del mundo, como el
Baldaquino de Bernini y la estatua de la Piedad de Miguel Ángel.