Hipertension Arterial

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Universidad Tecnológica de Santiago

UTESA

Nombres:
Ana Álvarez Guzmán
Anyi Cruz Pérez
Elian Peralta Núñez

Matriculas:
2-18-1502
1-17-2522
1-18-1039

Asignatura:
Practica de terapéutica

Grupo:
03

Maestra:
Dr. Leopoldo Ramírez

Asignación:
Primera asignación primer parcial
Hipertensión Arterial
La hipertensión arterial se define como una elevación continuada dela
presión en las arterias.
A menudo no es posible identificar la causa de la hipertensión, pero algunas
veces se produce a consecuencia de una enfermedad renal subyacente o de
un trastorno hormonal.
La obesidad, un estilo de vida sedentario, fumar, un consumo abusivo de
alcohol o un exceso de sodio (sal) en la dieta son factores que pueden
desempeñar un papel activo en el desarrollo de la hipertensión en personas
que tienen una tendencia hereditaria al desarrollo de dicha enfermedad. En
la mayoría de los afectados la hipertensión arterial no causa síntomas.

Los médicos establecen el diagnóstico después de medir la presión arterial


dos o más veces. Se aconseja perder peso, dejar de fumar y reducir la
cantidad de sodio y de grasas presentes en la dieta. Se prescribe un
tratamiento con medicamentos antihipertensores.
Mucha gente asocia la palabra hipertensión con tensión excesiva,
nerviosismo o estrés. En términos médicos, la hipertensión se refiere a la
presión arterial elevada de forma permanente, independientemente de la
causa. Dado que no suele causar síntomas durante muchos años, hasta que
un órgano vital resulta dañado, la hipertensión se conoce como «el asesino
silencioso». La hipertensión arterial no controlada aumenta el riesgo de
trastornos como accidentes cerebrovasculares, aneurismas, insuficiencia
cardíaca, infarto de miocardio y enfermedad renal crónica.
Se estima que en Estados Unidos hay alrededor de 75 millones de personas
con hipertensión. En Estados Unidos, la hipertensión es más frecuente en
personas de ascendencia africana (un 41% de los adultos de dicha
ascendencia sufren hipertensión, en comparación con el 28% de los de otras
ascendencias). También se presenta con mucha frecuencia en personas
cuyos antepasados provienen de China, Japón y otras zonas del este de
Asia o del Pacífico (como los coreanos, tailandeses, polinesios, micronesios,
filipinos y maorís). Las consecuencias de la hipertensión son peores para
las personas de ascendencia africana y asiática. Estudios estadísticos
realizados en Estados Unidos indican que la hipertensión es más frecuente
en personas de edad avanzada, aproximadamente en las dos terceras
partes de las personas de 65 años o más, mientras que tan solo afecta a
aproximadamente una cuarta parte de las personas entre 20
y 74 años de edad. Las personas con presión arterial normal a los 55 años
de edad tienen un riesgo del 90% de desarrollar hipertensión en algún
momento de su vida. La hipertensión es dos veces más frecuente entre las
personas obesas que entre las que no lo son.
El número de personas que padecen este trastorno es más elevado de lo
que muestran las estadísticas, por ejemplo en Estados Unidos se estima
que solo el 81% de las personas afectadas reciben un diagnóstico de
hipertensión. Entre las personas con diagnóstico de hipertensión, alrededor
del 73% reciben tratamiento farmacológico y apenas el 51% de estas últimas
reciben un tratamiento adecuado.
Cuando se toma la presión arterial, se registran dos valores el valor más alto
refleja la mayor presión en las arterias, que se alcanza cuando el corazón
se contrae (durante la sístole). El valor más bajo refleja la menor presión en
las arterias, que se alcanza justo antes de que el corazón comience a
contraerse de nuevo (durante la diástole). La tensión arterialse expresa
como presión sistólica/presión diastólica, por ejemplo 120/80 mm Hg
(milímetros de mercurio). Este resultado se leería como « 120 y 80
».

Clasificación de la presión arterial


En adultos, la presión arterial se clasifica como presión arterial normal,
presión arterial elevada (hipertensión arterial) en fase 1 (leve) o presión
arterial elevada (hipertensión arterial) en fase 2.
Sin embargo, cuanto más elevada es la presión arterial, mayor es el riesgo
de complicaciones, incluso dentro de niveles normales, de modo que estos
límites son algo arbitrarios.
Una urgencia hipertensiva leve se produce cuando la tensión arterial supera
los 120 mm Hg, pero aún no ha causado ningún daño orgánico evidente
para el afectado o sus médicos. Una urgencia hipertensiva leveno suele
dar síntomas.
Una urgencia hipertensiva grave es una forma de hipertensión
especialmente peligrosa. La tensión arterial es como mínimo 120 mm Hg y
existen signos de daño progresivo en uno o más órganos vitales
(normalmente cerebro, corazón y riñones) acompañado, a menudo, por una
diversidad de síntomas. Sin embargo, las urgencias hipertensivas graves
son muy poco frecuentes, aunque se dan mucho más en personas
de ascendencia africana que en personas de ascendencia caucásica, en
hombres que en mujeres y en personas de bajo nivel socioeconómico que
en personas de alto nivel socioeconómico. Si no se trata, una urgencia
hipertensiva grave puede ser mortal.

Control de la presión arterial por parte del organismo

El organismo posee muchos mecanismos para controlar la presión arterial.


El cuerpo puede cambiar
• La cantidad de sangre bombeada por el corazón
• El diámetro de las arterias
• El volumen de sangre en el torrente sanguíneo
El corazón puede bombear mayor cantidad de sangre al hacerlo de forma
más enérgica o más rápida, con el fin de aumentar la presión arterial. Las
arteriolas pueden estrecharse (constricción), forzando a la sangre que
proviene de cada latido cardíaco a pasar por un espacio más estrecho de
lo normal. Dado que el espacio en las arterias es más estrecho, el paso de
la misma cantidad de sangre por ellas aumenta la presión arterial. Las venas
se pueden contraer para reducir su capacidad de retener sangre, lo cual
fuerza la entrada de mayor cantidad de sangre en las arterias. Como
consecuencia, se produce un aumento de la presión arterial. También se
puede agregar líquido al torrente sanguíneo para incrementar el volumen de
sangre y aumentar así la presión arterial.
Para disminuir la presión arterial, el corazón puede bombear con menos
potencia o rapidez, las arteriolas y las venas pueden ensancharse (dilatarse)
y se puede eliminar líquido del torrente sanguíneo.
Estos mecanismos están regidos por la rama simpática del sistema nervioso
autónomo (la parte del sistema nervioso que regula los procesos internos
del organismo que no requieren esfuerzo consciente) y por los riñones. La
rama simpática emplea diferentes medios para aumentar temporalmente la
presión arterial durante la respuesta de lucha o huida (la reacción física del
organismo frente a una amenaza).
• La rama simpática estimula las glándulas suprarrenales para que
liberen las hormonas epinefrina (adrenalina) y norepinefrina
(noradrenalina). Estas hormonas estimulan el corazón para que lata
más rápido y más enérgicamente, además de estimular la contracción
de la mayoría de las arteriolas y la dilatación de algunas de ellas. Las
arteriolas que se dilatan son las que están situadas en las zonas donde
se necesita una mayor irrigación sanguínea (como en los músculos
esqueléticos, controlados por el esfuerzo consciente).
• La rama simpática también estimula los riñones para que disminuya la
excreción de sodio y agua, de modo que aumente el volumen
sanguíneo. El organismo controla la transferencia de sodio entre el
interior y el exterior de las células, para evitar un exceso de sodio en
el interior de éstas. Una cantidad excesiva de sodio en el interior de
las células puede hacer que el organismo se vuelva demasiado
sensible a la estimulación por la división simpática.
Los riñones también responden de forma directa a los cambios en lapresión
arterial. Si la presión arterial aumenta, los riñones incrementan la eliminación
de sodio y agua, de modo que el volumen sanguíneo disminuye y así la
presión arterial retorna a sus valores normales. Del mismo modo, si la
presión arterial disminuye, los riñones reducen la eliminación de sodio y
agua, de modo que el volumen sanguíneo aumenta y así la presión arterial
retorna a sus valores normales. Los riñones puedenincrementar la presión
arterial mediante la secreción de una enzima denominada renina, que
finalmente estimula la producción de la hormona angiotensina II.

La angiotensina II contribuye a aumentar la presión arterial al

• Provocar la contracción de las arteriolas


• Desencadenar la división simpática del sistema nervioso autónomo
• Desencadenando la liberación de otras dos hormonas, la aldosterona
y la vasopresina (también denominada hormona antidiurética), que
hacen que los riñones incrementen la retención de sodio y de agua.
Los riñones suelen producir sustancias que provocan la dilatación de las
arteriolas que hay en su interior. Esto último contribuye a equilibrar los
efectos de las hormonas que provocan la constricción de las arteriolas.
La presión arterial varía de modo natural a lo largo de la vida de una persona.
Los lactantes y los niños suelen tener una presión arterial mucho más baja
que los adultos. En casi todas las personas que viven en países
industrializados, la presión arterial aumenta con la edad. La presión sistólica
aumenta hasta la edad de 80 años por lo menos y la presión diastólica
aumenta hasta la edad de 55 a 60 años, luego se estabiliza o incluso
disminuye. Sin embargo, en el caso de personas que viven en algunos
países en vías de desarrollo, ni la presión sistólica ni la diastólica aumentan
con el envejecimiento, y la hipertensión es prácticamente inexistente,
posiblemente porque el consumo de sodio es bajo y el nivel de actividad
física es mayor.

Regulación de la presión arterial: sistema renina-


angiotensina- aldosterona
El sistema renina-angiotensina-aldosterona consiste en una secuencia de
reacciones diseñadas para ayudar a regular la presión arterial.

1. Cuando la presión arterial disminuye (para la sistólica, a 100 mm Hg


o menos), los riñones liberan la enzima renina en el torrente
sanguíneo.
2. La renina escinde el angiotensinógeno, una proteína grande que
circula por el torrente sanguíneo, en dos fragmentos. El primer
fragmento es la angiotensina I.
3. La angiotensina I, que es relativamente inactiva, es dividida a su vez
en fragmentos por la enzima convertidora de la angiotensina (ECA).
El segundo fragmento es la angiotensina II, una hormona muy activa.
4. La angiotensina II provoca la constricción de las paredes musculares
de las arteriolas, aumentando la presión arterial. La angiotensina II
también desencadena la liberación de la hormona aldosterona por
parte de las glándulas suprarrenales y de la vasopresina (hormona
antidiurética) por parte de la hipófisis (glándula pituitaria).
5. La aldosterona y la vasopresina (hormona antidiurética) provocan la
retención de sodio por parte de los riñones. La aldosterona también
provoca que los riñones retengan potasio. El incremento de los niveles
de sodio provoca retención de agua, aumentando así el volumen de
sangre y la presión arterial.

1. l.

La actividad afecta a la presión arterial temporalmente, ya que la presión


es mayor cuando la persona está activa y menor cuando descansa. La
presión arterial también varía según la hora del día: es más alta por la
mañana y más baja por la noche durante el sueño. Estas variaciones son
normales. Cuando una alteración provoca una elevación transitoria de la
presión arterial, se desencadena alguno de los mecanismos de
compensación del organismo con el fin de neutralizar dicho cambio y
mantener la presión arterial en niveles normales. Por ejemplo, un
incremento del volumen de sangre bombeada por el corazón, que tiende a
aumentar la presión arterial, provoca que los vasos sanguíneos se dilaten
y que los riñones aumenten la eliminación de sal y agua, lo que tiende a
reducir la presión arterial.
Causas de la hipertensión arterial
La presión arterial alta puede ser
• Primaria
• Secundaria

Hipertensión
primaria
La hipertensión arterial de causa desconocida se denomina hipertensión
primaria (anteriormente se denominaba hipertensión esencial). Entre el 85
y el 95% de las personas con hipertensión sufren hipertensión primaria.
Probablemente, la elevación de la presión arterial se debe a una
combinación de diversas alteraciones producidas en el corazón y en los
vasos sanguíneos. Por ejemplo, la cantidad de sangre bombeada porminuto
(gasto cardíaco) puede aumentar, y la resistencia al flujo sanguíneotambién
puede incrementarse porque los vasos sanguíneos estén contraídos.
También puede aumentar el volumen sanguíneo. Las razones de estas
alteraciones no se conocen por completo, pero al parecer implican una
anomalía hereditaria que afecta a la constricción de las arteriolas, que
ayudan a controlar la presión arterial. Otros cambios, como la acumulación
excesiva de sodio en el interior de las células y un descenso en la
producción de sustancias que dilatan las arteriolas, pueden contribuir a
aumentar la presión arterial.

Hipertensión secundaria
Cuando existe una causa conocida, la afección se denomina hipertensión
secundaria. Entre el 5 y el 15% de las personas con hipertensión arterial
tienen hipertensión secundaria.
En muchas de estas personas, la hipertensión es consecuencia de

Un trastorno renal
Muchos trastornos renales pueden provocar hipertensión arterial, ya que el
papel de los riñones es importante para controlar la presión arterial. Por
ejemplo, una lesión renal por inflamación o por otros trastornos puede alterar
la capacidad de los riñones para eliminar suficiente sodio y agua del
organismo, con lo que aumenta el volumen sanguíneo y la presión arterial.
Otra de las dolencias renales que provocan hipertensión es la estenosis de
la arteria renal (un estrechamiento de la arteria que irriga uno de losriñones),
que puede ser debida a ateroesclerosis, infección renal (pielonefritis),
glomerulonefritis, tumores renales, enfermedad renal poliquística, lesión en
un riñón y radioterapia que afecta un riñón.
En algunos pacientes, la hipertensión secundaria se debe a otro trastorno,
como
• Trastornos hormonales
• Uso de ciertos fármacos
Los trastornos hormonales que causan hipertensión arterial incluyen: el
hiperaldosteronismo (sobreproducción de aldosterona, a menudo como
consecuencia de un tumor en una de las glándulas suprarrenales), el
síndrome de Cushing (un trastorno caracterizado por altas concentraciones
de cortisol), el hipertiroidismo (hiperactividad de la glándula tiroidea) y, en
raras ocasiones, un feocromocitoma (un tumor localizado en una glándula
suprarrenal y que produce las hormonas epinefrina y norepinefrina).
Los fármacos y sustancias que pueden causar o empeorar la presión
arterial elevada incluyen el alcohol (su consumo excesivo), la cocaína, los
corticoesteroides, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
(AINE), los anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas) y los
simpaticomiméticos (ciertos descongestionantes que se encuentran en
remedios para el resfriado, como la pseudoefedrina y la fenilefrina).
La arterioesclerosis afecta al control corporal de la presión arterial y
aumenta el riesgo de hipertensión. En la arterioesclerosis las arterias se
vuelven rígidas, lo que impide su dilatación, que permitiría que la presión
arterial volviera a niveles normales.
Otros trastornos que pueden causar hipertensión son la coartación de la
aorta, la preeclampsia, la porfiria intermitente aguda y el envenenamiento
por plomo agudo.
Factores agravantes
La obesidad, la diabetes, un estilo de vida sedentario, fumar, el abuso del
alcohol o el exceso de sodio en la dieta son factores que pueden
desempeñar un papel activo en el desarrollo de la hipertensión en personas
con tendencia hereditaria al desarrollo de dicha enfermedad. Además, la
apnea del sueño puede contribuir al desarrollo de la hipertensión, o
agravarla si ya está presente.
El estrés suele provocar el aumento temporal de la presión arterial pero, por
lo general, esta vuelve a la normalidad cuando el estrés desaparece. Un
ejemplo es la «hipertensión de bata blanca», en la cual el estrésocasionado
por la visita al médico produce un aumento suficiente de la presión arterial
como para indicar un diagnóstico de hipertensión en alguien que, en otras
circunstancias, tendría una presión arterial normal. Las personas con
"hipertensión de bata blanca" parecen tener un riesgo ligeramente mayor de
desarrollar presión arterial elevada permanente,pero es probable que no
necesiten tratamiento a menos que su presión arterial en la consulta del
médico sea muy elevada.

Síntomas de la hipertensión arterial


En la mayoría de las personas, la hipertensión arterial es asintomática, a
pesar de la coincidencia de ciertos síntomas que son amplia pero
erróneamente atribuidos a la hipertensión arterial: dolor de cabeza,
hemorragias nasales, mareo, rubor facial y cansancio. Aunque las personas
con hipertensión pueden presentar estos síntomas, ocurren con la misma
frecuencia en individuos con una presión arterial normal.
La hipertensión arterial grave o de larga duración no tratada puede producir
síntomas porque puede causar daños en el cerebro, los ojos, el corazón y
los riñones. Los síntomas son: dolor de cabeza, cansancio, náuseas,
vómitos, ahogo e inquietud. A veces, una hipertensión arterial grave provoca
la hinchazón del cerebro (edema), lo cual tiene como resultado náuseas,
vómitos, empeoramiento del dolor de cabeza, sopor,
confusión, convulsiones, somnolencia e incluso coma. Este trastorno se
denomina encefalopatía hipertensiva.
La hipertensión arterial grave aumenta la carga de trabajo del corazón y
puede causar dolor torácico y/o ahogo. Una presión arterial muy alta puede
provocar el desgarro de la gran arteria que transporta la sangre desde el
corazón (la aorta), produciéndose dolor torácico o abdominal. Si una
persona presenta estos síntomas sufre hipertensión grave y, por lo tanto,
requiere tratamiento de urgencia.
Si la hipertensión es debida a un feocromocitoma, los síntomas pueden
incluir cefalea intensa, ansiedad, sensación de pulso rápido o irregular
(palpitaciones), sudor excesivo, temblor y palidez. Estos síntomas son
consecuencia de las concentraciones elevadas de las hormonas epinefrina
y norepinefrina, segregadas por el feocromocitoma.

Complicaciones de la hipertensión arterial.


La hipertensión arterial de larga duración puede dañar el corazón y los vasos
sanguíneos, y aumentar el riesgo de
• Infarto de miocardio
• insuficiencia cardíaca
• Insuficiencia renal
• Accidente cerebrovascular (ictus)
• Demencia vascular
Cuando la hipertensión arterial es persistente, el corazón aumenta de
tamaño y sus paredes se engrosan porque tiene que trabajar con más fuerza
para bombear la sangre. Las paredes engrosadas son más rígidas que las
normales. Consiguientemente, las cavidades del corazón no se expanden
de forma normal y es más difícil que se llenen de sangre, lo que ocasiona
un aumento adicional de la carga del corazón. Estas alteracionesdel corazón
pueden provocar arritmias o insuficiencia cardíaca.
La hipertensión provoca el aumento del grosor de las paredes de los vasos
sanguíneos y también los hace más propensos a desarrollarendurecimiento
de las arterias (ateroesclerosis). Las personas cuyos vasos sanguíneos
tienen las paredes engrosadas y que sufren ateroesclerosis, presentan un
riesgo mayor de sufrir un accidente cerebrovascular, un
infarto de miocardio, una demencia vascular o una insuficiencia renal. El
accidente cerebrovascular y el infarto de miocardio se consideran
enfermedades cardiovasculares ateroescleróticas (ECVAE).

Diagnostico de la hipertensión arterial


• Medición de la presión arterial
Para las lecturas más precisas, aquellas que se utilizan para establecer el
diagnóstico de hipertensión arterial en lugar de un control casual, la presión
arterial debe medirse siguiendo un procedimiento específico (véase
Medición de la presión arterial). La presión arterial se mide despuésde que
la persona haya permanecido sentada durante 5 minutos. La persona no
debe haber practicado ejercicio, tomado cafeína o fumado durante al menos
30 minutos antes de la medición. Una lectura de 130/80 mm Hg o más se
considera alta, pero el diagnóstico no se puede basar en una sola medición.
A veces, ni varias lecturas elevadas son suficientespara establecer el
diagnóstico, debido a que, por ejemplo, las lecturas pueden variar
demasiado entre ellas. Cuando se registra una lectura inicial elevada, la
presión arterial debe determinarse de nuevo en la mismaconsulta y luego
dos veces al día por lo menos durante dos días más, paraasegurarse de que
persiste la hipertensión.

Medición de la presión arterial


Varios instrumentos pueden medir la presión arterial rápidamente y con
pocas molestias. Por regla general se utiliza un tensiómetro (o
esfigmomanómetro). Este dispositivo consiste en un manguito hinchable de
caucho blando conectado a una pera también de caucho que sirve parainflar
el manguito y un medidor que registra la tensión del manguito. El medidor
puede ser un dial o bien una columna de vidrio llena de mercurio. La tensión
arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) dado que el primer
instrumento que se utilizó para medirla fue una columna de mercurio.

Cuando se utiliza un esfigmomanómetro, la persona se sienta con las


piernas sin cruzar y la espalda apoyada. Tiene un brazo descubierto (si la
camisa o la blusa está remangada, hay que cerciorarse de que no se oprime
el brazo), que se mantiene doblado y descansado sobre una mesa de modo
que esté más o menos al nivel del corazón. El manguito se coloca alrededor
del brazo. Es importante utilizar un manguito que se adapte al tamaño del
brazo. Si el manguito queda demasiado apretado, la lectura de la presión
será demasiado alta. Si el manguito queda demasiadosuelto, la lectura será
demasiado baja.
El médico, mientras ausculta con el fonendoscopio (estetoscopio) colocado
sobre la arteria por debajo del manguito, aprieta la perilla para hincharlo
hasta que comprime la arteria lo suficiente como para detener
temporalmente el flujo de sangre, por lo general hasta una presión que es
unos 30 mm Hg más alta que la presión sistólica habitual de la persona (la
presión ejercida cuando el corazón late). Luego se deshincha poco a poco
el manguito. La presión a la cual el médico comienza a escuchar un pulso
en la arteria es la tensión sistólica. El manguito continúa deshinchándose
y, en un momento dado, deja de escucharse el sonido de la sangre que
fluye. La presión en este punto es la presión diastólica (la presión ejercida
cuando el corazón se relaja, entre dos latidos cardíacos).
Algunos instrumentos miden la presión automáticamente, sin utilizar un
tensiómetro o una pera de caucho. Estos dispositivos se ajustan alrededor
de la parte superior del brazo, del dedo o de la muñeca. En las personas de
más de 50 años, la presión arterial medida en la parte superior del brazo es
la más precisa. A veces es necesaria una medición exacta de la presión
arterial, por ejemplo, para una persona hospitalizada en una unidad de
cuidados intensivos. En estos casos, se introduce un catéter en una arteria
para medir directamente la presión arterial.
Se comercializan instrumentos para que las personas con hipertensión
arterial puedan controlarse su presión arterial en el propio domicilio.
Si todavía hay duda, se puede utilizar un monitor de la presión arterial
durante 24 horas. Se trata de un dispositivo portátil que funciona con pilas
y se lleva sobre la cadera, conectado a un manguito para el control de
presión arterial, que se coloca en el brazo. Este monitor registra de forma
continua la presión arterial a lo largo del día y la noche durante un periodo
de 24 o 48 horas. Las lecturas no solo indican la presencia de hipertensión
arterial, sino también su gravedad.

La seudohipertensión, la presión arterial que se mide como elevada


cuando en realidad no lo es, ocurre en personas con arterias muy rígidas
(más comúnmente, en personas mayores). Se produce cuando la arteria del
brazo es demasiado rígida para que la comprima el manguito y, por
consiguiente, no puede medirse con precisión la presión arterial.
La hipertensión latente se produce cuando la medida de la presión arterial
da un valor normal cuando en realidad es elevada. La hipertensión latente
afecta hasta el 10% de las personas con hipertensión arterial.Detectar este
tipo de hipertensión puede ser imposible a menos que se mida la presión
arterial en el propio domicilio o si se sospecha que la causa de una
complicación (por ejemplo, la insuficiencia cardíaca) ha sido la hipertensión
arterial.
Cuando se ha diagnosticado hipertensión arterial, se suelen evaluar sus
efectos sobre órganos vitales, en especial los vasos sanguíneos, el corazón,
el cerebro y los riñones. El médico también debe investigar la causa de la
hipertensión. El número y el tipo de pruebas que se practican para descubrir
si hay lesiones en los órganos y para determinar la causade la hipertensión
arterial varían de una persona a otra. En general, la valoración rutinaria de
un paciente supone la elaboración del historialclínico, una exploración física,
una electrocardiografía (ECG), un análisis de sangre (que incluya el nivel
de hematócrito [el porcentaje de glóbulos rojos en el volumen sanguíneo
total], los niveles de potasio y sodio y pruebas de la función renal), y análisis
de orina.
La exploración física consiste en el examen de la zona abdominal por
encima de los riñones para determinar si hay dolor a la palpación
(hipersensibilidad) y la colocación de un fonendoscopio sobre el abdomen
para auscultar la presencia de algún soplo periférico (ruido que produce el
flujo sanguíneo turbulento en su paso por una arteria estrechada) en la
arteria que irriga cada riñón.
Con un oftalmoscopio se examina la retina de cada ojo. La retina es el único
lugar del organismo donde los médicos pueden observar directamente los
efectos de la hipertensión arterial sobre las arteriolas. Se cree que las
alteraciones en las arteriolas de la retina son similares a lasde las arteriolas
y otros vasos sanguíneos de cualquier otra parte del organismo, como los
riñones. La determinación del grado de deterioro dela retina (retinopatía
hipertensiva) permite a los médicos clasificar la gravedad de la hipertensión
arterial.
Se utiliza un fonendoscopio para auscultar los tonos (o ruidos) cardíacos. La
auscultación de un tono cardíaco anómalo, denominado cuarto tono
cardíaco, es una de las primeras alteraciones cardíacas causadas por la
hipertensión. Este tono se produce porque la aurícula izquierda del corazón
tiene que contraerse con más fuerza para llenar el ventrículo
izquierdo agrandado y rígido, que bombea la sangre a todo el organismo
con excepción de los pulmones.
Suele realizarse una electrocardiografía (ECG) para detectar alteraciones
cardíacas, en particular un engrosamiento (hipertrofia) del músculo cardíaco
o agrandamiento del corazón. Si se sospecha la presencia de hipertrofia, la
persona puede someterse a una ecocardiografía.
El daño renal puede detectarse mediante análisis de orina y sangre. En los
análisis de orina se puede detectar una lesión renal en su etapa inicial. La
presencia de células sanguíneas y albúmina (la proteína más abundante
en la sangre) en la orina puede indicar tal daño. Los síntomas de lesión renal
(como letargo, falta de apetito y cansancio) no suelen aparecer hasta
haberse perdido del 70 al 80% de la función renal.

Diagnóstico de la causa
Cuanto más elevada sea la presión arterial y más joven sea la persona, más
amplia debe ser la investigación de la posible causa, aun cuando esta se
identifica en menos del 10% de las personas. Una valoración más completa
incluye radiografía, ecografía y gammagrafía de los riñones y de su irrigación
sanguínea, así como una radiografía de tórax. Los análisis de sangre y de
orina se realizan para medir los niveles de ciertas hormonas, como la
epinefrina, la aldosterona y el cortisol.
Las observaciones o los síntomas anómalos de la exploración física pueden
sugerir la causa. Por ejemplo, un soplo periférico en la arteria que irriga uno
de los riñones puede indicar estenosis (estrechamiento) de la arteria renal.
Diferentes combinaciones de síntomas pueden indicar concentraciones
elevadas de las hormonas epinefrina y norepinefrina, producidas por un
feocromocitoma. La presencia de un feocromocitoma seconfirma cuando se
detectan en la orina productos de la degradación de estas hormonas. Otras
causas poco frecuentes de hipertensión arterial se pueden detectar con
ciertas pruebas habituales. Por ejemplo, la medición de la concentración de
potasio en sangre facilita la detección del hiperaldosteronismo.
Tratamiento para la hipertensión arterial
• Dieta y ejercicio
• Medicamentos para reducir la presión arterial
La hipertensión primaria no tiene curación, pero se puede controlar para
evitar las complicaciones. Todas las personas con presión arterial elevada
o cualquier etapa de la hipertensión deberían cambiar su estilo de vida. La
decisión de recetar medicamentos se basa en el nivel de presión arterial real
y en si la persona afectada sufre enfermedad cardiovascular
ateroesclerótica (ECVAE) o tiene un riesgo superior al 10% de desarrollarla
en los próximos 10 años.
Los médicos recomiendan que las personas con hipertensión arterial se
controlen ellas mismas la presión en su domicilio. El hecho de
autocontrolarse la presión arterial probablemente contribuye a que las
personas sigan las recomendaciones del médico respecto al tratamiento.

Objetivos del tratamiento

El objetivo de la terapia antihipertensiva, en la mayor parte de los casos,es


disminuir la presión arterial por debajo de 130/80 mm Hg. Sin embargo, si la
disminución de la presión arterial a menos de 130/80 mm Hg causa
problemas, como desmayos, sensación de desvanecimiento, pérdida de
memoria o mareos, el médico puede recomendar una presión arterial
objetivo más elevada, si bien no debe exceder los valores 140/90. Para
algunas personas, como por ejemplo las personas con riesgo elevado de
sufrir enfermedades del corazón, puede ser apropiado alcanzar una presión
sistólica más baja.
Cambios en el estilo de vida

A las personas con sobrepeso que padecen hipertensión arterial se les


aconseja perder peso. Con una pérdida de apenas 4,5 kg de peso ya se
puede disminuir la presión arterial. En las personas obesas, diabéticas o con
colesterol elevado, los cambios en la dieta (incorporando una dietamás
rica en frutas, verduras y productos lácteos descremados y con un bajo
contenido total de grasas saturadas) son importantes para reducir el riesgo
de enfermedades cardiovasculares.

Los fumadores deben dejar de fumar.

Si se reduce la ingestión de alcohol y de sodio (manteniendo un consumo


adecuado de calcio, magnesio y potasio) es posible que no sea necesario
el tratamiento farmacológico de la hipertensión arterial. Se debe reducir la
ingestión diaria de alcohol a no más de dos copas (un total diario de 1 L de
cerveza, 240 mL de vino o 60 mL de whisky u otros licores) en varones y
una copa en mujeres. El consumo diario de sodio debe reducirse a menos
de 2,5 g, o la ingestión de cloruro de sodio (sal común), a 6 g.

El ejercicio aeróbico moderado es útil. Las personas con hipertensión


primaria no tienen que restringir sus actividades si su hipertensión arterial
está controlada. La práctica regular de ejercicio físico contribuye a reducir la
presión arterial y el peso, y mejora el funcionamiento del corazón y la salud
en general (véase también Beneficios del ejercicio).
Terapia con fármacos
Los fármacos que se emplean en el tratamiento de la hipertensión se
denominan antihipertensores. Con la amplia variedad de antihipertensores
comercializados, casi siempre se puede controlar la hipertensión, pero el
tratamiento debe ajustarse a cada caso particular. El tratamiento es más
eficaz cuando existe una buena comunicación entre la persona y el médico
y ambos colaboran en cuanto al programa de tratamiento.

Los distintos tipos de antihipertensores disminuyen la presión arterial


mediante mecanismos diferentes, de modo que se pueden emplear distintas
estrategias de tratamiento. En algunos casos, los médicos utilizanun plan de
tratamiento farmacológico escalonado: inicialmente administran un único
tipo de antihipertensor y añaden otros tipos solo si es necesario. En otros
casos, los médicos prefieren una actuación secuencial: prescribenun único
antihipertensor y, si este es ineficaz, suspenden su uso y administran otro
tipo de fármaco. Para personas con presión arterial de 140/90 mm Hg o
superior, suele iniciarse el tratamiento con dos fármacosa la vez. A la hora
de elegir un antihipertensor, los médicos toman en consideración factores
como los siguientes

• Edad, sexo y ascendencia


• Gravedad de la hipertensión arterial
• Presencia de otros trastornos como diabetes o colesterol elevado
• Posibles reacciones adversas, que varían entre unos fármacos y
otros
• Precio de los fármacos o las pruebas necesarias para detectar la
posibilidad de determinadas reacciones adversas
En la mayoría de casos (más del 74%) se acaban necesitando dos o más
fármacos para conseguir reducir la presión a niveles óptimos.

La mayoría de las personas tolera los fármacos antihipertensores que se les


han prescrito sin problemas. Sin embargo, cualquier fármaco antihipertensor
puede provocar reacciones adversas. Así pues, cuando aparecen, el
paciente debe informar al médico para que pueda ajustar la dosis o cambiar
de fármaco. Por lo general, para controlar la presiónarterial, es preciso
tomar un antihipertensor de por vida.

Tratamiento de la hipertensión secundaria


Si es posible, se debe tratar la causa de la hipertensión arterial. El
tratamiento de la enfermedad renal a veces puede normalizar la presión
arterial o por lo menos reducirla, de modo que el tratamiento con
antihipertensores sea más eficaz. Una arteria renal estrechada se puede
dilatar mediante la inserción de un catéter con un balón en la punta, que
luego se infla (angioplastia). También se puede practicar una intervención
quirúrgica de derivación (bypass) del segmento angosto de la arteria que
irriga el riñón. Frecuentemente este tipo de cirugía cura la hipertensión.
Los tumores que causan hipertensión arterial, como el feocromocitoma, por
lo general se pueden extirpar quirúrgicamente.

Si el paciente todavía presenta hipertensión a pesar de tomar tres


medicamentos diferentes, en algunas ocasiones el médico inserta un catéter
en cada arteria renal (en Europa). El catéter produce ondas de radio que
destruyen los nervios simpáticos a lo largo de las arterias renales. Los
primeros estudios sobre este procedimiento parecieron
mostrar que reducía la presión arterial. Sin embargo, un estudio mucho más
grande y más completo no mostró que el procedimiento fuera eficaz. Este
tratamiento no está disponible en los Estados Unidos.

Otro tratamiento para la hipertensión arterial es lo que se conoce como


terapia con marcapasos. Se implanta un electrodo en el cuello, donde
estimula ciertas terminaciones nerviosas que ayudan a regular la presión
arterial. Este tratamiento no está disponible en Estados Unidos, pero está
disponible en Europa y Canadá.

Tratamiento de las urgencias hipertensivas leves y


graves

En las urgencias hipertensivas graves, la presión arterial debe disminuirse


rápidamente. Este tipo de urgencias reciben tratamiento hospitalario en las
unidades de cuidados intensivos. La mayoría de los fármacos que seutilizan
para disminuir la presión arterial de forma rápida, como el fenoldopam, el
nitroprusiato, la nicardipina o el labetalol, se administran por vía
intravenosa.

Pronóstico de la hipertensión arterial

La hipertensión arterial no tratada aumenta el riesgo de que el paciente


desarrolle una enfermedad cardíaca (como insuficiencia cardíaca, infarto
de miocardio o muerte súbita de origen cardíaco), insuficiencia renal o un
accidente cerebrovascular a una edad temprana. La hipertensión arterial
es el factor de riesgo más importante para desarrollar accidentes
cerebrovasculares. También es uno de los tres factores de riesgo
modificables más importantes para los infartos de miocardio (los otros dos
son el tabaquismo y los niveles elevados de colesterol en sangre).

Los tratamientos que hacen descender la hipertensión arterial disminuyen


de forma considerable el riesgo de accidente cerebrovascular y de
insuficiencia cardíaca. También disminuyen el riesgo de infarto de
miocardio, aunque no de una forma tan considerable.

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