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La amenaza en contra del actor excedía con creces lo que está llamado a
soportar como docente, ya que se encontraba enfrentado a una situación de
persecución particular cuyas dimensiones desbordaban el riesgo que se
deriva de la actividad docente. Además, la situación de riesgo era a todas
luces desproporcionada en relación con los beneficios que el actor derivaba
de la actividad docente. Baste aquí indicar que la situación planteada
significó para el demandante tener que trasladar a su familia, vivir en el
ocultamiento, dejar de impartir clases a sus alumnos y pedir una licencia no
remunerada. Cabe resaltar que la situación descrita constituía una amenaza
a los derechos a la vida e integridad personal del actor y que ésta era grave e
inminente.
Magistrado Ponente:
Dr. JAIME ARAUJO RENTERÍA
SENTENCIA
dentro del proceso de revisión de los fallos proferidos por el Juzgado Primero
de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de San Juan de Pasto, en
primera instancia, y la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior de
Distrito Judicial de San Juan de Pasto, en segunda, dentro del trámite de la
acción de tutela iniciada por el señor Javier Alejandro Martínez Moriano
contra el Gobernador de Nariño y el Secretario de Educación del mismo
departamento, con citación oficiosa del Alcalde municipal de San Juan de
Pasto y el Secretario de Cultura de dicho municipio.
.
I. ANTECEDENTES
1. Hechos.
Una vez solo con aquellos hombres, el demandante afirma haber sido obligado
a abordar una camioneta. Maniatado e interrogado acerca de sus actividades,
cuenta que los mismos le quitaron la cédula y la libreta militar y que le
pidieron que les diera su numero telefónico para poder localizarlo en cualquier
momento y poder requerir que se presentara cuando así lo quisieran.
Agrega que ante los hechos narrados, presentó denuncia ante el Personero de
Ricaurte e informó de la situación al sindicato de docentes del departamento,
SIMANA. Éste solicitó por escrito al alcalde del municipio que tomara
medidas de protección para salvaguardar la vida del señor Martínez y que le
concediera una licencia remunerada. Al comunicado- dice- respondió el
alcalde aduciendo que lo único que podía hacer era trasladar al educador al
casco urbano de la población; oferta que éste no aceptó porque no quería verse
separado de su familia.
Luego de haber tomado esta decisión –prosigue- empezó a notar que carros y
gente lo seguían, lo que lo condujo a solicitar una licencia no remunerada por
seis (6) meses con el objeto de intentar que la situación de persecución de la
que se creía víctima llegara a un fin.
Cuenta que fue allí donde empezó a recibir amenazadoras llamadas telefónicas
anónimas y, finalmente, una orden para él y su familia de que abandonaran la
región en 24 horas, so pena de ser asesinados. Señala que ese fue el comienzo
de una larga peregrinación por el departamento, que concluyó cuando llegaron
al municipio de Pasto.
2. Solicitud
3. Trámite de instancia.
2
Folios 67-68
dado su perfil, resultaba difícil una vacante que se adecuara a su nivel de
capacitación.
Agrega que el lugar donde fue reubicado el demandante, dista dos horas de la
capital del departamento y se encuentra a tres (3) kilómetros de la cabecera
municipal de Córdoba. Señala que, según informaciones obtenidas, en el lugar
hace presencia la fuerza pública y no hay problemas de orden público.
- Copia del Decreto 1420 de 31 de diciembre de 2003, por medio del cual el
Gobernador de Nariño decreta el traslado del señor Martínez Moriano al
municipio de Córdoba, Nariño (Folio 89)
- Constancia del Equipo Técnico de Reorganización Educativa Departamental
en la que indica que no existen problemas de orden público en el municipio de
Córdoba-Nariño (Folio 91)
- Oficio por medio del cual el Asesor de Paz del Departamento de Nariño
informa sobre la situación de orden público en el municipio de Córdoba
(Cuaderno 2º Folio 33)
- Oficio por medio del cual Comandante de Policía del Departamento de
Nariño informa sobre la situación de orden público en el municipio de
Córdoba (Cuaderno 2º Folios 34-39)
- Oficio por medio del cual el Coordinador de Inteligencia de la Seccional de
Nariño del DAS informa sobre la situación de orden público en el municipio
de Córdoba (Cuaderno 2º Folio 51)
- Oficio por medio del cual el Defensor del Pueblo, Regional Nariño, informa
sobre la situación de orden público en el municipio de Córdoba (Cuaderno 2º
Folio 53)
2. Impugnación
Además, con el objeto de indicar que el lugar al que fue trasladado no ofrece
condiciones para la protección de su vida, manifiesta que, al haber sido
amenazado por su supuesta colaboración con grupos guerrilleros, la presencia
de agentes de la fuerza pública –cuyos nexos con las autodefensas son por
todos conocidos, alega- no hace nada diferente que perpetuar su estado de
peligro.
3. Problema Jurídico.
En el presente caso esta Sala debe establecer si se han vulnerado los derechos
fundamentales a la vida e integridad personal del señor Javier Alejandro
Martínez Moriano, teniendo en cuenta que la gobernación de Nariño, por
intermedio de la Secretaría Departamental de Educación, luego de declararlo
docente amenazado, ordenó su traslado al municipio de Córdoba, lugar en el
que el actor considera que subsiste un riesgo para su vida y la de su familia, y
no al municipio de Pasto, de las preferencias del demandante y del que afirma
ser el único lugar seguro para ellas.
4.3 De igual manera, ha de tenerse en cuenta cuál el papel que una persona en
riesgo desempeña dentro de la sociedad. Ello con el objeto de establecer si a
determinado individuo se le puede exigir que soporte una determinada carga
de riesgo al que se encuentra expuesto. Tal y como ha manifestado esta Corte,
de acuerdo con el deber de solidaridad establecido en el numeral 2º del art. 95
de la Carta Política, los ciudadanos deben asumir las cargas públicas
inherentes a la convivencia en sociedad y a la prestación de los servicios
públicos; siendo cierto lo anterior tanto para los que se benefician de dichos
servicios,3 como para las personas encargadas de su prestación. Acerca de las
cargas que deben asumir los servidores públicos, ha sido establecido por la
jurisprudencia constitucional que para poder desarrollar las diferentes
actividades estatales se requiere que soporten un mayor nivel de cargas. Ello,
por cuanto no puede generalizarse que debido a los riesgos inherentes que
contra la vida y la integridad física existen en determinados lugares, la
prestación de los servicios públicos se vea interrumpida. La carga a soportar
es aún mayor tratándose de funcionarios cuya función es la instrucción de
procesos penales; de los agentes de seguridad o incluso, de los miembros de
las Fuerza Pública.4
4.4.4 Nivel de riesgo extremo. Este es el nivel de riesgo más alto. En esta
categoría también se ponen en peligro derechos fundamentales como la vida y
la integridad personal. Para que el individuo pueda obtener una protección
especial por parte del Estado en este nivel, el riesgo debe reunir las
características indicadas en relación con el nivel anterior y, además, debe ser
grave e inminente. Es grave aquel riesgo que amenaza un bien jurídico de
mucha entidad o importancia. La inminencia se predica de aquello que o está
para suceder prontamente. Así, el riesgo extremo es aquel del que se puede
decir que en cualquier instante puede dejar de ser una amenaza y
materializarse en una vulneración de los derechos a la vida o a la integridad
personal, que son evidentemente primordiales para el ser humano.
5.2 Ahora bien, con el fin de establecer claridad frente a los hechos que son
objeto del presente proceso y para hacer buen uso del material probatorio que
obra en el expediente, esta Sala desea hacer algunas precisiones en relación
con la situación de orden público en los diversos municipios del departamento
de Nariño que sirven de marco para el problema que aborda.
8
Sentencia T- 719-03 (M.P.: Manuel José Cepeda Espinosa)
Así las cosas, lo primero que debe señalar esta Sala es que Nariño es uno de
aquellos departamentos que con mayor rigor se han visto afectados
recientemente por el conflicto interno que vive el país. De acuerdo con el
informe Los derechos humanos en el Departamento del Nariño9, elaborado
por el Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario:
De acuerdo con el citado informe, las FARC operan con dos bloques: el
Suroccidental (frentes 29 y 8), el cual hace presencia fundamentalmente en el
noroccidente y en la región Pacífica del departamento, dentro de la cual se
encuentran comprendidos los municipios Mallama, Tumaco y Ricaurte. Por
otro lado, el bloque Sur (frentes 2 “Mariscal Sucre, ”y 13), el cual ha tenido
influencia en el área rural de Pasto y La Cocha, en los municipios de La
Unión, Buesaco, San Pablo ,la Cruz y Córdoba. Además, esporádicamente el
frente 32 opera en los municipios de Puerres y Potosí y el frente 48 hace
presencia desde la región del Macizo Colombiano hasta Ipiales, incluyendo al
municipio de Pasto en su área rural (El Encanto, Río Bobo). Estos dos últimos
frentes se desplazan desde el departamento del Putumayo.
Además se trataba de una situación que generaba un peligro para el actor que,
pese a su condición de funcionario público y tener a cargo la garantía de un
derecho de tanta entidad como el de la educación, no estaba en el deber de
soportar. Como en este sentido se explicó en las consideraciones generales de
esta sentencia, las personas deben asumir las cargas públicas inherentes a la
convivencia en sociedad y a la prestación de los servicios públicos. En este
sentido ha sido establecido por la jurisprudencia constitucional que para poder
desarrollar las diferentes actividades estatales se requiere que los funcionarios
públicos, como el actor, soporten un mayor nivel de cargas, por cuanto no
puede generalizarse que debido a los riesgos inherentes que contra la vida y la
integridad física existen en determinados lugares, la prestación de los
servicios públicos se vea interrumpida.
En el caso que nos ocupa, la amenaza en contra del señor Martínez Moriano
excedía con creces lo que está llamado a soportar como docente, ya que se
encontraba enfrentado a una situación de persecución particular cuyas
dimensiones desbordaban el riesgo que se deriva de la actividad docente.
Además, la situación de riesgo era a todas luces desproporcionada en relación
con los beneficios que el actor derivaba de la actividad docente. Baste aquí
indicar que la situación planteada significó para el demandante tener que
trasladar a su familia, vivir en el ocultamiento, dejar de impartir clases a sus
alumnos y pedir una licencia no remunerada por seis (6) meses13.
Por último, cabe resaltar que la situación descrita constituía una amenaza a los
derechos a la vida e integridad personal del actor y que ésta era grave e
inminente.
5.4 Ahora bien, la situación de riesgo extremo que vivía el demandante y que
amenazaba sus derechos fundamentales a la vida y a la integridad personal,
originó la declaratoria de docente amenazado por parte de un Comité
constituido para tal efecto, y que acto seguido se ordenara, por parte de la
Secretaría de Educación departamental, el traslado del docente a la vereda
Tandaud en el municipio de Córdoba.
5.5 Bajo la óptica del anterior planteamiento debe obtenerse una solución para
el asunto que a consideración del juez constitucional presentó el señor
Martínez Moriano.
Entendiendo con claridad que existió una decisión por parte de la demandada
que pretendía sustraerlo de un riesgo extremo, la Sala debe entrar a analizar
el nuevo riesgo que pudiera existir en el municipio de Córdoba, con el fin de
determinar si se amenazan sus derechos a la vida y a la integridad personal.
Con base en dicho examen podrá la Corte establecer, primero, si procede el
amparo o no y, en caso de respuesta afirmativa, en relación con la naturaleza
del derecho amenazado, qué ordenes debe impartir.
5.6 Lo primero que desea señalar la Sala en relación con el estudio propuesto,
es que el municipio de Córdoba, de acuerdo con la información general que
14
Ver Sentencia T-258/01(M.P.: Eduardo Montealegre Lynett)
suministra el multicitado informe del Programa Presidencial de Derechos
Humanos y Derecho Internacional Humanitario, Vicepresidencia de la
República, se encuentra por fuera del área de disputa territorial entre guerrilla
y paramilitares, cuyo centro es la vía Túquerres-Tumaco.
5.7 Ahora bien, aun teniendo en consideración que, tal y como se señaló
arriba, el municipio de Córdoba no pertenece al área de disputa del “control
territorial” entre guerrilla y autodefensas, se debe indicar que estos últimos
operan en la zona sur-oriental del departamento, cuyo límite oriental se puede
establecer en proximidades del municipio de Cuaspud (Carlosama) 17. Este
municipio, tomando la vía a través de Ipiales, dista aproximadamente treinta
(30) kilómetros de Córdoba, camino que se estima en promedio de una (1)
hora18. Así las cosas, Córdoba constituye prácticamente una “zona de
frontera” entre una parte del grupo de autodefensas Libertadores del Sur y el
Frente 2 de las FARC. Esto explica, entonces, que debido a la cercanía de una
zona de acentuada presencia de autodefensas exista la posibilidad de que se
den incursiones por parte de éstos en la zona del municipio de Córdoba y, por
ende, las afirmaciones del Coordinador de Inteligencia del DAS, Seccional
Nariño, en el sentido de existir “desplazamientos esporádicos de delincuentes
del Bloque Libertadores del Sur de las AUC”19 hacia este último municipio.
De igual manera, que la Defensoría del Pueblo afirme que ellos “operan” 20 en
Córdoba.
17
Los derechos humanos en el Departamento del Nariño; Programa Presidencial de Derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario, Vicepresidencia de la República. Gráfico, Pág.: 6.
18
Datos tomados de Atlas Judicial de Colombia; Consejo Superior de la Judicatura; IGAC; Bogotá: 1996.
Pág.:195
19
Folio 51, Cuaderno 2
20
Folio 53, Cuaderno 2
del accionar de dicho grupo, o que la posibilidad de una acción de las AUC en
el municipio fuera remota.
La Sala observa que, con base en las pruebas que obran en el expediente, la
acción de las AUC en el municipio no puede ser calificada como remota. A
pesar de que Córdoba no pueda ser calificado como un lugar de dominio de
dicho grupo, sí hay base para indicar que, dada su proximidad a un área
donde esta organización ilegal domina, resulta muy factible que uno o varios
miembros de dicha agrupación se desplacen hasta allí. Además la Sala
considera que de la información recibida de las diferentes entidades, aquella
proveniente de la Defensoría del Pueblo, por estar fundamentada en el
Sistema de Alertas Tempranas21, ofrece un mayor grado de confiabilidad en lo
referente a la realidad del conflicto en el municipio de Córdoba.
21
Este es el mecanismo con el cual se pueden determinar las tendencias generales del conflicto interno, para
establecer los grados de riesgo para regiones y municipios y generar un sistema eficaz de comunicaciones
para poner en marcha de manera rápida un proceso de respuesta a las amenazas que sufren las comunidades.
Así, concluye la Sala, el señor Javier Alejandro Martínez Moriano fue
expuesto, con la decisión de la Secretaría Departamental de Educación, a una
situación de riesgo extremo que amenaza sus derechos fundamentales a la
vida y la integridad personal.
5.10 ¿Qué orden debe impartir esta Sala para conjurar la amenaza en contra
de dichos derechos fundamentales?
Considera esta Sala que la decisión que toma está condicionada por las
posibilidades mismas que ofrece el municipio de Córdoba para conjurar la
amenaza que vive el actor. Así, visto que la presencia de efectivos de la
Policía en el municipio es apenas de doce (12), y que no se ha podido llegar a
la certeza sobre cuál es la protección que el ejército ofrece en la zona, la Sala
descarta impartir orden alguna en el sentido de que se ofrezca al demandante
protección permanente en este municipio, previo estudio de seguridad.
Considera así la Sala que la única alternativa viable para proteger al actor, es
la que él mismo solicita y que, en consecuencia, deberá ordenarse su traslado a
una entidad educativa del municipio de Pasto. En este sentido, debe tenerse
en cuenta que, como lo señala el informe del Programa Presidencial para los
Derechos Humanos, es sabido que el grupo del que proviene la amenaza en
contra del actor, tiene presencia en la zona rural del municipio. Así, considera
la Sala, la posibilidad de “ser menos visible” que brinda una ciudad con una
población aproximada de 400.000 habitantes, y la mayor posibilidad de
protección en centros de concentración demográfica, son argumentos
suficientes para entender que el riesgo al que estará expuesto el actor será de
características comunes, exigible a todas las personas, y que no requerirá
medidas particulares y extraordinarias.
Para hacer efectiva la orden impartida, la Corte considera que aunque para los
efectos del campo educativo el municipio de San Juan de Pasto es de carácter
certificado, según el contenido de la Ley 715 de 2001, y en consecuencia
cuenta con autonomía frente al departamento de Nariño para definir quiénes
ocupan las plazas docentes de las que disponen, es necesario que entre el
Alcalde de dicho municipio y el Gobernador del departamento, dentro de los
diez (10) días hábiles siguientes a la notificación de la presente sentencia, se
haga uso del mecanismo de traslado definitivo que prevé el artículo 22 de la
misma Ley,22 reglamentado por el Decreto 3222 de 2003, en especial el
artículo 3º que trata de los traslados por razones de seguridad.23
RESUELVE
22
Ley 715 de 2001. “ARTÍCULO 22. TRASLADOS. Cuando para la debida prestación del servicio educativo
se requiera el traslado de un docente o directivo docente, este se ejecutará discrecionalmente y por acto
debidamente motivado por la autoridad nominadora departamental, distrital o del municipio certificado
cuando se efectúe dentro de la misma entidad territorial
Cuando se trate de traslados entre departamentos, distritos o municipios certificados se requerirá, además
del acto administrativo debidamente motivado, un convenio interadministrativo entre las entidades
territoriales.
Las solicitudes de traslados y las permutas procederán estrictamente de acuerdo con las necesidades del
servicio y no podrán afectarse con ellos la composición de las plantas de personal de las entidades
territoriales.
El Gobierno Nacional reglamentará esta disposición”.
23
Decreto 3222 de 2003, ARTÍCULO 3o. TRASLADOS POR RAZONES DE SEGURIDAD. Cuando surja una
amenaza o un desplazamiento forzoso, debido a una situación de orden público que atente contra su vida o
integridad personal, el docente o directivo docente podrá presentar solicitud de traslado. A la solicitud,
adjuntará los soportes o pruebas con la indicación de las circunstancias en que fundamenta la petición, copia
de la comunicación enviada a la Procuraduría Regional y de la denuncia presentada ante la Fiscalía o, en su
defecto ante la autoridad judicial competente.
La autoridad nominadora de la entidad territorial certificada determinará la reubicación transitoria o el
traslado definitivo con base en el informe del Comité Especial de Docentes Amenazados o Desplazados que
creará cada entidad territorial con el fin de conceptuar sobre la situación que afecta al docente, directivo
docente amenazado o desplazado, a más tardar dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a la presentación
de la solicitud. Este comité estará conformado por el secretario de educación o quien haga sus veces, quien
lo presidirá, el procurador regional o su delegado, el jefe de la oficina de personal o quien haga sus veces y
un representante del sindicato que agrupe el mayor número de docentes de la entidad territorial. En las
entidades territoriales que no cuenten con organizaciones sindicales, participará un representante de los
docentes seleccionado para este efecto en una reunión general de los docentes. En ningún caso este comité
decidirá sobre el sitio de reubicación del solicitante o hará gestiones relacionadas con su traslado.
La autoridad nominadora, como primer recurso, evaluará la posibilidad de trasladar al docente o directivo
docente amenazado o desplazado, dentro de su jurisdicción.
Cuando por razones de seguridad, la autoridad nominadora considere necesario trasladar al docente o
directivo docente a otra entidad territorial, previo convenio interadministrativo, gestionará el traslado
preferiblemente a una entidad territorial de tipología similar, donde será incorporado a la planta de la
respectiva entidad territorial.
Cuando no se logre un acuerdo para el traslado definitivo a otra entidad territorial, la entidad territorial
nominadora podrá reubicar transitoriamente hasta por un año al docente o directivo docente amenazado o
desplazado en otra entidad territorial, previo convenio interadministrativo, en el cual deberá explicitarse que
la entidad remisora continuará cancelando el salario y las prestaciones sociales de los docentes que se
encuentren ubicados transitoriamente fuera de su jurisdicción por razones de seguridad.
Al final del período convenido, las dos entidades evaluarán las circunstancia en que se generó el convenio y
su desarrollo para decidir sobre el posible traslado definitivo a la entidad receptora, prórroga del convenio
hasta por un año más, el regreso a la entidad nominadora o su traslado a otra entidad territorial.
PARÁGRAFO 1o. Las entidades territoriales que actualmente tienen docentes o directivos docentes que, por
razones de seguridad, están por fuera de la entidad en que están nombrados, deberán adelantar todas las
diligencias administrativas necesarias para definir su situación, a más tardar el 31 de diciembre de 2003.
PARÁGRAFO 2o. Si efectuado el traslado, la autoridad nominadora constata con el apoyo de los organismos
estatales competentes, que las razones de la solicitud que originó el traslado son infundadas, tomará las
medidas administrativas, penales y disciplinarias pertinentes. ”
Segundo.- REVOCAR el fallo proferido el 17 de mayo de 2004 por la Sala
de Decisión Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de San Juan de
Pasto, por medio del cual se confirmó aquel que el 5 de marzo de 2004
profiriera en primera instancia el Juzgado Primero de Ejecución de Penas y
Medidas de Seguridad de la misma ciudad, negando el amparo solicitado por
el señor Javier Alejandro Martínez Moriano dentro de la acción de tutela que
éste inició contra el Gobernador de Nariño y el Secretario de Educación del
mismo Departamento, con citación oficiosa del Alcalde municipal de San Juan
de Pasto y el Secretario de Cultura de dicho municipio.
iii) En todo caso, a más tardar al vencimiento del año señalado, el Alcalde
Municipal de San Juan de Pasto y el Gobernador del Departamento de Nariño
trasladarán de forma definitiva al docente Javier Alejandro Martínez Moriano
a dicho municipio.