Biomoléculas
Te explicamos qué son las biomoléculas y cómo son las biomoléculas
orgánicas e inorgánicas. Cuáles son sus funciones e importancia.
Los lípidos poseen un costado hidrófobo, es decir, que repele el agua.
¿Qué son las biomoléculas?
Las biomoléculas o moléculas biológicas son todas
aquellas moléculas propias de los seres vivos, ya sea como producto de
sus funciones biológicas o como constituyente de sus cuerpos. Se presentan
en un enorme y variado rango de tamaños, formas y funciones. Las principales
biomoléculas son los carbohidratos, las proteínas, los lípidos, los aminoácidos,
las vitaminas y los ácidos nucleicos.
El cuerpo de los seres vivos está conformado principalmente por
combinaciones complejas de seis elementos primordiales: el carbono (C), el
hidrógeno (H), el oxígeno (O), el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S).
Esto se debe a que estos elementos permiten:
• La formación de enlaces covalentes (que comparten electrones)
sumamente estables (simples, dobles o triples).
• La formación de esqueletos tridimensionales de carbono.
• La construcción de múltiples grupos funcionales con características
sumamente distintas y particulares.
Por esta razón, las biomoléculas suelen estar constituidas por este tipo de
elementos químicos. Las biomoléculas comparten una relación fundamental
entre estructura y funciones, en la que interviene también el entorno en el que
se encuentran. Por ejemplo, los lípidos poseen una parte hidrófoba, o sea, que
repele el agua, por lo que suelen organizarse en presencia de ella de modo tal
que los extremos hidrófilos (atraídos por el agua) queden en contacto con el
entorno y los hidrófobos queden a su resguardo. Este tipo de funciones son
fundamentales para la comprensión del funcionamiento bioquímico de
los organismos vivientes.
Según su naturaleza química, las biomoléculas pueden clasificarse en
orgánicas e inorgánicas.
Biomoléculas inorgánicas
Las biomoléculas inorgánicas no están basadas en el carbono.
Las biomoléculas inorgánicas son todas aquellas que no están basadas en el
carbono, excepto algunas como el CO2(g) y en CO. Estas pueden ser parte
tanto de los seres vivientes como de los objetos inanimados, pero no por
eso dejan de ser indispensables para la existencia de la vida. Estos tipos de
biomoléculas no forman cadenas de monómeros como en el caso de las
orgánicas, es decir, no forman polímeros, y pueden estar formadas por
distintos elementos químicos.
Algunos ejemplos de biomoléculas inorgánicas son el agua,
determinados gases como el oxígeno (O2) o el hidrógeno (H2), el NH3 y el NaCl.
Biomoléculas orgánicas
Las biomoléculas orgánicas son producto de las reacciones químicas propias
del cuerpo.
Las biomoléculas orgánicas están basadas en la química del carbono. Estas
biomoléculas son producto de las reacciones químicas del cuerpo o
del metabolismo de los seres vivientes. Están constituidas fundamentalmente
por carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O). También pueden tener como
parte de su estructura elementos metálicos como hierro (Fe), cobalto (Co) o
níquel (Ni), en cuyo caso se llamarían oligoelementos. Cualquier proteína,
aminoácido, lípido, carbohidrato, ácido nucleico o vitamina es un buen ejemplo
de este tipo de biomoléculas.
Funciones de las biomoléculas
La herencia en los seres vivos es posible gracias a la existencia del ADN.
Las biomoléculas pueden tener diversas funciones, tales como:
• Funciones estructurales. Las proteínas y los lípidos sirven como materia
de sostén de las células, manteniendo la estructura de membranas y
tejidos. Los lípidos también constituyen la reserva de energía en
los animales y las plantas.
• Funciones de transporte. Algunas biomoléculas sirven para movilizar
nutrientes y otras sustancias a lo largo del cuerpo, dentro y fuera de las
células, uniéndose a ellas mediante enlaces específicos que luego pueden
romperse. Un ejemplo de este tipo de biomolécula es el agua.
• Funciones de catálisis. Las enzimas son biomoléculas capaces de
catalizar (acelerar) la velocidad de determinadas reacciones químicas sin
formar parte de la reacción, por tanto, no constituyen ni un reactivo, ni un
producto. Estos tipos de biomoléculas regulan un numeroso grupo de
procesos químicos y biológicos que ocurren en el cuerpo humano, de los
animales y las plantas. También existen los inhibidores, que son moléculas
que disminuyen la velocidad de determinadas reacciones químicas y, por
tanto, también intervienen en la regulación de los procesos químicos y
biológicos. Ejemplos de enzimas son la amilasa, que se produce en la boca
y permite descomponer moléculas de almidón, y la pepsina, que se produce
en el estómago y permite descomponer proteínas en aminoácidos.
• Funciones energéticas. La nutrición de los organismos vivos puede
ser autótrofa, cuando son capaces de sintetizar los compuestos
fundamentales para su metabolismo a expensas de moléculas inorgánicas
(sin depender de otro ser vivo), o heterótrofa, cuando obtienen la materia
orgánica necesaria para su metabolismo a partir de la materia orgánica
sintetizada por otros organismos autótrofos o heterótrofos (dependiendo de
otro ser vivo). En ambos casos, la energía necesaria para sostener la vida
en los organismos vivos se obtiene mediante un proceso denominado
oxidación, que consiste en degradar la glucosa a formas más simples para
obtener energía. Los lípidos también son una fuente esencial de energía.
• Funciones genéticas. El ADN (ácido desoxirribonucleico ) es un ácido
nucleico que contiene toda la información genética necesaria para el
desarrollo y funcionamiento de todos los seres vivos. Además, es
responsable de transmitir la información hereditaria. Por otra parte,
el ARN (ribonucleico) es un ácido ribonucleico que interviene en la síntesis
de proteínas necesarias para el desarrollo y funcionamiento de las células.
El ADN y el ARN no actúan solos, el ADN se vale del ARN para
transmitir información genética durante la síntesis de proteínas. Estas dos
biomoléculas constituyen la base del genoma (todo el material genético que
contiene un organismo particular), por tanto, determinan lo que es una
especie o un individuo específico.
Importancia de las biomoléculas
Las biomoléculas son indispensables para el nacimiento, desarrollo y
funcionamiento de todas las células que conforman a los organismos vivos.
Cumplen funciones vitales de sostén, de regulación de procesos y de
transporte de sustancias en cada una de las células que forman los tejidos,
órganos y sistemas de órganos.
La falta de determinada biomolécula en algún organismo vivo puede provocar
deficiencias y desequilibrios en su funcionamiento, provocando su deterioro o
la muerte.
Bioelementos y biomoléculas
Se denomina bioelementos a los elementos químicos a partir de los cuales
se componen las biomoléculas, por tanto, son los elementos presentes en
los seres vivos.
Los bioelementos pueden ser clasificados como:
• Bioelementos primarios. Componen el 99 % de la materia viviente de
todos los seres vivos conocidos. Son: carbono (C), oxígeno (O), hidrógeno
(H), nitrógeno (N), azufre (S) y fósforo (P).
• Bioelementos secundarios. Son aquellos que, si bien son indispensables
para la vida y para el correcto desempeño del cuerpo, se requieren en
cantidades moderadas y con fines específicos. Son: sodio (Na), calcio (Ca),
magnesio (Mg), potasio (K), cloro (Cl) y flúor (F).
Además, existen los oligoelementos que son necesarios para la vida, pero en
cantidades muy bajas (0,1 % de los bioelementos del cuerpo). Algunos
ejemplos son: hierro (Fe), yodo (I), cromo (Cr), cobre (Cu), Zinc (Zn) y Boro (B).