Materia

Estrategias para aprender a

aprender Maestra

Dafne Karina Parra Guerrero

Alumno

José Luis Coronado

Gutiérrez

30/11/21, Hermosillo Sonora

Los alimentos transgénicos.

Nos encontramos en la era biotecnológica que se basa en la genética molecular. Hasta el

momento se ha visto que la biotecnología ha tenido muy buenos resultados y se espera que

tenga una gran repercusión en el ámbito comercial. La biotecnología se refiere a la

aplicación de tecnología en donde se usan sistemas biológicos y organismos vivos con la

finalidad de crear o modificar productos para usos específicos. Existen varios tipos de

biotecnología, algunos de ellos son: medica, agrícola e industrial.

A continuación, se destacará la importancia de la biotecnología agrícola en la producción

de alimentos transgénicos; este tipo de tecnología es empleada para mejorar los cultivos y las

plantas. Generalmente se enfoca en el desarrollo en investigación de las plantas que son

modificadas genéticamente, con el fin de mejorar sus características y hacerlas más

resistentes factores como el clima y las plagas, entre otras. Es por ello que algunos afirman

que los alimentos transgénicos aumentan los rendimientos agrícolas en comparación con los

alimentos convencionales.

Muchas personas piensan que los alimentos transgénicos dañan la salud y que no son

tan nutritivos y por lo tanto no los consumen, desgraciadamente esto se debe a la

desinformación que existe sobre este tipo de alimentos, ya que según expertos el beneficio del

uso de la modificación genética es para mejorar la composición nutricional de los cultivos.

En la actualidad está en aumento la producción de alimentos transgénicos. Un

transgénico es un organismo que tiene uno o más de un gen distinto al que se le podría

atribuir originalmente, esto gracias a las técnicas que han desarrollado en la ingeniería

genética. Ese gen pudo haberse extraído de un ser vivo y ser modificado en el laboratorio e

introducirse nuevamente en el mismo organismo, o extraerse de una especie e introducirse

en otra.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura

(FAO, por sus siglas en inglés), llamamos transgénicos a los organismos vivos modificados
 (OVM) genéticamente. Estos organismos pueden ser plantas, animales o microorganismos

como bacterias, cuyo material genético ha sido modificado, en el caso de agricultura y

ganadería se hace con el fin de obtener mejores resultados en producción.

Desde 1996 se ha implementado la modificación genética de alimentos, desde entonces

se ha cuestionado y discutido si este tipo de cultivo aumenta el rendimiento de producción.

Existen algunos estudios que afirman que efectivamente existe una mayor producción al

aplicar la biotecnología transgénica. Un grupo de científicos italianos hizo un meta análisis

en el cual se comparó el maíz transgénico con variedades no convencionales.

Revisaron más de 6000 estudios y encontraron que el maíz transgénico incrementó el

rendimiento hasta un 25% y disminuyó rigurosamente los contaminantes riesgosos de los

alimentos. Dicho estudio fue publicado en Scientific Reports, en él se analizaron los datos

de campo desde 1996, cuando por primera vez se plantaron cultivos transgénicos, hasta el

año 2016 en los Estados Unidos, Europa, América del Sur, Asia, África y Australia. Los

hallazgos que obtuvieron los investigadores son los siguientes:

Primeramente, encontraron que las variedades de maíz transgénico aumentaron el

rendimiento de los cultivos entre 5,6% a un 24,5% en relación con sus equivalentes no

modificados genéticamente.

También descubrieron que los cultivos de maíz transgénico tuvieron porcentajes más

bajos de micotoxinas (–28.8%), fumonisinas (–30.6%) y ticotecas (–36.5%), todo lo cual

puede ocasionar pérdidas económicas y dañar la salud humana y animal gravemente.

Por su parte Sánchez (2003) realiza un estudio titulado “Biotecnología: ventajas y

desventajas para la agricultura” en el cual menciona que los datos en relación con el uso de

cultivos transgénicos de primera generación indican que las características adquiridas

permiten obtener un incremento en la productividad a nivel de campo, eso puede ser porque

se reducen los insumos que se necesitan o se incrementa el rendimiento.

 El autor hace mención sobre uno de los casos más polémicos donde se pudieron ver los

resultados favorables de cultivos transgénicos; el caso el transgen Bt. Para 1998 se habían

sembrado aproximadamente siete millones de maíz y un millón de algodón transgénico, se

estimó que el rendimiento del maíz con el gen Bt fue más alto que el del maíz normal hasta

en un 8 por ciento y se disminuyó hasta un 40 por ciento el uso de insecticidas. Como es de

esperarse esto dio mayores beneficios a los agricultores ya que obtuvieron mejores utilidades

y se redujo las sustancias toxicas aplicadas al medio ambiente.

Como se puede observar en los resultados obtenidos en las investigaciones mencionadas

anteriormente la aplicación de la biotecnología brindó buenos resultados y aumentó el

rendimiento de los cultivos además de reducir gastos en el uso de plaguicidas lo cual resulta

favorable para los agricultores ya que obtienen mayores ganancias e invierten menos en el

cuidado de los cultivos.

Los alimentos transgénicos son una excelente opción para el cultivo debido a todos los

beneficios trae consigo este tipo de tecnología. Además, que son igual de seguros que los

alimentos no transgénicos y no dañan la salud ni el medio ambiente cuando la tecnología es

aplicada correctamente

Otro argumento a favor de los cultivos transgénicos según Casquier y Ortiz (2012)

es la posibilidad de que se puedan emplear para mejorar la nutrición humana, por

ejemplo, para obtener micronutrientes. Como ejemplo de ello mencionan la

transformación genética para la producción del arroz dorado, que tiene entre sus

componentes al β-caroteno, que contiene provitamina A.

La ciencia indica que el arroz dorado fue creado para ayudar a resolver problemas

de la deficiencia de vitamina A (DVA), la cual daña a muchas personas mundialmente,

principalmente a niños pequeños en los países en desarrollo. Pero con las semillas

transgénicas es posible que se mejoren las cualidades alimenticias y las propiedades

 nutricionales de los alimentos, por lo que se consumirían más vitaminas, proteínas y

minerales y menos contenidos grasos.

En definitiva, es posible que los transgénicos sean un avance de la tecnología que

favorezca la salud, debido a que pueden ser una opción para prevenir algunas carencias

nutricionales, según los componentes que sean agregados o quitados a los alimentos.

En oposición a lo anteriormente mencionado Morales (2001) menciona en su

artículo “Las nuevas fronteras tecnológicas: promesas, desafíos y amenazas de los

transgénicos” que a nivel productor y los estudios y evaluaciones que realizó encontró que

las semillas transgénicas por lo general implican mayor costo y pago de cuotas tecnológicas

por su uso y que los rendimientos que se obtienen varían según las condiciones ambientales

y las características de los ecosistemas.

También dice que en los cultivos tipo Bt se tienen que adicionar costos que implican

mantener un área de refugio sin cultivar, la que varía dependiendo de las condiciones

específicas y de los cultivos cercanos, de un 20 a un 50% del área sembrada. Y finalmente

los precios obtenidos por los productores por los productos transgénicos es posible que sean

menores a los que se pagan por productos convencionales y orgánicos.

Conclusión

Se sostiene que con la aplicación de cultivos transgénicos se dará una disminución de los

costos de la agricultura por no tener que gastar tanto dinero en insecticidas, herbicidas o

prácticas de laboreo, con lo que los cultivos transgénicos serán más rentables. Según

estudios preliminares muestran que el cultivo con OGM presenta una mayor rentabilidad

promedio que el obtenido con variedades no transgénicas. También se puede decir que

generan un menor daño ambiental ya gracias a su modificación requieren menos recursos

tales como el agua, que presenta un grande escás, insumos químicos como fertilizantes y

pesticidas los cuales deterioran el suelo y acaban con los insectos y bacterias benéfica.
Referencias.

Casquer J., y Ortiz R. (2001). Las semillas transgénicas: ¿un debate bioético? Revista de la
facultad de derecho. N° 69, 2012 pp. 281-300.
https://www.corteidh.or.cr/tablas/r31737.pdf

Morales C. (2001). Las nuevas fronteras tecnológicas: promesas, desafíos y amenazas de

los transgénicos. Red de Reestructuración y Competitividad División de Desarrollo
Productivo y Empresaria
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/4490/1/S018664_es.pdf

Sánchez, C. (2003). Biotecnología: ventajas y desventajas para la agricultura.

Departamento de Agronomía, escuela de ingeniería agrónoma. Nucleo de Monagas.
Universidad de Oriente.