Ficha de Cátedra Teorias Del Aprendizaje Perez Lus Dameno
Ficha de Cátedra Teorias Del Aprendizaje Perez Lus Dameno
Ficha de Cátedra Teorias Del Aprendizaje Perez Lus Dameno
Ficha de cátedra:
Los sistemas educativos surgieron con la formación de los estados nacionales y llevan
marcadas las huellas de las políticas que la época le imprimieron. Las escuelas se
fueron convirtiendo, como señala Pineau1, en una metáfora del progreso al compás de
dos grandes corrientes de pensamiento pedagógico: una regida por el principio de
autoridad científico, y otra, por el principio de autoridad de la buena y confiable
naturaleza humana -inscripta en los fundantes pensamientos de Rousseau-.
Ambas corrientes derivan del principio de autoridad que la razón le disputó a la religión
y laten en los análisis e interpretaciones pedagógicas del S.XVIII en adelante. La
escuela hereda el poder y la autoridad de la escuela religiosa. El poder envestido en
las instituciones de la Iglesia se transfiere a la esfera de lo estatal, a lo largo de
procesos históricos, atravesados en el caso de Latinoamérica por guerras de
independencia primero y civiles después en el tránsito de la dificultosa construcción
de los estados nacionales en nuestro continente.
1
Pineau, Pablo; Dussel, Inés y Caruso, Marcelo (2001). “La escuela como máquina de educar.
Tres escritos sobre un proyecto de la modernidad.” Editorial Paidós,
Buenos Aires, 2007. En Cap. 1 ¿Por qué triunfó la escuela?
2
La concepción de hegemonía en Gramsci es dialéctica. Tanto el control y la fuerza, como el
consenso social, están en constante movimiento y conflicto.
adjudicaron a los hechos y cosas de la esfera de lo humano y social, las mismas
características ontológicas que a los hechos y cosas de la naturaleza.
La influencia de las ciencias sociales sobre el campo de la pedagogía a partir del siglo
XIX en adelante es insoslayable.
En el análisis de las corrientes pedagógicas durante las clases de esta Cátedra, nos
detenemos muchas veces a observar y describir las características de éstas en la
concepción de docente, alumno y conocimiento a enseñar. Las teorías psicológicas se
vinculan epistemológicamente con estas corrientes. Por ejemplo, en la crítica a la
centralidad del docente de la escuela tradicional, el escolanovismo se expresa en la
recuperación de la concepción de infancia de Rousseau (1712-1778), y el
puerocentrismo que de la misma se desprende: la concepción de etapas de desarrollo
del niño y la relación que con las mismas debe observar el conocimiento a enseñar. 3
Este principio pedagógico da marco a una estrecha relación entre los avances teóricos
de la psicología y lo escolar.
Como señala Inés Dussel en La escuela como máquina de educar4, Spencer declara
su desconfianza sobre las escuelas y los métodos didácticos y es de la idea de
esperar a que la psicología avance en sus investigaciones para poder echar luz sobre
estas cuestiones. La sospecha sobre el estatuto científico de la pedagogía quedaba
así declarada.
3
En el “Emilio, o de la educación” Rousseau señala cinco etapas en el desarrollo del hombre: 1era de 0 a 2 años
de edad. 2da de 2 a 12 años, para la cual aconseja resguardarlo de los cuidados excesivos, educación negativa.
3ra de 12 a 15 años, importancia de la exploración activa del ambiente, sentido de lo útil, oficios. 4ta de 15 a 20
años, etapa de la razón, la moral y los sentimientos. 5ta el hombre en sociedad política y económica: Emilio y
Sofía.
4
Pineau, Pablo; Dussel, Inés y Caruso, Marcelo (2001). “La escuela como máquina de educar. Tres escritos
sobre un proyecto de la modernidad.” Editorial Paidós, Buenos Aires, 2007. En Cap. 2 ¿Existió una pedagogía
positivista?
Constructivismo: Los estudios de Piaget y Vigotsky
Jean Piaget (1896-1980) fue un epistemólogo, biólogo y psicólogo suizo. Durante los
años veinte en París, analizando pruebas de test de inteligencia de Binet-Simon,
descubre ciertas regularidades en las respuestas erróneas de los niños de la misma
edad a ciertas preguntas. Estas observaciones que lo llevaron a preguntarse por el
modo en que los niños aprenden, derivaron en diversas y profundas investigaciones
que con el tiempo dieron cuerpo a una teoría imprescindible para entender los
procesos de aprendizaje en los niños: la teoría constructivista del desarrollo de la
inteligencia (psicología genética-cognitiva o constructivismo genético 5 serán otras
denominaciones que podrán encontrar en la bibliografía de la Cátedra).
De regreso a Ginebra entre 1921 y 1925 Piaget asume la dirección del centro de
investigaciones del Instituto Jean Jacques Rousseau de la Universidad de Ginebra,
fundado por el reconocido escolanovista Claparède6 en 1912. Esta institución, faro de
las investigaciones psicológicas en Europa, ejerció una fuerte influencia en el
movimiento escolanovista. Quizás sea la primera relación de la teoría piagetiana con
esta corriente pedagógica, relación basada en la centralidad que esta corriente le
otorga a los intereses del niño, a la atención a su evolución psicológica y la concepción
activa del aprendizaje. Es preciso señalar la presencia, en las corrientes pedagógicas
críticas, de la concepción constructivista de la escuela activa que se populariza en los
años setenta.
En su obra Seis estudios de Psicología de 1964, Piaget desarrolla una teoría que
podríamos atrevernos a sinterizar del siguiente modo: los niños desarrollan su
inteligencia a través de complejas relaciones con el medio natural y social,
sosteniéndose específicas estructuras para el aprendizaje. Esta relación entre el sujeto
y el medio está en un constante proceso de equilibrio, aquello desconocido o extraño
del entorno con lo que el niño se cruza provoca un desequilibrio que se desenvuelve
hacia una acción de asimilación de lo desconocido, que se vuelve conocimiento
cuando se acomoda a una nueva estructura que se equilibra hasta volverse a
desequilibrar ante un nuevo evento extraño. Este proceso define etapas de desarrollo
y la estructura de cada etapa determina las posibilidades de aprendizaje.7
Lev Vigotsky (1896-1934) fue un psicólogo ruso que se ha enmarcado dentro de los
estudios del conocimiento y el aprendizaje, realizando aportes significativos a la
psicología cognitiva y, sobre todo, al constructivismo. Aquí analizaremos brevemente
los aspectos centrales de su teoría aplicada a la pedagogía, retomando nociones
vigotskianas clásicas como el concepto de zona de desarrollo próximo, la cultura como
determinante contextual, y las relaciones entre el conocimiento escolar y cotidiano.
Vigotsky, además de formarse en psicología, realizó alternadamente estudios de
medicina, derecho, filosofía e historia. A su vez, ha demostrado gran interés en el
estudio del teatro y la literatura, siendo su tesis doctoral la obra titulada Psicología del
Arte (1925), referida a la creación artística. Es importante también destacar su trabajo
El significado histórico de la crisis de la Psicología (1927), donde comienza a
establecer la relación entre la psicología y la filosofía marxista.
Por último, es importante señalar la defensa que, tanto Piaget como Vigotsky, hacen
de la necesidad de mirar al funcionamiento cognitivo de manera constructivista,
revistiendo una especial consideración a la génesis de los procesos mentales.
La zona de desarrollo próximo
Si aceptamos que esta relación dialéctica construye –entre las nociones de desarrollo
y aprendizaje- otro vínculo, otro anclaje, sin etapas o estadios evolutivos constitutivos
de ésta, podremos afirmar que en Vigotsky el aprendizaje también permite el
desarrollo. Y es desde esta noción a partir de la cual pensaremos, en los términos del
constructivismo, la relación entre docente y alumno, y los roles de ambos.
La idea de establecer esta zona de desarrollo próximo como área flexible nos permite
comprender en términos prácticos cómo se da el aprendizaje en colaboración. Ahora
el niño podrá resolver, con otros, lo que por sí mismo era incapaz de realizar. Así es
que, con la guía del docente, y en conjunto con otros pares, se van creando
condiciones para un “proceso paulatino pero progresivo de asunción de competencias”
(ibid: 66). Allí radica lo flexible, pues contiene en su definición la progresiva autonomía
de ese alumno que poco a poco irá desarrollando las tareas que antes no podía. Es en
este sentido que debemos profundizar en el concepto de zona de desarrollo próximo:
esta área contiene tanto las acciones que el niño puede hacer por sí mismo como
también aquellas que resuelve con la ayuda de otros.
8
L. Vigotsky, “El desarrollo de los procesos psicológicos superiores” (1978).
El desarrollo del niño mediatizado por determinaciones culturales
“La humanidad es lo que es porque crea, asimila y reconstruye la cultura formada por
elementos materiales y simbólicos. Así, el desarrollo del niño se encuentra inevitablemente
vinculado a su incorporación más o menos creativa a la cultura de su comunidad”.
A. Pérez Gómez.
Vigotsky nos interpela para pensar cómo la escuela acciona con y sobre la cultura de
la comunidad. ¿Cómo aparece la cultura en tanto parte constitutiva de los seres
humanos en el cotidiano escolar? ¿Qué sucede con el conocimiento en este sentido?
Pérez Gómez señala que el niño se incorpora a la cultura y produce constantemente
interpretaciones de la misma; y afirma que es la escuela la que debe acompañar la
reconstrucción crítica del conocimiento que, en su vida cotidiana, el niño ha asimilado
de manera acrítica.
Desde estos planteos, sostenemos como valiosos los aportes de Vigotsky para
analizar el rol del conocimiento cotidiano en la escuela (del niño, producto de su
cultura, de su interacción con ella), gobernada históricamente por el rol del
conocimiento científico-escolar. Es central el acento que Vigotsky deposita hacia el
aprendizaje espontáneo, ese que el niño realiza desde su experiencia vital, y por lo
tanto, cultural.
Vigotsky plantea la necesaria labor del docente para introducir al niño en el mundo
cultural del adulto, cuyos instrumentos simbólicos serán esenciales para su desarrollo
autónomo (Pérez Gómez, 1992), y para que éste pueda crear y recrear espacios de
diálogo en donde se produzcan significados compartidos entre el conocimiento escolar
y el conocimiento cotidiano.
Por último, y dejando por fuera de este análisis innumerables aportaciones de Vigotsky
en torno a la relación entre pensamiento y el lenguaje (conceptos claves en su obra),
queremos señalar la importancia de la teoría de este gran psicólogo ruso para
establecer una fuerte línea de diálogo entre la psicología y la pedagogía, en términos
constructivistas. Este camino abierto por Vigotsky, luego será retomado por diferentes
psicólogos de la educación, como es el caso de Jerome Bruner quien ha reformulado y
revisitado algunas de las nociones vigotskianas, por ejemplo, desde el concepto de
andamiaje. La teoría socio-histórica de Vigotsky es fuertemente reivindicada tanto por
educadores enmarcados en la pedagogía escolanovista (revalorizando la importancia
de la zona de desarrollo próximo para contribuir en el aprendizaje del niño) como por
aquellos que forman parte de las corrientes críticas en educación. Estos últimos han
anclado principalmente en la mirada que Vigotsky deposita sobre la cultura, y sus
análisis en torno a las mediaciones que existen entre ésta, el niño, la escuela y el
conocimiento a enseñar.
Los debates económicos generados tras la crisis del '30 9 se dividieron entre los que
argumentaban la necesidad de profundizar la libertad del mercado y los que defendían
la planificación económica en manos del Estado. La hegemonía alcanzada por las
políticas de libre mercado en el mundo hoy ya es indudable. Cumplieron eficaz y
eficientemente con su objetivo. El neoliberalismo impuesto por el dominio de los
países más poderosos y los organismos internacionales que les responden -como el
FMI, por ejemplo- han generado una serie de recetas económicas ortodoxas y
tecnocráticas que a cambio de financiamiento a políticas públicas de los países
periféricos, condenan a los mismos a eterno endeudamiento y a la consecución de
planes políticos de recorte a la inversión social.
9
“La crisis del 30”, también llamada La gran depresión, surge en EE.UU. Fue la primera crisis capitalista de
escala mundial y se prolongó, según la región, hasta finales de la década del ´30.
encontrar la manera más eficiente y eficaz de generar un buen producto, un alumno al
servicio de las demandas del mundo capitalista cada vez más alejado del humanismo.
Ciafardo, M. ¿Cuáles son nuestras sirenas? Aportes para enseñanza del lenguaje
visual. Revista Iberoamericana de Educación, OEI, 2010.
Gimeno Sacristán, J., La pedagogía por objetivos, Cap. I y II. Madrid, Morata, 1992.
Pineau, P., Dussel, I, y Caruso, M. (2001) La escuela como máquina de educar. Tres
escritos sobre un proyecto de la modernidad. Editorial Paidós, Buenos Aires, 2007.