2 Los 11 Principios de La Propaganda de Goebbels y Chomsky

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LOS 11 PRINCIPIOS DE LA PROPAGANDA DE 

GOEBBELS.
Decálogo que escribió Joseph Goebbels, Ministro de propaganda nazi.
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al
adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los
adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el
ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en
amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente
de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el
esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además,
tienen gran facilidad para olvidar”.
6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas
incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el
mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite
suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal
que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario
nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados
globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular
las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación
afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato
preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de
difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”,
creando impresión de unanimidad.
LAS 10 PRINCIPALES ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA SEGÚN NOAM CHOMSKY
El lingüista estadounidense Noam Chomsky enumera diez recursos utilizados por los medios para manipular la
opinión pública a favor de diversas agendas corporativas o gubernamentales
El reconocido y siempre crítico lingüista del MIT, Noam Chomsky, una de las voces más respetadas y
consolidadas de la disidencia intelectual durante la última década, ha compilado una lista con las diez estrategias
más comunes y efectivas que siguen las agendas “ocultas” para manipular al público a través de los medios de
comunicación.
Históricamente los medios masivos han probado ser altamente eficientes para moldear la opinión general.
Gracias a la parafernalia mediática y a la propaganda se han creado o destrozado movimientos sociales,
justificado guerras, matizado crisis financieras, incentivado unas corrientes ideológicas sobre otras e incluso se
da el fenómeno de los medios como productores de realidad dentro de la psique colectiva.

1- La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que
consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las
élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de
informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público
interesarse por los conocimientos esenciales en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología
y la cibernética. “Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales,
cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo
para pensar; de vuelta a la granja con los otros animales (cita del texto Armas silenciosas para guerras
tranquilas)”.
2- Crear problemas, después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-
solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que
éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se
intensifique la violencia urbana o planear y ejecutar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el
demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica
para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los
servicios públicos.
3- La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla
gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. De esa manera condiciones socioeconómicas radicalmente
nuevas (como el neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo,
privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes,
tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4- La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como
“dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más
fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado
inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que
“todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para
acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5- Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza
discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la
debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se
pretenda engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a
una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad,
tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la
de una persona de 12 años o menos de edad (ver Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
6- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica
clásica para causar un corto circuito en el análisis racional y por ende al sentido crítico de los individuos. Por otra
parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o
injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones o inducir comportamientos.
7- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las
tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases
sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que el nivel de la ignorancia que planea
entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases
inferiores” (ver Armas silenciosas para guerras tranquilas).
8- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover en el público la idea de que es moda
el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto.
9- Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia,
por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse
contra el sistema económico, el individuo se autoinvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de
cuyos efectos es la inhibición de su acción.
10- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años,
los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y
aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología
aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como
psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí
mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre
los individuos, mayor que el que los individuos tienen y ejercen sobre sí mismos.

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