Día Del Trabajador

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DÍA DEL TRABAJADOR.

Juan 5:17

15 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había
sanado.
16 Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle,
porque hacía estas cosas en el día de reposo.
17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.

INTRODUCCIÓN. Hoy estamos celebrando “El Día Internacional del


Trabajador” pero el común de la gente le llama “el día del trabajo”,
con lo que se le quita el sentido de la celebración. Por eso queremos
reflexionar bajo este tema con los siguientes puntos.

I. ORÍGENES DE LA CONMEMORACIÓN. A fines del siglo XIX Chicago era


la segunda ciudad más importante de E.U. a causa de su crecimiento
económico. Por esta razón, del oeste y del sureste del país, llegaban
por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando así las
primeras villas miseria (zonas marginales) que albergarían a cientos
de miles de trabajadores que a lo largo del siglo XIX llegaron
también, desde distintas partes del mundo.

En 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de


Nueva York la jornada laboral de ocho horas. Anteriormente existía
una ley que prohibía trabajar más de 18 horas “si no era necesario”.
Cincuenta y siete años después de entregada aquella solicitud, en el
año 1886, el presidente de Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó
la llamada "Ley Ingersoll", en la que estableció las 8 horas de
trabajo diarias.

Al poco tiempo, 19 estados publicaron leyes que permitían trabajar


jornadas máximas de 8 y 10 horas (aunque siempre con cláusulas que
permitían hacer trabajar a los obreros entre 14 y 18 horas) Las
condiciones de trabajo eran similares a las anteriores, y las
condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.

Los obreros debían levantarse a las cuatro de la madrugada, y


regresaban después de las ocho de la noche, e incluso más tarde, de
manera que jamás veían a sus mujeres e hijos a la luz del día. Unos
se acostaban en corredores y otros en chozas donde se hacinaban tres
o cuatro familias. Muchos no tenían alojamiento y se les veía recoger
restos de comida en los basurales.

Ya que la "Ley Ingersoll" no se cumplía a cabalidad, las


organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se
movilizaron en demanda de las ocho horas de trabajo. La prensa
calificaba el movimiento como «indignante e irrespetuoso», «delirio
de lunáticos poco patriotas», y manifestaba que era «lo mismo que
pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».
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El 1° de mayo de 1886 200.000 trabajadores iniciaron una huelga para
cambiar esta situación. En Chicago, los obreros habían conseguido un
permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 7:30 pm en el
parque Haymarket. A las 9:30 el alcalde, quien estuvo presente en el
acto para garantizar la seguridad de los obreros, dio por terminado
el acto. Pero el acto siguió todavía con gran parte de la
concurrencia (más de 20.000 personas)

El inspector de la policía, John Bonfield, consideró que habiendo


terminado el acto no debía permitir que los obreros siguieran en ese
lugar, y con 180 policías uniformados avanzó hacia el Parque y empezó
a reprimir a los obreros. De repente, estalló entre los policías un
artefacto explosivo que mató a un oficial de nombre Degan y produjo
heridas en otros. Acto seguido, la policía abrió fuego sobre la
multitud, matando e hiriendo a un número desconocido de obreros.

Se declaró el estado de sitio, y el toque de queda, y en los días


siguientes, se detuvo a centenares de obreros, los cuales fueron
golpeados, torturados, y acusados del asesinato del policía. Se
realizaron allanamientos y se fabricaron descubrimientos de arsenales
de armas, municiones, escondites secretos y hasta «un molde para
fabricar torpedos navales».

La prensa en general publicó: "¡A la horca los brutos asesinos,


rufianes rojos [comunistas] monstruos sanguinarios, fabricantes de
bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de Europa que
buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar
a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han
hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!".
Era el comunismo lo que se veía venir, porque en Europa, las ideas de
las horas laborales dignas para el trabajador, que descubrió Carlos
Marx, ya habían encontrado eco.

A fines de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a


otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de
obreros. En la actualidad, todos los países democráticos rememoran el
1º de mayo como el origen de movimiento obrero moderno. Estados
Unidos es el único país importante del mundo que no lo recuerda:
hasta el día de hoy, no hay ninguna placa, ni monumento recordatorio,
de aquél incidente ocurrido en el parque Haymarket Square de Chicago,
porque no quiere que se glorifique a aquellos mártires.

II. TRABAJO EN EL A.T. La Biblia es un libro que registra la vida de un


pueblo trabajador (Abraham, Isaac, Jacob, Josué, David, Amós) El
trabajo entre los hebreos era parte de una perspectiva teológica, o
de la comprensión de Dios. La obra de Dios en favor del hombre desde
el Génesis fue el fundamento de la dignidad del trabajo. Es el mismo
Dios que continúa laborando (Sal 104:22–24; Is. 28:29; 40:28)
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Los Diez Mandamientos no solo subrayan el día del Descanso, sino el
trabajo de los otros seis días Éx 20:6-8

8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.

9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra


alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
extranjero que está dentro de tus puertas.

(Éx. 23:12)

12 Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y
tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.

Nehemías señala el bien que se recibe del trabajo hecho y cumplido


(Neh 4:6)

6 Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de


su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.

III. TRABAJO EN EL N.T. Ergázomai: trabajar, tener una actividad,


producir, elaborar. Nuestro Señor Jesucristo alaba a la persona
laboriosa y lamenta la desocupación (Mt 20:1–16 Los obreros de la
viña) y habla del salario del trabajador (Lc 10:7 El envío de los 70
"el obrero es digno de su salario")

Él mismo fue trabajador esmerado e infatigable, tal como lo leímos en


el pasaje de (Jn 5:17) Los discípulos de nuestro Señor Jesús eran
personas bien dedicadas a su trabajo. Cuando nuestro Señor los llamó
a su servicio estaban ocupados en su trabajo, y no descansando.

Nuestro Señor Jesús impulsa a las personas a trabajar (Jn 9.4)

Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura;
la noche viene, cuando nadie puede trabajar.

Llama a los «trabajados y cargados» (Mt. 11:28–30) En (Mt. 20:1–16)


con la parábola de los viñadores, habla del reino de Dios como una
conquista del que trabaja, unos más, otros menos, pero todos
trabajaron.

Pablo alude a las «buenas obras» (Rm. 2:6-7;

el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:

Ef. 2:10) y exalta el trabajo (1ª Ts. 4.11;


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y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar
con vuestras manos de la manera que os hemos mandado,

1ª Tm. 5:8; 6:18)

IV. CONCLUSIÓN. Debemos trabajar en algo secular y en la iglesia, no


es posible lo contrario. Recordemos a Lutero y a Luther King ¡Que
Dios mismo nos ayude a hacerlo así!

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