3.4.maria Antonia Martínez
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3.4.maria Antonia Martínez
CÁ\1ARA DE DIPlITADOS
LIX LEG1SLATURA
•
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CONOCER
PARA OEODIR
MÉXICO· 2004
Esta investigación, arbitrada por pares académicos,
se privilegia con el aval de la institución coeditora.
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novador del gobierno de Alemán fue en relación con el papel que la es-
tructura estatal debía desempeñar en la modernización de la nación. Con
anterioridad el Estado se había ido configurando como un importante
regulador de la economía pero, a partir del periodo que se analiza, la or-
ganización estatal se convirtió en el actor decisivr . de desarrollo econó-
mico del país, en una filosofía que se convirtió en una constante hasta
la década de los ochenta.
En el capítulo 2 se refieren los factores sobre los que se instrumen-
tó el modelo político diseñado durante el periodo que nos ocupa. El pro-
yecto fue elaborado, en términos teóricos, en función del presupuesto
de incrementar la participación y la competencia política. Debido a ello,
se plantean los contenidos políticos teóricos del alemanismo y, con pos-
terioridad, se presentan los procedimientos concretos sobre los que di-
cho modelo se construyó. De la confrontación analítica del discurso con
la práctica se extraen una serie de datos interesantes, entre los que des-
taca la situación dicotómica en la que actuó el alemanismo durante todo
el sexenio. Esta temática se plantea desde la lógica de que la instaura-
ción de una democracia representativa fue percibida como un factor de
desestabilización. Se destaca el papel asumido por la organización esta-
tal como elemento orientador de las actitudes, comportamientos y
funciones asumidas por los actores político-sociales. Se analizan las re-
laciones prevalecientes entre dichos actores y el Estado y se establece el
papel esencial desempeñado por la organización estatal como configu-
radora de los nuevos vínculos prevalecientes. Se concluye que, en el sexe-
nio alemanista, y en oposición a lo que en el discurso se defendió, no
se produjo un avance democrático. Por contra, el resultado fue que se
continuó con la ampliación de la representación instrumentada a tra-
vés del corporativismo y, de forma paralela, se inhibió la liberalización
al situar a los actores político-sociales en una relación subordinada res-
pecto al Estado. Todo ello en un proceso que no condujo a un incremen-
to de la participación y representación política, ni a la ampliación del
debate público, la oposición o la lucha política. Sin embargo, el creci-
miento económico que a partir de ese momento se consiguió permitió
que el régimen mexicano ampliase las bases sobre las que asegurar su
estabilidad.
A partir del seXenio de Alemán, a la adaptabilidad de las institucio-
nes, al corporativismo y a los elementos tradicionales presentes en la
sociedad, se unió el desarrollo económico como factor de estabilización.
INTRODUCCIÓN' 13
Este modelo, que se extendió sin grandes fisuras hasta la década de los
ochenta, fue cuestionado cuando la economía se vio afectada por la cri-
sis. La falta de crecimiento fue acompañada de la elaboración de un
nuevo proyecto de desarrollo como alternativa para obtener el relanza-
miento del país, de forma que la economía volviese a cumplir su fun-
ción estabilizadora. Pero esta relevante cuestión ya queda fuera de los
objetivos de este libro.
No quiero concluir esta introducción sin referirme a todos aquellos
del exilio español a los que tuve el placer de conocer; todos comprome-
tidos con el acontecer político de México, instalados en la melancolía
creativa y con los que era difícil sentir que la distancia espacial era una
realidad. Ellos me ayudaron a vivir México como una experiencia siem-
pre deseada. Rafael Loyola, amigo imprescindible, me animó a retomar
este proyecto. Ismael Crespo, que siempre está. Por último quiero agra-
decer la dedicación del doctor Ricardo Pérez Montfort en la búsqueda y
selección de las fotografías que se incluyen en este libro.
Capítulo 1
Los ANTECEDENTES
1 Después de su conversión en PRM en 1938, el partido se enfrentaba por primera vez a una suce-
sión presidencial. Su novedosa estructura sectorial hada pensar que tendría capacidad de disciplinar a las
diferentes corrientes que había en su seno. Sin embargo ello no aconteció y los diversos grupos informa-
les actuaron para que su candidato fuese designado. Los candidatos fueron cuatro ya en 1938: el gene-
ral Rafael Sánchez Tapia, comandante de la 1 Zona Militar; el general Gildardo Magaña, gobernador de
Michoacán; el general Francisco Múgica, secretario de Comunicaciones y Manuel Ávila Camacho, secre-
tario de Guerra. Los dos últimos aparecieron desde el primer momento con más posibilidades. Múgica
representaba la continuación del proyecto cardenista y Ávila Camacho era un candidato más moderado.
La CTM, con Lombardo Toledano como secretario general, fue la primera organización en apoyar a Ávi-
la Camacho en febrero de 1939 y la convención del partido lo designó en noviembre del mismo año. Todo
el proceso mostró las divergencias entre los diversos grupos en torno a cuál debía ser la orientación del
futuro gobierno revolucionario (Medina, 1978: 1-133; Cosío Villegas, 1975: 45-90).
15
16 • MAIlÍAANTONIA MARTÍNEZ
5 La modificación de la ley disponía que un sindicato que deseaba declarar una huelga lo tenía que
comunicar a la empresa con seis días de anticipación y que el empresario debía contestar en un plazo de
48 horas. Convocada la huelga, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje debía reunir a las partes para
llegar a un acuerdo. Si los trabajadores no comparecfan, la huelga no podía declararse y si era el empre-
sario el que no se presentaba, podía ser citado a juicio ante los tribunales. Se diferenciaba entre huelga
legal e ilegal. Se consideraba ilegal aquella que no hubiese sido votada por la mayoría de los trabajado-
res o que violase el contrato colectivo en vigor. Antes de declarar la huelga, los trabajadores tenían que
comparecer ante la junta de arbitraje compuesta por un representante del gobierno, uno de los obreros
y un tercero elegido por acuerdo de ambas partes (Goodspeed, 1955: 143).
6En 1942 existían las siguientes centrales: la CTM con 145,471 afiliados; la CROM con 17,471; la
Confederación Proletaria Nacional, escisión de la CTM, con 61,180; la Confederación de Obreros y Cam-
pesinos de México, escisión de la CROM, con 10,170, Y la Confederación General de Trabajadores, de orien-
tación anarquista, con 5,506 miembros (Medina, 1974: 287).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICAALEMANISTA • 21
7 En la adopción de esta política por el Partido Comunista y otras fuerzas políticas desempeñó un pa-
pel relevante Earl Browder, secretario del Partido Comunista Norteamericano, quien fue muy influyente
en los políticos de México, incluido Lombardo Toledano. Todas las fuerzas progresistas y de izquierda,
incluido el PCM, influido por el lineamiento de la III Internacional, caracterizaron al PRM como un Fren-
te Popular en sí mismo (Revueltas, 1984: 25-26).
'Secretario de la CTM hasta 1941 en que fue sustituido por Fidel Velázquez, defensor también de la
política de unidad nacional. En 1941 asumió la dirección de la Central de Trabajadores de América lati-
na (CTAL) pero su influencia en el seno de la CTM continuó hasta el sexenio de Miguel Alemán en que fue
apartado de la misma totalmente. A partir de 1941 hubo enfrentamientos entre los seguidores de Lom-
bardo y Velázquez por el control del sindicato (López, 1983: 25-26).
22 ' MARL~ANTO~lA MARTÍ~EZ
En este marco, y con el beneplácito del gobierno, que veía en ello una
continuación de su política, se firmó, en 1945, el Pacto Obrero-Indus-
trial entre la CTM y la Canacintra (Medina, 1974: 339).
Desde su origen, las relaciones entre Canacintra y el resto de las
confederaciones se habían caracterizado por el enfrentamiento debido a
la diferencia de objetivos que pretendían. Canacintra defendía la crea-
ción de un mercado nacional protegido que permitiera el desarrollo de
la pequeña y mediana industrias. La participación activa del Estado era
percibida como necesaria para garantizar sus intereses, ya que, con la
cercanía de la posguerra, las pocas industrias en manos de capital
mexicano se iban a ver amenazadas por las inversiones foráneas, fun-
damentalmente norteamericanas. La firma del pacto posibilitaba para
Canacintra el apoyo del movimiento sindical y la seguridad de que la
conflictividad laboral no afectaría sus intereses. A su vez, la CTM recu-
peraba la iniciativa política y la supremacía sobre el movimiento obre-
ro. Ambas organizaciones lograban el beneplácito gubernamental.
En esencia, el pacto se articulaba en torno a la protección de las em-
presas nacionales, a la elevación del nivel de vida de los trabajadores, al
respeto a la propiedad y a la iniciativa privada y al reconocimiento de
que esta última no era incompatible con la intervención económica del
Estado, ya que se aceptaba su papel como rector del desarrollo. Se esta-
blecía la concepción de "la intervención del Estado cuando es director,
productor o manejador de empresas y también lo concebimos como
una fuerza que regula con la cooperación de los propios industriales y
de los obreros, el proceso general de la producción económica" (Lom-
bardo Toledano, 1946: 26).
El resto de organizaciones empresariales se opusieron radicalmente
a la firma de dicho pacto, al que consideraban como l/una maniobra co-
munista; particularmente una maniobra de ese Lombardo Toledano,
agente de Stalin en el continente americano, que la hace de caballo de
Troya, con el objeto de dividir a los patrones, sembrar el caos entre ellos
y en poco tiempo establecer la dictadura del proletariado en este país"
(Pacto Obrero Industrial, 1946: 26). Lo opuesto de los planteamientos
favoreció un distanciamiento de Canacintra respecto de las demás aso-
ciaciones patronales, quien, ante la inminencia de la sucesión presiden-
cial, no vaciló en refrendar su alianza con la CTM. Con su posición, la
Canacintra y la CTM contribuían a fortalecer el papel del Estado en
cuanto árbitro entre todos los sectores. Pero también se ponía de mani-
fiesto que el frente patronal estaba dividido por el surgimiento de los
26 ' MARí~ ANTONIA MARTÍNEZ
rio, sobre todo a partir de 1924, un importante sector de las clases medias
se había visto inmerso en un proceso de exclusión del poder y de margina-
ción de sus demandas, debido a que la facción revolucionaria triunfante las
caracterizaba como un remanente del Antiguo Régimen (Loaeza, 1988:
66). Los cambios en el discurso oficial a partir de 1940, resultado de la po-
larización social existente, estuvieron orientados a lograr la desaparición,
bajo el marco de la conciliación nacional, de los antagonismos sociales
presentes durante el cardenismo, debido a que su persistencia era vista
como un decisivo freno a la modernización pretendida. 9
La política de unidad nacional preconizada por Ávila Camacho, al
igual que modificó el papel de los otros actores sociales, fue decisiva para
alterar las relaciones de un sector excluido de las clases medias con el
Estado. La declaración de fe católica de Ávila Camacho, aunada al mo-
delo de desarrollo propugnado por la élite avilacamachista y la modifi-
cación del papel asignado a los actores agrarios y obreros, implicó que
disminuyera la incertidumbre para las cla~es medias. El nuevo régimen
-con su defensa de la propiedad privada y su actitud respetuosa y po-
tenciadora del individualismo-, defendía los principios liberales propug-
nados históricamente por las clases medias mexicanas logrando, con
ello, incluir a dichos grupos en el sistema político y obtener su apoyo
para su proyecto modernizante. La democracia, otro de los elementos del
discurso liberal, fue subsumida en los presupuestos de la unidad nacional.
Para ello, el régimen contó con el beneplácito de las clases medias, quie-
nes prefirieron adoptar una postura de apoyo al desarrollo económico
que les posibilitaba ascender en la escala social antes que atentar contra
la paz general. De esta forma se evidenció que la estabilidad se configu-
raba para los grupos medios como un valor político más esencial que la
democracia (Loaeza, 1988: 111-112).
Con la inclusión en su discurso de los valores de las clases medias,
el Estado contrarrestó parte de su capacidad desestabilizadora y les res-
tó cierto nivel de autonomía. Simultáneamente, aquéllas recuperaron
su posición privilegiada en la jerarquía social, aunque más como pun-
to de referencia que como actores políticos activos. La política de la uni-
dad nacional se manifestó efectiva ya que, mediante su articulación, el
Estado logró reconciliarse con uno de los grupos que se había mostra-
"Algunos estudios señalan que en 1900 las clases medias constituían el 8.3 por ciento de la pobla-
ción y en 1950 el 15.5 por ciento. La clase media rural pasó, en el mismo periodo, del 6.6 por ciento al
9.8. Su influencia política y social derivaba, más que de su número, del tipo de actividades desempeña-
das (Careaga, 1983: 57).
28 • MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
10 Ávila Camacho repartió 5'400,000 hectáreas durante su mandato frente a los 15'900,000 del car-
denismo. Junto con ello, en el Código Agrario se establecía que la unidad de la parcela ejidal sería de seis
hectáreas en tierras de riego o humedad y de 12 en terrenos de temporal. Se establecían como inafecta-
bles: las superficies que no excedieran de 100 hectáreas de riego o de humedad, las que no superasen las
200 hectáreas, en terrenos de temporal, hasta 150 las dedicadas al algodón, hasta 300 las ocupadas en ex-
plotación de productos tropicales (Cabrera Guerrero, 1978: 126).
:12 • MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
11 De 1900 a 1940 el proceso de urbanización del país fue lento pero a partir de esa fecha el rit-
mo de urbanización fue muy alto debido a la creciente industrialización, el deterioro de las condi-
ciones de vida de los campesinos y la ampliación de la red de comunicaciones. De los 20 millones de
habitantes del país en 1940, cuatro millones eran la población urbana. De 1940 a 1950 el incremen-
to medio anual de la población urbana fue del 5.5 por ciento (Wionczek et al., 1974: 256-259). Por
su parte, el porcentaje de la población económicamente activa que en 1940 se dedicaba a actividades
agrícolas era del 65.4 por ciento y en 1949 todavía seguía siendo del 64.9 por ciento (Andraca y
Alanís, 1951: 27).
LA MODERNIZACIÓN ECO:fÓMICAALEMANISTA ' 33
12 Como resultado, el número de industrias que en 1940 era de 12,954 con 290,602 empleados pasó
en 1945 a 30,606 con 475,461 trabajadores. El primer lugar lo ocupaba la industria de la alimentación
con 15,109 núcleos en 1945 y 76,040 trabajadores, frente a los 8,595 y 15,109, respectivamente, de
1940. Le seguía la industria textil con 1,060 industrias en 1940 y 84,057 trabajadores en 1940 y 2,013
establecimientos y 115,692 empleados en 1945 (Arroio, 1985: 104).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA ' 85
14 De ellos, cuatro eran militares: Miguel Henríquez, Enrique Calderón, Francisco Castillo y José
Agustín Castro. Cinco eran civiles: Javier Rojo, Marte R. Gómez, Ezequiel Padilla, Gustavo Baz y
Miguel Alemán (Medina, 1982: 11). La exclusión final de los candidatos militares no provocó fuer-
tes resistencias, lo que se explica por la política de profesionalización que se había seguido y debido
a que no estaban alejados del poder político ya que seguían participando a nivel individual en el par-
tido oficial y desempeñando diversos puestos de responsabilidad política (Sánchez Gutiérrez, 1988:
269-293).
LA MODERNIZACiÓN ECONÓMICAALEMANISTA • 87
"La FPP presentó en 1952 la candidatura de Henríquez Guzmán a la Presidencia. El partido estaba for-
mado por militares y ex funcionarios de los gobiernos de Cárdenas y Ávila Camacho y te¡úan como uno
de sus lemas poner fm a la corrupción administrativa que caracterizó el sexenio de Alemán. Defendian re-
tomar los ideales agraristas de los años treinta y seguir participando en la élite política, de la que se sentían
excluidos (PeIlicer de Brody, 1977: 477-489). Sobre el movimiento henriquista véase ServÍIl, 2001.
38 MARí~ M'ITONJA MARTíNEZ
l6La ley vigente, hasta 1946, fue la Ley para Elecciones de Fbderes Federales que databa de 1918
con el gobierno de Carranza.EI punto más importante de esta ley se refería a las facultades de los go-
biernos estatales y municipales en el establecimiento de las divisiones distritales y seccionales; para
realizar los primeros pasos en la elaboración del padrón; establecer los distritos electorales; designar
los funcionarios electorales; vigilar el proceso electoral; realizar el recuento de votos; declarar quién
era el ganador y entregar la constancia. Este sistema había otorgado un gran poder a los caciques lo-
cales, ya que finalmente de ellos dependía el triunfo de los diversos contendientes a los puestos de elec-
ción (Molinar Horcasitas, 1991: 27).
L\ ~IOIJER'i[ZACIÓN ECONÓMICAALEMA.'iISTA . :39
17 Los distintos sectores acordaron evitar las luchas entre ellos que podían originarse si se respetaba
totalmente la libre y secreta elección como se establecía en los nuevos estatutos. Este pacto, firmado por
los integrantes de los tres sectores, establecía entre otras cuestiones: la designación de los candidatos se
regiría por el principio de derecho de las mayorías en cada sector; los sectores eran los depositarios y eje-
cutores de la voluntad; se coordinarían las actuaciones electorales para evitar conflictos; los sectores in-
tercambiarían los padrones con los que acreditaban el derecho de postulación en las diversas entidades.
En la práctica, por tanto, siguieron siendo los dirigentes de los sectores quienes establecían la distribu-
ción de candidaturas en función del peso de cada uno de ellos en el lugar de que se tratase. Cada sector
tenía, sin embargo, que negociar con los demás y en algunos casos recurrir a las autoridades centrales
del partido con lo que su fuerza se debilitaba (Medina, 1982: 79).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICAALEMANISTA ' 41
19 Para mayor información sobre esta serie de demandas y de los planteamientos que se realizaron
en esas mesas, véase Conferencias de Mesa Redonda presididas durante su campaña electoral por el Lic. Mi-
guel Alemán (Talleres Gráficos de la Nación, México, 1949).
LA MODER,\lIZACIÓN ECONÓMICAALEM.<l'1ISTA ' 45
"'Con la reforma del artículo 27 constitucional la pequeña propiedad fue definida como la que no
excediera 100 ha de riego o humedad o sus equivalentes en otra clase de tierras; la que no sobrepasase
las 200 ha en terrenos de temporal o de agostadero susceptibles de cultivo; de 150 cuando produjeran
algodón; de 300 si producian productos tropicales o vid, olivo, frutales, etcétera. También consideraba
pequeña propiedad ganadera a la que no excediera de la superficie necesaria para mantener hasta 500 ca-
bezas de ganado mayor o su equivalente de ganado menor (Ley de reformas al artículo 27, en Alemán,
1988: 283). Si bien con esta extensión difícilmente pueden las propiedades ser caracterizadas con el tér-
mino pequeña propiedad, en adelante éste es el término que utilizaremos respondiendo, únicamente, a
que ese es el nombre que la legislación le otorga.
21 Como se ha señalado, el artículo 27 establecia que el Presidente de la República es la suprema au-
toridad en materia agraria con el mandato expreso de realizar la reforma agraria (Carpizo, 1978: 154-
155). El establecimiento del amparo agrario implicó que los propietarios de tierras afectadas por expro-
piaciones podían recurrir a los tribunales.
LA MODERNlZACIÓ¡¡ ECONÓMICA ALEMANI8TA ' 47
2JEn este ámbito, los principales problemas estaban relacionados con el hecho de si una organiza-
ción regional podía tener autonomía en sus decisiones o debía estar vinculada a lo que decidiese el Con-
sejo de Seguridad de Naciones Unidas. Era el conflicto entre las posturas universalistas defendidas por Es-
tados Unidos y las regionalistas propugnadas por los países latinoamericanos. Esta conferencia se realizó
antes que la de San Francisco, donde se llegó a un acuerdo a favor de las tesis regionalistas, lo cual no
estaba en contradicción ni con el apoyo de los Estados Unidos a la organización mundial ni con mante-
ner la defensa hemisférica. En Chapultepec, igualmente, se dieron los primeros pasos que conducirían,
en la Conferencia de Bogotá de 1948, a la creación definitiva de la Organización de Estados lnterameri-
canos (Gil, 1975: 176-204).
"o ' ~tlj¡íA ANTONIA WTÍNEZ
"Esta reunión, denominada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Empleo, se
realizó en La Habana en 1947 con la participación de 58 paises, excluidos la URSS y los paises de su ór-
bita. Se discutió un proyecto que proponía la creación de la Organización Internacional de Comercio.
Este documento, conocido como Plan Clayton, recibió fuertes críticas de los grupos gubernamentales,
sindicales y empresariales mexicanos (Torres, 1985: 295-298).
LA MODERNIZACIÓN ECO~ÓM[CAALEMANISTA • 51
".
52 • MARÍA ANTüNL\ MARTÍNEZ
"Todas las funciones estarían coordinadas por una Comisión Nacional de Precios, integrada por la
Secretaría de Economía, cuyo titular la presidiría, por representantes de los ministerios de Agricultura y
Ganadería, de Comunicaciones y Obras Públicas, del Departamento del Distrito Federal, del Banco de
México, de Nacional Financiera, del Banco Nacional de Comercio Exterior, de la Compañía Exportadora
e Importadora Mexicana y de los Ferrocarriles Nacionales de México. También formaban parte la Conca-
naco, la Concamin, la Canacintra y la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, por parte
privada. Participaban también organizaciones de obreros y campesinos. La Secretaría de Economía, de
acuerdo con la Comisión Nacional de Precios, podía conformar comités especiales por rama de distribu-
ción o producción, formados por un representante de los bancos nacionales relacionados con el proyec-
to de que se tratase y por representantes de las organizaciones privadas y agrupaciones de trabajadores
correspondientes (Ceceña, 1983: 95).
54 • MARÍA ANTOlíL~ MARTÍNEZ
LA POLÍTICA INDUSTRIAL
crear para el gobierno un mercado para los bonos que emitía y financiar programas de obras públicas y
de servicio social con los ahorros privados invertidos en valores federales, estatales y municipales. En
1937 se modificó su orientación y además de ocuparse de los bonos del gobierno pasó a invertir en
acciones bancarias e industriales. En 1940 se reorganizó y se convírtió sobre todo en un banco de inver-
siones del gobierno, siendo su principal actividad los créditos industriales. Su capital pasó a ser de 20 mi-
llones después de que en 1935 había pasado a ser de 10 millones de pesos. Con Alemán, el capital pasó
en 1947 a ser de 100 millones de pesos, ejemplo de la importancia que el gobierno daba a la presencia
del Estado en la industrialización (Carrillo Flores, 1955: 31).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICAALEMANISTA • 57
CUADRO 1
NACIONAL FINANCIERA: FINANCIAMIENTO INDUSTRIAL
(Millones de pesos mexicanos)
participación del Estado como empresario se vio favorecida por las ac-
tividades del Banco Nacional de Comercio Exterior y, sobre todo, la Na-
cional Financiera. Lo que caracterizó estas inversiones fue su variado
ámbito de aplicación, si bien en su mayoría iban destinadas a activida-
des productoras de insumas para los empresarios privados. Un ejem-
plo de la importancia creciente que el sector público fue adquiriendo en
el sexenio de Alemán, se pone de manifiesto en los datos recogidos en el
cuadro 2.
CUADRO 2
PARTICIPACIÓN DE NAFIN5A EN VARIAS EMPRE5AS*
(30 de junio de 1953)
-----_._-----
Clasa Films Mundiales, S.A. 51 Motores y Maquinaria Anáhuac. 32.7
Banco Nacional Cinematográfico, S.A. 56.5 Laboratorios Ba!co, S.A. 100
Compañía Eléctrica de Manzanillo 84.7 Compañía Eléctrica Guzman, S.A. 41.8
Nueva Compañía Eléctrica Chapala, S.A. 60 Compañía Eléctrica Morelia, S.A. 100
Altos Hornos de México, S.A. 51.6 Compañía Eléctrica Occidental, S.A. 100
Progreso, S.A. 100 Compañía Industrial de Atenquique 35.2
Celulosa Mexicana, S.A. 100 Unión Forestal de Jalisco y Colima, S.A. 91.5
Diesel Nacional, S.A. 78 Almacenes Nacionales de Depósito, S.A. 10.7
Fábrica de Máquinas de Coser, S.A. 99.8 Aseguradora Mexicana 4.3
Eléctrica, S A. 100 Cementos Portland Moctezuma, S.A. 99.9
Espada Mines, ca., S.A. 51.0 Obras Portuarias, S.A. 100
Aerovías Reforma 100 Ind. Nac. Químico Farmacéutica 49.0
Carbonífera Unida de Granos y Fertilizantes de México, S.A. 8.8
Maduro Mines ca., S.A. 67.5 Internacional de Películas, S.A. 21.5
Palau, S.A. 45.5 Ingenio Independencia, S.A. 99.4
Industrial de Abastos, S.A. 100 Exportadora de Películas, S.A. 19.8
Ferrocarriles Noroeste de México, S.A. 100 Chapas y Triplay, S.A. 55.9
Banco Indust. del Estado de México, S.A. 1.6 Cobre de México, S.A. 23.4
Nacional Monte de Piedad 10 Constructora del Sur, S.A DE c.v. 100
Banco Nacional Hipotecario Urbano, S.A. 1.1 Compañía Industrial Irolo, S.A. 100
Banco Nac. de Comercio Exterior, S.A. 0.1 Maíz Industrializado, S.A. 100
Banco de México, S.A., 0.1 Consto Nac. Carros de Ferrocarril, S.A. 95
Super Carbón de México, S.A. 100 Agencia Central Ford, S.A. 52
Nitrógeno, S.A. 48.7 CEIMSA 16.6
Congeladora de Mazatlán, S.A. 100 Asociación HIpotecaria Mexicana, S.A. 21.5
--.-------"----_ ..- ._--
Fuente: Glade, 1959: 166.
'Incluye valores del gobierno federal realizados a través de Nafinsa.
60 ' MAIÚA ANTüNJA MARTÍNEZ
Uno de los mayores problemas con los que los sucesivos gobiernos
mexicanos -desde la época de la Independencia- se enfrentaron fue la
escasa integración de la nación que imposibilitaba, simultáneamente,
la existencia de un mercado nacional. Un handicap para que ese mer-
cado apareciese era lo limitado de las comunicaciones y enlaces entre
las diferentes zonas geográficas del país. Después de acabado el proce-
so revolucionario, no fue hasta 1925 que se dio comienzo a un exten-
sivo plan de obras públicas, si bien hasta 1935 el porcentaje del presu-
puesto nacional no empezó a corresponderse con la importancia que
se concedía a las comunicaciones como factor de integración y poten-
ciador de un mercado nacional. De 1935 a 1940, 1,018 millones de pe-
sos se dedicaron a las obras públicas, lo que significó el 15 por ciento
del presupuesto total del gobierno federal, frente al 14 por ciento de-
dicado a educación, el 8 a la agricultura y el 10.5 a la deuda pública
(Navarrete, 1960: 521). El resultado fue que, de 1934 a 1940, se in-
virtieron 79 millones de pesos en la construcción de caminos, cantidad
que casi se triplicó en el siguiente periodo presidencial, cuando llegó a
204,400 millones de pesos. Este volumen de inversión -reflejo de lo
prioritario que la infraestructura en comunicaciones era considerada
como base del proceso de desarrollo-, llegó a 687,800 millones de pe-
sos sólo en los tres primeros años de gobierno de Miguel Alemán (Be-
teta, 1951: 47). Como efecto de esta política de inversiones, el total de
kilómetros de caminos a finales de 1948 era de 21,571, de los cuales
12,139 eran pavimentados, frente a 2,432 de terracería y 7,000 reves-
tidos (Carrillo Flores, 1950: 13).
Es importante destacar que la inversión bruta total que se dedicó a
comunicaciones, ya fuese para construcción o mantenimiento, que ha-
bía sido de 3,460.5 millones de pesos entre 1940 a 1946, pasó a los
6,841 millones de 1947 a 1951. De esta última cantidad se dedicaron
2,469.7 millones a los ferrocarriles y 3,543.7 a carreteras. 29 De la com-
paración de estas cifras se observa la creciente proporción de inversión
realizada en caminos con respecto a la practicada en ferrocarriles. La ra-
zón radica en el predominio de las carreteras como eje de transporte en
29 Del dinero dedicado a ferrocarriles, 902.4 millones procedían de financiamiento interno público,
incluyendo gobierno federal y estatales, 1,297.3 millones de fuentes internas privadas y 307.8 millones
de financiamiento externo. En relación con el dinero invertido en carreteras, 1,572.8 millones procedían de
dinero público interno; 1,769.8 millones de fuentes internas privadas y 199.9 millones de fuentes exter-
nas (Ortiz Mena et al., 1953: 276-279).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA ' 61
JOLa producción por años, en números redondos, fue de 57 millones de barriles en 1947; 60 millo-
nes en 1948; 62 millones en 1948; 74 millones en 1950; casi 79 millones en 1951 y 79 millones en 1952
(Lobato, 1960: 327).
31 Después de la nacionalización del petróleo, en 1947 se estudió la forma de celebrar con empresas, esen-
cialmente norteamericanas, contratos de exploración y perforación. En 1949 se firmó el primer contrato con el
grupo ClMA y Pemex en 1951, 23 equipos de perforación de dicha empresa trabajaban con Pemex. Lajustifica-
ción del gobierno era la escasa capacidad financiera y técnica de Pemex en ese momento (Alemán, 1980: 675).
LA MODElUí¡ZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA ' 63
lución del problema del refinado se dio en 1946 al ampliar a más del do-
ble la capacidad de la única refinería situada en el centro de la Repúbli-
ca -la de Azcapotzalco-, que pasó de producir 11,000 barriles diarios a
24,000. 32 Esta política permitió aumentar los productos refinados
orientados al mercado nacional y satisfacer este mercado, como lo po-
nen de manifiesto los cuadros 3 y 4.
CUADRO 3
PRODUCCIÓN ANUAL DE REFINADOS
(Millones de barriles)
CUADRO 4
CONSUMO, EXPORTACIÓN E IMPORTACIÓN DE PETRÓLEO
(Millones de barriles anuales)
CUADRO 5
PLANTAS ELÉCTRICAS Y CAPACIDAD INSTAlADA
.13 Algunos estudios insisten en el tema de la elevada concentración geográfica de la actividad indus-
trial que se produjo y concluyen que el grado de concentración fue muy elevado, lo que contribuyó de
forma decisiva a aumentar las disparidades interregionales y a hacer más disímiles los niveles de urba-
nización (CEPAL y Nafinsa, 1971: 52-58).
68 • MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
J4 Sin embargo, el volumen de la deuda pública externa durante el periodo se manhlvo dentro de unos
márgenes relativamente bajos, ascendiendo en 1951 a 506'200,000 de dólares (Ortiz Mena et al., 1953:
464).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA • 69
La estructura industrial
l5 Un ejemplo fue Brasil. Este modelo consiste en sustituir bienes de producción -productos inter-
medios y bienes de capital- que autoestimulan la producción del mismo tipo de bienes. En este esquema
la estructura de importaciones se compone esencialmente de una serie de materias primas básicas (Salís,
1987: 23).
70 ' MARÍA ANTONL~ MARTÍNEZ
CUADRO 6
VALOR BRUTO DE LA PRODUCCIÓN TOTAL Y MANUFACTURERA
(Millones de pesos de 1960)
cado interno, Las actividades en las que la sustitución fue mayor corres-
pondió a las industrias de productos químicos, la de celulosa y papel y
la de azúcar (Torres, 1984: 106),
CUADRO 7
IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES DE MERCANCÍAS
(Promedios anuales en porcentaje)
Concepto 1950-1952
Importaciones 100
Bienes de consumo 19
Bienes intermedios* 52
Bienes de capital 29
Exportaciones 100
Primarias 68
Semimanufacturas y manufacturas 32
CUADRO 8
PEA POR RAMAS DE ACTIVIDAD
---_._------
M iles de personas Porcentaje
Actividad 1940 1950 1940 1950
LA POLÍTICA AGRARIA
.l6Frente a las 15'900,000 ha que se repartieron en el sexenio de Cárdenas, en 1939 todavía 20 mi-
llones permanecían en manos de pequeños y medianos propietarios y 87 millones en manos de grandes
propietarios (Perzabal, 1979: 20).
72 • ~LijúA ANTONIA MARTÍNEZ
estructuras nacionales. Esta última función, que debía ser realizada por
medio de la modernización corporativa cardenista, tenía que ir acom-
pañada de un fuerte apoyo al ejido con el fin de que éste se constituye-
ra en una unidad productiva eficiente. Con dicho objetivo, durante esos
años la reforma agraria estuvo apoyada con grandes inversiones en el
sistema de irrigación, la construcción de caminos, la ayuda de institu-
ciones de crédito como el Banco Nacional de Crédito Ejidal y el acerca-
miento a nuevas técnicas de cultivo. Además de aumentar el nivel de vida
de la población rural, el fin pretendido era lograr que sobre la organi-
zación ejidal recayese el desarrollo de la agricultura y la satisfacción del
mercado agrícola nacional. 3 ?
Con la sucesión presidencial de 1940 Y sobre todo con la llegada de
Miguel Alemán al Ejecutivo, la concepción sobre el ejido se alteró sus-
tancialmente. Se impuso la tendencia a considerar que la estructura eji-
dal no era susceptible de adaptarse a explotaciones modernas de tipo co-
mercial (Cordera, 1989: 51). Se hizo extensivo el convencimiento de
que, en vez de activar, la reforma agraria se estaba constituyendo en un
freno al progreso agrícola del país. 38 Esta idea, que contravenía los ob-
jetivos de modernización económica, condujo a una alteración del con-
tenido de la reforma agraria. Lo importante no era continuar con el re-
parto de tierras y el apoyo al ejido sino aumentar la producción, fin que
debía recaer ahora en la pequeña propiedad privada como la única perci-
bida con potencialidad de desarrollo y que respondía productivamente
a los nuevos retos (Cordera, 1989: 55).
Los cambios en la estrategia fueron defendidos por Alemán desde el
inicio de su campaña electoral. En ningún momento se realizó un ata-
que sistemático al ejido, al que se seguía definiendo como uno de los
justos logros de la Revolución, pero el cambio de prioridades se estable-
ció situando a la pequeña propiedad, en un principio, al mismo nivel de
necesaria protección que la organización ejidal.
"Carlos Perzabal recurre a una serie de datos para demostrar que el ejido tenía la capacidad de res-
ponder a los problemas de desarrollo de la agricultura. Establece que en e! periodo de Cárdenas la produc-
tividad de las granjas ejidales creció en los principales productos: 10 por ciento en maíz, 11 por ciento en
e! trigo, 45 por ciento en arroz, 77 por ciento en frijol. Además, la producción ejidal aumentó de! 7 al61
por ciento en las cosechas de trigo, patata. henequén, café, algodón y cebada (Perzabal, 1979: 21-22).
'" Junto a este motivo de naturaleza técnica se han señalado otros motivos para explicar e! cambio de
actitud en los dos gobiernos sucesivos sobre e! ejido: e! temor que provocaba la existencia de la figura de! eji-
do entre los grupos conservadores nacionales y extranjeros quienes veían al ejido como un experimento co-
munista; e! desarrollo de la corrupción que se dio en algunos ejidos y organismos encargados de aplicar la
política agraria; e! acercamiento a los Estados Urndos provocada por la situación internacional y e! que
dicho país no aprobara la reforma agraria mexicana (Centro de Investigaciones Agrarias, 1970: 69-70).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICAALEMANISTA • 73
"Otras iniciativas de leyes que fueron propuestas relacionadas con la política agraria fueron la Ley
de Riegos; las reformas a la Ley de Crédito Agrícola; la creación de la Comisión Nacional de Colonización;
los cambios a la Ley del Banco de Fomento Cooperativo. Aun cuando de otro cariz. Alemán también pro-
puso una adición al artículo 115 de la Constitución con objeto de permitir que la mujer pudiese, en las
elecciones municipales, votar y ser votada en igualdad con los hombres (Alemán, 1988: 331).
74 • MARÍA ANTüNL\ MARTÍNEZ .
4l'Uno de los efectos de este tipo de dotación fue, y frente a lo potenciado durante el cardenismo, la
tendencia a primar la conformación de ejidos en los que la tierra se dividía para ser trabajada de forma
individual a costa de los ejidos colectivos. Blanca Torres señala que las razones de este cambio del gobier-
no de primar los ejidos individuales frente a los colectivos radicó en el arraigo que la izquierda tenía en
estos últimos, lo que hacia que se conformaran como frentes de oposición a las medidas estatales. Seña-
la, también, que aunque disminuyó el número de ejidos colectivos siguieron existiendo durante el ale-
manismo y tuvieron un buen desempeño económico en cuanto a mayor ingreso por persona y una pro-
ductividad más alta que los ejidos individualizados (Torres, 1984: 66-67).
41 Las críticas a la reforma del articulo 27 de la Constitución no tuvieron excesiva propagación y
fueron contestadas por el gobierno señalando que la reforma no era una medida contrarrevolucionaria
ya que protegía al ejido y a la pequeña propiedad y no al latifundio. Años después el cuestionamiento a
los cambios en el mencionado articulo constitucional seguían vigentes y Silva Herzog, en un análisis de
la política de Alemán, señaló que"a partir de las reformas del articulo 2 7 [... 1 se multiplican los agricul-
tores nylon, como se les llama en la jerga popular, entre quienes han figurado y figuran no pocos ami-
gos y amigos de los amigos de los gobernantes en turno" (Silva Herzog, 1964: 493).
LA MODERI1IZACIÓN ECONÓMICAALEMANISTA • 75
1940 las tierras de labor en manos de los ejidatarios bajó del 47.7 al
44.1 por ciento y las de riego del 57.4 al 49.8 por ciento. De forma con-
junta a la disminución que experimentó el reparto agrario, aumentó la
expedición de certificados de inafectabilidad, lo que posibilitó, según da-
tos de Medin, que para 1950 persistieran 308 propiedades con terrenos
mayores de 40,000 hectáreas (Medin, 1990: 127-129). En definitiva, la
reforma del artículo 27 posibilitó la aparición de un nuevo tipo de la-
tifundismo, basado en la capacidad de la pequeña propiedad y que favo-
reció -tanto en su extensión como en las medidas de apoyo agrícola que
instrumentó el gobierno- a miembros de los círculos políticos. Pese a
ello, el reparto de tierras continuó mostrando su efectividad en cuanto
agente potenciador de estabilidad política.
La concentración de la tierra se acompañó de un proceso similar en
el ámbito de la producción, de forma que a finales del sexenio el 19 por
ciento de las explotaciones, que representaban el 59.6 por ciento de la
superficie de labor, contribuía con el 73 por ciento del total producido
y el 0.5 correspondiente a las extensiones de más de cinco hectáreas con
el 26 por ciento (Torres, 1984: 67). Esta producción, que en 1940 sólo
era comercializada en un 50 por ciento, pasó una década más tarde a
los canales de venta en un 80 por ciento. Los datos manifestaban un in-
dudable desarrollo del sector agrícola. Sin embargo vinieron acompaña-
dos por un notable crecimiento de las explotaciones de subsistencia
-aquellas que no venden sus productos-, que aumentaron su propor-
ción, en el número total de extensiones con producción agrícola, del 9
por ciento en 1940 al 20 en 1960 (Reyes Osario, 1980: 391).
Agudizar la dualidad agrícola no era un tema que preocupase al go-
bierno. Lo que se pretendía, incrementar sustancialmente la produc-
ción, era lo prioritario para que se lograse la autosuficiencia alimenta-
ria y se coadyuvase, con ello, a la industrialización. La aportación más
clara de la agricultura comercial que se potenciaba a través de la defen-
sa de la pequeña propiedad fue la tendencia creciente a la satisfacción de
la demanda efectiva de artículos alimenticios, disminuyendo al mismo
tiempo la importación de productos agrícolas. Éstos, que en 1945 re-
presentaban el 13.9 por ciento de todas las importaciones, se redujeron
al 8.8 por ciento en 1950, con lo que se aumentó la cantidad de divisas
disponibles para invertir en los artículos foráneos que la industria re-
quería. El sector agrícola contribuyó con las materias primas y la ma-
no de obra abundante y barata que la industrialización precisaba (He-
witt, 1985: 101-102).
76 • MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
La infraestructura agricola
La seguridad legal para la pequeña propiedad -conseguida mediante la
reforma constitucional y considerada como el primer paso para que los
inversores perdiesen su miedo a posibles expropiaciones y orientasen su
capital hacia las actividades agrarias- no agotó los presupuestos que el
alemanismo otorgaba a lo que debía ser la modernización agrícola y al
papel del Estado en dicho campo. Junto a la iniciativa de reforma del
artículo 27, en su primer discurso como Presidente ante las cámaras,
Alemán anunció la creación de una Comisión Nacional de Colonización
con el fin de abrir nuevas tierras al, cultivo en la zona norte del país.
Aunque no-se trataba de la "conquista de las costas" de la época de Ávi-
la Camacho (Medina, 1978: 275), lo que se perseguía era descongestio-
nar el centro de México, trasladando a un volumen importante de po-
blación hacia la más despobladas tierras del norte. La colonización debía
afectar a tierras, nacionales o privadas, que debían venderse a precios
de mercado a aquellos que estuviesen dispuestos a trasladar su lugar de
residencia. Pese a los intentos de que con esta medida se contribuyera a
lograr un incremento de la producción agrícola y a disminuir la presión
social sobre las explotaciones agrícolas del centro-sur del país -fuente
latente en todo momento de inestabilidad-, sus logros fueron limitados.
Para 1952, 24,723 personas se habían trasladado y habían recibido
100,033 hectáreas en Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa y Colima (Torres,
1984: 68). A lo limitado de los logros contribuyó las irregularidades
que envolvieron la entrega de tierras que se abrían al cultivo, sobre todo
a través de la irrigación, y que eran vendidas, en muchas ocasiones, no
a campesinos sino a inversores que desarrollaban sus actividades en
otros campos.42
En el fracaso en la política de colonización influyó en gran medida
la orientación que el gobierno alemanista dio a uno de los elementos
fundamentales de su política agraria: la irrigación. Alemán consideraba
que el desarrollo de las obras de riego era fundamental para el aumento
de la producción agrícola. En 1946 creó la Secretaría de Recursos Hi-
42 Algunos autores destacan que fueron estas irregularidades y los engaños con que algunos líderes
trasladaron a muchos campesinos lo que provocó el fracaso de esta iniciativa y que apareciese el fenó-
meno del "paracaidismo", esto es, la ocupación ilegal de tierras. Estas invasiones provocaron una situa-
ción de tensión social que afectó el desarrollo empresarial de muchas unidades empresariales. Destacan,
además, que a pesar de que las sucesivas invasiones fueron solucionadas mediante la intervención del
ejército, el "paracaidismo" se conformó como una nueva modalidad del movimiento agrario, como una
ruptura de las normas legales para la ocupación de tierras que terminó conformándose en una opción
permanente para resolver los conflictos agrarios (Peña y Morales, 1989: 229).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA ' 77
"En el periodo considerado todavía no existía en el país ninguna industria de maquinaria agrícola,
ni siquiera de instrumentos simples como el arado de hierro. La primera planta ensambladora de partes
importadas empezó a producir tractores en 1950. A pesar de ello en 1950, con datos de la FAO, había en
el país un tractor por cada 450 hectáreas cultivadas y México poseía el sector agrícola más mecanizado
de América Latina (Hewitt, 1977: 71-73).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICAALEMANISTA • 79
CUADRO 9
PARTICIPACIÓN DE LOS GRUPOS DE CULTIVOS EN LA SUPERFICIE COSECHADA
(Porcentaje)
productos destinados al mercado interno, aunado al incremento del precio de esas mercancías en el mer-·
cado internacional, provocó que se desplazara de forma masiva la producción desde el mercado interno
a la exportación. Para evitar que este escenario provocara la escasez interna, el gobierno realizó campa-
ñas para que hubiese más producción dirigida hacia el mercado interno, sin que ello se opusiera a su ten-
dencia de mantener bajos los precios en las zonas urbanas (Ortiz Mena et al., 1953: 144). .
L~ MODERNIZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA • 81
CUADRO 10
CRÉDITO AGRÍCOLA CONCEDIDO POR EL SISTEMA PRIVADO, 1946-1952
(Millones de pesos de 1960)
LA INVERSIÓN EXTRANJERA
45 Discurso de Miguel Alemán en la Sociedad Panamericana, 2 de mayo de 1947 (Alemán, 1988: 370).
LA MODERNIZACiÓN ECONÓMICA ALEMANI8TA • 85
el informe del Comité sobre Bancos y Moneda del Senado de los Estados Unidos elaborado a principios de
1953. Como incentivos a la inversión extranjera en México, este informe elaboró una lista de 18 motivos en-
tre los que se puede destacar: el trato no discriminatorio del gobierno; suspensión de la anterior política de
nacionalizaciones; falta de restricciones a la exportación de utilidades y capital; falta de competencia; altas
tasas de rendimiento; tipos de salarios favorables; impuestos moderados y exención de los mismos para in-
dustrias nuevas. Las declaraciones contenidas en este informe parecen manifestar que los intentos del gobier-
no alemanista de tranquilizar a los inversores extranjeros hablan sido logrados (Informe del Comité sobre
Bancos y Moneda presidido por Homer E. Capehart al Senado de los Estados Unidos, 1957: 150).
86 • MARL~ ANTONL~ MARTÍNEZ
tes actividades: transportes marítimos internacionales; transporte marítimo de cabotaje; industria del
hule; petroquímica secundaria y minería (Bohrish y Koning, 1968: 27).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA • 87
CUADRO 11
LAS INVERSIONES EXTRANJERAS DIRECTAS (IED) EN "LAS 500"
49 Aunque no es motivo de estas páginas analizar los límites y alcances de esta política, es interesante
señalar algunos elementos que son considerados como efectos negativos de esta estrategia. Al posibilitar la
creación de nexos entre empresarios nacionales y extranjeros con base en sus intereses comunes, se origi-
naron grupos de presión que hizo muy difícil que el gobierno pudiera someter a sus políticas de planifica-
ción productiva. Además, dio lugar a que los funcionarios públicos negociaran otro tipo de objetivos que
no eran el fomento de la participación local en las actividades empresariales (Benneth y Sharpe, 1981: 422).
88 • MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
Sin embargo, al igual que había ocurrido con las inversiones naciona-
les, la ausencia de planificación del gobierno, así como la carencia de
instrumentos precisos que obligasen a los empresarios a actuar en las
ramas que el gobierno requería, provocó que el capital extranjero se
orientase hacia aquellos sectores que le podían reportar mayores bene-
ficios y que no tenían por qué coincidir con los prioritarios para el ale-
manismo. Las medidas que, a partir de la Segunda Guerra Mundial, se
tomaron para fomentar la industrialización nacional originaron un
cambio en la estrategia de desarrollo de las empresas extranjeras que
condujo a la implantación de filiales en el país. Este sistema permitía el
aprovechamiento de las facilidades articuladas por el gobierno para el es-
tablecimiento de industrias nuevas y necesarias. Al mismo tiempo, sal-
vaban la alta barrera arancelaria, se beneficiaban de las exenciones fis-
cales, de los apoyos económicos gubernamentales y disfrutaban del
monopolio casi absoluto del mercado frente a la competencia del exte-
rior (Ceceña, 1963: 160-161).
A pesar de que los primeros años del sexenio de Alemán el capital
extranjero no aprovechó de inmediato las facilidades que el gobierno le
ofreció debido, sobre todo, al interés que Europa despertaba para los in-
versores, a finales del periodo las inversiones extranjeras empezaron a
crecer de forma más rápida y sostenida, como puede observarse en el
cuadro 12.
Junto a ello hay que destacar que tuvo lugar un desplazamiento de
los capitales extranjeros desde las actividades primarias hacia aquellos
sectores que contaban con el impulso del gobierno, como era la industria
de transformación. Esta movilidad se debió también al mayor desarrollo
tecnológico de muchas de las empresas que instalaron en México sus fi-
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICAALEMANISTA • 89
CUADRO 12
INVERSIÓN PRIVADA BRUTA
(Millones de pesos)
tante distancia, eran Canadá con el 14.7 por ciento del capital total
extranjero invertido en México; Suecia con el 6.6 por ciento; Ingla-
terra, con el4.3 por ciento y Francia con el 0.4 por ciento. Otros paí-
ses como Alemania, Argentina, Cuba, Holanda, Brasil, Dinamarca y
Bélgica representaban, en conjunto, el 2.9 por ciento (Ceceña, 1970:
132).
CUADRO 14
PROPORCIÓN (%) DE LA INVERSIÓN USA RESPECTO
AL TOTAL DE LA IED
TotallED
Años (Millones de dólares) (%)
CUADRO 15
DEUDA PÚBLICA TOTAL, 1951
(Millones de dólares)
caracteriza como revolución social y revolución económica. Según la primera, había que buscar beneficios
inmediatos para las masas y alterar la tradicional estructura de la propiedad de la tierra como medio de in-
tegración nacional, desarrollo e independencia económica. El exponente de realización de esta revolución
social sería Cárdenas. Por su parte, la revolución económica tendría como objetivo único y prioritario el
logro del desarrollo económico y el exponente más claro sería Alemán (Wilkie, 1987: 105 y 115).
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA • 93
CUADRO 16
PROMEDIO DE GASTOS PRESUPUESTARIOS POR TIPO DE POLÍTICA POR
PERIODOS PRESIDENCIALES
(Porcentaje)
siguiendo a Luis Unikel, "de tal magnitud que es imposible que vuelva
a registrarse" y que respondió no al crecimiento natural, sino al fuerte
incremento de la migración del campo a la ciudad (Unikel, 1974: 257).
CUADRO 17
POBLACIÓN
(Miles de habitantes)
Años
Actividades 1930 1940 1950
CUADRO 19
CIFRAS DE DESEMPLEO ABIERTO EN EL D.E
Años
----
Actividades 1940 1950
CUADRO 20
BRACEROS E INMIGRANTES ILEGALES
------_. -----
Inmigrantes ilegales
Año Braceros (devueltos a México)
CUADRO 22
EVOLUCIÓN DE LOS SALARIOS MÍNIMOS RURALES Y GENERALES
(Promedio nacional, pesos de 1950)
LA NUEVA DEMOCRATIZACIÓN·
COMO YA había ocurrido con la elaboración del Plan Sexenal, Alemán im-
puso su impronta en la conformación de su gobierno. En los gabinetes
de Cárdenas y, sobre todo, de Ávila Camacho se había intentado conju-
gar la presencia de los diversos grupos revolucionarios. Con Miguel Ale-
mán esta práctica estuvo en gran medida ausente. De acuerdo con peter
Smith, el gobierno alemanista presentó una tasa de continuidad en los ti-
tulares de cargos públicos de alto nivel del 24.2 por ciento, frente al 39.2
durante el sexenio avilacamachista o al 35.4 por ciento del cardenismo.
En la composición del gabinete de Alemán sólo el 6.3 por ciento, es decir,
dos de treinta y dos miembros -uno de ellos él mismo-, había sido e:t'l. el
gobierno previo secretario de Estado (Smith, 1981: 189 y 195). Sejusti-
ficó el perfil del gabinete con la idea de que se debía instrumentar un pro-
grama de gobierno que precisaba del equilibrio entre técnica y política y
subordinar los problemas políticos a formulaciones tecnológicas. El resul-
tado fue la conformación de un gabinete totalmente alemanista. La
ausencia en los puestos clave de elementos significativos procedentes de
los antiguos gobiernos permitía diseñar un Ejecutivo sin importantes fi-
delidades a elementos políticos extragubernamentales, sin decisivas fisu-
ras ideológicas y, sobre todo, con una mayor dependencia del titular del
Ejecutivo, hecho que en el último término tendió a reforzar su Presiden-
cia (Medin, 1990: 47). Un elemento que también caracterizó la compo-
sición del gobierno derivó de la forma de reclutamiento de sus miembros
y del carácter civil de Alemán. Como se observa en el cuadro 23, el nuevo
tipo de liderazgo que imperó no manifestó vínculos directos con la Revo-
lución, sino que, por contra, la que se puede denominar camarilla alema-
nista fue reclutada en diversas fuentes, tales como la escuela, la universi-
dad y, en menor medida, la política estatal de Veracruz.
99
tOO • MARÍA AJ'ITONIA MARTÍNEZ
CUADRO 23
RECLUTAMIENTO EN EL GOBIERNO DE ALEMÁN
Revolución
Estado 4 2 6
Sector privado 1 5 6
Escue!a 26 14 2 42
Familiares 6 6
Burocracia federal 1 6 2 9
Total 32 33 4 69
rectores de las principales empresas descentralizadas, senadores, directores de empresas descentralizadas de se-
gundo nivel, secretario general de los sindicatos nacionales secundarios, alcalde de Guadalajara y Monterrey,
presidente del PRI en el Distrito Federal, presidente de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, vicepresidente
de la Cámara de Diputados y Senadores.
'Los de tercer nivel incluyen: diputados federales, posiciones de tercera y cuarta categoría en el gabinete,
juez de la Suprema Corte y subdirector de las empresas descentralizadas secundaria;.
"La nueva generación, con un promedio de 44 años, que llegaba al poder no había participado en
su mayoría en la Revolución, aunque había sido educada bajo gobiernos revolucionarios. Casi todos te-
nían preparación universitaria: nueve abogados, dos economistas, un ingeniero, un médico, un odontó-
logo, un escritor. Sólo había dos militares, los correspondientes a las secretarías, de Defensa y Marina.
Cárdenas había recurrido a personas que conoció durante la Revolución para ocupar puestos públicos,
de forma que e! 26 por ciento había sido o era oficial de carrera. Este porcentaje disminuyó al 18 por
ciento con Ávila Camacho y al 9 por ciento con Alemán (Camp, 1986: 3S8). Lo más destacable fue la
presencia en e! gabinete de Alemán de cuatro industriales en importantes puestos ministeriales. Muchas
de las personas que ocuparon cargos destacados durante su sexenio eran amigos de Alemán. Precisamen-
te este hecho, aunado a los niveles de corrupción alcanzados en el periodo, provocó que se desatasen cam-
pañas en contra de numerosos ministros a los que se calificaba despectivamente como "los amigos del
Presidente". A Antonio Ruiz Galindo, secretario de Economía, se le acusaba de numerosas actividades
fraudulentas y de utilizar su puesto para defender sus intereses de industrial (Presente, 24-8-48). A Ra-
món Betda se le acusó de estar construyéndose una casa "estilo porfiriano" y regalada por Manuel Suá-
rez de la empresa Eureka (Presente, 14-7-48). Se responsabilizó a Antonio Díaz Lombardo, director del
Seguro Social (Presente, 28-9-48) y a Jorge Pasque! (Presente, 18-9-48) de realizar distintos actos frau-
dulentos. Lo interesante, sin embargo, fue que no se responsabilizaba a Alemán de las actividades ilícitas
de sus colaboradores. Por el contrario, se hizo diluir entre el denominado grupo de "amigos" mientras
que Alemán era caracterizado como "un patriota a diferencia de muchos de sus colaboradores que no
hacen sino perjudicar su labor" (Presente, 4-8-48).
ESTADO YACTORES POLíTICO-SOCIALES' 101
La Constitución Política que nos rige [... ] garantiza con sus normas
los derechos individuales, las conquistas sociales y las libertades po-
líticas. Ella organiza la vida jurídica del Estado y rige las relaciones
humanas sobre el principio del respeto a la dignid,ad del hombre. Su
esencia es la democracia, preciada herencia que nos legaron nues-
tros mayores y en que ha puesto su fe el pueblo mexicano. Su pro-
pósito práctico es el bienestar del pueblo; su aspiración universal la
igualdad de las naciones. La victoria de las democracias en el mun-
do la sentimos y celebramos los mexicanos como el triunfo de nues-
tra propia doctrina (Alemán, 1945: 8).
Sin embargo, lo que se obtuvo con la nueva ley fue centralizar el pro-
ceso electoral y eliminar el poder que en, dicho nivel, detentaban las au-
toridades locales. Así, este último hecho, que implicaba un avance en el
camino de la modernización política redundó, en última instancia, en
fortalecer el papel del Ejecutivo. Sobre éste se hizo recaer el control del
acto electoral y la capacidad de otorgar o denegar el registro como par-
tido político a cualquier agrupación (Molinar, 1991: 23-25). Junto con
ello, y frente al respeto al sufragio señalado por Alemán, el problema
de avanzar en la democracia no podía limitarse a una reforma de las le-
yes sino que era preciso incidir en las prácticas que imperaban:
"Estas palabras fueron pronunciadas por Alemán en su discurso de postulación como candidato
por el PRI (Alemán, 1988: 269 y 271).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 103
ss Palabras de Alemán al tomar posesión como Presidente ante el Congreso de la Unión (Alemán,
19BBa: 324).
106 • MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
56 Palabras citadas por Jorge Prieto Laurens en su artículo "La rusificación de México", publicado en
la revista Presente, 30-12-48.
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 107
59 Acuerdo tomado en la Asamblea Nacional del PRI el 12 de octubre de 1951 (Alemán, 1988b: 276 y 277),
11O• MARÍA ANTONL~ MARTÍNEZ
EL MOVIMIENTO SINDICAL
CUADRO 24
NIVEL DE AFILIACIÓN
Centrales Afiliados
CTM 145,471
CPN 61,180
CROM 17,471
COCM 10,170
CGT 5,506
Concentración campesina
6°La CTAL defendía que América Latina en su conjunto debía elaborar una estrategia de desarrollo
económico que le permitiese lograr la independencia respecto a las grandes potencias, especialmente Es-
tados Unidos, que surgían con más fuerza después de la Segunda Guerra Mundial. La AfOL propugnaba
la adopción del librecambismo norteamericano (Rivera Flores, 1987: 37).
1U • \L\RÍA ANTD.'!LUlARTÍNEZ
A cambio del apoyo a las políticas impulsadas por Alemán, las centra-
les recibirían diferentes tipos de beneficios, entre los que estaban los
subsidios económicos:
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOClALES ' 115
61 Carta de la CGT en 1950 firmada por el secretario general, Guillermo Treja, y el secretario de Con-
62Como representante del primer sector contendía a la elección del Comité Ejecutivo el grupo com-
puesto por el secretario general en ese momento, Fidel Velázquez, y los lfderes de las federaciones estata-
les. Su candidato para la secretaría de la central era Fernando Amilpa, uno de los componentes de los
"cinco lobitos", conformado, además de por Amilpa, por Fidel Velázquez, Jesús Yuren, Luis Quintero y
Alfonso Sánchez Madariaga, y constituido desde que todos eran miembros de la CROMo Desarrollado a la
sombra de Lombardo, para 1947 este grupo controlaba en gran medida el funcionamiento de la CTM,
amén de que contaba con el apoyo de los líderes de las federaciones estatales a pesar de que éstos, for-
malmente, se declaraban partidarios de Lombardo. El segundo grupo que contendió en la elección del Co-
mité Ejecutivo estuvo integrado por Luis Gómez y Valentín Campa, dirigentes del sindicato ferroviario y
el segundo miembro del PCM hasta que en 1940 fue expulsado por sus críticas al asesinato de León Trots-
ki (Medina, 1982: 123-124).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 117
63
5610 entre ferroviarios, electricistas y telefonistas, el número de afiliados llegaba a 96,000. Es
muy difícil establecer el número de agremiados que continuaba en la CTM. Si hemos manejado como ci-
fra bastante realista la de más de 145,000 miembros, para 1947 la propia CTM hablaba de que, después
de la escisión, sólo la cantidad numérica de sindicalistas que abandonaron la CTM era considerable (Me-
dina, 1982: 129).
118 ' K.\RÍAANTONlA MARTÍNEZ
bre todo, del peso específico que las actividades que dichos trabajadores
tenían para el conjunto de la economía. Como ya se ha señalado, Ale-
mán otorgaba un papel prioritario, en el proyecto modernizador pro-
pugnado, a aquellos sectores que debían proporcionar la infraestructura
y las materias primas que el crecimiento industrial demandaba. Las em-
presas de ferrocarriles, petróleo y energía eléctrica, entre otras, debían te-
ner como objetivo prioritario el crecimiento de su producción, además
de que ésta fuera más diversificada y barata. La probabilidad de que la
conflictividad laboral aumentase en esas ramas demandando, entre
otras cosas, mejoras salariales, podía hacer peligrar, tanto el abarata-
miento de sus productos finales, resultado de los hipotéticos incremen-
tos en los salarios, como el aumento de su producción. Era esencial
que dichos sindicatos industriales se avinieran a limitar sus activida-
des reivindicativas y considerasen que su tarea era la de colaborar con
el gobierno en el logro de su proyecto de modernización económica.
Mientras tanto, el proceso de descomposición de la CTM parecía con-
tinuar. Por un lado se siguió con la tendencia a aislar a aquellos grupos
que, a su interior, seguían demandando la necesidad de que la central
guardase un nivel de autonomía respecto al gobierno. Con ello, la diri-
gencia permanecía intentando consolidar los presupuestos de concilia-
ción con el Estado. Como una manifestación de esta línea, en el XXXII
Congreso Nacional de la CTM, celebrado en 1948, y pese a las importan-
tes resistencias de algunos grupos, se aprobó el planteamiento de que to-
dos los agremiados de la CTM tenían que militar obligatoriamente en el PRI
o enfrentarse, de lo contrario, a sanciones y represiones cuyo alcance que-
daba por determinar. El resultado de este acuerdo fue que numerosas sec-
ciones continuaron abandonando la CTM (Basurto, 1984: 135-13 7) Y
muchas de ellas, en ese mismo año, constituyeron la Alianza de Obreros
y Campesinos de México (AOCM) que, para 1949, Y en unión del sindica-
to petrolero y el minero, fundó la Unión General de Obreros y Campesi-
nos de México (UGOCM) (Rivera, 1984: 48-49).
Para 1948 la situación en el seno del movimiento obrero era de pal-
pable división. De un lado se encontraban las centrales articuladas en
torno al CON, representando cerca de 400,000 trabajadores, y la CTM,
con 100,000 afiliados. De otro, los sindicatos de industria y la AOCM con
330,000 miembros (Medina, 1982: 146-147). Las primeras se situaban
en una línea de apoyo al gobierno liderada por la CTM. Las otras centra-
les continuaban defendiendo la necesaria autonomía del Estado. Lo carac-
terístico fue el tipo de relación que entre ambos grupos de asociaciones
ESTADO !'ACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 119
dicho sindicato era Luis Gómez, dirigente, asimismo, de la CUT. A principios de 1948 se debía realizar la
elección del nuevo Comité Ejecutivo del 5TFRM que sustituyese al encabezado por Luis Gómez y Valentín
Campa. El candidato a sustituirlos en la dirigencia fue Jesús Díaz de León, apodado "El Charro". Este úl-
timo, cuando llegó a la secretaría del sindicato, inició una campaña de desprestigio en contra de los an-
tiguos dirigentes y destinada a minar el poder que éstos detentaban todavía. Los acusó de realizar accio-
nes fraudulentas con los fondos sindicales pero, en vez de realizar los procedimientos señalados en los
estatutos del sindicato, presentó la denuncia ante el procurador general de justicia. Mediante esta acción
posibilitaba la intromisión del gobierno en temas internos de la organización. Además, Díaz de León re-
currió a la utilización de la fuerza para hacerse con el control de oficinas y secciones del sindicato y de-
poner a los seguidores de Luis Gómez, con la complacencia de las autoridades judiciales que se negaron
a admitir a trámite las denuncias de los hechos presentadas (Cortés, 1984: 74-94).
122 ' MARí~ ANTONl~ MARTÍNEZ
68 En 1948 fue dada orden de arresto contra varios miembros del sindicato ferroviario, entre ellos
Valentín Campa y Luis GÓmez. Este último entró en prisión aunque fue puesto en libertad al cabo de los
seis meses, según palabras de Valentín Campa, después de realizar un "compromiso (que) consistía en
aceptar la traición al movimiento ferrocarrilero en particular y al movimiento obrero en general a cam-
bio del ofrecimiento de Alemán de dejarlo libre muy pronto [... ]. Salía de noche, entre otras cosas,
para cooperar con funcionarios policiacos y del Estado Mayor Presidencial en la localización de los di-
rigentes ferrocarrileros que seguíamos presentando resistencia en muchas terminales del país" (Campa,
1985: 203). Posteriormente, con el gobierno de Luis Echeverría, Luis Gómez fue nombrado gerente de
la empresa estatal Ferrocarriles Nacionales, cargo en el que fue ratificado por López Portillo (Basurto,
1984: 122). Por su parte, Valentín Campa ingresó en prisión en 1949 de donde salió en enero de 1953
(Campa, 1985: 211-224).
"La siguiente cita se constituye en una muestra del tipo de relación que quedó establecida entre, so-
bre todo, la CTM y el gobierno: "La CTM siempre ha estado vinculada a los regímenes revolucionarios de
México; pero su vinculación no es de subordinación sino de franca y leal cooperación con los mandata-
rios del país, porque como representativa de los más altos intereses proletarios tiene el deber de colaborar
y de prestar su apoyo a los gobiernos revolucionarios [... ] actualmente colabora y le presta también toda
la fuerza que significa la clase obrera organizada del país, al señor Presidente de la República, licenciado
Miguel Alemán, en su grandiosa obra de industrialización y de recuperación económica (... 1 tenemos que
ser sinceros al declarar sin tapujos nuestra admiración y reconocimiento al señor Presidente de la Repúbli-
ca, licenciado Miguel Alemán, por la magnífica obra de reconstrucción nacional que ha realizado en sólo
cuatro años de gobierno; todavía esperamos más de su excepcional capacidad y dinamismo. No nos aver-
güenza ni menoscaba nuestro prestigio de organización representativa del proletariado mexicano, sino por
el contrario que nos dignifica el aplaudir con entusiasmo la trascendental tarea realizada por el Presiden-
te Alemán; nos sentimos orgullosos al decir que somos sus amigos y que nos solidarizamos con su polí-
tica económica y social, porque esta política le ha traído indiscutibles beneficios al pueblo mexicano; porque
las realizaciones democráticas y de justicia social de su gobierno constituyen el mejor ejemplo para los
gobernantes que le sucedan ..." (CTM, 1950: 8-9).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 123
?DEn relación con este proceso es interesante la explicación dada por Alemán en cuanto al desarrollo
y fortalecimiento de la CNO? al interior del partido oficial en detrimento de la CTM y la CNe: " ... la parti-
cipación del sector popular surgió como una necesidad; se trataba del grupo capaz de conciliar intereses
entre el sector campesino y obrero [... 1 Se pretendió fusionar las organizaciones campesinas con aquéllas
de los obreros. Con ello, prácticamente hubiera desaparecido el equilibrio político de México. ¿Quién lo hu-
biera conciliado? Se hubiera producido así un movimiento de masas dirigido por un solo sector. ¿Hubié-
ramos podido conservar el equilibrio dentro de esa situación? Lo más probable era que la marcha del país
se hubiera detenido. Dadas aquellas circunstancias, la clase popular debió ser la conciliadora, para encau-
zar a las fuerzas sociales y políticas [... 1 ¿Qué hubiera sido de México de no haberse creado esa estabilidad?
No hubiéramos tenido prosperidad económica [... 1 No existía una conciencia política suficiente
para que esos grupos pudieran dirigir al país" (Alemán, 1975: 32-33).
114 ' MARÍA ANTONl~ MARTÍNEZ
71 Esto último quedaba, sin embargo, bastante desvirtuado en lo que respecta al PLM. A pesar de que
desde su fundación argumentó ser un partido autónomo representante de los intereses de los trabajado-
res, el PLM estableció vinculas primero con Obregón y después con Calles, lo que hizo que perdiera par-
te de su carácter autónomo respecto a los caudillos de la revolución lSinger, 1988: 343).
126 ' MARÍA ANTONIA ~IARTÍNEZ
gistrar partidos con sólo 10,000 miembros. Esta cláusula fue eliminada para las posteriores elecciones
de 1949 (Rodríguez Araujo, 1989: 42).
128 ce MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
73Con posterioridad, la legislación electoral fue reformada durante el periodo en dos ocasiones, en
1949 y 1951. Los cambios introducidos en 1949 precisaron algunos de los elementos de organización y
vigilancia de los comicios que habían quedado poco matizados en la ley de 1946. Más importantes fue-
ron los cambios que se orientaron a excluir a la Suprema Corte de Justicia de su participación en los co-
micios, de forma que sus funciones pasaron a ser realizadas por la Procuraduría General de Justicia, de-
pendiente del Ejecutivo. La razón de la exclusión de la Suprema Corte se debió a que en algunos de los
recursos que en 1945 o 1946 se interpusieron por asociaciones políticas ante ella, la Corte no siempre
falló a favor del PRI. Las modificaciones a la ley electoral realizadas en 1951 se orientaron a asentar la
exclusión de la Corte de Justicia de los temas electorales y a centralizar el proceso de organización y vi-
gilancia de los mismos. Así, se ampliaron las funciones de la Comisión Federal Electoral, de las Comisio-
nes Estatales Electorales y los Comités Distritales Electorales y el Registro Nacional Electoral. Con ello,
este último pasó a ser una institución permanente de servicio público, formada por personal de confian-
za y dirigida por un funcionario nombrado por el secretario de Gobernación. Además, la ley cambió la
integración de la Comisión Federal Electoral, reduciendo los comisionados del Ejecutivo de dos a uno y
aumentando los de los partidos de dos a tres. A cambio, privó de voto a los partidos en las comisiones
locales electorales y los comités distritales electorales. Esta ley también modificó el método de cómputo
de las elecciones, que pasó a ser realizado por los comités distritales electorales y las comisiones locales
electorales, donde los partidos carecían de voto. Este cambio fue muy importante para centralizar el pro-
ceso de vigilancia y cómputo de los actos electorales (Molinar Horcasitas, 1991: 37-38).
74 En este sentido Alemán señaló que "la victoria de las democracias en el mundo, la sentimos y ce-
lebramos los mexicanos como el triunfo de nuestra propia doctrina" (Alemán, 1945: 8).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 129
tió en que "el ejercicio de sus derechos políticos es un deber del pue-
blo, cuyo cumplimiento fomentaremos insistiendo en el acatamiento
estricto de la voluntad popular manifestada por medio del sufragio"
(Alemán, 1945: 10). Junto a ello, incidió en que
(PFP), la Federación de Partidos del Pueblo (FPP), a los que se unió el Par-
tido Popular (Pp) constituido oficialmente en junio de 1948.
El PFP fue creado en 1946, año en el que presentó a las elecciones 47
candidatos a diputados, además de uno para la Presidencia de la Repú-
blica. Su fundación fue auspiciada por la Unión Nacional Sinarquista
(UNS) como medio instrumental pará la participación de esta organiza-
ción en los procesos electorales. Entre los postulados que en su origen
defendió se encontraba la reforma total del sistema político mexicano. 77
El PCM había sido fundado en 1919, logrando desempeñar una gran in-
fluencia en la CROM y la CGT a partir de la cual se constituyó en 1929
la Confederación Sindical Unitaria de México (CSUM). Acusándolo de par-
ticipar en la revuelta escobarista/ 8 en 1929, el PCM fue declarado ilegal,
76 Los partidos que obtuvieron el registro fueron e! PRI, e! PAN, e! PFP, e! PDM, e! Nacional Constitucio-
nalista (PNC), e! Nacional Reivindicador Popular Revolucionario (PNPRPR), el Nacional Demócrata Indepen-
diente (PNDI) , el Frente de Unificación Revolucionario (FUR), e! PCM, el PFP ;' e! Demócrata Revolucionario
(PDR). Molinar Horcasitas refiere que para conceder e! registro a algunas de estas formaciones, la Secretaría
de Gobernacíón interpretó con gran laxüud la legislación vigente. La razón que él elabora para explicar tal
hecho se encontraría en la tendencia por parte del gobierno en ese periodo a favorecer el multipartidismo; en
una estrategia modificada en los años siguientes, de forma que para 1949, sólo cuatro partidos (incluyen-
do al PRI) contaban con e! registro necesario para contender a las elecciones. Esta disminución, siguiendo a
Molinar, se debió al sistema de escrutinio de mayoría relativa que castigaba a los pequeños partidos, al ca-
rácter electoralista de muchas de las agrupaciones partidistas ;', en gran medida, a la gran discrecionalidad
que poseía la Secretaría de Gobernación para otorgar o denegar el registro (Molinar, 1991: 30-34).
77Después del conflicto cristero de 1929 surgió una serie de organizaciones católicas como medio de
presión para defender los intereses religiosos. Una de estas asociaciones fue la base a partir de la que en 1937
fue fundada la Unión Nacional Sinarquista. La ideología de la UNS fue sobre todo anticomunista, antilibe-
ral y ultranacionalista ;' defendía que después del periodo de anarquía que se había desarrollado desde Juá-
rez a Cárdenas, era necesario restablecer el orden y la autoridad. Propugnaban, así, por el establecimiento
de un proyecto estatal basado en e! orden social cristiano y se presentaron, inicialmente, como un movi-
miento político no electoral. En su seno se produjo una pugna entre los que defendían la utilización de la
rebelión armada contra el gobierno y aquellos que se inclinaban por canalizar la oposición a través de
la vía electoral. Finalmente, fueron estos últimos los que se impusieron y dieron origen al PFP (Guillén
Vicente, 1989: 168-169).
76 La constitución en 1929 del PNR provocó que un sector de las fuerzas políticas percibiera al par-
tido como un instrumento de control por parte del grupo callista. Así, se elaboró el Plan de Hermosi-
llo en e! que se llamaba al pueblo a la rebelión contra el gobierno de Calles, originándose un movi-
miento que aglutinó a la mayor parte de las fuerzas anticallistas. Uno de los líderes de la rebelión fue
el general José Gonzalo Escobar, quien daría nombre al movimiento y al que se conoce como rebelión
escobarista. Aun cuando el movimiento se extendió rápidamente, no logró captar el apoyo de las ca-
pas medias ni tampoco de los campesinos. Si bien la rebelión se configuró como un intento de susti-
tuir al grupo callista en e! poder fue reprimido con e! recurso de! ejército y la rebelión quedó neutra-
lizada ya en 1929 (Garrido, 1986: 117-121).
ESTADO YACTORES POLÍTICü-SOCW,ES ' 131
79 Refiriéndose al tiempo en el que el PCM estuvo en la ilegalidad, José Revueltas refiere cómo las po-
siciones defendidas por el partido surgidas a partir del pleno de julio de 1929 estaban marcadas por el
sectarismo y por la "tendencia en nuestro partido hacia el respeto y «veneración» supersticiosos de los
organismos superiores internacionales", lo que casi provocó la dispersión de "todas nuestras fuerzas, de-
sarticulándolas y poniéndolas en riesgo de desaparecer por completo". Según el análisis de Revueltas
esta política fue continuada hasta la realización del VII Congreso Mundial de la Internacional Comunis-
ta en el que los dirigentes de la Comintern señalaron al PCM "una perspectiva inmejorable para su tra-
bajo, su desarrollo y el desarrollo mismo de la Revolución mexicana que en Cárdenas había encontrado
una fuerza motriz de primera línea para ser impulsada hacia adelante". Pero la política de frentes popu-
lares provocó, siguiendo a Revueltas, que "la dirección del partido quedó por debajo de los acontecimien-
tos y que la iniciativa revolucionaria se mantuvo en manos del gobierno ... " (Revueltas, 1984: 118-126).
"'Discurso de Alemán en Cuernavaca (Alemán, 1988a: 153).
j:H • MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
Al El PAN se constituyó en 1939 con miembros procedentes de los sectores católicos que habían estado
ligados a la universidad y que habían colaborado con los regímenes posrevolucionarios. En su fundación
también participaron empresarios y miembros de la clase mema. El nuevo partido se creó en torno a Ma-
nuel Gómez Morin, que había desempeñado un papel importante en la fundación del Banco de México en
1925, era ex rector de la UNAM y había formado parte, junto con Vicente Lombardo Toledano, del grupo
de "Los siete sabios". También participaron en su fundación Efraín González Luna; Ezequiel Chávez, ex sub-
secretario de Educación Pública; Manuel Bonilla, secretario de Fomento en el gobierno de Madero y Rober-
to Cosía. Su primer presidente fue Manuel Gómez Morín, hasta 1949 (Guillén Vicente, 1989: 126). En ese
año y después de 10 en la presidencia, Gómez Morín renunció a la misma para "dejar que el partido se or-
ganizara lejos de la influencia de su personalidad". Su sucesor fue Juan Gutiérrez Lascuráin hasta 1956
(Marván Laborde, 1988: 190-191).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 133
"Loaeza. 1983: 436. Sin embargo, siguiendo a Gómez Morín, "la Iglesia no tiene que ver con la ac-
ción política; ni hemos querido, ni habríamos aceptado la intervención de la jerarquía en los trabajos del
partido. Por otra parte, con mucha frecuencia [... 1 miembros de la jerarquía han sido abiertamente hos-
tiles al partido y han criticado la posición política que el Partido ha tomado". Citado en Wilkie y Wilkie,
1969: 182.
I:J4 • ~tljlíAANTONL~ MARTÍNEZ
B'''Principios de doctrina del PAN", citado por Calderón Vega, 1970: 10-11.
"A este respecto, Gómez Morín señaló: "Lo normal en el falso sistema democrático mexicano, ha
sido que la elección la haga el gobierno [... 1 desde el primer momento e invariablemente, hemos dicho
que no nos importan, como base de solución de los asuntos nacionales, ni el voto inmediato ni sus re-
sultados próximos, ni nos hemos organizado para una escaramuza electoral, ni, por tanto, tenemos en
esa escaramuza interés fincado que pueda hacernos sentir triunfantes o resentidos según los frutos que
de ella se logren [... ) antes y después del voto, sobre toda elección, más allá y más acá de los contactos
con el Poder, la acción política verdadera, en su único sentido generosamente humano, se confunde y se
entreteje con todos los demás deberes que hacen la trama permanente de la vida individual y la trama
inacabable de la vida colectiva." "Informe rendido a la Il Convención Nacional de Acción Nacional, el 20
de abril de 1940 por Manuel Gómez Morín" (Gómez Morín, 1983: 57-59).
"En la asunción de esta idea, abundantemente desarrollada por Gómez Morín, es probable que in-
fluyera la experiencia de la campaña de Vasconcelos en la que participó activamente. Siguiendo a Gómez
Morín, uno de los motivos que le llevó a disentir con Vasconcelos fue la negativa de este último a orga-
nizar a los ciudadanos que lo apoyaban en un partido permanente, un partido de cuadros. También con-
sideraba que esta era la razón por la que el vasconcelismo no tuvo con posterioridad una mayor presen-
cia política en el país (Wilkie y Wilkie, 1969: 157-158).
E~TADO y ACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 135
"Para Gómez Morín, "en nuestro México, en nuestro tiempo, en nuestro mundo, ser ciudadano es
coincidente con ser hombre". Junto a ello, deber ciudadano o erear conciencia cívica era un proceso que de-
bía conducir a que los mexicanos actuasen conscientemente en la vida política nacional. Para el PAN, ser
ciudadano era "informarse de proposiciones, ofertas y programas; participar en deliberaciones, alzar jus-
tas protestas [... ], cuidar del padrón, hacer cola en las casillas, pelear contra los ladrones de ánforas y de
votos; ser candidato, hacer campañas, defenderse en colegios electorales inocuos... ", es decir, una multi-
plicidad de funciones y valores considerados inexistentes por los panistas en el país ("Informe a la VII
Convención Nacional de Acción Nacional, 25 de febrero de 1949", Gómez Morín, 1983: 265).
186 ' MARÍA ANTONL\ MARTÍNEZ
do señaló que "debemos organizar totalmente la estructura del Partido de la Revolución Mexicana que
está muerto y desprestigiado. Tenemos que hacer un nuevo partido en México, querido por el pueblo,
apoyado por los campesinos, los burócratas, la clase media, los soldados, los jefes del ejército, los inte-
lectuales. Un partido de verdad, no burocratizado, no inerte, un partido que vibre con el pueblo, que lo
defienda y que lo represente con honor" (Citado por Durand Ponte, 1990: 176). Esta crítica relativa al
PRM se hizo extensiva al PRI cuando señaló: "El PRI fue creado para asociar, para reunir a las fuerzas pro-
gresistas y enfrentarlas en la campaña electoral contra las fuerzas que pretendían llevar a la Presidencia
de la República un agente del imperialismo extranjero. Pero por eso, por haber sido un esfuerzo tardío
para revivir al viejo PRM, la función cumplida por el PRI fue una función muy restringida. El licenciado
Miguel Alemán fue electo por la inmensa mayoría del pueblo mexicano; pero no se puede decir que el PRI
haya sido el conducto para esa elección. La victoria del licenciado Alemán no se realizó a través del PRI.
Se realizó sobre el PRI, por encima del PRI Y por encima de sus órganos establecidos. No puede hablarse,
en consecuencia, tampoco, de que exista en México, en los actuales momentos, un partido o una serie de
partidos que agrupen a las grandes masas populares." ("Intervención de Vicente Lombardo Toledano", en
Mesa redonda de los marxistas mexicanos, 1982: 68).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' t:J7
ción integral del país. 89 Lombardo definió en este discurso una serie de ca-
racterísticas que el nuevo partido debía cumplir y que finalizaron deter-
minando el tipo de oposición y de relaciones con el gobierno llevadas a
cabo por el Partido Popular, en un proceso que se haría más evidente des-
pués del sexenio alemanista. En esencia, el partido debía formar parte del
régimen revolucionario pero sin depender del gobierno:
dO Aun cuando cuestionaba la eficacia de las agrupaciones partidistas existentes, sobre todo al PRI y
al PCM, no abogaba por su desaparición. Probablemente debido a que las fuerzas con las que él pensaba
conformar el nuevo partido debían provenir, fundamentalmente, de esas organizaciones consideró más
conveniente no hacer un llamamiento a su desaparición inmediata, sino que en el proceso el PP conse-
guiría sustituirlas al atraer a los grandes colectivos que las constituían, sobre todo al PRI, hacia el parti-
do que él tenía en mente. Así, en esta reunión al hacer un llamamiento a las fuerzas allí congregadas in-
sistió en que "el nuevo partido no perseguirá, pues, el monopolio de la acción política en nuestro país.
Será un organismo más, importante, pero un órgano más en favor de la Revolución Mexicana. Por eso
mantendrá relaciones con el PRI, mientras éste exista. Mantendrá relaciones con el Partido Comunista
Mexicano... " (Lombardo Toledano, 1982: 72; cursivas de la autora).
'oEn el ¡V Congreso de la CTM se elaboró la ponencia 16 por la que la CTM se comprometía a contri-
buir a la conformación del partido y de invitar a las organizaciones que estuvieran de acuerdo con sus li-
neamientos a apoyarlo moralmente. Confiado en la promesa de la CTM, Lombardo hizo un llamamiento a
los miembros de la central a incorporarse al PP. A ello, los líderes de la CTM se opusieron declarando que el
I Congreso Nacional de la CTM ordenaba su adhesión al partido oficial y que no se había modificado el pac-
to sectorial celebrado al constituirse el PRI en 1946. La CTM finalizó expulsando a todos sus miembros que
estaban participando en la constitución del Pp' incluido el propio Lombardo. Para más información de las
actuaciones de la CTM hacia el PP (véase, Medina, 1982: 136-150 y Yáñez, 1984: 119-124).
IB8 • MARÍA .<I..'iTüNIA MARTÍNEZ
"Víctor M. Villaseñor, vicepresidente del PP, se refiere a las irregularidades que el gobierno cometió en la
elaboración del padrón electoral, así como en la emisión de las credenciales de voto. Asimismo, plantea el de-
bate que se produjo en el seno del PP en torno a la idea de si, después del fraude que el gobierno había come-
tido, se tomaba la decisión de que los candidatos del partido concurrieran o no al Colegio Electoral. Finalmen-
te se aprobó no acudir al colegio y no aceptar un escaño sin obtener el permiso de la Dirección Política del par-
tido, en un intento de evitar la línea de actuación del PAN y su tendencia a aceptar lo que el gobierno tuviera
a bien concederle. Finalmente, el Colegio Electoral otorgó un escaño a Ignacio Pesqueira y éste, sin tener en
cuenta los acuerdos elaborados, lo aceptó. El partido tomó la resolución de apoyar la decisión de Pesqueira, si-
guiendo a Villaseñor, porque el PP aceptó la tesis planteada por Díaz Muñoz -secretario de la Comisión de
Asuntos Electorales- de que "el Partido debía alejarse de ilusiones absurdas, que encontrándonos en México,
había que hacer la política a la mexicana, moviendo influencias personales. haciendo antesala en las oficinas
de los personajes y recogiendo todo lo que fuera posible obtener" (Palabras de Díaz Muñoz, citadas por Villa-
señor, 1976: 175-176).
ESTADO YACTORES POLÍTICO·SOGlALES • 139
92En las elecciones a diputados también en 1952, el partido obtuvo el 0.88 por ciento de la vota-
ción. Un cambio importante para el partido se produjo en 1955 cuando la dirección propuso a la asam-
blea nacional su conversión en partido de la clase obrera inspirado en la filosofía marxista, lo que fue
aprobado. Después de cinco años de debate, el partido cambió su nombre por el de Partido Popular So-
cialista. Con posterioridad a las elecciones presidenciales de 1952 en las que el PP presentó su propio can-
didato, en las subsiguientes de 1958,1964,1970,1976 Y 1982 el partido apoyó las candidaturas pre-
sidenciales presentadas por el PRI (Rodríguez Arauja, 1989: 145-149).
14U MARÍA ANTONl~ ~t\RTÍNEZ
tidumbre sobre las organizaciones partidistas, toda vez que sus posi-
bilidades de actuación legal dependían, en última instancia, de la apli-
cación normativa y de su interpretación por parte del Ejecutivo. Se
evidenció la debilidad de los partidos de oposición para instrumentar
y consolidar alternativas reales al grupo en el poder. Durante el ale-
manismo ello dependió, en gran medida, del comportamiento y de las
políticas articuladas desde la Presidencia. Respondió, también, a la es-
casa implantación social que durante el sexenio obtuvieron los parti-
dos opositores.
Una manifestación de este hecho es observable en los porcentajes
de voto en las elecciones que tuvieron lugar durante el periodo en re-
lación a las tres agrupaciones partidistas de oposición. En las eleccio-
nes para diputados federales de 1952, el FPP obtuvo el 15.88 por
ciento de los votos, mientras el PP logró el 0.88 por ciento, algo su-
perior al 0.50 que había conseguido en las intermedias de 1949. Por
su parte, el PAN había pasado del 2.24 por ciento de 1946, al 5.59 en
1949 y al 8.67 por ciento en 1952. Si bien en relación con el PAN el
incremento en los porcentajes de voto recibidos era sustancial, tam-
bién es cierto que, para 1952, había presentado 143 candidatos, fren-
te a los 69 que había postulado en 1949, es decir, que sus niveles de
cobertura habían aumentado de forma importante. Pese a ello, los re-
sultados electorales obtenidos por estas formaciones eran relativa-
mente bajos, sobre todo si los comparamos con los logrados por el
PRI en los mismos comicios (73.52 por ciento en 1946, 93.91 en
1949 y 74.31 por ciento en 1952). Esto puede ser interpretado por
la relativa juventud de los partidos de oposición y, fundamentalmen-
te, por las tendencias del electorado a preferir a los candidatos surgi-
dos como una escisión del propio PRI (Molinar, 1991: 40 y 49-50).
Pese a estos magros resultados, es posible explicar la presencia de los
partidos en los procesos electorales con el objeto, no tanto de despla-
zar al partido hegemónico, sino de mantenerse como sujetos políti-
cos. Este comportamiento, auspiciado por el gobierno, condujo a
que, durante el sexenio alemanista, se dibujara un régimen político
en el que, aun recurriendo en el discurso a los postulados democrá-
ticos y modernos de la organización política, en la práctica se instru-
mentó un sistema caracterizado por la ausencia de la competitividad
política, con un partido hegemónico en convivencia con unos débi-
les, en el marco de una cultura política escasamente participativa
(Peschard, 1988: 229-232).
141 • MARÍAANTüNLUl.vlTÍNEZ
9' Si bien es cierto que en México han surgido y desarrollado importantes grupos empresariales dota-
dos de mayores niveles de informalidad que las organizaciones de patronos y que dichos grupos podían ha-
ber optado por consolidarse como los instrumentos de defensa de los intereses de sus integrantes ante las
políticas de los sucesivos gobiernos, la tendencia ha sido que los empresarios recurrieran para tales fines a
mecanismos institucionales. Aunque la informalidad ha sido uno de los rasgos que ha caracterizado las
relaciones entre los empresarios considerados individualmente y el Estado, las organizaciones patronales
han sido percibidas como el instrumento de presión ante el gobierno visto como más efectivo. Esta ten-
dencia ha estado provocada por la obligatoriedad de pertenecer a alguna de dichas organizaciones; por la
disponibilidad financiera de las asociaciones lo que les ha posibilitado mantener personal permanente; por
las relaciones informales entre las diversas organizaciones que les ha permitido articular respuestas consen-
suadas ante ciertas políticas gubernamentales; por el desarrollo de canales de comunicación entre los diri-
gentes de esas asociaciones y los funcionarios responsables de las decisiones políticas. Como se ha señala-
do, un 62 por ciento de empresarios encuestados opinaron que una acción eficaz ante una determinada
política era accesible sólo mediante una institución formal (Smith, 1981: 245 y 246; Derossi, 1977). Debi-
do a estas razones expuestas, el análisis de las relaciones entre el Estado y los empresarios se realizará
en función de las respuestas y los niveles de acomodación entre los presupuestos defendidos por las or-
ganizaciones ante las políticas instrumentadas por el gobierno durante el alemanismo.
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 143
"4 En la fundación de la Coparmex desempeñó un importante papel uno de los sectores empresaria-
les más importantes del país, el grupo Monterrey. Con posterioridad a la constitución de esta confedera-
ción y para 1931, el grupo Monterrey también participó en la conformación de un tipo de agrupaciones
de trabajadores, los denominados sindicatos blancos, que aparecían como una alternativa a los ya existen-
tes y que recibían el apoyo del gobierno. El primer sindicato de dicha naturaleza que surgi6 fue la Unión
de Trabajadores Cuauhtémoc y Fa-Mo-Sa, en cuyos estatutos se establecía: "Repudiamos el capitalismo li-
beral que transforma al hombre en objeto, considera al trabajo como mercancía y tiene al lucro como úni-
co m6vil de las acciones humanas. Rechazamos igualmente el marxismo-leninismo porque preconiza el
odio y la lucha de clases, por su concepción materialista de la vida, porque niega las libertades humanas
y subyuga al hombre a la más totalitaria de las esclavitudes, la del espíritu [... ] Pugnamos por la evolu-
ción hacia un orden social y económico más solidario, responsable de los derechos humanos que genere
la armonización de intereses y la convergencia de esfuerzos para lograr una paz dinámica en justicia sa-
cial." Influidos por la doctrina social de la Iglesia, después de este primer sindicato, en 1936, fue fundada
la Federación de Sindicatos lndependientes como respuesta, sobre todo, al tipo de sindicalizaci6n represen-
tado en esos momentos por la CTM y que defendía los mismos postulados teóricos que la anterior Unión
de Trabajadores. Aun cuando son cifras posteriores, la importancia de este tipo de sindicalismo fue incre-
mentándose y para 1980 de casi 10 millones de trabajadores sindicalizados en el país, ellO por ciento lo
estaba en sindicatos blancos (Nuncio, 1984: 92 y 148-150).
9S La legislaci6n que afectó a ambos tipos de organizaciones fue, finalmente, la Ley Federal promulgada
en 1931 en lo que respecta a la Coparmex y la Ley de Cámaras de Comercio y de las de Industria de 1941 en
lo que se refiere a la Concanaco y la Concamin. La Ley Federal de Trabajo si bien no establecía diferencias so-
bre el carácter jurídico o las normas de actuación de los sindicatos obreros y empresariales, sí lo hacía en
cuanto a su constitución. Mientras que para la conformación de un sindicato obrero se establecía el requisi-
to de que debían concurrir al menos 20 trabajadores, sólo se precisaban un mínimo de tres patronos para
formar un sindicato empresarial. La diferencia fundamental en lo que se refería a ambos tipos de organiza-
ciones, se debía a que mientras la pertenencia a una asociación conformada con base en la Ley de Trabajo era
totalmente voluntaria, la Ley de Cámaras fijaba la obligatoriedad en la afiliación de los empresarios.
Además, la Ley de Cámaras contenía disposiciones más estrictas que la Ley del Trabajo sobre la locali-
zación, jurisdicción, naturaleza, objetivos, constitución, funcionamiento y registro de las cámaras de
industria y comercio, así como de las respectivas confederaciones. Para mayor información sobre el
contenido de ambas legislaciones, véase Alcázar, 1977: 6-14.
144 ' ~L!JÚA ANTONIA MARTÍNEZ
q; En su libro, Sanford A. Mosk caracterizó a la Canacintra como la organización que expresaba las
opiniones de lo que él denominó e! "Nuevo Grupo". Este "Nuevo Grupo" estaba conformado, según
Mosk, por un conjunto de industriales que presentaban una serie de aspectos en común: eran propieta-
rios de pequeñas industrias surgidas durante la Segunda Guerra Mundial para abastecer al mercado na-
cional; sólo utilizaban capital mexicano; no guardaban buenas relaciones con las instituciones financie-
ras más importantes. Para Mosk lo que diferenciaba a este grupo de! resto de organizaciones patronales
es que éstas carecían de un programa tan amplio y que contara con tantas simpatías sociales como e!
agrupado en la Canacintra. Además de por esta última caracterización que Mosk realizó sobre las demás
organizaciones de empresarios, e! amplio debate que su libro provocó se debió a la afirmación contenida
de que sólo e! "Nuevo Grupo" había entendido y aceptado e! programa industrializador nacionalista de!,
sobre todo, gobierno de Alemán, lo que le llevó a decir que se había establecido una "alianza entre
e! gobierno y la industria que e! «Nuevo Grupo» considera básica para e! ulterior desarrollo industrial de
México" (Mosk, 1951: 36).
146 • MARÍA ANTONIA MARTÍNEZ
"Junto a estas disposiciones la nueva legislación contenía otra serie de normativas que la hacían
constituirse en un instrumento de regulación bastante estricto. Se establecía que el domicilio de las con-
federaciones era la ciudad de México y que las cámaras debían contribuir con un mínimo de un 15 por
ciento de sus ingresos para el sostenimiento de las confederaciones a las que pertenecían. En cuanto a la
regulación de los fines que dichas confederaciones debían cumplir, se fijaba que debían realizar la repre-
sentación y defensa de los intereses generales del comercio y de la industria de su jurisdicción; la presta-
ción de servicios a sus asociados; el arbitraje entre sus miembros; fomentar el desarrollo económico del
país y ser órgano de consulta del Estado (Ncázar, 1977: 10-14).
ESTADO YACTORES POLÍTlCO-SOCLU.ES 147
"la Canacintra o CNIT fue constituida el 5 de diciembre de 1941 con la concurrencia de 93 de las
empresas a las que correspondía inscribirse en el registro de la Cámara de la Industria de la Transforma-
ción. Las empresas que en esta organización concurrieron quedaron englobadas en las siguientes seccio-
nes: industrias del hierro y similares; industrias del papel; artes gráficas; productos alimenticios; pro-
ductos químicos; laboratorios de perfumería y medicinas; muebles y artefactos de madera; industria del
hule; loza, vidrio y cerámica; cigarros y cerillos; materiales para la construcción; jabones, aceites y gra-
sas; industrias no especificadas. El primer presidente para el periodo 1942-1943 fue José Cruz y Celis.
Durante el gobierno de Alemán los presidentes de la CNIT fueron: José R. Colín, enero-diciembre de 1946;
Joaquín de la Peña, diciembre 1946-diciembre de 1947; Jorge M. Heyser, diciembre 1947-diciembre de
1948; Agustín Fouqué, diciembre 1948-diciembre de 1950; Alfonso Cardoso, diciembre 1950-diciembre
de 1952 ('Acta constitutiva de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación", s.f.: 9-18).
148 ' MARi~ ,,,"~TONL~ MARTÍNEZ
HJOAlgunos autores han relacionado la disminución de la presión de los empresarios sobre el sis-
tema con la creciente tendencia a que miembros de la clase política pasaran a desempeñar puestos
importantes en el mundo empresarial. Si bien este proceso era ya observable desde el término de la
revolución, estos autores señalan que en la década de los cuarenta y cincuenta y al amparo de la in-
dustrialización, surgió un grupo empresarial que denominaron Fracción de los Cuarenta y que se be-
nefició directamente de la política estatal de apoyo y fomento a la industrialización. Dentro de esta
Fracción estarían presentes algunos políticos importantes, el más destacable de los cuales sería Mi-
guel Alemán como parte integrante del grupo Pagliai-Alemán-Azcárraga. Además, señalan que esta
Fracción terminaría desempeñando una posición central en la Concamin (Concheiro el al., 1979: 134-
142 Y 288-289).
'0' Como una manifestación de la actitud favorable de las organizaciones patronales hacia la nueva
política de relaciones entre el gobierno y el movimiento sindical que debía imperar a lo largo del sexenio
alemanista, se encuentra el siguiente comentario elaborado a raíz de la Xlii Convención de la Coparmex.
Precisamente una de las confederaciones que más había atacado los vínculos entre el Estado y los sindi-
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 149
catos en los gobiernos anteriores. "Es de suma importancia subrayar, que de tiempo atrás, lideres sin es-
crúpulos al servicio de doctrinas extranjeras y guiados por ambiciones bastardas y mezquinas hicieron,
en lugar de una defensa leal y desinteresada del obrero, un engaño, un fraude, una mixtificación asque-
rosa, en la cual solamente ellos, han sido y siguen siendo los aprovechados [... l Esta situación caótica y
anárquica, ya tiene mucho tiempo de estar imperando y cogió bastante auge en la época cardenista, pues
en ese entonces el gobierno la fomentó descaradamente, tomando en cuenta su criterio radical de izquier-
da [... J Sin embargo, ahora, es bastante halagador que ya no seamos solamente nosotros los que soste-
nemos esta gran verdad; sino, que es uno de los principales colaboradores del gobierno del Lic. Miguel
Alemán, don Antonio Ruiz Galindo, Sro. de Economía, quien en plena Convención Patronal dijo: "para
que haya entendimiento entre patronos y obreros, sin intermediarios para eliminar la desconfianza e in-
comprensión en el examen de los problemas comunes [... 1 consideramos que estamos a tiempo de fijar
nuevas orientaciones a las relaciones que deben existir entre los hombres de empresa y los trabajadores,
si queremos que sea factible la industrialización del país»". Santiago Mata R., "La XIII Convención Patro-
nal", en Actividad 1-10-1947: 19-20.
102 La participación de empresarios en el gobierno fue justificada por Alemán en el principio de que
la politica iba a quedar supeditada a la técnica (Medina, 1982: 93). Los industriales que ocuparon pues-
tos gubernamentales fueron Antonio Ruiz Galindo (secretario de Economía), Agustín García López (Se-
cretario de Comunicaciones y Obras Públicas) y Antonio Oíaz Lombardo (director del Instituto Mexica-
no del Seguro Social), los tres pertenecientes a la Concamin. Además, estuvieron presentes el empresario
agrícola Nazario Ortiz Garza (secretario de Agricultura) y los banqueros Manuel Gual Vidal (secretario
de Educación) y Carlos Novoa (director del Banco de México) (Tirado, 1990: 219). Ante estos nombra-
mientos, la Concamin declaró "la Confederación de Cámaras Industriales desea expresar su beneplácito
por su singular acierto que ha tenido el señor Presidente de la República al escoger las personas que deben
compartir con él las responsabilidades de acción administrativa". Igualmente manifestaron su apoyo a
Antonio Ruiz Galindo y al subsecretario Manuel Germán Parra, uno de los encargados de organizar las
Mesas Redondas durante la campaña electoral "procediendo con ecuanimidad y amplitud de criterio" (ci-
tado por Zabludovsky, 1980: 32).
1:j0 ' ~L!JIíA ANTON~\ MARTÍNEZ
""Como una manifestación de la lógica sobre la que las organizaciones patronales elaboraron su
oposición a los postulados librecambistas impulsados por Estados Unidos, en enero de 1946, José Do-
mingo Lavin, señalaba: "...lo que no podemos aceptar es que se nos proponga la desaparición de la pro-
tección arancelaria, como un medio de aumentar el comercio internacional, dentro del cual nosotros de-
sapareceríamos rápidamente como compradores, una vez que vomitáramos nuestras pequeñas reservas
hechas durante la guerra. No queremos seguir ni aconsejamos seguir ningún otro camino que no fuera
el mismo camino por el que los Estados Unidos llegaron a su prosperidad actuaL No estamos padecien-
do envidias, puesto que reconocemos la debida proporción entre nuestras posiciones económicas; pero es
perfectamente legítimo el derecho de aspirar a organizar a México b~jo la misma tradición americana,
para lograr con el tiempo un desarrollo semejante al de ese gran país. De no seguirse esta tradición ten-
dríamos que entrar a sistemas sociales distintos de los que establece nuestra constitución" (Lavin, 1948:
158-158).
104 Este tratado de comercio entre México y Estados Unidos fue el resultado de la nueva política eco-
105 El gobierno autorizó que en dicha delegación participaran seis representantes de las diversas organi-
zaciones empresariales. Además de ellos, también participaron en la conferencia aunque de forma no oficial,
varios consejeros de las confederaciones, entre las que destacó la de Jesús Reyes Heroles, asesor jurídico de la
Canacintra, quien en un estudio titulado La Carta de La Habana, recogía la esencia de los planteamientos de-
fendidos en concordancia por el gobierno y el conjunto de agrupaciones empresariales: "Creemos que, en
efecto, la resolución integral de los problemas económicos del mundo -como un todo y en sus componen-
tes- sólo puede derivar de una acción internacional; pero esta acción deberá sujetarse, si no se quiere verla
frustrada, a la vigencia de las realidades nacionales. Los partidarios del librecambismo asientan que la divi-
sión internacional del trabajo viene a hacer innecesario e! recurrir por ciertos países a protecciones económi-
cas. Para nosotros, creer que e! librecambismo conduzca automáticamente a una división internacional
supone un error. Creemos, en cambio, que la experiencia económica mundial aconseja que se practique una
planeación internacional, y la realización de ella vendría a significar seguramente un gran adelanto en la
resolución de problemas esenciales. Hay dos salvedades al respecto: 1 que esta planeación internacional no
venga simplemente a mantener e! statu qua económico de! mundo sosteniendo la existencia de países pro-
ductores de materias primas e importadoras de manufacturas... 2 que no se considere que esta planeación
internacional viene a hacer innecesaria la práctica de ciertos países de un régimen proteccionista"(citado en
Franco, s.f.: 44-45).
1~2 ' MARÍA ANTO~lA MARTÍNEZ
guiente argumentación: "El fenómeno más grave desde e! punto de vista de la inversión industrial ex-
tranjera a que México se enfrenta, (... ) consiste en e! establecimiento de industrias extranjeras en ramas
de producción en que ya existen establecidas industrias nacionales con capacidad para satisfacer sobra-
damente la demanda nacional. Se trata de! establecimiento de subsidiarias que disponiendo de mayores
recursos que las empresas nativas similares, realizan a éstas una competencia desleal, las eliminan de!
mercado y adueñándose de éste operan con métodos que perjudican al consumidor y no ayudan al in-
cremento de la riqueza nacional, puesto que permanentemente envían sus utilidades a sus lugares de ori-
gen" (Peña, 1951: 18).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 153
lO'La Camco fue fundada en 1917 por un reducido sector de los inversionistas norteamericanos en
México representado por pequeñas empresas manufactureras ligadas al mercado interno y por otras pro-
cedentes del sector comercial de exportación. Fundada como un medio de participar en la nueva situación
política y económica creada por la revolución, tuvo como preocupación principal establecer relaciones cor-
diales con los gobiernos mexicanos. Durante los años de formación sus intereses estuvieron orientados a
fomentar las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos y a lograr la promoción y expansión de
los intereses privados norteamericanos en México. Pero en los primeros años la Camco tuvo una importan-
cia relativa debido a su debilidad económica e institucional y, sobre todo, a que los intereses norteamerica-
nos más importantes en México en esos momentos ~mpresas mineras y petroleras- no se encontraban
englobadas en dicha organización. Sin embargo, a partir de 1940 la Camco entró en un proceso de conso-
lidación como efecto, fundamentalmente, del aumento de inversiones estadounidenses y de su dirección a
los sectores industriales. El resultado fue que la Camco se convirtió en un importante intermediario de las
operaciones comerciales y financieras entre México y Estados Unidos y, a su vez, sus relaciones con los em-
presarios mexicanos se fueron estrechando (González, 1979: 33-86).
1&4 ' MARÍA ANTONJA MARTÍNEZ
lOB Además del control que las empresas extranjeras realizaban del mercado nacional con el consi-
guiente impacto negativo para las industrias nativas, la Canacintra insistió en varios puntos. Conside-
raban que no contribuían a aumentar la tasa de ocupación de los países en los que se instalaban; no uti-
lizaban materias primas o productos semielaborados del país sino que los importaban; se dedicaban, en
gran número de casos, a ensamblar las partes del producto, componentes que, también, eran importa-
dos desde otras filiales; sus inversiones implicaban una doble salida de divisas debido a que a lo que
pagaban por sus importaciones de componentes se unía la remisión a sus matrices de las utilidades, re-
galías o intereses; cuando se producía una crisis política, económica o social actuaban repatriando sus
capitales con el consecuente perjuicio para la estabilidad económica del país donde radicaban; constituían
grupos de presión para influir en la vida política y económica del país y, frecuentemente, solicitaban el
apoyo de sus respectivos gobiernos (Canacintra, 1955: 19-22).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES' 155
H19 Son muy abundantes los discursos y manifestaciones del descontento de las agrupaciones patro-
nales en relación con la nombrada ley de atribuciones. En todas ellas se insistía en la imposibilidad de
igualar democracia y libertad con intervencionismo estatal. Una muestra de ello son las palabras de Gui-
llermo Guajardo, presidente de la Concamin: ".. .la Democracia es eso: limitar la intervención del Estado
en la vida de las personas; entender la autoridad como servicio, y el poder como responsabilidad; y re-
conocer que el origen del progreso, el bienestar y la seguridad se encuentran en los individuos mismos,
actuando en su capacidad privada y respondiendo a su interés y a su juicio moral" (Guajardo, "Discur-
so en la asamblea anual de la Concamin en marzo de 1950", Fondo Miguel Alemán, 704/439).
¡lOA este respecto Alemán señalaba que "... todos esos sectores (los empresariales) tienen acceso a las
dependencias del ejecutivo; participan con sugestiones en la formulación de los planes del gobierno que
pueden interesarles o efectarlos. Hay un hecho muy interesante en México, dentro de sus procesos de-
mocráticos: hay aproximadamente unas 200,000 personas agrupadas en los varios organismos empre-
sariales, que tienen acceso directo a las actividades del gobierno; aún más, participan democráticamente
en las decisiones del mismo. Antes de que el gobierno ponga en vigor una ley o cualquier medida impo-
sitiva, casi siempre sostiene conversaciones con los dirigentes de tales organismos para cambiar impre-
siones y conocer sus puntos de vista. De esa manera, cuando una disposición de gobierno sale a la luz
pública se tiene prácticamente, si no la seguridad de la aprobación por parte de las agrupaciones intere-
sadas, sí por lo menos la certeza de que es de su conocimiento la medida adoptada. Así es como, en un
ambiente por completo democrático, participan en los procesos y las decisiones del gobierno" (Alemán,
1975: 23).
ESTADO YACTORES POLÍTICO-SOCIALES l~ 7
al interior del sistema. Pero, como se evidenció, sobre todo, con la elabo-
ración de la Ley de Atribuciones del Ejecutivo Federal en Materia Econó-
mica, el Estado contaba con los instrumentos necesarios para imponer el
proyecto que, en cada momento, fuera diseñado desde el Ejecutivo. Al
igual que había ocurrido con otros actores sociales, los empresarios
quedarían situados en una relación subordinada con respecto a la orga-
nización estatal. Si bien los grupos empresariales gozarían de una gran
capacidad de influencia en las decisiones gubernamentales, derivada de
su potencialidad económica y del recurso a la salida de capitales o a la
especulación que podían poner en peligro el éxito del modelo de desarro-
llo (Medin, 1990: 93), el Estado se configuró como un actor privilegiado.
A ello contribuyó, tanto la fortaleza económica del propio Estado, que lo
convirtió en un apoyo para la expansión de los mismos grupos empre-
sariales, como la divergencia de objetivos entre las diferentes organizacio-
nes de empresarios, lo que condujo a que el Estado estableciese distintos
tipos de alianzas en función de sus propios proyectos. El resultado de todo
ello fue la consolidación de un Estado altamente interventor en todos los
niveles de la vida económica, política y social del país, dotado de impor-
tantes elementos de concretización de los diferentes modelos de desarro-
llo que se fueran diseñando y constituido en el principal árbitro en las re-
laciones con los distintos actores sociales.
Conclusiones
169
170 • MARi~ ,\¡'1TONIA MARTÍNEZ
INTRODUCCIÓN 7
Capítulo 1
LA MODERNIZACIÓN ECONÓMICA ALEMANISTA 15
Los antecedentes 15
El movimiento obrero y campesino 18
Los grupos empresariales 22
Las clases medias 26
El nuevo proyecto económico 29
Las elecciones presidenciales de 1946 36
El modelo de desarrollo económico alemanista 42
La política industrial 55
Inversión directa y apoyo financiero 56
Obras públicas y energía 60
Proteccionismo y política fiscal 65
La estructura industrial 69
La política agraria 71
La infraestructura agrícola 76
La inversión extranjera 83
Efectos de la modernización económica 91
Capítulo 2
ESTADO Y ACTORES POLÍTICOS-SOCIALES 99
La nueva democratización 99
El movimiento sindical 110
Las oposiciones políticas 124
Las organizaciones patronales 142
CONCLUSIONES 159
SIGLAS 167
BIBLIOGRAFÍA 169
TÍTULOS PUBLICADOS EN COEDICIÓN
CENTRO DE INVESTIGACIONES y ESTUDIOS SUPERIORES
EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL (CIESAS)
ISBN 970-701-531-4
MAP: 132225-01
CONOCER
PARA DECDIR
H. C.i.MARA DE DIP\JIADOS
LIX LEGISLATURA
(!)
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