José Luis de Diego - Literatura y Educación, La Novela de Aprendizaje

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Literatura y educación:

la novela de aprendizaje

José Luis de Diego

eferirse a la novela de aprendizaje como género su carácter de programa pedagógico de la Ilustración


requiere de numerosos ajustes teóricos; de esos ajus- y lo asociaría a una ideología y una sensibilidad pre-
tes me ocupé en otro lugar (de Diego, 1998). A los rrevolucionaria y diríamos proto-romántica.Por otro,
fines de estas páginas, sólo me interesa partir de este la tradición inglesa se inicia aun antes, ya que el Tom
concepto genérico casi como un axioma. Digamos Jones, de Fielding, data de 1749 y entronca con la
entonces que se trata de un tipo de novela: a) en la que llamada tradición cervantina en Inglaterra y con los
se narra el desarrollo de un personaje -generalmente cambios producidos por la revolución jacobita. Pero
un joven- a través de sucesivas experienciasque van sea cual fuera el origen más reconocido del género,
afectando su posición ante sí mismo, y ante el mundo lo que sí es cierto es que resultan muy evidentes las
y las cosas; por ende, el héroe se transforma en un diferencias entre cada una de las líneas mencionadas.
principio estructurante de la obra; b) que cumple -o Entre las más sobresalientes, hay que mencionar el
busca cumplir- una función propedéutica, ya sea contraste que existe entre la tradición germana, en la
positiva -modelo a imitar- o negativa -modelo a que el género forma parte de un verdadero programa
rechazar-, independientementede la mayor o menor pedagógico del ciudadano, y en el que el personaje,
presencia de la voz autoral; c) a cuya caracterización por lo tanto, representa un modelo de conducta por
pueden ser asociados textos de diferentes épocas y imitar; y la tradición sajona, distanciada e irónica,
de diversa procedencia; d) que no cumple un papel en la que el personaje suele ser víctima de un sis-
fijo en los debates ideológicos, ya que su grado tema injusto y sus picardías y aventuras derivan en
de reformismo o conservadurismo depende de los una mirada crítica y moralizante contra las duras
modos de relacionarse los textos con los contextos determinaciones sociales y económicas y en una
históricos de producción. corrosiva sátira de las costumbres. Así, la línea ale-
La mayor parte de la bibliografía existente sobre mana culmina en los grandes ejemplares del género
el género coincide en relacionar su origen con el del siglo xx:Demian, de Hermann Hesse, de 1919;
programa ideológico de la Ilustración alemana y el La montaiia mágica, de Thomas Mann, de 1924; El
clasicismo de Weimar. De allí surgen las denomi- tambor de hojalata, de Günter Grass, de 1959. Por
naciones alemanas más difundidas, Bildungsroman su parte, la línea sajona echa raíces en los clásicos
(novela de formación) y Entwicklungsroman (novela de la Inglaterra victoriana, Oliver Twist (1838) y
de desarrollo), y la consideración del clásico de David Copperjield (1849), de Charles Dickens, y,
Goethe, Wilhelm Meister Lehrjahre, de 1795, como en su derivación norteamericana, en la línea que va
el texto fundacional de esa tradición genérica. Sin de Tom Sawyer (1876) y Huckleberry Finn (1884),
embargo, muchos discuten el carácter típicamente de Mark Twain, hasta El cazador en el centeno, de
alemán e ilustrado del género. En efecto, por un Jerome Salinger, de 1951, y, cerca de nuestros días,
lado, existe el antecedente del Emilio, de Rousseau, El palacio de la luna, de Paul Auster, de 1989. Por
de 1762, lo que cuestionaría el origen germánico y cierto, no hago más que simplificar en exceso un
itinerario muy complejo; podría, incluso, detenerme arribistas y corruptas de la clase dirigente criolla
en las manifestaciones del género en Latinoamérica, para acceder al poder. El narrador afirma que desde
cuyo texto paradigmático es, sin duda, el clásico siempre el personaje estuvo llamado a ser lo que es;
de Mario Vargas Llosa, La ciudad y los perros, de sin embargo, este hecho tiene que ver con que existe
1962. Sin embargo, a los fines de estas reflexiones, en la novela una inversión manifiesta del papel que
focalizaré mi atención en el desarrollo del género en cumple la educación en la formación del individuo.
la Argentina. El objetivo de estas notas se basa en Rápidamente, Mauricio Gómez Herrera comprende
la siguiente premisa: la novela de aprendizaje es un que las reglas del éxito no pasan por el estudio sis-
género privilegiado a la hora de analizar: a) qué tipo temático, ni siquiera por el título de "doctor" que
de imagen de escuela y de educación representa la según su padre abre las puertas a la carrera política
literatura; b) qué lugar ocupa la literatura -y cuál y al reconocimiento social. El "hacerse hombre",
literatura- en la educación del personaje; y, en con- repetido insistentemente como el objetivo de su
secuencia, c) qué relación se establece, dentro de la formación debe adecuarse a las reglas de la política
literatura, entre educación y literatura. vernácula. Los mayores, su padre y amigos de la
De 1884 es Juvenilia, de Miguel Cané, la más ciudad, comprenden la lección del hijo: la educa-
celebrada novela de aprendizaje de la élite liberal del ción es para los fracasados como Pedro Vázquez; el
ochenta. En el primer capítulo aparecen las primeras éxito requiere otra estrategia: el "oportunismo". Los
referencias a "los obscuros y helados claustros del profesores se ríen a carcajadas de las "burradas" que
antiguo convento" y a la soledad de sus primeros días Mauricio dice en su examen de ingreso, y el narrador
en el colegio; el narrador agrega: "Me habría encon- afirma: "Como era lógico -aunque ahora quizá no
trado, no obstante, muy feliz con mi suerte, si hubiera lo parezca- entré a cursar el primer año del Colegio
conocido entonces el Tom Jones, de Fielding". El Nacional". En ese "lógico" del narrador se encuentra
clásico de Fielding es la primera novela que Cané la inversión de la que hablamos: si tenemos en cuenta
menciona, como si reconociera allí una matriz ge- las "burradas", no es lógico que ingrese al colegio; sin
nérica que admira, pero a la cual se reconoce, desde embargo, el hecho resulta adecuado a otra "lógica":
la introducción, como incapaz de recrear. Pero es la del acomodo, la "educación" como parte de una
en el capítulo 3 en donde Cané se despacha con una iniciación a un orden político basado en el engaño y
extensa serie de novelas que modelaron su formación el clientelismo.La mirada socialistade Payró plantea
literaria en sus años de Colegio Nacional: una novela de aprendizaje que invierte los valores
que han dado origen al género: la educación como
Las novelas, durante mi permanencia en el Cole- vehículo de la formación del ciudadano, la escuela de
gio, fueron mi salvación contra el fastidio, pero la vida como el cumplimiento de ciertas etapas que
al mismo tiempo me hicieron un flaco servicio modelan una ética. El personaje comenta:
como estudiante. Todo libro que no fuera roman-
ce, me era insoportable, y tenía que hacer doble Entretanto mi educación se completaba en otros
esfuerzo para fijar en él mi atención. LA cuál de sentidos: iniciábame rápidamente en la vida bajo
nosotros no ha pasado algo análogo más tarde en dos formas, al parecer antagónicas, pero que lue-
el estudio de la historia? go me han servido por igual: la fantástica, que me
ofrecían los libros de imaginación, y la real, que
aprendía en plena comedia humana. Esta última
Esta diferenciación entre libros tediosos que se
forma me parecía trivial y circunscrita, pero con-
leen por obligación en la escuela y libros apasio- sideraba que su mezquino aspecto era una simple
nantes -generalmente novelas- que se descubren peculiaridad de nuestra aldea y que su campo de
y consiguen de un modo azaroso y se leen de un acción estrecho, embrionario, se ensancharía y
modo casi clandestino, va a resultar uno de los tó- agigantaría en las ciudades, hasta adquirir la nia-
picos más recurrentes en el desarrollo del género en ravillosa amplitud que me sugerían las novelas de
nuestro país. aventuras.
En 1910 se publica Divertidas aventuras del
nieto de Juan Moreira, de Roberto Payró. La mirada Resulta evidente que el modelo para el éxito en
nostálgica e idílica que campea en la autobiografía la "comedia humana" se encuentra en "los libros de
de Cané se transforma, en la novela de Payró, en imaginación", y que la posible realización de ese
una radiografía ácida y crítica contra las estrategias
En el caso de la novela de Güiraldes, y a diferen-
cia de Mauricio Gómez Herrera o de Silvio Astier,
Fabio Cáceres trasunta una manifiesta pasividad en
las etapas del aprendizaje; incluso en la separación
final del guía, no asistimos a un acto de independen-
cia y de madurez, sino a un sentimiento de soledad y
resignación. La razón de esta pasividad ha sido seña-
lada por Pastormerlo ( 1996): "Don Segurirlo Sornhru,
novela de formación, sólo conoce un régimen de
enseñanza en el que la educación está absolutamente
desproblematizada y las lecciones se imponen como
axiomas". Precisamente, el carácter axiomático de la
educación es el que generalmente los personajes en
formación rechazan. Si nos detenemos una vez más
en la imagen de la escuela en la tradición del género,
llama la atención que Gómez Herrera. Raucho y
Astier expliciten ese rechazo de manera terminante.
En los tres casos, la oposición escuela/lecturas se
repite: la forma de escapar al tedio de las aulas es
mediante las novelas de aventuras. Si la oposición
evidente es educación en el aula versus escuela de
la vida, queda claro que las lecturas forman parte de
la segunda y no de la primera. En el caso de Fabio
Cáceres, entre la huida del colegio y el aprendizaje
en la naturaleza, las lecturas llegarán de la mano de
Raucho, y allí, donde la novela termina, comienza
una virtual segunda etapa de la formación: la transfor-
mación del joven sin instrucción en el escritor consa-
modelo tiene que ver, para el joven aldeano, con la grado. Como es sabido, la novela alcanzó una rápida
conquista de la ciudad. aceptación de la crítica, lo que derivó rápidamente
En 1926. como es sabido, se publican Don en la canonización del texto y en su inclusión en los
St>sqrrrlrloSornhrci y El jugrrete ruhioso. Las novelas programas escolares. De esta manera, se cerraba el
de Güiraldes y de Arlt tienen más elementos en círculo de la novela de aprendizaje: la naturaleza
común que el año de edición, y la crítica se ha visto educa a Don Segundo; éste educa a Fabio: ambos
tentada muchas veces al estudio comparativo de educan al ciudadano a través de su ejemplaridad.
ambas. Entre las semejanzas. la más obvia se detiene Muy diferente. decíamos, es el caso de Eljuguete
en dos historias de adolescentes de catorce años que rabioso. Leemos en el comienzo mismo de la novela:
se inician n la vida; entre las diferencias, no menos "Cuando tenía catorce años me inició en los deleites y
obvio resulta el contraste entre el ámbito rural y la afanes de la literatura bandoleresca un viejo zapatero
escenografía urbana. Críticos tan diferentes como andaluz...": contra el gaucho que inicia a Fabio en
Juan Carlos Ghiano (1966). Noé Jitrik (1968) y las tareas del campo, un viejo inmigrante que inicia
Nora Domínguez (1989) coinciden en caracterizar a Silvio en la literatura folletinesca. La oposición
a Don St~~qrriido Somhru según la tradición genérica educación en la escuela versus educación en la vida/
que nos ocupa; Luis Gregorich (1968) y Enrique en la calle no sólo resulta un principio estructurante
Pezzoni (1986) han hecho lo propio respecto de El de El juguete rabioso, sino que vuelve a aparecer
,jrrgrrptertrhioso. Sin embargo, ambas novelas resul- como un leitmotiv en las Aguufuertes. Además, la
tan simétricamente opuestas en las estrategias de elección del segundo término de la oposición es la
iniciaci6n. en los modos de configurar los contextos que funda el lugar privilegiado que ocupa la ciudad
del aprendiz¿~.je,y en la resolución de la aceptación en la narrativa arltiana. La educación en la escuela,
social del sujeto ya maduro. como se puede leer en otros autores de la época, es
sinónimo de inutilidad, represión y aburrimiento. En
el aguafuerte "Los chicos que nacieron viejos" se opta por la escuela de la calle está asociado al de-
puede leer el efecto de la escuela en la educación: lito. Delito a dos puntas, porque hay que cometer
un robo para acceder a los libros, y porque en Arlt,
Chicos pavorosos y tétricos. Chicos que no le- dice Piglia (1986), "la lectura tiene siempre un efecto
yeron nunca El corsario negro, ni Sandokan. perturbador y delictivo". El "hacerse hombre" de
Chicos que jamás se enamoraron de la maestra Payró se transformó en el "hacete duro, muchacho"
[...]; chicos que tienen una prematura gravedad de Giiiraldes, y éste en "ser un bandido grande como
de escribano mayor; chicos que no dicen malas Rocambole y un poeta genial como Baudelaire". Los
palabras [...]; chicos que en la fiesta de fin de año
libros, entonces, no son el modelo de la ejemplaridad
son el orgullo de las maestras [...]; chicos de bue-
social, sino una puerta que se abre a bandidos, poetas
nas calificaciones; chicos que del Nacional van a
la Universidad, y de la Universidad al Estudio, y y aventureros, para acceder al reconocimiento social
del Estudio a los Tnbunales, y de los Tnbunales a "desde abajo".
un hogar congelado con esposa honesta [...] ¿Para En 1968 se publica la primera novela de Manuel
qué habrán nacido estos menores graves, estos Puig, La traición de Rita Hayworth, la que desde
colegiales adustos? un primer momento suscitó controversias en cuan-
to a su caracterización genérica. Para la crítica, la
Y en "El placer de vagabundear", el otro polo: la novela parece ser un fruto híbrido: por un lado, es
escuela de la calle: un ejemplar de Bildungsroman (Jorge Panesi, 1983;
José Am'cola, 1997); por otro, o bien "no hay inicia-
Recuerdo perfectamente que los manuales es- ción" (Alan Pauls, 1986), o bien es "antipedagógica"
colares pintan a los señores o caballeritos que (Fabio Espósito, 1998), con lo cual quedan violadas
callejean como futuros perdularios, pero yo he las leyes constitutivas del género. En otro lugar
aprendido que la escuela más útil para el enten- he procurado postular otra genealogía diferente y
dimiento es la escuela de la calle, escuela agria, opuesta a la novela de aprendizaje (de Diego, 2000);
que deja en el paladar un placer agridulce y que
allí sostenía que no es posible afirmar que existe una
enseña todo aquello que los libros no dicen jamás.
novela de aprendizaje femenina con características
Porque, desgraciadamente, los libros los escriben
los poetas y los tontos. propias -en todo caso, habría que investigarlo-,
sino que fue la novela gótica la que cumplió esa
Ahora bien, en los dos textos citados aparece función en los debates que rodearon los orígenes en
el equívoco lugar que ocupan "los libros" en el paralelo de ambos géneros. Sea como fuera, resulta
proceso de aprendizaje. En un lugar se acusa a los evidente que en La traición de Rita Hayworth se
niños modelo de no haber leído nunca a Salgari; en contrastan dos modelos de aprendizaje, y que estos
otro dice que los libros resultan inútiles para la edu- podrían describirse con dos líneas: Héctorlmale,
cación en la vida, idea reforzada en una de las más Totolfemale. En la medida en que la novela privile-
citadas aguafuertes, "La inutilidad de los libros". gia la figura de Toto, acentuada por los numerosos
¿Es que hay dos tipos de libros? Se podría decir, rasgos autobiográficos del personaje, privilegia,
con las palabras de Arlt, que hay libros de poetas y además, el cruce genérico: se trata de una anti-novela
libros de tontos, y que la línea divisoria entre unos de aprendizajelmale, o mejor, una novela de aprendi-
y otros sólo existe en la antología que el propio Arlt zajelfemale con un protagonista varón. Me animaría
fabrica a voluntad. La lectura de El juguete rabioso a decir que este cruce, novedoso e inquietante, es el
nos permite ir más allá y afirmar que los libros de causante de la controversia entre los críticos. Puig,
los tontos los vemos en la escuela; los de los poetas al plantear el cruce en el nivel del gender, reformula,
hay que conseguirlos en otro lado. En el tantas veces implícitamente, el nivel del genre. Es evidente que
citado episodio del robo a la biblioteca de la escuela, la novela de aprendizaje es un género marcadamente
el contraste entre Lugones y Baudelaire resulta bien masculino, y es posible rastrear el papel de la mujer
explícito: Las montañas del oro sólo tiene un valor en las novelas que hemos reseñado y concluir en
de cambio ("Es un libro agotado. Diez pesos te lo que la mujer siempre representa un obstáculo o un
dan en cualquier parte"); el libro de Baudelaire, en escollo en la maduración del joven protagonista. Si
cambio, es "hermosísimo" ("Me lo llevo para casa"). bien Puig reiteradamente se negó a hablar de sus
En cualquier caso, queda claro, como lo demostró referencias literarias, y remitía la consabida pregunta
Ricardo Piglia, que el acceso a los libros para quien de las "influencias" a directores de cine, no hay que
-

olvidar que comienza a escribir La traición de Rita La serie podría continuarse, por ejemplo, con dos
Hayworth en el mismo año en que aparece la novela novelas de aprendizaje publicadas en el emblemáti-
de aprendizaje latinoamericana seguramente más co año de 1980, Respiración art$cial, de Ricardo
difundida: La ciudad y los perros, de Mario Vargas Piglia, y Flores robadas en los jardines de Quilmes,
Llosa, publicada en 1962. Se podría agregar que en de Jorge Asís, o con esa magnífica Bildungsroman
1963 se edita la traducción de El tambor de hojalata, que es Nada que perder, de Andrés Rivera, de 1982.
de Günter Grass, una novela de aprendizaje publica- Podríamos, incluso, hacer una escala en las novelas
da en alemán en 1959 y que obtuvo rápida difusión, de aprendizaje de familias aristocráticas escenifica-
en la que su protagonista, Oskar, es, como Toto, das en Las ratas (1943), de José Bianco, y en Los
un enano que no crece, o mejor, al que no lo dejan ídolos (1953), de Manuel Mujica Láinez (Ludmer,
crecer. Por último, existe una mención explícita en 1999); pero por el momento nos detenemos aquí.
la novela que resulta significativa: Toto le presta a Volvemos, por último, a nuestro objetivo, y po-
Herminia La montaña mágica, de Thomas Mann, y demos concluir: a) la literatura -los escritores- da
Herminia la abandona porque "me agobia empezar testimonio de una tensión no resuelta entre educa-
una novela tan larga". Lo dicho parece confirmar ción formal y literatura: el modelo de aprendizaje
que Puig no era ajeno a la cuestión genérica y que en ningún caso está en la primera y siempre en la
construyó, deliberadamente, una anti-novela de segunda. La escuela es siempre sinónimo de tedio e
aprendizaje. Si la primera identificación fuerte de inutilidad; los libros, una puerta abierta a la fantasía
Toto es con la madre, la segunda es, como lo será en y a modelos de vida seductores y atrapantes. b) En la
Molina, el protagonista homosexual de El beso de novela de Puig, ya a finesde los sesentas, el cine ha
la mujer araña, con las heroínas del cine. Ricardo desplazado a la literatura y los héroes de Hollywood
Piglia (1990) afirmó que "el gran tema de Puig es el a los grandes personajes de la tradición literaria,
bovarismo"; el bovarismo cinematográfico de Toto fenómeno que se irá acentuando con el paso del
es el que modela su aprendizaje femenino y, podría- tiempo. c) La novela de aprendizaje se nos presenta
mos decir, gótico. Como en las novelas que hemos como un eficaz instrumento para reflexionar en el
venido reseñando, la educación formal conlleva un aula sobre los límites del papel de la escuela y sobre
fuerte connotado negativo, pero ahora ya no son las las potencialidades de la literatura en los procesos
novelas de aventuras sino las películas las que operan de aprendizaje y, por ende, para estimular prácticas
como un modelo de conducta y como un ámbito de autorreflexivas: la escuela dentro de la literatura; la
seducción y fascinación. literatura dentro de la escuela.

Bibliografía citada
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-. "La novela de aprendizaje en Argentina. 2" Parte", Orbis Tertius, núm. 7 , La Plata, Facultad de Humanidades
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Domínguez, Nora, "Güiraldes y Lynch: últimos gauchos en familia", en Graciela Montaldo y col., Yrigoyen, entre
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Espósito, Fabio, "La traición de Rita Hayworth: Estampas camperas", en José Amícola y Graciela Speranza (comps.),
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Gregorich,Luis, "La novela moderna: Roberto Arlt", en Capítulo. Historia de la literatura argentina, Buenos Aires,
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Jitrik, Noé, "Ricardo Güiraldes", en Capítulo. Historia de la literatura argentina, Buenos Aires, Centro Editor de
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