Rele Termico
Rele Termico
Rele Termico
Los relés térmicos o relés térmicos de sobrecarga son los aparatos más utilizados para proteger los
motores contra las sobrecargas débiles y prolongadas. Se pueden utilizar en corriente alterna o
continua.
Los relés térmicos poseen tres biláminas compuestas cada una por dos metales con coeficientes
de dilatación muy diferentes unidos mediante laminación y rodeadas de un bobinado de
calentamiento. Cada bobinado de calentamiento está conectado en serie a una fase del motor. La
corriente absorbida por el motor calienta los bobinados, haciendo que las biláminas se deformen
en mayor o menor grado según la intensidad de dicha corriente. La deformación de las biláminas
provoca a su vez el movimiento giratorio de una leva o de un árbol unido al dispositivo de disparo.
Si la corriente absorbida por el receptor supera el valor de reglaje del relé, efectuado previamente
mediante el selector de corriente incorporado en el mismo, las biláminas se deformarán lo
bastante como para que la pieza a la que están unidas las partes móviles de los contactos se libere
del tope de sujeción. Este movimiento causa la apertura brusca del contacto del relé intercalado
en el circuito de la bobina del contactor y el cierre del contacto de señalización. El rearme no será
posible hasta que se enfríen las biláminas.
Debe decirse que los relés térmicos protegen tanto al motor como a las líneas eléctricas que lo
alimentan, ante posibles sobrecargas de corriente eléctrica. Una vez enfriado el motor, este puede
volver a encenderse. También es importante destacar que si el motor se sobrecalentara por una
razón diversa a una sobrecarga de energía eléctrica, como podría ser que no funcione el
ventilador, el relé térmico no se activará. Esto se debe a que el relé funciona con la variación de
energía eléctrica.
Tal como se mencionaba anteriormente, si bien existen diferentes de relés térmicos, todos poseen
las mismas características, a saber:
Están compuestos por una lámina bimetálica, esto es, la unión de dos láminas que se forman de la
aleación de diversos metales, los cuales poseen diferentes coeficientes de dilatación.
Compensan la temperatura.
Una vez disparado el relé, permiten el re encendido del motor sin ningún tipo de inconvenientes.
Evitan las paradas o retardos de producción de una fábrica, al proteger a los motores de
potenciales recalentamientos.
Relé tripolar: el cual permite ser utilizado en cualquiera de las tres fases, monofásico,
bifásico y trifásico.
Relé compensado: estos no se alteran o afectan ante las variaciones de temperatura del
ambiente (-40°C a +60°C), por lo tanto la variación en la corriente eléctrica es lo único que
lo activará.
Relé diferencial: Detectan las variaciones en alguna de las fases, tanto cortes como
desequilibrios. Es esencial en los cuadros automatizados industriales.
Sus características más habituales son:
Compensados
La curvatura que adoptan las biláminas no solo se debe al recalentamiento que provoca la
corriente que circula en las fases, sino también a los cambios de la temperatura ambiente. Este
factor ambiental se corrige con una bilámina de compensación sensible únicamente a los cambios
de la temperatura ambiente y que está montada en oposición a las biláminas principales. Cuando
no hay corriente, la curvatura de las biláminas se debe a la temperatura ambiente. Esta curvatura
se corrige con la de la bilámina de compensación, de tal forma que los cambios de la temperatura
ambiente no afecten a la posición del tope de sujeción. Por lo tanto, la curvatura causada por la
corriente es la única que puede mover el tope provocando el disparo.
Los relés térmicos compensados son insensibles a los cambios de la temperatura ambiente,
normalmente comprendidos entre –40 °C y + 60 °C.
Este es un dispositivo que provoca el disparo del relé en caso de ausencia de corriente en una fase
(funcionamiento monofásico). Lo componen dos regletas que se mueven solidariamente con las
biláminas. La bilámina correspondiente a la fase no alimentada no se deforma y bloquea el
movimiento de una de las dos regletas, provocando el disparo. Los receptores alimentados en
corriente continua se pueden proteger instalando en serie dos biláminas que permiten utilizar
relés sensibles a una pérdida de fase.
Rearme automático o manual
Las máquinas simples que pueden funcionar sin control especial y consideradas no peligrosas
(bombas, climatizadores, etc.) se pueden rearrancar automáticamente cuando se enfrían las
biláminas en un determinado lapso de tiempo.
Por motivos de seguridad, las operaciones de rearme del relé en funcionamiento local y de
arranque de la máquina debe realizarlas obligatoriamente el personal cualificado.
Visualización directa en el relé de la corriente indicada en la placa de características del motor. Los
relés se regulan con un pulsador que modifica el recorrido angular que efectúa el extremo de la
bilámina de compensación para liberarse del dispositivo de sujeción que mantiene el relé en
posición armada. La rueda graduada en amperios permite regular el relé con mucha precisión. La
corriente límite de disparo está comprendida entre 1,05 y 1,20 veces el valor indicado.
Clases de disparo
Curvas de disparo.
Los relés térmicos se utilizan para proteger los motores de las sobrecargas, pero durante la fase de
arranque deben permitir que pase la sobrecarga temporal que provoca el pico de corriente, y
activarse únicamente si dicho pico, es decir la duración del arranque, resulta excesivamente larga.
La duración del arranque normal del motor es distinta para cada aplicación; puede ser de tan solo
unos segundos (arranque en vacío, bajo par resistente de la máquina arrastrada, etc.) o de varias
decenas de segundos (máquina arrastrada con mucha inercia), por lo que es necesario contar con
relés adaptados a la duración de arranque. La norma IEC 947-4-1-1 responde a esta necesidad
definiendo tres tipos de disparo para los relés de protección térmica:
• Relés de clase 10: válidos para todas las aplicaciones corrientes con una duración de arranque
inferior a 10 segundos.