Lo Que Los Hombres No Saben
Lo Que Los Hombres No Saben
Lo Que Los Hombres No Saben
La Erótica
© Lucía Etxebarria, Andrea Menéndez Faya, Lola Beccaria, Cecele, Silvia Uslé,
Marta Sanz, Silvia Grijalba, Espido Freire, Coché Echarren, Eugenia Rico,
Imma Turbau, María Frisa, 2009
© Ediciones Martínez Roca, S. A., 2009
Paseo de Recoletos, 4. 28001 Madrid (España)
www.mrediciones.com
índice
LA MARIPOSA Y EL VIOLINISTA
de Andrea Menéndez Faya ..................................... 63
LA MIRADA DE OLGA
de Lucía Etxebarria ............................................... 85
DÉJATE HACER
de Lola Beccaria .................................................... 99
REAPRENDIENDO EL ALFABETO
de Cecele ............................................................... 125
EL GABINETE DE SADIANA
de Silvia Uslé ......................................................... 153
MARIPOSAS AMARILLAS
de Marta Sanz ........................................................ 171
LA PIEL Y EL ANIMAL
de Espido Freire ..................................................... 217
EL AUTOBÚS NO CUENTA
de Coché Echarren ................................................ 235
VOLCÁN ADENTRO
de Imma Turbau .................................................... 257
LA ESTIRPE DE SATURNO
de Lucía Etxebarria ............................................... 285
introducción
el avance de eros
guraba
descripciónel director
gráfica?Luis ¿EntreGarcía Berlanga, yreconoci-
la admiración la gine-
do
cología? Quizá el límite no se halle, y lo definaque
y asumido pornógrafo y fetichista. Y es cadael
hecho
cual por de cuestiones
que sea tandedifícil
gustodefinir la línea que
o de reacción sepa-
personal,
ra
de lo
modo«erótico», lo «pornográfico»
que finalmente los argumentos y lo sean
«obsceno»
reduc-
alude a una transgresión implícita en
tibles a una diferencia de grado. En este sentido, la literatura eró-
el
tica, pues se trata de distinciones
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- inútiles que sólo
adquieren significado
género narrativo cuyos en materiales
un contexto se de represión.
articulan en
Lo que era obsceno o
torno de la experiencia sexual. pornográfico hace cincuenta
años Senos
nosparece aburrido
dice que, en elhoy. Por ejemplo,
erotismo, la publi-
al limitarse a
cación de El amante de Lady Chatterley
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a suscitó en
su momento
estimular un tremendo
la imaginación del escándalo: en Inglaterra
lector(a) o espectador(a).
sólo
Pero seel permitió
que muestra,su edición
y aunenel1960, aunque hasta
que muestra el autor la
la había terminado en 1924, y la novela
minucia, también estimula la imaginación del con- siguió pro-
hibida
sumidor, en simplemente
varios países,laelpone nuestro entre ellos,
a funcionar sufrien-
a un nivel
do no sólo la represión policíaca, sino
distinto: cree que sólo puede alcanzar el nivel al que la piratería,
ya quesiendo
aspira —como todo lo prohibido—
exhaustivamente concreto. se trataba
En cuanto de
un fruto cotizado.
a respetar sensibilidades,Sin embargo,
creo que ya a día
nos de ha hoy
queda- la
novela
do claroantaño pornográfica hay
que sensibilidades resulta
paramuy todos bienlosescri-
gus-
ta, pero poco
tos y colores. excitante a ojos de un lector o lecto-
ra moderno.
HablandoEldetiempogustos,ha secorrido
nos dicetanquerápido que des-
la pornografía
pués
es de demaltan sólo ysetenta
gusto, y sieteno.años
el erotismo Perolaelhistoria
buen y de el
la relación entre la lady y su guardabosques
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, se ha
vuelto
Damienfrancamente
Hirst no podría aburrida
exponer y la
susnovela,
«obras en de algu-
arte»
nos momentos, nos parece, más que
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer- erótica, senci-
llamente
to, un animalcursi.disecado, una caca enlatada o un ros-
10
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
tro La literatura
de sangre erótica seAdemás,
coagulada). ha etiquetado
lo que se tradicio-
entien-
nalmente como un género menor.
de por buen o mal gusto es una cuestión muy subje- Todo escritor que
haya tocado el
tiva. Mujeres que género despiertaunánimemente
se consideran sospechas, pero muy
«muje-
en
res particular
de gusto» como si se trata
las dedenuestra
una mujer. Y esleentonces
casa real, parecen
cuando en las entrevistas la autora
mal vestidas a mucha gente, algunos grandes modis- se ve obligada a
defender
tos incluidos.la existencia
La cuestión de una sutil frontera
del buen o mal gustoque tiene
divi-
de
queelver erotismo
más conylaladecoración
pornografía, que para
con ladejar claro
literatura,
acto
con elseguido
cine, oque conloel que
arteella hace es literatura eróti-
plástico.
ca yEn norealidad
pornográfica. Y afirmarerotismo/pornografía
la distinción inmediatamente des-
pués que sugerir
no responde sinoesaerótico y literario
la expresión y mostrar, por-
estético-conceptual
nográfico
de la necesidady pocoprofunda
artístico.que tiene nuestra sociedad
—oPeroque desde
nuestra punto decree
misociedad vista,
queeste matiz
sigue es enga-
teniendo—
ñoso y es imposible
de marginar y esconderser objetivo, porque en realidad el
la sexualidad.
valor erótico está
Aclaramos másmáselen el receptor
tema con una quecita
en deel emisor,
James
yMandrel
lo que para extraída de su artículo «Mercedes puede
unos es escandaloso para otros Abad
ser un asunto trivial. En realidad,
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography el límite de lo eróti-
co y lo pornográfico,
in Post-Franco Spain», si publicado
es que existe, en laenrevista
cine, literatu-
Letras
ra, música
Peninsulares: o arte plástico, se traza desde la percepción
de aquellos que consumen y producen este género.
Lo Definir
explicaba así Catherine
lo pornográfico Millet,
es casi autoratan
imposible, de difu-
una
de las obras
sa es eróticas
la línea más vendidas
fronteriza que lo separaen eldemundo, La
lo erótico,
vidae sexual
incluso de Catherine de
la etimología Millet:
eros nos lleva a otra fron-
tera, pues originalmente la palabra quería decir
Para mí,
«amor». literatura
Mientras queerótica y pornográfica
la mayoría sonencuen-
de la gente lo mis-
mo: es un poco hipócrita
tra repugnante establecer en
la pornografía, unageneral
diferencia. Sus-
parece
11
19
cribo la idea
descripción de que¿Entre
gráfica? la pornografía es el erotismo
la admiración y la de los
gine-
otros. Quizá
cología? No quise escribirno
el límite unasenovela
halle, erótica, quisecada
y lo defina con-
cualtarpor
la historia
cuestionesde mide vida
gusto concentrándome
o de reacciónenpersonal,
el hecho
sexual. que
de modo Y esfinalmente
curioso porque los muchos
argumentos lo hanseanencontrado
reduc-
excitante y a otros les ha decepcionado
tibles a una diferencia de grado. En este sentido, porque no les
el
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub-y
ha parecido erótico: cada uno tiene su propia libido
su propia
género lectura cuyos
narrativo del libro.materiales se articulan en
torno de la experiencia sexual.
Para
Se nos quediceentendamos
que, en el loerotismo,
imposible al que resulta
limitarse a
establecer una divisoria entre erotismo
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a y pornogra-
fía conviene
estimular recordar que,
la imaginación del como
lector(a)su opropio nombre
espectador(a).
indica
Pero el(en quelatín), lo obsceno
muestra, y aun elesque lo que está fuera
muestra hasta dela
la escena, aquello que no se puede/no
minucia, también estimula la imaginación del con- se debe ense-
ñar. Por simplemente
sumidor, ejemplo, cuando la pone yo aviajé a Senegal
funcionar hace
a un nivel
veinte
distinto:años
creeelque
paíssólo
estaba
puede mucho
alcanzarmenos turistizado
el nivel al que
que a día de hoy y a la región de La
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto Cassamance ca-
si no llegaban
a respetar viajeros europeos.
sensibilidades, creo que ya Resultaba de lo
nos ha queda-
más normal
do claro que ver pechos femeninos,
sensibilidades hay para puesto
todos los quegus-
las
mujeres daban de mamar en público, pero produjo
tos y colores.
un Hablando
gran escándalo el hecho
de gustos, se nosdedice queque una de las inte-
la pornografía
grantes
es de mal de gusto,
nuestro grupo
y el llevara
erotismo no.unos
Perominishorts.
el buen y el
mal gusto no tienen nada que ver con el arte.mucho
Otro ejemplo: a día de hoy nos sorprende Si no,
cuando descubrimos que la contemplación
Damien Hirst no podría exponer sus «obras de arte» de unos pies
femeninos
(un enorme resultaba
tanque turbadoramente
de cristal con un erótica
tiburónen elmuer-
siglo
XIX, y que la mera visión de unos chapines de charol
to, un animal disecado, una caca enlatada o un ros-
12
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
podía
tro de causar
sangremareos a másAdemás,
coagulada). de uno. lo Pero
quesi se
leen uste-
entien-
des Madame
de por buen oBovary,
mal gustoreparen
es unaen un párrafomuy
cuestión en elsubje-
cual
Justino, el adolescente
tiva. Mujeres enamorado
que se consideran de Emma, acaricia
unánimemente «muje-
embelesado los botines de la heroína, un
res de gusto» como las de nuestra casa real, le parecen calzado «lle-
no
malde barro, aelmucha
vestidas barro de las citas
gente, quegrandes
algunos se deshacía en
modis-
polvo entre susLadedos
tos incluidos. y que
cuestión delveía subir
buen suavemente
o mal gusto tieneen
un
querayo
ver másde sol»,
con laendecoración
una escena quequeconsólo podemos
la literatura,
entender
con el cine, si lao traducimos
con el arte aplástico.
nuestro actual código eró-
tico:Enes realidad
lo más parecido a aquella
la distinción de la película Son
erotismo/pornografía
de
no mar en la que
responde sinoJordi
a laMollà se queda
expresión pasmado al con-
estético-conceptual
templar las bragas
de la necesidad de la chica
profunda que le
que tiene gusta sociedad
nuestra colgadas
en
—oelquetendedero.
nuestra La alusióncree
sociedad al barro de lasteniendo—
que sigue citas adúl-
teras de Emma
de marginar pone la la
y esconder cosa más candente todavía.
sexualidad.
El pasaje
Aclaramos no nos másresulta en absoluto
el tema con unapornográfico,
cita de James y
ni siquieraextraída
Mandrel erótico, de leído
su con ojos modernos,
artículo «Mercedespero Abada
Gustave FlaubertVertical:
and La Sonrisa el libro leErotica
costó un andproceso judicial
Pornography
acusado de «inmoralidad».
in Post-Franco Spain», publicado en la revista Letras
Tampoco
Peninsulares: nos escandaliza ahora la escena del
libro La Regenta en la que Ana Ozores, en cum-
plimiento de lo
Definir una promesa hecha
pornográfico a Fermín tan
es casi imposible, de difu-
Pas,
su director
sa es la líneaespiritual,
fronterizapaseaquedescalza
lo separapor laserótico,
de lo calles
de Vetusta,
e incluso en la procesión
la etimología de Viernes
de eros nos llevaSanto, para
a otra fron-
grantera,
escándalo de los vecinosladepalabra
pues originalmente la ciudad. La visión
quería decir
de sus pies desnudos resulta tan carnal
«amor». Mientras que la mayoría de la gente encuen- y sugeren-
te que
tra convierte
repugnante a sula amiga Obduliaenengeneral
pornografía, protagonista
parece
13
19
de la que probablemente
descripción gráfica? ¿Entreseala la primera escena
admiración lés-
y la gine-
bica explícita
cología? Quizádeel la literatura
límite española.
no se halle, y lo defina cada
cual por cuestiones de gusto o de reacción personal,
de modo Y era
que natural;
finalmente todo losVetusta,
argumentos seguía pensando
sean reduc-
Obdulia, tiene ahora entre ceja
tibles a una diferencia de grado. En este sentido, y ceja esos pies des-
el
calzos, ¿por qué? porque hay
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- un cachet distingui-
dísimo
género en el modo
narrativo cuyos de materiales
la exhibición, se porque...
articulanesto en
es cuestión de escenario.
torno de la experiencia sexual. «¿Cuándo llegará?» pre-
guntaba
Se nos dice la viuda,
que, lamiéndose
en el erotismo, los labios, invadida
al limitarse a
de una envidia admiradora, y sintiendo
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a extraños
dejos de
estimular una especie del
la imaginación de lujuria
lector(a) bestial, disparata-
o espectador(a).
Peroda,el inexplicable
que muestra, pory loaunabsurda.
el que Sentía
muestra Obdulia
hasta en la
aquel momento así... un deseo
minucia, también estimula la imaginación del con- vago... de... de... ser
hombre.
sumidor, simplemente la pone a funcionar a un nivel
distinto: cree que sólo puede alcanzar el nivel al que
Las siendo
aspira asociaciones libidinosas concreto.
exhaustivamente de los piesEn desnudos
cuanto
de la Regenta resultan aún más transgresoras
a respetar sensibilidades, creo que ya nos ha queda- al estar
situadas
do claro en queunsensibilidades
contexto religioso.
hay para También
todos los a Leo-
gus-
poldo Alas
tos y colores. se le acusó de inmoral y obsceno, razón
porHablando
la que el de libro estuvo
gustos, casidice
se nos desaparecido durante
que la pornografía
el
es período
de mal gusto,franquista. Y sin embargo,
y el erotismo no. Pero en esta oca-
el buen y el
sión, el lector o lectora moderno tampoco
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, repara en
las connotaciones
Damien Hirst no podríasexuales de la sus
exponer escena.
«obras de arte»
Estos ejemplos nos prueban
(un enorme tanque de cristal con un tiburón que en el campo muer-de
lo
to, que se considere
un animal o nouna
disecado, obsceno o inmoralo todo
caca enlatada un ros-es
14
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
según
tro de el colorcoagulada).
sangre del cristal con que selomira.
Además, que se A entien-
día de
hoy,
de por porbuenejemplo,
o mal el cuerpo
gusto femenino
es una cuestióndesnudo
muy subje- no
resulta obsceno.
tiva. Mujeres que se Aparece
consideran a menudo en la publici-
unánimemente «muje-
dad, y sirve para anunciar champús, cremas,
res de gusto» como las de nuestra casa real, le parecen coches,
ropa interior ao mucha
mal vestidas clínicasgente,
de cirugía estética.
algunos Sin embar-
grandes modis-
go, se trata siempre de cuerpos muy
tos incluidos. La cuestión del buen o mal gusto tiene particulares,
esbeltos,
que ver más normativos. Los anuncios
con la decoración que citados muestran
con la literatura,
siempre
con el cine, a figuras
o con queel arteapenas tienen pecho o cade-
plástico.
ras.En Pero si la modelo
realidad tuvieraerotismo/pornografía
la distinción diez kilos más, los
pechos
no responde caídossino y un a latrasero
expresióncomo un pandero, de
estético-conceptual
esos
de laque tanto les
necesidad gustan aque
profunda lostiene
obreros de mi
nuestra barrio
sociedad
(una
—o que nueva clase sociedad
nuestra vecinal que creeheque
de sigue
agradecerle
teniendo—a las
obras del señor
de marginar Gallardón),
y esconder la misma imagen nos
la sexualidad.
resultaría
Aclaramos obscena,
más yelpuedetema quecon incluso
una citadesagrada-
de James
ble. Y es que el sexo no sólo
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes está en los genitales,
Abad
está sobre todo en la cabeza, y
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornographynuestra cabeza, por
desgracia,
in Post-Franco piensa a veces
Spain», como laenenseñan
publicado la revistaa pensar.
Letras
Por lo
Peninsulares: tanto, definir la cada vez más esquiva línea
fronteriza entre erotismo y pornografía supone esta-
blecer unaDefinirdiferencia entre loessuperior
lo pornográfico contratan
casi imposible, lo infe-
difu-
rior.saEn esta dicotomía tiene mucho que ver
es la línea fronteriza que lo separa de lo erótico, el hecho
de que el sexo
e incluso se considere
la etimología detodavía
eros nosunallevacuestión ver-
a otra fron-
gonzante.
tera, pues originalmente la palabra quería decir
O, por explicarlo
«amor». Mientras que mejor, y en palabras
la mayoría de laencuen-
de la gente nove-
listatra
Alicia Steimberg:
repugnante la pornografía, en general parece
15
19
El acto
descripción de escribir
gráfica? ¿Entreliteratura «erótica»,
la admiración y es
la decir,
gine-
una literatura que apela a la sensualidad,
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina cada la provo-
cualca,porla cuestiones
excita, es un de acto
gustomasturbatorio
o de reacciónpara el que
personal,
la escribe
de modo que yfinalmente
para el que loslaargumentos
lee, y probablemente
sean reduc- es
poraeso,
tibles unay diferencia
no por lo que describe,Enque
de grado. le da
este un poco
sentido, el
de vergüenza al autor y al lector.
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub-
género narrativo cuyos materiales se articulan en
tornoY ende esta vergüenza sexual.
la experiencia radica, creo yo, el hecho de
queSese nostratedice
de que,
«exculpar» a cierta literatura
en el erotismo, al limitarseexci-a
tante
sugerir, por
el medio de la confrontación
artista respeta la sensibilidaderótico/porno-
y se limita a
gráfico. Es decir, lo erótico sería lo bueno,
estimular la imaginación del lector(a) o espectador(a). lo que
no
Peroavergüenza,
el que muestra,por contraste
y aun el con lo pornográfico,
que muestra hasta la
lo vergonzante.
minucia, también estimula la imaginación del con-
Desdesimplemente
sumidor, esta oposición de lo
la pone bueno, aceptable
a funcionar a un nivel y
respetable
distinto: cree frente
queasólolo malo
puede e inaceptable
alcanzar el se traza
nivel al una
que
estrecha línea que diferencia erotismo
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto de pornogra-
fía y se establece,
a respetar a su vez,
sensibilidades, creounaquejerarquía
ya nos ha de queda-
estilos:
lo
do que
claroes que
literario (el erotismo)
sensibilidades hayfrente
para atodos
lo quelosno lo
gus-
es
tos(la pornografía).
y colores.
Veamos
Hablandocómo el crítico
de gustos, se nos Alberto
dice queAcereda redun-
la pornografía
da en mal
es de esta gusto,
dicotomía
y el en su estudio
erotismo «La actual
no. Pero el buennove-
y el
la erótica española: El caso de Consuelo
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, García»
(extraído
Damien Hirst del artículo
no podría deexponer
Ivonne sus Cuadra
«obras«Tude nom-
arte»
bre escrito en el agua»):
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer-
to, un animal disecado, una caca enlatada o un ros-
16
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
tro de La pornografía
sangre coagulada).tiene Además,
un carácter lo obsceno, impú-
que se entien-
dico,buen
de por torpeo ymal
ofensivo
gustoalespudor [...] el arte
una cuestión muy nunca es
subje-
tiva.pornográfico.
Mujeres queEn se cambio el erotismo
consideran opera en la
unánimemente nove-
«muje-
la en
res de un plano
gusto» comomás las alto.
de nuestra casa real, le parecen
mal vestidas a mucha gente, algunos grandes modis-
tos Esta diferenciación
incluidos. La cuestión del del
crítico
buenesolamal diferenciación
gusto tiene
que
que ver más con la decoración que con la crítica
suele admitir determinada parte de la y el
literatura,
público,
con el cine,y está basada
o con el arteen plástico.
la idea de que el arte (eso
queEn nunca es pornográfico)
realidad la distinciónseerotismo/pornografía
basa en un concepto
estético
no respondeinmutable,
sino aun la concepto
expresiónque se crea a partir
estético-conceptual
de
de una tradición,profunda
la necesidad una historia que ytiene
un canon
nuestrapreestable-
sociedad
cidos. Sin embargo, me parece que
—o que nuestra sociedad cree que sigue teniendo— la diferenciación
no resulta válida
de marginar ni eficiente
y esconder porque la tradición es
la sexualidad.
dinámica
Aclaramosy el canon
más elestá en permanente
tema con una citatransforma-
de James
ción. De la misma forma que
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes hace un siglo se consi-
Abad
deraba erótica una mujer entrada
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography en carnes y hoy
nos resulta (o habría
in Post-Franco Spain»,que decir que
publicado en ladesde
revistala Letras
visión
dominante
Peninsulares: se intenta que nos resulte) casi disuasoria,
lo que hace un siglo resultaba pornográfico hoy nos
parece Definir
naif o nos deja indiferentes.
lo pornográfico es casi imposible, tan difu-
sa es la línea fronteriza que lo separa de lo erótico,
e incluso la etimología de eros nos lleva a otra fron-
Así tera,
que, pues
cuando escribimos la
originalmente sexo, ¿dónde
de palabra quería debe-
decir
mos«amor».
situar Mientras
el límite que
entre erotismo y pornografía?
la mayoría de la gente encuen-
¿Entre el arte y la basura? ¿Entre la
tra repugnante la pornografía, en sugerencia y la
general parece
17
19
descripción
descripción gráfica?
gráfica? ¿Entre
¿Entre la la admiración
admiración yy la la gine-
gine-
cología?
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina cada
Quizá el límite no se halle, y lo defina cada
cual por cuestiones de gusto o de reacción
cual por cuestiones de gusto o de reacción personal, personal,
de
de modo
modo que que finalmente
finalmente los los argumentos
argumentos sean sean reduc-
reduc-
tibles
tibles a una diferencia de grado. En este sentido, el
a una diferencia de grado. En este sentido, el
«porno» es el «erotismo» de otros:
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- un amplio sub-
género
género narrativo
narrativo cuyos cuyos materiales
materiales se se articulan
articulan en en
torno de la experiencia
torno de la experiencia sexual. sexual.
Se
Se nos
nos dice
dice que,
que, en en el el erotismo,
erotismo, al al limitarse
limitarse aa
sugerir,
sugerir, elel artista
artista respeta
respeta la la sensibilidad
sensibilidad yy se se limita
limita aa
estimular
estimular la la imaginación
imaginación del del lector(a)
lector(a) o o espectador(a).
espectador(a).
Pero
Pero el que muestra, y aun el que muestra hasta
el que muestra, y aun el que muestra hasta la la
minucia, también estimula la imaginación
minucia, también estimula la imaginación del con- del con-
sumidor,
sumidor, simplemente
simplemente la la pone
pone aa funcionar
funcionar aa un un nivel
nivel
distinto:
distinto: cree que sólo puede alcanzar el nivel al que
cree que sólo puede alcanzar el nivel al que
aspira siendo exhaustivamente concreto.
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto En cuanto
aa respetar
respetar sensibilidades,
sensibilidades, creo creo que
que yaya nos
nos ha ha queda-
queda-
do
do claro que sensibilidades hay para todos los gus-
claro que sensibilidades hay para todos los gus-
tos y colores.
tos y colores.
Hablando
Hablando de de gustos,
gustos, se se nos
nos dice
dice que
que la
la pornografía
pornografía
es
es de mal gusto, y el erotismo no. Pero el buen
de mal gusto, y el erotismo no. Pero el buen yy el el
mal gusto no tienen nada que ver con
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, el arte. Si no,
Damien
Damien Hirst
Hirst no no podría
podría exponer
exponer sus sus «obras
«obras de de arte»
arte»
(un enorme tanque de cristal con
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer- un tiburón muer-
to,
to, un
un animal
animal disecado,
disecado, una una caca
caca enlatada
enlatada o o un
un ros-
ros-
18
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
tro
tro de
de sangre
sangre coagulada).
coagulada). Además,
Además, lo lo que
que sese entien-
entien-
de
de por buen o mal gusto es una cuestión muy subje-
por buen o mal gusto es una cuestión muy subje-
tiva. Mujeres que se consideran unánimemente
tiva. Mujeres que se consideran unánimemente «muje- «muje-
res
res de
de gusto»
gusto» como
como las las de
de nuestra
nuestra casa
casa real,
real, le
le parecen
parecen
mal
mal vestidas a mucha gente, algunos grandes modis-
vestidas a mucha gente, algunos grandes modis-
tos
tos incluidos. La cuestión del buen o mal gusto tiene
incluidos. La cuestión del buen o mal gusto tiene
que ver más con la decoración que con
que ver más con la decoración que con la literatura, la literatura,
con
con elel cine,
cine, o
o con
con elel arte
arte plástico.
plástico.
En
En realidad la distinción erotismo/pornografía
realidad la distinción erotismo/pornografía
no
no responde sino a la expresión estético-conceptual
responde sino a la expresión estético-conceptual
de
de la necesidad profunda que tiene nuestra
la necesidad profunda que tiene nuestra sociedad
sociedad
—o que nuestra sociedad cree que sigue
—o que nuestra sociedad cree que sigue teniendo— teniendo—
de
de marginar
marginar yy esconder
esconder la la sexualidad.
sexualidad.
Aclaramos
Aclaramos más el tema con
más el tema con una
una cita
cita de
de James
James
Mandrel
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes Abad
extraída de su artículo «Mercedes Abad
and La Sonrisa Vertical: Erotica and
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography Pornography
in
in Post-Franco
Post-Franco Spain»,
Spain», publicado
publicado en en la
la revista
revista Letras
Letras
Peninsulares:
Peninsulares:
Definir
Definir lo
lo pornográfico
pornográfico es
es casi
casi imposible,
imposible, tan
tan difu-
difu-
sa es la línea fronteriza que lo separa de lo erótico,
sa es la línea fronteriza que lo separa de lo erótico,
ee incluso
incluso la
la etimología
etimología de eros nos
de eros nos lleva
lleva aa otra
otra fron-
fron-
tera,
tera, pues
pues originalmente
originalmente la
la palabra
palabra quería
quería decir
decir
«amor». Mientras que la mayoría de la gente encuen-
«amor». Mientras que la mayoría de la gente encuen-
tra
tra repugnante
repugnante la
la pornografía,
pornografía, en
en general
general parece
parece
19
19
haber ungráfica?
descripción acuerdo¿Entre
en convenir que el erotismo
la admiración y la gine- es
tolerable,
cología? Quizáe incluso
el límiteexcitante. Pero además,
no se halle, y lo definay redun-
cada
dando en lo dicho, lo que para algunos
cual por cuestiones de gusto o de reacción personal, hombres es
erotismo
de modo quesería pornografía
finalmente para otros, aunque
los argumentos sean reduc-sos-
pecho
tibles quediferencia
a una en el actual demomento
grado. En político y social lo
este sentido, el
más acertado sería decir que lo que
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- para un hom-
bre resulta
género erótico
narrativo puedemateriales
cuyos parecerle pornográfico
se articulan a una
en
mujer.
torno de la experiencia sexual.
Se nos dice que, en el erotismo, al limitarse a
Interesantísima resultala la
sugerir, el artista respeta reflexión final
sensibilidad de estea
y se limita
señor,
estimulary la repito: lo que
la imaginación delpara un hombre
lector(a) resulta
o espectador(a).
erótico
Pero el aque unamuestra,
mujer puede
y aunparecerle pornográfico.
el que muestra hasta la
¿Por qué damos por hecho en nuestra
minucia, también estimula la imaginación del con- cultura que
el varón tiene
sumidor, una sensibilidad
simplemente la pone ayfuncionar
una tolerancia ante
a un nivel
las cuestiones
distinto: cree quesexuales diferentes
sólo puede a laselde
alcanzar la mujer?
nivel al que
Por ejemplo, en España la tradición
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto erótica pro-
viene de una
a respetar escuela quecreo
sensibilidades, promovió
que ya nosy mantuvo
ha queda- la
diferenciación entre hombre-mujer,
do claro que sensibilidades hay para sujeto-objeto,
todos los gus- alta
cultura-subcultura.
tos y colores. El objeto del erotismo, tradicio-
nalmente,
Hablando ha sido el placer
de gustos, se nosmasculino
dice que la a través de la
pornografía
objetivización
es de mal gusto, de ylaelmujer
erotismoy estono.sePero
puede observar
el buen y el
amal
través de toda la literatura española.
gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,En ese senti-
do, si
Damien unHirst
hombre escribíaexponer
no podría sobre sexo, hacía de
sus «obras literatu-
arte»
ra, pero una mujer no podía hacer
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer- lo propio, pues
sería
to, unpornografía.
animal disecado,Es poruna esocacaporenlatada
lo que lao censura
un ros-
20
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
franquista
tro de sangre permitió
coagulada).novelas con escenas
Además, lo que sesexuales
entien-
explícitas, como por ejemplo La colmena,
de por buen o mal gusto es una cuestión muy subje- de Cela, y
censuró la publicación
tiva. Mujeres de La unánimemente
que se consideran isla y los demonios,«muje-
de Carmen Laforet, o Luciérnagas, de
res de gusto» como las de nuestra casa real, le parecen Ana María
Matute, novelas
mal vestidas que no
a mucha son ni
gente, eróticas
algunos ni pornográ-
grandes modis-
ficas, a nuestros ojos. La isla y los
tos incluidos. La cuestión del buen o mal gusto tiene demonios fue
objeto
que ver demás censura
con la por causa de
decoración queunaconescena de lo
la literatura,
más
con elinocente.
cine, o con La protagonista
el arte plástico. va a dar una vuelta
en En
barca con unla chico
realidad que leerotismo/pornografía
distinción gusta. Se entiende,
aunque
no respondeen lasinonovela
a la se alude aestético-conceptual
expresión ello muy velada-
mente, que en ese
de la necesidad paseo que
profunda ambos tienehan mantenido
nuestra sociedadun
contacto sexual, sociedad
—o que nuestra y cuandocree ella que
regresa
siguea teniendo—
tierra que-
da decepcionada
de marginar del encuentro
y esconder y decide no ver más
la sexualidad.
a suAclaramos
amigo. Si esa másescena
el temahubiera
con unasido cita
escritade por un
James
hombre,
Mandrel probablemente
extraída de su no hubiera
artículo sido objeto
«Mercedes de
Abad
censura. A los censores
and La Sonrisa Vertical:no les escandalizó
Erotica and Pornographylo exci-
tante del texto,Spain»,
in Post-Franco sino el publicado
hecho de en quelalarevista
protagonis-
Letras
ta fuera dueña
Peninsulares: de su cuerpo y sus emociones en una
época en la que se entendía que las mujeres debían
casarseDefinir
vírgenes para pasar aesdepender
lo pornográfico tantotan
casi imposible, econó-
difu-
mica como emocionalmente de su marido.
sa es la línea fronteriza que lo separa de lo erótico, Es decir,
¿en equé radicó
incluso lo pornográfico?
la etimología de eros nosEn los
llevaojos del fron-
a otra cen-
sor,tera,
no enpuesla intención
originalmentede la laescritora.
palabra quería decir
La idea de que la mujer
«amor». Mientras que la mayoría y el hombre conciben
de la gente encuen-la
experiencia sexual la
tra repugnante de pornografía,
maneras diferentesen general es laparece
base
21
19
desde la quegráfica?
descripción se entrelaza
¿Entreel dilema de «¿dónde
la admiración y la situar
gine-
el límite entre la representación erótica
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina caday la porno-
gráfica?» con cuestionamientos
cual por cuestiones de gusto o de dereacción
género para gran
personal,
parte
de modo de las
queactivistas
finalmente y críticas feministas.sean
los argumentos Para ellas
reduc-
la asociación
tibles entre pornografía
a una diferencia de grado. yEnerótica se puede
este sentido, el
también entender en términos de géneros
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- sexuales,
pues
género sostienen
narrativo quecuyos
enfrentar los conceptos
materiales «erotis-
se articulan en
mo» y «pornografía» es
torno de la experiencia sexual. enfrentar lo que se ha enten-
didoSecomo placerque,
nos dice masculino y lo que sealquiere
en el erotismo, cons-
limitarse a
truir como deseo femenino.
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a
Es decir,
estimular especialmente
la imaginación delenlector(a)
EstadosoUnidos y en los
espectador(a).
años
Pero sesenta fueron lasypropias
el que muestra, aun el mujeres las que
que muestra ahon-
hasta la
daron en esta diferenciación entre
minucia, también estimula la imaginación del con- pornografía y
erotismo. Y crearon una
sumidor, simplemente nueva
la pone diferencia.aEn
a funcionar un lugar
nivel
de las afirmaciones tradicionales de que
distinto: cree que sólo puede alcanzar el nivel al que «el erotis-
mo es siendo
aspira arte y la pornografía no»
exhaustivamente o «el erotismo
concreto. En cuanto es
aceptable
a respetar ysensibilidades,
la pornografía creovergonzante»,
que ya nos ha lasqueda-
femi-
nistas
do claro esgrimieron un nuevo
que sensibilidades hayargumento:
para todos«La los por-
gus-
nografía es
tos y colores.vejatoria para la mujer, y el erotismo no».
Es decir,
Hablandode nuevo la diferenciación
de gustos, se nos dice queentre erotismo
la pornografía
como
es de malalgogusto,
aceptable y pornografía
y el erotismo no. Pero como inacep-
el buen y el
table.
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,
PeterHirst
Damien Michelson,
no podríaen suexponer
artículosus«Women
«obras and Por-
de arte»
noerotica»,
(un enorme un estudio
tanque sobre la
de cristal conproducción
un tiburóndemuer- cine
pornográfico
to, un animal estadounidense,
disecado, una caca lo explica
enlatada así:o un ros-
22
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
23
19
La activista
descripción Gloria
gráfica? Steinem,
¿Entre una de lasy feminis-
la admiración la gine-
tas
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina de
históricas en la lucha por la consecución cadala
igualdad de las mujeres,
cual por cuestiones de gusto definía
o de desde
reacción esta idea el
personal,
erotismo
de modo que como «una expresión
finalmente sexual mutuamente
los argumentos sean reduc-
placentera
tibles a una diferencia de grado. En este poder
entre personas que revisten el sentido, sufi-
el
ciente para estar allí gracias a su libre
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- elección», mien-
tras
géneroquenarrativo
la pornografía,
cuyos según
materialesella, «lleva el mensa-
se articulan en
je de la violencia, del dominio
torno de la experiencia sexual. y de la conquista. Es
la utilización
Se nos dice delque,
sexoen conel el fin de reforzar
erotismo, o crear
al limitarse a
una situación de desigualdad...».
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a
Pero otras
estimular activistas feministas
la imaginación del lector(a)aseguraron desde
o espectador(a).
el principio
Pero que no existía
el que muestra, y aun ninguna diferencia
el que muestra hasta sus-
la
tancial entre erotismo y pornografía.
minucia, también estimula la imaginación del con- Andrea Dwor-
kin, por ejemplo,
sumidor, simplemente lo expresaba
la pone a así: funcionar a un nivel
distinto: cree que sólo puede alcanzar el nivel al que
aspira Mi libroexhaustivamente
siendo Pornografía: Hombres concreto. queEnposeen
cuantoa
no trata de la diferencia
mujeressensibilidades,
a respetar creo que ya entre
nosla ha
pornogra-
queda-
do claro que sensibilidades hay para todos loshono-
fía y el erotismo. Las feministas han hecho un gus-
rable esfuerzo
tos y colores. por definir la diferencia entre ambos,
alegando generalmente
Hablando de gustos, se nos quediceel que
erotismo conlleva
la pornografía
mutualidad
es de mal gusto, y reciprocidad,
y el erotismomientrasno. Peroque la porno-
el buen y el
grafía implica dominio y violencia.
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,Pero en el léxi-
co sexual
Damien Hirstmasculino,
no podríaque es el vocabulario
exponer sus «obrasdel depoder,
arte»
el erotismo es simplemente una pornografía
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer- de lujo,
to, sólo que mejor
un animal presentada
disecado, una cacay diseñada
enlatadaparao una cla-
un ros-
24
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
tro se
dedesangre
consumidores
coagulada). más Además,
sofisticados. Ocurre
lo que lo mis-
se entien-
mo que
de por buenentre
o malla prostituta
gusto es una de lujo y la puta
cuestión muy calleje-
subje-
ra: la primera va mejor arreglada, pero
tiva. Mujeres que se consideran unánimemente «muje- ambas dan
el mismo
res de gusto»servicio.
como las Sobre todo loscasa
de nuestra intelectuales llaman
real, le parecen
mal«erotismo»
vestidas a amucha
lo que gente,
ellos producen
algunos ograndes
codician, para
modis-
tos indicar
incluidos.queLadetrás de este
cuestión delproducto
buen o mal hay gusto
una perso-
tiene
na tremendamente inteligente. En un sistema
que ver más con la decoración que con la literatura, machis-
contael elcine,
erotismo
o conno es más
el arte que una subcategoría de
plástico.
la
Enpornografía.
realidad la distinción erotismo/pornografía
no responde sino a la expresión estético-conceptual
Esnecesidad
de la decir, para Andrea que
profunda Dworkin erotismo
tiene nuestra y por-
sociedad
nografía son lo mismo,
—o que nuestra sociedadpero cree ella, comoteniendo—
que sigue mujer, no
quiere aceptar
de marginar aquellas obras
y esconder de arte en las que el
la sexualidad.
placer del lectormás
Aclaramos o del el espectador
tema con se una deriva
cita del hecho
de James
de que seextraída
Mandrel asocia ladeexcitación
su artículo sexual con la sumi-
«Mercedes Abad
sión de la mujer.
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography
Lo cierto esSpain»,
in Post-Franco que a día de hoyenlalapráctica
publicado totali-
revista Letras
dad del material pornográfico que los hombres con-
Peninsulares:
sumen está relacionada con la connotación erótica
de la subordinación de las mujeres,
Definir lo pornográfico y los lectores
es casi imposible, tan difu-o
espectadores se excitan
sa es la línea fronterizamerced
que lo asepara
la cosificación,
de lo erótico,la
fetichización
e incluso layetimología
la humillaciónde eros denoslas hembras
lleva con
a otra fron-
las tera,
que elpuesmacho copula. La la
originalmente mayor
palabraestrella del decir
quería por-
no español,
«amor». yMientras
una de lasquemayores
la mayoría luminarias
de la gentedelencuen-
porno
internacional,
tra repugnanteNacho la Vidal, se ha hecho
pornografía, famoso
en general pre-
parece
25
19
cisamente
descripciónpor su «marca
gráfica? de la
¿Entre fábrica»: en todas
admiración y lalasgine-
pe-
lículas
cología? él domina
Quizá elalímite
sus partenaires,
no se halle, cuando no las cada
y lo defina mal-
trata y veja
cual por directamente.
cuestiones de gusto o de reacción personal,
Pero cuando
de modo que finalmentelas mujeres
los son las que escriben
argumentos sean reduc-los
textos
tibles aeróticos o pornográficos
una diferencia de grado. el rolEncambia. En la lite-
este sentido, el
ratura erótica o pornográfica (como
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- quieran ustedes,
lectores y lectoras, cuyos
género narrativo llamarlo) escrita por
materiales se mujeres
articulanse en
le
presupone
torno de laa experiencia
la protagonista una sexualidad femenina
sexual.
activa y se dice
Se nos preconiza
que, enel goce sexual soberano
el erotismo, de laa
al limitarse
mujer.
sugerir,Aelveces
artistapresenta
respeta alalas mujeres como
sensibilidad objetos,a
y se limita
pero lo hace
estimular a través dedel
la imaginación loslector(a)
ojos y para los ojos de
o espectador(a).
otras
Pero el mujeres como sujetos
que muestra, y aun (es el caso
el que del relato
muestra hasta dela
Silvia Uslé en este libro). En los relatos
minucia, también estimula la imaginación del con- pornoeróticos
escritos
sumidor,por mujeres laslahembras
simplemente aparecen como
pone a funcionar seres
a un nivel
fuertes,
distinto:sexualmente
cree que sólo exigentes y realizadas,
puede alcanzar versátiles
el nivel al que
yaspira
capaces de alternar roles de activas
siendo exhaustivamente concreto. En cuanto y pasivas a su
gusto y conveniencia.
a respetar Y siempre
sensibilidades, creo que asertivas.
ya nos ha queda-
do claro que sensibilidades hay para todos los gus-
tos y colores.
En Hablando
ese contexto, el último
de gustos, se noscampo delatransgresión
dice que pornografía
que queda en la literatura erótica (en la
es de mal gusto, y el erotismo no. Pero el buen que ya hemos
y el
leído de todo) se abona en la literatura erótica
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, feme-
nina,
Damien dado quenouna
Hirst estigmatización
podría exponer sus y«obras
un silencio de
de arte»
siglos se ciernen
(un enorme tanqueaúndesobre la sexualidad
cristal de las muer-
con un tiburón muje-
res.
to, unSi animal
algo nuevo se puede
disecado, escribir
una caca sobreosexo,
enlatada lo
un ros-
26
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
podemos
tro de sangreescribir nosotras.Además,
coagulada). Porque lo podemos hablar
que se entien-
de lo que
de por buennoosemal ha gusto
dicho,esdeuna lo que no semuy
cuestión ha conta-
subje-
do. De aquello que los hombres no
tiva. Mujeres que se consideran unánimemente «muje-saben.
Como
res de gusto»explicaba
como lasShere Hite, casa
de nuestra desde el le
real, momento
parecen
en el que el arquetipo familiar de
mal vestidas a mucha gente, algunos grandes modis-nuestra sociedad
está marcadoLa
tos incluidos. por el modelo
cuestión del buenJosé,o mal
María y Jesús
gusto tiene
podemos entender por qué se ha evitado
que ver más con la decoración que con la literatura, durante
tantos
con el siglos
cine, oescribir
con el sobre mujeres sexualmente acti-
arte plástico.
vas.EnElrealidad
análisis la de distinción
este iconoerotismo/pornografía
lleva a comprender
cómo la mujer
no responde sinohaaperdido su lugar
la expresión y su importan-
estético-conceptual
cia
de ladentro de la profunda
necesidad sociedad. queEn la Sagrada
tiene nuestra Familia
sociedad no
hay
—o queuna nuestra
hija, la sociedad
niña no tiene
cree queun lugar dentro del
sigue teniendo—
mundo.
de marginarSólo yexiste el hijo.
esconder La mujer pasa a desem-
la sexualidad.
peñar exclusivamente
Aclaramos más el eltema
papelcon de una
María, citaladeesposa
James y
madre
Mandrel virgen.
extraídaSu función
de su es ocuparse
artículo de «sus» Abad
«Mercedes hom-
bres.
and La Y así reniega
Sonrisa del sexo.
Vertical: Por eso
Erotica and durante
Pornographysiglos
las «buenas mujeres»
in Post-Franco eran aquellas
Spain», publicado en laque se ocupa-
revista Letras
ban del cuidado
Peninsulares: de otros, las que concebían el amor
como servicio. La pasión femenina tenía mala repu-
tación Definir
y el goce no digamos,eshasta
lo pornográfico el puntotan
casi imposible, de difu-
que
los sa
médicos de lafronteriza
es la línea Inglaterraquevictoriana
lo separa estaban con-
de lo erótico,
vencidos de la
e incluso que sólo las de
etimología prostitutas podían
eros nos lleva a otraexperi-
fron-
mentar placer. Si una esposa respetable
tera, pues originalmente la palabra quería decir disfrutaba
del «amor».
sexo, enseguida
Mientras se quelalacatalogaba
mayoría de comola genteenferma:
encuen-
sufría
tra repugnante la pornografía, en general neuró-
de ninfomanía. Y por ello en 1882 el parece
27
19
logo Jean-Martin
descripción gráfica? Charcot
¿Entre hablaba de las yhistéricas,
la admiración la gine-
de
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina otros
las desviaciones sexuales, del onanismo y de cada
«trastornos» sexuales, pues para el médico
cual por cuestiones de gusto o de reacción personal, tan tras-
tornada
de modoestaba la mujer los
que finalmente queargumentos
ansiaba hacer seanelreduc-
amor
(ergo,
tibles aunaunahistérica)
diferenciacomo cualquier
de grado. otrosentido,
En este desviado el
sexual. Si tenemos en cuenta que el hombre
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- que se mas-
turbaba era uno decuyos
género narrativo esos «desviados
materialessexuales»,
se articulan ya nosen
hacemos a la idea del
torno de la experiencia sexual. clima imperante en la época.
De ahí dice
Se nos la dicotomía
que, en el madonna/puta inscrita en
erotismo, al limitarse a
general
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita aa
en el imaginario erótico moderno. Frente
la madre,laesposa
estimular o hermana
imaginación que noo espectador(a).
del lector(a) sólo debe ser
honesta,
Pero el que sinomuestra,
tambiényparecerlo,
aun el que lasmuestra
mujereshasta solas la y
sexualizadas
minucia, también despiertan
estimulaun larecelo instintivo.
imaginación delNues-
con-
tra vicepresidenta, por ejemplo, es soltera
sumidor, simplemente la pone a funcionar a un nivel y en posi-
ción de poder.
distinto: cree que Sospecho que sialcanzar
sólo puede es tan respetada
el nivel es al pre-
que
cisamente porque su imagen es «masculina»,
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto esto
es, desexualizada.
a respetar No porcreo
sensibilidades, casualidad
que ya nos en las pelícu-
ha queda-
las sexuales
do claro quecomerciales
sensibilidades destinadas
hay paraaltodospúblico los mas-
gus-
culino (el
tos y colores.porno, para entendernos) a la mujer se la
muestra casi siempre
Hablando de gustos,comose nosa dice
un objeto, como una
que la pornografía
víctima,
es de maly gusto,
si bienylael cámara
erotismoseno. recrea
Peromorosamente
el buen y el
en
mal gusto no tienen nada que ver con el learte.
la eyaculación masculina, casi nunca dedicaSi no,la
misma
Damienatención
Hirst noalpodría placerexponer
femenino. sus «obras de arte»
(un enorme tanque de cristal con dificultan
Todos estos prejuicios y tabúes un tiburónla muer- labor
de
to, renovación y revaloración
un animal disecado, que las
una caca mujereso precisa-
enlatada un ros-
28
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
mos
tro depara sentirnos
sangre bien enAdemás,
coagulada). nuestro lo cuerpo
que sedeentien-
muje-
res sexuadas,
de por buen opara mal vernos
gusto es como
una sujetos
cuestión—y muy nosubje-
obje-
tos— sexuales.que
tiva. Mujeres Enseese sentido hablar
consideran sobre sexo,
unánimemente escri-
«muje-
bir sobre
res de sexo,
gusto» comoanteslasque un pecado,
de nuestra una grosería
casa real, le parecen o
una provocación,
mal vestidas a muchaes una manera
gente, de romper
algunos grandeselmodis-
silen-
cio, de emprender
tos incluidos. la conquista
La cuestión de nuevos
del buen o mal gustoterritorios
tiene
—físicos, mentales y sociales— más
que ver más con la decoración que con la literatura,justos y placen-
teros:
con el aprender
cine, o con no el
sólo a disfrutar,
arte plástico. sino a reivindicar
nuestro derecho alahacerlo.
En realidad distinción Peroerotismo/pornografía
para escribir hay que
leer. Escribir sino
no responde sobrea nuestra
la expresiónpropia sexualidad pasa
estético-conceptual
necesariamente
de la necesidadpor el conocimiento
profunda que tiene ynuestra
la reflexión pre-
sociedad
vios
—o queen torno
nuestraa lasociedad
aportación creedequela sigue
literatura erótica
teniendo—
femenina.
de marginar Cuando
y esconderconozcamos el camino que las
la sexualidad.
mujeres
Aclaramosllevamos másrecorrido
el tema con podremos
una cita continuarlo
de James
hacia delante, para poder llegar a
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes Abad una completa asun-
ción
and Lay reivindicación
Sonrisa Vertical: de nuestro
Eroticacuerpo
and yPornography
de sus posi-
bilidades.
in Post-Franco Por Spain»,
eso el hecho de escribir
publicado literatura
en la revista Letras o
escenas eróticas no se reviste tan sólo de un valor o
Peninsulares:
unas connotaciones literarias, sino también políticas.
La Definir
escritora contemporánea
lo pornográfico rompe
es casi con tan
imposible, el statu
difu-
quosay escrea universos que corresponden
la línea fronteriza que lo separa de lo erótico,a sus pro-
piose incluso
valores,lasin negar su
etimología debiología. El resultado
eros nos lleva a otra fron-es
un tera,
nuevopues canon en la literatura:
originalmente una imagen
la palabra quería de la
decir
realidad
«amor». captada conque
Mientras ojosla de mujerde
mayoría y la
expresada des-
gente encuen-
de un
tra discurso
repugnante no antropocéntrico.
la pornografía, enUna nuevaparece
general ima-
29
19
gen de la mujer
descripción como
gráfica? agente
¿Entre provocador yque
la admiración aho-
la gine-
ra se plasma
cología? Quizáeneluna abundantísima
límite no se halle, ypublicación de
lo defina cada
textos,
cual porloscuestiones
que han llegado
de gustoa constituir un corpus
o de reacción con
personal,
su
de propio
modo quecontexto, su propia
finalmente voz y su propia
los argumentos sean visión.
reduc-
A este respecto decía la autora Erica Jong
tibles a una diferencia de grado. En este sentido, a pro-
el
pósito de su libro Miedo a volar (también,
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- como
en el caso
género de El amante
narrativo de Lady Chatterley,
cuyos materiales escan-
se articulan en
daloso en su momento y casi
torno de la experiencia sexual. mojigato hoy):
Se nos dice que, en el erotismo, al limitarse a
sugerir,Las mujeresrespeta
el artista se encontraron en él yy se
la sensibilidad se sintieron
limita a
menos solas, sintieron que no estaban
estimular la imaginación del lector(a) o espectador(a). locas, que
Peroalguien
el quemás sentía lo
muestra, mismo
y aun el que
que ellas, que hasta
muestra no esta-
la
ban enfermas. Se habló mucho del sexo
minucia, también estimula la imaginación del con- en esa nove-
la, pero
sumidor, el asunto nolaera
simplemente poneel sexo: era la sensación
a funcionar a un nivelde
«no estoy
distinto: creesola,
que alguien más tiene
sólo puede estos pensamientos».
alcanzar el nivel al que
Los relativos al sexo, pero
aspira siendo exhaustivamente concreto. también los En
quecuanto
tenían
que versensibilidades,
a respetar con la rebeldía,creo conque
la ira, con ha
ya nos la frustra-
queda-
do claro que sensibilidades hay para todos los de
ción. Lo que quise hacer fue deslizarme dentro la
gus-
tos cabeza de las mujeres y mostrar todo lo que pasaba
y colores.
dentro: sus de
Hablando fantasías,
gustos, sus odios,
se nos dicesus
quesueños.
la pornografía
es de mal gusto, y el erotismo no. Pero el buen y el
malEsas
gustofantasías
no tienen y esos
nada sueños
que verhan consido los Si
el arte. gran-
no,
des desconocidos del erotismo o la pornografía
Damien Hirst no podría exponer sus «obras de arte» mo-
dernos,
(un enorme que tanque
se han de escrito
cristalsiempre
con undesde
tiburón el punto
muer-
de
to, un animal disecado, una caca enlatada o un bien
vista masculino, más que nada porque hasta ros-
30
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
mediado
tro de sangre el siglo XX la mayor parte de la literatura
coagulada). Además, lo que se entien-
era masculina, y las
de por buen o mal gusto es una mujeres nocuestión
tenían acceso a la
muy subje-
cultura.
tiva. MujeresY lasquepocas que podían
se consideran escribir eran«muje-
unánimemente mon-
jas de
res (Santa
gusto»Teresa
comoo las Hildergarda
de nuestrade casaBingen)
real, leoparecen
aristó-
cratas
mal (Madame
vestidas de Sévigné),
a mucha gente, así que no
algunos iban a modis-
grandes narrar
experiencias
tos incluidos. sexuales,
La cuestión pues
del arriesgaban
buen o mal gusto la pérdida
tiene
de sus privilegios y de su mismo lugar
que ver más con la decoración que con la literatura, en la socie-
dad.elExisten
con cine, o dos
con presuntas autobiografías sexuales
el arte plástico.
femeninas
En realidad escritas antes del siglo
la distinción XX, las famosas
erotismo/pornografía
Fanny
no Hill y las
responde Memorias
sino Pearl, pero ambas
de Coraestético-conceptual
a la expresión
en la
de realidad
necesidad las escribió
profundauna quemano
tiene masculina. Segu-
nuestra sociedad
ro que
—o queestán ustedes
nuestra pensando
sociedad en Safo,
cree que siguepero lo cier-
teniendo—
to es
de que Safoy es
marginar más bien
esconder la un símbolo que otra cosa,
sexualidad.
puesAclaramos
su poesía nos másha el llegado
tema con fragmentada
una cita de e incom-
James
pleta. De esta manera, como en
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes Abad literatura la narra-
ción La
and de Sonrisa
la experiencia
Vertical:sexual
Eroticahabía
and sido siempre
Pornography
masculina,
in Post-Franco la producción de textos
Spain», publicado enpornoeróticos
la revista Letras (y
utilizo el término mixto porque he decidido dar por
Peninsulares:
imposible la diferenciación) escritos por mujeres abre
una nueva víaloa pornográfico
Definir la (re)presentación del sujetotan
es casi imposible, narra-
difu-
tivosaenes la pornoerótica española: por fin
la línea fronteriza que lo separa de lo erótico,la mujer
dejae de
incluso objeto
ser sexual de
la etimología para
erossernossujeto
lleva asexual.
otra fron-
Por ejemplo, durante muchos años,
tera, pues originalmente la palabra quería decir cuando el
objeto erótico
«amor». era unque
Mientras hombre,
la mayoríase describía
de la gentesiempre
encuen-
desde el punto de vista de otro hombre.
tra repugnante la pornografía, en general parece La poesía y
31
19
la literatura gráfica?
descripción eróticas ¿Entre
que celebraban
la admiración el cuerpo mas-
y la gine-
culino
cología?eran
Quizáhomosexuales.
el límite no se Pero
halle,losycódigos
lo defina homo-
cada
sexuales no son los mismos que los códigos
cual por cuestiones de gusto o de reacción personal, femeni-
nos,
de modoporque
queelfinalmente
hombre selosreconoce
argumentos en elseancuerpo de
reduc-
otro
tibles hombre, mientrasdeque
a una diferencia una En
grado. mujer
estedesea
sentido, a un
el
hombre como a su Otro en el sentido
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- más lacania-
no del término.
género narrativo cuyos materiales se articulan en
Algunos críticos y críticas
torno de la experiencia sexual. estudiosos del tema
opinan
Se nosquedice
los textos
que, eneróticos escritosalpor
el erotismo, mujeresa
limitarse
todavía
sugerir, elmantienen una economía
artista respeta la sensibilidaddel deseo que va
y se limita a
encaminada a la satisfacción del hombre,
estimular la imaginación del lector(a) o espectador(a). porque es
cierto
Pero elquequealgunas
muestra, novelas
y aun eróticas femeninas
el que muestra hastapare-
la
cen más bien un intento de complacer
minucia, también estimula la imaginación del con- a un público
masculino que una aventura
sumidor, simplemente la ponede indagacióna un
a funcionar sobre el
nivel
propio
distinto:deseo.
cree que(Sesólome puede
viene aalcanzar
la cabeza, por alejem-
el nivel que
plo, la famosísima y exitosísima Las
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto edades de Lulú,
en la que sensibilidades,
a respetar nunca se describían creo que losyaorgasmos
nos ha queda- de la
protagonista.) Pero muchoshay
do claro que sensibilidades pensamos
para todos quelos el des-
gus-
arrollo del
tos y colores. género erótico entre las escritoras consti-
tuyeHablando
un desafío deradical
gustos, aselas
nosideas
dice de quesexualidad,
la pornografía del
deseo,
es de malde gusto,
cómo éste funciona no.
y el erotismo y cómoPero se relaciona
el buen y el
con la situación general de la mujer en
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, la sociedad.
Esta idea
Damien Hirstsenoresume
podríaenexponer
una frase susrecogida
«obras en de el ar-
arte»
tículo de Agustín
(un enorme tanque Cadena «La literatura
de cristal con un tiburón eróticamuer-
escri-
ta
to,por
un mujeres en México»,
animal disecado, unaen cacala que cita aoCornelia
enlatada un ros-
32
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
Arnhold, «unacoagulada).
tro de sangre de las cuatro escritoras
Además, alemanas
lo que que
se entien-
crearon,
de por buena principios de los
o mal gusto es noventa, el primer
una cuestión caba-
muy subje-
ret
tiva.literario
Mujeres del
que mundo: Nacht
se consideran der Literat Huren,
unánimemente «muje-
Noche de las putas literarias»:
res de gusto» como las de nuestra casa real, le parecen
mal vestidas a mucha gente, algunos grandes modis-
En literatura
tos incluidos. pornográfica
La cuestión las mujeres
del buen han produ-
o mal gusto tiene
cido hasta ahora sólo un kitsch insensato.
que ver más con la decoración que con la literatura, Pero el por-
conno el del futuro
cine, o cones elfemenino.
arte plástico.
En realidad la distinción erotismo/pornografía
El crítico sino
no responde Gregorio Morales coincide
a la expresión en la mis-
estético-conceptual
ma
de laidea, desde su
necesidad propia que
profunda perspectiva de varón:
tiene nuestra sociedad
—o que nuestra sociedad cree que sigue teniendo—
El avance
de marginar de Eros, desde
y esconder la más remota antigüedad
la sexualidad.
hasta nuestros
Aclaramos másdías,el se puede
tema adscribir
con al proceso
una cita de James de
igualdad
Mandrel entre el hombre
extraída y la mujer.
de su artículo Así, al comienzo,
«Mercedes Abad
la mujer es vista como un objeto de
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography perdición y aso-
ciada claramente
in Post-Franco Spain», al mal, como ocurre
publicado en la historia
en la revista Letras
que nos
Peninsulares: relata el Papiro Doulaq, donde Setna llega a
matar a su propia familia en la consecución de los favo-
res de la sacerdotisa
Definir Tbubui.esPosteriormente,
lo pornográfico casi imposible,cuando el
tan difu-
mundo
sa es lagriego
línea inventa el amor,
fronteriza lassepara
que lo mujeresdeestán exclui-
lo erótico,
das de él; la
e incluso el etimología
amor se establece
de erosexclusivamente
nos lleva a otraentre el
fron-
erasta o maestro,
tera, pues siempre unla
originalmente hombre maduro,
palabra y eldecir
quería eró-
meno,
«amor».o discípulo,
Mientras unqueadolescente;
la mayoría por
de laejemplo, Platón
gente encuen-
nos
tra cuenta en El banquete
repugnante cómo Alcibíades
la pornografía, quisoparece
en general tomar
33
19
a Sócratesgráfica?
descripción por amante.
¿EntreEllaamor provenzal,
admiración y ya en la
la gine-
Edad Media,
cología? Quizá produjo
el límiteuna norevolución,
se halle, al traspasar
y lo definalacada
fun-
cualción
pordecuestiones
erómeno ode discípulo
gusto o a lademujer,
reacciónpor lo que ésta
personal,
se convirtió,
de modo por primera
que finalmente losvez en la historia,
argumentos seanenreduc-
sujeto
digno
tibles a unadel amor. El erotismo
diferencia de grado. llega Enasí este
a un sentido,
importante el
grado de desarrollo. Pero coincido
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- con Francesco Albe-
roni en
género que «el verdadero
narrativo erotismo sólo
cuyos materiales seesarticulan
posible cuan-en
do cada uno trata de
torno de la experiencia sexual. comprender al otro, logra poner-
se
Se ennossu dice
lugarque,
y hacer
en elpropias
erotismo,sus fantasías».Y
al limitarse estoa
sólo se puede conseguir con la más rigurosa
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a igualdad
entre hombre
estimular y mujer, de
la imaginación delmodo
lector(a)que oambos se hablen
espectador(a).
Perodeeltúque
a tú,muestra,
o si queremos
y aunemplear
el que lamuestra
expresión griega,
hasta la
de erasta a erasta. Éste es el paso
minucia, también estimula la imaginación del con- que se está dando en
la actualidad
sumidor, y la razón
simplemente por laaque
la pone hay una agran
funcionar un abun-
nivel
dancia de literatura erótica femenina.
distinto: cree que sólo puede alcanzar el nivel al que
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto
Lo cierto
a respetar es que no hace
sensibilidades, creo falta
que ya especializarse
nos ha queda- en
literatura
do claro que erótica para escribirhay
sensibilidades sobre
parasexo.
todos Enlosla pro-
gus-
ducción narrativa
tos y colores. femenina el registro de la experien-
cia Hablando
erótica ha de venido
gustos,cobrando
se nos dice másquey más importan-
la pornografía
cia,
es dehasta
mal elgusto,
puntoy de que podríamos
el erotismo no. Pero decirel que
buentodas
y el
las escritoras vivas, en mayor o menor
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, medida, han
dedicado
Damien Hirst por lo nomenos
podríaun párrafosus
exponer a narrar
«obrasexplícita-
de arte»
mente una escena sexual. Y es en
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer- esas escenas, cuan-
do
to, el
uncuerpo
animalfemenino
disecado,seuna textualiza, cuandoolaunmujer
caca enlatada ros-
34
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
se
troautodefine
de sangre como sujeto Además,
coagulada). y no como lo objeto
que se yentien-
cuen-
ta
de su
porhistoria,
buen o almal margen
gusto de es la
unaque le habían
cuestión muy inventa-
subje-
do los varones. El resultado ha sido
tiva. Mujeres que se consideran unánimemente «muje- una literatura
desinhibida
res de gusto»ycomo polifónica en la que
las de nuestra casalas fantasías
real, le parecen se
codifican
mal vestidas conaun notable
mucha predominio
gente, de metáforas
algunos grandes modis-y
en
tos la que las La
incluidos. convenciones
cuestión del delbuen
decoro en gusto
o mal el discurso
tiene
femenino tradicional se desafían abiertamente.
que ver más con la decoración que con la literatura, La lite-
ratura
con el pornoerótica
cine, o con elfemenina se configura desde una
arte plástico.
abundantísima
En realidadproducción
la distinción caracterizada por una escri-
erotismo/pornografía
tura dinámica,sino
no responde elíptica
a la yexpresión
sincopada, que intenta sub-
estético-conceptual
vertir la represión
de la necesidad y la censura
profunda desdenuestra
que tiene la imaginación
sociedad
y la fantasía, y cuestiona el juego
—o que nuestra sociedad cree que sigue teniendo— de poder y la vio-
lencia implícita
de marginar en la pornografía
y esconder la sexualidad.tradicional y en la
construcción
Aclaramosdelmás deseo masculino.
el tema con una Conviene
cita deadvertir
James
que el cuerpo femenino narrado
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes Abad en primera persona
se
andincorpora
La Sonrisa a laVertical:
literatura no solamente
Erotica desde la
and Pornography
dimensión
in Post-Franco erótica, puesto
Spain», que también
publicado se textualiza
en la revista Letras
desde la
Peninsulares: experiencia del cuerpo la violencia sexual
ejercida contra la mujer: el cuerpo como víctima en
las escenas en lolaspornográfico
Definir que la mujer es agredida,
es casi imposible, frente
tan difu-al
cuerpo
sa escomo agente
la línea que se
fronteriza quedefine en las
lo separa deescenas
lo erótico,en
las eque la mujer
incluso consiente
la etimología de yeros
no nos
se somete.
lleva a otraPero, al
fron-
contrario
tera, puesde looriginalmente
que sucede enlalapalabra literatura femenina,
quería decir
la víctima habla con su propia voz, no por
«amor». Mientras que la mayoría de la gente encuen- la de otros,
y puede expresar sula odio,
tra repugnante su frustración
pornografía, y su parece
en general rabia.
35
19
Y al comparar
descripción gráfica?las¿Entre
escenas la sexuales
admiración queylasla muje-
gine-
res escriben con las que durante siglos
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina cada hemos leído,
escritas
cual porpor hombres,
cuestiones denosgustoencontramos
o de reacción conpersonal,
que hay
notorias
de mododiferencias
que finalmente tantolosde argumentos
objetivos como seande pro-
reduc-
cedimientos.
tibles a una diferencia de grado. En este sentido, el
Lo explica
«porno» así el psicoanalista
es el «erotismo» de otros: Eugenio
un amplio Núñez
sub-
Iang:
género narrativo cuyos materiales se articulan en
torno de la experiencia sexual.
La literatura
Se nos dice que, escrita
en elporerotismo,
mujeres sealencuentra
limitarseins- a
crita en la necesidad de Sherezade: manifestarse
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a para
continuar
estimular viviendo, sacar
la imaginación del alector(a)
la luz loo oculto, atrapar
espectador(a).
Peroconel sus
que historias
muestra,aly seducido
aun el que lector. Al escribir,
muestra hasta lala
mujer intenta
minucia, tambiéndescubrirse
estimula alasíimaginación
misma, para del mostrar-
con-
se al otro, para ser reconocida y establecer
sumidor, simplemente la pone a funcionar a un nivel el pacto
comunicativo,
distinto: cree queelsólo encuentro. Porque laellengua,
puede alcanzar nivel aldeno-
que
tativa y connotativamente, puede
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto convertirse en el
lugar desensibilidades,
a respetar la máxima transferencia:
creo que yalanos amorosa
ha queda-y la
do literaria.
claro queFreud plantea loshay
sensibilidades mecanismos
para todos de los
la crea-
gus-
ción como
tos y colores. resultante de una impotencia en el artista
para encontrar
Hablando satisfacción
de gustos, se nosen la que
dice realidad, impoten-
la pornografía
ciamal
es de que gusto,
motivayelelrepliegue
erotismosobre la vida
no. Pero imaginati-
el buen y el
va, en un proceso que denominó sublimación.
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, Cathe-
rine Millet
Damien Hirstpresupone
no podríaque «la escritura
exponer procede
sus «obras dedearte»
una
(un imposibilidad,
enorme tanque la dedeuncristal
goce enconnombre del cualmuer-
un tiburón todo
to, otro goce será
un animal recusado
disecado, unacomo
cacamuy desigual».
enlatada o un A la
ros-
36
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
37
19
Kristeva,
descripción y, para casi la¿Entre
gráfica? mayoría la de los mortales,
admiración el amor
y la gine-
suele constituir el hito más importante
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina cada de su biogra-
fía.
cualPor poreso a cada texto
cuestiones de gusto nuevoo devolvemos
reacciónapersonal,
sorpren-
dernos,
de modoy lo queque parecieralos
finalmente estar suficientemente
argumentos dicho,
sean reduc-
resulta
tibles aque unaaún no lo está:
diferencia «Nos ocultamos»,
de grado. escribía
En este sentido, el
Michel Foucault, «por inercia y sumisión,
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- la eviden-
cia de que
género lo esencial
narrativo se nos
cuyos escapa siempre
materiales y hay que
se articulan en
volver a partir en su busca».
torno de la experiencia sexual.
Michel
Se nos Foucault,
dice que, en ensuel Historia
erotismo, de al
la limitarse
sexualidad,a
escribe
sugerir,sobre una tríada
el artista respetaquelaensensibilidad
la sociedad moderna
y se limita arti-a
cula poder,lasaber
estimular y sexualidad.
imaginación El podero es
del lector(a) el que deter-
espectador(a).
mina,
Pero elmodela y rige elysaber.
que muestra, aun el El que
sabermuestra
es a su hasta
vez una la
forma de poder; de modo que se
minucia, también estimula la imaginación del con-somete a los intere-
ses y a las
sumidor, conveniencias
simplemente del sistema.
la pone De un
a funcionar sistema
a un nivel
que mantiene un doble discurso sobre
distinto: cree que sólo puede alcanzar el nivel al que la sexualidad
dependiendo
aspira siendodel género; por unconcreto.
exhaustivamente lado la exalta en la
En cuanto
figura
a respetarde los hombres, porcreo
sensibilidades, otroque
ladoyalanos
reprime, pro-
ha queda-
híbe
do claroy oculta
que en las mujeres. Así
sensibilidades haylapara
sexualidad
todos los se vuel-
gus-
ve una de
tos y colores. las principales tecnologías del poder. Sobre
todo del poder
Hablando depatriarcal
gustos, se nos que dice
se manifiesta muy en
que la pornografía
particular
es de mal en el cuerpo
gusto, de las mujeres.
y el erotismo no. PeroLas elmujeres
buen yson el
las representantes de la sexualidad por
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, antonomasia,
debido
DamienaHirst su función reproductora
no podría exponer ysus los«obras
efectosdevisibles
arte»
de la misma. Es decir, si una joven
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer- pierde su virgini-
dad
to, un se puede
animalquedar embarazada,
disecado, una cacapero un hombre
enlatada no.
o un ros-
38
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
Por
tro de esosangre
es sobre ella sobre la
coagulada). que se ejerce
Además, lo quelasecoacción
entien-
y el sometimiento. Y de ahí que a
de por buen o mal gusto es una cuestión muy subje- día de hoy en la
mayoría
tiva. Mujeresde losquepaíses árabes la unánimemente
se consideran deshonra de un«muje- emba-
razo
res denogusto»
deseadocomocaiga lassobre la mujer,
de nuestra casanoreal,
sobre el hom-
le parecen
bre.
mal Es ella laaque
vestidas muchadebegente,
mantenerse
algunos pura, no él.modis-
grandes
tos Si asumimos
incluidos. La que la visión
cuestión del sexo
del buen o mal está asociada
gusto tiene
aque
determinados rasgos muy particulares
ver más con la decoración que con la literatura, de cada per-
sona,
con elacine,
sus fantasías
o con el yarte a sus sueños, y que estas fan-
plástico.
tasías
En yrealidad
sueños de la cada cual tienen
distinción que ver con su
erotismo/pornografía
infancia,
no responde con sino
su biografía, con suestético-conceptual
a la expresión lugar de origen y
con
de lasunecesidad
socialización,
profunda entenderemos por qué sociedad
que tiene nuestra las pelí-
culas
—o que porno francesas
nuestra sociedadno se parecen
cree que siguea lasteniendo—
norteame-
ricanas
de marginar(por yejemplo,
esconderlaslastarlettes
sexualidad. porno francesas
no suelen
Aclaramosexhibirmás el elpecho
temaenorme
con una de cita
las yanquis)
de James o
por qué la
Mandrel imaginería
extraída de suerótica
artículomanga se diferencia
«Mercedes Abad
tanto de la occidental. Porque la
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornographysociedad en la que
uno vive influye
in Post-Franco de forma
Spain», definitiva
publicado en laenrevista
la construc-
Letras
ción del deseo,
Peninsulares: de las fantasías e imágenes sexuales.
Y como a hombres y mujeres, por desgracia, se nos
educa yDefinir
socializa de maneraesdiferente,
lo pornográfico nuestra
casi imposible, for-
tan difu-
ma sadeesvivir el sexo,
la línea y por
fronteriza quelolotanto
separade de escribirlo,
lo erótico,
será,e incluso
necesariamente, diferente.
la etimología de eros nos lleva a otra fron-
La psicoanalista
tera, pues originalmentefrancesa Marie-France
la palabra quería Hirigoyen
decir
ya nos confirma, desde la experiencia de
«amor». Mientras que la mayoría de la gente encuen- su consulta,
quetrahombres y mujeres
repugnante no viven deenlageneral
la pornografía, misma parece
mane-
39
19
ra la experiencia
descripción sexual.
gráfica? ¿EntreSegún afirma en suylibro
la admiración Les
la gine-
Nouvelles
cología? Quizá Solitudes: «Cuando
el límite hablamos
no se halle, de soledad,
y lo defina cada
los hombres piensan en la falta de vida
cual por cuestiones de gusto o de reacción personal, sexual, mien-
tras
de modoque aque las finalmente
mujeres leslos parece más importante
argumentos sean reduc- la
falta
tiblesde a relaciones
una diferencia afectivas».
de grado.Lo confirma el sociólo-
En este sentido, el
go francés Gerard Mermet, quien
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- asegura que el 50
por
génerociento de los hombres
narrativo consideran
cuyos materiales se como
articulandifícil-
en
mente soportable la idea
torno de la experiencia sexual. de no hacer el amor duran-
te varios
Se nosmeses dice seguidos,
que, en elcontra el 34 al
erotismo, porlimitarse
ciento dea
las mujeres.
sugerir, Esta respeta
el artista disparidad de cifras aclara
la sensibilidad que las
y se limita a
mujeres están más dispuestas que los hombres
estimular la imaginación del lector(a) o espectador(a). a renun-
ciar
Peroaelsuque vidamuestra,
sexual, oy aaun sublimarla a favor de
el que muestra otras
hasta la
actividades (una vida religiosa o entregada
minucia, también estimula la imaginación del con- a los otros)
que los hombres,
sumidor, simplemente dadolaque pone durante siglos se
a funcionar ha nivel
a un con-
siderado
distinto: creesocialmente
que sólointegrada a la mujer
puede alcanzar célibe,alpero
el nivel que
no
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuantoa
así al hombre célibe, a no ser que perteneciera
la Iglesia. Quizá
a respetar por ello cuando
sensibilidades, creo que lasyamujeres
nos haescriben
queda-
sobre sexo en general lo hacen desde
do claro que sensibilidades hay para todos los una visión muchogus-
menos cruda
tos y colores. y gráfica, y siempre más reflexiva, ima-
ginativa
Hablandoo lúdica.
de gustos, se nos dice que la pornografía
es de mal gusto,escritora
Ana Istarú, y el erotismocostarricense,
no. Pero reflexionaba
el buen y el
sobre el tema en una reciente entrevista:
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,
Damien Hirst no podría exponer sus «obras de arte»
Piensotanque
(un enorme que concretamente
de cristal conen un
la literatura escri-
tiburón muer-
to, ta
unpor mujeres
animal la diferencia
disecado, estáenlatada
una caca en la óptica,
o unen la
ros-
40
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
41
19
42
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
«en
tro delossangre
textos coagulada).
eróticos femeninos
Además, predominan la fan-
lo que se entien-
tasía,
de porlos símbolos,
buen o mal gusto las sensaciones;
es una cuestión en losmuymasculi-
subje-
nos, los actos». Llama la atención
tiva. Mujeres que se consideran unánimemente «muje- la importancia
decisiva
res de gusto»de lacomofantasía
las decomonuestra puesta en escena
casa real, le parecendel
deseo en los textos
mal vestidas a mucha femeninos (el que grandes
gente, algunos se considera
modis- el
libro más importante
tos incluidos. La cuestión de ladelerótica
buen o femenina,
mal gusto la tiene
His-
toria
que ver O, sucede
de más con la precisamente
decoración que en con
un castillo oníri-
la literatura,
co,
conpor ejemplo),
el cine, o confantasía
el arte en la que lo prohibido tam-
plástico.
biénEn está presentelaendistinción
realidad la formación de dicho deseo.
erotismo/pornografía
no No por casualidad
responde sino a la tres de los relatos
expresión de este libro
estético-conceptual
son
de ladenecesidad
género fantástico
profunda que (los tiene
tres nuestra
últimos).sociedad
Parece
que
—o se quecumple
nuestra lo sociedad
que dice Coché cree que Echarren en su rela-
sigue teniendo—
to: los sueñosy no
de marginar cuentan.
esconder Es decir, da la impresión
la sexualidad.
de que si nos situamos
Aclaramos más el tema en uncon escenario
una citasoñado nada
de James
de lo que extraída
Mandrel contemosde nossuhará sentir«Mercedes
artículo culpables o Abadaver-
gonzadas.
and La Sonrisa El hecho de centrar
Vertical: Erotica la and
acción erótica en
Pornography
un contexto imaginario,
in Post-Franco fantástico,
Spain», publicado enonírico,
la revistanos per-
Letras
mite salirnos de lo rutinario de la vida para hablar
Peninsulares:
de un lugar y un tiempo en el que todo está permi-
tido y Definir
en el que el sexo es, es
lo pornográfico cómo no..., ¡fantástico!
casi imposible, tan difu-
En este sentido la escritura erótica
sa es la línea fronteriza que lo separa de lo erótico,femenina es
muchas veceslauna
e incluso escritura
etimología develada.
eros nos Ellleva
velo adeotra
la escri-
fron-
turatera,
es, como el hiyab islámico, un símbolo
pues originalmente la palabra quería decir polisémi-
co, «amor».
ya que recibe
Mientras una queserie de significados,
la mayoría de la gentemuchos
encuen-
de ellos contradictorios. El hiyab, en
tra repugnante la pornografía, en general parece la medida que
43
19
aparta
descripcióna lasgráfica?
mujeres¿Entre de losla hombres,
admiración conserva
y la gine-su
belleza,
cología?las Quizáprotege, no esnotanto
el límite una obligación
se halle, y lo definacomo cada
una necesidad de seguridad para
cual por cuestiones de gusto o de reacción personal, ellas en la convic-
ción
de modo real que
que finalmente
tienen los los individuos
argumentos haciaseanél reduc-
como
símbolo,
tibles a una y lodiferencia
mismo sucede con ciertos
de grado. En este recursos
sentido, esti-
el
lísticos de la literatura femenina,
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- que se convierten
en
génerouna estrategia
narrativo para cuyos enfrentar
materiales la cosificación.
se articulan en
En los relatos recogidos
torno de la experiencia sexual. en este libro se aprecia muy
bienSeestanosestrategia.
dice que,Laengran mayoría (los
el erotismo, al míos inclui-
limitarse a
dos) no presentan escenas explícitas,
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a sino que dejan
aestimular
la imaginación del lectordel
la imaginación la lector(a)
reconstrucción de éstas a
o espectador(a).
partir
Pero eldeque imágenes,
muestra, símiles,
y aunmetáforas
el que muestray símboloshastaque
la
la escritora deja como pistas, como
minucia, también estimula la imaginación del con- las piedrecitas blan-
cas que en
sumidor, el cuento la
simplemente depone
Pulgarcito
a funcionarconducían a la
a un nivel
casa paterna.
distinto: cree queEl resultado
sólo puede es alcanzar
más sugerente el nivelqueal una
que
escena directa, pues al tener que imaginar
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto el lector lo
sucedido
a respetarpuede situar la temperatura
sensibilidades, creo que ya nos de lahaescena
queda-a
los gradosque
do claro quesensibilidades
a él o ella le hay apetezca.
para todos los gus-
tos y colores.
LasHablando
mujeres son prolijas,selos
de gustos, noshombres
dice que son concretos.
la pornografía
Porque,
es de malcomo bien
gusto, y elexplica
erotismo el psicoanalista y escri-
no. Pero el buen y el
tor Éric Laurent:
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,
Damien Hirst no podría exponer sus «obras de arte»
Del lado
(un enorme hombre,
tanque se gozacon
de cristal en un
silencio. El fantas-
tiburón muer-
ma opera en silencio […] Del lado mujer, es
to, un animal disecado, una caca enlatada o un ros- necesa-
44
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
tro rio
de sin embargo
sangre que el ser
coagulada). amado hable:
Además, lo que«háblame»,
se entien-
y la mujer no puede consentir
de por buen o mal gusto es una cuestión muya la sexualidad sino des-
subje-
tiva.pués de una
Mujeres que larga preparación
se consideran que consiste esencial-
unánimemente «muje-
mente en ser envuelta con palabras,
res de gusto» como las de nuestra casa real, le parecen para después
malconsentir.
vestidas a mucha gente, algunos grandes modis-
tos incluidos. La cuestión del buen o mal gusto tiene
queEstá tan admitido
ver más por la sabiduría
con la decoración que con popular que,
la literatura,
desde
con el Sherezade,
cine, o conlael mujer asocia el sexo a la pala-
arte plástico.
bra Enquerealidad
se dice que al marido erotismo/pornografía
la distinción despechado lo que le
preocupa
no responde no sino
son lasa laprácticas
expresión sexuales de su mujer
estético-conceptual
con
de lasunecesidad
amante, profunda
sino el hecho de «que
que tiene nuestrahablen des-
sociedad
pués
—o que de».nuestra
Las palabrassociedadson,cree
pues,
queelsigue
termómetro
teniendo— que
diferencia
de marginar lasy prácticas
esconder sexuales ligadas al amor de
la sexualidad.
las Aclaramos
prácticas demás sexoelrápido
tema conque unasólo cita
se relacionan
de James
con lo carnal. Pero como las mujeres
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes Abad tendemos, por
educación
and La Sonrisa y socialización, a vincular
Vertical: Erotica and sexo y amor,
Pornography
asociamos
in Post-Franco el sexo a la publicado
Spain», palabra, yenpor ende, cuando
la revista Letras
escribimos
Peninsulares: de sexo somos mucho más prolijas.
Pero en realidad el sexo no es amor. El tiempo del
sexo esDefinir
concreto, no lineal, sin
lo pornográfico es un
casiantes y un después.
imposible, tan difu-
Roland Barthes, en
sa es la línea fronteriza que lo separa de lo amoro-
Fragmentos de un discurso erótico,
so, eafirma que existe un tiempo amoroso,
incluso la etimología de eros nos lleva a otra un tiempo
fron-
quetera,
él define como el de «la novela de amor».
pues originalmente la palabra quería decir La nove-
la narra un episodio que
«amor». Mientras dotado de unde
la mayoría comienzo, el fle-
la gente encuen-
chazo,
tra yrepugnante
de un fin, que sitúa en el suicidio,
la pornografía, en generalel viaje,
pareceel
45
19
desapego,
descripciónlagráfica?
retirada, el abandono,
¿Entre el convento.
la admiración y la gine- El
amor
cología? creaQuizá
una historia,
el límiteyno el sexo sólo ypuede
se halle, crearcada
lo defina una
escena.
cual porNo hay en eldesexo
cuestiones gusto rápido
o de sino un colapso
reacción personal,de
los tiempos,
de modo queuna contracción
finalmente que anula lasean
los argumentos posibilidad
reduc-
de verificar ninguna posición subjetiva
tibles a una diferencia de grado. En este sentido, el e histórica.
Pero
«porno» cuandoes ellas«erotismo»
mujeres escribimos,
de otros:podemos
un amplio alargar
sub-
enormemente las escenas sexuales,
género narrativo cuyos materiales se articulan en como lo demues-
tran
tornolos delibros de Pauline
la experiencia Réage y Catherine Millet,
sexual.
queSe se recrean
nos dicemorosamente en los escenarios,
que, en el erotismo, los pre-
al limitarse a
ámbulos e incluso las reflexiones que la
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita aprotagonista
hace en ellamismo
estimular momento
imaginación del de practicar
lector(a) el sexo.
o espectador(a).
Los
Pero hombres son visuales,
el que muestra, y aun las mujeres,
el que muestrasensoriales.
hasta la
Mientras que los hombres describen
minucia, también estimula la imaginación del con- los pechos des-
afiantes,
sumidor, los pezones erectos
simplemente la poneoa las nalgas aturgentes,
funcionar un nivel
ellas se pierden en descripciones sobre
distinto: cree que sólo puede alcanzar el nivel al que la tersura de
la piel, siendo
aspira la temperatura, el olor de
exhaustivamente los cuerpos
concreto. sudo-
En cuanto
rosos
a respetaro el sensibilidades,
sabor de los fluidos. creo queDe ya hecho,
nos ha se sabe
queda-
que las mujeres
do claro no son consumidoras
que sensibilidades hay para todos de películas
los gus-
pornográficas,
tos y colores. y diversos estudios han probado que en
general no sede
Hablando excitan
gustos,viéndolas.
se nos dice Este
que lahecho puede
pornografía
responder
es de mal gusto,a que ylas el películas
erotismo no. X, enPerogeneral,
el buenestány el
producidas y dirigidas por hombres,
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, y destinadas a
un público
Damien masculino,
Hirst no podría por lo cualsus
exponer se centran
«obras de en arte»
unos
códigos
(un enorme muytanque
particulares (cosificación
de cristal y humillación
con un tiburón muer-
de las mujeres, centralizando siempre
to, un animal disecado, una caca enlatada o un ros- la importancia
46
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
en
tro eldeplacer
sangremasculino
coagulada).y no en el femenino)
Además, lo que se que no
entien-
pueden
de por bueninteresar a gusto
o mal las mujeres.
es una Pero también
cuestión muy asubje-
una
tendencia
tiva. Mujeres femenina a buscar su
que se consideran placer desde«muje-
unánimemente todos
los
res sentidos
de gusto»y como
no sólolasdesde la vista.
de nuestra En real,
casa cualquier caso,
le parecen
basta con comparar
mal vestidas a mucha descripciones
gente, algunosmasculinas
grandes ymodis-
feme-
ninas para advertir
tos incluidos. que lasdel
La cuestión mujeres
buen osonmaleróticamente
gusto tiene
multisensoriales, como prueban los relatos
que ver más con la decoración que con la literatura, incluidos
en
coneste libro.o con el arte plástico.
el cine,
En realidad la distinción erotismo/pornografía
Los hombres sino
no responde son simples, las mujeres,
a la expresión complicadas.
estético-conceptual
Las
de laescenas
necesidad de necrofilia
profunda que las encontramos
tiene nuestra en Anaïs
sociedad
Nin,
—o que no en Miller.
nuestra Los tríos
sociedad en que
cree Colette,
sigueno en Mau-
teniendo—
passant.
de marginar Los escenarios
y esconderoníricos y elaborados están en
la sexualidad.
Pauline Réage, más
Aclaramos no enelBukowski.
tema con Quizá una citadebido a que
de James
durante
Mandrelsiglos a lasdemujeres
extraída sólo se«Mercedes
su artículo nos ha permiti-
Abad
do fantasear y no actuar, nuestras
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography fantasías son
mucho más elaboradas.
in Post-Franco También en
Spain», publicado hayla una tendencia
revista Letras
aPeninsulares:
intentar analizar los resortes últimos del sexo que
no encuentro en los hombres. Catherine Millet sería
la mejor representante
Definir de esta
lo pornográfico visión
es casi del sexo.
imposible, Su
tan difu-
libro, más
sa es la que
líneapornográfico
fronteriza queoloerótico,
separa esde profunda-
lo erótico,
mentee incluso la etimología de eros nos lleva a otramedio
filosófico, y en él trata del sexo como fron-
de expresión, de afirmación, de revolución,
tera, pues originalmente la palabra quería decir e inclu-
so de asunción
«amor». del lugar
Mientras que laenmayoría
el mundo.de la gente encuen-
En palabras del psicoanalista Eugenio
tra repugnante la pornografía, en general Núñezparece
Iang:
47
19
Catherine
descripción Millet¿Entre
gráfica? nos descubre su cuerpoyy la
la admiración su gine-
mun-
do. AsíQuizá
cología? los espacios sonno
el límite importantes.
se halle, y El lo lecho
defina nocada
será
cualese
porlugar impenetrable
cuestiones e íntimo,
de gusto o desino se abrirá
reacción al mun-
personal,
do en toda
de modo que su extensión:los
finalmente la parte trasera de
argumentos un reduc-
sean auto o
asomar
tibles a unael diferencia
culo por la de ventanilla
grado. delEn auto
este para permi-
sentido, el
tir la entrada a quien lo desee, los
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub- cogederos públicos
del Bois
género de Boulogne,
narrativo cuyoslos urinarios, se
materiales el estadio
articulana cielo
en
abierto, cualquier espacio,
torno de la experiencia sexual. grande o pequeño, abierto
o cerrado,
Se nos dice se reducirá
que, en siempre al doblealespacio
el erotismo, limitarsede sua
cuerpo y su imaginación: «En el pequeño
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a vehículo bam-
boleante,
estimular yo era el ídolodel
la imaginación inmóvil queorecibe
lector(a) sin pesta-
espectador(a).
Peroñear los homenajes
el que muestra, ydeaun una el serie
quedemuestra
fieles. Era la que
hasta la
me imaginaba ser en algunos de
minucia, también estimula la imaginación del con-mis fantasmas».
sumidor, simplemente la pone a funcionar a un nivel
Hay muchos
distinto: cree que mássólo
textos
puede de alcanzar
sumisiónely nivelsadomaso-
al que
quismo entre los escritos por mujeres.
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto
Desde Pauline
a respetar Réage hasta Emily
sensibilidades, creo que Maguire,
ya nospasando
ha queda-por
Almudena
do claro que Grandes, la sumisión
sensibilidades hay es un clásico
para todos los femeni-
gus-
no. Pero una
tos y colores. sumisión transgresora, subversiva, en la
queHablando
la presunta devíctima
gustos, seennosrealidad controla
dice que la situa-
la pornografía
ción
es deymales quien,
gusto,eny última instancia,
el erotismo tiene elsometido
no. Pero buen y al el
verdugo que depende de ella para obtener
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, el placer. Una
falsa
Damien posición
Hirst no sumisa queexponer
podría adopta sus imágenes
«obrasestereoti-
de arte»
padas, subvirtiéndolas por completo
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer- tanto en su inten-
ción
to, uncomo
animal en disecado,
su contexto, unaacaca vecesenlatada
con un otoque un ros-de
48
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
49
19
femenina
descripciónpodemos
gráfica?apreciar la admiración
¿Entre la doliente manifestación
y la gine-
de una psique en permanente sufrimiento (masoquis-
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina cada
mo)
cual ypor
obsesionada
cuestionescon
de su propio
gusto o dedolor (narcisismo).
reacción personal,
de modo que finalmente los argumentos sean reduc-
Las
tiblesimágenes sexuales de
a una diferencia de las mujeres
grado. son sentido,
En este distintas ela
las de los es
«porno» hombres.
el «erotismo» de otros: un amplio sub-
Es recurrente,
género narrativo por cuyos
ejemplo, la imagen
materiales se del agua. Las
articulan en
mujeres se humedecen
torno de la experiencia sexual. cuando desean, y cuanto más
mojadas
Se nosestén,
dice másque,receptivas. Lo define
en el erotismo, en metáfo-
al limitarse a
ra Clementina Suárez: «La pasión con que
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a me des-
garras
estimularen la
el imaginación
lecho del mismo torrente
del lector(a) inabarcable».
o espectador(a).
De
Peroahíel que
que elmuestra,
agua aparezca
y aun el tantas
que veces
muestra en los rela-
hasta la
tos eróticos femeninos, desde el clásico
minucia, también estimula la imaginación del con- de Anaïs Nin
en el quesimplemente
sumidor, un pescadorlaencuentra a una mujer
pone a funcionar aho-
a un nivel
gada y lacree
distinto: penetra.
que sólo puede alcanzar el nivel al que
El lector que se ponga a buscar
aspira siendo exhaustivamente asociaciones
concreto. entre
En cuanto
agua y deseo
a respetar en la literatura
sensibilidades, creo femenina
que ya nos se ha
va queda-
a can-
sar de encontrarlas,
do claro pero entretanto
que sensibilidades hay paraofrezco
todos los a conti-
gus-
nuación unas
tos y colores. cuantas imágenes poéticas femeninas
paraHablando
ilustrar la deafirmación:
gustos, se nos dice que la pornografía
es de mal gusto, y elenerotismo
«Como el agua los cristales, / caen
no. Pero el mis
buenbesos
y el
en tu faz» (Gabriela Mistral, Caricias).
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,
«Ahora
Damien Hirstquiero amar algo
no podría exponerlejano... / a algún
sus «obras de hom-
arte»
bre divino / que sea como un ave
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer-por lo dulce […]
Siento un vagodisecado,
to, un animal rumor... una
todacacala tierra / estáo cantan-
enlatada un ros-
50
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
do
tro dulcemente...
de sangre coagulada). Lejos / los bosquesloseque
Además, hansecargado
entien-
de
de por buen o mal gusto es una cuestión muy subje-/
corolas, / desbordan los arroyos de sus cauces
ytiva.
las Mujeres
aguas seque filtran en la tierra»
se consideran (Alfonsina «muje-
unánimemente Storni,
Ahora quierocomo
res de gusto» amarlas algode lejano).
nuestra casa real, le parecen
mal vestidas a mucha gente,anegaban
«Yo creí que tus ojos el mundo
algunos grandes […]
modis-
Fluían de tu rostro
tos incluidos. profundo
La cuestión / como
del buen o maldos gusto
manantia-
tiene
les graves y venenosos... / fraguas
que ver más con la decoración que con la literatura, a fuego y sombra
¡tus
con el pupilas!
cine, o[…] conlaelmedianoche
arte plástico. húmeda de tu mirar
sin En
astros»
realidad(Delmira Agustini, erotismo/pornografía
la distinción Fue al pasar).
no «Lo
respondeque siento
sino apor la tiexpresión
es tan difícil. / No es de rosas
estético-conceptual
abriéndose
de la necesidad en elprofunda
aire, / esque de rosas abriéndose
tiene nuestra en el
sociedad
agua»
—o que (Idea
nuestraVilariño,
sociedadLo que creesiento por ti).
que sigue teniendo—
«... yo no soy en tu
de marginar y esconder la sexualidad. noche más que un lago, una
copa, / más quemás
Aclaramos un elprofundo
tema con lago,
una/ encitaque
de puedes
James
beber aun cerrados los ojos» (Idea
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes Abad Vilariño, La noche).
and«Es La tu lenguaVertical:
Sonrisa / aciertoEroticade vigilia and/ dejándose
Pornography lle-
var / por el lascivo
in Post-Franco / inquieto
Spain», publicado / travieso
en la /revista
viento Letras
more-
no / de mis muslos / Hebra de agua tibia / descu-
Peninsulares:
briendo / mis pechos despiertos» (Dina Posada, Cinta
abismal). Definir lo pornográfico es casi imposible, tan difu-
«Sean
sa es lamis líneamanos comoque
fronteriza ríoslo /separa
entre detuslocabellos.
erótico,
[...] emis brazos [...] como puertos para
incluso la etimología de eros nos lleva a otra fron- tus tempesta-
des»tera,(Gioconda Belli, Biblia). la palabra quería decir
pues originalmente
«En
«amor». los días
Mientrasbuenos,
que la / de lluvia,de/ los
mayoría días encuen-
la gente en que
nostra quisimos
repugnante […] la mi pornografía,
cuerpo comoentinaja general/ recogió
parece
51
19
toda el aguagráfica?
descripción tierna ¿Entre
/ que derramaste
la admiración sobrey lamígine-/ y
ahora,
cología?/ en estoseldías
Quizá límitesecos
no /seenhalle,
que tu ausencia
y lo defina cadadue-
le
cual / ypor
agrieta la piel,de/ el
cuestiones aguao sale
gusto de mis ojos
de reacción / lle-
personal,
na de tu recuerdo
de modo que finalmente / a refrescar la aridez de
los argumentos seanmireduc-
cuer-
po»
tibles(Gioconda
a una diferenciaBelli, Como tinaja).
de grado. En este sentido, el
«porno» es el «erotismo» de otros: con
«Y sé que mi sed sólo se sacia tu aguasub-
un amplio / y
que nadie
género podrá darme
narrativo cuyosde beber, / niseamor,
materiales ni sexo,
articulan en
ni rama florida» (Gioconda
torno de la experiencia sexual. Belli, Esto es amor).
«Estabas
Se nos dice a misque, márgenes, con el agua
en el erotismo, mía / rién-
al limitarse a
dose a tus carnes, / escasamente, mi
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a nivel no alcan-
zaba / siquiera
estimular al cáliz de
la imaginación deltulector(a)
cuerpo»o (Matilde Alba
espectador(a).
Swann,
Pero Como
el que un cántaro).
muestra, y aun el que muestra hasta la
minucia, también estimula laviento
«... agua amarga, amargo / y amarga
imaginación delsangre
con-
para siempre amarga» (Sara de Ibáñez,
sumidor, simplemente la pone a funcionar a un nivel La muerte).
He escogido
distinto: cree que el último
sólo puedeverso,alcanzar
de Sara de Ibáñez,
el nivel al por-
que
que también la sangre tiene un
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto significado distinto
adesde lo femenino
respetar y lo masculino.
sensibilidades, creo que ya Lasnosmujeres
ha queda-san-
gramos
do clarocada que mes, y por eso, hay
sensibilidades a diferencia
para todosde losloshom-
gus-
bres, no
tos y colores. asociamos la sangre exclusivamente a la vio-
lencia, sino a la
Hablando desexualidad
gustos, se nos y ladice
fertilidad.
que la Y este valor
pornografía
quedele mal
es asignamos
gusto, ay la el palabra
erotismo«sangre»
no. Peronos el sirve
buen para
y el
ilustrar cómo se altera el valor simbólico
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no, del lengua-
je con elHirst
Damien trueque de perspectiva.
no podría exponer sus La sangre
«obras del flujo
de arte»
menstrual,
(un enormeausente tanqueende la literatura
cristal con masculina,
un tiburón en elmuer-
ima-
ginario
to, femenino
un animal actual una
disecado, se convierte en metáfora
caca enlatada o un ros- de
52
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
fertilidad
tro de sangre y creación.
coagulada).De ahí que tan
Además, a menudo
lo que se entien-las
mujeres
de por buen sientan al objeto
o mal gusto es de una
su deseo
cuestión en sumuy sangre
subje-y
digan «te siento
tiva. Mujeres queen el pulso deunánimemente
se consideran mi sangre» o «ya «muje-no
más
res desangre
gusto»anonadada».
como las de nuestra Esta última
casa real,imagen es de
le parecen
Alejandra
mal vestidas Pizarnik,
a mucha quegente,
utiliza algunos
constantemente
grandeslamodis-metá-
fora de la sangre
tos incluidos. en su obra
La cuestión delpoética,
buen o en mal versos
gustocomo:
tiene
«Ese pobre instante adoptado por mi
que ver más con la decoración que con la literatura, ternura, desnu-
do
conde el sangre
cine, ode alas»
con o «Qué
el arte bestia caída de pasmo
plástico.
se arrastra
En realidad por mila sangre y quiere
distinción salvarse».
erotismo/pornografía
no Pero
responde como la poesía
sino de Pizarnik
a la expresión es consciente-
estético-conceptual
mente densa, oscura
de la necesidad y cabalística,
profunda que tieneprefiero
nuestra elegir otros
sociedad
versos
—o queennuestralos quesociedad
el lectorcreeo lectora
que sigue apreciará
teniendo— más
claramente
de marginarcómo la escritora
y esconder ha asociado sangre y
la sexualidad.
deseo:
Aclaramos más el tema con una cita de James
«Por sentirme
Mandrel extraída despierta en la cautiva
de su artículo «Mercedes / morada
Abad
oscura de su sangre [...] Y no quiero
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography saberme fugi-
tiva» (Stella Sierra,
in Post-Franco Spain»,Libre y cautiva).
publicado en la revista Letras
«Afuera
Peninsulares: ruge el viento. Tu cabeza está / en mis
piernas [...] Tú peinas y despeinas mi cabello / mien-
tras el mar arrastra
Definir sangre y es
lo pornográfico lodo» (Clementina
casi imposible, Suá-
tan difu-
rez,saLamentos
es la líneaenfronteriza
el espacio). que lo separa de lo erótico,
«Sangre
e incluso la etimología deen
sería y me fuese lasnos
eros palmas
lleva/ adeotra
tu labor
fron-
y entera,
tu boca de mosto» (Gabriela Mistral,
pues originalmente la palabra quería decir Ausencia).
«Quisiera regalarte
«amor». Mientras queun la pedazo
mayoríade de mi falda,
la gente / hoy
encuen-
florecida como la laprimavera
tra repugnante pornografía, […]enpara que parece
general tú la
53
19
54
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
maneras en lascoagulada).
tro de sangre diferentes autoras,
Además,suele
lo tener
que seunentien-
doble
sentido: el cuerpo
de por buen o malque unaeshabita
gusto y el cuerpo
una cuestión muy que se
subje-
le ofrece
tiva. al otro.
Mujeres que se consideran unánimemente «muje-
res de gusto» como lasladeexpresa
Esta disociación nuestra muy bienleGabriela
casa real, parecen
Mistral en su poema Íntima:
mal vestidas a mucha gente, algunos grandes modis-
tos incluidos. La cuestión del buen o mal gusto tiene
que ver más [...]con
Mentiría
la decoración que con la literatura,
con el cine, o conque
al decir te entrego
el arte plástico.
mi amor en
En realidad la distinciónestos brazos extendidos,
erotismo/pornografía
no responde en misinoboca,
a laenexpresión
mi cuello,estético-conceptual
y tú, alprofunda
de la necesidad creer queque lo bebiste todo, sociedad
tiene nuestra
te engañarías
—o que nuestra sociedadcomo un que
cree niñosigue
ciego.teniendo—
de marginar y esconder la sexualidad.
Porquemás
Aclaramos mi amor
el tema no con
es sólo
unaesta
citagavilla
de James
reacia y fatigada de mi cuerpo.
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes Abad
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography
Alejandra Pizarnik
in Post-Franco Spain», también
publicado habla
en lade este cuerpo
revista Letras
que se cede
Peninsulares: y entrega al otro (otro femenino, en su
caso) en su poema Los trabajos y las noches:
sido toda
«HeDefinir ofrenda / es
lo pornográfico uncasi
puro errar / tan
imposible, de difu-
loba
en el
sa bosque
es la línea/ enfronteriza
la nocheque de lo
lossepara
cuerpos».
de lo erótico,
Clementina Suárez habla de esa ofrenda
e incluso la etimología de eros nos lleva a otra enfron-
este
verso:
tera, pues originalmente la palabra quería decir
«La sombra
«amor». de mi
Mientras queerrante cuerpo
la mayoría de la/ gente
detenida en
encuen-
la propia esquina de
tra repugnante la tu casa.»
pornografía, en general parece
55
19
Y Aleydagráfica?
descripción Quevedo se define
¿Entre a sí misma
la admiración y ladesde
gine-
un cuerpo que sólo puede definir a través
cología? Quizá el límite no se halle, y lo defina cada de la hue-
lla
cualdepor
otro cuerpo: de gusto o de reacción personal,
cuestiones
«¿Quién
de modo quesoy? / Quizá
finalmente loseste cuerpo encendido
argumentos sean reduc-/
que
tiblesaún guarda
a una tus huellas
diferencia en losEn
de grado. pliegues».
este sentido, el
Es decir, que el hombre no diferencia
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio tanto entre
sub-
el
género narrativo cuyos materiales se articulanbien
cuerpo para él mismo y para su compañera. Más en
parecería que «es sobre
torno de la experiencia sexual. la base de una negación del
cuerpo que dice
Se nos se desarrolla
que, en laelidentidad
erotismo,masculina»,
al limitarse o ala
menos así lo afirma el sociólogo inglés Victor
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a Seidler
en su librola Masculinidad,
estimular imaginación del discurso
lector(a) y ovida emocional.
espectador(a).
Mientras
Pero el que quemuestra,
la mujery se aun refiere
el que obsesivamente
muestra hasta a sula
cuerpo, y desde él entiende el sexo,
minucia, también estimula la imaginación del con- los hombres, en
las escenas
sumidor, eróticas, describen,
simplemente la pone asobre todo, el
funcionar sexo
a un de
nivel
su contraria
distinto: cree(oquecontrario
sólo puedesi sonalcanzar
homosexuales).
el nivel al que
Por eso el cuerpo femenino
aspira siendo exhaustivamente concreto. recibe diferentes
En cuantosig-
nificados
a respetarysensibilidades,
puede expresar diferentes
creo que ya opciones.
nos ha queda-
A veces se utiliza para expresar
do claro que sensibilidades hay para todos una angustia
los gus-
existencial
tos y colores. que critica la opresión del poder sobre lo
corpóreo
Hablandode la deque hablaba
gustos, se nosFoucault;
dice que lapara ilustrar
pornografía
la contradicción
es de mal gusto, ydel ser mujer,no.
el erotismo lasPero
propias
el bueny frus-
y el
trantes contradicciones personales afectivas:
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,
«Porque
Damien Hirsttu no
cuerpo
podríaes la raíz, el sus
exponer lazo«obras
/ esencial
de de los
arte»
troncos discordantes
(un enorme tanque / dedel cristal
placer yconel dolor, plantas muer-
un tiburón gigan-
tes»
to, un(Delmira
animalAgustini,
disecado,Ofrendando el libro aoEros).
una caca enlatada un ros-
56
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
tro A
deveces
sangre es coagulada).
un canto a Además,
la felicidad, y esseunentien-
lo que cuer-
po pleno
de por bueny celebrante:
o mal gusto es una cuestión muy subje-
tiva. Mujeres quealseoído
«Esta noche me hasunánimemente
consideran dicho dos palabras «muje-/
comunes.
res de gusto»Doscomopalabras cansadas
las de nuestra/casade ser dichas.
real, Pala-
le parecen
bras / que de aviejas
mal vestidas mucha songente,
nuevas. / […] grandes
algunos Tan dulces dos
modis-
palabras / [...]Laque
tos incluidos. aceitesdel
cuestión olorosos
buen o sobre
mal gustoel cuerpo
tiene
derraman» (Alfonsina Storni, Dos palabras).
que ver más con la decoración que con la literatura,
con«Ser esteoanimalito
el cine, con el artedulce / que te busca con los
plástico.
ojosEnabiertos
realidad/ y piensa que la vida
la distinción es hermosa, inten-
erotismo/pornografía
sa,
no /responde
inesperadamente
sino a lanueva» (Gioconda
expresión Belli, Acon-
estético-conceptual
tecimientos).
de la necesidad profunda que tiene nuestra sociedad
que cuerpo
—o«¡Su nuestra excelso
sociedadderramado en fuego
cree que sigue / sobre
teniendo—
mi cuerpo desmayado
de marginar y esconderenlarosas!» (Delmira Agustini,
sexualidad.
Otra estirpe). más el tema con una cita de James
Aclaramos
«Un cuerpo
Mandrel extraída largo,
de largo, de serpiente,
su artículo «Mercedes / vibrando
Abad
eterna, ¡voluptuosamente!» (Delmira
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography Agustini, Ser-
pentina).
in Post-Franco Spain», publicado en la revista Letras
«Cuerpos dorados, brazos, anudada tibieza […]
Peninsulares:
cuerpos tendidos, cuerpos / sometidos, felices, con-
cretos, Definir
/ infinitos...» (Idea Vilariño,
lo pornográfico Tarde). tan difu-
es casi imposible,
Y
sa aesveces el cuerpo
la línea femenino
fronteriza se convierte
que lo separa en ins-
de lo erótico,
trumento
e inclusodelavenganza
etimologíasimbólica,
de eros nosuna llevarevancha
a otra fron-se-
xual, pero
tera, puesqueoriginalmente
se expresa enlauna sexualidad
palabra quería falsa,
decir
calladamente agresiva hacia el otro, hacia
«amor». Mientras que la mayoría de la gente encuen- el tú mas-
culino. Una venganza
tra repugnante que se nutreendegeneral
la pornografía, los miedosparece y
57
19
58
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
tro En
de la literatura
sangre masculina,
coagulada). por lologeneral
Además, que seelentien-
Cuer-
po de Mujer
de por buen oha malengendrado
gusto es una un cuestión
imaginario muy a través
subje-
del cual se ha reforzado su posición
tiva. Mujeres que se consideran unánimemente «muje- subalterna: la
mujer es en tanto
res de gusto» comoeslas cuerpo,
de nuestray si una
casa mujer
real, leno es un
parecen
cuerpo hermoso,
mal vestidas no podrá
a mucha gente,seralgunos
amada, grandes
y casi ni modis-
siquie-
ra
tospodrá
incluidos. ser visible.
La cuestiónSi es del
amada,
buen lo será gusto
o mal desdetiene
una
mirada
que ver amás veces
conprotectora
la decoración y a veces
que con temerosa, pero
la literatura,
siempre
con el cine, ajena.
o conPorqueel artelaplástico.
mujer no bella, la mujer
anciana, la mujerlaenferma,
En realidad distinción la mujer cuyo cuerpo no
erotismo/pornografía
se
noconsidera
respondedeseablesino a la según ciertos estético-conceptual
expresión cánones, apenas ha
tenido lugar en laprofunda
de la necesidad literaturaque tradicional. Desde
tiene nuestra Medea
sociedad
a—o Nora,
que pasando por Anacree
nuestra sociedad Karenina,
que sigue Anateniendo—
Ozores o
Emma
de marginarBovary, las grandes
y esconder heroínas de la literatura
la sexualidad.
escrita por los más
Aclaramos hombres tenían
el tema conunaunacosacitaendecomún:
James
eran
Mandrel extraída de su artículo «Mercedes muje-
bellas. Tuvimos que empezar a escribir las Abad
res para que apareciera un nuevo
and La Sonrisa Vertical: Erotica and Pornography tipo de heroína
que no se define
in Post-Franco por su
Spain», belleza,en
publicado sino simplemente
la revista Letras
por sus acciones,
Peninsulares: para que pudiéramos leer la histo-
ria de Jane Eyre o la de Elizabeth Bennet de Orgu-
Definir loHeroínas
llo y prejuicio. pornográfico que,esacasidiferencia
imposible,de tan
la Ozo-
difu-
res,sala esKarenina o la Bovary, no sólo no
la línea fronteriza que lo separa de lo erótico,eran bellas,
sinoe que
inclusotampoco conocían
la etimología un final
de eros trágico.
nos lleva Porque
a otra fron-
un tera,
cuerpopues bello es un enemigo, o eso
originalmente la palabra quería decirnos ha queri-
do «amor».
enseñar Mientras
la literatura que lamasculina.
mayoría deEn la literatura
la gente encuen-
masculina una mujer demasiado bella
tra repugnante la pornografía, en general parece acababa atra-
59
19
yendo a la gráfica?
descripción tragedia,¿Entre
ya que la no puede escapar
admiración y la gine-del
deseo
cología?masculino
Quizá el que,
límitealnoinsistir en hacerla
se halle, y lo defina suya,cadala
arruinará. Una mujerdebella,
cual por cuestiones gustosiocreemos a lospersonal,
de reacción modelos
literarios
de modo tradicionales,
que finalmenteselos convierte en esclava
argumentos de su
sean reduc-
cuerpo,
tibles a como si el continente
una diferencia de grado.fueraEnel este
contenido.
sentido,No el
es de extrañar que en la literatura contemporánea
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub-
las escritoras
género indaguemos
narrativo en la topografía
cuyos materiales del cuer-
se articulan en
po propio para poder construir
torno de la experiencia sexual. desde él la platafor-
ma Sede nos
un nuevo y subversivo
dice que, edificio literario.
en el erotismo, al limitarse Escri- a
bir nuestro cuerpo no sólo implica reconfigurar
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a la
identidad.
estimular laSer verdaderamente
imaginación una omisma
del lector(a) implica
espectador(a).
tomar
Pero elconciencia
que muestra, del encadenamiento
y aun el que muestra originalhastae irre-
la
misible a nuestro cuerpo; es sobre todo
minucia, también estimula la imaginación del con- aceptar este
encadenamiento:
sumidor, simplemente nosotras somos
la pone nuestro cuerpo,
a funcionar pero
a un nivel
podemos controlarlo
distinto: cree que sóloypuede
tomaralcanzar
completa el posesión
nivel al que de
él en lugar
aspira siendode exhaustivamente
tener que cederloconcreto.
a otro yEn volvernos
cuanto
dependientes de los deseos de nuestro cuerpo,
a respetar sensibilidades, creo que ya nos ha queda- que, a
su
do vez,
clarodependen de los caprichos
que sensibilidades de quien
hay para todosposee ese
los gus-
cuerpo, en el sentido más tradicional de la palabra,
tos y colores.
cuando se entendía
Hablando que seunnos
de gustos, hombre
dice queque gozaba con
la pornografía
una
es demujer no podía
mal gusto, y elsino convertirse
erotismo en su
no. Pero dueño.
el buen y el
Ese cuerpo femenino, polisémico,
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,multifuncio-
nal,
Damienese Hirst
cuerponohabitado y cedido,
podría exponer sus ese
«obrascuerpo que
de arte»
se
(unofrenda
enormeytanque
se reclama, ese cuerpo
de cristal con unsobre
tiburón el que
muer- la
mayoría de lasdisecado,
to, un animal mujeres unaduda, cacaeseenlatada
cuerpo o al un
queros-
se
60
18
lucía etxebarria
lucía etxebarria
odia
tro dey sangre
se ama coagulada).
a partes iguales,
Además,ese cuerpo
lo que se fuente de
entien-
placer
de porybuen
de desdicha,
o mal gusto ese cuerpo
es unafragmentado
cuestión muyy subje-escin-
dido, ese cuerpo
tiva. Mujeres que se deshecho
considerany reconstruido,
unánimemente ese«muje-
cuer-
po de gusto»
res de caja decomoPandora,
las deese cuerpo
nuestra casaquereal,seleva cons-
parecen
truyendo día aa mucha
mal vestidas día, desde el cuerpo
gente, algunosbiológico
grandes modis-con el
que nacemos La
tos incluidos. hasta el cuerpo
cuestión erógeno
del buen o malquegusto
se descu-
tiene
bre en relación con el otro, ese cuerpo
que ver más con la decoración que con la literatura,que define la
identidad
con el cine,y oel con
deseo, ese plástico.
el arte cuerpo es territorio inex-
plorado, país colonizado
En realidad y liberado,
la distinción herramienta de
erotismo/pornografía
venganza,
no responde lienzo
sinoena blanco, espejo,estético-conceptual
la expresión imán, arma revo-
lucionaria, surcoprofunda
de la necesidad y arado.que Esetiene
cuerpo que sociedad
nuestra tradicio-
nalmente ha sidosociedad
—o que nuestra objeto decreeposesión o botín
que sigue de gue-
teniendo—
rra se convierte,
de marginar en la literatura
y esconder escrita por mujeres,
la sexualidad.
en arma de liberación.
Aclaramos más el tema Es unconcuerpo
una mensajero
cita de James que
nos hablaextraída
Mandrel de la historia
de su de las mujeres,
artículo «Mercedesde la Abadcons-
trucción de su identidad,
and La Sonrisa de sus and
Vertical: Erotica fantasías, de sus
Pornography
sueños, de sus Spain»,
in Post-Franco deseos ypublicado
de su futuro.
en la revista Letras
Peninsulares:
61
19
to es que todos
descripción ellos¿Entre
gráfica? llevan la
la admiración
marca de género bien
y la gine-
clara.
cología? El Quizá
propósito del libro,
el límite no sesin embargo,
halle, no locada
y lo defina está
tanto.
cual por ¿Esperamos
cuestiones excitar
de gustoalo lector o a lapersonal,
de reacción lectora?
¿Suscitar
de modo que una finalmente
discusión olosdebate sobre la
argumentos violencia
sean reduc-
ytibles
la dominación en la construcción del
a una diferencia de grado. En este sentido, deseo feme- el
nino y masculino? ¿Dar a conocer a
«porno» es el «erotismo» de otros: un amplio sub-algunas de las
autoras jóvenes más
género narrativo interesantes
cuyos materialesy menos atendidas
se articulan en
de la nueva literatura española?
torno de la experiencia sexual. Todo eso y mucho
más.SeCada lectorque,
nos dice o lectora puede elegir
en el erotismo, al alimitarse
qué carta a
quedarse. Sobre todo, esperamos que el libro
sugerir, el artista respeta la sensibilidad y se limita a le haga
pasar un la
estimular buen rato, y que
imaginación deldurante
lector(a)elo tiempo que le
espectador(a).
dure
Pero ella que
lectura no lo ypueda
muestra, aun elsoltar de las manos,
que muestra hasta la o
de la mano,
minucia, si nos estimula
también atenemoslaa imaginación
aquel viejo dicho que
del con-
decía
sumidor,quesimplemente
la literaturalaerótica
pone aesfuncionar
aquella que a unsenivel
lee
con una cree
distinto: sola que
mano.sólo puede alcanzar el nivel al que
aspira siendo exhaustivamente concreto. En cuanto
a respetar sensibilidades, creo que ya nos ha queda-
do claro que sensibilidades hay para todos los gus-
tos y colores.
Hablando de gustos, se nos dice que la pornografía
es de mal gusto, y el erotismo no. Pero el buen y el
mal gusto no tienen nada que ver con el arte. Si no,
Damien Hirst no podría exponer sus «obras de arte»
(un enorme tanque de cristal con un tiburón muer-
to, un animal disecado, una caca enlatada o un ros-
62
18