Guia de Estudio Ley de Abogado, Reglamento y Etica 31-05-2022

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TÍTULO II,

DEL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DE


ABOGADO
(DE LA LEY DE ABOGADO)

Artículo 7

Quien haya obtenido el título de Abogado de la República, de


conformidad con la Ley, deberá inscribirse en un Colegio de Abogados
y en el Instituto de Previsión Social del Abogado para dedicarse a la
actividad profesional.

Artículo 8

La solicitud de inscripción del título se formulará por escrito ante el


Colegio respectivo y se acompañará:

1. El título de Abogado de la República expedido de conformidad con


la Ley debidamente protocolizado, o el certificado de reválida si ha
obtenido su título en el extranjero.

2. Los derechos de registro correspondientes.

CUMPLIDOS LOS REQUISITOS ANTERIORES, la Junta Directiva del


Colegio señalará uno de los cinco días siguientes para que el
solicitante preste ante ella el juramento de obedecer la Constitución y
Leyes de la República y de cumplir las normas de ética profesional y
demás deberes que le impone la profesión de abogado. Llenadas
estas formalidades, la Junta Directiva del Colegio ordenará la
anotación del título en el libro denominado Libro de Inscripción de
Títulos de Abogados, expedirá al interesado constancia de la
inscripción y lo participará al Director de la Federación de Colegios de
Abogados de Venezuela, al Ministerio de Justicia y a la Corte Suprema
de Justicia.
ARTICULO 12 (NO PODRAN EJERCER LA ABOGACIA)

No podrán ejercer la abogacía los ministros de culto, los militares


en servicio activo ni los funcionarios públicos. Se exceptúan de
esta inhabilitación los que desempeñan cargos ad honorem y
funciones judiciales accidentales

Los abogados Senadores y Diputados, incorporados a las Cámaras,


no podrán ejercer la abogacía en asuntos judiciales contenciosos ni
realizar gestiones profesionales directas o indirectas ante la
Administración Pública o ante empresas en las cuales tenga
participación mayoritaria el Estado Venezolano.

¿QUÉ ES LA INTIMACIÓN? puede hacerse personalmente al


obligado o a su apoderado en el Juicio. Si no fuere localizado el
obligado ni existiere apoderado, la intimación podrá hacerse por medio
de carteles, de conformidad con lo establecido en el Código de
Procedimiento Civil.

LA OBLIGACION DE LA CARGA DE LA PRUEBA : Artículo 1354 del


Código Civil prevé, que quien pida la ejecución de una obligación debe
probarla y quien pretende que ha sido liberado de ella, debe por su
parte probar el pago o el hecho que ha producido su extinción.

HONORARIOS PROFESIONALES: Se puede decir que es el pago


que percibe por los trabajos judiciales y extrajudiciales que realiza un
abogado.
TÍTULO III,
DE LOS DEBERES Y DERECHOS DE LOS
ABOGADOS
(DE LA LEY DE ABOGADO)
Artículo 15
El abogado tiene el deber de ofrecer al cliente el concurso de la
cultura y de la técnica que posee; aplicarlas con rectitud de
conciencia y esmero en la defensa; ser prudente en el consejo, sereno
en la acción, y proceder con lealtad, colaborando con el Juez, en el
triunfo de la Justicia.
Artículo 16
Los abogados en ejercicio están obligados a aceptar las defensas
que se les confíen de oficio, salvo negativa razonada, y podrán exigir
a sus defendidos el pago de honorarios.
Artículo 17
Es obligatorio para los abogados la defensa gratuita de los que
han sido declarados pobres por los Tribunales.
Artículo 18
Los abogados están obligados a cumplir los reglamentos,
acuerdos, resoluciones y demás decisiones de la Federación de
Colegios de Abogados, de los Colegios en cuya jurisdicción ejerzan su
profesión y del Instituto de Previsión Social del Abogado.
Artículo 19
Es función propia del abogado, informar y presentar conclusiones
escritas en cualquier causa sin necesidad de poder especial ni de
que la parte por quien abogue esté presente o se lo exija, a menos
que exista oposición de ésta. Esta actuación no causará honorarios,
salvo pacto en contrario.
Artículo 20
El abogado tiene derecho a anunciarse para el ejercicio de su
profesión en general. Para ofrecerse como especialista en una rama
determinada del Derecho, es necesaria la anuencia del respectivo
Colegio o Delegación, la que será otorgada previa comprobación de la
circunstancia del caso, debiendo los anuncios ser sometidos a la
consideración y aprobación del Colegio.
Artículo 21
Los abogados deben estar solventes en el pago de las
contribuciones reglamentarias con el respectivo Colegio de Abogados
y con el Instituto de Previsión Social del Abogado.

Artículo 22
El ejercicio de la profesión da derecho al abogado a percibir
honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales que
realice, salvo en los casos previstos en las Leyes.
CUANDO EXISTA INCONFORMIDAD ENTRE EL
ABOGADO Y SU CLIENTE en cuanto al monto de honorarios
por servicios profesionales extrajudiciales, la controversia se
resolverá por la vía del juicio breve y ante el Tribunal Civil
competente por la cuantía. La parte demandada podrá acogerse al
derecho DE RETASA en el acto de la contestación de la
demanda.
La reclamación que surja en juicio contencioso acerca del derecho a
cobrar honorarios por parte del abogado, será sustanciada y decidida
de conformidad con lo establecido en el artículo 386 del Código de
Procedimiento Civil y, la relación de la incidencia, si surgiere, no
excederá de diez audiencias.
QUE ES UN RETASADOR y SU FUNCION: ES AQUELLA PERSONA
EXPERTA Y JURAMENTADA POR UN TRIBUNAL QUIEN VA A
ESTIMAR LA DEMANDA DE HONORARIOS PROFESIONALES
estimado por el demandante

QUIEN LO DESIGNA: Tanto por las partes, como por el tribunal


que conoce la causa.

CONCEPTO DE RETASA:
La retasa, es el derecho que tiene el demandado (en ese
procedimiento) a que un tribunal (tribunal de retasa), compuesto
por tres miembros, uno que él designa, otro que designa su
contraparte (el actor, en ese procedimiento) y el tercero que
designa el juez de la causa, determine el justo pago de
honorarios.

PROCEDIMIENTO DE RETASA:
El procedimiento de retasa es el que la Ley establece para ajustar
el monto de los Honorarios Profesionales estimado por el
demandante y el que los jueces retasadores señalan como justo,
acoplando de esta manera el trabajo realizado por el Abogado,
con su derecho a cobrar una determinada cantidad de dinero.
Es un derecho de la parte condenada que debe ser ejercido
dentro de los diez días hábiles siguientes a su intimación,
conforme a la Ley de Abogados.
Si el Artículo 286 C.P.C., la exime de pagar por honorarios de los
abogados de la contraria, lo que exceda del 30% del valor de lo
litigado, el Artículo 27 de la Ley de Abogados le concede el
derecho de retasa para hacer fijar por el tribunal RETASADOR el
monto justo de dichos honorarios
Artículo 23
Las costas pertenecen a la parte, quién pagará los honorarios a sus
apoderados, asistentes o defensores. Sin embargo, el abogado
podrá estimar sus honorarios y pedir la intimación al respectivo
obligado, sin otras formalidades que las establecidas en esta Ley.
Artículo 24
Para los efectos de la condenatoria en costas los abogados podrán
anotar al margen de todo escrito o diligencia el valor en que estimen la
actuación profesional y, en su defecto, podrán hacerlo en diligencia o
escrito dirigido al Tribunal, que se anexará al expediente respectivo.

Artículo 25
La retasa de honorarios, siempre que sea solicitada
dentro de los diez días hábiles siguientes a la intimación del pago
de los mismos, la decretará el Tribunal de la causa o el que estuviere
conociendo de ella cuando se los estime, asociado con dos abogados,
y a falta de éstos con personas de reconocida solvencia e idonia,
domiciliados o residenciados en jurisdicción del Tribunal, nombrados
uno por cada parte.
Artículo 26

La retasa es obligatoria para quienes representen


en juicio personas morales de carácter público, derechos o
intereses de menores, entredichos, inhabilitados, no presentes y
presuntos o declarados ausentes.
A falta de solicitud, el Tribunal la ordenará de oficio. Responderán
solidariamente los representantes de las personas antes nombradas
por el pago de los honorarios cuya retasa no hayan solicitado.

Artículo 27
CUANDO LA RETASA SEA ACORDADA A SOLICITUD DE
PARTE, éstas concurrirán el día y hora señalados por el Tribunal
para nombrar los retasadores, debiendo presentar en el mismo acto,
constancia de que los retasadores designados aceptan el cargo.
LA INASISTENCIA DE ALGUNA DE LAS PARTES AL
ACTO DE NOMBRAMIENTO DE RETASADORES, la negativa
a nombrarlo o la falta de presentación de la constancia de aceptación
al cargo, autoriza al Tribunal para designar retasadores dejando a
salvo el derecho de la parte que concurra. Cuando el Tribunal decrete
de oficio la retasa sólo designará al retasador de la parte que
estando obligado a solicitarla no lo hizo.

Artículo 28

En la tercera audiencia siguiente al nombramiento de


los retasadores por las partes o por el Juez, según el
caso, y a la hora fijada, los nombrados deberán concurrir al Tribunal a
prestar juramento de desempeñar fielmente su cargo.

En la retasa acordada de oficio, y en los casos en que el


Tribunal deba designar retasadores, éstos prestarán Juramento en la
tercera audiencia siguiente a la notificación. Si el retasador no
compareciere oportunamente o incumpliere sus funciones, el Tribunal
designará otro en su lugar.
LOS HONORARIOS DE LOS RETASADORES LOS PAGARÁ LA
PARTE INTERESADA cuyo monto determinará el Tribunal
prudencialmente, fijando fecha para su consignación, y, en caso de
que ésta no se produzca en su oportunidad, se entenderá renunciado
el derecho de retasa, salvo lo dispuesto en el artículo 26.

(LAS DECISIONES SOBRE RETASA SON


INAPELABLES.)

Artículo 29
En el mismo acto de la consignación de los emolumentos o dentro de
las dos audiencias siguientes, SE CONSTITUIRÁ EL TRIBUNAL
RETASADOR. La decisión se dictará como Tribunal Colegiado, dentro
de los ocho días hábiles siguientes a partir de su constitución.

TÍTULO IV,
DEL EJERCICIO ILEGAL DE LA PROFESIÓN
(DE LA LEY DE ABOGADO)

Artículo 30

Ejercen ilegalmente la profesión de abogado:

1. Quienes sin poseer el título respectivo se anuncien como abogados,


se atribuyan ese carácter, ostenten placas, insignias, emblemas o
membretes de tal, o quienes realicen los actos o gestiones reservados
a los abogados en los artículos 8° y 6° de esta Ley, salvo las
excepciones legales.

SECCIÓN III,

DE LOS TRIBUNALES DISCIPLINARIOS DEL


PROCEDIMIENTO Y DE LAS SANCIONES

Artículo 58 (JUNTA DIRECTIVA)


Cada Colegio de Abogados tendrá un Tribunal Disciplinario,
independiente de la Junta Directiva, compuesto de cinco miembros
Principales y tres Suplentes, que deberán estar domiciliados en la
capital de la Entidad respectiva y tener más de tres años de
actividad o ejercicio profesional. La elección del Tribunal
Disciplinario la hará la Asamblea cada dos años, en la oportunidad
y forma en que elija la Junta Directiva.

En la misma oportunidad, la Asamblea designará un Abogado, y su


respectivo Suplente, para que actúe COMO FISCAL EN LOS
CASOS QUE LE PASARE EL TRIBUNAL DISCIPLINARIO, de
conformidad con lo establecido en el artículo 64 de esta Ley, y, en
defecto de esto, la designación la hará el tribunal. Los cargos de
miembros del Tribunal Disciplinario y de Fiscal, son ad honorem y de
obligatoria aceptación.

Artículo (INSTALACION
59 DEL TRIBUNAL
DISIPLINARIO)
Dentro de los diez días siguientes a su elección, se instalará el
Tribunal Disciplinario y designará de su seno un Presidente, un Vice
Presidente, un Secretario y dos Vocales.
Las faltas del Presidente, las suplirá el Vice Presidente y las de éste,
el Primer Vocal designado.
Artículo 60
El Tribunal Disciplinario de la Federación estará integrado por siete
miembros principales que se denominarán: Presidente,
vicepresidente Secretario y cuatro Vocales. Además, se eligirán cuatro
Suplentes, que sustituirán en el orden de su elección a los Vocales.
Las faltas absolutas o temporales del Presidente, serán llenadas por el
Vice Presidente y las de éste por el Primer Vocal. Todos estos
funcionarios serán elegidos en la Asamblea General en la cual se
designe el Directorio de la Federación, en la misma forma que éste y
durarán dos años en el ejercicio de sus funciones, pudiendo el
Consejo Superior prorrogar su duración por igual tiempo.
Parágrafo Único:
Para ser miembro del Tribunal Disciplinario de la Federación se
requiere estar domiciliado en la Capital de la República; la función es
ad honorem y de obligatoria aceptación.

Artículo 61 (COMISON DE HECHO PUNIBLE)


Los Tribunales Disciplinarios de los Colegios de Abogados, conocerán
en Primera Instancia de las infracciones a la presente Ley y su
Reglamento, a las normas de ética profesional, las resoluciones y
acuerdos que dicten las Asambleas y demás órganos y organismos
profesionales, así como las ofensas inferidas a los miembros de la
judicatura, abogados o representantes de las partes; del abandono de
la causa, negligencia manifiesta en la defensa asumida, cohecho,
ejercicio ilegal de la profesión y la violación del secreto profesional,
salvo que éste ocurra para evitar o denunciar la perpetración de un
hecho punible.

Artículo 62 (NEGLIGENCIA MANIFIESTA)


A los efectos del artículo anterior, se entiende que hay NEGLIGENCIA
MANIFIESTA cuando el abogado, sin Justa causa, no concurre a
la contestación de la demanda, no promueve pruebas cuando se
le han suministrado oportunamente los datos y elementos
necesarios o si por su culpa queda desierto algún acto, se dicta y
ejecuta alguna providencia que cause gravamen irreparable a su
representado o no hace valer las defensas legales que el Juez no
puede suplir de oficio.

Artículo 63 (PROCEDIMIENTO DE UN HECHO


PUNIBLE)
Al tener conocimiento el Tribunal de la comisión de un hecho
punible de los contemplados en el artículo 61 o incoada que sea la
causa por denuncia o acusación, el Tribunal practicará las
diligencias conducentes a la averiguación y comprobación del hecho y
de la culpabilidad del autor.

Cumplidas estas formalidades, declarará si hay lugar o no a la


formación de la causa. En caso afirmativo, el Indicado será citado
personalmente, y si esto no fuere posible, se le nombrará un defensor
con quien se entenderá la citación en toda la secuela del proceso.

Artículo 64 (SE ABRIRA CAUSA A PRUEBAS SE OIRA INFORME)

Después de la declaratoria de haber lugar a la formación


de la causa, el Tribunal pasará las actuaciones al Fiscal, una vez
tomado el juramento de Ley, para que actúe de conformidad con lo
establecido en el artículo 219 del Código de Enjuiciamiento Criminal,
en cuanto resulte aplicable al caso, y decida dentro de los diez días
hábiles siguientes, sin perjuicio de que el acusador particular
formulare cargos por su parte.

Haya o no cargo, se abrirá la causa a pruebas durante el lapso de


veinte días, al cabo del cual, se fijará uno de los tres días hábiles
siguientes para oír informes de las partes.

Artículo 65 (SENTENCIA)
Concluido el acto de informes el TRIBUNAL ENTRARÁ DE
INMEDIATO EN CONFERENCIA Y PERMANECERÁ EN SESIÓN
HASTA DICTAR SENTENCIA. En la determinación, calificación de los
hechos y de la culpabilidad, el Tribunal actuará como jurado y decidirá
por mayoría.

Artículo 66 (APELACION)
Contra las decisiones definitivas del Tribunal Disciplinario, se
podrá APELAR para ante el Tribunal Disciplinario de la
Federación dentro de los cinco días hábiles siguientes, después
de haberse notificado al Interesado el fallo. LA
APELACIÓN
se oirá libremente. Las amonestaciones sor
Inapelables.

Artículo 67

Si la causa se incoare contra un miembro del Tribunal


Disciplinario el inculpado se separará de éste en tanto se decida
aquella convocándose al Suplente. Si fuere encontrado culpable, su
separación será definitiva cualquier que sea el grado de la sanción.
Igual procedimiento se seguirá con los miembros de las Juntas
Directivas de la Federación, de los Colegios y de las Delega clones.

Artículo (INCIDENCIA
68 DE INHIBICION Y
RECUSACION)
LAS INCIDENCIAS DE INHIBICIÓN Y RECUSACIÓN CONTRA LOS
MIEMBROS DEL TRIBUNAL DISCIPLINARLO O EL FISCAL, se
sustanciarán y decidirán de conformidad con lo que disponga el
respectivo Reglamento.

Ninguna de las partes podrá intentar más de dos recusaciones, las


cuales podrán fundamentarse en las causales previstas en el Código
de Enjuiciamiento Criminal.

Artículo 69

A FALTA DE DISPOSICIÓN EXPRESA EN LA PRESENTE LEY, O


EN SUS REGLAMENTOS, SE APLICARÁN LAS DISPOSICIONES
DEL CÓDIGO DE ENJUICIAMIENTO CRIMINAL, O
PROCEDIMIENTO CIVIL, según el caso. El procedimiento en
Segunda Instancia será Igual al de Primera.

TÍTULO VI,
DE LA PREVISIÓN SOCIAL DEL ABOGADO
(DE LA LEY DE ABOGADO)
Artículo 75

Todo lo relativo a la previsión social del abogado se regirá por la


presente Ley, por el Reglamento de ésta y por los Reglamentos
Internos que dicten los organismos competentes, los cuales se
publicarán en la Gaceta Oficial de la República.

Artículo 76

Se crea el Instituto de Previsión Social del Abogado, con personalidad


jurídica y patrimonio propio.

Artículo 77

El Instituto tiene por objeto procurar el bienestar social y económico


de los profesionales del derecho y a sus familiares y en tal sentido,
deberá asegurarles métodos Idóneos de protección social frente a las
eventualidades derivadas de la muerte, enfermedad o Incapacidad de
aquel, fomentar el ahorro entre sus miembros y propiciar la adquisición
de viviendas propias y en general, cualesquiera otras actividades
encaminadas a cumplir el objeto esencial de su existencia. En tal
virtud el Instituto podrá promover la constitución y funcionamiento de
otras entidades que coadyuven al mejor logro de sus fines.
Artículo 78

Son miembros del Instituto de Previsión Social del Abogado todos


los Abogados de la República que se hayan inscrito en un Colegio de
Abogados, de conformidad con el artículo 7° de la presente Ley.

Artículo 79

El Instituto tendrá su domicilio en Caracas y cada Colegio del


interior de la República es una Delegación nata de él y tendrá las
atribuciones que le fijen los Reglamentos.

TÍTULO III
DE LOS DEBERES Y DERECHOS DE LOS
ABOGADOS
(DEL REGLAMENTO)
Artículo 17
La obligación en que están los Abogados de aceptar las defensas
que se les confíen de oficio, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 16 de la Ley, se entiende referida a las causas criminales.
En cuanto a su excusa se seguirá el procedimiento pautado por el
Código de Enjuiciamiento Criminal.
Artículo 18
La solicitud de autorización a que se contrae el artículo 20 de la Ley,
deberá acompañarse con el texto del anuncio correspondiente y será
decidida por la Junta Directiva del respectivo Colegio Delegación,
dentro del plazo de diez días hábiles contados a partir de la fecha de
su presentación.
La falta de decisión o la negativa que recaiga sobre dicha solicitud
podrá apelarse por ante el Directorio de la Federación de Colegios
de Abogados, en el término de cinco días hábiles contados a partir de
la fecha de vencimiento del plazo señalado en la primera parte de este
artículo, el cual decidirá dentro de los diez (10) días hábiles
siguientes a la apelación.

Artículo 19
La retribución económica de los Abogados se fijará en concepto de
honorarios. Los Colegios de Abogados podrán únicamente adoptar
tarifas de orientación de carácter mínimo o máximo, para conocimiento
de los colegiados.
Artículo 20
Los Colegios y el Instituto de Previsión Social del Abogado,
requerirán periódicamente de sus miembros el pago de las
contribuciones a que están obligados. No se aplicarán las
sanciones establecidas en el aparte c) del artículo 70 de la Ley para
la falta de pago de las referidas contribuciones, sino después de
que habiendo sido requerido el Abogado dos veces por escrito, en el
lugar de su residencia o trabajo, que él hubiere señalado al efectuar su
inscripción en el respectivo Colegio de Abogados o Delegación y el
Instituto de Previsión Social, no cumpliere con sus obligaciones en el
plazo que se le hubiere fijado.
Artículo 21
Lo señalado en el segundo aparte del artículo 22 de la Ley, debe
entenderse sin perjuicio de que el Abogado pueda estimar sus
honorarios en cualquier estado y grado de la causa, antes de
sentencia y pedir que se le intimen a su cliente, quien podrá ejercer el
derecho de retasa de conformidad con el procedimiento establecido en
el artículo 24 y siguientes de la Ley.
Artículo 22
Establecido el derecho de cobrar honorarios en la
sentencia que decida la incidencia a que se refiere el segundo
aparte del artículo 22 de la Ley, el Abogado estimará el monto de sus
honorarios, intimados los cuales, el cliente que hubiere sido
condenado a pagarlos, podrá ejercer la retasa de conformidad con el
procedimiento señalado en el artículo 24 y siguientes de la Ley.
Artículo 23
Se resolverán por la vía del juicio ordinario todas las cuestiones
que se susciten entre el abogado y su cliente sobre honorarios
judiciales o extrajudiciales, cuando éstos hayan sido previamente
estipulados mediante contrato.
Artículo 24
A los efectos del artículo 23 de la Ley se entenderá por obligado, la
parte condenada en costas.
Artículo 25
La Constancia a que se refiere el artículo 27 de la Ley, deberá estar
firmada por el retasador designado y contendrá mención expresa de
su disposición de aceptar el cargo así como de suidentificación y
residencia.

TÍTULO IV
DEL EJERCICIO ILEGAL DE LA PROFESIÓN
(DEL REGLAMENTO)

Artículo 26

Cuando conforme al artículo 31 de la Ley, el Tribunal Disciplinario


tenga que pasar al Fiscal del Ministerio Público copia del expediente
levantado con motivo de un caso de ejercicio ilegal, si el denunciado
fuere abogado, se dará cumplimiento previo al procedimiento pautado
en el artículo 63 y siguientes de la misma.
CAPÍTULO III
DE LOS TRIBUNALES DISCIPLINARIOS
(DEL REGLAMENTO)

Artículo 61

Los Tribunales Disciplinarios de los Colegios de Abogados conocerán


de oficio por denuncia o acusación de las infracciones a la Ley y al
presente Reglamento. Cuando conozcan en virtud de denuncia, el
denunciante deberá ratificarla bajo juramento.

Artículo 62

La denuncia o la acusación se propondrán por escrito consignado


personalmente, o por medio de apoderado en la Secretaría del
Tribunal Disciplinario.

Artículo 63

Dentro de los ocho días hábiles siguientes al recibo de la denuncia o


de la acusación, o de haberse acordado el procedimiento de oficio, el
Tribunal Disciplinario practicará las diligencias sumariales necesarias
entre ellas, de ser posible, la declaración del Abogado sometido a
investigación, que le permitan apreciar si es o no procedente la
formación del expediente, la cual declarará por auto dentro del plazo
fijado en esta disposición.
Artículo 64

En el mismo auto a que se contrae el artículo anterior, si la


averiguación hubiese sido declarada procedente, se ordenará la
notificación personal del Abogado sometido a investigación, a cuyo
efecto se le pasará un resumen de los hechos que se averiguan.

Si no se lograre su notificación personal, se le nombrará defensor con


quien se entenderá todo lo relativo al expediente.

Artículo 65

Al día siguiente de haberse declarado que hay lugar a la formación del


expediente se pasarán todas las actuaciones al Fiscal del Tribunal
Disciplinario, a fin de que presente los cargos a que haya lugar dentro
del plazo de diez días hábiles, a cuyo vencimiento el Fiscal devolverá
el expediente al Tribunal.

Artículo 66

Formulados o no los cargos, quedará abierto de pleno derecho a partir


del vencimiento del plazo fijado en el artículo anterior un lapso de
veinte días hábiles para que sean promovidas y evacuadas las
pruebas que se estimen pertinentes, al cabo del cual se fijará uno de
los tres días hábiles siguientes para oír los informes de las partes.

El Tribunal Disciplinario podrá mandar evacuar de oficio durante la


información del expediente las pruebas que considere necesarias al
esclarecimiento del hecho.

Artículo 67

La decisión del Tribunal Disciplinario contendrá un resumen de los


hechos, la exposición de los motivos del fallo, y la decisión de condena
o absolución, según el caso.

Artículo 68
El Tribunal Disciplinario podrá actuar con un mínimo de cuatro
miembros, pero las decisiones serán dictadas, en todo caso, con tres
votos conformes por lo menos.

Artículo 69

Las apelaciones que conforme a lo dispuesto en el artículo 66 de la


Ley de Abogados deban ser conocidas por el Tribunal Disciplinario de
la Federación de Colegios de Abogados se decidirán dentro de un
plazo no mayor de treinta días continuos, aplicándose en ellas lo
dispuesto en los dos artículos anteriores.

Artículo 70

Los Miembros de los Tribunales Disciplinarios y el Fiscal, que estén


comprendidos en cualquiera de los casos del artículo 34 del Código de
Enjuiciamiento Criminal, se inhibirán del conocimiento del asunto, sin
esperar a que se los recuse.

Artículo 71

El Abogado sometido a investigación podrá recusar a uno o varios


miembros del Tribunal Disciplinario y al Fiscal con fundamento en las
causales establecidas en el artículo 34 del Código de Enjuiciamiento
Criminal. Dicha recusación deberá proponerse por escrito, o por medio
de diligencia ante el Tribunal, y el expediente se pasará al miembro del
Tribunal que deba decidir.

Artículo 72

El Abogado sometido a investigación podrá intentar la recusación a


partir de la fecha en que se haya dictado el auto de proceder a la
formación del expediente hasta la fecha fijada para informes.

Si el recusado fuere el Fiscal, la recusación podrá proponerse desde el


día en que se le haya pasado el expediente para la formulación de los
cargos hasta la fecha fijada para informes.

Artículo 73
La decisión de la incidencia de recusación o de inhibición
corresponderá al Presidente del Tribunal, cuando el recusado o
inhibido fuere el Fiscal, o uno de los miembros del Tribunal; si el
recusado o inhibido fuere el Presidente, conocerá de la incidencia el
Vice-Presidente: y si lo fueren todos los miembros del Tribunal, el
Presidente designará por la suerte, en audiencia pública, señalada en
la Cartelera del Colegio por lo menos, con un día de anticipación, el
nombre del Abogado que ha de conocer de la incidencia, de entre un
número de los miembros inscritos en el Colegio, residentes, en la
jurisdicción, que el Presidente de la Junta Directiva del Colegio o
Delegación haya señalado.

Artículo 74

El Abogado a quien corresponda decidir la recusación o inhibición


deberá resolver en el término de tres (3) días hábiles, a menos que
una de las partes, o ambas, pidiere, dentro del primer día después de
la recusación o inhibición, que se abra a pruebas la incidencia, en
cuyo caso se concederán cuatro (4) días hábiles para promoción y
evacuación. Si se promoviere prueba testifical, los testigos podrán ser
citados de un día para otro.

Artículo 75

Son inadmisibles: la recusación que se intente sin expresar motivos


legales para ello; la intentada fuera de término; la que se intente
después de haberse propuesto dos (2) recusaciones en el mismo
expediente, o sin pagar la multa a que se refiere el artículo siguiente.

Artículo 76

Declarada sin lugar o desistida la recusación, el recusante será


sancionado con multa de quinientos bolívares (Bs. 500,00), a favor de
la Tesorería del Colegio si la causa de la recusación no fuere
criminosa o de manifiesta mala fe; y de mil bolívares (Bs. 1.000,00), si
lo fuera.

Artículo 77
A quien corresponda decidir la incidencia sobre recusación o
inhibición, la declarará con lugar si estuviere hecha en forma legal y
fundada en las causales establecidas en el artículo 34 del Código de
Enjuiciamiento Criminal y el miembro o miembros impedidos serán
sustituidos por los respectivos suplentes. Agotados los suplentes, se
elegirán por insaculación, los miembros que falten de una lista de
Abogados inscritos, procediéndose de la manera prevista en el artículo
73 de este Reglamento. Si no prosperare la recusación se declarará
sin lugar la incidencia y el miembro o miembros recusados o inhibidos
continuarán conociendo del expediente. Contra la decisión recaída en
esta incidencia no habrá ningún recurso.

TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
(CODIGO DE ETICA)

Artículo 1. Las normas contenidas en este código serán de obligatorio


cumplimiento para todos los Abogados en su vida pública y privada.
Su aplicación corresponderá previstos en la Ley y sus disposiciones
no podrán enervarse ni relajarse por convenios de ningún tipo.
Serán nulos todos los actos que pretendan contrariarlo, ya emanen de
personas o entidades públicas o privadas.
Artículo 2. El Abogado tendrá como norte de sus actos servir a la
justicia, asegurar la libertad y el ministerio del Derecho. El Abogado
que conozca de cualquier hecho que atenta contra las prohibiciones
de este Código, está en el deber de dar información inmediata al
Colegio de Abogados al cual este inscrito el infractor.

TITULO II
De Los Deberes Profesionales

Artículo 3. Constituyen faltas disciplinarias que acarrean las sanciones


previstas en la Ley, la violación de los deberes establecidos en este
Titulo.

CAPITULO I
De Los Deberes Esenciales
Artículo 4. Son deberes de Abogado:
1-.Actuar con probidad, honradez, discreción, eficiencia,
desinterés, veracidad y lealtad.
2-.Conservar absoluta independencia en sus actuaciones
profesionales.
3-.Mantener en todo momento el respeto a su dignidad como
persona y como profesional.
4-.Defender los derechos de la sociedad y de los particulares
cooperando en la conservación y perfeccionamiento del orden jurídico
y en la realización de una recta y eficaz administración de justicia.
5-.Fortalecer la fraternidad de sus colegas, mediante el respeto
mutuo con trato cordial y racional tolerancia.

CAPITULO II
DE LOS DEBERES INSTITUCIONALES.

Artículo 5. El honor de la Abogacía es indivisible; la dignidad y el


decoro han de caracterizar siempre la actuación del Abogado. Lesiona
el patrimonio moral de todo gremio, el Abogado que incurra en una
acción indigna.
Artículo 6. La conducta privada del Abogado se ajustará a las reglas
del honor, de la dignidad y de la delicadeza propia del hombre
honesto.

Artículo 7. El Abogado combatirá por todos los medios lícitos la


conducta moralmente censurable de sus colegas, investidos o no de
autoridad y deberá hacer las denuncias pertinentes. Incurre en grave
falta si elude el cumplimiento de este deber, observando una actitud
pasiva, indiferente o complaciente.
Artículo 8. El Abogado en ejercicio de su profesión deberá
conservar su dignidad e independencia; estas son irrenunciables e
incompatibles con toda ocupación que obstaculice. No deberá aceptar
sugerencias de su patrocinado, representado o asistido que pueda
lesionar su honorabilidad.
El Abogado hará respetar su independencia frente a los poderes
públicos, los magistrados y demás autoridades administrativas
frente a las cuales ejerza su ministerio, y actuará siempre conforme a
su conciencia, rechazando todo lo que contraríe a la justicia y a la
libertad de la defensa.
En su condición profesional y como representante de terceros, tendrá
derechos ante los órganos públicos a una atención preferente para el
cabal cumplimiento de su ministerio.
Artículo 9. El Abogado no debe utilizar los medios de comunicación
social para discutir los asuntos que se le encomienden, ni dar
publicidad a las piezas del expediente en los asuntos aún no
sentenciados, a menos que sea necesario pare la corrección de los
conceptos cuando la justicia y la moral lo exijan. Una vez concluido el
proceso, el Abogado podrá publicar los documentos y actuaciones, así
como también sus comentarios exclusivamente científicos, hechos en
publicaciones profesionales que deberán regirse por principios
profesionales de la ética. Se omitirán los nombres propios si la
publicación puede perjudicar a alguien en su honor y buena fama.
Tampoco podrá utilizar los medios de comunicación para
amenazar con acciones judiciales y forzar convenios.
El Abogado puede publicar informaciones o comentarios con fines
científicos en diarios o revistas especializadas, observando las normas
morales y la omisión de nombres y apellidos de las partes, cuando tal
circunstancia causare perjuicios a los mismos.
Artículo 10. La Formación decorosa de patrocinados, representados o
defendidos debe fundamentarse en la honorabilidad y capacidad
profesional del Abogado, quien deberá abstenerse de utilizar agentes
que le procuren nuevos casos profesionales, ni proporcionará
publicidad a su propio elogio, ni inducirá a que se hagan noticias o
comentarios vinculados a asuntos en los que intervenga o a la manera
de conducirlos.
La publicidad del Abogado a través de los medios
escritos o audiovisuales se limitará a la mención de su nombre,
títulos científicos, especialidad autorizada por su correspondiente
colegio, dirección de su bufete y teléfono y apartado postal, así como
las horas de atención al público. Todo anuncio contenido
cuasicomercial en el que se prometan resultados y ventajas
especiales, configura falta grave de la ética profesional del abogado.
Atenderá a sus patrocinados y demás interesados en los casos que
lleve en su bufete, salvo que les sea imposible concurrir al mismo y no
autorizará con su nombre la apertura de bufetes u oficinas cuando no
los atienda diaria o personalmente.

Artículo 11. El abogado debe abstenerse de ofrecer sus servicios y de


dar consejos no solicitados con el fin de provocar juicios y obtener
patrocinados o defendidos, a menos que vínculos de parentesco o
amistad intima se lo imponga como un deber.
Artículo 12. El abogado que directa o indirectamente, remunere o
recompense a las personas que lo hubieren recomendado, incurre en
grave infracción de la ética profesional.
Artículo 13. El abogado aceptará o rechazará los asuntos sin exponer
las razones que tuviere para ello, salvo el caso de nombramiento de
oficio, en que deba justificar el rechazo. En su decisión no deberá
influir el interés personal, el monto pecuniario del asunto, ni la
capacidad financiera del adversario. Tampoco aceptará el abogado un
asunto en el que tuviere sostener principios contrarios a sus convenios
personales, incluso políticas o religiosas, ni aquellos en que su
independencia se viere obstaculizada por motivos de amistad,
parentesco o de otra índole. En suma, no intervendrá en un asunto
sino cuando tenga libertad para actuar.
Artículo 14. El abogado como servidor de la justicia y colaborador en
su administración, no deberá olvidar que la esencia de su poder
profesional consiste en defender los derechos de su representado o
asistido con diligencia y estricta sujeción a las normas jurídicas y la ley
moral.
Artículo 15. El abogado acusador en el juicio penal considerará como
su primer deber, velar por el que se haga justicia y no por que se
obtenga una condena. En sus actuaciones frente a la nación y a las
entidades estatales y municipales, el abogado tendrá cuidado de no
lesionar los intereses legítimos de éstas.
Artículo 16. Ningún abogado permitirá que sus servicios o bien su
nombre sean usados de modo que personas legalmente
desautorizadas para el ejercicio del derecho puedan practicarlo.
El abogado se abstendrá de suscribir y visar documentos en cuya
redacción no haya participado.
Artículo 17. Es deber del abogado ser puntual en su asistencia en los
tribunales, así como también en sus citas o reuniones con los colegas,
sus clientes o la parte contraría.
Artículo 18. Cuando un abogado no pudiere concurrir a un acto judicial
en el cual deba participar, por motivo de enfermedad u otro
plenamente justificable, solicitará oportunamente al juez el
diferimiento del acto y prevendrá del hecho a su colega
adversario, quien, por espíritu de confraternidad estará obligado
también a adherirse a la solicitud del diferimiento del acto.

CAPITULO III
DEBERES PARA CON EL ASISTIDO O
PATROCINADO

Artículo 19. El abogado, en defensa de la verdad y los intereses que


representa, ejercerá libremente y con moderación su ministerio, sin
más limitaciones que las establecidas en las demás normas que
regulen el ejercicio profesional de la abogacía.
Artículo 20. La conducta del abogado deberá caracterizarse siempre
por la honradez y la franqueza. No deberá aconsejar ni ejecutar actos
que puedan calificarse de dolorosos, hacer aseveraciones o
negaciones falsas, citas inexactas, incompletas o maliciosas, ni
realizar acto alguno que pueda entorpecer una eficaz y rápida
administración de la justicia.
Artículo 21. El abogado que en el ejercicio de su ministerio, directa o
indirectamente, intente o ejecute actos en concusión, soborno o
cualesquiera otros de corrupción, incurre en grave falta contra el
honor y la ética, sin perjuicio de las acciones penales a que hubiere
lugar.
Artículo 22. El abogado deberá abstenerse de hacer uso de
recusaciones injustificadas y de ejercer otros recursos y
procedimientos legales innecesarios, con el solo objeto de entorpecer
o retardar la secuela del juicio.
Articulo 23. Es deber del abogado la defensa gratuita de las
personas de escasos recursos económicos, debiendo observar
no obstante, las normas que al respecto contiene la Ley de
Abogados y el Reglamento Nacional de Honorarios Mínimos.
Artículo 24. Es deber del abogado aceptar la defensa de una persona
a quién le imputa delito o falta y emplear todos los medios lícitos para
obtener la recta aplicación de la Ley. Podrá excusarse de aceptar esa
defensa por razones morales.
Articulo 25. El abogado guardará el más riguroso secreto
profesional. Este secreto amparará sus archivos y papeles aún
después que el abogado haya dejado de presentarles sus servicios al
patrocinado o al defendido. El abogado podrá negarse a testificar
en contra de éste y abstenerse de contestar cualquier pregunta que
envuelva la revelación del secreto o la violación de las confidencias
que hubieren hecho.
Tampoco podrá el abogado comunicar a terceras personas lo que
llegare a su conocimiento por causa de su profesión. Queda
comprendido del secreto profesional, todo cuanto un abogado trate
con el representante de la parte contraria.
Artículo 26. El deber de guardar el secreto profesional comprenderá
también todo lo que se haya revelado o descubierto con motivo de
requerirse la opinión del abogado, su consejo y patrocinio y, en
general, todo lo que llegare a saber por razón de su profesión.
El abogado no debe intervenir en asuntos que puedan conducirlo a
revelar el secreto, ni a utilizar en provecho propio o de su patrocinado,
representado o defendido las confidencias que haya recibido en el
ejercicio de su profesión, salvo que obtenga el consentimiento previo,
expreso y escrito del confidente.
La obligación de guardar el secreto profesional comprende también los
asuntos que el abogado conozca por trabajar en común o asociados
con otros abogados o por intermedio de empleados o dependientes
suyos o de los otros profesionales.
Artículo 27. El abogado que fuere acusado judicialmente o
denunciado por su patrocinado ante el Tribunal Disciplinario del
mismo colegio, estará dispensado de su obligación de guardar el
secreto profesional, en, los limites necesarios e indispensables para su
propia defensa.
Artículo 28. Si un asesorado, patrocinado o defendido comunica a su
abogado la intención de cometer un hecho punible, éste agotará todos
los medios necesarios para persuadirlo, de tal propósito y, en caso de
no lograrlo, puede hacer las revelaciones necesarias para perseguir el
acto delictuoso o proteger a las personas y a los bienes amenazados.

Artículo 29. Constituye deslealtad e infracción de la ética profesional,


celebrar arreglos con la contraparte a espaldas de su patrocinado.
Artículo 30. El abogado que ha aceptado prestar su patrocinio a
una parte, no puede, en el mismo asunto, encargarse de la
representación de la otra parte, ni prestarle sus servicios en dicho
asunto, aun cuando ya no represente a la contraria.
Artículo 31. El abogado servirá a sus asistidos o patrocinados con
eficacia y diligencia para hacer valer sus derechos, sin temor a
provocar animadversiones o represalias de autoridades o particulares,
sin embargo, él no deberá renunciar a su libertad de acción ni dejar de
obedecer a su conciencia, y no podrá exculparse de un acto ilícito de
su parte, atribuyendo la instrucciones de su representa do o asistido.
Artículo 32. El abogado, en ningún caso, podrá asegurar a su
patrocinado que su asunto tendrá éxito para inclinarlo a litigar, estando
por el contrario, en el deber de imponerlo de las circunstancias
imprevisibles que puedan afectarla decisión del asunto y limitándose a
emitir su opinión sobre los méritos del caso.
El abogado deberá favorecer siempre un arreglo justo.
Artículo 33. El abogado, al ser contratado para un juicio, deberá
revelar a su patrocinado las relaciones que tenga con la otra
parte, así como cualquier interés que pueda tener en la
controversia, y declarará si él está sujeto a influencias que sean
adversas a las prestaciones de su patrocinados. Si éste, a pesar de
ello, desea contratar sus servicios, será con plena revelación de los
hechos.
Artículo 34. El abogado no deberá olvidar que el derecho de
representación se le otorgará en consideración a su titulo y no le
faculta para actuar en beneficio propio, sino que antes bien cuanto
obtuviere dentro de su gestión, pertenecerá exclusivamente a su
representa o asistido.
Artículo 35. Una vez que el abogado acepte el patrocinio de su
asunto, deberá atenderlo con diligencia hasta su conclusión,
salvo causas justificadas supervinientes, en especial cuando se vea
afectado en su dignidad, reputación o conciencia; o cuando el
patrocinado incumpla con las obligaciones morales o materiales a las
que está obligado para con el abogado.
Artículo 36. El abogado debe procurar que se mantenga una
actitud correcta y respetuosa tanto con los funcionarios, como
con el abogado de la contraparte y con los terceros que intervengan
en el juicio. Si el asistido persiste en su conducta incorrecta, el
abogado deberá renunciarle su patrocino.
Artículo 37. Cuando un abogado descubra en el curso de un juicio
que ha ocurrido algún error o impostura mediante el cual su
patrocinado se beneficie injustamente deberá comunicarle tal hecho a
fin de que sea corregido y no aprovecharse de la ventaja que podría
tener al respecto. En caso de que se niegue, el abogado deberá
renunciar a continuar prestándole su patrocinio.

Artículo 38. Si en el concurso de un asunto el abogado cree que


debe cesar la prestación de sus servicios a su patrocinado,
deberá prevenirlo a tiempo para que se provea de otro profesional, si
lo creyere conveniente a sus interese y procurará que no quede
indefenso.
Artículo 39. Al estimar sus honorarios el abogado deberá considerar
que el objeto esencial de la profesión es servir a la justicia y colaborar
en su administración sin hacer comercio de ella. La ventaja o
compensación aún cuando sea indudablemente lícita, es puramente
asesoría, ya que jamás podría constituir honorablemente un factor
determinante para los actos profesionales. El abogado cuidará que su
retribución no peque por exceso ni por el defecto, pues ambos
extremos son contrarios a la dignidad profesional.
Constituye la falta de ética el cobro excesivo e injustificado de
honorarios, signo visible de falta de honradez profesional o percibir
honorarios inferiores al mínimo establecido en las tarifas adoptadas
por el Colegio de Abogados.

Para la determinación del monto de


Artículo 40.
los honorarios, el abogado deberá basar sus consideraciones
en las siguientes circunstancias:
1. La importancia de los servicios.
2. La cuantía del asunto.
3. El éxito obtenido y la importancia del caso.
4. La novedad o dificultad de los problemas jurídicos discutidos.
5. Su especialidad, experiencia y reputación profesional.
6. La situación económica de su patrocinado, tomando en
consideración que la pobreza obliga a cobrar honorarios menores o
ningunos.
7. La posibilidad del abogado pueda ser impedido de patrocinar otros
asuntos, o que pueda verse obligado a estar en desacuerdo con otro
representados, defendidos o terceros.
8. Si los servicios profesionales son eventuales o fijos y permanentes.
9. La responsabilidad que se deriva para el abogado en relación con el
asunto.
10. El tiempo requerido en el patrocinio.
11. El grado de participación del abogado en el estudio, planteamiento
y desarrollo del asunto.
12. Si el abogado ha procedido como consejero del patrocinado o
como apoderado.
13. El lugar de la prestación de los servicios, o sea, si ha recurrido o
no fuera del domicilio del abogado.
Artículo 41. El abogado siempre debe solicitar a su patrocinado
una provisión de fondos para los gastos necesarios y de justicia,
pero esa entrega no debe ser considerada como imputable a los
honorarios, ni el abogado puede conceptuar que ella le pertenece
como propia.

Si los fondos entregados para expensas no se consumieren


íntegramente, el abogado debe restituir el saldo de su representado al
rendirle cuenta especificada de la inversión que hiciera de dichas
expensas.
Artículo 42. El abogado deberá da recibo a su patrocinado por las
entregas de dinero que le hiciere como anticipo o cancelación de
honorarios, o bien como expensas según los casos.
Artículo 43. El abogado deberá celebrar con su patrocinado un
contrato por escrito, en el cual especificará las condiciones de los
servicios y todo lo relativo al pago de los honorarios y gastos,
que será firmado por ambas partes, conservando cada una un
ejemplar del mismo.
Artículo 44. El abogado no deberá, a excepción de sus honorarios,
adquirir interés pecuniario en el asunto que se ventila y qué él esté
dirigiendo o que hubiere sido dirigido por él. Tampoco podrá adquirir
directa o indirectamente, bienes venidos de remates judiciales de
asuntos en que hubiere participado.
Artículo 45. El abogado deberá evitar toda controversia con su
representado frente a honorarios, hasta donde lo sea compatible
con su dignidad profesional y con su derecho a recibir una
compensación razonable por sus servicios. En caso de seguir la
controversia, se recomienda que el abogado proponga el arbitraje de
la Junta Directiva Del colegio. Si el patrocinado conviene en el arbitraje
el abogado lo aceptará sin reparo alguno.
En caso de que el abogado se vea obligado a demandar a su
patrocinado es aconsejable que se haga representar por un colega.
Artículo 46. El abogado dará aviso inmediatamente a su patrocinado
sobre cualesquiera bienes o sumas de dinero que reciba en su
representación y deberá entregarlos íntegramente tan pronto como le
sean reclamados. Es una falta de ética, hacer uso de fondos
pertenecientes a su representado sin su consentimiento, además del
delito que dicho acto genera.

CAPITULO IV
DEBERES PARA CON LOS JUECES
DEMÁS FUNCIONARIOS

Artículo 47. El abogado deberá estar siempre dispuesto a prestar su


apoyo a la justicia y a mantener frente a esta una actitud respetuosa,
sin que ello menoscabe su amplia independencia y autonomía en el
libre ejercicio de la profesión.
Artículo 48. El abogado en sus escritos, informes y exposiciones
podrá citar las instituciones, así como también los actos de los jueces
y demás funcionarios que hubieren intervenido, cuando éstos a su
juicio, no se hubiesen ceñido a las leyes o a la verdad procesal.
Actuará con la mayor independencia y solo utilizará los calificativos
empleados por las leyes o autorizados por la doctrina.
Artículo 49. Las reglas contenidas en los dos artículos precedentes
son también aplicables a otros funcionarios ante quien los abogados
actúen en ejercicio de su profesión.

Artículo 50. Cuando un abogado desempeñare un cargo judicial u otro


destino público, y se retirase de ellos, no deberá aceptar asuntos en
los conocidos como funcionario. Tampoco patrocinara asuntos
similares a aquellos en que hubiere emitido dictamen adverso en su
carácter oficial, mientras no justifique satisfactoriamente su cambio de
opinión.
Es aconsejable que el abogado, durante algún tiempo, se abstenga de
actuar profesionalmente por ante el tribunal u oficina pública que
estuvo a su cargo o de la que fue empleado.
Artículo 51. Es deber del abogado abstenerse de ejercer influencia
sobre un juez en razón de vínculos políticos religiosos o de amistad.
Tampoco utilizará recomendaciones de superiores jerárquicos para
presionar la independencia del funcionario, desviando así su
imparcialidad en beneficio de su asunto. El abogado, además, está
obligado a emplear en su condición profesional, solamente medios
persuasivos fundados en razonamientos jurídicos.
Artículo 52. Constituye una grave infracción ética sostener
comunicaciones privadas con los jueces, fiscales del Ministerio
Publico u otros funcionarios, en ausencia del abogado de la parte
contraria, en relación con un juicio pendiente, o de asunto que se
gestione.

CAPITULO V
DEBERES PARA CON LOS COLEGAS

Artículo 53. El abogado no deberá apartarse, ni aun por apremio de su


patrocinado, de los dictados de la decencia y del honor. Constituye
falta grave a la ética que un abogado cobre honorarios a su colega por
actuaciones jurídicas o extrajudiciales que realice en nombre suyo o
en su representación o patrocinio, o en aquellos casos en que el pago
de honorarios corresponda al colega, pues tales servicios pueden
prestarse gratuitamente, con el mayor celo y diligencia como un
imperativo de la solidaridad gremial.
Artículo 54. Los arreglos o transacciones con la parte contraría deberá
siempre tratarse por intermedio o por el conducto de un representante
legal, previamente acreditado.
Artículo 55. Todo abogado que sea requerido para encargarse de
un asunto, deberá asegurarse antes de aceptar, de que ningún
colega ha sido encargado previamente del mismo. Si sustituye a
un colega, deberá cerciorarse de que éste se ha desinteresado
completamente del asunto.
Sin Embargo en materia urgente, podrá prestar el abogado su
patrocinio, pero con la condición de informar por la vía más rápida al
Presidenta del Colegio respectivo.
Cuando la intervención del colega no es descubierta sino después de
haber aceptado el asunto, deberá darle aviso de ello al sustituido, en
todo caso el abogado está en la obligación de asegurarse de que los
honorarios de su colega han sido pagados o garantizados.
Artículo 56. Cuando un abogado haya de sustituir a un colega
precedentemente encargado del asunto o de asuntos conexos,
deberá ofrecerle sus buenos oficios para hacerle obtener la
remuneración justa que le fuese debida y si no logra que el cliente
satisfaga a su colega, deberá rehusar prestarle sus servicios.

Los arreglos convenios entre abogados deberán cumplirse fielmente,


aún cuando no se reúnan las formalidades legales. Los que sean
importantes para el patrocinado deberán hacerse constar por escrito;
pero el honor profesional requiere que aun cuando esto no se haga,
sean cumplidos como si estuvieran incorporados en un instrumento.
Artículo 57. La distribución de honorarios entre abogados está
permitida solamente en los casos de asociación de honorarios
para la prestación de servicios, compartiendo las debidas
responsabilidades.
Articulo 58. El abogado observará la cortesía y la consideración que
imponen los deberes de respeto mutuo entre los profesionales del
derecho.
Si un funcionario público en abogado, por espíritu de confraternidad,
deberá atender a su colega en ejercicio de su gestión profesional, con
prioridad y la debida cortesía.

CAPITULO VI
DEBERES PARA CON EL COLEGIO

Artículo 59. Es deber imperativo del abogado sostener al colegio al


cual pertenece, con entusiasmo, y usar sus esfuerzos personales para
alcanzar el mayor éxito de sus fines organizativos y cualesquiera
tareas o cargo de miembros de comisiones que le sean asignadas en
esta organización deberán ser aceptados y ejecutados. El abogado
podrá excusarse solo por razones justificadas.
En consecuencia, pagará puntualmente las cuotas y
contribuciones establecidas por los organismos gremiales.

GLOSARIO:
-HERMENEUTICA: ARTE DE INTERPRETAR LOS TEXTO.
-PLEONASMO: REDUNDANCIA
-MEDICO FORENSE: ANATOMOPATOLOGO
-DEONTOLOGIA: CIENCIA DE LOS DEBERES INERENTES AL
EJERCICIO DEL DEERCHO.
-OBRA CON TENERIDAD: VA A PRODUCIR UN ACTO DE MALA
FE.
-COTO. UN PARADO
-CIRCULOQUIO: PARA PLANTEAR UNA IDEA DE MUCHAS
VUELTAS.
VERBORREA: PERSONA QUE HABLA DEMASIADO Y NO DICE
NADA.
EUFEMISMO: Palabra o expresión más suave o decorosa con que se
sustituye otra considerada tabú, de mal gusto, grosera o demasiado
franca.
PARVULO: NIÑO DE CORTA EDAD, QUE NO HA ALCANZADO LA
EDAD ESCOLAR, ESPECIALMENTE EL QUE ASISTE A UN
CENTRO O A UNA CLASE DE EDUCACIÓN PREESCOLAR.
VERBIGRACIA: POR EJEMPLO
AXIOLOGIA: DISCIPLINA FILOSÓFICA QUE ESTUDIA LOS
VALORES DE LAS COSAS.
UFANA: QUE ESTÁ O SE MUESTRA SATISFECHO Y CONTENTO.

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