Procesal Civil 11 y 12
Procesal Civil 11 y 12
Procesal Civil 11 y 12
Conjunto de reglas que regulan la admisión, producción, asunción y valoración de los diversos
medios que pueden emplearse para llevar al juez la convicción sobre los hechos que interesan en
el proceso.
NATURALEZA DE LA PRUEBA.
Según Caravantes, para unos la palabra prueba viene del adverbio probe, que equivale en
castellano honradamente, ya que el que alega una cosa y la prueba obra con honradez; y para
otros procede de la palabra latina probandum, que es lo mismo que recomendar, cobrar,
experimentar, patentizar o hacer fe.
Hay quienes, también se limitan a dar una acepción de carácter gramatical, expresando que la
prueba es que la acción y efecto de probar y también arrasó, argumento u otro medio con que se
pretende mostrar y hacer patente la verdad o falsedad de una cosa.
Carnelutti citado por Eduardo Pallares, sostiene que probar no consiste en evidenciar la existencia
de un hecho sino en verificar un juicio o lo que es igual, demostrar su verdad o falsedad.
Rafael De Pina en su “Tratado de las pruebas civiles” dice que según la define la ley que partidas
por pruebas se entiende principalmente, en la averiguación que se hace en juicio de alguna cosa
dudosa o bien la acción de los actos o elementos de convicción que somete el litigante en la forma
que la ley previene, ante el juez de litigio y que son copias, según derecho, para justificar la verdad
de los hechos alegados en el pleito.
En cuanto a sus alcances, también se dice que la prueba puede significar los medios probatorios
que son los elementos de convicción con la certeza que se causen en el entendimiento del juez por
medio de dichos elementos.
Se sigue el primer significado, cuando se afirma que la parte se encuentra asistida de prueba, que
posee la historia o pertinente, ya se trata de que la que se invierta en juicio sea testimonial, de
confesión o instrumental.
Probar es esencial al resultado de la Litis y debe entenderse como tal la necesidad de empleo de
todos los medios de que puede hacer uso el litigante, taxativamente señalados en la ley, para
llevar el animo del juzgador la certeza o veracidad de la existencia del hecho alegado.
Lo anterior nos conduce a la inteligencia de que la prueba viene a constituir dentro de la secuela
del proceso lo que es denominado por los tratadistas la carga de la prueba, cuyo es bastante difícil
y motivo de hondas controversias entre los cultivadores de la disciplina procesal.
Para Rosemberg (1995), la esencia y el valor de las normas de la carga de la prueba consisten en la
instrucción dada el Juez del contenido de la sentencia que debe pronunciar.
Debe fallar contra la parte que no aclaro el hecho que le incumbía justificar. Se decide sobre la
carga final. Las normas de la carga de la prueba son un complemento necesario de toda Ley. No
aparecen resueltas en el Código Civil ni en el Procedimiento Civil, sino simplemente enunciadas.
Solo en el caso de incertidumbre necesita el juez la instrucción y solo cuando una circunstancia de
hecho ha quedado sin aclarar son aplicables las reglas relativas a la carga de la prueba.
El Codigo de Procedimiento Civil venezolano (1987) distribuye las pruebas entre las partes como
una carga procesal cuya intensidad depende del respectivo interés, donde el juez tiene la
obligación de decidir conforme a lo alegado y probado por las partes, sin poder sacar elementos
de convicción fuera de los autos, ni suplir excepciones ni argumentos de hecho no alegados, ni
probados.
PROMOCION DE LA PRUEBA
Hay unas variaciones en materia civil y penal con respecto a la conceptualización de "promoción
de prueba". En materia civil la promoción tiene que ver con la proposición y presentación de
pruebas, cuestión que deriva, básicamente del principio dispositivo; no obstante, en los sistemas
inquisitivos o en aquellos que los jueces tienen facultades probatorias, cuando el juez actúa
oficiosamente la ordenación forma parte de ese concepto de "proposición y presentación de
pruebas"
En el artículo 388 del Código de Procedimiento Civil se establece la apertura del lapso probatorio
de la siguiente manera:
Artículo 388. Al día siguiente del vencimiento del lapso del emplazamiento para la contestación de
la demanda, sin haberse logrado la conciliación ni el convenimiento del demandado, quedará el
juicio abierto a pruebas, sin necesidad de decreto o providencia del Juez, a menos que, por
deberse decidir el asunto sin pruebas, el Juez lo declare así en el día siguiente a dicho lapso.
Artículo 396. Dentro de los primeros quince días del lapso probatorio deberán las partes promover
todas las pruebas de que quieran valerse, salvo disposición especial de la Ley. Pueden sin
embargo, las partes, de común acuerdo, en cualquier estado y grado de la causa, hacer evacuar
cualquier clase de prueba en que tengan interés.
En el articulo 397 del CPC se prevé el momento en el cual será el momento en el cual las partes
expresaran si convienen en los hechos que se tratan de probar por la otra parte:
Artículo 397. Dentro de los tres días siguientes al término de la promoción, cada parte deberá
expresar si conviene en alguno o algunos de los hechos que trata de probar la contraparte,
determinándolos con claridad, a fin de que el Juez pueda fijar con precisión los hechos en que
estén de acuerdo, los cuales no serán objeto de prueba. Si alguna de las partes no llenare dicha
formalidad en el término fijado, se considerarán contradichos los hechos.
Pueden también las partes, dentro del lapso mencionado, oponerse a la admisión de las pruebas
de la contraparte que aparezcan manifiestamente ilegales o impertinentes.
Por pertinencia se entiende la congruencia que debe existir entre el objeto factico de la prueba
promovida y los hechos alegados controvertidos. Por ilegalidad se entiende que con la proposición
del medio, se trasgreden sus requisitos legales de existencia o admisibilidad, infracción que consta
para el momento de la promoción, excepcionalmente, para el momento de su evacuación, don
relación a ciertos medios. Es la contraria a la ley. La propuesta del medio viola disposiciones
legales, bien es sus requisitos y formas, o en la manera como se pretende que sea evacuada por el
tribunal.
Expresa el Profesor y magistrado Dr. Cabrera Romero que a veces los medios tienen la apariencia
de legalidad y pertinencia, pero en realidad son ilegítimos, inexactos o falsos. Frente a estas
situaciones la impugnación es el medio adecuado para despojarlo de esas apariencias.
ADMISIÓN DE LA PRUEBA
Después del lapso para oposición previsto en el artículo 397, se advierte la etapa de admisión de
pruebas. En efecto, el artículo 398 dispone que dentro de los tres días siguientes al vencimiento
del término fijado en el artículo anterior, el juez providenciara los escritos de pruebas, admitiendo
las que sean legales y procedentes y desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales o
impertinentes. Igualmente, deberá indicar aquellos hechos que aparecen claramente convenidos
por las partes, prohibiendo toda declaración o prueba sobre ellos.
De lo expuesto se desprende que no toda prueba propuesta por las partes debe ser admitida. Para
la admisión es indispensable que se cumplan los requisitos intrínsecos de utilidad del medio, de
pertinencia del hecho que se pretende probar, licitud del medio y la formalidad exigida; de la
misma forma, deben cumplirse los requisitos extrínsecos que corresponden el proceso en general
como: oportunidad procesal, legitimación del proponente y competencia del funcionario que deba
admitir.
En el auto de admisión o rechazo de pruebas debe ser motivado debe expresarse conforme lo
exige el articulo 398 los fundamentos en los que se basa para admitir o para rechazar. Cabe
destacar que habitualmente los tribunales emiten de forma breve que admiten las pruebas solo
con una declaración "se admiten cuanto ha lugar en derecho" sin hacer un pronunciamiento
razonado sobre su admisibilidad. Como lo indica Henríquez La Roche, esto es una postergación de
la decisión sobre la legalidad, pertinencia o idoneidad de la prueba, para la sentencia definitiva.
Debe analizarse si hay la pertinencia y legalidad, es un deber del juez y un derecho de las partes.
Esa motivación implica una precognición del proceso en cuanto a los hechos alegados por el actor
y por el demandado, lo cual fijara los hechos controvertidos y sobre estos es que se debe operar la
etapa probatoria, así lo establece el artículo 397. Esto supone que las partes deben expresar la
correspondencia entre el medio probatorio y el hecho que pretenden probar, es decir, en la
propuestas del medio de debe manifestar que hecho se pretende probar con el, allí el juez podrá
"podrá fijar con precisión os hechos en que estén de acuerdo las partes, los cuales no serán objeto
de prueba".
Si los proponentes de las pruebas no expresan los hechos que pretenden probar con los medios
aducidos, la contraparte no podrá expresar s conviene en alguno o algunos de los hechos u
oponerse a la admisión de aquellas pruebas que sean impertinentes. La pertinencia o
impertinencia son cuestiones de hecho, su apreciación consiste si tales hechos se relacionan o no
con los derechos que se ventilan en el proceso y por tanto pueden o no influir en la sentencia. De
manera, que la única forma que tienen las partes y el juez para determinar la pertinencia o
impertinencia de un medio de prueba es mediante la indicación que haga el proponente del hecho
que trata de probar.
El juez debe admitir o rechazar las pruebas por auto expreso dentro del lapso de tres días. La
norma así lo ordena. En caso que el juez no admita las pruebas en tal lapso se aplicara lo dispuesto
en el articulo 399, que contiene dos supuestos: uno, la multa disciplinaria para el juez que incurrió
en la falta y, dos, si no hay oposición de las partes a la admisión, estas tendrán derecho a que se
proceda a su evacuación, aun sin providencia de admisión. Si hay oposición si es necesaria la
providencia.
En el mismo auto, dice el articulo 398 in comento, el juez indicara los hechos que aparezcan
claramente convenidos por las partes, ordenando que se omita toda declaración o prueba sobre
tales hechos, resulta inútil practicar una prueba sobre hechos que han sido aceptados por las
partes, ello atenta contra la economía y celeridad procesal. No presenta ninguna utilidad al
proceso, puesto que el hecho admitido por las partes no es controvertido y por tanto so es objeto
de prueba.
Del auto de admisión, bien porque admita o niegue la admisión de pruebas tiene apelación, al cual
e oye a un solo efecto. Podrá apelar quien haya hecho oposición, cuando hayan sido admitidas las
pruebas impugnadas, o a quien se les haya negado.
En el caso que haya silencio, es decir, que el juez no se pronuncie por la admisión puede
entenderse como denegación de justicia lo cual esta previsto en el articulo 19, en cuyo caso las
partes están facultados para acudir al Superior (articulo 399 CPC). Si el juez silencia el
pronunciamiento sobre alguna de las pruebas propuestas, no debe presumirse que hayan sido
admitidas. En estos casos queda el recurso de apelación a favor de la parte agraviada, tal como se
dispone en el artículo 402 del Código de Procedimiento Civil.
Puede observarse que en la audiencia preliminar hay una especie de decantación del proceso
sobre los hechos y las pruebas, cuestión prevista en el procedimiento escrito pero que no se
cumple, lo que permite una mas rápida y concreta tramitación. De esto se deriva que el juez, con
la base a esa frase de depuración, fija los hechos y limites de la controversia.
EVACUACIÓN DE LA PRUEBA
Parece adecuado la definición que sobre practica de la prueba da DEVIS ECHANDIA que dice: "Son
los actos procesales para que los diversos medios concretos aducidos o decretados de oficio se
ejecuten en el proceso". La evacuación o practica de la prueba no es un acto simple, esta
integrado por diversos actos, los cuales son algunos comunes a todos los medio y otros específicos
a cada medio en particular.
Requisitos:
Esta fase probatoria tiene igualmente sus requisitos intrínsecos y extrínsecos. Son requisitos
intrínsecos: la licitud de la prueba, la formalidad adecuada, posibilidad de realizar; son extrínsecos
los relativos a su admisión, esto es, que la prueba haya sido admitida; los de oportunidad procesal,
o sea, que este dentro del lapso de evacuación; competencia de la autoridad que la admite y en
caso que se comisione para ejecutarla que esa autoridad tenga competencia; legitimación de la
parte que la realiza y de la parte que intervenga; que satisfaga los principios del debido proceso.
Lapso de evacuación.
Artículo 400. Admitidas las pruebas, o dadas por admitidas conforme a los artículos precedentes,
comenzarán a computarse los treinta días destinados a la evacuación; pero si hubieren de
practicarse algunas mediante comisión dada a otro tribunal, se hará el cómputo del lapso de
evacuación del siguiente modo:
1. Si las pruebas hubieren de practicarse en el lugar del juicio, se contarán primero los días
transcurridos en el Tribunal después del auto de admisión hasta la salida del despacho para el Juez
comisionado exclusive, y lo que falta del lapso, por los días que transcurran en el Tribunal
comisionado, a partir del día siguiente al recibo de la comisión.
2. Si las pruebas hubieren de evacuarse fuera del lugar del juicio, se contarán a partir del auto de
admisión: primero el término de la distancia concedido para la ida; a continuación, los días del
lapso de evacuación que transcurran en el Tribunal comisionado, a partir del día siguiente al
vencimiento del término de la distancia, de lo cual dejará constancia el comisionado; y finalmente,
el término de la distancia de vuelta. No se entregarán en ningún caso a las partes interesadas los
despachos de pruebas para los jueces comisionados. Si las comisiones no fueren libradas por falta
de gestión del interesado, el lapso de evacuación se computará por los días que transcurran en el
Tribunal de la causa.
El lapso de evacuación empieza a correr a partir del auto de admisión, es decir al día siguiente de
su aparición en autos. Debe mirarse la hipótesis del 399 que dice ".. Y si no hubiere oposición de
las partes a la admisión, estas tendrán derecho a que se proceda a la evacuación de las pruebas,
aun sin providencia de admisión". Por la redacción del articulo se interpreta que se acude al
Superior y este deberá autorizar se expida el correspondiente despacho de pruebas. Significa,
entonces, que el lapso empezara a correr a partir del día que se otorgue la autorización para la
evacuación de las pruebas.
Con relación a las evacuación en las incidencia, por ejemplo, las cuestiones previas el articulo 352
CPC establece que al no haberse subsanado el defecto u omisión indicado en el articulo 350 o
haberse contradicho las cuestiones previas, se abrirá una articulación probatoria de ocho días para
promover y evacuar. Es un lapso continuo e integrado. Lo mismo es valido en los casos de
oposición a las medidas cautelares (articulo 602 CPC). En otras hipótesis, por ejemplo, en el
procedimiento de medidas preventivas si el juez encuentra deficiente la prueba producida para
solicitar las medidas preventivas, mandara a ampliarlas sobre el punto de la insuficiencia,
determinándolo (articulo 601 CPC). Allí la norma autoriza al juez para que, excepcionalmente, fije
el lapso para la ampliación de la prueba.
La anterior actividad compete, básicamente, a las partes en cuanto a la diligencia para promover y
evacuar las partes, allí esta rigiendo el principio dispositivo. No obstante, en la producción de la
práctica el juez puede intervenir para aclarar puntos que le sean dudosos. Concluido este periodo
probatorio, nuestro sistema procesal tiene previsto la posibilidad que el juez intervenga y realice
actividades de iniciativa probatoria, bien inmediatamente después de la etapa probatoria (articulo
401 CPC) o bien después de informe en un lapso perentorio de quince días (articulo 514 CPC)
Los dos artículos mencionados, prácticamente tiene el mismo contenido en cuanto las facultades
probatorias del juez, solo difieren en que el 401 prevé el llamado de testigos que no hayan rendido
declaración o que aparezca mencionado en autos, mientras que el 514 no tiene esta prueba de
testigos. Por otra parte, para hacer uso del 401 es una vez concluido e lapso probatorio, mientras
que con el 514 es después de informes en el lapso perentorio de quince días, con relación al
articulo 401 surgen dos dudas, ya que la ley no dispone acerca de ello: a) ¿Cuál es el lapso que
dispone el juez después de informes para ordenar la practica de tales pruebas?, y b) ¿Cuál es el
lapso que dispone el juez para practicarlas? Respecto a la primera pregunta, pensamos que debe
aplicarse el articulo 10 del Código de procedimiento Civil, y sobre la segunda, el lapso no debe ser
superior al lapso normal de evacuación. Estas dos formas previstas en nuestra ley procesal
recogen la doctrina mayoritaria que ha venido surgiendo en Iberoamérica. En las conclusiones de
las jornadas Iberoamericanas de derecho procesal civil se estipulo que en las reformas que se
realizaran a las leyes procesales se tratara de incorporar la autorización o facultades al juez con
relación a la actividad probatoria, de manera que este dispusiera de facultades para poder
verificar las afirmaciones controvertidas de las partes. Ellas representan una manera que
efectivamente el principio de la veracidad rija en el proceso. En la doctrina nacional se ha dicho
que las partes son dueñas del objeto litigioso, pero no del proceso y la sentencia debe ser la
expresión genuina de la verdad. Agregan, que la actividad probatoria no es patrimonio exclusivo
de las partes, sino que hasta cierto punto, también es obligatoria del juez, porque su función es
administrar justicia mediante la búsqueda de la verdad.
Las facultades estatuidas en los articulo 401 y 514 del Código de procedimiento Civil son facultad-
deber para el para el juez. No debe vérseles como simplemente discrecionales sino que siempre
haya una duda sobre la verdad tiene el juez el deber de activar esas facultades que el juez dispone
y puede activarlas en razón de la búsqueda de la verdad y de una administración de justicia
trasparente. Admitir el criterio de la extraordinariedad es como aislar esta facultad del
desenvolvimiento normal del juez y dejar depender dichas facultades de un hecho "raro" o
"inusual" en el proceso. No, las facultades concedidas al juez en materia probatoria están
encaminadas a la trasparencia de la verdad y de la justicia en la solución de conflictos particulares,
porque hay un interés social de un proceso justo y que el conflicto se solucione sobre la base de la
justicia.
VALORACION DE LA PRUEBA
Ahora bien, para llegar a obtener el juez la convicción de los medios probatorios, debe seguir un
método, es decir debe establecer los mecanismos para la VALORACION DE LA PRUEBA. Existen
pues diversos sistemas de valoración:
1) El de la prueba legal o tarifada, que en su concepción más simple puede decirse que “se
llama legal la prueba cuando su valoración está regulada por ley”. En este sentido autores como
Chiovenda enseña que en dicha prueba el momento probatorio se presenta a la mente del
legislador y no a la del juez. Este sistema se contrapone al de la libre convicción y por supuesto al
de la sana critica.
Como antítesis de la prueba legal, se entiende por prueba racional de la libre convicción, aquella
cuya valoración no está regulada por la ley es dejada a la libre apreciación del juez, en otras
palabas, en la prueba libre el juicio de valoración histórico-crítica de las pruebas, lo realiza el juez y
no el legislador por la vía normativa, de tal modo que la certidumbre no pierde su carácter
subjetivo como ocurre en la prueba legal, en la cual se produce el fenómeno que denomina Furno,
de la objetivación de la realidad. Pero resalta como importante que no tiene el juez la obligación
de señalar o motivar el proceso lógico que lo llevó a tomar la decisión, simplemente se le impone
la obligación de emplear o utilizar el razonamiento lógico sin tener que motivarlo.
3) Las Reglas de la Sana Crítica. Este sistema ha sido desarrollado y propugnado en América,
por el profesor Uruguayo Eduardo J. Cotoure, quien además de los sistemas de valoración ya
estudiados (prueba legal y libre convicción), distingue el de la sana crítica, esto es, “el que remite a
criterios de lógica y de experiencia, por acto voluntario del juez”.
En conclusión para Cotoure, la sana crítica es lógica y experiencia. Apunta el autor que la
corrección lógica no basta para convalidar la sentencia, porque la elaboración del juez puede ser
correcta en sentido lógico formal y sin embargo la sentencia ser errónea, si han sido
erróneamente elegidas las premisas o algunas de ellas. Es experiencia, porque las máximas de
experiencia contribuyen tanto como los principios lógicos a la valoración de la prueba, pues el juez
no es una máquina de razonar, sino, esencialmente un hombre que toma conocimiento del mundo
que lo rodea y le conoce a través de sus procesos sensibles e intelectuales. Estas son pues las
reglas de la sana critica: REGLAS LOGICAS Y MAXIMAS DE EXPERIENCIAS, a las cuales no solo el
juez sino cualquiera se uniforma en la reconstrucción de los hechos.
Par algunos autores como Devis Echandia y Sentis Melendo rechazan categóricamente la distinción
entre libre convicción y sana critica, sino que una y otra están estrechamente vinculadas.
En todo caso, entiendo como esencial a la diferenciación que la doctrina a querido plasmar entre
uno y otro sistema de valoración –libre convicción y sana critica- que en el primer supuesto libre
convicción no se requiere que el juez exprese la motivación este no tiene necesidad de expresar el
proceso lógico y racional que lo condujo a la convicción, sino solo el resultado de aquel proceso
“culpable o inocente”, mientras que en la sana critica el principio exige que el juez motive y
argumente sus decisiones. Así también, podemos decir, que, dado que se aplica exclusivamente en
aquellos casos en los que el legislador ha entregado al juez el poder de valorizar libremente dicho
resultado, se opone, en este sentido, al concepto de prueba legal o tasada, donde es la Ley la que
fija el valor de la prueba.
Es usual confundir el sistema de la libre convicción razonada con el método de la sana crítica en lo
que respecta a la valoración de las pruebas. El primero, como se dijo, es un sistema de valoración
tal y como lo son el sistema legal o tarifado y el sistema de la íntima convicción; mientras tanto
que la sana crítica es un método por medio del cual se deben examinar y comparar las pruebas, a
fin de que a través de las reglas de la lógica se llegue a una conclusión, o sentencia. En la sana
critica el juez resuelve sobre el valor probatorio del medio de prueba, con completa consideración
de todas las circunstancia extraídas mediante el debate, basándose en su experiencia de la vida y
el conocimiento de los hombres de acuerdo con su libre convicción; pero debe indicar en la
sentencia sus fundamentos, para la propia seguridad, y con el fin del examen en la instancia
superior.
Las reglas de la sana crítica no constituyen un sistema probatorio distinto de los que
tradicionalmente se han venido reconociendo. Se trata más bien de un instrumento que el juez
está obligado lógicamente a utilizar para la valoración de las pruebas en las únicas circunstancias
en que se encuentra en condiciones de hacerlo, esto es, cuando la legislación no lo sujeta a un
criterio predeterminado.
El sistema venezolano de valoración de la prueba tal y como se encuentra el código civil y código
de procedimiento civil, es un sistema mixto, en el cual el principio general es la libre apreciación
de la prueba según las reglas de la sana crítica y la excepción la prueba legal, pues la ley deja a
salvo, al establecer el principio general, la existencia de alguna regla legal expresa para valorar el
mérito de la prueba:
Artículo 12 del CPC: Los jueces tendrán por norte de sus actos la verdad, que procuraran conocer
en los límites de su oficio. En sus decisiones el Juez debe atenerse a las normas del derecho a
menos que la Ley lo faculte para decir con arreglo a la equidad. Debe atenerse a lo alegado y
probado en autos, sin poder sacar elementos de convicción fuera de éstos (omissis). El Juez puede
fundar su decisión en los conocimientos de hecho que se encuentren comprendidos en la
experiencia común o máximas de experiencias.
Artículo 507 del CPC: A menos que exista una regla legal expresa (excepción) para valorar el mérito
de la prueba, el juez deberá apreciarla según las reglas de la sana critica (regla general).
Artículo 509 del CPC: Los jueces deben analizar y juzgar todas cuantas pruebas e hayan producido,
aún aquellas que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer algún elemento de convicción,
expresándose siempre cual sea el criterio del juez respecto de ellas (aquí podemos ver claramente
la diferencia entre el sistema de la libre convicción y el de la sana critica).
En el sistema venezolano, la apreciación de la prueba por los jueces de instancia solo puede ser
revisada por la Casación cuando se ha denunciado la infracción de una norma jurídica expresa que
regule la valoración de la prueba, o cuando la parte dispositiva del fallo es consecuencia de una
suposición falsa por parte del juez, que haya atribuido a instrumentos o actas del expediente
menciones que no contiene, o haya dado por demostrado un hecho con pruebas que no aparecen
de autos o cuya inexactitud resulta de actas o instrumentos del expediente mismo (artículo 320
del CPC). En general la Casación ha admitido como normas de valoración de la prueba:
508 apreciaciones de la prueba testimonial, para Arístides Rengel Romberg, refiere esta regla
como un ejemplo típico de máximas de experiencia y reglas de sana crítica convertidas en reglas
legales expresas para la valoración de la prueba testimonial. Sin embargo, por su propia
naturaleza, esta regla participa de la característica de la prueba legal y también de la libre
apreciación. Así las cosas, la infracción de esta regla de valoración de la prueba testimonial se
producirá, no como en el caso de la confesión, cuando el juez no le da a la norma el valor de plena
prueba que le asigna la misma, sigo cuando el juez no aplica las regla de experiencia y de sana
critica que le impone la norma como modo proceder para el juicio crítico que le lleve a la
convicción del valor demostrativo de las declaraciones examinadas.
Igualdad y Oportunidad en La Prueba: El artículo 12 del Código Orgánico Procesal Penal establece
el principio de igualdad el cual es un desarrollo normativo del artículo 49.1 de la Constitución de la
República que establece, que toda persona tiene derecho a ser notificado de los cargos por los
cuales se investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados
para ejercer su defensa.
Interés público de la Prueba: Siendo el fin de la prueba llevar la certeza a la mente del juez para
que pueda fallar conforme a la justicia, hay un interés público indudable y manifiesto en la función
que desempeña en el proceso, como la hay en éste, en la acción y en la jurisdicción, a pesar de que
cada parte persiga con ella su propio interés o beneficio y la defensa de su pretensión o excepción.
Apreciación de la Prueba: El Juez tiene libertad para apreciar el valor o grado de eficacia de las
pruebas producidas. Pero; el sistema no autoriza al Juez a valorar arbitrariamente, sino que por el
contrario, le exige que determine el valor de las pruebas haciendo un análisis razonado de ellas,
siguiendo las reglas de la lógica, de lo que le dicta su experiencia, el buen sentido y el
entendimiento humano. Y como consecuencia de esto, le exige al Juez que funde sus sentencias y
exprese las razones por las cuales concede o no eficacia probatoria a una prueba.
Libertad de Prueba: El principio de prueba libre es aquel según el cual, en el proceso es admisible
todo tipo de prueba, ello implica que todo hecho relacionado con el juzgamiento puede ser objeto
de prueba. El ordenamiento no establece cuales son los medios probatorios admisibles, sino
simplemente exige la legalidad. La libertad de prueba es propia de los ordenamientos acusatorios
ver Código Orgánico Procesal Penal artículo 182.
· En segundo término, el principio de licitud de la prueba exige que la prueba no haya sido
obtenida mediante engaño, coacción, tortura física o psicológica, ni por medios hipnóticos, ni
tampoco por efectos de fármacos, estupefacientes o brebajes enervantes de la voluntad de las
personas.
Eficacia y Pertinencia Jurídica de la Prueba: Si la prueba es necesaria para el proceso debe tener
eficacia jurídica para llevarle al juez el convencimiento o la certeza sobre los hechos que sirven de
presupuesto a las normas aplicables al litigio, a la pretensión voluntaria o la culpabilidad penal
investigada. No se concibe a la institución de la prueba sin esa eficacia jurídica reconocida por la
ley, por lo que el juez debe considerar la prueba como un medio aceptado por el legislador, para
llegar a una conclusión sobre la existencia e inexistencia y las modalidades de los hechos
afirmados o investigados en el proceso.
Imparcialidad del Juez en el control y valoración de la Prueba: La dirección del debate probatorio
por el juez, impone su imparcialidad esto es, el estar siempre orientando por el criterio de
averiguar la verdad, cuando decreta pruebas oficiosamente o a solicitud de parte, como cuando
valora los medios allegados al proceso.
Obtención coactiva de la prueba: La ley otorga al juez la capacidad suficiente para establecer un
régimen coactivo de obtención de la prueba, el cual se materializa con el requerimiento Fiscal y la
autorización judicial que permitirá la obtención coactiva de la prueba mediante: allanamientos,
acceso de archivos físicos y electrónicos, garantizar la comparecencia de testigos, suministro de
libros y documentos, registros, intervención de llamadas entre otros.
Originalidad de La Prueba: Por razones de economía procesal, debe procurarse que los medios de
pruebas aportados al proceso, sean originales y estén libres de vicios intrínsecos y extrínsecos que
los hagan ineficaces y nulos. Significa que la prueba en lo posible debe referirse al hecho a probar.
MEDIOS DE PRUEBAS
Según decisiones de la antigua Corte Suprema de Justicia, hoy tribunal Supremo de Justicia, los
medios de prueba son “las personas, cosas y excepcionalmente también los hechos que a través
de la percepción, representación, inducción o deducción suministran al juez los conocimientos
necesarios para que puedan determinar la verdad o falsedad de un tema de prueba o hecho
litigioso” (p.149), (Pierre Tapia (1980)).
El concepto de medios probatorios contiene dos vertientes. Una que la concibe como la
actividad dl juez o investigador dirigida a obtener certeza sobre determinados hechos o
circunstancias, y la otra los fines como instrumentos que sirvan de vehiculo para llevar esa
convicción al proceso. Ambas acepciones son adoptadas por la doctrina, pero no como
concluyéndose, sino como partes integrantes de lo que se conoce como medios probatorios.
CONFESION
En el sistema procesal venezolano, la confesión constituye uno de los medios de prueba. El Código
Civil la contempla en los artículos 1.400 al 1.405 y el Código de Procedimiento Civil vigente las
coloca encabezando los medios probatorios señalados por la ley, regulada en los artículos del 403
al 419. De esto se infiere que la confesión es un medio de prueba de eminente carácter personal, y
en caso de ser judicial es un acto procesal y medio de prueba.
Artículo 1.401 CCV: «La confesión hecha por la parte o por su apoderado dentro de los límites del
mandato, ante un Juez, aunque éste sea incompetente, hace contra ella plena prueba».
Sobre la naturaleza jurídica de la confesión, se han esgrimido diversas y hasta cierto punto
contradictorias teorías que el estado actual de la doctrina no ha logrado depurar. En tanto unos
explican cómo negocio jurídico de derecho sustancial o declaración de voluntades, otros la
califican de negocio jurídico de derecho procesal, declaración de ciencia, medio de disposición de
derechos privados las que la equiparan para un contrato a un acto de renuncia, aun negocio, a una
fijación de hechos, o simple y modernamente de medio de prueba.
Se dice que la confesión es un contrato o negocio jurídico sustancial: porque no solo exige
capacidad de obrar, sino también capacidad de obligarse; porque se asimila a la transacción y
como tal, tiene los mismos efectos de todo contrato: ambas partes quedan vinculadas a las
consecuencias y el Juez debe atenerse a los hechos que el confesante quiere y que se consideren
como verdaderos. A esta teoría se objeta que la confesión no nace del consentimiento reciproco
de los litigantes; que si requiere la capacidad de obligarse, no es por reconocimiento a la
declaración de voluntades, sino para excluir de la confesión no depende de la voluntad de las
partes, sino que de la voluntad de la ley; que “entre la declaración del confesante y la producción
de los efectos jurídicos a que tiende hay una solución de continuidad representada por la voluntad
del Juez, que es el que con su resolución, acoge aquella declaración y da lugar a la producción de
sus efectos”.
CLASIFICACIÓN DE LA CONFESIÓN.
Los autores o comentaristas del derecho han realizado, conforme a sus concepciones, diversas
clasificaciones de la confesión. Presentaremos las más comunes, la cuales son:
1.1- Espontánea o voluntaria, cuando es hecha por la parte en forma libre, sin coacción de ninguna
especie y por iniciativa del confesante. En el artículo 1.401 del Código Civil tiene implícita la
libertad y la iniciativa del confesante; por su parte el Articulo 361 del Código de Procedimiento
Civil referente a la manera de contestar la demanda estatuye que el demandado deberá expresar
con claridad si la rechaza total o parcialmente, o si conviene en ella o con alguna limitación. Debe
tenerse cuidado con los aspectos que se admiten, pues, pueden admitirse los hechos sin que
necesariamente ocurra confesión. Es decir, es aquella confesión que procede del confesante por
su propia iniciativa, como su única causa.
Por ejemplo: sí recibí el día XX de manos de YYY la suma de dinero ZZZ, pero como pago de
servicios prestados y no como préstamo a interés.
1.2- Provocada, cuando se obtiene mediante interrogatorios hechos por la parte contraria o el
juez. Se produce por petición de la otra parte y bajo juramento, es ésta la antigua prueba de
positiones del derecho intermedio (posiciones juradas) que perdura en la mayoría de los sistemas
procesales latinoamericanos, entre ellos el venezolano.
El artículo 403 del Código de Procedimiento Civil estipula que "Quien sea parte en el juicio estará
obligado a contestar bajo juramento las posiciones que le haga la parte contraria sobre hechos
pertinentes de que tenga conocimiento personal". Los artículos 401 y 514 del C.P.C, autorizan al
juez para interrogar a cualquiera de los litigantes, sobre algún hecho que parezca dudoso u oscuro.
Espontáneas y Provocadas.
2.1- Expresa, cuando la parte declara libremente y específicamente sobre el asunto y no deja pie a
dudas, sea en los supuestos señalados en los artículos 1401 del Código Civil y 361 del Código de
Procedimiento Civil, o en el interrogatorio a que se refieren los artículos 403, 401 y 514 del C.P.C,
lo expresé de esa manera.
La norma rectora con relación a la confesión ficta es el Art. 362 del Código de Procedimiento Civil,
que dice:
"Si el demandado no diere contestación a la demanda dentro de los plazos indicados en este
Código, se le tendrá por confeso en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante,
si nada probare que le favorezca. En este caso, vencido el lapso de promoción de prueba sin que el
demandado hubiese promovido alguna, el Tribunal procederá a sentenciar la causa, sin más
dilación, dentro de los ocho días siguientes al vencimiento de aquel lapso, ateniéndose ala
confesión del demandado. En todo caso, a los fines de la apelación se dejará transcurrir
íntegramente el mencionado lapso de ocho días si la sentencia fuere pronunciada antes de su
vencimiento".
Dicho artículo le confiere ala "Confesión Ficta" el carácter de prueba privilegiada, pues, si se vence
el lapso de promoción y el demandado no promovió ninguna, el tribunal debe proceder a
sentenciar sin más dilación dentro de los ocho días siguientes al vencimiento de aquel lapso.
Repárese que se está suprimiendo los informes y de paso se deja sin efecto lo dispuesto en el
artículo 435 del Código de Procedimiento Civil que dispone que los instrumentos públicos pueden
producirse en todo tiempo hasta los últimos informes, y lo relativo a la absolución de posiciones
conforme lo estatuyen los artículos 405 y 406 ejusdem del C.P.C; esta supresión disminuye el
derecho defensa o el debido proceso estatuido en el Art. 49 de la Constitución Nacional.
Sentenciar sólo ateniéndose a la "confesión del demandando" sin otra prueba que adminiculada a
esa presunción y suprimiendo lapsos probatorios y actos, se hace contrario a lo dispuesto en el
numeral 5 del referido Art. 49. Se podrá argumentar que allí no se está obligando a admitirse
culpable pues tuvo la oportunidad de negar los hechos y contradecir la demanda, cuestión que se
comparte, pero la circunstancia de suprimir derechos como: presentar documentos públicos,
absolver posiciones e informes, es una manera de traer forzada la confesión y hacerla efectiva
como una sanción procesal, lo que desvirtúa la naturaleza misma de la confesión. En toda norma
legal hay un supuesto de hecho y un efecto de derecho que sólo se produce cuando en el proceso
se establecen concretamente los hechos que en forma abstracta ha previsto el supuesto
normativo. De modo que si los hechos probados en el proceso no pueden ser subsumidos en el
supuesto normativo de la norma, la consecuencia jurídica no debe producirse. Esta premisa debe
aplicarse en los casos de confesión ficta, puesto que tal presunción legal es sólo un medio de
prueba de entre los varios permitidos por la ley. La confesión ficta no obliga al juez a fallar a favor
del demandante. Rodrigo Rivera Morales, cree, que debe ser suprimido lo relativo a la sentencia
inmediata o especial y simplemente agregar se le tendrá como confeso en la apreciación para la
decisión final.
Sin embargo, los aspectos que nos interesan deben ser analizados para concretar cómo opera la
confesión ficta. A tal respecto, tomaremos como base el excelente trabajo del Dr. Cabrera Romero
(2000, N° 12, pp.7—50). Conforme al artículo 362, para que se tenga confeso al demandado que
no contestó la demanda es necesario que se den tres requisitos:
Que el demandado no conteste la demanda. En términos absolutos este primer requisito se refiere
a la ausencia de contestación de la demanda, bien porque no compareció dentro del lapso de su
emplazamiento a hacer la contestación ni por sí, ni por medio de apoderados; o porque habiendo
comparecido a la contestación, ésta sea ineficaz, cuestión que puede ocurrir por: ser
extemporánea la contestación, que no se realice a las exigencias de ley (art. 360 C.P.C), que la
contestación sea deficiente porque no contestó el fondo o porque sea insuficiente el poder del
apoderado. Se puede observar que en cualquiera de las hipótesis que se ha planteado no hay
contestación de demanda y por tanto dicha situación afecta su derecho a pruebas, pues, sólo
podrá hacerlo sobre los hechos a que se refiere la pretensión del actor.
Que en el término probatorio nada probare que lo favorece. Este aspecto presenta una serie de
interrogantes, debido a que no existe una precisión del legislador acerca del significado que
contiene el Art. 362 del C.P.C, que dice "si nada probare que le favorezca". El Dr. Cabrera Romero,
afirma que este ha sido uno de los aspectos más discutidos en la doctrina venezolana, a tal efecto,
existen autores que son defensores de la tesis que probar algo que le favorezca le permitía al
demandado una libertad absoluta de probar cualquier hecho.
Que la petición del actor no sea contraria a derecho. El primer problema es definir que significado
tiene la expresión "en cuanto no sea contraria a derecho la petición del demandante". Se puede
mirar, en principio, conforme a las causales de inadmisibilidad que contiene el artículo 341 del
Código de Procedimiento Civil, esto es, que no sea contraria al orden público, a las buenas
costumbres o alguna disposición expresa de la Ley. Pienso que esas causales son parte del alcance
de esa expresión. Puesto que, el demandado no tiene chance para impugnar la admisión de la
demanda que esté afectada de tales causales, sino en el momento de la contestación mediante la
oposición de la cuestión previa prevista en el ordinal 11° del artículo 346 del Código de
Procedimiento Civil, de manera que si no comparece al acto de contestación no podrá oponer las
cuestiones previas, le quedará el camino de probar que la pretensión es contraria a derecho.
Para culminar lo relacionado con la confesión ficta hay que advertir que en aquellos juicios en
donde está interesado el orden público o en aquellos en donde es demandado el Estado (o ente
público que goce de los beneficios del fisco) no son aplicables los efectos del artículo 362 del C.P.C.
en el primero caso, por ejemplo, en los juicios de divorcio y separación de cuerpos, la no asistencia
del demandado al acto de la contestación se entenderá como contradicción de la demanda en
todas su partes conforme al art. 758 del C.P.C; lo mismo acontece con el estado civil de las
personas (Artículo 504 del C.C y 771 del C.P.C). Debe tenerse constitutivos. Por ejemplo, el estado
civil de las personas se constituye por actos o hechos jurídicos: el matrimonio o el nacimiento. Hay
algunos hechos que pueden ser acreditados, distintos a estos constitutivos, como el trato, la fama,
las relaciones sexuales, etc., que sirven de base para una decisión, que perfectamente pueden ser
confesados.
Judicial o Extrajudicial
En el artículo 1.400 del Código Civil así se estatuye. "La confesión es judicial o extrajudicial".
3.1- Judicial, cuando ésta se produce en juicio o ante un juez aun incompetente y de conformidad
a las formas requeridas por la ley (artículo 1.401 C.C).
Podría definirse como: La declaración que hace una parte ante Juez, competente o incompetente,
sobre un acto propio vinculado a una determinada relación jurídica que es desfavorable a su
interés o del conocimiento que tiene de actos ajenos que son opuestos a sus pretensiones o que
son favorables a la contraparte o que reconoce su participación en un hecho tipificado por la ley
como delito.
La Confesión Judicial puede ser Expresa o Libre y Provocada. Ya hemos indicado el significado de
cada una de ellas. No obstante, en la práctica presentan diversas formas que tienen efectos
jurídicos distintos. Analizaremos cada una de ellas, así:
3.1.1- Expresa: como ya hemos indicado es la que hace la parte afirmando el hecho y pretensiones
discutidas con señales claras y sin dejar dudas, aun cuando lo perjudique. Esta se puede dividir en:
3.1.1.1- Simple, se afirma la verdad del hecho y de la pretensión, sin modificación alguna.
3.1.1.2- Cualificada o Calificada, se reconoce la verdad del hecho, pero con ciertas modificaciones
que alteran las condiciones y los efectos jurídicos. Por ejemplo, es cierta la deuda, pero no los
intereses ni el plazo.
3.1.1.3- Compleja, se admite el hecho pero alega ciertos actos modificativos o extintivos. Por
ejemplo, no debo porque pague esa deuda. Ésta se llama también compleja conexa debido a que
hay conexión entre la pretensión y el alegato. Puede ocurrir que se dé lo que se llama Compleja no
Conexa, o sea, se alega un hecho que no tiene conexión con la pretensión, por ejemplo, si debo,
pero alego compensación en virtud de que él me tiene un ganado.
3.2- Extrajudicial, es la hecha fuera del juicio a personas, bien a la parte contraria o a su apoderado
o a un tercero (artículo 1.402 del Código Civil). En este tipo de confesión no interviene un Juez en
ejercicio de sus funciones, sino que es aquella que se hace en una conversación o en cualquier otra
circunstancia, pero que necesariamente tiene que probarse mediante cualquier medio probatorio,
salvo la prueba testimonial que sólo puede usarse cuando es permitido por la ley. Quien la
invoque debe suministrar la prueba de su existencia.
Vale decir que puede ser probada con documentos suscritos por el confesante, cartas o misivas,
grabaciones, etc. Conforme a la norma transcrita la confesión extrajudicial produce el mismo
efecto que la confesión judicial si se hace a la parte misma o a su representante; mientras si se
hace a un tercero su valor es de mero indicio.
En las leyes francesas e 18de Enero y 16-29 de Septiembre de 1791, sobre procedimiento penal se
exhorta a los miembros del jurado a escuchar atentamente y a expresar su creencia u opinión
(veredicto) según su intima convicion, atendiendo libremente su conciencia, formulándose asi el
principio de I´intime conviction. (Miranda, 1997, 108).
Con posterioridad el Code d´ Instruction Criminelle de 1808 (art. 342) permitio la aplicación del
sistema de I´intime conviction por los jueces profesionales o de carrera: extendiéndose dicho
modelo a la mayoría de los sistemas procesales europeos. (Miranda, 1997, 108).
En este sentido negativo a la libertad de valoración o intima convicción equivalía, por tanto, a la
ausencia de reglas legales de pruebas privilegiadas, como por ejemplo, en épocas anteriores lo
había sido la confesión del procesado. En su origen, el principio deba. Sin e libre convencimiento
no consagraba un método de apreciación irracional de la prueba. Sin embargo, con el transcurso
del tiempo se doto a dicho principio de un contenido positivo que lo alejo de dicha equivalencia
inicial, convirtiendo la libre valoración de naturaleza intuitiva, extremadamente subjetivista y
hasta cierto punto irracional y arbitrario. (Miranda, 1997, 109).
Es el sistema de apreciación característico del juicio por jurado, fundamentalmente del sistema
norteamericano o anglosajon, o cualquier otro donde el sentenciador no deba dar cuenta del
porque y en base a que decidio de tal manera. (Delgado, 2004).
Se caracteriza por una ausencia total de un orden normativo sobre la forma de otorgarle valor a
las pruebas y, además, el órgano decisor no tiene el deber dar los fundamentos y razones que lo
motivaron para dictar sentencia. El juzgador o jurado percibe la prueba, forma su particular
criterio sobre el resultado de la misma y decide por su convicción intima, por lo que le dicta su
conciencia.
Asi, el jurado al momento de emitir su veredicto solo expresa su conclusión sobre culpabilidad o
no culpabilidad, dando respuesta afirmativa o negativa para cada uno de los puntos que se
someten a su decisión, sin necesidad de fundar su respuesta. (Delgado, 2004)
POSICIONES JURADAS
Las posiciones juradas son una serie de preguntas que le formula de modo asertivo una parte a la
otra parte para obtener de esta una confesión en el proceso. Por eso se dice que la confesión
judicial que se obtiene a través de la evacuación de este medio de prueba se le llama confesión
judicial provocada, porque se tiene que provocar a la persona del confesante. Se le arranca al
confesante la confesión en virtud de que no se produjo de modo voluntario y se obtiene la
confesión a través de la promoción de este medio de prueba de posiciones juradas.
PROMOVENTE Y ABSOLVENTE
Quien promueve en el proceso este medio de prueba recibe el nombre de formulante, ya que será
quien formule la pregunta, el primer formulante de este medio de prueba será el que la
promueva, y responde este tipo de pregunta se denomina absolvente.
Las partes.
Los apoderados por los hechos realizados en nombre de su mandante, siempre que subsista el
mandato.
Artículo 403 CPC: «Quien sea parte en el juicio estará obligado a contestar bajo juramento las
posiciones que le haga la parte contraria sobre hechos pertinentes de que tenga conocimiento
personal«. Este artículo nos recuerda los elementos de la confesión judicial.
Artículo 404 CPC: «Si la parte fuere una persona jurídica, absolverá las posiciones el representante
de la misma según la ley o el Estatuto Social. Sin embargo, el representante de la persona jurídica
o el apoderado de ésta, mediante diligencia o escrito, pueden designar a otra persona para que
absuelva en su lugar las posiciones, por tener ésta conocimiento directo y personal de los hechos
de la causa, quien se entenderá citada para la prueba y quedará obligada a contestar las
posiciones«.
Artículo 407 CPC: «Además de las partes, pueden ser que llamados a absolver posiciones en juicio:
el apoderado por los hechos realizados en nombre de su mandante, siempre que subsista
mandato en el momento de la promoción de las posiciones y los representantes de los incapaces«.
Sólo las partes litigantes en el proceso pueden solicitar la evacuación de este medio de prueba.
Artículo 406 CPC: «La parte que solicite las posiciones deberá manifestar estar dispuesta a
comparecer al Tribunal a absolverlas recíprocamente a la contraria, sin lo cual aquellas no serán
admitidas. Acordadas las posiciones solicitadas por una de las partes, el Tribunal fijará en el mismo
auto la oportunidad en que la solicitante debe absolverlas a la otra, considerándosele a derecho
para el acto por la petición de la prueba«. Se incorpora la reciprocidad de las posiciones juradas en
acatamiento a los principios de lealtad procesal e igualdad de las partes en el proceso, de manera
que cuando el litigante aspire promover y evacuar la prueba de posiciones juradas de su
adversario deberá manifestar estar dispuesto a comparecer al tribunal a absolverlas a la parte
contraria, dicha manifestación debe darse en su escrito de promoción del medio de prueba, sin
cuyo requisito no podrá ser admitida dicha prueba. La reciprocidad como correspondencia mutua
de una persona con otra es el verdadero propósito de la norma. La reciprocidad de las posiciones
juradas es pues requisito de admisibilidad sine qua non. Admitido el medio de prueba por el
tribunal, en el auto de admisión debe el tribunal indicar la oportunidad para que quien la solicita
acuda al tribunal para absolverlas, entendiéndose a derecho la parte promovente para hacerle la
recíproca a la parte absolvente. La excepción a la regla de la citación única contenida en el Artículo
26 CPC es precisamente en el caso de esta citación que debe hacerse cuando se promueve el
medio de prueba posiciones juradas: «Hecha la citación para la contestación de la demanda las
partes quedan a derecho, y no habrá necesidad de nueva citación para ningún otro acto del juicio,
a menos que resulte lo contrario de alguna disposición especial de la ley».
Artículo 405 CPC: «Las posiciones sólo podrán efectuarse sobre los hechos pertinentes al mérito
de la causa, desde el día de la contestación de la demanda, después de ésta, hasta el momento de
comenzar los informes de las partes para sentencia«. De la norma transcrita puede observarse que
las posiciones juradas pueden promoverse y evacuarse en un período más amplio que el lapso
probatorio del proceso.
Artículo 520 CPC: «En segunda instancia no se admitirán otras pruebas sino la de instrumentos
públicos, la de posiciones y el juramento decisorio…».
Si se puede evacuar una posición jurada después que se contestó la demanda puede inferirse que
el demandante lo está promoviendo como medio de prueba conjuntamente con el libelo de la
demanda, o puede inferirse también que el demandado cuando contestó lo promovió como medio
de prueba, en virtud de lo que prescribe la norma.
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