Resumen de Todos Los Primeros Textos para El Primer Parcial de Psicoanálisis Delgado/mozzi
Resumen de Todos Los Primeros Textos para El Primer Parcial de Psicoanálisis Delgado/mozzi
Resumen de Todos Los Primeros Textos para El Primer Parcial de Psicoanálisis Delgado/mozzi
están provistos de cierto valor afectivo (monto de afecto) del que el yo se libra por
vía de una reacción motriz o por un trabajo psíquico asociativo. Si la persona no
puede o no quiere tramitar el excedente, el recuerdo de esta impresión adquiere la
importancia de un trauma y deviene la causa de síntomas de histeria.
Esta vivencia deja una huella: el estado de deseo. El deseo busca volver a evocar
esa percepción primera pero sólo se encuentra con la huella.
Se presenta una representación inconciliable para el yo, que genera displacer y que
no puede tramitar. La persona “decide” olvidar, no confiando en que su yo pueda
resolver el conflicto. Es en el intento de defenderse de esa representación
inconciliable donde se produce la escisión de conciencia. El fracaso del olvido es lo
que produce lo patológico.
En la histeria no son las vivencias en sí las que poseen un efecto traumático, sino su
recuerdo en la pubertad. Primera escena sexual (que aún no tiene para el sujeto tal
sentido) -> período de latencia/amnesia -> segundo momento en la pubertad que
resignifica el primer acontecimiento y produce un displacer mayor. Estas huellas no
se descubren por el recordar consciente, sino a partir de los síntomas.
La cuestión de la satisfacción:
3 niveles de lectura:
-La resistencia.
-El caso revela, mediante una simbolización, que pueden generarse síntomas
somáticos en la histeria.
-El cuidado del padre y su deseo por su cuñado entraman la trama simbólica.
Proyecto de psicología:
(para neurólogos)
Neuronas pasaderas (percepción): la cantidad va a pasar por las neuronas sin dejar
huella.
Este otro aporta alimento pero también un PLUS (otorga su deseo, libidiniza el
cuerpo del niño, va a dejar una huella en el aparato) -> este encuentro es la
Vivencia de Satisfacción.
Esa huella va a funcionar como polo de atracción cada vez que un estímulo
semejante se vuelva a presentar.
Vivencia de dolor:
Ambos contienen una elevación de la tensión. En el caso del deseo, por sumación;
en el caso del afecto, por desprendimiento repentino.
Del estado de deseo se sigue una atracción hacia el objeto de deseo, de la vivencia
de dolor resulta una repulsión (desinclinación a mantener investida la imagen
mnémica hostil). Son estas la atracción de deseo primaria y la defensa primaria.
Hipótesis auxiliar (para hablar de defensa): el monto de afecto es una cantidad que
es susceptible de aumento, disminución, desplazamiento y descarga y se difunde
por las huellas mnémicas de las representaciones.
Fórmula canónica:
La operación de la defensa I:
La operación de la defensa V:
Manuscrito K:
Neurosis obsesiva:
Paranoia:
Histeria:
Teoría de la investidura:
Es habitual que una asociación pase por eslabones intermedios inconscientes hasta
llegar a uno consciente e ingrese a la conciencia el eslabón que despierta un interés
particular. Acá lo notable es que no ingrese en la conciencia el eslabón que
despierta interés (atentado), sino otro, como símbolo (vestidos).
Deseo=motor y motivo del sueño y realización (alucinatoria) del deseo a través del
entramado. Deseo inconsciente.
Elementos formadores del sueño: resto diurno y deseo inconsciente como motor
del sueño.
Los recuerdos de la infancia no nos muestran cómo fueron nuestros primeros años
de vida, sino cómo han aparecido en tiempos posteriores. En estos tiempos
posteriores, los recuerdos de la infancia no afloran, sino que son formados, y hay
motivos que han influido sobre esa formación así como sobre la selección de
recuerdos.
Cuando una madre alimenta a su bebé no hay sólo satisfacción de una necesidad,
también hay un plus, ese plus deja una huella que será la primera experiencia de
satisfacción, y esa huella orientará el deseo de la vida.
Freud identifica en los sueños una realización de deseo que no es un cumplimiento
ni una satisfacción. La realización del deseo sólo es realización a través de
representantes psíquicos. El deseo sólo se realiza alucinatoriamente.
Todo lo que aparezca como nimio adquiere valor relevante por el falso enlace,
efecto del desplazamiento.
Son los pensamientos alejados del núcleo del sueño los que establecen una relación
forzada y rebuscada entre contenido y pensamientos oníricos.
El olvido de los sueños: lo que recordamos del sueño está recortado por nuestra
memoria. Desfiguramos el sueño al intentar reproducirlo, pero tal desfiguración es
un fragmento de la elaboración de pensamientos oníricos a consecuencia de la
censura del sueño.
El resto diurno es un resto indiferente de la vigilia, que por ser reciente no ha sido
incorporado a la trama psíquica. Perturba, y como no es tramitado se vuelve
traumático. Resto de la experiencia de dolor.
Alusión: un elemento onírico refiere a otro elemento. Cada elemento tiene valor
respecto a otro elemento.
La desfiguración se vuelve mayor cuanto peores sean los deseos que han de
censurarse.
Los sueños son eliminaciones de estímulos psíquicos perturbadores del dormir, por
vía de la satisfacción alucinada. El sueño es una satisfacción alucinada. Es un
intento de cumplimiento de deseo (realización de deseo).
La censura opera contra lo inconciliable para el yo. Se desfigura para que sea
soportable, pero igualmente pasa algo latente.
Los nombres sustitutos remiten a tanto lo que se quería recordar como lo que se
quería olvidar.
Para que algo sea una formación del inconciente, tiene que tener las leyes del
inconciente (desplazamiento y condensación).
Que haya condensación no siempre significa que tiene que haber una palabra
neoformada, a veces no hay y sí produce una condensación. Depende más de las
palabras que de la ilación de pensamientos.
Todas las técnicas del chiste están gobernadas por la tendencia al ahorro. Hay algo
del ahorro que produce satisfacción y que es universal en el chiste. Es
indispensable para que haya un chiste.
Tanto para establecer como para conservar una inhibición psíquica se precisa un
gasto psíquico. Si en el chiste tendencioso se obtiene placer, esa ganancia de placer
se corresponde a un gasto psíquico ahorrado.
Por ejemplo, en chistes de doble sentido, el placer que provoca es mayor cuanto
más ajenos sean entre sí los círculos de representaciones conectados por una
misma palabra.
La satisfacción de los chistes tendenciosos son de otro orden que tienen que ver
con otra cara más pulsional.
Chistes tendenciosos: propósito hostil, sexual, y que corren el peligro de
encontrarse con gente que no quiere escucharlos. El placer se consuma cuando un
propósito alcanza una satisfacción que por algún obstáculo es interceptada ->
obstáculo interno (más satisfacción que los otros) (inhibición o resistencia interna) o
externo.
Carta 52: neuronas -> signos de percepción -> inconciente -> preconciente ->
conciencia
Este aparato va a dar cuenta de una distribución y un orden simbólico que permite
entender cómo está compuesta la historia del sujeto.
No está el acontecimiento pero quedan los restos y sobre estos restos se ordenan
las distintas capas psíquicas.
Pensamiento onírico: “veo un fulgor que viene de la cámara en que yace el muerto.
¡Quizá se ha caído una vela, y el niño se abrasa!”. Dentro de la forma en que se
manifiesta este sueño hay 2 caracteres casi independientes entre sí: la figuración
como situación presente, y la trasposición del pensamiento a imágenes visuales y
dichos.
Peculiaridad exclusiva del sueño que lo diferencia del sueño diurno: el contenido de
representaciones no se piensa, sino que se muda en imágenes sensibles y se cree
vivenciar.
Los sueños son los síntomas de las personas normales sin padecimiento
sintomático. También en los normales también está la división conciente-
inconciente. Esto revela que no hay una unidad unívoca en el psiquismo.
Que el sueño sea una formación del inconciente quiere decir que es una vía para
conocer el inconciente.
A raíz de los procesos psíquicos, los sistemas son recorridos por la excitación por la
dirección progrediente.
Está denegada la traducción directa. Las huellas mnémicas se conectan por nexos
causales.
Modos en que el sueño se comporta cuando se les ofrece un material que es todo
lo contrario de un cumplimiento de deseo (consideraciones dolorosas, penosas
intelecciones): 1) el trabajo del sueño consigue sustituir todas las representaciones
penosas por sus contrarias y sofocar los afectos displacenteros, esto da por
resultado un sueño de satisfacción puro, un “cumplimiento de deseo”; 2) las
representaciones penosas, modificadas pero reconocibles, alcanzan el contenido
manifiesto del sueño.
Los sueños de displacer pueden ser también sueños punitorios. Lo que se cumple
es un deseo inconsciente, el de un castigo del soñante a causa de un deseo
reprimido. El formador del sueño no es el deseo inconsciente reprimido, sino el
deseo punitorio que reacciona contra aquel.
Elementos para formar un sueño: resto diurno (algo reciente e indiferente que aún
no entró en el sistema de huellas mnémicas y por eso es perturbador) y el deseo
inconsciente indestructible (porque es efecto de la primera experiencia de
satisfacción) sexual e infantil.
Al polo perceptivo llegan las impresiones de la vigilia que luego se inscriben como
huellas mnémicas.
2 caras del resto diurno: una está en el polo perceptivo, todavía no es huella
mnémica, una representación inconsciente; es un hecho nimio e indiferente. La otra
está en el preconciente porque sirve al desplazamiento, sirve para que pueda
expresarse el deseo sexual infantil indestructible gracias a estar suficientemente
desfigurado.
Objeto percibido y signo percibido no son idénticos. Hay una retranscripción del
signo perceptivo al inconciente, conformando el proceso primario, sede de la
representación-cosa. Y hay una retranscripción del signo perceptivo al
preconciente, conformando el proceso secundario, sede de la representación-
palabra.
No interpretamos los sueños, sino el relato de los sueños. El sueño como tal está
perdido, es irrecuperable.
Es en el ombligo del sueño de donde todo surge. Tiene que ver con el lugar que
ocupa la primera experiencia de satisfacción como perdida.
Lo hipernítido refiere a la intensidad sensible que hay en el centro del sueño (ej.
flores amarillas y el olor al pan)
Olvidar requiere una actividad para dejar fuera de la conciencia lo que entra en
conflicto con los intereses del yo. Eso va a ser obra de la resistencia.
Los restos diurnos quedan ligados al polo perceptual. Son restos que pugnan por
ser tramitados (aunque hayan parecido nimios) o el proceso de pensamiento quedó
interrumpido y la conciencia lo descartó.
“Padre, ¿no ves que me abraso?” -> el deseo en este sueño es que el niño está vivo
(diciéndole un reproche)
2 grupos de sueños: 1) hay uno que se presenta de manera franca; uno reconoce
que en ese sueño algo del deseo se cumple, 2) hay otros que son irreconocibles,
que aparecen disfrazados por la censura onírica. El anhelo es preconciente y se
cumple, el deseo es inconsciente y se realiza.
Freud en este tiempo va a ubicar que todo sueño es realización de deseo (se
sostiene hasta 1920).
Los sueños están al servicio de la realización de deseo, pero este sueño anticipa
que los sueños pueden no ser una realización de deseo, que puede fracasar la
función del sueño (que es ser el guardián del dormir), la condensación, el
desplazamiento, la puesta en imágenes y entonces producir el despertar.
Lo que despierta al sujeto no es la vela caída, sino la voz de reproche del hijo. Se
despertó para evitar la frase de reproche del hijo.
El sueño no es un juego un juego de palabras sino un jugueteo de palabras. El juego
de palabras tiene una utilidad: se hace para obtener algo. El jugueteo de palabras
no tiene utilidad, es jugar con las palabras porque en ese jugar se adquiere
satisfacción.
Un deseo inconsciente pudo haber sido alterado y busca transferirse a los restos
psíquicos no investidos por el preconciente.
Deseo: es una corriente dentro del aparato que arranca del displacer y apunta al
placer. El decurso de la excitación es regulado por las percepciones de placer y
displacer.
El proceso secundario, que envía investiduras y vuelve a recogerlas, por una parte
necesita disponer libremente de todo el material mnémico, y por otra parte, sería
un gasto inútil si enviara por cada una de las vías de pensamiento grandes
cantidades de investidura que se dispersarían sin finalidad, reduciendo la cantidad
necesaria para la transformación del mundo exterior. Le es dado conservar en
estado quiescente (quieto) la mayoría de las investiduras energéticas y emplear en
el desplazamiento una pequeña parte.
La actividad del proceso primario está dirigida al libre desagote de las cantidades
de excitación y el proceso secundario produce, por las investiduras que de él
parten, una inhibición de este desagote.
Con condiciones exteriores pueden tomar como objeto sexual a alguien del mismo
sexo y sentir satisfacción en el acto sexual: invertidos ocasionales.
Algunos toman la inversión como algo natural, otros se irritan y la sienten como
una compulsión patológica.
1) Impresión sexual que les afectó en una época temprana y cuya secuela fue la
inclinación homosexual.
Las pulsiones parciales no son algo primario porque admiten una posterior
descomposición.
Lo que distingue a las pulsiones es su relación con sus fuentes somáticas y con sus
metas.
Como casi todas las pulsiones perversas infantiles eran fuerzas formadoras de
síntomas en la neurosis, pero estaban reprimidas, Freud caracterizó la neurosis
como el negativo de la perversión.
Pertenece a la etiología de las neurosis todo lo que puede dañar los procesos de la
función sexual.
3) objeto de amor
Estos tres van a ser resignificados a partir de 4) la teoría de castración y del falo
Perversión: no hay un único modo de satisfacción.
Lo oral, anal, el placer de ver y la crueldad van a aparecer en la vida adulta como
fijaciones de la prehistoria del sujeto.
En la fase sádico-anal, las heces son el objeto. Es una pulsión que permite articular
el binomio activo-pasivo. La pulsión siempre es activa en la búsqueda de
satisfacción, la meta puede ser activa o pasiva. La satisfacción del tracto anal, a
partir de la expulsión y retención de las heces, hay una voluptuosidad+dolor. Es
decir, satisfacción y dolor, un placer particular. Las heces permiten que en la
infancia después tomen otros significados. A diferencia del objeto de la fase oral,
las heces son un objeto que se puede dar a otro.
Freud va a ubicar una disposición perversa polimorfa innata que el ser humano trae
como aptitud, no como defecto. Perversa respecto del ideal de la meta y el objeto
de esa época, y polimorfa porque toma las distintas formas de la satisfacción de la
pulsión parcial. Hay algo en esta satisfacción que opera como borde, esos bordes
van a ser los diques anímicos (vergüenza, asco, moral).
Hay pulsiones que pueden envolver a otras personas en calidad de objeto (de la
pulsión parcial). Se manifiestan en la vida adulta pero que tienen en el fondo ese
nudo con el objeto parcial.
No hay signo de realidad en el inconciente, por lo que vale como verdad cualquier
ficción investida de afecto.
En el texto “mis tesis” Freud sitúa lo que antes pensaba (su inicial ordenamiento) y
lo que piensa a partir de la construcción del concepto de pulsión y de la caída de su
teoría del trauma.
En la teoría anterior la eficacia patógena tenía que resultar porque algo era
intolerable para el yo y había un esfuerzo defensivo (arrojado al grupo psíquico
separado) que desplegaba eficacia y regresaba a la conciencia como síntoma.
Última tesis: estatuto del síntoma: los síntomas figuran la práctica sexual de los
enfermos.
El arquetipo de las creaciones de la fantasía son los sueños diurnos. Estas fantasías
son cumplimientos de deseo que tienen como raíz la privación y la añoranza.
Esquema:
Trauma
Fantasía
Síntoma
Algo tiene que hacer la persona para que el deseo prohibido, sexual y erótico, no lo
viva como mortificante. Choque entre fuerzas: representantes represores (yo) y las
pulsiones sexuales.
Las fantasías inconscientes son la práctica sexual de todo neurótico. Práctica sexual
quiere decir que el sujeto está todo el tiempo preocupado por eso, no tiene nada
que ver con la genitalidad.
Donde el niño juega (no tiene ningún problema con que lo observes), el adulto
fantasea.
La pulsión siempre va a ser una pulsión parcial, va a recorrer una zona erógena a
través de un objeto (se va a satisfacer) y ese objeto es parcial. Por ej. lo oral, lo anal.
En el caso del muchacho de la ceguera: la visión. Se trata de objetos parciales que
todavía no están unificados.
Para que un síntoma sea un síntoma tiene que repetirse y que producir malestar.
Ej. de soldadura: masturbación. Se satisface una parte del cuerpo. Al principio surge
sin ninguna conexión con un fantaseo, recién posteriormente se soldarán el acto
masturbatorio y el fantaseo. La fantasía ocupa un lugar de representación.
Narcisismo: fase temprana del desarrollo del yo en el cual las pulsiones sexuales se
satisfacen de manera autoerótica.
Meta activa: amar. Meta pasiva: ser amado (más próximo al narcisismo)