Trabajo Aplicativo Individual Enfoque de Genero

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" AÑO 

DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA NACIONAL"

ESCUELA DE OFICIALES PNP H.N MARIANO SANTOS MATEO 


CADETE: C3 MARTINEZ RIOS MIGUEL ANGEL

SECCION: “C”

NUMERO DE ORDEN: 27

CURSO: ENFOQUE DE GENERO

ASUNTO: ENFOQUE DE GENERO EN LA ACTUACION POLICAL FEMINICIDIO

CATEDRATICO: May ® CARMEN EDITH APONTE MARIÑO

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LIMA – PERU

2022

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DEFINICIONES
Género
El género es lo que significa ser hombre o mujer, es decir, cómo se construye la
identidad femenina o masculina, no hemos nacido sabiendo lo que se espera de
nuestro sexo, lo hemos aprendido en nuestra familia y en nuestra comunidad. Por
tanto, esos significados variarán de acuerdo con la cultura, la comunidad, la familia y
las relaciones que establezcan, y con cada generación en el curso del tiempo. En
síntesis, podemos afirmar que todo lo que aprendemos y nos identifica como mujeres
o como hombres es lo que llamamos género (Ramos, 2005, pp.18-19). De este modo,
mientras el sexo es fisiológico, el género es una construcción social, que tiene
relación directa con los roles que son socialmente impuestos al varón y a la mujer, a lo
largo de todas sus vidas, con el objeto de hacer aparecer a las personas de uno y otro
sexo como seres diametralmente opuestos, cuando en realidad no lo son.

Violencia de Género
La Organización de las Naciones Unidas define la violencia contra la mujer como
“todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda
tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer,
así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”.
Así tenemos que la violencia de género se materializa cuando se infiere contra la
mujer, actos de agresión física, sexual y emocional que se desarrollan en un contexto
de desequilibrio de poder basado en la manera como se construyen los géneros en
nuestra sociedad. Al respecto, Simone de Beauvoir (1999, p.17) afirmaba que “no se
nace mujer, se llega a serlo”, señalando con esto que las características de las
mujeres no son innatas, sino producto de un proceso de socialización orientados por
concepciones sociales determinados”
2.3. Enfoque de Género
El enfoque de género es un marco de análisis que permite hacer evidente la
desigualdad entre varones y mujeres que muchas veces no es percibido por el resto
de las personas, especialmente los varones. Este enfoque permite evaluar cómo
afectan los factores económicos, culturales, políticos, sociales etc., a los hombres y
mujeres desde las diferencias existentes en la sociedad; además, permite examinar
las diferencias existentes entre hombres y mujeres en el acceso a la educación, al
trabajo, al poder y a la justicia. El enfoque de género tiene como objetivo empoderar el
derecho de igualdad entre hombres y mujeres, reconociendo nuestras diferencias
fisiológicas, desde ese punto de partida avizorar un cambio de concepción en la
igualdad de género. Este enfoque, afirma que la violencia contra la mujer es, “una
manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y
mujeres” (Manuela Ramos, 1996, p.25).
3. Normativa supranacional y nacional
Desde el punto de vista normativo, se puede sostener que la erradicación de la
violencia hacia la mujer se encuentra en proceso, el Perú ha asumido como avances a
esta problemática los lineamientos de la Convención sobre todas las formas de
discriminación contra la mujer (CEDAW). Entre sus lineamientos se contempla la
“Prevención, sanción y erradicación de la violencia contra la mujer” y la
“Institucionalización y transversalización la perspectiva de equidad de género,
igualdad de oportunidades entre mujeres y varones, en las políticas públicas, planes
nacionales y prácticas del Estado”; estos han sido recogidos en la Ley de Igualdad de
Oportunidades entre mujeres y hombres (Ley Nº 28983). Asimismo, se ha aprobado:

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 El Plan Nacional de Igualdad de Género, cuyos objetivos estratégicos
comprometen a todas las entidades del Estado a implementar, ejecutar y
monitorear acciones, que conlleven a la erradicación de este problema; y
 El Plan Nacional contra la Violencia Hacía la Mujer 2009-2015 que cuentan
con lineamientos específicos para el mencionado objetivo. Ley N° 30364,
Ley de Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la Mujer e
Integrantes del Grupo Familiar Con fecha 24 de noviembre de 2015, se
publicó en el Diario Oficial El Peruano, la Ley N° 30364, Ley para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del
Grupo Familiar, la misma que recoge principios jurídicos reconocidos tanto
a nivel constitucional como supranacional, tales como el principio de
igualdad y no discriminación, interés superior del niño, debida diligencia,
intervención Inmediata, sencillez, oralidad, razonabilidad y
proporcionalidad.
Una innovación importante en la ley en mención es el abordaje por primera vez de los
enfoques de género, integralidad, interculturalidad, derechos humanos,
interseccionalidad y generacional, avizorando nuevos cambios paradigmáticos en el
tratamiento de la violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar, por
considerarse desde el impacto diferencial grupos vulnerables. Asimismo, la Ley N°
30364, en su artículo 2, reconoce la jurisdicción especial, cuya competencia debe ser
ejercida por las comunidades campesinas, nativas y rondas campesinas, a fin de
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y los integrantes del grupo
familiar, desde su competencia material y territorial, conforme a lo establecido en el
artículo 149 de la Constitución Política del Perú y el artículo 8 del Convenio 169 de la
OIT. Como se puede apreciar, la nueva Ley ha previsto un proceso de tutela y un
proceso penal frente a la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar, señalándose en el área tutelar un proceso especial de corto plazo, el mismo
que se rige por normas previstas en la Ley N° 30364 y de manera supletoria por el
Código Procesal Penal - Decreto Legislativo N° 957 y la Ley N° 27337 - Código de los
Niños y de los Adolescentes. El proceso especial, pretende ser un proceso rápido,
oportuno y eficaz. Se ha establecido, por un lado, un proceso de tutela, el cual busca
principalmente la protección de la víctima y del grupo familiar afectado, en un plazo de
72 horas. El juez de familia competente analizará la denuncia formulada y los medios
probatorios que se ofrecen, estableciendo los elementos de afectación o riesgo,
emitiendo las medidas de protección adecuadas así como las medidas cautelares que
considere pertinentes para el caso en concreto, ello conforme al artículo 14 de la Ley;
por otro lado, el juez de familia deberá derivar los actuados a la fiscalía penal, a fin
que proceda conforme al inciso 1 del artículo 334 del Código Procesal Penal,
debiendo dirigir, investigar, calificar y denunciar ante el órgano jurisdiccional el delito
investigado. En este proceso, es importante resaltar la emisión de medidas de
protección y medidas cautelares, siendo competente para ello el juzgado de familia,
quien deberá convocar a audiencia especial a fin de evaluar el caso en concreto, en el
plazo de setenta y dos horas (72), debiéndose tomar en cuenta las características
geográficas en zonas rurales que dificulten la asistencia de la víctima a la diligencia
programada por el juez de familia. El artículo 36 de la Ley prevé los casos de riesgo
severo, los mismos que se determinan de la ficha de valoración de riesgo que es
recogida por la policía, fiscal o juez que conozca de la denuncia primigenia, debiendo
evaluarse la situación real de la víctima; este instrumento y otros que puedan ilustrar a
la autoridad competente para medir el riesgo en que se encuentra viviendo una
víctima de violencia, el juez debe emitirlas de manera inmediata; siendo necesario
contar con recurso humano especializado, instrumentos y mecanismos de protección

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y atención a favor de las víctimas, como procedimientos de intervención, sanción y
reeducación de victimarios, de no contar con ello, las medidas a dictarse no serán
eficaces y caerán en saco roto, pudiendo colocar en situación de mayor riesgo a una
víctima al no contar con albergues y medios que le permitan salir de la situación de
riesgo en que se encuentra. En el inciso 5 del referido artículo, se deja a salvo, la
posibilidad de fijar como medidas de protección, las señaladas en el artículo 248 del
Código Procesal Penal.

El artículo 55 del Reglamento establece que en caso de sentencia condenatoria las


medidas de protección dictadas a favor de la víctima e integrantes del grupo familiar,
comprenderán reglas de conducta para el procesado cuando se traten de obligaciones
de hacer y no hacer, reglas que se regirán conforme lo señalan los artículos 59 y 64
del Código Penal.17 En cuanto a la vigencia de las medidas del artículo 40 del
Reglamento, señala que surtirán efecto hasta la sentencia penal, cuando esta sea
consentida y ejecutoriada.

DELITO DE FEMINICIDIO DESDE EL ENFOQUE DE GÉNERO

La violencia contra la mujer, se explica y enmarca dentro de la construcción socio-


cultural de dominación y subordinación de las mujeres, denominado patriarcado. Este
sistema está sustentado en preceptos androcéntricos - mirada masculina del universo
- que legitiman prácticas de violencia contra la mujer, basadas en los roles atribuidos
como “naturales” o “biológicos” de unos y otros, y en el discurso de superioridad
masculina que busca, a su vez, controlarlos y mantenerlos dentro del modelo que el
patriarcado ha querido imponerles: el de mujer sumisa, madre, hija o esposa, salir de
este rol tradicional puede traer consecuencias nefastas para las mujeres como es el
delito de feminicidio.
El delito de feminicidio o la muerte de mujeres a manos de sus parejas o ex
parejas sentimentales es la máxima expresión de la violencia contra la mujer;
basándose en razones de género; los mismos que son elementos utilizados a
la hora de desarrollar una conducta construida sobre las referencias culturales
basadas en la identidad masculina y femenina (Lorente, 1998).
Los feminicidios no deben ser vistos como casos aislados o esporádicos de
violencia machista. En primer lugar, la experiencia advierte que el feminicidio,
especialmente aquel que toma lugar en el ámbito privado, es con frecuencia la
culminación de una cadena de violencia que por su naturaleza tiene elementos
distintivos. En segundo lugar, la muerte por razones de género, ya sea en el
ámbito público o privado, es una de las manifestaciones de violencia contra la
mujer en la que se observa la interrelación entre las normas culturales y el uso
de la violencia en la subordinación de la mujer (Lorente, 1998).
Siendo recomendable en las investigaciones policiales y del Ministerio Público
por presuntos feminicidios la inclusión de la perspectiva de género. De esta
forma, se permite alcanzar dos objetivos:
Analizar las conexiones que existen entre la violencia contra la mujer y la
violación de otros derechos humanos incluyendo la vulneración de los
principios de igualdad de género y de no discriminación. La meta es identificar
en la ejecución de esta conducta punible los elementos de dolo específico
basados en razones de género como la misoginia, el odio o el desprecio por la
condición de mujer de la víctima.

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Plantear posibles hipótesis del caso, basadas en los hallazgos preliminares,
que identifiquen la discriminación, el odio por la condición de la mujer, o a las
“razones de género” como los posibles móviles que explican dichas muertes.
Como tal, la identificación de dichas motivaciones constituye uno de los
objetivos estratégicos de la investigación. Implica investigar las diferentes
manifestaciones de la violencia contra la mujer que antecedieron el hecho, se
manifestaron durante el crimen o continuaron después de la muerte de la
víctima.

CONCEPTO DE FEMINICIDIO

En 1992, con la publicación de Femicide: “The politics of women killing”, propuesto por
Jill Radford se sostiene sobre el concepto de femicidio al referido como “al asesinato
de las mujeres a manos de los hombres, por el solo hecho de ser mujeres”.
Ana Carcedo y Monserrat Sagot también han trabajado sobre el concepto de
feminicidio, señalando que es, “la forma más extrema de violencia de género,
entendida ésta como la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres en su
deseo de obtener poder, dominación o control. Incluye los asesinatos producidos por
la violencia intrafamiliar y la violencia sexual”. En este sentido, autoras como las ya
citadas, u otras como Ana Leticia Aguilar (2005), han coincidido en señalar que la
construcción de los términos femicidio o feminicidio responde, a su vez, a la
necesidad de diferenciar estos crímenes del concepto de homicidio, el cual
corresponde a los asesinatos que se cometen contra cualquier persona. Es decir,
mientras se considera que el homicidio es un término neutral, el femicidio o el
feminicidio logra evidenciar las características que subyacen a estos crímenes, donde
las mujeres que, de alguna manera, cuestionan las relaciones de poder que las
mantienen subordinadas a la dominación masculina, terminan siendo asesinadas. El
Instituto Interamericano de Derechos Humanos ha definido este delito como: “forma
más extrema de violencia de género, entendida ésta como la violencia ejercida por los
hombres contra las mujeres en su deseo de obtener poder, dominación o control.
Incluye los asesinatos producidos por la violencia intrafamiliar y la violencia sexual”.
En el Perú, los estudios realizados desde la sociedad civil y los proyectos de ley
presentados en el Congreso de la República sobre esta materia, así como los
registros oficiales creados, tanto por el MIMP como por el Observatorio de
Criminalidad del Ministerio Público, utilizan el término feminicidio para describir las
características de esta problemática en el país.

CLASIFICACIÓN DEL FEMINICIDIO

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que las conductas que


conlleven a un delito de feminicidio pueden ser calificadas como formas agravadas del
delito de homicidio, siendo importante diferenciar el contexto donde se ejecuta las
mismas en contra de mujeres víctimas de este flagelo. El feminicidio es un término
que intenta inscribirse en el discurso criminalístico para evidenciar acciones humanas
cuyos móviles responden a una racionalidad colectiva que discrimina y valora a la
mujer como objeto de “uso” y “abuso”; y no como sujeto semejante y digno de ejercer
sus derechos. Los tipos penales sobre feminicidios podrían inscribirse en los
siguientes tipos:
a. El feminicidio íntimo
Se presenta en aquellos casos en los que la víctima tenía (o había tenido) una
relación de pareja con el homicida, que no se limita a las relaciones en las que existía

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un vínculo matrimonial, sino que se extiende a los convivientes, novios, enamorados y
parejas sentimentales. En el feminicidio íntimo también se incluyen los casos de
muerte de mujeres a manos de un miembro de la familia, como el padre, el padrastro,
el hermano etc. El feminicidio en el Perú se caracteriza por presentar un antecedente
de violencia familiar o violencia contra la mujer, muchas de ellas denunciaron y otras
no. Así mismo, La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha
señalado que el Feminicidio es el homicidio de mujeres por razones de género.
(Villanueva, 2010, p. 3).
b. El feminicidio no íntimo
Ocurre cuando el homicida no tenía una relación de pareja o familiar con la víctima.
En esta categoría se incluye la muerte perpetrada por un cliente (tratándose de las
trabajadoras sexuales), por amigos o vecinos, trata de personas.
c. El feminicidio por conexión
Se da en aquellos casos en los que las mujeres fueron muertas en la “línea de fuego”
de un hombre que pretendía matar o herir a otra mujer. Por lo general, se trata de
mujeres parientes (por ejemplo, hija, madre o hermana) que intentaron intervenir para
evitar el homicidio o la agresión, o que simplemente se encontraban en el lugar de los
hechos.

APLICACIÓN DEL ENFOQUE DE GÉNERO EN LA FUNCIÓN POLICIAL

Como se ha señalado, el rol que la Policía cumple es especialmente importante en s


especialmente importante en relación con los derechos fundamentales. Esto, debido a
que la Policía cumple con un deber de garante, en virtud del cual tiene la obligación
jurídica concreta de obrar según lo establecido en obrar según lo establecido en la
Constitución Política evitando que se produzcan violaciones a los derechos y
libertades.

En este sentido, la Policía debe ejercer sus funciones con estricta observancia de los
principios de igualdad y de no discriminación, que deben ser herramientas
fundamentales de su cotidiano.

El delito de feminicidio en el Código Penal peruano


El delito de feminicidio está tipificado en el Código Penal Peruano en el artículo 108-B
habiendo sido modificado a la fecha por el artículo 1º de la Ley Nº 30819,
estableciendo que “el que mata a una mujer por su condición de tal, tendrá una pena
no menor a 20 años, cuando se produce en un contexto de violencia familiar;
coacción; hostigamiento o acoso sexual; abuso de poder, confianza o de cualquier
otra posición o relación que le confiera autoridad al agente; y, cualquier forma de
discriminación contra la mujer, independientemente de que exista o haya existido una
relación conyugal o de convivencia con el agente”. Asimismo, conforme a la redacción
actual del citado artículo, permite que la tipificación regule otros tipos de violencia
extrema en donde no existió una relación determinada con el agente, sino otras
razones de género y discriminación contra la mujer, sin que necesariamente haya de
por medio una relación conyugal o convivencial con el agresor; prescribiendo que “la
pena privativa de libertad será no menor de 30 años, cuando concurran como
circunstancias agravantes si la víctima se encontraba en estado de gestación, se
encontraba bajo cuidado o responsabilidad del agente; si fue sometida previamente a
violación sexual o actos de mutilación; si tiene cualquier tipo de discapacidad; si fue
sometida para fines de trata de personas o cualquier tipo de explotación humana; si
hubiera concurrido cualquiera de las circunstancias agravantes establecidas en el

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Artículo 108; si en el momento de cometerse el delito, estuviera presente cualquier
niña, niño o adolescente; y, Si el agente actúa en estado de ebriedad, con presencia
de alcohol en la sangre en proporción mayor de 0.25 gramos litro, o bajo efecto de
drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sintéticas”. Precisándose
que la pena será de cadena perpetua cuando concurran dos o más circunstancias
agravantes.
Adicionalmente precisa que en todas las circunstancias previstas en el citado artículo,
se impondrá la pena de inhabilitación conforme a los numerales 5 (Incapacidad para
el ejercicio de la patria potestad, tutela o curatela) y 11 (prohibición de aproximarse o
comunicarse con la víctima, sus familiares u otras personas que determine el juez) del
artículo 36 del Código Penal; así como la suspensión18 o perdida19 de la patria
potestad conforme a los Artículos 75 y 77 del Código de los Niños y Adolescentes,
según corresponda.
Interseccionalidad de la discriminación en el análisis de los feminicidios Las mujeres
no son un grupo de población homogéneo. No son afectadas de la misma manera por
las múltiples violencias y las injusticias sociales producidas por las estructuras
patriarcales. Al analizar la violencia contra la mujer, y en particular los hechos que
preceden o siguen al feminicidio, es necesario tener en cuenta que las violencias que
afectan a las mujeres están determinadas, además de su condición sexual y de
género, por las diferencias económicas, culturales, etarias, raciales, idiomáticas, de
cosmogonía/religión y de fenotipo, etc., que estas experimentan a lo largo de su vida.
El análisis interseccional resulta imprescindible para realizar el estudio de las formas
de violencia que pudieron haber afectado a la víctima de un feminicidio, antes, durante
o después del hecho delictivo.

MANUAL DE IMPLEMENTACIÓN DEL PROTOCOLO DE ACTUACIÓN


POLICIAL EN MATERIAL DE GÉNERO
Considerando para las víctimas lo siguiente:

 Que existe una profesionalización policial de quienes intervienen en la atención


de la violencia de género.
 Que la violencia no es inherente a las relaciones personales y que atenta
contra los derechos humanos.
 Que los usos y costumbres no están por encima del derecho de las mujeres a
un medio ambiente libre de violencia.
 Que la policía está para resguardar su seguridad e integridad.
 Que, en casos de violencia de género, la prioridad es la seguridad de la
persona. Considerando para los agresores lo siguiente:
 Que los eventos de violencia no son casuales, aislados ni circunstanciales.
 Que las instancias policiales no establecen alianzas ni complicidad con el
agresor.
 Que la violencia no es un asunto privado, es público y afecta a toda la
sociedad.
 Que el problema de la violencia no es sólo de la víctima sino también del
agresor.
 Que no es factible la conciliación ni la negociación en los actos de violencia.
 Que la violencia es un problema de seguridad y salud pública. La difusión debe
ir creciendo en razón a la capacidad de respuesta otorgada por los cuerpos
policiales, con la finalidad de generar confianza en las víctimas y disuasión en
los agresores.

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Conclusiones
La Ley N° 30364, Ley de Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la
Mujer e integrantes del grupo familiar, busca abordar el tratamiento integral de este
fenómeno social desde la perspectiva de género. Esta norma concede competencia a
las autoridades indígenas, amazónicas y rondas campesinas conforme a su
jurisdicción especial, habiéndose previsto el uso de la lengua originaria en caso que la
justicia ordinaria conozca casos de miembros de comunidades andinas o amazónicas.

El manejo de concepciones machistas lleva a evidenciar conductas de dominio, poder,


autoritarismo del agresor en agravio de la víctima. A fin de dar un tratamiento integral
a favor del procedimiento de la violencia contra la mujer e integrantes del grupo
familiar, se debe contar con policía, fiscalía y juzgado especializado, que puedan
trabajar de manera articulada, con un solo lenguaje y delimitación de sus funciones,
uniformizando criterios de actuación conjunta, para lo cual se hace necesario contar
con instrumentos de actuación como protocolos, guías, flujogramas, registros entre
otros.

El delito de feminicidio y el feminicidio en grado de tentativa son la expresión máxima


de violencia contra la mujer por razones de género.

La muerte violenta de una mujer, debe ser investigada primigeniamente con


presunción de feminicidio y no homicidio, a fin de no perder de vista los elementos
materiales de convicción, que muchas veces se sostiene en el continuo de violencia
sufrida por la víctima.

El incremento de sanciones penales drásticas no soluciona el problema de fondo, solo


lo palia, por ende, no se debe perder de vista, el trabajo con el agresor a través de
programas de reeducación y psicoterapias.

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