Trabajo Aplicativo Individual Enfoque de Genero
Trabajo Aplicativo Individual Enfoque de Genero
Trabajo Aplicativo Individual Enfoque de Genero
SECCION: “C”
NUMERO DE ORDEN: 27
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LIMA – PERU
2022
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DEFINICIONES
Género
El género es lo que significa ser hombre o mujer, es decir, cómo se construye la
identidad femenina o masculina, no hemos nacido sabiendo lo que se espera de
nuestro sexo, lo hemos aprendido en nuestra familia y en nuestra comunidad. Por
tanto, esos significados variarán de acuerdo con la cultura, la comunidad, la familia y
las relaciones que establezcan, y con cada generación en el curso del tiempo. En
síntesis, podemos afirmar que todo lo que aprendemos y nos identifica como mujeres
o como hombres es lo que llamamos género (Ramos, 2005, pp.18-19). De este modo,
mientras el sexo es fisiológico, el género es una construcción social, que tiene
relación directa con los roles que son socialmente impuestos al varón y a la mujer, a lo
largo de todas sus vidas, con el objeto de hacer aparecer a las personas de uno y otro
sexo como seres diametralmente opuestos, cuando en realidad no lo son.
Violencia de Género
La Organización de las Naciones Unidas define la violencia contra la mujer como
“todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda
tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer,
así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”.
Así tenemos que la violencia de género se materializa cuando se infiere contra la
mujer, actos de agresión física, sexual y emocional que se desarrollan en un contexto
de desequilibrio de poder basado en la manera como se construyen los géneros en
nuestra sociedad. Al respecto, Simone de Beauvoir (1999, p.17) afirmaba que “no se
nace mujer, se llega a serlo”, señalando con esto que las características de las
mujeres no son innatas, sino producto de un proceso de socialización orientados por
concepciones sociales determinados”
2.3. Enfoque de Género
El enfoque de género es un marco de análisis que permite hacer evidente la
desigualdad entre varones y mujeres que muchas veces no es percibido por el resto
de las personas, especialmente los varones. Este enfoque permite evaluar cómo
afectan los factores económicos, culturales, políticos, sociales etc., a los hombres y
mujeres desde las diferencias existentes en la sociedad; además, permite examinar
las diferencias existentes entre hombres y mujeres en el acceso a la educación, al
trabajo, al poder y a la justicia. El enfoque de género tiene como objetivo empoderar el
derecho de igualdad entre hombres y mujeres, reconociendo nuestras diferencias
fisiológicas, desde ese punto de partida avizorar un cambio de concepción en la
igualdad de género. Este enfoque, afirma que la violencia contra la mujer es, “una
manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y
mujeres” (Manuela Ramos, 1996, p.25).
3. Normativa supranacional y nacional
Desde el punto de vista normativo, se puede sostener que la erradicación de la
violencia hacia la mujer se encuentra en proceso, el Perú ha asumido como avances a
esta problemática los lineamientos de la Convención sobre todas las formas de
discriminación contra la mujer (CEDAW). Entre sus lineamientos se contempla la
“Prevención, sanción y erradicación de la violencia contra la mujer” y la
“Institucionalización y transversalización la perspectiva de equidad de género,
igualdad de oportunidades entre mujeres y varones, en las políticas públicas, planes
nacionales y prácticas del Estado”; estos han sido recogidos en la Ley de Igualdad de
Oportunidades entre mujeres y hombres (Ley Nº 28983). Asimismo, se ha aprobado:
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El Plan Nacional de Igualdad de Género, cuyos objetivos estratégicos
comprometen a todas las entidades del Estado a implementar, ejecutar y
monitorear acciones, que conlleven a la erradicación de este problema; y
El Plan Nacional contra la Violencia Hacía la Mujer 2009-2015 que cuentan
con lineamientos específicos para el mencionado objetivo. Ley N° 30364,
Ley de Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la Mujer e
Integrantes del Grupo Familiar Con fecha 24 de noviembre de 2015, se
publicó en el Diario Oficial El Peruano, la Ley N° 30364, Ley para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del
Grupo Familiar, la misma que recoge principios jurídicos reconocidos tanto
a nivel constitucional como supranacional, tales como el principio de
igualdad y no discriminación, interés superior del niño, debida diligencia,
intervención Inmediata, sencillez, oralidad, razonabilidad y
proporcionalidad.
Una innovación importante en la ley en mención es el abordaje por primera vez de los
enfoques de género, integralidad, interculturalidad, derechos humanos,
interseccionalidad y generacional, avizorando nuevos cambios paradigmáticos en el
tratamiento de la violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar, por
considerarse desde el impacto diferencial grupos vulnerables. Asimismo, la Ley N°
30364, en su artículo 2, reconoce la jurisdicción especial, cuya competencia debe ser
ejercida por las comunidades campesinas, nativas y rondas campesinas, a fin de
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y los integrantes del grupo
familiar, desde su competencia material y territorial, conforme a lo establecido en el
artículo 149 de la Constitución Política del Perú y el artículo 8 del Convenio 169 de la
OIT. Como se puede apreciar, la nueva Ley ha previsto un proceso de tutela y un
proceso penal frente a la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar, señalándose en el área tutelar un proceso especial de corto plazo, el mismo
que se rige por normas previstas en la Ley N° 30364 y de manera supletoria por el
Código Procesal Penal - Decreto Legislativo N° 957 y la Ley N° 27337 - Código de los
Niños y de los Adolescentes. El proceso especial, pretende ser un proceso rápido,
oportuno y eficaz. Se ha establecido, por un lado, un proceso de tutela, el cual busca
principalmente la protección de la víctima y del grupo familiar afectado, en un plazo de
72 horas. El juez de familia competente analizará la denuncia formulada y los medios
probatorios que se ofrecen, estableciendo los elementos de afectación o riesgo,
emitiendo las medidas de protección adecuadas así como las medidas cautelares que
considere pertinentes para el caso en concreto, ello conforme al artículo 14 de la Ley;
por otro lado, el juez de familia deberá derivar los actuados a la fiscalía penal, a fin
que proceda conforme al inciso 1 del artículo 334 del Código Procesal Penal,
debiendo dirigir, investigar, calificar y denunciar ante el órgano jurisdiccional el delito
investigado. En este proceso, es importante resaltar la emisión de medidas de
protección y medidas cautelares, siendo competente para ello el juzgado de familia,
quien deberá convocar a audiencia especial a fin de evaluar el caso en concreto, en el
plazo de setenta y dos horas (72), debiéndose tomar en cuenta las características
geográficas en zonas rurales que dificulten la asistencia de la víctima a la diligencia
programada por el juez de familia. El artículo 36 de la Ley prevé los casos de riesgo
severo, los mismos que se determinan de la ficha de valoración de riesgo que es
recogida por la policía, fiscal o juez que conozca de la denuncia primigenia, debiendo
evaluarse la situación real de la víctima; este instrumento y otros que puedan ilustrar a
la autoridad competente para medir el riesgo en que se encuentra viviendo una
víctima de violencia, el juez debe emitirlas de manera inmediata; siendo necesario
contar con recurso humano especializado, instrumentos y mecanismos de protección
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y atención a favor de las víctimas, como procedimientos de intervención, sanción y
reeducación de victimarios, de no contar con ello, las medidas a dictarse no serán
eficaces y caerán en saco roto, pudiendo colocar en situación de mayor riesgo a una
víctima al no contar con albergues y medios que le permitan salir de la situación de
riesgo en que se encuentra. En el inciso 5 del referido artículo, se deja a salvo, la
posibilidad de fijar como medidas de protección, las señaladas en el artículo 248 del
Código Procesal Penal.
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Plantear posibles hipótesis del caso, basadas en los hallazgos preliminares,
que identifiquen la discriminación, el odio por la condición de la mujer, o a las
“razones de género” como los posibles móviles que explican dichas muertes.
Como tal, la identificación de dichas motivaciones constituye uno de los
objetivos estratégicos de la investigación. Implica investigar las diferentes
manifestaciones de la violencia contra la mujer que antecedieron el hecho, se
manifestaron durante el crimen o continuaron después de la muerte de la
víctima.
CONCEPTO DE FEMINICIDIO
En 1992, con la publicación de Femicide: “The politics of women killing”, propuesto por
Jill Radford se sostiene sobre el concepto de femicidio al referido como “al asesinato
de las mujeres a manos de los hombres, por el solo hecho de ser mujeres”.
Ana Carcedo y Monserrat Sagot también han trabajado sobre el concepto de
feminicidio, señalando que es, “la forma más extrema de violencia de género,
entendida ésta como la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres en su
deseo de obtener poder, dominación o control. Incluye los asesinatos producidos por
la violencia intrafamiliar y la violencia sexual”. En este sentido, autoras como las ya
citadas, u otras como Ana Leticia Aguilar (2005), han coincidido en señalar que la
construcción de los términos femicidio o feminicidio responde, a su vez, a la
necesidad de diferenciar estos crímenes del concepto de homicidio, el cual
corresponde a los asesinatos que se cometen contra cualquier persona. Es decir,
mientras se considera que el homicidio es un término neutral, el femicidio o el
feminicidio logra evidenciar las características que subyacen a estos crímenes, donde
las mujeres que, de alguna manera, cuestionan las relaciones de poder que las
mantienen subordinadas a la dominación masculina, terminan siendo asesinadas. El
Instituto Interamericano de Derechos Humanos ha definido este delito como: “forma
más extrema de violencia de género, entendida ésta como la violencia ejercida por los
hombres contra las mujeres en su deseo de obtener poder, dominación o control.
Incluye los asesinatos producidos por la violencia intrafamiliar y la violencia sexual”.
En el Perú, los estudios realizados desde la sociedad civil y los proyectos de ley
presentados en el Congreso de la República sobre esta materia, así como los
registros oficiales creados, tanto por el MIMP como por el Observatorio de
Criminalidad del Ministerio Público, utilizan el término feminicidio para describir las
características de esta problemática en el país.
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un vínculo matrimonial, sino que se extiende a los convivientes, novios, enamorados y
parejas sentimentales. En el feminicidio íntimo también se incluyen los casos de
muerte de mujeres a manos de un miembro de la familia, como el padre, el padrastro,
el hermano etc. El feminicidio en el Perú se caracteriza por presentar un antecedente
de violencia familiar o violencia contra la mujer, muchas de ellas denunciaron y otras
no. Así mismo, La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha
señalado que el Feminicidio es el homicidio de mujeres por razones de género.
(Villanueva, 2010, p. 3).
b. El feminicidio no íntimo
Ocurre cuando el homicida no tenía una relación de pareja o familiar con la víctima.
En esta categoría se incluye la muerte perpetrada por un cliente (tratándose de las
trabajadoras sexuales), por amigos o vecinos, trata de personas.
c. El feminicidio por conexión
Se da en aquellos casos en los que las mujeres fueron muertas en la “línea de fuego”
de un hombre que pretendía matar o herir a otra mujer. Por lo general, se trata de
mujeres parientes (por ejemplo, hija, madre o hermana) que intentaron intervenir para
evitar el homicidio o la agresión, o que simplemente se encontraban en el lugar de los
hechos.
En este sentido, la Policía debe ejercer sus funciones con estricta observancia de los
principios de igualdad y de no discriminación, que deben ser herramientas
fundamentales de su cotidiano.
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Artículo 108; si en el momento de cometerse el delito, estuviera presente cualquier
niña, niño o adolescente; y, Si el agente actúa en estado de ebriedad, con presencia
de alcohol en la sangre en proporción mayor de 0.25 gramos litro, o bajo efecto de
drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sintéticas”. Precisándose
que la pena será de cadena perpetua cuando concurran dos o más circunstancias
agravantes.
Adicionalmente precisa que en todas las circunstancias previstas en el citado artículo,
se impondrá la pena de inhabilitación conforme a los numerales 5 (Incapacidad para
el ejercicio de la patria potestad, tutela o curatela) y 11 (prohibición de aproximarse o
comunicarse con la víctima, sus familiares u otras personas que determine el juez) del
artículo 36 del Código Penal; así como la suspensión18 o perdida19 de la patria
potestad conforme a los Artículos 75 y 77 del Código de los Niños y Adolescentes,
según corresponda.
Interseccionalidad de la discriminación en el análisis de los feminicidios Las mujeres
no son un grupo de población homogéneo. No son afectadas de la misma manera por
las múltiples violencias y las injusticias sociales producidas por las estructuras
patriarcales. Al analizar la violencia contra la mujer, y en particular los hechos que
preceden o siguen al feminicidio, es necesario tener en cuenta que las violencias que
afectan a las mujeres están determinadas, además de su condición sexual y de
género, por las diferencias económicas, culturales, etarias, raciales, idiomáticas, de
cosmogonía/religión y de fenotipo, etc., que estas experimentan a lo largo de su vida.
El análisis interseccional resulta imprescindible para realizar el estudio de las formas
de violencia que pudieron haber afectado a la víctima de un feminicidio, antes, durante
o después del hecho delictivo.
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Conclusiones
La Ley N° 30364, Ley de Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la
Mujer e integrantes del grupo familiar, busca abordar el tratamiento integral de este
fenómeno social desde la perspectiva de género. Esta norma concede competencia a
las autoridades indígenas, amazónicas y rondas campesinas conforme a su
jurisdicción especial, habiéndose previsto el uso de la lengua originaria en caso que la
justicia ordinaria conozca casos de miembros de comunidades andinas o amazónicas.