3.7. Tasa de Erosión Permisible
3.7. Tasa de Erosión Permisible
3.7. Tasa de Erosión Permisible
Los factores que afectan la erosión y la sedimentación están en función del tipo de
erosión en cuestión. Sin embargo, como regla general, se puede decir que la erosión
que ocurrirá en un suelo específico va a depender directamente de ciertas variables,
las cuales se enumeran a continuación (Morgan, 2005):
✓ Clima
✓ Vegetación
✓ Hojarasca
✓ Tipo de suelo
✓ Topografía
✓ Uso de la tierra
El fenómeno de erosión del suelo por el agua se exterioriza bajo dos formas
fundamentales cuyo mecanismo varía.
Es la que tiene lugar como consecuencia del impacto de la gota de lluvia sobre el
terreno.
Aunque la velocidad de impacto depende del tamaño de las gotas, la velocidad del
viento y la turbulencia, bajo condiciones normales su diámetro máximo es de
alrededor de 6 mm, con una velocidad de impacto de aproximadamente 9 m s-1.
Estos impactos rompen los agregados haciendo saltar las partículas, dejándolas
expuestas y disponibles para ser arrastradas por el agua. Está claro que antes que
el flujo precanalizado o canalizado se alcance, el impacto de las gotas es la causa
más importante de desprendimiento de suelo, particularmente en regiones en que
las lluvias no generan escurrimientos. Este tipo de erosión hídrica precede y
condiciona a los demás, y su repercusión puede ser enorme, ya que al romper los
agregados del suelo, elimina la principal resistencia que presenta el suelo a la
erosión.
La medición directa de los cambios en el nivel del suelo resulta adecuada cuando
la erosión está localizada, los índices de erosión son elevados y la posición de la
erosión es predecible, como en las tierras en pendiente deforestadas, o los pasos
del ganado a través de los pastizales. Esa medición no suele ser adecuada para las
pérdidas de suelo de tierras cultivables debido a que el nivel de la superficie se verá
afectado por el cultivo y los animales; sin embargo, se han estudiado cambios a
corto plazo en zonas de cultivo de papas en surcos en Australia (McFarlane, Delroy
y van Vreeswyk 1991). Los cambios se pueden medir: a) en una dimensión con
respecto al nivel de la superficie en un punto, o b) en dos dimensiones, para obtener
un perfil o sección transversal, o c) en tres dimensiones para mediciones
volumétricas de surcos o cárcavas.
La Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (EUPS), USLE por sus siglas en inglés,
se diseñó como una herramienta de trabajo para los conservacionistas (Figueroa et
al. 1991) y es un modelo empírico o indirecto. Se buscaba con esta ecuación que el
cálculo de la pérdida de suelo se estandarizara a la vez que resultara más sencillo;
sin embargo existen limitaciones en su uso ya que la ecuación se desarrolló con
datos de parcelas experimentales en condiciones de longitud y pendiente
controladas, además que considera lluvias, cobertura vegetal y tipo de suelo
uniformes y todo en el contexto de Estados Unidos. También es de señalar que la
EUPS está basada en la capacidad de las gotas de lluvia para desprender partículas
de suelo y no brinda información certera acerca de la producción de sedimentos ni
su deposición dentro de la cuenca (McKay 2008).
Donde:
Ij = intensidad de la lluvia en el intervalo j (mm/hr)
Ij = pj * (60)/tj
tj = tiempo del intervalo j (minutos)
ej y pj ya fueron definidos.
Este método consiste en cuantificar el volumen vacío de suelo, esto es, el volumen
faltante de suelo que fue arrastrado durante el proceso erosivo en la cárcava. Para
ello se requiere medir la superficie de una serie de secciones transversales en la
cárcava, las que multiplicadas por la longitud del transecto del cual son
representativas, proporcionan el volumen de material perdido por erosión, ese
volumen puede ser también expresado en toneladas (Becerra, 2005).