Violencia Contra El Hombre, Tesis

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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

VIOLENCIA DE PAREJA DESDE LA PERSPECTIVA DEL HOMBRE


MALTRATADO

JAYA VALDIVIEZO PAOLA MADELAINE


PSICÓLOGA CLÍNICA

VELOZ LANDAZURI CYNTHIA ELIZABETH


PSICÓLOGA CLÍNICA

MACHALA
2020
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

VIOLENCIA DE PAREJA DESDE LA PERSPECTIVA DEL


HOMBRE MALTRATADO

JAYA VALDIVIEZO PAOLA MADELAINE


PSICÓLOGA CLÍNICA

VELOZ LANDAZURI CYNTHIA ELIZABETH


PSICÓLOGA CLÍNICA

MACHALA
2020
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

CARRERA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA

TRABAJO TITULACIÓN
ANÁLISIS DE CASOS

VIOLENCIA DE PAREJA DESDE LA PERSPECTIVA DEL HOMBRE MALTRATADO

JAYA VALDIVIEZO PAOLA MADELAINE


PSICÓLOGA CLÍNICA

VELOZ LANDAZURI CYNTHIA ELIZABETH


PSICÓLOGA CLÍNICA

CUEVA REY ANDREA STEFFANIE

MACHALA, 30 DE ABRIL DE 2020

MACHALA
2020
ANÁLISIS DE CASO
INFORME DE ORIGINALIDAD

4 %
INDICE DE SIMILITUD
3%
FUENTES DE
0%
PUBLICACIONES
2%
TRABAJOS DEL
INTERNET ESTUDIANTE

FUENTES PRIMARIAS

1
Submitted to Universidad Técnica de Machala
Trabajo del estudiante 1%
2
www.xuletas.es
Fuente de Internet <1%
3
www.enigmapsi.com.ar
Fuente de Internet <1%
4
2fwww.redalyc.org
Fuente de Internet <1%
5
www.ipec.oit.or.cr
Fuente de Internet <1%
6
webs.uvigo.es
Fuente de Internet <1%
7
Submitted to Universidad Cesar Vallejo
Trabajo del estudiante <1%
8
Submitted to Universidad Cientifica del Sur
Trabajo del estudiante <1%
9
es.scribd.com
Fuente de Internet <1%
DEDICATORIA

A Dios por ser el creador de todo lo que nos rodea, darnos sabiduría, y sobre todo la
fortaleza que día a día se necesitó y aún nos sigue brindando.
A nuestros Padres que jamás dudaron en nuestro avance académico.
A nuestras familias que siempre nos apoyaron con esas palabras de aliento para avanzar.
A cada Docente, por impartir sus conocimientos y poderlo plasmar en las prácticas pre
profesionales y en este documento y para todas nuestras vidas como profesionales.

Paola Madelaine Jaya Valdiviezo


Cynthia Elizabeth Veloz Landázuri

1I
AGRADECIMIENTO

A la vida, salud, fuerzas y protección: a Dios


Mis pilares y ejemplo a seguir y por no dejarme sola en los momentos más duros de mi
vida mis padres: Laura Valdiviezo Pizarro, Sandro Jaya Fernández.
A mis raíces porque jamás me desampararon y sus sabios consejos estuvieron siempre a
mi lado, mis abuelitos: Norma Pizarro, Francisco Valdiviezo, Blanca Fernández.
No siempre la vida fue fácil, hubo momentos difíciles de mi área académica o
inseguridades que estuvieron presente y quién como Docente estuvo como apoyo
Psic.Clin Yadira Sánchez. Por escucharme en algunas ocasiones, me ayudaron bastante
sus palabras de aliento, siempre creía en mí, me decía que iba ser una excelente
profesional.
A la persona incondicional que siempre estuvo en las buenas y en las malas mi pareja.
Mi inspiración y fortaleza mis hermanos que siempre me encaminan en ser un ejemplo
para ellos: Debora Bravo, Yeritza Jaya, Jospin Jaya, Jerald Jaya.
Por sus enseñanzas, estima y dedicación: Docentes de la Carrera Psicología Clínica.
Por su Guía y enseñanza para este proceso de culminación: Dra. Andrea Cueva.
A mi hermosa familia, mis tíos, primos, a todos muchas gracias porque jamás dudaron de
mi meta a alcanzar, gracias a todos por haber hecho de este proceso el mejor.

Paola Madelaine Jaya Valdiviezo

2II
Por ser mi fortaleza y mi guía quién me protege y me encamina día día: Dios
Por ser mis inspiraciones y mi lucha constante por superarme: Mis Hijos y mis Padres.
Por ser mi pilar fundamental y sin dudarlo siempre estaban ahí: Eunice, Hellen, Juan
Manuel Vargas Veloz.
Por ser mis ángeles aquí en la tierra, y haberme abierto las puertas de su hogar y recibirme
con sus brazos de amor y jamás desampararme mis padres: Rosa Lilian Landázuri
Albuquerque y José Manuel Veloz Sánchez.
Por ser mi paño de lágrimas, cuando doblegaba mi cabeza por algún pesar, en los
momentos más angustiosos de mi vida, y ser las personas que me decían; no te des por
vencida: a ti hermana querida y a su esposo: Yadira Johanna Ojeda Calero, Wilfrido
Loayza.
Por ser la persona que creyó en mí, en los momentos más difíciles de mi área académica,
creyó en mí y me dio esa palabra de aliento de no desmayar por mis hijos, y me demostró
que uno sí puede seguir adelante: Dra. Marcia Ullauri.
A las Autoridades de la Universidad Técnica de Machala, porque siempre creyeron en mi
talento y potencial y jamás dudaron en apoyarme: Ing. Cesar Quezada Abad, Dra.
Amarilis Borja, Dr. Jhonny Pérez Rodríguez.
A las Autoridades y personal de mi Facultad Ciencia Sociales, quienes sin dudar alguna,
siempre estuvieron ahí, y creyeron en mis cualidades de amiga, compañera, y sobre todo
de un equipo de trabajo.
A todos Docentes de la Facultad Ciencias Sociales por su aprecio y cariño, y confiar en
mi talento, no solo como estudiantes, sino también por mi don que Dios me dio.
A cada compañero que conocí en el transcurso de mi Carrera, gracias por brindarme su
amistad y compañerismo.
A cada ser humano noble y leal que voy conociendo día a día en mi vivir.
Cynthia Elizabeth Veloz Landázuri

3
III
VIOLENCIA DE PAREJA DESDE LA PERSPECTIVA DEL HOMBRE
MALTRATADO

RESUMEN
Autoras:
Jaya Valdiviezo Paola Madelaine
0705306728
[email protected]

Veloz Landázuri Cynthia Elizabeth


0704948769
[email protected]
Coautora:
Cueva Rey Andrea Steffanie
0705306728
[email protected]
La violencia de pareja es parte de la modalidad de la violencia interpersonal que surge al
interior del seno familiar entre dos personas que se encuentran relacionadas de forma
afectiva sin que prevalezca su estado civil o de convivencia, donde un miembro actúa
como agresor ejerciendo sobre la víctima una conducta activa, de acción u omisión con
la intención de herir, dañar o controlar, manifestándose de acuerdo a su tipología como
violencia física, psicológica, económica, social o sexual, provocando afectaciones
psicológicas a nivel emocional, cognitivo y comportamental en la persona maltratada. Por
lo general cuando se enfatiza en la violencia de pareja se piensa que solamente la mujer
es víctima, sin embargo, el hombre no siempre actúa como agresor y actualmente los
casos de hombres víctimas de maltratos se han acrecentado. En tal sentido la presente
investigación tiene como objetivo identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su pareja
sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto familiar
influyente. La investigación se realizó bajo la modalidad de estudio mixto, cualitativo-
cuantitativo, con alcance descriptivo e interpretativo y los métodos usados fueron el
analítico-sintético, narrativo–biográfico. El enfoque empleado fue el Sistémico,
comprendido como el estudio de las partes y del todo, que se encuentran compuestos e
interconectados en un determinado contexto por relaciones entre los subsistemas y
sistemas externos próximos que influyen en los demás, por ende, se tomó como base
epistemológica y teoría de soporte el Modelo Ecológico Sistémico. Las categorías de
análisis fueron la violencia de pareja referente a sus modalidades, afectaciones
psicológicas y los factores psicosociales que influyen a que los hombres maltratados
continúen con su pareja. Los tres sujetos de estudio son adultos entre los 26 a 35 años,
conviven con sus parejas e hijos y han sido víctimas de violencia en los últimos seis
meses. Las técnicas aplicadas fueron: entrevista semiestructurada a los participantes y
para complementar los datos obtenidos los reactivos: Violencia Doméstica: Frecuencia y
Percepción (VIDOFyP) identifica la tipología de violencia, Cuestionario de Respuesta

4
IV
Emocional a la Violencia (REV) valora 4 dimensiones (depresión, ansiedad, ajuste
psicosocial y humor irritable), Inventario de Depresión de Beck (BDI-II) valora
sintomatología depresiva, La Escala de Evaluación de la Ansiedad de Hamilton (HAM-
A) valora ansiedad psíquica y somática desde la ausencia hasta su intensidad máxima, y
Escala de Bloqueo de la Huida en Situaciones de Maltrato (EBHSM) identifica los
factores para que una persona permanezca en una situación de violencia. Se concluye que
en los casos estudiados se evidenció violencia física y psicológica incluyendo la violencia
económica y social, sintomatología mixta de depresión y ansiedad que influyen en las
áreas de su vida cotidiana; mientras que el impacto que tenga la separación de la pareja
en los hijos, creencias respecto a la esperanza de que la pareja modifique sus actitudes
maltratantes, estilo de apego ansioso ambivalente y dependencia emocional hacia la
pareja, son factores psicosociales que motivan a que los sujetos continúen con sus parejas.
Palabras claves: violencia, violencia de pareja, hombres maltratados, afectaciones
psicológicas y factores psicosociales.

V
5
COUPLE VIOLENCE FROM THE PERSPECTIVE OF THE MISSED MAN
SUMMARY

ABSTRACT
Authors:
Jaya Valdiviezo Paola Madelaine
0705306728
[email protected]

Veloz Landázuri Cynthia Elizabeth


0704948769
[email protected]
Coauthor:
Cueva Rey Andrea Steffanie
0705306728
[email protected]
Partner violence is part of the modality of interpersonal violence that arises within the
family between two people who are emotionally related without their marital or
cohabitation status prevailing, where a member acts as an aggressor exercising on the
victim an active behavior, of action or omission with the intention of hurting, damaging
or controlling, manifesting according to its typology as physical, psychological,
economic, social or sexual violence, causing psychological affectations at the emotional,
cognitive and behavioral level in the abused person . In general, when emphasizing
partner violence, it is thought that only the woman is a victim, however, the man does not
always act as an aggressor and currently the cases of male victims of abuse have
increased. In this sense, this research aims to identify the psychological effects that prevail
in battered men whose factors affect the choice to continue with their romantic partner
with violent behavior, through the analysis of the influential family context. The research
was carried out under the modality of mixed, qualitative-quantitative study, with
descriptive and interpretative scope and the methods used were analytical-synthetic,
narrative-biographical. The approach used was the Systemic, understood as the study of
the parts and of the whole, which are composed and interconnected in a certain context
by relations between the subsystems and nearby external systems that influence others,
therefore, it was taken as the basis epistemological and support theory the Systemic
Ecological Model. The categories of analysis were partner violence regarding their
modalities, psychological affectations and psychosocial factors that influence battered
men to continue with their partner. The three study subjects are adults between 26 and 35
years old, live with their partners and children and have been victims of violence in the
last six months. The techniques applied were: semi-structured interview of the
participants and to complement the data obtained by the reagents: Domestic Violence:
Frequency and Perception (VIDOFyP) identifies the type of violence, Questionnaire of
Emotional Response to Violence (REV) assesses 4 dimensions (depression, anxiety,
psychosocial adjustment and irritable mood), Beck Depression Inventory (BDI-II)
assesses depressive symptomatology, The Hamilton Anxiety Assessment Scale (HAM-

6VI
A) assesses psychic and somatic anxiety from absence to its maximum intensity, and
Scale of Flight Blocking in Situations of Abuse (EBHSM) identifies the factors for a
person to remain in a situation of violence. It is concluded that in the cases studied
physical and psychological violence was evidenced including economic and social
violence, mixed symptoms of depression and anxiety that influence the areas of their daily
lives; while the impact that the separation of the couple has on the children, beliefs
regarding the hope that the couple modifies their abusive attitudes, ambivalent anxious
attachment style and emotional dependence on the couple, are psychosocial factors that
motivate the subjects Continue with your partners.
Keywords: violence, dating violence, abused men, psychological effects and
psychosocial factors.

7
VII
ÍNDICE

RESUMEN……………………………………………………………………………………………....….,…..IV
ABSTRACT…………………………………………………………………………………….VI
ÍNDICE……………………………………………………………………………………..…VIII
1. GENERALIDADES DEL OBJETO DE ESTUDIO .......................................................... 11
1.1. Definición de los hechos de interés ............................................................................... 11
1.2. Causas del problema de estudio .................................................................................... 15
1.3. Tipología y síntomas asociados ..................................................................................... 17
1.4. Pronóstico ....................................................................................................................... 18
1.5. Contextualización y objetivo ......................................................................................... 19
2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA-EPISTEMOLÓGICA DEL ESTUDIO. .................. 22
VIOLENCIA DE PAREJA DESDE LA PERSPECTIVA DEL HOMBRE
MALTRATADO ....................................................................................................................... 22
2.1. Descripción del apartado teórico. ................................................................................. 22
2.2. Enfoque epistemológico y teoría de soporte. ............................................................... 26
2.3. Argumentación teórica de la investigación .................................................................. 29
3. METODOLOGÍA ................................................................................................................. 32
3.1. Diseño de la investigación .............................................................................................. 32
3.2. Técnicas e instrumentos utilizados. .............................................................................. 33
3.3. Categorías de análisis..................................................................................................... 35
4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS ........................................................................................ 37
4.1 Violencia de Pareja. ........................................................................................................ 37
4.2. Afectaciones psicológicas ............................................................................................... 39
4.3. Factores psicosociales..................................................................................................... 40
5. CONCLUSIONES ................................................................................................................. 43
6. RECOMENDACIONES ...................................................................................................... 45
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................... 47

VIII
8
INTRODUCCIÓN

La violencia es un fenómeno de carácter social que no distingue ni credo, raza, etnia,


género, clase o grupo social, y puede darse en variedad de contextos incluido el familiar.
Cuando la violencia surge en el hogar entre ambos conyugues se hace énfasis en la
tipología de violencia de paraje, y se enfatiza a la mujer como víctima y al hombre como
agresor debido a aspectos históricos y socioculturales; sin embargo, actualmente se
aprecian cada vez más las situaciones de hombres que son maltratados por sus esposas,
aunque la mayor parte de casos aún continúan invisibles y no se puede contar con una
cuantificación clara por las escasas denuncias ante el ámbito de justicia o, a su vez, no se
los reconoce como actos violentos.

La violencia de pareja hace alusión a las agresiones de índole físico, psicológico, y sexual
entre dos personas que se encuentran relacionadas de forma afectiva e íntima, sin que
prevalezca su estado civil y estado de convivencia, independiente de la orientación sexual
de los conyugues pudiendo aparecer en cualquier momento de la relación (Muñoz &
Echeburúa, 2016). Esta problemática puede surgir a raíz del desequilibrio de poder y
control al interior del sistema familiar, por la coyuntura económica, creencias en relación
a la violencia y cohabitación, nivel de instrucción académica, vergüenza y temor al
denunciar por los estereotipos sociales y características personológicas de la víctima y de
la agresora.

El fenómeno de la violencia en la dinámica de pareja es un problema de relación que no


sólo desconcierta a los convivientes sino impacta a los demás integrantes del sistema, sin
embargo, la víctima es quién se ve comúnmente más perjudicado con sintomatología de
ansiedad y depresión que influye de forma negativa en la vida cotidiana y en su bienestar.
Por consiguiente, la presente investigación tiene como objetivo, identificar las
afectaciones psicológicas que prevalecen en hombres maltratados cuyos factores inciden
en la elección de continuar con su pareja sentimental con comportamientos violentos, por
medio del análisis del contexto familiar influyente.

9
En tal sentido, para la ejecución del estudio se realizó un proceso sistemático donde se
recabo información a través de la revisión bibliográfica, aplicación de reactivos, análisis
e interpretación de resultados. La sistematización del presente trabajo es el siguiente:

En el capítulo I, se conceptualizan las generalidades del objeto de estudio en relación a


las variables: violencia, violencia de pareja, tipos de violencia, fases de la violencia, con
la descripción de algunos hechos de interés sobre investigaciones relacionadas con la
temática propuesta, así mismo, se hace referencia a las causas, la tipología y síntomas que
se relación al fenómeno investigado, su pronóstico y la contextualización que enfatiza la
localidad en dónde se realiza el trabajo de investigación, los sujetos de estudios y se
concluye con el objetivo a conseguir al final del proceso.

En el capítulo II, se abarca la fundamentación teórica y epistemológica de la investigación


haciendo uso del Enfoque Sistémico para la explicación de las variables, al considerar a
la violencia de pareja como un déficit relacional en la dinámica y funcionamiento
familiar; posteriormente se describe el Modelo Ecológico Sistémico como base
epistemológica y teoría de soporte, finalmente se realiza una argumentación de la
investigación con aportaciones teóricas de intervención en situaciones de violencia de
pareja.

El capítulo III, describe la metodología que se usó en el proceso de estudio, partiendo con
el diseño de investigación, el alcance, los métodos utilizados, las técnicas aplicadas para
recabar información de los sujetos de estudio y termina con las categorías de análisis
relacionadas al objeto de estudio.

Finalmente el capítulo IV, da a conocer la discusión de resultados donde se triangula las


bases teóricas, los datos obtenidos con la aplicación de técnicas, el análisis y la
interpretación como base de sustento de la investigación. Se concluye con las
conclusiones que se relacionan con el objetivo y las respectivas recomendaciones finales.

10
VIOLENCIA DE PAREJA DESDE LA PERSPECTIVA DEL HOMBRE

MALTRATADO

1. GENERALIDADES DEL OBJETO DE ESTUDIO

1.1. Definición de los hechos de interés

La violencia es un fenómeno social que ha ocurrido a lo largo de la historia y del


desarrollo evolutivo del ser humano, sin limitarse a una determinada clase o grupo social,
raza, etnia, religión y género. La Organización Panamericana de la Salud (2003), refiere
que la violencia siempre ha sido y es parte de la experiencia humana, observándose sus
consecuencias a nivel mundial, al año son millones las personas que perecen, mientras
que otras sufren lesiones no mortales; evidenciándose este problema en los millones de
dólares que invierten los países en asistencia humanitaria, servicios de prevención,
asistencia social y medidas legales que toma cada país al año para aminorar esta
problemática (World Health Organization, 2014).

Violencia es un término que a los estudiosos les ha resultado complejo definir y que haya
sido ampliamente aceptado, sin embargo, en relación a la conceptualización realizada por
la Organización Mundial de la Salud, Tlalolín (2017) refiere que violencia es la fuerza
física o de poder deliberado que dirige un sujeto hacia sí mismo u otras personas, grupos
y comunidades con el fin de provocar afectaciones personales o grupales como lesiones
físicas, daños psicológicos o incluso la muerte. En tal sentido, la violencia es un espiral
que se reproduce en cualquier espacio independientemente de la esfera social, teniendo
varias manifestaciones y facetas, pudiendo ser ejercida por cualquier persona en
diferentes contextos.

Rivera (2017) postula que la Organización Mundial de la Salud reconoce a la violencia


en tres categorías generales en relación a las características de quién ejecuta el acto: 1)
autoinfligida, que se caracteriza porque el actor mantiene un comportamiento suicida o
de autolesiones hacia sí mismo; 2) violencia interpersonal, que es infligida con dos
modalidades, primero al interior del seno familiar ocurriendo entre hijos, pareja, adultos
mayores, y segundo, hacia la comunidad en contra de amistades, conocidos y
desconocidos; 3) colectiva, la cual se encuentra conformada por un grupo de personas
con un objetivo en común y dirige sus acciones hacia otro grupo con la finalidad de
alcanzar objetivos sociales, económicos y políticos.

11
Como se ha mencionado, socialmente la violencia ha sido utilizada en diferentes
circunstancias y sus actores varían según el propósito y entorno, bajo esta premisa se
encuentra el contexto familiar donde la violencia ha sido usada dentro de la estructura
funcional del sistema como medio de corrección e intimidación provocando variedad de
maltratos a sus integrantes. Sobre esto último, cuando la agresión interpersonal ocurre
entre dos o más integrantes que conviven o no en un mismo espacio se denomina como
violencia doméstica o intrafamiliar (Benavides, 2015).

Cuando se enfatiza en la violencia doméstica, los esfuerzos de los investigadores se han


dirigido a estudiar a aquella que afecta a los miembros que son considerados con los
perfiles más vulnerables como la mujer, los hijos (niños y adolescentes) y adultos
mayores, porque se piensa que son coaccionados con el silencio a través de amenazas por
parte de su agresor que por lo general suele ser el hombre, siendo expuestos a diferentes
tipos de maltratos o abusos (Saliba, Wakayama, Moreira, Mendes, & Isper , 2017). La
presente investigación se centra en la violencia de pareja.

La violencia que se perpetúa en la relación de pareja, es un problema social y de salud


pública que actualmente se presenta de forma constante y activa en la sociedad; se
manifiesta porque uno de los miembros actúa como agresor ejerciendo sobre la víctima
una conducta activa, de acción u omisión con la intención de herir, dañar o controlar a la
persona con la que se tuvo o tiene un vínculo íntimo, causando alteraciones físicas,
sexuales o psicológicas (Monterrosa-Castro, Arteta-Acosta, & Ulloque-Caamaño , 2017)
que afectan la salud mental constituyéndose en una amenaza para el bienestar de todos
quienes se han visto involucrados (Morfín & Sánchez-Loyo, 2015).

La violencia de pareja para Molina y Moreno (2015) es toda acción violenta que incluye
actitudes de maltrato en el noviazgo, convivencia, matrimonio e incluso en relaciones
disueltas por la separación; en la que ambos integrantes pueden actuar como sujeto u
objeto (Rosales, Flórez, & Fernández, 2017). Sin embargo, es poco común escuchar la
violencia que se ejerce en contra del hombre por parte de su pareja, debido a que la historia
ha etiquetado al género masculino como una figura que goza de escasa sensibilidad y de
mayor fuerza física respecto al género femenino, y la mayoría de investigaciones sobre
violencia de género se han enfocado a estudiar la violencia conyugal en contra de la mujer
al considerarse esta situación como un eje central por ser la más frecuente y culturalmente
esperada.

12
Hernández (2009) afirma que la violencia en general incluida la que se perpetua entre la
pareja, es parte de los rasgos del ser humano y no de un género específico; reconociéndose
que las agresiones que pueden ejercer hombres y mujeres en contra de sus parejas
heterosexuales son igual de mutuas, aunque existen menos investigaciones de la violencia
en contra de los hombres. No obstante, desde hace varios años se han realizado algunas
investigaciones de hombres que han sido agredidos por parte de su pareja heterosexual,
enmarcándose esta situación de conflicto familiar que se manifiesta cada vez con más
intensidad.

En relación a esto último, Rosales realizó (2009) una investigación exploratoria con la
participación de 335 hombres españoles que han recibido maltrato por parte de sus parejas
y exparejas, en donde evidenció que la mayoría de los hombres (68,9%) perciben que las
mujeres mantienen reacciones de violencia psicológica hacia la figura masculina, a través
de malos tratos, ya sea su pareja actual o expareja de manera muy frecuente, en
correspondencia a la violencia física, sexual o algún otro tipo de maltrato que es realizado
ocasionalmente o con poca frecuencia. En cambio en otro estudio realizado con 49
mujeres españolas donde se exploró la visión que tuvieron en relación a la violencia en
contra del hombre, los resultados demostraron que la violencia que es ejercida por parte
de las mujeres hacia los hombres no es reconocida como violencia (Aguilera, Barba,
Fuentes, López, & Villacreces, 2015).

Igualmente, donde se han realizado mayores investigaciones sobre este fenómeno social
es en Estados Unidos, que de acuerdo al Departamento de Justicia, anualmente más de
800.000 hombres son maltratados por sus parejas femeninas, así como, que cada 37
segundos un hombre es víctima de su mujer a través de la violencia física con el uso de
cuchillos, objetos cortantes, pistolas, que se acompañan de mordidas, rasguños,
cachetadas, golpes de puño, jalones de cabello, patadas, entre otros, los cuales provocan
lesiones físicas y en otras situaciones incluso la muerte del conviviente.

Mientas que un estudio cualitativo que se realizó en Colombia con la participación de seis
hombres víctimas de violencia, arrojaron resultados en cuanto a la violencia verbal que
utilizan sus parejas, mediante gritos e insultos, imponiendo autoridad, control y fortaleza,
en donde exigen que se comporten en relación a la hegemonía de la masculinidad
tradicional construida por la sociedad; sin embargo, cuando la agresión verbal no genera
cambios hacen uso de la violencia física como cachetadas, codazos, patadas y el

13
lanzamiento de objetos, que les hace cuestionarse sobre la culpabilidad, situando a la
mujer en un nivel superior y perciben a la violencia como una forma correctiva que
utilizan las mujeres para moldearlos según las expectativas de ellas (Rojas-Andrade,
Galleguillos, Miranda, & Valencia, 2013).

En relación a las diversas investigaciones la violencia doméstica y sobre todo aquella


violencia conyugal que es ejercida hacia hombres por parte de sus parejas pueden ser
producidas a través de la violencia física, psicológica, sexual y económica. En tal sentido,
Martínez (2018) refiere que la violencia psicológica vulnera la integridad psíquica e
involucra la esfera emocional y se puede ejercer por medio de verbalizaciones, de manera
silenciosa y con comportamientos peyorativos que atacan la subjetividad del individuo;
la violencia física se caracteriza por la señal corporal que puede dejar la persona agresora
sobre la víctima, que puede ser de corto o largo plazo, provocando lesiones leves y con
mayor intensidad; la violencia sexual se identifica por el abuso o violación provocada por
el agresor a través de prácticas sexuales que no son deseadas o aceptadas por la víctima;
y la violencia económica como aquella en la que se busca el manejo y control de los
recursos económicos de la persona agredida sin su consentimiento.

Generalmente los actos más frecuentes de violencia en contra de hombres suele ser por
medio de la violencia psicológica y física. Díaz, Arrieta y González (2015) postulan que
la violencia psicológica precede a la física, y la primera aunque no deja señales visibles,
puede ser la provocadora de implicaciones subjetivas a través de humillaciones,
denigraciones, controles, intimidaciones, burlas y amenazas que a la larga posiblemente
dejen secuelas más complejas. Por otra parte, la violencia en la esfera conyugal no suele
presentar los mismos tipos de maltrato, además se pueden presentar a lo largo de toda la
relación, incluso desde sus inicios, transformándose en una espiral de violencia que
sucede frecuentemente.

En relación a lo anterior, cuando la violencia doméstica es producto de constantes


maltratos a lo largo del tiempo, ya sea hombre o mujer quien realiza el acto violento en
contra de su pareja de forma regular o por períodos, estas acciones se pueden perpetuar
aumentando la gravedad de la violencia durante cada episodio, aunque inexplicablemente
la víctima continua junto a su pareja debido a que no son agredidos frecuentemente y se
manifiestan de diferentes maneras, convirtiéndose este acontecimiento en un ciclo de
violencia (Chávez & Juárez , 2016).

14
Molina y Moreno (2015) manifiestan que Leonor Walker desarrollo su teoría del ciclo de
violencia basado en investigaciones con mujeres víctimas de violencia de pareja, sin
embargo, el espiral de violencia puede ser perpetrado tanto por hombre y mujer, y cuenta
con tres fases: 1) Acumulación de tensión que se caracteriza por episodios de maltrato
verbal, psicológico y pequeños incidentes físicos que suelen ser ignoradas por la víctima,
2) Explosión o agresión, en donde se ejerce violencia física, psicológica y sexual
provocando consecuencias de gravedad en la víctima, y 3) Reconciliación o luna de miel,
que se define por el arrepentimiento de la agresora al pedir perdón y realizar promesas
que cambiara su comportamiento.

En relación a la última fase, son muy pocos los casos en donde la persona que agrede
modifica su comportamiento, al contrario, las etapas del ciclo de violencia se pueden
repetir una y otra vez de manera constante, disminuyendo el período entre ellas a menudo
de que van ocurriendo los episodios los cuales van aumentando su gravedad (Batiza,
2017).

1.2. Causas del problema de estudio

La violencia doméstica entre la pareja además de relacionarse con el abuso físico,


psicológico, sexual y económico, puede ser provocada por el desequilibrio de poder y
control al interior de la estructura familiar y de pareja, acontecimiento que no tiene
relación con la edad, ni la constitución física, pues habitualmente esta relación de abuso
se ejerce desde el más fuerte al más débil, pero que no se relaciona con la estatura ni el
peso, sino por la capacidad de poder que se ejerce sobre la víctima mediante el control,
manipulación y como manera de imponer la voluntad que refleje superioridad.

La coyuntura económica es un factor que desencadena posiblemente violencia cuando es


el agresor quien obtiene mayor cantidad de ingresos en comparación con los de la víctima,
o en aquellos hogares donde la carencia de recursos es patente y las condiciones se
presentan adversas para los integrantes de la familia, provocando las agresiones de
violencia al no alcanzar el dinero.

Las creencias erróneas que mantiene la sociedad con respecto a la violencia de género es
otra de la situaciones que perpetúa el ocultamiento de la violencia hacia los hombres y, a
la vez, que sean objetos de maltrato, debido a los estereotipos de género que mantienen
al suponer que al ser los hombres más altos y fuertes físicamente deben de proteger a las
mujeres, influyendo en la percepción que tienen sobre ellos mismos al considerar que es

15
socialmente permitido que la mujer ofenda y grite, mientras que un gran número de ellas
es consciente de esta situación e igualmente agreden a su pareja (Siller, Ruiz, & Velasco,
2013), influyendo a que los hombres presenten pensamientos irracionales de que
realmente merecen ser agredidos, porque ellos provocaron ese comportamiento, se
culpabilizan y minimizan los actos de violencia de su pareja.

El Instituto Mexicano de la Juventud (2017) menciona que existen motivos de carácter


social para que este fenómeno continúe multiplicándose, entre ellos resalta la vergüenza
que puede llegar a sentir el hombre si cuenta a alguien sobre lo sucedido, si denuncia ante
las instancias correspondientes es generador de risas en las personas que lo escuchan, así
como, la dificultad para que las autoridades judiciales den credibilidad a las versiones de
los varones sobre los maltratos que reciben por su cónyuge, o en caso de creerles
minimizan las respuestas de contingencia o de la violencia, lo que exhibe una inadecuada
equidad de género y una indebida legislación jurídica. Por consiguiente, las mujeres
pueden hacer uso de la violencia al percibir que la situación del hombre maltratado se
convierte en un estado que es difícil de creer y los mecanismos son mínimos o escasos,
abusando de esta condición.

El nivel de instrucción académica es otro factor que posiblemente desencadena en


violencia hacia el hombre; en un estudio realizado por Trujano, Sánchez y Yoseff (2013)
concluyeron que en parte el nivel de estudio superior del hombre se relaciona con la
percepción y la aceptación de la frecuencia del maltrato en la pareja, al encontrarse
informados y sensibilizados respecto a la violencia en contra de las mujeres, detectando
los episodios violentos por el que atraviesan y permitiendo los comportamientos
agresivos de su pareja, conteniendo sus respuestas de defensa violentas a través de otras
alternativas de solución de conflictos con el que protegen la relación conyugal. En este
mismo estudio se revela que aquellas mujeres con un nivel educativo alto son más
perceptivas sobre la violencia y la pueden usar con mayor facilidad como medio de
afrontamiento al sentirse seguras de sí mismas.

Otra causal de violencia, de acuerdo con Becerra, Flores y Vásquez (2009) son las razones
que han argumentado las mujeres, pues consideran que sus golpes no generan daño, dudan
de que los hombres puedan salir lastimados y mantienen estos comportamientos como
acciones para llamar su atención sobre todo emocional, aunque, consideran que en otras
circunstancias han utilizado la violencia hacia su pareja como una medida reactiva debido

16
a que responde a una violencia previa por parte del varón y los actos violentos fueron
como un acto de autodefensa, que generalmente es aceptada por gran parte de la sociedad
esta segunda realidad, al creer que la mujer siempre es la víctima y el hombre el verdugo.

Las características que definen al hombre maltratado también es motivo para que se
desencadene la violencia de pareja a través de un episodio tras otro, Ruíz-Bautista (2018)
refiere que entre ellas se encuentran: autoestima baja e inadecuada validación de sí
mismo, idealización y aprobación por parte de la pareja concibiendo al amor como un
sacrificio, sentimientos de inferioridad, desajuste emocional, firmes creencias que él es el
culpable y percibe a la violencia como un método correctivo, presentan rasgos de
personalidad dependiente y antecedentes de haberse crecido en una familia donde padeció
y observó malos tratos. Todos los factores descritos pueden ser causales generadores de
violencia en contra de hombres, aunque evidentemente también pueden relacionarse al
género femenino, por tanto, se relacionan con la violencia en pareja.

1.3. Tipología y síntomas asociados

La violencia de pareja desde la perspectiva de los hombres hace referencia a todas las
situaciones de abusos a través de la agresión: física, psicológica y sexual, por parte de las
mujeres que realizan con diferentes grados de intensidad, que pueden desencadenar un
sinnúmero de afectaciones físicas, emocionales, cognitivas y de comportamiento, que no
suelen aparecer de manera secuencial pero que, sin embargo, deterioran la integridad y la
calidad de vida de la víctima.

La violencia psicológica es el tipo más sutil de maltrato al ser la primera en aparecer en


la violencia conyugal y distingue diferentes modalidades (verbal, económica y social)
que se expresan a través de humillaciones, gritos, insultos, manipulación, menosprecios,
amenazas, desprecios, desvalorizaciones de las opiniones y del trabajo, obligar a que
entregue los ingresos económicos para manejarlos y gastarlos de forma irresponsable
exigiendo en la búsqueda de nuevas fuentes de trabajo que generen nuevos ingresos y que
solicite préstamos a familiares o amistades, además, limita los contactos con la familia y
sociales disminuyendo de esta manera la red de apoyo al aislarlo del entorno (Águila,
Hernández, & Hernández, 2016).

En relación a la violencia psicológica, Trujano, Sánchez y Yoseff (2013) afirman que las
víctimas hombres pueden presentar consecuencias en su salud mental a través de
afectaciones emocionales como: baja autoestima, sentimiento de culpa e incapacidad,

17
desamparo, aplanamiento afectivo que impide utilizar mecanismos de afrontamiento
eficaces, inseguridad, tristeza, apatía, desánimo, miedo, pérdida de confianza, cuadros de
ansiedad e ideaciones suicidas; alteraciones cognitivas producto del estrés afectando
funciones como la memoria, atención y el proceso del pensamiento (Martínez, 2018); y
de comportamiento a través del aislamiento social y familiar, actitudes hostiles o de enojo,
conducta sexual insegura, conductas autodestructivas y abuso del consumo de alcohol,
tabaco u otras drogas.

Cuando los episodios de violencia psicológica se han vuelto repetitivos, posteriormente


puede preceder otro tipo de violencia como la física, aunque, ésta casi siempre lleva
implícita agresiones psicológicas hacia la víctima (Muñoz & Echeburúa, 2016). La
violencia física se caracteriza por ser objetiva, al dejar huellas en el cuerpo que pueden
ser observadas por los otros y esta direccionada a provocar daños o dolores sobre la
persona agredida, que suele iniciar con empujones, pellizcos y posteriormente con golpes
más fuertes, lanzamiento de objetos, patadas, codazos, bofetadas, o incluso la utilización
de armas cortantes como cuchillos, navajas, o armas de fuego.

En tal sentido, en el aspecto físico de la víctima se pueden observar hematomas,


dislocaciones, quemadura, pérdida de dientes, excoriaciones, daño ocular, trastornos
gastrointestinales, dolor muscular crónico, disminución del funcionamiento físico
(Molina & Moreno, 2015), aumento de la temperatura corporal, cefaleas, taquicardia,
hipertensión, letargia, alteraciones del sueño y de la alimentación, intentos de
estrangulamiento, dependencia a medicamentos (Trujano, Sánchez, & Yoseff, 2013) y en
situaciones extremas la pérdida parcial o total de una extremidad del cuerpo o incluso la
muerte.

Es oportuno señalar que las afectaciones dependerán de la forma en que el hombre


reaccione a este suceso, de la manera en como lo perciba, interprete e interiorice, incluso
habrá situaciones a las que se resista y responda como medio defensivo.

1.4. Pronóstico

Variedad de estudios se han centrado en investigar la violencia de pareja identificando a


las mujeres como las únicas afectadas, aunque las agresiones conyugales entre hombre y
mujer son igual de mutuas, sin embargo, existen menos investigaciones y denuncias
respecto a la violencia de las mujeres ejercidas hacia los hombres (Trujano, Martínez, &
Camacho, 2010), porque la violencia en contra del hombre en la mayoría de países no se

18
considera como lo que es, sino más bien se silencia y no se la aborda con la misma
importancia que la del género femenino.

Para Rojas-Andrade, Galleguillos, Miranda y Valencia (2013) cuando se da a conocer


casos de hombres maltratados por sus parejas mujeres, estos actos no son conocidos o
aceptados como violencia porque los estereotipos sociales atribuyen al género masculino
como el fuerte y al femenino como el débil y el que necesita de protección, por lo cual se
continua priorizando públicamente en temas de violencia a las mujeres, desplazando la
idea de que los hombres también son víctimas de violencia y que por estos motivos
prefieren mantenerse en silencio replegándose para sí mismos, puesto que aquellas
entidades que trabajan con temas de violencia de genero están también influenciadas por
esquemas socioculturales que se relacionan con el patriarcado.

Aquellos hombres que han sido violentados por su pareja tratan de ocultar la violencia
doméstica en su contra porque prefieren evitar que alguien se entere, incluso sus propios
familiares y círculo social cercano, para no ser ridiculizados a través de burlas,
resultándoles vergonzoso denunciar formalmente a su pareja reflejando vulnerabilidad
ante esta situación. En algunos países cuentan con legislación jurídica que respalda y
protege no solo a la mujer sino a los demás integrantes de la familia, sin embargo,
generalmente las víctimas no denuncian provocando que el problema no sea visible, lo
que genera un registro irregular de los casos, ocultando la realidad de la violencia en
contra del hombre (Barros, 2018).

En tal sentido, la presente investigación es relevante porque busca que se conozca de más
cerca este fenómeno social que es cada vez más común en la sociedad de hoy en día,
exponiendo que la violencia contra el hombre existe pero que en algunos casos es
silenciosa, tratando de que exista asimetría social y cultural para que se implementen
medidas de carácter social, públicas y privadas, que ayuden a sensibilizar e informar a los
habitantes a través de acciones que garanticen realmente la equidad de género.

1.5. Contextualización y objetivo

La violencia de pareja ha dejado de ser una temática privada que solo le correspondía a
la propia familia que la padecía, para convertirse en un fenómeno de carácter público
ocupando varias páginas de prensa, que en la mayoría de los casos enfoca su atención en

19
mujeres y niños al ser los más vulnerables (Acebo, González, Nuñez, & Chávez, 2018).
Por medio de diferentes disciplinas, ya sea desde lo psicológico, sociológico,
antropológico, jurídico y otras, la problemática de la violencia de pareja ejercida hacia
los hombres quedan ensombrecidas por las investigaciones y los datos estadísticos que
establecen a la mujer como víctima (Folguera, 2013).

Si bien la dimensión de la violencia hacia la mujer es patente, a nivel internacional se han


realizado algunas investigaciones durante los últimos años, donde concluyen que tanto
hombres como mujeres pueden ejercer violencia uno sobre el otro, aunque, esta situación
no es tan visible como lo es hacia el género femenino. En Ecuador se realizó un estudio
sobre la violencia familiar, en donde una de las variables estableció que el maltrato
conyugal es muy similar entre la pareja, aunque las mujeres suelen ser las más afectadas,
los hombres no quedan exentos de padecer violencia (Mas, y otros, 2018), aunque en la
mayoría de los casos las investigaciones que determinan al hombre como víctima no son
tomados con veracidad por gran parte de la sociedad.

En tal sentido, socialmente pareciera que la violencia no afecta a los hombres porque no
existe una debida preocupación y protección por este grupo por parte de colectivos,
asociaciones e incluso funcionarios jurídicos y legislativos, sin embargo, cada año los
casos de violencia en contra de los hombres por sus parejas van en aumento.

Es claro que la violencia en contra del hombre también se presenta en el contexto


ecuatoriano, sin embargo, no se encuentran datos exactos y confiables que evidencien
esta problemática. Sin embargo, en Guayaquil durante el 2017 se reportó dos tipos de
violencias, la Fiscalía reportó 199 denuncias por agresiones físicas mientras que la Policía
Nacional a través del Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif) 891; en cambio,
la Fiscalía reportó 806 casos por agresiones psicológicas y la policía 1.257, y durante los
dos primeros meses del 2018 se conocieron de 110 y 242 casos en ambas dependencias
(Verdezoto, 2018).

En la provincia de El Oro la Fiscalía no cuenta con datos estadísticos que respaldan la


violencia en contra del hombre, debido a que no clasifican la violencia por género, sino
como violencia doméstica o familiar teniendo los siguientes datos: en el 2017 se
reportaron 3290 casos por agresiones psicológicas, 2017 por físicas y 4 a casusa de delitos
sexuales; mientras que en el 2018 fueron 2046 casos por violencia psicológica, 252 por

20
física y 1 caso por agresión sexual; y en el 2019 fueron 682 casos debido a abusos
psicológicos, 224 a física y 11 por violencia sexual.

En relación a lo último, la presente investigación mediante la modalidad de análisis de


caso se realiza en el cantón de Machala perteneciente a la provincia de El Oro, y a través
de un muestreo no probabilístico se seleccionó a 3 sujetos quienes comparten
características socioculturales similares, su nivel de instrucción es medio y superior,
conviven con sus parejas e hijos, trabajan en negocios propios y bajo dependencia, y han
atravesado violencia por parte de sus parejas en los últimos seis meses. En tal sentido, la
investigación tiene como objetivo, identificar las afectaciones psicológicas que
prevalecen en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con
su pareja sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto
familiar influyente.

21
2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA-EPISTEMOLÓGICA DEL ESTUDIO.

VIOLENCIA DE PAREJA DESDE LA PERSPECTIVA DEL HOMBRE

MALTRATADO

2.1. Descripción del apartado teórico.

El enfoque sistémico en las últimas décadas se ha convertido en un modelo conceptual,


de investigación e intervención y es uno de los que más se ha extendido a nivel mundial,
trascendiendo su popularidad entre los psicoterapeutas al no solo centrarse en la
explicación individual como lo hacen corrientes tradicionales, si no por enfocarse en el
sistema familiar situándose en el centro de la vida social, en organizaciones pequeñas y
grandes, y las relaciones que surgen al interior de éstas. Este enfoque nace como una
alternativa que abarca realidades complejas para ser estudiadas desde un panorama
multidisciplinar; desde a mediados del siglo XX en su construcción han influido varias
concepciones epistemológicas entre ellas la Teoría General de Sistemas, La Cibernética
y la Teoría de la Comunicación.

El inicio de la Teoría General de Sistemas fue planteado por Ludwig Von Bertalanffly a
inicio de los años 30, sin embargo, su reconocimiento científico no se originó hasta finales
de la década sesenta; su premisa parte de que en la realidad coexisten sistemas abiertos
que están en constante dinámica y cambio continuo, importando y exportando materia,
de modo que todo organismo con vida se constituye en un sistema que es parte de un
entorno, donde intercambia y se degradan sus propiedades y componentes buscando un
estado uniforme o transformándose a sí mismo mediante esta interacción circundante
(Martínez, Ortiz, González, & Brito, 2009); que puede vincularse a un individuo o grupo
de personas, a una célula o acumulación de ellas, a una organización o a un conjunto de
ideas, siempre que exista interrelación entre las partes.

Su principio básico se centra en el sistema, comprendido como el estudio de las partes y


del todo, que se encuentran compuestos e interconectados en un determinado contexto
por relaciones entre sí (Bermúdez, 2014); así, para que el organismo sobreviva debe
intercambiar información y elementos con otros subsistemas y con su entorno próximo,
recibiendo y transmitiendo datos, asimilando y acomodando componentes que considera
útiles y eliminando los desechos, lo que permite que el proceso se mantenga, influyendo

22
en el desarrollo del organismo (Ortiz, 2014); así un organismo vivo es considerado un
sistema y viceversa.

Un sistema para Minuchin (2004) “se trata de un conjunto de elementos en interacción


que tiene una estructura que determina su funcionamiento, evoluciona con el tiempo y
está en interrelación con otros sistemas” (p. 86). La estructura es el eje central del
organismo, es quien establece el funcionamiento como entidad relacional construyendo
el vínculo entre los demás elementos que conforman la totalidad, a su vez, se modifica,
crece y se transforma conforme a las actividades que cada una de las partes realice
articuladamente; el sistema está en constante desarrollo y evolución. La familia es
percibida como un sistema en donde los integrantes se encuentran interconectados.

En la teoría de Bertalanffly, de acuerdo con Villarreal-Zegarra y Paz-Jesus (2015) se


pueden apreciar varios de sus postulados con el que cuenta todo sistema como lo son: a)
totalidad, comprende que las partes no se explican como una composición aislada sino
como un todo; b) equifinalidad, cuando un estado final puede alcanzarse a través de
diversos caminos independientemente de las causas iniciales, por otro lado,
equipontecialidad, señala que con un mismo origen no se puede conseguir un mismo
final; c) circularidad, establece que todas las partes se encuentran interconectadas entre
sí; y d) sistemas cerrados y sistemas abiertos, en donde los primeros no intercambian
datos entre los elementos internos con los externos, mientras que en los segundos si se
origina este intercambio de información; sin embargo, cabe recalcar que los sistemas
sociales, como la familia, no son sistemas totalmente cerrados o abiertos, si no de aquellos
que tienden a ser más cerrados y otros más abiertos.

Otra teoría que converge como base teórica del Enfoque Sistémico es La Cibernética de
Norbert Wiener planteada como una disciplina interdisciplinar que abarca los procesos
de control y comunicación entre seres vivos y máquinas, que tiene la finalidad de
investigar las interacciones comunicacionales entre los elementos del sistema, y como
esta interconexión influye en el proceso de control de los mismos, y, a la vez, el organismo
se vincula con el contexto y se adapta a sus cambios existentes (Peralta, 2016). Esta teoría
distingue dos órdenes cibernéticos: 1) homeostasis, se relaciona al equilibrio dinámico
del sistema que se expresa con su resistencia y adaptabilidad al entorno que busca el
correcto funcionamiento del organismo (Silva, 2009), que se retroalimenta de forma
negativa preservando su supervivencia al resistirse al cambio garantizando su estabilidad;

23
y 2) morfogénesis, plantea la capacidad de un sistema para modificarse a sí mismo,
asociándose a una retroalimentación positiva al evolucionar por medio de la adaptación
en busca de un nuevo equilibrio y continuar viable (León, 2015).

Por otro lado, la comunicación desempeña un rol relevante sobre los patrones
interacciónales, provocando diversos estilos de interacción entre las personas. La Teoría
de la Comunicación de Watzlawick, Beavin-Bavelas y Jackson se interesaron en explicar
el proceso en cómo los seres vivos tienen la capacidad para relacionarse con otros y de
controlar su entorno a través de los datos comunicativos.

De acuerdo con Pujol (2017), Watzlawick y sus compañeros propusieron cinco axiomas
que se originan durante la comunicación humana: 1) Es imposible no comunicar, y se
relaciona a que cualquier acción que realiza un individuo transmite un mensaje; 2) Existe
un nivel de contenido y de relación, el primero se centra en lo explícito, en la información
que se brinda durante la comunicación, y el segundo se centra en lo implícito que engloba
lo que se dice, el cómo se lo dice y lo que se entiende de esa comunicación; 3) la
naturaleza de una relación está determinada en función de la puntuación de los
participantes en las secuencias comunicacionales, que reside en la interpretación de los
datos informativos que se intercambian durante la interacción comunicativa; 4)
comunicación digital y analógica, la primera se centra en el lenguaje verbal en lo que se
dice a través del habla y los signos arbitrarios, y la segunda hace referencia a la
comunicación no verbal, donde el cuerpo es quién habla, se relaciona a la forma en cómo
se dice y se hace llegar el mensaje; y 5) la comunicación puede ser simétrica y
complementaria, existe simetría cuando ambos sujetos se tratan como iguales e
intercambian similares tipos de comportamientos o son mínimas las diferencias, y es
complementaria cuando uno de los integrantes se encuentra en posición superior respecto
al otro tratándose, siendo una relación de desiguales.

En tal sentido, la comunicación es un proceso dinámico que se relaciona con la condición


del ser humano como medio de interacción y funcionamiento entre los hombres y los
grupos, entre ellos el familiar. Desde el enfoque sistémico la familia es un sistema abierto
que está conformada por varios subsistemas o microsistemas que comparten
consanguinidad, afectos y vínculos de convivencia que se interconectan con el
macrosistema social, considerando a los fenómenos familiares en su totalidad (Acevedo
& Vidal , 2019).

24
La familia para Villarreal-Zegarra y Paz-Jesus (2015) es un sistema que atraviesa por
varias transiciones durante su desarrollo evolutivo como producto de la dinámica entre
los subsistemas, los cuales pueden estar compuestos entre hijos o hermanos (fraternal),
otro entre los progenitores (conyugal) y otro entre padres e hijos (parental); así las partes
que conforman la familia buscan la forma de proteger la diferenciación del sistema y la
integración de todos sus miembros, debido a que en su núcleo se comunican uno a los
otros, interactúan y se influyen mutuamente, por tanto, cualquier cambio en el subsistema
repercutirá en todo el sistema.

En tal sentido, en el sistema familiar, la pareja es un subsistema abierto que intercambia


información uno con el otro al encontrarse de forma constante interactuando con el
entorno y, a la vez, éste ejerce influencia en la relación de pareja determinando su
organización, su comunicación y sus estilos de resolución de conflictos (Martínez, 2014),
en las que se establecen pautas, límites y normas que determinan la correcta funcionalidad
de las relaciones, las cuales son circulares al existir conexiones directas y recíprocas que
influyen mutuamente; mientras que cuando la interacción es mínima se suele hablar de
que es un sistema cerrado que se caracteriza por relaciones disfuncionales que puede
desencadenar en violencia.

Salazar y Vinet (2011) postulan que las relaciones de pareja que incluyen en su
interacción las agresiones denotan una serie de pautas de intercambio de actitudes y
comportamientos que se encuentran establecidos y que se categorizan en tres formas
básicas: 1) violencia agresión, se considera como una forma de relación de características
de maltrato que se construye sobre un patrón simétrico donde ambos miembros mantienen
un actitud igualitaria y de competencia recíproca, manifestándose las agresiones de forma
bidireccional; 2) violencia castigo, se edifica sobre un patrón de complemento, en la que
ambos actores acuerdan una diferenciación entre ellos que suele estar marcada por el
poder, basando la relación en un proceso de adaptación en donde uno es el que propone
y el otro acepta, provocando que las agresiones sean unidireccionales, situándose el
agresor en una posición alta demostrando un mínimo cargo de conciencia sobre la
violencia, y el victimario en un nivel bajo con la tendencia a sentirse responsable y
culpable de la situación; 3) violencia reactiva, está determinada por la ausencia de un
patrón estable de relación violenta, donde las agresiones se presentan de manera episódica
ante algunas crisis: rupturas matrimoniales, problemas económicos, sociales, laborales o

25
familiares; luego el actor manifiesta una clara preocupación por el daño provocado a la
pareja o familia acompañándolo de un deseo de compensación afectiva.

Desde el Enfoque Sistémico la violencia conyugal no solo debe ser observada como un
fenómeno que sólo puede afectar a la pareja involucrada, sino que es un problema de
relaciones e interacción que perturba a los demás integrantes de la familia, debido a que
cualquier situación que perjudique a uno de los miembros impactará en todo el sistema
familiar, incluso puede impactar a otros sistemas del entorno como por ejemplo el
judicial, el de salud, el de educación, u otros, convirtiéndose en un problema de gravedad
para la sociedad.

2.2. Enfoque epistemológico y teoría de soporte.

Son varios los autores que han dedicado sus esfuerzos a contribuir con sus investigaciones
y desarrollar el Enfoque Sistémico planteando diversas teorías para explicar la coyuntura
familiar, sin embargo, para la presente investigación que tiene como eje central la
violencia de pareja que se origina en el contexto familiar se ha tomado como base
epistemológica y teoría de soporte el Modelo Ecológico Sistémico.

El estadounidense Urie Bronfenbrenner fue quien elaboró el Modelo Ecológico, teniendo


como uno de sus postulados básicos que la conducta humana y el funcionamiento
psicológico es producto de las influencias de los ambientes naturales próximos en que
interactúa el ser humano, considerando el desarrollo humano como un proceso evolutivo
en espiral con avances y retrocesos, que tiene mejores precedentes con la interacción
activa del sujeto con los entornos próximos que, a la vez, están en continuos movimientos
(Torrico, Santín, Andrés, Álvarez-Dardet, & López, 2002).

Bronfenbrenner (1986) afirma que la familia aunque es el principal sistema de desarrollo


del ser humano, es solamente uno de los diversos contextos en que se origina el proceso
del desarrollo, el cual se ve influenciado por las relaciones que se originan en todos los
entornos que están interconectados entre sí, directa o indirectamente. En otras palabras,
el ambiente y, ante todo, cómo se percibe e interpreta las circunstancias que se presentan
en los diversos contextos, es mucho más relevante para el progreso que la realidad
claramente objetiva (Hernández & Ardón, 2015).

En relación a la violencia de pareja, a partir del Enfoque Ecológico de Bronfenbrenner,


Heise en 1994 realizó la propuesta del Modelo Ecológico para la atención de la violencia

26
para la Organización Mundial de la Salud, el cual parte del supuesto de que cada sujeto
se encuentra involucrado en una variedad de entornos con niveles relacionales, personal,
familiar, comunitario y social, donde se producen un sinnúmero de interacciones entre
expresiones con dinámica de violencia. El entorno es un conjunto de estructuras anidadas
e interconectadas en diferentes niveles, que genera movimientos desde lo más interno,
microsistema, mesosistema y exosistema, a lo más externo macrosistema, donde cada
nivel contiene al otro (Bronfenbrenner, 1977).

El primer nivel, microsistema, es el contexto físico y social más reducido que contiene al
sujeto, hace hincapié en las relaciones de cara a cara constituyéndose en la red de vínculo
más cercana, usualmente es la familia, donde desarrolla patrones, roles y relaciones
interpersonales específicas (Salinas-Quiroz, Cambón, & Silva, 2015) y puede funcionar
como un entorno positivo y seguro para el desarrollo o puede desempeñarse como
destructivo y negligente (Frías-Armenta, López, & Díaz-Méndez, 2003). Aquí juegan un
papel fundamental los patrones de interacción familiar, en relación al maltrato hacia los
hijos por parte de la familia de origen o la violencia intrafamiliar donde existen agresiones
entre la pareja mientras los hijos observan teniendo como modelo de resolución este tipo
de comportamiento el cual pueden naturalizar e imitar; incidiendo estas experiencias en
la personalidad del menor afectando su autoconcepto, escasa tolerancia a la soledad, su
capacidad para consolarse por sí solo, apego inseguro, dependencia hacia el otro,
incapacidad para moderar sus estados de tristeza, ansiedad, e ira (Martínez, 2014).
Igualmente, observar la comisión de agresiones por parte de amistades puede disponer a
que la persona cometa estos mismos actos en diferentes etapas del ciclo vital o los sufra
sin defenderse.

El segundo nivel es el mesosistema que para Torres, Santín, Andrés, Álvarez-Dardet, y


López (2002) es un conjunto de sistemas o ambientes donde el sujeto en desarrollo se
interrelaciona activamente con otros contextos, es decir, se forma o se amplía cuando la
persona ingresa a ser parte de otros entornos como: el barrio, instituciones educativas,
organizaciones laborales u otros, estableciéndose nuevas relaciones sociales. Se
identifican las características de estos ambientes que puedan elevar el riesgo de cometer
actos agresivos o padecerlos ante la presencia de conflictos comunitarios o
comportamiento delictivos, que pueden fomentar una cultura de violencia (Olivares &
Incháustegui, 2009).

27
EL tercer nivel es el exosistema que de acuerdo con Bronfenbrenner (citado en Salinas-
Quiroz, Cambón, y Silva, 2015) se caracteriza por estar conformado por uno o varios
contextos en donde la persona no participa de forma activa, sin embargo, cualquier
situación que ocurra en cualquier de los entornos puede influir en ese entorno (lugar de
trabajo de la pareja, deserción laboral, otros). En relación a la violencia algunos hechos
pueden actuar como factores de riesgo para que se origine la violencia en la pareja como:
desempleo o deserción laboral, pobreza, aislamiento territorial (Boira, Carbajosa, &
Méndez, 2016), medios de comunicación que pueden actuar como modelos que
multiplican las actitudes y conductas violentas, consumo de drogas y carencia de una
legislación judicial que determine la violencia como acciones punibles

El cuarto nivel es el macrosistema, que se determina por la configuración social y cultural


mediante los sistemas de creencias que prevalecen en la sociedad como son los valores,
la ideología, modelos económicos, disposiciones políticas y estructuras judiciales, que
están presentes en la cotidianeidad de la persona incidiendo en su proceso de desarrollo
(Bautista, 2016). Alencar-Rodrigues y Leonor (2012) refieren que en este nivel la familia
se va moldeando según el sistema de creencias sociales en cuanto a los roles, derechos, y
responsabilidad de cada uno de los miembros del núcleo familiar; a su vez, también
jerarquiza el poder del hombre sobre el de la mujer evidenciándose la sociedad patriarcal
y la influencia de jerarquías de los progenitores sobre los hijos, así como los prototipos
tradicionales de masculinidad y feminismo. En la sociedad se vislumbran factores como
la impunidad, la corrupción, la ilegalidad y la falta de respeto por los derechos de los
demás, la desobediencia a la ley y a las instituciones, que pueden favorecer a que se incite
un clima de violencia y se transformen en patrones de comportamiento socialmente
aceptados, potenciando la violencia en cualquiera de los sistemas incluido el familiar y el
de pareja (Incháustegui & 0livares, 2011).

Según lo visto, la violencia en la pareja puede ser el resultado de la interacción dinámica,


recíproca y compleja de características interpersonales, comunicacionales y de factores
relacionales, culturales, sociales e históricos que se encuentran vinculados con el
ambiente de interacción en diferentes niveles pero que a la vez se contienen uno al otro e
influyen en el ser humano; comprender cómo estos factores inciden en la violencia es un
paso importante para poder prevenir e intervenir en aquellas situaciones desfavorables
con procesos psicoterapéuticos que incluyan el sistema familiar y los sistemas próximos.

28
2.3. Argumentación teórica de la investigación

Conforme a los hallazgos de información sobre la violencia en relación al subsistema


conyugal, es necesario respaldar un proceso de intervención eficaz desde el Enfoque
Sistémico que pueda aminorar este fenómeno social. La familia es un sistema que está
conformado por diferentes subsistemas interconectados que tienen una interacción
constante con el entorno constituyéndose en un sistema abierto, pero que posee principios
propios, convirtiéndose en un contexto de intervención desde la práctica clínica sistémica
donde coloca el interés principal en la familia.

Ospina y Clavijo (2016) refieren que los problemas que se originan en el contexto familiar
su génesis no sólo se explica desde la particularidad de los actores principales, sino a
través de la dinámica familiar y el conjunto relacional de sus integrantes, y a partir de
variables socioculturales siendo necesario considerar factores de carácter relacional, los
cuales son el medio para interpretar la estructura, organización y funcionamiento del
sistema familiar (Ospina & Clavijo, 2016). Desde esta perspectiva la intervención
sistémica da hincapié al fenómeno de la violencia con una visión integrativa.

Desde este enfoque, la terapia sistémica, utiliza procedimientos que permiten provocar
cambios en la estructura y en la funcionalidad de la pareja, entendida como un subsistema
conyugal, al tratar de reorganizar y modificar comportamientos, formas de comunicación
y actitudes de relación que se gestan al interior del núcleo familiar. Por consiguiente, la
pareja conformada por dos miembros que se han desarrollado en sus propios contextos y
se han relacionado con sus entornos inmediatos, cuando se genera un cambio individual
o en el contexto, éste influye en todos los integrantes del sistema (Berger, 2008).

Valladares (2008) manifiesta que desde esta postura de intervención terapéutica en el


fenómeno del conflicto conyugal, se traslada el interés de trabajar con el individuo a
iniciar el proceso con la pareja y todo el grupo familiar, modificándose la explicación del
origen del problema desde una perspectiva biológica y de enfermedad, a una centrada en
lo social e interaccional desde una mirada de sostenimiento de la salud, teniendo como
objetivo la modificación de las maneras en que interactúan los integrantes de los
subsistemas, así como, de los escenarios que favorecen la estabilidad y cohesión familiar.

El terapeuta asume un rol de mediador enfocándose en primera instancia en las conductas


de los integrantes de la familia, mientras que con la presencia de los conflictos
interpersonales durante el proceso, el sistema terapéutico, direccionara a que los

29
consultantes dinamicen la corresponsabilidad hacia el cambio por medio del lenguaje,
desarrollen hipótesis generativas y circulares para que con su participación activa
construyan posibles alternativas de solución y fortalezcan las relaciones del sistema.
Martínez (1986) postula que durante las sesiones se deben cumplir los siguientes
objetivos: a) optimizar la interacción y comunicación del subsistema; b) enfocarse en el
cómo y para qué se producen los problemas en vez del por qué, esclareciendo las
percepciones de los consultantes; c) mediar la negociación para que la pareja llegue a
acuerdos y compromisos, y d) identificar alternativas que posibiliten el cambio.

En relación al proceso terapéutico para un abordaje sistémico hacia la pareja, de la


Espriella (2008) refiere que se puede distribuir en tres fases: 1) evaluación, incluye la
entrevista inicial donde el consultante manifiesta el motivo de consulta, definir las
expectativas claras sobre el proceso, disminuir estados de ansiedad en la pareja, para ello,
el terapeuta debe permitir la expresión de los participantes para que comenten su versión,
recolectar información sobre la historia personal y ampliar información sobre la familia
de origen por lo menos de tres generaciones que será descrita en el genograma; 2)
intervención, la cual se centra en los patrones comunicacionales e interacción de la pareja
tratando de modificarlos por unos que sean menos rígidos a través de estrategias como el
juego de roles y tareas; 3) seguimiento, durante esta fase se verifican las tareas que hayan
sido enviadas con la finalidad de conocer los cambios que se originan en la pareja para
introducir nuevas estrategias de solución de conflictos.

Por otro lado, Ibaceta (2011) señala que en 1995 Carmen Luz Méndez propuso que en
situaciones de violencia de pareja se puede realizar terapia en donde esbozó algunos focos
de trabajo a través de su experiencia con dichas parejas: 1) Redefinición del conflicto
como un dolor compartido que atraviesa la pareja, en donde el terapeuta debe accionar
el reconocimiento de sufrimiento a causa de la violencia en ambos miembros, para ello,
se deben explorar las emociones, las creencia y los significados que encubren las
conductas violentas; 2) Protección personal y de la relación, considera las estrategias de
contención que utiliza la pareja para disminuir la posibilidad de que ocurran nuevos
episodios de violencia y les permita cuidarse mutuamente.

El mismo autor menciona, 3) Exploración del ciclo de violencia y el autoreconocimiento


de la situación, les permite identificar a la pareja aquellas conversaciones, momentos y
lugares donde por lo general se desarrolla la violencia de manera repetida y los estados

30
internos que surgen durante ese instante, así como que el cambio le corresponde a ambos;
4) Exploración en pareja sobre las consecuencias de la violencia, reconociendo el dolor
provocado y un genuino deseo de arrepentimiento y de querer remediar el dolor causado,
cerrándose el ciclo cuando la víctima acepta el reconocimiento y la reparación del otro; y
5) Explicaciones sobre los hechos de la violencia, ambos integrantes de la pareja tienen
la oportunidad de explicar el por qué surge la violencia, sin embargo, lo ideal es preguntar
el para qué ya que permite que la pareja reflexione sobre sus conductas, sin que busquen
justificar su accionar.

Cuando es imposible trabajar desde las primeras sesiones con ambos miembros de la
pareja, se realiza el abordaje individualmente hasta que estén preparados para iniciar el
proceso conjunto (Barbosa, 2014). Es importante que durante las sesiones que tenga como
causa la violencia por parte de uno o ambos miembros de la pareja, el terapeuta obtenga
la confianza de los consultantes identificados, con el propósito de dirigirse a las partes
del todo del subsistema conyugal intentando interrumpir las interacciones de violencia.

31
3. METODOLOGÍA

3.1. Diseño de la investigación

El presente estudio está elaborado bajo un enfoque de investigación mixta, aprovechando


así los recursos de los métodos cuantitativos como cualitativos. Stacciarini y Cook (2015)
mencionan que el uso de los métodos mixtos contribuye a una mayor comprensión sobre
problemas complejos en especial a los referentes al ámbito de la salud, ya que este método
permite utilizar datos tanto cualitativos como también cuantitativos. De esta manera se
puede dar mayor profundidad y solidez a la investigación, ya que se puede analizar y
recopilar una mayor cantidad de datos.

El enfoque cuantitativo se lo utiliza para dar mayor precisión a la investigación, ya que


de acuerdo con Cadena, y otros (2017) este método permite dar exactitud a los
procedimientos para medir el objeto de estudio, ya que se fundamenta en la producción
numérica a través de la recolección y el análisis de datos.

El enfoque cualitativo es utilizado por la flexibilidad que le brinda al proceso de


investigación, Zerpa (2016) explica que este método se basa en la interpretación,
descripción y el análisis del objeto de estudio; es decir que contribuye con una concepción
más amplia de la que genera el enfoque cuantitativo.

Para sustentar el presente estudio se ha optado por seguir un alcance descriptivo –


interpretativo, con el objeto de caracterizar los elementos que intervienen en la violencia
de pareja y los resultados de las técnicas de investigación empleadas, logrando así la
comprensión de las afectaciones psicológicas producto de la violencia y los factores
psicosociales que ocasionan que el hombre se convierta en una víctima de su pareja
sentimental.

Los métodos que se emplearon fueron el narrativo – biográfico, considerando que la


obtención de la información proviene de los sucesos de la vida familiar de los sujetos de
estudio y el contexto en el que están involucrados en su diario vivir. Otro método utilizado
es el analítico – sintético, el analítico nos permitió descomponer las variables de
investigación, la relación que existe entre ellas, así como también un adecuado análisis;
por otro lado el sintético, aporta la reconstrucción de los elementos que fueron
descompuestos de manera que se puede formular nuevos conocimientos. Se utilizó la

32
técnica de la entrevista y el cuestionario para dar mayor veracidad y sustento a la
investigación.

3.2. Técnicas e instrumentos utilizados.

En la investigación se utilizaron las siguientes técnicas e instrumentos:

La entrevista clínica para Montoya, Puerta y Arango (2013) explican que debe cumplir
con los objetivos de la evaluación, y permitir obtener respuestas de los motivos por los
que el sujeto de estudio asiste a la consulta, de esta manera se podrá establecer un
diagnóstico clínico o investigativo, ya que permite recolectar información válida y
confiable de los entrevistados como es su personalidad, comportamiento, interacciones
familiares, estilos de crianza, dinámica familiar, percepción de un problema, dificultades
que se le presentan en la vida cotidiana, así como también sus habilidades de
comunicación y estilos de afrontamiento. En tal sentido, la entrevista utilizada fue
semiestructurada, (ver anexo B), con la finalidad de recabar información sobre las
características sociodemográficas, la historia personal y familiar de los sujetos de
estudios, experiencias de vida que se relacionen con episodios de victimización, situación
de la relación de pareja que permita conocer el escenario actual de la víctima en relación
a su agresora, así como identificar factores de continuidad, así como, las afectaciones
psicológicas que son productos de la violencia de pareja y como esta situación ha
modificado su vida.

Posterior a la aplicación de la entrevista con los sujetos de estudio y de acuerdo a la


información recopilada se aplicó un reactivo psicológico que permita complementar los
datos obtenidos en el primer proceso.

Violencia Doméstica: Frecuencia y Percepción (VIDOFyP) elaborado por Trujano y


Mendoza en el 2003, es un inventario que consta de 30 reactivos que se responde por
medio de la escala Lickert en donde se describen conductas y actitudes en relación a seis
formas de violencia (física, psicológica, social, sexual, económica y objetal) que son
ejercidas en la convivencia de pareja, así como la percepción que tiene la víctima sobre
las conductas violentas y la frecuencia con que se presentan en la relación (Trujano,
Martínez, & Camacho, 2010). Para la presente investigación se modificó la pregunta 19
con términos dirigidos al género masculino, (ver anexo C).

33
Cuestionario de Respuesta Emocional a la Violencia (REV) elaborado por Soler, Barreto
y González en el 2005, en un instrumento heteroaplicado compuesto por 22 ítems que
valora cuatro dimensiones: depresión (7 ítems), ansiedad (7 ítems), ajusto psicosocial (4
ítems) y humor irritable (4 ítems), que permiten identificar de manera objetiva la
respuesta emocional y sintomatología en personas que atraviesan violencia por parte de
su pareja sentimental (Soler, Barreto, & González, 2005). Su calificación se obtiene a
través de la escala de Likert en la que cada dimensión toma valores que van desde nada
(0), algo (1), bastante (2) y mucho (3), con una puntuación máxima de 21 para depresión,
21 para ansiedad, 12 para ajuste psicosocial y 12 para humor irritable (Chávez & Juárez
, 2016), (ver anexo D).

Inventario de Depresión de Beck (BDI-II) elaborado por Beck, Steer y Brown en 1996, y
adaptado a la versión española por Sanz, Navarro y Vásquez en 2.003, es un autoinforme
que consta de 21 ítems que valoriza la intensidad de la sintomatología depresiva
centrándose ante todo en componentes cognitivos en vez de los conductuales o somáticos.
En cada uno de los ítems el sujeto debe escoger entre cuatro alternativas que van de menor
a mayor rango y describen su estado de ánimo durante las últimas dos semanas incluyendo
el día que responde el instrumento; cada ítem tiene una valoración de 0 a 3 puntos según
la alternativa seleccionada obteniéndose una puntuación mínima de 0 y máxima de 63
(Sanz, Perdigón, & Vázquez, 2003). Los puntos de corte usualmente utilizados son: entre
0-13 se relaciona con una depresión mínima, mientras que de 14-19 hace referencia a
depresión leve, 20-28 a depresión moderada y de 29-63 a una depresión grave, (ver anexo
E).

La Escala de Evaluación de la Ansiedad de Hamilton (HAM-A) elaborado por Hamilton


en 1.959, es un informe heteroaplicable que está compuesta por 14 ítems que permiten
identificar el grado de ansiedad, la cual se valora desde la ausencia (0) de sintomatología
hasta la de intensidad máxima (4), entre dos tipos de ansiedad, la psíquica con los
siguientes ítems (1, 2, 3, 4, 5, 6, y 14) y la somática (ítems del 8 al 13), arrojando la suma
total entre un rango de 0 a 56 puntos, donde una mayor puntuación indica una mayor
intensidad de ansiedad (Tellería, 2014). Se sugiere los siguientes puntos de corte: entre
0-5 no ansiedad, 6-14 ansiedad menor y desde 15 en adelante ansiedad mayor, (ver anexo
F).

34
Escala de Bloqueo de la Huida en Situaciones de Maltrato (EBHSM) elaborado por Torres
y otros, en 2015, es un instrumento que mide los motivos para que una persona
permanezca en una situación de violencia, consta de 36 ítems y está compuesta de 6
subescalas o factores: problemas socioeconómicos (PS) consta de 6 ítems, apego y miedo
al abandono (AM) con 7 ítems, culpabilización y resignación (CS) con 3 ítems, impacto
en los hijos (IH) con 3 ítems, miedo al daño y preocupación por la pareja (MD) con 11
ítems, y sensación de confusión (SC) con 6 ítems (Torres, y otros, 2015). Las
puntuaciones varían entre la dicotomía Sí-No en cada ítem, sumándose la puntuación de
todos los ítems de cada subescala, aquellos factores con mayores puntajes determinan los
motivos de la víctima y su permanencia con la persona maltratadora, (ver anexo G).

En relación a la selección de los sujetos del análisis de caso, las aproximaciones que se
tuvieron fueron a través de la red social Facebook, donde a través de una publicación
pública se dio a conocer la elaboración de la investigación desde la perspectiva de
hombres que han sido maltratados por su pareja, solicitando que aquellos que son víctimas
de violencia pueden ser parte de la presente investigación. Posteriormente con aquellas
personas interesadas en contar su historia, se mantuvo contacto vía telefónica,
explicándosele el propósito de la investigación. Luego se concretó un encuentro
individual con los 3 sujetos de estudio, en donde se les solicitó que si aceptaban ser parte
del estudio firmaran el consentimiento informado, (ver anexo A). El consentimiento
informado es un documento de aceptación libre y voluntario por parte del sujeto de
investigación, donde se incluye información sobre el objetivo de investigación y un
mecanismo para proteger los derechos, la confidencialidad y bienestar de los participantes
(Carreño-Dueñas, 2016; Urosa, 2017).

3.3. Categorías de análisis

Las categorías que se analizaron en el presente estudio son las siguientes:

 Violencia de pareja, es uno de los maltratos más ejercidos a nivel mundial en el


contexto familiar que se puede producir contra la mujer o el hombre por parte de
su pareja, que incluye comportamientos de carácter agresivo de tipo físico,
psicológico, económico y sexual.

35
 Afectaciones psicológicas, son todas las perturbaciones emocionales, cognitivas
o comportamentales que pueden ser provocados en los hombres posteriores a
comportamientos violentos recurrentes por parte de su pareja.
 Factores psicosociales, son las características que tienden a presentar las víctimas
que padecen violencia y se relacionan con los elementos que consideran para
continuar su relación con su pareja sentimental evitando o postergando la
separación.

Posterior a la evaluación de las categorías de análisis a través de las técnicas descritas, se


procedió a realizar la triangulación de resultados, (ver anexo H), con la finalidad de
relacionar la información teórica en relación a las variables, los datos obtenidos con las
pruebas aplicadas y la interpretación personal de quién investiga. La triangulación de
datos para Aguilar y Barroso (2015) es una estrategia que permite integrar la información
recopilada tras la aplicación de los procesos investigativos, permitiendo realizar un
análisis comparativo del objeto que se estudia acrecentando la validez de los resultados.

36
4. DISCUSIÓN DE RESULTADOS

En necesario matizar que la presente investigación busca ampliar el panorama de la


violencia de pareja, al demostrar que los hombres también son vulnerables y son víctimas
de diversos maltratos por parte de sus parejas heterosexuales, desencadenando
afectaciones a nivel psicológico, así como, la existencia de factores que inciden a que
continúen con sus cónyuges a pesar de ser agredidos, lo cual se vincula con el ejercicio
del poder y control al interior de la relación. Para comprensión de este apartado se han
identificado a los tres casos como: C1, C2 y C3

4.1 Violencia de Pareja.

La violencia en la dinámica relacional de la pareja es un fenómeno silencioso que se ha


convertido en un grave problema social y de salud, que puede iniciar en el noviazgo como
una antesala y posteriormente trasladarse y agravarse durante la convivencia conyugal,
ante todo en parejas jóvenes siendo las más vulnerables al insertarse en el espiral de la
violencia afectando de diferentes formas al individuo que la padece al ser física,
psicológica, sexual y económica, convirtiéndose esta interacciones en comportamientos
habituales de compartir con el otro (Batiza, 2017).

De acuerdo con la información proporcionada durante la entrevista por los sujetos de los
C1, C2 y C3 en su convivencia de pareja existen comportamientos agresivos y malos
tratos por parte de sus esposas que se relacionan con la tipología de violencia psicológica
debido a que en su dinámica de pareja evidencian actitudes de menosprecio,
humillaciones, manipulaciones haciéndolos sentir culpables, burlas, culpabilizándolos de
errores propios, gritos e insultos criticando sus formas de ser y actuar, acusándolos de
infidelidades por lo que utilizan el constante control queriendo saber todo lo que hacen y
en donde se encuentran en todo momento.

Además los C1 y C2 se vinculan con malos tratos que se relacionan con la violencia física
al recibir por parte de su pareja demostraciones de indiferencia e interés por su
conviviente, desvalorizaciones de sus opiniones y proporcionar golpes, arañazos,
mordidas, empujones y bofetadas cuando no existe un acuerdo ante una determinada
situación. Becerra, Flores y Vásquez (2009) en sus hallazgos manifiestan que en cuanto
a las razones dadas por las mujeres para agredir a sus esposos son porque sus golpes

37
consideran que no afectan a los hombres y, por ende, no van a salir lastimados, además
entienden que ellos no pueden y no deberían desquitarse.

En cuanto a los resultados del inventario de Violencia Doméstica: Frecuencia y


Percepción (VIDOFyP) reflejo que en los C1, C2 y C3 existe una mayor frecuencia y
percepción sobre los episodios agresivos que se relacionan con: violencia física, con
expresiones verbales mediante gritos o al recibir por parte de su pareja golpes con la mano
en diferentes partes del cuerpo (empujones, cachetadas, pellizcos), con objetos o el
lanzamiento de éstos que han provocado heridas leves; y violencia psicológica, al no
respetar la privacidad del esposo, disgusto cuando no le dan la razón por una determinada
situación lo que hace que lo critiquen como hombre, padre y esposo. Ambas tipologías se
relacionan con el estudio de Rojas-Andrade, Calleguillos, Miranda y Valencia (2013)
quienes describen que el grito es la expresión de violencia más utilizado por las mujeres
para imponer autoridad y control pero al no dar resultados añaden acciones físicas y
críticas a la masculinidad de su pareja.

Además la violencia psicológica tiene como modalidades a la violencia económica y


social que se valoriza en el VIDOFyP. En cuanto a los resultados en el C1 se percibe
violencia económica al impedirle la pareja de disponer de su propio dinero como él
quisiera, haciendo uso ella del mismo sin previa consulta para los gastos familiares y
personales. En cuanto a la incidencia de la violencia económica Trujano, Martínez y
Camacho (2010) refieren que este tipo de agresión se da con mayor frecuencia en hombres
que conviven con su pareja en comparación a las relaciones de noviazgo. Por otro lado,
en el C2 existe una elevada frecuencia en relación a la violencia social al ser aislado de
su red social y familiar, al minimizar sus éxitos y al humillarlo frente a personas conocidas
y extraños.

Tanto los C1, C2 y C3 consideran a la violencia sexual y objetal del VIDOFyP como
situaciones que son poco o nulamente frecuentes en sus dinámicas de pareja, y ante
determinados comportamientos que se relacionan con estas modalidades, sobre todo la
que se relaciona con la sexual, no la perciben como violencia. Esto último se relaciona
con el estudio de Rosales, Flórez, y Fernández (2017) quienes manifestaron que de los 48
hombres que participaron de su investigación reconocieron ser víctimas de violencia
psicológica, económica y física, sin embargo, ninguno de tipo sexual.

38
4.2. Afectaciones psicológicas

Las consecuencias a casusa de la violencia de pareja pueden derivar en afectaciones a


nivel psicológico que se relacionan con el área emocional, cognitivo y del
comportamiento. En palabras de Vargas (2017) la violencia que surge en la dinámica de
pareja provoca afectaciones psicosociales que alteran la cotidianeidad de la víctima,
provocando malestar por medio de dolencias emocionales, a nivel cognitivo y
conductuales que desmejoran el bienestar y la calidad de vida. La violencia puede afectar
a mediano y largo plazo la salud mental de aquellos hombres que son maltratados con la
aparición de problemas o trastornos mentales afectando las áreas de su vida cotidiana.

Para la valoración de esta categoría se aplicó a los tres sujetos de estudio el Cuestionario
de respuesta emocional a la violencia doméstica y sexual (REV), por otro lado, se
consideró necesario complementar y contrastar los datos obtenidos en relación a
sintomatología depresiva, de ansiedad y ajuste psicosocial por medio del Inventario de
Depresión de Beck (BDI-II) y la Escala de Ansiedad de Hamilton (HAM-A).

En relación al nivel emocional a causa de la violencia de pareja los resultados de los


reactivos aplicados denotan que el C2 es quién presenta mayor puntaje en la escala de
depresión del REV que se asocia en gran medida con sintomatología de tristeza,
confusión, baja autoestima, sentimientos de inseguridad y desesperanza respecto a su
futuro, síntomas que se relacionan con una depresión moderada del BDI-II con respecto
a la pérdida de interés en las actividades, valoraciones negativas, de autocrítica y de
desconformidad hacia sí mismo; igualmente, la HAM-A demuestra la existencia de
ansiedad psíquica que se relaciona con el estado de ánimo, lo cual determina el peso de
ambos componentes en el malestar emocional de la víctima, que se pueden asociar con
síntomas del trastorno de estrés postraumático. Contreras, Calleguillos, Gómez, y Ramos
(2010) manifiestan que tanto la depresión como la ansiedad son estados desagradables
que se producen por la violencia y pueden evolucionar en trastornos facilitando el
diagnóstico diferencial entre las dos alteraciones o de un trastorno mixto ante la presencia
de ambas sintomatologías. Por otro lado, los C1 y C3 presentan episodios leves respecto
a sintomatología depresiva y ansiosa que no provocan perturbaciones emocionales de
consideración en su vida cotidiana.

Las afectaciones psicológicas en cuanto al área cognitiva en relación al BDI-II denota que
los C1, C2 y C3 presentan puntuaciones elevadas respecto al indicador de indecisión al

39
resultarles complejo y tener problemas para tomar decisiones en las diferentes áreas de
su vida por la situación que atraviesan con su pareja, como lo hacían antes de que aparezca
el conflicto de violencia; mientras que en el criterio de concentración indican tener
dificultades para concentrarse y mantener su atención en sus actividades por un largo
período de tiempo. Además, el C1 de acuerdo a la HAM-A, presenta alteración en cuanto
a la memoria presentando problemas para evocar situaciones ocasionalmente, lo cual
complementó información que se obtuvo durante la entrevista.

En cuanto al área conductual los C1, C2 y C3 coinciden en los resultados del REV sobre
la escala de ajuste psicosocial al presentar deterioros en la vida cotidiana, en cuanto a la
disminución y la falta de interés por realizar actividades sociales que consideran
agradables al ejecutarlas por sí solos o en compañía de amistades y familiares, lo cual se
corrobora durante la aplicación del BDI-II al presentar puntuaciones altas respecto a los
criterios de pérdidas de placer e interés ante situaciones o personas con quién
anteriormente disfrutaban, debido al aislamiento al que se ven sometidos para evitar
conflictos con sus parejas. En relación a la escala de humor irritable del REV, los C1 y
C2 denotan alteraciones relacionadas a cambios de humor con la presencia de ira e
irritabilidad al ser más propensos a responder ante los estímulos del medio. Ocampo
(2015) refiere que aquellos hombres que se ven inmersos en casos de violencia por parte
de su pareja dejan de lado actividades de su cotidianeidad que antes disfrutaban,
provocando modificaciones en su estado de humor y la disminución de interacción a causa
del aislamiento y retraimiento lo que dificultad el acceso a sus redes sociales;
contribuyendo a la alteración de todas las áreas de vida que pueden contribuir a la
aparición del trastorno de depresión.

4.3. Factores psicosociales

Los factores psicosociales representan el conjunto de precepciones y experiencias de los


individuos que van desde procesos internos que incluyen la interpretación de aquellos
estímulos externos, como la influencia que tienen los mismos en la subjetividad, así como
la manera específica que se procesa para reaccionar ante éstos. De acuerdo con Bolívar,
Convers, y Moreno (2014) los factores psicosociales se pueden definir como elementos
que influyen en la vida cotidiana ante diversos acontecimientos, que incluyen condiciones
individuales, ambientales, sociales y culturales. Para la presente investigación los factores
psicosociales serán entendidos como las interrelaciones que mantienen los hombres

40
maltratados con sus parejas agresoras y que influyen en su decisión para continuar su
relación con éstas.

Para el análisis de esta tercera categoría se realizó la entrevista a los tres sujetos de estudio
y se complementó la información que se obtuvo con la aplicación de la Escala de Bloqueo
de la Huida en Situaciones de Maltrato (EBHSM) considerándose únicamente los
puntajes más altos de aquellos factores que denotan relevancia para el estudio, así mismo
los casos fueron agrupados dependiendo de su similitud en la puntuación con las
características de los factores valorizados.

Los C1, C2 y C3 consideran que por el correcto cuidado y adecuado desarrollo de sus
hijos han tomado la decisión de continuar con sus parejas a pesar de recibir malos tratos
ocasionales por parte de ellas, así mismo, la presión que ejerce la familia y los que
consejos que les dan en dirección a este factor han mediado en su decisión de no
separarse; en cuanto a los resultados del EBHSM los tres casos han puntuado alto en el
factor de impacto en los hijos, al temer que sus parejas les quiten la custodia de sus hijos
y los manipulen o engañen para que los rechacen influyendo de forma negativa en la
relación filial y en el vínculo afectivo, situación que creen que perjudicaría el crecimiento
y desarrollo de sus hijos al crecer con la ausencia de la figura paterna al ser ellos quienes
más sufren a causa de la disolución, al tener que vivir solo con uno de los progenitores
teniendo que adaptarse a este nuevo estilo de vida.

Por otro lado, otro factor de relevancia de acuerdo a la EBHSM es el factor que se
relaciona con el Apego y miedo al abandono en donde el C1 y el C3 consideran que si
tomaran la decisión de separarse lo entenderían como un fracaso para sus vidas, más aún
temen a los cambios que provocan la disolución del matrimonio por los años de
convivencia y de relación que mantienen con su pareja donde comparten muchos buenos
momentos; así mismo, creen aún mantener el sentimiento de amor por su pareja y que
ella a pesar de los malos tratos los continúan queriendo y que probablemente sus
comportamientos y actitudes violentas se debieron a que atravesaron un mal período pero
que al final van a cambiar y volverán a ser las mismas personas con quienes decidieron
unir su vida. En tan sentido, durante la entrevista el C3 refiere que su pareja en algún
momento va a cambiar y, por ende, la situación en su hogar va a mejorar garantizando la
estabilidad tanto para ellos como para sus hijos, identificándose un estilo de apego
ansioso-ambivalente; Torres (2014) afirma que aquellas víctimas que han padecido

41
niveles leves y moderados de violencia por parte de su pareja tienden a racionalizar y
buscar una justificación de los malos tratos recibidos e incluso traten de corregir rasgos
propios con el fin de mejorar la convivencia de pareja. Este factor se relaciona con el
sistema de creencias que han instaurado los individuos sobre el afecto que tienen por su
pareja y el estilo de apego que se asocian con la continuidad con la agresora.

El C2 y C3 puntuaron alto en el factor de miedo al daño y preocupación por la pareja de


la EBHSM, quienes mencionan que por varias ocasiones han creído que la situación con
sus parejas mejorarían, debido a que luego de los episodios de violencia ellas se
disculpaban y se arrepentían por sus comportamientos, por otro lado, creen que si se
atreven a dejarlas ellas los buscaran y les harán la vida imposible, incluso consideran que
sus hijos pueden verse lastimados utilizándolos como medio de manipulación,
reflejándose el desequilibrio de poder y control en la esfera familiar. Igualmente durante
la entrevista han manifestado que sienten vergüenza por la situación que atraviesan, por
tanto, solo se lo han comentado a amistades cercanas, quienes en primera instancia se han
burlado de ellos pero debido a que los episodios han sido recurrentes les han brindado
apoyo; sin embargo, no lo han expresado como denuncias formales ante las entidades
correspondientes porque temen a que no les crean su versión y sea una pérdida de tiempo.

42
5. CONCLUSIONES

A partir de la revisión teórica en cuanto a la violencia de las mujeres hacia los hombres y
su relación con la presente investigación a través de la aplicación de técnicas, el análisis
y la interpretación de resultados se evidencia que la violencia de pareja es un problema
de dimensiones sociales, psicológicas y culturales que afecta la dinámica, el correcto
funcionamiento familiar y el estado emocional de la víctima, que no solo afecta a mujeres,
sino también a hombres, aunque en menor medida probablemente por los registros que se
obtienen en las entidades de denuncia correspondientes, sin embargo, existe y es
necesario prestarle atención construyendo intervenciones desde la igualdad.

De lo casos analizados, se concluye que de acuerdo a su tipología, la violencia psicológica


y física son las que tienen mayor prevalencia, surgiendo de forma paralela, expresándose
a través de gritos, insultos, golpes mediante la mano, pellizcos, arañazos y lanzamientos
de pequeños objetos y críticas a su masculinidad, como respuesta ante determinadas
situaciones que no permiten un consenso, evidenciándose el desequilibrio de poder y
control entre las parejas. Así mismo, la violencia económica y social son dos modalidades
que se vinculan con la violencia psicológica, y que en dos casos se evidenció
aisladamente, impidiéndose a la víctima el uso de su propio dinero y el aislamiento de su
red social y familiar; por otro lado, no se percibió violencia de tipo sexual, o por lo menos,
los sujetos de estudio no consideran que hayan pasado por este tipo de maltrato.

Conforme a las afectaciones psicológicas que evidencian los sujetos de estudio a causa
de la violencia existen cambios a nivel emocional, cognitiva y comportamental que
alteran su cotidianeidad al presentar sintomatología depresiva y ansiosa con rangos entre
el leve y moderado. En cuanto al área emocional un caso evidencia síntomas mixtos de
ansiedad (pensamientos de desvalorización y autocritica) y depresión moderada (tristeza,
baja autoestima, inseguridad) que provocan malestar emocional e influyen en su vida

43
diaria. Mientras que los otros dos casos presentan sintomatología mixta con
características leves que no provocan alteraciones emocionales, las cuales no afectan la
convivencia diaria.

Claramente la violencia de pareja, como cualquier otro tipo de violencia, genera


afectaciones psicológicas en sus víctimas, sin embargo, existen factores de carácter
psicosocial que se relacionan con creencias que prevalecen en la toma de decisión para
que las personas violentadas continúen en esa espiral de violencia. El impacto que pueda
tener la separación en los hijos, el temor a que la relación con éstos se pierda o la
manipulación que puedan ejercer sus progenitoras sobre los mismos; así como la
esperanza de que la pareja modifique sus actitudes maltratantes y que influya
positivamente en el mejoramiento de su relación y convivencia familiar se relaciona con
un estilo de apego ansioso ambivalente, son factores que motivan a que los sujetos
analizados continúen con sus parejas.

44
6. RECOMENDACIONES

El presente estudio expone la existencia de escasas investigaciones que se relacionan con


la violencia de pareja por parte de mujeres hacia los hombres, lo que demuestra que a
pesar de que hay avances en relación al enfoque de violencia basado en género, por lo
general se considera a la mujer como la víctima y no como la agresora, posiblemente por
la falta de consciencia o por los estereotipos sociales que rodean a la masculinidad, sin
embargo, este tipo de fenómeno social es un problema sustancial que amerita ser
investigado con amplitud y digno de ser atendido en ambos géneros.

Asistencia psicológica para aquellos hombres que cuenten con episodios de violencia en
su sistema familiar por parte de su pareja, involucrando las características propias de la
víctima, el contexto especifico particular que inviten a la reflexión de sí mismo y la
participación activa de la pareja con la finalidad de que se erradique la violencia hacia el
género masculino.

Tanto mujeres y hombres son víctimas por parte de sus parejas, sin embargo, la violencia
hacia la mujer es mucho más conocida que la que se ejerce en contra del hombre, por eso
es importante implementar urgentemente no solo programas asistenciales sino
preventivos en donde se trabajen con grupos etarios de niñez y adolescencia que permitan
sensibilizar y concientizar por medio de información pertinente sobre equidad e
interacciones sociales eficaces que tengan como base el respeto y la comunicación
asertiva.

Igualmente es recomendable que se modifiquen los estereotipos sociales y culturales en


cuanto a la masculinidad, pues históricamente se atribuye a que el hombre por su fortaleza

45
física y estatura cuenta con poder y control en todos los contextos, sin embargo, no
dispone de un ámbito jurídico administrativo para contrarrestar esta situación como lo
tiene la mujer, incluso la sociedad y el ámbito jurídico se niega a reconocer al hombre
como maltratado o víctima.

46
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53
ANEXOS

ANEXOS

54
ANEXO A

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA


UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tema de investigación: Violencia de Pareja desde la perspectiva del hombre


maltratado.
Objetivo de la investigación: Identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su pareja
sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto familiar
influyente.

CONSENTIMIENTO INFORMADO
Machala, __ de _______ de 2020

Yo_______________________________________, con identificación (carné de

extranjería o pasaporte para extranjeros) N° _______________________________,

acepto voluntariamente participar en la investigación “Violencia de Pareja desde la

Perspectiva del Hombre Maltratado”, conducida por las investigadoras Paola Madelaine

Jaya Valdiviezo y Cynthia Elizabeth Veloz Landázuri de la Universidad Técnica de

Machala. He sido informado de los objetivos, alcance y resultados esperados de este

estudio y de las características de mi participación. Reconozco que la información que

provea en el curso de esta investigación es estrictamente confidencial y anónima.

Además, esta no será usada para ningún otro propósito fuera de los de este estudio. He

sido informado de que puedo hacer preguntas sobre el proyecto y que puedo retirarme

del mismo cuando así lo decida, sin tener que dar explicaciones ni sufrir consecuencia

alguna por tal decisión.

_________________________
FIRMA DEL PARTICIPANTE

55
ANEXO B

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA


UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tema de investigación: Violencia de Pareja desde la perspectiva del hombre


maltratado.
Objetivo de la investigación: Identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su pareja
sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto familiar
influyente.
Objetivo de la entrevista: Obtener información sobre las diversas áreas de interacción
del adulto.

HISTORIA CLÍNICA PSICOLÓGICA

N°HCL…………..
Establecimiento:
.................................................................................................................
Fecha: ....................................................Fecha de
ingreso:..................................................
l. DATOS DE IDENTIFICACION:

Nombres y apellidos:
.............................................................................................................
Lugar y fecha de nacimiento:
................................................................................................
Procedencia:
........................................................................................................................
Edad:
.....................................................................................................................................
Sexo:
.....................................................................................................................................
Instrucción:
...........................................................................................................................
Profesión:
...............................................................................................................................
Ingreso mensual:
Ocupación:
............................................................................................................................

56
Estado civil:
...............................................................................................................................
Número de hijos:
..................................................................................................................
Religión:
...............................................................................................................................
Condiciones de hospitalización:
...........................................................................................
Fecha de evaluación:
……………………………………………………………………………….

ll. MOTIVO DE CONSULTA.


...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................

lll. HISTORIA DE LA ENFERMEDAD.

ENFERMEDAD ACTUAL
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
……………………………………………………………………………………………………..
Evolución de la enfermedad:
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
ANTECEDENTES PATOLÓGICOS FAMILIARES:
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
Otros:.................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................
...........................................................................................................................................

57
IV. PSICOANAMNESIS PERSONAL NORMAL Y PATOLÓGICA
A) Etapa
prenatal…………………………………………………………………………………….
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
B) Etapa
Natal………………………………………………………………………………………..
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
C) Infancia……………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
D) Pubertad……………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………

E) Adolescencia………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
F) Juventud……………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
G) Madurez……………………………………………………………………………………
…….…………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………
H) Vejez…………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………

V. PSICOANAMNESIS SOCIOFAMILIAR NORMAL Y PATOLOGICA


GRUPO FAMILIAR
1. Tipo de hogar
- Organizado:.....................................................................................................
.........................................................................................................................
- Desorganizado:................................................................................................
........................................................................................................................
- Otros
(explique):....................................................................................................

2. Conformación FAMILIAR: Grupo de origen.

PADRE:

58
Edad:
…………………………………………………………………………………………………
Nacionalidad:
………………………………………………………………………………………..
Instrucción:
…………………………………………………………………………………………..
Profesión/ Ocupación:
………………………………………………………………………………
Relaciones Afectivas:
………………………………………………………………………………

MADRE:
Edad:
…………………………………………………………………………………………………
Nacionalidad:
………………………………………………………………………………………..
Instrucción:
…………………………………………………………………………………………..
Profesión/ Ocupación:
………………………………………………………………………………
Relaciones Afectivas:
………………………………………………………………………………

HERMANOS:
Edad:
…………………………………………………………………………………………………
Nacionalidad:
………………………………………………………………………………………..
Instrucción:
…………………………………………………………………………………………..
Profesión/ Ocupación:
………………………………………………………………………………
Relaciones Afectivas:
………………………………………………………………………………

CONYUGE:
Edad:
………………………………………………………………………………………………
Nacionalidad:
………………………………………………………………………………………..
Instrucción:
…………………………………………………………………………………………..
Profesión/ Ocupación:
………………………………………………………………………………
Relaciones Afectivas:
………………………………………………………………………………

HIJOS:
Edad:
…………………………………………………………………………………………………
Nacionalidad:
………………………………………………………………………………………..

59
Instrucción:
…………………………………………………………………………………………..
Profesión/ Ocupación:
………………………………………………………………………………
Ingreso Mensual:
……………………………………………………………………………………
Relaciones Afectivas:
………………………………………………………………………………

HISTORIA LABORAL – SOCIAL


1. Historia
Laboral:…………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

2. Historia
Social:…………………………………………………………………………………..
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

VI. EVALUACIÓN PSICOLÓGICA DE FUNCIONES.

ACALOSPIMAM- 4IN
Aspecto…………………………………………………………………………
Consciencia………………………………………………………………….
Atención……………………………………………………………………….
Lenguaje………………………………………………………………………….
Orientación………………………………………………………………………
Sensopercepción………………………………………………………………
Pensamiento……………………………………………………………………
Inteligencia………………………………………………………………………
Memoria…………………………………………………………………………
Afectividad………………………………………………………………………
Motricidad……………………………………………………………………….
Instinto:
sueño:…………………….alimenticio:……………………….sexual:…………
Hábitos:
Alcoholismo:………………Tabaquismo:……..Drogadicción:………………
LOS 4(IN) INSTINTOS:
 SUPERVIVENCIA
 HAMBRE
 SEXUAL
 SUEÑO

VII. DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO.


……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

60
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

VIII. APLICACIÓN DE REACTIVOS PSICOLÓGICOS Y EXÁMENES


COMPLEMENTARIOS.
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

IX. RESULTADOS DE LAS PRUEBAS PSICOLÓGICAS.


……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

X. DIAGNOSTICO MULTIAXIAL:

Eje 1. Diagnóstico de Entidad Clínica


……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………

Eje 2. Diagnóstico de Personalidad


……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………

Eje. 3 Diagnóstico de Enfermedades Médicas


……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………

Eje 4. Diagnóstico de problemas psicosociales y ambientales


……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………

Eje 5. Diagnóstico de la escala de evaluación de actividad global


……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………

XI. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL


……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

XII. DIAGNÓSTICO DEFINITVO:

61
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

XIII. PRONÓSTICO:
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
………
1. Área de adecuación.
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

2. Área de debilidad e inadecuación.


……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

XIV. PLAN DE TRATAMIENTO Y RECOMENDACIONES


……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

XV. POSIBILIDADES ACTITUDINALES – OCUPACIONALES


……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

XVI. OBSERVACIONES GENERALES:


……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………

…………………………………………

Responsable

62
REGISTRO DE TERAPIAS

NOMBRE:……………………………………………………………… H.C.U.………………

FECHA:
TERAPIA:
OBJETIVO(S):
ACTIVIDADES:
OBSERVACIONES GENERALES:
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
…………………………

FECHA:
TERAPIA:
OBJETIVO(S):
ACTIVIDADES:
OBSERVACIONES GENERALES:
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
…………………………
FECHA:
TERAPIA:
OBJETIVO(S):
ACTIVIDADES:
OBSERVACIONES GENERALES:
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
…………………………
FECHA:
TERAPIA:
OBJETIVO(S):
ACTIVIDADES:
OBSERVACIONES GENERALES:
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………
…………………………

63
ANEXO B

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA


UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tema de investigación: Violencia de Pareja desde la perspectiva del hombre


maltratado
Objetivo de la investigación: Identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su
pareja sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto
familiar influyente.

1. ¿Cuál es su nivel educativo?


2. ¿Cuánto tiempo a convido con su pareja?
3. ¿Ha tenido alguna otra compañera o pareja antes de la actual?
4. ¿Ha tenido alguna vez en su sistema familiar una relación en la que el trato hacia
usted fue de forma agresiva o violenta?
5. ¿Ha pasado por violencia previa por parte de su pareja sentimental?
6. ¿Su expareja sentimental lo ha violentado?
7. ¿Cómo era la relación con su pareja antes de la convivencia familiar?
8. ¿En algún momento de su relación de noviazgo recibió algún tipo de agresión
por su pareja actual?
9. ¿Ha sufrido usted algunos de los siguientes malos tratos por parte de algunas
de sus parejas?
 Físicos: golpes, arañazos, empujones, lanzamiento de objetos.
 Psicológicos: gritos, insultos, humillaciones, rechazos, amenazas, aislamiento.
 Sexuales: actos sexuales contra su voluntad, prácticas dolorosas o humillantes
10. ¿Recuerda usted en si consistía en algo más cualquiera de las agresiones que
recibió por parte de alguna de sus parejas?
11. ¿Has necesitado alguna vez ayuda por las lesiones que te ha causado tu pareja
(primeros auxilios o atención médica, psicológica o legal)?
12. ¿Considera que el maltrato tuvo alguna consecuencia para usted? ¿De qué tipo?
13. ¿Con qué frecuencia a ocurrido ese maltrato que usted recuerda?
14. ¿Ese maltrato continua en la actualidad?

64
15. ¿Puede decirnos alguna sensación que usted experimentó o experimenta en
relación a ese maltrato? Por ejemplo: tristeza, miedo, ansiedad, ira, vergüenza,
inseguridad.
16. ¿Te has sentido alguna vez o te sientes constantemente controlado por tu
pareja?
17. ¿Te ha acusado o te acusa de infidelidad o de actuar de forma sospechosa?
18. ¿Has perdido contacto con amistades, familiares o compañeros de trabajo para
evitar que tu pareja se moleste?
19. ¿Cuándo quiere que cambies de comportamiento, ¿te presiona con el silencio,
con la indiferencia, te priva de dinero, agrede a tus hijos u otras personas?
20. ¿Te crítica y humilla en público o en privado sobre tu apariencia, forma de ser
modo en que haces algunas tareas?
21. ¿Quiere saber todo el tiempo qué haces y con quién estás?
22. ¿Considera que es habitual que exista maltrato en una relación de pareja?
23. ¿Qué piensas sobre el comportamiento violento de algunas mujeres hacia su
pareja?
24. ¿Usted alguna vez ha denunciado ese maltrato? ¿Por qué?
25. ¿Usted imagina que motivo o motiva a su pareja a maltratarlo?
26. ¿Desea hacernos algún comentario sobre este asunto que no se haya
comentado y que usted considere interesante?
27. ¿Qué emociones ha presentado cuando ha sido agredido por su pareja
sentimientos de culpa, negación, pérdida de autonomía, ansiedad, estrés, baja
autoestima, desamparo, baja productividad, pasividad, tristeza, confusión, enojo,
inseguridad, distanciamiento afectivo, sentimiento de incapacidad?

Categoría dinámica de pareja: las dinámicas de pareja más representativas que


favorecen el surgimiento de la violencia conyugal hacia el hombre son la estabilidad
económica, carencia de habilidades asertivas para la comunicación, imposición de
necesidades o deseos, creencias propias del sistema de pareja y la inflexibilidad para
asumir nuevos roles. ASPECTOS PSICOLOGICOS EN HOMBRES QUE HAN
SUFRIDO VIOLENCIA 2020
Versión adaptada (Siller, 2010) del 1. Inventario VIDOFyP
(Violencia Domestica: Frecuencia y Percepción) de Trujano y
Mendoza, (1998; en Trujano y Mendoza, 2003

Se utilizó la Encuesta sobre Violencia y Toma de Decisiones ENVIT 2004


De Rivera, Hernández y Castro (2006). LEER POSIBLE PREGUNTAS PARA
METODOLOGIA

65
ANEXO C

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA


UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tema de investigación: Violencia de Pareja desde la perspectiva del hombre


maltratado
Objetivo de la investigación: Identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su
pareja sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto
familiar influyente.

VIDOFyP
CUESTIONARIO SOBRE VIOLENCIA DOMÉSTICA: FRECUENCIA Y PERCEPCIÓN
Este cuestionario trata de investigar las diferentes formas en que las personas nos
relacionamos con nuestra pareja.
Por favor, lea cuidadosamente cada uno de los anunciados y coloque en la línea del
lado izquierdo la frecuencia con que se presenta esa situación con su compañero
(pregunta 1) utilice las siguientes escalas:
1) Nunca 2) rara vez 3) a veces 4) frecuente 5) muy frecuente
Al terminar, cubra esas respuestas con un pedazo papel y lea la lista por segunda vez,
indicando en la línea del lado derecho que tal violenta considera esa situación (pregunta
2). Utilice la siguiente escala:
1) Nada violentado 2) poco violentada 3) regular 4) violentar 5) muy violentado
Ejemplo
____ 1 ____ Mi pareja exige obediencia a su antojo _____ 5 _____
La contestación que en este caso dio la persona la pregunta uno fue el número 1, es
decir, que su pareja nunca le ha exigido obediencia a su antojo.
Por otra parte, en la pregunta dos su respuesta fue el número 5, lo que significa que él
considera muy violento que uno de los miembros de una pareja exija obediencia a su
antojo.
Conteste los siguientes ejemplos:
__________ Mi pareja me exige quedarme en casa __________
__________ Mi pareja me dice que no trabaje _______________

66
Si no tienes dudas, comience por favor.

Pregunta 1
Pregunta 2
Los siguientes enunciados expresan comportamientos
y actitudes que pueden mostrar su pareja hacia usted Los siguientes enunciados expresan situaciones que
¿Con qué frecuencia se presenta en su pareja? puede haber vivido con su compañera u observado en
otras parejas. ¿Qué tan violentas las consideras?
1) Nunca 2) rara vez 3) a veces 4) frecuente 5) Muy
frecuentemente. 1) Nada violenta 2) poco violenta 3) regular 4) violenta
5) muy violenta.

____ 1. Mi pareja invade mi espacio (escucha el radio muy fuerte cuando estoy leyendo,
____
Me interrumpe cuando quiero estar solo etc.) O mi privacidad (abre las cartas dirigidas
a mí; escucha mis conversaciones telefónicas etc.)
_____ 2. Mi pareja se disgusta sino le doy la razón respecto a lo que dijo, vio o sucedió
_____
En una determinada situación o discusión.
_____ 3. Mi pareja no me permite disponer de los ingresos familiares como yo lo _____
Deseo
_____ 4.Mi pareja me pone apodos o utiliza diminutivos que me molestan o ______
Interiorizan
_____ 5. Mi pareja se muestra poco interesado en escuchar cómo me siento, ______
Qué proyectos tengo, mis inquietudes (se queda callado, cambia de tema, minimiza mis
sentimientos, etc.).
_____ 6. Mi pareja me impide asistir a reuniones con mis amigos o familiares ______
_____ 7. . Mi pareja me culpabiliza de los problemas familiares, así como de _______
Sus errores y formas de sentir.
_____ 8 Mi pareja critica las actitudes y comportamientos de mis familiares ______
Y amigos.
_____ 9. Mi pareja me ha insultado y avergonzado delante de personas extrañas
_______
_____ 10. Cuando mi pareja se disgusta, utiliza un tono de voz agresivo, insulta y
______Amenaza con golpearme a mí o a alguien de mis seres queridos

_____ 11. A mi pareja le han incomodado mis éxitos, que gane más, o minimiza _______
Mis logros.

67
_____ 12. Mi pareja me critica físicamente _________
_____ 13. Mi pareja me agrede sexualmente, aun yo no queriendo intimidad ella ______
Impone el momento.
_____ 14 Cuando mi pareja se disgusta, me golpea en partes específicas del ________
cuerpo (brazos, piernas, espalda, etc.), con la mano y/o patadas.
_____ 15. Mi pareja me restringe el dinero para los gastos de la casa ________
_____ 16. Cuando mi pareja se disgusta, me golpea con objetos de la casa o me
_______amenaza con armas.
_____ 17. Cuando mi pareja se disgusta, destruye objetos de la casa que compramos
_______ entre los dos.
_____ 18. Cuando mi pareja se ha disgustado, me ha golpeado hasta causarme heridas
______que me han dejado cicatrices o que debieron ser atendidas en el hospital.
_____ 19. Mi pareja me critica como madre, si no realizas las cosas bien, o aun estando
_____hechas, desean que estén como ella desea.
_____ 20. Cuando mi pareja se disgusta me empuja, pellizca, jalar de la patilla o me
________abofetea.
_____ 21. Mi pareja me ha forzado a realizar actos durante la relación sexual que no
son _____de mi agrado.
_____ 22. Cuando mi pareja se disgusta, rompe mis objetos personales ________
_____ 23. Mi pareja decide sin consultarme cómo distribuir los gastos familiares.
________
_____ 24. Mi pareja no respeta mi deseo de tener o no relaciones sexuales. _________
_____ 25. Cuando mi pareja se disgusta, destruye objetos que me son útiles para
_______distraerse o para realizar mis labores tanto domésticas como profesionales.
_____ 26. Le insulta, le grita, menosprecia, hace comentarios racistas, sexistas u homòfobos
______ sobre su hombría, o su familia de origen o de modo genérico para que sienta
ofendido.
_____ 27. Se comporta de una manera muy protectora o se vuelve
_______extremadamente controladora y /o celosa.
_____ 28. Constantemente le critica o le menosprecia a su capacidad como esposo,
_______pareja, trabajador o padre.
_____ 29 Cuestiona su salud mental llamándolo “loco”, “exagerado” etc.
_____ 30. Cuestiona su apariencia física diciéndole cómo te has de vestir o qué
________eres poco atractivo.
_____ 31. Le culpabiliza de no darle suficiente atención, amor o sexo y con uso justifica
______sus conductas agresivas.

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ANEXO D

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA


UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tema de investigación: Violencia de Pareja desde la perspectiva del hombre


maltratado
Objetivo de la investigación: Identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su
pareja sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto
familiar influyente.

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ANEXO E

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA


UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tema de investigación: Violencia de Pareja desde la perspectiva del hombre


maltratado
Objetivo de la investigación: Identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su
pareja sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto
familiar influyente.

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ANEXO F

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UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tema de investigación: Violencia de Pareja desde la perspectiva del hombre


maltratado
Objetivo de la investigación: Identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su
pareja sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto
familiar influyente.

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ANEXO G

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UNIDAD ACADÉMICA DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA PSICOLOGÍA CLÍNICA

Tema de investigación: Violencia de Pareja desde la perspectiva del hombre


maltratado
Objetivo de la investigación: Identificar las afectaciones psicológicas que prevalecen
en hombres maltratados cuyos factores inciden en la elección de continuar con su
pareja sentimental con comportamientos violentos, por medio del análisis del contexto
familiar influyente.

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