¿Cuál Es El Mayor Amor
¿Cuál Es El Mayor Amor
¿Cuál Es El Mayor Amor
mayor
amor?
¿Cuál es el mayor amor que usted ha
experimentado? ¿Cuál es el mayor
amor que ha expresado? A continua-
ción veremos el amor de Jesucristo,
que es el mayor amor que jamás haya
existido. De hecho, Él es la personifica-
ción del amor, porque “Dios es amor”
(1 Juan 4.8).
El amor de Jesucristo es insuperable
Tal vez todos tengamos diferentes
opiniones acerca de cómo se mide la
grandeza del amor. Jesucristo definió
el mayor amor de la siguiente manera:
“Nadie tiene mayor amor que este,
que uno ponga su vida por sus amigos”
(Juan 15.13). Así que el sacrificio que
uno hace por otro es una manifestación
de su amor, y cuanto más grande sea el
sacrificio, mayor es el amor. El mayor
sacrificio que un ser humano puede
hacer es dar su vida. Poner su vida es
precisamente lo que Jesucristo hizo
cuando voluntariamente fue a la cruz.
El amor de Jesucristo es insondable
(Efesios 3.17-19)
Jesucristo dijo que el mayor amor es
que uno ponga su vida por sus amigos.
Pero ¿qué de los enemigos? Él también
enseñó: “Amad a vuestros enemigos”
(Mateo 5.44). En su Palabra Dios dice
que no solo somos pecadores (Roma-
nos 3.23) sino que nos hicimos sus
enemigos debido a nuestro pecado
(Romanos 5.10; Colosenses 1.21).
Ahora bien, siendo pecadores, Jesu-
cristo no tiene por qué amarnos, pero
su decisión de amarnos en nuestra
condición de pecadores resalta cuán
increíble e inmerecido es el amor de
Dios. “Ciertamente, apenas morirá al-
guno por un justo; con todo, pudiera
ser que alguno osara morir por el bue-
no. Mas Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún peca-
dores, Cristo murió por nosotros”
(Romanos 5.7-8). Solo cuando enten-
demos cuán pecaminosos e indignos
somos, podemos comenzar a entender
cuán grande es su amor.
El amor de Jesucristo es perdurable
A veces en una relación el amor dis-
minuye o desaparece completamente.
Sin embargo, el amor de Cristo no es
así. “¿Quién nos separará del amor de
Cristo? ...estoy seguro de que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni prin-
cipados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios, que es en
Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos
8.35,38-39). Así que, no hay nadie ni
nada que pueda distanciar a los que
son salvos del amor de su Salvador,
Jesucristo, porque su amor es eterno y
nunca disminuye.
Entonces, la salvación del pecador no
depende de su amor a Dios, sino del
amor de Jesucristo por el pecador. El
amor de Jesucristo lo llevó a morir por
nuestros pecados. Él “nos amó y nos
lavó de nuestros pecados con su san-
gre” (Apocalipsis 1.5). Hoy usted pue-
de recibir el perdón de sus pecados y
beneficiarse del mayor amor de Jesu-
cristo si reconoce sus pecados y confía
en Él. Así usted también podrá decir
que “[el] Hijo de Dios… me amó y se
entregó a sí mismo por mí” (Gálatas
2.20).
Jasón Wahls
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