MONICIÓN DE Pentecoste

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MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días hermanas y hermanos en el Espíritu Santo. Sean todos bienvenidos


a la Eucaristía del Domingo de Pentecostés. Hace cincuenta días estábamos
reunidos en la noche santa de Pascua, en la vigilia Pascual, y celebrábamos la
gran alegría de la Resurrección de Jesús. Hoy celebramos la Solemnidad de
Pentecostés, es el día de la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles,
reunidos en torno a María Santísima en el Cenáculo. Hoy se cumple la
promesa de Jesús, llega el Espíritu Santo y se inicia la misión de la Iglesia:
anunciar al mundo entero el amor de Dios, hecho hombre en Jesucristo. Al
actualizar ese momento, la Iglesia entera revive su vocación: evangelizar a
todos los pueblos, de toda raza y cultura. El mismo Cristo Resucitado sopla su
Espíritu sobre nosotros, asiste, dirige, anima y conduce a su Iglesia. Él es el
que nos da vida y fuerza para continuar la misión de Cristo.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición a la Primera Lectura
En esta primera lectura de los Hechos, San Lucas nos narra como el Espíritu
Santo aparece en Pentecostés con viento y con fuego, para significar la fuerza y
el calor de la presencia de Dios en el corazón de las personas. Así la Iglesia
naciente experimenta la efusión del Espíritu Santo y desde este momento se
lanza al mundo para anunciar el mensaje de salvación rompiendo las fronteras
de pueblos, razas y lenguas. Escuchemos atentamente.

Monición a la Segunda Lectura


El apóstol San Pablo nos explica que hemos sido bautizados en un mismo
Espíritu para formar un solo cuerpo, que hay diversidad de carismas o dones de
servicios y de funciones, pero todos adquieren unidad tanto en su origen,
como en su actuar. El que se bautiza en el Espíritu lucha por la igualdad y la
tolerancia, superando todo tipo de mal. El que bebe del Espíritu se llena de la
vida nueva de Jesús, al que invocará como Señor y de Él dará testimonio.
Escuchemos.

Monición al Evangelio
San Juan nos presenta a Jesús resucitado exhalando su Espíritu sobre los
discípulos y diciéndoles: “Reciban el Espíritu Santo”. El Espíritu Santo
comunica gozo y paz, conduce a los discípulos de Jesús a continuar su
misión, la que Él recibió del Padre: reconciliar a todos con Dios. Jesucristo
nos prepara para recibir el Espíritu y el Espíritu nos prepara para llenarnos de
Jesús. Escuchemos con atención.
ORACIONES DE LOS FIELES
Sac.: Hermanos y hermanas, oremos al Padre por mediación de su Hijo Jesucristo, que nos
envía el Espíritu Santo, para confirmar y acrecentar la renovación Pascual de su Iglesia,
sobre todo el mundo. Digamos: Envía Señor, tu Espíritu Santo.

1. POR LA SANTA IGLESIA, para que, llena de los dones del Espíritu Santo,
anuncie el mensaje de Cristo por todos los confines de la tierra y sea congregada en
la unidad. Oremos.
2. POR NUESTRO SANTO PADRE EL PAPA FRANCISCO, por nuestro
Arzobispo Cardenal BALTAZAR PORRAS, por los sacerdotes y seminaristas, por
todos los religiosos y religiosas para que les conceda en abundancia el Espíritu de
sabiduría y santidad y así sean incansables mensajeros de la Verdad y testigos de la
Paz al servicio del Pueblo de Dios. Oremos.
3. POR TODAS LAS NACIONES Y SUS GOBERNANTES, para que se respeten
la dignidad y los derechos de las personas, se proteja y se dé la libertad para
profesar la propia religión. Oremos.
4. POR LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ Y LA JUSTICIA EN EL
MUNDO. Para que bajo la tutela del Espíritu Santo logren reunir a los hombres y
mujeres en el amor. Oremos.
5. POR LOS ENFERMOS Y POR TODOS LOS QUE SUFREN EN ESTA
PANDEMIA. Para que tu Santo Espíritu que todo lo renueva, le conceda la salud,
el consuelo y la salvación a todos los hombres. Oremos.
6. POR EL AUMENTO DE LAS VOCACIONES SACERDOTALES Y
RELIGIOSAS. Para que el Espíritu Santo ilumine la mente de los jóvenes y les
infunda fuerza, a fin de que sean muchos los que se dediquen al ministerio y
consagren su propia vida al servicio del Evangelio. Oremos.
7. POR NUESTROS NIÑOS Y JOVENES DEL ORATORIO. Para que con la
gracia del Espíritu Santo, aprendan a amarse como hermanos en el Señor y que
crezca en ellos la solidaridad y la fraternidad. Oremos.
8. POR NOSOTROS AQUÍ REUNIDOS EN ESTA EUCARISTÍA para que,
ayudados por el Espíritu Santo, podamos irradiar con nuestra vida la presencia de
Jesús Resucitado y así ir colaborando en la construcción del Reino de Dios.
Oremos.

Sac.: Padre celestial, escucha las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos
a clausurar, con la solemnidad de hoy, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu
Santo Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las
fiestas de la Pascua Eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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