Guía Rápida para Aprender A Desarrollar La Inteligencia Emocional
Guía Rápida para Aprender A Desarrollar La Inteligencia Emocional
Guía Rápida para Aprender A Desarrollar La Inteligencia Emocional
desarrollar la inteligencia
emocional
La inteligencia emocional o IE es la capacidad de tu mente para percibir,
gestionar, expresar y regular las emociones de forma eficaz, de esta manera
podrás aplicarlas en todas las áreas de tu vida. Es por ello que contar con una
buena IE incluye mantener buenas relaciones interpersonales, capacidad para
controlar impulsos, ser reflexivos, sensibles y empáticos.
Escucha y comprende lo que está diciendo el otro, deja a un lado tus prejuicios,
escepticismo y otros problemas.
Crea una actitud accesible y atrae a otros con una buena personalidad.
Ponte en los zapatos del otro. Obtén un poco de perspectiva de lo que los demás pueden
sentir y pensar desde su experiencia.
Ábrete a otras personas. Escucha y conecta con las personas que tienes alrededor.
4. Desarrolla habilidades sociales
Las habilidades sociales son necesarias para el desarrollo de la inteligencia
emocional, ya que nos ayudan a interactuar con las emociones de otras personas
de manera efectiva.
Observa a alguien con buenas habilidades sociales, define algo que te gustaría mejorar a
ti particularmente y aprende de ella.
Práctica, relaciónate y mejora aspectos que encuentres que debes cambiar.
5. Aprende a autogestionarte
Si eres consciente de ti mismo, podrás ejecutar una autogestión y asumir la
responsabilidad de tu propio comportamiento y bienestar, controlar las
emociones explosivas e impulsivas y permitirte desarrollar la inteligencia
emocional de forma adecuada.
A los anteriores factores deberás prestar mayor atención para identificar qué
quieres mejorar, Por ejemplo, si tienes tus habilidades sociales en buenas
condiciones pero un bajo concepto de autorregulación, debes intentar trabajar
este último. Por otro lado, si tienes poca motivación pero una buena
autorregulación, deberás procurar trabajar en lo que te hace falta.
4. Aplica en lo aprendido
Para desarrollar tu inteligencia emocional deberás incorporar sus componentes
en tu vida diaria, para lograrlo apóyate de ejercicios que fortalezcan tus
cualidades y habilidades, presta atención a desarrollar la automotivación,
productividad, compromiso contigo y con lo que haces, confianza, flexibilidad,
empatía y comunicación.
Cuando alguien te moleste o use palabras duras contra ti, evita reaccionar de inmediato,
si es posible, aléjate de la situación y toma un tiempo para ordenar los sentimientos y
pensamientos que pudieron surgir para responder acertadamente.
Si te encuentras en conflictos interpersonales, analiza detenidamente el punto de la otra
persona, comprende qué factor permitió que la persona dijera o se comportara de la forma
en que lo hizo, observa cómo cambia tu actitud en el momento en que comienzas a sentir
empatía.
Enjuaga tu cara levemente con agua fría después de un encuentro con altos niveles de
estrés o con cargas emocionales fuertes, luego incorpórate nuevamente en lo que estabas
¿Por qué? Las condiciones frescas generalmente ayudan a reducir los niveles de ansiedad
y dan una sensación de tranquilidad.
Evita estimulantes cuando te sientas nervioso. Es común recurrir a ellos para relajarte, sin
embargo, intenta manejar las situaciones sin llegar a ellos.
Tómate un descanso del trabajo cuando el estrés laboral afecte tu bienestar mental y
emocional, sal en familia y dedica un tiempo de calidad para recuperar la percepción, esto
te ayudará a combatirlo de una forma más eficaz y rápida.
• Entrena la autoexpresión
“Las personas que pueden identificar y expresar sus pensamientos de manera efectiva, y
de una manera socialmente aceptable, suelen tener una alta inteligencia emocional y
autoeficacia” Teniendo en cuenta la cita anterior, para desarrollar la inteligencia
emocional debes entender que la autoexpresión y la inteligencia emocional van
de la mano.
La autoexpresión implica enfocarse en la construcción de una comunicación
asertiva, así como transmitir pensamientos de una forma empática y
comprensible. Entrenar la autoexpresión es aprender a elegir la forma correcta
de comunicarte con los demás, cómo te sientes y por qué, enfocado en la
autorregulación y las buenas habilidades sociales.
1. escribe en un papel la palabra “debería” y completa 5 oraciones con ella, por ejemplo,
“debería ser delgado y hacer más ejercicio”;
2. luego léelas en voz alta y al finalizar cada una de ellas con un “porque” y anótalo al frente
de ella, por ejemplo, “porque hacer ejercicio es sinónimo de ser atractivo”, y
3. convierte la palabra “debería” de la oración en un “podría” y modifícala para que te quede
claro que tú puedes hacerlo, por ejemplo, “si quisiera, yo podría hacer más ejercicio”.
Tus respuestas te darán indicios de dónde viene tu creencia y te ayudarán a
cambiar tu pensamiento, de esta forma desarrollarás la inteligencia emocional
en el área de tu autoestima.
2. Explora tu temperamento
El temperamento se refiere a aspectos de la personalidad de un individuo que
pueden ser biológicos o innatos, los has adquirido a lo largo de la vida o los has
heredado. En este ejercicio podrás determinar factores como: “soy tímido”, “me
gusta hablar”, “siempre me gustó el deporte”, lo que te ayudará a comprender
cómo se forma y cómo puede influir en el desarrollo de tu inteligencia emocional.
1. Describe tu temperamento con tres adjetivos, elige los que más te identifican;
2. sugiere tres adjetivos que otros usen para describir tu temperamento, no importa si no
estás de acuerdo;
3. repasa cada uno de los adjetivos identificados en las dos preguntas anteriores y analiza si
cada uno se debe a herencia genética, atributos físicos, experiencias de vida o condiciones
ambientales;
4. ¿te han afectado estos factores temperamentales? ¿de qué forma lo ha hecho a nivel
personal?;
5. ¿Cómo te afecta cada uno de ellos en un nivel de liderazgo? y,
6. ¿Cuáles de ellos deseas cambiar y por qué?
3. Ejercicio de autoconocimiento
La autoconciencia es una de las competencias más importantes para desarrollar
la inteligencia emocional, ya que te permite comprender tus fortalezas,
limitaciones, actitudes, valores y motivaciones; entender lo que crees ahora y
cómo esto podría haber cambiado desde el pasado.