Pecados Contra El Sexto Mandamiento
Pecados Contra El Sexto Mandamiento
Pecados Contra El Sexto Mandamiento
La sexualidad es un regalo que Dios nos dio y es algo maravilloso. Al vivirla con
dignidad y de acuerdo con lo que Dios nos enseña, vamos a ser muy felices. Dios nos
enseña cómo vivirla a través de sus mandamientos. En el Sexto Mandamiento se nos
pide no cometer actos impuros.
Quizá nos vamos acostumbrando a ver esto como si nada, mientras que realmente la
masturbación, las relaciones prematrimoniales, la fornicación, la pornografía, la
prostitución y la homosexualidad son ofensas a Dios. Todos son actos que van en contra
de lo que Él dispuso para nosotros. Son acciones que no nos llevan a ser felices, aunque
en las películas nos hagan pensar lo contrario. Lo normal y lo natural es vivir la
sexualidad de acuerdo a lo que Dios nos pide que es respetando la naturaleza de la
persona que tiene no sólo cuerpo sino también y alma (inteligencia y voluntad).
Sólo así podremos ser felices y vivir plenamente el gran regalo de la sexualidad.
Recordemos que los mandamientos de Dios son un camino para encontrar la felicidad,
no un obstáculo.
Los pecados contra este mandamiento se dan cuando se busca el placer sexual fuera de
la naturaleza creada por Dios. Al no respetar las leyes de Dios, perdemos la oportunidad
de ser felices y de llegar al Cielo.
Las relaciones prematrimoniales son un acto inmoral porque en lugar de ser un período
de preparación para un compromiso de amor total, se pasa a la entrega completa.
La homosexualidad puede ser ocasional, cuando una persona, sin perder la atracción
hacia el sexo opuesto, tiene relaciones sexuales con una persona de su propio sexo.
La homosexualidad, puede ser una enfermedad física, causada por falta o exceso de
hormonas y que puede llegar a ser curada con tratamientos médicos. Puede ser,
también, una enfermedad psicológica causada por falta de cariño, exceso de severidad o
permisividad, malos ejemplos, desarrollo de malas costumbres y hábitos, alguna
experiencia de abuso sexual durante la niñez o fracasos afectivos durante la
adolescencia. En estos casos, el enfermo debe recibir toda la ayuda espiritual y
psicológica que necesite.
Los actos homosexuales son inmorales, porque no están de acuerdo con lo que la
naturaleza pide de ellos. Son siempre desordenados y contrarios a la Ley Natural, sólo
buscan el placer y no van de acuerdo con el fin de la sexualidad que es la entrega
mutua y la procreación.
La Iglesia no aprueba estas relaciones por ser actos desordenados que no van de
acuerdo al Plan de Dios. Sin embargo, nos dice claramente que "los homosexuales
deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza". Catesismo de la Iglesia
Católica n.2357 y 2358
La violación: Es la unión sexual realizada por la fuerza o con intimidación. Es forzar o
agredir con violencia la intimidad sexual de una persona. Produce un daño grave que
puede marcar a la víctima para toda la vida, ya que lesiona el derecho al respeto, a la
libertad, a la integridad física y moral de la persona.
En estos pecados contra la castidad hay una responsablidad grave pues se ponen en
juego valores muy altos:la transmisión de la vida, el amor.
Si alguna vez se cae en algún pecado en este campo,se debe acudir al Sacramento de la
Confesión y poner los remedios para salir.
No dejar que pase el tiempo y la lujuria vaya dominando los pensamientos, deseos y
recuerdos. Esto sólo destruye la vida, aleja de Dios y cierra en el corazón el cauce del
amor auténtico.