Ejercicio Físico y Obesidad
Ejercicio Físico y Obesidad
Ejercicio Físico y Obesidad
NOMBRE DE LA MATERIA
FISIOPATOLOGÍA NUTRICIONAL
Introducción
La obesidad es una de las enfermedades con altas tasas de prevalencias a nivel mundial.
Esta patología es el resultado de un exceso de peso como producto de un desbalance entre
lo que una persona consume diariamente y el gasto energético que se realiza.
Los tratamientos dirigidos hacia la obesidad están enfocados en aminorar el peso corporal
de una persona y reducir las complicaciones que pueden ocurrir. Los estudios actuales
evidencia el rol que tiene la actividad física a la hora de influir directamente sobre el
tratamiento de la obesidad.
La actividad física en una persona sana mejora los estados de ansiedad evitando que
ingieran alimentos muy calóricos, en las personas obesas, además de este efecto positivo
también moviliza los ácidos grasos de los depósitos que se encuentran en los tejidos hacia
el músculo para utilizarlos como proveedores de energía durante la sesión de ejercicio
disminuyendo el peso corporal y mejorando la calidad de vida del paciente obeso.
La prescripción del ejercicio debería ser uno de los elementos más importantes dentro del
protocolo utilizado para el tratamiento de la obesidad. La actividad física incrementa el
consumo energético tanto en el momento de la ejecución como después de la misma en
un grado variable que depende principalmente de la intensidad y duración del ejercicio.
(Chicharro López J, 2006)
El ejercicio mejora la calidad de vida de las personas obesas al reducir el exceso de peso
por medio de dos procesos: la disminución de la grasa abdominal al incrementar el
consumo energético y la elevación de su capacidad cardiorrespiratoria mejorando su
consumo de oxígeno. (Tratamientos de Obesidad, 2009)
La actividad física realizada de forma intensa refleja una mayor expectativa porque
genera un gran incremento del consumo energético, cuando dicha actividad ha finalizado.
Es por esta razón que una actividad física intensa ayuda a reducir los depósitos de ácidos
grasos, mejorando la calidad de vida de la persona, reduciendo los marcadores
bioquímicos como el LDL, VLDL y aumentando el HDL. (Cobo C, 2006)
Los sustratos que van a proveer energía deben romper sus enlaces e ingresar a un proceso
conocido como fosforilación para que la célula muscular transforme la energía química
en energía mecánica y así poder utilizarla. (Chicharro López J, 2006)
Los estudios han demostrado que cuando una actividad física se unifica con una dieta
hipocalórica favorece la reducción de masa grasa, sin cambios en el porcentaje de masa
muscular, además existen otros efectos positivos que produce el ejercicio como
mejoramiento de la autoestima de la persona, favorece a una menor ingestión de alimentos
al reducir los estados de ansiedad y depresión facilitando los procesos de pérdida de peso.
(Dres J, 2006)
Las personas obesas necesitan trabajar con ejercicios más simples y no tanto complicados
por la percepción de esfuerzo limitado que presentan las personas obesas. (Chicharro
López J, 2006) La actividad física en una persona obesa mejora el consumo de oxigeno
mediante una serie de respuestas fisiológicas que van desde el mantenimiento de las
presiones arteriales sistólicas y diastólicas, un incremento en el gasto cardiaco, una
frecuencia cardiaca reducida, una disminución de la resistencia periférica y presión
arterial diferencial garantizando una elevada tasa de aporte sanguíneo y de oxígeno a los
tejidos que se encuentran en un trabajo constante. (Pancorbo Sandoval A, 2011)
Conclusiones
Bibliografía