8 Mineralogía

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TEMA 8º: Mineralogía.

Propiedades físicas de los minerales: color, brillo, dureza, exfoliación,


tenacidad, peso específico y propiedades ópticas. Mineralogénesis. Clasificación de los
minerales. Los silicatos. Interés económico de los minerales.

0.- Introducción.
1.- Materia mineral.
2.- Propiedades físicas de los minerales:: color, brillo, dureza, exfoliación, tenacidad, peso
específico y propiedades ópticas.
2.1.- Propiedades físicas escalares.
2.2.- Propiedades físicas vectoriales.
3.- Mineralogénesis.
4.- Clasificación de los minerales.
5.- Los silicatos.
5.1.- Estructura de los silicatos.
5.2.- Deducción de la fórmula general de cada grupo de silicatos y relación Si/O.
5.3.- Relación estructura-composición de los silicatos.
6.- Interés económico de los minerales.
7.- Conclusiones.

0.- Introducción.

La materia mineral es la materia sólida de la Tierra.


Los elementos geoquímicos son los elementos que están presentes en la materia
mineral. Aunque potencialmente todos los elementos químicos del sistema periódico pueden
formar parte de esta materia, sólo algunos están representados en proporción considerable. La
distribución y proporción variará según las capas de la Tierra, por eso decimos que la Tierra
está diferenciada geoquímicamente. Los elementos más abundantes en la Tierra son:
O = 46,7% Ca = 3,7% Ti = 0,6%
Si = 27,7% Na = 2,8% H = 0,1%
Al = 8,0% K = 2,6% P = 0,1%
Fe = 5,0% Mg = 2,1% Mn = 0,1%

Solamente ocho elementos (elementos geoquímicos) pasan del 1% y constituyen el 99%


de la masa. Los fenómenos geológicos han concentrado muchos de estos elementos formando
los yacimientos minerales. La existencia de estos fenómenos nos lleva a considerar los
conceptos de abundancia, dispersión y concentración.

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Se dice que un elemento es abundante cuando su proporción es alta en la corteza: para
expresar esa abundancia podemos referirnos a su porcentaje.

Un elemento estará disperso si se encuentra repartido por toda la corteza, sin formar
concentración susceptible de explotación.

Por el contrario, diremos que un elemento está concentrado si los minerales de que
forma parte son relativamente fáciles de encontrar y aparecen en masas que permiten su
explotación.

Todo ello es consecuencia del comportamiento químico de los elementos y de sus


afinidades a la hora de formar compuestos. De esta forma las combinaciones geoquímicas más
frecuentes son:

SiO2 = 59% MgO = 3,5%


Al2O3 = 15,2% K2O = 3,1%
CaO = 5,1% Fe2O3 = 3,1%
Na2O = 3,7% H2O = 1,3%
FeO = 3,7% TiO2 = 1%

La corteza es en su conjunto un empaquetamiento de aniones de oxígeno enlazados por


átomos de silicio y por iones de metales corrientes. Oxígeno, aluminio y silicio forman juntos el
90% de los átomos que existen en la corteza, por lo que los minerales predominantes serán el
cuarzo, los silicatos y los aluminosilicatos de hierro, magnesio, calcio, sodio y potasio.

Los elementos son a menudo específicos respecto a los minerales que forman y la
distribución de los elementos en la Tierra viene determinada por la configuración electrónica
de sus átomos, por la presencia de otros elementos con los que pueda reaccionar y,
finalmente, por las condiciones de presión y temperatura que reinan.

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1.- Materia mineral.
mineral.

Es una antigua costumbre el dividir la naturaleza en tres grandes grupos: reino animal,
vegetal y mineral. Este último está constituido por la materia mineral y es estudiado por la
Mineralogía. Los minerales son las sustancias químicas de las cuales están hechas las rocas. Una
especie mineral, en particular, puede identificarse por un conjunto característico de
propiedades físicas y químicas. En este sentido un mineral puede definirse como:
" Sólido homogéneo, que se presenta de manera natural, inorgánico, que posee una
estructura atómica ordenada y una composición química definida".

Examinemos por separado los términos individuales de esta definición:

- Homogéneo: significa que un mineral consiste en una sola unidad química, que puede
ser un único elemento (elementos nativos) o un único compuesto. En otra palabras las mezclas
de compuestos quedan excluidas. Desde el punto de vista estructural y químico, significa que
los elementos químicos que componen el mineral se ordenen periódicamente, es decir, se
repitan según determinadas pautas o períodos. Desde el punto de vista físico, que las distintas
propiedades de mantengan idénticas, al menos en direcciones paralelas. Caso especial es el
estado amorfo.

- Natural: quedan excluidas todas aquellas combinaciones químicas en cuya formación


ha intervenido la acción del hombre. Por ejemplo, preparando una solución de NaCl en el
laboratorio, pueden producirse cristales indistinguibles de los del mineral halita, aunque estos
cristales no sean propiamente minerales. Hoy día esta cuestión no está del todo clara y tal vez
debería utilizarse la terminología de "minerales naturales" y "minerales artificiales".

- Sólido: todos los minerales y elementos son sólidos en condiciones ambientales. El


mercurio y el hielo son casos especiales y discutibles.

- Inorgánico: un compuesto se dice que es orgánico cuando se compone de C, H, y O.


Para que las sustancias orgánicas se consideren minerales deben haber perdido los caracteres
reveladores de su origen orgánico. Tenemos el caso del carbón, que se originó por la

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acumulación de plantas leñosas y por consiguiente es de origen orgánico. Los geólogos
consideran el carbón como una roca pero no como un mineral.

La calcita CaCO3, puede ser segregada por algunos organismos para formar sus conchas.
Aunque es producida por organismos vivos, el CaCO3 sólido de las conchas es un verdadero
mineral y en nada difiere de la calcita formada por procesos naturales.

- Composición química definida: cualquier mineral es un compuesto químico con una


composición química expresable mediante una fórmula. Es importante, no obstante, distinguir
entre una composición química definida y una composición química fija. La mayor parte de los
minerales poseen en realidad composiciones variables, aunque esta variación se produzca
siempre entre límites bien definidos. Cabe la posibilidad de que en algunas estructuras entren
dos o más iones que pueden intercambiarse mutuamente.

(MgFe)2 SiO4 → Olivino

 

Fe2SiO4 → Fayalita Mg2SiO4 → Forsterita

Si el porcentaje de sustitución de unos iones por otros es variable, podemos tener toda
una serie continua de composiciones químicas entre los dos extremos puros; tales son las
series del olivino (donde el ion ferroso y el magnésico pueden encontrarse en todas
proporciones en la red), las plagioclasas (donde se encuentran los iones sodio y calcio
sustituyéndose en todas proporciones) y otros.

Por eso, cada uno de los términos extremos debe recibir, un nombre distinto, puesto
que tienen composición química distinta (forsterita para el silicato de magnesio, fayalita para el
ferroso, en la serie del olivino, albita para el feldespato sódico, anortita para el cálcico, en la
serie de las plagioclasas, etc.), pero en la práctica, deberemos aceptar el llamar albita a una
plagioclasa sódica, aunque tenga hasta un 10% de calcio en su red.

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- Estructura atómica ordenada: Todo mineral posee una estructura consistente en un
retículo de átomos e iones dispuestos según patrones geométricos regulares. En condiciones
favorables dicha estructura interna se puede reflejar externamente en superficies planas dando
lugar a cristales. Al igual que en el caso de la fórmula química, la estructura atómica de un
mineral concreto debe acomodar las variables proporciones entre los átomo o iones de dos
elementos, uno de los cuales puede reemplazar al otro. Por ejemplo, en el olivino un ion de
magnesio o de hierro ocupa siempre la misma posición en el espacio con respecto a los átomos
de oxígeno y silicio que lo rodean. Un ejemplo particularmente sorprendente de la importancia
de la estructura atómica como propiedad de un mineral lo constituyen los minerales grafito y
diamante. Ambos tienen idéntica composición química (carbono puro) pero están en extremos
opuestos en la escala de dureza mineral y tienen otras propiedades físicas sumamente
diferentes.

Los minerales que cumplen todos los requisitos para ser un mineral pero no presentan
estructura cristalina se denominan amorfos. Otra clase de minerales amorfos es los minerales
de gel, llamados también mineraloides. Los gels son mezclas de agua con otros compuestos y
son ejemplos de ellos algunas sustancias alimenticias como las gelatinas y jaleas. Se cree que
un mineral de gel se forma a partir de un gel líquido atrapado en una cavidad de una roca.
Conforme se seca la masa de gel, el compuesto mineral restante se vuelve un sólido, en el cual
las moléculas no tienen una disposición ordenada. Un mineral de gel corriente es el ópalo.

2.- Propiedades físicas de los minerales: peso


minerales: color, brillo, dureza, exfoliación, tenacidad, pes o
específico y propiedades ópticas.

Las propiedades de los minerales dependen de la estructura y de la composición


química. Las propiedades físicas de la materia mineral se pueden dividir en:

2.1.-
.1.- Propiedades físicas escalares.-
escalares.- Son aquellas independientes de la dirección de
medida. Se representan únicamente por su valor numérico. La materia mineral siempre es
isótropa con respecto a estas propiedades. Las más importantes son:

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a) Densidad: Depende de la composición química y del tipo de estructura
cristalina. Es la relación que existe entre el volumen y la masa del mineral. Esta propiedad
permite distinguir entre algunos minerales (p.e. calcita y barita).

b) Punto de fusión: Es la temperatura en la que el mineral pasa del estado sólido


al líquido. Esta propiedad tiene un valor constante para cada mineral, pero puede variar con la
presión. A mayor presión mayor punto de fusión.

c) Calor específico: Es la cantidad de calor que hay que suministra a 1 g de


mineral para aumentar su temperatura 1°C.

d) Peso específico: Es la relación que existe entre el peso del mineral y el peso de
igual volumen de agua. En un mineral depende de la clase de átomos de que está compuesto y
de la manera en que están empaquetados.

2.2.-
.2.- Propiedades físicas vectoriales.-
vectoriales.- Son aquellas en las que la magnitud de la
propiedad varía según la dirección que consideremos. Por tanto, para definirlas, además de su
valor numérico, hay que determinar la dirección y sentido en que se ha medido la propiedad.
Dentro de estas podemos diferenciar:

a) Mecánicas: se trata de medir el comportamiento del mineral ante un estímulo


como golpe, raya, compresión, etc.

1.- Dureza: Es la resistencia física que ofrece la superficie lisa de un


mineral a ser rayado. Existen dos métodos para determinar la dureza:

*Escala de Mohs: es un método relativo y cualitativo.; hay diez


grados en los que el mineral del grado superior raya al anterior: (1) Talco, (2) Yeso), (3) Calcita,
(4) Fluorita, (5) Apatito, (6) Ortosa, (7) Cuarzo, (8) Topacio, (9) Corindon, (10) Diamante.
* Método de microindentación: es absoluto y cuantitativo. Se
basa en analizar la huella dejada por la caída de una punta de diamante a una altura
determinada.

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2.- Exfoliación: Propiedad que presentan algunos minerales se romperse
siguiendo superficies planas bien definidas. Estos planos se denominan planos de exfoliación,
que en realidad son superficies o planos reticulares de máxima debilidad. La exfoliación refleja
la estructura interna del mineral que la presenta. Por ejemplo calcita en romboedros, galena y
halita en cubos. Al describir la exfoliación debe indicarse su calidad (perfecta, buena, regular) y
su dirección, mediante un nombre o índice (cúbica, octaédrica,etc). En algunos minerales son
tres los conjuntos de planos de exfoliación que se interceptan lo que permite que el mineral se
rompa en prismas o rombos semejantes de muchos tamaños.

3.- Fractura: Los minerales carentes de exfoliación se rompen según


diversas formas características de superficies de fractura. Por ejemplo las superficies de
fractura curvadas de un vidrio constituyen la fractura concoidea, que se aprecia en el cuarzo.
Otros tipos de fractura se califican de regular, irregular, astillosa y ganchuda.

4.-Tenacidad: Es la resistencia que opone un mineral a ser roto, molido,


doblado o desgarrado, y de acuerdo con ella los minerales son: frágiles, cuando se rompen
fácilmente; maleables si presentan facilidad para conformarse en hojas; sectiles, cuando
pueden ser cortados en virutas delgadas y dúctiles cuando pueden estirarse en forma de hilos
(P.e. cobre, plata, oro).

5.- Raya: Es el color que presenta el mineral finamente pulverizado.

b) Ópticas:
1.- Brillo: Es la propiedad que mide el grado en que la luz se refleja en la
superficie de un mineral. Depende del índice de refracción, de la perfección de pulido y de la
absorción cromática. El brillo puede ser de dos tipos:

- Metálico, en minerales opacos a la luz o fuertemente coloreados


(P.e. pirita y galena).
- No metálico, en minerales transparentes o débilmente
coloreados. Puede ser de varios tipos: adamantino (diamante), Graso (yeso), Perlado (talco),

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vítreo (cristal de cuarzo), resinoso (blenda), sedoso (serpentina).

2.- Color: Cuando la luz blanca, formada por todos los colores del
espectro, incide sobre un mineral, éste absorbe determinadas longitudes de onda, reflejando
otras. Estas longitudes de onda reflejadas determinan el color del mineral. A veces, el color está
íntimamente relacionado con la composición: cobre (azul y verde) azurita y malaquita.
Cuando el mineral es marcadamente anisótropo para el color se dice que presenta
pleocroismo (P.e. turmalina).
3.- Índice de refracción (n): La
observación de las propiedades ópticas obtienen mejores
resultados cuando se utiliza un microscopio petrográfico. El
aspecto de un mineral observado por el microscopio
petrográfico depende de los índices de refracción relativos
del mineral y de la sustancia en la que se encuentra incluido
o de los minerales adyacentes. Si las diferencias son
considerables, el mineral se presenta en relieve con respecto
a sus vecinos; tiene unos bordes oscuros muy sobresalientes
y su superficie aparece áspera y carcomida. Si las diferencias
son pequeñas el mineral no destaca sobre su fondo.

El método más usual para determinar el índice de


refracción de un mineral es por comparación con los
minerales vecinos de índice conocido, o directamente con el Bálsamo de Canadá, que es el
soporte que se utiliza para fijar la lámina delgada al portaobjetos. Para ello se usa la línea de
Becke. La luz que penetra por debajo de la lámina delgada, se concentra en el material de
mayor índice de refracción; esta concentración da lugar a una línea brillante, línea de Becke,
que se desplaza hacia el interior del material de mayor índice cuando se separa de él el objetivo
del microscopio. Ello nos permite saber si el mineral observado es más refringente que el
bálsamo o que otro mineral acompañante.

Según la ley de Snell (n), es la relación que existe entre al ángulo de incidencia y el de
refracción de un rayo de luz que incide sobre un cristal (Fig.32).

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n = sen i/sen r
(n) también puede expresarse como la relación que existe entre la velocidad de la luz en el aire
y en el cristal.

Los minerales transparentes, de acuerdo con esta propiedad, se pueden clasificar en


dos grupos:
- Ópticamente isótropos, al rayo incidente le corresponde un único rayo
refractado. A este grupo pertenecen los minerales del sistema cúbico y los minerales amorfos.
- Ópticamente anisótropos, por cada rayo incidente se originan dos refractados.
Cada uno de ellos viaja a una velocidad distinta y por lo tanto tendrán dos índices de
refracción. A este fenómeno se le denomina birrefringencia. A este grupo pertenecen los
minerales de los restantes grupos cristalinos.

4.- Birrefringencia: Todas las observaciones microscópicas se hacen con


luz polarizada. La luz polarizada que sale después de atravesar el mineral, lo hace desdoblada
en dos rayos refractados; los planos de vibración de la luz polarizada en ambos rayos son
perpendiculares entre sí y viajan con velocidades distintas.

Sólo las sustancias amorfas y los minerales cúbicos son ópticamente isótropos. Por ello,
como en estos casos no se origina más que un solo rayo refractado, al cruzar el analizador, cuyo
plano de vibración es perpendicular al del polarizador, el único rayo existente es absorbido y no
pasa ninguna luz al ocular, por lo que el mineral ópticamente isótropo se ve oscuro, extinguido.

En los minerales anisótropos, sin embargo, al menos uno de los rayos sí puede pasar
siempre, puesto que su plano de vibración no coincide con el del analizador. Cuando las
direcciones de vibración del mineral sean paralelas a los planos de vibración de los
polarizadores, no pasará ninguno; será la posición de extinción. Esta extinción tiene lugar
cuatro veces por cada vuelta completa de platina.

En una sección dada de un mineral, se llama ángulo de extinción el ángulo que forman
una dirección de vibración y una dirección cristalográfica. Si al producirse la extinción, la
posición del mineral es tal que una dirección cristalográfica o de exfoliación es paralela a los

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hilos de la cruz del retículo del ocular (que representan los planos de vibración del analizador y
el polarizador), se dice que la extinción es recta. Si la extinción se produce cuando la dirección
cristalográfica forma un determinado ángulo con los hilos de la cruz del retículo, se dice que es
oblicua.

Todos los cristales anisótropos presentan también cierta o ciertas direcciones en que no
se verifica el fenómeno de la doble refracción: son direcciones de monorrefringencia, es decir,
en las que se origina un sólo rayo refractado. A cada una de estas direcciones la llamamos eje
óptico. De esta forma los cristales ópticamente anisótropos se pueden dividir en dos grupos
(Fig.33):
- Uniáxicos.- Sólo tienen un eje óptico, que suele coincidir con el
eje de mayor simetría. A este grupo pertenecen los minerales de los sistemas hexagonal,
tetragonal y trigonal.
- Biáxicos.- Presentan dos ejes ópticos, que forman un ángulo (2v),
cuya bisectriz es el eje de simetría (binario). Además los ejes no coinciden nunca con ejes de
simetría del cristal. A este grupo pertenecen los minerales que cristalizan en los sistemas
rómbicos, monoclínicos y triclínicos.

Fig.34.- Esquema de cristal uniáxico (a) y biáxico (b).

5.- Luminiscencia: Propiedad consistente en la absorción de luz de una


determinada longitud de onda y la emisión de luz de una longitud de onda superior por un
mineral sin estar incandescente. Si la luminiscencia se origina por exposición a la acción de los
rayos X, o ultravioletas se denomina fluorescencia. Si continúa la emisión de luz cuando
termina la exposición, se denomina fosforescencia.

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c) Eléctricas:
1.- Conductividad eléctrica: Está muy relacionada con el tipo de enlace:
- Los metálicos son buenos conductores.
- Los iónicos y covalentes son malos conductores.
En los minerales no cúbicos, la conductividad eléctrica depende de la dirección de la
medida, por eso se dice que son anisótropos.

2.- Piezo y piroelectricidad: Algunos minerales presentan la propiedad de


emitir un flujo de electrones hacia los extremos opuestos de un cristal según la dirección de un
eje polar, cuando se someten a:

- Una elevación de presión: piezoelectricidad (cuarzo).


- Una elevación de temperatura (turmalina).

d) Térmicas:
1.- Conductividad térmica: Los cristales también poseen una
conductividad térmica que depende del tipo de enlace y de la dirección de la medida. Los
minerales cúbicos son isótropos y los no cúbicos anisótropos.

2.- Dilatación térmica: Es el cambio de volumen, y a menudo de forma,


(para los minerales no cúbicos) que experimenta un mineral en respuesta de un incremento de
temperatura. Se denomina coeficiente de dilatación térmica al cambio de longitud a lo largo de
una dirección cristalográfica. Como el coeficiente de dilatación varía con la dirección, en la
mayoría de los minerales, es frecuente que éstos se fracturen al calentarlos y enfriarlos.

e) Magnéticas:
Dividen a los minerales en: Ferromagnéticos los que son atraídos
fuertemente por un imán, paramagnéticos los que son atraídos ligeramente y diamagnéticos
los que son repelidos ligeramente por un imán.

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3.-
3.- Mineralogénesis.

Es el estudio del origen de los minerales, aplicando los principios básicos de química y
termodinámica.

Los minerales son los productos de los procesos físico-químicos naturales y los
componentes de las rocas y diferentes yacimientos. Los procesos geológicos debido a los
cuales se forman los minerales en los dos grandes grupos: endógenos (de origen interno),
ligados con la energía interior de la Tierra y formados en los procesos que transcurren a cuenta
de la energía térmica interna del globo terrestre y exógenos (de origen externo) ligados con la
acción de la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera sobre la litosfera bajo la influencia de la
energía del sol.

Los procesos endógenos se producen en el interior de la Tierra y son vinculados con la


actividad magmática o las transformaciones metamórficas de las rocas. Transcurren a
temperaturas y presiones elevadas.

Los procesos exógenos se producen en la superficie o cerca de la superficie terrestre.


Dichos procesos se manifiestan en la destrucción física y química de las rocas, las menas y los
minerales y la formación de minerales estables en condiciones de superficie terrestre. A éstos
pertenecen también los procesos biógenos de mineralogenesis que son vinculados con la
actividad de organismos. Los procesos exógenos son bastante variados. Entre ellos cabe
destacar los procesos de meteorización.

Si recorremos el ciclo de las rocas en el sentido histórico, podremos comprender que la


formación de la primera corteza terrestre debió tener lugar en un ambiente ígneo
caracterizado por elevadas temperaturas y que por tanto la primitiva corteza estaría formada
por rocas ígneas. Las rocas ígneas o magmáticas proceden de la consolidación de un magma o
masa silicatada fundida. Aunque la clasificación de las rocas ígneas se hace sobre una base
mineralógica, muchas veces es necesario un análisis químico, ya que existen ciertos
componentes minerales, que por su reducido tamaño son difíciles de identificar.

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La composición química de los magmas se ha averiguado a partir de los análisis de las
rocas ígneas a las que da lugar. Se ha comprobado que el 99% del total de las rocas ígneas, está
constituido únicamente por los ocho elementos geoquímicos más abundantes (O, Si, Al, Fe, Ca,
Na. K y Mg), y la fracción restante por un gran número de elementos llamados elementos
trazas (Ti, P, H, Zn, Ni, Cr, Sn, V, Th, etc.).

En la composición del conjunto de las rocas ígneas se pueden distinguir dos grupos de
minerales petrogenéticos: fundamentales y accesorios (Fig.1).

Fig.1.-- Minerales petrogenéticos fundamentales.


Fig.1.

- Minerales petrogenéticos fundamentales: pertenecen a este grupo los silicatos y se


dividen en:
* Minerales leucocratos.- Son de colores claros y no poseen hierro ni magnesio
en su composición. Son típicos de las rocas ricas en sílice (rocas ácidas), que en consecuencia
son de tonos claros.
* Minerales melanocratos.- Se llaman también ferromagnesianos por ser ricos
en hierro y magnesio. Son típicos de rocas de color oscuro y con gran déficit en sílice (rocas
básicas).
- Minerales petrogenéticos accesorios: Acompañan en pequeñísima proporción a los
silicatos de las rocas ígneas. Los más importantes son: algunos óxidos (rutilo, magnetita,

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oligisto, corindón), silicatos (granate, esfena) y a veces pirita y apatito.

Clarke y Washington fueron los primeros en efectuar un estudio exhaustivo de los datos
disponibles para calcular la composición media de la corteza. Los análisis se realizaron sobre
rocas ígneas; la razón fue que para ellos, aproximadamente los 20 primeros kilómetros de
corteza se componen en un 95% de rocas ígneas (y metamórficas) y sólo el 5% restante de
rocas sedimentarias.

4.- Clasificación de los minerales.


minerales.

A lo largo de la historia han sido diversos los criterios de clasificación de los minerales:
las primeras clasificaciones se basaron en la forma y propiedades físicas; otras, utilizaban como
criterio la composición química; clasificaciones cristalográficas, geoquímicas, que se basaban en
el catión más abundante (minerales de hierro, azufre, etc.), utilizada en Geología de
yacimientos; clasificaciones genéticas (magmáticos, metamórficos…); clasificaciones basadas en
el grupo aniónico, puesto que es el que determina el mayor número de rasgos de la estructura
y, por tanto, de las propiedades.

Este último criterio es el que ha prevalecido, manteniendo las divisiones en clases, las
cuales varían entre 5 y 12, dependiendo del autor.

Para clasificar los minerales se utilizan habitualmente dos criterios:

- La composición química, que determina en gran medida los grandes grupos en que se
dividen los minerales.
- La estructura de la red cristalina, que determina principalmente los subgrupos, a veces
muy importantes, en que a su vez se dividen muchos de los grandes grupos composicionales
de minerales.

En la actualidad están descritas más de 4000 especies minerales. La clasificación


utilizada (Bastida, F., 2005)), se basa 9 grupos.

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GRUPOS:
1. Elementos nativos.
2. Sulfuros
3. Sales haloideas
4. Óxidos e hidróxidos
5. Carbonatos, Nitratos y Boratos
6. Sulfatos
7. Cromatos, molibdatos y wolframatos
8. Fosfatos, arseniatos y vanadatos
9. Silicatos

1. Elementos nativos: los elementos nativos son aquellos que se encuentran en la


naturaleza en estado libre (puro o nativo), es decir, sin combinar o formar compuestos
químicos.

A excepción de los gases atmosféricos, se distinguen alrededor de unos veinte


elementos nativos. Ejemplo de éstos son: el oro, plata, platino, cobre, azufre y diamante (y sus
formas de grafito o carbono).

2. Sulfuros:
Sulfuros: Los sulfuros naturales (producto de metales y semiminerales) son la clase
más importante en la metalurgia, pues en ella entran metales tan importantes como el hierro,
estaño o manganeso, y otras menas como la galena o la esfalerita. Se trata de compuestos de
diversos minerales combinados con el azufre.

Ejemplo de minerales de los que forman parte los


sulfuros son la pirita (bisulfito de
hierro); calcopirita (sulfuro de hierro y
cobre); galena (sulfuro de plomo);blenda (sulfuro de
cinc); cinabrio (sulfuro de mercurio); antimonita (sulfuro de
antimonio) y rejalgar (sulfuro de arsénico).

3. Sales haloideas: Se caracterizan por el


- -
predominio de los iones halógenos electronegativos: Cl , Br
- -,
, F , I que son de gran tamaño y se polarizan fácilmente.

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Son el ejemplo más perfecto del mecanismo de enlace iónico puro. Muchos cristalizan en el
sistema cúbico, poseen dureza baja y en estado sólido son malos conductores del calor y de la
electricidad. Las especies más importantes son: Halita: NaCl; Silvina: KCl; Fluorita CaF2

4. Óxidos e hidróxidos: Los


óxidos e hidróxidos son el
producto de la combinación del
oxígeno con un elemento. En
realidad, casi todos los elementos
forman óxidos, que se dividen
según sus propiedades en
óxidos básicos (metálicos)
y ácidos (formados por
combinación del oxígeno con un elemento no metálico).

Se distinguen entre los óxidos e hidróxidos el oligisto (óxido férrico); corindón (óxido
alumínico); casiterita (dióxido de estaño); limonita (hidróxido de hierro), ybauxita (óxidos de
aluminio hidratados).

5. Carbonatos, nitratos y boratos: Los carbonatos son sales derivadas de la combinación


del ácido carbónico y un metal. Estos compuestos están muy difundidos como minerales en la
naturaleza. Ejemplo de carbonatos son la azurita y malaquita (carbonatos hidratados de
cobre), calcita (carbonato cálcico) y aragonito (carbono cálcico).

Los nitratos son sales que derivan del ácido nítrico; se trata de un pequeño grupo de
minerales difíciles de hallar en la naturaleza en formaciones concentradas, y que poseen
características de blandura y solubilidad; se distingue la nitratina onitrato sódico (o nitrato de
Chile o Caliche, llamado así por el gran yacimiento existente en el desierto de Atacama al Norte
de ese país), y el salitre o nitrato potásico. Estas sales se utilizan frecuentemente en la
fabricación de explosivos, y especialmente como abonos por su riqueza en nitrógeno.

Los boratos están constituidos por sales minerales o ésteres del ácido bórico; se trata de
minerales muy diferentes en apariencia y propiedades físicas.

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6. Sulfatos: Los sulfatos son sales o ésteres del ácido sulfúrico, por lo general solubles en
agua, excepto los sulfatos de plata, mercurio, calcio, bario, plomo y estroncio. Se trata de
minerales de origen diverso, inestables, de aspecto variable (casi siempre no metálicos) y
generalmente de escasa dureza. Ejemplo de sulfato es la barita.

7. Cromatos, molibdatos y wolframatos


wolframatos:
olframatos: Los cromatos son sales o ésteres del ácido
crómico. Se presenta generalmente en forma de minerales de colores amarillentos. Las sales
alcalinas son utilizadas como reactivos analíticos y oxidantes.

Los molibdatos (como la molibdenita) son minerales que se presentan en la naturaleza


en forma de sulfuro. Tiene utilidad en la mejora de la resistencia y ductilidad de algunos aceros
y aleaciones, y en la construcción de determinados componentes electrónicos.

Los volframatos son elemento poco abundantes en la naturaleza. Se trata de un metal


duro, denso y de brillo plateado, que se encuentra formando parte de lavolframita. Tiene
utilidad en la formación de aleaciones y, dado su gran dureza, como sustito del diamante. Una
utilidad muy común por su elevado punto de fusión, es la fabricación de filamentos para
lámparas incandescentes (tungsteno).

8. Fosfatos, arseniatos y vanadatos:


vanadatos: Los fosfatos sales o ésteres del ácido fosfórico,
arsénico y vanadio. Son solubles en los ácidos minerales, excepto los fosfatos neutros de
metales alcalinos, que son solubles en agua. La utilidad fundamental de los fosfatos es la de
fertilizante, aunque algunos de ellos también son empleados en la industria textil para eliminar
la dureza del agua. Ejemplo de fosfatos son el apatito y la piromorfita.

9. Silicatos: Los silicatos son sales de ácido silícico. Se trata de los compuestos más
frecuentes y fundamentales de la litosfera. Son parte importante de numerosas rocas y
minerales (integran el 95% de la corteza terrestre), y se hallan exclusivamente en forma de
silicio y oxígeno (sílice), o en combinación con otros elementos. Salvo los alcalinos, los silicatos
son insolubles, y gran parte de ellos, salvo el fluorhídrico, son inatacables por los ácidos.

Minerales que se incluyen dentro de los silicatos son el feldespato, mica, cuarzo,
anfibol, piroxeno y zeolita. Los silicatos más importantes son los de sodio y potasio (vidrios
solubles), de magnesio (como el talco), de calcio (que integran el vidrio y el cristal), y de
aluminio (como el caolín o la arcilla).

CLASE SILICATOS

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5.-
5.- Los silicatos.

Como hemos visto el análisis químico de la corteza nos refleja que más del 85% de la corteza lo
constituyen ocho elementos. De ellos sólo tres (O, Si y Al) constituyen el 82% del total. Estos últimos
junto con otros elementos, forman el grupo mineral más abundante de la corteza (casi el 99%), que son
los silicatos.

El magma es una roca silicatada fundida que por enfriamiento da lugar a rocas magmáticas.
Siguiendo el ciclo geológico, éstas, por erosión, dan lugar a las rocas sedimentarias, que a su vez por
incremento de presión y temperatura dan lugar a las rocas metamórficas, las cuales se funden para
formar de nuevo el magma. Por esta razón los silicatos son los minerales fundamentales en todo el ciclo,
o lo que es lo mismo los minerales formadores de las distintas rocas.

18
5.1.-
.1.- Estructura de los silicatos.

La estructura básica de los silicatos es el tetraedro regular, en cuyos vértices se sitúa el oxígeno y
en el centro el Si. Su fórmula estructural sería SiO4-4. En estos tetraedros puede sustituirse parte del Si
por Al, modificándose las cargas, admitiendo en la estructura nuevos cationes para compensar las
cargas.

Sólo cuando los cuatro oxígenos de un tetraedro sean


comunes con los tetraedros adyacentes, no quedarán cargas libres y
entonces, teóricamente, ningún catión podrá unirse al complejo. Sin
embargo, si uno o más iones Si 4+ son
3+
sustituidos por Al , las valencias
restantes pueden ser compensadas por
cationes; estos es lo que ocurre en los
tectosilicatos, por ejemplo. En estos
casos el aluminio puede estar presente
como anión (si está contenido en el tetraedro sustituyendo a un Si), o como
catión (si actúa de enlace entre los tetraedros). En el primer caso se tienen
los aluminosilicatos; en el segundo los silicatos de aluminio. También puede
ocurrir que en un mismo silicato esté a la vez en forma catiónica y aniónica;
en tal caso se tiene los aluminosilicatos de aluminio.
Cuando se forman retículos cristalinos complejos con cationes abundantes, puede aparecer un
exceso de valencia positiva; en estos casos es cuando entran también en la red aniones extraños, como
el flúor, oxígeno, grupos oxidrilos y otros. Es muy frecuente la presencia de agua, no sólo en forma
hidroxílica, sino también en forma molecular; en el segundo caso ocupa los intersticios del retículo
cristalino.
La fórmula general de un silicato es:
Xm Yn (Z Op-q) Wr
X = cationes grandes: K, Ca, Na.
Y = cationes de tamaño medio: Fe, Mg, Mn.
Z = cationes pequeños: Si, Al.
O = oxígeno (anión).
W = aniones adicionales: OH, Cl, F.

19
Los tetraedros tienen la propiedad
de unirse entre sí formando agrupaciones. A
esta propiedad se le denomina
polimerización. El enlace entre el Si y el O es
de tipo covalente y entre los tetraedros de
tipo iónico. Según la estructura de estas
agrupaciones los silicatos se subdividen en
las siguientes subclases:

- Nesosilicatos.- Los tetraedros


aparecen aislados y pueden unirse entre sí
mediante cationes por enlaces iónicos (Fe++,
Mg++, Ca++). El empaquetamiento atómico
es generalmente denso, haciendo que los
minerales de este grupo tengan valores
relativamente altos de peso específico y
dureza. Pertenecen a este grupo el Olivino,
granate, andalucita, estaurolita y distena.

La fórmula generales SiO4 -4 y la


relación Si/O=1/4.
- Sorosilicatos.- Formados por pares
de tetraedros que comparten un vértice.
Cada dos tetraedros pueden unirse con
otros dos tetraedros mediante cationes.
Pertenece a este grupo la epidota.
-6
La fórmula general es Si2O7 y la
relación Si/O=2/7.

- Ciclosilicatos.- Formados por grupos de tetraedros que comparten dos de sus vértices
formando anillos de 3, 4 o 6 tetraedros cada uno. Pertenecen a este grupo la turmalina y el berilo.

La fórmula general depende de que se trate de uniones de 3, 4 o 6 tetraedros:

Si3O9 -6 Si/O=1/3; Si4O12 -8 Si/O=1/3; Si6O18-12 Si/O=1/3

- Inosilicatos.- Formado por grupos de tetraedros que forman filas o cadenas, que a su vez
pueden ser:

* Sencillas (piroxenos) como la augita. La fórmula general es Si2O6 -4 Si/O=1/3.


* Dobles (anfíboles) como la hornblenda. La fórmula general es Si4O11 -6 Si/O=4/11.

- Filosilicatos.- Formados por grupos de tetraedros que comparten tres vértices y forman planos
que se apilan unidos por enlaces débiles. Pertenecen a este grupo las micas y minerales de la arcilla. La
fórmula general es Si4O10 -4 Si/O=4/10.

20
- Tectosilicatos.- Cada tetraedro comparte sus cuatro vértices dando una estructura
tridimensional compacta. Los cationes se disponen en los huecos. Son los más abundantes. Pertenecen a
este grupo el cuarzo, la familia de las plagioclasas, familia del feldespato potásico (ortosa) y familia de los
feldespatoides. La fórmula general es SiO2 Si/O=1/2.

5.2.- Deducción de la fórmula general de cada grupo de silicatos y relación Si/O.

Como vimos anteriormente, la estructura básica de los silicatos es el tetraedro de sílice formado
por cuatro oxígenos en los vértices y un silicio en el interior del tetraedro. Para calcular la fórmula de
cada uno de los grupos bastará con saber cuántos tetraedros se unen y el número de vértices que
comparten.

En los nesosilicatos los tetraedros están aislados por lo que la fórmula general es SiO4 -4. La
relación Si/O=1/4 puesto que por cada Si le corresponden cuatro O.

En los sorosilicatos se forman pares de tetraedros que comparten un vértice, luego habrá dos
silicio y siete oxígenos. Si2O7 -6 y la relación Si/O=2/7

En los ciclosilicatos la fórmula va a depender de la disposición en tres, cuatro o seis anillos de los
tetraedros. Así, en los anillos de tres tetraedros, cada tetraedro comparte dos de sus vértices, por lo que
cada tres silicio corresponden nueve oxígenos, Si3O9 -6 Si/O=1/3. En los anillos de cuatro tetraedros cada
tetraedro sigue compartiendo dos de sus vértices por lo que cada cuatro silicio le corresponde doce
oxígenos, Si4O12 -8 Si/O=4/12 = 1/3. En los anillos de seis tetraedros cada tetraedro comparte dos de sus
vértices, por que cada seis silicio le corresponden dieciocho oxígenos, Si6O18 -12 Si/O=1/3.

En los inosilicatos se pueden presentar dos casos:

- Que las cadenas sean simples, por lo que los tetraedros comparten dos de sus vértices. El
último oxígeno de cada fila es compartido con el tetraedro siguiente. Como las cadenas son ilimitadas a
estos oxígenos de los extremos le daremos valor 1/2, por lo que la fórmula general será Si2O6 -4 Si/O=1/3.

- Que las cadenas sean dobles. En este caso los tetraedros compartes dos y tres vértices.
Igualmente, dado lo ilimitado de las cadenas, los oxígenos de los extremos tienen valor 1/2, por lo que su
fórmula general es Si4O11 -6 Si/O=4/11.

21
En los filosilicatos los tetraedros comparten tres de sus vértices. Los oxígenos de los extremos
tienen valor 1/2 y su fórmula general es Si4O10 -4 Si/O=4/10.

En los tectosilicatos los tetraedros comparten todos sus vértices y su fórmula general es SiO2
Si/O=1/2.

5.3.- Relación estructura-


estructura-composición de los silicatos.

Relacionando la composición química con los diferentes grupos de silicatos diferenciados en


función de su estructura, llegamos a conclusiones muy interesantes.

Conforme mayor sea la complicación de la estructura, mayor será el número de oxígenos


compartidos entre los diferentes tetraedros, lo cual implica una disminución en la razón Si/O en cada
uno de los grupos establecidos en el orden mencionado. Así, de una relación Si/O = 1/4 para los
nesosilicatos pasaremos a una relación Si/O = 1/2 en los tectosilicatos, donde, teóricamente, como todos
los vértices están compartidos, en cada uno de ellos podemos considerar existente medio átomo de
oxígeno, que constituyen dos átomos en total por cada uno de silicio.

A mayor presión y temperatura, las redes que se formarán tenderán a ser, a igualdad de otros
factores y si la composición química de conjunto lo permite, cada vez más sencillas Ello explica que los
silicatos con redes estructuralmente más sencillas indiquen, en general, condiciones de formación de
mayor temperatura y una determinada composición química; mientras que los de redes complejas,
especialmente los tectosilicatos y filosilicatos, pueden formarse en condiciones sumamente bajas de
presión y temperatura si la proporción de sílice es adecuada.

Así pues, cuando la composición química del magma originario es pobre en sílice, tenderán a
formarse silicatos pobres en sílice, aquellos que en la relación Si/O es favorable al oxígeno, como los
nesosilicatos, sorosilicatos e inosilicatos. Cuando la composición del magma sea más rica en sílice, se
podrán originar, si el resto de las condiciones lo permite, silicatos cuya proporción Si/O sea cada vez
menos favorable al oxígeno, hasta llegar al límite de los tectosilicatos.

Por otra parte, cuando la composición del magma sea una dada, de acuerdo con las condiciones
restantes, comenzarán a cristalizar silicatos de mayor punto de fusión, que son precisamente los de

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redes más sencillas y, por tanto, de relación Si/O baja. Conforme estos minerales van precipitando, la
cantidad de silicio que se ha eliminado es menor, comparativamente, que la de oxígeno, con lo que el
magma residual se va enriqueciendo, siempre en términos relativos, en silicio y componentes alcalinos y
las condiciones químicas exigen la precipitación de silicatos cada vez más ricos en sílice, como los
inosilicatos, filosilicatos y tectosilicatos. Como este fenómeno no se realiza exclusivamente para el silicio
y el oxígeno, sino que también ocurre para otros elementos químicos que son los que integran las redes
concretas de los minerales formados, por lo que puede extenderse a todos los cationes del medio.

Es conveniente recordar las series de reacción de Bowen donde puede observarse la variación de
la estructura y composición de los silicatos en función de la variación de los factores termodinámicos
como la presión y temperatura. Estas series de reacción se sitúan dentro de un mecanismo de
cristalización magmática que es la cristalización fraccionada:

Cristalización fraccionada
fraccionada..- Es el mecanismo más importante de todos los mecanismos de
cristalización. Consiste en la separación por cristalización, de fases minerales sucesivas. Los minerales no
empiezan todos a cristalizar al mismo tiempo, ni tampoco el mineral una vez formado va a mantenerse
intacto y sin cambios. Por el contrario, conforme disminuye la temperatura, los minerales formados
primero pueden cambiar después de composición o pueden disolverse, y sus iones volver a
recombinarse en minerales nuevos. Este proceso de cambio se llama reacción y la serie ordenada de
tales cambios recibe el nombre de serie de reacción.

El orden de solidificación de los minerales a medida que el magma se va enfriando fue


establecido por Bowen, en sus famosas series de reacción (Fig.2):

- Serie discontinua o de los ferromagnesianos: en la serie de reacción discontinua, al


pasar de un intervalo de presión y temperatura a otro, un mineral ya cristalizado reacciona con la masa
fundida para dar lugar a un nuevo mineral con diferente estructura y composición, y estable a las nuevas
condiciones. Los minerales de esta serie suelen ser de colores oscuros, melanocratos.

Olivino  Piroxeno  Anfíbol  Biotita


MgFe

- Serie continua o de las plagioclasas: en la reacción continua, a medida que cambian las

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condiciones de presión y temperatura, los minerales cristalizados reaccionan con el fundido cambiando
gradualmente de composición, para dar lugar a nuevos minerales con la misma estructura pero distinta
composición (serie isomorfa de las plagioclasas). Los minerales de esta serie son de colores claros,

Anortita  Bitownita  Labradorita  Andesina  Oligoclasa  Albita


Ca  Na

leucocratos.
Los minerales de ambas series cristalizan simultáneamente para un determinado rango de
presión y temperatura, dando lugar a un determinado tipo de roca.

De acuerdo con las series de reacción se puede establecer, en líneas generales, la secuencia de
cristalización que aparece en las rocas ígneas.

Los primeros minerales que se forman, son los que ocupan lugares altos en las dos series
principales de reacción (si la composición del magma lo permite): plagioclasa cálcicas y olivinos

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magnésicos o piroxenos. Juntamente con ellos, o antes incluso a veces, también se forman algunos
componentes minoritarios que poseen una solubilidad limitada en esas condiciones, como son el circón,
apatito y algunos óxidos (magnetita y cromita, sobre todo). Conforme progresa la cristalización
fraccionada, aparecen labradoritas y andesinas con piroxenos ricos en hierro, hornblenda y biotita.
Finalmente si quedan sílice y otros iones o moléculas todavía, se formará albita, feldespato potásico y
moscovita, e incluso cuarzo. Esta secuencia completa nunca se encuentra en un solo afloramiento; sobre
todo, porque las condiciones de estabilidad de la litosfera no pueden permitir un proceso tan largo; y en
segundo lugar, porque los fluidos de última hora pueden escapar más fácilmente por fracturas, diaclasas
y otras superficies de discontinuidad, terminando la cristalización en otro lugar.

6.- Interés económico de los minerales.


minerales.

Nuestra sociedad tecnológica moderna es totalmente dependiente para su existencia de una


amplia variedad de recursos minerales derivados de la litosfera. La dependencia respecto a estos
recursos sobrevino muy gradualmente al principio y luego con gran rapidez durante la Revolución
Industrial, que empezó a mediados del siglo XVIII. El carbón, tal vez más que cualquier otra sustancia
mineral aislada, simboliza la Revolución Industrial. El carbón accionó las nuevas máquinas de vapor
inventadas en Inglaterra para mover los ejes y las ruedas de las industrias textiles; el carbón proporcionó
el coque empleado para producir el hierro con el que fabricar dichas máquinas. Pronto una amplia
variedad de otros metales se convirtieron en necesidades: entre ellos el cobre, el plomo, el cinc y el
estaño y los numerosos metales para aleaciones necesarios para imprimir resistencia al acero. La
civilización occidental fue empujada a una carrera que exigía la búsqueda incesante de nuevos
yacimientos minerales.

A principios del siglo XX el petróleo y el gas vinieron a sustituir al carbón como fuente principal
de energía.

A finales del siglo pasado, el Coltán (procede de la abreviatura de columbita y tantalita), se


convierte en un mineral muy codiciado. De él se extrae el tantalio y el niobio, utilizados en distintas
industrias de aparatos eléctricos, centrales atómicas, misiles, fibra óptica y otros, aunque la mayor parte
de la producción se destina a la elaboración de condensadores, fabricación de microchips y otras partes
de los teléfonos móviles.

Los yacimientos minerales son principalmente recursos no renovables de la tierra: son no

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renovables porque los procesos geológicos que los formaron requieren millones de años de
funcionamiento. Los procesos de acumulación mineral de nuestros días son tan lentos que no existe
posibilidad alguna de ver formarse nuevos yacimientos útiles en períodos de tiempo breves, de unos
siglos.

Los yacimientos minerales se podrían agrupar del siguiente modo, en función del uso que se
haga de ellos:

- Depósitos metalíferos, producción de metal y tecnología (minerales de hierro, cobre, estaño).


Los minerales metálicos pueden ser clasificados de acuerdo con su abundancia. Los metales abundantes
incluyen al hierro, aluminio, cromo, manganeso, titanio y magnesio. Los metales escasos incluye al cobre,
plomo, zinc, estaño oro, plata, platino, uranio, mercurio y molibdeno.
- Depósitos no metálicos,
metálicos incluyendo: materiales de construcción (piedras de construcción,
gravas y arena) y materiales utilizados químicamente (azufre, sales).
- Combustibles fósiles (carbón, petróleo).
- Combustibles nucleares (uranio, torio).

Otros depósitos minerales son importantes para la vida como la sal. Pueblos primitivos recorrían
largas distancias para recoger este producto.

7.-
7.- Conclusiones.

Los minerales son sólidos con una composición química definida y una composición atómica
ordenada. Ambas características representan la esencia del mineral y condicionan sus propiedades
físicas. Sobre la base de ellas se clasifican los minerales, es decir, atendiendo al anión o grupo aniónico
dominante y a la estructura interna que adoptan.

Para reconocer y caracterizar a un mineral tenemos que estudiar sus propiedades físicas. Las más
importantes y fáciles de reconocer son la dureza, la exfoliación, la fractura, la tenacidad, el peso
específico, el color, la raya y el brillo.

Han sido muchas las clasificaciones que se han realizado de los minerales, genéticas,
geoquímicas, cristalográfica, etc., dependiendo del interés, siendo la más utilizada la que ha usado el
grupo aniónico.

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De entre la gran variedad de minerales existentes en la corteza terrestre, el más abundante es,
sin lugar a dudas son los silicatos, minerales petrogenéticos que constituyen casi el 99% del total.

Los minerales pueden puntualmente concentrarse en determinadas zonas de la corteza


terrestre, dando lugar a los yacimientos minerales. Desde que el ser humano aprendió a procesarlos y
utilizarlos, ha generado una gran dependencia de este recurso geológico no renovable. Los nuevos
materiales, los avances tecnológicos, utilizan como materia prima a los minerales.

BIBLIOGRAFÍA:

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- Mulas-
Mulas-Sánchez, J. (1983). Geología. Ed. Santillana.
- Strhaler, A.N. (1987). Geología Física. Ed. Omega
- Tarbuck, E.J. y Lutgens, K.K. (2005).
(2005) Ciencias de la Tierra. Una introducción a la Geología Física.
Ed. Pearson.
- Velasco, J.M. y otros (2000). Geología. Ed. Editex.
- Vera Torres, J.A. y otros. (1989). Geología. Ed. Edelvives.

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