Kant - La Teoría Moral - Marx Desde Cero
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falta.
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Recordando lo que decíamos en la primera sesión de trabajo, en 1788 Kant publica una
obra, (Crítica de la Razón Práctica), en la que trata de la razón en su aspecto práctico,
es decir, como fundamento de la acción humana; según sus propias palabras, el propósito
Seguir
de esta obra “debe sólo establecer que hay razón pura práctica ycrítica con esa intención
toda su facultad práctica”(C. R Pr., p. 1). El camino y la tarea que va a seguir en ella es
similar al llevado a cabo en la Crítica de la Razón Pura. Lo último…
200 años de Marx: lo político
ante los retos de hoy
La diferencia entre ambas obras podemos verla expuesta en el siguiente texto: En torno a la praxis: Marx y las
Tesis sobre Feuerbach
«El uso teórico de la razón se ocupaba de objetos de la mera facultad de conocer, y una Notas para una definición de
la hegemonía
crítica de la razón, en lo que toca a ese uso, se refería propiamente sólo a la facultad De nuevo Marx y adiós a la
pura del conocimiento, porque esta facultad despertaba sospechas, que luego también se izquierda (y adiós a la
derecha también)
confirmaron, de que se perdía fácilmente, más allá de sus límites, en inaccesibles objetos
El Marx tardío: no Dios
o hasta en conceptos contradictorios entre sí. Con el uso práctico de la razón ocurre ya sino artesano
algo distinto. En éste, ocúpase la razón con fundamentos de determinación de la Elogio de la transgresión: el
discurso crítico de Marx
voluntad que es una facultad, o de producir objetos que correspondan a las
Marx como etnólogo
representaciones, o por lo menos de determinarse a sí misma a la realización de esos Marx y los
objetos (sea o no suficiente para ello la facultad física), es decir, de determinar su anales francoalemanes
Buscar
En resumen, se busca un principio autónomo de la acción humana, de la acción morai. De Buscar
aquí que Kant trate de indagar cuáles son los principios que dan lugar a una
determinación universal de la voluntad, es decir, qué principios llevan a obrar a la 18 Brumario actualidad
Adam Smith Althusser
voluntad según lo universal y no en virtud de aspectos parciales, subjetivos o fines Anti-Dühring burguesía
concretos. capital
capitalismo
El análisis empírico del comportamiento humano le lleva a ver que la voluntad se rige por Carlos Fernandez Liria Ciencia
principios a los que se ajusta su comportamiento. Según el estos principios pueden ser cita clase clase obrera
subjetivos (máximas) u objetivos (leyes practicas). Podemos anticipar que lo que busca comunismo
comunista crisis Croce
Kant son esos principios objetivos que han de ser válidos para toda voluntad racional.
Cuadernos de la Cárcel
Das Kapital democracia
Esta búsqueda de lo universal le lleva a rechazar las éticas llamadas materiales, es decir, dialéctica dinero dominación
aquellas que justifican la acción moral en función de una idea previa de lo que es el bien. ecología economía
Este rechazo lo expresa en dos teoremas que transcribimos a continuación: El Capital Engels
Estado explotación
Teorema I Feuerbach filosofía FIM
Gramsci Grundrisse
Hegel hegemonía
«Todos los principios prácticos que suponen un objeto Historia ideología intelectuales
Kant Kautsky
(materia) de la facultad de desear como fundamento de La Ideología alemana Lenin
lucha de clases Lukács Mandel
Manifiesto Comunista
determinación de la voluntad, son todos ellos empíricos
Marx
Marx desde cero
y no pueden proporcionar ley práctica alguna» (C. R. marxismo
marxistas
Pr., p. 36). materialismo
materialismo histórico
mercancía partido PCE
plusvalía proletariado
reflexiones revolución
Teorema II revolución pasiva
Rosa Luxemburg Sacristán
salario socialismo
«Todos los principios prácticos materiales son, como tales, sin excepción, de una y la sociedad civil Stalin
misma clase, y pertenecen al principio universal del amor a si mismo o felicidad propia» superestructura
(C. R. Pr., p. 37). Taller marxismo
teoría del valor trabajo
URSS valor valor de cambio
En estos dos teoremas mantiene Kant que los principios de las éticas materiales están valor de uso
basados en la experiencia, son empíricos, a posteriori, y por lo tanto no tienen el carácter
de universalidad (Teorema 1). Estos principios subordinan la acción moral a la 1. Sobre marxismo
Espai Marx
consecución de un fin (lo que iría en contra de la autonomía de la voluntad) máximas Revista Herramienta
subjetivas, que dirigen externamente la conducta individual (Teorema II). Laberinto
New Left Review
Gramscimanía
En otros dos teoremas expone lo que considera el correcto punto de arranque, es decir, la Ñángara Marx
universalidad de la determinación de la voluntad: Marxismo Crítico
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«La autonomía de la voluntad es el único principio de
La base de la moral, acorde con estos dos teoremas, tiene que ser a priori pues la «forma»,
es algo vacío de contenido y, por lo tanto, independiente de lo empírico, y en esto consiste
el carácter de universalidad que Kant exige.
En el Teorema IV se establece que una obligación para ser moral sólo puede depender de
la «autonomía>>, de la voluntad que de esta forma es absolutamente independiente de
todo elemento empírico o determinación exterior.
Por lo tanto, sólo si encontramos aquello que sea capaz de determinar a la voluntad a
obrar a partir de sí misma y en virtud de sus propios principios habremos dado con la raíz
de un auténtico principio moral. Solamente así se habrá encontrado la base de una moral
universal, que afecta a todos los hombres por igual, no en virtud de fines, sino por la
estructura misma de la facultad que lleva al hombre a la acción que es la voluntad. Esta
moral ha de ser una moral formal, desprovista de contenidos: sólo atiende a la forma de
los principios.
a) La determinación de la voluntad
Según lo que acabamos de ver, para que podamos considerar una acción como moral, la
voluntad ha de ser autónoma, es decir, sometida a su propia ley, y no heterónoma, es
decir, determinada por objetos o fines exteriores, por ejemplo, si una acción fuera buena
no por si misma sino por el placer o la utilidad que reporta.
Según Kant:
Vemos aquí que la razón pura, aparte de su uso teórico en el proceso del conocimiento,
tiene otra función «práctica»de carácter legislativo, que afecta a la capacidad apetitiva del
hombre.
Este doble juego de la razón en su uso teórico y su uso práctico podemos verlo resumido en
el siguiente texto de Kant:
«Pero, además de la relación en que se halla el entendimiento con los objetos (en el
conocimiento teórico), tiene también una relación con la facultad de desear, que por eso
se llama la voluntad, y la voluntad pura en cuanto el entendimiento puro (que en tal
caso se llama razón) es práctico por la mera representación de una ley. La realidad
objetiva de una voluntad pura, o lo que es lo mismo, de una razón pura práctica, está
dada a priori en la ley moral por algo así como un hecho; pues así se puede denominar
una determinación de la voluntad, que es inevitable, aunque no descansa en principios
empíricos» (C. R. Pr., pp. 83-84).
Así:
Encontramos con esto el núcleo de la moral kantiana que supone una inversión del
esquema de la moral tradicional, pues «no es el concepto del bien como objeto el que
determina y hace posible la ley moral; sino al revés, la ley moral es la que determina y
hace posible el concepto del bien, en cuanto éste merece absolutamente tal nombren» (C.
R. Pr., p. 96).
Al igual que en el conocimiento era el objeto el que giraba en tomo al sujeto, renunciando
al conocimiento de la cosa-en-sí, del objeto tal cual es, aquí se renuncia a una moral
objetiva exterior, basada en el concepto de bien o de lo bueno como algo ya definido, para
proponer una moral que tiene su centro y origen en la determinación de la voluntad por
medio de la ley cuyo fundamento está en la razón. Por ello alo esencial de todo valor moral
de las acciones esta en que la ley moral determine inmediatamente la voluntad (C. R. Pr.,
p. 107).
Sin embargo, no es suficiente saber que hay una determinación de la voluntad por la ley,
que determina a su vez lo que es bueno y malo, sino que hay que es a juicio de Kant, cómo
se realiza el cumplimiento de esa determinación para que podamos hablar de actos
verdaderamente morales.
Según Kant, la voluntad, para que realice actos realmente morales, debe obrar conforme al
«deber». Esto quiere decir que no basta con que un acto esté de acuerdo con el deber o que
nuestro deseo coincida con lo que manda la ley, sino que nuestra actuación ha de regirse
por el estricto respeto por la ley, por «reverencia a la ley». Esto es lo que hace que la
voluntad sea voluntad buena, es decir, algo bueno en sí mismo. Solo así se supera el
cumplimiento de un mandato como mera legalidad para adentrarse en el terreno de la
moralidad:
«El concepto del deber exige, pues, a la acción objetivamente, la concordancia con la ley,
pero a la máxima de la acción, subjetivamente, el respeto hacia la ley, como el único modo
de determinación de la voluntad por la ley. Y en esto descansa la diferencia entre la
conciencia de haber obrado conforme al deber y por deber, es decir, por respeto hacia la
ley, siendo lo primero (la legalidad) posible, aun cuando sólo las inclinaciones hubiesen
sido los fundamentos de determinación de la voluntad; lo segundo, empero (la moralidad),
el valor moral tiene que ser puesto exclusivamente en que la acción ocurra por el deber, es
decir, sólo por la ley» (C. R. Pr., pp. 119-120).
El respeto a la ley, el amor a la ley, el sentido del deber por el deber, es el tema nuclear de
la moral kantiana:
«Y así el respeto hacia la ley no es motor para la moralidad, sino que es la moralidad
misma, considerada subjetivamente como motor, porque la razón pura práctica, al echar
por tierra todas las pretensiones del amor a sí mismo en oposición a ella, proporciona
autoridad (Ansehen) a la ley que sola tiene ahora influjo». (C. R. Pr., p. 73).
b) Imperativo Categórico
a) Hipotéticos: Son aquellos que presentan lo que se debe hacer para alcanzar una
determinada meta. Por ejemplo: si quieres aprobar el curso debes estudiar.
De estos dos tipos sólo los Categóricos tendrán valor moral, en el sentido kantiano del
termino, ya que:
«El imperativo categórico es el único que se expresa en Ley práctica, y los demás
imperativos pueden Ilamarse principios, pero no leyes de la voluntad… ». (F. M. C., p.
70).
Y, por lo tanto, tiene la universalidad que requiere la moralidad, mientras que los
principios varían según el fin al que hagan referencia. Además el imperativo categórico:
la máxima de conformarse con esa ley, y la ley, empero, no contiene ninguna condición a
que esté limitada, no queda, pues, nada más que la universalidad de una ley en general,
a la que ha de conformarse la máxirna de laacción, y esa conformidad es lo único que el
imperativo representa como propiamente necesario». (F. M. C., p. 72).
Por ello al no tener ningún contenido, es solo la forma de la ley y es único aun cuando,
atendiendo a diversos aspectos, pueda darse bajo varias formulaciones.
Esta diversidad de formulaciones se debe a las varias perspectivas que son posibles
dentro del sistema moral kantiano a partir de los principios mismos que lo sustentan.
Aunque siguiendo a Platón, dentro de la «Fundamentación de la Metafísica de las
Costumbres» se puedan recoger cinco distintas formulaciones, Kant hablará de tres
distintas formulas del imperativo categórico atendiendo
2. «Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal
de la naturaleza»
Junto a éstas hay otras dos formulaciones cuyo sentido nace de la consideración general de
la naturaleza humana en cuanto ser racional:
siempre como un fin ,al mismo tiempo y nunca solamente como medio»
universales»
El tercer enunciado se apoya en el supuesto de que todos los seres racionales son fines en
sí mismos y no medios; y el cuarto en que el ser racional tiene una función como legislador
universal, y por ello la máxima de la voluntad, si es imperativo categórico, ha de ser una
ley natural universal, es decir, tiene que afectar, sin contradicciones, a todos los seres
racionales.
«Porque sobre mi voluntad afectada por apetitos sensibles sobreviene además la idea de
esa misma voluntad, pero perteneciente al mundo inteligible, pura, por sí misma
práctica, que contiene la condición suprema de la primera, según la razón; poco más o
menos como a las intuiciones del mundo sensible se añaden conceptos del entendimiento,
los cuales por sí mismos no significan más que la forma de la ley en general, y así hacen
posibles proposiciones sintéticas a priori, sobre las cuales descansa todo conocimiento de
una naturaleza» (F. M. C., p. 123).
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Buenas tardes, gracias por visitar nuestro blog. Solamente indicar que
no soy autor del artículo, ese artículo forma parte del taller que
organizó la agrupación madrileña del PCE “Marx Madera” y que
nosotros compartimos en el blog.
Saludos
Antonio Olivé
Responder
Saludos.
Olivé
Responder
lina dijo:
3 abril 2014 en 1:16
me gusto
Responder
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