Responsabilidad Medica

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

125

FOJA: 125.- ciento veinticnco.-

NOMENCLATURA : 1. [40]Sentencia
JUZGADO : 9º Juzgado Civil de Santiago
CAUSA ROL : C-49060-2012
CARATULADO : ASTUDILLO / HOSPITAL CLINICO FELIX BULNES

Santiago, cinco de diciembre de dos mil catorce.

VISTO:

A fojas 1 comparece don ALFREDO MORGADO TRAVEZÁN,


abogado, domiciliado en calle Santa Lucía N°270, sexto piso, Santiago, en
representación según mandato judicial de doña SORAYA DE LOS
ÁNGELES ASTUDILLO ÁLVAREZ, dueña de casa y de don ENRIQUE
EDUARDO FUENZALIDA MARTÍNEZ, mecánico, ambos domiciliados en
Avda. Los Jesuitas, manzana 16, sitio 2, comuna de Padre Hurtado,
Santiago, quien interpuso demanda en procedimiento ordinario en contra
del HOSPITAL CLÍNICO FÉLIX BULNES, persona jurídica de derecho
público, representado legalmente por don VLADIMIR PIZARRO DÍAZ,
médico, ambos domiciliados en calle Leoncio Fernández 2655, comuna de
Quinta Normal, Santiago.

Funda su pretensión en que el día 16 de agosto de 2008, doña


Soraya Astudillo Álvarez ingresó al Hospital demandado con un embarazo
de 32 semanas, siendo categorizada como paciente de alto riesgo obstétrico
y se derivó a dicha sección, porque presentaba diversos factores de riesgo
para parto prematuro, al tener conización de cuello uterino, cesáreas
anteriores, siete abortos y rotura prematura de membranas.

A su ingreso se le administró corticoides para la maduración


pulmonar y por ecografías se constató que el feto estaba en posición
podálica y se inició administración de antibióticos para evitar infección.

Indica que el día 28 de agosto la demandante presentó contracciones


dos cada 10 minutos desde las 05:00 horas y flujo serohemático de mal
olor, siendo informada que presentaba un proceso infeccioso. A las 10:15
se constató maduración pulmonar completa y presentación podálica, por
lo que se le indicó bajar a preparto.
126

Agrega que a las 12:40 horas se constató infección ovular y líquido


amniótico de muy mal olor y la ficha médica da cuenta que el anestesista
estaba ocupado, constancia que se repitió a las 15:00 horas.

A las 16:00 horas la demandante ingresó a pabellón sin anestesista


y se constató presentación podálica en II y IV plano, decidiéndose parto
vaginal. Después de 17 minutos nació la hija de la demandante.

Una hora después del parto la matrona informó a la demandante


que su hija había vivido 54 minutos y la causa del fallecimiento era
hipoxia neonatal y neumonía bilateral.

Tras estos hechos, refiere que se inició una investigación en el


Ministerio Público la que está aún vigente.

Se elaboró un informe médico que señala que la demandante era


una paciente de alto riesgo obstétrico y que fue adecuadamente evaluada
al ingreso del Hospital.

Agrega el informe que el día del parto, desde la madrugada había


signos de cesárea de urgencia, que no puede esperar más de treinta
minutos y la señora Soraya esperó más de cinco horas., por lo que
concluye que existían indicaciones razonables para practicar cesárea y no
se podía prolongar el embarazo más allá de esa fecha y se debió derivar a
la paciente a otro Hospital frente a la imposibilidad de solucionar sus
requerimientos de salud.

Señala que los hechos le provocaron a los demandantes un profundo


dolor, ya que la hija era anhelada por los padres. La niña venía sana y su
fallecimiento se debió a una inexplicable tardanza en la cesárea que debió
haberse realizado a partir del 18 de agosto.

La demandante padece de una profunda depresión y su estado


transita entre la pena, la angustia y el desinterés por lo que antes era
significativo para ella. Para el demandante, además de padecer el dolor
propio del fallecimiento fe su hija, ha debido servir de sostén emocional a
su mujer y apoyar a sus hijos.

Por lo anterior, estiman se configura el daño moral que ha sido


avaluado en la suma de $150.000.000.- para cada uno de los
demandantes.
127

Jurídicamente, fundamenta su acción en la responsabilidad


Aquiliana o extracontractual y cita al efecto los artículos 1437 y 2314 del
Código Civil.

Pide en definitiva, que se condene a la demandada al pago de la


suma de $300.000.000.- desglosada en la forma indicada en la demanda o
la suma que se determine, con costas.

A fojas 14 consta la notificación personal subsidiaria de la


demandada.

A fojas 30 se tuvo por contestada la demanda en rebeldía y se


confirió traslado para la réplica.

A fojas 34 se tuvo por contestado el traslado para dúplica en rebeldía


de la demandada.

A fojas 36 se llevó a efecto la audiencia de conciliación, la que no


prosperó por la incomparecencia de la demandada.

A fojas 41 se recibió la causa a prueba, rindiéndose la que obra en el


proceso.

A fojas 124 se citó a las partes a oír sentencia.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que don ALFREDO MORGADO TRAVEZÁN, abogado,


en representación de doña SORAYA DE LOS ÁNGELES ASTUDILLO
ÁLVAREZ y de don ENRIQUE EDUARDO FUENZALIDA MARTÍNEZ,
interpuso demanda en procedimiento ordinario en contra del HOSPITAL
CLÍNICO FÉLIX BULNES, representado por don VLADIMIR PIZARRO
DÍAZ, con el objeto que les sean indemnizados los perjuicios derivados de
una responsabilidad extracontractual, en la suma total de $300.000.000.-
(trescientos millones de pesos) o la cantidad que determine
prudencialmente el tribunal.

En síntesis, los hechos constitutivos de ilícito civil que se adjudica a


la demandada son los siguientes:

1) La ocurrencia de un acto de negligencia médica, derivada de haber


actuado culpablemente en la atención de la señora Soraya Astudillo,
ocasionándole a ella y su cónyuge, un dolor derivado del
128

fallecimiento de su hija, luego de ocurrido el parto, producto de que,


no obstante existir indicaciones razonables para practicar una
cesárea, por los antecedentes obstétricos, peso del feto y maduración
pulmonar, no había razón alguna para prolongar innecesariamente
el embarazo.

2) Por lo anterior, se incumplieron con las normas vigentes de parto


prematuro en frecuencia y calidad de controles médicos, faltando la
derivación de la paciente a otro Hospital, frente a la imposibilidad de
atender a los requerimientos de la demandante, hecho derivado de la
falta de un médico anestesista, lo que devino en la muerte de la hija
de los demandantes.

SEGUNDO: Que la parte demandada, previo emplazamiento legal, se


mantuvo rebelde en el juicio, tanto en la etapa de discusión, como en el
término probatorio.

TERCERO: Que los actores han circunscrito sus peticiones en el


ámbito de la responsabilidad extracontractual, según se ha reseñado en la
parte expositiva como en el considerando primero, derivado de la
negligencia médica que reclaman.

CUARTO: Que, no obstante lo anterior, conviene dejar asentado que


la actividad de los hospitales públicos está sujeta a la reglas de la
responsabilidad patrimonial aplicables al tipo de relación que tiene con el
paciente. De este modo, resultan aplicables los principios que rigen la
responsabilidad de la Administración del Estado, atendido el carácter
público del establecimiento demandado.

Enrique Barros Bourie sostiene sobre el particular que, “aunque en


la materia las diferencias entre ambos estatutos de responsabilidad no son
esenciales (refiriéndose a la derivada de hospitales y clínicas), conviene
tener presente que la responsabilidad debe ser construida de conformidad
con el concepto de culpa civil, en el caso de los establecimientos que
actúan bajo un estatuto de derecho privado, y de falta de servicio, si lo
hacen bajo un régimen de derecho público”. (Barros Bourie, Enrique.
Tratado de Responsabilidad Extracontractual. Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 2010, pág. 689).
129

QUINTO: Que, conforme a lo anterior, la subsunción de los hechos


alegados y probados debe realizarse bajo el régimen de responsabilidad del
Estado por falta de servicio y no por el de responsabilidad aquiliana
alegado por los actores, motivo por el cual, se analizarán sus requisitos.

SEXTO: Que para acreditar su pretensión procesal, los actores


allegaron los siguientes elementos de confirmación procesal:

a) Prueba instrumental:

- Certificado de término de mediación;

- Informe médico pericial emitido por doña Carmen Cerda Aguilar y


que forma parte de la carpeta investigativa del Ministerio Público RUC
910018361-4.

- Certificados de nacimiento y defunción de la niña Isidora de los


Ángeles Fuenzalida Astudillo

- Informe Policial N°6055/00901 emitido por la Policía de


Investigaciones de Chile.

- Informe de autopsia de la hija de la demandante.

- Ficha clínica de la demandante mantenida en el Hospital Dr. Félix


Bulnes Cerda.

- Certificado de matrimonio de los demandantes.

- Informe médico emitido por don Vladimir Yuseff quien aporta su


opinión respecto del fallecimiento de la hija de los demandantes, el que fue
incorporado a la carpeta de investigación del Ministerio Público antes
indicada.

b) Prueba testifical:

- Declaración de los testigos:

1.- Carmen Flora Elisa Cerda Aguilar;

2.- Christian Osvaldo Mondaca Muñoz y

3.- Misela Rachel Pinoleo

SÉPTIMO: Que al haberse cumplido con el requisito de


procesabilidad de mediación previa, según da cuenta el certificado que rola
130

en fojas 8, hay que destacar que se encuentra acreditado, con el mérito de


la prueba instrumental consistente en la ficha clínica que la demandante
ingresó al Hospital Dr. Félix Bulnes Cerda el día 28 de agosto de 2014, en
busca de la obtención de un servicio de parto.

OCTAVO: Que, el régimen estatutario que ha de aplicarse es la falta


de servicio, el que se ha construido sobre la base del modelo francés de
responsabilidad del Estado y que consiste en la infracción a un deber
objetivo de conducta, que es análogo al concepto civil de culpa.

Esta infracción (falta de servicio) consiste en que el servicio debido


no se haya prestado, a pesar que el órgano respectivo tenía el deber
jurídico de prestarlo; o que en la prestación del servicio no se observó el
estándar de servicio exigible, sea porque ha sido prestado tardía o
imperfectamente.

NOVENO: Que en relación con la determinación del estándar o


patrón de conducta que debió observar el Hospital público demandado, el
mismo debe ser determinado judicialmente, desde que la ley no ha definido
los patrones de comportamiento. En este caso en particular, el estándar de
conducta está sujeto a la observancia de la Lex Artis, atendida la
naturaleza de la infracción demandada, que devino en la muerte de la hija
de los demandantes.

En una primera aproximación, la responsabilidad del hospital por


falta de servicio nace en el hecho propio, el que tendría por antecedente
típico no haber dispuesto de los medios necesarios para la prestación del
servicio de manera oportuna, vale decir, haber realizado el parto por
cesárea de manera inmediata y no dilatarlo por falta de un médico
anestesista.

En el caso de autos, con el mérito del informe evacuado en el


contexto de la investigación administrativa seguida por el Ministerio
Público, la médico Carmen Cerda Aguilar, especialista en medicina legal,
sostiene en su informe de fojas 43 que desde el día 19 de agosto existían
indicaciones razonables para practicar una cesárea a doña Soraya
Astudillo, dados sus malos antecedentes obstétricos; cabe señalar que el
feto ya había alcanzado un peso suficiente y la maduración pulmonar con
corticoides ya se había realizado.
131

Agrega que “no figura en la documentación clínica alguna razón para


prolongar el embarazo más allá de esa fecha, dado que los parámetros de
madurez alcanzados constituían menos riesgo para la vida extrauterina del
feto, que su permanencia in utero”.

Para la determinación del estándar de conducta esperado para los


profesionales de la demandada, la experta sostiene que: “La frecuencia y
calidad de los controles obstétricos, no cumplen con las normas de
atención del parto prematuro vigente en la época, más aun si se considera
que se trataba de una patología AUGE. Cabe señalar que, las normas
citadas fueron elaboradas sobre la base de comprobaciones técnicas de
impacto en la disminución de la morbi-mortalidad feto-materna.

Lo mismo cabe señalar respecto de la falta de derivación de la


apaciente a otro establecimiento de la Red, frente a la imposibilidad de
solucionar sus requerimientos de salud oportunamente”.

“Cabe mencionar que, la falta de profesionales idóneos (anestesista)


durante varias horas en un establecimiento de alta complejidad, como el
Hospital Félix Bulnes, ameritaría la revisión de las capacidades de gestión
y la dotación de recursos humanos del mismo”.

DÉCIMO: Que las conclusiones arribadas por la médico Carmen


Cerda Aguilar, son coincidentes con el examen de la ficha clínica
acompañada en autos, rolante en fojas 74 y siguientes, donde se advierte
la demora en la atención de la demandante, por falta de anestesista que
pudiere concurrir a la cesárea que debía practicarse. Asimismo, se
consignan los dolores que padecía la demandante (fojas 85) y el mal olor
que presentaba el útero.

En fojas 85 vta. se consigna claramente que el anestesista estaba


ocupado en el pabellón, a las 15: 30 horas, en circunstancias que desde
las 11:30 aparece consignado en la ficha que se informó al médico para el
ingreso a pabellón.

Finalmente, todas las conclusiones consignadas en su informe


fueron debidamente ratificadas procesalmente en su declaración testifical
de fojas 65, motivo por el cual se le dará el valor probatorio establecido en
132

el artículo 384 N°1 del Código de Procedimiento Civil, al no existir prueba


de contrario que desvirtúe las conclusiones y opiniones consignadas.

UNDÉCIMO: Que ante la imposibilidad de poder prestar el servicio


médico de manera oportuna, por falta de un anestesista que concurriera a
la cesárea, el personal del Hospital Félix Bulnes debió disponer el
inmediato traslado de la demandante a otro recinto que pudiere satisfacer
sus necesidades médicas, evitando con ello la muerte de la hija de los
actores. El estándar esperado en el Hospital demandado era la atención
oportuna, pero al constatar que no podrían cumplir con los requerimientos
que la paciente necesitaba, se la debió derivar a otro recinto asistencial
urgentemente, siendo esto último, al menos, lo esperable en un servicio de
urgencia médico para evitar incurrir en una falta de servicio.

DUODÉCIMO: Que las causas del fallecimiento de la hija de los


demandantes se encuentra claramente explicitada en el informe de
autopsia, el que señala que motivo del deceso fue por Sufrimiento Fetal
Agudo (Meconio corioangiosis) Corioamnionitis.

Este fatal desenlace pudo haberse evitado de mediar una atención


oportuna y la realización de la cesárea, que era lo que la lex artis
aconsejaba en ese minuto, atención que no se realizó por falta de
anestesista.

DÉCIMO TERCERO: Que el informe de autopsia es coincidente con


la opinión expresada por el médico Vladimir Yuseff, en su informe de fojas
120, el que fue aportado a la carpeta investigativo, quien señala que:

“Una vez concluido el tratamiento (maduración pulmonar,


tratamiento antibiótico, período de latencia y reposo prolongado) hubo una
tardanza negligente en la interpretación e intervención quirúrgica que
debió realizarse a todas luces a primera hora del día 28 de agosto de 2008,
entre las 7 AM y 8 AM, esperando todo el día en trabajo de parto,
deteriorándose la U.F.P. y agotando las reservas respiratorias ya en estado
límite, para obtener un recién nacido (R.N.) con una hipoxia neonatal
grave, irreparable, que a la larga fue la causa de defunción”.

DÉCIMO CUARTO: Que, en suma, todos los elementos de


confirmación procesal son concluyentes en el sentido de tener por
133

establecido que la demandante doña Soraya de los Ángeles Astudillo


Álvarez ingresó al Hospital Dr. Félix Bulnes Correa el día 16 de agosto de
2014, con un embarazo de alto riesgo, recibiendo corticoides para la
maduración pulmonar del feto, el que se encontraba en posición podálica y
se inició un tratamiento de antibióticos para evitar una infección.

El día 28 de agosto de 2014, al presentar contracciones y flujo


serohemático de mal olor y constatándose maduración pulmonar se le
indicó que debía bajar a sala de preparto, sin que fuera atendida por falta
de un médico anestesista que concurriera a la cesárea que debía
practicarse y a las 16:00 horas ingresó a pabellón sin anestesista y se
procedió a un parto vaginal naciendo la hija de la demandada, la que
falleció una hora después de nacida por sufrimiento fetal agudo.

DÉCIMO QUINTO: Que todos los elementos de prueba apuntan


inexorablemente como causa de muerte de la niña, la falta de atención
oportuna en el parto que devino en su sufrimiento fetal agudo. Y es la
propia ficha clínica de la demandada la que explica que dicho retraso se
debió a no contar con un anestesista oportunamente, hecho que motivó el
retraso injustificado del parto.

DÉCIMO SEXTO: Que dicho daño fue consecuencia directa,


entonces, de una falta de servicio por parte de los dependientes que
atendieron a la demandada en el Hospital Dr. Félix Bulnes, toda vez que
debiendo prestar un servicio médico conforme a los parámetros de la lex
artis lo hicieron tardíamente, contraviniendo las prácticas establecidas
normalmente para este tipo de embarazos.

DÉCIMO SÉPTIMO: Que demostrada la negligencia del personal


dependiente del Hospital demandado, no queda más que hacer aplicación
de las normas jurídicas aplicables al caso sub iudice, en orden a que la
demandada responda por el hecho de sus dependientes.

DÉCIMO OCTAVO: Que en cuanto a la indemnización de perjuicios


por concepto de daño moral experimentado por los actores, derivado de la
pérdida de su hija, se rindió la prueba testifical de don Christian Mondaca
Muñoz y doña Misela Rachel Pinoleo, quienes debidamente juramentados y
sin tacha, expusieron que les consta que la demandante experimentó una
profunda depresión luego de ocurrido el deceso de su hija y que el daño
134

generado es muy grande, ya que era una hija muy anhelada por sus
padres.

DÉCIMO NOVENO: Que sin perjuicio de la prueba antes


mencionada, conforme la forma en que ocurrieron los hechos es indudable
que los demandantes experimentaron un dolor derivado de la muerte de su
hija, máxime cuando dicho fallecimiento se debió a un sufrimiento fetal
agudo derivado de la falta de atención oportuna, destruyendo todas las
expectativas de vida que se generan en los padres, cuando existe un
embarazo en camino.

VIGÉSIMO: Que en cuanto a la determinación del monto del


perjuicio ocasionado, si bien es muy complejo asignar un valor pecuniario
a un dolor emocional y precisar con ello, cuánto vale una vida, ya que
desde el punto de vista económico ello es invaluable, aparece al menos
como un resarcimiento justo para quien, sin tener el control de los
acontecimientos, se vieron privados de disfrutar su paternidad.

VIGÉSIMO PRIMERO: Que apreciando en conciencia los hechos y la


forma cómo sucedieron los acontecimientos, se fijará un monto prudencial
de $100.000.000.- (cien millones de pesos) a título de daño moral,
asignándosele $50.000.000.- (cincuenta millones de pesos) a cada
cónyuge demandante.

VIGÉSIMO SEGUNDO: Que dicha cantidad será pagada con el


reajuste del Índice de Precios al Consumidor desde la fecha en que ocurrió
el fallecimiento de la niña hasta su pago efectivo.

VIGÉSIMO TERCERO: Que se aplicarán intereses corrientes desde


la fecha de la notificación de la sentencia hasta su pago total.

VIGÉSIMO CUARTO: Que la restante prueba en nada altera lo


decidido.

VIGÉSIMO QUINTO: Que por haber sido acogida la demanda y por


la rebeldía de la demandada, ésta será condenada en costas.

En consecuencia y visto lo dispuesto en los artículos 1698, 1656 y


2314 y siguientes del Código Civil; y artículos 144, 170 y 254 y siguientes
del Código de Procedimiento Civil, SE DECIDE:
135

I.- Que se acoge la demanda de fojas 1 y, en consecuencia, se


condena a la demandada al pago de la suma de $100.000.000.- (cien
millones de pesos) con los reajustes e intereses señalados en los
considerandos vigésimo y vigésimo primero.

II.- Que se condena en costas a la demandada.

Regístrese, notifíquese y archívese.

Pronunciada por don PATRICIO ERNESTO HERNÁNDEZ JARA,


Juez subrogante del Noveno Juzgado Civil de Santiago.

Autorizada por doña LAURA CECILIA ARGANDOÑA MORALES,


Secretaria subrogante.

Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del


art. 162 del C.P.C. en Santiago, cinco de diciembre de dos mil catorce.

También podría gustarte