Vigilia Pascual

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Celebraciones de Semana Santa 1

CELEBRACIONES DE

SEMANA
SANTA
2 Domingo de Resurrección

DOMINGO DE PASCUA DE LA
RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
En la noche santa
Vigilia pascual

1. Según una tradición muy antigua, ésta es una noche de vela en honor del Señor (Ex
12, 42). Los fieles, llevando en la mano- según la exhortación evangélica (Lc 12, 35-37)-
lámparas encendidas, se asemejan a quienes esperan el regreso de su Señor para que,
cuando él vuelva, los encuentre vigilantes y los haga sentar a su mesa.

2. La Vigilia de esta noche la más grande y noble de todas las solemnidades seauna
sola para cada una de las iglesias. Así esta celebración de la Vigilia se desarrolla de la
siguiente manera: después de la breve liturgia de la luz o “lucernario” y del Pregón
pascual(primera parte de la Vigilia), la santa Iglesia, llena de fe en las palabras y promesas
del Señor, medita los portentos que el que obró desde el principio a favor de su pueblo
(segunda parte o liturgia de la palabra), y cuando el día está por llegar, encontrándose ya
acompañada de sus nuevos miembros renacidos en el Bautismo (tercera parte), es invitada a
la mesa que el Señor ha preparado para su pueblo por medio del memorial de su muerte y
resurrección, hasta que vuelva (cuarta parte).

3. Toda la celebración de la Vigilia pascual debe hacerse en la noche, de modo que no


debe comenzar antes del principio de la noche del sábado, ni terminar después del alba del
domingo.

4. La misa de la Vigilia, aunque se celebre antes de la medianoche, es ya la Misa


pascual del domingo de Resurrección.

5. Quien participa en la Misa de la noche, puede comulgar también en la Misa del día.
Quien celebra o concelebra la misa de la noche, puede celebrar o concelebrar también la
Misa del día.

La Vigilia Pascual ocupa el lugar del Oficio de lectura.

6. El diácono asiste como de costumbre al sacerdote. En su ausencia, su ministerio lo


asumen el sacerdote celebrante o un concelebrante, con excepción de lo que se indica más
adelante.

El sacerdote y el diacono se revisten, desde el principio, como para la Misa, con vestiduras
blancas.

7. Prepárense suficientes velas para todos los fieles que participen en la Vigilia. Se
apagan todas las luces de la iglesia.
Celebraciones de Semana Santa 3

Primera parte
SOLEMNE INICIO DE LA VIGILIA, O “LUCERNARIO”
(Todo lo correspondiente para la encendida del fuego debe de estar listo, en lo que se utiliza
Gas, leña, pinzas, etc).

Bendición del fuego y preparación del cirio

8. En un lugar adecuado, fuera de la iglesia, se prepara un fuego que llamee.


Congregado ahí el pueblo, llega el sacerdote con los ministros. Uno de los ministros lleva
el cirio pascual. No se usan ni la cruz procesional ni los ciriales.

Si las circunstancias no permiten encender el fuego fuera de la iglesia, todo este rito se
desarrolla como se indica en el número 13.

MONICIÓN INICIAL:
Nos hemos reunido para vivir junto con Jesús su paso de la muerte a la vida, venciendo así
a la muerte y al pecado, ganando para nosotros un lugar con Él en el reino de los cielos.

8. El sacerdote y los fieles se signan, mientras él dice: En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo, y en seguida saluda al pueblo, como de costumbre, le hace una breve
monición sobre la vigilia de esta noche, con estas palabras u otras semejantes:

Hermanos:
En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo pasó de la
muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por
el mundo, a que se reúnan para velar en oración. Conmemoremos,
pues, juntos, la Pascua del Señor, escuchando su palabra y
participando en sus sacramentos, con la esperanza cierta de
participar también en su triunfo sobre la muerte y de vivir con él
para siempre en Dios.

MONICIÓN A LA BENDICIÓN DEL FUEGO:


Ha llegado el momento de la bendición a este fuego que representa la vida de Dios
manifestada a los hombres en una luz plena en medio de nuestra noche de pecado y muerte.
Por medio de Cristo, Dios nos ha comunicado la claridad de su vida.
4 Domingo de Resurrección

10. Enseguida el sacerdote bendice el fuego, diciendo con las manos extendidas:

Oremos.
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo
comunicaste a tus fieles el fuego de tu luz,
santifica X este fuego nuevo,
y concédenos que, al celebrar estas fiestas pascuales
se encienda en nosotros el deseo de las cosas
celestiales, para que podamos llegar con un espíritu
renovado a las fiestas de la eterna claridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

11. Una vez bendecido el fuego nuevo, uno de los ministros, lleva el cirio pascual ante el
celebrante. Éste, con un punzón, graba una cruz en el cirio. Después, traza sobre él, la letra
griega Alfa, y, debajo, la letra Omega; entre los brazos de la cruz traza los cuatro números
del año en curso, mientras dice:

1. Cristo ayer y hoy, (traza la línea vertical)

2. Principio y fin, (traza la línea horizontal.)


Celebraciones de Semana Santa 5

3. Alfa (traza la letra Alfa, arriba de la línea vertical)

4. y Omega. (traza la letra Omega, debajo de la línea vertical)

5. Suyo es el tiempo (traza el primer número del año en curso, en el ángulo superior
izquierdo de la cruz.)

6. y la eternidad. (traza el segundo número del año en curso, en el ángulo superior


derecho)

7. A él la gloria y el poder, (traza el tercer número del año en curso, en el ángulo


inferior izquierdo)

8. por los siglos de los siglos. Amén. (traza el cuarto número del año en curso,
en el ángulo inferior derecho)

12. Después de haber trazado la cruz y los demás signos, el sacerdote puede incrustar en el
cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz diciendo al mismo tiempo:

1
425
3

1. Por sus santas llagas

2. gloriosas,

3. nos proteja

4. y nos guarde
6 Domingo de Resurrección

5. Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


13. Cuando por alguna razón no parezca aconsejable encender una hoguera fuera de la
iglesia, la bendición del fuego se acomodará a las circunstancias. Reunido el pueblo en
la iglesia como de costumbre, el sacerdote y los ministros, uno de los cuales lleva el
cirio pascual, se dirigen a la puerta de la iglesia. El pueblo, en cuanto sea posible, se
vuelve hacia el celebrante. Hecho el saludo y la monición como se indica en el número
9, enseguida se bendice el fuego y se prepara el cirio como indica en los numero 10-12

14. El sacerdote enciende el cirio pascual con el fuego nuevo, diciendo:

Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las


tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu.
Las Conferencias Episcopales pueden establecer también otros ritos más acomodados a la
idiosincrasia de cada pueblo en concreto.

MONICIÓN A LA PROCESIÓN:
Comenzamos la solemne procesión, para recordar que el Señor aleja con su luz las tinieblas
de nuestras vidas y del mundo entero. Iluminados por la luz del Cirio Pascual, seguiremos a
Cristo que sale resplandeciente del sepulcro y, a la luz de su triunfo, nos disponemos a
inaugurar las fiestas pascuales.

Procesión

15. Encendido el cirio, uno de los ministros toma le fuego unos carbones ardientes y los
coloca en el incensario, y el sacerdote, en la forma acostumbrada, pone el incienso. El
diácono o, en su ausencia otro ministro idóneo, recibe de un ministro el cirio pascual y
se dispone a la procesión. El turiferario con el incensario humeante se coloca adelante
del diácono o del otro ministro, que lleva el cirio pascual. Siguen el sacerdote, los
ministros y luego el pueblo, que llevan todos en la mano las velas apagadas.

En la puerta de la iglesia el diácono se detiene y, elevando el cirio, canta:

Luz del Cristo.


Y todos responden:
Celebraciones de Semana Santa 7

Demos Gracias a Dios


El sacerdote enciende su vela de la llama del cirio pascual.

16. Enseguida el diácono avanza hasta la mitad de la iglesia, se detiene y elevando el cirio,
canta por segunda vez.

Luz de Cristo.
Y todos responden:

Demos gracias a Dios.


Todos encienden su vela de la llama del cirio pascual y avanzan.

17. El diácono, ante el altar, de pie y vuelto al pueblo, eleva el cirio y canta por tercera vez:

Luz de Cristo.

MONICIÓN AL PREGÓN PASCUAL:


Con este cántico nos introducimos ya en la santidad de esta noche iniciando ya el aleluya
que anuncia la Resurrección del Señor.

A continuación el diacono pone el cirio pascual en el candelabro que está preparado junto al
ambón o en medio del presbiterio.

Y entonces se encienden las luces de la iglesia. Con excepción de las velas del altar.

Pregón pascual

18. Cuando el sacerdote ha llegado al altar, va a su sede, entrega la vela a un ministro,


pone y bendice el incienso como lo hace en la Misa antes del Evangelio. El diácono se
acerca al sacerdote y, diciendo: Padre, dame tu bendición, pide y recibe la bendición del
sacerdote, el cual dice en voz baja:

El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que


anuncies dignamente su pregón pascual; en el nombre
del Padre, y del Hijo X y del Espíritu Santo. R/. Amén.
Esta bendición se omite si el pregón pascual es proclamado por otro que no sea el diácono.
8 Domingo de Resurrección

19. El diácono o -en su defecto- el mismo sacerdote, una vez incensados el libro y el
cirio -si lo cree oportuno- anuncia el pregón pascual en el ambón o desde un atril, estando
todos de pie y con las velas encendidas en las manos.

El pregón pascual puede ser proclamado, en ausencia del diácono, por el mismo sacerdote o
por otro presbítero concelebrante. Pero si, en caso de necesidad, un cantor laico proclama le
Pregón, omite las palabras: Por eso, queridos hermanos, hasta el final de la invitación, y el
saludo: El Señor esté con ustedes.

El pregón puede ser cantado también en su forma más breve. Las Conferencias Episcopales
pueden adaptar el pregón, para que puedan ser insertadas en él algunas aclamaciones del
pueblo.

Forma larga del pregón pascual

Alégrense, por fin, los coros de los


ángeles, alégrense las jerarquías del
cielo, y, por la victoria de Rey tan
poderoso que las trompetas anuncien la
salvación.

Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,


y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se
sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero.

Alégrese también nuestra madre la Iglesia,


revestida de luz tan brillante; resuene este templo
con las aclamaciones del pueblo.

Por eso, queridos hermanos,


que asisten a la admirable claridad de esta luz santa,
invoquen conmigo la misericordia de Dios omnipotente,
para que aquel que, sin mérito mío,
me agregó al número de los
ministros, complete mi alabanza a
este cirio.
Celebraciones de Semana Santa 9

[V/. ElSeñor esté con ustedes.


R/. Y con tu espíritu.]

V/. Levantemos el corazón.


R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.


R/. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario


aclamar con nuestras voces y con todo el afecto del
corazón a Dios invisible, el Padre todopoderoso, y a su
único Hijo único, nuestro Señor Jesucristo.

Porque él ha pagado por nosotros al


eterno Padre la deuda de Adán y, ha
borrado con su sangre inmaculada
canceló el recibo del antiguo pecado.

Porque éstas son las fiestas de Pascua, en


las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya sangre consagra las puertas de los
fieles.

Ésta es la noche en que sacaste de Egipto a los


israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a
pie, sin mojarse, el mar Rojo.

Ésta es la noche en que la columna de fuego


esclareció las tinieblas del pecado.

Ésta es la noche que a todos los que creen en Cristo.


por toda la tierra,
10 Domingo de Resurrección

los arranca de los vicios del mundo y de la


oscuridad del pecado, los restituye a la
gracia y los agrega a los santos.

Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.

¿De qué nos serviría haber nacido


si no hubiéramos sido rescatados?
¡Que asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
¡Para rescatar al esclavo entregaste al Hijo!

Necesario fue el pecado de Adán, que ha


sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!

¡Qué noche tan dichosa! Solo


ella conoció el momento en que
Cristo resucitó del abismo.

Ésta es la noche de la que estaba


escrito: "Será la noche clara como el
día, la noche iluminada por mi gozo".

Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados,


lava las culpas, devuelve la inocencia a los
caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio,
trae la concordia, doblega a los poderosos.

En esta noche de gracia, acepta, Padre


santo, este sacrificio vespertino de
alabanza, que la santa Iglesia te ofrece en
Celebraciones de Semana Santa 11

la solemne ofrenda de este cirio, obra de


las abejas.

Sabemos ya lo que anuncia esta columna de


fuego, que arde en llama viva para la gloria de
Dios. Y aunque distribuye su luz, no mengua al
repartirla, porque se alimenta de esta cera
fundida, que elaboró la abeja fecunda para hacer
esta lámpara preciosa.

¡Qué noche tan dichosa,


en que se une el cielo con la tierra,
lo humano con lo divino!

Te rogamos, Señor, que este cirio


consagrado a tu nombre, para destruir la
oscuridad de esta noche, arda sin apagarse
y, aceptado como perfume, se asocie a las
lumbreras del cielo.

Que el lucero matinal lo encuentre


ardiendo, ese lucero que no conoce ocaso
Jesucristo, tu Hijo que volviendo del
abismo brilla sereno para el linaje humano,
y vive y reina por los siglos de los siglos.

R/. Amén.
19. Forma corta del pregón pascual

Alégrense por fin los coros de los


ángeles, alégrense las jerarquías del
cielo, y por la victoria de Rey tan
poderoso que las trompetas anuncien la
salvación.
12 Domingo de Resurrección

Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,


y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se
sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero.

Alégrese también nuestra madre la Iglesia,


revestida de luz tan brillante; resuene este templo
con las aclamaciones del pueblo.

[V/. ElSeñor esté con ustedes.


R/. Y con tu espíritu.]

V/. Levantemos el corazón.


R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.


R/. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario aclamar


con nuestras voces y con todo el afecto
del corazón a Dios invisible, el Padre
todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro
Señor Jesucristo.

Porque él ha pagado por nosotros al


eterno Padre la deuda de Adán y, ha
borrado con su sangre inmaculada, la
condena del antiguo pecado.

Porque éstas son las fiestas de Pascua, en


las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya sangre consagra las puertas de los
fieles.
Celebraciones de Semana Santa 13

Ésta es la noche en que sacaste de Egipto a los


israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a
pie, sin mojarse, el Mar Rojo.

Ésta es la noche en que la columna de fuego


esclareció las tinieblas del pecado.

Ésta es la noche que, todos los que creen en Cristo,


Por toda la tierra
Los arranca de los vicios del mundo y de la
oscuridad del pecado, los restituye a la
gracia y los agrega a los santos.

Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¡Que asombroso beneficio de tu amor por
nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
¡Para rescatar al esclavo entregaste al Hijo!

Necesario fue el pecado de Adán, que ha


sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!

Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados,


lava las culpas, devuelve la inocencia a los
caídos, la alegría a los tristes.

¡Qué noche tan dichosa, en que


se une el cielo con la tierra, lo
humano con lo divino!

Esta noche de gracia,


14 Domingo de Resurrección

acepta, Padre santo, el sacrificio vespertino


de alabanza que la santa Iglesia te ofrece
en la solemne ofrenda de este cirio, obra de las abejas

Te rogamos, Señor, que este cirio


consagrado a tu nombre, para destruir la
oscuridad de esta noche, arda sin apagarse
y, aceptado como perfume, se asocie a las
lumbreras del cielo.

Que el lucero matinal lo encuentre


ardiendo, ese lucero que no conoce ocaso
Jesucristo, tu Hijo, que, al salir del abismo,
brilla sereno para el linaje humano, y vive
y reina por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

Segunda parte
Liturgia de la palabra

20. En esta vigilia, "madre de todas las vigilias", se proponen nueve lecturas, siete del
Antiguo Testamento y dos del Nuevo (Epístola y Evangelio), que deben ser leídas todas,
siempre que sea posible, para conservar la índole de la Vigilia, la cual exige que duren
un tiempo prolongado

21. Por motivos de orden pastoral puede reducirse el número de lecturas del Antiguo
Testamento. Pero téngase siempre en cuenta que la lectura de la Palabra de Dios es
parte fundamental de esta Vigilia pascual. Deben leerse, por lo menos, tres lecturas del
Antiguo Testamento, tomadas de la Ley y los profetas, y cántense sus respectivos
salmos responsoriales. Nunca puede omitirse la lectura del capítulo 14 del Éxodo
(tercera lectura) con su cántico.

22. Apagadas las velas todos se sientan. Antes de comenzar las lecturas, el sacerdote hace
una breve monición al pueblo con estas palabras u otras semejantes.

Hermanos:
Celebraciones de Semana Santa 15

Habiendo iniciado solemnemente la Vigilia Pascual, escuchemos


con recogimiento la Palabra de Dios. Meditemos cómo, en la
antigua alianza, Dios salvó a su pueblo y en la plenitud de los
tiempos, envió al mundo a su Hijo para que nos redimiera. Oremos
para que Dios lleve a su plenitud la obra de la redención realizada
por el misterio pascual.

23. Después siguen las lecturas. El lector se dirige al ambón y lee la primera de ellas.
Seguidamente el salmista o un cantor dice el salmo, proclamando el pueblo la respuesta.
Acabado el salmo todos se levantan y el sacerdote dice: Oremos, y después que todos
han orado en silencio durante algún tiempo, dice la oración que corresponde a la lectura.

MONICIÓN A LAS LECTURAS: (única).


Tú palabra Señor es Espíritu de vida. Aquí a través de estos relatos se pone de relieve los misterios
de nuestra salvación, Dios ha caminado en medio de un pueblo y se sigue manifestando hoy.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA:


Escuchemos como la mirada amorosa de Dios, que crea el mundo y lo pone en nuestras manos
como un gran don de bondad.

PRIMERA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;

Oraciones para después de cada lectura

24. Después de la primera lectura (La creación del hombre: Gn 1, 1. 26-31a).

Dios todopoderoso y eterno, que


en todas las obras de tu amor te
muestras admirable, concede a
quienes has redimido,
comprender que el sacrificio de Cristo, nuestra pascua,
en la plenitud de los tiempos,
es una obra maravillosa todavía
que la misma creación del mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
16 Domingo de Resurrección

O bien: Creación del hombre

Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre y de modo


más admirable aún lo redimiste, concédenos sabiduría de
espíritu, para resistir a los atractivos del
pecado y poder llegar así a las alegrías eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA:
Abraham está dispuesto a sacrificar a Dios a su propio hijo. Pero Abraham será para siempre, para
todos, el modelo de la fe y la fidelidad.

SEGUNDA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
25. Después de la segunda lectura (El sacrificio de Abrahán: Ge 22, 1-2. 9a. 10-13. 15-18).

Dios nuestro, excelso Padre de los


creyentes, que por medio de la gracia de
adopción y por el misterio pascual
sigues cumpliendo la promesa hecha a
Abraham de multiplicar su descendencia por
toda la tierra y de hacerlo el padre de todas las
naciones, concede a tu pueblo responder
dignamente a la gracia de tu llamada.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

MONICIÓN A LA TERCERA LECTURA:


En el relato que vamos a escuchar Israel, el pueblo esclavo, es arrancado por Dios del poder del
faraón. Éste es, verdaderamente, nuestro Dios

TERCERA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;

26. Después de la tercera lectura (El paso del mar Rojo: Ex 14, 15-15,1).
Celebraciones de Semana Santa 17

Señor Dios, cuyos antiguos prodigios


los percibimos resplandeciendo
también en nuestros tiempos,
puesto que aquello mismo que realizó la diestra de tu
poder para liberar a un solo pueblo de la esclavitud del
faraón, los sigues realizando también ahora, por medio
del agua del bautismo para salvar a todas las naciones,
concede que todos los hombres del mundo
lleguen a contarse entre los hijos de Abraham
y participen de la dignidad del pueblo
elegido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

O bien:

Dios nuestro, que manifestaste a la luz


del Nuevo Testamento
el sentido profundo de los prodigios realizados en los
tiempos antiguos, dejándonos ver el paso del Mar Rojo,
una imagen del bautismo y en el pueblo liberado de la
esclavitud, un anuncio de los sacramentos del pueblo
cristiano, haz que todos los hombres, mediante la fe,
participen del privilegio del pueblo elegido y sean
regenerados por la acción santificadora de tu Espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

MONICIÓN A LA CUARTA LECTURA:


Isaías habla en nombre de Dios y anuncia a su pueblo, a todos nosotros, la ternura del padre del
amor.

CUARTA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
18 Domingo de Resurrección

27. Después de la cuarta lectura (la nueva Jerusalén: Is 54, 5-14).

Dios todopoderoso y eterno, multiplica, en honor a


tu nombre, cuanto prometiste a nuestros padres en
la fe y acrecienta la descendencia por ti prometida
mediante la santa adopción filial, para que aquello
que los antiguos patriarcas no dudaron que habría
de acontecer, tu Iglesia advierta que ya está en gran
parte cumplido.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

MONICIÓN A LA QUINTA LECTURA:


Las palabras de los Profetas son siempre un anuncio del amor de Dios, pero son también una
llamada a no olvidar al Señor, a volver a él, a reconocer que sólo en él podemos encontrar vida.

QUUNTA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;

28. Después de la quinta lectura (la salvación que se ofrece gratuitamente a todos: Is 55, 1-
11).

Dios todopoderoso y eterno, única esperanza del mundo


tú que anunciaste, por voz de los profetas los
misterios que estamos celebrando esta noche,
multiplica en el corazón de tu pueblo, los
santos propósitos
porque no podría ningún santo anhelo alcanzar
crecimiento sin el impulso que procede de ti. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.
MONICIÓN A LA SEXTA LECTURA:
Con frecuencia nos sentimos sin ánimos para seguir el camino que quizás en otro tiempo habíamos
proyectado con una fe y una entrega que hoy quizás encontramos a faltar. ¿No será quizás porque
nos hemos dejado cautivar por otras sabidurías, que no vienen de Jesucristo?
Celebraciones de Semana Santa 19

SEXTA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;

29. Después de la sexta lectura (la fuente de la sabiduría: Bar 3,9-15. 31-4, 4).

Dios nuestro, que haces crecer continuamente a tu


Iglesia con hijos llamados de todos los pueblos, dígnate
proteger siempre con tu gracia a quienes has purificado
con el agua del bautismo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

MONICIÓN A LA SÉPTIMA LECTURA:


El pueblo está en el auxilio y reconoce su culpa Dios les anuncia la gran esperanza: él mismo
vendrá a cambiar los corazones, él mismo transformará la vida de los hombres.

SÉPTIMA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;

30. Después de la séptima lectura (el corazón nuevo y el espíritu nuevo: Ez 36, 16-28).

Dios de inmutable poder y eterna luz, mira propicio


el admirable misterio de la Iglesia entera y realiza
serenamente, en virtud de tu eterno designio, la obra
de la humana salvación; que todo el mundo vea y
reconozca que los caídos se levantan, que se renueva
lo que había envejecido y que por obra de
Jesucristo, todas las cosas concurren hacia la unidad
que tuvieron en el origen.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

O bien:
20 Domingo de Resurrección

Señor Dios, que con las enseñanzas de ambos


Testamentos nos instruyes para celebrar el sacramento de
la pascua, haz que comprendamos la hondura de tu
misericordia,
para que los dones que hoy recibimos afiancen en
nosotros la esperanza de los bienes futuros. Por
Jesucristo, nuestro Señor R/. Amén.

MONICIÓN AL GLORIA :
Antes de escuchar el anuncio de esta vida nueva, cantemos y alabemos a nuestro Dios, y a
Jesucristo, el único camino, la única verdad, el único Señor.

(Al grupo que le corresponde encender luces, velas del altar, colocar mantel en el altar, etc…estar
atentos para así en el gloria hacerlo todo con precisión).

31. Después de la última lectura del antiguo Testamento, con su salmo responsorial y
oración, se encienden los cirios del altar, y el sacerdote entona el himno Gloria a Dios,
que todos prosiguen mientras se hacen tocar las campanas, según las costumbres de
cada lugar.

32. Acabado el himno, el sacerdote dice la oración colecta, como de ordinario.

Oremos.
Dios nuestro, que haces resplandecer esta
noche con la gloria de la resurrección del
Señor, aviva en tu Iglesia el espíritu de
adopción filial, para que, renovados en cuerpo
y alma, nos entreguemos fielmente a tu
servicio. Por nuestro Señor Jesucristo.

MONICIÓN A LA EPÍSTOLA:
San Pablo en la epístola nos indica el significado del Misterio Pascual: Muerte y Resurrección de
Cristo; muerte y resurrección de los bautizados que se unen a Cristo.

33. Seguidamente un lector proclama la lectura del Apóstol.

MONICIÓN AL EVANGELIO, ANTES DEL ALELUYA:


Celebraciones de Semana Santa 21

Escuchemos la proclamación de la Buena Nueva: ¡Cristo ha Resucitado!! Y cantemos


ahora el Aleluya con sencillez, manifestando como Iglesia la verdadera alegría Pascual.

34. Leída la Epístola, todos se ponen de pie, y el sacerdote entona solemnemente, tres
veces, elevando gradualmente su voz, el Aleluya, que todos repiten. Si hace falta, un
salmista canta el Aleluya.

Luego un salmista o un cantor dice el salmo 117, al que le pueblo responde: Aleluya

35. El sacerdote, como es costumbre, pone incienso y bendice al diacono. Para el Evangelio
no se llevan los ciriales, sino solamente el incensario.

36. Después del Evangelio, no se omita la homilía, aunque breve.

Tercera parte
Liturgia bautismal
MONICIÓN A LA LITURGIA BAUTISMAL:
El agua, creación maravillosa de Dios, nos hace en el signo del bautismo criaturas nuevas
renacida del costado de Cristo, ahora participamos con él plenamente de su muerte y
resurrección.

37. El sacerdote, con los ministros se dirige a la fuente bautismal, si ésta se encuentra
situada a la vista de los fieles. Si no es así, se coloca un recipiente con agua bautismal
en el presbiterio.

38. Si hay catecúmenos adultos, se los llama y sus padrinos los presentan; pero si los
catecúmenos son niños, son sus padres y padrinos quienes los llevan y presentan ante
toda la asamblea.

39. Si tiene lugar la procesión al bautisterio o a la fuente bautismal, se organiza en este


momento. Va delante el ministro con el cirio pascual; lo siguen los bautizandos con sus
padrinos, enseguida los ministros, el diácono y el sacerdote. Durante la procesión se
cantan las letanías (n. 43). Terminadas las letanías, el sacerdote hace la monición (n.
40).

40. Si en cambio, se lleva a cabo la liturgia bautismal en el presbiterio, el sacerdote


inmediatamente hace la monición introductoria con estas palabras u otras semajantes:

Hermanos, acompañemos con nuestra oración a quienes anhelan


renacer a una nueva vida en la fuente del bautismo, para que Dios,
nuestro Padre, les otorgue su protección y amor.
Si se bendice la fuente, pero no hay bautismos:
22 Domingo de Resurrección

Hermanos, pidamos a Dios todopoderoso, que con su poder


santifique esta fuente bautismal, para que cuantos en el bautismo
van a ser regenerados en Cristo, sean agregados al número de los
hijos adoptivos de Dios.
41. Dos cantores entonan las letanías a las que todos responden, estando en pie (por razón
del tiempo pascual).

Si la procesión hasta el bautisterio es larga, las letanías se cantan durante dicha procesión;
en este caso, se llama a los catecúmenos, antes de empezar la procesión. Esta procesión se
organiza de la siguiente manera: abre la procesión un ministro con el cirio pascual, siguen
los catecúmenos con los padrinos y, finalmente, va el sacerdote con los ministros. En este
caso, la monición precedente se hace antes de la bendición del agua.

42. Si no hay bautismos ni bendición de la fuente, omitidas las letanías, se procede


inmediatamente a la bendición del agua (n. 54).

43. En las letanías se pueden añadir algunos nombres de santos, especialmente el del titular
de la iglesia, el de los patronos del lugar y el de los que van a ser bautizados.

Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad.


Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad de Señor, ten piedad.
nosotros.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
Santos ángeles de Dios, rueguen por nosotros.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
San Pedro y san Pablo, rueguen por nosotros.

San Andrés, ruega por nosotros.


San Juan, ruega por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
San Esteban, ruega por nosotros.
San Ignacio de Antioquía, ruega por nosotros.
San Lorenzo, ruega por nosotros.
San Felipe de Jesús, ruega por nosotros.
Santos Cristobal Magallanes
y compañeros mártires, rueguen por nosotros.
Celebraciones de Semana Santa 23

Santas Perpetua y Felícitas, ruega por nosotros.


Santa Inés, ruega por nosotros.
San Gregorio, ruega por nosotros.
San Agustín, ruega por nosotros.
San Atanasio, ruega por nosotros.
San Basilio, ruega por nosotros.
San Martín, ruega por nosotros.
San Benito, ruega por nosotros.
San Francisco y santo Domingo, rueguen por nosotros.
San Francisco Javier, ruega por nosotros.
San Juan María Vianney, ruega por nosotros.
San Rafael Guizar y Valencia, ruega por nosotros.
San José María de Yermo y Parres, ruega por nosotros.
Santa Catalina de Siena, ruega por nosotros.
Santa Teresa de Jesús, ruega por nosotros.
Santa Teresa del Niño Jesús, ruega por nosotros.
Santa María de Jesús Sacramentado Venegas, ruega por nosotros.
Santa María Guadalupe García Zavala, ruega por nosotros.
San Juan Diego, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rueguen por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
San ruega por nosotros.
Miguel,
Muéstrate propicio, líbranos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De la muerte eterna, líbranos, Señor.
Por tu encarnación, líbranos, Señor.
Por tu muerte y resurrección, líbranos, Señor.
Por el envío del Espíritu líbranos, Señor.
Santo,
Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos.

Si hay bautismos:
Para que estos elegidos renazcan a la vida nueva por medio del
bautismo, te rogamos, óyenos.

Si no hay bautismos:
Para que santifiques esta fuente bautismal por la que renacerán tus
hijos a la vida nueva, te rogamos, óyenos.
24 Domingo de Resurrección

Jesús, Hijo de Dios vivo, te rogamos, óyenos.


Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos

Si hay bautismos, el sacerdote dice la siguiente oración con las manos extendidas:

Derrama, Señor, tu infinita


bondad en este sacramento del
bautismo y envía tu santo
Espíritu,
para que haga renacer de la fuente bautismal a estos
nuevos hijos tuyos, que van a ser santificados por tu
gracia, mediante nuestra humilde colaboración en este
ministerio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Bendición del agua bautismal

46. Enseguida el sacerdote bendice el agua bautismal, diciendo la siguiente oración con las
manos extendidas:

Dios nuestro,
que con tu poder invisible realizas obras
admirables por medio de los signos
sacramentales y has hecho que tu creatura, el
agua, signifique
de muchas maneras la gracia del bautismo;

Dios nuestro,
cuyo Espíritu aleteaba sobre la superficie de las aguas
en los mismos principios del mundo,
para que ya desde entonces el agua
recibiera el poder de dar la vida;
Celebraciones de Semana Santa 25

Dios nuestro,
que incluso en las aguas torrenciales del diluvio
prefiguraste el nuevo nacimiento de los hombres,
al hacer que de una manera misteriosa,
un mismo elemento diera fin al pecado y origen a la virtud;

Dios nuestro,
que hiciste pasar a pie, sin mojarse, el mar
Rojo a los hijos de Abraham, a fin de que el
pueblo liberado de la esclavitud del faraón,
prefigurara al pueblo de los bautizados;

Dios nuestro,
cuyo Hijo, al ser bautizado por el
Precursor en el agua del Jordán, fue
ungido por el Espíritu Santo; suspendido
en la cruz,
quiso que brotaran de su costado sangre y agua; y
después de su resurrección mandó a sus apóstoles:
"Vayan y enseñen a todas las
naciones, bautizándolas en el
nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo": mira ahora a tu
Iglesia en oración y abre para ella la
fuente del bautismo.

Que por la obra del Espíritu Santo esta agua


adquiera la gracia de tu Unigénito, para que el
hombre, creado a tu imagen, limpio de su antiguo
pecado, por el sacramento del bautismo, renazca a
la vida nueva por el agua y el Espíritu Santo.
Y, metiendo, si lo cree oportuno, el cirio pascual en el agua una o tres veces, prosigue:
26 Domingo de Resurrección

Te pedimos, Señor, que por tu Hijo,


descienda sobre el agua de esta fuente
el poder del Espíritu Santo,
y, teniendo el cirio en el agua, prosigue:

para que todos,


sepultados con Cristo en su muerte por el bautismo,
resuciten también con él a la vida nueva.
Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R/. Amén.
47. Seguidamente saca el cirio del agua, y el pueblo hace la siguiente aclamación u otra
semejante:

Fuentes del Señor, bendigan al Señor,


Alábenlo y glorifíquenlo por los siglos.
48. Concluida la bendición del agua bautismal y dicha la aclamación del pueblo, el
sacerdote, de pie, interroga a los adultos y a los papás o padrinos de los niños, para que
hagan la renuncia, como está indicada en los respectivos Rituales romanos.

Si no se ha hecho antes la unción de los adultos con el óleo de los catecúmenos en los ritos
inmediatamente preparatorios, se hace en este momento.

49. Enseguida, el sacerdote interroga a cada uno de los adultos sobre su fe, y también, si se
trata de los niños, pide la triple profesión de fe a todos los papás y padrinos
simultáneamente, como se indica en los respectivos Rituales.

Si son muchos los que se bautizan puede ordenarse este rito, de tal manera que,
inmediatamente después de la respuesta de los bautizandos, padrinos y papás, el celebrante
pida y reciba la renovación de las promesas bautismales de todos los presentes.

50. Terminado el interrogatorio, el sacerdote bautiza a los elegidos adultos y niños.

51. Después del bautismo, el sacerdote unge con el crisma a quienes no han llegado al uso
de razón. Y se entrega a todos, sean adultos o niños, la vestidura blanca. Luego, el
sacerdote o el diácono recibe el cirio pascual de mano del ministro y se encienden las
velas de los neófitos. El rito del “Effetá” se omite para quienes no han llegado al uso de
razón.
Celebraciones de Semana Santa 27

52. A continuación, si no tuvieron lugar en el presbiterio el baño bautismal y los demás


ritos explicativos, se retorna al presbiterio, organizada la procesión como antes, con los
neófitos, o padrinos o papás llevando la vela encendida. Durante la procesión se canta el
cántico bautismal Vidi aquam, u otro canto apropiado (n. 56)

53. Si los bautizados son adultos, el obispo o, en su ausencia, el presbítero que confirió el
bautismo, adminístreles inmediatamente el sacramento de la Confirmación en el
presbiterio, como se indica en el Pontifical o en el Ritual Romano.

Bendición del agua

54. Si no hay bautismos, ni se bendice la fuente bautismal, el sacerdote prepara a los fieles
para la bendición del agua, diciendo:
Pidamos, queridos hermanos, a Dios nuestro Señor,
que se digne bendecir esta agua,
con la cual seremos rociados en memoria de nuestro
bautismo, y que nos renueve interiormente, para que
permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
Después de una breve oración en silencio, prosigue con las manos extendidas:

Señor, Dios nuestro,


mira con bondad a este pueblo tuyo, que vela en
oración en esta noche santísima, recordando la obra
admirable de nuestra creación y la obra más
admirable todavía, de nuestra redención. Dígnate
bendecir Xesta agua, que tú creaste para dar
fertilidad a la tierra, frescura y limpieza a nuestros
cuerpos.

Tú, además, convertiste el agua en


un instrumento de tu misericordia:
por ella liberaste a tu pueblo de la esclavitud
y en el desierto saciaste su sed; con la
imagen del agua viva los profetas
anunciaron la Nueva Alianza que deseabas
establecer con los hombres; finalmente,
28 Domingo de Resurrección

santificada por Cristo en el Jordán,


renovaste, mediante el bautismo que nos da
la vida nueva, nuestra naturaleza,
corrompida por el pecado.

Que esta agua nos recuerde ahora nuestro bautismo y


nos haga participar en la alegría de nuestros
hermanos, que han sido bautizados en esta Pascua.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
Renovación de las promesas del bautismo

55. Acabado el rito del bautismo (y de la confirmación), o después de la bendición del agua,
si no hubo bautismos, todos, de pie y con las velas encendidas en sus manos, renuevan las
promesas del bautismo.

El sacerdote dirige a los fieles la siguiente monición u otra semejante:

Hermanos, por medio del bautismo,


hemos sido hechos partícipes del misterio pascual de
Cristo; es decir, por medio del bautismo, hemos sido
sepultados con él en su muerte para resucitar con él a la
vida nueva.
Por eso, culminado nuestro camino
cuaresmal, es muy conveniente que
renovemos las promesas de nuestro
bautismo,
con las cuales un día renunciamos a Satanás y a sus
obras y nos comprometimos a servir a Dios, en la
santa Iglesia católica. Por consiguiente:
Sacerdote:
¿Renuncian ustedes a Satanás?
Todos:
Celebraciones de Semana Santa 29

Sí, renuncio.
Sacerdote:
¿Renuncian a todas sus obras?
Todos:
Sí, renuncio.

Sacerdote:
¿Renuncian a todas sus seducciones?
Todos:
Sí, renuncio.

O bien:

Sacerdote:
¿Renuncian ustedes al pecado para vivir
en la libertad de los hijos de Dios?
Todos:
Si, renuncio.
Sacerdote:
¿Renuncian a todas las seducciones del mal,
para que el pecado no los esclavice?
Todos:
Si, renuncio.
Sacerdote:
¿Renuncian a Satanás, padre y autor del pecado?
Todos:
Si, renuncio.
30 Domingo de Resurrección

Prosigue el sacerdote:
¿Creen en Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra?
Todos:
Sí, creo.
Sacerdote:
¿Creen en Jesucristo, su
Hijo único, nuestro Señor,
que nació de la Virgen
María, padeció y murió por
nosotros, resucitó y está
sentado a la derecha del
Padre?
Todos:
Sí, creo.
Sacerdote:
¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia
católica, en la comunión de los santos, en el
perdón de los pecados, en la resurrección de los
muertos y en la vida eterna?
Todos:
Sí, creo.
Y el sacerdote concluye:
Que Dios todopoderoso, Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que
nos liberó del pecado
y nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu
Santo, nos conserve en su gracia unidos a Jesucristo
nuestro Señor, hasta la vida eterna.
Celebraciones de Semana Santa 31

Todos:
Amén.
56. El sacerdote rocía al pueblo con agua bendita, mientras todos cantan la siguiente
antífona u otro canto de índole bautismal:

Vi brotar agua del lado derecho del


templo, aleluya. Vi que en todos
aquellos que recibían el agua, surgía
una vida nueva y cantaban con
gozo: Aleluya, aleluya.

57. Mientras tanto los neófitos son conducidos a su lugar entre los fieles.

Si la bendición del agua bautismal se hizo en el presbiterio, los ministros llevan con
dignidad el recipiente del agua al bautisterio.

Si no hubo bendición del agua bautismal, el agua bendita se deja en lugar conveniente.

49. Acabada la aspersión, el sacerdote vuelve a la sede, omitida la profesión de fe, dirige la
oración de los fieles, en la que los neófitos participan por primera vez.

Cuarta parte
Liturgia eucarística
MONICIÓN PARA EL OFERTORIO:
Las ofrendas de Pan y Vino, que presentamos al Señor serán el cuerpo y la sangre de Jesús
resucitado, nuestro salvador. La alegría ha de desbordarse ahora pues, iniciamos la liturgia
eucarística, que es Pascua de Resurrección, momento fundamental de nuestra fe.

50. El sacerdote va al altar y comienza la liturgia eucarística, en la forma habitual.

51. Conviene que el pan y el vino sean llevados por los neófitos.

52. Oración sobre las ofrendas


Recibe, Señor, las súplicas de tu
pueblo, junto con los dones que te
presentamos para que los misterios de
la Pascua que hemos comenzado a
celebrar, nos obtengan, con tu ayuda,
32 Domingo de Resurrección

el remedio para conseguir la vida


eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
53. Prefacio I de Pascua El misterio pascual

V/. ElSeñor está con ustedes. R/. Y con tu espíritu.


V/. Levantemos el corazón. R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario, es nuestro


deber y salvación glorificarte siempre,
Señor; pero más que nunca en esta noche
en que Cristo, nuestra Pascua, fue
inmolado.

Porque él es el verdadero Cordero


que quitó el pecado del mundo;
muriendo destruyó nuestra
muerte, y resucitando restauró la
vida.
Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda
de alegría y también los coros
celestiales, los ángeles y los
arcángeles, cantan sin cesar el himno
de tu gloria:

Santo, Santo, Santo...


Si se usa el Canon romano, se dice Reunidos en comunión y Acepta, Señor propios de la
Pascua. Si se usa la plegaria eucarística II, se dice Acuérdate, Señor y la intercesión
particular, propios de la Pascua. Si se usa la plegaria eucarística III, se dice Atiende los
deseos y la intercesión particular propios de la Pascua.

MONICIÓN A LA COMUNIÓN:
Hermanos: hemos resucitado con Cristo. Vayamos gozosos a recibirlo en la fracción del
Pan, para abrazarnos más a Dios y a los hermanos.
Celebraciones de Semana Santa 33

Oración para la comunión espiritual: Creo Jesús que estás,...

Cristo, nuestro Cordero Pascual,


66. Antífona de comunión (1 Cor 5, 7-8)
ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con
el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad. Aleluya.
67. Oración después de la comunión
Infunde, Señor, el espíritu de tu caridad, para
que, saciados con los sacramentos pascuales,
vivamos siempre unidos en tu amor. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
56. Bendición Solemne
Que Dios todopoderoso,
los bendiga en este día solemnísimo de la
Pascua y, compadecido de ustedes, los
guarde de todo pecado.
R/. Amén.

Que les conceda el premio de la inmortalidad


aquel que los ha redimido para la vida eterna
con la resurrección de su Unigénito.
R/. Amén.

Que ustedes,
que una vez terminados los días de la Pasión,
celebran con gozo la fiesta de la Pascua del
Señor, puedan participar, con su gracia, del
júbilo de la Pascua eterna.
R/. Amén.

Y la bendición de Dios
todopoderoso, Padre, Hijo X y
34 Domingo de Resurrección

Espíritu Santo, descienda sobre


ustedes y permanezca para siempre.
R/. Amén.

57. Para despedir al pueblo, el diácono, o el mismo sacerdote, dice:

Nos podemos ir en paz, aleluya, aleluya.


R/. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

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