Vigilia Pascual
Vigilia Pascual
Vigilia Pascual
CELEBRACIONES DE
SEMANA
SANTA
2 Domingo de Resurrección
DOMINGO DE PASCUA DE LA
RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
En la noche santa
Vigilia pascual
1. Según una tradición muy antigua, ésta es una noche de vela en honor del Señor (Ex
12, 42). Los fieles, llevando en la mano- según la exhortación evangélica (Lc 12, 35-37)-
lámparas encendidas, se asemejan a quienes esperan el regreso de su Señor para que,
cuando él vuelva, los encuentre vigilantes y los haga sentar a su mesa.
2. La Vigilia de esta noche la más grande y noble de todas las solemnidades seauna
sola para cada una de las iglesias. Así esta celebración de la Vigilia se desarrolla de la
siguiente manera: después de la breve liturgia de la luz o “lucernario” y del Pregón
pascual(primera parte de la Vigilia), la santa Iglesia, llena de fe en las palabras y promesas
del Señor, medita los portentos que el que obró desde el principio a favor de su pueblo
(segunda parte o liturgia de la palabra), y cuando el día está por llegar, encontrándose ya
acompañada de sus nuevos miembros renacidos en el Bautismo (tercera parte), es invitada a
la mesa que el Señor ha preparado para su pueblo por medio del memorial de su muerte y
resurrección, hasta que vuelva (cuarta parte).
5. Quien participa en la Misa de la noche, puede comulgar también en la Misa del día.
Quien celebra o concelebra la misa de la noche, puede celebrar o concelebrar también la
Misa del día.
El sacerdote y el diacono se revisten, desde el principio, como para la Misa, con vestiduras
blancas.
7. Prepárense suficientes velas para todos los fieles que participen en la Vigilia. Se
apagan todas las luces de la iglesia.
Celebraciones de Semana Santa 3
Primera parte
SOLEMNE INICIO DE LA VIGILIA, O “LUCERNARIO”
(Todo lo correspondiente para la encendida del fuego debe de estar listo, en lo que se utiliza
Gas, leña, pinzas, etc).
Si las circunstancias no permiten encender el fuego fuera de la iglesia, todo este rito se
desarrolla como se indica en el número 13.
MONICIÓN INICIAL:
Nos hemos reunido para vivir junto con Jesús su paso de la muerte a la vida, venciendo así
a la muerte y al pecado, ganando para nosotros un lugar con Él en el reino de los cielos.
8. El sacerdote y los fieles se signan, mientras él dice: En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo, y en seguida saluda al pueblo, como de costumbre, le hace una breve
monición sobre la vigilia de esta noche, con estas palabras u otras semejantes:
Hermanos:
En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo pasó de la
muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por
el mundo, a que se reúnan para velar en oración. Conmemoremos,
pues, juntos, la Pascua del Señor, escuchando su palabra y
participando en sus sacramentos, con la esperanza cierta de
participar también en su triunfo sobre la muerte y de vivir con él
para siempre en Dios.
10. Enseguida el sacerdote bendice el fuego, diciendo con las manos extendidas:
Oremos.
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo
comunicaste a tus fieles el fuego de tu luz,
santifica X este fuego nuevo,
y concédenos que, al celebrar estas fiestas pascuales
se encienda en nosotros el deseo de las cosas
celestiales, para que podamos llegar con un espíritu
renovado a las fiestas de la eterna claridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
11. Una vez bendecido el fuego nuevo, uno de los ministros, lleva el cirio pascual ante el
celebrante. Éste, con un punzón, graba una cruz en el cirio. Después, traza sobre él, la letra
griega Alfa, y, debajo, la letra Omega; entre los brazos de la cruz traza los cuatro números
del año en curso, mientras dice:
5. Suyo es el tiempo (traza el primer número del año en curso, en el ángulo superior
izquierdo de la cruz.)
8. por los siglos de los siglos. Amén. (traza el cuarto número del año en curso,
en el ángulo inferior derecho)
12. Después de haber trazado la cruz y los demás signos, el sacerdote puede incrustar en el
cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz diciendo al mismo tiempo:
1
425
3
2. gloriosas,
3. nos proteja
4. y nos guarde
6 Domingo de Resurrección
MONICIÓN A LA PROCESIÓN:
Comenzamos la solemne procesión, para recordar que el Señor aleja con su luz las tinieblas
de nuestras vidas y del mundo entero. Iluminados por la luz del Cirio Pascual, seguiremos a
Cristo que sale resplandeciente del sepulcro y, a la luz de su triunfo, nos disponemos a
inaugurar las fiestas pascuales.
Procesión
15. Encendido el cirio, uno de los ministros toma le fuego unos carbones ardientes y los
coloca en el incensario, y el sacerdote, en la forma acostumbrada, pone el incienso. El
diácono o, en su ausencia otro ministro idóneo, recibe de un ministro el cirio pascual y
se dispone a la procesión. El turiferario con el incensario humeante se coloca adelante
del diácono o del otro ministro, que lleva el cirio pascual. Siguen el sacerdote, los
ministros y luego el pueblo, que llevan todos en la mano las velas apagadas.
16. Enseguida el diácono avanza hasta la mitad de la iglesia, se detiene y elevando el cirio,
canta por segunda vez.
Luz de Cristo.
Y todos responden:
17. El diácono, ante el altar, de pie y vuelto al pueblo, eleva el cirio y canta por tercera vez:
Luz de Cristo.
A continuación el diacono pone el cirio pascual en el candelabro que está preparado junto al
ambón o en medio del presbiterio.
Y entonces se encienden las luces de la iglesia. Con excepción de las velas del altar.
Pregón pascual
19. El diácono o -en su defecto- el mismo sacerdote, una vez incensados el libro y el
cirio -si lo cree oportuno- anuncia el pregón pascual en el ambón o desde un atril, estando
todos de pie y con las velas encendidas en las manos.
El pregón pascual puede ser proclamado, en ausencia del diácono, por el mismo sacerdote o
por otro presbítero concelebrante. Pero si, en caso de necesidad, un cantor laico proclama le
Pregón, omite las palabras: Por eso, queridos hermanos, hasta el final de la invitación, y el
saludo: El Señor esté con ustedes.
El pregón puede ser cantado también en su forma más breve. Las Conferencias Episcopales
pueden adaptar el pregón, para que puedan ser insertadas en él algunas aclamaciones del
pueblo.
Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
R/. Amén.
19. Forma corta del pregón pascual
Ésta es la noche
en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¡Que asombroso beneficio de tu amor por
nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
¡Para rescatar al esclavo entregaste al Hijo!
R/. Amén.
Segunda parte
Liturgia de la palabra
20. En esta vigilia, "madre de todas las vigilias", se proponen nueve lecturas, siete del
Antiguo Testamento y dos del Nuevo (Epístola y Evangelio), que deben ser leídas todas,
siempre que sea posible, para conservar la índole de la Vigilia, la cual exige que duren
un tiempo prolongado
21. Por motivos de orden pastoral puede reducirse el número de lecturas del Antiguo
Testamento. Pero téngase siempre en cuenta que la lectura de la Palabra de Dios es
parte fundamental de esta Vigilia pascual. Deben leerse, por lo menos, tres lecturas del
Antiguo Testamento, tomadas de la Ley y los profetas, y cántense sus respectivos
salmos responsoriales. Nunca puede omitirse la lectura del capítulo 14 del Éxodo
(tercera lectura) con su cántico.
22. Apagadas las velas todos se sientan. Antes de comenzar las lecturas, el sacerdote hace
una breve monición al pueblo con estas palabras u otras semejantes.
Hermanos:
Celebraciones de Semana Santa 15
23. Después siguen las lecturas. El lector se dirige al ambón y lee la primera de ellas.
Seguidamente el salmista o un cantor dice el salmo, proclamando el pueblo la respuesta.
Acabado el salmo todos se levantan y el sacerdote dice: Oremos, y después que todos
han orado en silencio durante algún tiempo, dice la oración que corresponde a la lectura.
PRIMERA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
SEGUNDA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
25. Después de la segunda lectura (El sacrificio de Abrahán: Ge 22, 1-2. 9a. 10-13. 15-18).
TERCERA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
26. Después de la tercera lectura (El paso del mar Rojo: Ex 14, 15-15,1).
Celebraciones de Semana Santa 17
O bien:
CUARTA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
18 Domingo de Resurrección
QUUNTA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
28. Después de la quinta lectura (la salvación que se ofrece gratuitamente a todos: Is 55, 1-
11).
R/. Amén.
MONICIÓN A LA SEXTA LECTURA:
Con frecuencia nos sentimos sin ánimos para seguir el camino que quizás en otro tiempo habíamos
proyectado con una fe y una entrega que hoy quizás encontramos a faltar. ¿No será quizás porque
nos hemos dejado cautivar por otras sabidurías, que no vienen de Jesucristo?
Celebraciones de Semana Santa 19
SEXTA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
29. Después de la sexta lectura (la fuente de la sabiduría: Bar 3,9-15. 31-4, 4).
SÉPTIMA LECTURA;
SALMO RESPONSORIAL;
30. Después de la séptima lectura (el corazón nuevo y el espíritu nuevo: Ez 36, 16-28).
O bien:
20 Domingo de Resurrección
MONICIÓN AL GLORIA :
Antes de escuchar el anuncio de esta vida nueva, cantemos y alabemos a nuestro Dios, y a
Jesucristo, el único camino, la única verdad, el único Señor.
(Al grupo que le corresponde encender luces, velas del altar, colocar mantel en el altar, etc…estar
atentos para así en el gloria hacerlo todo con precisión).
31. Después de la última lectura del antiguo Testamento, con su salmo responsorial y
oración, se encienden los cirios del altar, y el sacerdote entona el himno Gloria a Dios,
que todos prosiguen mientras se hacen tocar las campanas, según las costumbres de
cada lugar.
Oremos.
Dios nuestro, que haces resplandecer esta
noche con la gloria de la resurrección del
Señor, aviva en tu Iglesia el espíritu de
adopción filial, para que, renovados en cuerpo
y alma, nos entreguemos fielmente a tu
servicio. Por nuestro Señor Jesucristo.
MONICIÓN A LA EPÍSTOLA:
San Pablo en la epístola nos indica el significado del Misterio Pascual: Muerte y Resurrección de
Cristo; muerte y resurrección de los bautizados que se unen a Cristo.
34. Leída la Epístola, todos se ponen de pie, y el sacerdote entona solemnemente, tres
veces, elevando gradualmente su voz, el Aleluya, que todos repiten. Si hace falta, un
salmista canta el Aleluya.
Luego un salmista o un cantor dice el salmo 117, al que le pueblo responde: Aleluya
35. El sacerdote, como es costumbre, pone incienso y bendice al diacono. Para el Evangelio
no se llevan los ciriales, sino solamente el incensario.
Tercera parte
Liturgia bautismal
MONICIÓN A LA LITURGIA BAUTISMAL:
El agua, creación maravillosa de Dios, nos hace en el signo del bautismo criaturas nuevas
renacida del costado de Cristo, ahora participamos con él plenamente de su muerte y
resurrección.
37. El sacerdote, con los ministros se dirige a la fuente bautismal, si ésta se encuentra
situada a la vista de los fieles. Si no es así, se coloca un recipiente con agua bautismal
en el presbiterio.
38. Si hay catecúmenos adultos, se los llama y sus padrinos los presentan; pero si los
catecúmenos son niños, son sus padres y padrinos quienes los llevan y presentan ante
toda la asamblea.
Si la procesión hasta el bautisterio es larga, las letanías se cantan durante dicha procesión;
en este caso, se llama a los catecúmenos, antes de empezar la procesión. Esta procesión se
organiza de la siguiente manera: abre la procesión un ministro con el cirio pascual, siguen
los catecúmenos con los padrinos y, finalmente, va el sacerdote con los ministros. En este
caso, la monición precedente se hace antes de la bendición del agua.
43. En las letanías se pueden añadir algunos nombres de santos, especialmente el del titular
de la iglesia, el de los patronos del lugar y el de los que van a ser bautizados.
Si hay bautismos:
Para que estos elegidos renazcan a la vida nueva por medio del
bautismo, te rogamos, óyenos.
Si no hay bautismos:
Para que santifiques esta fuente bautismal por la que renacerán tus
hijos a la vida nueva, te rogamos, óyenos.
24 Domingo de Resurrección
Si hay bautismos, el sacerdote dice la siguiente oración con las manos extendidas:
46. Enseguida el sacerdote bendice el agua bautismal, diciendo la siguiente oración con las
manos extendidas:
Dios nuestro,
que con tu poder invisible realizas obras
admirables por medio de los signos
sacramentales y has hecho que tu creatura, el
agua, signifique
de muchas maneras la gracia del bautismo;
Dios nuestro,
cuyo Espíritu aleteaba sobre la superficie de las aguas
en los mismos principios del mundo,
para que ya desde entonces el agua
recibiera el poder de dar la vida;
Celebraciones de Semana Santa 25
Dios nuestro,
que incluso en las aguas torrenciales del diluvio
prefiguraste el nuevo nacimiento de los hombres,
al hacer que de una manera misteriosa,
un mismo elemento diera fin al pecado y origen a la virtud;
Dios nuestro,
que hiciste pasar a pie, sin mojarse, el mar
Rojo a los hijos de Abraham, a fin de que el
pueblo liberado de la esclavitud del faraón,
prefigurara al pueblo de los bautizados;
Dios nuestro,
cuyo Hijo, al ser bautizado por el
Precursor en el agua del Jordán, fue
ungido por el Espíritu Santo; suspendido
en la cruz,
quiso que brotaran de su costado sangre y agua; y
después de su resurrección mandó a sus apóstoles:
"Vayan y enseñen a todas las
naciones, bautizándolas en el
nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo": mira ahora a tu
Iglesia en oración y abre para ella la
fuente del bautismo.
Si no se ha hecho antes la unción de los adultos con el óleo de los catecúmenos en los ritos
inmediatamente preparatorios, se hace en este momento.
49. Enseguida, el sacerdote interroga a cada uno de los adultos sobre su fe, y también, si se
trata de los niños, pide la triple profesión de fe a todos los papás y padrinos
simultáneamente, como se indica en los respectivos Rituales.
Si son muchos los que se bautizan puede ordenarse este rito, de tal manera que,
inmediatamente después de la respuesta de los bautizandos, padrinos y papás, el celebrante
pida y reciba la renovación de las promesas bautismales de todos los presentes.
51. Después del bautismo, el sacerdote unge con el crisma a quienes no han llegado al uso
de razón. Y se entrega a todos, sean adultos o niños, la vestidura blanca. Luego, el
sacerdote o el diácono recibe el cirio pascual de mano del ministro y se encienden las
velas de los neófitos. El rito del “Effetá” se omite para quienes no han llegado al uso de
razón.
Celebraciones de Semana Santa 27
53. Si los bautizados son adultos, el obispo o, en su ausencia, el presbítero que confirió el
bautismo, adminístreles inmediatamente el sacramento de la Confirmación en el
presbiterio, como se indica en el Pontifical o en el Ritual Romano.
54. Si no hay bautismos, ni se bendice la fuente bautismal, el sacerdote prepara a los fieles
para la bendición del agua, diciendo:
Pidamos, queridos hermanos, a Dios nuestro Señor,
que se digne bendecir esta agua,
con la cual seremos rociados en memoria de nuestro
bautismo, y que nos renueve interiormente, para que
permanezcamos fieles al Espíritu que hemos recibido.
Después de una breve oración en silencio, prosigue con las manos extendidas:
55. Acabado el rito del bautismo (y de la confirmación), o después de la bendición del agua,
si no hubo bautismos, todos, de pie y con las velas encendidas en sus manos, renuevan las
promesas del bautismo.
Sí, renuncio.
Sacerdote:
¿Renuncian a todas sus obras?
Todos:
Sí, renuncio.
Sacerdote:
¿Renuncian a todas sus seducciones?
Todos:
Sí, renuncio.
O bien:
Sacerdote:
¿Renuncian ustedes al pecado para vivir
en la libertad de los hijos de Dios?
Todos:
Si, renuncio.
Sacerdote:
¿Renuncian a todas las seducciones del mal,
para que el pecado no los esclavice?
Todos:
Si, renuncio.
Sacerdote:
¿Renuncian a Satanás, padre y autor del pecado?
Todos:
Si, renuncio.
30 Domingo de Resurrección
Prosigue el sacerdote:
¿Creen en Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra?
Todos:
Sí, creo.
Sacerdote:
¿Creen en Jesucristo, su
Hijo único, nuestro Señor,
que nació de la Virgen
María, padeció y murió por
nosotros, resucitó y está
sentado a la derecha del
Padre?
Todos:
Sí, creo.
Sacerdote:
¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia
católica, en la comunión de los santos, en el
perdón de los pecados, en la resurrección de los
muertos y en la vida eterna?
Todos:
Sí, creo.
Y el sacerdote concluye:
Que Dios todopoderoso, Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que
nos liberó del pecado
y nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu
Santo, nos conserve en su gracia unidos a Jesucristo
nuestro Señor, hasta la vida eterna.
Celebraciones de Semana Santa 31
Todos:
Amén.
56. El sacerdote rocía al pueblo con agua bendita, mientras todos cantan la siguiente
antífona u otro canto de índole bautismal:
57. Mientras tanto los neófitos son conducidos a su lugar entre los fieles.
Si la bendición del agua bautismal se hizo en el presbiterio, los ministros llevan con
dignidad el recipiente del agua al bautisterio.
Si no hubo bendición del agua bautismal, el agua bendita se deja en lugar conveniente.
49. Acabada la aspersión, el sacerdote vuelve a la sede, omitida la profesión de fe, dirige la
oración de los fieles, en la que los neófitos participan por primera vez.
Cuarta parte
Liturgia eucarística
MONICIÓN PARA EL OFERTORIO:
Las ofrendas de Pan y Vino, que presentamos al Señor serán el cuerpo y la sangre de Jesús
resucitado, nuestro salvador. La alegría ha de desbordarse ahora pues, iniciamos la liturgia
eucarística, que es Pascua de Resurrección, momento fundamental de nuestra fe.
51. Conviene que el pan y el vino sean llevados por los neófitos.
MONICIÓN A LA COMUNIÓN:
Hermanos: hemos resucitado con Cristo. Vayamos gozosos a recibirlo en la fracción del
Pan, para abrazarnos más a Dios y a los hermanos.
Celebraciones de Semana Santa 33
Que ustedes,
que una vez terminados los días de la Pasión,
celebran con gozo la fiesta de la Pascua del
Señor, puedan participar, con su gracia, del
júbilo de la Pascua eterna.
R/. Amén.
Y la bendición de Dios
todopoderoso, Padre, Hijo X y
34 Domingo de Resurrección