Proyecto Socioproductivo y El Nuevo Modelo Social - Docx
Proyecto Socioproductivo y El Nuevo Modelo Social - Docx
Proyecto Socioproductivo y El Nuevo Modelo Social - Docx
Docente: Estudiantes:
Prof.: Dr. Romero Rubén Briceño Francis C.I: 18.461.104
Araque María C.I: 10.001.919
Tovar Vicmar C.I: 29.861.561
Tovar Vicelmar C.I: 27.713.129
[1]
Introducción
[2]
¿Que son Proyectos Socio Productivos y su relación con el nuevo modelo social?
[3]
construir un país fundado en valores humanistas y socialistas, con una estructura
socio territorial desconcentrada que lograra la articulación interna del modelo
productivo, la satisfacción de la demanda interna y la consolidación de una Venezuela
socialista (Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, 2007).
[4]
• Estabilidad general de los precios.
• Equilibrio de la balanza de pagos internacionales.
[5]
esenciales de la población, pero que constituyen una excelente inversión para
satisfacer la voracidad de lucro, ganancia y rentabilidad del capital.
La visión productivista, economicista o mercantilista del modelo productivo que aún
prevalece, es precisamente la que hay que superar para extender la mirada hacia los
demás ámbitos, áreas, esferas y dimensiones en los que pueden encontrarse nuevas
claves para la masiva inclusión social y el desarrollo humano integral. La posibilidad
real de abatir las causas de la pobreza y la miseria y abrir nuevas vías para la
participación e inclusión de la gente, pasa por marcar una clara diferencia con esa
escueta visión productivista, economicista o mercantilista de lo que significa un
modelo productivo.
En otras palabras, hay que trascender esa parcial y limitada visión que se agota en la
esfera de la producción, que se queda en el ámbito de lo económico, para incluir la
dimensión política, en la que se definen las relaciones de poder y se decide la forma
como se distribuye el ingreso; para considerar el ámbito de lo social, donde se
expresa la calidad de vida y el bienestar de la gente; para reconocer el campo
territorial donde se concretan las oportunidades del desarrollo armónico, proporcional
y equitativo de las comunidades y su gente; para valorar el área internacional, en la
que a través de la solidaridad y la cooperación se pueden complementar los recursos
limitados que cada quien tiene para satisfacer las crecientes necesidades materiales y
espirituales de nuestros pueblos.
• Que el modelo productivo mercantil se centra en la producción de valores de
cambio para la obtención de lucro, ganancia y rentabilidad, sin importar si se produce
para satisfacer las necesidades básicas y esenciales de la población, o si a su paso deja
una estela de pobreza y contaminación: ese no es su problema, su asunto es ganar
cada vez más.
• Que en el modelo productivo capitalista las relaciones de poder se
construyan con base en el control que pequeños pero poderosos grupos ejercen sobre
los recursos naturales y los medios de producción fundamentales: esa es la clave para
obtener y mantener el poder político y el control sobre la distribución y uso de la
renta petrolera.
[6]
• Que la producción mercantil genera también grandes grupos de seres
humanos que quedan excluidos de los bienes y servicios básicos y esenciales para la
vida misma, como lo son la alimentación, la educación, la salud, la vivienda: ese es
un problema del Estado con sus ciudadanos, la empresa solo vende estos bienes y
servicios a los consumidores con poder de compra en el mercado.
• Que la lógica capitalista de priorizar los grandes mercados de consumo
masivo tienen como resultado que la inversión pública y privada no llegue a regiones,
estados y municipios generando graves desequilibrios territoriales que obligan a los
habitantes de provincia a migrar en busca de oportunidades de trabajo y mejores
condiciones de vida: no hay problema, en las grandes ciudades, en los grandes
mercados, siempre habrá lugar para un rancho más, para una boca más.
• Que el capitalismo internacional condene a unos países a ser eternos
exportadores de materias primas a los grandes centros industrializados, a la vez que
se ven obligados a importar desde las grandes potencias los alimentos, el vestido, las
medicinas y otros productos básicos para su sobrevivencia: esa es la división
internacional del trabajo a través de la cual las grandes corporaciones transnacionales
le imponen al mundo su forma de dominación. Dicho esto, la conclusión más
importante que hay que subrayar es que cuando hablemos -de ahora en adelante- de
un nuevo modelo productivo nos referiremos a aquel que tienen al ser humano como
centro y razón de ser de toda su actividad, un modelo productivo que ataque las
verdaderas causas de la pobreza y la exclusión social.
Por esta razón, el concepto de NMP que adoptamos no puede agotarse única y
exclusivamente en la dimensión productiva o económica del modelo. Es
imprescindible rendir cuenta también de:
• La dimensión política y de las relaciones de poder que en ella se construyen,
en función de transferir el poder a los pobres para acabar con las causas estructurales
del desempleo, la pobreza, la desigualdad y la exclusión social.
• Necesario es también tener muy en cuenta como un derecho ciudadano la
masiva inclusión social en todos los servicios públicos que son básicos y esenciales
para la vida misma.
[7]
• En esta visión integral del modelo productivo que hay que construir, un
plano que no se puede olvidar es el territorial, el imperativo de corregir las asimetrías
y disparidades entre las regiones, ofreciendo igualdad de oportunidades para los
habitantes del campo y la ciudad.
• Finalmente, buena parte de los desequilibrios que hay que corregir para
construir un nuevo modelo productivo que tenga al ser humano y no al capital como
centro y razón de ser de su actividad, tiene que ver con el impulso a un nuevo
esquema de relaciones internacionales signadas por los principios de solidaridad,
cooperación, complementación, reciprocidad, equidad y la sustentabilidad. Por estas
razones, el Gobierno venezolano se ha planteado impulsar la construcción de un NMP
en el campo y la ciudad. Esto implica atacar toda una problemática que tiene su
manifestación no solo en el ámbito de la producción agrícola o industrial como tal,
sino que parte de la problemática a resolver también se expresa en:
• Las relaciones de poder que tienen que ver con la tenencia, propiedad y uso
de la tierra y otros medios de producción;
• La problemática que se expresa brutalmente en la exclusión de millares de
seres humanos de su derecho al trabajo, a la alimentación, a la educación, a la salud, a
la vivienda;
• El desequilibrio territorial originado por un modelo productivo que induce la
inversión pública y privada hacia los ejes de desarrollo donde se concentran las masas
consumidoras y están los grandes mercados, agravando el impacto negativo sobre las
áreas rurales y los pequeños pueblos del país;
• El desequilibrio internacional, que se deriva de la pretensión unipolar, de la
dependencia económica y tecnológica que amenaza los grandes objetivos de
seguridad y soberanía nacional.
• La construcción de un NMP que abra amplios caminos para el
empoderamiento popular y la masiva inclusión social en función del desarrollo
humano integral, tiene que encarar también la adopción y difusión masiva de los
nuevos valores de solidaridad, cooperación, complementación, reciprocidad, equidad
y sustentabilidad.
[8]
Es en este contexto que se plantea la necesidad de transformar el modelo productivo
capitalista generador de desempleo, pobreza y exclusión; cuya lógica es incapaz de
romper con la dependencia tecnológica para impulsar el desarrollo endógeno de las
fuerzas productivas internas; que no logra corregir el desarrollo desigual del
territorio; que refuerza la dependencia de las grandes potencias en menoscabo de las
relaciones de cooperación y complementación con los países latinoamericanos; y que
no logra detener la aguda crisis de valores éticos y morales. En consecuencia, cuando
hablamos de un NMP deseamos que se entienda un esquema radicalmente diferente a
través del cual es posible impulsar el desarrollo endógeno de las potencialidades
nacionales, en un marco de nuevas relaciones de poder basadas en el control directo
de los procesos productivos por parte de los trabajadores, en función de liberarlos de
la explotación del capital y asegurar así la distribución social de los excedentes. Se
trata de una nueva forma de producir los bienes y servicios que se requieren para
satisfacer las necesidades básicas y esenciales del pueblo en armonía con el cuidado
del ambiente, la preservación de la salud de los trabajadores y las comunidades; el
desarrollo equilibrado y proporcional de las regiones, estados, municipios y comunas;
que promueva la integración latinoamericana y el fortalecimiento de la cooperación
Sur-Sur; y, sobre todo, que se base en nuevos valores de solidaridad, cooperación,
complementación, equidad y sustentabilidad, todo esto en función de hacer posible el
desarrollo humano integral de todas las personas.
[9]
Conclusión
[10]
Bibliografía
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5626922.pdf
https://www.academia.edu/24699059/Administracion_En_El_Nuevo_Modelo_Social
[11]
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Politécnica Territorial de Caracas “Mariscal Sucre”
Programa Nacional de Formación en Administración
Formación Socio Crítica- Taller, Actividad IV
Trayecto I
Sección: 1122-Nocturno
Docente: Estudiantes:
Prof.: Dr. Romero Rubén Briceño Francis C.I: 18.461.104
Araque María C.I: 10.001.919
Tovar Vicmar C.I: 29.861.561
Tovar Vicelmar C.I: 27.713.129
[1]
Introducción
[2]
¿Que son Proyectos Socio Productivos y su relación con el nuevo modelo social?
[3]
construir un país fundado en valores humanistas y socialistas, con una estructura
socio territorial desconcentrada que lograra la articulación interna del modelo
productivo, la satisfacción de la demanda interna y la consolidación de una Venezuela
socialista (Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, 2007).
[4]
• Estabilidad general de los precios.
• Equilibrio de la balanza de pagos internacionales.
[5]
esenciales de la población, pero que constituyen una excelente inversión para
satisfacer la voracidad de lucro, ganancia y rentabilidad del capital.
La visión productivista, economicista o mercantilista del modelo productivo que aún
prevalece, es precisamente la que hay que superar para extender la mirada hacia los
demás ámbitos, áreas, esferas y dimensiones en los que pueden encontrarse nuevas
claves para la masiva inclusión social y el desarrollo humano integral. La posibilidad
real de abatir las causas de la pobreza y la miseria y abrir nuevas vías para la
participación e inclusión de la gente, pasa por marcar una clara diferencia con esa
escueta visión productivista, economicista o mercantilista de lo que significa un
modelo productivo.
En otras palabras, hay que trascender esa parcial y limitada visión que se agota en la
esfera de la producción, que se queda en el ámbito de lo económico, para incluir la
dimensión política, en la que se definen las relaciones de poder y se decide la forma
como se distribuye el ingreso; para considerar el ámbito de lo social, donde se
expresa la calidad de vida y el bienestar de la gente; para reconocer el campo
territorial donde se concretan las oportunidades del desarrollo armónico, proporcional
y equitativo de las comunidades y su gente; para valorar el área internacional, en la
que a través de la solidaridad y la cooperación se pueden complementar los recursos
limitados que cada quien tiene para satisfacer las crecientes necesidades materiales y
espirituales de nuestros pueblos.
• Que el modelo productivo mercantil se centra en la producción de valores de
cambio para la obtención de lucro, ganancia y rentabilidad, sin importar si se produce
para satisfacer las necesidades básicas y esenciales de la población, o si a su paso deja
una estela de pobreza y contaminación: ese no es su problema, su asunto es ganar
cada vez más.
• Que en el modelo productivo capitalista las relaciones de poder se
construyan con base en el control que pequeños pero poderosos grupos ejercen sobre
los recursos naturales y los medios de producción fundamentales: esa es la clave para
obtener y mantener el poder político y el control sobre la distribución y uso de la
renta petrolera.
[6]
• Que la producción mercantil genera también grandes grupos de seres
humanos que quedan excluidos de los bienes y servicios básicos y esenciales para la
vida misma, como lo son la alimentación, la educación, la salud, la vivienda: ese es
un problema del Estado con sus ciudadanos, la empresa solo vende estos bienes y
servicios a los consumidores con poder de compra en el mercado.
• Que la lógica capitalista de priorizar los grandes mercados de consumo
masivo tienen como resultado que la inversión pública y privada no llegue a regiones,
estados y municipios generando graves desequilibrios territoriales que obligan a los
habitantes de provincia a migrar en busca de oportunidades de trabajo y mejores
condiciones de vida: no hay problema, en las grandes ciudades, en los grandes
mercados, siempre habrá lugar para un rancho más, para una boca más.
• Que el capitalismo internacional condene a unos países a ser eternos
exportadores de materias primas a los grandes centros industrializados, a la vez que
se ven obligados a importar desde las grandes potencias los alimentos, el vestido, las
medicinas y otros productos básicos para su sobrevivencia: esa es la división
internacional del trabajo a través de la cual las grandes corporaciones transnacionales
le imponen al mundo su forma de dominación. Dicho esto, la conclusión más
importante que hay que subrayar es que cuando hablemos -de ahora en adelante- de
un nuevo modelo productivo nos referiremos a aquel que tienen al ser humano como
centro y razón de ser de toda su actividad, un modelo productivo que ataque las
verdaderas causas de la pobreza y la exclusión social.
Por esta razón, el concepto de NMP que adoptamos no puede agotarse única y
exclusivamente en la dimensión productiva o económica del modelo. Es
imprescindible rendir cuenta también de:
• La dimensión política y de las relaciones de poder que en ella se construyen,
en función de transferir el poder a los pobres para acabar con las causas estructurales
del desempleo, la pobreza, la desigualdad y la exclusión social.
• Necesario es también tener muy en cuenta como un derecho ciudadano la
masiva inclusión social en todos los servicios públicos que son básicos y esenciales
para la vida misma.
[7]
• En esta visión integral del modelo productivo que hay que construir, un
plano que no se puede olvidar es el territorial, el imperativo de corregir las asimetrías
y disparidades entre las regiones, ofreciendo igualdad de oportunidades para los
habitantes del campo y la ciudad.
• Finalmente, buena parte de los desequilibrios que hay que corregir para
construir un nuevo modelo productivo que tenga al ser humano y no al capital como
centro y razón de ser de su actividad, tiene que ver con el impulso a un nuevo
esquema de relaciones internacionales signadas por los principios de solidaridad,
cooperación, complementación, reciprocidad, equidad y la sustentabilidad. Por estas
razones, el Gobierno venezolano se ha planteado impulsar la construcción de un NMP
en el campo y la ciudad. Esto implica atacar toda una problemática que tiene su
manifestación no solo en el ámbito de la producción agrícola o industrial como tal,
sino que parte de la problemática a resolver también se expresa en:
• Las relaciones de poder que tienen que ver con la tenencia, propiedad y uso
de la tierra y otros medios de producción;
• La problemática que se expresa brutalmente en la exclusión de millares de
seres humanos de su derecho al trabajo, a la alimentación, a la educación, a la salud, a
la vivienda;
• El desequilibrio territorial originado por un modelo productivo que induce la
inversión pública y privada hacia los ejes de desarrollo donde se concentran las masas
consumidoras y están los grandes mercados, agravando el impacto negativo sobre las
áreas rurales y los pequeños pueblos del país;
• El desequilibrio internacional, que se deriva de la pretensión unipolar, de la
dependencia económica y tecnológica que amenaza los grandes objetivos de
seguridad y soberanía nacional.
• La construcción de un NMP que abra amplios caminos para el
empoderamiento popular y la masiva inclusión social en función del desarrollo
humano integral, tiene que encarar también la adopción y difusión masiva de los
nuevos valores de solidaridad, cooperación, complementación, reciprocidad, equidad
y sustentabilidad.
[8]
Es en este contexto que se plantea la necesidad de transformar el modelo productivo
capitalista generador de desempleo, pobreza y exclusión; cuya lógica es incapaz de
romper con la dependencia tecnológica para impulsar el desarrollo endógeno de las
fuerzas productivas internas; que no logra corregir el desarrollo desigual del
territorio; que refuerza la dependencia de las grandes potencias en menoscabo de las
relaciones de cooperación y complementación con los países latinoamericanos; y que
no logra detener la aguda crisis de valores éticos y morales. En consecuencia, cuando
hablamos de un NMP deseamos que se entienda un esquema radicalmente diferente a
través del cual es posible impulsar el desarrollo endógeno de las potencialidades
nacionales, en un marco de nuevas relaciones de poder basadas en el control directo
de los procesos productivos por parte de los trabajadores, en función de liberarlos de
la explotación del capital y asegurar así la distribución social de los excedentes. Se
trata de una nueva forma de producir los bienes y servicios que se requieren para
satisfacer las necesidades básicas y esenciales del pueblo en armonía con el cuidado
del ambiente, la preservación de la salud de los trabajadores y las comunidades; el
desarrollo equilibrado y proporcional de las regiones, estados, municipios y comunas;
que promueva la integración latinoamericana y el fortalecimiento de la cooperación
Sur-Sur; y, sobre todo, que se base en nuevos valores de solidaridad, cooperación,
complementación, equidad y sustentabilidad, todo esto en función de hacer posible el
desarrollo humano integral de todas las personas.
[9]
Conclusión
[10]
Bibliografía
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5626922.pdf
https://www.academia.edu/24699059/Administracion_En_El_Nuevo_Modelo_Social
[11]