El Yeshua Hebreo vs. El Jesus Griego
El Yeshua Hebreo vs. El Jesus Griego
El Yeshua Hebreo vs. El Jesus Griego
el Jesus Griego
Uno de los alegatos de la crítica es que Yeshúa defendió la Ley Oral de los Fariseos. Este es un
argumento comúnmente adelantado por Mesiánicos que creen en la
Ley Oral. El ejemplo que sigue es
común entre ellos:
Yeshúa
enseñó que está prohibido ayunar en presencia del novio. La Ley Oral supuestamente tiene la
misma prohibición, mientras que no existe en la Torá. Según el argumento, por consiguiente, Yeshúa
defendió la Ley Oral.
“Nuestros rabinos han enseñado así, El novio, y los shoshbins [=pajes del novio], y todos
los huéspedes están libres de las obligaciones de oración y tefilin, pero están obligados a
leer la Shemá" (Talmúd Babilónico, Sukkah 25b [Soncino])
Ese pasaje no dice nada sobre el luto o el ayuno en presencia del novio. Pero digamos por un momento
que sí aparece en alguna parte de la Ley Oral. Aún así no tendría nada que ver con lo que dijo Yeshúa en
Mat. 9:14-15. En Mateo 9:14, los discípulos
de Juan le preguntan a Yeshúa por qué es que sus discípulos
no practican el ayuno como lo hacían otros judíos de ese período. Yeshúa responde en el versículo 15:
“Yeshúa
les dijo, ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entretanto que el esposo
está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado y entonces ayunarán.”
(Mat 9:15 [RV60])
La
respuesta de Yeshúa se vale de una metáfora basada en el sentido común. La metáfora compara a
Yeshúa con un novio o esposo, y explica que mientras él esté
con ellos, las bodas metafóricas se están
celebrando. En el Israel de la antigüedad, el ayuno era algo que se practicaba como señal de tristeza, y
obviamente uno no ayunaría para expresar tristeza durante una celebración. Esencialmente, lo que decía
Yeshúa era que uno no debe llorar en una fiesta, uno sólo llora cuando se ha terminado la fiesta, y
especialmente cuando el anfitrión de la fiesta ha muerto. Yeshúa les decía que cuando él falte se
acabará la fiesta y sus discípulos tendrán razón de ayunar y estar de luto. Aparece un pensamiento
parecido en Juan 16:20. ¿Acaso necesitaba Yeshúa la Ley Oral para que le dijera que uno no llora en una
fiesta, ni está de luto al celebrar unas bodas?
esencialmente "legalizando" el uso de Yeshúa de las metáforas de sentido común y las actividades
normales de cada día, para
convertirlas en leyes farisaicas. Sería lo mismo si hipotéticamente uno dijera
que: "Los fariseos requieren que
uno se ponga zapatos, así que el hecho de que Yeshúa usaba zapatos
comprueba que acataba la Ley Oral." ¿No será que él usaba zapatos porque sentía frío en los pies, o
porque no le gustaba caminar por las piedras descalzo?
Otro ejemplo de la misma clase está basada en Mateo 26:20 el cual informa así:
Un
argumento muy interesante adelantado por los Mesiánicos de
la Ley Oral está basado en el "camino
de un día de reposo" mencionado en Hechos 1:12. La idea de "viaje de un día de Sábado" es que existe
un límite a la distancia que uno puede andar fuera de su ciudad durante el Sábado. Supuestamente esta
idea es también mencionada en Mateo 24:20. El argumento de los Mesiánicos de la Ley Oral es que este
límite Sabatino sobre los viajes
no origina en la Torá, mientras que sí se conoce de
la Ley Oral; por lo
tanto, Yeshúa y el libro de los Hechos
confirman la verdad de la Ley Oral. Lo que los Mesiánicos de la
Ley Oral no mencionan es que los Esenios, que se oponían con vehemencia al fariseísmo y rechazaban
totalmente la idea de una Ley Oral, también tenían la idea de un viaje de un día de Sábado. Esto lo
menciona específicamente uno de los documentos Esenios principales conocido por el nombre de
Convenio de Damasco (conocido también con el nombre de Documento de Damasco) capítulo 10,
versículo 21.
Esto nos hace preguntar: ¿Cómo es que tanto los esenios como los fariseos tenían el concepto de un
límite a los viajes durante el Sábado? La fuente de este concepto no puede ser la Ley Oral, ya que los
esenios no creían en la Ley Oral. Es más, la idea origina en la Torá, de Exodo capítulo 16. En ese pasaje,
los israelitas recibieron el mandamiento de no recoger Maná el día Sábado.
Los israelitas hicieron caso
omiso de este mandamiento, y el Creador respondió prohibiéndoles salir siquiera a los campos donde se
recogía el Maná. Esta prohibición aparece en Exodo 16:29:
“Mirad
que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días.
Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.”
Entonces,
¿qué significa que "nadie salga" de "su lugar?" En su contexto, los Israelitas salían de sus
campamentos para recoger Maná de los campos circunvecinos. Así que, dentro de ese contexto, el salir
de su lugar sería salir del campamento para entrar a los campos donde se podía recoger el Maná. Cuando
los israelitas entraron a la tierra prometida, ya no estaban en campamentos, así que naturalmente esta
prohibición se le aplicaría a salir de la ciudad de uno.
Debemos entender aquí que las ciudades de Israel antiguo tenían tres zonas: 1) la ciudad misma, 2) el
MIGRASH o "potrero" (RV60: "ejido") fuera de las murallas de la ciudad, y finalmente 3) los campos
agrícolas. Esta división en tres zonas distintas era un hecho de la vida del israelita antiguo, mencionado
en Números 35:1-5. El propósito de la segunda zona, el migrash,
es explicado en Josué 14:4. Es la zona
donde viven los animales afuera de la cuidad. Aparentemente, tanto los fariseos como los esenios
entendían que la prohibición de salir de su lugar se aplicaba únicamente a salir a los campos (zona 3)
pero no a entrar al migrash (zona 2). De manera que la caminata fuera de la ciudad hasta el límite de la
zona del migrash
era la distancia máxima que uno podía caminar por fuera de la ciudad. ¡Este era el
viaje de un día de Sábado!
¿Cómo fue que tanto los fariseos como los esenios llegaron a la conclusión que era permitido salir a la
zona de migrash?
¡Por el sentido común! En el Israel de la antigüedad, no había sido inventada la
cañería
interna, y la gente tenía que salir hasta la zona de migrash para aliviarse. ¡El Creador no le
prohibiría a la gente salir al excusado!
Por
otra parte, lo que los israelitas antiguos hacían al llegar a Exodo 16 era aplicar este mandamiento de
la Torá a la vida contemporánea. Exodo 16 hablaba del desierto y del Maná, y ellos se preguntaban de
qué manera se le aplicaría esto a los pueblos y los campos agrícolas.
La Torá nos requiere que
consideremos cómo se aplican sus mandamientos a las nuevas situaciones y circunstancias. Eso se tiene
que hacer escudriñando las Escrituras conforme a su lenguaje y su contexto, y así tratar de derivar
principios claros implícitos en los mandamientos, los cuales pueden ser aplicados a las nuevas
circunstancias. Esto, sin embargo, ¡no es una Ley Oral! Esto
es sencillamente vivir conforme a la Torá.
La Ley Oral puede hacer algo similar, pero luego alega que las respuestas que consiguen son
obligatorias porque le fueron reveladas a Moisés en el Monte Sinaí, o porque son promulgaciones
rabínicas basadas en la supuesta autoridad divina del rabino. Es importante distinguir entre la
interpretación y aplicación de la Torá y el depender de la autoridad y las tradiciones humanas. Esto
último
es "enseñar como doctrinas los mandamientos de hombres."
Otro
argumento de los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral está basado en la declaración de Yeshúa en
Mateo 12:5:
El
problema de este argumento es que Yeshúa específicamente dice que ¡está basando su declaración en
la Torá escrita! El comienza diciendo: "¿O no habéis leído en la Torá...?" En la época de Yeshúa, la Ley
Oral aún se recitaba oralmente, y por lo tanto no podía ser "leída." Así que la "ley" referida por Yeshúa
28:9 "Mas el
día de reposo, dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de
harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación. (28:10) Es el holocausto de cada
día de reposo, además del holocausto continuo y su libación.”
No
sólo se les permite a los sacerdotes traer sacrificios en Shabbat, sino que se les ordena
específicamente hacerlo. De hecho, si YHWH les dio mandamiento de traer sacrificios en Shabbat,
entonces no es pecado hacerlo, y por tanto son sin culpa.
Este es el significado claro de lo que dice la
Torá escrita.
Otra
prueba que presentan los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral es que Yeshúa bendijo antes de
comer. Esta costumbre no la manda la Torá, pero es requerida por la Ley Oral. Por tanto, Yeshúa debe
haber aceptado la Ley Oral. El pasaje en
cuestión es Mateo 14:19:
“Entonces
mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos
peces, y levantando los ojos al cielo,
bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los
discípulos a la multitud..”
La
Ley Oral no puede reclamar monopolio sobre la idea de bendecir al
Creador cuando uno se sienta a
tomar una comida comunal. Vemos que Melquisedec bendijo así cuando le presentó pan y vino a
Abraham en Génesis 14:18-20. Aquí también podemos señalar el hecho de que los esenios, que de
manera vehemente rechazaban la Ley Oral Farisaica, también bendecían antes de compartir las comidas
comunales (1QS 6:3-5). Así que, el hecho de que Yeshúa también bendecía antes de partir pan no
comprueba de que fuera fariseo, al igual que el mismo acto tampoco es prueba de que
los esenios o
Melquisedec fueran fariseos.
Curar en Sábado
Otro
argumento adelantado por los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral es que Yeshúa acataba la Ley
Oral con la enseñanza de que era permitido curar durante el día Sábado. Ellos citan al Mishná, Sábado
22:5 como prueba de que la Ley Oral enseña que es permitido curar durante el Sábado, pero en realidad,
ese pasaje de la
Mishná no dice nada en absoluto relacionado con curar durante el día Sábado. Así que
¿qué era lo que creían los fariseos acerca de curar durante el día Sábado? La ley rabínica moderna
permite toda y cualquier clase de curación durante el Sábado, pero la ley farisaica antigua tenía límites
sobre lo que era permitido y lo que no era permitido durante el Sábado. Por ejemplo, el Mishná, Sábado
18:3 declara que se permite ayudarle a una mujer de parto durante el Sábado. Por otra parte, las leyes
relacionadas con la curación de heridas son más complejas, y esto sólo se permite en determinadas
circunstancias.
“Si
uno manipula un absceso durante el Sábado, si es con el fin de hacerle un agujero, es reo
(ha pecado); si es con el fin de sacarle la materia, está exento (de pecar).” (Talmúd
Bablónico, Sábado 107a [Soncino])
Resulta
realmente increíble que alguien alegase que Yeshúa se fundamentaba sobre la Ley Oral para la
cuestión de curar. ¡De hecho, lo contrario es la verdad! Todo lo que se necesita es leer la historia en
Lucas, para ver que los fariseos eran los que se oponían a la curación durante el Sábado.
“Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin
de hallar de qué acusarle.” (Lucas 6:7)
Está
claro que lo que dice esto es que los fariseos querían pescar a Yeshúa curando el día Sábado, para
que le pudieran acusar de violar el Sábado. Esto sólo tiene sentido si los fariseos de ese tiempo creían
que estaba prohibido curar durante el Sábado (o al menos prohibido curar de la manera que Yeshúa lo
estaba haciendo). Está claro que Yeshúa no estaba de acuerdo con los fariseos, y según Lucas 6:8, él
curó a un hombre durante el Sábado, a pesar de que los fariseos estaban esperando que metiera la pata al
A propósito, como yo leo el Tanáj con el fin de encontrar los mandamientos del Creador,
me pregunto
¿por qué sería prohibido curar durante el día Sábado? Aún cuando alguna clase de curación requiera
alguna violación del Sábado (por ejemplo, encender un fuego), tenemos mandamiento en la Torá que
específicamente nos prohibe quedarnos a un lado mientras alguno se encuentra en peligro mortal
(Lev.19:16). Así que el curar durante el Sábado no sólo es permitido, sino que es requerido en todo
momento por la Torá.
Otro argumento de los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral es que Yeshúa se basaba en la Ley Oral en
Lucas 11:44. Según este argumento, Yeshúa se refería a la idea farisaica de "ensombrecer" a una tumba,
ocasionando la inmundicia. Esta doctrina de la Ley Oral se refiere a la idea que si algún objeto cubre una
tumba o un cadáver, todo el que estuviera bajo dicho objeto se hace ritualmente inmundo. Por ejemplo,
si una parte de un árbol ensombrece una tumba, entonces cualquier persona que esté bajo cualquier
porción del árbol resulta ritualmente inmunda por el
muerto. El argumento continúa diciendo que ya que
el concepto de ensombrecer no aparece en la Torá, Yeshúa tendría que derivar esa norma de la Ley Oral.
Existen
varios problemas con dicho razonamiento. En primer lugar, se podría decir que la idea de
"ensombrecer" es, de hecho, derivada de la Torá. Números 19:14, dice que si una persona muere en una
tienda, todo el que entra a la tienda resulta inmundo por el muerto. El tratado de la Mishná dedicado al
concepto de "ensombrecer" se llama Ohalot, que significa "tiendas" y en Hebreo, "ensombrecer" es
tumat ohalot,
lo cual se traduce literalmente: "la impureza de las tiendas." Por eso, no cabe duda de que
la Ley Oral deriva el concepto de ensombrecer de Números 19:14, razonando que si uno resulta
inmundo al estar bajo la misma tienda donde se encuentra el muerto, entonces el estar bajo cualquier
cubierta (p.ej., un árbol) que cubra un cadáver también transmite
impureza. Así que, aunque Yeshúa se
refiriera a la idea de ensombrecer en Lucas 11:44, ese hecho no comprueba que él estuviera acatando la
Ley Oral, sino sólo que interpretaba a Números 19:14 de cierto modo. Pero esto nos trae al segundo
problema del argumento, a saber: ¡que Yeshúa no dice nada en absoluto tocante a ensombrecer en Lucas
11:44! Lo que sí dice es:
“¡Ay
de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y
los hombres que andan encima no lo saben.”
¡El citar este versículo como prueba de que Yeshúa creía en la Ley Oral y acataba la autoridad de los
fariseos
es una perversión de la razón! Pero aparte de eso, este versículo no menciona nada de
"ensombrecer." De lo que
sí se trata es de resultar ritualmente impuro por el muerto al tocar una tumba,
algo declarado explícitamente en la Torá:
“y cualquiera que tocare algún muerto
a espada sobre la faz del campo, o algún cadáver, o
hueso
humano, o sepulcro, siete días será inmundo.” (Núm. 19:16)
Está
claro que Yeshúa hablaba de tocar una tumba, y no de ensombrecer. A lo que se refiere Yeshúa es
que la persona que anda sobre una tumba sin marca, tocándola con los pies, resulta inmunda por el
muerto. Según Yeshúa, los fariseos
son como tumbas sin marca, y la gente resulta contaminada al tener
contacto con ellos, sin siquiera darse cuenta de lo que les está sucediendo. En términos modernos,
Yeshúa
está diciendo que los fariseos son como minas de tierra ocultas. Alguien anda por un lindo prado
verde, pensando que es algo bello y apacible, y luego resulta muerto por los explosivos que se hallan
debajo.
Oír al acusado
Uno
de los argumentos más débiles de los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral está basado en Juan 7:51:
“¿Juzga
acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?” (Juan
7:51)
El
argumento es que: el derecho del acusado de hablar viene de la Ley Oral y no de la Torá escrita (pero
véase Exodo: 22:10; Deut.19:17-18). Este argumento falla desde el principio, porque las palabras de
Juan 7:51 son las de Nicodemo, del cual Juan 3:1 nos especifica que es fariseo, y en el contexto éste le
habla a un grupo de fariseos. Por lo cual, decir que Juan 7:51 es prueba a favor de la Ley Oral es un
argumento circular. ¡¿Acaso la prueba para la Ley Oral es que un fariseo que cree en la Ley Oral se
refiere a la Ley Oral cuando le habla a
otros fariseos?!
Lavamiento de manos
Otro
argumento débil de los Mesiánicos creyentes en la Ley Oral es que, aunque Yeshúa les advirtió a
sus discípulos que no siguieran la promulgación farisaica de lavarse las manos antes de comer (Mateo
15), lo hicieron de todas maneras. La prueba de que los discípulos de Yeshúa se lavaban las manos antes
de comer es Santiago 4:8:
“Acercaos a
Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los
de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”
El argumento es que, aunque Santiago usa una metáfora en este versículo, la metáfora sólo tendría
sentido si los discípulos normalmente participaran del ritual del lavamiento de manos. Uno de los que
discutieron esto conmigo comentó en broma que fundamentándose en la misma lógica, Poncio Pilato
también debe haber practicado el ritual fariseo del lavamiento de manos, ya que en Mateo 27:24 él
simbólicamente se lavó las manos ante la multitud, para mostrarles que estaba sin culpa. Lo que esto
realmente comprueba es que hasta un romano pagano, que no sabe nada de la Torá, oral o escrita, sabe
que lavarse las manos representa la inocencia y la pureza de acción. Esta es otra metáfora de sentido
común, basada en la experiencia humana. Hasta el rey Filisteo Abimelec utilizó esta metáfora en
Génesis 20:5 para expresar su inocencia. La clave en esto es que el lavamiento de manos cuando están
físicamente sucias es un acto hecho en cada cultura del mundo. Esto difiere totalmente del ritual
farisaico del lavamiento de manos, que se deriva del concepto farisaico de impureza de manos. Los
primeros fariseos creían que si una persona tocaba alimentos con manos ritualmente impuras, el
alimento resultaba ritualmente inmundo y por consiguiente no era apto para el consumo. Esta es una
doctrina sin base alguna en la Torá escrita, y es la razón por la cual Yeshúa se oponía a ella en Mateo 15.
La
reciente reseña de mi libro presenta una larga lista de ejemplos en los cuales Yeshúa hizo algo o
predicó algo de lo que también es mencionado en la Ley Oral. Como ya hemos visto, esto no comprueba
que Yeshúa acataba la Ley Oral, sin sólo que leía la Torá (el viaje del
Sábado) y que tenía sentido
común (no llores
en una fiesta de bodas).
La reseña también menciona la lectura tan única del Mateo Hebreo de Shem-Tob 23:3, la cual difiere del
Mateo Griego. En el griego, Jesús le ordena a sus discípulos obedecer a los fariseos, "todo lo que os
digan," mientras que en hebreo les ordena obedecer a Moisés, "todo lo que él [Moisés] os diga." La
crítica de mi libro señala que la lectura de "él dice" sólo aparece en algunos de los manuscritos de Shem-
Tob, mientras que otros tienen "ellos dicen." De hecho, mencioné esto en mi libro y expliqué que algunos
de los manuscritos de Shem-Tob habían sido "asimilados" para reflejar el griego. Lo que sucedió fue que
algunos copistas del Mateo Hebreo de Shem-Tob estaban familiarizados con la versión griega de Mateo,
y pensaron que estaban "corrigiendo" el hebreo al adaptarlo al griego. Las porciones más fidedignas del
Mateo Hebreo de Shem-Tob son las que difieren del griego, mientras que las que son idénticas al griego
pueden ser sencillamente las que fueron asimiladas al griego. Como lo menciono en mi libro, este
proceso de "asimilación" al griego fue descubierto por George Howard hace casi veinte años.
La reseña
de mi libro menciona además, que las versiones de Munster y
Du Tillet del Mateo Hebreo
también concuerdan con el griego, al igual que lo hacen todos los manuscritos griegos y las versiones
sirias y arameas. Por lo que yo he visto hasta la fecha, me parece que las versiones de Munster y Du
Tillet son simplemente traducciones del griego o el latín. A propósito, Munster y Du Tillet no son
"manuscritos" como alega la reseña. Son libros impresos hechos por sacerdotes católicos que afirman
que sus libros se fundamentan en manuscritos confiscados de judíos por la inquisición. No se conoce
manuscritos originales que hubieran sobrevivido. La versión Munster es especialmente problemática,
porque el sacerdote católico que lo imprimió explica
que le faltaba algunas porciones, laS cuales tradujo
él mismo del latín. No nos dice, sin embargo, específicamente
cuáles porciones vienen del manuscrito
judío ni cuántas porciones son de su propia traducción. La importancia de las versiones de Mateo de
Munster y Tillet es que son buenos ejemplos de cómo serían si fueran traducidas del griego o el latín; y
las importantes diferencias entre estas dos versiones y el Mateo Hebreo de Shem-Tob sirven apenas para
confirmar la importancia del Mateo Hebreo de Shem-Tob como testigo del Evangelio Hebreo escrito por
el mismo Mateo. Sobre las versiones arameas de Mateo comentaré en un futuro
libro acerca de la
cuestión aramea.
Otra
objeción que ha sido levantada en contra de la lectura de "él dice" en Mateo 23:3 es que si Yeshúa
estuviese hablando de Moisés, hubiera dicho "él dijo" en tiempo pasado, ya que es obvio que Moisés ya
estaba muerto. Además, se adelanta el argumento de que la palabra hebrea traducida por mí "él dice" es
"yomar", la cual es "futuro" y por tanto debe ser traducida "él dirá." Que este "él dirá" no puede ser
Moisés, por la misma razón: Moisés está muerto. El problema con esta explicación es que
"yomar" es
una forma "futura," también llamada "imperfecta," y en hebreo esta forma frecuentemente tiene el
significado de "acción continua." Por ejemplo, cuando el Creador dice de sí mismo Ehyeh asher Ehyeh
(Exodo 3:14) esto debe
ser traducido debidamente: "Yo soy lo que soy" (no "Yo seré lo que seré"). El
"Yo soy" es expresado con esta forma "imperfecta," que significa "Yo soy de manera continua lo que
soy." La palabra "yomar" en el hebreo bíblico tiene el sentido de "él dice," lo cual se refiere a una acción
continua. Los mandamientos de Moisés son recibidas de manera continua, cada vez que una persona lee
la Torá. A propósito, la misma palabra y
forma exacta (yomar "él dice") aparece también en el tiempo
futuro/imperfecto en Génesis 31:8, y ahí generalmente es traducida "él dijo," refiriéndose al pasado y
hablando de Laban. Así que, si alguno insistiese en traducir "él dijo," no sería lingüísticamente
incorrecto. Sin embargo, la idea tanto de Génesis 31:8 y de Mateo Hebreo 23:3 es una acción continua
(Laban continuamente cambiaba el negocio al
decir cosas diferentes).
Es importante señalar que la lectura de Mateo 23:3, donde Yeshúa le instruye a sus discípulos que hagan
"todo lo que él [Moisés] os diga" no existe en un vacío. La segunda mitad de Mateo 23:3, donde Yeshúa
les advierte a sus discípulos que no hicieran según las Takanot, las leyes y los decretos humanos de los
fariseos, confirma esta lectura al principio del versículo. Esta lectura es también confirmada por Mateo
Hebreo 15 y Mateo Hebreo 23:16.
En resumidas cuentas, el asunto es ¿qué tiene más sentido?, ¿que Yeshúa les mandó a sus discípulos
obedecer a Moisés, o que Yeshúa reconocía que los fariseos tenían alguna autoridad divina de Moisés, y
les ordenó a sus discípulos obedecerles? A la final, esta es una decisión que los que creen en Yeshúa
deben tomar por sí mismos. Deben decidir si creen en Jesús el Fariseo, que aparentemente es presentado
por el Mateo Griego 23:3, o si creen en Yeshúa el Guardador de la Torá, que les advierte a sus
discípulos en contra de la religión de los fariseos, fraguada por los hombres, como lo
conserva el Mateo
Hebreo 23:3, Mateo Hebreo 15, e inclusive Mateo
Griego 15.
[1]
“El comer sentado era apto sólo para niños, que se sentaban en bancos, o para esclavos, que recibían
permiso para reclinar como sus amos únicamente en días de fiesta."