Los Gladiadores
Los Gladiadores
Los Gladiadores
¡Al gimnasio!
Dado que en ese tiempo no vendían como ahora proteínas en polvo, se alimentaban
siguiendo una dieta especializada de granos, legumbres y frutas secas.
Lo pasaban con una "bebida energética" hecha de cenizas de plantas y vinagre.
Eran sometidos a rigurosos programas de entrenamiento, bajo las órdenes de
gladiadores retirados que les ayudaban a perfeccionar sus técnicas de combate.
El corredor de los gladiadores: aunque rara vez murieran y los eventos fueran similares a los
deportivos, lo que les esperaba al otro lado no era un paseo en el parque.
¡A la arena!
Las peleas en los anfiteatros rara vez se tornaban en batallas campales que
terminaban en baños de sangre.
Había reglas estrictas que un árbitro y su asistente hacían cumplir, y que variaban de
acuerdo a la combinación de gladiadores que se enfrentaban.
Los gladiadores representaban grandes inversiones, debido a su entrenamiento y
estilo de vida, de manera que los promotores eran reacios a la idea de que los
mataran.
En Roma, las grandes peleas generaban mucho interés, y unos 50.000 espectadores
se apretujaban en el Coliseo junto con el Emperador y miembros de la
aristocracia.
No sólo los combates sino también exóticos vestuarios y animales tornaban el evento
en algo más parecido al teatro y el espectáculo.