Guía de Teoría Musical (Nivel 2)

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CURSO COMPLETO DE TEORÍA DE LA MÚSICA.

(Básico)
Adoración, Alabanza y Artes; Centro de Alcance Mundial.
ÍNDICE

Item Título N° de Página

1 NIVEL 2: Estructuras para ordenar la música. 3


2 1) División de las Figuras de Valor. 3
3 2) Tipos de Compases. 4
4 3) Tiempos Fuertes y Débiles. 8
5 4) La Síncopa. 8
6 5) Contratiempo. 9
7 6) Valores Irregulares. 10
8 7) Tonos y Semitonos. 11
9 8) Alteraciones. 11
10 9) Tipos de Alteraciones. 12
NIVEL 2
Estructuras para ordenar la música.
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1) División de las Figuras de Valor: Habíamos dicho que cada figura de valor podía
ser dividida a la mitad de su valor anterior. La redonda es la figura entera, y es la
figura de mayor valor utilizada, esta puede dividirse a su vez en dos figuras de
blanca y esta a su vez en dos de negra. Una forma simple de ver cómo se fracciona
cada figura es ver la redonda como torta, que a su vez se va dividiendo en trozos
que tienes su propio valor individual. El orden de mayor a menos de estas figuras
es la siguiente: Redonda, luego blanca, negra, corchea, semicorchea, fusa y
semifusa. En la Figura 1 podemos apreciar este ejemplo mucho mejor cómo se
realiza la división binaria de los valores.

Figura 1: Esquema de división de las figuras de valor.


Por otro lado, en el caso de aquellas figuras a las que se le agregan el puntillo, tienen
una división distinta denominada “ternaria”, es decir, su división es entre tres unidades
de tiempo, como podemos ver en la Figura 2.
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Figura 2: División de las figuras de valor con puntillo.

Cabe destacar, que el puntillo aumenta la nota la mitad de su valor, y si se le coloca otro
puntillo más a la figura, esta aumentaría el valor a la mitad del valor que se aumentó
primero. Ver Figura 3.

Figura 3: División de figuras con doble puntillo.

2) Tipos de compases:

Como se había dicho, el compás ayuda a dividir la pieza musical en fracciones de tiempo
iguales, existen tres tipos:

- Compases simples: Estos son compases con una estructura de tiempos


(divisiones del compás) sencilla. En la práctica, son simples los que, en su fórmula
de compás correspondiente, tiene como numerador 2, 3 y 4.

Los compases con dos y cuatro tiempos se denominan binarios, y el que tienen 3
tiempos se denominan ternarios. Por otro lado, pueden tener cualquier denominador
en su fórmula de compás, el más común es el 4, que representa la negra.
La unidad de tiempo de estos compases son figuras simples (sin puntillo); y son la
base para formar otros más complejos, por lo tanto, en estos compases la unidad
de tiempo siempre es divisible entre 2, es decir, su división es binaria.
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Figura 4: Compases simples con división de tiempo simple o binaria.

- Compases compuestos: tienen una estructura más compleja; se caracterizan por


tener como numerador 6, 9 o 12. Si escogemos un compás simple y multiplicamos
por tres el numerador y por dos el denominador nos quedará uno compuesto. Por
esto la forma de marcar los tiempos en los compases compuestos es diferente a la
de los simples, Ya que derivan de ellos.

2x3=6

4x2=8

El de 2/4 se tienen dos tiempos de negra en cada compás. El de 6/8, según este
concepto, se tendrían seis tiempos de corchea en cada compás. Cada tiempo
(UNIDAD DE TIEMPO) en los compases compuestos es divisible por tres, es decir,
que tienen división ternaria. Estas 6 corcheas que se generan en el compás 6/8
deben ser divididas en dos tiempos divisibles en 3 corcheas. (Ver Figura 5).
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Figura 5: Unidades de tiempo y divisiones ternarias con sus compases simples


respectivos.

Es más fácil pensar que si los compases compuestos derivan de los simples, el de
numerador seis tiene dos tiempos (con división ternaria), el de numerador nueve
tiene tres tiempos, y el de doce, cuatro. La unidad de tiempo en los compases
compuestos es una figura con puntillo.

 Representación de la cifra indicadora en compases simples y


complejos: En los compases simples el numerador indica la cantidad de
tiempos del compás, y el denominador representa la figura que será la
unidad de tiempo.

Figura 6: Correspondencias entre fórmulas de compases simples y figuras de valor.

En los compases compuestos el numerador no indica la cantidad de


tiempos del compás, ni el denominador la figura que será la unidad de
tiempo.

Figura 7: Correspondencias entre fórmulas de compás compuesto y figuras de valor.


No hay una justificación lógica para este grupo de compases que escapan a
la regla de la fórmula de compás. Sólo se podría decir que en la música es
necesario tanto la división binaria como la ternaria para los diferentes ritmos
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que podemos crear o escuchar. Si hubiera un número que representara a
las figuras con puntillo como unidades de tiempos, sería más fácil interpretar
las diferentes fórmulas de compases.

Sin analizarlos como tales, conocemos ritmos que están escritos en


compases simples y en compuestos. Por ejemplo, los valses están escritos
en compases simples de tres tiempos, las chacareras y algunas zambas en
compases compuestos, y el rock and roll en compases simples de cuatro
tiempos.

- Compases de Amalgama: Esta clase de compases se obtienen sumando dos o


más compases simples o compuestos entre sí. Así pues, amalgamar quiere decir
unir dos o más cosas, en este caso compases.

Los compases que tiene por numerador 5, 7 o 9 son los de amalgama simple. Para
obtener uno de 5 se unen uno de 2 y otro de 3. Para el de numerador 7 se unen uno
de 3 y otro de 4. Para el de 9 se unen uno de 4, otro de 3 y otro de 2. Cabe decir
que éste último no se usa ya que se confundiría con el compuesto de mismo
numerador.

Aunque es posible amalgamar compases compuestos, en la práctica no se hace ya


que el resultado de esta acción da compases de 15/8 (6+9), 21/8 (9+12) y 27/8
(6+9+12). Estos compases son solo teóricos, siendo los que más se usan los de 5
y 7 tiempos. En la figura 8 se puede observar bien la unión de los compases en uno
de amalgama.

Figura 8: Compases de amalgama y su notación.


3) Tiempos fuertes y débiles:

No todos los tiempos son iguales. Existe un dinamismo entre ellos que hace que no todos
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suenen con la misma intensidad. Es decir, hay unos tiempos que suenan más fuertes que
otros. De hecho, intuitivamente, al marcar un ritmo se refleja este dinamismo. Existen tres
tipos de acentos:

FUERTE - SEMIFUERTE - DÉBIL

El primer tiempo de los compases que hemos visto es siempre fuerte. En los compases de
dos tiempos, el tiempo primero es fuerte; y el segundo débil. En uno de tres tiempos, el
primero es fuerte, el segundo débil, igual que el tercero. Cuando el compás es de cuatro
tiempos, el primero sigue siendo fuerte, el segundo débil, el tercero semifuerte y el cuarto
débil.

Figura 9: Las distintas clases de compases.

En los compases de cuatro tiempos es como si juntásemos dos compases de dos tiempos.
Pero la diferencia es que el tercer tiempo no es fuerte, sino que está entre el débil y el fuerte.

Esto se puede aplicar tanto a los compases simples como a los compuestos. Esto es así
porque los compuestos derivan de los simples. En cualquier caso, la diferencia entre los
dos tipos de compases está en la forma de dividir los tiempos: de forma binaria para los
simples, y de forma ternaria para los compuestos.

4) La Síncopa:

La síncopa es un efecto rítmico que tiene lugar cuando el sonido de una nota empieza
dentro de un tiempo débil y se prolonga hasta uno fuerte o semifuerte, y de esta forma
enriquecer el ritmo musical. Esta prolongación puede producirse por combinación de notas
a través de la ligadura.

De esta forma, se puede alterar el orden natural de los tiempos fuertes y débiles. Cuando
se hace sonar una nota en un tiempo débil es convertida en fuerte gracias al ataque del
sonido de la nota.

Figura 10: Tiempos débiles combinados con tiempos fuertes.

En la figura 10 se aprecia que se produce una síncopa dentro del segundo compás. La
segunda síncopa que se produce está entre el siguiente compás y el último. Este tipo es la
síncopa de compás. Cuando se subdivide un tiempo en dos, una parte es fuerte y la otra
débil. La síncopa de tiempo es la que se produce en las subdivisiones de los tiempos.
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Figura 11: Síncopa de tiempo cuando se divide el tiempo en dos.

- Síncopas regulares e irregulares: Cuando la síncopa la producimos por medio de


notas de mismo valor (dos blancas, dos negras...) se trata de una síncopa regular.
Por el contrario, cuando utilizamos, para este efecto rítmico, notas distintas (por
ejemplo, de blanca a corchea) estamos ante la síncopa irregular.

Combinando el orden natural de tiempos fuertes y débiles; y el orden que nosotros


queramos dar por medio de la síncopa, podemos enriquecer muchísimo nuestra
música. Podría resultar aburrido no alterar los tiempos fuertes y débiles.

Cualquier estilo de música que utilice síncopas es rico rítmicamente, porque combina
divisiones cuadradas, que son las que tienen los acentos naturales, y sincopadas que crean
una ruptura y un desplazamiento rítmico de gran riqueza en los temas. La utilización de
síncopas es una característica de muchos géneros, como el jazz, la bossa nova, música
centroamericana, entre otros.

5) Contratiempo:

El contratiempo es parecido a la síncopa, acentúa una nota situada en un tiempo débil o


parte del tiempo débil; aunque, en este caso, no se prolonga el sonido al tiempo fuerte.
Cuando el contratiempo se usa en combinación con la síncopa, se puede enriquecer mucho
más aún el ritmo de una canción. La sensación que tenemos con el contratiempo es que
tenemos la impresión de que el ritmo va en contra.

El contratiempo puede ocupar la totalidad de un tiempo dentro del compás; como en los
dos primeros compases de la figura 19. También puede ubicarse en las subdivisiones de
los tiempos.

Figura 12: Notación de la acentuación generada por el contratiempo.

Una música sin síncopa ni contratiempo estaría encuadrada en un esquema más lineal y
cuadrado rítmicamente hablando. Es una norma general que los intérpretes, al enfrentarse
a este tipo de partituras, improvisen con el contratiempo para enriquecerle el ritmo a la
partitura.
6) Valores Irregulares:

Como su nombre lo indica, tienen un valor que no es el convencional con respecto al valor
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relativo de las figuras. Generalmente tienen más figuras de lo común, y por tal motivo se
los diferencia con un número.

Las figuras de valor pueden salirse del dominio de la relación 1:2 que vimos en la lección
dedicada a las figuras de valor usando los valores irregulares y, de esta forma, no hay
necesidad que un tiempo esté limitado por albergar dos corcheas en un compás de 4/4. Los
valores irregulares son grupos de notas que están unidas por un corchete o un arco y
encima el número que las representa.

Figura 13: Valores irregulares que podemos aplicar a las partituras.

Si añadimos los grupos irregulares, junto con la síncopa y el contratiempo, a nuestras


interpretaciones musicales, lograremos una gran complejidad rítmica. Esta capacidad hará
que aumente la calidad de las composiciones que seremos capaces de desarrollar.

Equivalencias:

Tresillo de corcheas = 2 corcheas.


Quintillo de semicorcheas = 4 semicorcheas.
Seisillo de semicorcheas = 4 semicorcheas.

El tresillo y el seisillo son los valores irregulares más utilizados. Es importante destacar que
las divisiones ternarias son más complejas a la hora de interpretar que las divisiones
binarias.

A la hora de aplicar valores irregulares en los compases compuestos la cosa cambia. De


hecho, se establece una relación a la inversa entre los simples y los compuestos. La
consecuencia es que, en los compases compuestos, un tresillo o un seisillo tendría un valor
"regular".

Figura 14: Valor irregular para el compás complejo.


7) Tonos y Semitonos:
Son las distancias básicas entre dos notas seguidas. El semitono, es la menor distancia, y
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es la mitad de un tono. El tono es igual a dos semitonos.

En la música oriental hay distancias menores al semitono como, por ejemplo, el cuarto de
tono. También es común escuchar hablar de estas mínimas distancias cuando se afina un
instrumento, y está bajo o alto sin llegar a tener un semitono de diferencia con la afinación
real.

Todos los sonidos naturales están separados entre sí por un tono, excepto los intervalos
entre Mi - Fa y Si - Do.

Do – Re – Mi – Fa – Sol – La – Si – Do
1 Tono 1 Tono 1 Tono 1 Tono 1 Tono

1 semitono 1 semitono

Figura 15: Distancias básicas entre las notas naturales.

8) Alteraciones:

Las alteraciones son unos símbolos gráficos que colocamos al lado izquierdo de las notas
musicales. Estas alteraciones modifican la altura de la nota. Las alteraciones son cinco:

SOSTENIDO - DOBLE SOSTENIDO - BEMOL - DOBLE BEMOL – BECUADRO

Figura 16: Signos de alteración usados en las notas musicales.

 El sostenido sube medio tono la nota.


 El doble sostenido sube un tono la nota o dos semitonos.
 El bemol baja medio tono la nota musical.
 El doble bemol baja un tono la nota o dos semitonos.
 El becuadro sirve para anular el efecto de la alteración.

En la práctica, y en algunos casos, al subir dos alteraciones mediante las dobles


alteraciones, se pasa a la nota siguiente. Por ejemplo, el Fa doble sostenido coincidiría con
la nota Sol; lo mismo ocurre para una nota afectada por un doble bemol. No se escribe
directamente la nota que se toca en realidad, por reglas de armonía y tonalidad. Pero en
muchos casos el que escribe la partitura, por una cuestión de practicidad, omite estas reglas
y escribe la nota que se debería tocar, lo cual facilita la lectura.
9) Tipos de Alteraciones:

- Alteraciones Fijas o Propias: Estas alteraciones aparecen al principio de la


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partitura, justo a continuación de la clave y antes de la fórmula de compás. Estas
alteraciones se conocen como armadura de clave, e indican la escala o tonalidad
de la pieza. Por otra parte, estas alteran a todas las notas que estén en dicha
armadura de clave, de cualquier altura y durante todos los compases, salvo aquellos
donde aparezca un becuadro que las anule; pero sólo por ese compás.

Figura 17: Las diferentes notas Do y Fa afectadas por la armadura de clave.

Cuando queramos cambiar la armadura de clave, para modificar las alteraciones


propias, necesitamos anticipar el cambio por medio de la doble barra. De esta forma
quedará advertido el intérprete de un cambio significativo en la partitura.

Figura 18: Notación de un cambio de armadura de clave y como afecta las notas.

- Alteraciones accidentales: Este tipo de alteraciones pueden aparecer dentro de


un compás cualquiera, en notas que no estén afectadas por la armadura de clave.
Son alteraciones que podemos hacer a las notas de forma arbitraria, sin ubicación
fija. Cuando alteramos una nota, las notas con el “mismo nombre”, que estén a la
“misma altura” y en el “mismo compás” se alterarán automáticamente.
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Figura 19: Análisis de las alteraciones accidentales.

- Alteraciones de precaución: Hay ocasiones en las que es necesario facilitar la


lectura de la partitura, bien porque sea muy compleja, o porque esté destinada a
estudiantes. Las alteraciones de precaución están colocadas en donde teóricamente
no son necesarias; se hace por eso, para facilitar la lectura. En muchas ocasiones
están entre paréntesis para diferenciarlas.

Figura 20: Notación de las alteraciones de precaución para facilitar la lectura.

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