Principios Protocolos Del Ballet
Principios Protocolos Del Ballet
Principios Protocolos Del Ballet
La técnica del ballet enfatiza la perpendicularidad del torso, debido a que los
bailarines deben siempre fluir de este eje vertical. Es necesario que todas las
partes del cuerpo estén correctamente alineadas y centradas para permitir el
máximo de estabilidad y facilidad en el movimiento.
Uno de los fundamentos técnicos del ballet es la rotación externa de las piernas
(turno-out, en de-hors). Cada pierna debe ser rotada hacia fuera desde la
articulación de la cadera. El ballet contempla cinco posiciones específicas para los
pies, las cuales son utilizadas en la ejecución de los pasos del ballet. Existen en
general las posiciones correspondientes para los brazos, aunque varían
dependiendo de la escuela.
La técnica del ballet enfatiza la perpendicularidad del torso, debido a que los
bailarines deben siempre fluir de este eje vertical. Es necesario que todas las
partes del cuerpo estén correctamente alineadas y centradas para permitir el
máximo de estabilidad y facilidad en el movimiento. El torso y todas las partes del
cuerpo del bailarín deben permanecer sostenidas y alongadas hacia arriba de
manera que su cuerpo permanezca siempre alargado y estirado (pull-up). La
verticalidad implica resistencia a la gravedad, un concepto que debe ser aplicado
principalmente en los pasos de elevación, como los saltos.
El ballet clásico es una forma artística muy lógica. Está conformado por ejercicios,
pasos, posiciones y poses para los que existe una terminología francesa. Los
principios, reglas y protocolos determinan la forma en la que se ejecutan sus
ejercicios y sus pasos; estas reglas y protocolos distinguen al ballet de otras
formas de danza. Su estructura teórica provee el marco, que aplicado
correctamente logra el nivel clásico demandado por este arte. Los principios
generales del ballet clásico incluyen los conceptos de alineación, rotación,
distribución del peso, postura, transferencia del peso, colocación,
elongación (pull –up), aplomo, contrabalance y balance (equilibrio). Aunque
estos principios se estudian individualmente, es necesario aclarar que en el
transcurso de la clase se encontrarán siempre interrelacionados. Es difícil estudiar
cualquiera de estos principios sin analizar su relación con los demás. El
aprendizaje y aplicación de estos principios es un proceso progresivo. La
asimilación intelectual y kinesiológica de estos principios enriquecerá la
experiencia motriz de los alumnos permitiendo el desarrollo de una sólida técnica
de base.
1. Alineación
La alineación corporal puede definirse como una buena postura en su sentido más
clásico. Una adecuada alineación corporal es la base esencial para desarrollar la
técnica del ballet. Para el bailarín de ballet esta alineación integra constantemente
la cabeza, el torso, los brazos y las piernas en una totalidad coherente, mientras el
cuerpo se mueve a través del espacio o mientras se mantiene una posición. La
alineación es un principio primario y dinámico que se mueve eficientemente como
un todo y es sensible a los movimientos de sus partes. El cuerpo entero es como
una estructura de bloques: si uno de los bloques está desalineado se afecta el
resto que esté por encima o por debajo. Una vez el cuerpo está desalineado, otras
partes del cuerpo realizan compensaciones que causan aun mayor desalineación
y eventualmente lesiones: todas las articulaciones mayores del cuerpo se pueden
ver afectadas.
2. Rotación (en-dehors)
Para el bailarín principiante la rotación debe ser natural desde las caderas, esta
puede ser entre 90 y 100 grados. Para mantener igual el nivel de rotación en
ambas piernas se requiere una apropiada alineación y colocación del torso. La
rotación natural deberá mejorarse mediante la aplicación de estos principios y de
un adecuado control muscular. La rotación es un principio primario que se aplica a
toda la técnica del ballet. Durante el renacimiento el ballet fue ejecutado
inicialmente en los bailes de salón y luego se trasladó al escenario. El vestuario
que los bailarines usaron mientras evolucionó el ballet llevó a que la rotación fuera
la forma más eficiente y estética de moverse en todas las direcciones, permitiendo
asumir cualquiera de las posiciones clásicas mientras se mostraban al público. La
rotación por lo tanto es el sello característico del ballet clásico.
4. Postura
En los ejercicios y en las combinaciones el bailarín asume una postura con el peso
distribuido en ambos pies o cuando pasa a través de las distintas posiciones de
los pies. Para asumir una apropiada postura del peso debe estar igualmente
distribuida sobre ambos pies. El bailarín aprende estas posiciones
kinestésicamente, ya sea para descansar o para recobrar el equilibrio antes de
trasladar el peso a un pie o a una dirección diferente.
La acción de trasladar el peso de dos pies a uno, o de uno a dos, requiere una
postura correcta. El bailarín hace que la transferencia del peso se vea sin
esfuerzo. Respirar con el movimiento, usar la rotación y estirar el cuerpo hacia
arriba (pull up) permiten que los cambios de peso se vean fluidos y sin esfuerzo.
Ser capaz de ejecutar los cambios de peso es crucial para el logro de un suave
cambio de apoyo y de las direcciones que constituyen una parte esencial del
ballet. Antes de realizar un cambio de peso de dos pies a uno, el cuerpo se estira
ligeramente hacia arriba y hacia el lado de la pierna de apoyo en dirección
diagonal entre las piernas y la pelvis. El peso se traslada completamente a los
metatarsianos de la pierna de apoyo. Al regresar el peso a las dos piernas se debe
trasladar de nuevo el peso y distribuirlo correctamente entre ambos pies.
6. Colocación
7. Elongación
Alongarse a través de las piernas, por medio del estiramiento de las mismas
desde el piso, involucrando la musculatura abdominal y elevando el torso por
encima de las caderas, constituye un importante elemento técnico que contribuye
a definir la estética del ballet. Cuando apoyamos una o ambas piernas en el piso,
estas se estiran hacia arriba a través de la pelvis, para mantener el máximo de su
longitud. Esta acción previene al bailarín de “sentarse” (hundirse) en las piernas,
permitiendo el estiramiento de la pelvis y el torso y, por lo tanto, dando mayor
facilidad de movimiento en las piernas. El bailarín involucra los músculos
abdominales elevándolos hacia arriba, desde el hueso púbico hasta el esternón,
aumentando la distancia entre las costillas y las caderas. Esta acción acompaña
simultáneamente un estiramiento hacia debajo de la columna por el plano
posterior hasta el piso, para mantener el control de las curvaturas de la columna.
Estas acciones opuestas levantan y centran perpendicularmente el torso,
consecuentemente permitiéndoles a las piernas moverse libremente mientras el
cuerpo parece flotar por encima de ellas. El uso correcto de la elongación le
permite al bailarín verse ligero y con la capacidad de desafiar la gravedad.
8. Aplomo
Este concepto está relacionado con las fuerzas opuestas que encontramos
interviniendo constantemente en el cuerpo. La gravedad y el peso corporal ejercen
una fuerza hacia abajo; los músculos proveen de la fuerza que compensa esta
otra permitiéndonos permanecer erguidos. Cuando se disminuye la tensión
excesiva de los músculos por medio de una correcta alineación postural, el bailarín
puede ejecutar sus movimientos con mayor facilidad. La respiración se hace más
fluida y el cuerpo funciona eficientemente.
Para cada acción debe existir una reacción opuesta e igual. Cuando realizamos un
movimiento hacia abajo el cuerpo deberá estirarse hacia arriba antes de
descender. En la técnica de ballet, el bailarín intenta no hundirse o dejarse vencer
por la gravedad. Si movilizamos la pierna de trabajo adelante o atrás, el cuerpo
tenderá a moverse hacia delante o hacia atrás. Estas acciones se presentan
usualmente en los hombros, las caderas o en ambas. La compensación impide
que perdamos la colocación y elongación del cuerpo.
9. Contrabalance
Esta acción consiste en la ligera inclinación del torso hacia arriba y hacia delante
cuando levantamos la pierna atrás, por encima de los 20 grados. Debido a la
conformación de la parte posterior de las caderas, esta inclinación le permite a la
pierna subir sin presionar excesivamente la columna. El cuerpo debe continuar
manteniendo su colocación durante esta acción. La parte anterior del torso se
estira hacia arriba durante la inclinación hacia delante del torso, mientras la pierna
se estira al elevarse hacia atrás. El cuerpo regresa a su posición alineada luego de
haber finalizado el movimiento atrás. La elongación de la columna cervical, dorsal
y toráxico, es esencial en este proceso.
10. Balance
REGLAS Y PROTOCOLOS
2) Con una sola mano en la barra, es decir, de lado a ella o segunda fase.
Los protocolos del ballet dictan como debe proceder el alumno en el centro para
ejecutar los componentes del centro. Estos protocolos le dan al ballet su
formalidad tradicional que a su vez constituye uno de sus rasgos clásicos más
característicos. Algunos son el resultado de tradiciones que datan de siglos
pasados y otros se han desarrollado para mejorar el procedimiento de la clase.
Los protocolos del centro siempre están relacionados con la forma en la que el
bailarín se presenta ante el público. Algunos de los protocolos en el centro son: